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KOVAL, Martin-Los Últimos Pasos de La Novela de Formación Alemana. Berlin Alexanderplatz

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Los ltimos pasos de la novela de formacin alemana:Berlin AlexanderplatzIntegracin social y prdida de la identidadporMartn Koval

El siglo burgus, el largo siglo XIX, comprende un segmento temporal que va desde el ltimo tercio del siglo XVIII (en particular, la Revolucin Francesa) hasta la Primera Guerra Mundial (Kocka 1995: 784). La fe en el progreso, en las ciencias, en la razn, en elsentido de la vida, puesta en crisis a partir de las primeras dcadas del siglo XX (y, mucho antes, por el Romanticismo) es, a muy grandes rasgos, lo que caracteriza lamentalidad burguesa(ibd.: 805), es decir, el contenido mental de la clase que lleva a cabo, hasta c. a. 1848, los cambios revolucionarios y que, a partir de entonces, da inicio a un acuertelamiento de signo conservador (lo que Kocka llama feudalizacin de la clase media [ibd.: 802]). El proceso de expansin, consolidacin y canonizacin del gneronovelaest ntimamente vinculado a este periodo histrico, a las ideas de la clase media, de la burguesa.Hay un subgnero novelstico en el que la fe en la razn y el progreso se presentan,a priori,de forma exacerbada: la novela de formacin/educacin oBildungsroman.Es a la luz del contexto histrico-intelectual recin aludido que resulta de inters procurar encontrar, en los textos literarios pertenecientes en mayor o menor medida a este subgnero, claves que permitan dar cuenta de las transformaciones de la mentalidad burguesa a lo largo desusiglo. En vista de esto, se podran contrastar textos de finales del siglo XVIII con otros de finales del siglo XIX/comienzos del XX a fin de establecer diferencias especficas. En lo que respecta a los comienzos del subgnero novelstico, sera productivo trabajar, por ejemplo, con el modo en que en suWilhelm Meisters Lehrjahre[Los aos de aprendizaje de Wilhelm Meister] (1795/96), J.W.Goethe reelabora el motivo de lasociedad secretapresente en Der Geisterseher [El visionario] (1787/89), de Friedrich Schiller: la imposibilidad psicolgica del Prncipe de madurar y volverse un sujeto racional en este ltimo caso, lo pone a expensas de individuos macabros y nocivos; nada ms ajeno al proceso de racionalizacin y maduracin de Wilhelm Meister, para cuya feliz resolucin cuenta con el apoyo de laSociedad de la Torre.Por razones de espacio, no desarrollaremos esta posibilidad de trabajo.Por otra parte, en lo que respecta al ocaso del subgnero, resulta conveniente pensar en obras que ponen en escena elsinsentido de la vida,la derrota del individuo ante las coacciones de la sociedad, que critican o ponen en duda el ideal burgus ilustrado-racional deBildung(esto es, entre otras cosas, la idea utpica de que el mejoramiento tico del individuo equivale al mejoramiento de la sociedad). Las siguientes novelas han sido pensadas, por diferentes crticos y en mayor o menor medida sobre la base de lo que recin se ha dicho, como representacin literaria del fin o acabamiento delBildungsroman: Der grne Heinrich[Enrique el verde] (1854/55; 1879/80) de Gottfried Keller (H. R. Jauss),[1]Lducation sentimentale[La educacin sentimental] (1869) de Gustave Flaubert (G. Lukcs),[2]Amerikade Franz Kafka (1927) (G. Neumann),[3]Berlin Alexanderplatz(1929) de Alfred Dblin (W. Benjamin),Die Blechtrommel[El tambor de hojalata] (1959) de Gnter Grass (G. Mayer) et. al.La culminacin histrica de la novela de formacinDadas las caractersticas especficas del largo siglo XIX alemn, su unidad en tanto periodo histrico (v. Kockaut supra), y en vista de que la novela de formacin nace y se desarrolla en el transcurso del mismo, no parece ser correcto buscar su culminacin demasiado lejos temporalmente de la Primera Guerra Mundial.Der grne Heinriches una novela temprana