Jordi Doce

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    1/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    2/133

    Jordi Doce

    p P y

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    3/133

    Cuadernos publicados:

    1. Antonio Colinas2. Antonio Carvajal3. Guillermo Carnero4. Álvaro Valverde5. Carlos Marzal6. Luis Alberto de Cuenca 7. Eloy Sánchez Rosillo

    8. Julio Martínez Mesanza 9. Luis García Montero10. Aurora Luque11. José Carlos Llop12. Felipe Benítez Reyes13. Jacobo Cortines

    14. Vicente Gallego15. Jaime Siles16. Ana Rossetti17. José Ramón Ripoll18. Jesús Munárriz19. Juan Antonio González-Iglesias20. Pureza Canelo21. Jordi Doce

    poética yPOESÍA

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    4/133

    PRELUDIO PARA JORDI DOCE

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    5/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    6/133

    Nacido en Gijón en 1967, Jordi Doce Filología inglesa en la Universidad de Ola que comienza a escribir poemas que«plaquette» Mar de fondo (1990). Desde 199tor de español en la Universidad de Shefdoctoró con la tesis Imagen y desafío. Presenmanticismo inglés en la poesía española concon la que obtendría el IV Premio de e América en 2005. Fruto de estos años inostalgia de su tierra y mar natales son mario, La anatomía del miedo (1994), con el vo el Premio González de Lama, sus cBestiario de Anad (1995), sus primeras treditadas de poetas ingleses, y su segundel que ya comienza a distinguirse con a

    su voz personal, Diálogo en la sombra (1997).tonces accedió al nuevo cargo de LectoOxford y comenzó sus colaboracionesCuadernos Hispanoamericanos y en otras revñolas: algunos de estos ensayos y artícu

    y

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    7/133

    editados en Otras lunas (2002), Premio de pdad de Burgos, libro que supone el nega

    cado el año anterior: más trabajadosaquellos, más automáticos e irracionalecuarto poemario (dejo al margen «plaqugías y otras publicaciones poéticas). Esve aparecer la versión ampliada de sus cBestiario del nómada , y cuando todo ello octa ha dado ya por finalizada su etapa defijado su residencia en España, donde scado a escribir, a enseñar y a actividadequinto poemario, Gran angular (2005), aún rgún poema escrito en Oxford, los escrito

    cias gijonesas –territorio siempre preseny veranos– y los compuestos ya en Madresidencia. Jordi Doce ha publicado tamrio (Hormigas blancas , 2005), y dos diarios Ladel año (2007) y La vibración del hielo (2008),

    de múltiples traducciones poéticas.Lo primero que tal vez advierte un lesus poemas es el tenaz propósito de sucharlos» o, si se prefiere, por precisar –ellos el tiempo meteorológico el tiemp

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    8/133

    «Tarde de septiembre» en Lección de pe«Agosto», «Febrero y parque», «Final d

    yo» en Gran angular . Son muchos más, natlos poemas que retienen el tiempo explícsus versos: creo que podríamos formar ulendario lírico anual con ellos. Afirmar nos son ingleses y los veranos cantábruna verdad a medias y un tanto apresurdeja otras dos estaciones (tres, si contamanalizar. Si la poesía, como dijo un poette en Jordi Doce, es palabra en el tiempte que la cuestión no es baladí.

    Otra tenaz presencia en esta poesía es l

    las aves en general. Hay –por descontadogaviotas, muchas gaviotas, pero también los, grajos, cuervos, vencejos, estorninoses, palomas… Lo paradójico de tan varique casi siempre es vista, no escuchada, y

    los volátiles gritan, chillan, emiten ruidos,tan. Bien es verdad que faltan los cantormasia, ruiseñores, alondras, golondrinvuelan en estos poemas son simplemente pturaleza que el poeta interioriza y hace su

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    9/133

    Porque la naturaleza, tanto la animadanimada, es siempre resonante si el poe

    y uno como el que nos ocupa, que es ady estudioso de la tradición inglesa y su pañola, no podía ignorarlo e incluso asimse limita Jordi Doce a escuchar, sino qumediato alguna consecuencia. En «Camenta» (del poemario citado), comienza

    Escucha el ulular del viento contra losla hiedra, las acacias golpean la piedray dividen el tiempo como tiernas cuch

    El ulular del viento… Esta vez lo escplaya de las Sirenas, cuando el poeta asción del «Delfín de piedra», en Bestiario del nó

    … donde al caer la tarde los delfines se

    orilla para escuchar el sonido del vientoy las dunas; creen que alguien los llamcia, haciendo sonar la arena entre sus descuchan tan embebidos que pierden horas y yacen inmóviles petrificados e

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    10/133

    Invisible, pero no inaudible. En «La mseante» (Lección de permanencia ), junto a los

    dos «gritos de cuervos / y gaviotas erraanota este boceto:

    Serenidad:el cielo es del colorde los tejados.Por setos y enramadasse disipa una música.

    Se disipa una música… En la solitariver Street» (La anatomía del miedo), la much

    rebusca entre los desechos y desperdicdetiene a escuchar

    lejanos gritos de niños, bulliciode última hora, voces de barrio.Ella se queda a escuchar: esa música,sin risas, sin bailes, ese silencio.

    Ya hemos llegado. Porque el silencio nente característico y constante de la p

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    11/133

    primeros libros poéticos, y no sólo paraellos las voces y los ecos, por seguir con

    Ninguna caligrafía es más sabia que el silencio.Ningún silencio es más puroque el silencio de la muerte.

    Pero nos será igualmente fácil encondel silencio como música que se disipacia más pura de la música. Estamos entotil y antiguo territorio sanjuanista de la m Así, en «Desapariciones» (Lección de permane

    comienza con una descripción,La tarde es una música callada.Gritos que parpadean, pasos quedos.Un gato que desanda su impaciencia.

    y termina con una confesión, con unprofesión de fe:

    Escucho estoy del lado de las cosas

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    12/133

    junto al sordo murmullo de la sangre, junto al hilo pulsado de los nervios,dentro del cuerpo y su callada música.

    Desde Boecio al menos, quien nos traber de la Antigüedad grecorromana, la mdida en música mundana , la de los mundos rque esferas, astros y planetas, al girar polos, producen y difunden a través de espeste macrocosmos tenía a su vez fiel recrocosmos humano, en la música humana , la fble metáfora del hombre como cosmos e«pequeño mundo» del hombre, al decir

    Lope; y por fin, existía también la música instla única que escuchamos a través de numenos fiable por eso. Si alguien es sensira de los nervios pulsados como cuerd«dentro del cuerpo y su callada música»do también su creencia en la silenciosa mferas, como Cicerón en «El sueño de EsFray Luis en «Noche serena», como totros ilustres noctámbulos. He aquí un eplo un poco programático además ya q

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    13/133

    bajo el callado circo de la nochey su voraz audiencia.

    Y por si no quedaba demasiado claroidea, entre otros, en el poema final de esbién programático «Epílogo: Para vivir»

    La mano escribe para no morir.O cuenta el mundo en sílabas contadaspara decir: aquí termina el mundo,fuera impera la nochey el frío de la noche,el lento gotear de las estrellas

    y su terco silencio impenetrable.

    Sílabas contadas. «Sílabas contadas yba la mano del poeta que retrataba los jcon la arena en aquella «Tarde en el parG gular ) «bajo el azul ingrávido de junio», advocación a don Antonio que ahora he y bien que lo siento. Dejo también al mta forma tripartita del «Epílogo», con undio el que acabo de reproducir que

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    14/133

    le prepara en silencio el desayuno tras udente y «la canta muy bajo, como una testigos», de La anatomía del miedo.

    También escucha, las hemos oído ya, raleza resonante: el agua al llover, las olos árboles, el rumor inapreciable e imnieve sobre el asfalto «como una músnuestros sueños» («Preámbulos del poema», de Den la sombra ). Y aunque antes echábamosmenos las de las aves, no faltan músicarios, ya sea en los escritos en prosa («Ganos del oído», «Viuda blanca») como enque aró la noche con su canto, en «Canc

    un poema tripartito a la manera del ronpetilla y la fatal melodía del «Mosquito»que músico»; aunque aquí también Jordiescuchar el silencio: vean, si no, a las lagas que inspeccionan su mesa en «Eloanteriores, en Gran angular ), y su pregunta sta ante la imagen de los pequeños cuer«un acero muy fino / que hace chocar sapura una molienda huraña, /infatigable

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    15/133

    porque suenan» de «Lugar del canto» Diálogsombra ); la canción nocturna y también poema «Contacto» (Lección de permanencia ); lpeta del más difícil todavía, a la que qu«Renegado»; «la música azarosa de lacuando el poeta se deja llevar por los senbo fijo, en «Varados» (también en Gran angula

    Suenan también otras músicas más coles en estos poemas, las instrumentales eBoecio. Mencionaré solamente tres ejemtimo libro. El primero, el canto hindú qucucha en la radio del coche a las ocho d«Albada»:

    Canto sinuoso, monocorde,que me lleva en volandas sobre la tierrapenas creo en él, pero lo acepto,acepto la verdad de su acontecer simplel pulso que me abstrae del presentey sabe despertarme a lo que ignoro,ese tiempo sin tiempo que las cosas escon un celo de ramas que se apartan,la médula de un mundo bien plantado

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    16/133

    con guitarra», el poema en donde el reccafé de oscuro nombre donde el poeta esy/o rememoró la canción con guitarra «tánico Jon Anderson y el portoriqueño Gse entremezclan sabiamente:

    Entre el flexo de mi escritorioy el aire arpegiado de la invención,el que moja sus seis cuerdasen un mar de nubes pródigas,¿cae la lluvia o imagino que caepara imaginar tal vezel mundo de unas notas que me dicen?

    Hoy en cambio prefiero terminar con «Niccuando el poeta, tras haberse detenido etiempo, sigue en su cuarto «escuchandober» –ese es el subtítulo, en presente–, woman de Chicago. ¿Sólo hay música cutambién cuando resuena en nuestra memca callada?

    La música que colma esta penumbra

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    17/133

    (…)No tiene afueras lo que escuchas.Detrás de los acordes y la voz compañeestá tu sangre que persiste,tu sangre que no quieremarcharse con la música a otra parte.

