16

INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca
Page 2: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

2 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

Las políticas culturales se entienden como ese consenso que responde al re-conocimiento de las prácticas culturales como derechos fundamentales que deben ser garantizados a todos los ciudadanos y las ciudadanas en un Estado de Derecho. La diversidad y vitalidad de los movimientos culturales ciudadanos en Bogotá, tienen también una expresión en la conformación de una institucionalidad pública específica que se ha fortalecido dentro de la estructu-ra del gobierno y se ha preocupado por ela-borar documentos que dejen huella de sus enfoques y jalonen ese “cuarto propio” que busca tener lo cultural en las políticas pú-blicas. No vamos a desconocer que las polí-ticas culturales, a pesar de la concertación y la buena dosis de autonomía que las han caracterizado, son anfibias y limitan entre la subsistencia del poder y su transforma-ción, que son al tiempo norma y creación.

Las Políticas Culturales Distritales 2004–2016 forman parte de esos documentos y ocupan un lugar destacado por ser pro-ducto de un esfuerzo significativo de par-ticipación. Gracias a ello se logró avanzar en la adopción de un lenguaje común que reivindicó la complejidad del campo cultu-ral, lenguaje que al mismo tiempo ofreció elementos para su organización de manera clara y funcional. Un texto así no es supe-rable o tiene caducidad. Como en el Plan Decenal de Cultura, Hacia una ciudadanía democrática cultural 2001-2010, en el plano nacional, estas cartas de cultura, elabora-das a través de procesos que ambicionan ser polifónicos, que logran convocar, son documentos de su tiempo que tienen un valor siempre presente. Revelan anhelos y propósitos de los ciudadanos de su época y tal vez por ello no solo representan sino que configuran e inciden en el perfil cultural de la inmensa ciudad. Desde esta perspectiva, más allá de una responsabilidad de plani-ficación y la búsqueda de unas “necesida-des culturales básicas insatisfechas”, que sabemos existen, pero se escapan a los cálculos del Estado, pensamos que resulta una experiencia vivificante dar continuidad al ejercicio, arbitrario y poético, de formu-lar una nueva carta general de propósitos

culturales para Bogotá. Sondear qué nos mueve hoy, cuáles son los giros, dilemas, sentidos, retos que pensamos configuran las políticas culturales por venir; cohesio-na, mueve y abre las mentes.

Así asumido, el proceso de establecer un nuevo discurso cultural para la capital tiene raíces en los múltiples y diferentes espacios de participación (acción) que ca-racterizan la vida cultural de Bogotá. Los diferentes actores de esta política desarro-llan una pléyade de actividades día a día en el territorio desde muy diversos horizontes, desde el ámbito barrial al internacional, en

el Concejo y en los estrados judiciales, en frentes que se expanden. Los encuentros locales, sectoriales, académicos, pobla-cionales, son parte de este proceso para el cual proponemos un texto abierto, disponi-ble, reflexivo, que intenta sondear el alma poética de esta gran ciudad. Este periódico da una visión general del texto completo que se encuentra en las páginas de las ins-tituciones del sector.

Clarisa Ruiz Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte

INTRODUCCIÓN >>>

ÍNDICE >>>

Page 3: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 3

Las bases de la Política Cultural res-ponden no solo a las condiciones del sector cultura sino a las condiciones actuales y tendencias de otros sectores del desarro-llo la ciudad, sintetizadas en cinco aspectos que constituyen un contexto marco para su orientación y armonización.

1. Territorio y sostenibilidad

Bogotá, con una extensión de 143.000 hectáreas y una población cercana a los 7.800.000 habitantes, enfrenta desafíos relacionados con la forma de ocupar el te-rritorio y garantizar la sostenibilidad de su medio natural. Mientras la tasa de creci-miento al interior se ha reducido a 1.35% anual, los municipios de los alrededores crecen a tasas superiores al 6% ocupando áreas agrícolas y de fragilidad ambiental. La ciudad ha avanzado hacia una propues-ta de ocupación compacta que minimice la

ocupación expansiva del territorio y forta-lezca el control de bordes. Las condicio-nes de deterioro ambiental, reflejadas en la contaminación, ocupación de cauces y mal manejo del sistema hídrico, la trans-formación de áreas protegidas productoras de agua así como la seguridad alimentaria amenazada por la presión urbanizadora, se verán acrecentadas por las consecuen-cias derivadas del cambio climático cuyo impacto se estima para final del siglo en un aumento de temperatura de alrededor de 4°C y una reducción de la precipitación anual hasta en un 50%. Los esfuerzos por reducir la contaminación del aire y la pro-ducción de residuos sólidos (Basura Cero) necesitarán de esfuerzos aún mayores. En los próximos años, se requerirá profundizar en la construcción de una cultura regional compartida e integradora alrededor del agua y de una cultura enfocada a prácticas sostenibles de ocupación, uso del territorio y adaptación al cambio climático.

2.Economía

Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca constitu-yen la principal región económica del país con crecimientos anuales que van desde el 6.6% en 2011 y 2012, hasta del 4.3%, en 2014, lo que muestra el dinamismo y forta-leza de la economía de la ciudad. En cuan-to a su composición, el 43% de la actividad económica de las empresas corresponde a los servicios, el 35% al comercio y el 14% a la industria. Bogotá ha alcanzado la mayor tasa de participación laboral en contraste con otras ciudades del país, pasando de 54 por cada 100 ciudadadanos empleados en 2001, a 66 por cada 100 en 2014, con crecimientos de 117.000 empleos prome-dio por año. Sin embargo y a pesar de su disminución, el 43.7% de los empleos son informales. Estas condiciones se han tra-ducido en el incremento del gasto o consu-

CONTExTO DE CIUDaD >>>

PAN

oR

AMIC

A D

E B

oG

otá

AR

Ch

Ivo

fo

toG

Ráf

ICo

-SC

RD

Page 4: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

4 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

mo de los hogares, que solo para el periodo 2013-2014 fue del 11.6% en el año 2014, la variación más grande que se ha manifes-tado desde hace quince años. El grupo que expresó una mayor expansión en el gasto de los bogotanos fue el gasto en actividades de cultura y entretenimiento con un creci-miento real del 15.5%.

3. Equidad

La ciudad ha avanzado en la reducción de la pobreza: el porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas (NBI) bajó del 5.2% al 4.2% entre 2011 y 2014. En cuanto la pobreza multidimensio-nal, ésta se redujo de 12.1% a 5.4% entre 2010 y 2014. Sin embargo, en materia de desigualdad y reducción de la segregación socio-espacial aún quedan retos muy im-portantes: en cuanto al primero, su me-dición a partir del coeficiente Gini, Bogotá presentó una ligera reducción al pasar el coeficiente de 0.522 en el año 2011 al 0.502 en el año 2014. En lo referente a la segre-gación socioespacial, expresada mediante formas diversas, como el acceso a la edu-cación, equipamientos, a los servicios so-ciales, la seguridad, la vivienda, al medio ambiente sano o el tiempo total de viaje vi-vienda-empleo, aún presenta importantes

déficits a superar. La ciudad ha avanzado significativamente en sus indicadores so-ciales; vale la pena destacar la reducción de la mortalidad infantil y en especial por desnutrición, la reducción de la tasa de de-serción escolar pasando del 3.2% en 2004 al 2.20% en 2014, el aumento de la calidad educativa en colegios públicos pasando del 18.03% en 2008 de alumnos en grado alto, superior o muy superior en pruebas saber a un 60.23% en 2013. La ciudad ha sido pio-nera y avanza en la jornada única llegando a 229.866 estudiantes en 2015 y ha avan-zado en la cobertura y atención de la pri-mera infancia. Por otra parte, el déficit de vivienda cualitativo que muestra que la ciu-dad pasó de 11,8% en 2011 a 9,1% en 2014. La secretaría de Gobierno adelanta el Plan de Reintegración para preparar la ciudad al post conflicto.

