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JACOBO BURCKHARDT La cultura del Renacimiento en Italia Primera parte: El Estado como obra de arte 1. Introducción “… Existían multitud de formas políticas – ciudades y déspotas – que ya existían o surgieron, cuya existencia dependía de su propia capacidad para mantenerla. 2 En ellas aparece el moderno espíritu europeo del Estado, entregándose por vez primera libremente a sus propios impulsos, revelando con demasiada frecuencia ese desenfrenado egoísmo que hace escarnio de todo derecho y ahoga en germen toda sana formación. Ahora bien, donde esta tendencia queda superada o equilibrada de algún modo, surge algo nuevo y vivo en la historia: el Estado como creación calculada y consciente, como obra de arte”. 3 Las Tiranías del Siglo XV: “En los Estados italianos del siglo XV encontramos lo bueno y lo malo mezclado de modo peculiarísimo. La personalidad del príncipe llega a ser algo tan complejo y altamente significativo, algo tan característico por lo que a su situación y a su misión misma se refiere, que la aplicación de cualquier juicio moral tropieza con las máximas dificultades. El fundamento del poder es y sigue siendo ilegítimo, y diríase que pesa sobre él una maldición que no es posible conjurar por ningún medio”. 6 Los Enemigos de la Tiranía: “Por lo que se refiere a la Antigüedad, a cuya influencia sobre los aspectos morales, y especialmente sobre los políticos, se alude frecuentemente, fueron los príncipes mismos los que dieron ejemplo al tomar como modelo, a menudo explícitamente, el antiguo Imperio Romano, tanto en su conducta como en la idea que tenían de Estado”. 7 Las Repúblicas: “La máxima conciencia política y la mayor riqueza de formas evolutivas las encontramos reunidas en Florencia. En este sentido Florencia merece en justicia el título de primer Estado moderno del mundo.’ Aquí realiza un pueblo lo que en los Estados gobernados por un príncipe e asunto de una sola familia. El maravilloso espíritu florentino, agudamente razonador y artísticamente creador al mismo tiempo, determina continuas transformaciones en la situación política y social, y la describe y ordena incesantemente. Así llegó a ser Florencia la patria de las doctrinas políticas…” Segunda parte: Desarrollo del individuo 1. El Estado italiano y el individuo:

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JACOBO BURCKHARDT

JACOBO BURCKHARDTLa cultura del Renacimiento en ItaliaPrimera parte: El Estado como obra de arte

1. Introduccin

Existan multitud de formas polticas ciudades y dspotas que ya existan o surgieron, cuya existencia dependa de su propia capacidad para mantenerla.

2 En ellas aparece el moderno espritu europeo del Estado, entregndose por vez primera libremente a sus propios impulsos, revelando con demasiada frecuencia ese desenfrenado egosmo que hace escarnio de todo derecho y ahoga en germen toda sana formacin. Ahora bien, donde esta tendencia queda superada o equilibrada de algn modo, surge algo nuevo y vivo en la historia: el Estado como creacin calculada y consciente, como obra de arte.

3 Las Tiranas del Siglo XV: En los Estados italianos del siglo XV encontramos lo bueno y lo malo mezclado de modo peculiarsimo. La personalidad del prncipe llega a ser algo tan complejo y altamente significativo, algo tan caracterstico por lo que a su situacin y a su misin misma se refiere, que la aplicacin de cualquier juicio moral tropieza con las mximas dificultades.

El fundamento del poder es y sigue siendo ilegtimo, y dirase que pesa sobre l una maldicin que no es posible conjurar por ningn medio.

6 Los Enemigos de la Tirana: Por lo que se refiere a la Antigedad, a cuya influencia sobre los aspectos morales, y especialmente sobre los polticos, se alude frecuentemente, fueron los prncipes mismos los que dieron ejemplo al tomar como modelo, a menudo explcitamente, el antiguo Imperio Romano, tanto en su conducta como en la idea que tenan de Estado.

7 Las Repblicas: La mxima conciencia poltica y la mayor riqueza de formas evolutivas las encontramos reunidas en Florencia. En este sentido Florencia merece en justicia el ttulo de primer Estado moderno del mundo. Aqu realiza un pueblo lo que en los Estados gobernados por un prncipe e asunto de una sola familia. El maravilloso espritu florentino, agudamente razonador y artsticamente creador al mismo tiempo, determina continuas transformaciones en la situacin poltica y social, y la describe y ordena incesantemente. As lleg a ser Florencia la patria de las doctrinas polticas

Segunda parte: Desarrollo del individuo

1. El Estado italiano y el individuo:

En el contexto de estos Estados, tanto si se trata de Repblicas como Tiranas, reside, no la nica, sino tambin la ms poderosa razn de ese temprano desarrollo que hace del italiano un hombre moderno. A esto se debe que l sea el primognito de los hijos de la Europa actual.

