Jaén Cofrade

Jaén Cofrade

RepoRtaje

La dulzura de la clausura

agRupación

Caridad en la noche

opinión

Con luz y taquígrafos

Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén / Diciembre de 2011

26diciembre 2011

Navidad

Jaén Cofrade 1

Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de JaénDiciembre de 2011

Sumario

26diciembre 2011

FOTO PORTADANiño Jesús (Particular)

FOTO CONTRAPORTADAMaría Stma. de la Salud

PRESIDENTEJosé Paulano Martínez

DIRECTORJuan Luis Plaza Díaz

EQUIPO DE REDACCIÓNJoaquín Riquelme MontoroMaría Luisa FontechaSergio Ramírez Pareja

COLABORADORES DE REDACCIÓNManuel López PérezRamón Molina NavarreteFrancisco Carrasco CuadrosManuel Contreras Pamos

COORDINADOR GRÁFICOCésar Carcelén Fernández

EQUIPO GRÁFICOCésar Carcelén FernándezManuel Jesús Quesada TitosManuel Montoro GalánJesús Cobos CastilloAntonio Martínez LuqueJuan A. Montesinos ParrasAlfonso Artero Sánchez-Rebato

FOTOGRAFÍASArchivo Cofradías y HermandadesEquipo gráfico

EDITAAgrupación de Cofradías yHermandades de la Ciudad de Jaén

DISEÑA E IMPRIMEBlanca Impresores, S.L. · JaénPol. Ind. Llanos del Valle - C/ A-35www.imprentablanca.comTirada: 5.000 ejemplaresDepósito Legal: J-571-2005

www.cofradíasjaen.orge-mail: agrupacion@cofradíasjaen.org

Editorial 3Renace la Luz

El reportaje 4La dulzura de la Clausura

Estampas 8La Novena a Ntra. Sra. de la Capilla

Agrupación 10Caridad en la noche

Opinión 12Nueva Evangelización y Cofradías

La Agrupación al día 14

De Pasión 18

De Gloria 34

Con luz y taquígrafos 44Que no nos roben la Navidad

Iglesia de Jaén 46

El Epílogo 50Nacer de Nuevo

Música 52Un sentimiento llamado Amargura

JC Diciembre dosmilonce 2 Jaén Cofrade 3

Renace la luzEditorial

Se aproximan días grandes, si-milares a aquellos que abren la primavera en el corazón

cofrade que late a ritmo de tam-bor y son de corneta destempla-da. A pesar del frío, los días cortos o el aspecto triste de los árboles deshojados, renace una luz espe-cial cuando la Navidad llama a la puerta del alma cofrade. Porque, aunque se antoje insólito, son muchas las similitudes de tiempos tan opuestos como el Adviento y la Cuaresma. Será, tal vez, por vivir en una Cuaresma constante, en un espacio de espera sosegada, lo que hace que sintamos ahora un esca-lofrío muy parecido al que fluye cuando es el portón de la iglesia el que se abre para dar paso a Cristo y a su Bendita e Inmaculada Madre. Sin embargo, los “Misterios” navi-deños son más pequeños e indivi-duales, para que todos, en algún lugar de nuestro hogar, tengamos la dicha de contemplar la cara, el dulce rostro santo de aquel que viene a salvarnos. Solo un niño, un pequeño recién nacido, es ca-paz de desprender todo el amor a través de su inocente mirada. En sus ojos vemos la piedad, la mi-sericordia, el perdón, el amor y la salvación de quien se entrega por entero a pesar de ser más Dios que hombre. Con su presencia ante la Navidad abrimos este número de Jaén Co-frade. Una edición que renace tras meses de ausencia de la mano de una renovada Agrupación de Co-fradías y Hermandades. Es por ello, por lo que esta publicación cambia su continente y su conten-dido, adaptándose a los tiempos pero manteniendo la única inten-

ción de servir como herramienta de comunicación útil y eficaz para las cofradías de Jaén.

Como no podía ser menos, a sólo unos días de la Navidad, es el na-cimiento de Cristo, su buena nue-va, su presencia entre nosotros, lo que centra este Jaén Cofrade que nos llevará hasta la antesala de la Cuaresma. Una Navidad que está lejos del consumismo de un mun-do efímero que mira demasiado la apariencia sin entrar a descubrir el interior. Por eso, frente al ruido y el bullicio habitual en las ca-lles, proponemos el silencio de un convento en el que se ama-san manjares cuyos ingredientes, amor y pasión, son suficientes para deleitar los paladares más exquisitos de las mesas familia-res a las que nos sentaremos y en las que siempre, aunque en oca-siones se desconozca o desprecie, está presente ese niño sonriente. Tras los muros y la penumbra de la reja, se palpa la alegría en la so-ledad y el gozo en la oración. Ora-ción por todos, pero en especial, por los que no tienen un techo bajo el que cobijarse. Inmigran-tes que vienen al llamado primer mundo en busca de sueños que se ahogan bajo cartones en noches de aislamiento y frío. Cuando la ciu-dad duerme, cuando callan los co-ches y las luces se apagan, decenas de historias e ilusiones se cobijan