en este sentido;Die Blechtrommel,por su parte, est situada en un contexto histrico-intelectual muy posterior (el nazismo, la Segunda Guerra Mundial y la Posguerra). Es en la llamadaModernidad Clsica[Klassische Moderne] (c. a. 1890-1930) que hay que buscar la crtica ms radical y definitiva del modelo narrativo delBildungsroman: en novelas comoAmerika, Berlin Alexanderplatzy agregamosDer Untertan[El sbdito], de Heinrich Mann (1906; publ. 1914, 2 meses antes del estallido de la guerra).Las consideraciones de Lukcs sobreLducation sentimentale,en particular, son iluminadoras para comprender el agotamiento del subgneronovela de educacin(que aqu llamamosde formacin). El autor deHistoria y conciencia de clasesostiene en suTeora de la novelaque la novela (delromanticismo de la desilusin, en particular) es un combate contra las potencias del tiempo (1971: 133) librado por medio de laresignacin. La idea es que el hroe debe resignar la simple y feliz vidain rem, esto es, la posibilidad de hallar el sentido en el momento presente de su vida, que slo es concebible como una sucesin anrquica de acontecimientos. Esta renuncia, prosigue, se expresa en dos vivencias de la temporalidad: esperanza y recuerdo (ibd.: 134), las cuales triunfan sobre el tiempo, en la medida en que proporcionan respectivamente una visin sinptica de la vida como unidad transcurridaante remy [una] captacin sinptica de esa vidapost rem (d.). Esto es: producen la ilusin de abolir la escisin entre tiempo interior y mundo; mediante ellos vuelve a imperar, fugazmente, la totalidad entendida como una ligazn del individuo con su patria trascendental. Se trata, as, de vivencias capaces de aprehender el sentido de la realidad en un mundo privado de Dios (ibd.: 135). Lukcs encuentra enLa educacin sentimentalde Flaubert la concrecin ms clara de todo esto: esta novela es ndice del momento histrico-intelectual en que lanovela de educacindevienenovela del romanticismo de la desilusin.La frmulasentido de la vida, an vigente en la primera, aparece puesta en duda en esta ltima: slo perdura ahora en la forma de unasubjetividad contemplativa alienadade la realidad. De modo que la nocin deeducacin sentimentalalude en Lukcs a un abandono resignado, por parte del hroe, de la realidad socio-histrico y a un repliegue desesperado en su interioridad anmica.Berlin AlexanderplatzBerlin Alexanderplatz: Lducation sentimentale alemana?[4]En su Krisis des Romans. Zu Dblins Berlin Alexanderplatz [Crisis de la novela. Acerca deBerln Alexanderplatz] (1930), Walter Benjamin sostiene queBerlin Alexanderplatzes el estadio ms extremo, vertiginoso, tardo y radical de la vieja novela de formacin burguesa (III, 236): en la conversin del criminal Franz Biberkopf en pequeoburgus asalariado, en hombre promedio, Benjamin vislumbra el agotamiento del subgnero. Con todo, agrega algo ms: sostiene lukacsianamente que la novela de Dblin es Lducation sentimentaledel criminal. En este contexto, refiere a los conceptos de esperanza y recuerdo, extrados de laTeora de la novelade Lukcs, para aludir a laprdida del sentido de la vidaen la biografa del hroe novelesco. Hay que deducir de las palabras del autor deCalle de direccin nica que Berln Alexanderplatzocupa la misma posicin histrico-literaria que la pesimista novela de Flaubert? Esta parece ser la estrategia argumentativa de Benjamin. Con todo, es posible preguntarse si esto es correcto, en vista del contenido narrado por la novela vanguardista de la que aqu se trata.Berlin Alexanderplatz y el BildungsromanLa obra del psiquiatra Alfred Dblin es el primerGrostadtroman[novela de la gran ciudad] alemn[5], no es unBildungsroman.