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LA ANTIBIOTERAPIA EN VETERINARIA La Wikipedia define los antibióticos como “un medicamento que se utiliza para tratar una infección bacteriana, y que por su efecto, mata o impide el crecimiento de ciertas clases de bacterias, pero que normalmente es inofensivo para el huésped (aunque ocasionalmente puede producirse una reacción adversa a medicamento o puede afectar a la flora bacteriana normal del organismo).” Lo cierto es que desde el descubrimiento de la Penicilina en 1928 se han hecho grandes avances en la terapia antimicrobiana y los antibióticos son, posiblemente, el mayor descubrimiento médico del siglo XX. Por supuesto por todos es conocido el mayor inconveniente de estos medicamentos; En 1984 la mitad de las personas con tuberculosis activa en los Estados Unidos tenía una variedad que resistía al menos a un antibiótico. Este fenómeno también se ha documentado abundantemente en la medicina veterinaria y, no debemos olvidar, que, en este caso, tenemos dos factores negativos pues la resistencia puede afectar a nuestro éxito terapéutico pero también contribuir a fomentar resistencias con consecuencias en la salud pública. No quiero entrar en debates sobre la conveniencia de los piensos medicados o el uso de antibióticos de uso humano en la clínica de pequeños animales. Mi objetivo aquí es hacer un breve repaso a cuando y cuales son las opciones antimicrobianas que podemos usar cuando tratamos a nuestros pacientes. Por supuesto creo en el uso juicioso de los antibióticos y opino que es una importante tarea de la ciencia veterinaria y de la medicina ayudar a reducir o evitar la aparición de resistencias. Lo primero Lo primero que debemos plantearnos antes de empezar cualquier tratamiento antibiótico es si realmente es necesario. Pese a que la mayoría de los antibióticos son fármacos seguros no debemos olvidar que pueden tener efectos indeseables (ej: ototoxicidad, nefrotoxicidad, ceguera, etc), además, cuando empleamos antimicrobianos corremos el riesgo de alterar la microflora, todo esto justifica un uso juicioso de los mismos. Desgraciadamente no es una decisión fácil. Determinar la presencia de infección y su localización puede no ser posible en ocasiones y no siempre puede ser diferenciada de procesos inflamatorios no infectados. Técnicas como el cultivo y antibiograma o PCRs pueden ayudarnos pero no son capaces de diferenciar entre infección y colonización de flora

La antibioterapia en veterinaria

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LA ANTIBIOTERAPIA EN VETERINARIA

La Wikipedia define los antibióticos como “un medicamento que se utiliza para tratar una infección bacteriana, y que por su efecto, mata o impide el crecimiento de ciertas clases de bacterias, pero que normalmente es inofensivo para el huésped (aunque ocasionalmente puede producirse una reacción adversa a medicamento o puede afectar a la flora bacteriana normal del organismo).”Lo cierto es que desde el descubrimiento de la Penicilina en 1928 se han hecho grandes avances en la terapia antimicrobiana y los antibióticos son, posiblemente, el mayor descubrimiento médico del siglo XX.Por supuesto por todos es conocido el mayor inconveniente de estos medicamentos; En 1984 la mitad de las personas con tuberculosis activa en los Estados Unidos tenía una variedad que resistía al menos a un antibiótico. Este fenómeno también se ha documentado abundantemente en la medicina veterinaria y, no debemos olvidar, que, en este caso, tenemos dos factores negativos pues la resistencia puede afectar a nuestro éxito terapéutico pero también contribuir a fomentar resistencias con consecuencias en la salud pública.

No quiero entrar en debates sobre la conveniencia de los piensos medicados o el uso de antibióticos de uso humano en la clínica de pequeños animales. Mi objetivo aquí es hacer un breve repaso a cuando y cuales son las opciones antimicrobianas que podemos usar cuando tratamos a nuestros pacientes.Por supuesto creo en el uso juicioso de los antibióticos y opino que es una importante tarea de la ciencia veterinaria y de la medicina ayudar a reducir o evitar la aparición de resistencias.