contando el tiempo para que la luz del alba abra el cielo y la esperanza. Una luz que encuentran al menos temporalmente, en cofrades que de-dican su tiempo para hacer caridad por el prójimo saliendo a prestar ayuda a quienes se conforman con un pesebre para dormir. Recorreremos otras Navidades, las que guardan papeles viejos que el tiempo amarillea para que sea la memoria la que las divul-gue a las nuevas generaciones. Generaciones de jóvenes que han vivido el pasado verano un acon-tecimiento único, las Jornadas Mundiales de la Juventud cele-bradas en Madrid y que pusieron de manifiesto que la savia nueva ha llegado a nuestra Iglesia. Solo hay que cuidarla, mimarla y dar-le responsabilidad, como hacen las cofradías con sus grupos jóvenes, simiente de quienes tomarán el relevo en un tiempo cercano. Ha-cia ellos y con ellos debe empren-derse la Nueva Evangelización que nos propone el Plan Diocesano de Pastoral en el que mucho tendrán que decir las hermandades.Y así, mientras terminamos de adornar el hogar familiar con toques navi-deños, cuando la última guirnalda se cuelga en el árbol y es el pastor el que toma vida en el Belén de nuestro salón, descubriremos la luz que renace en nuestro interior. Un resplandor que llega desde una estrella y que emana de la carita divina de quien será coronado de espinas. Es en este ritual en el que se mantiene el cofrade que con cierto tono de humor, se con-vierte en tonto de nacimiento para, con la primavera serlo de capirote.

Juan Luis Plaza

Solo un niño, un

pequeño recién nacido,

es capaz de desprender

todo el amor a través de

su inocente mirada


Un hogar, humilde y dis-creto, es precisamente el regentado por un redu-

cido grupo de mujeres que vive la Navidad de una forma muy es-pecial. Frente al ruido que todo lo inunda, ante las masivas compras en centros comerciales, el silen-cio y la austeridad se imponen muy cerca de todos nosotros. Son nuestras Hermanas. Monjas de distintas órdenes religiosas que tras altos muros de piedra, rezan y guardan el pasado de nuestra ciudad. Sin embargo, algo cambia cuando se acerca el nacimiento de Cristo. En los grandes conventos que salpican el callejero del Jaén

antiguo, espacios de fe profunda, de clausura, de tiempos eternos, algo fluye cuando el invierno se agudiza y las luces empiezan a brillar en escaparates y plazas. Los Conventos se visten de fiesta, sólo espiritual, desde que finali-za el tradicional Día de Todos los Santos hasta la Nochebuena. Po-bres, humildes y llenas de gracias, las monjas regalan la palabra de Nuestro Señor con el único obje-tivo de fortalecer la fe mundana. Austeridad, silencio, rezo, absti-nencia, y mucho trabajo. Sus ma-nos dejarán momentáneamente el Rosario para amasar auténticos manjares que presidirán las mesas

de muchos hogares. Faltaran ho-ras al día para cumplir con encar-gos pero siempre se mantiene la alegría y el buen humor.

Convento de Santa ClaraSu fundación se remonta a finales del siglo XIII, llevando la misma el rey Fernando III. Actualmente viven en él catorce hermanas de toda la provincia de Jaén. En el locutorio, Sor Montserrat y Sor María Jesús nos reciben con una sonrisa en su rostro. Antes del Adviento Litúrgico, esta congre-gación comienza un periodo de preparación en recuerdo de San Francisco de Asís y Santa Clara.

Para nuestras clarisas, este tiempo comienza el Día de Todos los San-tos, proclamado por San Francisco como “Cuaresma de San Martín”. Así, empiezan su periodo de si-lencio, de rezo, de abstinencia tres veces en semana. No pueden reci-bir cartas, ni llamadas, ni visitas. El único contacto se hace a nivel espiritual y de oración. El primer domingo de adviento realizan el “Reparto del Atico”. Esta activi-dad consiste en la preparación del ajuar y canastilla del niño. Cada hermana prepara y ofrece un en-ser para el Cristo Redentor, ade-más de un sacrificio. A partir del 16 de diciembre, comienzan las “Antífonas de la O”. Son un lla-mamiento al Mesías recordando las ansias con que era esperado por todos los pueblos antes de su venida. Se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclama-ción O, en castellano Oh. Son bre-ves oraciones dirigidas a Cristo Je-sús, que condensan el espíritu del Adviento y la Navidad. La admira-ción de la Iglesia ante el misterio de un Dios hecho hombre: «Oh». Estos cánticos lo realizan ante una antigua O de madera que está pre-sidida por un pequeño niño Jesús en el centro. Posteriormente, em-prenden sus “Jornaditas y el Can-to de Oficio Divino” que finalizan el día 24 de diciembre, víspera del nacimiento de Jesucristo. Además, del 16 al 24 comienzan a poner su nacimiento, que nada más y nada menos, tiene unas medidas de 9 metros de largo por 4 de alto y ocupa gran parte de la Iglesia. De igual forma, recorren y decoran todo el convento con numerosos misterios que ocupan toda la casa. La noche del 24, las hermanas clarisas la celebran en familia y en ayuno. Los villancicos son muy tradicionales en esta casa. Tanto es así que las hermanas suelen cantar y ensayar cerca de 90 villancicos

de cara a la tradicional Misa del Gallo. Ya en la madrugada del 25, tras la solemne homilía, celebran su Navidad: comen sus manteca-dos, se toman su copita de sidra y, por supuesto, esperan a que des-punte el alba para poder volver a ver a sus familias, que vienen lle-nas de júbilo con el único obje-tivo de poder ver y felicitar a sus hermanas por el día de Navidad.

