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La Paz, mayo 2015 Página Periódico mensual Mayo 2015 Qollasuyu Bolivia Año 9 Número 105 Edición electrónica La corrupción en el FONDIOC fue, sin duda, el ladrillazo más fuerte que recibió el gobierno de Evo Morales, la caricatura de Lusbel es por demás elocuente. Tan grave, que ayudó a desestabilizar a sus candidatos y, así, en las recientes elecciones, perder alcaldías y una importante gobernación.

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Periódico mensualMayo 2015QollasuyuBoliviaAño 9Número 105

Ediciónelectrónica

La corrupción en el FONDIOCfue, sin duda, el ladrillazo más fuerte que recibió elgobierno de Evo Morales, la caricatura de Lusbel espor demás elocuente. Tan grave, que ayudó adesestabilizar a sus candidatos y, así, en las recienteselecciones, perder alcaldías y una importantegobernación.

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Violencia contraanimales y racismo

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Depósito legal 4-3-116-05

e-mail:[email protected]

www.periodicopukara.com

Teléfonos: 7151904871280141

Calle México Nº 1554, Of. 5La Paz, Bolivia

Director:Pedro Portugal MollinedoComité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboCarlos Guillén

Colaboran en este número:Santos DiamantinoAymar QuispeCarlos MacusayaJosé Luís Saavedra

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Evitar que elracismo aflorenuevamente,requiere unaaproximación a loindígena comosujeto de derechosdiferente alimpregnado porposturasposmodernas.

La muerte en Cochabamba deun can por su dueña —a pedra-das luego de ser colgado y porhaberse comido dos gallinas dela casa— provocó revuelo entodo el país. Dos temas conexossurgieron de este lamentableacontecimiento: El racismolatente en Bolivia y la emergenciade nuevos referentes en lasmovilizaciones sociales.

La persona que protagonizó tanlamentable suceso fue una mujerquechua, de 60 años. A travésprincipalmente de las redessociales el acto de esa “chola”,“mujer de pollera”, fue estigma-tizado en términos a veces francamente racistas, reactualizandoasí el mito del “indio salvaje”. Los llamados a través de esas redespara aplicar a la victimaria el mismo destino deparado al can, nofueron raros, pues: “¿qué puede esperarse de esta gente?”.

Sin lugar a dudas, la muerte del perro fue horrenda. Según elvideo filmado por un vecino, el can aullaba lastimeramente al nopoder morir por la colgadura, recibiendo por ello pedrada traspedrada, hasta que después de un tiempo prolongado expiró.

¿Por qué la repulsa a esa conducta derivó en criterios racistas?Quizás porque en realidad así se descreditaba al gobierno de EvoMorales. Ello, por la ideología con que se intentó justificar al actualgobierno en Bolivia, mostrando al indígena como “reserva moral dela humanidad” y portador de valores distintos al resto de la población.El canciller David Choquehuanca manifestó varias veces, por ejemplo,que para el indígena los derechos de las hormigas son másimportantes que los Derechos Humanos.

Esa artificialidad —la moralidad indígena diferente y superior— yafue desmentida por sucesos recientes, como el desfalco en el FondoIndígena. El caso del can colgado y lapidado terminó pordesacreditar esa ideología, al ser la victimaria una quechua. Sinembargo, la repulsa no fue directamente al gobierno, sino a lapoblación indígena en la que éste se asienta.

Evitar que el racismo aflore nuevamente, con las consecuenciaslamentables que sólo ratificaría la idea de Bolivia como Estado Fallido,requiere una aproximación a lo indígena como sujeto de derechos,diferente al impregnado por posturas posmodernas y culturalistas,que lamentablemente el mismo gobierno ha adoptado.

Este caso provocó también concurridas manifestaciones en variasciudades de Bolivia, reclamando una legislación de protecciónadecuada para los animales. Ese fenómeno indica la emergencia denuevos movilizadores a tomar en cuenta. Sin embargo, la mayoríade los manifestantes pertenecían a los estratos de clase media yculturalmente no indígenas. En una evaluación psicológica que sele hizo a la quechua que victimó al can, ésta demostraba que suconducta no estaba reñida con sus pautas culturales respeto a larelación humano-animal, aunque sí se trata de una desviación de lamisma. Aspectos a tomar en cuenta.

Foto tapa: Caricatura de Lusbel, extractada de la red mundial.

