9
57 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): resultados preliminares de la campaña del año 2002 Rosa Villar Quinteiro - Xestión Integral do Patrimonio. Apdo.: 56 / 36300 Baiona 1. PRESENTACIÓN. Los trabajos arqueológicos rea- lizados en el verano de 2002 en la Cueva del Rei Cintolo (Mondoñedo, Lugo) tuvieron como objetivo obte- ner una valoración arqueológica glo- bal de la denominada galería central o superior. Dicha valoración, en rela- ción con las potencialidades arqueo- lógicas, se planteaba como un requi- sito previo y fundamental para la pla- nificación que sobre ésta, pretende realizar el Ayuntamiento de Mondo- ñedo, encaminada a la puesta en valor de la citada galería. El marco administrativo en el que se inscribe esta actuación res- ponde a un convenio entre el Ayunta- miento de Mondoñedo y la Universi- dad de Santiago, implicando al Departamento de Historia I, de cuyo proyecto global de actuaciones -cueva del Rei Cintolo y castro de Zoñán- son directores científicos los profesores D. Fernando Acuña Cas- troviejo -catedrático de arqueología-, Dñª Raquel Casal García -profesora de arqueología- y Dñª Josefa Rei Castiñeiras -profesora de prehistoria- Las cavidades cársticas y los abrigos formados en terrenos calizos se perfilan como ambientes de gran potencialidad para la conservación de restos prehistóricos, susceptibles de aportar valiosos datos acerca de la vida del hombre que de otra forma, no sería posible descubrir. En nuestra Comunidad, los terrenos calizos donde se producen estas formaciones son escasos, dominando una geología compuesta de granitos, cuarcitas, esquistos, etc. fundamentalmente, por lo que se reducen notablemente las posibilida- des de disponer de formaciones kárs- ticas. Únicamente en la franja más oriental de las provincias de Lugo y Ourense podemos localizar algunas de estas formaciones relacionadas con lo que realmente corresponde a las estribaciones más occidentales del macizo calizo de la Cordillera Cantábrica o en el contacto con las tierras del N.O. de la Meseta. En consecuencia, la valoración que en nuestra Comunidad se hace de un sistema cárstico como el deno- minado Rei Cintolo (Mondoñedo, Lugo) que con más de seis kilóme- tros de desarrollo, le convierte en el más importante de este territorio y por tanto, en el más conocido entre todo tipo de públicos y el que más expectación levanta, bien sea entre los científicos, deportistas, aficiona- dos, curiosos de todo tipo, etc. Ya desde finales del s. XIX tenemos referencias de exploracio- nes en el Rei Cintolo en las que por primera vez, el interés científico -y concretamente prehistórico- es el elemento motivador de tales incur- siones. El trabajo de Villaamil y Cas- tro en esta y otras cavidades del Ayuntamiento de Mondoñedo (1870, 1873) representan la entrada de la investigación sobre las etapas más antiguas de la prehistoria en Galicia [v.p.e. (Llana 1990; Pereira González 1995; Senín Fernández 1995). En los resultados que de dichos trabajos publica Villaamil, nos encontramos con referencias a una secuencia estratigráfica en la que se encontrarían niveles conteniendo fauna -compuesta de huesos largos y supuestamente antigua- y elementos de piedra tallada, además de carbo- nes. Parte de estos materiales se depositaron en el Museo Provincial de Lugo, parte se quedaron en el ámbito particular y actualmente son ilocalizables -incluso los que se habían enviado al Museo Arqueoló- gico Nacional de Madrid-. Como consecuencia de estas referencias, casi un siglo más tarde, cuando las transferencias sobre patri- monio son traspasadas al gobierno autonómico, la Cueva del Rei Cinto- lo es catalogada como yacimiento paleolítico. 2. LOCALIZACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LA CUEVA. La Cueva del Rei Cintolo se localiza en el Ayuntamiento de Mon- doñedo (Lugo), a unos 6 km del cen- tro urbano. Para llegar a ella, hay que salir por la carretera que por el Sur nos lleva a la parroquia de Argomoso y continuar hasta Supena. 1 Según las hojas 24-1 e 24-3 del mapa topográfico nacional del Instituto Geográfico Nacional. Escala 1:25.000.

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

  • Upload
    others

  • View
    6

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

57

Intervención arqueológica en la Covado Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): resultadospreliminares de la campaña del año 2002Rosa Villar Quinteiro - Xestión Integral do Patrimonio. Apdo.: 56 / 36300 Baiona

1. PRESENTACIÓN.

Los trabajos arqueológicos rea-lizados en el verano de 2002 en laCueva del Rei Cintolo (Mondoñedo,Lugo) tuvieron como objetivo obte-ner una valoración arqueológica glo-bal de la denominada galería centralo superior. Dicha valoración, en rela-ción con las potencialidades arqueo-lógicas, se planteaba como un requi-sito previo y fundamental para la pla-nificación que sobre ésta, pretenderealizar el Ayuntamiento de Mondo-ñedo, encaminada a la puesta envalor de la citada galería.

El marco administrativo en elque se inscribe esta actuación res-ponde a un convenio entre el Ayunta-miento de Mondoñedo y la Universi-dad de Santiago, implicando alDepartamento de Historia I, decuyo proyecto global de actuaciones-cueva del Rei Cintolo y castro deZoñán- son directores científicos losprofesores D. Fernando Acuña Cas-troviejo -catedrático de arqueología-,Dñª Raquel Casal García -profesorade arqueología- y Dñª Josefa ReiCastiñeiras -profesora de prehistoria-

Las cavidades cársticas y losabrigos formados en terrenos calizosse perfilan como ambientes de granpotencialidad para la conservaciónde restos prehistóricos, susceptiblesde aportar valiosos datos acerca de lavida del hombre que de otra forma,no sería posible descubrir.

En nuestra Comunidad, losterrenos calizos donde se producenestas formaciones son escasos,dominando una geología compuestade granitos, cuarcitas, esquistos, etc.fundamentalmente, por lo que sereducen notablemente las posibilida-des de disponer de formaciones kárs-ticas. Únicamente en la franja másoriental de las provincias de Lugo yOurense podemos localizar algunasde estas formaciones relacionadascon lo que realmente corresponde alas estribaciones más occidentalesdel macizo calizo de la CordilleraCantábrica o en el contacto con lastierras del N.O. de la Meseta.

En consecuencia, la valoraciónque en nuestra Comunidad se hacede un sistema cárstico como el deno-minado Rei Cintolo (Mondoñedo,Lugo) que con más de seis kilóme-tros de desarrollo, le convierte en elmás importante de este territorio ypor tanto, en el más conocido entretodo tipo de públicos y el que másexpectación levanta, bien sea entrelos científicos, deportistas, aficiona-dos, curiosos de todo tipo, etc.