[6] De cualquier modo, guarda cierta relacin de parentesco con este ltimo subgnero (como advierte lcidamente el autor deEl origen del drama barroco alemn); bsicamente, por el hecho de que problematiza y discute las condiciones en las que se lleva a cabo laintegracin socialdel individuo.La violencia institucionalNo se verifica en el desarrollo del hroe ningn proceso de mejoramiento o maduracin gradual, sino ms bien de destruccin fsica y anmica (Jacobs, 1983: 249). No en ltima instancia esto es as a causa de laviolencia institucionalrepresentada en la novela. En el pasado del presente narrado, Franz Biberkopf ha trabajado honradamente (hay una obsesin, a lo largo de la novela, con eltrabajo honrado) como pen de albail y mozo de cuerda. Antes de eso ha combatido por los prusianos en las trincheras (2007: 95), durante la Primera Guerra Mundial. En la propia conciencia del hroe, esta experiencia, as como la de haber estado cuatro aos preso, constituyen factores de degradacin de su humanidad y de negacin de sus posibilidades de llegar a ser feliz (Me han hecho polvo. He estado en Tegel a la sombra y por qu. Primero con los prusianos en las trincheras y luego en [la crcel] de Tegel. Ya no soy un ser humano [d.]). Se trata de una violencia institucional sufrida en carne propia: a estas dos experiencias hay que sumar la del manicomio de Buch, al final de la novela (ibd.: 475ss.). De modo que son tres las instituciones que actan sobre el hroe para volverlo socialmente til: el ejrcito, la crcel y el manicomio. Muy diferente es la suerte de Wilhelm Meister o de Heinrich Lee, por cierto.[7] Laviolencia institucionalsufrida por Biberkopf es inherente al sistema, es una suerte de dios perverso al que no pueden sustraerse los diferentes individuos que habitan elmilieumarginal berlins. En elWilhelm Meister, el episodio de mayor violencia es el del asalto en el que el hroe resulta gravemente herido: no es menor el detalle de que esta desgracia es explicada en los trminos de una casualidad. No parece azaroso, por otro lado, que sean muchos los personajes deBerln Alexanderplatzque son o han sido corregidos por las instituciones de castigo: adems de Franz Biberkopf, estn, entre otros, la muchacha Emmi (tiene ya el reformatorio [] a sus espaldas [2007: 305]), Pums (ibd.: 285), el nietzscheano Willi (ibd.: 339) y el diablico Reinhold.Nadie en quien confiarEl concepto decomunidad de destino[Gemeinschaft des Schicksals], elaborado por Lukcs enTeora de la novela, permite entender lafalta de sentido de la vidacomo la carencia de una comunidad de hombres y mujeres en la que el hroe pueda integrarse de un modo satisfactorio (es decir, de una forma tal que implique un mutuo mejoramiento).Ms all de que se trate de un criminal ms o menos arrepentido, el rasgo de carcter ms importante de Franz Biberkopf es laingenuidad(la Muerte se lo hace ver en el manicomio: eres un aborto con alucinaciones (). El mundo necesita a otros tipos que no sean como t, ms inteligentes y menos insolentes, que vean cmo son las cosas, no de azcar, sino de azcar y mierda, todo mezclado [ibd.: 491]). Hay varios episodios en los que, ingenuamente, el hroe procura establecer una relacin de amistad, de confianza, con otros personajes, y sufre un desengao.a)Otto Lders. Le cuenta a Lders, to de su novia Lina y socio suyo como vendedor de cordones de zapatos, que ha conocido a una viuda que le ha pagado a cambio de sexo (ibd.: 166ss.). Lders no slo no comparte la felicidad de su colega, sino que, con intenciones ambiguas, se anuncia en lo de la viuda como socio de Biberkopf y roba en su casa. El resultado es que el hroe del relato pierde todo tipo de vnculo con la mujer y, para olvidar el frustrante episodio, se entrega al alcohol (ibd.: 169s.). Franz, con todo, revela ser fuerte como una serpiente cobra y logra reprimir la violencia que ha generado en su interior la traicin de Lders (Diosdiosdis, oye djalo estar, hay que dominarse, canalla, no hay que ponerle a nadie la mano encima, ya hemos estado una vez en Tegel [Ibd.: 190]).b)Minna y Karl. Biberkopf cree que Minna y Karl (hermana y cuado de