SI A USTED NO LO MOLESTÓ QUIEREDECIR QUE NO LO ENTENDIÓ

Santos Diamantino*Hace varios años que vengo escuchando y leyendo los textos de

H.C.F. Mansilla. En varias presentaciones que asistí pude ver que muchagente salía molesta, porque no oía lo que quería oír. Por ejemplo, en juliode 2014 en el MUSEF, o en marzo y abril de este año, cuando se presen-taron dos de sus obras (Una mirada crítica sobre el indianismo y la des-colonización 2014, y Una mirada crítica sobre la obra de Rene ZavaletaMercado 2015) la gente salía molesta; otros salían como si hubieranrecibido las ideas del gran filósofo. Me pregunto, ¿cuáles son los primerosmotores que motivan a don H.C.F. Mansilla a escribir sobre diversos te-mas que en el imaginario social pasan por normales, y más aún, en siste-mas ideológicos que en la actualidad están de moda? ¿Por qué tan irri-tante para unos (indianistas y amantes de la teoría de la descolonización)y para otros un ídolo (seguidores del liberalismo)? ¿Será que don H.C.F.Mansilla pretende ser el filósofo boliviano de la teoría crítica del sigloXXI, desplazando a lo que las masas del MAS decían del actual vicepre-sidente, como el Sócrates boliviano? ¿Cuál será el objetivo de don H.C.F.Mansilla, que con solo empezar a leer o escucharlo te pone en paradojaexistencial? Una frase que muy a menudo repite es: “pudiendo equivocarmefácilmente, sostengo que la vida social y económica del país nos deparamuchas sorpresas, porque no transcurre la vida humana por leyes deldesarrollo histórico.” Frase que desde ya te pone en duda ideológica, yaque los seres humanos estamos acostumbrados a buscar seguridades.

Pero esto no queda ahí, sino, provoca filosóficamente al pensar quelos notables edificios basados en el marxismo no han resistido la pruebade los tiempos ni de la prosaica realidad cotidiana. Para ello, te sugiereanalizar el manto conservador de tendencias revolucionarias del sigloXXI, ya que las ideologías como el indianismo y las teorías de ladescolonización, enalteciéndolas como si hubiera sido un paradigma defraternidad y prosperidad, lo único que hacen es justificar, un sistemaautoritario, jerárquico y poco innovador en este tiempo.

Además, critica a los elementos más conservadores de la sociedadboliviana refugiados en las fuerzas del orden público, militares, policías,jueces, abogados y fiscales y en algunos estratos intelectuales del país.Enfatiza en los intelectuales de la actualidad, que según él, hablan ennombre de los explotados y de las victimas del imperialismo, ya querepresentan las ideas más rutinarias y convencionales entorno a la historia,al ordenamiento social y a la moral colectiva. Para H.C.F. Mansilla, noson más que intelectuales progresistas que tienen éxito porque apelanastutamente a los prejuicios irracionales de buena parte de la poblacióny al memorial de agravios que permanece incólume. Un memorial que sesegún él mismo, no es analizado objetivamente, sino al calor del momento,y es a partir de ello que sacan provecho ideológico y material.

El gran problema para H.C.F. es que los grupos políticos de hoy, seagarran de este ala ideológico, de esos anhelos postergados de lapoblación, de esos viejos resentimientos dilatados de la población, poreso es que tienen éxito, “son muy astutos”. Estos intelectuales indianistasy teóricos de la descolonización, junto a ello están las nuevas capasjuveniles urbanas de origen indígena, quienes sin darse cuenta adoptanvalores de la postmodernidad, pero reniegan contra el imperialismo.Asimismo les pregunta a estos seguidores si son capaces de renunciar alos placeres que la postmodernidad les ofrece, y vivir como ellos pregonan.

Para H.C.F., el indianismo y las teorías de la colonización son teorías demoda, que se sirven de ideologías como la igualdad, pero que en larealidad la vida es totalmente distinta. El igualitarismo es un artificio depropaganda para tranquilizar a las masas de la población y para confundira muchos, que según él es lo más fácil. Las tendencias indianistas ypopulistas, son fundamentalmente reacias a poner en duda sus propiosprincipios y valores de orientación, y sus visiones del futuro. Es por esoque no generan un conocimiento científico seguro y genuino, lo únicoque hacen es atacar el legado europeo utilizando herramientas ajenas.H.C.F. Mansilla no entiende a los nuevos seguidores del indianismo, ni alos descolonizadores en su ambivalencia ideológica, porque quierenmodernidad y desarrollo, imitando un paradigma netamente occidental.Para H.C.F. Mansilla es imposible sustraerse a la enorme culturaglobalizadora occidental. Por eso es que algunas posturas son infantiles.El respeto a la madre tierra permanece en el campo de la retórica y laactividad pública se limita a obedecer a personas que están arriba. Portanto, la historia se repite.