    La luz, el mar o la mar, la lluvia, la nlos poetas predilectos, los pintores y esalgunos de los asuntos que se barajan cde la poesía de Jordi Doce. En ese difíciese «justo / compromiso entre canto y duda» que es para él la poesía («Suma y

    de permanencia , y de nuevo resuenan las i Antonio, aquí con las de otro sevillanoLuis Cernuda), creo firmemente que unno tuviera en cuenta la música que en elvaría a ese posible lector de alguna de scias.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    18/133

    JORDI DOCEUna fidelidad

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    19/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    20/133

    Aceptado que el poema–todo poema auténtico–eirrepetible–nada es más dañino para adecuarse a la

    creadora que cualquier preocupación por adoptar preceincluso una poética ideada por el

    Emilio Adolfo

    Decía Lichtenberg, con razón, que «cuana ver todo en todo, la manera de expresverse más oscura. Se empieza a hablar cogel», y no otra, me temo, al menos ensituación cuando se me pregunta por cuetica. Dejando a un lado la evidente inco

    me produce tener que declarar mis ideas niones– sobre qué pueda o no ser, a esnuevo siglo, la poesía, o emprender el rey burdamente narcisista de mis relaciontura, el tema mismo está tan lleno de trinfinitos y atajos disuasorios que apetecsano y salirse, como quien dice, por la cando una evasiva entre el juego retóricoirónico.

    Hablar de poesía o mejor dicho resp

    y

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    21/133

    fícilmente vinculables, y, sobre todo, ladistancia entre lo dicho y lo hecho, la teca. El propio Lichtenberg afirmaba en orismos que «todo tiene su profundidadojos ve todo en todo», y esto es especialnuestro ámbito, donde afirmaciones conttre sí pueden ser igualmente válidas sedonde cualquier aspecto aislado, por nimpueda parecer, tiene implicaciones de pe junto. En poesía –digámoslo ya– no haytionables ni verdades talladas en piedracomo saben muy bien los cafés y bares dlos poetas siguen apacentando su entusia

    to damos un paso y ponemos por escritculación, alguna idea vacilante, aparecedecenas de alternativas, de posibles camitos que se cruzan y descruzan en distintodesarrollo, conformando una maraña en no extraviarse y en la que, como en un hfragmento parece replicar a escala reductamiento y la naturaleza de la totalidad. Uva selvaggia , en efecto, donde hemos de entoda esperanza de llegar a conclusiones f

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    22/133

    o malentendida. Así debe entenderse, aconcepto de perfección indefensa que Juan Mavanzó en su libro homónimo y en el qureconocido su autor, se esconde una exativa. Ignoramos si existe el poema perfeca pensar, con fundamento, que una perfecte es irrealizable–, pero sí sabemos, en caquiera la perfección podría librar a unoignorados o arrumbados en el olvido, pue juicio lector está, en gran medida, determca y culturalmente. De Góngora a Emily John Donne a Hölderlin, no son pocos lapreciación crítica ha oscilado a lo largo

    tre polos irreconciliables, de la indiferención, del repudio a la apreciación entusipues, que el principal asidero de la reflepoema mismo, es una realidad fluida, inepor el tiempo y los cambios de entorno, dcesidad. Convendrán conmigo en que nde partida particularmente halagüeño.

    Puede resultar extraño oír estas palabque, mal que bien, se ha dedicado a la ccuya relación con la literatura está medi

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    23/133

    el apunte sobre este o aquel aspecto de propia o ajena, el esbozo de ideas que pmás adelante, en ensayos y reseñas de lsiones, al revisar mis papeles, he lamencesivo que estas inquietudes tienen en unquisiera volcarse más decididamente enmos, no sin cierta ingenuidad, la realidadcia vitales, como si la escritura no formmisma vida de la que surge y en la que egiosas capacidades de observación, comomás entre las experiencias que nos contratamos, en la medida de lo posible, dmás íntimamente escribiendo. Sin emba

    tienen la ventaja de ser fragmentos, aproxciales o temporales que pueden permitirsgar a la paradoja, la chispa iluminadoringenio, de esbozar su argumento con dres lapidarios o, mejor aún, de interrummera dificultad, temerosas de perderseconceptuales para los que –es obvio– nodas. Sin embargo, precisamente por su brrácter reactivo, no carecen de valor: ctestimonio de respuestas fulgurantes c

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    24/133

    Por último, si he de hacer caso a mi exber escrito sobre la poesía de otros sirvpara hablar de la propia. Para empezar, elacercarse a una obra, de atenderla y estuun reconocimiento de su valía, algo que to grado de inmodestia puede predicarseha escrito y publicado bajo su nombre. Atura crítica propone un argumento, abre túnel en la obra ajena que permite recociarla desde una perspectiva más o menoterminada por la forma en que hemos ¿Permite lo escrito por nosotros un aseDe la obra de otro, por muy amplia y com

    por mucho que la estudiemos, tenemos u ficial : quiero decir, sólo conocemos el reslo que su autor ha querido mostrar, el teIncluso en el caso de la crítica genética, cacceso a borradores, estrofas alternativsugerentes, ignoramos la intención primelas razones o limitaciones que arruinaronbrecha entre realidad y deseo. Todas nueempiezan y acaban en el texto impreso.

    En el caso de la obra propia por el co

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    25/133

    suficiencia, sino también porque el proceescritura ha intervenido para hacer del poeso que sólo puede ser o existir porque lo escribiver atrás, por muy preciso que sea nuestco, es condenarnos al desconcierto. ¿Pocamino escoger, qué opción privilegiar enos ofrecen? Nos arriesgamos a hablar, nhemos escrito, sino del que hubiéramosbir; no de lo que está a nuestro alcanceque circundan nuestras limitaciones, sinfuso de nuestros deseos y querencias. Y,haremos justicia a lo que el idioma misparte mientras escribíamos, ese diálogo

    del que sólo podemos reproducir nuestraparte del contrato, y no siempre, pues decesos semiinconscientes cuyo funcionadesconocemos y que tampoco convienemasiado, no tanto por superstición cuaanálisis de causas y motivos puede agobmasiada información, impregnar de cacreador.

    Al decir esto soy consciente de que lana se caracteriza precisamente como m

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    26/133

    labras que sabe infundirles nueva vida, librándolas de adherencias sentimentalesretóricas, protegiéndolas de la manipulasometen los mass-media , la publicidad, la mde los políticos y la hipocresía de los sacquier credo. Esta idea es una de las vigarales de la modernidad, y en especial de eparoxismo de la modernidad que sigue guardia –como prueba la fuerte descendenido la idea de Mallarmé en poetas posPound, Stevens, Char, Ponge o el propio ferencia al poeta de otros artistas –pintomúsicos– es que su materia prima, el len

    ralmente en boca de todos , es de uso común, vive en la comunicación social, en la runos asigna un papel y una función determte mundo. Salvo excepciones, nadie utiliztas musicales para comunicarse, pero sípalabras son de todos y de nadie, están eproliferan como una plaga de proporciosirven para decir con el mismo aplomocontraria, verdad y mentira, lo real y losensato y lo ilusorio; en mayor medida a

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    27/133

    bajo una mirada demiúrgica, la del autor, ja hacer, que sigue y persigue a las palabse siente perseguida por ellas, reclamadasionada con ellas.

    No tiene nada de extraño, pues, que atodos los escritores, le duela singularmenciertas palabras se hace en sociedad, en l tribu, dmomento mismo en que una concepción ra de la comunicación las reduce a simpleportadoras serviles de un mensaje que, ssarse, podría muy bien recurrir a sinónimsu destino, condenadas a autodestruirse tlizan su tarea. Esta noción instrumental del len

    puede estar más enfrentada al ideario dedecir: a sus necesidades y aspiraciones m juicio, cada palabra tiene un peso y unacada frase y cada párrafo dicen lo que dicuna combinatoria casi arcana, que sólo ériosamente, de tono, dicción, vocabulario

    No hay cosa menos natural, más artivínculo del poeta moderno con el lenguamí respecta, soy consciente de que mi accomo lector y como escritor ha supuesto

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    28/133

    lo que parecían estar hechas en un princcarnos, ayudarnos a comprender y conaños, paradójicamente, las palabras corrconvertirse en una resistencia, algo quepetirse, de ser tan familiar como el rostrdesde el espejo, se vuelve incomprensibcon el mundo, con sus diversos planos yticos, no puede ser ajena a esta pérdida esta inflación del significante sobre el sigpor lo demás, retomando la idea de MPound, el estigma del poeta moderno, algyugo al que obedece y del que trata, simde liberarse. Dudo de que el tiempo nos

    bios, pero es claro que nos vuelve más rComo quiera que, por temperamentoriencia, suelo dar marcha atrás cuando especialización pesan más en mi ánimo qcon el tiempo me he ido apartando consclas vertientes más rigurosas o hipercríticas de esción. La tendencia de cierta posvanguardejemplo, en los Language Poets norteamericalos telquelistas franceses– a subrayar el aspetivo o artificioso del texto su condición d

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    29/133

    de la escritura, su raíz comunicativa, sinonecesidad de proteger el misterio de la pel misterio de su aparición y germinaciópoema. Cordialidad y misterio, comunima, la escritura poética comienza a reveraleza profundamente ambigua, su caasociar en un mismo golpe de aliento receptos muy dispares.

    Hablar de comunicación en poesía esbién una de esas trampas conceptuales afería al comienzo de estas páginas. Elarduo como infructuoso si no entendemmunicativa como una esperanza de lectu

    trospectiva que deja en el texto, desde uun lector improbable, un lector que no que, en sentido estricto, nunca podremlector, así, existe sólo como latencia o fvacío que inscribe en el poema un ansia d A diferencia de un ensayo o de una confema no se escribe para nadie, sólo para unra el otro que hay en uno mismo, lo queque, en ocasiones, el poema se dirija a uncreta sea un envío unenvoia la manera de

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    30/133

    el poema se cumple a expensas de ese ena su destino, sabedor de que lo importamismo de su viaje, la parábola con quecompleta a sí mismo. Algo semejante, psidad y la precisión que le eran propias, en su célebre Discurso de Bremen. Comparándotellas con mensaje que el náufrago arrojaque «los poemas están en camino: se diricia qué? Hacia algún lugar abierto que inpar, hacia un tú invocable, hacia una invocar».