Ya desde finales del s. XIXtenemos referencias de exploracio-nes en el Rei Cintolo en las que porprimera vez, el interés científico -yconcretamente prehistórico- es elelemento motivador de tales incur-siones. El trabajo de Villaamil y Cas-tro en esta y otras cavidades delAyuntamiento de Mondoñedo (1870,1873) representan la entrada de la

investigación sobre las etapas másantiguas de la prehistoria en Galicia[v.p.e. (Llana 1990; Pereira González1995; Senín Fernández 1995).

En los resultados que de dichostrabajos publica Villaamil, nosencontramos con referencias a unasecuencia estratigráfica en la que seencontrarían niveles conteniendofauna -compuesta de huesos largos ysupuestamente antigua- y elementosde piedra tallada, además de carbo-nes. Parte de estos materiales sedepositaron en el Museo Provincialde Lugo, parte se quedaron en elámbito particular y actualmente sonilocalizables -incluso los que sehabían enviado al Museo Arqueoló-gico Nacional de Madrid-.

Como consecuencia de estasreferencias, casi un siglo más tarde,cuando las transferencias sobre patri-monio son traspasadas al gobiernoautonómico, la Cueva del Rei Cinto-lo es catalogada como yacimientopaleolítico.

2. LOCALIZACIÓNY DESCRIPCIÓNDE LA CUEVA.

La Cueva del Rei Cintolo selocaliza en el Ayuntamiento de Mon-doñedo (Lugo), a unos 6 km del cen-tro urbano. Para llegar a ella, hay quesalir por la carretera que por el Surnos lleva a la parroquia de Argomosoy continuar hasta Supena.

1 Según las hojas 24-1 e 24-3 del mapa topográfico nacional del Instituto Geográfico Nacional. Escala 1:25.000.

Page 2: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

59

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

58

Rosa Villar Quintero

A continuación se trazó un sis-tema de cuadriculado en unidades de1m2., fijándose el N. arqueológicocoincidente con el fondo de la gale-ría y de forma que la puerta secorresponde con el S (Fig. 2).

Realizada esta operación, setomaron las medidas de profundidad-valores de Z- en cada cuadro, refle-jando así el particular relieve de lazona de intervención, que estabamarcado por las actuaciones previascon remoción de tierras, la acumula-ción de los sedimentos removidos ymezclados con elementos de conta-minación contemporánea, además debloques medianos de desprendimien-to y formaciones propias de cueva,como estalagmitas.

A continuación se procedió alimpiar los sondeos de 1991 -queahora se denominan MJ-1 el de laentrada y MJ-2 el del interior-, y areavivar sus perfiles para poder obte-ner una descripción de las secuenciasestratigráficas y evaluar su informa-ción.

Además de esto, fue necesariodefinir las principales alteracionesidentificadas en un espacio útil queen total no supera los 40 m2. Laszonas de alteración identificadassupusieron la remoción de sedimen-tos y se desconoce la época en quepudieron haber tenido lugar, asícomo sus autores (Fig. 3). Como seobserva en el croquis, estas zonasson básicamente:

Trinchera central (Fig. 3): nues-tra fila de cuadros 5 (A, B, C, D)corresponde a una gran trinchera queatraviesa todo el espacio central delpórtico, de lado a lado. En cuanto asus dimensiones, en origen debió de

Foto 1. Entrada actual a la Galería Central de la Cueva del Rei Cintolo.

La cueva se abre hacia el S-SO.En la ladera del Couto do Rei quecae al valle del río Valiñadares, a unaaltitud de 330m y coincide con lascoordenadas U.T.M. correspondien-tes a los puntos X.632.177,Y.4.806.1861. (Foto 1) Este monteforma parte de la Serra de Lourenzá,que delimita el valle por el S-S.E.

Como se observa en su planta(Fig. 1) la complejidad de salas ycorredores –en ocasiones angostos yde escasa altura- que componen elsistema kárstico Rei Cintolo deter-minan un enrejado laberíntico. Eldesarrollo vertical del sistema en laactualidad se establece en 58m., loque representa que desde la entradaactual -situada a unos 50m. hasta elmismo nivel de la carretera, el inte-rior de este monte está totalmentehoradado por el karst.

A partir de ahora nos detendre-mos en la galería central o superiorque presenta el acceso actual al siste-ma y que corresponde con el espacioobjeto de nuestros trabajos, y del quese pretende su puesta en valor. Con

un desarrollo de unos 150m., laentrada se hace cómodamente aun-que es necesario agacharse un poco,pero enseguida da paso al pórtico,constituido por un espacio de unos40m2. A la izquierda hay una peque-ña gatera y a la derecha se inicia unarampa de descenso hacia salas ycorredores.

3. METODOLOGÍA.

Tras una valoración de lascaracterísticas morfológicas y delgrado de alteración antrópica regis-trado en este espacio, decidimos pla-nificar una excavación en área en elpórtico.

Para ello y como paso previo acualquier acción, se estableció elpunto y plano 0 como referentes paralas reconstrucciones topográficas asícomo para las medidas de las coor-denadas que nos permiten resituarcada elemento. La referencia delpunto 0 se establece en la mismaentrada de la cavidad, en la paredderecha, a 1,35m. del suelo.

Fig.

1. P

lano

gen

eral

de

la C

ueva

del

Rei

Cin

tolo

. El s

ecto

r C

entr

al c

orre

spon

de a

la g

aler

ía s

uper

ior,

obje

to d

e es

ta in

terv

enci

ón a

rque

ológ

ica.

(Fu

ente

: Fed

erac

ión

Gal

lega

de

Espe

leol

ogía

)

tener un 1m. de ancho pero la ero-sión producida posteriormente por eltránsito de visitantes, produjo quesus márgenes fuesen ampliándosepor desmantelamiento, al tiempo queeste sedimento se redepositaba haciael centro, mezclándose con elemen-tos contaminantes recientes.

De esta forma, el ámbito dealteración y contaminación actual seampliaba a sendas franjas de unos 50cm. en cada lado, resultando unaafectación total de 2 m. de ancho por4 m. de largo, que en nuestro espaciode trabajo (16 m2) representaba el50%. En el otro 50% se incluía elsondeo MJ-1 de la entrada y forma-ciones calizas junto a bloques, en laperiferia del espacio central.

