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9 “Plotino, el filósofo que vivió en nuestro tiempo, parecía tener vergüenza de estar en un cuerpo”. Con estas palabras, citadas tan a menudo, inicia Porfirio la Vida de Plotino, que puso como prefacio a su edición de las Enéadas, años después de la muerte de su maestro. “Me esfuerzo por conducir lo divino que hay en mí a lo divino que hay en el universo”, cuenta Porfirio que fueron las palabras de Plotino en el momento de su muerte. 1 Plotino era, en efecto, a los ojos de sus contemporáneos un cabal filósofo. Y un filósofo para quien la meta – tomando las palabras del Teeteto de Platón era la homoíosis theô, el “asemejarse a Dios”. 2 En este trabajo me propongo examinar la actitud de Plotino frente a la filosofía y frente a la tarea del filósofo. Y para ello me ha parecido conve- niente encarar el tema desde una doble perspectiva. Por un lado me referiré al modo en el que Plotino trabaja como filósofo, esto es, al método filosófico que aplica; por otro, me detendré en la manera en que Plotino caracteriza explícitamente a la filosofía y su función y trataré de poner en evidencia cómo la definición de la filosofía que hallamos en las Enéadas es un claro ejemplo – podrían tomarse muchos otros – del proceder filosófico de Plotino. Como ocurre con todo texto, los de Plotino pueden leerse de maneras diversas y con diversos intereses. Una de esas maneras, sin duda fructífera y enriquecedora, consiste en encararlo como lector de sus predecesores y en LA CONCEPCIÓN PLOTINIANA DEL FILÓSOFO. * M ARÍA I SABEL S ANTA C RUZ Faculdad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires - CONICET * Esta conferencia retoma y reúne algunos trabajos realizados anteriormente, en especial Plotin face à Platon. Un exemple d’exégèse plotinienne (Ennéades VI 8,18). In: FATTAL, M. Études sur Plotin. Paris: l’Harmattan, 2000. p. 193-216 y Filosofía y mística en Plotino. Cuadernos de Filosofía, v.24, n.39, p. 5-21, 1993. Agradezco muy especi- almente a Maria das Graças de Moraes Augusto y a Marcelo Pimenta Marques por su gentil invitación a partici- par a este simposio. 1 PORFÍRIO. Vida de Plotino, 2. 26-27. 2 PLATÓN. Teeteto, 176b1. K LÉOS N. 4 : 9- 30 , 2000

La Concepción Plotiniana Del Filósofo

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plotino y el filosofo

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  • 9Plotino, el filsofo que vivi en nuestro tiempo, pareca tener vergenzade estar en un cuerpo. Con estas palabras, citadas tan a menudo, inicia Porfirio laVida de Plotino, que puso como prefacio a su edicin de las Enadas, aos despusde la muerte de su maestro. Me esfuerzo por conducir lo divino que hay en m alo divino que hay en el universo, cuenta Porfirio que fueron las palabras de Plotinoen el momento de su muerte.1 Plotino era, en efecto, a los ojos de suscontemporneos un cabal filsofo. Y un filsofo para quien la meta tomando laspalabras del Teeteto de Platn era la homoosis the, el asemejarse a Dios.2

    En este trabajo me propongo examinar la actitud de Plotino frentea la filosofa y frente a la tarea del filsofo. Y para ello me ha parecido conve-niente encarar el tema desde una doble perspectiva. Por un lado me referir almodo en el que Plotino trabaja como filsofo, esto es, al mtodo filosficoque aplica; por otro, me detendr en la manera en que Plotino caracterizaexplcitamente a la filosofa y su funcin y tratar de poner en evidencia cmola definicin de la filosofa que hallamos en las Enadas es un claro ejemplo podran tomarse muchos otros del proceder filosfico de Plotino.

    Como ocurre con todo texto, los de Plotino pueden leerse de manerasdiversas y con diversos intereses. Una de esas maneras, sin duda fructfera yenriquecedora, consiste en encararlo como lector de sus predecesores y en

    LA CONCEPCIN PLOTINIANA DEL FILSOFO. *

    MA R A IS A B E L SA N TA C R U Z

    Faculdad de Filosofa y LetrasUniversidad de Buenos Aires - CONICET

    *Esta conferencia retoma y rene algunos trabajos realizados anteriormente, en especial Plotin face Platon. Un

    exemple dexgse plotinienne (Ennades VI 8,18). In: FATTAL, M. tudes sur Plotin. Paris: lHarmattan, 2000. p.193-216 y Filosofa y mstica en Plotino. Cuadernos de Filosofa, v.24, n.39, p. 5-21, 1993. Agradezco muy especi-almente a Maria das Graas de Moraes Augusto y a Marcelo Pimenta Marques por su gentil invitacin a partici-par a este simposio.1 PORFRIO. Vida de Plotino, 2. 26-27.

    2 PLATN. Teeteto, 176b1.

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    especial de Platn. A pesar de los seis siglos de distancia, las Enadas estnllenas de citas y de alusiones a Platn.3 Y aunque pretende ser su heredero yfiel intrprete, un autntico platnico, entre Platn y Plotino hay innegablesdiferencias, porque su fidelidad al platonismo no le ha impedido abrevar enotras fuentes, particularmente la peripattica y la estoica, y producir unaexplicacin de la realidad altamente original.

    Cmo trabaja Plotino? No a la manera de un Alejandro de Afrodisia,esto es, de un comentador, ni tampoco a la manera del Porfirio de la Isagoge. Plotinono hace una simple relectura de Platn, tampoco de Aristteles o de otras fuentes,sino una lectura heurstica, fruto de un pensamiento maduro y profundo.4 Nopretende ofrecer un comentario literal de las obras de sus predecesores, sino algodiferente: una exgesis, y una exgesis filosfica.5 En efecto, Plotino y su escuelaconceban la tarea filosfica como empresa de exgesis6 y estimaban que laexgesis era precisamente el medio para defender el verdadero pensamientode Platn, corrigiendo las malinterpretaciones y falsificaciones de las que habasido objeto a lo largo de los siglos. Es sta una clave fundamental paracomprender la obra de Plotino7, ya que la exgesis es constitutiva de su modode filosofar y no es entonces una actitud o un mtodo que adopta o nolibrementente como complemento facultativo de su exposicin doctrinal.8 Ensu caso, exgesis no significa erudicin. No se trata, tampoco, de reunir diver-sas tesis de modo ms o menos eclctico, sin argumentacin ni demostracin:no es cuestin, simplemente, de tomar las opiniones de los antiguos.9 Aunque

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    3 En las Enadas puede registrarse, segn el Index fontium de Henry-Schwyzer, casi un millar de alusiones a textosplatnicos, aunque slo algo ms de cincuenta veces Platn sea mencionado explcitamente. Es muy notableel hecho de que algunos dilogos son citados con mucha frecuencia (como Fedn, Repblica, Timeo o Parmnides),mientras que otros lo son apenas (como es el caso del Poltico o del Filebo) y que no hay la menor referencia aalgunos otros (como Laques o Crmides).

    4 Cf. CHARRUE, J. M. Plotin, lecteur de Platon. Paris: Les Belles Lettres, 1978. p.15-16, lo seala a propsito de lalectura de Platn.

    5 Cf. CHARRUE, J. M. op. cit,. p. 266.

    6 Como lo ha sido, desde mediados del siglo IV a.C., durante cerca de dos mil aos y ligado al fenmeno de laexistencia de escuelas filosficas en las que se conservaba el pensamiento de los maestros. Cf. HADOT, P.Philosophie, exgse et contresens. In: Actes du XIVe Congrs International de philosophie (1968) I, Vienne, 1970,p. 333-339 (reproducido In: HADOT, P. tudes de Philosophie Ancienne. Paris: Les Belles Lettres, 1998. p. 3-10;Cf. BRISSON, L, GOULET-CAZ, M.-O., GOULET, R. et OBRIEN, D. Porphyre, La vie de Plotin I. Travauxprliminaires et index grec complet, prface de Jean Ppin. Paris: Vrin, 1982. p. 57. BRISSON, L.,CHERLONNEIX, M.-O., et al. Porphyre, La vie de Plotin. II. tudes dintroduction, texte grec et traductionfranaise, commentaire, notes complmentaires, bibliographie. Prface de J. Ppin. Paris: Vrin, 1992.