    El misterio del poema es, en efecto, elaparición. ¿Por qué ciertas palabras nos

    trar nuevas palabras que las completen, con ellas una presencia y un sentido? (Ppoema: una presencia inabarcable, un sefrable. Algo que nos desafía y nos atraey nos rehuye.) Antes, mucho antes del oras de trabajo y el ensayo obsesivo de vnativas, está ese germen surgido como dese hilo que asoma del barullo cotidianorar de él a fin de completar el ovillo, elha señalado hace poco Andrés Neuman

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    31/133

    Yo mismo, temeroso de las connotacioneacarrea y suscita, he optado en ocasioneque, siendo precisas, oscurecen la dimenca del proceso creador. Una dimensión qsólo al origen del poema, su nacimiento,otros aspectos no menos importantes qvueltos en la bruma: ese momento en qugamente, que el poema se ha cerrado Valéry, que debemos abandonarlo a su scaprichosa que dicta el éxito o el fracasomas sin que su autor puede hacer nada py mucho menos prevenirlo. De la mismapoesía no hay verdades indiscutibles, tam

    tas infalibles. Por lo demás, no soy un ino existe –desde Kant como mínimo– laque pueda establecer universalmente la mfortuna de una obra, pero, incluso en el po de visión del autor, es evidente que tienen vida y palpitan con una fuerza casmientras que otras nacen muertas o se acamino por mucho esfuerzo y cuidado qellas. ¿Qué explica esta discrepancia, qupulsa a expensas de nuestra voluntad e

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    32/133

    bra, tal vez incluso que la voz y la capaMe refiero al ritmo, esa matriz percusoraratoria– que Paz asocia de inmediato a lasistente, perturbadora, perpetuamente insescritura poética:

    El ritmo provoca una expectación, susSi se interrumpe, sentimos unchoque. A

    continúa, esperamos algo que no acertaEl ritmo engendra en nosotros una dispoque sólo podrá calmarse cuando sobrevcoloca en actitud de espera. Sentimos qir hacia algo, aunque no sepamos qué p

    Todo ritmo es sentido de algo; no es excmedida vacía de contenido, sino una dirdo, tiempo original.

    La respuesta del escritor mexicano code un punto con la idea mesiánica de Celcon las diferencias al caso, se concibe proyección de futuro, como un ir hacia aque el poema será si es digno de su promlo en los términos del autor deTodesfugue: como

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    33/133

    camino de vuelta, de no satisfacer el anhelo, segque lo impele como un títere. Como señglosando esta misma cita, «comenzar unsear terminarlo, pero también disfrutar esu hechizo [...]. Obsesivo, obsesionantecarna una contradicción: tiempo dentroensimisma; ritmo insatisfecho, enajena»

    Es el ritmo, pues, el que determina la tempertal o anímica de ciertas palabras, su maypacidad para desplegarse y desovillarspoema. Ese ritmo no está vacío, no es ude metrónomo o un patrón de sílabas mdedos sobre el que se superponen hábilm

    bras, sino que va asociado a ciertas sonatmósfera emocional, a un temblor de limpaciente, quizá en algún caso a la memsaje que sirve de guía o polo magnéticoEs una expectativa, un nudo preñado dequiere ser escuchado, que necesita del contrar su forma final o más satisfactori pide su forma, la insinúa o impone tácitamaparición, y acaso nuestra primera laborrequerimiento sin impaciencias sin en

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    34/133

    tica: ese ir dejando que las palabras se aotras, que crezcan y se reproduzcan bajo lsada y –todo hay qué decirlo– algo atóniautor. Al mismo tiempo, sin embargo, el htúa, echa mano de su oficio y su imaginapoema y lo corrige y lo da a publicar bajun acto innegable de voluntad. Aquí adveliar naturaleza de este proceso, marcado

    de interés indiferente –o de indiferencia imantiene al poeta en un estado como deanimación suspendida. De ahí sólo regresal conjunto, es decir, tras sentir que ha spuesta al requerimiento de las palabras. N

    que deba incorporar nuevas correcciones,tes o enmiendas superficiales, pero a granema está escrito, the page is printed , como escHughes en «El zorro del pensamiento», d–en un pasaje memorable– la escritura surge de la nada para deslizarse por un jay dejar la huella de sus garras sobre la pá

    Este proceso de acción y reacción puetambién a ese paso atrás que dan algunoscobrar impulso o como observó muy bie

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    35/133

    ta y palabra, imaginación y oficio artesasensibilidad.

    Dije antes que los personajes del poetbras. Y, como los personajes del novelispalabras se desmarcan, se rebelan, plantdeseos y alternativas a despecho de la veta. A título personal, debo confesar qumenzado un poema sabiendo su desarro

    en rigor, nunca sé a ciencia cierta qué dirá . Cuecamente con una intuición o una senscierta atmósfera emocional y sensorialeriza mi sensibilidad, un paisaje interiora focalizar la energía, a no perder de v

    mientras se va escribiendo. Siempre mela idea de Javier Marías según la cual laviaje por un territorio desconocido del qpas; la única compañía del escritor es ucha por igual de intuiciones y deseosrumbo aproximado seguir, pero no losobstáculos que pueden salirnos al paso. es el producto de ese viaje emprendido zones, lleva impresas las huellas que hhasta su final sin que sepamos muy bie

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    36/133

    ta pienso mentalmente en un posible arlas ensarte como el hilo de un collar, phora de escribir, me dejo llevar por la len marcha, trato de responder a sus esarrollo esta o aquella idea surgida esponel curso de mi trabajo. Sobra decir que francamente improductiva, pues el esfupesa mucho más que el resultado y supo

    tensión intelectual que no es fácil acomna diaria. Mejor sería, me digo, hacer ununa estructura previa que permita poney cada párrafo en su lugar asignado, aPero es inútil. Cada vez que trato de m

    mente mis ideas, de organizarlas en unrente, de conducirlas a una conclusión nla lógica de la escritura, las ganas de escde un soplo y el encargo queda pospuevez hasta desaparecer de mi lista de com

    De todo esto se deduce, siempre a títumenos una observación práctica. Suelcierta agilidad, de una sentada, como si labras pudieran vencer o sortear la barcepticismo de fondo Cuando el conjunto

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    37/133

    vuelo, como si dijéramos, preservar el élan o ímtal de lo que irrumpe súbitamente en la ahí que haya cultivado poco el poema exa veces logre prolongar durante días (nocuatro) ese estado de enajenamiento centiendo por creación.

    A esta observación debo añadir dos prescindibles: que el impulso de la escri

    cierto grado de ignorancia respecto de spreocupaciones más íntimas; y que no sescribir hasta que no lo he escrito. Carezco dede la abstracción; los conceptos y las ivivos para mí –y, por tanto, me interesables– cuando doy con ellos al escribir, ante mis ojos impulsados por el muelle to activo, del pensamiento que conduce el tiempo real de la escritura. Lo mismome sucede como lector: las ideas o concdeslumbran o conmueven en la sustancbras por las que deslizo la mirada, asociciones de sorpresa o revelación que depque tienen, para mí, una dimensión casi puesta en el cuerpo Cuando debo extra

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    38/133

    No se trata únicamente, en fin, de un memplear las palabras en un sentido precnado por el tiempo, algo a lo que tambido tipo de escritores, poetas o no, sino tono, la sintaxis, el aura anímica y emoenvuelve. Puedo ver en este rasgo de mide las razones que explican mi abandonocinueve o veinte años, de los estudios d

    los que el lenguaje mismo, como sabemgrado máximo de abstracción–, y tambihacia la jerga filosófica post-hegeliana, lectura de aquellos filósofos, generalmenque han construido su pensar sobre un srarificado, compuesto específicamente ptiene encomendada. Sobra decir que no de valor; más bien confieso una carencción que ha condicionado fatalmente electuras y reflexiones. Siempre me han los pensadores fragmentarios, los cultivamos y asedios intermitentes, la ironía estos moralistas que han mirado largo en esemejantes y están fascinados por ciertoliares de la psicología humana esa man

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    39/133

    los textos iniciales de Gran angular (2005), aude los primeros en escribirse, «Agosto»a una escenografía muy concreta, la de u–Madrid– tomada por el calor asfixianEsa impresión poderosa, ese agobio cauceso de luz y calor, motivaron en ciertoimágenes definitorias que se me presentundidad: «el sol como una piedra enc

    hierro del calor sobre los párpados». De cibí que estas imágenes remitían a su vque contienen el mundo visible: el sol, apados, abajo, en la figura humana que mDe ahí el verso que los introduce y en mente, quise incorporar el título mismo«[Agosto] es tierra de nadie entre dos fr

    A partir de estos versos iniciales, el teó como la recreación imaginativa de verano intenso, violento. A fin de reconna y plasmarla de forma veraz y verosímelementos muy concretos: el brillo cegabajo la luz solar, el cansancio y gravedapasos, el humo transparente que sube deturba la visión los pequeños gorriones q

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    40/133

    ahogo de los protagonistas, la estrechez lle por la que caminan. El poema debíquería mantener la intensidad, el retrato bioso que todo lo calcina.

    Mientras jugaba con los versos y trattarlos, surgió la idea de que la luz, al cecasi borrarlas, borraba también el tiempresente algo eterno y agobiante, sin sal

    Esta fue la noción que traté de vinculaneral del poema en las dos últimas esttante, y pese al «regalo» –como diría versos iniciales, sentí que el poema no vida del todo, sujeto en exceso a la comgar de las estrofas segunda y tercera.cuando llegué a la última línea, o diré mse me apareció de manera natural, de ressos anteriores, como provocada o necesFue el poema quien me dio su propio cnunca habría llegado a él por otro camproceso imaginativo que gobernó su dhubiera nubes, seríamos sus sombras». Dque resumía a la perfección la irrealidadla servidumbre cansada del hombre ofu

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    41/133

    mente dos realidad contrapuestas o incote es el poema:

    AGOSTO

    es tierra de nadie entre dos frenteel sol como una piedra encandecel hierro del calor sobre los párp

    Andamos por aceras destellantescon palabras que buscan un oasisyemas de aliento picadas por gor

    Nuestros pasos se duelen de su pbajo el cielo inflexible que rige lNo hay comienzo ni término,

    sólo un tiempo cegado por la luzlos pliegues de aire que suben deSi hubiera nubes, seríamos sus so

    Si tuviera que definir o resumir el protura de estos versos diría que fue una c

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    42/133

    real que lo real ; por otro, sin embargo, perproceso escapaba en parte a mi control, qrespondían a mi esfuerzo y sugerían por ciones verbales, imágenes que no se merrido sin su ayuda, que la mano sobdespertaba otra mano que tiraba de mí y de lo que yo podía proponerle.

    De lo escrito hasta ahora se desprend

    no es sólo el centro irradiador de mis intambién un modus operandi , una forma de emundo y de proceder intelectual; un modosuma, lo que quiere decir de relacionarsede ser y estar en la vida. Si echo la vista bo que la escritura poética, bien como leco como autor intermitente –por no hablarhoras que he dedicado a traducir y estudcritores–, ha sido una de las pocas constda. Una fidelidad , pues. Me refiero, desde vida consciente que arranca con el fin dey en la que podemos, al fin, imprimir la tra voluntad y nuestro deseo, eso que hemmar vocación. Por debajo de aparentes ditraslados y cambios de trabajo separaci

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    43/133

    ra concluir excede la simple –aunque clealtad de perro de compañía. Se trata dedo y feroz, una marca de herradura, un cgo implícito en el hecho de estar vientenderlo, entender los signos mudableque rigen nuestra existencia. Llegamos ama de la escritura, una interrogación derazones para la que no hay respuestas y

    embargo, encallamos una y otra vez, comramos –y es que no sabemos– contentarnple existencia.