Con todo esto, ¿quién no se sentiría interpelado? ¿Quién saldría biende una presentación de un libro, que hace remover los cimientosideológicos sobre los que uno había trabajado durante mucho tiempo?¿Por qué no repensar algunas cuestiones que tenemos por ciertas? ¿Osimplemente los dejamos de lado y seguimos en lo que supuestamentees normal?* Lic. Filosofía, Músico, estudiante de último año de antropología de la UMSA.

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Bibliografía:

Estado y racializaciónen BoliviaCarlos Macusaya

La Konrad Adenauer Stiftungpresentó a finales de marzoHalajtayata. Racismo y etnicidaden Bolivia libro de Rafael Loayza.Se trata de una edición “actua-lizada”, la cuarta. Tomando encuenta que el racismo es un temaque, salvo casos excepcionales,no se toma seriamente en Boliviaes destacable que un trabajosobre este incómodo asunto seapublicado. En las líneas que siguenapuntaré “al vuelo” tan solo algu-nas –y de modo sintético– obser-vaciones críticas a este destaca-ble trabajo, en el cual encuentrovarios aportes y observacionesperspicaces que comparto hastacierto punto (en su mayoría seencuentran en el tercer capítulodonde se exponen analíticamentelos resultados del trabajo decampo).

En general, lo que llama la aten-ción del trabajo de Loayza es elmanejo ágil de ideas y conceptosplanteados en investigaciones so-bre racismo y etnicidad hechas enotros países; sin embargo pasa loopuesto respecto a investigacio-nes o trabajos hechos en Bolivia,que de una u otra manera se refie-ren al mismo tema. Loayza citatrabajos, dedicados al racismo oa la etnicidad, de sudafricanos,escoceses, etc., pero no de boli-vianos. Téngase en cuenta queen este país hay un Observatoriodel Racismo que ya ha publicadovarios trabajos. Podría ser que pa-ra Loayza esos trabajos no valganla pena. También es resaltable queen los trabajos de ese ObservatorioLoayza nunca es mencionado;pareciera que se ignoran mutua-mente, tal vez por diferenciasideológicas. Pero, siendo que eltema del libro de Rafael Loayzaes, en general, racismo y etnicidaden Bolivia, pasar por alto (omenospreciar) aquellos trabajosque se han “hecho en casa” lequita valor a su investigación.

Un aspecto que deja la impresiónde confusión y que subyace endistintas partes del libro es la ideaque la identidad es “una construc-ción individual en interacción conlas relaciones sociales”1. Las rela-ciones sociales serían algo con loque el individuo interactuaría y nola interacción de los individuos en

la que se definen mutuamente; loque está muy cerca de suponerun mundo individual al margen delas relaciones sociales, y por lotanto un individuo predeterminado:el individuo por un lado y las rela-ciones sociales por otro. No estáde más recordar que el hombre:“Como no viene al mundo provistode un espejo ni proclamandofilosóficamente, como Fichte: ‘yosoy yo’, sólo se refleja, de primeraintención en un semejante”2.

Loayza apunta con claridadcómo el Estado boliviano, a lo largode su historia, clasificó a lapoblación en sentido racial a partirde categorizaciones, las que serían“fundamentos que instituyeron unestigma poderoso en las relacionessociales” (234), además trata dedar algunas pautas sobre loscambios políticos en el país, desdeel 2003, en función a la idea de“competencia racial”, vinculada ala incapacidad del Estado de incluira los “indígenas” al proyecto“nacional”.

Los problemas implicados en laformación y papel político de los“movimientos indígenas” los atribu-ye a la “debilidad” del Estado. Estoes importante pues nos pone fren-te a la certeza del autor: “Ladebilidad del Estado en Bolivia esconsecuencia de la falta de soli-daridad social” (69). El implícitodeber ser apunta a la “solidaridadsocial”. Solidaridad sería lo faltante(y deseable) para lograr “plenitud”social y fortalecer el Estado, peroen realidad el autor no percibe queen su deber ser proyecta un ideala partir de “un significante (soli-daridad) ejemplar de la imposibleplenitud de la sociedad”3. Dehecho, las formaciones estatales,en general, son ya la expresiónmisma de “falta de solidaridad so-cial” o mejor dicho de las contra-dicciones sociales. Pero además,la “falta de solidaridad social” noes un elemento que explique ladebilidad del Estado boliviano, sinosu ubicación dentro de la economíamundial y las relaciones interesta-tales, en relación a la estructuraproductiva y de mando que se hadesarrollado en el país.