En relación con la profundidadde esta trinchera, se supone quedebió de eliminar algún paquetesedimentario -el sedimento removidoen su realización se acumuló hacia elNorte, lo que ahora corresponde a lalínea de cuadros 6 (A, B, C, D)-,parándose a escasa profundidad, antela presencia de una costra estalagmí-tica que parece ocupar este pórtico.

Pozo: En el croquis del pórtico(Fig. 2) se observa como la paredizquierda traza una curva a la alturade las filas de cuadros 5 y 6. El espa-cio comprendido entre esta zona y lalínea de los cuadros corresponde enla actualidad a un pozo, de autor anó-nimo y llevado hasta el fin en cuantoa la profundidad alcanzada -imposi-ble continuar por la presencia de blo-ques-, de límites irregulares, peroque ha dejado un testigo de lasecuencia estratigráfica adosado a lapared de la cueva.

Page 3: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

61

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

60

Rosa Villar Quintero

Soto y Pumarejo abandonaroneste sondeo a una profundidad de1,30m. desde el suelo actual, indi-cando la existencia de costra caliza.Este dato no se confirma y continua-mos bajando, constatándose lamisma composición de N-3 sin quese apreciasen señales de cambio. Sedejó a una profundidad de 1,80m.

Por su parte, la secuencia obser-vada en MJ-2 presenta unas caracte-rísticas diferentes. La profundidadalcanzada aquí es de 45 cm. respectodel suelo actual, se aprecia claramen-te que este sondeo fue abierto en unazona ya anteriormente expoliada porla trinchera, por lo que está desman-telado de sus niveles iniciales. Quizáéste fue un aspecto aprovechado paraintentar traspasar la costra caliza másrápidamente.

Por tanto, actualmente comien-za con una potente costra caliza quese formó directamente sobre grandesbloques de derrumbe, por lo que sedeja en este punto. Aquí, estos blo-ques aparecen a una profundidad de1,52 m. (Foto 4).

El nivel arqueológico:

Simultáneamente, se comienzaa trabajar en cuadro en el pórtico,exactamente por el frente Norte quecoincide con la fila de cuadros 6 ylas letras A, B, C y D., pues ésta apa-recía como la zona con más poten-cialidad, dado que la línea de cuadros4 (A, B, C, D) tenía su espacio par-cialmente ocupado por afloramientosde bloques y formaciones de tipoestalagmíticas.

En el perfil N. de la línea decuadros 6 -sectores 1, 2 y 3 de cadacuadro- se aprecia un primer nivelconstituido por costra caliza que

por la desmantelación de éste y apor-tes modernos.

Por tanto, podemos definir lasecuencia estratigráfica del perfilNorte del pórtico con las siguientescaracterísticas (Fig. 6):

La excavación de este N-2 delpórtico fue difícil en su seguimiento,debido a su escasa potencia y su con-servación actual en zonas margina-les, en donde fue necesario distinguirlas áreas de contaminación, des-echando todo sedimento que no seencontrara bajo costra. En este senti-do, el perfil Norte de nuestra área detrabajo se mostró como la zonamejor conservada, tanto cualitativacomo cuantitativamente.

Los materiales recuperados sonbásicamente cerámicas de diversostipos y pastas, restos de fauna ymicrofauna, escasas esquirlas líticasy pequeños fragmentos de carbones,de los que se observaron abundantí-simos restos.

En el perfil estratigráfico de6B, 6C y 6D -perfil N- se observaclaramente una fina línea continuade carbón en mitad del desarrollo deeste N-2; lo que nos indica la muyprobable existencia de un hogar queposiblemente, fue arrasado con larealización de la trinchera. En loscuadros 7C y 7D se procedió a la eli-minación del N-1 o costra calizasuperior, dejándose en el inicio de laexcavación del N-2 como único testi-go que en la actualidad se conservade dicho nivel. Se aprecian en sucomposición los restos arqueológi-cos anteriormente citados: fragmen-tos cerámicos y óseos. (Fig. 7).

El corte Sur -línea de cuadros4- representa la otra zona donde se

Fig. 2. Plano del pórtico con la cuadriculación de la excavación en área y el Sondeo 1 algo más alejado.

Tabla 1. Secuencia estratigráfica en la pared Oeste del Pórtico, correspondiente al pozo.

Fig. 3. Croquis con la cuadriculacióndel área de excavación del pórtico

y zonas afectadas previamente.

El análisis de este testigo estra-tigráfico nos ofrece un referente parala reconstrucción del depósito en elpórtico, que se manifiesta diferente o

lo que es igual, señala diferenteszonas en cuanto a su composición yestructura, como veremos más ade-lante, subrayando la singularidad delespacio central frente a las áreasmarginales de este pórtico. (Fig. 4,Foto 2). La realización de este pozorepresenta la pérdida de otros 3 m2.de área de trabajo.

Los sondeos antiguos: Ademásde estas amplias zonas de alteración,existen los sondeos realizados porSoto Barreiro y Pumarejo (1995).Fueron dos, como se observa en elcroquis de planta del pórtico, locali-zados justo en la puerta (MJ-1) y enel espacio interior, hacia la izquierda(MJ-2), coincidiendo con la trinche-ra. Tras la limpieza y reavivado deperfiles se observa que el sondeoMJ-1 corresponde a lo que ahora sonlos cuadros 1D y 2D, mientras queMJ-2 coincide con 5B. El estudioestratigráfico en MJ-1 recogido en laTabla 2, pone de manifiesto lasiguiente secuencia (Fig. 5; Foto 3):

NIVEL ESPESOR DESCRIPCIÓN

N-1 27 cm. Costra caliza muy alterada, con laminacioneshorizontales, se disgrega en arenas. Espesorvariable.

N-2 12 cm. Matriz color ocre claro, arcillo-arenoso, sueltopero grumoso; con abundante piedra pequeña decalizas en plaquitas y escasos bloques medianos.Contiene restos de pequeños vertebrados ymicrofauna. Límites netos a techo y suelo porpresencia de líneas de placas en posición hori-zontal. Parece extinguirse hacia el Norte, bajo eldesarrollo del suelo calizo superior.

N-3 8 cm. Línea de placas de caliza en posición horizontal,con zonas alteración y concreción de tonalidadbeige claro. Estéril.

N-4 55 cm. Matriz color marrón oscuro, arcillo-arenoso, tex-tura similar al anterior, suelto. Contiene mayorcantidad de placas medianas de caliza y esquisto-en la base- junto a bloques medianos en disposi-ción predominantemente horizontal, en zonasmedias. Hacia la base, presencia de bloques demayor tamaño. Estéril.

