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P P r r o o y y e e c c t t o o d d e e I I n n v v e e s s t t i i g g a a c c i i ó ó n n A A r r q q u u e e o o l l ó ó g g i i c c a a e e n n e e l l N N o o r r t t e e C C h h i i c c o o : : E E x x c c a a v v a a c c i i o o n n e e s s e e n n C C a a b b a a l l l l e e t t e e , , V V a a l l l l e e d d e e F F o o r r t t a a l l e e z z a a , , P P e e r r ú ú I I N N F F O O R R M M E E F F I I N N A A L L 2 2 0 0 0 0 4 4 Presentado por: Jonathan Haas, Director (R.N.A. CH-0162) Manuel F. Perales Munguía, Co-director (R.N.A. BP-0431) 1

INFORME FINAL 2004 - fieldmuseum.org · en el sitio de Caballete, localizado en la sección inferior del valle de Fortaleza, en las coordenadas UTM E 0195359 y N 8827111, a una altitud

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Presentado por:

Jonathan Haas, Director (R.N.A. CH-0162)

Manuel F. Perales Munguía, Co-director (R.N.A.

BP-0431)

1

ÍNDICE

Introducción

1. El complejo arqueológico de Caballete. 1.1. Ubicación y descripción de la región en estudio. 1.2. Antecedentes 1.3. Estado de conservación del sitio. 1.4. Descripción de los componentes del sitio.

2. Equipo de investigadores y sus responsabilidades dentro del proyecto.

3. Plan de labores efectuadas en campo, gabinete y laboratorio.

4. Métodos y técnicas empleadas en el proyecto. 4.1. Excavaciones de pozos de prueba. 4.2. Excavaciones en área. 4.3. Descripción de las diferentes unidades de excavación. 4.3.1. Pozos de prueba (Sectores A, B, D, E y F) 4.3.2. Unidades en área (Sectores B y C)

5. Manejo y depósito actual de los materiales recuperados en el campo y sugerencia sustentada del destino final del material.

6. Investigaciones arqueológicas en el sitio de Caballete. 6.1. Resultados de la Temporada 2004. 6.2. Recomendaciones para investigaciones futuras. 6.3. Problemática de conservación y protección del sitio.

7. Inventario de los materiales arqueológicos recuperados.

8. Bibliografía.

9. Anexos. 9.1. Plano de ubicación del sitio arqueológico de Caballete, valle de Fortaleza. 9.2. Plano topográfico del sitio de Caballete.

9.3. Fotografía aérea del complejo de Caballete. 9.4. Caballete, vistas fotográficas generales. 9.5. Sectorización propuesta para el sitio de Caballete. 9.6. Plano de ubicación de las unidades de excavación en el sitio de Caballete y de los diferentes datums empleados. 9.7. Gráficos de plantas, cortes y perfiles de las diferentes unidades de excavación.

9.8. Fotografías de las unidades de excavación.

2

INTRODUCCIÓN

El presente informe final corresponde a los resultados alcanzados en el marco

de la Temporada 2004 del Proyecto Arqueológico Norte Chico (PANC), cuyos

objetivos estuvieron dirigidos a obtener una mejor idea sobre el carácter de los

depósitos culturales en el sitio de Caballete y recuperar muestras botánicas por

medio de la excavación de pozos de prueba. Además se realizaron excavaciones

horizontales en área con la finalidad de identificar y descubrir estructuras

habitacionales y los basurales asociados. Como resultado de estos trabajos

hemos podido esbozar la historia económica temprana en el mencionado valle.

El sitio, Caballete, está circunscrito dentro de un patrón arquitectónico que está

caracterizando al Precerámico Tardío. Las dimensiones, complejidad y

ubicación del mismo en el contexto del valle; todos ellos sumados a los datos

importantes que está arrojando y a los fechados radiocarbónicos procedentes de

cada uno de los otros conjuntos vecinos, van a ayudar a comprender lo que

estuvo ocurriendo en estos años en el valle de Fortaleza y de que manera estos

fenómenos se relacionaron con aquellos que estaban sucediendo en los valles

cercanos de Supe y Pativilca, donde también tenemos complejos arqueológicos

de la misma época. Es hora de comenzar a reestructurar y a reformular nuestra

visión sobre el proceso histórico de las sociedades en los Andes Centrales.

Estamos ante un desarrollo social de características únicas en todo el continente

americano. Si bien necesitamos mayores estudios que impliquen un

acercamiento multidisciplinario, hoy estamos ante nuevas evidencias de un

desenvolvimiento de los pueblos prehispánicos del Norte Chico mucho más

complejo del que se pensaba.

Estado, ciudad, jerarquías y clases sociales son algunas de las categorías y

conceptos que están siendo utilizados por los investigadores para definir las

transformaciones que ocurrieron durante el Precerámico Tardío. Somos

conscientes que debemos tener cuidado al utilizar algunos de ellos, sin embargo

creemos que debemos observar con mucha atención y con una perspectiva

amplia los nuevos datos. Es evidente que los nuevos hallazgos nos obligan a

cuestionar las hipótesis utilizadas para explicar el desarrollo histórico y el

surgimiento de la civilización en los Andes Centrales.

3

Por otro lado durante la ejecución de nuestro proyecto de investigación nos

hemos enfrentado a una preocupante realidad; el avanzado proceso de

destrucción de varios de los sitios arqueológicos estudiados. Hemos cursado

cartas al Instituto Nacional de Cultura para coordinar acciones inmediatas

orientadas a la protección de nuestro patrimonio cultural.

Es importante señalar asimismo que el Proyecto Arqueológico Norte Chico

(PANC) ha impulsado un gran evento de proyección a la comunidad, el cual se

desarrolló en el mes de agosto del 2004 y que fue denominado "Tercer Taller del

Proyecto Arqueológico Norte Chico: Computadoras en el avance del

conocimiento de nuestro pasado". Con este evento seguimos estableciendo las

redes de comunicación con las poblaciones locales y sus autoridades para

coordinar en conjunto con ellos acciones orientadas a la preservación y

conservación de nuestro legado histórico y cultural. Consideramos a esta

actividad como una excelente oportunidad para ilustrar al público no

especializado cómo se utilizan las diferentes técnicas de la informática en la

arqueología. Así, pudimos mostrar las técnicas que hemos empleado en el

campo para transferir los datos directamente a la computadora, produciendo

mapas detallados de alta precisión. Igualmente tuvimos éxito en demostrar la

forma en la que estas nuevas tecnologías pueden emplearse en otros campos del

conocimiento y áreas como desarrollo turístico y planificación local y regional.

Queremos expresar nuestro agradecimiento a los dirigentes de las diferentes

comunidades campesinas de la zona, así como a las autoridades civiles de

Paramonga y al Patronato Turístico de Paramonga, particularmente a su

presidente, Sr. Celso Solano. Asimismo queremos hacer llegar un

reconocimiento especial al alcalde de la Municipalidad Distrital de Pativilca, Sr.

Arturo Espinoza Meza y a la señora Katy Ly Albújar, Secretaria General de la

Municipalidad, quienes amablemente y con un especial amor por su tierra nos

brindaron su franca colaboración.

Para finalizar, queremos brindar nuestro reconocimiento a todos los miembros

del proyecto quienes supieron constituir y consolidar un grupo humano

solidario. Cada uno de ellos mostró su alto nivel de compromiso con los

objetivos del proyecto al ofrecer su máximo esfuerzo en aras de las metas de

nuestra investigación.

4

1. EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE CABALLETE

1.1. Ubicación y descripción de la región en estudio

La región del Norte Chico en la costa peruana comprende, de sur a norte, los

valles de Huaura, Supe, Pativilca y Fortaleza, todos ellos ubicados en el extremo

septentrional del actual departamento de Lima. Este sistema de cuatro valles

está geográficamente integrado por su proximidad física y la presencia de rasgos

topográficos similares y comunes en cada uno de ellos. Tres de los valles,

Fortaleza, Pativilca y Supe, desembocan en el Océano Pacífico en una extensión

de la costa que no supera los 25 kilómetros de largo. Existen a su vez diversas

quebradas laterales en cada uno de estos valles que los conectan entre sí de una

forma muy directa y que hasta hace pocos años fueron rutas transitadas por

ciertos sectores de la población local. Resulta interesante además que en varias

de las cabeceras de estas quebradas existen zonas de lomas que se desarrollan

entre los meses de junio y octubre, tal como ya se ha documentado para otros

territorios con estas características.

Fortaleza es uno de los valles que conforma la región del Norte Chico en la costa

central del Perú. El río Fortaleza nace en las alturas de la cadena occidental de la

cordillera de los Andes, alimentándose de los cursos de agua de los ríos

Huayllapampa, Marca y Churap que también se originan en las partes altas de

las actuales provincias ancashinas de Ocros, Chiquián y Recuay.

Luego de recorrer un largo y estrecho curso en forma de V encajonado entre

montañas muy elevadas y de fuerte pendiente en su sección alta, el valle se

ensancha ligeramente a partir de la localidad de Chasquitambo, donde el

Fortaleza recibe las aguas del río Purísima por su margen izquierda. Finalmente

aguas abajo, a partir de la zona de Tunán, el valle alcanza las extensas planicies

costeñas hoy cultivadas de forma intensa, las mismas que se presentan hasta su

desembocadura a 4 kilómetros al norte de la ciudad de Paramonga.

El río Fortaleza, al igual que el Supe, no presenta un caudal de agua permanente

durante todos los meses del año a diferencia de los ríos Pativilca y Huaura. Pese

a este hecho se encuentran numerosos sitios arqueológicos a lo largo de la

5

cuenca del Fortaleza (Vega Centeno et al. 1998), incluyendo aquellos en los

cuales el PANC está enfocando su atención.

En la Temporada 2004 el Proyecto Arqueológico Norte Chico focalizó su interés

en el sitio de Caballete, localizado en la sección inferior del valle de Fortaleza, en

las coordenadas UTM E 0195359 y N 8827111, a una altitud de 100 msnm

(Figura 1). Este sitio fue ubicado y registrado en primer lugar por Rafael Vega-

Centeno (2000) y posteriormente por el equipo del PANC el año 2003. Se ubica

en la margen derecha del río Fortaleza, a unos 9 kilómetros al noreste del centro

de la ciudad de Paramonga. El conjunto en total abarca un amplia quebrada

lateral seca del valle (Figura 2) que está delimitada por cerros que se proyectan

en dirección suroeste desde la cadena de cerros denominada “La Empedrada”

(según Carta Nacional IGN, Hoja 22h, Esc. 1:100 000).

Al complejo arqueológico de Caballete se accede siguiendo la carretera que se

dirige hacia la ciudad de Huaraz, hasta la altura del pueblo de Cerro Blanco

donde se toma un desvío en dirección noroeste, hacia el río, el mismo que

posteriormente se cruza a pie hasta alcanzar la boca de la quebrada “La

Empedrada”, quedando el visitante así a unos 200 metros del sitio.

1.2. Antecedentes

La región del Norte Chico es un área que ha recibido una atención intermitente

por parte de los arqueólogos. Las diferentes exploraciones en el área (Williams y

Merino 1979; Vega Centeno et al. 1998) han mostrado que la ocupación en

dichos territorios fue larga y densa. Max Uhle (1925) fue el primer arqueólogo

que registró sitios y realizó excavaciones en la región del Norte Chico. Uhle

estaba específicamente dedicado a la búsqueda de piezas de cerámica que

podían ser empleadas para ayudar a desarrollar una cronología alfarera para la

costa peruana. Él excavó en sitios alrededor de la desembocadura del valle de

Supe, incluyendo Chimú Cápac (Horizonte Medio), San Nicolás (Horizonte

Medio, Intermedio Tardío y Horizonte Tardío), los alrededores de Áspero

(Período Inicial/Horizonte Temprano) y otros. La cerámica recuperada por Uhle

fue publicada posteriormente por Kroeber (1925).

Después de Uhle, Kosok y Schaedel (Kosok 1965) empezaron visitar la región en

1940 y emplearon fotografías aéreas para localizar y registrar varios sitios en los

6

cuatro valles junto con otros por toda la costa peruana. Asimismo Kosok

también publicó la primera relación de un complejo de yacimientos

arqueológicos que fueron tipificados en ese tiempo como enigmáticos porque

ellos no presentaban cerámica en superficie.

La primera excavación científica sistemática y a mayor escala en la región fue

conducida por Willey y Corbett (1954) en los 40’s en varios pequeños villorrios

de la costa ubicados en la desembocadura del valle de Supe. Uno de estos es

Áspero, donde las excavaciones fueron llevadas a cabo en un basural

precerámico y posteriormente en un cementerio. En ese tiempo el sitio fue

reconocido como una ocupación marítima temprana, pero todavía no se

disponían de fechados absolutos. Willey volvió a visitar Áspero en los 70’s con

Moseley (Moseley y Willey 1973; Moseley 1975) y ellos identificaron el hecho

que una serie de montículos en el sitio eran en realidad plataformas

construidas. También se reconoció que la ausencia de cerámica en el sitio era

debido a que éste se ubicaba cronológicamente en el período Precerámico. Otra

investigación fue llevada a cabo en los 70’s por Robert Feldman (1980, 1983,

1987, 1992), la cual arrojó fechados radiocarbónicos de 4900±160 A.P. a

3950±150 A.P. El más temprano de estos fechados fue rechazado por ser

demasiado antiguo y es por eso que la ocupación más temprana de Áspero aún

necesita ser definida. Feldman examinó un segundo sitio precerámico en el

área, As8, de donde se obtuvo un solo fechado radiocarbónico de 6914±190 A.P.

Las excavaciones de salvataje en la pequeña comunidad costeña de Bandurria

en la desembocadura del valle de Huaura han otorgado fechados

radiocarbónicos de 4530±80 A.P. a 4300±90 A.P. (Fung 1988). Otros trabajos

fueron realizados en los 70’s en sitios precerámicos del Norte Chico (Fung 1988)

pero ningún fechado ha sido publicado hasta el momento. Una excavación fue

también llevada a cabo por Jorge Silva (1975, 1978) en un sitio del Período

Inicial, Bermejo, localizado en el valle de Fortaleza, pero nuevamente ningún

fechado fue publicado. Mientras tanto un sitio del Horizonte Medio en el valle

de Huaura fue examinado por Ruth Shady y Arturo Ruiz (1979) en 1978.

Por otro lado Carlos Williams realizó un reconocimiento de los sitios más

grandes ubicados en los valles de Supe, Pativilca y Fortaleza, aunque a la fecha

sólo se han publicado los resultados correspondientes al valle de Supe (Williams

y Merino 1979). Williams inspeccionó aquí cerca de 100 sitios y un número

7

similar fueron aparentemente visitados en Fortaleza y Pativilca (Moseley 2001).

Estos sitios van desde el Precerámico con Algodón hasta el Horizonte Tardío.

Unos años después se condujo una prospección sistemática a gran escala en la

parte baja del valle del Fortaleza como parte de un proyecto de construcción de

una línea de transmisión eléctrica (Vega Centeno et al. 1998), trabajos durante

los cuales se registraron más de un centenar de sitios.

Elzbieta Zechenter (1988) examinó un determinado número de yacimientos

arqueológicos en el valle de Supe en la década de 1980 en un esfuerzo por

reconstruir las estrategias de subsistencia durante el Precerámico y el Período

Inicial. Además de una extensa información biológica, Zechenter publicó

fechados radiocarbónicos procedentes de nueve sitios, los cuales corrían desde

los 7330±110 A.P. a los 3110±80 A.P.

En Supe, Ruth Shady ha iniciado grandes excavaciones en el sitio de Caral

(antiguamente denominado Chupacigarro Grande), el cual se ubica en la

porción media de ese valle (Shady 1997, 1999a, 1999b, 1999c, 1999d, 2000a,

2000b, 2000c). Sus trabajos se han centrado en la descripción de las

características arquitectónicas del sitio y en la reconstrución del mismo. Por

distintas razones las investigaciones de Shady están dando a conocer la primera

explicación detallada de un gran centro monumental precerámico en los Andes.

Una reciente publicación sobre los fechados radiocarbónicos de Caral ha

reportado una antigüedad entre 4090±90 A.P. y 3640±50 A.P. para el sitio

(Shady Solís et al. 2001).