Si bien el autor trata de explicarel racismo en relación a “diferen-cias de clase racializadas” (64),su comprensión sobre las claseshace difícil tal explicación. Él cree

que las clases se definen por losingresos económicos. Pero no sonlos ingresos lo que diferencia ensentido racializado a las clases,sino las funciones en el procesode producción y circulación lo quecondiciona los ingresos. Así, deter-minados procesos de trabajo soncumplidos por individuos prove-nientes de grupos diferenciados ensentido racializado. Por ejemplo,en general: el trabajo intelectuales realizado por “q’aras”, el trabajomanual por “indios”; claro que yamuchos aymaras se han profesio-nalizado, pero, por lo general, sutrabajo es menospreciado enrelación a los “otros” y los espaciosque ocupan sufren una devalua-ción simbólica. Las diferencias declase en Bolivia expresan procesosde racialización de la fuerza de

trabajo, lo que hace “más explo-tables” a quienes son represen-tados como de otra raza4 y condi-ciona la formación estatal.

Pero no sólo se trata de la defi-ciencia en la compresión respectoa la debilidad del Estado y laracialización de la fuerza detrabajo, sino en cómo entiende engeneral el Estado-nación, enrelación a los “indígenas”. Porejemplo dice: “Siendo que, salvoen el caso de los quechuas, lamayoría de las culturas originariasno conformaron nunca estadosnacionales (sistema de gobierno,ejército y clases sociales) difícil-mente pueden existir aspiracioneshistóricas de autodeterminación engrados etno-nacionales” (232).Entonces, ¡el incario fue unEstado-nación! En esto Loayza

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parce estar muy cerca de algunosindianistas. Pareciera que bastaríala existencia de un “sistema degobierno, ejercito y clases socia-les” para hablar de Estado-nación,pero estos son sólo aspectos decualquier Estado en general. Elimperio romano, como el incaico oel mongol, tuvo sistema de gobier-no, ejército y clases sociales, perono era un Estado-nación. El Esta-do-nación es “la forma transfi-gurada del Capital”, por lo que nose lo puede ubicar ni en el incario,ni en el imperio romano, etc. Elreferirse a el Estado pre-colonialen los Andes como lo hace Loayzaes un anacronismo conceptual,fruto de falencias teóricas.

El hecho de que los aymaras noformaron un Estado nacional adiferencia de los quechuas, comolo entiende Loayza, explicaría queno tengan aspiraciones de auto-determinación. Es decir que lasaspiraciones de autodeterminaciónestarían determinadas por laexistencia en el pasado de unEstado nacional, que sería el casode los quechuas, según imaginaLoayza. Pero en Perú, donde seconcentra la mayor cantidad depoblación quechua, no se hangenerado movimientos políticosquechuas por autodeterminación,por separarse del Estado peruano,aunque nuestro autor crea que elincario era un Estado nacional.Incluso muchos grupos en ese paístoman como referencia lo que losaymaras han hecho, y lo que seha hecho en nombre de ellos, enBolivia, a pesar de que los aymarasnunca formaron un Estado-nación.

Sus incongruencias sobre lanación no acaban, más auncuando se refiere a Bolivia: “Esevidente que el sentido de lailusión nacional fue fuertementelastimado cuando se perdió, guerrade por medio, la cualidad marítimaen 1979” (270). Uno se preguntaqué le lleva a pensar a nuestroautor que en aquellos años elEstado había logrado consolidar lailusión nacional, cuando lo quepasó fue que posteriormente seusó la pérdida marítima para forjarun ideario nacional (de víctima).

A pesar de que el autor afirmaque en su “libro aspira a discutirlas iniciativas para reclamar ygenerar los dominios culturales delos pueblos indígenas en Bolivia” yde que trata de ocuparse delracismo y la etnicidad en Bolivia(301), se ocupa más de los ayma-ras, aunque de modo deficiente.Para él “La comunidad nacionalaymara fue tremendamente tras-formada durante el colonialismoespañol” (291). Pero antes de lallegada de los españoles, y de laconquista inca, los señoríosaymaras (collas) compartían, porejemplo, el idioma, pero no eranuna “comunidad nacional”. Ade-más, afirma que a los aymaras “losincas a través de siglos ya los

habían aculturado” (29); ¿comopodía darse tal proceso “a travésde siglos” si la dominación inca enestas tierras no duró ni cien años?