N-5 ? Bloques medianos y grandes de caliza, disposi-ción caótica y sin matriz. Estéril.

hacia la pared derecha se va extin-guiendo y dando progresivamentepaso a bloques pequeños y media-nos. Muestra alteración por la disgre-gación de las capas externas. Ocupalos cuadros 6A, 6B y 6C.

El trabajo en 6A demuestra queesta primera costra está soldada auna segunda mucho más potente yque constituye el suelo actual de lazona de la zanja. Es la costra que éstadejó al descubierto y que el sondeoMJ-2 traspasó para intentar conocerla secuencia por debajo.

Sin embargo, en los sectores 1,2 y 3 de 6B y 6C -franja Norte- seobserva que por debajo de la primera

costra y comprendido entre ambas amodo de bocadillo, se encuentra undelgado nivel de sedimento que en suzona de mayor desarrollo alcanza los10 cm. de espesor y coincide con elespacio central del pórtico, adelga-zándose hacia los bordes hasta des-aparecer. Formalmente es como ungran lentejón que parece restringirseal espacio central del pórtico y quesupuso una interrupción en el des-arrollo de la costra caliza (Foto 5).

En 6D este nivel se limita a lossectores 1 y 2, considerando que elresto del cuadro y al igual que ocurreen los anteriores, contiene materialde revuelto de superficie formado

Page 4: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

63

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

62

Rosa Villar Quintero

Foto 2. Testigo estratigráfico de la pared izquierda del Pórtico tras el expolio.

Tabla 2centraron los trabajos de excavaciónen el pórtico, concretamente en 4C y4D, puesto que los cuadros 4A y Bestán ocupados por bloques. Estalínea se encontraba afectada por ladesmantelación de la margen de latrinchera, al menos hasta la mitadNorte se considera perdida, y ademásen la mitad Sur se encuentran diver-sos bloques y una gran estalagmita,que contribuyen a eliminar espaciode trabajo.

Por consiguiente, en esta zonaúnicamente contamos con algunossectores de espacio de trabajo, en 4C-sectores 1, 2, 3- pero en los que yano existía la costra caliza del N-1,por lo que este sedimento se conside-ró contaminado, recogiéndose única-mente los fragmentos cerámicos.Igualmente en 4D -sectores 1, 2, 3, 6,9-, en cuyos sectores 1 y 2 y parte del3 no se observó el N-1.

En este cuadro 4D y 5D, el per-fil Este -sectores 3, 6, 9- representa-ron una zona de trabajo que aportóabundantes restos de fauna y cerámi-cos. Inicialmente, este sedimentoestaba más compactado debido al Fig. 4. Secuencia estratigráfica en el testigo dejado en la pared izquierda del pórtico (pozo).

continuo pisoteo por encontrarse enla ruta directa de paso hacia el inte-rior. Justo en la base se recuperaronabundantes fragmentos cerámicos,algunos de los cuales se han podidounir, y se observa en el corte unafinísima costra caliza, de extensión

parcial -90 cm.- localizada en lossectores 6 y 9 de 5D y parte del sec-tor 1 de 4D, continuándose a partirde aquí y hacia el Sur por una líneade placas calizas en disposición hori-zontal predominante, como ya seobservó en el perfil Norte -línea decuadros 6-.

De ello resulta que la potenciaaquí del N-2 arqueológico no superalos 5 cm. y disminuye progresiva-mente hacia el Sur (Fig. 8).

Se confirma por tanto, el excep-cional desarrollo de un nivel arqueo-lógico de origen eminentementeantrópico, en el espacio central delpórtico (N-2) formado sobre unsuelo calizo potente, regular y conuna morfología de cubeta, cuyosmárgenes, estaban delimitados por elafloramiento de bloques y formacio-nes estalagmíticas. Esto explica que

NIVEL ESPESOR DESCRIPCIÓN

N-1 40 cm. Matriz marrón-grisácea, suelta y arenosa, conabundantes plaquitas pequeñas y gravas de calizay esquisto. Constituye un testigo adosado a lapared derecha, adelgazándose hacia el centro dela entrada o perfil O. Tiene su máximo espesor enla pared. Contiene caracol y restos de pequeñosvertebrados.

N-2 18 cm. Matriz marrón claro, más fina, seco y compacto,con placas pequeñas y medianas de esquisto. Seacuña hacia el E, por debajo del anterior (hacia lapared), alcanzando su máxima potencia en elángulo N.O. Estéril.

N-3 ? Compuesto por bloques grandes y placas media-nas, escasa matriz (filtrada del nivel superior),disposición caótica dejando espacios huecos.Estéril.

Foto 3. Detalle del iniciode la secuencia estratigráfica en MJ1.

Foto 4. Detalle de la formación del depósito en MJ2, en el interiordel pórtico (Soto y Pumarejo 1995).

ambas costras calizas no alcanzasenla entrada, quedando frenadas a los 3m. de la misma (Fig. 9).

Esta ocupación del pórtico porel hombre, supuso una interrupciónen el desarrollo de la costra estalag-mítica y se define como un fenóme-no eminentemente local, restringidoal área de cubeta determinada porésta; por lo que no tiene una correla-ción genética con ninguno de los

niveles de las áreas marginales a lacostra.

Estas áreas marginales, repre-sentadas aquí fundamentalmente porlos tres primeros metros de entrada yel espacio de la izquierda dondeabrieron el pozo, manifiestan varia-ciones en la formación del depósito,debido muy posiblemente a lainfluencia de condiciones ambienta-les diferentes -en el caso de la entra-da, las características de apertura y la

influencia del exterior- o de una mor-fología particular -en el caso delespacio interior, donde muy posible-mente se produjo una mayor acumu-lación de bloques en el centro-.

Así, los tres primeros metrosdesde la entrada, cuya secuenciaestratigráfica fue puesta de manifies-to en el sondeo MJ-1 se caracterizapor la ausencia de formaciones cali-zas y la presencia de materiales departida que en parte procedían delexterior y que entrarían en el procesode apertura de esta boca, ocurridamuy probablemente, en época holo-cena.

En cuanto a la secuencia obser-vada en la pared izquierda, la consi-deramos más completa en el sentidode que refleja el conjunto de las con-diciones interiores de la cavidad -excepto la ocupación antrópica-, porlo que nos parece un referente paratratar de establecer las correlacionescon las demás secuencias observa-das, una vez se realicen los análisissedimentológicos.

Page 5: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

65

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

64

Rosa Villar Quintero

Fig. 5. Secuencia estratigráfica en MJ1, a la entrada.

Tabla 3. Secuencia estratigráfica del perfil Norte.