    7 Cf. EON, A. La notion plotinienne dexgse. Revue Internationale de Philosophie, Paris, v. 92, n. 2, p.194-289,1970. Cf. CHARRUE, J. M. op. cit., p. 266.

    8 Cf. EON, A. op. cit., p. 261.

    9 PLOTINO. Enadas, III 7, 1, 11-12.

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    recurrir a los Antiguos confirma la importancia de una determinada cuestina ser planteada, ninguna de sus aserciones, ni siquiera las del divino Platn,ms all de su verdad, nos dispensa de una demostracin, de una argumentacinque la valide, de una reflexin personal y constructiva sobre los problemas10.Sin duda, debemos creer que la verdad ha sido descubierta por algunos de losantiguos y bienaventurados filsofos. Pero conviene examinar quines son losque ms la han encontrado, y cmo podemos llegar nosotros mismos a lacomprensin (snesis) de esas cuestiones.11 Partiendo, como proceda en suscursos segn cuenta Porfirio de la exposicin y crtica de los comentariosdisponibles en la poca sobre las obras de Platn y de Aristteles, Plotinoaplica un mtodo, seguramente inspirado en el propio Aristteles, de cortedialctico, en tanto se propone desarrollar su propia doctrina como medio desolucionar aquello que considera como principales problemas y dificultadesplanteados por las posiciones de los predecesores. Para Plotino, plantear lasdificultades de una posicin es parte necesaria de la tarea de reconstruir lo queesa posicin (realmente) estaba tratando de decir.12

    La exgesis no es lineal y el propio Plotino, sin hacer de Platn poseedor de la verdad un objeto de crtica, no deja de observar algunasoscuridades o imprecisiones que halla en sus textos y a veces se refiere almodo un tanto enigmtico en el que se ha expresado.13 Plotino se proponepues explicitar las oscuridades o aparentes contradicciones cosa que hace enmuchos casos recurriendo a doctrinas de otros autores, especialmenteAristteles o los estoicos esto es, reconstruir la filosofa de Platn, pero enesta reconstruccin lleva a cabo una construccin de su propia filosofa yproduce, a partir de la autoridad de los textos platnicos, lo que en realidad nopertenece a Platn sino slo a l.14

    Plotino no interpreta ni cita los pasajes en sus contextos, sino queprocede de manera selectiva. Se concentra en frases, aun a veces solo en algunapalabra, queriendo recuperar su valor verdadero, fuera de contexto. No siguela letra de Platn o de Aristteles, sino que busca rescatar el sentido. A dife-rencia del fillogo Longino, quien llevaba a cabo un tipo de exgesis orientada10

    Cf. EON, A. op. cit., p. 271.11

    PLOTINO. Enadas, III, 7, 1, 13-16.12

    Cf. STRANGE, S. Plotinus, Porphyry, and the Neoplatonic Intepretation of the Categories. In: HAASE, W.,TEMPORINI, H. (eds). Auftieg und Niedergang der Rmischen Welt. New York : Walter de Gruyter, 1987. p. 965.

    13 Cf., por ejemplo, PLOTINO. Enadas, IV 8, 1, 27; IV 4, 22, 10; IV 2, 2; VI 8,19 y 22; III 4, 5; III 7,13.

    14 Cf. PIGLIER, A. L rs dans la philosophie de Plotin. Paris: Paris IV, octubre de 1999. [Thse de Doctorat]Agradezco a la autora haberme facilitado un ejemplar de su trabajo, an indito.

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    principalmente a la lexis y en un texto se interesaba exclusivamente por elestilo15, Plotino, en cambio, no se interesaba por la forma ni por el estilo de untexto filosfico, sino por el fondo o por la doctrina. Por lo dems, era lo con-trario de un estilista: no tena ni la pasin ni el arte de la escritura. Elaborabamentalmente un escrito completo y luego escriba de corrido lo que habapensado, como si estuviese copiando de un libro.16 Escriba mal, no formababien las letras, no separaba claramente las slabas, tena errores de diccin quetrasladaba al escrito y no se preocupaba por la ortografa, interesndose sloen el sentido.17 Sus escritos trasuntan el modo en que se desarrollaban suscursos, en los que siempre exhortaba a los discpulos a plantear preguntas, locual daba por resultado una conversacin desordenada y bastante chchara.18Cuando escriba narra Porfirio era breve, profundo, conciso, ms rico enideas que en frmulas.19

    Al leer a Platn no le interesa nunca la estructura ni la unidad de undilogo20: no busca aporas sino que halla soluciones. Busca que sus afirmacionesconverjan con las de su lejano maestro. En el plano doctrinal no atiende sinoa ciertos aspectos del pensamiento platnico, los de naturaleza metafsica omstica y deja de lado los planteos aporticos de los dilogos tempranos, ascomo las cuestiones tocantes a educacin o poltica. El modo en el que proce-de Plotino consiste en leer algunos pasajes, algunas frases o aun alguna queotra palabra e intentar conciliar textos cuando pueden parecer contradecirse15

    Cf. PPIN, J.Philologus ... philosophus. In: BRISSON, L.; CHERLONNEIX, M.-O. et al. Porphyre, La vie de Plotin,II. p. 494-500. Algo diferente es la opinin de M-O. Goulet-Caz: el fillogo trata de dar cuenta del texto apelandoa la erudicin filolgica y recordando todas las interpretacione sen que se han dado anteriormente. El filsofo, por su parte, seinteresa en los problemas planteados por el texto y el intrprete de una manera personal y original. Cf. GOULET-CAZ, Marie-Odile. Larrire-plan scolaire de la Vie de Plotin. In: BRISSON, L.; CHERLONNEIX, M.-O. etal. Porphyre, La vie de Plotin, I, p. 266.

    16 PORFIRIO. Vida de Plotino, 8. 9-11.

    17 PORFIRIO. Vida de Plotino, 8. 6.

    18 PORFIRIO. Vida de Plotino, 3. 36-7.

    19 PORFIRIO. Vida de Plotino, 14. 1-2. Podra decirse, es cierto, que para comprender a Plotino sera mejor ponerentre parntesis sus excursus doxogrficos, de carcter meramente polmico, y atenerse a los puntos centralesde su doctrina. Pero de ese modo se estara alterando de modo grave su pensamiento, en contradiccin totalcon lo que el propio Plotino indica. Lo que Plotino busca es una convergencia entre sus puntos de vista y lasafirmaciones de sus predecesores, siendo tal convergencia un criterio de verdad de las afirmaciones. Pero esto,claro est, implica un crculo de la validacin. Como lo dice Eon (EON, A. op. cit., p. 263), la doctrina del pasado seofrece como garante de la verdad de la tesis propuesta por Plotino; pero inversamente es en la tesis de Plotino que tal doctrina vedemostrada su autoridad, en ella se manifiesta su derecho a legislar para el presente. Y, en definitiva, la garanta fundamental esla seguridad de estar en contacto con la verdad originaria que la proporciona. Este es un aspecto fundamental que debe sertenido en cuenta para comprender, en especial, la relacin que une a Plotino con Platn.

    20 Esto plantea un problema, en la medida en que Platn ha contruido cada uno de sus dilogos como unaunidad y para poder captar su sentido deben ser ledos como tales. Nuestra actual lectura de Platn, entonces,parece bastante diferente a la que haca Plotino.

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    en algn aspecto, sobre todo aquellos que se refieren al Bien. En la conciliacinmisma se advierte su originalidad de pensamiento.21

    Pero no siempre procede conciliatoriamente, como lo hace al leer aPlatn. Cuando se trata de autores que como dice Aubenque22 se hanapartado del camino real representado por Parmnides y por Platn, la exgesispara Plotino es inseparable de la crtica, es algo as como una exgesiscorrectiva.23 Plotino est siempre dispuesto a criticar a todos los dems, salvoal divino Platn, y Aristteles, por alejarse de Platn, es uno de sus blancospreferidos. Pero, a pesar de ello, debe apreciarse el respeto con el que lo trata24y reconocerse que la exgesis que hace de sus textos responde al sentidoautntico de su doctrina.25

    Una lectura comprensiva de las Enadas requiere tener en cuenta,entonces, cmo enfrenta Plotino a sus predecesores, especialmente a Platn,cmo los lee y cul es la naturaleza del mtodo filosfico que aplica. Veamosahora cmo el propio Plotino, valindose de la exgesis, nos presenta de maneraoriginal lo que l entiende por filosofa.