    Uno de los motivos centrales o recurre gas noche (1994), de Amos Oz, tal vez la más ha puesto de su vida en el desierto,poeta hebreo Ezra Zussman, dos frases qbro póstumo y a las que la protagonista duna profesora de literatura que intenta dexceso de vitalidad y su confusión existcomo una especie de mantra. «Dónde tenllar, y quién necesita nuestro brillo», escrel lector percibe que el signo de estas franismo tan lúcido como hiriente, es grabade Noa igual que una sutura cerrar gradu

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    44/133

    no es el resplandor del exhibicionista niciona el reconocimiento ajeno, sino quemás íntima, es la luz que asociamos en al cumplimiento o la realización profundno, una llamada, eso que en un extremodo vocación pero que puede –y suele–modesto: saber estar en uno mismo, en eto para cada cual donde los ritmos de l

    tiempo se conciertan, donde es posible,no sentirse lacerado una y otra vez porconciencia o los cascos imperiosos del ticés, cuando alguien es infeliz, se dice li«no está bien en su piel». En realidad, bien en su piel, muchos ni siquiera estánda es así una carrera constante detrás duna persecución desesperada de lo que, lo podemos encontrar si hacemos un altoojos hacia adentro, en un ejercicio más de introspección que es a la vez, si no hnos dejamos llevar por la visión narcispropio reflejo, una mirada honesta sobrecomienzo de lucidez.

    El verso de Zussman me ha intrigado

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    45/133

    los diccionarios, un enjambre muy peculciones y afinidades: fe, constancia, necesión, franqueza e incluso autenticidad, uahora nos parece sospechoso y devaluadro que está, o quiere estar, en el origen dPues a la primera parte de la cita de Zussgunta sobre «dónde debemos brillar», sóponder, en el plano vital –y, por extens

    desde la búsqueda, bien es verdad que otra vez al fracaso o la provisionalidad, dde verdad o certidumbre que dé cuenta deque ilumine los pliegues y espirales del sreal y más intensa –en resumen, más vivSi la poesía tiene algún valor profundo,que el ejercicio de una habilidad retóritiempo para terceros, ha de servir precatarnos más firmemente a la existencia, e jarnos en el lugar donde podemos brillar , dondmás nosotros mismos. Si la poesía tiene afundo, si es algo más que un juego amebinatoria de palabras felices, ha de formproyecto de vida, estar al servicio de uexistencial que responde al mismo impu

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    46/133

    avidez sentenciosa, y la frase evoca, porkantiana del ser como un querer ser y, pnos nuestra vida a nosotros mismos» dey oraciones de la tradición cristiana. Poevidentes diferencias que separan poesíagiosa y reflexión filosófica subyace, en cha común de que esta existencia no es dde que es preciso salir en su busca y ha

    ganarnos el derecho a vivirla desde la intseo, desde la imaginación que funda y reCon un problema, que es también nuestdeseo no puede completar al ser; fluido, table, busca sin cesar algo en que fundirtarse– sin lograrlo jamás. Pues el deseo cambia su objeto. De ahí que tras una otra. Y luego otra. Hasta no acabar nunc

    Madrid, septiemb

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    47/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    48/133

    SELECCIÓN DE POEMAS

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    49/133

    y

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    50/133

    PREÁMBULOS DEL POEMA

    Amanece con nieve: nieve reciente, muy fina, comco. Ya ayer, al regresar de buena tarde a casa, el azestrellas competía con el aura anaranjada de las faramente encendidas. Era un indicio de nieve, o la nsin cuerpo en el aire, lluvia invisible que sólo la lulas cortinas y la blancura me duele en los ojos. De

    dor acerado de un sol lejano, nítido como una hojsilencio, con miedo a despertarla, desciendo a la crra húmeda asoma tímidamente entre lo blanco, ybrotes que en este final de febrero se atreven a desdel invierno. No aguantará la nieve: tal vez en el jatro esta noche, pero será la excepción. No hubo vimientras dormíamos. Puedo imaginar ahora el rumove al caer sobre el asfalto como una música de fondsoñé con nieve, pero todo lo soñado se asienta en a la calle, será ese territorio el que pise, seré yo qulongación furtiva en mi sueño; y quien tome residlabra pensada o escrita sobre la nieve.

    (Diálogo en

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    51/133

    DIÁLOGO EN LA SOMBRA

    En la noche, tu mirada abolida espía entre juncales de negrura:no acepta de las sombrassu indiferencia, su aparenteestar ajeno a quien

    las mira. Piensa –como piensa el mirar, absortobajo los párpados–si es nada lo que no ve, o si nada son sus ojos porque no ven.

    ¿Hay diferencia?Porque duda o no sabesigue buscando, y en la duda una lumbre modesta se abre paso,pone su cal

    al fondo de los ojos.

    Quien mira sabeque algo le está mirando

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    52/133

    CREDO

    ¿Y a qué, por quiénlas preguntas?La vida se disipa en el sentido. No hay razoneso las razones nos evitan. Di mejor,

    si es que decir te importa,el fulgor de la tarde en el ramaje,la floración del cielo y su descenso,cuanto es asombro en la mirada porque algo ha cruzado, y palpita,y en el rumor ajeno de su sangrepregunta y respuesta son una con un golpe final que se te escapa.

    (Diálogo en

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    53/133

    OTROS INVIERNOS

    Huraña luz de enero, aún recuerdotu resplandor sin nadie,el frío del azul en la garganta,el aliento helador con que el silenciosalía a recibirnos,

    la equívoca extensión del alba camino de la escuela y el desmonte,entre zanjas y charcos al azarque contenían otro cielohecho de fugas, ráfagas, reflejos,como un río se esconde bajo tierra y la cruza o devora,aguas de claridad tumultuosa,secretas desazones que atraviesan los añosy bañan, emergidas, otro enero, otro inviernomientras vago sin rumbo

    por las calles de Sheffield, y descubro,o creo descubrir,bajo la tela cárdena del día,la misma luz la misma sombra huraña

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    54/133

    donde pasea el niño que fui, que soy aún,rumbo a no sé qué escuela de la que nadie nunca me avisara.

    (Lección de p

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    55/133

    EL PASEO

    Arrecia en mí la vida con las primeras somb Al final de la tarde, cerrados ya los libros,cuando la luz decae anaranjada en muros y parterres,cuando la oscuridad de la pizarra

    finge la transparencia de un espejoque baña por igual a cuervos y gaviotas,algo insiste en mi ánimo,algo que azuza y dicta en mi silenciocon urgencia inequívoca.Semejante al deseo, a su terca ceguera,esa voz me conmina al desconcierto.Es hora de salir,dejando a un lado las palabras,salvando los peldaños que conducen al mundLa frescura del aire de septiembre

    da en mi rostro y aviva la quietud suburbana que he aprendido a llamar mi casa:setos que encierran mínimos jardines

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    56/133

    La calle es una ayuda,la escena pertinaz de mi impaciencia.Sus porches y ventanas

    donde nadie se asoma,donde la luz indaga, oblicua,ciñendo el revolar de los gorriones,sirven de guía al círculo viciosodel pensamiento. Sigo su trayecto:

    el destino soy yo, la imposibilidadde hurtarme a la conciencia que me piensa.Camino,

    me observo caminarpor esta red de calles en penumbra,y vuelvo a ser el frutode una disociación: el gozo de vivir,la seca lucidez que me consume. Arriba, sobre el negro radiante de las tejas,el cielo es un añil ultramarino.Lo descubren mis ojos por azar,

    llamados por el grito de los patos.Inquietos, se diría que escapan de la noche.O que corren con prisa su telón.Su rectitud me asombra

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    57/133

    desmiente cuanto somos y aprendemos a serLa flor, el animal, son símbolos, no metas:si crecen sin error, no es por libre albedrío.

    Vira la luz a púrpura, de pronto. Abstraído testigo de mis rondas,me sorprendo en la orilla del pantano, junto al puente de hierro y los laureles.En la plata rugosa de sus aguas

    mi rostro no es mi rostrosino el de alguien, mudo,que al mirarse me piensa.Estoy entre dos centros, soy el tránsitoentre el gesto que es y el gesto que percibo.En ese hueco están mis muchos tiempos,las posibilidades de una vida,incluso si vivir es la amargura que anticipa su término.Llegado a la raíz del laberinto

    –yo mismo–,

    no dudo en elegir la voz de los sentidos,el temblor insidioso que recorre mi sangre.En la otra orilla, un bastidor de choposhurta la luz final del día y en las aguas

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    58/133

    LLAMADA

    ¿Quién llama en el silencio de la tarde?¿Son las horas, tal vez, al deslizarsesobre tu cuerpo como el agua,como el agua que anhelas y te anhela bajo el oscuro nudo de la luz?

    ¿O es acaso esa luz, que se debateen el aire inflamado,en el aire sin pulso ni reflejo que humea?No, te equivocas.Es tu cuerpo, el latido de tu cuerpo,tan cerca de su centroque a sí mismo se aturde,como el arco y la diana son uno y se confundentras la mano de sangre, tras el golpe de sangcon que el asombro se dispara:

    esplendor del sucesoque eres a cada instante.

    (Lección de perma

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    59/133

    EN EL CERRO

    Se enturbia la mirada, y el aire de la tardehumea como brasa contra un fondode velas sopladas y espuma rota.El mar es la respiración, la espera.

    Tomadas por el grueso sol de agosto,las rocas se deslizan hasta el agua.Un charco se consume entre destellos.La sal brilla en los flancos chorreantes.

    Verano, en tu temblor enceguecidoaprendo la constancia del azul.Bajo el vuelo tenaz de las gaviotas,soy uno con el tiempo del agua remansada.

    (Lección de p

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    60/133

    M ARINA fragmentos

    Desciende al muelle.Donde el agua golpea contra los ojos.

    *

    Sogas y mimbresen el muelle. ¿Quién tuvoaquí su barca?

    *

    Me puse a andar:la marea hizo un altoen su camino.

    *

    Un golpe de agua

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    61/133

    Alguien izólas velas donde el vientotartamudea.

    *

    Sobre aparejoslargo tiempo inserviblesarde el salitre.

    *

    Abrí la puerta:el agua me llegaba hasta los ojos.

    (Lección de p

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    62/133

    NOCHE DE AGOSTO

    Bajo la tela de la nochey sus linternas diminutas.La puerta abierta.La remetida claridad del cuartotras las ventanas.La humedad en reposo de la tierra. Y el ruido de unos pasos en la grava que anuncian tu llegada,tu saludo abstraído,tu calor.