Es casi jocoso cuando dice que:“la jurisprudencia colonial consolidódesde las clasificaciones oficialesla segregación económica, políticay social de los habitantes origi-narios de América anulando todossus derechos civiles y ciudadanos”(203). Es decir, que antes de laconquista española había “dere-chos civiles y ciudadanos”. Tal vezcree que los padres del liberalismofueron los “habitantes originariosde América”.

Cuando se refiere al ayllu lo hacea partir de las nociones de públicoy privado, e incluso haciendoaseveraciones aventuradas sinmayores sustentos más que laafirmación de “Para muchoscronistas”. Aunque suene gracioso,incluso insinúa que en los aylluslos aymaras desarrollan su vidapolítica “entendiendo la máximapopperiana” (152). Creo que nohace falta hacer un trabajo decampo para ver en qué medida laforma de gobierno en ayllus sebasa en Karl Popper. Seguro noencontraremos algún libro dePopper por esos lugares, sinobiblias, lo que no dice nada de lasformas de gobierno que trata de“explicar” el autor. Pero además,cuando hace referencia a la “per-sistencia” del ayllu, afirma que lasiniciativas estatales “no han sidocapaces de sustituir su prepon-derancia a la hora de posibilitar elorden social” (154). Es decir, queen el ayllu los aymaras vivirían enun mundo sin orden (“mundo desalvajes”) y que el Estado bolivianono pudo “posibilitar el orden social”del que carecerían quienes vivenen ayllus. Se puede decir que elideal de Loayza es “civilizar a lossalvajes” que viven en ayllus pormedio de la “solidaridad social” yasí superar la “debilidad delEstado”.

Cree Loayza que la ReformaAgraria “estableció los medios porlos que las comunidades indígenaspudieron recuperar tierras usurpa-das” (71). Pero la forma de la dis-tribución de tierras no apuntó a“comunidades indígenas”, menosdio lugar a que, en tanto comuni-dades, recuperaran sus tierras,sino que se trató más bien de unproceso de individuación respectoa los “campesinos” como ciudada-nos y a la “liberación” de fuerzade trabajo, a la proletarización.

Al referirse a la Revolución Nacio-nal apunta que “El proletariado noestaba constituido exclusivamentepor campesinos sino por mineros”(78) y aclara que estos últimoseran “en la generalidad mestizos”.¡La idea que tiene de clase sociales tan ambigua –como ya se hizonotar– que cree que los campe-sinos eran proletarios! En otrolugar menciona las categorías:

“fuerza de trabajo” y “medios deproducción” (156), que le hubieranservido para hacer una definiciónalgo menos ambigua sobre clasessociales. Pero cuando clasificaracialmente a los mineros, no tomaen cuenta que estos eran ex-comunarios y que ocasionalmentevolvían a sus comunidades ¿Quélos haría “racialmente” no “campe-sinos”? El autor queda confundidoen las propias ideas que quieredesarrollar.

Mientras afirma que era de supo-nerse la formación de gruposbasados en la diferencia étnica porcómo se dio la “revolución nacio-nal”, aludiendo indirectamente alos movimientos indianistas, pare-ce sorprendido por el hecho de quela elección de Evo como presidentehaya “recrudecido” el racismo.Siendo que la estructura de mandoinstitucionalizada en Bolivia hafuncionado reproduciendo lasjerarquías racializadas, la elecciónde un presidente percibido comode “la raza inferior” debía generar“obviamente” “recrudecimiento” enlas contradicciones sociales. Peroademás, la obviedad que perciberespecto a la “revolución nacional”conlleva algo “claro”, que él asumeimplícitamente no merece ser“aclarado.”

Esta “obviedad” le impide ver losprocesos concretos, iniciativas ymovimientos, que dieron origen ala wiphala, a la emergencia de undiscurso que presenta a TupajKatari o Zarate Willka como loshéroes “indios” en oposición a loshéroes bolivianos (a pesar de quemenciona estos símbolos, peroevidenciando sus carencias deinformación). Esto es importantepues, siendo un estudio sobreracismo y etnicidad en su trabajose menciona de un modo excesi-vamente ligero al katarismo, sinconsiderar al indianismo y cayendoincluso en llamar katarista alindianista Felipe Quispe. Ello seexplica por la idea extremadamentevaga que tiene sobre los procesosde formación de la concienciapolítica entre los aymaras.