4.Cultura y diversidad

Bogotá se configura como una amal-gama de poblaciones y culturas diversas; de acuerdo con la Encuesta Multipropósito de 2014 , el 32% de la población total de la ciudad es inmigrante siendo las regiones de Colombia las que aportan el 88% fren-te al 8% del entorno inmediato. Se suma el aporte de población en condiciones de des-plazamiento, que según el Registro Único

de víctimas (RUv), entre 1985 y diciembre de 2012, llevó a que Bogotá recepcionara 489.000 personas. Desde el punto de vista étnico, la población que se auto identifica como perteneciente a alguna etnia repre-senta el 1.7% de la población, siendo inne-gable su aporte. Por otra parte, los cambios en la pirámide poblacional muestran la tendencia al aumento de la población ma-yor, la reducción de la población en edad escolar, así como una nueva configuración de los hogares capitalinos con la reducción del número de personas por hogar y el in-cremento de los hogares unipersonales que han pasado de 11.5% (2011) a 14.5% (2014). La ciudad recoge de esta diversidad, dife-rentes manifestaciones culturales regiona-les que se expresan en músicas de fusión, gastronomía, danzas y formas de creación contemporánea independientes y en cons-tante renovación. De manera paralela, Bo-gotá cuenta con una amplia oferta cultural: 58 museos, 62 galerías de arte, 45 salas de teatro, uno de los mejores planetarios de la región y 28 iglesias de interés turístico, además de una Red Distrital de Bibliotecas (Bibliored) y centros de formación como los CLAN. Desde el punto de vista territorial, la diversidad se expresa en el reconocimien-to de 36 sectores de interés cultural, 6.400 bienes de interés cultural y 15 prácticas intangibles declaradas (censo 2007) que representan la memoria de los diferentes momentos de la ciudad.

5.Gobierno de la ciudad

La ciudad de Bogotá ha hecho esfuer-zos por consolidar condiciones de goberna-bilidad y gobernanza con relativos avances. Como punto de partida, han sido los es-fuerzos por descentralizar en 20 localida-des funciones de la ciudad, desconcentrar funciones de entidades centrales buscando aumentar la cconfianza, así como acercar la Administración a los ciudadanos con ejer-cicios emblemáticos y reconocidos como los Encuentros Ciudadanos. A pesar de es-tos esfuerzos, de acuerdo con la Encuesta Bienal de Culturas 2013, el porcentaje de ciudadanos que reporta tener confianza en la representatividad, ha disminuido en rela-ción con el año 2011, pasando de 27.03% a 22.33%. Solo el 17.2% de los bogotanos de

tALL

ERES

DE

foR

MAC

IóN

40x

40 -

ARC

hIv

o f

oto

GR

áfIC

o K

IKE

BAR

oN

A -o

fB

Page 5: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 5

10 años y más, participa en algún tipo de organización, y de este número el 67,6% lo hace en organizaciones religiosas mientras que el 12.2% en organizaciones de tipo cul-tural o deportivo. Igualmente se presenta una disminución en la participación electo-ral: se reporta que 6 de cada 10 bogotanos no confía en la gente, y solo 2 de cada 10 bogotanos confía en el gobierno nacional y en la administración distrital. Contrasta con avances que desde la administración de la ciudad arrojan resultados significa-tivos: Bogotá ha dado pasos importantes relacionados con la protección de la vida y la construcción de paz durante los últimos quince años: ha logrado una disminución de las tasas de homicidios (de 1.649 en 2009 a 1.355 en 2014, siendo los años 2012 y 2013 los de menores muertes al año). El 38% de éstas se relacionan con venganzas y ajustes de cuentas asociadas a estructuras de criminalidad y narcotráfico entre otros, mientras que la segunda y cuarta causas se asocian a riñas y violencia intrafamiliar (un 37%), relacionadas con temas de convi-vencia ciudadana y familiar. Por otra parte, Bogotá, se encuentra en una situación fis-cal saludable, ya que ha mejorado el recau-do de impuestos y ha ampliado su base de contribuyentes reportando un crecimiento de los ingresos corrientes, los cuales, para la vigencia 2014 representaron $6.77 billo-nes de pesos.

6.Contexto nacional

Del 25 al 27 de septiembre próximos, las Naciones Unidas sancionarán los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (oDS) basados en los 8 objetivos del Milenio de 2000 para luchar contra la pobreza. En el marco de los nuevos oDS, las recientes discusiones en el escenario internacional, señalamos tres ámbitos de intensa polémi-ca donde la cultura juega un papel central a pesar de no estar explícitamente citada sino en algunos subcapítulos relacionados con el patrimonio, la educación en artes y el turismo. El primero es la valoración del desafío ambiental, el segundo es la equi-dad de género, con énfasis en la dimensión laboral y los avances en autonomía feme-nina, y el tercero, la existencia o no de una

sincera asociación planetaria para el desa-rrollo sostenible, todos ellos en medio de las incertidumbres del marco económico mundial. La noción de desarrollo ha entra-do en cuestionamiento mediante la crítica a la noción de crecimiento económico. Ade-más, otras aproximaciones a los valores que deben guiar a la humanidad han sido propuestas. En 2010 surge desde Bolivia la Declaración Universal de los Derechos de la Madre tierra que busca ser oficiali-zada por las Nacionales Unidas. Esta carta promueve los derechos a la vida, a la re-generación, a la no mercantilización y a la interculturalidad. Por su parte, la Unesco promueve el seguimiento a las Declaracio-nes de los Derechos de los Pueblos Indí-genas (2007), a la de la Diversidad Cultu-ral (2005), que Colombia solo suscribió en 2010, y a la promoción de la cultura como cuarto pilar del desarrollo. El documento Cultura 21: Acciones de las Ciudades y Go-biernos Locales Unidos, CGLU, sancionado en Bilbao en este año, introducen la cultu-ra como acelerador de la responsabilidad ambiental. Cabe resaltar que la campaña mundial por la inclusión de la cultura en los oDS El futuro que queremos incluye la cultura, no logró su objetivo.