    Imaginé esta escena alguna vez,antes de conocerte:hueco en el aire del deseoque tú ocupaste.

    ¿O fue, tal vez,que tú la imaginaste para mí,que me diste tu anhelo antes de hallarnospara arrimar a su temblor

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    63/133

    R UNA , VIII

    Prisionera en las calles que anuda mi deseo,no eres quien a imaginar, no puedes,a qué ha llegado mi verdad de ti,estancia de la voz o aliento amuralladodonde afirmas la vida más allá de esta vida,donde, fruto sumido al fondo del ramaje,tú respiras o habitas en mí, aunque lo ignore

    (Lección de p

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    64/133

    P ALABRAS PARA P AULA

    ¿Nacer es la victoria? ¿Victoria sobre qué? Dcuerpo, mi pregunta te mira preguntarme. No hte. La muerte no es la nada anterior a la vidavienes de lo sin nombre, de lo sin existencia. ra, concebida, eres el rostro más claro de la e

    Nosotros te miramos, tú avanzas por tu sueñ jaste de ser nosotros? ¿Dónde la fisura, el dellar en tu piel nuestra piel, en tu rostro doproclaman nuestro nombre. Quisiéramos, tal espejo, sin saber que tu rostro será, no dobsencillo: certeza que dialoga y nos confirma

    Desde la fiel evidencia de tu cuerpo, la vidafruto de sus frutos.

    (Lección de p

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    65/133

    DELFÍN RISUEÑO

    La enigmática sonrisa del delfín, que algunode inteligencia y otros tantos han figurado coemblemas, no es tal vez sino la sonrisa de qto y destino y se entrega ligero al puro placede sí que crece a cada salto en un perpetuo rete que ignora lo que fue como el delfín ignorna felicidad del más allá, el agua que lo eng

    (Bestiario d

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    66/133

    CONSTATACIÓN DEL MIEDO

    Torvo y locuaz a un tiempo,el vuelo de estos cuervosque niegan cielos y jardinesen la fría mañana de febrerotiene tono y dicción de alegoría o precisa metáfora del miedomientras la página desnuda confirma mi impotencia.

    Nada tengo,no hay cielo ni jardín ante los ojosque conduzca al relato minuciosode asombros y alegrías. Sóloel vuelo de estos cuervos(su sombra como un mal presagio)podría llevarme a escribirlo que su vuelo espanta con violencia:

    prisionero de antiguas dejaciones,el temor es mi asunto y mi silencio.

    (O

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    67/133

    EN BLANCO

    ¿De qué palabras,de qué

    desnudo ocasional serás privadocuando el tiempo del esplendor remita,

    cuando pasión y oficiose nieguen sin afán

    sobre las sábanas gastadasde los días?

    ¿De qué sentido,de qué temblor profundo

    serás privado

    en la vejez angosta del disfraz,asombrado de verte así,envuelto en la renuncia

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    68/133

    L A ESPERA

    La casa como un cuencodonde limpias tu espera y tu deseo.

    Se arremolina el polvo ante la puerta.

    Tuya la blanca perfección del hueso.

    (O

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    69/133

    S ALUDO

    Y tú, vida que empiezas,no digas nada aún:crece sobre tu sangre,se temblor y latencia.

    Ciego nudo abisal,giras en los serenoshondones de tu madre,en el limo imantado.

    No siempre vivirássin tiempo, sin mirada. Asomará tu boca a las puertas del día.

    Tu cuerpo espera y calla.

    Multiplicado tactoel de esta piel bañada.Respiras negro, negro.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    70/133

    V IEJO POETA

    Quien extravió la vida al recrearla con secreta pasión, al hilo de palabrasque forjaron, tal vez, su limpio emblema,vuelve a mirarte desde su cansancio,donde la luz evita esas pupilasque un antiguo fulgor encaneció.

    El premio es la ceguera, el abandono.Creer tocar la luz y que calcine.No la paz satisfecha que pudo confundir en otro tiempocon la sabiduría o su inminencia,cuando saber es la palabra que nombra la derrota del deseo,el temblor de unas manos en el aire.

    (O

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    71/133

    A GOSTO

    es tierra de nadie entre dos frentes:el sol como una piedra encandecida,el hierro del calor sobre los párpados.

    Andamos por aceras destellantescon palabras que buscan un oasis,yemas de aliento picadas por gorriones.

    Nuestros pasos se duelen de su pesobajo el cielo inflexible que rige la avenida.No hay comienzo ni término,

    sólo un tiempo cegado por la luz,los pliegues de aire que suben del asfalto.Si hubiera nubes, seríamos sus sombras.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    72/133

    A LBADA

    Y luego, a medianoche, mal valle llaa sus ne

    Cruzo entre naves industrialesy en el coche suena un canto hindú,una plegaria, dijo el locutor,Plegaria del amor universal ,el hilo de la voz abriendo el aireen un ir y venir que se ensortija.

    Ocho de la mañana,una penumbra pálida flota sobre las torres, los rieles, los talleres,el ojo que vislumbra y discrimina,

    la mano que conduce entre el cansancio univy ha olvidado escribir lo que no sabe. Amanece despacio y con rencor,a la espera de un tiempo de certezas

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    73/133

    la noria gira al paso de una sombra y esa sombra soy yo, tiene mi nombre,me esconde o me suplanta:

    la conozco en que sólo conoce lo inmediato,lo que puede decirse o está dicho,lo que prende a este lado de las cosas.

    La mañana confirma otras mañanas,reiterada y tenaz gira la noria meciendo cada glóbulo de sangre,los humores más nimios,pero ya sin aviso el aire, como un genio solídescuelga ante mis ojosun cabo de plegaria, la cuerda de su cantopara que yo la atrape, me eleve sobre el día,presida la extensión desangelada que tampoco la distancia redime.Es acaso una liana pendiente de las nubes,la costura visible de este mundo

    que desaprueba nuestro afány busca cómplices entre los desafectos:mi golpe de muñeca parece contentarla

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    74/133

    el pulso que me abstrae del presentey sabe despertarme a lo que ignoro,ese tiempo sin tiempo que las cosas esconde

    con un celo de ramas que se apartan,la médula de un mundo bien plantadoque ausculta mi presencia y me abre paso.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    75/133

    FUEGO

    Acerco la cerilla a la hojarasca y el fuego prende sin engaño.Lentamente la llama envuelve la madera con lenguas azules y amarillas,emblemas de impaciencia que apaciguan.Lentamente las ramas ensayan sus chasquidosu idioma de temblor y sequedadcruzando la extensión nocturna,el duro cielo que nos vela.Un año más en estos montesel rito se repite:el cerco de la luz parpadeante,el baile inmóvil de los troncos,la voz a media voz y la botella inagotable.Sumidas en la noche elemental,formas y más formas que no vemos

    y nos ven, alfileres de luz móvilque pasean su sueño solitarioal hilo de los astros y el instinto.Hablamos por hablar o no hay palabras

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    76/133

    su plumaje secreto, el rojo vivodel vuelo más fugaz,y ya todo es un baile, una tácita fiesta

    donde nuestras infancias vuelven a celebrarla promesa que nunca cumplieron,el fuego que aún nos consumedurante tantos días que son noches.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    77/133

    V UELO ANTIGUO

    El vuelo de esta avispa en el azul del aire, contra un fondode cipreses y falsascolumnas medievales, mientras Paula desanuda con pasoazorado el jardíny advierte fugazmente cada tronco,la trama ensimismada de setos y empedrados,viene tal vezde muy lejos, de un tiempo

    anterior a los tiempos que recuerdo,cuando el simple existirde las cosasse imprimía en los ojoscon limpieza, y el vuelo recto

    y absorto de la avispa era tan sólo acción y asombro,humilde acontecercomo este fondo azul

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    78/133

    y levanta los brazos(niña avispada)respondiendo feliz a su saludo.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    79/133

    GORRIÓN… y as

    sientan más grande el aire con uRa

    He seguido, en la altura, junto al tibio temblor de las cortinas,el vuelo del gorrión, tan íntimo,haciendo más extenso el aire,desovillando un cieloentre el parterre y los columpios.Qué poco necesita y cuánto engendra su espiral impredecible:

    apenas un manojo de alas pardasabriendo un mundo en otro mundo.(Semilla azul, un cielo se despliega.)Lo que veo, esta hierba raída, la gravilla,el rojo paciente de los columpios

    sobre el bancal de arena,es una piedra vaciada por dentro.El recogido vuelo del gorriónplanta en su oquedad anillos constelaciones

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    80/133

    Á GUILA

    Te descuelgas veloz sobre tu presa con doble garra inquisidora: emblema de la muerte más vivo que la vida.

    Rueda por la pendiente el cuerpo gravey su estrella de sangre te gobierna,imán hacia la nada que has creado.

    Qué palpable su ley. Madeja inerte,la víctima que clavas a tu vuelote hace más débil un instante. ¿Caes

    o finges con astucia tu caída para elegir corriente, plano, estela?Sólo existes, voraz, en lo que alcanzas.

    Eres aire, y el aire te rehace.(Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    81/133

    INVERNAL

    One must have a

    El tiempo no te ha dado las respuestas,sólo nuevas preguntas.

    Declina con las horasla luz, las calles se despueblan,desde tu cuarto sólo vesun futuro de ramas harapientas,la noche agazapada en los tejados,y crees sentir, incluso, esa quietudque precede a la nieve

    como un aliento contenido,algo que espera a sery desespera.

    El inviernolo hace todo más simple,

    con su buril de frío y de carencias.Es una disciplina,un acuerdo entre el mundo y su reverso,el lado de penumbra en que se apoya

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    82/133

    y todo se distancia y adormececomo en un objetivo,como si el mundo fuera un diagrama del mu

    un mapa desnutrido y eficazque ha dado con el hueso de las cosas.