Pero, además, le dedica algunospárrafos al ya desgastado AlcidesArguedas, cuando bien podíahaber trabajado, un poco siquiera,cómo es que los “indígenas” hanrepresentado en sus trabajos yescritos a los “otros”. Pero la dife-rencia que hace entre “caste-llanohablantes” e “indígenas”, leimpide ver que fueron los activistase intelectuales aymaras quienespolitizaron su identidad en trabajosescritos en castellano (como los“negros” lo hicieron en otras lati-tudes). Como ejemplo: mientrasLoayza apunta a “agresiones acitadinos” (62) por el uso de lacorbata, insinuando que todos loscitadinos usan corbata, no tieneidea de que quienes construyeronla imagen de los “q’aras” simbo-lizada en la corbata fueron los

indianistas (no los kataristas):“Será estrictamente prohibidollevar corbata, verdadero símbolode sojuzgamiento blanco”5.

Así como no muestra ningúninterés en los trabajos intelec-tuales y políticos de los “indígenas”en la problemática de la etnicidady del racismo en Bolivia, es deresaltar que cuando menciona aun historiador aymara, RobertoChoque (quien no figura en labibliografía), lo hace no comohistoriador, sino como ejemplo del“estigma popular”.

En general, en su descono-cimiento sobre los procesos depolitización entre los aymaras veal MAS como “racialista” y alkatarismo como “etnicista”.Curiosamente, hay kataristas quemarcan su diferencia con elindianismo, acusando a este últimode “etnicista”. Lo cierto es que elmovimiento que se concentró enel carácter racializado de lasrelaciones sociales en Bolivia nofue ni el MAS, ni el katarismo, sinoel indianismo; claro que los frutoslos cosechó el MAS.

Es resaltable que el autor entien-de el racismo, la discriminación,como “desajustes” (62), dando aentender que un ajuste arreglaríael problema. Pero esos “ajustables”son los síntomas del orden social,la expresión de su carácter. Peroademás, es llamativo que afirmeque en Bolivia “no se ha sabido degrupos que se violenten contraintegrantes de los percibidos comoétnicamente distintos” (156); talvez lo de la Unión Juvenil Cruce-ñista sólo nos lo imaginamos algu-nos o tal vez la cuestión está enque se trataba de agresiones agrupos percibidos racialmentedistintos y no étnicamente, por loque no encajarían en la mirada quesobre el punto tiene Loayza.

El autor cree que la “identidadracial” ha sido “ideologizada” desdeel 2003. La idea de ideologizaciónsupone que lo ideologizado notendría relación con la ideología.Valga decir que lo “no ideológico”es la forma “pura” de la ideología.Antes del año 2000, los sujetosracializados, asumían que suestatus social era algo natural porlo que las jerarquías racializadasfuncionaban por la eficacia ideo-lógica de la racialización. Es decirque la “identidad racial” es laexpresión misma de la ideología yno puede existir por “fuera” de ella,para luego ser susceptible de ideo-logización. Lo que pasa es que lacondición social racializada y susrepresentaciones son politizadasdesde el año 2000 y básicamentepor el discurso indianista de FelipeQuispe (aymaras vs. q’aras), quepone énfasis no solo en lo aymara,sino en lo “q’ara”.

Me he quedado sin espacio y yano puedo seguir lamentablemente.Dejo sin poder mencionar ideas

Continúa en la página 8

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Ideología:

Presentación de las ObrasCompletas de Fausto ReinagaDaniel Sirpa Tambo

La presentación pública de las Obras Completas de Fausto Reinaga tuvo lugar en La Paz el 8 de abril de 2015, en el auditorio delBanco Central de Bolivia, repleto de público interesado en el tema.

Fuente foto: http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/jpg/dsc_0187ok-6.jpg

Después de varios años deespera el 8 de abril en un actopúblico en el auditorio del BancoCentral de Bolivia se presentaronlas obras completas de FaustoReinaga, por iniciativa de variasentidades, entre las que laVicepresidencia del Estado jugóun rol preponderante.

Ese acto es muy significativo,pues implica poner a disposicióndel público varias obras que deotra manera hubiesen sido deacceso difícil y restringido.Fausto Reinaga es consideradoel ideólogo del indianismo. Estaideología política es poco cono-cida en Bolivia y en el mundo ensu dimensión teórica, a pesar dehaber influido en la constituciónde los movimientos indios con-temporáneos en Bolivia y entodo el continente americano yde estar al origen de una seriede acontecimientos políticos enBolivia que, de alguna manera,concluyeron con el acceso deEvo Morales y del MAS al go-bierno de este país.

