Integración del smartphone en la redacción de la empresa ... · En pleno proceso de transformación, la redacción de la empresa periodística está acusando la inestabilidad derivada

Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012

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Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html

Integración del smartphone en la redacción de la empresa periodística. Detalles del

cambio del modelo productivo en un escenario de crisis económica

María Sonnia Chinea Rodríguez – ABC Punto Radio Tenerife – [email protected]

Resumen: La apertura de la sociedad a las nuevas tecnologías y la incorporación de éstas a las tareas cotidianas, de los ciudadanos en general y de los periodistas en particular, ha impreso una velocidad nunca antes detectada al desarrollo de las labores propias de los trabajadores del sector de la comunicación, tareas que han venido acompañadas de una importante dosis de incertidumbre ante la aparición de un escenario que a los profesionales les era totalmente ajeno. A ello hay que sumar además, cierto temor a unas herramientas que rompen con la tradicional forma de trabajo y cuyo manejo implica necesariamente un aprendizaje.

Desde la aparición del smartphone o dispositivo móvil inteligente, el acceso de los usuarios a la información se ha elevado exponencialmente y su uso en las redacciones de los medios ha conseguido, por primera vez, equipos de trabajo interconectados y sincronizados así como rapidez en la transmisión de datos que, por otro lado, ha llevado aparejada una mayor inmediatez en la publicación de las informaciones.

Mientras por un lado se plantea que uno de los problemas a los que se enfrentan hoy en día los redactores que forman parte de la tan necesaria reconversión del sector es la falta de formación específica en el uso de los nuevos aparatos digitales móviles y su adaptación al campo de la comunicación, por otro, planean algunas cuestiones de difícil respuesta: ¿podrán los antiguos dirigentes ser los guías que requiere una situación tan excepcional como la que vive el periodismo?, ¿qué resultará de un cambio que sigue teniendo como objetivo principal la búsqueda de beneficios?, ¿podrán los nuevos responsables contratados para la ocasión, con una formación eminentemente económica, devolver el brillo perdido a un sector que necesita ser rescatado del pozo de pérdidas en el que han caído tras años de dudosa gestión?.

Desde un punto de vista metodológico, esta ponencia pretende poner de relieve la oportunidad que representa para los profesionales y las empresas de comunicación en general, la plena incorporación de estos los terminales inteligentes a las rutinas diarias del trabajador así como las dificultades que el


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uso de estas herramientas está provocando a la hora de ejecutar las tareas propias de la elaboración de las agendas informativas.

Palabras clave: smartphone; redacción multimedia; convergencia digital; ciberperiodismo; periodista digital; dispositivos móviles

1. Introducción

En pleno proceso de transformación, la redacción de la empresa periodística está acusando la inestabilidad derivada de la severa crisis económica que azota a los negocios que operan en el ámbito de la comunicación en España que a su vez, ya están inmersos en su propia revolución interna producto de la caída de los ingresos publicitarios y la más que evidente división existente a la hora de definir procesos productivos y objetivos empresariales.

Hace solo unos días, la dirección del periódico español El País1 acometía uno de los recortes de plantilla, vía expediente de regulación de empleo (ERE), más duros de su historia reciente que supuso el despido de 129 profesionales. Tras una larga y al final, infructuosa negociación entre la propiedad y los representantes de los trabajadores de un mes de duración, el diario explicaba en una tribuna sin firma, y en respuesta a la airada reacción que la medida tuvo entre la ciudadanía a través de las redes sociales, que “las razones para tan drástico y doloroso ajuste de plantilla residen no solo en la profundísima crisis económica por la que atraviesa el mercado, sino también y sobre todo en el cambio radical que está experimentando el sector, como consecuencia de la implantación de las nuevas tecnologías”.

“La implantación de las nuevas tecnologías”, que numerosos expertos sitúan como la solución al drama del desempleo y la falta de recursos que acusan estas compañías, es justo el motivo que alegan los directivos de este rotativo para justificar la medida aplicada. Por eso, aunque superar con éxito este momento de transición tecnológica, que ya dura casi una década, se ha convertido en el reto más importante y al mismo tiempo más complejo que tratan de resolver las empresas -y a la vista está, con resultados no demasiado halagüeños-, lo cierto es que la cadena de despropósitos que jalonan esta etapa aún inconclusa, producto, sobre todo, de años de decisiones erráticas, les ha llevado a consumir de forma descontrolada los recursos y los beneficios obtenidos en su época de esplendor.

1 Tribuna sin firma publicada en El País, el 11 de noviembre de 2012, bajo el título “A nuestros

lectores”. El texto es la respuesta de la dirección del diario a la negativa y airada reacción que los lectores y/o usuarios tuvieron en las redes sociales, principalmente en Twitter, tras despedir a 129 trabajadores. Extraído el 11 de noviembre de 2012: http://elpais.com/elpais/2012/11/10/opinion/1352579057_979842.html


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1.1 Mapa desigual

El mapa del sector periodístico actual plasma pues, las diversas realidades que conviven en una misma redacción. En ese contexto podemos encontrar al periodista tradicional, el de la pluma y el bloc cuya figura, aún hoy, muchos profesionales siguen reivindicando remisos a abandonar una forma de trabajar en el oficio; el profesional del método, esto es, el joven con formación y experiencia que utiliza las nuevas tecnologías solo en el ámbito doméstico y mira de soslayo la incorporación de las plataformas digitales a su lugar de trabajo porque no conoce su funcionamiento y además, teme profundizar en ellas. Su aplicación conllevaría cargas de trabajo que no está dispuesto a asumir. Y por último, el periodista digital, un nuevo perfil que empieza a hacerse un hueco en aquellos espacios que hasta hace nada, eran territorio exclusivo de los periodistas de la vieja guardia, pero alternando tareas que incluyen antiguas y nuevas prácticas.

La introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el seno de algunas redacciones está creando algunas dificultades en el proceso de integración digital que a su vez, ha provocado que los profesionales de la comunicación, tras décadas desarrollando tareas propias de la profesión (casi de forma sistemática y sin apenas variaciones), sientan la presión que ejercen los cambios estructurales y laborales que las direcciones de las compañías empiezan a imponer en un intento desesperado por sortear los problemas la falta.

1.2 Fin de un modelo económico

Por otro lado, la irrupción de las redes sociales en la vida del ciudadano no ha hecho más que modificar las relaciones que se cultivan en el marco de un entorno cada vez más cambiante. Su importancia ha ido en aumento tras la incursión de los dispositivos móviles que nos permiten estar conectados e interactuar en todo momento y casi desde cualquier lugar.

De este modo, agotado el modelo comercial vigente, sin más referencias que la escasa experiencia que deja la investigación de las grandes firmas con productos específicos en mercados nuevos, localizados y apartados del riesgo -algunos emergentes y por ende lejanos para la empresa periodística-, el debate sobre el futuro está sin duda abierto y en disposición de abordar nuevos retos.

2. Alfafetización digital

Las modificaciones que la era tecnológica ha desencadenado en el quehacer cotidiano de la población y especialmente en el del periodista, han propiciado alteraciones en la manera de interactuar con los demás. Tal es así que, en estos momentos, la brecha abierta guarda enormes similitudes con la que ya sufrieron generaciones precedentes cuando el principal problema giraba en torno a si la persona sabía leer y escribir o no.

Solo hay que reparar en que, actualmente, apenas se debate sobre el analfabetismo lingüístico de los ciudadanos que no pudieron, por razones de


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índole familiar, laboral u otras, acudir a la escuela sino que la discusión ahora se ha centrado en la escasez de conocimientos en el área digital.

2.1 La respuesta de la administración

El escaso apoyo y el pésimo funcionamiento de las administraciones en este apartado ha alimentado el crecimiento de un nuevo perfil de analfabeto al que, ineludiblemente, para que pueda competir en igualdad de condiciones con el resto de sujetos que sí adquirieron esas destrezas simplemente por haber nacido unos años más tarde o por contar con recursos para hacerlo, se le han de suministrar nuevos conocimientos que le ayuden a complementar o actualizar los que ya almacena. No obstante, la realidad es bien distinta, y ante la inexistencia de fondos, las instituciones se han quedado apenas sin posibilidad de ofrecer la respuesta que este importante sector de la población requiere.

Ante este desolador panorama, el arduo trabajo que se presenta, principalmente para las autoridades políticas pero también para la sociedad en general, amenaza con no llegar a buen puerto a cuenta de los continuos recortes aplicados al sector de la educación que sin duda, impedirán que se puedan proponer acciones suficientes para suplir las carencias detectadas.

3. Un “oficio” en la encrucijada

Curiosamente, que el uso de las nuevas tecnologías surgiera y se extendiera primero entre la población para, posteriormente, dar el salto al sector empresarial motivó que en sus inicios, cualquier decisión que estuviese relacionada con esta área, ocupara un segundo lugar en las reestructuraciones que se planificaban.

No hay que olvidar que esta fase de cambios comenzó como un movimiento protagonizado por aquella ciudadanía que los medios de comunicación siempre se esforzaron en mantener lejos de sus redacciones o del producto que publicaban. No en vano, aún hoy pervive en la prensa escrita un pequeño reducto de esa forma de entender la comunicación entre el medio y el lector y que no es otro que la sección “Cartas al director”. Reducido a una presencia casi testimonial, a través de este canal de funcionamiento bien definido se gestionan las aportaciones de la audiencia para ser publicadas…y eso en el caso de que alcancen ese último estadio.

Redactar noticias ha sido, tradicionalmente, una tarea destinada solo a los profesionales. Esa barrera, a todas luces infranqueable, que las cúpulas de los periódicos, las radios, los diferentes canales de televisión y los propios trabajadores se encargaban de que no se transgrediese por ninguna de las dos partes, empezó a presentar múltiples vías por las que los ciudadanos empezaron a “colarse” atravesando, casi sin esfuerzo, la hasta entonces inexpugnable barrera levantada durante décadas. La actividad, emprendida de forma silenciosa, apenas sin pedir permiso y a través de los numerosos canales que aportaba Internet como nuevo medio de comunicación (mensajes de texto, correos electrónicos o aportaciones realizadas en los foros sociales y


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en los blogs), ponía a disposición del lector, oyente o telespectador, ahora reconvertido en usuario, una oferta hasta entonces siquiera imaginada.

Este singular tráfico, que nació con motivo de históricos acontecimientos como el atentado contra el WorldTrade Center o las elecciones generales de marzo de 2004 en España y que posteriormente se han visto respaldadas por el movimiento 15-M o las revueltas árabes, han supuesto el comienzo del cambio después de años de incertidumbre.

3.1 Periodismo tradicional vs periodismo digital

El periodismo tradicional, tal y como lo conocemos o lo hemos practicado, está abocado a reconvertirse. La resistencia detectada en el interior de algunas firmas a procurar el cambio tiene que mucho ver no solo con el temor incorporar elementos nuevos que se escapan al control de la dirección, sino a perder el dominio y la exclusividad sobre los nuevos procesos de trabajo e incluso, el estatus adquirido. A diferencia de lo que ocurría con anterioridad, ya no basta con que se adiestre a una parte de la plantilla en el ejercicio de determinadas tareas sino que ha de involucrarse en su totalidad.

Si se estudia con detalle, la gran revolución tecnológica se ha producido fuera de los medios de comunicación que por otro lado, se han visto algo forzados a incorporar, de forma paulatina, algunas herramientas que ya empezaban a ser de uso común en la calle y entre los consumidores, es decir, justo ese público que desean captar como empresas.