Convento de Santa TeresaSituado en la Carrera de Jesús, fue fundado en 1615 por Don Fran-cisco Palomino Ulloa. Este con-vento partió en su construcción de la unión de dos casas que pos-teriormente se trasformarían en

la estructura actual. El templo es de 1673, obra de Eufrasio López de Rojas, que tenía dos hijas re-ligiosas en el mismo, y responde a los esquemas carmelitanos de planta de “cajón”, con bóveda de cañón y media naranja sobre el presbiterio. Tiene la peculiaridad de ser el primer monasterio Car-melita dedicado a Santa Teresa. En este convento, en pleno corazón del casco histórico de la ciudad, viven doce hermanas procedentes de toda la geografía andaluza. Para ellas, la preparación al adviento es fundamental. Lo consideran un tiempo de humildad y mucho re-cogimiento. Tras el Día de Todos los Santos comienza su periodo de silencio y discreción. No pue-den ver, ni hablar, ni recibir visitas de sus familiares. Tan sólo trabajo, rezo, ayuda a la Iglesia y a los más necesitados. Una tradición que viene de antaño, cargada de hu-mildad, es la elaboración de dul-ces artesanales que centenares de jiennenses degustan a cualquier hora y momento del año. Su hor-no elabora kilos y kilos de magda-lenas, rosquillos de huevo, de anís y de vino, yemas de almendra… Sin embargo, llevan tres años sin elaborar especialidades navideñas ya que, según las hermanas car-melitas, los ciudadanos cada vez compramos menos mantecados, polvorones y rosquillas de Pascua. Con mucha paciencia, y cariño, según sor María Inmaculada, una de las torneras, elaboran uno a uno los dulces que saboreamos y que se nos deshacen en la boca.

Convento de la Concepción

Franciscana (Bernardas) Su fundación fue llevada a cabo por Don Melchor de Soria Vera, instalando este convento junto al recinto amurallado y a la Puerta del Ángel; se accede a las depen-

La dulzurade la clausura

El reportajeMaría Luisa Fontecha

El re

porta

je

Cada familia es un mundo y disfruta de los quehaceres de la vida y de las

festividades de distinta forma y tradición. Los cristianos celebramos la Navidad

con alegría y recogimiento. El Nacimiento de Jesús, Nuestro Salvador, está

cerca, y hay que festejarlo con salud y obediencia. Así llega cada Navidad,

momento de respeto, de silencio, de recuerdo de aquellos seres queridos que se

han ido, que están tan lejos, y a la vez, tan cerca de nuestros corazones. Como

dijo la escritora británica Freya Stark: “La Navidad... no es un acontecimiento,

sino una parte del hogar que uno lleva siempre en su corazón”.


dencias a través de una monu-mental portada con una hornacina presidida por la imagen de la Pu-rísima. El convento cuenta con 22 hermanitas de gracia procedentes de todos los rincones de nues-tro país. Detrás del locutorio, sor Madre Abadesa y sor María Clara. Sus quehaceres diarios, sus rezos y ayuda a los más necesitados, lo comparten entre centenares de kilos de azúcar, manteca, harina, docenas de huevos y litros de le-che con los que realizan numero-sas delicias que podemos disfru-tar durante todo el año, pero de una forma muy especial, cuando llega Navidad. Sus joyas más pre-ciadas: los dulces. Son degustados por miles de españoles ya que han roto fronteras y se han lanzado al mercado sin miedo y con la única vocación de recoger caridad para compartirla y ofrecer felicidad a través de sus manjares más exqui-sitos, hechos con mucho mimo, y cómo no, a la antigua usanza. Como todos los conventos, co-mienzan su periodo de regocijo a partir del Día de Todos los Santos. Todas echan de menos a su fa-milia, pero saben que dentro de los muros tienen otra, con la que comparten su vida, cariño y espí-ritu. Durante los cincuenta y seis

días en los que realizan su “voto de silencio” utilizan una Liturgia rica en lecturas breves y numero-sos cánticos a los salmos. La Na-vidad la inician con el “Canto de vísperas del Día 24”, formado por coros muy solemnes y muy par-ticulares para ellas. Su nacimien-to ocupa una habitación entera y les lleva días ornamentarlo, pero además, revisten el convento con numerosos misterios: cada oficia-la pone un misterio en su «ofici-na». El día 24 las hermanas visitan

todos los nacimientos de la casa donde van realizando, para cada uno, una oración que culmina con el canto de un villancico. La cena de Nochebuena es como otra cual-quiera, pero añaden, como postre, un “nochebueno” que elaboran con mucho mimo en su horno tradicional. Posteriormente, pre-paran la tan venerada Misa del Ga-llo, que llega a durar cerca de hora y cuarto. Según ellas, cada vez va menos gente a la homilía, y les da mucha pena que se haya perdido esa tradición tan familiar para cul-minar un día tan esperado como es la Nochebuena. Tras la misa, su pequeño festín, unos “mantecai-tos”, algunas se toman una “co-pita” de anís, cantan villancicos, e incluso, alguna se lanza con algún chistecillo o chascarrillo curioso. El 25 de diciembre, fiesta general, las hermanas van recibiendo una a una a sus familiares llenas de jú-bilo e ilusión. No reciben regalos, pero para ellas, su regalo es volver a ver y desear una Feliz Navidad a sus seres queridos.