    De modo muy general, podemos decir que para Plotino la filosofase halla estrechamente ligada a la dialctica y est concebida como el ms altogrado de conocimiento (y subrayo la palabra conocimiento), como un modode vida elevado, valioso y deseable por s mismo, como una bsqueda queprocede siempre discursivamente, que indaga y busca demostrar26 y, por otraparte, como la va y el medio que permitirn al alma disolver los lazos que laatan al cuerpo, para obtener la impasibilidad, la aptheia.27 Pero su verdaderafuncin y su valor slo pueden comprenderse cabalmente, desde mi punto devista, en la medida en que se tenga en cuenta cul es la relacin que Plotinoestablece entre filosofa y mstica. Tratar de mostrar cmo filosofa y msticase requieren mutuamente, cmo no puede entenderse la funcin del filsofosin su referencia a la mstica y cmo, por su parte, la comprensin de la msticaplotiniana requiere entender en qu consiste la tarea filosfica.

    Bien podra decirse, que siguiendo las huellas de sus antecesores,21

    HADOT, P. Plotin ou la simplicit du regard. Paris: Gallimard, 1997. p. 14-15. [nouvelle dition]22

    Cf. AUBENQUE, P. Plotin et Dexippe, exgtes des Catgories dAristote. Cahiers de Philosophie ancienne, Bruxelles,n.3, p.7-8, 1985. [Aristotelica. Mlanges offerts Marcel De Corte]

    23 Cf. EON, A. op. cit., p. 267.

    24 Cf. STRANGE, S. op. cit., p. 964.

    25 Cf. AUBENQUE, P. op. cit., p. 8.

    26 PLOTINO. Enadas, II 9, 14, 38; III 5, 1, 4 y 16; III 5, 2, 6; III 7, 1, 14; IV 4, 30, 24.

    27 PLOTINO. Enadas, I 1, 12, 15-16; I 3, 18 et 24, III 6, 5, 1.

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    Plotino trata de responder al problema que los griegos parecen haberseplanteado al menos desde Hesodo: el problema de la relacin entre unidad ymultiplicidad. En su intento de salvar el chorisms abierto por Platn y tancriticado por Aristteles, Plotino ofrece una solucin al problema de conciliarlo uno y lo mltiple a travs de su doctrina as llamada de la emanacin, doctrinasegn la cual la realidad es un despligue dinmico, un pasaje de lo uno a lomltiple, una eterna procesin que tiene por origen la unidad absoluta y quehace de lo mltiple el producto de esa unidad.

    La lectura de las Enadas permite advertir que Plotino quiere quesus lectores comprendan su modo de concebir la estructura de la realidad y, ala vez, la naturaleza ntima del hombre y que para lograrlo se vale de dosprocedimientos diferentes o, podramos decir, de dos aspectos complementariosde un mismo mtodo, ambos filosficos ms que msticos o religiosos28: unoes el movimiento de procesin o de descenso que lleva a cabo la realidad apartir de la unidad; el otro es la descripcin del ascenso del alma, de suconversin purificadora hacia su fuente. Ambos aspectos se hallan a menudotan imbricados que no es siempre fcil poder separarlos en los textos; y ello secomprende, en la medida en que el camino de ascenso del alma consiste encierto modo en rehacer en sentido inverso el proceso que la realidad en suconjunto cumple al proceder.

    Plotino emplea pocas veces los trminos philosopha, philsophos yphilosophen (alrededor de unas treinta veces a lo largo de todas las Enadas)29;sin embargo, del empleo que hace de estos trminos y, sobre todo, a partir dealgunas precisiones que ofrece en el tratado I 3, prcticamente el nico en elque hallamos una referencia precisa a la filosofa y a su estrecha conexin conla dialctica, podemos sacar algunas conclusiones acerca del modo en que estadisciplina est presentada y valorada. Tomar, pues, como punto de partidaeste tratado de las Enadas.

    No es mi intencin hacer un detallado anlisis del tratado I 3, escri-to breve, temprano (es el nmero 20 en el orden cronolgico), con unaestructura y un plan bastante simples. El ttulo que lleva, Per dialektiks, auncuando no sea de la mano de Plotino sino de Porfirio, nos indica con precisinla cuestin a tratar. Y vale la pena tener en cuenta que es ste el nico tratado28

    OOSTHOUT, H. Modes of knowledge and the transcendental. An introduction to Plotinus Ennead 5.3 [49]. Amsterdam,Philadelphia: B. R. Grner, 1991. p. 6.

    29 Para las referencias precisas a los pasajes, puede consultarse el Index de SLEEMAN, J. H. & POLLET G.Lexicon Plotinianum. Leiden-Leuven: E. J. Brill, 1980.

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    de las Enadas en el cual hallamos empleado el trmino dialctica, ausenteen el resto del corpus. Dividido en seis captulos, los tres primeros presentanuna caracterizacin de la dialctica que sigue de cerca algunas afirmaciones delFedro y del Banquete de Platn. Dos preguntas abren el tratado: Cul es elarte, cul el mtodo, cul la prctica que nos llevan hacia donde hay que ir?Hacia dnde hay que ir? Y se responde enseguida: Hacia el Bien y hacia elprincipio primero. Esto lo damos como acordado y demostrado de mil maneras;y las demostraciones que de ello se dan son tambin medios para elevarsehasta l. Qu ha de ser quien as se eleva? (...) S, el filsofo, el msico y elamante, en razn de sus naturalezas, deben elevarse.30 Es importante subrayarque, ya en estas lneas iniciales y volver sobre este punto Plotino afirmaclaramente cmo la prctica de la argumentacin es un medio de ascenso alprincipio de la realidad.

    Hay que hacer un viaje y lo que marca el fin del viaje es el momen-to en el que se llega a la cima de lo inteligible31, meta, entonces, tanto delmsico, como del amante y del filsofo. Despus de presentar al msico y alamante no me detendr en ellos Plotino nos habla del filsofo. ste, comolos otros dos, est siempre dispuesto a volverse hacia el Bien, pero el impulsoque lo mueve a elevarse, a diferencia del de los otros, es del todo natural (tnphysin).32 El filsofo est movido hacia lo alto, conserva sus alas.33 Es el nicoque cumple su marcha (porea) exclusivamente en el mbito de lo inteligible,que recorre para poder llegar a su punto ms elevado. Porque, seala Plotino,hay dos vas diferentes de elevacin: una es aquella que siguen quienes partende abajo y que, en consecuencia, tendrn que separarse de lo sensible; la otra,en cambio, es la va del filsofo, de quien ya se encuentra en lo inteligible y estas despegado de lo inferior.34 Sin embargo, y a pesar de su natural disposicin,su marcha es incierta y necesita un gua35, sin el cual seguramente podra30

    PLOTINO. Enadas, I 3, 1, 1-10 .31

    PLOTINO. Enadas, I 3, 1, 16-17.32

    PLOTINO. Enadas, I 3, 1.33

    Cf. JANKELEVITCH, V. Plotin, Ennades I 3, Sur la dialectique. Paris: Cerf, 1998. Segn este autor, no habraque darle un significado demasiado pleno al acusativo de relacin tn physin que Plotino une a htoimoi slocuando habla del filsofo (p. 52). Creo, por el contrario, que en I 1,10 el acusativo se refiere a los tres personajesy no slo al filsofo. Jenklvitch aade que el perfecto kekinemnos y despus lelumnos expresan bien el estadonatural que hace al filsofo apto para el ascenso. Los perfectos se oponen a la expresin htoimos kinesthaiaplicada al msico y al amante (p. 53).

    34 Cf. JANKELEVITCH, V. op. cit. p. 69-70: quienes parten de abajo son los que dependen de las contingenciasadventicias; los otros son los que estn ms cercanos de s mismos que los primeros y que no dependendirectamente de la exterioridad.

    35 PLOTINO. Enadas, I 3, 1, 3-4.

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    desviarse o perderse, no hallar el camino que le conducir al fin del viaje. Yaade a continuacin que quien posee naturaleza filosfica tendr que apren-der ante todo las disciplinas (t mathmata).