Últimamente han empezado a publicarse parte de los resultados de las

investigaciones del PANC, incluyendo una síntesis sobre la problemática del

Precerámico Tardío en el Norte Chico (Haas y Creamer 2004) y un reporte de

los fechados que logramos obtener durante los temporadas de investigación en

los años 2002 y 2003 (Haas, Creamer y Ruiz n.d.).

1.3. Estado de conservación del sitio

En general el sitio de Caballete se encuentra en un regular estado de

conservación, en un grado mucho mejor que el de varios otros complejos del

período Precerámico Tardío de la región del Norte Chico en general y del valle

de Fortaleza en particular.

8

Los montículos casi en su totalidad han sido afectados por la actividad de

huaqueo o en todo caso por actividades de extracción de piedra para su venta en

la construcción de viviendas modernas en las ciudades de la localidad. Como

resultado del primer factor arriba señalado podemos observar daños en los

montículos de los sectores B, C y D, en tanto que la extracción de piedras para

construcción ha dejado mayores huellas en el flanco oriental del montículo del

sector D y en la cara posterior del montículo del sector B. Sin embargo la

actividad de huaqueo no es tan fuerte en los montículos como sí lo es en las

áreas planas y abiertas alrededor de ellos como ocurre en los sectores B, E y F

principalmente, en gran parte debido a que algunos de estos puntos fueron

reutilizados posteriormente por poblaciones tardías como cementerios.

Otro hecho que ocasionó la disturbación de evidencias hace poco tiempo fue el

intento de ampliación de la frontera agrícola en esta parte de la quebrada La

Empedrada mediante la construcción de un canal de irrigación de dimensiones

medianas. Aunque este canal no afectó secciones importantes del sitio pues

corría por el extremo norte del mismo, hacia la parte alta de la quebrada, sí se

ocasionaron grandes daños en las áreas abiertas asociadas a los montículos a

raíz de la remoción de la superficie con maquinaria pesada agrícola. Esto es

particularmente notorio en los sectores B y C donde se puede apreciar

claramente que la acción de las cuchillas de los tractores ha removido depósitos

culturales que se encontraban a poca profundidad de la superficie actual del

suelo y que, como veremos más adelante, pueden tener relación con los

momentos de ocupación principal del sitio.

1.4. Descripción de los componentes del sitio

Como ya indicamos, el conjunto de Caballete fue registrado de forma más

detallada por el PANC el año 2003 y se trata de un sitio ubicado en el fondo de

una quebrada lateral del valle de Fortaleza (Quebrada La Empedrada) que está

formado por seis montículos dispuestos alrededor de un espacio abierto

(Figuras 3, 4 y 5), parte del cual ha sido recientemente disturbado y removido

con maquinaria pesada con fines agrícolas, dejando al descubierto extensas

áreas que exhiben en superficie dispersiones de valvas de moluscos, ceniza,

piedras termofracturadas y algunos líticos.

9

El sitio ha sido subdividido en seis sectores, los cuales describimos a

continuación (ver además Figura 8):

Sector A: UTM 18L E195348.31 N8827108.22 (Punto

central)

Se trata del montículo principal del sitio y se encuentra en la parte sur del

complejo, cerca del borde de la plataforma aluvial que forma el piso de la

quebrada La Empedrada. Presenta una base de planta rectangular de 130

metros de largo por 68 metros de ancho y una altura aproximada de 20 metros

(Figura 6). Al frente del montículo y alineada con su eje central se observa una

plaza circular que tiene 16 metros de diámetro y que se encuentra delimitada

por huancas o grandes monolitos alargados de más de dos metros de altura

clavados en el suelo.

La totalidad de la superficie del montículo está cubierta por tierra beige grisácea

de textura fina mezclada con arena, además de innumerables trozos medianos

de piedra canteada que al parecer proceden de los eventos de colapso de las

estructuras que allí existían. Entre los materiales arqueológicos asociados en

superficie destacan básicamente unos cuantos fragmentos de valvas de

moluscos. La cima del montículo presenta claramente un atrio hundido que

mira hacia la plaza circular de huancas, así como dos amplias plataformas en los

extremos del montículo donde a su vez se observan alineamientos de piedra que

constituyen las bases de estructuras rectangulares que sobre ellas fueron

levantadas. Es importante destacar el gran tamaño de los bloques de piedra que

delimitan la base del montículo, principalmente por el lado sur que mira hacia

el valle, muchas de las cuales presentan caras planas pulidas.

Sector B: UTM 18L E195300.72 N8827393.94 (Punto

Central)

Se ubica en el extremo noroeste del sitio y está conformado por un montículo de

planta cuadrangular en cuyo frente (lado oriental) existe una plataforma

también cuadrangular con una plaza circular hundida en su interior (Figura 7).

10

La base del montículo cuenta con 57 metros de largo por 52 metros de ancho, en

tanto que su altura máxima es de 8 metros. La plataforma que contiene la plaza

circular hundida mide 35 metros por 33 metros de lado mientras que la plaza

propiamente dicha presenta 22 metros de diámetro.

En la actualidad la superficie del montículo está cubierta por tierra de textura

fina mezclada con arena de origen eólico, además de fragmentos medianos de

piedra canteada y una regular cantidad de fragmentos de valvas de moluscos.

Hacia la esquina norte de la parte superior del montículo hoy podemos observar

tres pozos de huaqueo en los cuales se aprecian de forma bastante clara varias

capas con basura arqueológica compuesta por cenizas, gran cantidad de valvas

de moluscos, vegetales, carbón, así como también algunos segmentos de muros

levantados con piedra canteada y barro. Solamente en uno de los pozos se

registraron bolsas de shicra. La parte superior del montículo también presenta

un atrio a desnivel orientado hacia la plaza circular hundida antes referida y que

está flanqueado por dos plataformas medianas elevadas donde igualmente

podemos observar los restos de bases de viejas estructuras de piedra canteada y

barro.

Como ya se dijo, actualmente la superficie alrededor del montículo ha sido

fuertemente removida con fines agrícolas, hecho que ha dejado al descubierto

un área extensa con concentraciones de valvas de moluscos, cenizas y restos

vegetales en la superficie del terreno, principalmente desde el noreste al

suroeste del montículo.

Sector C: UTM 18L E195207.30 N8827245.00 (Punto

Central)

Éste se ubica en el lado occidental del complejo y consiste en un montículo de

planta cuadrangular, cuyos lados miden 36 metros por 34 metros, presentando

una altura aproximada de 5 metros. Como en los casos anteriores en la

actualidad su superficie está cubierta por tierra fina suelta mezclada con arena

eólica, además de bloques medianos de piedra canteada procedente del lugar,

aunque en esta ocasión éstos se presentan en menor cantidad. Entre los restos

arqueológicos asociados a nivel de superficie tenemos fundamentalmente una

poca cantidad de fragmentos de valvas de moluscos.

11

Este montículo ha sido bastante afectado por la actividad de huaqueo, la cual ha

dejado como testimonios en su parte superior tres profundos pozos, así como

también una especie de zanja hacia su extremo norte. El pozo de huaqueo de

mayores dimensiones tiene tres metros de profundidad y en su interior se

observan los restos de un muro hecho de piedra asentada en argamasa de barro

que todavía conserva parte de su enlucido original. Este muro se encuentra

cubierto por grandes rellenos constructivos, los cuales presentan en su nivel

inferior grandes bloques de piedras canteadas sobre los cuales descansa un nivel

de bolsas de shicra que a su vez subyace a un nivel superior de relleno

compuesto por tierra de grano fino semicompacta que presenta como

inclusiones una gran cantidad de piedras menudas angulares.

Sector D: UTM 18L E195604.17 N8827164.12 (Punto Central)

Este sector se ubica en el lado noreste del sitio, prácticamente al frente del

montículo del Sector B. Se trata de un montículo de planta rectangular que

cuenta en su totalidad con 119 metros de largo, 48 metros de ancho y 7 metros

de altura, en cuya parte central se levanta una plataforma de planta

cuadrangular cuyos lados miden 45 metros y 38 metros. Esta plataforma se

encuentra en la parte central del montículo y sobre ella se observa una

interesante cantidad de alineamientos de piedra que constituyen restos de las

bases de estructuras que sobre ésta se encontraban y donde también se localizan

dos pozos de huaqueo en uno de los cuales se observa un muro de piedras

canteadas asentadas en argamasa de barro que aún conserva los restos de un

enlucido de barro con pintura blanca. Asimismo en la cara posterior del

montículo (flanco oriental) también se aprecia un gran forado alargado en cuyos

perfiles se pueden observar una sucesión de rellenos constructivos constituidos

por bloques angulares medianos y grandes de piedra del lugar y bolsas de

shicra, los cuales se alternan con pisos de barro, algunos de ellos

cuidadosamente preparados, en la parte superior de los rellenos.

Por otro lado también debemos señalar la presencia de alineamientos de piedra

en la parte superior de las alas laterales de este montículo, de las cuales aquellas

localizadas en el flanco sur del montículo se presentan de forma más aglutinada.

12

En general en la superficie de todo el montículo se observa una gran cantidad de

bloques medianos de piedras canteadas en medio de los cuales también se

aprecian algunos fragmentos de valvas de moluscos en poca cantidad.

Sector E: UTM 18L E195432.07 N8826975.84 (Punto

Central)

Se ubica en el extremo sur del sitio, muy cerca del borde del fondo aluvial de la

quebrada sobre la que se construyó todo el complejo. Se trata de dos montículos

de planta rectangular, el mayor de los cuales mide 69 metros de largo por 50

metros de ancho, con una altura máxima aproximada de unos 8 metros, en

tanto que las dimensiones del menor, localizado a unos 56 metros al noreste del

anterior, son de 53 metros de largo, 37 metros de ancho y 5 metros de altura. La

cima del montículo mayor presenta claramente un atrio rectangular hundido

flanqueado igualmente por dos plataformas elevadas hacia sus costados, las

cuales también están cubiertas por una gran cantidad de bloques medianos de

piedras angulares canteadas con caras planas que procederían del colapso de

estructuras que allí fueron edificadas. Además de este material se puede

apreciar cierta cantidad de fragmentos de valvas de moluscos y unos cuantos

fragmentos de cerámica muy erosionados.

Por otro lado debemos indicar que la superficie de terreno localizada frente al

montículo principal presenta una ligera depresión que indica la presencia de

una plaza circular hundida que fue cubierta por material aluvial, tal como se

desprende de las evidencias obtenidas de la excavación de una trinchera en el

lugar en la Temporada 2003.

Sector F: UMT 18L E195296.75 N8827020.31 (Punto

Central)

Se ubica en la parte suroeste del sitio, a espaldas de los sectores A y E,

prácticamente entre éstos y el borde mismo del depósito geológico aluvial que

forma el fondo de la quebrada La Empedrada en su desembocadura hacia el

valle.

13

Este sector, carente de montículos, está delimitado por un ancho muro de

piedras canteadas asentadas en argamasa de barro (1 metro de espesor

promedio) que corre de manera sinuosa de este a oeste, casi en el mismo borde

del aludido depósito aluvial que forma el fondo de la quebrada.

Esta parte del sitio ha sido profundamente disturbada por la intensa actividad

de huaqueo que allí se dio lugar, razón por la cual hoy en día podemos observar

en superficie una significativa cantidad de osamentas humanas además de

restos muy deteriorados de textiles, cerámica y algunos mates que

evidentemente corresponden a entierros tardíos saqueados, situación parecida a

la observada en el lado norte del Sector E. Sin embargo, algunos pozos de

huaqueo han dejado expuestos perfiles interesantes donde se aprecian restos de

muros de piedra y barro con enlucidos también de barro pero con un gran

contenido de fibra vegetal, asociados en algunos casos a apisonados y depósitos

de basura y ceniza que sugieren la presencia de evidencias de actividades de

carácter residencial.

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2. EQUIPO DE INVESTIGADORES Y SUS

RESPONSABILIDADES DENTRO DEL PROYECTO

1. Jonathan Haas Ph. D. Columbia University

MacArthur Curator, The Field Museum Director del Proyecto Encargado de realizar el reconocimiento y las excavaciones de los pozos de prueba, así como la supervisión de todos los trabajos del proyecto.

2. Manuel F. Perales Munguía Licenciado en Arqueología

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú Co-director del Proyecto Encargado de realizar las excavaciones en el sitio de Caballete, así como también la supervisión de todos los trabajos del proyecto.

3. Winifred Creamer Ph. D. Tulane University

Associate Professor of Anthropology Northern Illinois University Encargada de asesorar y supervisar permanentemente los trabajos del proyecto en general.

4. Mario Advíncula Zeballos Licenciado en Arqueología

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú Asistente de campo, encargado de la organización de los materiales en el gabinete, planificación de eventos de proyección a la comunidad y relaciones con las poblaciones de la región.

15

5. Nathan Craig Ma. University of California, Santa Barbara, Ph.D. Candidate.

Asistente de campo, encargado de la estructuración y monitoreo del sistema de registro digital de las excavaciones empleando un software de SIG.

6. Carmela Alarcón Ledesma Bachiller en Arqueología

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú Asistente de campo y gabinete, encargada de los análisis de los materiales botánicos y procesamiento de las muestras de tierra.

16

3. PLAN DE LABORES EFECTUADAS EN CAMPO,

GABINETE Y LABORATORIO

13 de junio – 15 de julio Excavación de cinco pozos de prueba

en el sitio de Caballete, sectores A, B,

D, E y F.

16 de julio – 31 de julio Excavación de dos áreas de 5 x 5 m en

el sitio de Caballete, sectores B y C.

01 de agosto – 15 de agosto Culminación de las excavaciones en el

sitio de Caballete. Solicitud de

supervisión al Instituto Nacional de

Cultura. Tapado de los pozos de prueba

y excavaciones en área.

16 de agosto – 31 de agosto Inventario de gabinete y análisis de los

materiales arqueológicos. Preparación

del informe preliminar.

01 de septiembre – 15 de septiembre Inventario de gabinete y análisis de

materiales arqueológicos. Preparación

del informe preliminar.

16 de septiembre - 16 de diciembre Trabajos de gabinete. Análisis de

materiales arqueológicos. Etapa final

de la preparación del informe para el

Instituto Nacional de Cultura.

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4. MÉTODOS Y TÉCNICAS EMPLEADAS EN EL

PROYECTO

4.1. Excavaciones de pozos de prueba

En total en todo el sitio de Caballete se excavaron cinco pozos de prueba de 1 x 2

metros. Estos pozos de prueba fueron ejecutados en puntos localizados dentro

de los sectores A, B, D, E y F del sitio de Caballete con la finalidad de obtener

una mejor idea acerca de la naturaleza de los depósitos culturales en cada una

de las diferentes partes de un sitio extenso como éste, así como también para

recuperar una muestra un poco más representativa de los materiales botánicos

presentes en todo el complejo. Estos pozos de prueba se localizaron en áreas

donde esperábamos encontrar depósitos de basura estratificada, los mismos que

fueron previamente identificados a través del examen de superficie de canales

naturales formados por erosión y escorrentía, pozos de huaqueo y otras áreas

disturbadas mediante el uso de una herramienta para obtener muestras de

tierra (soil tester). En cada pozo de prueba los contenidos fueron excavados

empleando una estrategia mixta que combinó el registro tanto de capas

naturales así como de niveles artificiales dependiendo del contexto y

características del depósito. Cuando las capas naturales se definieron

claramente durante el proceso de excavación, entonces fueron empleadas como

el principal indicador o rasgo para el control horizontal de las unidades. Cuando

las capas naturales no pudieron ser detectadas rápidamente o si las capas

naturales eran de más de 15 cm. de espesor, los depósitos fueron divididos en

niveles artificiales de 15 cm. para mantener un control adecuado de la

procedencia horizontal y profundidades de cada muestra tomada. Todo el

material fue tamizado a través de una malla de ¼” y un 10 por ciento de la

muestra de cada unidad de excavación fue tamizada a través de una malla de

1/8”. También se tomaron muestras para análisis de polen y flotación, las cuales

fueron registradas de acuerdo a la procedencia horizontal de cada unidad.