La razón de la importancia deesta ideología y, paradójica-mente, de lo mal conocida quees, radica en el carácter radicalde su formulación. Cuando nació

el indianismo, en las décadas 60y 70 del pasado siglo, lascondiciones eran tales que hablardel indio, proponer organi-zaciones políticas indianistas yenarbolar símbolos como lawiphala, era algo escandaloso yprovocador.

El primer partido político, depoca duración, en enarbolar laideología indianista fue el PartidoAgrario Nacional, PAN, el año1963. Posteriormente, en ladécada de los años 70 surgiráel Movimiento Indio TupakKatari, MITKA. Estos partidosproclamaban algo que sonaba aherejía a los oídos de la clasepolítica de ese entonces: elacceso del indio al poder político.

Estas organizaciones, y otrasmenores que surgieron cuandoel MITKA implosionó en la décadade los 80, lograron elaborar unaserie de planteamientos quefueron resistidos y combatidospor la integridad del sistemainstitucional político en Bolivia.Partidos políticos, organismos

nacionales, iglesias y la “élite”intelectual arremetieron contrael indianismo. Esta arremetida seconcretó con el vacío de comen-tario y análisis de esta ideologíay de esos partidos. El sistemapolítico de entonces, derecha eizquierda confundidos, hicieronun vacío al indianismo. Si alguiendesea en la actualidad hacer untrabajo académico sobre Cons-tantino Lima, Luciano Tapia, Sa-muel Coronel , el PAN, el MITKAy el indianismo, no encontraráregistros documentales, a pesarde haber sido estas personas yestas organizaciones importan-tes en el devenir político de estepaís.

En vez de las personas y orga-nizaciones citadas, el investi-gador encontrará abundantebibliografía sobre el katarismo ysus dirigentes. Es que esa ten-dencia, surgida como respuestaal indianismo por obra de la clasepolítica y de las instituciones deiglesia y de ONGs, fue utilizadapara contraponer al indianismo.

Por ello, lo curioso es que sobreel katarismo la bibliografía queexiste es de escritores q’aras:Silvia Ribera Cusicanqui, JavierAlbo, Javier Medina, JavierHurtado, entre otros, quienespudieron teorizar sobre los in-dios en el katarismo, ya que noles permitían los indianistashacer lo mismo sobre sus ideasy organizaciones. Ello muestrala tremenda manipulación exis-tente entonces, a tal grado queincluso terminaron en contra-dicción con esos personajes loskataristas, a través del Movi-miento Revolucionario Tupaj Ka-tari, MRTK y de la ConfederaciónÚnica de Trabajadores Campe-sinos de Bolivia, CSUTCB, quecontrolaban entonces,

El pensamiento de las obrasde Fausto Reinaga se emparentamás a la ideología indianista quea la katarista, aun cuando estaúltima también la reivindica comoreferencia. Sin embargo, loparticular es que la relaciónentre Fausto Reinaga y estas

¿Cuál lapertinencia deeditar ahora estasobras? No se tratade unreconocimientopuramentesimbólico parasatisfacerexpectativas dehalago moral,sino que tiene unaproyecciónpolítica futura.

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organizaciones indianistas fueesporádica, incompleta y con-flictiva. El escritor indianistatenía una obsesión por serconsiderado el “inka” de esasorganizaciones, situación quelos militantes indianistas noaceptaban. Esa ofuscación per-sonalista, que cuando leemos lasobras de Fausto Reinaga sepresenta como un empalagosoegocentrismo, estorbó una rela-ción adecuada. La reivindicaciónque el mismo Reinaga hace dehaber sido el ideólogo delindianismo no permite al lectorpercatarse que la organizaciónpolítica indianista (en la queReinaga no militaba) fue la queinfluyó en el pensamiento delescritor y no siempre al revés.

Entender esta relación esposible ahora a través de lalectura de las obras completasde Fausto Reinaga. A este pen-sador se lo conocía hasta hacepoco fundamentalmente por suobra emblemática, La RevoluciónIndia, y por sus últimos escritospachamamistas, que algunoserróneamente creen que es con-tinuidad y superación del india-nismo. Las obras completas nospermiten conocer la disparinspiración ideológica que tuvoReinaga en sus diferentes perio-dos y el tremendo fanatismocon que defendía cada una deesas adscripciones: Reinaga fuecristiano militante, ateo con-vencido, militante comunista (delPIR), nacionalista, indianista yposteriormente reinaguista (elnombre personalísimo que utilizóen su época pachamamista).