Convento de la Concepción

(Dominicas)Fundado en 1562 por Diego de los Cobos. Al segregarse el Convento de las Damas Nobles de Nuestra

Señora de los Ángeles a fines del siglo XV se creará esta orden en la ciudad. Ha pasado este conven-to por varios emplazamientos; en la actualidad, está situado en la mítica calle Llana. En el locutorio atienden sor María Teresa de Jesús y sor María Jesús; dos vecinas de la Alcantarilla, de las de toda la vida. Actualmente residen 12 hermanas en la casa. Para ellas, lo mejor que les ha pasado es haber decidido ser monjas. Siempre tenían esa intui-ción, desde pequeñas. Consideran que todas las órdenes religiosas son alegres, pero la suya, la que más. Su preparación para la Navi-dad también comienza con el voto de recogimiento. Como todas las órdenes mencionadas, no pueden recibir ni escribir cartas y tienen que esperar al día de Navidad para poder ver a sus respectivos fami-liares. Durante los días previos el ambiente en la casa se engalana para celebrar el nacimiento del Señor. Desde el puente de la Inma-culada comienzan a montar su Be-lén principal, que ocupa toda una habitación; además, en cada Ofi-cio colocan un misterio pequeño. Según ellas, cuando llega la Na-vidad, hay la “explosión”. El día 24 arrancan la jornada cantando las “Kalendas Romanas” de Navi-dad, un canto especial gregoriano

que cuenta la venida al mundo del niño Jesús. Posteriormente, la no-che de Nochebuena, para ellas es una jornada tranquila, austera, en ayuno. Tras la Misa del Gallo, co-mienzan su fiesta que continúan todo el día 25, con una comida especial, en el que los vecinos del barrio, y las propias familias, se vuelcan y entregan todo tipo de alimentos ricos que solemos to-mar en estas fechas tan señaladas. Su vida, al servicio de la humani-dad, la dedican también al borda-do y costura. Trabajan día y noche cosiendo para varias cofradías, y en especial, para su virgen, María Santísima de la Estrella. Muy típi-co de ellas, sólo en estas fechas, es la elaboración de los dulces. Más de cuatrocientos kilos de harina y azúcar, centenares litros de le-che, decenas de docenas de hue-vos, entre doscientos y trescien-tos kilos de almendras,… Todo para poder realizar, en estos días previos a la Navidad, suspiros, almendrados, yemas de huevo, polvorones, trufas, rosquillos de anís y vino dulce. Lo hacen con todo su amor, para su gente, ve-cinos del barrio y los alrededo-res, que se vuelcan en estas fe-chas tan señaladas con todos los conventos de nuestra ciudad. En Jaén, hay otros conventos de

clausura, cuya vida se recrude-ce y es mucho más austera y si-lenciosa en estos días previos de Navidad. Todas echan de menos la falta de vocaciones. De hecho, uno de los conventos más be-llos de nuestra ciudad, a día de hoy, se encuentra cerrado a cal y canto, el de Santa Úrsula. Todas nuestras hermanas llegan a la misma conclusión, esta escasez de vocaciones se debe a la fri-volidad que hay en la vida de hoy en día. Ellas no se arrepien-ten de ser monjas, además, todas llegan a la misma conclusión: “el Señor me quiso así y soy feliz de serlo”. Por eso, tras los altos mu-ros, donde el silencio y la oración emergen del alma, sale un mensaje claro y conciso: que la Navidad no se convierta en una fiesta de con-sumo, sino de esperanza, de alegría por la llegada del Señor, que viene a salvarnos. Que no perdamos la dignidad y el respeto, que sea-mos felices, con humildad y en familia, y siempre teniendo pre-sente a Nuestro Señor.

AYUDA COFRADE

Desde hace ya más de una década la Cofradía del Perdón de la capital realiza una campaña de ayuda en la venta de los dulces

más artesanales realizados en los conventos de nuestra provincia. El objetivo principal de esta campaña es el aumento de beneficios

económicos para las hermanas ya que han visto mermados, en los últimos años, los ingresos en los conventos a causa de la bajada

en la venta de su repostería más especial, además, de la caída en picado de los donativos por parte de la sociedad. Por este motivo,

la Cofradía del Perdón lleva rindiendo respeto y tributo a nuestras hermanas a través de la vocalía de caridad y el Grupo Joven

desde hace más de una década. La Cofradía contó con la colaboración del Colegio Oficial de Gestores Administrativos que les

cedió su sede durante unos años, lo cual permitió ampliar el número de conventos y variedad de productos; hasta que, finalmente,

fue el Corte Inglés quien les lleva cediendo, desde hace cuatro años, el espacio para este noble fin. Muy importante es no olvidar

la primera actuación que realiza la cofradía ya que consigue y se hace cargo del registro sanitario para poder vender y, así, expor-

tar los productos artesanales de nuestras monjitas. Actualmente, esta labor desinteresada de la Cofradía del Perdón, ha cruzado

Despeñaperros exportando más de cuarenta productos artesanales de nuestras religiosas a ocho centros comerciales de la firma El

Corte Inglés de toda España. Las franciscanas de Jaén, las trinitarias de Martos, las clarisas de San Antonio de Baeza entre otros

conventos, son las que hacen posible que los dulces más humildes y ricos de Jaén sean degustados por todo el país.

