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RICHARD J. NEUTRA FERNANDO CASSINELLO. Dr. arquitecto. Cuando la Revista ARQUITECTURA me propuso escrib:r este artícul o, como prólogo a un número dedicado a Ri chard J. Neutra no tuve más remedio que aceptar el encargo, ya que me comp lacía enormemente la oportunidad brindada. Y que conste que esta satisfac- ción no es por el halago que supone el ser señalado o el salir en letra impresa, si no por la posibilidad de corresponder a la responsabilidad contraída con Neut~a, al que debo la gra- titud de haberme distinguid o con su confian za y amistad. Le conocí personalmente aquí en Madri d, en el año 1955, en que fué invitado por el Insti tuto " Ed ua rdo Torroja" a que pronunciase en Costillares su conferencia "La Arqui- tectura como f actor humano". En el año 1956 volvimos a encontrarnos, de nu evo en Ma- drid, para tomar parte en el cursillo de "F ormas resistentes en la construcción moderna ", en el que pro nunció una nueva conferencia bajo el tít ulo " Nuevo interés de la estructura". Más tarde, con motivo de un viaje de estu dios po r tier r as norteamericanas, tuve ocasión de verle en Los Angeles, en su propia casa y estudio. Además de estos contactos personales, como director de la revista Informes de la Construcción mantu ve con Dione, su encantadora muje r y colaborado ra, una corr esponden- cia frecuente, facilitándome numerosos y valiosos artículos sobre su obra. Hasta que un día recibo un a carta en la que se me dice: " . .. el motivo de escribir a usted hoy es pre- gunta rle si le agradaría el proyecto de prestar sus archivos para atesorar en ellos todas las ideas que Mr. Neutr a ha escrito durante la l arga exper iencia de su vida y que aún siga es- cr ibi endo. Quizá _este esfu erzo personal pueda dar a usted luego, aun " post-mortem", satis- facción o algú n ingreso si usted hace pub licaciones en su país. Acaso usted pueda utilizar estos artículos ac t ualmente, como el famoso Eckermam, que recogió los pensamientos de Goethe ... " A partir de en tonces no he dejado de recibir, con gran asiduidad , escritos, con- fe,encias, fotografías ; diaposit ivas. .. que me sirvieron para publ icar una amplia serie de artículos y pronunciar algunas conferenc i as sobre su t eoría y su ob r a. Está claro, pues, que ni pude ni quise rehus ar de escribir este ar tículo, y que en él se me notará que soy un poco pa rti da r io suyo. Sin embargo, procuraré no ca er en " forofo " y presentarlo tal cual es, empleando la mayor parte de las veces sus propias palabras y ejemplos. Antes de en trar en la exposición del "credo arquitectón ico" de Neutra , me parece apropiado el tratar de situ arlo en su ambiente-tiempo y lugar - , con ob j eto de centrar su personalidad entre los grandes forjadores de la arau itectur a co ntemporánea. Para ello, no voy a repetir la historia, ni voy a habl ar de todos. Me limitaré a re- montarme al año 1957, cuando con un grupo de arqu it ectos e i ngenie ros visi tamos Esta- 3

J. fué - COAM Files/fundacion...la complejidad de su oficio, ante la necesidad de resolución técnica de la obra; y es un arte porque tiene siempre como meta la perfección y la

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  • RICHARD J. NEUTRA

    FERNANDO CASSINELLO. Dr. arquitecto.

    Cuando la Revista ARQUITECTURA me propuso escrib:r este artículo, como prólogo

    a un número dedicado a Richard J . Neutra no tuve más remedio que aceptar el encargo, ya que me complacía enormemente la oportunidad brindada. Y que conste que esta satisfac-

    ción no es por el halago que supone el ser señalado o el salir en letra impresa, sino por la

    posibilidad de corresponder a la responsabilidad contraída con Neut~a, al que debo la gra-

    titud de haberme distinguido con su confianza y amistad.

    Le conocí personalmente aquí en Madri d, en el año 1955, en que fué invitado por el Instituto "Ed uardo Torroja" a que pronunciase en Costil lares su conferencia " La Arqui-

    tectura como f actor humano". En el año 1956 volvimos a encontrarnos, de nuevo en Ma-

    drid, para tomar parte en el cursillo de "Formas resistentes en la construcción moderna " ,

    en el que pronunció una nueva conferencia bajo el título " Nuevo interés de la estructura " .

    Más tarde, con motivo de un viaje de estudios por tierras norteamericanas, tuve ocasión

    de verle en Los Angeles, en su propia casa y estudio.