Según manifiesta Castells (2009:189)2,

“Porque el proceso es tan diverso y porque las tecnologías de las comunicación son tan versátiles, el nuevo sistema de comunicación digital global se vuelve más inclusivo y comprehensivo de todas las formas y contenidos de todas las formas y contenidos de la comunicación social. Todos y todo encuentran una forma de existencia en este texto de comunicación interactiva multimodal e interrelacionada, de forma que cualquier mensaje ajeno a él sigue siendo una experiencia individual sin muchas opciones de ser comunicada socialmente”.

No resulta nada extraño comprobar cómo hasta hace relativamente poco, las infradotadas páginas web de los periódicos digitales, normalmente réplicas de sus homólogos en papel, carecían de espacios abiertos a la opinión de los lectores. La mejora de las conexiones inalámbricas, la entrada de dispositivos móviles y la actividad desplegada por los usuarios en los últimos tiempos, ha facilitado la revisión de las medidas de selección de contenidos imperantes hasta el momento.

Por otro lado, aunque los intentos han resultado vanos, eso no ha sido óbice para los distintos medios, empresas y gobiernos hayan querido reproducir en

2 Castells Oliván, M. (2009): Comunicación y poder (3ª Reimpresión). Madrid: Alianza Editorial


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Internet el sistema de control de los procesos informativos que existía fuera de ella. Este detalle, que permite unas cuotas de libertad impensables lejos del entorno digital, también representa un obstáculo para generar el clima de confianza adecuado para la creación de proyectos que atraigan inversores interesado en futuros planes de desarrollo.

4. Incorporación de la redacción multimedia a las e mpresas de comunicación

Nos enfrentamos a un futuro que es una incógnita a medio despejar, como dice Callejo (2007: 117)3

“Un futuro sin duda buscado, deseado pero a la vez temido que miran con recelo las empresas y redacciones ahora enclavadas en una suerte de cambios que se suceden en el tiempo y los que están por venir, de puestos de trabajo estáticos y tareas preestablecidas que necesariamente tendrán que evolucionar para adaptarse a nuevas formas de trabajo”. (p.117)

Acostumbrados a trabajar solo con determinadas fuentes informativas, como es el caso del correo electrónico o las agencias de noticias, la ampliación de las mismas se antoja un paso delicado y lento. A pesar de la irrupción de las nuevas tecnologías en el mundo del periodismo, las redes sociales y las plataformas que en ellas podemos encontrar, incluyendo los blogs, son elementos que se han ido incorporando a las dinámicas de trabajo de forma muy desigual. El profesional recurre normalmente a ellas en busca de datos que complemente la información y casi nunca, como núcleo principal de una noticia.

Estos nuevos nichos informativos siguen sin contar con el beneplácito de los redactores y mucho menos de las cúpulas directivas de los medios que siguen considerándolos de segundo orden. La gran incongruencia llega cuando se produce algún acontecimiento de la suficiente magnitud y trascendencia como para que esas mismas redes sociales o blogs, apartadas de las rutinas laborales habituales, se conviertan en foco de atención preferente ante la incapacidad del medio de poder cubrir una noticia de forma directa y personal.

4.1 Proximidad globalizada

El estado de globalización alcanzado en el ámbito internacional y que ha traído consigo la “proximidad globalizada” a la que hace mención Callejo (2010), no ha encontrado el eco oportuno en los medios locales y de provincias en donde aún, ese acercamiento al ciudadano no ha terminado de concretarse empeñados como están en conservar el espacio y la cuota de poder que les otorga el control de la información que obviamente, se resisten a perder.

3 Callejo Gallego, M. J. (2007): El esquema sociotemporal en la sociedad digital, Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.


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Es quizá por eso por lo que el denominado periodismo ciudadano no cuenta ni con el seguimiento ni con la cobertura deseada, un tipo de periodismo que, originalmente, proviene de fuentes no contrastadas y que el redactor aparta con desdén de su lista de fuentes informativas posibles y por supuesto, fiables.

Por otro lado, no es menos cierto que la transformación ha de operarse en todos los campos y que la responsabilidad no recae únicamente de los comunicadores. Cabe recordar que su cuota de compromiso se reduce en la actualidad a la utilización de las nuevas tecnologías en el campo doméstico o personal, portando teléfonos inteligentes desde donde siguen de cerca qué está pasando en las redes sociales o consultando el correo electrónico de forma habitual, pero que no extrapolan a sus rutinas labores cuando afrontan las tareas propias de su profesión para no enviar un mensaje a la empresa que esta pudiera confundir y que finalmente se traduzca en más trabajo por el mismo salario.

Figura 1. Las agendas y rutinas laborales de los co municadores han experimentado una verdadera revoluc ión en la última década. La imagen en la que se ve vari os periodistas y gráficos a lado de sus portátiles y smartphones y a pie de calle, corresponde al moment o previo a la celebración de una rueda de prensa qu e las autoridades de El Hierro (Canarias) ofrecieron a lo s medios con motivo de la erupción de un volcán en la costa de la Isla en septiembre de 2011. Fuente: S. CH.


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4.2 Readaptación de los perfiles profesionales

Un análisis somero de la actividad de determinadas plataformas sociales arroja datos esclarecedores sobre el comportamiento de algunos profesionales que emulan conductas propias de los modelos analógicos. Al comunicador le cuesta dejar atrás antiguas y privilegiadas posiciones de dominio de manera que estas, suelen trasladarse a la red de contactos en las comunidades virtuales. Así ocurre, por ejemplo, en Twitter, el servicio de microblogging en el que algunos profesionales repiten obsoletas fórmulas de posicionamiento mostrando interés por seguir o ‘siguiendo’, como se conoce en el argot de esta popular red social a un pírrico número de personas cuando, paralelamente, cuentan sin rubor que esperan ‘ser seguidos’ por el mayor número de usuarios que conviertan sus opiniones o sus mensajes en los más buscados e intercambiados de ese foro. Tal es así que, en el caso al que se alude, el éxito en este tipo de medios no se mide por el tráfico de contenidos sino por el número de seguidores que se acumula con lo que en realidad, se están reproduciendo los modelos de comunicación unidireccional que han sido una constante en el desempeño de sus trabajos.