    La mente se complace en el invierno.Le alivian sus aristas,su quieta economía,la forma en que se atiene a lo que tiene.Todo lo simplifica,también estas preguntas intranquilasque cambian con el tiempo,que no cambian.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    83/133

    R EFUGIO ANTIGUO

    Como ahora, los ojos

    se abrazaban al tejo abrumadory bebían, con avidezque tal vez fuera miedo–un síntoma del miedo–,del negro impenetrable de su tronco.En la quietud de araña del ramajehallaban el alivio pasajeroque la nieve y su mica les negaba,la nieve y su blancura ufana,la nieve y su distancia sin caminos.Entonces, como ahora,

    la forma era un refugio,un paso hacia el sentido o su ilusión.No el parque con sus setos hambrientos,no el estanque varado entre desechos y hojasla silueta tenaz de un árbol solo,

    que nada turba.Su rigor me visita algunas tardes,como entonces,con su complicidad de faro antiguo:

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    84/133

    los días y las noches que son nieve y son fríy son un libro intactodonde el tejo escribe conmigo, para mí.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    85/133

    M AYO… and in thei

    the eloquent blood to

    Con sus garfios de lluvia densa y súbita la tormenta rompió sobre las callesy puso en vilo el vuelo del gorrión,la trama sensitiva de la tarde.Mueve ahora los árboles un vientobufante, impredecible, que golpea la ventana entreabierta y clava en mísu tierno arpón de aromas. Cae el agua,

    cae pesadamente con sus limosque arrastran otra vez tanta fatiga,y hasta el alféizar donde me demorosube el espectro de la tierra húmeda,su aliento inquisitivo de metales.¿Qué vienes a decirme, bruma lábilque invades el salón con tus tentáculosde oscura primavera, dibujandosobre mi carne una intuición de herrumbre

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    86/133

    Abajo, sin respuesta, pasan coches,se mecen discordantes las acaciassembrando de racimos el asfalto,el negro escandaloso de otro cielo.(Lo oscuro está preñado de materia,de una espera que vive y se desvivebajo las formas grávidas del tiempo.)La tarde es inminencia, cuerpo alerta.Oigo crujir las ramas vulnerablesy otro árbol se mece en mí, plegadoal incierto engranaje del asombro,con su aire que empuja y desordena las ramas de mi sangre, de esta sangreelocuente que vuelve a desgranar

    para el único espectador que soy su relato indecible.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    87/133

    MEDIODÍA

    Fulgurante ritual de cada día,sol que toca a rebatoen la plaza del ojo.

    El tiempo se detiene un tiempo:admira este cohete de gorrionesque estalla entre los bancos,

    la exclamación del sauce en una esquina,el hambre columpiada de los niñosque vuelan al encuentro del mantel.

    Pasan rostros y nubes,coches sin rostro, viejos en las nubes.Pasan de largo y me confirman

    bajo la luz colmada de esta hora.Fruta en sazón:me ofrece su alimento sin abrirse,

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    88/133

    las campanas del sol:y mi sangre se esponja y enardece

    a la mesa del sí recién dispuesta.

    (Gran

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    89/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    90/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    91/133

    MERCADO

    La calle te vulnera, el ojoes golpe, imprevisión,cercanía de dados que repican:

    un puesto de cerámicas, un toldofrutal, manos y voces al unísonosobre la estera de la sangre.

    Esparto y cal, la pobreza barroca sigue siendo pobreza,ruido y color de obstinación,

    y las mesas confunden sus reclamosentre niños que piden sin palabras.¿Quién las dirá por ellos?

    Perder el rumbo, recobrarlo,así caminas y consientes, te creces,pisas el borde mismo

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    92/133

    EPÍLOGOEstán sobre las sábanas,inciertos,desarbolados,con su pose como de trapo. Una vezgiraron con violencia hasta hacerse invisibleesconderse uno del otro, pero ahora se acogen a su sangre quieta,su terquedad compartida. Les imanta la luz en diagonal de la tarde de junio,la luz y sus tenazas tenuesremoviendo su porción de rescoldos.Estuvo en ellos el desvelo, la voracidad,

    se abrió la piel para cerrarse de un portazoy una ráfaga de frío respiró desde ningún sithacia los rostros en fuga.No hay más. Nada ha cambiado. Y luego los cuerpos,la distancia entre los cuerpos.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    93/133

    DE VITA BEATA

    Así las cosas,decidió que no más,que le bastaba el crepitar del cielo,el hondo gris de los cañaverales.«Los dioses se arrodillan en tu casa»,oyó decir, y sonrió complacido.Pájaros en la mano, el silencio de arena de las horas, la cal embridando los ojos.La oblea de la vida se fundía en su lengua,en la sangre tentacular, y era un cansanciosereno, casi experto,

    la raíz de la nieve retoñada en su mano.Todo viajaba en un carril transigente,luces que brillan o se apagan según las horasRetirado en la paz de estos desiertos,para qué libros, refutaba,y luego: para quién.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    94/133

    UNA PÁGINA , UN JARDÍNUn repentino flo

    De signos vivos,Ch

    Manchas, bosquejos, nubes negrasen tu cielo de calígrafo,

    y de pronto la lluvia sobre el jardín de musglas piedras encendidas junto al estanque:

    gris contra gris en la seda pintada.En esta calma de humedades o inmanencias

    late la tinta incisa: una rapaz que se abatey acobarda las aguas con sus tercos talones.

    Esquejes, trazos foscos,signos de savia que retoñan hasta extenuarse

    Pisas las baldosas humildesy otro suelo cede ni aquí ni allá

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    95/133

    Vendrá la bruma enemiga, borradora,pero no aún.

    Entretanto pintas, no pintas,miras los pinos desperezarse, tan cerca.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    96/133

    A PARICIÓNEsto que brilla en el cuadernoes lo que nunca amanecía,lo que no tuvo sol para amanecer. Y vas lento por la casa, rozandolos muebles, musitando trenos insistentes,cifra de lo que antes ignorabas.Hay nueva materia en este mundo.Lo que no era ya es. Tampoco importa,sólo unos pocos lo sabrán(y sí, queremos esa ingravidez para lo menula bolsa amniótica,la protección).

    No obstante brilla, está brillando.Desnuda y obscenamente resplandece.Constelación de indicios, semillas a voleoque forman grumos de sentidoy desmentidos, vidrios o veladurasdonde sombras de nadie se pasean.Collar de muchos centros o ninguno,en su lugar no hay tiempo, su tiempo no ha l

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    97/133

    ELEGÍA

    Lo profundo es la sangre aquí dentro,cintas y más cintas de glóbulos errantes,discos que fluyen intramuros con lavas caudel líquido hormigueo de las venascomo galería de espejosdonde vida y sueño se replican eternamente.El muchacho que leía en la luz aterida del nsigue leyendo bajo acacias africanasy ve cómo su sombra es su hija, la sombra dLas palabras se hicieron savia,nervadura,

    áspera corteza bajo la cual bullíanesquinadas metamorfosis: él mismo.Entretanto, la sangre siguió girando a ciegasabriendo espacio en el espacio de un cuerpo—páramos, ciudades, dormitorios y oficinasdemonios y esplendores.¿Qué importa si hubo vértigo, si el bailefue a veces aquelarre,premonición de ruina?

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    98/133

    FRAGMENTOS DE UNA POÉTICA EN CULOS QUE hablan o escriben porque temen el siparlo emplean palabras: son siempre demasia

    SÓLO ESCRIBE si el otro de la página le protege mismo.

    EL ARTISTA : roba lo que ya tiene.

    LO QUE siente cuando escribe más de tres frasmuy rápido que frene, siempre le parece habegún desvío.

    DESCONFÍA de los artistas que no tienen los pque no han construido una base firme sobre Desconfía, en definitiva, de aquellos a quienea los ojos.

    Pero aquellos a los que sólo puede miraburren.

    EL ESCRITOR se rescribe para que le reconozcan

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    99/133

    CON FRECUENCIA tengo la impresión de que todque admiro compartieran cierta desconfianza

    L A EXCESIVA LIBERTAD acaba perjudicando al artidas puertas se le abren por el camino y él, curprobarlas todas. Sin embargo, su espíritu senergías se agotan. Al fin, no le queda más recon la cabeza gacha al punto de partida.

    La creación quiere callejones sin salida. H jo presión. La intensidad resultante es el vecultivo de toda obra. Ello no significa que nodas las puertas, sino que hay que abrirlas unamos entonces que todos los cuartos se comunconductos secretos.

    LO QUE realmente importa sólo es posible manera.

    ESCRIBE poco para que sus palabras, de puro sy se apiñen unas contra otras.

    CORREGIR es resignarse.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    100/133

    mo las habíamos usado en la intimidad, con do de años de convivencia.

    Ahora he aprendido a borrar o disimular ldialecto. Pero sospecho que, con otros giros yotras palabrasy otra voz, sigonombrando aqueme eduqué. Bajo cada frase yace el diamancialmente incomprensible para otros, de mi le

    ÉL SÓLO cree en los que escriben hacia atrás.

    NOMBRES imperfectos, para que las cosas pued

    EL HUECO entre sílabas en «crear», como unabriera paso a dentelladas por el mundo.

    POEMAS que se esconden, avergonzados antecríticos pueden llegar a descubrir.

    EL QUE tiene celos de sus lectores y rescribe mismo libro.

    SE APARTA un poco para que las palabras le una

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    101/133

    ESCRIBE para recordar lo que no ha vivido.

    SENCILLEZ, sí, pero con doble fondo.

    LO MÁS interesante de un libro es lo que sóloaños después.

    EL POEMA es una excepción.

    P ARA EL poeta, uno más uno es siempre uno.

    NO HAY poema sin ventana.

    BUSCA palabras que no se conozcan unas a otr

    EL ESCRITOR , el verdadero, el que escribe lo mismque nadie lo note.

    EN UN poema todo sucede por primera vez.

    EL POETA se distingue de otras especies de escrbe que el lenguaje sabe más que él.

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    102/133

    Palabras migratorias, empujadas de un lado ael calor.

    Pero siempre el mismo cielo.

    EN LAS galerías del corazón, palabras que arde

    ESTAS FRASES: monedas que lanzo al aire y desotros la cara o la cruz.

    L AS PALABRAS y nosotros, sus hormigueros.

    CRUZAR el puente de palabras de uno mismo.

    FRASES tan duras y apretadas que no queda sin

    ESCRIBE para concertar su reloj con el del mun

    L A LENGUA y sus ventosas, las palabras: para cLa lengua y su tinta negra, el silencio: par

    POEMAS CLAROS, sí, menos en sus transiciones.

    UN LIBROde poemas junto a un diccionario; e

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    103/133

    si es breve. Por muy rápido que uno pulse undad es que las pulsaciones, los golpes han deotros, siguiendo un orden estricto, para formapidez del mecanógrafo se enfrenta siempre acial del método. Y hay cosas que apenas pumáquina, porque exigen el trazo amalgamadacción: el trazo que une y unifica. Es la accivalizando con el pensamiento, adelantándose ada forma de pulso consciente. Es la mano

    aventura, se aventura.

    LOS QUEtratan sus propios poemas como palomcargadas de instrucciones y mensajes, sin dara poco que sepan volar, esas palomas no volv

    FRASES que nos dejen a la intemperie. Las quegastan más pronto.