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4.2. Excavaciones en área

Estas excavaciones se desarrollaron en los sectores B y C del sitio de Caballete,

en puntos cercanos a la ubicación de pozos de prueba realizados durante la

Temporada 2003 gracias a los cuales se identificaron depósitos interesantes de

casi dos metros de profundidad constituidos por distintos niveles de basura

estratificada además de evidencias de arquitectura, en zonas posiblemente de

naturaleza habitacional cercanas a dos de los montículos en el sitio. Cada una de

estas dos unidades era de 5 x 5 metros y fueron denominadas “Bloques”. Cada

bloque, para su excavación, fue subdividido en unidades de 1 x 1 metro de lado

con la finalidad de mantener un control más preciso sobre los materiales y

depósitos excavados. Asimismo, todo el material fue tamizado a través de una

malla de ¼” y un 10 por ciento de la muestra de cada unidad de excavación fue

tamizada nuevamente a través de una malla de 1/8”. Las muestras para análisis

de polen y flotación fueron registradas de acuerdo a la procedencia horizontal

de cada unidad.

Para su registro cada unidad de 1 x 1 metro fue fotografiada desde un punto

vertical y perpendicular a la superficie del fondo de cada nivel. Cada una de

estas fotografías fueron registradas en un programa de Sistemas de Información

Geográfica (SIG) para producir un foto-mosaico del bloque, todo ello en una

computadora en el mismo campo gracias a la cual luego podíamos dibujar

directamente sobre este foto-mosaico los diferentes rasgos y elementos

arqueológicos identificados en cada contexto in-situ. De esta forma el dibujo era

escalado inmediatamente e integrado a los dibujos realizados para cada unidad

adyacente.

4.3. Descripción de las diferentes unidades de excavación

4.3.1. Pozos de prueba (Sectores A, B, D, E y F)

4.3.1.1. Pozo No. 1, Sector F

Este pozo fue ubicado en el Sector F, directamente al sur del montículo principal

y dentro de un área que en superficie parecía presentar estructuras

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rectangulares de piedra (Figura 9). El pozo de prueba tuvo como dimensiones 2

x 1 metros, presentando las siguientes coordinadas UTM:

• Esquina NW………195339.09E 8827046.27N (Punto Datum)

Descripción de Niveles

La excavación del presente pozo se realizó mediante niveles de 15 cm, aunque en

la medida de lo posible se siguieron las capas naturales, tal como pasamos a

describir a continuación:

Nivel 1. Este nivel estaba compuesto de tierra fina y suelta en una mezcla con

gravilla pequeña (Figura 24). Incluyó fragmentos de valvas de moluscos,

textiles, líticos, óseos y unos cuantos fragmentos de carbón. Aparentemente este

nivel contenía materiales superficiales y removidos, aunque hubo además un

lente grueso de tierra con mucha ceniza hacia la parte noreste del nivel.

Nivel 2. En este nivel se siguieron encontrando los sedimentos finos y sueltos

mezclados con gravilla pequeña y que contenían como inclusiones naturales

piedras medianas subangulares (de hasta 10 cm). Las inclusiones culturales

fueron numerosas e incluyeron moluscos, textiles, líticos, óseos de pescado,

restos botánicos, piedra calcinada, pelo, carbón y restos argamasa con

inclusiones de fibra vegetal. En general la naturaleza de este nivel es mixta,

natural y cultural.

Nivel 3. Dentro de este nivel los sedimentos empezaron cambiar en cuanto a

su composición. Hacia el lado norte la tierra fina y suelta descrita anteriormente

fue reemplazada por gravilla suelta de color gris claro, de apariencia estéril. En

el lado sur de la unidad por su parte se registró un depósito de barro compacto

relacionado a concentraciones de material carbonizado. Entre el material

arqueológico recuperado contamos con piedras pequeñas, unos cuantos

fragmentos de valvas de moluscos, textiles, hueso de pescado, semillas,

Tillandsia sp. y pelo. Además se registró una cierta cantidad de carbón. En el

lado norte de la unidad se observaron también dos pequeños bolsones de carbón

asociados a restos macrobotánicos.

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Nivel 4. Este nivel incluyó solamente un sedimento compacto de barro con

tierra fina color marrón claro que contenía una cierta cantidad de piedras

pequeñas. Este depósito se concentraba hacia el lado sur del nivel, en tanto que

hacia el lado norte del pozo se registró una gravilla limpia, de aspecto estéril. En

el sur del pozo también encontramos una gran cantidad de textiles dentro del

sedimento compacto que contenía moluscos y mucha fibra vegetal. Se tuvo la

impresión que los textiles estaban envolviendo el cuerpo de un niño, por lo cual

esta zona se designó Elemento 1 y fue excavado independientemente del resto

de la unidad.

Elemento 1. Este elemento está constituido por los restos de un infante

depositado en un sedimento fino de barro de color marrón claro que contenía

unas pocas piedras pequeñas. Además de los restos humanos se registraron

asociados textiles, materiales botánicos y algunos moluscos. El entierro fue

colocado sobre una concentración de fibra vegetal y posteriormente envuelto

con los textiles. En el momento de la excavación el cráneo se encontraba muy

quebradizo, sin embargo la mayoría de los huesos fueron recuperados sin

mayores problemas, casi intactos. El infante estaba dispuesto en posición fetal,

recostado sobre su lado derecho. Al examinar los perfiles del pozo (el perfil Sur

principalmente) se pudo determinar que el hoyo del entierro fue excavado

dentro del nivel estéril de grava y después del enterramiento fue rellenado por el

sedimento fino de barro de color marrón claro.

Nivel 5. Después de remover el entierro, se notó la terminación del hoyo.

Entonces se excavó un nuevo nivel de 15 cm en todo el pozo. Este nivel estaba

compuesto de grava suelta de color gris que presentaba unas pocas piedras

medianas hacia el lado norte del pozo. En el extremo sur del mismo se encontró

una cantidad menor de barro que contenía carbón, valvas de molusco, óseos de

pescado, restos botánicos, semillas y fragmentos de cuarzo. Cerca del fondo del

nivel y hacia el lado sur de la unidad todavía se registró un sedimento de barro

que por sus características podía potencialmente indicar la existencia de otro

entierro. Debido a que en el lado norte del pozo el depósito de grava era de

origen claramente natural y de naturaleza estéril se procedió con la excavación

del nivel siguiente sólo en el lado sur del pozo.

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Nivel 6. Este nivel (excavado como ya se dijo sólo en la porción meridional del

pozo) contenía grava mezclada con barro de color marrón claro. Debido a sus

características este depósito pudo ser una continuación del hoyo que contenía el

entierro del niño o Elemento 1. Este nivel incluyó fragmentos de moluscos,

carbón, líticos, óseos, semillas, textiles, Tillandsia sp. y los restos de una

canasta, los cuales indicaron que podíamos estar cerca de un nuevo entierro,

probablemente relacionado con el Elemento 1. Con el objetivo de desarrollar un

mejor registro de este posible entierro se procedió a excavar hasta este nivel en

todo el pozo, donde la mayor parte del depósito estaba representado por grava

estéril.

Nivel 7. El nivel de grava suelta y estéril de color gris localizada en el lado

norte de la unidad tuvo un origen claramente natural, depositada a raiz de

eventos de avenidas en el pasado. En varios casos se distinguen depósitos más

compactos que otros, separados por delgados lentes de limo que sugieren

eventos de inundación. En el lado sur del pozo se siguió observando un depósito

mixto formado por barro y grava. En este nivel, la mayor cantidad de Tillandsia

sp. y otras fibras originó el cambio en el color del depósito a un tono marrón.

En el extremo sur del pozo se documentaron algunas piedras grandes hacia el

mismo nivel que la canasta. Las excavaciones indicaron que la canasta cubrió el

cráneo de un individuo adulto. Los restos del individuo estaban dentro del pozo,

justo al norte de las piedras grandes. Cuando se confirmó la existencia de un

segundo entierro éste fue denominado Elemento 2 y fue excavado

separadamente del resto de la unidad.

Elemento 2. Este elemento incluyó el entierro de una persona adulta

envuelta en una estera sencilla de junco amarrado. El individuo estaba

recostado por su dorso con las rodillas pegadas al pecho y los brazos a los lados.

Además de la cubierta de fibra vegetal se registraron unos cuantos textiles, la

mayoría de ellos en muy mal estado de conservación y desintegrados casi

totalmente. También se identificaron unos cuantos objetos que

presumiblemente fueron parte del ajuar y constituyeron ofrendas que

acompañaron al difunto incluyendo tres mates de los cuales uno fue encontrado

debajo la canasta sobre el cráneo, estando los dos restantes hacia las

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extremidades inferiores. Hacia el lado sur del individuo, donde se registraron

las piedras grandes antes señaladas, se depositó una capa de junco con otras

ofrendas, incluso cuatro herramientas de lascas de obsidiana, cuatro cuentas de

valvas de molusco, una valva de molusco entera y unos implementos de hueso y

junco asociados presumiblemente con la producción de tejidos. El análisis de los

perfiles del pozo sugiere que el presente entierro compartía el mismo hoyo o

matriz con el entierro del niño o Elemento 1. Debajo el entierro continuó la capa

de grava estéril que se encontró en el lado norte del nivel.

Nivel 8. Después de remover el entierro que constituye el Elemento 2, se pudo

apreciar que el resto de Nivel 8 estaba conformado por una capa estéril de grava

suelta color gris. Para descartar la posibilidad de la existencia de más niveles

culturales debajo de estos sedimentos de grava se decidió excavar el Nivel 8

hasta una profundidad de 50 cm y en vista de la carencia definitiva de

evidencias culturales se concluyó en este punto con la excavación (Figura 25).

Descripción de Capas (ver Figuras 16 y 26)

Capa 1: Capa superficial de tierra de color gris y grano fino mezclada con arena,

también de textura fina. Tiene consistencia suelta a semisuelta y presenta como

inclusiones naturales partículas subangulares muy pequeñas de roca de grano

grueso distribuídas de forma irregular en la matriz, mientras que como

inclusiones de origen cultural presenta una baja cantidad de fragmentos de

valvas de moluscos marinos. En el pozo este depósito presenta una ligera

inclinación de norte a sur y tiene en promedio un espesor de 3 cm, en tanto que

su formación se debe a la acumulación de material mayormente eólico en

tiempos recientes.

Capa 2: Tierra de textura fina, color beige claro, mezclada con un poco de

arena y de consistencia semicompacta. Se encuentra presente principalmente

hacia la esquina noroeste del pozo, donde alcanza unos 7 cm de espesor y donde

también se observan en ella inclusiones naturales conformadas por trozos

pequeños subangulares de roca. Como inclusiones culturales contamos con una

cierta cantidad de valvas de moluscos, óseos de animal y fragmentos pequeños

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de carbón, también dispersos de manera irregular en la capa. De acuerdo a sus

características y contenido ésta sería el resultado de un prolongado proceso de

acumulación de material eólico que se mezcló con material previamente allí

depositados por agentes tanto naturales como humanos, en tiempos muy

posteriores a la época de mayor acumulación de escombros de las estructuras

luego del abandono del sitio y en condiciones permanentes de humedad, factor

que habría ocasionado la compactación de la capa.

Capa 3: Tierra de grano fino, color beige ligeramente más oscuro que el de la

capa anterior y de consistencia semisuelta. En algunas partes esta capa está

mezclada con un poco de ceniza, presentando como inclusiones naturales una

cierta cantidad de trozos pequeños y medianos subangulares de roca del lugar,

en tanto que las inclusiones culturales están constituídas en primer lugar por

fragmentos de carbón pequeños y luego por valvas de moluscos, fragmentos de

textiles y algunos líticos y óseos de animal, también distribuidos de manera

heterogénea en la matriz. Es interesante señalar que al igual que la capa

anterior, ésta también se halla presente hacia la mitad norte del pozo de prueba,

donde llega a tener entre 7 y 10 cm de espesor. De acuerdo a nuestro registro

este depósito se habría formado por un proceso similar al que originó la capa

anterior, aunque en un tiempo poco después del evento principal de deposición

de escombros en el lugar posterior a la principal ocupación del sitio.

Capa 4: Capa de tierra de grano fino, color beige, consistencia semisuelta, con

un gran contenido de piedras de tipo subangular y angular de tamaño pequeño y

mediano (aunque también habían algunas grandes) distribuidas de manera

irregular en toda la matriz, aunque estaban más concentradas hacia el lado

norte del pozo. Esta capa es notoriamente de un espesor mucho mayor que

todas las anteriores (entre 20 y 30 cm en general), siendo más profunda hacia el

lado sur del área excavada, donde llega a tener hasta 36 cm de espesor, razón

por la cual es evidente que también presenta una inclinación de norte a sur. Esta

capa asimismo es mucho más rica en material cultural que las anteriores,

presentando en su interior restos de valvas de moluscos, trozos muy

deteriorados de textiles, líticos, huesos de pescado, restos botánicos, piedra

calcinada, pelo, carbón y restos argamasa con inclusiones de fibra vegetal. De

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acuerdo a sus características esta capa correspondería al evento de mayor

deposición de escombros posterior a los tiempos de la ocupación principal del

sitio, donde los materiales fueron arrastrados de norte a sur, dejando un ligero

declive que luego determinó la forma en la que se depositaron las capas más

tardías. Casi hacia el fin del proceso de formación de esta capa se produjo la

gran intrusión detectada en el extremo sur del pozo de prueba con la excavación

de un hoyo de planta irregular de un metro de diámetro con la finalidad de

depositar los dos cuerpos humanos que fueron registrados como Elementos 1 y

2 descritos anteriormente y que estaban asociados a capas sucesivas de

Tillandsia sp. allí depositadas. Luego de la inhumación el hoyo fue tapado con

material mezclado de las capas disturbadas, que incluyen a la capa de grava

gruesa estéril sobre la que descansaban todos los depósitos culturales. Gracias a

los análisis preliminares que se vienen realizando del ajuar que acompañaba a

los dos cuerpos (que incluyen recipientes de mates, canastas, cuentas de collar

de metal y artefactos de cerámica), estamos proponiendo su ubicación

cronológica en tiempos posteriores al Precerámico, hipótesis consistente con la

naturaleza intrusiva de estos entierros y sus relaciones con el resto de unidades

estratigráficas registradas en este pozo.

Capa 5: Tierra de textura fina, color marrón oscuro, de consistencia

semicompacta y mezclada con ceniza en varios puntos pero cubierta en otros

por un delgado lente de grava de grano medio gris, semisuelta. Se presenta de

forma más o menos homogénea y ligeremente horizontal en toda el área

excavada, corriendo por debajo de la capa anterior, a excepción del extremo sur

del pozo donde fue destruida al momento de cavar el hoyo para los entierros

intrusivos (Elementos 1 y 2). La superficie de esta capa al momento de su

excavación era compacta, teniendo el aspecto de constituir una superficie de uso

o apisonado asociado a fragmentos de valvas de moluscos, fragmentos de

textiles, óseos de pescado, material botánico (semillas, Tillandsia sp.) y pelo de

animal, además de cierta cantidad de trozos pequeños de carbón, gran parte de

ellos incrustados en esta superficie y otros contenidos en el interior de la capa,

la cual fue excavada dentro del Nivel 3 descrito anteriormente. Asimismo cabe

destacar que en el lado norte del pozo la presente capa rellenó dos pequeños

hoyos cavados previamente sobre la grava gruesa gris estéril subyacente. Estos

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hoyos, como ya indicamos antes, contenían una regular cantidad de trozos de

carbón y restos macrobotánicos. De acuerdo a todas estas características

postulamos que la presente capa representa la superficie de uso contemporánea

a la principal ocupación del sitio, la cual se formó sobre terreno gravoso estéril y

que luego fue cubierta por un lente de grava suelta acumulada por la acción del

viento luego del abandono del complejo de Caballete, depósito que a su vez fue

cubierto posteriormente por los materiales del colapso de eventuales estructuras

que deben encontrarse adyacentes al pozo excavado. Luego esta superficie de

uso fue disturbada por la excavación del hoyo donde descansaron los dos

entierros intrusivos (Elementos 1 y 2).

Capa 6: Depósito profundo de grava de grano grueso, color gris claro,

semisuelta a semicompacta, con delgados lentes de limo de color beige

superpuestos de forma sucesiva y carentes en su totalidad de material cultural.

Constituye el depósito estéril sobre el cual se formaron las capas posteriores.