    Además de estos contactos personales, como director de la revista Informes de la

    Construcción mantuve con Dione, su encantadora muje r y colaboradora, una corresponden-

    cia frecuente, facilitándome numerosos y valiosos artículos sob re su obra. Hasta que un

    día recibo una carta en la que se me dice: " . .. e l motivo de escribir a usted hoy es pre-

    guntarle si le agradaría el proyecto de prestar sus archivos para atesorar en ellos todas las

    ideas que Mr. Neutra ha escrito durante la larga experiencia de su vida y que aún siga es-

    cr ibiendo. Quizá _este esfuerzo persona l pueda dar a usted luego, aun " post-mortem", satis-

    facción o algún ingreso si usted hace publicaciones en su país. Acaso usted pueda utilizar

    estos artículos actualmente, como el famoso Eckermam, que recogió los pensamientos de

    Goethe ... " A partir de entonces no he dejado de recibir, con gran asiduidad , escritos, con-

    fe,encias, fotografías; diapositivas. .. que me sirvieron para publ icar una amplia serie de

    artículos y pronunciar algunas conferencias sobre su teoría y su obra.

    Está claro, pues, que ni pude ni quise rehusar de escribir este artículo, y que en él

    se me notará q ue soy un poco partida rio suyo. Sin embargo, procuraré no caer en " forofo"

    y presentarlo tal cual es, empleando la mayor parte de las veces sus propias palabras y

    ejemplos.

    Antes de ent rar en la exposición del "credo arquitectón ico" de Neutra, me parece

    apropiado el tratar de situarlo en su ambiente-tiempo y lugar- , con ob jeto de centrar

    su personalidad entre los grandes forjadores de la arau itectura contemporánea.

    Para ello, no voy a repetir la historia, ni voy a hablar de todos. Me limitaré a re-

    montarme al año 1957, cuando con un grupo de arquitectos e ingenie ros visit amos Esta-

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  • dos Unidos. En Phoenix, charlamos con Wright, en Taliesin; en Los Angeles nos entrevis-tamos con Neutra, en Silver Lake; en Chicago nos recibió Mies van der Rohe, en M.I.T. Tres formas distintas de concebir y hacer arquitectura: Taliesin, Silver Lake, M.I.T. Tres a r-q uitectos-Wright, Neutra y Mies-que dejaron huella en su caminar. Pero en ¿qué con-cuerdan? ... ¿En qué divergen? .. . Evidentemente que no en problemas de detalle, sino de concepto, ligados a la propia esencia de la Arquitectura. Sus doctrinas son las más opuestas,

    y sus credos profesionales y sus obras tienen, respectivamente, un más profundo sentido

    ART ISTICO, HUMANO y TECNICO. Porque a Richard Neutra pueden servi r le de presentación las pa labras q ue Napoleón

    dijo de Goethe: "Voila un humaniste"; a Mies van der Rohe, porque su estructuralismo y perfección técnica le ha convertido en e l realizador de las catedrales góticas de nuestro tiempo, y a Frank Lloyd Wright, porque es e l artista, e l poeta de la arquitectura q ue con sus obras ha vuelto a reclamar para e ll a e l pedestal que le corresponde como reina de las

    Bel las Artes. No voy a intentar exponerles la doctrina y obra completa de estos tres geniales ar-

    quitectos, sino que voy a limitarme a tratar de hacer una panorámica general con objeto de acusar los fu ndamentos de la arquitectura y resaltar los va lores aportados por la arqui-

    tectura neutraniana.

    La arquitectura de ayer, de hoy, de mañana y de siempre es una necesidad funcio-nal, porque resuelve problemas fund amenta les de la vida del hombre; es una ciencia, por la complejidad de su oficio, ante la necesida d de resolución técnica de la obra; y es un arte porque tiene siempre como meta la perfección y la belleza, que nos acerca a Dios,

    suprema aspiración del hombre . La primera ecuación que podíamos plantear es, pues:

    ARQUITECTURA = HOMBRE + TECN ICA + ARTE

    Pero el espacio humanizado, meta de toda arquitectu ra, no es lo mismo, aun para un mismo hombre, si lo precisa para rezar, dormir o trabajar. Y, evidentemente, la arquitec-tura no es igua l hoy que ayer o que mañana, ni en sus formas ni en su conten ido, porque el hombre cambia, las necesidades sociales cambian, la técnica, el gusto, los materia les ... , todo cambia. Y la arquitectura no puede ser igual donde hace mucho calor que donde hace mucho frío; en la alta montaña que a la o rilla del mar; en Madrid que en Brasi lia . .. , y es que el lugar impone también sus condi ciones a la arquitectura. Y ya tenemos otra

    ecuación: ARQUITECTURA = ESPACIO + TIEMPO + LUGAR

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  • Y aun podemos plantear la tercera ecuación, consecuencia de las posibi lidades de rea-

    lización de la obra:

    ARQUITECTURA = MATERIAL + M EDIOS + HOMBRE

    Porque no es lo m ismo hacer arquitectura con piedra, ladrillo, metal u hormigón; ni

    es igual el construir con cincel, pa leta ... o medios mecánicos; ni puede p lantearse la m isma

    ejecución con legiones de esclavos movidos a látigo que con hombres libres amantes de

    su profesión; es decir, con un hombre realizador material de la obra arqu itectónica, en el

    que hay que pensar tanto como en ese otro primer hombre que va a disfrutar de la obra.

    Y sobre estos nueve parámetros surgirá un tercer hombre, el arquitecto, que si es

    consciente y está suficientemente capaci tado no olvidará ninguno de el los, tratando de al-

    canzar en su obra la meta agustiniana de "esplendor de la armonía" como forma más ex-

    presiva de su belleza. De una belleza en la que, integrados los nueve parámetros, te ndrá

    vida y servirá para que el hombre pueda ser más hombre.

    Residencia en San Pedro. Cal.

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    Pues bien, estos nueve parámetros. leídos en el sentido vertical, nos definen las doc-trinas extremas de los tres arquitectos que es tamos considerando:

    RICHARD NEUTRA = HOMBRE + ESPACIO + MATERIAL MIES VAN DER ROHE = TECNICA + TIEMPO + MEDIOS FRANK LLOYD WRIGHT = ARTE + LUGAR + HOMBRE

    Y así, el funcionalismo neutraniano lleva a Neutra a crear las viviendas que nos gus-taría vivir; el tecnicismo de Mies, las que preferiríamos construir y, el genio de Wright, las que soñamos con proyectar. Y es que el humanismo neutraniano no es más que la interpre-tación socrática de la belleza: "Es bello lo que sirve a un fin." El tecnicismo de Mies sigue el concepto platónico: "La belleza es el esplendor de la verdad." Y la libe rtad artística de Wright es la materialización de la belleza de Santo Tomás: "Es bello lo que causa deleite"; pero un deleite espiritual, un deleite que sólo es capaz de sentir el hombre, dotado de alma y corazón.

    HoMBRE, ESPACIO y MATERIAL son los caracteres más destacados de la arquitectu-ra neutraniana; pero sobre todos ellos el punto principal y más destacado lo constituye el HOMBRE. Y, evidentemente, su lema: "el hombre es medida y patrón de toda la arquitec-tura", es la réplica al viejo planteamiento filosófico de Protágoras: "el hombre es la me-dida de todas las cosas".

    Porque nuestra época no es más famosa por la aparición de la bomba atómica o de los satélites artificiales; sino por el enorme desarrollo experimentado por las ciencias bioló-gicas. Y si, efectivamente, la Humanidad ha creado medios de destrucción extraordinarios, también es verdad que la vida media del hombre es superior en nuestros días. Ya no le vale al arquitecto el considerar solamente los cinco sentidos, sino que tiene que pensar en los millones de células sensoriales que componen nuestro cuerpo y que, constantemente en ten-sión, captan hasta el más pequeño detalle de nuestro entorno. El arquitecto está obligado a conocer al hombre y a proyectar de acuerdo con su naturaleza, sin olvidar los pequeños detalle3, que son los que permiten esa perfección del espacio ideal arquitectónico.

    El ingeniero trabaja con unidades mucho más groseras, tales como en kilogramo por centímetro cuadrado, la tonelada, el caballo de fuerza ... , pero el arquitecto ha de profun-dizar en su trabajo a magnitudes difícilmente medibles, pero que son las que producen !os estímulos que rompen el equilibrio ínter no del hombre y que le hacen sentirse en un ambiente, a veces sin saber por qué, cómodo o molesto. El que la lectura de mi artículo les resulte ameno, no sólo depende de mí mismo, sino que depende también, en gran par-te, del arquitecto que proyectó su casa, de su temperatura, de su color, de la comodidad del asiento ... y de un sinnúmero de factores que sólo el hombre es capaz de medir y valorar.