    Como se advierte fcilmente, Plotino sigue aqu las lneas de la Re-pblica y, como Platn, insiste en la importancia de una adecuada paidea, sin lacual ni aun las mejores naturalezas podrn hallar el verdadero camino. Lasdisciplinas son sin duda, los estudios matemticos que Platn exige comonecesario preludio de la dialctica (aritmtica, geometra, estereometra,astronoma, msica) y que tienen por cometido, como indica Plotino siguiendoa Platn, adiestrar al alma y habituarla a la nocin de lo incorpreo. Por lodems y esto ha de subrayarse la prctica de las virtudes para llevarlas a sums alto grado ha de acompaar siempre a tal aprendizaje.

    Esta cuestin, abordada en el tratado I 2, inmediatamente anterior tan-to desde el punto de vista cronolgico como en su ordenacin, es retomada en elcaptulo 6 de I 3, donde se afirma explcitamente que no se puede ser filsofo ydialctico sin las virtudes, porque no basta tener una disposicin natural y lasvirtudes crecen junto con la sabidura. El gnero de filosofa que nosotros perse-guimos dice Plotino contraponindolo al de los gnsticos a quienes est criti-cando, en otro contexto recomienda, entre otros bienes, la simplicidad de loshbitos y la pureza de pensamiento (to phronen kathars), busca la austeridad yno la arrogancia, nos inspira una confianza acompaada de razn (met lgou) yde gran seguridad, de prudencia y de mxima circunspeccin.36

    Volvamos al tratado I 3, cuyo tercer captulo acaba con estas palabras:Luego, despus de las disciplinas, habr que darle [al filsofo] los argumentosde la dialctica (lgous dialektiks) y hacer de l un cabal dialctico (hlosdialektikn).37 La descripcin que hace Plotino de la dialctica en los dos cap-tulos siguientes, 4 y 5, de inspiracin tambin platnica, ofrece algunasdificultades. Contra la concepcin aristotlica y aquella de los estoicos, Plotinose propone retomar y rehabilitar la dialctica tal como Platn la conceba,reenunciar su verdadera naturaleza. Siguiendo el procedimiento que le es habi-tual38 al que me refer anteriormente Plotino parece no hallar dificultad

    36 PLOTINO. Enadas, II 9, 14, 38-44.

    37 PLOTINO. Enadas ,I 3, 3, 9-10.

    38 Entre los trabajos consagrados al mtodo exegtico de Plotino se hallan los ya citados deCHARRUE, EON,HADOT, as como los trabajos de PEPIN, BRISSON et GOULET-CAZE. Permtaseme citar asimismo miartculo Plotin face Platon. Un exemple dexgse plotinienne (Ennade VI 8 [39] 18). In: FATTAL, M. (ed.).tudes sur Plotin. Paris: LHarmattan, 2000. p. 193-216.

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    alguna en reunir afirmaciones de Platn que aparecen en contextos diversos y,por lo dems, ensamblar elementos platnicos con otros estoicos.

    Comienza as definiendo el objeto de la dialctica. La dialctica es,ante todo, una hxis, una disposicin intelectual, una facultad que permiteaprehender y expresar por medio de un discurso (o bien conceptualmente:lgo) lo que es cada cosa, cada objeto inteligible, cada Forma, podramos decir(t te hkaston); en otros trminos, la ciencia dialctica tiene por tarea esencialdefinir los seres; y para hacerlo debe determinar las diferencias tanto como lassemejanzas. Esta determinacin exige cumplir algunos pasos, que son, a nuestrojuicio, seis: sealar (1) en qu una cosa difiere de los dems y (2) cul es elcarcter comn entre ese objeto y los otros. Pero para definir el objeto tendradems que (3) indicar entre qu objetos se halla, es decir, determinar la clasede objetos a la que pertenece (el gnero) y (4) el lugar preciso que ocupadentro de esa clase (la posicin en el gnero, esto es la relacin que guarda conlos dems constitutivos de ese gnero). Y todava ms (5) determinar si es loque es (ei stin h esti), y, por ltimo (6) para hacerlo, determinar cuntas son lascosas que son y cuntas las que no son, en el sentido de que son otras.

    La dialctica, agrega Plotino, es un modo riguroso de saber, cuyascaractersticas son (1) que jams se mueve en el mbito de la dxa sino siempreen el de la epistme, (2) que se aparta de lo sensible y slo trabaja con inteligiblesy (3) que se instala en tomando las palabras del Fedro la llanura de laverdad y se separa por completo de la falsedad y de la mentira.

    Tanto en la descripcin de su objeto como en la de sus caractersti-cas, la concepcin plotiniana de la dialctica se apoya fuertemente en la dePlatn, pero Plotino no sigue el hilo de alguno de sus dilogos, sino que com-bina y concilia elementos diversos que toma de ac y de all. En efecto, en ellibro V de la Repblica y sobre todo en algunos pasajes de Fedro, Sofista y Poltico,definir comporta determinar la caracterstica relevante que un objeto posee encomn con otros, pero, al mismo tiempo y fundamentalmente, todas las carac-tersticas diferenciales que lo separan de los otros y permiten distinguirlo desus semejantes.39 La delimitacin de un objeto comporta para Plotino, al igualque para Platn, tanto una unificacin como una distincin o discriminacin.Por lo dems, tambin las caractersticas que Plotino asigna a la dialctica yan los trminos que emplea son de raz netamente platnica y parecen toma-39

    Sobre esta cuestin, cf. mi trabajo Divisin y dialctica en el Fedro. Revista Latinoamericana de Filosofa, v.16,v.2,p.149-64, 1990.

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    dos de Repblica (VII, 520 a).40 En el paradigma de la lnea dividida que apareceal final del libro VI, Platn afirma que el arte dialctica slo trabaja con losinteligibles y no requiere ningn apoyo sobre lo sensible. La actividad dialcticapertenece a la epistme y jams a la dxa, puesto que esta ltima es el modo desaber que corresponde a lo sensible. Adems, la dialctica proporcionasiempre un conocimiento verdadero, a diferencia de la opinin, que puedeser verdadera o falsa.

    Hasta aqu se ve claramente los elementos platnicos, tomados ensu mayor parte del contexto de los libros centrales de la Repblica. Pero advirtasela infidelidad, junto a estas referencias fieles, por ejemplo en la ausencia detoda referencia al procedimiento por hiptesis, fundamental en lacaracterizacin platnica de la dialctica y su distincin del proceder habitualde los matemticos, criticado por Platn y que desde la perspectiva de Plotinono parece tener mayor importancia.

    Plotino contina su descripcin, en su intento de rehabilitar laverdadera naturaleza de la dilctica tal como Platn la haba concebido41, enespecial en el Sofista y tambin en Poltico y Filebo, sealando ahora cul es elmecanismo del que se vale la dialctica y aadiendo otro elemento de razplatnica, aunque tomado, esta vez, de un contexto diferente: la dialctica nos dice emplea la divisin, la diaresis platnica, y la emplea para (1) paraoperar una dikrisis tn eidn; (2) llegar al t esti, determinar lo que es cada edos,y (3) llegar a los gneros primeros. En otros trminos, la dialctica apela a ladiaresis para poder discernir la compleja estructura de lo inteligible, aprehenderlas conexiones y distinciones entre las Formas, establecer la dependenciajerrquica entre ellas, definirlas y determinar, por fin, los gneros primeros ylas especies que les estn subordinadas.

    El tratato I 3 no ofrece explicacin alguna acerca de estos gnerosprimeros, objeto de un detallado anlisis en un tratado muy posterior, el VI 2,el segundo de los tres dedicados al examen de las categoras y de los gneros.42Este tratado en cierto sentido puede leerse como un comentario a los pasajesdel Sofista donde Platn presenta su doctrina de los mgista gne Ser,Movimiento, Reposo, lo Mismo y lo Outro que Plotino sita en el nivel de la40

    PLATN. Repblica, VII, 532a.41

    Cf. BREHIER, E. Notice au trait I 3. In: PLOTIN. Ennades. Paris: Les Belles Lettres, vs. eds.42

    Sobre la doctrina plotiniana de los gneros y la bibliografa crtica sobre ella, ver mi artculo Lexgse plotiniennedes mgista gne du Sophiste de Platon. In: CLEARY, J. (ed.). The Perennial Tradition of Neoplatonism. Leuven, 1998.p. 105-118.