7.Contexto internacional

En el ámbito Nacional, la Constitución del 91 marca las pautas generales del país en materia cultural, a partir del reconoci-miento de la pluralidad y multiculturalidad de los habitantes y del territorio, y desde allí se propone por primera vez el diálogo de los saberes culturales presentes en el territorio nacional, asumiendo la perspec-tiva de la cultura como derecho. Actual-mente hay una demanda de reorganizar los fundamentos, siendo necesario discutirlos. Próximos a cumplir dos décadas de la ins-titucionalidad del sector a nivel nacional, resaltamos la estabilidad que el Ministerio de Cultura ha encontrado, los desarrollos normativos en materia de patrimonio, bi-bliotecas, diversidad etnolingüística, artes escéncias, cinematografía y gastronomía, así como la consolidación de los planes na-cionales de lectura y bibliotecas, de música y danza. Se destaca también el desarrollo

de las políticas de industrias culturales y la construcción de algunos planes decenales de cultura por parte de distritos y depar-tamentos, entre los cuales los de Bogotá, Medellín y el Departamento de Antioquia son ejemplares. Mencionemos la impor-tancia de la perspectiva Regional que debe impactar el trabajo cultural. Bogotá hace parte de la Región Centro con los departa-mentos de Cundinamarca, tolima, Meta y Boyacá. Será importante lograr trabajo en red y cooperación con nuestros vecinos.

8.Contexto local

Bogotá cuenta con una estructura des-centralizada que configurada en veinte Lo-calidades ha intentado acercar la Adminis-tración a los ciudadanos, desconcentrando la ejecución de recursos y promoviendo procesos de participación y planeación. La ciudad enfrenta debates sobre los niveles de autonomía, eficacia y eficiencia del mo-delo y competencias; sin embargo, la con-formación de consejos sectoriales, los pro-cesos de planificación participativa como los Encuentros Ciudadanos y la formula-ción de Planes de Desarrollo Locales han generado una cultura que hace parte de la institucionalidad distrital. Las localidades entendidas como territorios construidos de forma social e histórica, han contribuido al reconocimiento de nuevas ciudadanías, for-mas de expresión y a la configuración de te-rritorialidades con identidad propia, siendo esto fortaleza de la ciudad. Desde el sec-tor cultural, la continuidad de la Encuesta Bienal de Culturas, -cuyas muestras dan cuenta de la cultura por localidad, la for-mulación en 2011 de los Planes Decenales Locales de Cultura, la actividad de los Con-sejos Locales de Cultura, el fortalecimiento de la gestión cultural local de la Secretaría como la nueva presencia de servicios del IDARtES y la ofB-, contribuyen a avanzar en un mayor reconocimiento de las parti-cularidades locales, sus prácticas cultura-les y aspiraciones de sus pobladores. Así mismo, los Convenios Plan y el Premio a la Gestión Cultural Admirable, buscan es-tablecer acuerdos de subsidiariedad, com-plementariedad y concurrencia entre el ni-vel central y local

Page 6: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

6 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

Introducción

Bajo la coyuntura del nuevo contexto de ciudad, el ciclo del período de las políticas culturales 2004-2016 y el escenario de la construcción de la paz y el posconflicto en Colombia, se hace necesario repensar los temas y problemas de la política cultural en el Distrito Capital, sobre la base de un balance de lo formulado y lo realizado que de cuenta de aquellos elementos de con-vergencia y divergencia, de los avances, logros, dificultades y retos del sector. De igual manera, revisar e incorporar las múl-tiples señales de cambio en el tejido de lo “Glo-local”, detectadas por diversos instru-mentos de medición de la ciudad y el país con relación a la cultura.

Una de ellas, que quizá, resume de ma-nera evidente fuertes cambios en los derro-teros y expectativas de los ciudadanos en

Bogotá, está asociada con una fractura im-portante entre los resultados de la acción pública y la percepción ciudadana frente a esa misma información. En casi todos los indicadores culturales y de ciudad, inclu-yendo los asociados al consumo, los datos muestran mayores coberturas en la oferta de bienes y servicios con intervención pú-blica, que contrastan con indicadores que revelan mayores niveles de insatisfacción con estas ofertas, sobre todo en poblacio-nes vulnerables donde se ha buscado diri-gir nuevas inversiones (Cómo vamos, 2014). Así, por ejemplo, los indicadores de discri-minación socioespacial en Bogotá mues-tran avances importantes derivados de la inversión pública en las infraestructuras urbanas (SDP, 2014). Si bien la percepción de discriminación (EMB, 2015) hacia otros conciudadanos ha aumentado en casi todos los indicadores (origen étnico, orientación

sexual, género, identidad grupal, musical, etc.), las declaraciones de discriminación directa se han reducido drásticamente du-rante los últimos años (23,3% en 2011 al 14,5% en 2013. EBC, 2013).

Una explicación plausible es que Bogo-tá ha sido una de las ciudades de Latinoa-mérica que comparativamente ha reducido más dramáticamente todos sus indicado-res de pobreza en el último cuatrienio, par-ticularmente a nivel multidimensional, pues pasaron de 11.9% en 2011 a 5.4% en 2014 (DANE, 2015). Esto sin duda tiene implicaciones en la transformación de los patrones y niveles de consumo de los ciu-dadanos, los estándares de calidad de vida deseados y exigidos y el tipo de intervención pública que se espera y se requiere. En el ámbito cultural, está por estudiar cuáles son esas implicaciones frente a las estra-tegias convencionales de política pública cultural. hoy sabemos, por ejemplo, que el mayor acceso a las tIC de los bogotanos en los últimos 5 años (EMB, 2015) han puesto

balaNCE DE las POlÍTICas CUlTURalEs >>>

Instrumentos de Política Cultural en bogotá

Plan Estratégico Sectoria l

Plan de Desarrollo Bogotá Humana

Política Cultura l2004 - 2016

Nueva Política Cultura l

Plan Decenal

Agenda 21

202620212012 2015 20162004

Page 7: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 7

en juicio muchas de las ofertas y prácticas culturales convencionales de carácter pre-sencial (Cómo vamos, 2014). Mayor volun-tad de expresión y conciencia del derecho cultural, pueden reflejarse también en es-tos datos de percepción.

análisis de consistencia

Durante los últimos diez años, el sector cultura en Bogotá formuló un conjunto de instrumentos de política pública cultural y de planificación sectorial con disímiles pre-tensiones, alcances y tiempos de ejecución, a través de los cuales se han planteado es-trategias para estructurar el quehacer ins-titucional.

Entre tales documentos, el de Políticas culturales 2004-2016 es quizá el que com-porta mayor relevancia, pues ha sido el documento rector del accionar del distrito al introducir la categoría de campo que po-sibilita comprender y estructurar el sector, así como reconocer la cultura y lo cultural como parte de las prácticas sociales. Esto le ha valido un lugar especial como refe-rente para pensar la cultura y lo cultural en Bogotá. De igual manera, se han formulado otros instrumentos, más concretamente de planeación en el sector, como el PLAMEC, que es la norma distrital para los equipa-mientos culturales y se estructura desde un énfasis territorial: el plan DICE 2012-2017 como lineamiento para la inclusión y el fo-mento a la cultura escrita; el Plan Decenal de Cultura 2012-2021, cuya estructura co-rresponde a la ampliación y actualización de las Políticas Culturales y, por último, el Plan Estratégico Sectorial, cuyo propósito es la estructuración del sector en el marco de la administración de la Bogotá humana.

En este decenio, uno de los elementos de convergencia que comparte la política cultural en Bogotá como política de Estado, es la garantía de los derechos culturales. Este es uno de esos temas centrales, donde la cultura, como sustrato de la vida social, como práctica comunitaria, como práctica artística, como expresión y patrimonio, ha sido considerada principalmente como un derecho fundamental. Bogotá humana ha complementado lo anterior, integrando el concepto de las libertades.