Lo primeroLo primero que debemos plantearnos antes de empezar cualquier tratamiento antibiótico es si realmente es necesario. Pese a que la mayoría de los antibióticos son fármacos seguros no debemos olvidar que pueden tener efectos indeseables (ej: ototoxicidad, nefrotoxicidad, ceguera, etc), además, cuando empleamos antimicrobianos corremos el riesgo de alterar la microflora, todo esto justifica un uso juicioso de los mismos.Desgraciadamente no es una decisión fácil. Determinar la presencia de infección y su localización puede no ser posible en ocasiones y no siempre puede ser diferenciada de procesos inflamatorios no infectados.Técnicas como el cultivo y antibiograma o PCRs pueden ayudarnos pero no son capaces de diferenciar entre infección y colonización de flora bacteriana normal. Uno de los hallazgos que nos confirmará la infección es la presencia de microorganismos fagocitados en una citología.

Identificando el agente causalLa segunda pregunta crítica que debemos plantearnos para establecer la mejor terapia es: ¿Qué microorganismo es el causante de la infección?No es una pregunta fácil de contestar ya que muchas veces no dispondremos de cultivo, por lo tanto deberemos comenzar una terapia empírica.Para ello debemos primeramente conocer cuales son los antibióticos a nuestra disposición, cual es su método de acción y sus rutas farmacocinéticas y

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farmacodinámicas. Os dejo un enlace muy interesante donde hablan de todas las familias y sus principales características.http://www.infecto.edu.uy/terapeutica/atbfa/frame.htm

El otro factor que decidirá la terapia empírica es el lugar de la infección. A modo de resumen, estos los antibióticos que se puede prescribir en la diferentes infecciones inespecíficas.

Infecciones cutáneas y de tejidos blandosEl patógeno mas importante en este tipo de infecciones suele ser Staphylococcus intermedius. Otras bacterias identificadas son Pseudomonas, enterobacterias (E. Coli) o Pasteurella por citar algunas de ellas.En general para este tipo de infecciones se recomiendan cefalosporinas de primera generación (cefadroxilo, cefalexina), combinaciones de betalactamasas (amoxicilina + ac clavulánico) y fluoroquinolonas (enrofloxacino, marbofloxacino).Os dejo también un enlace a un articulo sobre infecciones cutáneas.http://www.ivis.org/proceedings/NAVC/2006/SAE/124.asp?LA=1FirefoxHTML%5CShell%5COpen%5CCommand

Infecciones urinariasEn estas el agente causal suele ser bacilos gramnegativos como E. Coli, Klebisella y Enterobacter. Con menos frecuencia se han aislado gérmenes grampositivos como Staphylococcus.Tenemos que tener en cuenta el método de excreción del fármaco a usar, debemos prescribir aquellos que lo hagan por vía renal, por ejemplo las penicilinas, las cefalosporinas, las tetraciclinas (excepto doxiciclina), fluoroquinolonas, aminoglucósidos y trimetoprim-sulfamidas. Todos estos fármacos son concentrados en la orina alcanzando dosis entre 10 y 100 veces más elevadas que en el plasma, por lo que podemos usarlos a las dosis más bajas permitidas.

Infecciones del aparato respiratorioLos antibióticos se distribuyen en el parénquima pulmonar hasta alcanzar las concentraciones terapéuticas en la mayoría de los casos ya que, salvo que halla alveolos colapsados, no existen barreras de difusión.Sin embargo, fármacos poco liposolubles, como penicilinas y aminoglucósidos, alcanzan bajas concentraciones en las secreciones bronquiales. En presencia de estas se aconseja usar macrólidos, tetraciclinas o fluoroquinolonas.Cuando la infección se localiza en la cavidad torácica y hay presencia de líquido o pus es difícil que el medicamento alcance los niveles adecuados en el espacio pleural por lo que se recomienda un drenaje o una intervención para mejorar su penetración.