El re

porta

je


Eran varias las hermandades que propiciaban la celebra-ción de las denominadas

“Jornaditas a Belén”, una espe-cial catequesis a celebrar durante los días de Adviento, dirigida de manera primordial a la población escolar e infantil. Destacaron al respecto las “Jornaditas” que en la iglesia de San Clemente organi-zaba la Cofradía de Nuestra Seño-ra de los Remedios, dirigidas por un sacerdote, tan ingenuo como bondadoso, muy querido en Jaén, don Agapito Hernández Esteban (1861-1926), “Jornaditas” en las que mas de un año colaboró la co-fradía de las Siete Escuadras.Muy común fue también desde finales del siglo XVIII el montaje de grandes nacimientos por par-te de las cofradías, nacimientos a los que se pagaba entrada y se re-cogían limosnas para ayudar a la economía de las hermandades. De todos ellos el más memorable fue el nacimiento que a iniciativa de cinco cofrades comenzó a montar en 1831 la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, del que pronto se de-sistió por su escaso rendimiento económico.

Pero de todas estas iniciativas co-frades preparatorias de la Navidad la más notable y duradera en el tiempo fue la celebración de una novena en honor de Nuestra Se-ñora de la Capilla. Esta novena, cuyos primeros antecedentes los encontramos en 1783, era orga-nizada por el clero parroquial de San Ildefonso con la colaboración económica de algunos devotos. Luego, cuando en 1855 se fundó la Cofradía de la Corte de Nues-tra Señora de la Capilla, la novena pasó a ser organizada por la co-fradía.Se iniciaba con el comienzo del Adviento finalizando en Navidad y los nueve días del devoto ejerci-cio no eran continuos sino que se celebraban aprovechando los días festivos y aquellos de especial sig-nificación mariana. Desde 1859 fue costumbre que la víspera del comienzo de la novena, a las ora-ciones de la noche, se cantara una solemne Salve y una laudatoria Le-tanía, ambas a gran orquesta, cu-yas partituras compuso el maestro de capilla de la Catedral don José Sequera y Sánchez (1823-1888). Luego, en 1866, se añadió una Plegaria con letra de don Francis-co Rentero y música del maestro Sequera y unos Gozos a Nuestra Señora de la Capilla, compuestos

por el maestro de ceremonias de la Catedral y excelente violinista don Manuel Ortiz García (1826-1882), que se hicieron muy po-pulares. Para solemnizar la novena, en-tre los años de 1860-1885 y a iniciativa del cofrade e impresor don Francisco López Vizcaino, se editaban unos cuadernos titula-dos Obsequios Poéticos a Nª Sª de la Capilla, en los que se recogían ofrenda poéticas a la Virgen fir-madas por muy diversos poetas, cuadernillos que eran de obligada lectura familiar en el tiempo de Adviento.Cada día de la novena era predica-do por un clérigo distinto, entre los que dejó memoria el santo y sabio sacerdote jesuita P. Francisco de Paula Tarín (1843-1910).En el año de 1919 se decidió que la novena se celebrara en días seguidos a partir del tercer do-mingo de noviembre, hasta que finalmente en 1972 se acordó trasladar su celebración al mes de junio, perdiéndose el antiguo rito

y su majestuoso acompañamiento musical.Durante muchos años la novena de la Virgen de la Capilla fue una de las señas de identidad del Ad-viento cofrade jaenés. Tanto que el P. Tarín, al predicar la novena de 1908 no pudo sustraerse a la emoción vivida y el 21 de di-ciembre decía a la Madre Mag-dalena, una de sus dirigidas es-pirituales: “…Hoy en la misa de alba en San Ildefonso me parecía estar en el Portal de Belén ha-llándome con estos giennenses, entre los cuales los hay devotos y buenos, ante su adorada Patro-na la Virgen de la Capilla, hermo-sa imagen recuerdo del milagro-so Descendimiento de la Señora, acompañada de San Ildefonso, en 1430 cuando los hijos del Santo Reino se disponían a abandonar su capital porque no podían re-sistir los ímpetus y acometidas de los mahometanos y vino la San-tísima Virgen y alentó a sus hijos y vencieron éstos y se aseguraron para siempre…”.El cambio de los tiempos y las costumbres cofrades motivó la ex-tinción de estas practicas piadosas y pre-navideñas que hoy son solo leves y afables recuerdos en la me-moria de quienes aún alcanzamos sus postreros rescoldos.

La Novena a Ntra. Sra. de la Capilla

EstampasManuel López Pérez

Antaño el mundo cofrade

jaenés vivía el tiempo de

Adviento con intensidad

haciendo de estos días una

ocasión de preparación

espiritual para la Navidad,

algo a lo que cada cofradía

se acercaba de un modo

peculiar.

Esta

mpa

s

Muy común fue también

desde finales del siglo XVIII el montaje de

grandes nacimientos por

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San Pablo en su primera epís-tola a los corintios dice: “Aunque hablara las lenguas de

los hombres y de los ángeles, si no ten-

go caridad, soy como bronce que suena

o címbalo que retiñe. 2 Aunque tuviera

el don de profecía, y conociera todos los

misterios y toda la ciencia; aunque tu-

viera plenitud de fe como para trasladar

montañas, si no tengo caridad, nada soy.

3 Aunque repartiera todos mis bienes, y

entregara mi cuerpo a las llamas, si no

tengo caridad, nada me aprovecha.”

“La caridad es paciente, es servicial;

la caridad no es envidiosa, no es jac-

tanciosa, no se engríe; es decorosa; no

busca su interés; no se irrita; no toma

en cuenta el mal; no se alegra de la in-

justicia; se alegra con la verdad. Todo lo

excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo

lo soporta. La caridad no acaba nunca.