    Neutra, en sus frecuentes charlas, suele contar una anécdota que le ocurrió con una de sus clientes. Decía ... que cierto día se le presentó una señora a €ncargarle una casa, y que como única orientación llevaba una revista de modas en una de cuyas láminas venía reproducida una cocina a todo color, con una batería de cacharros de cobre de tal calidad de matices y brillos, que hasta a é l mismo se le saltaron las lágrimas de satisfacción; pero su cliente quería que esta maravillosa cocina quedase abierta y a la vista desde el estar; la idea era buena en la revista, pues la repro:lucción es inodora; pero ¿qué pensaría el ma-rido al tener que ver la televisión oliendo a cebolla? ...

    Es evidente que e n arquitectura no se puede perder de vista la naturaleza humana, pensdndo en todo aquello q ue el hombre es capaz de tolerar. Y la forma, el color, la tem-peratura, la humedad, el olor ... son todos ellos factores importantes que acusan la prepon-derancia del hombre en la arquitectura. Y es tan evidente, que a veces nos olvidamos de este factor tan primordial, que muchos de nuestros proyectos serían bien distintos con sólo pensar que nosotros mismos tuviésemos que vivir y soportar nuestra propia arquitectura.

    "Mi principal preocupación es el hace r Arquitectura humana, pues el arqu itecto no ¡uega al proyectar, como opina mu ::ha gente, si no que lucha por crear ambientes que estén más de acuerdo con la naturaleza hu mana, con sus reacciones fisiológi cas y bioló-gicas, con su medio . .. , con su ambiente."

  • RESIDENCIA EN SAN PEDRO, CALIFORNIA.

    La transparencia de las zonas es-tar se ju:;tiflcan ante la belleza del paisaje circundante. Zonas a;ardinadas, piscina, pérgolas y caminos rodean a la arquitectura y se incorporan a ella.

  • "La buena arquitectura no siente com piejos formal istas ni divaga con los distintos sentidos de forma, sino que resuelve concep tos concretos y claros, para hacer la vida más hogareña, más acogedora y más humana."

    "Hay que crear una Arquitectura de viviendas más cómodas, más tolerables y más a nuestra escala. Y ello, sólo basado en la naturaleza del hombre, porque la Arquitectura del futuro se apoyará en una mayor información; pero no de los materiales y de sus téc-nicas, sino de las reacciones biológicas del ser humano. "

    "Las ciencias biológicas y fisiológicas marcan el desarrollo de la civilización actual. Sus investigaciones son c.o.ntinuas y sus progresos maravillosos, pese a que la mayoría de ellos no son conocidos por la gente. La influencia de la luz, del color, del calor, de la mú-sica ... son factores directamente relacionados con las reacciones biológicas del hombre. Y e l flujo luminoso, o calorífico, o acústico ... que penetra en una habitación se distribuye y repar-te de forma muy diversa, según sea la forma, color, textura, mobiliario ... de la habita-ción. Y este es el papel del arquitecto, el fundar la Arquitectura en el conocimiento huma-no y saber proyectar los estimulantes de los millones de células sensoriales, humanas, pa ra que el ambiente creado responda a la finalidad de la Arquitectura: EL HOMBRE."

    "Hay que pensar en el hombre como tal, y nosotros, arquitectos, debemos pensar todo a su escala en sus más mínimos detalles. El ser humano lo conocemos hoy día mucho me-jor que Sócrates, y eso debe notarse hasta en la Arquitectura, que debe hacer la vida más llevadera, y buscar no el lucimiento personal del arquitecto, sino la comodidad de l client~."

    El segundo punto que habíamos señalado en la arquitectura neutraniana era la im-portancia del ESPACIO. Y para Neutra el espacio arquitectónico no es un espacio muerto, aislado, sin relación alguna con el exterior. Porque una de las cualidades más importantes de la arquitectura es su integración con el medio, su fidelidad a su emplazamiento, a la topo-grafía, al clima ... , y poca integración puede existir si la casa es una verdadera forta leza, de gruesos muros y pequeños huecos defendidos por pesadas rejas, y rodeada la propie-dad de una alta cerca con vidrios en su coronación y cartelito "perro que muerde" pa ra que nadie se atreva a saltar.

    Al proyectar una casa no hay que pensar en los gangsters, porque pa ra e llos todas las rejas son pocas, sino pensar en el cliente, ofreciéndole una vivienda abierta, llena de luz y alegría, para que su mirada abarque todo lo que le rodea y que su posesión visual llegue más allá de sus límites. Que los muros y techos no cierren herméticamente la casa del exterior, formando un mundo aparte, sino que la vida goce de la amplitud del espacio que la rodea y que el sol, las nubes y el cielo formen parte del propio hogar.