    EL MÁS peligroso canto de sirenas se esconde critor, en las páginas de los periódicos y su mática de «actualidad»: el realismo reducido ay a la pura sucesión de unos hechos contrastata amenaza el único mástil al que podemos ata

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    104/133

    de nosotros, quiere consumirnos y vaciarnostengamos de valioso: envidia nuestros cuerpode tiene asiento el recuerdo y que nos permitecalles de los años con secreta libertad. Por talvir con disimulo, perdido entre la multitud pde ella, para que el tiempo no nos advierta, largo y sin embargo se deje ver ante nosotrosobservadores, sus escribas. Aunque nadie nosen nuestro puesto, y precisamente porque nad

    SE ENCIERRA en la frase más breve posible, e inda espacio para tomar aliento y decir otra.

    L AS MEJORES historias exigen que las contemos

    fuerza si nos resistimos un poco.EL BUEN falsificador no es sólo el que hace de zo el artista original, sino el que evita hacer tista original jamás hubiera hecho. Lo que deel arte, tan importante como lo que uno hacdecide firmemente no hacer .

    ADECIRverdad en mis travesías del desierto m

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    105/133

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    106/133

    critura rápida– han nacido de lecturas equivajenas, recorridas por latencias que sólo la insarrolla plenamente. Y descubro que a vecenuevas palabras, hace falta que las antiguas nde espacio.

    «ESTO YA lo he tocado mañana», dice con angble Johnny en El perseguidor . Mi comprensión de epero también mi envidia, que es una lectura

    frase. Escribir para abolir el aquí y ahora, parso del cuerpo, para ignorar la opresión o la trito lo he escrito ayer, mañana, hace un año. Eaquí cuando escribo, me pierdo de vista, me

    «LOS LIBROS

    son la vida en la medida en que cobablemente lo más interesante sobre mí. Ustvistarme porque escribo libros, no porque hayaconversador espléndido. Cuando escribes es trabaja a pleno rendimiento, no cabe duda. Asles del despacho te encuentras algo más dismsona.» Cuando leí estas frases en una entreBarnes, me sorprendieron por la claridad conuna idea no siempre evidente Lo que aprecié

    b l d i h d j

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    107/133

    berlo, que todo este tiempo no hayamos dejnos), sino que al escribir ponemos nuestra atesfuerzo en algo que nos trasciende y que es mo, dicho de otro modo, que nos presenta mejomos. La frase de Barnes, pese a su simplicidad,es metafóricamente poderosa: uno sale disminto, deja de ser un conjunto empleado en una tra convertirse en una suma de miembros sin oEsa disminución no significa que fuéramos gi

    gina. No es eso. Escribimos, bien o mal, porqtimos que nuestras facultades alcanzan un puinaudito. Esta tensión nopuede durar mucho tiedebemos salir del cuarto, tomarnos un respiro,Pero el abandono trae aparejada una tristeza,

    bra su apariencia mortal: la tristeza del cuerposaco de carne y huesos que añora los momengo más que una suma o un conjunto anárquictambién la de quien vuelve al redil del tiemponución es también aceptación del poder del tiecapamos cada vez que nos acercamos a la pescritor afirma que su biografía es su obra no to preciosista, sino porque es consciente de qblicada es el lado bueno de su retrato lo mejo

    S i l ñ l

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    108/133

    SUCEDE, en ocasiones, en el sueño, que las opeduas o complejas se resuelven con facilidad inunca hubieran presentado problema o aqueque preveíamos fueran tan sólo imaginacionescierto es que, en efecto, se trata de operacioque nuestro ser real (o, por emplear una exarriesgada, nuestro yo cotidiano) apenas si socasiones, incluso, como en el clásico ejempvolando sin ayuda, se trata de acciones obvia

    o imposibles de cumplir. Pero en el sueño se cillas, casi triviales: ponemos un pie en el airescalón del aire) y alzamos el vuelo tranquilnos decimos con alivio indecible: «¡Qué fácil eno me había dado cuenta antes!». El ejempl

    caso extremo, pero lo mismo puede decirse des, fantásticas o no, como saltar vallas o camTodo encaja con finura, sutilmente, pero a lanaturalidad.

    No es muy diferente, me parece, el estadomos o escribimos un poema. No diré que se do alucinatorio o cercano al sueño, aunque sinde alucinación en el impulso creativo. Pero een tiempos más romos o menos intensos par

    (si tenemos s erte) s tisf ctorio No digo q e

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    109/133

    (si tenemos suerte) satisfactorio. No digo quetades; sólo un porcentaje irrisorio de poemas srapidez o facilidad. Pero, de repente, ese artefvención y la convención se nos muestra cercno reside en un podio inalcanzable, ya no splano casi opaco a nuestros ojos. La resistenhacía desistir de antemano se ha desvanecidonuestro metabolismo, desmenuzada en las mqueñas resistencias con que nos topamos en

    escribir.Escribir significa conectar con cierta longiemana de uno mismo. Hay que apartarse uorientar la antena en su dirección. Por eso el yo, sino quien le escucha, y por eso lo escri

    del yo, sino del otro, de ese tú que lo transcal dictado en medio del tumulto cotidiano. Y,co, resulta que ese tú no siempre es el mismen cada audición. A veces incluso es un pequcompite por un lugar de privilegio frente al e

    ¿Q UÉ SUPONE escribir sino el íntimo placer de elabras con otras, olvidarse del tiempo buscanchispa que ilumine nuestra mesa de trabajo? L

    Dejarse acunar por los zarcillos del ritmo Pa

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    110/133

    Dejarse acunar por los zarcillos del ritmo. Pacada palabra hasta obtener una estimación co

    Cada vez que abordo el papel guiado por umasiado claro me aburro pronto o descubro tperfecciones que me llevan, finalmente, a abanMi trabajo como editor me ha dado cierta facilnía) para la redacción informativa o periodístde ser eso, una habilidad, una técnica más ouno aprende con el tiempo. Escribir, en buena p

    tividad pasiva, una forma de abandono a lo qyor o menor fortuna, va suscitando. En ocasde colaboración nos arroja a grandes panoramlentos cuya existencia ni siquiera sospechábnudo nos devuelve un reflejo innegable de nulimitaciones. Es cierto que la recurrencia impiadoso puede acabar desanimando o deseevitarlo no nos compensa de perder ese placeescribiendo lo imprevisto, lo impensable. Asca a la página sin una idea muy clara de lo qhacer, aunque sabe perfectamente lo que no qla opera casi siempre por exclusión.

    Recuerdo una frase de Gil de Biedma que vo menos que el trabajo básico de un escritor

    teriales que le es preciso vencer Pero la idea

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    111/133

    teriales que le es preciso vencer. Pero la idea subraya el carácter esencialmente artesanal dembebido en la minucia y el detalle reveladmoverse siempre por el revés de la trama. Se los obstáculos y uno llega, sin darse cuenta, ato, hasta que vuelve a empezar.

    SORPRENDE aún hasta qué punto se menosprecifortaleza del escritor. Sólo tiene palabras. Y

    fuerzan o manipulan las palabrasa su antojo, pcritor se les parece y que sus palabras son igufrágiles, que se rompen como simples juncos

    Nadie comprende la obstinación del escritcomprende la obstinación de las palabras quaunque él piense que ha sido al revés, que sdiferencia es el fruto de una elección conscie

    LEOel último poemario de un contemporáneo tdial y accesible, y me doy cuenta de que apprender la mitad de los poemas, que sin emsucesos y escenas cotidianas e incluso, en alLa impresión aquí es de amaneramiento y lecomo si tuviera miedo de llamar a las cosas p

    UNA IDEAde Iris Murdoch que leí hace tiempo

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    112/133

    UNA IDEA de Iris Murdoch que leí hace tiempopara que lo escrito se nos parezca sino para Releyendo antiguas notas, me doy cuenta qutiempo actuando en mí como una obsesión: ehe llamado autobiografía a la inversa.

    L A POESÍA , entre otras cosas, es dialogar con lbertad. Pero nunca como en un poema se pesas se parecen a sus nombres. De ahí pudie

    vez, que en libertad las palabras tienden a camllo que nombran.

    LO QUEmolesta del sonetista: esa soberbia de gbusca el jaque mate en catorce jugadas. Apetse rinda antes de tiempo tirando su rey, a fin grand finale que hace relamerse al autor y lo cosionero de su oficio.

    UN LIBRO es lo que queda después de haber pveces por el mismo sitio. No una construccióherida en la tierra, la huella reiterada de unos

    CON FRECUENCIAmás que hacer nosotros algo

    ella y sólo cuando me aparté se hizo visibl

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    113/133

    ella, y sólo cuando me aparté se hizo visiblámbito de la conciencia. Era importante estaopacidad, pero también marcharse, deponer tores de la voluntad. Estar y no estar, ser el inmismo, el latido cuya naturaleza incluye neg

    L A AMBIVALENCIA del poema: apunta siempre a otre ser transparente, una ventana por la que mma, para ser y ser leído, debe llamar nuestra ate

    tropezar en él para caer en esa otra cosa. Tal ra ser transparente: para que no lo veamos.

    ESA EXTRAÑA metamorfosis que convierte el cade la escritura en una autopista para la lectur

    EL DESIERTO del poeta es el aprendizaje mismConsiste en dominar una retórica cuya primimantación es la mentira, el brillo fácil, la eta, el falso decorado de cartón piedra. Peroverdad, quiere decir de verdad, más allá de s juicios cotidianos; y entonces debe pasar mentira, emplear todo su oficio en alcanzare incluso niega el oficio ese curso nada ace

    ya señaló Joubert hace dos siglos, son palabra

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    114/133

    ya señaló Joubert hace dos siglos, son palabradie sabe qué hacer».

    CUALQUIER MÚSICOcompetente, digamos, un con jazz o un violinista de banda de feria, me insadmiración que la mayor parte de los escritorde luego, uno mismo): la capacidad para, en te el público, combinar su técnica y su expinspiración del momento y desarrollar una e

    sentidos pueden acoger de inmediato. En coellos, cualquier escritor tiene algo de chamáocultación, sobre todo.

    EDUARDO CHILLIDA : «Mi obra es una suma de compensan mutuamente».

    CUANDO ESCRIBIR no es más que reordenar los mente, iluminar un rincón que hasta entonceinadvertido.

    OTROS IDIOMAS, acaso, para arrojarlos como pedo sobre la procesión de la lengua nativa y brarla de excrecencias quitarle todo asomo d

    liar a ver más verde la hierba del vecino. Lo

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    115/133

    siempre parece más lucido, más lleno de mcilla razón de que desconocemos la trastiendmazón de alambres y madera que lo sostinosotros armado de pies a cabeza, como Atdiato nos arrastra a una guerra que no es laque corremos el riesgo de perder el poco afetíamos por nuestras cosas. (En otras palabraaléjate cuanto puedas. No permitas que la e

    te malquiste con tus propias obras.)DIRÍA que quien hace las cosas con rapidez, ásobre todo en sí mismo; es decir, se hace a sí cosas, convertidas en trampolín hacia el yo. Ehace las cosas con calma, lentamente, pienscosas mismas; deja que se hagan, a su ritmo, este hacer también le hace a él.