Parece obvio pues, como señala Castells (2010: 5)4, y salvando las diferencias existentes entre dos perfiles que se cruzan en múltiples ocasiones -pero con papeles bien definidos y muchas veces enfrentados- como son el periodista y el político, que hay más de una coincidencia,

“Como los mensajes políticos solo llegan a los ciudadanos a través de los medios de comunicación, el lenguaje de la política tiene que adaptarse al lenguaje de los medios de comunicación. Y en ese sentido toda la política es mediática. Lo que no existe en el espacio de la comunicación no existe, punto. Puede existir como relación individual, pero no existe como comunicación socializada, es decir, aquella que potencialmente puede llegar al conjunto de la sociedad”

4.3 El papel del redactor en una redacción en trans ición

El oficio periodístico, sujeto en la actualidad a un largo proceso de transición que lleva aparejado profundos y desestabilizadores cambios, choca permanentemente con la indecisión de las empresas que aún desconocen cómo seguir el camino tecnológico que determinados indicadores de consumo les están casi imponiendo. Justo en medio se encuentran los periodistas, trabajadores enclavados, en muchos de los casos, en antiguos sistemas de producción que en los últimos diez años han ido sorteando, con más ganas que acierto, las fluctuaciones que ha generado la inmersión de la mayoría de sus conciudadanos en el apasionante mundo de las tecnologías de la información y la comunicación.

4 Castells O., M. (2010): Comunicación y poder en la sociedad red. Conferencia dictada en

IV Conferencia de Cátedra Globalización y Democracia. Universidad Diego Portales, Santiago, Chile, junio.


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Como en otros ámbitos del campo social, no existe un solo perfil ni una única forma de hacer o entender la información. Por eso, muchos de los profesionales que siguen trabajando en los medios de comunicación han pasado por el trance de tener que aprender a moverse en áreas que hasta hace no mucho tiempo les estaban vetadas. Y es que en mucha empresas llegaron a limitar el acceso a algunas plataformas (eminentemente redes sociales), por entender que se trataba de herramientas de distracción más que de trabajo -tal y como las entendemos hoy en día-.

Los mismos que hasta hace poco ordenaban el cierre de estas estructuras en horario laboral, ahora las recomiendan como fuente de noticias. Estas fluctuaciones en la instauración de determinadas prácticas no ha hecho más que ahondar en una brecha digital que se antoja de complicada gestión, porque incrementa la separación y acarrea múltiples dificultades de accesibilidad entre el grupo de trabajadores que manejan las nuevas tecnologías y los que ni siquiera se plantean hacerlo aunque, curiosamente, hayan de convivir en la misma redacción. Krüger (2006: 9)5 lo denomina la “división digital” aunque lo explica como “una desigualdad geográfica y social de poder utilizar estas tecnologías, sea por el acceso a la Internet o por la disponibilidad de un ordenador o por la competencia de saber usarlo”.

4.4 Migración digital inconclusa

Mención aparte merecen los trabajadores que, sin llegar a ser nativos digitales y con un perfil intermedio, sienten a diario la desazón que produce ignorar qué les deparará el futuro inmediato. En estos casos puede resultar poco eficiente, al hilo de las dispares decisiones tomadas por editores y gestores a las que se ha hecho referencia con anterioridad, compartir espacio de trabajo con otros redactores que diariamente desarrollan su labor armados sobre la base de la vieja redacción o con directivos que siguen reservando lo mejor o lo más preciado para el papel por temor a que la versión digital de su propio medio mengüe las ventas en los quioscos.

Asimismo, a esta singular realidad habría que sumar al colectivo de periodistas digitales que, a modo de reducto y en número generalmente escaso, quedan ubicados en una estancia que discurre paralela pero no dentro del medio principal, y donde informáticos y redactores trabajan confundiendo e incluso intercambiando tareas. Por eso, los salarios que se destinan para ese grupo de trabajadores, igual que la categoría profesional, suele estar por debajo de sus compañeros del papel.

5. Evolución de la relación entre el periodista y e l usuario

Contrariamente a lo que se piensa, la relación entre periodista y usuario, marcada por la histórica distancia que siempre ha existido entre sendos actores, se enfrenta a una readaptación que tiene como escenario las nuevas

5 Krüger, K. (2006): “El concepto de Sociedad del Conocimiento”. Revista Bibliográfica de

Geografía y Ciencias Sociales, XI (683), 8.


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tecnologías. El proceso de acercamiento entraña complejidades manifiestas porque no solo obliga al redactor a realizar maniobras que no estaban incluidas en sus tareas diarias sino a adquirir destrezas en campos que desconocía totalmente. Para cuando el profesional se da cuenta de los resultados que se obtienen tras realizar una eficaz búsqueda en la red o tejer una malla de contactos en torno a los temas o áreas que trata a diario, ya se ha recorrido una parte importante del camino que lleva a la aclimatación digital y que resultará fundamental cuando no decisivo, en el desempeño de sus labores profesionales.