    Porque la arquitectura no es un traje que ha de estar sujeto a la moda, porque en el la se manejan grandes inversiones para largo plazo; las reacciones humanas no cambian tan fá-cilmente, y en ellas hay que apoyarse para hacer buena arquitectura, ya que es absurdo pen-

    RESIDENCIA EN SAN PEDRO, CALIFORNIA.

    Desde el interior, y dado el em· plazamiento de la vivienda, se domina no sólo los propios al-rededores ajardinados, sino tam· bién la ciudad y el puerto, el cielo y e l mar, que se confun-den en el horizonte lejano.

  • CHANEL A IGHT, LOS ANGELES. Un barrio de viviendas económicas, cuya ca lidad arquitec-tónica y generosidad urbanística sirvieron para elevar rá-pidamente su valor especulativo.

    sar que e l arqui tecto va a cambiar cada primavera su modo de hacer. Sólo el medio, el lugar, las condiciones particulares de cada obra harán que la arquitectura cambie.

    P or último, Neutra afirma que e l carác 'er de la vivienda se consig ue e n gran parte con el material , con sus texturas y calidades. Piedra, madera y ladrillo son materiales im-pregnados de tradición, y su empleo junto a las telas son los que dan calor e intimidad al hogar.

    Pero junto a e llos, los materiales modernos, tales como el metal y e l vidrio, pese a su frialdad, hacen posible la construcción de cerramientos muy diáfanos q ue conviertan e n realidad la participación de la naturaleza exterior, en e l inte rior de la vivienda. Las gran-des vidrieras han permitido llegar a soluciones similares a las tradicionales de las casas ja-ponesas y arábigo-andaluzas, el\ las que vue lve a cobrar importancia el agua en fuentes, es-tanques y piscinas y el patio, como lugar íntimo de apacible comunicación con la Natu-raleza.

    Y los parteluces móviles, genial creación neutra niana, permitirán que un mismo cerramiento sea abierto o cerrado, según las condiciones climatológicas de cada momento.

    P ero el humanismo neutraniano no al :anza sólo a la arquitectura, sino que abarca también al arquitecto. En una de las última s conferencias pronunciadas por Neutra en la Universidad de Madison acusa de forma destacada la importancia capital que tiene e l ar-quitecto en e l mundo q ue le rodea. Escojarn )S algunas de sus palabras:

    ' "Yo suelo tenerme por arquitecto. Ahora bien: s i los artefactos, estructuras y objetos de todo tipo que constituyen el medio en que nos movemos pueden condicionarnos, per-vertirnos o educarnos, los arquitectos somos sin duda educadores de la Humanidad, o, di-cho más modestamente, podemos ayudar un poco a l hombre a soportarse a sí mismo y

    a seguir adelante con su t rabajo." "Cuando venía aquí, e n e l coche, he tenido e l placer de gozar de la compañía de la

    profesora de Escultura, y al entrar en el rec into de la Universidad me ha mostrado, con e l orgullo satisfecho de una perfecta anfitriona, la residencia de señoritas que, con sus doce o catorce pla ntas, parece e levarse hasta las nubes. Yo le d ije que no comprendía al arqui-

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  • tecto de la Universidad. ¿Cómo no hizo un balcón para cada joven desde el que pudiera escuchar las, serena-tas que si n duda espera? Se me dijo que se había pensado en ello, pero q ue la idea había tenido que ser desechada p ::,r falta de presupuesto. Sé que hay mucho que decir a favor y en contra de los balcone;, y que en el caso concreto de Romeo y Ju-lieta el balcón produjo consecuencias trágicas. Combinando esta triste experiencia de la Verana medieval con otras más modernas, podemos afirmar con aquella mitad de nuestra escindida personalidad que dedicamos a la p ,áctica y prosaica economía de la construcción, que existe un procedimiento más moderno y barato para facilitar tales encuentros de ena-morados. Basta con que el galán entre en una cabina cromada que se .halla en el vestíbu-lo, pulse un botón, se apee en el piso correspondiente y llame al cua rto 214, donde, t ras !a cordial bienvenida, podrá ofrecer cómoda mente la serenata con la ayuda de un toca-discos, y con un volumen calculado de tal modo que no moleste a las compañeras de los cuartos vecinos. He aquí el modo de resolver un problema técnico si n grandes alteracio-nes de presupuesto y de modo que evite el desenlace trágico."