Desaparecerán las profecías. Cesarán las

lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque

parcial es nuestra ciencia y parcial nues-

tra profecía. Cuando vendrá lo perfecto,

desaparecerá lo parcial.”

A esta epístola el grupo “Gen Ver-de”, de la Comunidad de los Fo-colares, le puso una bella música llevándola a todos los rincones de la tierra. Uno de los ejemplos más bellos de caridad se puede extraer de la vida de la madre Te-resa de Calcuta. En cierta ocasión, la madre Teresa y las Misioneras de la Caridad habían recogido de un desagüe de la ciudad, a un anciano que tenia la mitad de su cuerpo comido por los gusanos. Las hermanas lo cobijaron en su

Caridad en la noche

AgrupaciónMaria de los Ángeles Casanova Ag

rupa

ción

albergue, limpiaron de gusanos su cuerpo enfermo y lo acostaron en una cama con sabanas limpias. El hombre antes de morir les sonrío y dijo: “He vivido como un ani-mal en las calles, pero voy a morir como un ángel, amado y cuida-do.” He aquí un ejemplo de la caridad que la madre Teresa de Calcuta predicaba: que hay que amar y dar hasta que nos duela. Conce-damos amor juntamente con un pedazo de pan y liberémonos de nuestra caridad complaciente para dar la ayuda más verdadera tanto al necesitado, al amigo e incluso al enemigo. Que no nos sorprendan en el juicio final preguntando ¿Señor, cuando te vimos hambriento y te dimos de comer?; ¿sediento y te dimos de beber o forastero y te recibimos, o sin ropa y te vesti-mos? ;¿Cuándo te vimos enfermo en la cárcel y te fuimos a ver? Que distinto seria el mundo si pusiése-mos en práctica todo lo anterior-mente planteado. Hoy en día, la sociedad en la que vivimos, tene-mos de todo, o casi de todo, aún a pesar de la crisis que estamos atravesando, pero hay personas, hermanos nuestros, que por des-

gracia siguen padeciendo el ham-bre, el frio, sin un hombro amigo, encontrándose solos lejos de sus familias. La Agrupación de Cofradías, a tra-vés de su Vocalía de Caridad lle-vamos a cabo diversas actividades, una de las más importantes y que ahora estamos desarrollando, a través de Caritas Interparroquial es la ayuda a los inmigrantes. Her-manos nuestros que duermen en la calle en las frías noches de Jaén, esperando que comience la reco-gida de la aceituna. Cada noche Caritas nos prepara mantas, ropa de abrigo y alimento, los cuales recogemos alrededor de la 9 de la noche y los vamos llevando a los distintos lugares donde se en-cuentran nuestros hermanos des-favorecidos. Hablamos con ellos, nos preocupamos de cómo se encuentran, sobre todo intentan-do de darle un poco de calor para sobrellevar el estar tan lejos de su familia y de su patria.Las experiencias son duras pero a la vez muy gratificantes. Hace unos días en una de estas salidas nocturnas manteníamos una con-versación con uno de estos her-manos desfavorecidos, a lo largo de nuestra charla nos contó que

llevaba siete años en España tra-bajando en la construcción y que ahora debido a la crisis se encon-traba sin trabajo a la espera de po-der coger un tajo para la aceituna. Se encuentra aquí solo, ya que toda su familia se halla en su país de origen. Ante la pregunta de cómo podían dormir a la intem-perie, nos contesto que las casas o chabolas se empezaron a construir cuando el hombre dejó de ser nó-mada y en su país duermen bajo las estrellas, incluso metidos en la selva. Ellos solo necesitan un tra-bajo que les dé la posibilidad de poder mantener a su familia. Aún a pesar de todo esto jamás pierden la sonrisa. Así son felices. Todo esto me lleva a reflexionar de que “no es más feliz aquel que más tiene sino el que menos necesita.” Al despedirnos de ellos siem-pre pensamos que nosotros te-nemos un hogar donde no pasar frío, hambre, necesidades. Esto nos hace recapacitar que hemos estado con el hermano necesita-do, haciéndole pasar un poco más agradable la fría noche. Nos quedamos con el sentimien-to de poder ser una pequeñísima parte de la “Caridad” que men-ciona San Pablo a los Corintios.

Caridad viene de la palabra latina “charitas”.

La Caridad es una de las virtudes teologales junto con la fe y la esperanza.

La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas, y a

nuestro prójimo como a nosotros mismos.

La caridad es un amor desinteresado hacia los demás.