Política Cultural 2004 - 2016

Campo Cultural,

artístico y del patrimonio

SectoresSociales

Profesionales Pueblos

Dimensionesformación

InvestigaciónCreación

CirculaciónApropiación

ProcesosorganizaciónPlaneaciónfomento

Información Actividades Culturales

InstanciasPúblicasPrivadas

Espacios de concentraciónConsejo Distrital de CulturaConsejo Locales de CulturaConsejo de áreas Artísticas

Comité Sectorial de Cultura, Recreación y Deporte

Page 8: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

8 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

otras temas en los cuales es posible establecer cohesión, son, entre otros, el eje legislativo y regulatorio, como tema transversal, que ha pretendido la búsqueda de garantías jurídicas a las acciones pro-puestas y la creación de ámbitos de inter-vención y reglas de juego. La participación como eje de intervención, es incorporado como principio y como un elemento central para la gestión democrática de la cultura, siendo considerado como un propósito de acción, plasmado en los objetivos, acciones y estrategias de los diferentes documentos. El eje organizacional, alinea los documen-

tos en la garantía de espacios, instancias y ámbitos para posibilitar el diálogo entre los agentes del campo. A nivel endógeno, se relaciona con el fortalecimiento insti-tucional y el desarrollo de las condiciones para la gestión participativa, y a nivel exó-geno, con la premisa de la asociatividad y formalización de grupos culturales que propende por la articulación del sector. El eje de información y comunicación, al que se le asigna la función de mediación es puente y acción necesaria para la interac-ción e interlocución entre la ciudadanía y el Estado y de igual manera, una de las con-

UNEsCO

diciones fundamentales de la investigación, la actualización del sector, la formación de públicos, y la apropiación social de las manifestaciones, prácticas y productos del campo. Por su parte, el eje de formación, se instala como una de las condiciones de permanencia, mantenimiento, transforma-ción y apropiación de las prácticas cultura-les, los oficios y productos propios de las artes y del patrimonio en todas sus mani-festaciones, y por último, el territorio, se-considera como una construcción social en el que se desarrollan y despliegan las ac-ciones tanto de la administración como las

Page 9: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 9

prácticas de los actores. Está directamente relacionado con la infraestructura cultural, los equipamientos, escenarios y paisajes en los que tiene lugar la cultura, las prác-ticas artísticas y los bienes patrimoniales materiales e inmateriales.

Una de las divergencias más notorias entre los documentos de política cultural tiene que ver con los aspectos formales de clasificación que utilizan, asociadas a su intención de uso. Puede afirmarse que si bien los documentos tienen cierto grado de alineación de acuerdo con las Políticas Culturales, son radicalmente diferentes unos de otros, ya que obedecen a lógicas y necesidades de formulación distintas. La principal distinción, es la jerarquía existen-

te entre los documentos y su orientación en términos administrativos para el sector.

En términos de implementación, estos documentos han tenido un arraigo impor-tante en el desarrollo de los proyectos de inversión del sector. A nivel distrital, se tie-ne evidencia que 96% de los proyectos de la Bogotá humana incorporan lineamientos y temáticas tanto de las Políticas Culturales como del Plan Decenal. De ellos, aunque de manera no exclusiva, el 22% se asocian al eje legislativo; el 81% al organizacional; el 71% al de comunicación e información y el 14% de manera exclusiva a los procesos culturales artísticos y del patrimonio. En el ámbito local, se encontró evidencia sobre los campos y dimensiones mayoritariamen-te abordados. En relación con el Plan Bogotá

humana desplegado en las 20 localidades, en el subcampo de las artes, las dimensio-nes con mayor frecuencia fueron la circula-ción con un 40.78 %, seguida de formación con un 24.77 %. En las prácticas culturales, la principal dimensión de los proyectos es el agenciamiento en un 77.31 %. De otro lado, en lo referente al Plan Decenal Local, se encontró que la dimensión de la circulación ha sido la más abordada en los proyectos, representada en un 33.79%, seguida de for-mación con un 19.44%.

Los elementos de balance analizados en este aparte constituyen un aporte inicial de un trabajo más extenso y completo que ade-lanta el sector y que pretende culminar al finalizar el año 2015, con los insumos gene-rados a partir de los talleres participativos.

Page 10: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

10 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

Territorialización de la Inversión 2015

recreación y deporte 55%

cultura45%

fuente: SdP-SegPlan-entidades

análisis de indicadores de cultura

Estos niveles de implementación de la política cultural, con expresión directa en los planes de desarrollo de la ciudad, sin duda proponen una revisión más exhaustiva y rigurosa de sus impactos en la explicación del cambio positivo que han tenido muchos de los indicadores de ciudad asociados al desempeño sectorial.

La proyección de Bogotá como un terri-torio cultural, en donde toda persona pue-da sentirse acogida, reconocida e incluida culturalmente, tal como fuera planteado en el Plan Decenal, ha logrado en los últimos años varias perspectivas de afianzamiento. El mejoramiento de algunos de los indica-dores de contraste, como los de discrimi-nación, tolerancia y comportamiento ciuda-dano así lo señalan (EMB, 2014. EBC, 2013). En Bogotá, se han ampliado los niveles de aceptación de los grupos LGBtI, étnicos y la tolerancia hacia prácticas culturales como el grafiti; han mejorado las conductas en pro del medio ambiente y los animales; ha disminuido el maltrato infantil (ICBf 2015), pero no la violencia intrafamiliar y ha de-crecido el número de homicidios, con un peso fuerte de muertes imputables a es-tructuras de la criminalidad.

Sin embargo, todo está por hacer. Un análisis detallado de varias mediciones de percepción señalan consistentemente que, por ejemplo, importantes segmen-tos de la población de Bogotá cercanos al 50% todavía justifica la discriminación ét-nica, sexual, de género y económica (EBC, 2013). De igual manera, se presentan pers-pectivas polarizadas sobre temas como la cultura democrática, la cultura política y la tolerancia frente a un eventual post-acuer-do de paz. Así, la ciudadanía muestra una actitud mayoritariamente contraria al per-dón de delitos de quienes se desmovilicen del conflicto (57.5%), una defensa parcia-lizada de la democracia como régimen y a sus instituciones (50.3%) y un índice de corresponsabilidad ciudadana inferior al 50%. En materia de oferta de bienes y ser-vicios culturales, los datos muestran con-trastes muy fuertes. Al lado de un aumento en las asistencias y prácticas culturales y deportivas de los ciudadanos (ECC – DANE, 2014), una percepción ciudadana que des-

califica de forma creciente temas de oferta como bibliotecas, ciclorutas y parques. De igual manera, se identifican percepciones negativas en aumento sobre condiciones de ciudad en educación pública, derechos humanos, primera infancia e igualdad de oportunidades (EMB, 2014).

análisis de inversión (temas y campos) e institucionalidad

otro ámbito en que las políticas cul-turales pueden haber incidido de manera determinante, es en relación con el forta-lecimiento de la institucionalidad cultural en Bogotá. En este cuatrienio se han roto todos los hitos presupuestales de los últi-mos 20 años. El sector, entre 2012 y 2014, no sólo ha consolidado una estrategia pre-supuestal que le ha permitido triplicar la inversión per cápita para el conjunto de los ciudadanos, sino también descentra-lizar los recursos e inversiones hacia las localidades duplicando su per cápita. Por subsectores, el campo cultural no ha lo-grado superar los presupuestos históricos

de recreación y deporte, pero si reducir a casi cero en 2014 la brecha presupuestal que los separaba. En materia de especiali-zación del gasto, el sector ha priorizado las inversiones en infraestructura, formación y oferta cultural. Por subcampo, entre 2012 y 2015, ha priorizado en su orden, el arte y la formación (29%), parques, recreación y deporte (47%) y cultura, patrimonio, biblio-tecas y televisión pública.