Durante los tiempos medievales, las dos caras de la conciencia - la que se enfrenta al mundo - permanecan, como cubiertas por un velo, soando o en estado de duermevela. Este velo estaba tejido de fe, timidez infantil e ilusin; el mundo y la historia aparecan a travs de l maravillosamente coloreados y el hombre se reconoca a s mismo slo como raza, pueblo, partido, corporacin, familia u otra forma cualquiera de lo colectivo. Es en Italia, donde por vez primera el viento levanta ese velo. Se despierta as una consideracin objetiva del Estado, y con ella un manejo objetivo de las cosas del Estado y de todas las cosas del mundo en general. Y al lado de esto, se yergue con pleno poder, lo subjetivo: el hombre se convierte en individuo espiritual y como tal se reconoce.

La tirana desarrolla por lo tanto, como hemos visto, hasta el grado mximo de la individualidad del tirano mismo, la del propio condottiere y la de los talentos por ellos protegidos y explotados desconsideradamente como elementos del gabinete secreto: secretarios, funcionarios, poetas, ingenios de saln ...

Las cosas en stas ltimas (las Repblicas) favorecan tambin, aunque de modo distinto, el desarrollo del carcter individual. Cuanta mayor era la frecuencia con que se turnaban los partidos en el ejercicio del poder, tamo mayores eran le energa y la capacidad que precisaba el individuo.

2. La perfeccin de la personalidad:

Ahora bien, cuando este impulso que aspiraba al perfeccionamiento mximo en la formacin de la personalidad coincida con una naturaleza realmente poderosa y al mismo tiempo dotada en mltiples aspectos, que dominaban todos los elementos de la cultura contempornea, surga entonces el hombre universal, l uomo universale tipo humano que pertenece exclusivamente a Italia.

3. El sentido moderno de la gloria:

Al desarrollo del individuo, tal como lo hemos descrito, corresponde una nueva forma de valorizacin hacia el exterior: el sentido moderno de la gloria.

Tercera parte: El resurgir de la Antigedad

1. Observaciones preliminares:

Llegados a este punto de nuestra sinopsis de la historia de la cultura, tcanos ahora considerar el mundo antiguo, cuyo renacimiento ha dado nombre, con parcialidad evidente, a toda la poca. Las circunstancias aludidas hasta ahora y los acontecimientos descritos habran conmovido ala nacin, y la habran hecho alcanzar la madurez, aunque en nada se hubiera advertido la influencia de la Antigedad; an las orientaciones del espritu a que ms adelante nos referiremos podran concebirse perfectamente sin su influjo, en su mayora por lo menos. Pero tanto lo que antecede como lo que a continuacin veremos aparecer, por modo mltiple, coloreado y matizado por reflejos del mundo antiguo, y aunque lo esencial de las cosas fuera posible y comprensible sin tal influencia, siempre tendramos que su manera de manifestarse en la vida slo con ella y a travs de ella pudo alcanzar un desdoblamiento efectivo. El Renacimiento no hubiera sido el alto acontecimiento histrico cultural que fue, si pudiramos disociar sus elementos tan fcilmente. Pero hemos de insistir como uno de los temas primordiales del presente libro - en el hecho de que no slo l, sino su ntima alianza con el espritu del pueblo italiano, existente ya, fue lo que subyug al mundo de Occidente. (. .) El resto de Occidente tuvo que verse defendindose del impulso que llegaba de Italia, o asimilndolo, ntegramente o a medias.

La Antigedad despierta en Italia de modo distinto que en el Norte. Tan pronto como la barbarie cesa, surge aqu, en este pueblo, an semi-antiguo, el reconocimiento del propio pasado. Lo ensalza y desea tornar a l. Fuera de Italia se trata de la utilizacin sabia, reflexiva, de determinados elementos de la Antigedad; en Italia, no slo los sabios, sino tambin el pueblo, toman partido por la Antigedad de una manera objetiva, pues en ella hallan el recuerdo de la propia grandeza (. . .) surge y va condensndose la nueva modalidad, es decir, el espritu moderno llamado a dar la pauta y a constituir el modelo de todo el Occidente.

3. Los autores antiguos:

Importancia infinitamente mayor (...) tenan naturalmente los monumentos literarios, tanto griegos como latinos. Se les consideraba como fuentes de todo conocimiento, en sentido absoluto.