la difunta Ida) no pueden guardarle rencor por el pasado (l no se siente asesino de su novia). Karl le muestra cun equivocado est en su anlisis de la situacin, lo trata de asesino y lo echa de su casa (ibd.: 220).c)Pums, el vendedor de fruta. Desde que conoce a Pums (ibd.: 234), que es lder de una banda de delincuentes, hasta que se da cuenta de que est participando involuntariamente en un asalto (ibd.: 269), el hroe est convencido ingenuamente de que aquel es vendedor de fruta. En este episodio no slo queda en claro laingenuidad extremade Biberkopf, sino tambin laopacidad de los otros. Todos ocultan cosas, no hay nadie en quien confiar.d)Reinhold.En un episodio estructuralmente similar al de Lders (confianza-desengao), ya recuperado de la prdida del brazo (el bestial Reinhold lo ha arrojado del automvil) y convertido concientemente en delincuente, Biberkopf vuelve a confiar ingenuamente en Reinhold y le habla acerca de lo feliz que es con su nueva novia, Mieze, aun a sabiendas del tipo de visin enfermiza que este ltimo tiene de las mujeres (mucho antes, Reinhold le haba confesado que las mujeres lo perdan [ibd.: 242]): Y empiezan a hablar de mujeres y Franz le habla de la Mieze, que se llamaba antes Sonja, gana su dinerito, y es una buena chica. Reinhold piensa entonces: eso est bien, se la quitar y luego lo llenar de mierda hasta aqu (ibd.: 359). Mas Biberkopf no se limita a contarle a este acerca de su novia, sino que incluso lo invita a ocultarse en su casa para que pueda verla (ibd.: 390s.). El resultado de esta suma de errores del bienintencionado hroe, que no comprende la verdadera naturaleza animal de Reinhold, es que este, ms tarde, seduce a Mieze, trata de violarla, y ante la resistencia de esta (que ama fielmente a Biberkopf), la asesina.Saber mantenerse (ser honrado) o sacrificarse?Saber mantenerse(oser honrado), primero, ysacrificarse,despus, son las dos claves de la integracin social: la primera resulta falsa; la segunda, verdadera. Se trata de dosLeitmotiveque atraviesan toda la novela y constituyena prioriun factor de distanciamiento respecto de la novela de formacingoetheana:el motivo resignado desaber mantenerseguarda an cierta relacin con el tipo de novelas de formacin posgoetheanas (pinsese sobre todo en la segunda versin deDer grne Heinrich); el motivo delsacrificiodel individuo y de la razn, por el contrario, son nuevos en la tradicin subgenrica. En este tpico es posible encontrar, as, la crtica ms radical a la ideologa de laBildungilustrada y clasicista.El motivo delsacrificioprevalece por sobre el desaber mantenerse.El propio Dblin lo explicita en su eplogo a la edicin de 1955. El autor explica all que al salir el berlins Biberkopf de la crcel, las opciones eras slo dos: que uno de los dos resulta[r]a destruido, Berln o Franz Biberkopf. Y como Berln sigui siendo lo que era, al penado se le ocurri cambiar. El tema interno es, por lo tanto que hay que sacrificarse, ofrecerse a s mismo en sacrificio. Al final de la novela, elucida Dblin, el sacrificio se ha consumado silenciosamente. () [A]h est, como portero de fbrica, vivo aunque averiado, la vida lo ha zarandeado poderosamente (ibd.: 48).Elsacrificiocomienza a consumarse cuando Biberkopf se entera por los peridicos de que Mieze ha sido asesinada (as como de que l es el principal sospechoso). Laidentidad,laconciencia de sdel hroe se hace aicos. Franz camina a pasitos y lo sabe: mi vida no es ya ma. No s lo que tengo que hacer ahora, pero Franz Biberkopf se ha acabado y ha llegado al fin (ibid.: 455). Acto seguido, se entrega absurdamente a la polica; ha renunciado, ha maldecido de su vida (ibd.: 466s.). La Muerte, en un dilogo alucinatorio en el manicomio, infunde en l elsentimiento de culpa,y lo trata de estpido e idealista (ibd.: 492ss.). Tiene lugar entonces la muerte simblica del hroe, y su renacimiento en calidad dehombre nuevo(ibd.: 