En materia de fortalecimiento institu-cional, el sector ha logrado consolidar una institucionalidad coherente y bien desarro-llada, que tiene como referente central el surgimiento de las entidades adscritas y vinculadas al sector y la determinación del objeto, funciones y estructura de las mis-mas en el marco de la gestión de las po-líticas culturales, particularmente, la con-versión en 2006 del IDtC en la Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte y de la Corporación la Candelaria en el IDPC, así como la creación del IDARtES en 2010. De igual manera, el fortalecimiento del Siste-ma Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio, como mecanismo central de participación sectorial en la ciudad

Comparativo Presupuesto por subcampo 2012-2015

Page 11: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 11

Estos principios orientan éticamente las políticas culturales y son el horizonte que otorga sentido a cada uno de los elementos que las componen.

• Igualdad: es de todos y todas ante la ley, como también igualdad de oportunida-des e igualdad de hecho en la distribución de los bienes materiales y culturales, el re-conocimiento de la diversidad cultural y la participación política.

• autodetermInacIón: expresa la autoafirmación cultural y la oposición a toda forma de dominación, opresión o dis-criminación, permitiendo a los individuos dirigir sus planes de vida de acuerdo con sus expectativas y criterios.

PRINCIPIOs >>>

<<< ámbITOs DE la POlÍTICa1. Justicia y equidad cultural

tanto en las Políticas Culturales 2004-2016 como en el Plan Decenal 2011-2021 podemos encontrar una preocupación por una justicia entre culturas. Esto se expresa en el reconocimiento de relaciones asimé-tricas y discriminatorias, de la necesidad de una legislación intercultural y la garantía de condiciones para el ejercicio de los dere-chos culturales, la democracia cultural y la democratización del acceso a bienes cultu-rales, entre otros.

hablar de justicia y equidad cultural im-plica, en primera instancia, el fortalecimien-to de un enfoque de derechos cuando abor-damos las prácticas culturales, artísticas y patrimoniales. Se plantea la necesidad de un mínimo vital cultural para todos y todas,

• creacIón SocIal: pueblos, comu-nidades e individuos producen y necesitan comunicar sus experiencias, esperanzas y temores. Muchas iniciativas desde los te-rritorios culturales logran desatar esa ri-queza de la creación social.

• InterculturalIdad: es la manifes-tación del cuidado de la diversidad cultural y la expresión concreta de la construcción de fines comunes para la convivencia so-cial y con la naturaleza, en un diálogo de saberes.

• lo PúblIco: el escenario social don-de se ponen en escena y se tramitan las asimetrías, las desigualdades y las diferen-cias entre los sectores sociales

que reconozca y apoye la transformación social a través de la producción de sentido y la novedad, intrínsecos a la creación que nos permite re-imaginar nuevas formas de organizar lo común, de participar en las co-munidades y renovar la diversidad como una dimensión fundamental de las identidades.

Cuando hablamos de justicia cultural, también nos ubicamos en un debate mucho más amplio sobre las maneras en que pode-mos entender la justicia en las democracias modernas, y cómo ellas ya comportan una dimensión cultural. Entendemos también que hay otras formas de entender la justi-cia más allá de la imparcialidad ante la ley, inspirándonos en sabidurías ancestrales y reconociendo las experiencias de opresión y exclusión.

2. Una cultura que cuidad todas las formas de vida

Las políticas culturales de tradición euro-occidental se formulan en términos antropocéntricos: conciben lo cultural como exclusivo al ser humano y las consecuen-cias de su hacer se limitan a la esfera de lo humano. Las Políticas Culturales 2004-2016 y el Plan Decenal 2011-2021 mantienen esta visión. En nuestro contexto de crisis ecoló-

gicas, de reconocimiento de la inteligencia, sensibilidad y dignidad de las formas de vida no humana, es necesaria una apertura re-flexiva alrededor de las maneras en que las culturas afectan y tienen la potencia de con-servar estas otras formas de vida. Concebi-mos la cultura como una forma especial del cuidado de todas la formas de vida, porque el campo cultural potencia los sentimientos y las relaciones con todo lo otro.

En este ámbito planteamos un debate alrededor del “desarrollo sostenible” y su significado para nuestra relación con las formas de vida no humana en una época de malestar ecológico. Igualmente, se propone debatir la visión de la cultura como ‘cuarto

LIB

Ro

AL

vIEN

to-A

RC

hIv

o f

oto

GR

áfIC

o-I

DAR

tES

Co

MU

NID

ADES

CR

EAtI

vAS

BAR

RIo

MAN

ItAS

ARC

hIv

o f

oto

GR

áfIC

o L

EoN

ARD

o v

ILLA

MIz

AR -

SC

RD

BAC

Atá-

AR

Ch

Ivo

fo

toG

Ráf

ICo

-ALC

ALD

íA M

Ayo

R D

E B

oG

otá

Page 12: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

12 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

pilar’ del desarrollo sostenible que parece no revisar el rol que el crecimiento econó-mico juega en el consumo desmedido y los valores de ganancia prevalecientes. final-mente, resaltamos el giro biocéntrico del Plan Bogotá Humana 2012-2016 en dos de sus propuestas: un territorio que enfrenta el cambio climático, ordenado alrededor del agua y la superación de modelos devastado-res de ciudad.

3. la construcción cultural del territorio

Desde la década del noventa, se plan-tea la necesidad de integrar el concepto de paisaje buscando nuevas formas de gestión que no separen los recursos naturales de los culturales, ni los usos históricos de los actuales. Un primer paso para romper la tendencia de una asignación periférica al te-rritorio en las políticas culturales fue dado por el Plan Maestro de Equipamientos Cul-turales, (PLAMEC), le siguió el Plan Decenal 2011-2021, donde se introduce la necesidad del enfoque territorial como constitutivo de toda política cultural. La Agenda 21 del CGLU instaura el territorio como un valor fundamental de las ciudades sostenibles, y la responsabilidad de gobiernos locales en garantizar la equidad territorial, que enten-demos como superación de la segregación socioespacial.

El carácter del territorio es el de recur-so, bien público, legado y cultura. Su valor es ecológico, funcional, patrimonial, cien-tífico y educativo. El territorio como cons-trucción cultural se entiende como sopor-te, sustento y un factor fundamental en la construcción de identidades en sus flujos, apropiaciones simbólicas y transformacio-nes de los lugares.