El Santo Padre ha querido dar un nuevo impulso a un pro-yecto ya antiguo: la “Nue-

va Evangelización”. Pablo VI en su encíclica Evangeli Nuntiandi hablaba de: «nuevos tiempos de evangelización… nuevo impul-so». Y en el número 18 del mis-mo documento decía «Evangeli-zar significa para la Iglesia llevar la buena nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, reno-var a la misma humanidad». En junio de 1979 Juan Pablo II afir-mó: «Se ha dado comienzo a una nueva evangelización, como si se tratara de un segundo anuncio, aunque en realidad es siempre el mismo». Y en la XIX Asamblea del CELAM en Puerto Príncipe, el 9 de marzo de 1983, hizo una de sus afirmaciones más proféticas, y a cuyas palabras ha vuelto la Iglesia

en los últimos años como un gran referente: «No se trata de una ree-vangelización, sino de una nueva evangelización. Nueva en su ar-dor, en sus métodos, en su expre-sión».El Sínodo que se celebrará dentro de un año tratará la Nueva Evange-lización. Y Benedicto XVI, está tan preocupado por este tema que ha creado un Pontificio Consejo. De-cía el Papa el día que hacía pública esta decisión: «He decidido crear un nuevo organismo, en la forma de “Consejo Pontificio”, con la tarea principal de promover una

renovada evangelización en los países donde ya resonó el primer anuncio de la fe y están presen-tes iglesias de antigua fundación, pero que están viviendo una pro-gresiva secularización de la socie-dad y una especie de eclipse del sentido de Dios, que constituyen un desafío a encontrar los medios adecuados para volver a proponer la Verdad del Evangelio perenne de Cristo». En el mensaje de convocatoria a la JMJ de 2011 hacía el Papa este diagnóstico con otros matices: «Hay cristianos que se dejan sedu-cir por el modo de pensar laicista, o son atraídos por corrientes re-ligiosas que les alejan de la fe en Jesucristo. Otros, sin dejarse se-ducir por ellas, sencillamente han dejado que se enfriara su fe, con las inevitables consecuencias ne-gativas en el plano moral»

NuevaEvangelizacióny Cofradías

OpiniónFrancisco Carrasco Cuadros

Opi

niónNuestra Diócesis, atenta a los sig-

nos de los tiempos y los vientos que corren también quiere guiar-se los tres próximos cursos me-diante un Plan Pastoral titulado “Evangelizar con nuevo ardor”. En la presentación del documento afirma nuestro Obispo: “Es cierto que la cultura dominante en am-plios sectores de la sociedad y en las mismas familias, también en la geografía e Iglesia de Jaén, ha cambiado y que es muy diferente a la de hace pocos años. Todo ello nos habla de la necesidad y urgen-cia de una revitalización profunda y nueva del carácter misionero de nuestra fe, desde la comunión”. Y para terminar con las referencias al magisterio la Exhortación Pasto-ral que D. Ramón dirigió a las Co-fradías el pasado 27 de noviembre versaba sobre esta cuestión.No sé si los cofrades de Jaén tam-bién están preocupados por esta cuestión o sus cuitas se centran más en las consecuencias de la cri-sis económica en la economía de sus tesorerías o en la escasez cre-ciente de costaleros. A los capillitas de pro no creo, pero seguro que sí preocupa a los cofrades que se sienten más orgullosos de estar re-vestidos de Cristo por el bautismo que del hábito nazareno de su co-fradía.Hace treinta años la dimensión evangelizadora de nuestras cofra-días era muy escasa. La actividad de las mismas se reducía a las pro-cesiones y los cultos organizados con mayor o menor dignidad. La renovación que las hermandades han experimentado en estas tres décadas ha dado estupendos fru-tos. Muchas cofradías tienen una actividad caritativa encomiable y programan actividades formativas.

Aunque no podemos echar cam-panas al vuelo, pues los vocales de formación son los que más cru-do lo tienen pues su cargo es uno de los que menos lucen debido a que sus iniciativas suelen tener poco éxito. No me quiero centrar en esta ocasión en los programas formativos de las cofradías sino en la cuestión de la nueva evangeliza-ción que tiene tres notas caracte-rísticas: nueva en su ardor, en su lenguaje y en sus métodos. El gran problema de la Nueva Evangelización es la falta de vi-sión del momento en el que vi-vimos. Nuestros métodos pasto-rales siguen siendo los mismos y hacemos las cosas como siempre, dando por supuesto que los que nos escuchan tienen fe y una fe formada. No actuamos en clave evangelizadora (los primeros los curas). Hace pocos días pregunta-ba a unos jóvenes qué pensaban de la amistad con Jesús y no sabían de qué les estaba hablando. Yo me preguntaba: ¿Quién es Jesús para estos universitarios? La clave evan-gelizadora implica ponernos ante nuestros interlocutores bautizados, con su primera comunión y hasta confirmados, costaleros e incluso miembros de junta de gobierno como si estuviésemos hablando con un pagano de Australia. El lenguaje que utilizamos es inin-teligible la mayoría de las veces y los métodos inadecuados. Pode-mos poner dos ejemplos de sen-dos esfuerzos por recurrir a nue-vos métodos para evangelizar: los dos eventos que con motivo de la

JMJ se han montado en la Fachada de la Catedral con música, luces, pirotecnia… y “Sol Fe Ando”, la ruta cultural nocturna que hace unos días organizaba la Pastoral Universitaria. Las cofradías utilizan un lenguaje muy peculiar, muy estético y plás-tico. Es un lenguaje anacrónico para muchos, pero que sigue co-nectando con el alma del pueblo. ¿No se podría poner al servicio de la nueva evangelización este po-tencial cofrade? El Sr, Obispo hace una llamada a la creatividad en su exhortación. Un ejemplo memo-rable fue la exposición que en la Catedral se montó con ocasión del Jubileo del año 2000. Otro ejem-plo fue el Vía Crucis con la Cruz de la JMJ camino de la Plaza de Toros. Evento revisable en múlti-ples aspectos pero que ha servido para que las hermandades empie-cen a sumarse a actividades no exclusivamente cofrades. En esto hay mucho que andar y mucho inmovilismo absurdo que superar. Lo digo porque algunos se sentían violentos al ver a su imagen titu-lar escuchando una batería en la percusión del coro o viendo unos jóvenes “dando piruetas en un mimo”. Evangelizar es anunciar a Cristo, pero no para meramente infor-mar, sino para que el evangeliza-do llegue a un encuentro personal con él. Las cofradías deben inten-tar realizarlo todo, desde los cultos hasta los ensayos de costaleros en clave evangelizadora y también es-forzarse en crear nuevos métodos sirviéndose de este lenguaje tan antiguo que puede seguir siendo nuevo.