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    segunda hipstasis y transforma en constitutivos dinmicos de la Inteligencia,una-mltiple. La Inteligencia es una unidad, pero una unidad diversificada;una unidad resultante de una pluralidad de gneros no subordinados uno alotro, cada uno de los cuales posee trminos subordinados.

    Los cinco gneros son para Plotino gneros primeros, los nicosgneros primeros, gneros que son al mismo tiempo principios y no puedenreducirse uno al otro. Los gneros primeros no son, pues, especies del ser ytodos ellos concurren, guardan entre s una relacin de mutua participacin ypertenecen todos a un mismo nivel ontolgico y lgico. Son como los aspec-tos que pueden ser discernidos en la constitucin misma del ser. Ser,movimiento, reposo, mismo y otro son as caractersticas o aspectos inseparablesde la nocin de ser y que constituyen una unidad diversificada. No hay, pues,un gnero superior que las abarque y que sea comn a todas ellas. Pero loscinco gneros, sin embargo, concurren en una unidad. La pluralidad de losgneros no es fortuita, en la medida en que todos los gneros proceden de unafuente comn, de una unidad que es exterior a los gneros que de ella derivan.Esta unidad, lo Uno ms all del ser, es la causa de esos gneros. Esos gnerosforman, pues, una naturaleza nica cuya unidad no es la unidad primigeniaque es su causa, pero una unidad que es mltiple. Pero ocurre que nuestropensamiento no puede aprehender esa multiplicidad en su unidad; fragmentaentonces esa unidad, la enuncia kat mros, parte a parte. Y despus de haberaprehendido la unidad parte a parte, el pensamiento puede reunir esos frag-mentos, puede permitirles ser una unidad. De ese modo, para poder captar launidad de lo inteligible, la razn debe separar primero lo que en realidad estunido, debe fragmentar, y slo tras ese fraccionamiento y tras haber aprehendidotodas las partes, podr reunificar lo que separ. Es se el solo modo en que larazn discursiva puede comprender lo inteligible.

    Conforme a su mtodo, a pesar de su pretensin de fidelidad a Platn,Plotino no adopta sin ms los gneros del Sofista, sino que los interpreta desdela perspectiva de su propio sistema y hace de ellos un libre uso para desarrollarsu propia teora. Dado que en Plotino el mundo inteligible es una realidad desegundo orden y derivada, cuya fuente, lo Uno, est ms all del ser y delpensamiento, los gneros no pueden tener ni desde el punto de vista ontolgiconi desde el de la predicacin ni la misma importancia ni el mismo alcance quetenan para Platn, para quien pertenecan a la regin ms elevada de la realidad.La interpretacin del Sofista sobre los gneros no cobra sentido sino en el

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    interior del propio sistema metafsico de Plotino. As traspone los mgista gnedel Sofista en prta gne (la expresin reaparece varias veces en el tratado). Yrecurdese que Platn jams habla de gneros primeros, sino que se refiere aalgunos de entre los mayores o ms importantes, que para Plotino todos losgneros se hallan en un mismo nivel y hay participacion recproca entre ellos,aun entre movimiento y reposo, cosa que Platn explcitamente niega, que Plotinono invoca al no ser y mucho menos en relacin con el juicio falso.

    La dialctica se revela as como la nica va que permite acceder alos gneros del ser. La naturaleza misma de lo inteligible como estructura una-mltiple y no como una adicin, sino como totalidad una funcional seexplica recurriendo a los gneros supremos y requiere como mtodo para seraprehendido la dialctica.

    Una vez que se han alcanzado los gneros primeros y regreso altratado I 3 la dialctica combina intelectualmente lo que procede de losgneros primeros y hace un recorrido a travs de la totalidad de lo inteligible.Luego de haber recorrido ntegramente el dominio inteligible y de haber lo-grado aprehender y comprender el mutuo lazo entre las Formas y el tejido queellas forman, retoma el camino inverso, el del anlisis, y asciende hacia elprincipio de lo inteligible.

    En este aspecto, la caracterizacin plotiniana de la dialctica tienetambin base platnica. En efecto, Platn recurre a la diaresis cuando se tratade definir la dialctica especialmente en el Sofista, donde afirma que la dialcticaes el saber dividir segn gneros y determinar las relaciones jerrquicas entrelos inteligibles.43

    La funcin de la dialctica es pues componer, combinar y dividir44para regresar finalmente a los principios claros y evidentes proporcionadospor la inteligencia. Cuando el alma, luego de tal pesado ejercicio, alcanza elprincipio, se calma, se apacigua, se recoge en s misma, abandonando entoncestoda actividad discursiva. Al ser la ms preciosa de nuestras facultades, ladialctica tiene por objeto el ser y lo que es an ms precioso que el ser. Lo queest ms all del ser. Del Sofista retornamos pues a la Repblica. La dialctica espues idntica a la filosofa o, al menos es su parte ms preciosa, su ncleo,podramos decir. Plotino insiste a la manera platnica en que no debeentenderse a la dialctica como un instrumento del que el filsofo podra43

    PLATN. Sofista, 253a-254a.44

    PLOTINO. Enadas, I 3, 5, 1-4.

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    servirse para llegar al saber. Ella es ese saber mismo, un saber que no estseparado de la realidad objeto de ese saber. No vayamos a creer, en efecto,que ella es un instrumento del filsofo, ni que consiste en un conjunto deteoremas y de reglas; ella versa sobre realidades [sobre objetos: prgmata] ysu materia, por as decirlo, son los seres; pero se encamina hasta los serescon un mtodo (hod), y posee simultneamente los teoremas y las realida-des mismas.45 Desde all, considera la lgica que trata de proposicionesy de silogismos, y esto lo cede a otra arte, as como se deja a otros el artede aprender a escribir....46

    Plotino distingue la dialctica de una mera lgica instrumental. Ladialctica no es mtodo exterior a la filosofa y por eso dice Plotino ellaconoce slo por accidente el error y el sofisma; los reconoce como algo que lees extrao cuando otro los comete; conoce el error por las verdades que estnen ella, cuando alguien presenta algo contrario a la regla de la verdad....47Huelga decir que Plotino est ac haciendo referencia a la lgica estoica.

    La lgica, entonces, como no se ocupa de Formas sino de palabrasy de proposiciones, es un ejercicio tcnico, a menudo superfluo, que se deja enmanos de quienes se interesan por tal tipo de sutilezas. Lo que Plotino quieredecir, entonces, es que no ha de reducirse la dialctica a la lgica. La dialcticaconoce todas las reglas lgicas, pero su saber no se limita a ellas, puesto que seocupa de la realidad misma. Adems de la dialctica, que es su parte ms pre-ciosa, la filosofa tiene otras dos: fsica y tica. Esta triparticin de la filosofa,consolidada en las escuelas helensticas, tiene su origen, como es bien sabido,en la antigua Academia.

    La lectura del tratado I 3 muestra de modo claro el mtodo filosfi-co de Plotino en accin. Pasajes tomados del Fedro, de la Repblica y del Sofistaaparecen uno junto a otro, como si se tratara de una misma obra, como siPlatn los hubiera pensado en un mismo contexto. El modo de presentar lafilosofa, cuyo corazn es la dialctica, no traiciona a Platn, no traiciona elespritu platnico, pero no puede decirse que Plotino est simplemente reto-mando las palabras de Platn, sino que las recrea desde su propio sistema.Plotino no parece experimentar ninguna dificultad en conciliar lo que suelellamarse la primera y la ltima dialctica platnicas. Advirtase que la dialctica

    45 PLOTINO. Enadas, I 3, 5, 11-13.

    46 PLOTINO. Enadas, I 3, 4, 18-23.

    47 PLOTINO. Enadas, I, 3, 5, 13-23.

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    y, en consecuencia, el ejercicio filosfico, se sita para Plotino en el plano de ladiscursividad, de la dinoia, cosa que surge ms bien de los dilogos tardos yque no ocurre en la Repblica, donde Platn pone a la dialctica por encima delproceder dianotico de la ciencia, en el plano notico. Sin embargo, Plotinoparece haber advertido que esta caracterizacin platnica de la dialctica delos dilogos medios nos invita ms bien a pensar que se trata de un pensamientodiscursivo, en tanto su funcin es, en ltima instancia, discernir las relacionesentre las Formas a la luz del principio anhipottico. Vimos, adems, cmo losgneros ya no son los mgista, sino los prta, los nicos, que se combinan todosentre s y que por encima de ellos aparece el Bien o lo Uno, elemento total-mente extrao en el Sofista. Por su parte, el procedimiento de diaresis tomadode la defincin de la dialctica en este ltimo dilogo, se ubica tanto en elcamino de ascenso como en el de descenso del Bien; el amante y el msicotambin se integran al cuadro, aparece la lgica como instrumento subordina-do a la filosofa, etc.