Precisamente de habilidades en el manejo de la información que hay en la Internet habla Pavlik (2001)6 quien apunta a este foro como el lugar donde podemos encontrar un volumen ingente de información, mucha de ella de gran calidad y que puede resultar, bien utilizada, una magnífica fuente de información periodística, sobre todo –continúa-, cuando se trata de dar lo que en el argot de la profesión se denomina flash informativo, o lo que viene a ser lo mismo, la antesala de la noticia. Pero al mismo tiempo que destaca las bondades de la red, también hace especial hincapié en los contenidos de origen dudoso, que pueden carecer de valor o son deliberadamente engañosos, y que son los que ponen a prueba la destreza del profesional para detectarlos en una más que necesaria criba que ha de ser crítica en la evaluación de lo que se obtiene.

5.1 El uso de las TIC en el ámbito de la comunicaci ón

La proliferación de dispositivos inteligentes ha popularizado algunas herramientas gestadas para potenciar la interacción entre clientes y por ende, de estos con el resto de medios de comunicación. Simultáneamente, las principales compañías se han lanzado a la búsqueda y utilización de múltiples parámetros que les permitan acceder primero, y conocer después, hasta el último detalle de sus seguidores, una cuestión de fácil resolución si se tiene en cuenta que son los propios usuarios los que proporcionan todos los datos requeridos con el afán de tener presencia en este nuevo escaparate globalizado.

Si bien es cierto que con Internet se abre un mundo de infinitas posibilidades, también lo es que un uso adecuado de la información requiere destreza y conocimientos que no siempre se tienen, no ya para escoger aquello que nos interesa sino para saber si lo que hemos encontrado tiene la validez y el rigor que necesitamos.

Las TIC proveen de nuevo material al comunicador pero también de nuevos desafíos. La formación continua se plantea pues, como una necesidad, y el apoyo de la informática es fundamental en un proceso que para muchos concluía al término de los estudios universitarios. La posibilidad de abordar la

6 Pavlik, J. V., (2001): El periodismo y los nuevos medios de comunicación (2ª Reimpresión).

Barcelona: Paidós


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especialización, apoyados en la tecnología, es algo que solo se conoce desde que la red de redes se instaló entre la población provocando una auténtica revolución en casi todos los órdenes de la vida.

5.2 Herramientas 2.0: vídeo, audio y texto

La integración de texto, vídeo, sonido o animaciones en los nuevos espacios marcados para el desarrollo del periodismo forman parte indiscutible de las rutinas de sus profesionales. Y todos son recursos puestos a disposición de una nueva forma de entender la información, la comunicación y la distribución de contenidos.

Con el uso del smartphone se han llegado a conseguir cotas de popularidad y autonomía nunca antes conquistadas en el desempeño de la profesión. Las posibilidades que estos dispositivos ofrecen a los redactores son múltiples: desde captar una imagen hasta grabar sonido o redactar un texto que puede ser enviado a kilómetros de distancia del lugar donde se produjo la noticia evitando los desplazamientos que antes se tenían que realizar, indefectiblemente, para dejar el material que minutos más tarde debía ser editado antes de su emisión.

La simplificación de las tareas que nos ha proporcionado las TIC tiene un valor incalculable sobre todo, si nos guiamos de parámetros como el ahorro de costes que supone implantar este sistema de producción y gestión integral de información así como en la sencillez y rapidez de los procedimientos que están vinculados a su uso y que lo coloca, sin duda, como uno de los más sostenibles


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Figura 2. Imagen obtenida tras el registro y edició n de un audio en una rueda de prensa celebrada con motivo de la erupción de un volcán en la isla canaria de E l Hierro, en octubre de 2011. Appel ofrece en sus t erminales (el de la instantánea se corresponde a un iPhone 4) un servicio que permite no solo tratar de forma se ncilla e intuitiva el audio sino su envío posterior. Fuente: S. CH

5.3 Desarrollo del periodismo a través de los disp ositivos móviles

Lo primero que se puede decir de este emergente e incipiente subsector es que todo cuanto en él empieza a moverse es experimental y que básicamente por eso también, aglutina un mundo de oportunidades aún por explorar y descubrir. No obstante, tal y como ha quedado reflejado con anterioridad, aunque el momento es histórico, el miedo que provoca la crisis económica y financiera mundial y la que está padeciendo el propio sector de la comunicación con miles de trabajadores que han perdido su empleo (más de 6.000 en lo que va de 2012) desde que esta comenzó, ha paralizado cualquier iniciativa que estuviese orientada a la innovación o a la adaptación digital de las redacciones.

Existen ejemplos de convergencia digital de indudable éxito que se han llevado a cabo en medios locales, esto es, aquellos que más próximos están al ciudadano. Justamente por moverse en ese ámbito suelen contar con más facilidades u oportunidades a la hora de experimentar pero, en contraposición, es habitual que no reciban el respaldo empresarial necesario para refrendar un cambio auspiciado por trabajadores ávidos de nuevas experiencias. Carecer de un modelo económico específico que garantice la obtención de beneficios a los


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que esas compañías estaban acostumbradas, suele frenar la mayor parte de los proyectos que se ponen en marcha.

Así, Chinea (2011)7 traslada con un ejemplo las posibilidades que ofrece una emisora de radio convencional formada por un equipo de redactores, técnicos y directivos acostumbrados a moverse eminentemente en el ámbito analógico. La puesta en marcha de las primeras operaciones para digitalizar el medio llevan al personal a trabajar con sencillas pero eficaces instrumentos, como los smartphones o teléfonos inteligentes y las redes sociales, que les proporcionan un canal de comunicación permanentemente abierto, bidireccional y sin límites temporales con los oyentes que también adoptan ahora el rol de usuarios.

El cambio de sistema exige dedicación, un aprendizaje que, de momento, no se adquiere en la mayoría de las facultades y un acercamiento a las TIC que debe superar la barrera de lo doméstico y profesionalizarse porque los datos, que son ingentes, tras su recepción han de interpretarse y contrastarse.