499).La recuperacin de la libertad va acompaada de un cambio de nombre (de una prdida de identidad?): el hroe se llama ahora Franz Karl Biberkopf y trabaja de portero auxiliar en una fbrica de mediano tamao (ibd.: 510). Sus tareas consisten en anotar[r] los nmeros, controla[r] los vehculos, [fijarse] en quin entra y quin sale (ibd.: 511). Esta nueva posicin en la sociedad, con todo, es el corolario de un cambio al nivel de la conciencia del hroe. Esteya no piensa por s mismo:ha dejado de hacer uso responsable y autnomo de su razn. Biberkopf ha sido, a lo largo de toda su vida, un individualista radical;[8] ahora decide integrarse al colectivo, de forma extrema tambin. Esto se verifica en los pensamientos (De quin? Del hroe? Del narrador? De la masa?) citados al final de la novela: Muchas desgracias ocurren cuando se va solo; qu es entonces el Destino? Solo, es ms fuerte que yo. Si somos dos, ya es ms difcil ser ms fuerte que yo. Si somos diez, ms difcil an. Y si somos mil o un milln, es dificilsimo (ibd.: 511). El paso marcial del final contribuye a pensar que colectivizacin del individuo y prdida de la identidad coinciden en el desenlace (Jacobs, 1983: 250ss.). El supuesto final utpico est, en realidad, teido de escepticismo: la incorporacin de Biberkopf al conjunto social va acompaada de la idea de que el proceso de formacin-integracin satisfactoria ha fracasado (al hombre se le ha dado la Razn, los burros, en cambio, se integran en una corporacin [2007: 511]). Muy lejos ha quedado elequilibrioque caracteriza la conclusin de losLehrjahregoetheanos. Laviolencia institucional,de un lado, y la inexistencia decomunidad de destinoalguna (aquellos en los que el hroe confa ciegamente son en realidad desconocidos para l; la conciencia de los otros es opaca para el sujeto) conducen a un tipo de integracin y de superacin de los conflictos individuales que es insatisfactoria porque supone la prdida de la identidad y de la autonoma individuales. El precio de la integracin es ladesaparicin de la personalidad(Kracauer 2006: 265). La masa reemplaza a la goetheanacomunidad de destino.El autntico aporte de BenjaminBerlin Alexanderplatzno es unanovela de formacin. Sin embargo, conserva un parentesco estructural y temtico con ella. Puede ser entendida como una radicalizacin escptica del motivo de la integracin social del hroe que es un factor central e ineludible en el subgneto. Ms aun: como una exacerbacin de cierto pesimismo presente ya en novelas del Realismo potico comoDer grne Heinriche (implcitamente)Der Nachsommer[El veranillo de San Martn] (1856). La posibilidad de entender la futurista novela de Dblin de este modo se la debemos a Benjamin.[9] Tambin es importante su aporte a los fines de poder defender la tesis de que elBildungsromanes un subgnero histrico, ya acabado (como muy tarde en el contexto de los aos anteriores y posteriores a la Primera Guerra Mundial). De cualquier modo, creemos que su tesis de que esta novela berlinesa constituyeLducation sentimentaldel criminal es incorrecta: supone pensar que la historia de Franz Biberkopf puede ser analizada desde la perspectiva del lukacsianoromanticismo de la desilusin.La tendencia en Alemania, en lo que respecta a las novelas que pensamos como ltimo estadio del desarrollo delBildungsroman (Der Untertan, Amerika, Berlin Alexanderplatzet. al.), no parece ser tanto que los hroes crean un mundo interior alienado respecto de la realidad, sino lademonizacinde la sociedad en la que estos se ven obligados a integrarse. No parece tratarse de una cuestin menor, sino de un rasgo anticipatorio en trminos histricos (lo cual, a su vez, permite pensar queDie Blechtrommel,por poner un ejemplo, no es sino un nuevo relato crtico de una tendencia que ya haba sido advertida mucho antes: la novela de Grass es demasiado tarda como para postular que el subgnero concluye con ella).