    Si se toma en cuenta el modo en el que Plotino concibe la tarea filos-fica y encara a los Antiguos, puede decirse que al menos en el caso del texto quenos ha ocupado Plotino ha operado una distorsin del pensamiento de Platn?O que ha hecho una lectura y un uso arbitrario de los textos?

    No, porque su pretensin es dar vida a los textos antiguos y lograruna convergencia entre su propio pensamiento y el de algunos de suspredecesores, en especial Platn. Para tomar una frase de Pierre Hadot, sacadade su contexto, dira que el lector moderno debe ser extremadamente pru-dente cuando abre esos viejos libros.48 No podemos decir que Plotino haceun uso arbitrario de Platn ni que acta de mala fe, al atribuirle una doctrinaque no es de l. Parece, por el contrario, que Plotino ha captado profunda-mente el sentido de los textos platnicos, que se apoya sobre Platn paraexpresar su propio pensamiento filosfico, plenamente consciente de latransformacin que introduce en el pensamiento de Platn. Plotino, segnBrhier49, para quien deforma el pasado al imponerle significados48

    Cf. HADOT, P. Plotin ou la simplicit du regard , p. 15.49

    BRHIER, E. La Philosophie de Plotin. p. 8, apud EON, A. op. cit., p. 256. Claro que es lcito preguntarse si estavivificacin tal como sostiene Brhier no es, en realidad un tipo de asesinato; porque la vida que insufla alpasado no es la vida del pasado sino de su presente y entonces lo anula como pasado en tanto le otorga unsignificado que no tena. Segn Brhier: Plotino se remite a la filosofa griega con toda su voluntad y todo su amor. Pero losproblemas que plantea son problemas propiamente religiosos. De ah un esfuerzo por adaptar la filosofa griega a puntos de vistaque no eran los suyos; de ah una transformacin profunda del helenismo, una suerte de imposicin hecha a la filosofa griega parahacerle decir lo que tal vez no estaba en disposicin de decir.

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    modernos, no logra lo que se ha propuesto: ser fiel a Platn. Sin embargo,es su infidelidad misma la que lo hace fiel a Platn.

    Retomando lo que expusimos, la filosofa es esencialmente dialctica,esto es, un modo de saber discursivo o dianotico que consiste en discernir yrecorrer la compleja estructura del mundo inteligible para poder finalmenteacceder a la aprehensin del principio ltimo. En otros trminos, la filosofaes un modo de saber caracterizado como una bsqueda del conocimiento delprincipio y fundamento ltimo de la realidad, una bsqueda que cesa precisa-mente cuando se llega a adquirir ese saber. Discursivamente, la dialctica re-corre la totalidad de lo inteligible en sus articulaciones internas, parte a parte.La dialctica no es una facultad notica, sino que nace en un plano inferior, elde la discursividad, el de la dinoia, que fragmenta, que fracciona lo que esunitario. Pero por sobre ella hay an algo ms.

    Como la dinoia es siempre un recorrido (dixodos), cuando se llega alprincipio, que es absolutamente simple, ya no hay posibilidad de continuarrecorriendo y el principio no puede ser apresado sino por una suerte de contactointelectual, por un acto superior a la dinoia.50 El pensamiento discursivo,para poder expresarse, capta las cosas unas despus de otras; l es, en efecto,un recorrido (dixodos). Pero en lo que es absolutamente simple, qu recorri-do podra ser posible? Basta entonces con un contacto intelectual (noersephpsasthai).51

    Plotino admite un cierto tipo de conocimiento del principio, peroese conocimiento ya no es dianotico sino notico. El trmino de la dinoia esla nesis, aprehensin inmediata y directa del principio. La dialctica remata asen la aprehensin notica de la unidad, causa primera de la realidad y escondicin necesaria para que pueda verificarse tal aprehensin. Esta, que esresultado del ejercicio dialctico, ya no es ms discursiva, ya no es ms dia-lctica, sino que representa la anulacin y superacin de la discursividad enuna intuicin intelectual directa e inmediata, la nesis. La dialctica,paradjicamente, tiene como meta su propia destruccin. Como para Platn yAristteles, para Plotino la nesis representa el grado ms alto de saber intelec-tual, de un saber ms all del cual no puede proseguir ninguna bsqueda. Puessi toda bsqueda va hacia un principio y en l se detiene, qu buscar cuandono se puede ir ms all?.5250

    Cf. PLOTINO. Enadas,V 3, 17.51

    PLOTINO. Enadas ,V 3, 17, 23-25.52

    PLOTINO. Enadas ,VI 8, 11, 4-5.

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    El principio al cual me estoy refiriendo es, claro est, lo Uno o elBien. El es, en efecto, el ms alto noetn de la inteligencia, objeto no ya de unadinoia sino de nesis. Y la nesis del Bien es pues el ms alto y venerable modode saber. Claro que cabe preguntarse en este punto cmo es posible que loUno, ms all del ser y del pensamiento, absolutamente inefable, pueda sernoetn, objeto del pensamiento de la inteligencia. Plotino insiste en mltiplesocasiones en la absoluta inefabilidad de lo Uno, pero en algunos pasajes, sinembargo, presenta al primer principio como el objeto de inteleccin de lainteligencia. No es ste el momento de examinar los diversos pasajes quepueden, a primera vista, resultar contradictorios, pero que no los son cuandose los ubica en sus respectivos contextos, como he tratado de mostrar en otraocasin. En todo caso, cito, a manera de ejemplo, cuatro lugares en los cualesse presenta a lo Uno inequvocamente como objeto de pensamiento: VI 7, 40,33-35; VI 9,2,33-36; V 6, 4, 1-7; V 4,2, 3-7, 13-14 y 22-27. En estos pasajes se estafirmando claramente que lo Uno es objeto de pensamiento53. Pero, cmopuede serlo dado su carcter totalmente indeterminado, ms all de toda for-ma, ms all del ser y del pensar?

    Al margen de estos pasajes, no por cierto muy numerosos, que hacende lo Uno un noetn un objeto de inteleccin, hay, en efecto, otros muchostextos que rechazan la posibilidad de pensar lo Uno en s mismo; dada sutrascendencia, no puede ser pensado y el nico objeto de inteleccin de lainteligencia es ella misma en tanto que actividad (nesis).

    Cuando la inteligencia contempla lo Uno o, para decirlo mejor,cuando intenta contemplar a lo Uno se contempla ms bien a s misma,porque no puede contemplar a lo Uno como uno. El objeto que la Inteligenciave y piensa ya no es lo Uno en tanto que uno, sino lo Uno transpuesto oreflejado en la multiplicidad de los objetos inteligibles que constituyen lanaturaleza misma de la Inteligencia. La inteligencia es la imagen fragmentadade lo Uno.54 Cuando ella intenta captar lo Uno, lo desvirta y no llega ms quea conocerse a s misma. Conoce y piensa lo Uno solamente a travs de smisma, traspone lo Uno en ella misma y, de esa suerte, lo multiplica y lo vuelvelos objetos inteligibles que la constituyen. Al tratar de objetivar a lo Uno, laInteligencia no logra ms que pensarlo como t pnta, lo piensa reflejado en smisma. Al intentar pensar a lo Uno, no encuentra ms que el reflejo despedazado53

    Pueden agregarse otros dos pasajes significativos: PLOTINO. Enadas, III 9,9,5-12 y VI 9, 3,33ss.54

    PLOTINO. Enadas,VI 8, 18, 22ss.

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    de lo Uno en los inteligibles y se piensa solamente a s mismo como totalidadde los seres.