Cuarta parte: Descubrimiento del mundo y del hombre

1. Viajes de los italianos:

Libre de las innumerables trabas que en otras partes impedan su progreso, llegado a un alto grado de desarrollo individual y adiestrado en el estudio de la Antigedad, el espritu italiano se lanza ahora al descubrimiento del mundo exterior e intenta describirlo y reproducirlo, literaria y formalmente.

2. Las ciencias naturales en Italia:

Rasgado el velo de ilusin que todo lo cubra, rotas que fueron las cadenas de la tradicin y de la autoridad y vencido el temor ante la naturaleza, los problemas se ofrecieron en masa ante sus ojos. Ahora bien, es cosa muy distinta que todo un pueblo haga, antes que los dems pueblos, patrimonio suyo preferentemente la observacin e investigacin de la naturaleza, y que en aquel pas, por consiguiente, no envuelvan al descubridor la amenaza y el silencio, sino que, al contrario, pueda contar con la acogida de espritus afines. Que as ocurriera en Italia parece indudable.

Indicio significativo de la general difusin del inters por las ciencias de la naturaleza es la aficin a coleccionar, que se manifiesta muy temprano, y la boga de los estudios comparados de animales y plantas.

3. Descubrimiento de la belleza del paisaje:

Los italianos son los primeros entre los modernos que han percibido el paisaje como un objeto ms o menos bello y han encontrado un goce en su contemplacin.

4. Descubrimiento del hombre. La descripcin psicolgica de la poesa:

Al descubrimiento del mundo de la cultura del Renacimiento aade todava una hazaa mayor al descubrir e integrar plenamente por vez primera la sustancia humana y lograr sacarla a la luz.

Por de pronto, en esta edad del mundo, y como hemos podido ver, se desarrolla el individualismo con vigor mximo; de esto se sigue un diligentsimo y mltiple conocimiento de lo individual en todos sus matices y gradaciones. El desarrollo de la personalidad est esencialmente vinculado al reconocimiento de ella en el propio sujeto y en los dems. Entre ambos grandes fenmenos hemos debido insertar la influencia de la literatura antigua, ya que de lo individual como de lo general humano, aparece teido y condicionado de manera primordial por este medio. Pero la capacidad y la aptitud del conocimiento eran algo propio de la poca y de la nacin.

5. La biografa:

Fuera del campo de la poesa aparecen generalizados, entre los italianos antes que entre los dems europeos, el talento y el gusto para la descripcin de las personalidades histricas segn sus rasgos ntimos y externos.

Ya en los albores de la Edad Media encontramos, en efecto, notables ensayos en este sentido, y la leyenda, como labor constante de la biografa, tuvo que mantener vivos, hasta cierto punto por lo menos, el inters y la destreza que el retrato individual requiere.

Ahora bien, entre los italianos se revela como una tendencia imperante la bsqueda de los rasgos caractersticos de personalidades eminentes, y esto es lo que los distingue de los dems occidentales, entre los cuales el hecho, en general, acaece nicamente como por azar y an en casos extraordinarios. Y es que este vigoroso sentido de lo individual slo puede tenerlo aquel que emerge de la vida semiconsciente de la raza para convenirse en individuo.

En conexin con el concepto de la gloria ya muy difundido, surge un gnero de biografa que compila y compara y que no necesita atenerse a un orden de sucesin dinstica o religiosojerrquica, (. . .) Busca, antes bien, la personalidad cuando es eminente y por qu lo es.

Tambin la autobiografa adquiere, ac y all, vigoroso auge entre los italianos - en extensin y en profundidad - y junto a la ms abigarrada vida exterior nos describe, de manera conmovedora, la propia intimidad.7. Descripcin del hombre exterior:

El descubrimiento del hombre no se limita a la descripcin espiritual de individuos y pueblos; tambin lo externo en el hombre es estudiado en Italia de muy distinto modo que en los pases septentrionales.

Lo primero que nos sorprende en la atenta lectura de los autores italianos de la poca es principalmente el dibujo exacto y enrgico de los rasgos exteriores y lo completo de algunas descripciones personales.

8. Descripcin de la vida activa:

La descripcin del descubrimiento del hombre quedara, por ltimo incompleta si no hiciramos mencin aqu de la pintura de la vida activa.

En sus aspectos cmicos y satricos, las literaturas medievales no podan prescindir de la vida corriente. Pero cosa muy distinta es la pintura que hacen de ella, de sus cuadros y escenas, los italianos del Renacimiento, sencillamente porque los cuadros y escenas les interesan en s mismos, porque son un pedazo de la vida general del mundo que mgicamente les envuelve.