4.3.1.2. Pozo No. 2, Sector B

Este pozo fue ubicado en el Sector B, cerca del montículo principal (Figura 10),

en una zona donde se observaron fragmentos pequeños de carbón y moluscos en

la superficie. Además, se apreciaron restos de sedimentos de color oscuro que

sugería la posibilidad de ocupaciones culturales en el pasado. Este pozo,

también de 2 x 1 metros, presentó las siguientes coordenadas UTM:

• Esquina NW………195407.09E 8827305.73N (Punto Datum)

Descripción de Niveles

La excavación del presente pozo se realizó también mediante niveles de 15 cm,

aunque en la medida de lo posible igualmente se siguieron las capas naturales,

tal como pasamos a describir a continuación:

Superficie: La superficie estaba cubierta con tierra suelta depositada sobre

una capa delgada de ceniza. En el fondo de este nivel (Figura 27) se encontraron

un lente compacto de tierra color marrón y piedras. También se hallaron unos

26

fragmentos de valvas de moluscos, carbón y fibra vegetal, además de algunos

líticos y óseos de pescado.

Nivel 1: En este nivel se registró un sedimento de grava de color gris claro con

compactaciones a modo de “caliche”. En la esquina suroeste del nivel se

identificó un área con sedimentos de color marrón claro. Dentro del nivel se

encontraron igualmente fragmentos de valvas de moluscos, carbón y fibra

vegetal con unos pocos fragmentos de material líticos y óseo de pescado, aunque

la sección este del nivel carecía de material cultural, dando la impresión de

constituir un depósito estéril.

Nivel 2: Este nivel incluyó primariamente grava fina de color gris que

presentaba en la parte central y oeste los restos de una superficie compacta

beige asociada a fragmentos de carbón, fibra vegetal y pelo hacia su parte

superior, mientras que en el resto de la pozo este nivel carecía de material

cultural dando la impresión de tener naturaleza estéril. Debido al tipo de

contenidos que estuvieron presentes en buena parte del nivel, es posible que

gran parte de éste constituya los restos de una perturbación aluvial antigua.

Nivel 3: Este fue el último nivel del pozo (Figura 28), aunque en su parte

superior se identificaron los restos de una superficie compacta ligeramente gris

que contenía restos de fibra vegetal y unos cuantos fragmentos de carbón. Por

sus características la grava que conforma este depósito parece ser natural,

aspecto que se confirmó gracias a la excavación de una mayor profundidad en

este nivel, confirmándose su naturaleza estéril.

Observaciones: A primera vista y por las evidencias de artefactos

arqueológicos asociados en superficie, el espacio donde fue localizado el

presente pozo de prueba parecía constituir un área residencial, sin embargo la

excavación de este pozo indica que las ocupaciones humanas no son muy

prolongadas sino más bien tenues, tal como se desprende de un análisis más

cuidadoso de los perfiles del pozo (ej. Figura 29).

Descripción de Capas (Ver Figura 17)

27

Capa 1: Capa superficial bastante delgada formada por tierra de grano fino y

textura suelta mezclada con arena fina de origen eólico. Presenta poco material

cultural (principalmente fragmentos pequeños de valvas de moluscos marinos)

siendo sus inclusiones naturales partículas pequeñas angulares de roca del lugar

de grano grueso. Este depósito, por sus características, fue formada en tiempos

recientes principalmente por acción de agentes naturales como el viento.

Capa 2: Capa delgada de tierra de grano fino, color marrón oscuro y

consistencia semicompacta, que se extiende de forma horizontal en todo el pozo

de prueba. A modo de inclusiones naturales presenta partículas angulares de

roca dispersas de forma irregular en la matriz, en tanto que como inclusiones

culturales exhibe fragmentos de valvas de moluscos, carbón y fibra vegetal,

además de algunos líticos y óseos de pescado, la mayoría de ellos concentrados

hacia puntos donde habían también algunos lentes delgados de ceniza. De

acuerdo a estos rasgos y al tipo de su contenido, esta capa sería el producto de la

acumulación de material eólico que se mezcló con la tierra existente en la

superficie del lugar en tiempos posteriores al abandono del sitio, la cual se

compactó debido al ambiente de humedad en que ocurrió este proceso. Sin

embargo tampoco descartamos la posibilidad de que al menos su parte superior

haya constituido un pobre apisonado o superficie de uso muy eventual, de

ubicación cronológica todavía imprecisa.

Capa 3: Tierra de textura fina, color beige claro y consistencia semisuelta, que

se disponía de forma horizontal en toda el área excavada y en varios puntos al

parecer estaba mezclada con grava de grano medio grisácea. Presentaba

inclusiones naturales y culturales similares a las de la capa anterior, razón por la

cual pensamos que también tuvo un origen parecido.

Capa 4: Depósito de tierra gris, textura fina y consistencia compacta a

semicompacta, menos delgada que las anteriores y extendida de forma

horizontal en todo el pozo de prueba, aunque presenta un ligero declive de norte

a sur, poco perceptible a primera vista. Las inclusiones naturales son

igualmente similares a las de las dos capas anteriores, aunque la densidad de

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material cultural es algo mayor (que incluyen fragmentos de carbón, fibra

vegetal y pelo, todos concentrados principalmente hacia la superficie de la

capa). Por estos rasgos asociados, la superficie de esta capa parece haber

constituido en algún momento una especie de apisonado (hoy bastante

deteriorado) que quizás correspondería al momento de la ocupación principal

del sitio.

Capa 5: Grava ligeramente rosácea a gris claro, de textura media y consistencia

semisuelta, que constituye la parte superior del gran depósito estéril de grava

gris de grano grueso que se halla presente en todos los diferentes sectores del

sitio. Conforme el depósito se profundiza su textura se vuelve más gruesa y su

color más gris.

4.3.1.3. Pozo No. 3, Sector D

Este pozo, también de 2 x 1 metros, se ubicó en el sector D, al pie de la

plataforma lateral sur del montículo (Figura 11), la misma que se encuentra

delimitada por grandes piedras que son restos de un muro de contención que

definía esta cara de la plataforma, siendo sus coordenadas UTM las siguientes:

• Esquina NW………195571.18E 8827109.29N (Punto Datum)

La superficie donde ubicamos el pozo no mostraba evidencias de arquitectura

monumental, sino solamente restos de valvas fragmentadas de moluscos. Por

este motivo se decidió ubicar en este punto el pozo en vista que el objetivo

principal del trabajo es el de identificar áreas de actividad doméstica que

puedan datar del período Precerámico.

Descripción de los Depósitos (Ver Figura 18)

Capa 1: Capa de color beige compuesta de tierra de consistencia suelta y grano

fino, con poca presencia de partículas de arena gruesa y pocas piedras

distribuidas irregularmente dentro de ella. El depósito era ligeramente más

suelto hacia el lado norte, en tanto que hacia la parte central del pozo se

observaron pocas compactaciones de unos 10 cm de diámetro

29

(aproximadamente) de forma irregular y fueron causadas por la presencia de

humedad en la superficie de la capa. El material asociado no fue muy

abundante, destacando sólo fragmentos de valvas de moluscos, líticos, pocos

restos vegetales y algunos fragmentos de cerámica. En general esta capa, debido

a su naturaleza muy superficial y de formación reciente, está compuesta por

material eólico y detritus producto de la caída de escombros (en menor

cantidad).

Capa 2: Capa de tierra compacta de color beige y grano mediano que contenía

una pequeña concentración de ceniza en la mitad sur del pozo, de unos 8 cm de

diámetro. En el interior de la capa se observó además una coloración

blanquecina dispersa que se concentraba principalmente hacia la parte central

del pozo y cuyo origen al parecer se debía a la descomposición de piedras con

alto contenido de carbonatos o “cal” en su estructura. El material asociado fue

escaso, consistente sólo en fragmentos de valvas de moluscos, botánicos y restos

líticos. En general este depósito se trata de un apisonado muy deteriorado por

su exposición a la intemperie.

Capa 3: Capa de grava compacta de color rosado claro, consistencia muy suelta

y escaso material cultural (Figura 30). Cerca de la esquina norte del pozo se

observó una concentración de capullos de insecto (posiblemente mosca).

También destacó la intrusión de un hoyo que fue cubierto por tierra con basura

que fue denominado Elemento 1 y por ende fue excavado de forma

independiente.

Elemento 1. Como ya se indicó, está conformado por un hoyo que se

ubicó en la mitad sur del pozo, compuesta por granos de arena gruesa (grava) y

ceniza. En planta tiene forma ovoide y su profundidad es de 10 cm, llegando a

observarse en su interior restos vegetales, malacológicos fragmentados y un

fragmento de cerámica llana.

En general toda esta capa corresponde a un relleno cultural previo a la

formación del apisonado representado por la capa 2, mientras que el Elemento

1 es un hoyo tapado con tierra y basura.

30

Capa 4: Capa delgada, compacta, de color beige oscuro y de grano fino, con

poco material cultural como vegetales (tallos, hojas y fibras), fragmentos de

valvas de moluscos, pocos líticos y un fragmento de carbón. En su superficie se

observan tres hoyos o intrusiones que fueron registradas como Elemento 2,

Elemento 3 y Elemento 4.

Elemento 2: Hoyo localizado cerca de la esquina norte del pozo,

rellenado por tierra suelta de color gris, de grano medio a grueso con restos de

hojas, poco carbón y líticos, aunque también se pueden observar algunas

vértebras pequeñas de pescado. Tiene una profundidad de 13 cm.

Elemento 3: Hoyo ubicado hacia el sur-este del Elemento 2 y presenta

tierra suelta de color gris, grano medio y grueso, con un bajo contenido de

restos culturales con profundidad de 11 cm.

Elemento 4: Se ubica al sur del Elemento 2 y se trata de un pequeño

bolso de restos vegetales (hojas, tallos y carbón).

La capa 4 es un apisonado formado a raíz de la realización de distintas

actividades humanas sobre la superficie de la capa 5 (capa estéril). Por la

naturaleza de las capas lo que podemos afirmar es que estos hoyos o elementos

asociados a la presente capa sirvieron posiblemente para depositar tierra con

basura, descartándose la alternativa que hayan sido hoyos o huecos para poste.

Capa 5: Capa compuesta por grava, de consistencia suelta, con escasa

presencia de piedra. No se observa la presencia de material cultural, a excepción

de una intrusión que probablemente venga desde la superficie de la capa 4 pero

que no fue detectada durante la excavación. A esta intrusión se le denominó

Elemento 5.

Elemento 5: Se trata del entierro de un infante cuya matriz y los restos

del cuerpo están a 20 cm de profundidad desde la superficie de la capa 5 (Figura

31). La matriz se encuentra delimitada por piedras medianas que aparecen

rodeando el fardo, el cual mide 22 cm de alto por 32 cm de diámetro. El fardo

tiene dos cubiertas, de las cuales la primera (encima del cuerpo) consiste en una

tela llana muy deteriorada, sobre la cual había una soga de fibra vegetal, la cual

envuelve de forma horizontal de fardo funeraria. En el interior del fardo el

infante se encontraba sentado mirando al este.

31

Observaciones: De forma similar a lo observado en los pozos anteriormente

descritos aquí también están destacando grandes depósitos de grava de orígen

aluvial sobre la cual se identificaron delgadas superficies de actividad humana

asociadas a hoyos pequeños además de intrusiones de carácter cultural

ocasionadas a raíz del enterramiento del cuerpo de un infante, tal como se

aprecia de forma clara en los perfiles del pozo (Figuras 18 y 32), evidencias que

indican en general un uso bastante limitado del espacio en este punto.

4.3.1.4. Pozo No. 4, Sector A

Este pozo fue ubicado en la parte superior de un pequeño promontorio o parte

elevada que se localizaba a escasos metros al norte del ala occidental del

montículo principal del Sector A (Figura 12), de características muy similares a

las áreas previamente examinadas mediante pozos de prueba en los sectores B y

C en la Temporada 2003 en los que se identificaron depósitos culturales muy

profundos. Ante la posibilidad de tener en esta ocasión un caso similar se

decidió iniciar con la excavación del presente pozo cuya estratigrafía pasamos a

describir a continuación, no sin antes mencionar sus coordenadas UTM:

• Esquina NW………195316.13E 8827163.74N (Punto Datum)

Descripción de Niveles

Superficie: Este primer nivel estaba constituido por tierra suelta de color beige

que contenia como inclusiones naturales una cierta cantidad de fragmentos

angulares de roca y como inclusiones culturales fragmentos de valvas de

moluscos, carbón, fibra vegetal y líticos (Figura 33). La profundidad del nivel

osciló entre 14 y 21 cm. En este caso se siguió la capa natural, hasta identificar

un cambio en su naturaleza.

Nivel 1: Este nivel estuvo representado por un depósito de tierra gris y con

fragmentos angulares de roca que contenía en su interior una gran cantidad de

restos de argamasa así como también fibra vegetal, valvas de moluscos, líticos,

material óseo, plumas y fragmentos de enlucido. Debido a la mayor profundidad

32

de esta capa, ésta fue excavada en niveles de 15 cm para un mayor control de la

procedencia de los artefactos, entre los que se identificaron los restos de un

textil precerámico que se ubicó hacia el fondo del presente nivel y la parte

superior del nivel siguiente.

Nivel 2: Este nivel es una continuación del depósito de basura arqueológica

representado por el nivel anterior y contenía igualmente fragmentos de valvas

de moluscos, carbón, líticos, material vegetal, óseos, plumas, coprolito, textiles y

restos de argamasa. Todos los fragmentos de textiles recuperados presentan

características típicas del periodo Precerámico en la técnica de su manufactura.

Nivel 3: Nivel constituido también por el depósito de basura arqueológica que

incluye restos de material malacológico, carbón, fibra vegetal, plumas, trozos de

argamasa y enlucido, además de excrementos de roedor, coprolitos y material

óseo. Un rasgo resaltante de este nivel es que aquí la matriz cambia hacia un

color ligeramente canela grisáceo.

Nivel 4: Este nivel representa la primera interrumpción del depósito de basura

debido a la presencia de una superficie de uso que se presenta de una forma más

definida hacia la parte norte del pozo, en tanto que su presencia fue nula hacia

el lado sur. Esta superficie de uso estaba representada por un depósito

horizontal de tierra ligeramente apisonada de color beige claro y grano fino que

contenía poca cantidad de material arqueológico en su interior, situación que

contrastó con el depósito grisáceo de basura que se encontraba encima y debajo

de este apisonado.

Nivel 5: Está representado nuevamente por un depósito de basura arqueológica

de características similares al que se identificó sobre el apisonado del Nivel 4,

con abundante cantidad de material cultural. En este nivel y hacia la esquina

norte del pozo se identificó un bolsón de ceniza. Entre los materiales

recuperados destacan como en los casos anteriores líticos, valvas de moluscos,

coprolitos, plumas, óseos, fibra vegetal y carbón.

33

Nivel 6: Este nivel continuó siendo parte del depósito de basura que subyace al

apisonado del Nivel 4 y arrojó un alto contenido de fibra vegetal, carbón, óseos,

plumas, coprolito y unos cuantos líticos. Sin embargo, un rasgo resaltante es la

presencia destacada de restos de cabezas de pescado (posiblemente anchoveta),

un fragmento de rama de arbusto envuelta por hilos y un trozo de argamasa con

enlucido.

Nivel 7: En este nivel, pese a que se continuó excavando en el mismo depósito

de basura arqueológica representado por los niveles anteriores, se identificaron

hacia su parte inferior los restos de una estructura constituida aparentemente

por dos muros rectos de piedra y barro dispuestos de forma perpendicular uno

del otro, formando una especie de esquina hacia el perfil oeste del pozo de

prueba, la cual fue denominada Elemento 1 en nuestro sistema de registro.

Hacia el interior de esta estructura (hacia el perfil este del pozo) y por debajo de

este nivel se registró un depósito constituido por un relleno de piedras

angulares y barro mezcladas en una matriz que contenía fibra vegetal.

Elemento 1: Estructura conformada por un alineamiento de bloques

grandes de piedra canteada del lugar con caras planas hacia el lado exterior de

lo que posiblemente constituiría una especie de plataforma (Figura 34). Este

alineamiento, cuyas piedras están asentadas en argamasa de barro, tiene una

orientación NE a SW, con su cara externa mirando hacia el este en tanto que el

interior de la plataforma se localiza hacia el lado oeste del alineamiento, donde

también se aprecia un relleno constructivo constituido por una gran cantidad de

trozos medianos y pequeños angulares de roca del lugar, pedazos de argamasa

de barro mezclado con fibra vegetal y basura arqueológica de carácter

secundario, todos dispuestos sin mayor orden en la matriz. Hacia el lado sur de

esta estructura también se identificó otro posible alineamiento de piedras y

barro que al parecer representaría otra cara de la posible plataforma, haciendo

esquina de 90º con la anterior estructura. La parte superior de esta plataforma

no presentó ningún rasgo especial o materiales asociados en particular, estando

en general cubierta por el depósito de basura secundaria representado por los

niveles 5, 6 y 7 descritos anteriormente.