BibliografaFuentesDblin, Alfred (2007),Berln Alexanderplatz.Ed. y trad. de Miguel Senz. Madrid, Ctedra.Bibliografa secundariaBenjamin, Walter, (1972) Krisis des Romans. Zu Dblins Berlin Alexanderplatz. En:Gesammelte WerkeIII. Suhrkamp, Frnkfort d.M., pp. 230-236.Jacobs, Jrgen (1983 [1 ed. en al. 1972]),Wilhelm Meister und Seine Brder. Untersuchungen zum deutschen Bildungsroman. Mnich: Wilhelm Fink.Jauss, Hans Robert (1989), The Literary Process of Modernism. From Rousseau to Adorno. En:Cultural Critique11: 23-61.Kocka, Jrgen (1995), The Middle Classes in Europe. En:The Journal of Modern History67/4: 783-806.Kracauer, Siegfried (2006 [1 ed. en al. 1926]), El ornamento de la masa. En:Esttica sin territorio. Ed. y trad. de Vicente Jarque. Cajamurcia, Valencia, pp. 257-274.Lukcs, Gyrgy (1971),Teora de la novela.Trad. Manuel Sacristn. Edhasa, Barcelona. Mayer, Gerhart (1974), Zum deutschen Antibildungsroman. En:Jahrbuch der Raabe-Gesellschaft:41-64.Muschg, Walter (2007), Eplogo del editor alemn. En: Dblin, Alfred,op. cit., pp. 51-70.Neumann, Gerhard (1985), Der Wanderer und der Verschollene. Zum Problem der Identitt in GoethesWilhelm Meisterund in KafkasAmerika-Roman. En: Stern, J. P. y J.J. White (eds.),Paths and Labyrinths.Nine Papers read at the Franz Kafka Symposium held at the Institute of Germanic Studies on 20 and 21 October 1983. London, University of London, pp. 43-65.Notas[1] Cmo puede la educacin esttica tener lugar si la historia ya no es un protector sino un oponente?, se pregunta Jauss (1989: 47), suponiendo que en Keller, a diferencia de Goethe, la historia configurada en las obras es contingente. De este modo este crtico da a entender que la novela de formacin es un subgnero especficamente acotado al Clasicismo alemn.[2] V. suTeora de la novela.[3] La prdida de identidad (y del nombre) como negacin del modelo goetheano de constitucin de una subjetividad por parte de Karl Roman al final de Amrica es, segn Neumann, el extremo ms radical al que puede llegar el Bildungsroman, con lo cual se cierra el subgnero en un sentido histrico (1985: 45s.).[4]Berln Alexanderplatz,el fruto ms maduro del futurismo berlins (Muschg 2007: 52), narra unos dos aos de la vida de Franz Biberkopf despus de salir de la crcel, donde ha pasado cuatro aos por haber asesinado a Ida, su ex novia. Decidido a ser honrado cueste lo que cueste, se gana la vida como vendedor ambulante (entre medio, con todo, viola a la hermana de Ida, entre otras cosas). Pero un fuerte disgusto con un tal Lders este personaje le quita brutalmente una viuda con quien se senta a gusto y a quien ofreca sexo a cambio de dinero, a quien entretanto ha conocido, le hace perder sus estribos en el alcohol. Sin quererlo realmente se involucra con una banda de delincuentes liderada por el mafioso Pums. Reinhold, uno de los esbirros de este ltimo, arroja del auto (en el que escapan una noche luego de un asalto) a Franz para deshacerse de l (ya que sospecha de su ingenuidad), este es arrollado por otro vehculo y pierde el brazo derecho. Ya recuperado y en pareja con la muy joven Sonja (a quien rebautiza como Mieze), una chica de la calle, quien lo ama sinceramente, decide dedicarse concientemente al crimen organizado, pues entrev que la honradez y el trabajo no conducen a nada en la vida. En un acto del que luego se arrepiente, se jacta de su relacin con la bella Mieze ante el duro de Reinhold, quien sospecha nuevamente de la ingenuidad de Franz (piensa que no lo ha perdonado por haberlo arrojado del auto y por haber perdido en consecuencia su brazo), seduce a la muchacha y, en vista de que esta procura mantenerse fiel a Biberkopf, la asesina. Reinhold culpa por el crimen a este ltimo, por lo que el hroe se ve obligado a andar de incgnito. Pero abatido por las circunstancias y el Destino, y entendiendo