    E1 arquitecto provee al ser humano de decorado para todas sus actividades vitales, des-de la casa de maternidad y la guardería infantil hasta el salón impresionante de la em-presa de pompas fúnebres; y es frecuente que, bajo el impacto de todos estos diseños ar-quitectónicos ambientales que se le da n he chos, la gente se vuelva un poco indiferente hacia las otras artes. Pero creo que debemos enfocar el problema en toda su amplitud, tomando en consideración más factores o elementos sentimentales.

    Un buen proyecto arquitectónico debe empezar por ser bueno desde un punto de vista sensorial, y partiendo de este principio, su construcción puede suponer e n muchos casos una gran economía y un paso adelante en el progreso.

    "Como arquitecto soy, desde luego, un traficante en formas, y no me avergüenza confesarlo tanto como algunos creen q ue debiera avergonzarme. La forma es algo extre-madamente importante y lleno de virtualidad creadora, incluso en la existencia prehumana; pero la actividad artística concebida, considerada reflexiva y consciente es una actividad creadora de recolección y composición de formas estrictamente humana, resultado de una actividad menta l sólo posible a seres supercerebrados, con billones de células cerebrales en acción. Por esto, es inútil buscar arte en el mundo prehumano: el arte no existe sino en el reino del hombre."

    "U n arquitecto estudia su carrera primariamente sobre la base de una formación inge-nieril, calculando toda clase de cantidades. Pero en todo caso puede, y e n muchos lo inten-ta honestamente, intr0ducir en esta aridez de las cifras un poco de arte. Y es en esto en lo que la regla de cálculo se le rebela lamentablemente cuando trata con el cliente. La ver-dad es que Jo que en realidad interesa al arquitecto no es la resistencia y las tensiones de los materiales, sino las tensiones y resistencias de los seres humanos. Plantear este interés sobre una base moderna y cuantitativa, hacerlo medible y comprobable es uno de los más urgentes problemas de hoy y del f uturo próximo, como ya he señalado en otras ocasiones; un problema que servirá para llenar toda la vida profesional de más de un ar-quitecto de las generaciones venideras. Sin embargo, lo que ocurre dentro de los seres hu-manos no es ya en nuestros días algo inasequible a la medición bioquímica o biofísica, si es que hemos de aceptar el imperio tiránico de la medida. Es perfectamente posible en la actualidad mostrar en cifras Jo q ue ocurre en el interior de un hombre que conduce su coche por el tráfico esp_eso de las cal les céntricas, consciente de que dos manzanas más allá tend rá que girar hacia la izquierda. No nos limitaremos a deci r q ue está nervioso. Su circulación, sus pu lsaciones, sus descargas endocrinas, su encefalograma, tensión arterial, presión sanguínea y una serie muy grande de parámetros f isiológicos están sufriendo cam-bios perfectamente mensurables, y el resulta do de todos estos cambios es su nerviosismo. Si esta experienci a es habitual en é l, nuestro hombre acabará incorporándose a las filas de esos doce mil lones de norteamericanos a quie nes anualmente se les enfrían los pies en las sa las de espera de los psiquíatras. Viéndoles en ellas, uno se pregunta dónde habrán e ncontrado sitio para aparcar su coche, y es precisame nte este continuo problema uno de los principales responsables de su trastorno nervioso."

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  • Y para Neutra, el espacio arquitectónico no es un espacio mue rto, aislado, sin relación alguna con e l exterior ... Te-rraza y estancia se amplían mutuamente hacia dentro y hacia fuera en la Residencia Treinaine, en Santa Bárbara.

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  • Y los parteluces móviles, genial creacion neutraniana, permiten que un mismo cerramiento sea abierto o cerrado, según las condiciones climatológicas de cada momento. Terrazas y pasos cubiertos, en la Residencia Edgar Kaufman, e n Palm Springs, se cierran hermé-ticamente frente al sol abrasador o las tempestades de arena.