34

Nivel 8: Como ya se señaló, en este nivel se registró el depósito de relleno que

constituye el interior de la estructura cuya parte superior se identificó en el nivel

anterior (Elemento 1). Este relleno estaba conformado por piedras medianas y

pequeñas subangulares y angulares distribuidas de forma irregular en una

matriz de tierra fina beige que contenía además una significativa cantidad de

fibra vegetal y fragmentos de argamasa. En el resto del pozo de prueba se

continuó excavando el depósito de basura arqueológica identificado desde los

niveles superiores y que en este nivel también contiene una alta cantidad de

material óseo, carbón, excremento de roedor, valvas de moluscos, líticos,

plumas y fibra vegetal. Destaca además en este nivel una concentración de hojas

grandes (posiblemente pacae, Inga feullei) hacia la parte norte de la esquina

formada por los dos muros de la estructura previamente identificada.

Nivel 9: Este nivel estuvo constituido por un depósito de tierra de grano fino

mezclada ligeramente con arena fina y suelta la cual se presentaba

principalmente hacia el lado norte del pozo. Presentó un alto contenido de

material cultural consistente principalmente en basura arqueológica formada

principalmente por restos botánicos (fibra vegetal, semillas, hojas, etc.), trozos

de carbón, valvas de moluscos, óseos de animales menores y coprolitos.

También pudimos recuperar fragmentos de argamasa y líticos. Este nivel fue

excavado sólo en las áreas externas al Elemento 1 o plataforma identificada en el

Nivel 7, es decir hacia el lado oeste del pozo.

Nivel 10: El inicio de este nivel fue definido por la presencia de una superficie

de tierra y arena de grano fino de color beige, compacta, que se encontraba

presente principalmente hacia el lado norte del área excavada (que como ya

señalamos antes, solo correspondía a la fracción occidental del pozo, fuera de la

plataforma o Elemento 1). Esta superficie, que por sus características

representaba claramente un apisonado (Figura 34), contenía una significativa

cantidad de restos botánicos (fibra vegetal), trozos de carbón pequeños y

fragmentos pequeños de valvas de moluscos, además de lentes de ceniza

delgados, que al parecer estuvieron asociados en algún momento al uso de la

plataforma. Hacia el lado sur del área excavada el depósito era menos compacto

y más claro en color.

35

Nivel 11: Nivel representado por un depósito de características similares al

anterior, con una superficie de tierra y arena de grano fino, color beige y

consistencia compacta a semicompacta, que se disponía de forma horizontal

casi en toda la sección occidental del pozo, hasta alcanzar de forma muy clara

los muros de la plataforma identificada en el Nivel 7 (Elemento 1) a los cuales

esta superficie se adhería, siendo la excepción al respecto un punto ubicado

hacia el lado sur del pozo, cerca de donde previamente se identificó la

concentración de hojas de pacae (Inga feullei) en el Nivel 8. Aquí el depósito

estaba formado por un sedimento terroso y arenoso fino, beige claro y suelto.

Entre los materiales recuperados de este nivel tenemos trozos de carbón,

fragmentos pequeños de valvas de moluscos, óseos de animal, botánicos y

algunos trozos de cuarzo muy pequeños. Es de destacar que la mayoría de los

trozos de carbón y fragmentos de valvas de moluscos se hallaban originalmente

incrustado en la superficie de uso o apisonado que definió el inicio del presente

nivel.

Nivel 12: Fue definido por la presencia de una nueva superficie de uso o

apisonado que subyacía al nivel anterior. La matriz estaba conformada por un

depósito de características similares a las descritas para el Nivel 11, esta vez con

un mayor contenido de ceniza en la que descansaban algunos líticos, óseos de

animal, trozos de carbón, fragmentos de valvas de moluscos y retazos de textiles

que por sus características de manufactura parecen corresponder a tiempos del

Precerámico. De acuerdo a nuestras observaciones realizadas en el campo al

parecer éste habría sido el primer apisonado que fue utilizado con la

construcción de la plataforma identificada en el Nivel 7 o tal vez un poco antes.

Excavación del relleno de la plataforma (Elemento 1): este relleno fue

excavado mediante niveles de 15 cm una vez que se definieron las fundaciones

de la plataforma (Elemento 1) y de este modo poder continuar con los trabajos

en el presente pozo de prueba hasta alcanzar el nivel estéril. El relleno estaba

formado por una matriz de tierra arcillosa de grano fino, color canela,

semicompacto, con una gran cantidad de trozos de argamasa, fibra y piedras

medianas de forma subangular dispuestas en general forma irregular en esta

36

matriz a modo de inclusiones. Además, gracias a las labores de zarandeado de

todo el material excavado pudimos recuperar una significativa cantidad de

fragmentos de valvas de moluscos, óseos de animal, coprolitos, líticos y

botánicos. Este relleno terminó cuando alcanzamos una profundidad de 158 cm,

profundidad a la cual también se iniciaba el Nivel 13 que es descrito a

continuación y que subyacía a la plataforma y su relleno.

Nivel 13: Está constituido por un depósito de ceniza de grano bastante fino y

consistencia semisuelta que contenía una elevada cantidad de basura

arqueológica quemada y mezclada con una buena cantidad de trozos de carbón,

el cual se extendía a lo largo de todo el pozo, inclusive por debajo de la

plataforma reportada en el Nivel 7, siendo evidentemente anterior a ella.

Durante el proceso de excavación y zarandeado pudimos recuperar de este nivel

una gran cantidad de valvas de moluscos, líticos, fibra vegetal y otros restos

botánicos, óseos, plumas, coprolitos y unos cuantos pedazos de argamasa. Cerca

del fondo del nivel se notó una mayor compactación del depósito, aunque la

matriz continuaba a lo largo de todo el pozo sin mayores cambios.

Nivel 14: Este nivel está representado por una superficie compacta de ceniza

que se presentaba de forma más consistente en la parte sur del pozo. La matriz

era bastante similar a la del nivel anterior, compuesta por un depósito de ceniza

de grano fino y color gris muy oscuro, con un alto contenido de materiales

orgánicos entre los cuales destacaban principalmente fibra vegetal, botánicos

como trozos de cañas y madera, además de líticos (uno de ellos bastante grande

y de forma denticulada) y fragmentos de textiles que estaban mayormente

presentes en el lado norte del pozo. De acuerdo a las características del depósito

se trataba de una superficie apisonada cuya sección mejor conservada se hallaba

en el lado sur del pozo. Otro aspecto que debemos destacar es que el fondo de

este nivel estuvo marcado por un delgado lente de grava gris suelta que corría a

lo largo de gran parte del área excavada, debajo del cual se identificó otro

depósito de ceniza.

Nivel 15: Nivel representado por un nuevo depósito de ceniza cuya superficie,

más compacta hacia el lado sur del pozo, subyacía al delgado lente de grava

37

suelta que marcó el fin del nivel anterior. La matriz estuvo conformada por

ceniza de color gris oscuro a ligeramente canela en ciertas partes, semicompacta

en gran parte y de grano fino, que asimismo tenía un gran contenido de

materiales orgánicos como restos botánicos (cañas, fibra vegetal, materiales que

principalmente estaban concentrados hacia la mitad del pozo, punto que fue

registrado como Elemento 3), valvas de moluscos, coprolitos, plumas de aves,

óseos y carbón, además de líticos y fragmentos de textiles (todos de posible

pertenencia al Precerámico de acuerdo a las características de su manufactura).

En ciertos puntos del área excavada el depósito de ceniza se profundizaba de

forma notable, penetrando en la capa de grava gris de grano medio que

subyacía. Las evidencias también sugieren en este caso que la superficie de este

nivel constituyó un apisonado o superficie de uso formada sobre el depósito de

ceniza cuyos vestigios, bastante deteriorados, fueron encontrados

principalmente en la parte sur del pozo.

Nivel 16: Este nivel estuvo marcado por el inicio del depósito de grava gris de

grano medio, semisuelta y de naturaleza estéril, la cual subyacía a los depósitos

de ceniza y basura arqueológica previamente señalados. Los escasos materiales

recuperados procedieron principalmente de los puntos donde el depósito de

ceniza representado por el Nivel 15 penetró en la grava, a modo de hoyos que

fueron cavados en la grava y luego rellenados con la ceniza. Una de estas

intrusiones, localizada en la esquina suroeste del pozo, contenía una

impresionante concentración de materia vegetal de forma circular (Elemento

4) constituida principalmente por paquetes atados de sauce (Salix

humboldtiana) y achira (Canna edulis), aunque esta última especie estuvo

presente en una cantidad considerablemente menor. Todo parece indicar que

este depósito de material vegetal está marcando el inicio de la presencia de los

depósitos de origen cultural en la columna estratigráfica obtenida en este pozo.

Nivel 17: Nivel definitivamente estéril formado por una matriz de grava gris de

grano medio y consistencia semisuelta a semicompacta, que se extiende a lo

largo de todo el pozo, nula en contenido de materiales culturales.

Descripción de Capas (Ver Figuras 19 y 20)

38

Capa 1: Capa delgada de tierra de textura fina, color beige y consistencia suelta,

mezclada con arena eólica, con inclusiones naturales consistentes en partículas

muy pequeñas angulares de roca. En cuanto a materiales arqueológicos su

contenido fue bajo, consistente principalmente en fragmentos pequeños de

valvas de moluscos y de carbón.

Capa 2: Capa con una matriz de tierra de textura bastante fina, color beige

oscuro, consistencia semisuelta a semicompacta, gruesa y mezclada con arena,

con un alto contenido de material cultural consistente principalmente en restos

botánicos (fibra vegetal, semillas), fragmentos de valvas de moluscos, líticos,

material óseo animal, plumas de aves, fragmentos de enlucido y trozos de

argamasa, todos distribuidos de forma bastante irregular en la matriz. De

acuerdo a sus características y relaciones con las otras unidades estratigráficas

identificadas esta capa constituye la parte superior de un gran depósito de

basura arqueológica que se formó en algún momento hacia finales de la

ocupación principal del sitio o luego de ésta, aunque no después de mucho

tiempo, tal como sugiere la presencia de un fragmento de textil precerámico

procedente de esta capa, excavado dentro del Nivel 2 como ya se indicó antes.

Capa 3: Gran depósito de tierra de grano fino, consistencia semicompacta y

color beige claro, que se disponía a lo largo de toda el área excavada. Presentó

un elevado contenido de material cultural que consistía principalmente en

restos botánicos (mayor cantidad de restos de fibra vegetal, semillas y tallos),

fragmentos de valvas de moluscos, trozos pequeños de carbón, plumas de aves,

restos de excremento de roedor y coprolitos de otros tipos, restos óseos de

animal y fragmentos de argamasa y enlucido de muros, todos ellos bastante

mezclados unos con otros y distribuidos sin seguir patrón alguno dentro del

depósito, cuya parte superior fue excavada y registrada dentro del Nivel 3. Esta

mitad superior de la Capa 3 estuvo separada de su sección inferior hacia el lado

norte del pozo por la presencia de una delgada capa de tierra (3 a 4 cm) de

textura fina y arcillosa, compacta, de color beige bastante claro, con un

contenido mínimo de material cultural y cuya superficie, bastante horizontal y

homogénea, al parecer habría consituido una especie de apisonado. Durante el

39

proceso de excavación este depósito fue registrado dentro del Nivel 4 como ya se

indicó antes. De acuerdo a la información recuperada esta gruesa capa de

basura arqueológica se habría formado durante la ocupación principal del sitio,

especialmente hacia sus momentos finales como podría sugerirse a partir de la

presencia de una posible superficie de uso preparada hacia la mitad del depósito

de basura y sobre la cual se continuó arrojando más de este mismo material de

desecho desde algún punto del sitio.

Capa 4: Depósito de tierra de textura fina, color beige oscuro a ligeramente

canela y de consistencia semisuelta, la cual fue excavada y registrada como parte

de los niveles 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12 debido a su gran profundidad. En líneas

generales esta matriz presentaba características similares a la de la capa

anterior, tal como también ocurrió con el tipo de material cultural aquí

presente, consistente mayormente en restos botánicos (fibra vegetal, tallos,

hojas y semillas), fragmentos de carbón, óseos de animal (en su mayoría de

especies menores), plumas de aves, coprolitos (destacando excrementos de

roedor), líticos, fragmentos de argamasa y restos de enlucido de muros. Dentro

del Nivel 6, cuya superficie fue definida por una superficie de uso o apisonado

conservado hacia la parte norte del poco, se recuperaron además una gran

cantidad de restos de cabezas de pescado (posiblemente anchoveta) y un

fragmento de rama de arbusto envuelta por hilos muy cerca de un lente de

ceniza. Hacia el inicio de la excavación del Nivel 8 se identificó, como ya vimos,

la existencia de una plataforma de planta rectangular con caras externas

formadas por piedra canteada y un relleno formado por trozos de argamasa y de

enlucido mezclados con cierta cantidad de basura arqueológica en una matriz de

tierra fina arcillosa de color beige, semisuelta a semicompacta. Prosiguiendo con

la excavación en la parte externa de la plataforma (lado occidental y norte del

pozo) se identificaron hasta tres superficies de uso o apisonados mejor definidos

ubicados hacia las partes superiores de los niveles 10, 11 y 12, todos ellos

formados por delgadas capas de tierra fina arcillosa (3 a 4 cm) de color beige

claro, semicompacta, con poco contenido de material cultural en su interior, las

cuales fueron identificadas sólo hacia el lado norte del pozo, donde interrumpen

y se intercalan con la matriz de la Capa 4. Las superficies de uso de los niveles

10 y 12 estaban mejor conservadas y presentaban sobre ellas concentraciones de

40

ceniza, siendo importante señalar aquí que de acuerdo a su relación física con la

cara oeste de la plataforma el apisonado del Nivel 12 habría constituido el

primero con el cual ésta fue utilizada. En general resulta evidente que esta capa

se habría formado mediante un proceso largo y regular a través del tiempo, a

raiz de la acumulación de desechos y basura sobre un apisonado inicial sobre el

cual se construyó la plataforma de piedra. Ésta, luego de su uso (representado

por los apisonados de los niveles 12, 11, 10 y 6), fue cubierta por más basura

(similar aunque no idéntica a la que se acumuló entre los apisonados aludidos)

arqueológica trasladada desde algún punto del sitio durante parte de su

ocupación principal en tiempos precerámicos, tal como se sugiere además por la

presencia de bolsas de shicra dentro de esta capa de basura (perfil sur del pozo).

Capa 5: Capa gruesa (15 cm en promedio) de ceniza de color gris oscuro, grano

fino y consistencia semisuelta, a excepción de su superficie, la cual es

ligeramente más compacta, aunque no en todas partes. Esta matriz presentaba

un alto contenido de basura arqueológica formada por restos de valvas de

moluscos, líticos, fibra vegetal y otros restos botánicos, óseos, plumas,

coprolitos y unos cuantos pedazos de argamasa, todos distribuidos de forma

bastante irregular a lo largo del área excavada y que fueron registrados dentro

del Nivel 13. En función de estos rasgos y la naturaleza de sus relaciones con los

otros depósitos, esta capa de ceniza se formó luego de un período de ocupación

del lugar (manifestado en la deposición de las capas previas de ceniza y

apisonados) anterior a la construcción de la plataforma.

Capa 6: Depósito de ceniza de textura fina, color gris muy oscuro y consistencia

semicompacta, en cuyo interior se registró una elevada cantidad de basura

arqueológica compuesta por restos botánicos (fibra vegetal, trozos de tallos,

cañas y madera), además de líticos y fragmentos de textiles que estaban

mayormente presentes en el lado norte del pozo como ya indicamos antes. La

superficie de esta capa, registrada dentro del Nivel 14 y de menor espesor que la

anterior (7 a 8 cm en promedio), era bastante compacta y horizontal,

consistente al parecer en un apisonado cuya parte mejor conservada se

encontraba hacia el lado sur del pozo de prueba. Por su parte la sección inferior

de esta capa estaba marcada por la presencia de un delgado lente de grava gris

41

suelta de textura media que la separaba de la capa subyacente, también de

ceniza como ya veremos. Por sus características y ubicación dentro de la

estratigrafía registrada, esta capa representaría un momento de ocupación del

sitio previa a la construcción y uso de la plataforma asociada al apisonado del

Nivel 12, dentro de tiempos precerámicos.