Para afrontar plenamente los nuevos re-tos ambientales y culturales que presenta la continua expansión de la ciudad, la necesi-dad de cuidar las fuentes hídricas, atender y reconocer a las comunidades étnicas de diversa índole, necesitamos trascender la vi-sión del territorio desde los aspectos proce-dimentales y administrativos y la reducción de lo territorial a lo físico. El avance que ha tenido la ocupación espacial de los territo-rios en las ciudades del mundo ha impulsa-do la necesidad de discutir y analizar de for-ma integral la visión de territorio y el paisaje, y la afectación de su ocupación por parte de los habitantes y la gestión del mismo.

En ese orden de ideas, conceptos tales, como: patrimonio, paisaje, arte y cultura co-bran un sentido fundamental en la planea-ción y desarrollo de las ciudades que buscan su sostenibilidad, el incremento de la cali-dad de vida de sus habitantes, el aumento del turismo y el fortalecimiento de las diver-sas prácticas identitarias de las personas con el territorio, entre otros factores.

4. la cultura democrática

Cuando hablamos de cultura democráti-ca, identificamos tres momentos: la cultu-ra democrática como democracia cultural, la cultura democrática como apuesta que trasciende los planteamientos de la cultura ciudadana y las críticas a los modelos de-mocráticos tradicionales.

El primero se ancla —desde las Políticas Culturales 2004-2016— en las relaciones que tiene la cultura con la democracia, el desa-rrollo y la economía: sin democracia cultural no puede orientarse un adecuado desarro-llo ni una economía con sentido humano. El concepto de democracia cultural, representa el cambio de una noción de cultura sustanti-

va y como recurso a una noción intrínseca de todo ser. La democracia cultural expandida supone ir más allá del enfoque de derechos culturales, con el fin de explorar la potencia de lo sensible (creatividad en un plano crí-tico y propositivo) que permite reconfigurar las maneras de percibir y expresar lo común y lo singular en la ciudad. El estado puede crear mejores condiciones de diálogo entre los ciudadanos para propiciar a través de di-versas prácticas artísticas, formas inéditas de interacción en las diferencias. Desde el Plan Decenal 2013-2021 se entiende como la generación de condiciones para que la ciu-dadanía pueda expresar libre y autónoma-mente sus saberes, tradiciones, creaciones e innovaciones.

En el segundo, la cultura democrática que cuestiona el enfoque comportamental de la cultura ciudadana cuyos pilares son: enfoque de capacidades; la reivindicación de unas relaciones críticas, dialógicas, soli-darias, imaginativas, creativas del reconoci-miento de las diferencias y diversidades que incluye el trato a la naturaleza; siendo su fi-nalidad intensificar las libertades, los dere-chos, la igualdad, el sentido de lo público y la convivencia. Así, reconocemos una conexión fundamental entre la cultura democrática y una cultura de paz.

finalmente, la cultura democrática des-emboca en una reflexión alrededor del sis-tema democrático. Actualmente, limitar la cultura democrática a participación en sentido amplio, equilibrio de poderes o dis-tribución equitativa de valores y recursos, se convierte en una perspectiva conceptual limitada. Por esto, se plantea la importancia de nuevas formas de hacer democracia que surgen de prácticas culturales y artísticas, y apropiaciones ciudadanas de lo público.

5. Creación, memoria y cuerpo como conocimiento

Las Políticas Culturales Distritales 2004-2016 ubican la interculturalidad y la crea-tividad como principios éticos que deben constituir horizontes de las políticas públi-cas urbanas. hoy es necesario profundizar el enfoque de lo artístico y lo cultural, en general, como experiencia, y por lo tanto, como modo de crear el mundo, de construir sentido y de ser del pensamiento. La heren-

REv

ItAL

IzAC

IóN

PAR

qU

E D

E Lo

S P

ERIo

DIS

tAS

ARC

hIv

o f

oto

GR

áfIC

o J

oh

N G

AItá

N-S

CR

D

tALLER foRMACIóN MUSICAL - ARChIvo fotoGRáfICo JohN GAItáN- SCRD

Page 13: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 13

cia moderna terminó por sobredimensionar la teoría y empobrecer la experiencia. Con-sumimos categorías, clasificaciones, pero anestesiamos la experiencia. Una exagera-da sobrevaloración de certezas, absolutos, verdades cerradas, va paralela al desconoci-miento de algo fundamental en las prácticas culturales como es la valoración de la incer-tidumbre y lo desconocido, aspectos intrín-secamente ligados a asumir la vida como experiencia. La experiencia es el lugar de la infancia, el tiempo nuevo, el riesgo, la fiesta de la metamorfosis, el cambio del curso de las cosas. Ella afirma el cuerpo, los senti-dos y las sensaciones en una dimensión tan reflexiva como pre-reflexiva, encarnada, que afirma la profundidad de la piel y de un con-tacto singular. Al poner en juego lo corpo-ral, singulariza la relación con el mundo y evita las generalidades no experimentadas. La experiencia produce tanto la singularidad como la intensidad de lo real, es la construc-ción simultánea del sujeto y del mundo.

A veces es más potente el sentimiento de la injusticia que el concepto de la justicia. La experiencia o la memoria generan una afec-ción que puede movilizar un compromiso más vinculante que un discurso.

En este sentido, Bogotá, como una con-fluencia dinámica de territorios, conoci-mientos y cuerpos que se modulan de forma diversa y se relacionan de maneras singu-lares, implica una cierta política. Afirmar que la diversidad de saberes es una de las condiciones de nuestra convivencia plan-tea la necesidad de ampliar el espectro de visibilidad de quienes cuentan y quienes no como sujetos políticos. Es por ello relevante preguntarnos ¿Por qué tipo de conocimien-to/comprensión queremos/ necesitamos producir y transmitir, qué métodos/teorías son relevantes para el conocimiento/com-prensión y que queremos/necesitamos pro-ducir y trasmitir?

Abordar la formación cultural como las culturas escritas desde una geopolítica del conocimiento, invita a considerar transfor-maciones epistémicas que son también éti-cas y políticas.

La relevancia de la memoria en una épo-ca que tiende a empobrecer los mecanismos sociales y culturales para su creación y pre-servación es cada día más urgente. Actual-mente no basta con visibilizar su existencia, se necesitan discursos y prácticas sobre su valoración. No existe ninguna acción social que no tenga relaciones con la memoria: la amistad, el amor, el juego, la empatía, el cuidado, la familias, las relaciones políticas, la creación artística, etc.; están tejidas y en-trecruzadas por nexos con la memoria.

6. sostenibilidad de lo cultural

Las políticas culturales a nivel mundial debaten constantemente sobre la genera-ción de las condiciones económicas, finan-cieras y de sostenibilidad que permitan el desarrollo y florecimiento de las prácticas asociadas a la cultura, el arte y la memo-ria. En las Políticas Culturales Distritales 2004-2016 se plantea la sostenibilidad como principio, lo que nos obliga a preguntar por su lugar en las políticas culturales poste-riores. Adoptamos el concepto para tratar el tema de la producción cultural más allá de una economía mercantil, pero es cier-to que no toda economía lo es. La gestión comunitaria, es también un modo de eco-nomía.