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  • "Espero que pronto se haga más audible la hoy dif ícil protesta contra el falso rea-lismo que no toma en cuenta al hombre. El hombre va a ser d isparado hacia la luna y va a hacer patente su deseo de llegar allá con vida. No nos basta con tener enormes ciudades como Los Angeles, Tokio, Johannesburgo o Calcuta; es preciso, además, que la gente pueda vivir en dichas ciudades. El conseguir que la vida en las grandes ciudades no pie rda nada de su gozosa y espontánea vitalidad creo que es el más importante de todos los problemas urbanos. Me parecen muy meritorios los complicados estudios que se hacen actualmente para resolver el problema de la vida humana en las plataformas espaciales, pero después de todo, aún no hay nadie en dichas plataformas y los solares en la luna siguen teniendo un precio muy bajo. En cambio, ahí está, vivo y palpitante, el problema de esas amas de casa que pasan la mayor parte de su tiempo en pequeñas y oscuras cocinas, o el de las gentes, grandes y pequeñas, que viven en hogares corrientes, trabajan en oficinas corrien-tes o juegan en jardines de infancia, en el corazón de las grandes ciudades. ¿Por qué no estudiar concienzudamente el problema de estas gentes, aunque no vayan a ser espectacu-larmente disparados a la luna? No es sólo el pan y un mínimo de aire respirable lo que sostiene al hombre. Si damos al problema de la vida del hombre un enfoque total y omni-comprensivo, aun cuando no sea espectacular, el arte y la composición de las formas que rodean su vida cotidiana adquiere una importancia abrumadora. Porque el hombre no pue-

    de sobrevivir en el caos." "Los interminables procesos que se desarrollan en el interior del hombre han sido

    el objeto de mis constantes estudios, en un intento de reforzar y aumenta r mi intuición

    y mi simpatía por estos problemas, para una mejor comprensión de los seres humanos y para poder mejor ayudarlos creando para ellos formas arquitectón icas que creen a su alre-dedor un ambiente en que la vida resulte algo más fácil. He escrito libros de psicología

    como base para mi teoría de lo que debe ser la arquitectura, y me he esforzado por en-contrar pruebas de esa relación entre aquél la y ésta. No soy un investigador científico por-que ninguna institución me ha financiado ha sta ahora un programa de investigaciones. Hace poco tuve una larga conversación con el doctor Hans Selye, el famoso endocrinólogo de Mon-

    treal, quien me dió una interesantísima conferencia sobre cómo conven.cer a una Fundación para que nos dé fondos con que manejar un e quipo de setenta y cinco investigadores y ad-quirir un promedio mensual de 900 a 1.200 ratas para experimentación. Mi trabajo ha de-pendido más modestamente del contacto clínico cotidiano con los cl ientes, del contacto con ellos, lleno de temores y esperanzas y del ejercicio continuado de mi profes ión. Mi único con-suelo en esta época de trabajo de laboratorio es pensar q ue el viejo Hipócrates, sin él , supo

    hacer grandes cosas." "Observando cuidadosamente a la gen te, intentando ponerme siempre en su punto

    de vista para resolver sus problemas, he conseguido hacer algunos progresos como los mé-

    ESCUELA CORONA, EN BELL, CALIFORNIA.

    La continuidad del e spacio interior hacia el exterior permi· te humanizar hasta las formas de enseñanza.

  • AUDITORIO DEL ORANGE COAST COLLEGE. CALIFORN IA. CUPULA DEL PLANETARIO DEL COLEGIO, EN COSTA MESA,

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  • San Pedro, Hacienda-Hotel, es un conjunto orig inal. Neutra ha tratado en é l de huir de la concepción de hotel o motel , buscando para el huésped un ambiente aislado o independiente, pero en fntimo contacto con la Naturaleza.

    dicos de la a ntigüedad. Sobre ellos tuve la ventaja de poder completar este mi conocimien-to de fabricación casera con una riquísima variedad de observaciones sistemáticas hechas por personas, y de poder refrescar mis conocimientos mensualmente con las revistas cien-tí~cas. Un arquitecto debe sentir siempre un gran aprecio por la siste mática: sólo bene-ficios puede obtener de seguir con admirad ón los avances de la investigación científica y metodológica. Leonardo da Vinci era un gran a rtista, pero ten ía, además, una mente ex-t raordi nariamente metódica. Pudo hacer algunas autopsias clandestinas en su sótano, contra la terminante prohibición de la Iglesia y de la Policía. ¡Qué no habría dado por poder ho-jear las 98.000 comunicaciones de investigaciones biológicas que el año pasado se publi-caron en 450 revistas de todo e l mundo!"

    "Todos los artistas y arquitectos del Renacimiento leyeron o escribieron algún libro sobre anatomía, y, tomando al hombre como la media universal, todos ellos profesaron el huma nismo. Los artistas y arquitectos de esta nuestra edad de la ciencia parecen desgracia-

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  • CAPILLA MIRAMAR. LA JOLLA. CALIFORN IA

    IGLESIA EN GARDEN GRONE.