Al margen de estas prácticas que ya se dan, aunque no estén plenamente extendidas en el seno la mayoría de empresas de comunicación, los procedimientos de generación de información ganan en velocidad, sencillez y efectividad. Con la utilización de los recursos que un simple dispositivo móvil pone al servicio del reportero, puede realizarse el envío de todo tipo de archivos audiovisuales, gráficos o de texto a través del correo electrónico o de los chats gratuitos que se pueden encontrar en las diferentes aplicaciones previa descarga.

En la imagen que acompaña a este texto se puede comprobar cómo, durante la cobertura de la constitución de los ayuntamientos canarios que se realizó tras la celebración de las elecciones locales de mayo de 2011, el equipo de informativos de una emisora de radio local en Canarias puso en marcha un chat -mediante una aplicación que se puede encontrar de forma gratuita o a precios relativamente simbólicos en los aparatos inteligentes (Whatsap Messenger)-, que se convirtió en vital punto de encuentro de redactores, técnicos, conductor de programa y gestor de contenidos que formaban parte del dispositivo.

El principal objetivo de la creación de esta multiplataforma no era otro que coordinar y canalizar las órdenes emitidas, conocer la actividad de los compañeros destacados en la redacción y/o las diferentes posiciones informativas casi en tiempo real así como evitar las engorrosas llamadas telefónicas que son inherentes a la organización de dispositivos de esta envergadura. Esta práctica permite, con un procedimiento simple, nítido y preciso, alcanzar una velocidad en la transmisión de datos recogidos en el lugar de la noticia nunca antes conocida.

7 Chinea Rodríguez, M. S., (2011): “Aplicación de la telefonía móvil y las nuevas tecnologías al periodismo: los smartphones y las redes sociales en la radio local”. Comunicación presentada en el V Congreso de Periodismo en red, Madrid (España), noviembre.


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Figura 3. Imagen del chat creado, a través de la ap licación WhatsApp, por una radio local canaria (Rad io El Día) con motivo de la Constitución de Ayuntamientos cel ebrada en junio de 2011. Fuente: Radio El Día

El método aplicado a los procesos de trabajo, como se ha podido observar, está cambiando y la necesidad de que termine de materializarse de una vez por todas resulta pues, apremiante. Sin olvidar la fulgurante evolución que ha tenido el desarrollo de máquinas cada vez más intuitivas, lo que va creciendo es el número de ciudadanos que cuentan con conocimientos técnicos suficientes como para manejar aparatos que les permiten estar permanentemente conectados a la red conociendo qué pasa en cada momento y al mismo tiempo, participando activamente desde el lugar donde se encuentren. Las cifras no dejan lugar a dudas, comScore (2011)8, empresa líder en medición del mundo digital, publicó recientemente un estudio que reflejaba el aumento del 5% en el consumo de medios digitales multiplataforma en España impulsado por el crecimiento en la adquisición de smartphones, tabletas y otros dispositivos webs, conocidos comúnmente como dispositivos conectados.

Iniciativas como la que queda plasmada en la imagen que se aporta -y que ha sido extraída del perfil de una emisora local-, acercan la noticia, en sus

8 comScore (2011): “Los smartphones y las tabletas suponen casi el 5% del tráfico digital en cinco países de la Unión Europea”. Extraído el 25 de febrero de 2012 en: http://www.comscore.com/esl/Press_Events/Press_Releases/2011/10/Smartphones_and_Tablets_Drive_Nearly_5_Percent_of_Digital_Traffic_in_EU5


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múltiples vertientes, al consumidor. La utilización de los mecanismos con que las TIC procuran al profesional -sobre todo aquellas que son móviles-, un sólido nexo con un usuario cada vez más involucrado con los nuevos formatos en los que por cierto, adopta un papel activo, principalmente comentando informaciones, aportando nuevos datos o simplemente realizando valoraciones sobre lo que ve, lee o escucha a través de la web.

Figura 4. Página de Facebook de una radio local (AB C Punto Radio Tenerife) convertida en web informati va. La noticia destacada corresponde al seguimiento inform ativo que este medio realizó en Canarias de la cele bración de la huelga general convocada por los sindicatos e l 14 de noviembre de 2012 en todo el territorio esp añol. Fuente: ABC Punto Radio Tenerife.

5.4 Revitalización de “lo local”

La globalización que ha surgido de la mano de las nuevas tecnologías ha generado un interesante fenómeno en el entorno de lo local: la revitalización de lo próximo. Empieza a ser una constante en los últimos tiempos que los habitantes de un determinado barrio, ciudad o municipio demanden noticias sobre lo que está pasando a su alrededor, es decir, sobre aquellos espacios en los que se mueven habitualmente y cuya información, instantánea y actualizada al minuto, les ayuda a simplificar el abordaje de las tareas diarias, desde los desplazamientos geográficos hasta los momentos de ocio.

Parece evidente que estamos asistiendo a un movimiento que ahora, en plena era de lo que otros autores también denominan mundialización, se está dando pero a la inversa, y por lo tanto se produciendo una geolocalización desde la globalidad. Así, todos estos instrumentos móviles, a los que recurrimos en busca de respuestas eficaces, cortas y funcionales, no hacen más que aproximarnos, cada día más, al sistema con el que, a buen seguro, nos manejaremos en un futuro no muy lejano.


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5. Cambio de paradigma

En apenas una década, y ante la necesidad de abordar la cobertura de acontecimientos noticiosos de similares características que requerían de la puesta en marcha de un dispositivo específico, la comunicación ha estado sujeta a un permanente proceso de innovación producto de la incorporación de las TIC y del protagonismo adquirido por estas en el desempeño de la labor periodística.