Reivindicar la sostenibilidad como ele-mento del campo cultural, nos lleva a en-frentarnos con un horizonte de debates y tensiones que no tienen todavía una solu-ción clara. Identificamos debates teóricos respecto a la definición misma de desarro-

llo sostenible y su relación con lo cultural, en referencia a saberes ancestrales como el sumak kawsay, el buen vivir y las alterna-tivas al desarrollo, así como las relaciones entre cultura y economía, colindante con el debate ya planteado a Agenda 21 sobre el rol de la cultura como cuarto pilar del de-sarrollo. Los debates ‘prácticos’ giran alre-dedor de: la efectiva articulación las políti-cas públicas locales entre lo económico, lo social, lo ecológico y lo cultural; la defini-ción sobre los bienes y servicios culturales y lineamientos para su priorización en tér-minos de inversión y en cómo la inversión en cultura se traduce en una mejora de la calidad de vida y bienestar de la población (por ejemplo, el planteamiento de un míni-mo vital cultural).

7. Comunicaciones y mundo digital

El debate sobre las comunicaciones y el mundo digital se mueve en varios frentes. Por un lado, aborda el acceso a platafor-mas tecnológicas, alfabetización, y la con-solidación de sistemas de información. Por otro, excede la acción estatal y lo considera como un fenómeno social que transforma la vida en común y las prácticas culturales y artísticas.

tanto las Políticas Culturales Distritales 2004-2016 como el Plan Decenal Bogotá 2012-2021 muestran un fuerte interés en los procesos de comunicación. El primero plantea un “eje comunicacional y de la in-formación” , el segundo la “comunicación e información para el conocimiento” como eje transversal. Debemos preguntarnos en qué medida estos planteamientos corren al ritmo de los nuevos medios y de las dinámi-cas que generan en términos de prácticas culturales y artísticas.

Como fenómeno social amplio, resalta-mos que los medios digitales, sirven como plataforma de comunicación para actores culturales y artísticos y transforman las formas de asociación, trabajo, producción y difusión de la creación. Enfrentamos nue-vos retos en estas dimensiones y se pro-blematizan asuntos como las leyes de de-rechos de autor, entre otros. finalmente, la concentración de la propiedad de los me-dios de información y las grandes ‘brechas

CLA

N ID

ARtE

S -

ARC

hIv

o f

oto

GR

áfIC

o-S

CR

D

Co

NC

IER

to o

fB -

AR

Ch

Ivo

fo

toG

Ráf

ICo

- K

IKE

BAR

oN

A

Page 14: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

14 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

la construcción de una cultura de paz

Los ámbitos señalados lejos de ser com-partimentos estancos se traslapan, se com-plementan, se requieren mutuamente y se amalgaman conformando una manera de asumir lo cultural, que responde de mane-ra no instrumentalista a la construcción de la paz que necesita nuestro país. Afirmamos que el trabajo del sector cultural es funda-mental para lograr la superación del con-flicto violento y proponemos que se discuta si este será el objetivo que guíe las políticas culturales distritales en los próximos diez años, aun si lo cultural es una de las varia-bles de los índices que miden avances que aportan a la paz.

Concebimos la cultura de paz como aque-llas formas de vida urbanas que potencian la creación, promueven la participación colec-tiva, cuidan las diversidades, problematizan las identidades, potencian las subjetividades, atienden la corporeidad, las emociones y la naturaleza, posibilitando el disenso, la con-flictividad, la convivencia y el sentido de lo público, como también el cuestionamiento de los imaginarios de paz y democracia. La cultura de paz es una lógica de acción, de re-lación y de crítica que permite reconstruir los lazos sociales deteriorados a través del tiem-po y propender por sociedades más inclu-sivas y equitativas. Así, pensar en la cultura de paz como objetivo general de las políticas culturales implica entender que es algo que se construye y se consolida a través del tiem-po, sin reducirse a exigencias coyunturales específicas.

La cultura de paz adquirió una especial relevancia en 1998, cuando la oNU declaró el periodo 2001-2010, como el “Decenio Inter-nacional de una cultura de paz y no violencia contra los niños del mundo”, y luego el 2000 como el “Año Internacional de la Cultura de la Paz”. En estos textos, la dimensión cultural de la paz responde a ciertos valores, actitu-des, tradiciones, comportamientos y estilos de vida que rechazan la violencia. Sin embar-go, en estas formulaciones hay una ausencia de una teoría compleja de la conflictividad humana: la relación con los conflictos se en-

ObJETIvO >>>tiende como prevención de causas, excluyen-do una transformación democrática de los conflictos.

En nuestro momento y contexto históri-cos, nos vemos abocados a pensar nueva-mente las relaciones entre cultura y violencia. Cuestionamos la identidad entre ‘cultura’ y ‘paz’ ante la evidencia de expresiones cul-turales violentas. Reconocemos también la necesidad de no igualar los conflictos a las formas de violencia. Estos dos supuestos nos llevan asumir que hay que abolir el conflicto para ser culturales, que hay que silenciar la violencia y el conflicto en nombre de la tole-rancia. El horizonte de la cultura de paz reco-noce una tipología de las diversas formas de violencia y la posibilidad de albergar formas culturales de su mitigación.

El reconocimiento de la complejidad de las relaciones humanas y las sociedades esencialmente diversas nos obliga a pensar la cultura de paz en conexión fundamental con la cultura democrática. Son formas in-terdependientes de abordar la conflictividad constitutiva de la vida social: no es posible fortalecer la democracia sin la consolidación de una cultura de paz. La cultura democráti-ca es condición y posibilidad para una cultura de paz. Más cultura de paz exige profundizar la cultura democrática; más cultura demo-crática potencia la cultura de paz

JAzz

AL

PAR

qU

E -

ARC

hIv

o f

oto

GR

áfIC

o -

ofB

tecnológicas’ que son a su vez brechas so-ciales, preocupan a unas políticas cultura-les movidas por las ideas de justicia, igual-dad y democracia.

8. Gobierno de la cultura

El gobierno de la cultura, al ser un asun-to transversal a la organización y funciona-miento del sector, es inicialmente pensado como un ámbito que atraviesa todos los de-más. Se refiere también a las nuevas formas de concebir lo público (como sector), sus relaciones con lo común (como lo comparti-do) y los cuestionamientos que plantean los actores culturales y artísticos a sus concep-ciones tradicionales.

Las Políticas Culturales Distritales 2004-2016 conciben el gobierno de la cultura ín-timamente relacionado con la existencia del Sistema Nacional y el Sistema Distrital de Cultura. En esta arquitectura del gobierno de la cultura son importantes para las Po-líticas Distritales, los principios de participa-ción, concertación, articulación, descentra-lización y lo público.