En 6A se constató como las doscostras están soldadas directamenteuna sobre otra formando un potentey sólido manto que reposa directa-mente en bloques de derrumbe.

En 6D se intentó traspasar el N-3 o costra caliza y se comprobó lagran potencia de la misma -más de30 cm.- y su condición de esponjosi-dad, reposando directamente sobrebloques. No obstante en otras zonasse apreció la existencia de un nivelde sedimento estéril equivalente alN-4 de la pared izquierda del pórtico,como veremos en los sondeos delinterior.

Como resumen podemos defi-nir la existencia de un nivel arqueo-lógico en el espacio central del pórti-co de la galería central de la cuevadel Rei Cintolo que apunta a su utili-zación por parte de un pequeñogrupo humano durante un período de

Foto 5. Secuencia estratigráfica en el perfil N del Pórtico. Líneas de Cuadros 6.Los puntos señalan una línea de carbones en el centro del desarrollo del nivel.

tiempo no excesivamente dilatado, a

juzgar por el escaso desarrollo alcan-

zado por este nivel -10 cm. de grosor

máximo-. En esta área, la ocupaciónhumana produjo una interrupción olapsus en el desarrollo de la costracaliza que, una vez abandonada lagalería, volverá a formarse sobre losrestos dejados.

4. RESTOS MATERIALESRECUPERADOS.

Según los tipos de pastas seadvierte que los fragmentos cerámi-cos recuperados representan a 4 o 5recipientes y el análisis de las pastasy las cocciones nos señala diferen-cias, si bien todas ellas proceden delnivel 2 del pórtico. De todas formas,la información que pueda obtenersedel estudio de estas cerámicas estáfuertemente condicionada por laescasez de los fragmentos y su redu-cido margen de representatividad -sólo en un caso hay señales de deco-ración-, unido a la muy limitada

NIVEL ESPESOR DESCRIPCIÓN

N-1 4 cm. Costra caliza alterada, disgregación de las capasexternas, soldad en 6A a la inferior y se extinguehacia el Este, donde es sustituida por bloquestabulares pequeños y medianos.

N-2 10 cm. Matriz color marrón grisáceo oscuro, arcilloso,húmedo y suelto. En su inicio contiene gravas decaliza disgregadas de la costra superior. Se obser-van algunas piedras pequeñas, angulosas.Arqueológicamente fértil.

N-3 30 cm. Costra caliza de grosor variable pero muy poten-te, con zonas de mayor esponjosidad hacia elEste.

N-4 ? Bloques grandes de derrumbe sin matriz.

Fig. 6. Perfil N de la excavación del pórtico. Se aprecia una fina línea de carbones en el interior del nivel arqueológico (N2).

información disponible sobre la evo-lución de la cultura material local.

Como característica general delas pastas se señala la ausencia decocciones reductoras: las coloracio-nes son oscuras; no se observa elefecto bocadillo. En cuanto a lassuperficies, están alisadas y es posi-ble que en ocasiones con cierto trata-miento, como el rascado.

En un análisis pormenorizado,en primer lugar destaca por sus

características técnicas, los fragmen-tos correspondientes al recipiente deparedes más gruesas (Fotos 6, 7 y 8)recuperados en el cuadro D5 dondereposaban justo encima del nivelsubyacente, en este caso una costracaliza.

Se trata de una pasta arcaica ensu elaboración -incorporando grue-sos y abundantes degrasantes- comopor su deficiente cocción, lo quefavorece su fácil rotura y disgrega-

ción. Está realizada a mano, las pare-des fueron alisadas.

Su reconstrucción formal no esfácil al contar con elementos escasose inconexos pero se observa que setrataba de un recipiente de fondoplano del que arranca el cuerpo, queinicialmente es bastante recto, aun-que va abriéndose y tomando unaleve curvatura. En la parte superior,se marcarían apenas los hombros y elcuello se reduce al estrangulamientosuave de éstos. Se remata con bocaabierta y en un labio liso, redondea-do y ligeramente engrosado (Fig.10).

Representando otro recipiente,identificamos un fragmento intere-sante porque es el único que muestracierta decoración. Se trata del restorecuperado en el cuadro D4 del pór-tico (Fig. 11, Foto 9) en el que seaprecia una pasta diferente, más finaque la anterior y mejor cocida.

El motivo decorativo consisteen triángulos isósceles con rayado

Page 6: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

67

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

66

Rosa Villar Quintero

Fig. 7. Planta de los cuadros 7C y 7D en el transcurso de la excavación, una vez eliminada la costra caliza (N1).Abundan las placas y se observan restos arqueológicos: cerámica y hueso.

Fig. 8. Perfil E en la excavación del pórtico.

En cuanto al resto de los frag-mentos, no aportan demasiada infor-mación, la ausencia de cualquier otroelemento de valoración, como losdecorativos o morfológicos, no faci-litan una mayor aproximación a suinterpretación. Parece común en esteajuar cerámico la morfología de cue-llos estrangulados poco desarrolla-dos y bocas abiertas rematadas enlabios facetados (Fig. 12 y Foto 10).

Además, cabe señalar tres frag-mentos con las siglas CRC-02/C7/42, CRC-02/D5/151 y CRC-02/D5/152, correspondientes el pri-mero a un borde, el segundo a unfragmento de fondo plano y arranquede cuerpo recto y el tercero a unfragmento del arranque del cuerpo,que relacionamos por sus semejan-zas en cuanto a las pastas, con unatonalidad diferente a las demás -gri-sáceas- y buena cocción. Morfológi-camente parece que estos fragmentospodrían corresponder a un recipientede tipo cuenco o similar, con bocapara encajar una tapa (Fig. 13).

Otro rasgo de diversidad ven-dría representado por el recipiente deaspecto más arcaico frente a losdemás y particularmente al fragmen-to del recipiente de paredes más del-gadas y borde plano como el de la

Fig. 13 que parece corresponder a unmomento técnico más elaborado.

Por tanto, el conjunto cerámicorecuperado presenta aspectos deheterogeneidad en sus pastas y técni-cas de fabricación -composición,tipos y tamaño de degrasantes, aca-bados, cocciones, coloraciones-.Morfológicamente parecen evocar-nos recipientes de fondo plano,arranques bastante rectos que repre-sentan cuerpos poco globulares, conleves curvaturas, más acusadas en la

interior que consideramos está hechocon un elemento vegetal recortado -caña, tallo, etc.- y que se aplica sobrela pasta, dejando en ocasiones una

línea por el arrastre del mismo allevantarlo, como se aprecia en elfragmento. Este elemento se distri-buye a dos alturas, alternante pero

siguiendo una banda horizontal y enla zona supuestamente del hombro ode la panza alta. La pasta es oscura yla superficie está alisada.