Entre los antecedentes cabría recordar episodios como el sucedido el 31 de marzo de 2002 en el área metropolitana de Tenerife (Canarias), cuando un fenómeno de gota fría descargó 129 litros de agua por metro cuadrado en una hora y la telefonía móvil se convirtió en el canal de comunicación de referencia para los afectados por aquella riada, igual que lo fue para los familiares y amigos que buscaban, a través de las llamadas, información de sus seres queridos. La lluvia torrencial dejó 8 víctimas mortales a su paso por la Isla.

Solo unos años más tarde (noviembre de 2005), la tormenta tropical Delta provocó vientos huracanados, también en Canarias, que llegaron a alcanzar los 150 kilómetros por hora en zonas de costa y casi los 250 en las cumbres de Tenerife. En medio de la destrucción y el caos, el servicio de mensajería de pago (sms) que incorporaban los aparatos móviles en aquel momento, se convirtió en el absoluto protagonista en las emisoras de radio locales que lograron mantener, a base de grupos electrógenos propios, el contacto con la población afectada mediante las plataformas sms que recibían los textos en los estudios. Se podría considerar que este soporte fue, antes de la irrupción de Internet, la antesala de la interconectividad de la que hacen gala las redes sociales con la salvedad de que no permitía sino conexiones unidireccionales mientras que la respuesta se obtenía a través del sistema convencional, esto es, por aire.

A través de este método, los medios que lograron seguir emitiendo en tan adversas circunstancias se erigieron en el vínculo necesario y casi de urgencia, entre los cuerpos de seguridad, los efectivos sanitarios y los propios vecinos que solicitaban socorro inmediato puesto que la fuerza del viento destrozó el tendido eléctrico y unas 300.000 personas se quedaron sin suministro, en algunos casos, durante una semana o más en algunas zonas geográficas.

5. Dispositivos que marcan tendencia

La revolución digital parece que no ha hecho más que empezar. Hace algún tiempo, Sogeti (2012)9, compañía especializada en servicios y soluciones de tecnología perteneciente al Grupo Capgemini, presentó ‘The App effect’, el último libro del Instituto VINT que analiza los efectos de la revolución social que está provocando el uso masivo de dispositivos móviles y sus aplicaciones y la aparición de un nuevo tipo de usuario conectado permanentemente a ellos. Según las conclusiones de ‘App Effect’:

9 Sogeti (2012): “Sogeti prevé que las más de 44.000 millones de Apps que se usarán en el mundo en 2015 generarán una adicción en 2020”. Versión preliminar para los medios de comunicación. Nota de prensa. (Manuscrito no publicado). Madrid, España. Extraído el 25 de mayo de 2012 en: http://www.es.sogeti.com/PageFiles/55/Sogeti-the-app-effect.pdf


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“Estamos entrando en la era post-PC y en 2020 la mayoría de las personas serán adictas a las Apps, lo que obligará a empresas y organizaciones a transformarse en social business”. El libro rastrea los 10 efectos que conforman el denominado “nuevo capital social” y analiza las repercusiones que generará la adicción de los usuarios, conectados a sus Apps personales las 24 horas del día, siete días a la semana, y atrapados por lo que lo que el libro califica de ‘sexto sentido’.

‘The App Effect’ apunta a que “el uso intensivo de las redes sociales está incitando a las empresas a entablar un dialogo activo con los usuarios. Al mismo tiempo, subculturas y contraculturas de las redes sociales, como WikiLeaks, Anonymus y otros “hacktivists”, están forzando a las organizaciones a ser plenamente transparentes. Como consecuencia, el denominado consumidor digital inteligente 24/7 está conquistando un poder que supera el de cualquier otra estructura o sistema conocidos”.

Si hoy se realizara una consulta rápida a los usuarios de dispositivos inteligentes sobre la utilidad de estos aparatos, posiblemente muchos coincidirían en que, después de usarlos, ya no sabrían qué hacer sin ellos o incluso que apenas pueden recordar cómo eran sus vidas antes de su adquisición. Se han convertido en algo así como la extensión de la mano para muchos ciudadanos y por ende, para numerosos periodistas. Ciertamente, en el plano profesional, estos utensilios, cuyo uso se ha hecho casi imprescindible, han adquirido una posición de privilegio porque, no solo ha simplificado tareas, sino que funcionan como perfecto centro de operaciones con el que realizar gestiones o establecer una red de contactos.

6. Irrupción de las redes sociales

Asimismo, Osuna (2010: 138)10 recuerda que los medios de comunicación han jugado siempre un papel determinante “en los procesos de construcción cultural de la sociedad”. En este sentido, “la diferencia entre los antiguos y los nuevos medios es que éstos otorgan un papel muy importante a la ciudadanía” y aunque esa es la tendencia general, lo cierto es que en los denominados medios tradicionales que están protagonizando la adaptación al mundo digital, el cambio está aún inconcluso. Efectivamente se detecta cierto movimiento aperturista pero, solo de forma parcial puesto que los comentarios que los ciudadanos insertan en las páginas con las que interactúan, siguen sufriendo el control y la censura del contenido que se transmite.

En una empresa donde la comunicación ha de ser el elemento estrella y por ende, la publicación de los múltiples contenidos que les llega (previa criba), no

10 Osuna Acedo, S. (2010): “Interactuantes e interactuados en la Web 2.0”. En Conectados en

el ciberespacio (Coord., R. Aparici). Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia


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se suelen permitir intromisiones externas, que es como se considera al mensaje del usuario que establece contacto con los medios. Esta es una tarea circunscrita a los profesionales y su solo tratamiento se percibe incluso con cierto desdén. Los visitantes de las webs corporativas, blogs y redes sociales son colaboradores necesarios, nada más. Esta es una realidad que se encuentra bastante alejada de lo que ocurre en otros sectores de la sociedad donde esa interacción llega a ser, como remata la propia Osuna, el “verdadero valor del ciberespacio”.