En el debate contemporáneo son cada vez más frecuentes las invocaciones a las nociones de espacio público, esfera pública, dimensión o vida pública. Esto, simultáneo a la homologación de lo público como lo Es-tatal. Las relaciones entre lo público y lo co-mún, hacen visible la necesidad de re-pensar hasta qué punto un exceso de énfasis en lo público puede derivar en un Estado interven-cionista. Paralelamente, plantear una distin-ción tajante entre lo público y lo común exime de responsabilidad al Estado en términos de inversión, regulación y sostenimiento de un sector cuyas acciones apelan generalmente a transformaciones sociales, a la vida social, a la esfera pública y las formas de ejercicio de palabra y de participación

Page 15: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

>>> 15

INtE

RvE

NC

IóN

AR

tíSt

ICA

BES

o D

EL B

Ro

Nx

- AR

Ch

Ivo

fo

toG

Ráf

ICo

- ID

ARtE

S

ImpresIón: Buenos & CreatIvos sas. Impreso en ColomBIa - 2015

>>> bIblIOGRafÍa

documentoS InStItucIonaleStodos los documentos institucionales de políticas distritales y planes a los que se hace referencia pueden encontrarse en la página del Sistema de Información Cultura, Recreación y Deporte (Sis-cred): http://sispru.scrd.gov.co/siscred/

Políticas Culturales Distritales 2004-2016.Plan Maestro de Equipamientos Culturales

(Plamec), 2006.Política Pública de Deporte, Recreación y

Actividad Física para Bogotá 2009-2019.Plan Decenal de Cultura 2011-2021.Plan Distrital de Inclusión en la Cultura Escrita

(Dice), 2011.Plan Estratégico Sectorial de Cultura, Recreación

y Deporte para la Ciudad de Bogotá D.C. 2012–2016.

referencIaS temátIcaSEstas referencias han servido de inspiración conceptual en la construcción de los ámbitos de la política.

Declaración Universal de los Derechos de la Madre tierra (2012). Disponible en: http://rio20.net/propuestas/declaracion-universal-de-los-derechos-de-la-madre-tierra/.

Escobar, Arturo. Más allá del Tercer Mundo. Globalización y diferencia. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e historia, 2005.

Guerrero, Arturo. Las huellas de las hormigas. Políticas culturales en América Latina. Bogotá: Convenio Andrés Bello, 2010.

harvey, David. Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo. quito: Editorial IAEN, 2014.

Jacques, Rancière. Sobre políticas estéticas. Barcelona: Museo d’ArtContemporani de Barcelona, 2005.

Nussbaum, Martha. Las fronteras de la justicia. Barcelona: Paidós, 2007.

ochoa, Ana María. Entre los deseos y los derechos. Un ensayo crítico sobre Políticas Culturales. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e historia, 2003.

Simbaña, floresmilo. “El sumak kawsay como proyecto político”, en Más allá del desarrollo. quito: fundación Rosa Luxembourg, 2011.

zuleta, Estanislao. “Sobre la guerra” en: Elogio de la dificultad y otros ensayos. Cali: fundación Estanislao zuleta, 2001.

Page 16: INTRODUCCIÓN >>> · y adaptación al cambio climático. 2.Economía Para el primer trimestre de 2015, Bo-gotá aportó el 25,8% del PIB nacional, que con el agregado de Cundinamarca

16 Bases de Políticas Culturales >>> 2016 - 2026

aGENDa DE fOROs lOCalEs DE POlÍTICa sECTORIalEs >>>

UsmePAS de Usme

(Avenida Calle 91 SUR Nº 3 C - 34 ESTE)Hora: 10:00 a.m. a 1:00 p.m.

05 de Septiembre

Rafael Uribe UribeAlcaldía Local

(Auditorio Calle 32 Nº 23 - 62 SUR)Hora: 4:30 p.m. a 7:00 p.m.

05 de Septiembre

Barrios Unidos y Teusaquillo

Biblioteca Virgilio Barco(Tv. 59a #63)

Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

18 de Septiembre

ChapineroAlcaldía Local

(Auditorio Cr 13 Nº 54 – 78. Piso 3)Hora: 9:00 a.m. a 12:30 m.

18 de Septiembre

UsaquénUniversidad San Buenaventura

(Cr 8 H Nº 172 – 20)Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

19 de Septiembre

Santa FeCasa Teatrova

(Cl. 24 Nº 4 A – 16)Hora: 3:00 p.m. a 6:00 p.m.

25 de Septiembre

SubaBiblioteca Francisco Jose de Caldas

(Carrera 92 Nº 146C-24)Hora: 9:00 a.m. a 12: 30 m.

26 de Septiembre

Los Mártires y Antonio Nariño

Biblioteca Carlos E Restrepo

( Transversal 21ª Nº 19-54 sur)Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

26 de Septiembre

Puente ArandaCasa Museo Antonio Nariño

(Calle 10 A N° 38 a -25 sur)Hora:9:00 a.m. a 12: 30 m.

02 de Octubre

La CandelariaCasa Concordia

(Calle 12 F Nº 3- 22)Hora: 3:00 p.m. a 5:30 pm..

02 de Octubre

BosaCasa de la Justicia(Carrera 81 D Nº 59 A - 59 SUR)

Hora:9:00 a.m. a 12: 30 m.

03 de Octubre

Ciudad BolívarCasa de la cultura (Carrera 38 Nº 59 B - 43 SUR)

Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

03 de Octubre

FontibónCasa de la cultura

(Calle 17 A N° 99 – 53)Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

09 de Octubre

TunjuelitoBiblioteca Gabriel Garcia Marquez

(Calle 48B Sur #21-13 )Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

10 de Octubre

KennedyBiblioteca El Tintal

(Avenida Ciudad De Cali # 6 C – 09)Hora: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

16 de Octubre

EngativáJAC Villa Amalia

(Calle 72 Nº 110 – 13)Hora: 9:00 a.m. a 12:30 m.

17 de Octubre

San CristóbalPAS la Victoria

(Diagonal 37 sur Nº 02 - 00 Este)Hora: 2:00 a.m. a 5:00 p.m.

17 de Octubre

SumapazParcela Cultural

(Betania)

18 de OctubreHora: Disposición todo el día

fOROs lOCalEs DE POlÍTICas CUlTURalEs 2016 - 2021

la construcción de una cultura de paz y vida

La Secretaría Distrital de Cultura Recreación y Deporte y el Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario, impartirán en septiembre un diploma-do virtual y presencial dirigido a 385 agentes culturales del Sistema Distrital de Arte, Cultu-ra y Patrimonio, en temas de Gestión Cultural, Planeación Participativa de la Cultura, formula-ción e implementación de proyectos y emprendi-miento cultural.

La duración del diplomado es de 110 horas virtuales y de 12 horas presenciales.

“Multiplicadores de Cultura para la vida”, es el proceso de formación que propicia espacios de reflexión y apropiación sobre el sentido de lo público, a partir del reconocimiento del otro, de su dignidad humana y de su relación de corres-ponsabilidad con la ciudad, a la luz del respeto y la garantía de los derechos humanos.

La escuela funciona a través de talleres de carácter presencial y acompañamiento a la for-mulación de iniciativas ciudadanas y de forma virtual, por medio de un curso e-learning.

Este proceso formativo se llevará a cabo entre octubre y diciembre de 2015. Su objetivo es construir las agendas locales en deporte, recreación y actividad física, educación física y equipamientos deportivos y recreativos, a través de la formación participativa desde un enfoque territorial, poblacional y diferencial.

Se trata de un proceso de concertación con diferentes agentes en las 20 localidades, a tra-vés de la territorialización de la Política Pública en el marco del Sistema Distrital de Participa-ción en Deporte, Recreación y Actividad física.

dIPlomado de geStIón cultural eScuela VIrtual de multIPlIcadoreS de cultura

conStruccIón de agendaS localeS en dePorte, recreacIón y actIVIdad fíSIca

mayores informes > www.culturarecreacionydeporte.gov.co