Fig. 9. Corte Norte-Sur del pórtico.

Foto 6. Fragmentos cerámicos de pasta gruesa correspondientes al recipiente localizado en el cuadro D5.

zona de los hombros y cuellos limi-tados al estrangulamiento del cuer-po, rematados en bocas abiertas, conlabios lisos en ocasiones redondea-dos y algo engrosados y en otras,facetados lisos, más delgados.

5. RESTOS DE FAUNA.

En la muestra recuperada y ana-lizada por el doctor Pedro CastañosUgarte, se encuentran representadascinco o seis especies de Mamíferos,

Page 7: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

69

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

68

Rosa Villar Quintero

ción en un extremo y parcialmenteen el opuesto (Foto 14). En la zonaintermedia -apófisis- se observanabundantes marcas consistentes enpequeñas incisiones, finas y pocoprofundas, destacando dos trazoshorizontales y subparalelos entre sí,de 12mm de longitud. Muy próximasa la articulación menor se observandiversos trazos finos y cortos, per-pendiculares a la fibra ósea y locali-zados en torno a la articulación.

Un resto de un posible fragmen-to de vértebra (sigla CRC-02/D-5/226) o de gran articulación, pre-senta una zona de corte, de delinea-ción totalmente recta y cara de frac-tura lisa y regular (Foto 15). Además,en lo que parece sería una cara infe-rior, presenta un potente surco endirección transversal al hueso, de

Foto 8. Fragmentos cerámicos correspondientes al bordedel recipiente de paredes gruesas de D5.

prino, quedando elporcino a bastantedistancia de los ante-riores.

Los restos defauna recuperados enla cueva del Rei Cin-tolo también nos han

aportado muestras significativas dehuesos con marcas antrópicas. Nosreferimos a las marcas que quedan

Foto 7. Fragmentos cerámicos correspondientes al arranquedel cuerpo del recipiente de paredes gruesas de D5.

Fig. 10. Reconstrucción recipiente cerámico de pasta tosca.

como resultado de la manipulaciónde la res para su consumo, una vezsacrificada.

Ciertamente los estudios deestas marcas en los restos de fauna sedesarrollaron en los 80 [v.p.e. (Bin-ford 1981; Lyman 1987; Reixach1986)] como una vía de aproxima-ción al estudio económico de lassociedades cazadoras primitivas -paleolíticas-. Y en relación con las

todos ellos domésticos excepto uno,que corresponde a un Ungulado sal-vaje. No se aprecian restos de Aves nide Moluscos.

Así pues tenemos que la faunaasociada al único nivel arqueológicopertenece casi toda a especiesdomésticas (bovino doméstico, ovi-caprino y cerdo), siendo el únicorepresentante de la fauna salvaje elciervo, presente a través de un molarsuperior con un alto grado de desgas-te que indica su pertenencia a un ani-mal de edad avanzada.

Según la información que pro-porciona la muestra de fauna, se des-prende que las bases de subsistenciade origen animal del grupo humanoque la ocupó residen en una econo-mía ganadera y pastoril con pervi-vencia casi residual de caza de algúnUngulado salvaje (Fotos 24 y 25).

Las tres cabañas domésticasmás frecuentes, están presentes eneste yacimiento, aunque con frecuen-cias bien distintas. El ganado vacunoes el mejor representado en númerode fragmentos, seguido por el ovica-

Fig. 11. Fragmento cerámico con decoración. Foto 9. Fragmento cerámico con decoración.

distintas marcas observadas, se iden-tifican diferentes operaciones en lamanipulación de la res: despellejado,descuartizado, descarnado y fractu-ración.

La muestra ósea con incisionesestá formada por un reducido núme-ro de huesos, todos ellos procedendel único nivel arqueológico de estagalería, pues se han desechado todoslos materiales cuya procedencia

fuese insegura en relación con estecontexto.

Del cuadro C7 proceden unacostilla y un hueso largo de la extre-midad de un ovicaprino.

En la costilla (sigla CRC-02/C-7/225) no se conserva la articulación(Foto 13). Presenta pequeñas incisio-nes cortas pero profundas, muy pró-ximas a la articulación y en la carainterna de la misma, hacia el finaldel hueso. Son pequeños trazos para-

20,4mm de longitud y 3mm de anchoen la zona más abierta, perfil delsurco en V.

Por tanto, disponemos de tresmuestras óseas en las que se obser-van marcas claras de origen antrópi-co. Según lo expuesto, consideramosque las marcas de la costilla y delhueso de extremidad, ambos de ovi-caprino, responden al descarnado deestas partes para su consumo, segúnsus características y localización.

lelos entre sí y perpendiculares a lafibra ósea, de 5 mm. de longitud,márgenes bien delimitados y surcoen V; el de la izquierda es menosmarcado. Hacia el final, en la carainterna, una línea incisa clara, hori-zontal, de 9 mm. de longitud, conmárgenes bien definidas y surco enV.

En el hueso largo (sigla CRC-02/C-7/46) se conserva la articula-

Foto 9. Fragmento cerámico con decoración.

Foto 10. Fragmento cerámico de borde facetado,de pasta más fina.

Page 8: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

71

Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del año 2002

70

Rosa Villar Quintero

Sin embargo, el fragmento devértebra procedente del cuadro D-5representa un claro ejemplo de lo queen conjunto se denomina descuarti-zado o desarticulación: por un lado,el hueso está claramente cortado,pero además hubo otro intento -ante-rior?- de corte, en sentido perpendi-cular. Se trata claramente de una arti-culación importante que se queríaromper.

Además de esto, también seseñalan ciertos aspectos de la tecno-logía disponible para la realizaciónde estas tareas, que nos remiten a laposesión de unos útiles de corte degran efectividad, como se demuestraen el corte de la muestra de D-5; porlo que seguramente se trate de unutensilio metálico con una hoja fuer-te y bien afilada.

6. INTERPRETACIÓN.

Las características espacialesde la zona ocupada por el hombrenos evidencian un área restringida alespacio central del pórtico -poco másde unos 12m2.- aprovechando unsuelo formado por una importantecostra caliza y con morfología decubeta. En algún punto de esta super-ficie se confeccionó un hogar, cuyalimpieza dejó una potente línea decarbón en mitad del desarrollo deeste estrato y con una funcióndoméstica que quedó reflejada en losrestos de hollín adheridos a ciertosfragmentos cerámicos, así como la

presencia de restos de huesos carbo-nizados.