Infecciones óseas o articularesEstafilococos, E. coli, Pseudomonas, Proteus y anaeróbios son los patógenos que se han aislado en infecciones óseas o articulares en pequeños animales pero no son raras las infecciones mixtas.Son necesarios tratamientos agresivos dadas las nefastas consecuencias de un fracaso en el tratamiento. En este caso es importante tener en cuenta la seguridad del fármaco

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ya que el tratamiento será prolongado (mínimo 6 semanas),Los antibióticos de primera línea serán cefalosporinas d primera generación y amoxicilina+clavulánico.

Infecciones gastrointestinalesPara este apartado os dejo mejor un enlace donde viene muy bien explicadohttp://www.vin.com/proceedings/Proceedings.plx?CID=WSAVA2003&PID=6543&O=Generic

INTRODUCCION

El uso racional de antibióticos tiene como objetivo obtener el mayor beneficio para el enfermo, limitar el desarrollo de microorganismos resistentes y minimizar los gastos económicos.

En la difícil tarea de seleccionar un plan antibiótico, además de considerar los factores que se relacionan con el enfermo y su enfermedad, es necesario conocer las propiedades de las drogas.

Esto último nos llevó a emprender la tarea de considerar las características de los antibióticos agrupados en sus diferentes familias.

De cada una de ellas se analiza: su mecanismo de acción, el espectro de actividad, los mecanismos de resistencia, la farmacodinamia, la farmacocinética, los efectos adversos y eventuales riesgos tóxicos; de donde se concluyen sus indicaciones clínicas más apropiadas y la adaptación de las dosis en los casos de disfunción renal o hepática.

La importancia que tiene difundir la información acerca del uso adecuado de los antibióticos es el de buscar los mejores resultados, con el mínimo de efectos adversos y tóxicos, empleando planes más sencillos y menos costosos. Cuando los antibióticos se emplean adecuadamente se consigue además un retardo en la emergencia de cepas resistentes.

No solo en nuestro país, sino que en el mundo entero hay un uso excesivo de antibióticos. Se los emplea en enfermedades no infecciosas, en enfermedades virales, cuando se aislan gérmenes contaminantes que no están ocasionando enfermedad, ante la presencia de anticuerpos séricos pero en ausencia de actividad infecciosa, con el fin de hacer profilaxis sin haber indicación de hacerlo, porque el enfermo o la familia lo exige, como antipirético sin existir un diagnóstico certero de enfermedad infecciosa.

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La prescripción no adecuada y abusiva de los antibióticos, la prolongación de los planes más alla de lo necesario, la aplicación de dosis subóptimas, la irregularidad en la toma de las drogas, son los principales factores que han llevado a que hoy la tasa de resistencia sea tan elevada.

Cuando se usa un antibiótico, especialmente si es de amplio espectro, hay que pensar en el cambio ecológico que va a sufrir la microflora normal de la persona. Esta microflora humana, orofaringea y gastrointestinal, se relaciona simbióticamente con el organismo y cumple una función de defensa contra la invasión de gérmenes potencialmente patógenos. Con la exposición a agentes antimicrobianos la flora normal se altera, lo que favorece las sobreinfecciones por bacterias patógenas resistentes y hongos. La vía de administración y las características farmacocinéticas de la droga, son otros factores que condicionan el cambio de ese ecosistema. Estos conceptos conduce a la necesidad de ser prudentes en la indicación de los antibióticos y en el tiempo de duración de las terapéuticas.

El cambio ecológico y la emergencia de microorganismos cada vez más resistentes, no solo afectan al individuo, sino a toda la colectividad. Se han detectado cepas deEnterococcus y algunas de Staphylococcus vancomicinorresistentes. Cada vez hay más bacilos gramnegativos resistentes a las fluoroquinolonas. Hay países con alta tasa de M. tuberculosis multirresistente.

La emergencia de microorganismos resistentes en la flora intestinal durante la terapia antibiótica puede ser el factor más importante en la diseminación de gérmenes resitentes a otros pacientes dentro del hospital.

No todos han tomado la suficiente conciencia del grave problema que significa el aumento cada vez mayor de la tasa de microorganismos resistentes a múltiples antibióticos. Esto nos está conduciendo a épocas preantibióticas, en que se estaba desvalido frente a las enfermedades infecciosas y por tanto la morbimortalidad por esta causa era muy elevada.