Capa 7: Depósito grueso (15 a 17 cm de espesor promedio) de ceniza de color

gris oscuro, textura fina y consistencia semicompacta, excavado dentro del Nivel

15 y que presentaba un alto contenido de basura arqueológica compuesta por

restos botánicos (cañas, fibra vegetal), valvas de moluscos, coprolitos, plumas

de aves, óseos de animales y carbón, además de líticos y fragmentos de textiles

(que como ya vimos pertenecerían al Precerámico de acuerdo a las

características de su manufactura). La superficie de esta capa era bastante

compacta y al parecer habría constituido otro apisonado, mejor conservado

hacia la parte sur del pozo y cubierto por un lente de grava de textura media y

suelta mezclada en ciertas partes con una significativa concentración de

material botánico (tallos, hojas y fibra vegetal). Esta capa penetró o rellenó

hoyos que fueron cavados sobre el depósito subyacente de grava gris gruesa que

constituye la capa estéril sobre la que se iniciaron las ocupaciones en el sitio.

Estos hoyos no son muy grandes y tienen planta irregular. Tampoco son muy

profundos, aunque en algunas partes alcanzan los 15 de profunidad. Están

rellenos en la mayoría de los casos con una gran cantidad de restos botánicos

(fibra vegetal principalmente), destacando un hoyo ubicado en la esquina

suroeste del pozo de prueba donde se recuperó la gran concentración de

paquetes y envoltorios de hojas y tallos de sauce (Salix humboldtiana) y achira

(Canna edulis) señalados antes y que están en proceso de análisis. Tal como

también indicáramos antes este hallazgo fue excavado dentro del Nivel 16 en el

cual se registraron las secciones inferiores de los distintos hoyos rellenados por

esta capa. De acuerdo a sus características y relaciones con las otras unidades

estratigráficas esta capa representa la primera ocupación identificada en este

pozo, marcada de forma interesante por la deposición de los envoltorios de

sauce y achira cuyo significado aún desconocemos.

42

Capa 8: Capa estéril formada por grava de textura gruesa, consistencia

semisuelta a semicompacta, de color gris y que se extiende a lo largo de todo el

pozo.

4.3.1.5. Pozo No. 5, Sector E

Este pozo fue localizado en un lugar donde al parecer se habrían desarrollado

actividades de carácter residencial de acuerdo a las observaciones realizadas de

un perfil expuesto por un pozo de huaqueo existente en ese punto que llegaba

hasta una profundidad de 1.5 metros por debajo del nivel actual de suelo y en el

que se observaba una significativa concentración de material cultural. Además,

a escasos metros al sur se encontró un cementerio saqueado de forma intensa

pero que por el tipo de material asociado parecía ser bastante tardío en relación

a la ocupación principal del sitio de Caballete (Figura 13).

La superficie del área excavada, compuesta por tierra suelta y fina con

inclusiones de piedras angulares menudas incrustadas en esta matriz,

presentaba una coloración gris en su mayor parte bastante uniforme y que al

parecer se debía a la acumulación de restos de ceniza de caña de azúcar traída

por el viento de los campos de cultivo modernos ubicados en el fondo del valle.

Este pozo, igualmente de 2 x 1 metros, presentó las siguientes coordenadas

UTM:

• Esquina NE……….195504.34E 8827126.78N (Punto Datum)

Descripción de Niveles

La excavación del presente pozo se realizó asimismo siguiendo niveles de 15 cm,

aunque en la medida de lo posible también se siguieron las capas naturales, tal

como pasamos a describir a continuación:

Nivel 1: Nivel representado por un sedimento al parecer regularmente

disturbado, bastante arenoso y de grano fino, de color ligeramente grisáceo

como ya señalamos líneas arriba (Figura 35). Debajo de la superficie hay una

capa compacta de poca profundidad dispuesta de forma un tanto irregular en

toda el área excavada y debajo de la cual se identificó un depósito de tierra

43

suelta. Entre los materiales recuperados destacan valvas de moluscos, líticos,

botánicos y fragmentos pequeños de carbón.

Nivel 2: La superficie de este nivel es de color blanquecino y está conformado

por un depósito de tierra compacta y arcillosa, que presenta a modo de

inclusiones una cierta cantidad de piedras de forma angular pequeñas

distribuidas de forma irregular en la matriz. Debajo de esta superficie se

identificó un depósito de tierra marrón mezclada con grava fina, la misma que

aumenta en proporción hacia el fondo del nivel. En este nivel se recuperaron

restos de valvas de moluscos, fibra vegetal, botánicos, trozos de carbón, líticos,

plumas y pedazos de barro con aspecto de argamasa.

Nivel 3: Este nivel está constituido por un depósito de grava fina de color gris y

blanquecino, el mismo que a mayor profundidad cambia en forma moderada a

un depósito de grava gris un tanto más gruesa (Figura 36). Los materiales

recuperados están formados por valvas de moluscos, fibra vegetal, botánicos y

un poco de óseos de animal, todos los cuales proceden de la parte superior de

este nivel, toda vez que hacia su parte inferior alcanzamos el depósito natural

estéril.

Descripción de Capas (Ver Figuras 21 y 37)

Capa 1: Capa superficial de tierra de textura fina, color beige, consistencia

suelta, mezclada con arena de origen eólico. Es delgada (entre 3 y 10 cm de

espesor) y presenta una escasa cantidad de material cultural, compuesto

principalmente por fragmentos de valvas de moluscos, en tanto que como

inclusiones naturales presenta una gran cantidad de partículas angulares de

roca distribuidas de forma irregular en la matriz. En general presenta una

inclinación de este a oeste.

44

Capa 2: Depósito de tierra de grano fino, ligeramente arcillosa, de color beige

claro a naranja y de consistencia semicompacta, que sigue una inclinación

similar a la de la capa anterior, alcanzando un espesor promedio de casi 5 cm

hacia el lado oeste del pozo, en tanto que es prácticamente inexistente hacia el

lado oriental del mismo. Como inclusiones naturales presenta una regular

cantidad de piedras pequeñas angulares que se concentran principalmente hacia

el lado oeste del área excavada. El material cultural contenido en esta capa

consiste principalmente en restos botánicos (fibra vegetal), fragmentos de

valvas de moluscos, trozos pequeños de carbón y algunos líticos. Gran parte del

material botánico estaba concentrado en un hoyo grande que intruye en la capa

subyacente y que fue rellenado por esta capa, localizado cerca de la esquina

suroeste del pozo. Debido a las características de la superficie de esta capa es

posible que su origen pueda deberse a la acumulación y mezcla del depósito

preexistente con material eólico en condiciones de humedad y sobre la cual

luego ocurrieron esporádicas ocupaciones humanas, aunque no hay aún

evidencias certeras para señalar categóricamente esto.

Capa 3: Depósito de tierra de textura fina a media, color marrón ligeramente

grisáceo a beige claro y consistencia semisuelta, que al igual que la capa anterior

presenta una inclinación de este a oeste, siendo esta última parte donde se halla

presente en el pozo de prueba. En su interior, como inclusiones culturales se

recuperaron restos de valvas de moluscos, fibra vegetal, y otros restos botánicos,

trozos de carbón, líticos, plumas de aves y pedazos de barro con aspecto de

argamasa, la mayoría de los cuales se hallaban concentrados en un gran hoyo

que intruye en el depósito subyacente y que fue rellenado por esta capa, el cual

está localizado en el lado oeste del pozo, donde también observamos la

presencia de varias piedras grandes angulares dispuestas sin mayor orden

aparente. De acuerdo a sus características esta capa, relacionada con la Capa 4,

correspondería a la primera ocupación humana en este punto pues ambas

(Capas 3 y 4) descansan sobre la grava gris estéril que subyace a ellas.

Capa 4: Tierra de textura fina a media, color marrón oscuro, consistencia

semisuelta, mezclada ligeramente con arena y grava de grano medio. Esta

matriz, en muchos aspectos similar a la de la capa anterior, presentaba como

45

inclusiones naturales una significativa cantidad de piedras angulares pequeñas

distribuidas en ella sin mayor orden, al igual que las inclusiones culturales,

consistentes mayormente en valvas de moluscos, restos botánicos (fibra vegetal

y tallos) y un poco de óseos de animal, aunque la mayoría de los cuales se

hallaban dentro de un hoyo ubicado cerca del perfil norte, el cual intruye en la

grava estéril subyacente y que fue rellenado por esta capa. Basándonos en las

relaciones de este depósito con las restantes unidades estratigráficas

identificadas en este pozo, tanto esta capa como la anterior representarían la

primera ocupación humana en este punto, hipotéticamente relacionada con la

ocupación principal de todo el complejo de Caballete en tiempos del

Precerámico Tardío.

Capa 5: Depósito de grava de textura media a gruesa, color gris claro y

consistencia semisuelta a semicompacta, que subyace a las capas anteriormente

descritas. Es carente de material cultural alguno, razón por la cual se le atribuye

su naturaleza estéril pues además reúne todas las características de los

depósitos estériles de grava reportados en los restantes pozos de prueba

excavados. En su interior esta capa presenta muy delgados y sucesivos lentes y

películas de limo que ponen en evidencia eventos de fuertes lluvias en tiempos

previos a la ocupación del sitio.

4.3.2. Unidades en área (Sectores B y C)

4.3.2.1. Bloque 1

El Bloque 1 es un cuadrilátero de cinco metros de lado localizado en el Sector C

del conjunto arqueológico de Caballete, a 21 metros al noreste del montículo de

dicho montículo y sobre una porción elevada de terreno ligeramente elevada y

erosionada de forma drástica en el pasado por eventos de avenidas y huaycos

46

que descendieron desde la parte alta de la quebrada La Empedrada (Figura 14).

La presencia de evidencias de estructuras arquitectónicas del período

Precerámico identificadas en el lugar durante la Temporada 2003 a una

significativa profundidad (casi 2 metros) y debajo de ricos depósitos de basura

arqueológica motivó la elección de este punto para su intervención, ideal para

poder recuperar información sobre la naturaleza de las actividades

desarrolladas cerca de los montículos y para acopiar datos acerca de los

productos consumidos y recursos naturales explotados por las poblaciones que

ocuparon Caballete hacia el tercer milenio antes de nuestra era.

Para un registro más detallado y ordenado de las evidencias se procedió a

subdividir a este bloque en unidades de 1 metro cuadrado, las mismas que

fueron identificadas mediante un índice alfanumérico de la siguiente manera:

E E1 E2 E3 E4 E5

D D1 D2 D3 D4 D5

C C1 C2 C3 C4 C5

B B1 B2 B3 B4 B5

A A1 A2 A3 A4 A5

1 2 3 4 5

De forma estratégica se decidió además excavar todo el perímetro del

cuadrilátero hasta una distancia de 50 cm desde el borde propiamente dicho del

mismo con la finalidad de obtener una idea clara sobre el comportamiento de

las distintas capas y depósitos existentes en el lugar antes de iniciar la

excavación del bloque. Con la finalidad de realizar el control sobre las

profundidades se estableció un datum general para el Bloque 1 el mismo que fue

ubicado en su esquina sureste. Debemos señalar asimismo que las coordenadas

UTM de las esquinas de este bloque son:

• Esquina SE………..195234.95E 8827276.56N (Punto Datum)

El registro de cada unidad en este bloque así como en el siguiente fue

desarrollado empleando una técnica desarrollada por Mark Aldenderfer y

47

Nathan Craig de la Universidad de California en Santa Bárbara (cf. Craig y

Aldenderfer 2003). Ésta consistía en el registro fotográfico de cada unidad tanto

al inicio como al final de la excavación de una determinada unidad estratigráfica

empleando una cámara digital. Para obtener vistas de planta de la superficie a

registrar las fotografías fueron tomadas de forma perpendicular al depósito.

Luego estas fotos fueron trasladadas a una computadora portátil en el campo y

luego se procedía a construir la foto-mosaico de todo el bloque de 5 x 5 metros

empleando un programa de ArcView. Una vez visible el mosaico en la pantalla

de la computadora (sensible a un estylus especial) se procedió a dibujar

directamente sobre ésta absolutamente todos los rasgos y elementos del

contexto arqueológico que se estaba registrando, estrategia que permitió un

ahorro de esfuerzo y tiempo significativos, así como el logro de un nivel de

precisión muy alto en nuestro registro.

Descripción de los depósitos excavados

Capa 1 (Niveles 1, 2, 3 y 4): Esta capa consiste en una serie de depósitos

delgados compactos que fueron excavados en cuatro niveles, del 1 al 4. La

superficie de esta capa (registrada como superficie del Nivel 1) estaba formada

por arena mezclada con restos de limo, de textura muy fina y consistencia

suelta, que presentaba a modo de inclusiones fragmentos angulares de roca

además de restos de Tillandsia sp. y caña, así como también lentes de ceniza

(Figura 38). Debajo de este depósito, formado por acción eólica en tiempos

recientes, se encontró el arriba referido conjunto de capas compactas de arena y

tierra de grano fino y color beige (excavadas como Niveles 2, 3 y 4), las mismas

que a su vez estaban separadas entre sí por lentes de arena color beige grisáceo

de textura menos fina. Aquí encontramos tres elementos importantes. El

primero se encontraba en la parte superior del Nivel 3 donde descubrimos una

superficie amarillenta con manchas negras hacia la esquina noreste del bloque

(Unidades E4, E5, D5 y C5). Esta superficie era extremadamente rugosa, con

muchas hendiduras alargadas u ovales que parecían ser huellas de dedos pero

que más probablemente eran el resultado de la actividad de pastoreo

desarrollada en el lugar en la década de 1930 y 1940. Esta capa no tenía más de

3 cm de espesor y debajo de ella encontramos un depósito más grueso de arena

48

y limo depositados por acción del agua (quizás relacionados a eventos de

avenidas y huaycos pasados).

El siguiente rasgo que hallamos fue un canal natural de agua que limitaba con el

borde de la superficie descrita arriba. El sedimento removido de este canal

estaba formado por arena beige de textura media a gruesa que tenía un mayor

contenido de piedras angulares y restos de valvas de moluscos. Este canal de

agua cortaba los Niveles 3 y 4 y corría a lo largo de las unidades E3, E4, D4, D5,

C4, C5, B4, B5, A4 y A5.

El siguiente rasgo significativo fue encontrado en la parte superior del Nivel 4,

hacia la esquina suroeste del bloque (unidades A1, A2, A3, B1, B2 y B3). Éste

consistía en una capa de sedimento de limo y arena de grano fino compactado y

de color gris blanquecino, depositado por acción del agua y que presentaba en

su superficie los rezagos de huellas de ganado vacuno probablemente producto

de la actividad ganadera llevada a cabo en el sitio por la Hacienda Paramonga

en las décadas de 1930 y 1940 como ya vimos.

No se recuperaron artefactos significativos de esta capa, aunque nosotros

logramos recolectar una pequeña cantidad de restos de valvas de moluscos,

algunas posibles lascas y fragmentos de material botánico, todos los cuales

probablemente fueron depositados allí por acción del viento y del agua.

Nivel 5: Este nivel fue definido como una especie de interfase entre las Capas 1

y 2 y consistía principalmente de un sedimento de textura fina y consistencia

semicompacta que estaba mezclado con grava y que contenía una cierta

cantidad de trozos pequeños y medianos angulares de roca a modo de

inclusiones naturales. Aquí sin embargo encontramos dos relativamente

extensos e interesantes depósitos de ceniza en la superficie de este nivel. El

primero se halló en la sección noreste del bloque (unidades E4 y E5). Aquí el

sedimento era muy fino y ligeramente húmedo y tenía solamente unos cuantos

centímetros de espesor, pero cubría a una capa de barro amarillento.

El segundo depósito de ceniza fue encontrado en la esquina noroeste del bloque

(unidades A1 y A2). El sedimento aquí era mucho más suelto y el depósito un

tanto más grueso, careciendo de barro y limo en su contenido. Sin embargo en

cada uno de estos depósitos de ceniza se recuperaron artefactos similares, en su

mayoría formados por restos de valvas de moluscos y roca calcinada.