Así, lo limitado del área ocupa-da y el escaso desarrollo verticalalcanzado por este nivel arqueológi-co y que ya hemos comentado, sonindicios de que muy posiblemente setrataba de un reducido grupo de per-sonas que quizá ocupaban este pórti-co de forma estacional, o bien en unasola ocupación pero de corta dura-ción.

Aún no disponemos de ningunainformación climática referente almomento de esta utilización del pór-tico de la galería central, pero deforma indirecta se señala algún datoal respecto si tenemos en cuenta que

la formación de costras calizas en lascavidades se relacionan con períodosclimáticos muy húmedos que ade-más coinciden con la no frecuenta-ción de las mismas. La utilización deeste espacio por el hombre en reali-dad viene a interrumpir la formaciónde esta costra caliza, suponiendo unlapsus en su desarrollo, pero dichoproceso aún continuará una vez seabandone la cueva, pero siendo yadecreciente en intensidad. Por tanto,su utilización antrópica se inscribeen una fase muy húmeda; quizáhacia el final de la misma, a juzgarpor la posición que ocupa en el des-arrollo de la costra caliza. El nivelarqueológico así formado, como si setratase de un bocadillo en el interiordel desarrollo de una costra caliza, esde naturaleza eminentemente antró-pica y únicamente se registra en elárea abarcada por ésta. De ahí la difi-cultad de su seguimiento en la actua-lidad, tras importantes expolios.

En relación con la informaciónarqueológica obtenida a partir de losrestos materiales recuperados cabedestacar que las observaciones reali-zadas tras la única intervenciónarqueológica reciente, de carácterparcial, llevada con anterioridad eneste pórtico (Soto, Pumarejo 1995)señalaban el hallazgo de una fusayo-

la, escasos fragmentos cerámicos yrestos de fauna en el sondeo del inte-rior, que nosotros denominamosMJ-2.

Ciertamente, la presencia decerámicas constituye una de las prin-cipales vías de aproximación a lacuestión cronológica, mismo a pesarde que en esta ocasión el reducidoconjunto ergológico recuperado ysus características poco específicas,no nos permitan mayores precisio-nes.

De todas formas, la presenciadel recipiente tipo olla recuperadojusto en la base del nivel arqueológi-co en contacto con la costra calizaque constituye el suelo o nivel infe-rior, es un elemento de significaciónimportante que por sus característi-cas físicas –en cuanto a la forma, unavez reconstruido- y técnicas –pastade composición grosera, incluyendogruesos degrasantes y mal cocida-,además de los únicos motivos deco-rativos identificados, nos hizo pensaren momentos antiguos de la culturacastreña.

Junto a éstas contamos conescasos vestigios del facetado derocas, como lo atestiguan tres micro-lascas recuperadas en los cuadros4D, 5D y 6C. En dos de ellas se ha

identificado el uso del sílex comomateria prima, mientras que en laprocedente del cuadro 5C no nos hasido posible averiguar su naturaleza.Además, por el aspecto de una deellas -la procedente de 6C-, podemosrelacionar el empleo del fuego conlas técnicas de talla, aspecto yaconocido y practicado desde fasesprehistóricas antiguas. Ciertamente,la exigüidad del número de restoslíticos tallados localizados corres-pondería a un momento en el que latalla de rocas ocupa un lugar muysecundario en la tecnología y econo-mía de este grupo.

La mención del hallazgo de unafusayola (Soto, Pumarejo 1995) de laque por otro lado no conocemos ni lanaturaleza de la materia primaempleada ni sus características físi-cas, nos remite a la realización detareas de hilado, actividad que sepresenta como eminentementedoméstica y que conecta con las con-clusiones obtenidas tras la identifica-ción y análisis del registro faunísticorecuperado.

Como ya hemos comentado enel capítulo correspondiente, se tratade un cortejo dominado por la faunadoméstica en la que están presentesel cerdo, la vaca y el ganado ovica-prino; este último, como cabaña pre-

Fig. 12. Fragmento cerámico de borde facetado.

Foto 11. Fragmentos cerámicoscorrespondientes al fondo plano

de un recipiente de pasta más delgada.

Foto 12. Mandíbula de herbívoro.

Foto 13. Costilla con marcas de descarnado. Pórtico.

Foto 14. Hueso largo de ovicaprinocon marcas de descarnado. Pórtico.

Foto 15. Hueso de gran articulación con marcasde descuartizado. Pórtico.

Page 9: Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo ......61 Intervención arqueológica en la Cova do Rei Cintolo. (Mondoñedo, Lugo): Resultados preliminares de la campaña del

73

Un apunte máis sobre a lápida do libertoimperial Saturninus en Lugo: aínda “unhaarea na zoca”Felipe Arias Vilas

72

Rosa Villar Quintero

dominante. Esto nos sitúa ante ungrupo cuya base de susbsistenciareside en una economía de carácterpastoril y ganadera que apenas secompleta con la actividad de caza deanimales salvajes, atestiguada por lapresencia de restos de un ciervoadulto.

En relación con el ganado bovi-no, parece apuntarse un cierto apro-vechamiento de carácter primario,que persigue más el consumo de lacarne frente a otros productos secun-darios como la leche, el trabajo físi-co o la reproducción del animal,

como se desprende del sacrificio deanimales juveniles.

Para la ubicación cronológicade esta ocupación del pórtico, hemosobtenido una datación radiocarbóni-ca tras el análisis de carbones poracelerador de partículas (AMS), enel laboratorio de la Universidad deUpsala (Suecia), con el siguienteresultado: Ua-21632: 1.080±30BP,con una corrección de ó 13C= -25,0‰ vs. PDB. Por tanto, nos situa-mos ante una ocupación de finalesdel S. XI, correspondiendo a la EdadMedia, en un momento de consolida-

ción y expansión del burgo del actualMondoñedo (falta poco para que seatrasladada la sede episcopal almismo), con la consolidación de losterritorios norteños reconquistados.En este ambiente, se inscribe fácil-mente el hallazgo en 1945 por partede José M. González-Redondo yMaseda de un puñal de metal inicial-mente interpretado como celtibérico(Trapero Pardo 1946; Revista Fura-da 1988) pero que un análisis poste-rior asigna a la época medieval y deestilo morisco, actualmente deposita-do en el Museo Provincial de Lugo.

ARCE DUARTE, J.M.; FERNÁNDEZ TOMÁS,J.; MONTESERÍN LÓPEZ, V. (1978):Mondoñedo. Mapa Geológico de España. E.

1:50.000. Segunda Serie-Primera Edi-ción. I.G.M.E. Ministerio de Industria.