Es común comprobar en estos escenarios virtuales cómo, a menudo, desde las compañías periodísticas se responde con mensajes estandarizados a los oyentes o simplemente no se contesta, como ocurre en muchas otras. No obstante, estos foros pueden llegar a ser un buen punto de partida para saber qué está pasando, eso sí, si se utiliza como canal informativo y/o punto de unión con la realidad que, queramos o no, sigue discurriendo fuera de las paredes de una redacción.

Con la irrupción de los terminales inteligentes y la entrada de las redes sociales en las redacciones se suplen ciertas ausencias y se restituyen carencias que pueden surgir con el aislamiento del profesional.

7. Conclusión

Es difícil prever qué pasará en el futuro o cuáles serán las innovaciones que acarreará el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación en los diferentes sectores profesionales pero, lo que sí es evidente es que la reconversión definitiva tendrá que emprenderse en breve. Muchas empresas e instituciones siguen conservando anquilosados técnicas de trabajo que, teniendo en cuenta cómo y con qué rapidez se mueve el mercado, pronto dejarán de ser competitivas puesto que conviven con otras firmas que ya han empezado a rearmarse. La adaptación o reinvención, de no producirse, las situará al borde de la extinción. Así, el panorama se presenta complejo pero especialmente sugerente para los profesionales que ansían innovación y otros retos en un campo donde queda mucho por hacer.

Lo que empieza a pesar sobremanera es el tiempo transcurrido entre la aparición de los primeros recursos tecnológicos y el momento actual, un período que se antoja excesivamente largo como para que el cambio que ha de efectuarse, cristalice y se realice de forma tranquila. Que haya coincidido con la consabida crisis económica y que las instituciones académicas, eminentemente las de carácter público, no hayan sabido o podido actualizar sus planes de estudios o incluso, hayan dejado pasar, en época de bonanza, la reorganización de los diseños curriculares existentes, no presagia nada positivo. En el peor de los casos, nos deja inmersos en una etapa que ya se torna ciertamente convulsa y para la que no disponemos de manual de instrucciones.

Lo que algunos denominan revolución tecnológica, posiblemente se halle en su estadio inicial y el verdadero estallido esté aún por suceder. Quienes se ocupan de gestionar los recursos no solo en el ámbito educativo sino en el resto de las áreas, centran su atención ahora en cuestiones más apremiantes


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que no incluyen más gasto en la implantación de las TIC. Ahora mismo, las prioridades de los distintos gobiernos, tanto de ámbito nacional como regional o local, caminan por otros derroteros y se centran en cubrir las necesidades básicas de la población. Eso sin hablar de la situación de absoluto abandono que sufren los países subdesarrollados donde esta discusión está a años luz de producirse siquiera.

Sin duda resulta complicado hablar de escenarios digitales y del futuro de los cibermedios sin hacerlo desde la incertidumbre de no saber qué nos deparará el futuro más inmediato y sobre todo, cómo se desarrollará este sector. Sin embargo, sí se prodiga en los textos y en la red una reflexión que comparten algunos expertos en la materia y que se podría resumir en lo que decía López, (2008: 69)11:

“A pesar de la decepción que provoca en muchos ciudadanos el periodismo que ofrecen muchos medios de comunicación, el nuevo escenario digital ofrece nuevas posibilidades para una mayor participación, un mayor control de los procesos comunicativos y una mayor transparencia. Es verdad que los flujos ininterrumpidos de información crean mucho ruido, pero no es menos cierto que los ciudadanos disponen de herramientas para intentar cambiar el rumbo de los medios y del periodismo. El paso del tiempo nos permitirá comprobar si los ciudadanos saben aprovechar la oportunidad que se presenta o, si por el contrario, los viejos tiburones de la información siguen imponiendo sus reglas y sus mensajes”

Y es que, a pesar de que existan las plataformas adecuadas y lo suficientemente estructuradas para que se realice un cambio tecnológico, las herramientas oportunas que posibilitarían la buscada transformación y una comunidad receptiva y lo sobradamente permeable como para absorber conocimientos nuevos que nada tienen que ver con lo aprendido hasta el momento, no es una garantía para que se efectúe la ansiada digitalización del proceso de trabajo.

8. Bibliografía:

Callejo Gallego, M. J. (2007): El esquema sociotemporal en la sociedad digital, Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Castells Oliván, M. (2009) Comunicación y poder (3ª Reimpresión). Madrid: Alianza Editorial

Castells O., M. (2010): Comunicación y poder en la sociedad red. Conferencia dictada en IV Conferencia de Cátedra Globalización y Democracia. Universidad Diego Portales, Santiago, Chile, junio.

11 López García, X. (2008): Ciberperiodismo en la proximidad. Sevilla: Ed. Comunicación Social, Ediciones y Publicaciones.


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Chinea Rodríguez, M. S., (2011): “Aplicación de la telefonía móvil y las nuevas tecnologías al periodismo: los smartphones y las redes sociales en la radio local”. Comunicación presentada en el V Congreso de Periodismo en red, Madrid (España), noviembre.

comScore (2011): “Los smartphones y las tabletas suponen casi el 5% del tráfico digital en cinco países de la Unión Europea”. Extraído el 25 de febrero de 2012 en: http://www.comscore.com/esl/Press_Events/Press_Releases/2011/10/Smartphones_and_Tablets_Drive_Nearly_5_Percent_of_Digital_Traffic_in_EU5 El País, (2012): “A nuestros lectores”. En Tribuna, Madrid, noviembre. Extraído el 11 de noviembre de 2012: http://elpais.com/elpais/2012/11/10/opinion/1352579057_979842.html

Krüger, K. (2006). El concepto de Sociedad del Conocimiento. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, XI (683), 8.

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Pavlik, J. V., (2001) El periodismo y los nuevos medios de comunicación (2ª Reimpresión). Barcelona: Paidós

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