    La inteligencia entonces puede llegar a poseer un saber de lo Uno talcomo ste puede darse a la inteligencia. La inteligencia no puede pensar lo Unoms que a partir de s misma y por s misma. El saber que la inteligencia tiene de loUno se limita a ser un saber de lo que la Inteligencia es en relacin con l.

    Para Plotino, el Bien, como deca Platn55, es el mgiston mthema, elms alto y precioso objeto de saber, que se manifiesta como causa del ser, de lainteligibilidad del ser y de su propia inteligibilidad. Y Plotino sealaexpresamente que cuando Platn caracteriza al Bien como el mgiston mthema,no est pensando en un tipo de aprehensin del Bien tal como l es en smismo, en su propia e ntima naturaleza, sino slo en un saber que, comoresultado de un mathen, se tiene sobre el Bien (per auto), saber que es anteriora un tipo de contacto ms estrecho con l.

    El conocimiento o el contacto del Bien es lo que hay de ms gran-de. Platn dice que es el mayor de los saberes (mgiston mthema); y entiende porsaber (mthema) no la visin del Bien, sino el hecho de haber aprendido sobreel Bien (per auto mathen) antes de esa visin.56 Visin que se produce subita-mente, sin saber cmo.57

    La inteligencia nos permite advertir que debe necesariamente existirlo Uno; la existencia de lo Uno aparece, pues, como una exigencia planteadapor la razn misma, pero ello no significa que la inteligencia pueda acceder alo Uno tal como es en s mismo. Para saber cmo es en s mismo hay queabandonar lo inteligible.58 La inteligencia slo puede obtener un saber de loUno tal como ste se le manifiesta, ya que ella slo puede pensarlo a partir de smisma y por s misma. Slo puede pensarlo en s misma, tal como lo Uno se reflejaen ella. En realidad, lo que la inteligencia puede conocer de lo Uno es lo que ellamisma es en relacin con l. En sentido estricto, el conocimiento de lo Uno esimposible, porque ste, absoluta simplicidad, escapa a la aprehensin racional.

    Podra decirse que a partir de la naturaleza imperfecta, esto esmltiple, de la inteligencia se demuestra la necesidad de la existencia de unprincipio uno, ms all de la pluralidad, que ha de ser su causa y fundamento.Pero la inteligencia, por s misma, en su funcin de inteligencia no puede ir55

    PLATN. Repblica, 502a.56

    PLOTINO. Enadas,VI 7, 36, 3-6.57

    PLOTINO. Enadas ,VI 7, 36, 18-19.58

    PLOTINO. Enadas ,V 5, 6, 17-20.

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    ms all de advertir que lo Uno debe existir. Lo que no puede es conocer a loUno tal (hoon) como l mismo es. Cuando de lo Uno se dice que es causa,principio, unidad, etc., no se le estn aplicando atributos ni determinacionesque le pertenezcan, sino que tales palabras en realidad slo expresan la relacinque la inteligencia tiene con l, expresan el modo en que la inteligencia estlimitada a pensarlo. Lo Uno slo es cognoscible y expresable a partir de suproducto, que es el ser y la inteligencia

    As la intuicin intelectual de lo Uno revela a la inteligencia suspropios lmites: cuando piensa lo Uno advierte que l es ms que todo lo queella pueda pensar, que es un ms all cuya intimidad se le escapa. La nesis es elsaber de la existencia del principio uno y al mismo tiempo y paradjicamente,el saber de la incognoscibilidad radical del principio en s mismo. La nesisresulta as ser un saber del principio, sobre el principio, y no un saber el princi-pio mismo. Y todo lenguaje, a su vez, slo podr ser sobre l, podr cercarlo,pero no expresarlo en s mismo.59

    Cmo entonces hablamos sobre l (per auto)? Demos hablarsobre l (per auto), pero no expresarlo en s mismo. De l no tenemos niconocimiento ni pensamiento (nesis). Y cmo hablar sobre l si no lo capta-mos por s mismo? Es que, sin aprehenderlo por el conocimiento, no estamossin embargo privados de aprehenderlo; lo aprehendemos lo suficiente comopara hablar sobre l, pero no lo expresamos por s mismo....60 No es del todofcil traducir lo que Plotino est diciendo, ya que establecer una neta diferen-cia entre lgein per auto y lgein aut, entre hablar sobre l y hablarlo, podramosdecir, entre decir sobre l y decirlo.61

    Podramos, pues decir, que la nesis es la tensin, la concentracinms alta que puede lograr la inteligencia, el grado de conocimiento ms eleva-do que es, simultneamente, el conocimiento de los propios lmites; porque esun saber del principio pero que consiste precisamente en saber de laincognoscibilidad ltima de ese principio. Pero, aunque incapaz de pensar loUno en s mismo, existe para el alma la posibilidad de sentir su presencia.59

    Cf. PLOTINO. Enadas, V 3, 14.60

    PLOTINO. Enadas, V 3, 14, 1-6.61

    Sobre estas expresiones, cf. SCHROEDER, F. Saying and Having in Plotinus. Dionysius, v.9, p. 75-84, 1985.Segn Schroeder, los dos usos son compatibles de un modo que preserva la diferencia entre ellos. Traducelgein per auto por to discuss y lgein aut por to disclose. Seala que Plotino habra ofrecido una via mediaentre discussing y disclosing lo Uno. El lenguaje filosfico, sobre la analoga de la inspiracin mntica, puededeclarar a lo Uno. La declaracin no excluye la discusin, sino que, por el contrario, debe incluirla. El discursode la declaracin refleja la experiencia, pero Plotino nunca apela a la experiencia en detrimento de la razn. Laincapacidad del lenguaje para manifestar a lo Uno no nos permite dejar de lado la discusin.

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    La dificultad ms grande es que no lo comprendemos (snesis) ni por la cienciani por una intuicin intelectual (kat nesin), sino por una presencia superior ala ciencia (...) es preciso, pues, superar la ciencia y no salir ya de nuestro estadode unidad; hay que apartarse de la ciencia y de sus objetos....62 Pero luego lainteligencia debe cesar de ser inteligencia. Retroceder, olvidarse de s misma, siquiere ver a lo Uno. Y la visin final de lo Uno es el privilegio de una inteligenciaamante. Porque la inteligencia posee dos facultades: la de pensar y la no pen-sar sino ver a lo Uno de una modo diferente.63 La inteligencia debe pues tenerdos facultades: la de pensar para ver lo que est en ella y la de ver lo que estms all de ella: es una intuicin que recibe su objeto; primero el alma slo love; luego, al verlo, se torna inteligencia y se une a l. La primera de estasfacultades es el acto de contemplar que pertenece a una inteligencia sabia (nosmphronos); la segunda es la inteligencia amante (nos ern). Fuera de s yembriagada de nctar se torna inteligencia amante, simplificndose para llegara ese estado de feliz plenitud: y tal embriaguez vale para ella ms que lasobriedad.64 Lo Uno slo se manifiesta a aquellos que pueden recibirlo y quese hallan en una disposicin adecuada como para entrar en contacto con l. LoUno est ah, presente para quien puede tocarlo, ausente para quien es inca-paz de ello.65

    El acceso a lo Uno exige un esfuerzo enorme, a la vez terico yprctico. Para llegar a aprehender (o a sentir) la presencia de lo Uno, paraentrar en contacto con l, unificarse, hacer coincidir centro con centro, el almadebe apartarse de lo sensible y replegarse sobre s misma. Debe concentrarsey unificarse progresivamente; tras abandonar lo sensible, debe tambin aban-donar las ciencias y la dispersin del pensamiento discursivo, para unirse as ala inteligencia. Para poder llegar a lo Uno el alma debe primerointelectualizarse.66 El alma llega a contemplar lo Uno porque se ha vueltointeligencia, por as decirlo se ha intelectualizado y ha llegado a la regininteligible; llegada all, posee inteligencia y piensa; pero cuando ve al objetosupremo, abandona todo.67

    Hasta llegar a la nesis el ascenso es de carcter racional. Llegar a ellaes la meta de la dialctica, la meta de la filosofa y con ella se acaba la dialctica,62

    PLOTINO. Enadas,VI 9, 4, 1-10.63

    Cf. PLOTINO. Enadas,VI 7, 35-36.64

    PLOTINO. Enadas,VI 7, 35, 19-27.65

    PLOTINO. Enadas ,VI 9, 7, 4-5.66

    PLOTINO. Enadas,VI 7, 35, 4-5.67

    PLOTINO. Enadas,VI 7, 35, 3-7.