DÍAZ ÁLVAREZ, P. (1958): Noticias de arqueolo-

gía gallega. Edic. Monterrey, Vigo.

DÍAZ ÁLVAREZ, P. (1989): Las Cuevas del ReyCintolo. Supena-Mondoñedo, Furada, Nº3, Revista dos espeleólogos galegos, pp.:25-26.

- Id (1988): Díaz Jácome, cronista do Cintoloen 1954, Furada, Nº 2, Revista dos espe-leólogos galegos, pp.: 23-34.

FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, C.; RAMILREGO, P. (1995-96): Catálogo y revisióncrítica de las colecciones faunísticas delMuseo Provincial de Lugo, Boletín del

Museo Provincial de Lugo, VII(1), pp.: 189-218.

LÓPEZ GARCÍA, J.C. (1991): Recuperación dopatrimonio histórico e documental refle-xado na obra de Villaamil e Castro,Arqueoloxía / Informes 2. Campaña de 1988.Xunta de Galicia, pp.: 355-359.

- Id (1994): José Villaamil y Castro: la investiga-ción paleolitista en la Galicia del S. XIX,Revista de Arqueología, 163, pp.: 52-59.

MARTÍNEZ GARCÍA, M. (1989): Pedro Díazexplorador del Cintolo en 1954, Furada,Nº 3, Revista dos espeleólogos galegos,pp.: 23-24.

PEREIRA GONZÁLEZ, F. (1996): Unha con-tribución ó estudio da historia da arqueo-loxía galega: o emprego da informaciónarqueolóxica en Galicia (1800-1922),Gallaecia, Nº 14/15, pp.: 7-29.

SOTO BARREIRO, M.J.; PUMAREJOGÓMEZ, P. (1995): Escavación arqueoló-xica con remoción de terras en aflora-

mentos calizos do Concello de Mondoñe-do (Lugo), Arqueoloxía / Informes 3. Campa-

ña de 1989. Xunta de Galicia, pp.: 185-189.

TRAPERO PARDO, J. (1946): El puñal de laCueva del Rey Cintolo, Boletín de la Comi-

sión Provincial de Monumentos Históricos y

Artísticos de Lugo, T. II, Nº 19, pp.: 197-199.

VILLAAMIL Y CASTRO, J. (1870): Antigüeda-des prehistóricas de Galicia. Carta prime-ra. El Arte en España. Madrid. T. VIII, pp.:49-53.

VILLAAMIL Y CASTRO, J. (1873): Antigüedades

prehistóricas y célticas de Galicia. Lugo.

7. BIBLIOGRAFÍA CITADA

O 7 de xuño de 1973, no trans-curso das obras de restauración quese facían na muralla de Lugo logo daeliminación das construccións ado-sadas ó seu paramento exterior, apa-recía reutilizada como sillar no inte-rior da torre de flanqueo sita á derei-ta da Porta de San Pedro e próxima ólenzo de muro anexo, unha lápidacon inscrición romana, de grandesdimensións e que desde aquela, e xavan aló máis de trinta anos, vendando que falar a moitos especialis-tas en epigrafía e prosopografía e, enxeral, en arqueoloxía e historia anti-ga, non só da Gallaecia senón taméndoutras partes do Imperio Romano.

Xa que logo e como ben sepode supoñer, a bibliografía sobreesta lápida é amplísima e moi varia-da tanto en método como en resulta-dos, e polo tanto remitímonos aquí áúltima aportación publicada, que

recolle todas as referencias anterio-res, a cargo da profesora da Univer-sidade Autónoma de Madrid, AliciaCanto (2002) que, ademais, nosconsta que segue traballando noasunto e prepara un novo artigo coque poideran ser importantes novida-des na súa lectura e interpretación.

Non queremos nós con estanota volver sobre dita lectura e inter-pretación, logo da nosa primeiraachega á lápida no mesmo ano da súaaparición, paralelamente á de Nican-dro Ares Vázquez, con quen mehonro en compartir, por separadopero ó mesmo tempo, a súa difusiónpara a ciencia epigráfica hispánica(cfr. Ares 1973 e Arias 1973). Coneste apuntamento só pretendemospoñer de relevo un dos diversos pro-blemas que, ó noso modo de ver,aínda presenta a lápida, ó tempo quenos interesa difundir a súa importan-cia nun medio de alcance moi diver-sificado e a moitos niveis sociocultu-rais como é este Boletín Croa. Édicir, non entramos a valorar as dife-rentes lecturas feitas ate agora dasoito liñas (máis para outros autores)da inscrición que, como é sabido,consiste na dedicatoria que fixo unescravo liberto ou liberado polafamilia imperial a fins do século II,de nome Saturninus e que chegou ater o cargo de procurator en Pérgamo(Asia Menor) e na Gallaecia (presu-miblemente en Lugo). Segundo asinterpretacións máis cabais, Saturni-no, de probable orixe africana, dedi-cou a lápida ós Númens augústeos, adivindades principais como Xúpitere Xuno, a Venus e (e velaquí estáunha das súas particularidades sem-

pre destacadas), a deuses e deusasque virían reflectir coa súa mencióno propio currículum ou cursus profe-sional de Saturnino, a saber: Celestede África, Saturno Frugifer de Méri-da, e os singulares Lares Gallaecia-rum (‘das Galicias’, suponse que aLucense e a Bracarense).

Pero a area que nós aínda temosna zoca ten que ver coa configura-ción física da pedra granítica quesoporta a inscrición, pois desde oprimeiro momento se resaltou que asdúas (¿ou tres?) primeiras liñas esta-ban borradas ou desgastadas, perotodos os autores explican este feitocomo unha operación para entalar apedra na muralla e non, como nóspropoñiamos en 1973, como produc-to dunha damnatio memoriae, édicir, unha penalización ou perdaforzada do recordo dun emperadorou dun membro da familia imperial,feita sempre, como é lóxico, a poste-riori do seu reinado, ou, en todocaso, dun esborallamento intenciona-do das citadas liñas.

Semella que para todos os auto-res, o feito de atoparse cunha dam-natio nesta incrición rompería a lóxi-ca interpretativa escollida en cadan-seu caso, ben sexa por cuestións cro-nolóxicas (a lápida non podería serdos tempos de Septimio Severo–entre 193 e 211-, nin dos de Cara-calla –entre 211 e 217-, que nonsufriron aquela penalización da súamemoria, aínda que si de Cómodo–entre 177 e 192), ou ben sexa polopanteón que se quere ver representa-do nas primeiras liñas, ou sexa en finpor calquera outro razonamento que,