que en parte es culpable de la muerte de Mieze, se entrega: balea a un polica y su identidad es descubierta. Es internado en un manicomio, en donde sufre una experiencia alucinatoria en la que dialoga con la Muerte y con sus amantes muertas. A duras penas no muere: renace y se convierte. Se cambia el nombre (en realidad se aade el segundo nombre Karl) y obtiene un trabajo como portero auxiliar de una fbrica. Al final, en un giro inesperado, se alude, no sin irona, a la utopa de lo colectivo: Franz entiende que slo diluyendo su subjetividad en el colectivo, perdiendo su individualidad, dejando de lado su razn, su independencia, es posible encontrar un sentido en la vida.[5] Ha sido comparada, en este sentido, conManhattan Transfer(1925) de John Dos Passos (Jacobs 1983: 248), autor del que Dblin toma, en efecto, muchos elementos. Otra influencia central es la de la novelaUlysses(1918/1920) de James Joyce.[6] Entre otras, por las siguientes razones: 1) que el hroe, Franz Biberkopf, a diferencia de los hroes tradicionales de las novelas de formacin (pinsese en Agathon, Wilhelm Meister o Heinrich Lee), no es problemtico, en el sentido de que no experimenta una escisin entre sumundo interiory el mundo objetivo exterior (cuya sutura, en los mundos narrados de Wieland, Goethe, Keller et. al. se lleva a cabo por medio de un proceso de maduracin). Franz acta sin ms (sale de la prisin, tiene diferentes trabajos como vendedor ambulante, se prostituye, se enamora una y otra vez, vuelve a delinquir, etc.), sin consideracin moral alguna, la realidad no es un problema para l (Jacobs 1983: 250). Como sostiene Muschg: [Franz Biberkopf] vive en una armona con su entorno, no hay para l nada interno ni externo. El mundo lo llena por completo, su alma est en l, apenas tiene un perfil personal (2007: 57); 2) que el hroe es un criminal y proviene de unmilieuproletario (los hroes tradicionales son burgueses, pertenecen a la clase media acomodada [Wilhelm Meister] o a la pequea burguesa [Heinrich Lee]) (d.); 3) que no hay un proceso de mejoramiento y maduracin gradual del hroe, sino, por el contrario, de destruccin fsica y anmica (ibd.: 249); 4) que elmandato paternono desempea rol alguno; 5) que el modo de la representacin narrativa difiere grandemente del de losBildungsromane: el monlogo interior, el montaje, el estilo indirecto libre, entre otras cosas, rompen con las pretensiones de progresiva racionalidad y conciencia de s que estn en la base del proyectoBildungsroman.[7] Habra que incluir dentro de estos razonamientos la cuestin del dinero. Franz Biberkopf y muchos otros personajes pertenecen a unmilieumarginal: muchos personajes, y muy en especial el hroe, se debaten entre el trabajo honrado a cambio de muy poco dinero, de un lado, y el delito, del otro. La historia del miserable carpintero Paul Gerner, que roba por necesidad y va a la crcel, es ejemplar en este sentido. La novela pone en escena un crculo vicioso que conduce de la pobreza a la prisin y de all a la estandarizacin social por medio de la violencia institucional.[8] Vase su discusin con el obrero anarquista, en el transcurso de la cual la ideologa colectivista de este ltimo, basada en la nocin desolidaridad,contrasta con el individualismo exacerbado de Biberkopf (ibd.: 332; v. tmb p. 348).[9] Esto es lo que no logra ver Jacobs, quien rechaza sin ms la pertenencia deBerln Alexanderplatzal subgnero novelstico, dejando as de lado la importante constatacin de Benjamin (que cita en nota al pie) (Berlin Alexanderplatz[] no es una recuperacin o continuacin delBildungsroman. Los paralelismos estructurales con este modelo, reconocibles en el libro de Dblin, no alcanzan para entenderlo en un sentido significativo como el ejemplo de una nueva variante, moderna, del tipo novelstico tradicional [1983: 251]).