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    se acaba la filosofa. Pero se puede ir an ms all y para ello ser precisoabandonar la inteligencia, dejar atrs forma y determinacin, dejar atrs ladualidad, caer fuera de la inteligencia.68

    La nesis marca, entonces, el trmino de la filosofa. Y marcatambin el punto de partida de la mstica. Ella es una suerte de puenteentre filosofa y mstica.

    Plotino sigue las huellas de Platn y de Aristteles cuando concibe ala filosofa como una actividad dianotica que remata en la nesis del principio,ms all del cual no puede continuar la bsqueda racional. Pero Plotino lleva asus ltimas consecuencias los desarrollos platnicos y aristotlicos y busca lava que permita transgredir los lmites de la razn. Slo falta dar un paso. Unpaso hacia lo desconocido. Quien puede darlo no es otra que la inteligenciamisma, porque la aprehensin de lo Uno es obra de lo que est en la inteligenciamisma pero la supera, esto es, por la parte o aspecto que, en la inteligencia, noes inteligente.69 Para alcanzar lo Uno la inteligencia debe dar un salto y aban-donar la belleza mltiple de la inteligencia. Hay que saltar hasta lo Uno y yanada aadirle, sino detenerse ah por temor a apartarse de l....70 Lacontemplacin notica deja paso as a otro modo de ver, que consiste enestar fuera de s, que es pues un kstasis, simplificacin, tacto, contacto,coincidencia, unificacin, participacin. El alma deja atrs toda theora. Y tambintoda prxis. El alma recibe de su visin una suerte de conmocin, se paraliza,cae en un gozoso estupor.71

    La experiencia mstica representa entonces el desarrollo ms com-pleto y pleno de la actividad de la inteligencia y, en este sentido, la doctrinaplotiniana no marca un punto de ruptura con la tradicin griega. La experienciamstica no es algo completamente diferente y contrapuesto a la actividad raci-onal, sino que ella es ms bien su continuacin y su remate. La experienciamstica representa el ms pleno desarrollo de la inteligencia como inteligenciay no su anulacin.

    El contacto mstico es, podramos decir, el resultado de una suertede exceso de la razn, que a fuerza de concentrarse en la contemplacin desu objeto acaba por derribar la barrera que de l lo separa, por suprimir todaalteridad y por lograr para usar la metfora ms rica de Plotino la68

    PLOTINO. Enadas, II 9, 9, 51-52.69

    PLOTINO. Enadas,V 5, 8, 22-23.70

    PLOTINO. Enadas,V 5, 4, 8-10.71

    Cf. PLOTINO. Enadas,VI 7, 31.

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    coincidencia de centro con centro. Elevndonos por encima del cuerpo porla parte de nosotros mismos que no est inmersa en l, nos unimos con nuestropropio centro al centro de todo, como los centros de los grandes crculos deuna esfera coinciden con el centro de la esfera que los abarca, y en l tenemosnuestro reposo.72

    As como los ojos, a fuerza de fijar intensamente la mirada sobre unobjeto dejan finalmente de verlo como objeto y el objeto de visin acaba porconfundirse con la visin misma, as tambin la inteligencia, a fuerza deconcentrarse en la contemplacin intelectual del principio, arrastrada por supropio impulso y es sta una metfora ms que Plotino usa supera suspropios lmites, deja de pensar para ver al principio de otra manera: laconcentracin extrema del pensamiento hace que su objeto se desdibuje, pierdasus contornos, al tiempo que ella pierde los propios, superando as la alteridady logrando un contacto.

    Si se acepta esta lectura, puede hablarse de una mstica plotiniana, siemprey cuando se advierta que se trata de una mstica racionalista. Porque la experienciamstica es el resultado de un ejercicio extremo de la razn, la coronacin de larazn, que supone la apertura de la razn hacia algo que la supera.

    Si la filosofa es, como vimos, la bsqueda dianotica que remata enla nesis del principio, la mstica se presenta como su desarrollo y naturalcontinuacin. La aprehensin notica de lo Uno es punto de llegada y puntode partida: remata la filosofa y abre la posibilidad de la mstica. La filosofaadquiere sentido y fundamento en tanto su meta es la mstica; y sta, a su vez,slo es posible a condicin del ejercicio filosfico. Usando el tmino con susignificacin platnica, bien podra decirse que la mstica es el paradigma de lafilosofa, el modelo perfecto al que aspira la razn discursiva y del cual es unaimagen. Modelo perfecto, apenas alcanzable, el contacto final con lo Uno esapenas momentneo y espordico, reservado a unos pocos, propio ms biende hombres divinos y de dioses. Por eso la vida filosfica es desable por s y esla vida propia del sabio. La vida ms perfecta [del alma] es la nesis73; sta esel modo ms elevado de vida humana. La posesin de este tipo de vida, la msperfecta y continua, la vida de la inteligencia y la virtud, constituye la felicidad,como Plotino trata de mostrar en el tratado I 4, sobre la felicidad.

    Buscar la plenitud es deseo de trascendencia. Pero para alcanzarla,72

    PLOTINO. Enadas, VI 9, 8, 18-22.73

    PLOTINO. Enadas, I 1, 13, 6.

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    no hay que buscar algo exterior y ajeno al alma. El principio no est fuera delalma sino dentro de ella misma, en su ms profunda intimidad. La elevacindel alma es una progresiva simplificacin, que se alcanza por un replieguesobre s. La conversin hacia lo Uno es una autoconversin. Quien aprendaquin es sabr tambin de dnde viene. Quien se conozca a s mismo conocersu origen. Es preciso remontar hacia el principio interior a s mismo y volverseuno en lugar de mltiple, si se ha de contemplar el principio y lo Uno.74 Serequiere, entonces, el esfuerzo de bsqueda de s mismo (Me busqu a mmismo, dice Plotino citando a Herclito75). As debe proceder quien va a filo-sofar sobre lo Uno (tn mllonta per t hn philosophsein).76

    La filosofa es un proceso de autoconversin, de conocimiento des, de Huda de lo nico hacia lo nico77, de recuperacin de la propianaturaleza, cuyo trmino al menos paradigmtico es la experiencia mstica.El alma aspira a unirse a lo Uno, a tocarlo. Pero lo Uno no est fuera del alma,sino en el centro mismo de ella, cerca y lejos a la vez. Y la mxima interiorizacinrepresenta la ms plena instalacin en la realidad. Si quiere hallar el sentidoms profundo de s mismo, el hombre debe, a travs de la filosofa que,talvez para algunos acabe en una experiencia mstica buscar hallarse ydescubrirse a s mismo, en la intimidad ms profunda del yo.

    Plotino, que hace uso y abuso del platnico epkeina ts ousas, queslo aparece una vez en el libro VI de la Repblica, halla en el propio Platn eseUno-Bien, principio inefable de toda la realidad y meta del alma. Hasta qupunto podemos decir que en este aspecto desarrolla un ncleo que est en elpropio Platn? Hasta qu punto Plotino exagera? Hasta qu punto, pararecuperar a Platn le atribuye el haber pensado algo que Platn jamspens? Y, por otra parte, en qu medida la exgesis plotiniana de Platnenriquece o deforma nuestra lectura de Platn? Problema ste de muydifcil solucin y objeto de otro trabajo. En todo caso, Plotino es un fil-sofo y como l mismo lo dice, si queremos ser dignos de recibir el nombreplatnicos, debemos cumplir la tarea que Platn nos encomend: inda-gar y descubrir (zeten ka aneurskein).78

    74 PLOTINO. Enadas,VI 9, 3, 20-22; VI 9, 11.

    75 DK 101, PLOTINO. Enadas, V 9, 5, 31.

    76 PLOTINO. Enadas,VI 9, 3, 14. Sobre la dialctica como esfuerzo de interiorizacin, como profundizacindel yo, Cf. JANKELEVITCH, V. op. cit., p. 112ss.

    77 PLOTINO. Enadas, VI 9, in fine.

    78 PLOTINO. Enadas,V 8, 4, 52-56.

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