    Esta frase de Richard Ford en una entrevNunca he hecho una sola cosa importante en mser rápido funcione. Obtengo lo mejor de mpaciente. [...] Si pudiera escribir más rápido y smo cuando voy despacio, lo haría».

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    116/133

    desprende, en realidad, de ese exceso de hybris que le

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    117/133

    yvalizar con el sol, aunque así lo parezca y asígistrado al margen de la fábula. Su verdaen haberse contentado con una solución mecconfeccionarse unas alas con plumas y cera qra de la verdad, no resisten el embate del calor.lamos, el avión lo hace por nosotros.

    La genuina voluntad no debe contentarse cocanicista; aun a sabiendas de que puede lograr

    esta vía, no debe plasmarse en el tener, en el proyectar su energía y sus vectores en el quercreencia disparatada, fuera de todo lugar y fuerza de querer volar nos saldrán alas.

    CHARLES SIMIC: «Entre la verdad de lo oído y visto, prefiero la silenciosa verdad de lo visto

    SI DEBO esperar a que todos los que hay en macuerdo, no escribiré una línea. Mejorabrir est jar que la discusión (íntima y arcana, en el mtan sólo comprensible para unos pocos) haaceptar, en fin, que soy una jaula de grillos.

    M ÁS QUE escribir, ser un espacio donde sucede

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    118/133

    HE NOTADO que el tiempo me ha hecho algo msayar alternativas o ejercitarme en suertes qudo hasta ahora. Soy menos atrevido, menos idecisiones, tal vez porque la gran frecuenciado corregir o descartar lo escrito en el pasadesconfiar de mis capacidades o de la bondarimentos, o incluso de la experimentación mis

    término mejor: tal vez fuera más apropiado hda) como fuente de escritura. En parte es frutde haber descubierto con cierta convicción cuqué forma de hablar me corresponde y cuál mviolenta, aunque la admire en otros. Pero taaunque quiera negármelo a mí mismo, que czos y voy más sobre seguro, lo que es un errote no hay experiencia acumulable ni algoinversión de tiempo y de esfuerzo que puedcorto o largo plazo. Antes había más hallazgola que partir, aun si después se limitaba drásmero de páginas publicables. Me he vuelto, eperso, menos irresponsable en mi disposición, y toun poco más angosto se empobrece también

    el mundo está como sumido en sus formas,

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    119/133

    sura discreta, no llama la atención sobre sí mirar largo tiempo para hacerse con él, volvsobre el paisaje para deslindar y encender que darle, en fin, mucho de uno para que cyectando nuestra imaginación y nuestro deszo por disipar la oscuridad, conjurar el silenunánime y primordial que amenaza con invco. No es como la luz violenta del sur, que

    ples y nerviosos paroxismos, que salpicsentidos con una insolencia juvenil que hacquier resistencia: los colores y las formas seimpudor, compiten por nuestra atención conque puede ofuscar al pensamiento: todo estde la mano, basta con tomarlo y blandirlo esus alabanzas, henchirse de mediodía.

    La luz del norte exige otra sintaxis, otro pensar. No importa el turno de las estacionecambios aparentes, aquí las cosas se remanste atonía, en sus grises y verdes y ocres queteras, las diferencias, y la mente las persinsistente, con la prudencia ávida del que tarlas pero siente el imperativo de la búsque

    avanzan por debajo de la melodía principal d i T d l b f

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    120/133

    destino. Todo lo obtenemos con esfuerzo, entiva que nos obliga a ponernos de parte del tando en él nuestros deseos y fantasmagoríamentales y nombres privados. Para los ojos la plenitud no es un instante sino un procera rigurosa y solar del mediodía sino el lentla conciencia y el mundo, la hora declinantcuando más importa arrebatar a la noche e

    formas, el misterio de lo visible. A LGUNOS ARTISTAS parecen existir únicamentecar lo que en otros nos irrita o avergüenzaciones o modos de hacer que, en ellosoportables e incluso placenteros, reinventadvicción contagiosa, desprovistos del aguijóntaba hasta entonces. No son muy importantnos dan una dosis de extravagancia o de vuprecio asequible, y nos sueltan un poco, nosticos y tolerantes, más espaciosos.

    SIEMPRE ESTARÉ más cerca de los escritores phecho de escribir supone al menos una aleg

    quedad. Como Dickens, que lloraba y reía cd l ió i hij í d d

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    121/133

    de la acción, y a quien sus hijas oían desdedecirse en voz alta los diálogos de sus pers

    Q UE LAS reglas no te impidan ver el juego.

    19

    BIBLIOGRAFÍA DE JORDI DOCEPOESÍA

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    122/133

    POESÍA

    Mar de fondo [plaquette], Gijón, Heracles y1990.La anatomía del miedo (Premio «Antonio GoLama»), León, Ciudad de León, 1994

    Diálogo en la sombra , Gijón, Deva, 1997.Otras lunas [plaquette], Oviedo, Nómadas,

    Lección de permanencia , Valencia, Pre-TextosLos pájaros [plaquette], Icod, Aula de Arte Publicaciones, 2001.

    Otras lunas (Premio «Ciudad de Burgos»), DVD Ediciones, 2002.

    La complicidad [plaquette], Santander, Los La Ortiga, 2002.

    Fuego [plaquette], Santander, Ultramar, 20Gran angular , Barcelona, DVD Ediciones, Poemas 1994-2005 [plaquette], Valencia, Un

    València, 2005.

    PROSA

    Imán y desafío. Presencia del romanticismpoesía española contemporánea[ensayo] (IV

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    123/133

    poesía española contemporánea [ensayo] (IV de Ensayo «Casa de América»), BarcePenínsula, 2005.

    Curvas de nivel. Artículos 1997-2002 [artículosTenerife, Artemisa, 2005.La puerta del año [diario], Málaga, Centro C

    Generación del 27, 2007.La vibración del hielo [diario], Villanueva de

    Littera Libros, 2008.EDICIONES

    Agenda: An Anthology of Spanish Poetry, Londreverano 1997.

    Música urbana , de Elaine Feinstein, traducccolectiva, Madrid, Hiperión, 2002.

    Poesía hispánica contemporánea , con Andrés SáRobayna, Barcelona, Círculo de LectoGutenberg, 2005.

    Quimera: Dossier Antonio Gamoneda , con Mart Agudo, Barcelona, n. 275, octubre 200Poesía en traducciónMadrid Círculo de Bel

    TRADUCCIÓN

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    124/133

    Charles Tomlinson, En la plenitud del tiemp[plaquette], Oviedo, Nómadas, 1994.

    Paul Auster, Desapariciones , edición bilingüe, Pre-Textos, 1996. Versión corregida y Pista de despegue , Barcelona, Anagrama,

    Charles Simic, Hotel Insomnio [plaquette], OvNómadas, 1998.

    Ted Hughes, Cuervo, edición bilingüe y anoMadrid, Hiperión, 1999.Guillevic, Diálogos [plaquette], Oviedo, Nóm

    2000.T. S. Eliot, La tierra baldía , Cuatro cuartetos y

    poemas , con Juan Malpartida, edición biBarcelona, Círculo de Lectores, 2001.

    William Blake, Los bosques de la noche (Pocanciones y epigramas), edición bilingüe y Valencia, Pre-Textos, 2001.

    Thomas de Quincey, Memoria de los poetasselección, traducción y notas, Valencia2003.

    Geoffrey HillVeintisiete poemasedición biling

    Paula Fox, Elegancia prestada , con Nuria GonzOliver Madrid Turner 2004

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    125/133

    Oliver, Madrid, Turner, 2004.Charles Tomlinson, En la plenitud del tiemp, ed

    bilingüe, Barcelona, DVD Ediciones, 2 William Blake, Tiriel / El libro de Thel , ediciónbilingüe, Tenerife, Artemisa, 2006.Thomas de Quincey, Cenas reales y presunta, Gi

    Trea, 2006. Joan Elias Adell, Pistas falsas , con Marta Agud

    Barcelona, La Garúa, 2006.Geoffrey Hill, Himnos de Mercia , con Julián JiHeffernan, edición bilingüe, BarcelonaEdiciones, 2006.

    Peter Redgrove, Para el ojo que duerme , ediciónbilingüe, Madrid, Luis Burgos Arte de2006.

    Thomas de Quincey, Los césares , Barcelona, AEditorial, 2007.

    W. H. Auden, Los señores del límite. Poem1927-1973, edición bilingüe, BarcelonaLectores / Galaxia Gutenberg, 2007. Anne Carson, Hombres en sus horas libres , edicióbilingüe Valencia Pre Textos 2007

    INCLUIDO EN LAS ANTOLOGÍAS (SELECCIÓ

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    126/133

    José Luis García Herrera (ed.), Los nuevos po,Barcelona, Seúba, 1994.

    Alfonso Fernández (ed.), Cuaderno Laberinto, OKRK Ediciones, 1997. Jesús Munárriz (ed.), Un siglo de sonetos en

    Madrid, Hiperión, 2000. Joaquim Manuel Magalhâes (ed.), Poesia Espa

    anos 90 , Lisboa, Relógio d’água, 2000. Alejandro Krawietz y Francisco León (ed La joven poesía española , Tarragona, Igitur, 20

    Josep. M. Rodríguez (ed.), Alfileres. El haiku poesía española última , Lucena, 4 Estacion

    Marta Agudo y Carlos Jiménez Arribas ( Cabierto. Antología del poema en prosa (1980-2005), Barcelona, DVD Edicione

    Javier Gómez-Montero (ed.), Cuando va a la poesía. Das Gedicht und die Stadt. GeSpanien (1980-2005), Madrid, Sial, 2005.

    Antonio Gallego (ed.), Al son del roncón. Lalos poetas asturianos , Oviedo, Real InstitutEstudios Asturianos 2006

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    127/133

    ÍNDICE

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    128/133

    Preludio para Jordi Doce (A. G.) ........................

    Una fidelidad ........................................................

    Selección de poemas ............................................Preámbulos del poema ...................................

    Diálogo en la sombra .....................................Credo ..............................................................Otros inviernos ................................................El paseo ..........................................................Llamada ...........................................................En el cerro ......................................................Marina (fragmentos) .......................................Noche de agosto .............................................Runa, VIII .......................................................Palabras para Paula .........................................Delfín risueño ..................................................

    Constatación del miedo ...................................En blanco ........................................................La espera

    Fuego ..............................................................Vuelo antiguo ..................................................

  • 8/16/2019 Jordi Doce

    129/133

    gGorrión ........................................................... Águila ...........