    "El proyectista de iglesias no puede ser sólo un racionalista o un buen técnico. Tiene que amar y respetar a los hombres, a las mujeres y a los niños, a las ma-ravil losas criaturas que compo-nen nuestra humana congrega-coon. En la tradición judaico-cristiana, la palabra es lo prime-ro y, pronunciada en alta voz o dicha en silencio, constituye el centro de las fu nciones de una iglesia. Y la palabra necesita una casa construída con amor hacia la especie humana, que es, a su vez, donación maravillosa de Dios."

  • damente menos interesados en el hombre de lo que lo estuvieron sus coleg as renacen-tistas, que midieron todo a escala humana. Reaccionando contra una Edad Media que, e nsi-mismada en la trascendencia, había o lvidado un poco e l valor sustantivo del hombre, e l Renacimiento ensalzó y contempló con un estremecimiento de gozo la personalidad y la in-dividualidad humana. Las ciencias biológicas fueron estudiadas con un entusiasmo apasio-nado que contrasta con la pobreza de sus medios instrumentales y la fa lta de una podero-sa Institución Rockefeller que las financiase."

    "Es mucho lo que, conociendo a l hombre, podemos avanzar en su apreciación y dig-nificación; y conocer mejor al hombre para mejor servirle no es algo nuevo que yo esté proponiendo ahora por primera vez. Es, por el contra rio, un viejo precepto filosófico que ha estado en vigor durante siglos. Es una vieja fórmula que se atribuye a los griegos, pero como los seres humanos se transmiten sus principios a través de los siglos, yo creo que los griegos lo recibirían a su vez por alguna de las rutas asiáticas . Entre los pensadores asiá-ticos, los indios han ins istido siempre en el trágico enmarañamiento del hombre en el com-plicado escenario del universo. El hombre no vive en ningún caso en el vacío o en e l ais-lamiento. La arquitectura que le rodea y que constituye su propia creación es el pe rma-nente molde conformador en el que aparece también e m butido. ¿Puede también sentirse per-dido en e ste ambiente arquitectónico creado por él mismo? Es ésta una vieja preocupación humana tan vigente hoy como en los días en que la Humanidad tuvo que ser depurada de las primeras ciudades corruptoras, Sodoma y Gomorra. "

    E1 arquitecto ocupa en la gran familia d e los a rtistas una incómoda pos1c1on limítrofe . Sus problemas profesionales y el carácter pe:uliar de su vida artística merecen cierta acla-ración. La afi rmación de que es un artista le v :1 le en la mayor parte de los casos más des-confianza y recelo que franca admiración. Su educación como tal artista es en muchos ca-sos una rémora nota ble para un a rquitecto que quiere abri rse camino.

    Y, sin emba rgo, la arquitectura ha sido definida, tal vez un · poco pomposa mente, como la re ina de las artes; un arte orientador de los demás, a los que da, sin excluir la música, la danza y la tragedia, albergue y escenario. Pero aunque re ina, la arquitectura es también una humilde si rvienta de la Humanidad; no una reina despótica · y orgullosa que niegue su ayuda a cualqu ier cultu ra o a cualquier sociedad de hombres. El artista en gene-ral puede deducir muy instructivas enseñanzas de esta naturaleza ambivalente, de este des-arrollo oscilante de la arquitectura. Tal vez él mismo pie rda muchas posibilidades de per-fección artística si ve en las Be ll as Artes, de un lado, un medio de org ullosa autosatisfacción, y de l otrc, e l servi lismo comercial a nte e l comprador de sus obras. Este dualismo no se dió en ninguna de fas culturas pasadas con e l carácter tan irreductible con que hoy se plantea.

    Es fusto que en la arquitectura exista una vol untad más decidida de servir o ayudar al hombre en su aspecto genérico; pero debe también existir un gran respeto al hombre e n la variedad inacabable y fascinante de su individualidad. Lo cual está muy lejos de cual-quier a

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    EMBAJ ADA U.S.A. EN KARACHI.

    HOMBRE, ESPACIO Y MATERIAL son los caracteres más destacados de la arquitectura neutraniana. La variedad de materiales, s us texturas y ca lidades, dan carácter y a rmonía a la composición arquitectónica.

    Esta devoción al hombre no sería sino el merecido homenaje a su sensibilidad artística, que tan espontáneamente responde a las incitaciones de forma y composición que el arquitec-to diseña para él. Esta espontánea reacción humana ante la obra de arte es el hecho más rico y diverso de nuestro planeta.

    Para el arte, para cualqu ier arte, e l hombre será siempre la adecuada medida; y en arquitectura mucho más aún, ya oue el HOMBRE es a la vez el que la CREA, HACE y VIVE.

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