49

Capa 2 (Niveles 6, 7 y 8): La Capa 2 consistía en un depósito de regular

espesor formado por restos un relleno de desechos de construcción y de basura

secundaria que cubría en casi toda el área excavada un apisonado registrado

como Nivel 9. En general pudimos diferenciar tres distintos tipos de depósito de

basura. El primero se presentaba en la parte noroeste del bloque y consistía en

restos de desechos de construcción. Este depósito contenía una regular cantidad

de restos de fibra vegetal y argamasa, así como también varios fragmentos de

piezas grandes de enlucido de muros, algunos de los cuales conservaban

inclusive reminiscencias de las capas de pintura que sobre ellos se aplicaron,

destacando los colores blanco, amarillo y azul. Todos estos materiales estaban

concentrados principalmente hacia los niveles 6 y 7 (Figura 22) a lo largo del

lado occidental del área excavada (generalmente entre C/D 1-3). También

encontramos un depósito interesante de restos botánicos en los niveles 7 y 8

dentro de la Unidad E1. Este cuadro contenía una inusual concentración elevada

de semillas de mate, piezas enteras de pacae, ají y frejoles (Figura 39).

Hacia la misma esquina noreste del bloque (unidades E4 y E5) se encontró un

depósito mixto y grueso de ceniza que probablemente se formó a raíz de una

periódica actividad de vertido de residuos en el lugar. De este depósito pudimos

recuperar una buena muestra de trozos de carbón así como también valvas

quemadas de moluscos marinos y roca calcinada. También del fondo de este

depósito (Unidad E5, Nivel 8) procede un artefacto que tiene el aspecto de un

peine, formado por espinas delgadas alargadas y lisas sujetadas con hilos de

fibra vegetal a un trozo de madera.

El resto del área excavada en estos niveles y que no se mencionan en las

descripciones arriba realizadas estaba cubierto por un depósito cuya matriz era

de arena y limo de textura fina, de color ante, que presentaba un alto contenido

de trozos angulares pequeños y medianos de roca como inclusiones naturales,

así como muchas piezas de argamasa y enlucido como inclusiones culturales.

Nivel 9: La superficie del Nivel 9 representa el punto en el cual se detuvieron

nuestras excavaciones. Estaba formado por un apisonado de barro de textura

fina, compacto y de color beige, bastante desgastado que presentaba una

delgada cobertura de barro fino mezclado con restos de fibra vegetal en algunos

50

puntos en tanto que en otros se observaron restos de muy delgados lentes de

grava de grano fino, color gris y consistencia semisuelta. Asimismo encontramos

los remanentes de un muro hacia las unidades C4, B4 y B5 pero que estaban en

muy mal estado de conservación, casi totalmente desaparecidas (básicamente

los restos del muro estaban representados por los vestigios de uno de sus

enlucidos externos). Este muro, que descansa sobre el apisonado representado

por el Nivel 9 parece pertenecer a una tardía fase constructiva en la secuencia

que estamos construyendo.

4.3.2.2. Bloque 2

El Bloque 2 es también un área de 5 x 5 metros ubicado en el Sector B de

Caballete, a unos 62 metros al noreste de la base del montículo en esta parte del

sitio, sobre el extremo septentrional de una especie de plataforma o superficie

elevada perpendicular al eje formado por el montículo principal y la plaza

circular hundida asociada (Figura 15). Este lugar fue elegido para la excavación

por la mayor profundidad de los depósitos que constituían basurales

arqueológicos tal como fue probado mediante excavaciones de prueba

ejecutadas durante la Temporada 2003. Además, los perfiles existentes en dos

pozos de huaqueo ubicados en esta misma área mostraron una gruesa capa de

caña en sus fondos, aproximadamente a 70 cm debajo de la superficie actual del

suelo. Todo esto nos hizo pensar en la posibilidad de la existencia en este lugar

de estructuras elaboradas a base de cañas o quincha de carácter habitacional,

razón por la cual se abrió un área extensa de excavación que fue denominada

Bloque 2.

Se dividió asimismo a todo el bloque en unidades de 1 metro cuadrado para

tener un control adecuado de la integridad de los materiales encontrados. Estas

unidades de 1 x 1 metro fueron identificadas, tal como en el caso anterior,

mediante un índice alfanumérico de la siguiente manera:

51

E E1 E2 E3 E4 E5

D D1 D2 D3 D4 D5

C C1 C2 C3 C4 C5

B B1 B2 B3 B4 B5

A A1 A2 A3 A4 A5

1 2 3 4 5

Para poder desarrollar la excavación siguiendo las capas naturales previamente

se excavó un área estrecha de 50 cm, localizada alrededor del Bloque de 5 x 5 m.

De esta forma se podía apreciar de una forma clara la estratigrafía existente en

el Bloque, sirviendo estas porciones perimétricas como guía de las excavaciones

de cada unidad del bloque. Para el control de las profundidades se estableció un

datum general para el Bloque 2 el cual fue ubicado en la esquina noreste del

bloque. En cada unidad se tomaron las profundidades de capas y niveles de

manera separada, siendo sus coordenadas UTM:

• Esquina NE……….195344.32E 8827477.97N (Punto Datum)

Descripción de los depósitos excavados:

Nivel 1 (Unidades A1-E5): 3-34 cm bs. En los primeros 3 a 5 cm de

excavación de este nivel en todo el Bloque 2 se identificaron unos lentes

extremadamente delgados de sedimentos finos y arenosos (Figura 40) debajo de

los cuales, luego de limpiar cuidadosamente con brochas pequeñas todas las

unidades, se observó una superficie compacta también delgada de tierra y arena

fina, que se presentaba de forma interrumpida en las diferentes unidades del

bloque. Estas características y la naturaleza de sus componentes nos hicieron

considerar la posibilidad de un origen natural de este depósito. La acción del

viento acarreó granos finos de arena al lugar en forma contínua, en tanto que los

índices de humedad variaban. De esta forma durante las horas de neblina la alta

humedad fue cementando los granos de arena de origen eólico hasta formar una

capa levemente dura, formándose el depósito señalado líneas arriba de forma

natural. Esta conclusión fue reforzada por la presencia de escasa cantidad de

52

material cultural que fue reportada en este primer nivel y que estaba constituido

principalmente por unos pocos fragmentos de valvas de moluscos y unos

cuantos restos de fibra vegetal. Las excavaciones continuaron hasta identificar

un cambio en la textura del depósito, desde un sedimento fino y arenoso hacia

una capa de gravilla de grano más grueso y color gris.

Nivel 2 (Unidades A1-E5): 11-47 cm bs. El nivel 2 estaba constituido por la

capa formada por los sedimentos de gravilla gris (Figura 41). Sin embargo, al

inicio del proceso de su excavación se notó la presencia de concentraciones de

Tillandsia sp. a unos 20 cm por debajo del nivel de la superficie del depósito de

gravilla aunque era claro que descansaban en la misma matriz. Por este motivo

y para obtener un registro más detallado de estos materiales se procedió a

subdividir este nivel en dos componentes (principalmente para entender el

origen del depósito de Tillandsia sp. dado que esta especie vegetal suele crecer

en grupos sobre los restos de especímenes muertos o en terrenos bastante secos

y usualmente arenosos, por lo cual era fundamental saber si habían artefactos

asociados a estas concentraciones). Así, el Subnivel 2A tenía poco material

cultural y comprendía de forma casi exclusiva el depósito de gravilla gris suela

que señalamos al inicio. El Subnivel 2B en cambio representó el nivel de gravilla

con las concentraciones de Tillandsia sp. que a su vez cubrían una superficie

compacta de arena fina y tierra asociada a una cierta cantidad de material

cultural como restos de valvas de moluscos, trozos de carbón, plumas de ave y

un fragmento de textil hecho a telar, hecho que implicaba que el nivel

correspondería a tiempos posteriores al Precerámico.

Nivel 3 (Unidades C1-5, D1-5, E1-5): 27-39 cm bs. Este nivel fue definido a

partir de la presencia de una concentración de cañas y paquetes de material

vegetal debajo del Nivel 2 (Figura 23). La longitud de las ramas de cañas obligo

a realizar la excavación y el registro simultáneo en varias de las unidades de 1 x 1

metro. La limpieza de las áreas alrededor de las concentraciones de cañas y

Tillandsia sp. fue una tarea difícil debido a que un sedimento arenoso fino las

cubría en varios puntos. Este sedimento a su vez subyacía a depósito de arena de

grano fino de color café claro y en ciertas partes entre ambos se halló una

concentración de Tillandsia sp. y caña brava, además de un sedimento fino y

53

arenoso con ceniza de color gris que descansaba sobre una capa de grava la cual

era de color gris muy claro y cubría la totalidad del nivel de cañas. Es

importante señalar que todo este material vegetal descansaba en una matriz de

tierra y arena de grano fino y color marrón gris claro que se extendía por gran

parte del bloque.

Debido a la dificultad de excavar el depósito de cañas de forma cuidadosa sin

moverlas o quebrarlas el proceso de excavación se prolongó por un tiempo

mayor del previsto. Por esta razón y con la intención de mantener un control

exhaustivo de las excavaciones y del registro se decidieron detener los trabajos

al finalizar el presente nivel, esperándose continuar con ellos en una eventual

próxima temporada en el año 2005. Aún no se ha descartado del todo la

posibilidad de la presencia de estructuras residenciales de cañas o quincha en

este bloque (al respecto cabe preguntarse por ejemplo ¿podrían ser estos

materiales restos de algún tipo de cubierta o techo?) tal como podría sugerir la

existencia de las concentraciones de cañas y paquetes de material vegetal.

54

5. MANEJO Y DEPÓSITO ACTUAL DE LOS MATERIALES

RECUPERADOS EN EL CAMPO Y SUGERENCIA

SUSTENTADA DEL DESTINO FINAL DEL MATERIAL

En la actualidad todos los materiales arqueológicos recuperados en las

excavaciones de los pozos de prueba y unidades en área desarrolladas en la

Temporada 2004 se encuentran en proceso de análisis y clasificación,

actividades que se vienen realizando en las instalaciones del Proyecto Norte

Chico (laboratorios y gabinetes) localizados en la ciudad de Barranca. Debido a

que gran parte de los análisis son costosos y relativamente lentos el PANC tiene

la voluntad de establecer las coordinaciones y trámites respectivos ante el

Instituto Nacional de Cultura a fin de obtener la custodia temporal de todos

estos materiales bajo estudio a fin de culminar con sus análisis por parte de los

diversos especialistas que vienen participando dentro de nuestro equipo.

En vista de ello adjuntamos el respectivo inventario de la totalidad de

especímenes arqueológicos recuperados de acuerdo a lo establecido por el

Reglamento de Investigaciones Arqueológicas del INC vigente. Asimismo

dejamos en claro nuestro compromiso ante el INC de entregar al final de todos

los análisis programados la integridad de los materiales arqueológicos, los

cuales ya se encuentran debidamente protegidos y embalados en cajas

resistentes de cartón y depositados en un ambiente especial bajo condiciones

adecuadas y controladas de temperatura y humedad por máquinas de aire

acondicionado y deshumedecedores.

Con respecto al destino final de las colecciones, es pertinente señalar que

aunque el PANC deja esta decisión en poder del INC, se sugiere que los

materiales permanezcan dentro de la región del Norte Chico, razón por la cual

estamos implementando un nuevo depósito, amplio y con las garantías

solicitadas para este tipo de fines, en la ciudad de Pativilca, donde también

próximamente inauguraremos una exposición arqueológica permanente en el

Museo Bolivariano de esta localidad en la cual mostraremos de una forma más

amena y ágil los resultados de nuestras investigaciones a todo el público

interesado, principalmente al no especializado.

55

6. INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL SITIO DE

CABALLETE

6.1. Resultados de la Temporada 2004

La existencia de un complejo de sitios aparentemente tempranos en la región

del Norte Chico fue reconocida en cierta forma por los investigadores desde

alrededor de la década de 1940 cuando Kosok y Schaedel (Kosok 1965)

reportaron la presencia de ciertos sitios en esta zona que carecían de cerámica

en superficie. Sin embargo, fue recién hace casi cuatro décadas que el

conocimiento de los mismos empezó a ampliarse, tal como se pone de

manifiesto en la literatura arqueológica existente. Uno de los primeros estudios

importantes en este sentido fueron realizados por distintos investigadores en el

sitio de Áspero, valle bajo de Supe, reportado inicialmente por Willey y Corbett

(1954), quienes efectuaron excavaciones en un basural precerámico en el lugar.

Otras contribuciones fueron realizadas posteriormente por Moseley y Willey

(1973) aunque el mayor corpus de información fue obtenido gracias a los

estudios de Feldman (1980, 1983, 1987) entre las décadas de 1970 y 1980, quien

llegó a demostrar la existencia de una comunidad de pescadores de tiempos del

período Precerámico Tardío, entre los 3000 y 1800 años a.C. (ca. 4400-3600

RCYBP). Hay que resaltar sobre este punto que Feldman logró obtener varios

fechados radiocarbónicos que sustentan esta tesis, haciendo lo propio Fung

(1988) para el sitio de Bandurria, localizado hacia el extremo meridional de la

boca del valle de Huaura.

Gracias a reconocimientos realizados casi por esos mismos años en los valles de

Supe, Pativilca y Fortaleza (vg. Williams y Merino 1979; Moseley 2001) sabemos

que además de los sitios mencionados anteriormente contamos con alrededor

de un centenar de yacimientos arqueológicos de los distintos períodos

prehispánicos en cada valle. Con respecto al valle de Supe, algunos de éstos

fueron investigados por Zechenter (1988) y luego por Shady y su equipo en

tiempos más recientes, quienes se han focalizado principalmente en el extenso

complejo de Caral donde, gracias a excavaciones extensivas y contínuas a lo

largo de varios años, se han identificado estructuras arquitectónicas

56

monumentales asociadas a evidencias que indican una gran importancia de la

actividad agrícola durante la ocupación principal del sitio en el Precerámico

Tardío.

A raíz de eta problemática el Proyecto Norte Chico decidió iniciar exploraciones

sistemáticas en los restantes valles de esta región (Pativilca y Fortaleza) durante

los años 2002 y 2003, gracias a las cuales pudimos identificar 17 sitios cuyos

rasgos los ubicaban dentro del período Precerámico Tardío. Estos rasgos fueron:

ausencia de cerámica, estructuras arquitectónicas monumentales (montículos

elevados de piedra) y presencia de plazas circulares hundidas. En el caso del

valle de Fortaleza algunos de estos sitios fueron registrados previamente por

Vega-Centeno (Vega-Centeno et al. 1998) pero fueron ubicados

cronológicamente dentro del Período Inicial. Ello también nos impulsó a

ejecutar en el año 2002 excavaciones de prueba en nueve del total de sitios que

logramos identificar en los valles de Pativilca. Luego, en la Temporada 2003,

continuamos con los trabajos en seis sitios localizados en el valle de Fortaleza,

los mismos que consistieron en la ejecución de excavaciones de prueba y

limpieza de perfiles.

Todos estos estudios nos permitieron obtener en total 95 fechados

radiocarbónicos que en su conjunto demuestran que once sitios del total

reportado inicialmente por las exploraciones pertenecían de forma evidente al

período Precerámico Tardío. En la medida de lo posible todas las muestras para

los fechados fueron fibras vegetales, muchas de las cuales fueron empleadas en

la elaboración de bolsas de shicra que pudieron ser exitosamente recuperadas

de los perfiles en los montículos de los diferentes sitios.

Como se puede apreciar, lo mencionado líneas arriba deja en claro que sitios

como Áspero, Bandurria o Caral, lejos de ser los únicos en esta región durante el

Precerámico Tardío, estaban estrechamente relacionados con un complejo

sistema de centros con arquitectura monumental localizados al interior de los

valles de Fortaleza, Pativilca, Supe y Huaura, situación bastante interesante

debido su carácter “prístino” pues en ella se están desenvolviendo diferentes

procesos mediante los cuales los primeros líderes políticos están empezando a

ejercer cierto poder sobre las respectivas poblaciones locales, procesos en los

que la agricultura, la guerra y la religión están jugando un rol complejo pero

importante.