El gran problema de la

Nueva Evangelización

es la falta de visión del

momento en el que

vivimos

Las cofradías utilizan un

lenguaje muy peculiar,

muy estético y plástico


La Agrupación al díaJuan Luis Plaza

La A

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día

Con nuevos estatutos y después de muchos años con dos candidaturas presentadas, pasado el verano se convocaban las elecciones a la Agru-pación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén. A ellas con-currían D. Francisco Sierra Cubero y D. José Paulano Martínez, ambos miembros activos en el anterior mandato de la institución cofrade como cronista y vicepresidente, respectivamente. La convocatoria para el 10 de octubre congregó al Pleno de la Agrupación a las 21 horas con una gran respuesta de los Hermanos Mayores y representantes. Una votación que dio la victoria por un solo voto a la terna encabezada por el ex Hermano Mayor de la Santa Cena. Sin embargo, un defecto de forma con respecto a la interpretación del Cannon 119 del Código de Derecho Canónico, en él se estipula que en una votación de este tipo el ganador debe ser avalado por la mayoría absoluta de los presentes, obligó a una repetición de los comicios una vez pasada la Feria de San Lucas. De este modo, el 25 de octubre volvieron a convocarse los miembros del Pleno en una “segunda vuelta” que dio un empate a 26 votos en las dos primeras votaciones a las ternas presentadas y que en la tercera otorgó la confianza a D. José Paulano por 27 a 24 y con tres votos en blanco. Después, el Pleno otorgó por mayoría absoluta su apoyo al secretario y a los vocales de la candidatura encabezada por el anterior vicepresidente de la Agrupación. No obstante, hubo que esperar la aprobación del Se-ñor Obispo para que se hiciera oficial que D. José Paulano Martínez se convirtía en el undécimo presidente de la institución que agrupa a las Hermandades de Jaén desde que se constituyera como Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Jaén en 1946 siendo primer presidente D. Esteban Tirado.El pasado 12 de noviembre, la Basílica Menor de San Ildefonso acogió el acto de toma de posesión del nuevo presidente y su Comisión Per-manente, coincidiendo con la Eucaristía de apertura del curso cofrade 2011/2012.

D. José Paulano Martínez,

undécimo presidente de la Agrupación de

Cofradías y Hermandades de JaénComisión permanente

de la Agrupación de

Cofradías

Ganadores del Certamen Fotográfico “Santo Reino” 2011

José PaulanoPresidenteJosé Humberto MonteroVicepresidenteVicente IzquierdoAdministradorManuel MontoroSecretarioFernando FierresVocal de Manifestaciones PúblicasManuel PeñalverVocal de Relaciones InstitucionalesJosé María FrancésVocal de CultosMaría de los Ángeles CasanovaVocal de CaridadFrancisco JiménezVocal de PatrimonioJosé Enrique SolasVocal de GloriaDiego MontesinosVocal de FormaciónJosé Luis López Vocal de PasiónJosé IbáñezVocal de JuventudJuan Luis PlazaVocal de Prensa y Publicaciones

Después de cumplir el ciclo pictórico a través del cual se han visto representadas todas las Hermandades de Pasión y Gloria, y tras varios años en los que se han plasmado motivos genéricos de ambos tiempos, la Agru-pación de Cofradías ha decidido retomar el protagonismo de una hermandad en cada cartel pero designándola mediante un sorteo celebrado en las Vocalías de Pasión y Gloria, respectivamente. De este modo, para este curso salió elegida la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad Franciscana y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud entrando en Jerusalén, María Santísima de la Paz, San Pedro, San Juan y Santiago Apóstoles como Hermandad que protagonice el cartel de la Semana Santa de Jaén. Como ya lo hiciera en 1994, la “Borriquilla” inicia este nuevo periodo que no seguirá un orden establecido, sino que irá en función de la suerte del sorteo. Además, el pintor del cartel de Semana Santa será David Padi-lla, artista jiennense que destaca por su dominio del retrato y del realismo, ya pintó el cartel de la Virgen de la Capilla en 2008. La presentación del cartel tendrá lugar el 11 de febrero en el Teatro Darymelia.Respecto al Tiempo de Gloria, y siguiendo el mis-mo método que con el de Pasión, la Hermandad elegida ha resultado la Cofradía Filial de Ntra Sra. de la Cabeza de Jaén, designándose al pintor mar-teño y crítico de arte, Manuel Portillo, para ejecu-tar la obra que se presentará en la sede de la Agru-pación de Cofradías el 13 de abril de 2012.

La Borriquilla y la Virgen de la Cabeza,

motivos de los carteles de Pasión y Gloria

Primer PremioD. José Miguel Foronda Pozo

Segundo PremioD. Juan Antonio Montesinos Parra

Premio a la temática cofradeD. Alfonso Artero Sánchez-Rebato

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Jaén Cofrade