57

Esta emergente complejidad sociopolítica se manifiesta de una forma bastante

obvia en la existencia de la arquitectura monumental temprana encontrada en

los sitios referidos, donde observamos grandes montículos de forma piramidal

trunca y escalonada, en su mayoría de planta rectangular. En su parte superior

hay una recurrencia en la presencia de atrios hundidos que están flanqueados

por conjuntos de estructuras de acceso más restringido hacia las partes laterales

de la cima del montículo, a las cuales se llega mediante escalones y pasadizos.

Los atrios hundidos en varios casos están conectados mediante grandes y

amplias escalinatas centrales con plazas circulares hundidas levantadas en la

parte frontal del montículo y hacia su base. Este modelo arquitectónico es

claramente visible en Caral y también en otros sitios más hacia el norte como

Caballo Muerto. Al respecto se ha planteado con razón que la existencia de este

modelo representa el creciente acceso restringido del que gozaba una reducida

porción de la población, léase líderes, a una sucesión de actividades

ceremoniales y religiosas que eran a su vez contempladas por el grueso de la

gente en las plazas circulares, desde donde eran impresionados por el

desempeño del minúsculo grupo de jefes o dirigentes de estas actividades en los

“recintos sagrados interiores” (Pozorski y Pozorski 1987).

Un aspecto importante detectado gracias a los trabajos del PANC en los años

2002 y 2003 es la identificación de un índice de variabilidad dentro de este

modelo y patrón arquitectónico propio del Precerámico Tardío. Por ejemplo,

algunos sitios como Áspero en Supe no cuentan con plazas circulares hundidas,

en tanto que otros cuentan con hasta siete de ellas como es el caso

recientemente detectado de Bermejo, valle de Fortaleza. Por su parte también

hay sitios que presentan varios montículos grandes en tanto que otros sólo

exhiben uno, en tanto que en algunos casos no es fácilmente identificable la

existencia de atrios hundidos. Sin embargo dentro de esta variabilidad se puede

distinguir de forma clara un mismo principio orientado a denotar poder: las

poblaciones debían espectar desde lugares abiertos los rituales y actividades

ceremoniales y religiosas en las cuales se hacía tangible la naciente estructura

jerárquica que, junto con el sistema religioso exteriorizado por las ceremonias

desarrolladas, se estaba constituyendo en la base ideológica del poder en

tiempos del Precerámico Tardío en el Norte Chico.

58

En este contexto, las excavaciones llevadas a cabo en Caballete en la presente

temporada están contribuyendo a comprender mejor la naturaleza de las

actividades desarrolladas en un complejo típico con arquitectura monumental

en tiempos del Precerámico Tardío. Gracias a la ejecución de los pozos de

prueba en puntos distantes entre sí dentro de cada sector del complejo ahora

contamos con indicios que nos llevan a postular la existencia de actividades de

distinta naturaleza e intensidad que se desarrollaron en cada sector del sitio,

siendo las diferencias más notables aquellas concernientes al uso de los espacios

abiertos relativamente alejados de los montículos, donde los depósitos

excavados señalan actividades bastante leves, poco intensas y al parecer no muy

contínuas como circulación (i.e. Pozo 1, Sector B). Ello contrasta de forma muy

marcada con las evidencias de actividades muy intensas y contínuas focalizadas

en áreas cercanas a los montículos (i.e. Pozo 4, Sector A), donde encontramos

ricos depósitos de basura secundaria y evidencias de eventos de construcción de

estructuras no residenciales. Precisamente para comprender mejor la naturaleza

de estas actividades es que se abrieron las dos unidades en área (Bloques 1 y 2)

que no fueron finalizadas en la presente temporada pero que sin embargo nos

permiten estar seguros sobre la naturaleza secundaria de los basurales con los

que se cubrieron áreas de carácter no residencial previamente habilitadas

(Bloque 1). Aún no se confirma o descarta la existencia de estructuras de

carácter residencial en otras áreas cercanas a los montículos, objetivo que se

abordará en una futura temporada con la continuación de las excavaciones en el

Bloque 2 (Sector B). Esto será fundamental para comprender las formas de

organización de las actividades públicas (ceremoniales y religiosas) desplegadas

en el conjunto de Caballete y lideradas por el sector político emergente desde los

grandes montículos piramidales allí presentes. Asimismo de cada unidad

estratigráfica registrada durante las excavaciones se han tomado las muestras

correspondientes para fechados radiocarbónicos, con lo cual esperamos

confirmar la ubicación del sitio dentro del Precerámico Tardío y comprender

mejor la forma en la cual este complejo creció y la forma en la que este

crecimiento estuvo vinculado con los diferentes tipos de actividades

desarrolladas en cada sector.

Finalmente queremos señalar que gracias a los diversos tipos de análisis que

estamos desarrollando en laboratorio y gabinete (polen, flotación, etc.), estamos

59

identificando la presencia de una gran variedad de especies vegetales

consumidas y cultivadas durante la ocupación de Caballete, la mayoría

procedente de los ricos depósitos de basura hallados en puntos adyacentes a los

montículos. Este aspecto de nuestra investigación es fundamental pues ofrecerá

una ventana muy valiosa para comprender la base económica de las poblaciones

locales durante el Precerámico Tardío y el rol de la agricultura en este

prematuro proceso de complejización sociopolítica.

6.2. Recomendaciones para investigaciones futuras

Las investigaciones arqueológicas desarrolladas en el conjunto de Caballete

durante el presente año nos han permitido obtener una mejor idea acerca de las

posibilidades y potenciales que ofrece el sitio para el conocimiento de la

naturaleza de las transformaciones culturales que se experimentaron en esta

parte de los Andes Centrales durante el período Precerámico Tardío. Igualmente

también gracias a la experiencia ganada durante la presente temporada de

campo hemos identificado diversos tipos de problemas de carácter logístico que

hay que superar a fin de alcanzar nuestros objetivos.

Un aspecto que consideramos fundamental para comprender la naturaleza de la

ocupación del sitio es el conocimiento del tipo de depósitos arqueológicos que

aquí se pueden recuperar. En este sentido se deben continuar con las

intervenciones bajo la modalidad de excavaciones de pozos de prueba en los

diferentes sectores del sitio con lo cual además se contará con una excelente

oportunidad para recuperar una mayor cantidad de muestras para fechados

radiocarbónicos y de esta forma poder establecer las relaciones cronológicas

entre las distintas unidades estratigráficas que se identifiquen. Así obtendremos

además una mejor idea sobre el tipo de crecimiento que experimentó en general

todo el complejo y estaremos en la capacidad de proponer relaciones de

contemporaneidad o no entre sus diferentes componentes.

Otro aspecto importante a estudiar es la naturaleza de los depósitos que hemos

identificado durante la presente temporada. Todavía no nos resulta claro el

motivo por el cual en determinados puntos contamos con evidencias bastante

tenues de actividad humana y a muy poca profundidad por debajo del nivel

actual de la superficie. En un primer momento pensamos que esto correspondía

60

a un patrón de ocupaciones bastante esporádicas o poco intensas llevadas a cabo

en las áreas abiertas alejadas de los montículos. Sin embargo, la excavación de

los pozos de prueba 1 y 3 en los sectores F y D respectivamente cuestionó

totalmente esta primera propuesta pues gracias a ellos nos hemos dado cuenta

igualmente que este tipo de depósitos puede encontrarse en áreas adyacentes a

los montículos principales del sitio, situación que difiere marcadamente de lo

observado en el pozo 4 localizado en el Sector A, hacia el lado occidental del

montículo mayor donde tenemos los profundos depósitos de basura secundaria,

apisonados con ceniza y una plataforma, denotando una actividad constante e

intensa que no ocurrió hacia el lado sur del mismo montículo, donde se

encuentra el pozo 1. ¿Por qué ocurren estas diferencias? ¿Cuál es el motivo por

el que sólo en algunos puntos alrededor de los montículos hay depósitos

culturales profundos? Como ya mencionamos, una de las formas de lograr una

respuesta a estas preguntas será mediante la obtención de fechados

radiocarbónicos que nos permitan ordenar cronológicamente estos depósitos y

al respecto también sería muy interesante complementar estas acciones con

información procedente de excavaciones de trincheras que puedan incluir

porciones de los montículos y las áreas planas adyacentes a éstos y así contar

con una mejor idea de las relaciones estratigráficas existentes entre la

arquitectura monumental y las áreas asociadas a ésta.

Asimismo se recomienda continuar con trabajos exploratorios en los espacios

abiertos existentes entre los montículos porque aún persiste la probabilidad de

la existencia de áreas de actividad residencial y doméstica en estas partes en

vista que nuestras evidencias al respecto, procedentes de los pozos 2 y 5 y de los

bloques 1 y 2 no son concluyentes. La definición del uso de estos espacios

abiertos y la identificación de áreas de actividad residencial y doméstica (así

como su intensidad, extensión, periodicidad en la ocupación, etc.) es crucial

para poder comprender inclusive la naturaleza y la función de todo el conjunto

de Caballete y su rol dentro de todo el sistema de centros con arquitectura

monumental que hemos venido identificando en la región del Norte Chico. Por

ello consideramos prioritario también la continuación de las excavaciones en

área iniciadas en la presente temporada de campo.

En cuanto a las recomendaciones de orden logístico, éstas principalmente

corresponden a la excavación de las unidades en área. A pesar que la estrategia

61

empleada en la presente temporada en el registro de todo el proceso de

excavación mediante fotografías digitales fue bastante eficiente y rápida, en el

caso de la excavación de depósitos como el Nivel 3 del bloque 2 con una gran

cantidad de material endeble y frágil estamos considerando la necesidad de

emplear especies de andamios de madera para evitar que los excavadores

circulen directamente sobre la superficie a excavar, evitando de esta manera el

riesgo de disturbaciones ocasionadas por éstos.

6.3. Problemática de conservación y protección del sitio

El sitio de Caballete, a pesar de los daños ocasionados por un proyecto frustrado

de irrigación para expandir la frontera de cultivo en la Quebrada La Empedrada,

continúa siendo uno de los conjuntos con arquitectura monumental del

Precerámico Tardío mejor conservados de la región del Norte Chico. A ello han

contribuido principalmente su relativo aislamiento de las principales vías de

comunicación local (como la carretera a Huaraz), su emplazamiento en la

margen derecha del valle (de difícil acceso por la falta de puentes sobre el río

Fortaleza) y su monumentalidad. Sin embargo existen aún dos potenciales

peligros que podrían afectar la integridad del conjunto arqueológico en el

futuro: 1) la actividad de los saqueadores; y 2) la extracción de piedras para

construcción.

Sobre el primer punto, es importante recalcar que la actividad de los huaqueros

ha ocasionado severos daños al montículo del Sector C del sitio donde han

cavado un forado de más de dos metros de profundidad, destruyendo

importantes evidencias de arquitectura monumental. Igual cosa está sucediendo

en el Sector F donde en la presente temporada de campo hemos observado

algunos pozos adicionales de huaqueo que han disturbado depósitos de ceniza y

basura arqueológica rica en restos botánicos. A pesar de ello debemos indicar

también que el saqueo del sitio se mantiene en un índice menor en relación a

otros sitios más tardíos en vista al parecer de la ausencia de cerámica y piezas de

metal o textiles que puedan ser objeto de tráfico ilícito.

Pese a lo expuesto consideramos sin embargo que actualmente el mayor peligro

potencial está constituido por vendedores de materiales de construcción quienes

miran al conjunto como una cantera bastante rentable de piedra. Por lo menos

62

en un par de ocasiones durante nuestra permanencia en el sitio fuimos alertados

por los pobladores locales acerca de la presencia de estas personas,

afortunadamente no llegando a cometerse daños en la zona arqueológica, como

sí sucedió años antes en el Sector D por ejemplo.

Adicionalmente podemos considerar como un nuevo peligro potencial la

presencia de visitantes y turistas en el sitio quienes, debido a las campañas de

difusión local no muy bien diseñadas por las autoridades locales, están

empezando a llegar al sitio y que muchas veces transitan por encima de débiles

estructuras arquitectónicas o dejan basura en el lugar.

En vista de lo expresado líneas arriba consideramos de urgencia la delimitación

de la zona arqueológica intangible (en base a las acciones iniciadas en torno a

este punto por el PANC en la temporada anterior y documentación remitida al

INC) y su respectiva declaración como monumento arqueológico y Patrimonio

Cultural de la Nación lo cual nos otorgará de una base legal para tomar acciones

para la defensa del sitio en caso de agresiones a su integridad.

Por nuestra parte, debemos ser claros en indicar que el PANC ha desarrollado y

está desarrollando actividades orientadas a la capacitación de la población local

acerca de la importancia del monumento. Asimismo hemos promovido espacios

de diálogo con las autoridades locales a fin de concientizarlos acerca de la

necesidad de proteger éste y otros sitios de la zona y del riesgo potencial que

corren en caso de ser objeto de una promoción turística no planificada. Además,

en un corto plazo hemos programado desarrollar nuevas actividades de

proyección a la comunidad local así como la preparación de publicaciones de

carácter difusivo mostrando los resultados preliminares de nuestros trabajos y

el valor de los monumentos arqueológicos de la región del Norte Chico en

general. Finalmente debemos dejar en claro que el PANC tiene toda la voluntad

para poder coordinar acciones conjuntas con el Instituto Nacional de Cultura a

fin de proteger estos monumentos.

63

7. INVENTARIO DE LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS

RECUPERADOS

64

8. BIBLIOGRAFÍA

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71

9. ANEXOS

9.1. Plano de ubicación del sitio arqueológico de Caballete, valle de

Fortaleza (Carta Nacional IGN, Hoja 22h, Escala 1:100 000)

72

FIGURA 1

73

9.2. Plano topográfico del sitio de Caballete (en coordenadas

UTM, Escala 1:5,000)

195100 195200 195300 195400 195500 195600 195700

8827000

8827100

8827200

8827300

8827400

8827500

FIGURA 2

74

9.3. Fotografía aérea del complejo de Caballete, SAN 1962

(incluye coordenadas UTM)

FIGURA 3

75

9.4. Caballete, vistas generales

FIGURA 4 (Vista general desde el NE)

FIGURA 5 (Vista general desde el SW)

76

FIGURA 6 (Sector A, Montículo Principal, vista desde el N)

FIGURA 7 (Sector B, Montículo Principal, vista desde el SE)

77

9.5. Sectorización propuesta para el sitio de Caballete (en

coordenadas UTM, Escala 1:5,000)

FIGURA 8

9.6. Planos de ubicación de las unidades de excavación en el

sitio de Caballete y de los diferentes datums empleados (en

78

coordenadas UTM y a escalas variables procesadas a partir del

gráfico anterior)

FIGURA 9

79

FIGURA 10

80

FIGURA 11

81

FIGURA 12

82

FIGURA 13

83

FIGURA 14

84

FIGURA 15

9.7. Gráficos de plantas, cortes y perfiles de las diferentes

unidades de excavación

85

86

87

88

89

90

Bloque 1, Nivel 7, Superficie

91

FIGURA 22

92

FIGURA 23

93

9.8. Fotografías de las unidades de excavación

9.8.1. Pozo No. 1, Sector F

Fig.24, Pozo No. 1, Superficie.

Fig.25, Pozo No. 1, Nivel 8.

94

Fig.26, Pozo No. 1, Perfil Norte

9.8.2. Pozo No. 2, Sector B

Fig.27,Pozo No.2,fondo

sup

95

Fig.28, Pozo

No.2,Nivel 3

Fig. 29 Pozo No. 2, Perfil W

96

9.8.3. Pozo No. 3, Sector D

Fig. 30, Pozo No. 3, Capa 2

Fig. 31, Pozo No. 3, Capa 5, Elemento 5

97

Fig.32, Pozo No. 3, Perfil N

9.8.4. Pozo No. 4, Sector A

Fig.33, Pozo No. 4, Superficie

98

Fig. 34, Pozo No. 4, Nivel 10, Elemento 1

9.8.5. Pozo No. 5, Sector E

99

Fig.35,Pozo No. 5,

Superficie

Fig.36, Pozo No. 5, Nivel 3.

100

Fig.37, Pozo No.5,Perfil N

9.8.6. Bloque 1, Sector C

Fig.38, Superficie, Nivel 1

101

Fig. 39, Superficie Nivel 8

9.8.7. Bloque 2, Sector B

Fig. 40, Superficie, Nivel 1

102

Fig. 41, Superficie, Nivel 2

103