En cada uno de estos perío-dos, Reinaga fue intransigentey dogmático, cambiando des-pués en lo que abjuraba con lamisma dureza y dogmatismocon que defendía su anteriorposición. En su autobiografía, MiVida, Reinaga justifica esoscambios como un arduo trabajode liberación individual de unOccidente que se había em-peñado en lavar su cerebro. Esturbador cuando se refiere alperíodo en el que su ideal debelleza femenina era “la mujerrubia, de ojos azules, de narizgriega y cabellos de sol”, períodoen el que para él “la mujer de miraza, la negra, la mongol eranmujeres feas”. Sin embargo, quese sepa, nunca Reinaga consumóun amor según sus idealesraciales. ¿Lo que refiere él sobresu vida íntima, es una metáforade lo que le pasó en el conjuntode sus vivencias y de suspensamientos?

Si aceptamos entonces que elindianismo no puede reducirsea Fausto Reinaga, ¿cuál es la

vinculación del escritor con lacausa política? En una época enla que la dificultad de acceso delindio a los centros de saber yde formación era mucho másintensa que en la actualidad (sepodría decir incluso, sin ningúnparangón) y si tomamos encuenta el papel que la situacióncolonial daba a cualquiertinterillo, como mediador entrela población analfabeta y lasinstituciones de poder, com-prenderemos lo importante quepara los indios militantes eracontar con alguien como FaustoReinaga quien, más que tinterillo,era abogado que había sidoantes diputado por el MNR.

Esa relación entre Reinaga yel movimiento político indianistanaciente es lo que vale la penaconocer a través de sus dife-rentes obras, pues Faustoretrató y reflejó el período másglorioso del indianismo, al mismotiempo que vilipendiaba a susmismos actores políticos.

No es exagerado considerar ala Revolución India como el librosumun de este escritor. Estambién el libro por el que esconocido en el exterior. En el actode presentación, cuando tomóla palabra Elizabeth Orihuela dela Fundación Amaútica FaustoReinaga, comentó que en unaocasión en que viajaba con todaslas obras de este escritor, en elPerú, alojada en un convento dedominicos, entregó esa obra aun sacerdote de esa orden,quien después le comentó quejamás había leído una obra contal mensaje y un mensaje contal fuerza; es seguro que esesacerdote no hubiera pensadolo mismo leyendo cualquier otrolibro de Fausto Reinaga. Y escierto: En la producción deFausto hay un antes y undespués de La Revolución India.

La Revolución India refleja elmomento histórico del india-nismo en Bolivia, de la mismamanera que sus otras obrasreflejan otros momentos histó-ricos. La producción de Reinagano es, en consecuencia, homo-genea.

La dispar producción de eseescritor puede confundir a unlector no prevenido, pues encada uno de sus períodos —como decimos más arriba—Fausto Reinaga es tajante yperentorio, para luego desde-cirse y buscar nuevas ideas a lacual prestar la radicalidad de supluma. Es lo que sucede cuandoescribe en 1949, por ejemplo,que Víctor Paz es un traidor(Obras completas, tomo I,volumen II, 2014), para luegodesmentirse y humillarse escri-

biendo su retractación (artículo“Me he equivocado” publicado enEl Diario el 6 de mayo de 1952).Pero no se trata de una anomalíaexcepcional como suele suceder-le a cualquier escritor y hombrepolítico: en Reinaga no es laexcepción, es la norma.

Esta situación, de escribir algoy en otro libro todo lo contrario,tiene sin embargo cierto hiloconductor: el tema de lo indio.El indio un sujeto que perma-nentemente le preocupa, aun-que en cada período suyo tengaun enfoque diferente. Así, en elmismo libro en el que califica detraidor a Víctor Paz Estensoro,Reinaga escribe:

“La realidad inocultable,materializada: [Bolivia] es un paísde minas y de indios. Todo lohumano es indio en Bolivia. Indiosbroncíneos, indios blancos eindios rubios. Indios de ponchoy ojota e indios de cuello ycorbata. En Bolivia, todo es indiopor fuera y por dentro; más pordentro que por fuera. Loabsoluto: que Bolivia es unapatria india” (p. 99).En sus primeros escritos el

indio, en Bolivia, para Reinaga,son todos y cualquiera, apre-ciación que con ciertos maticesretomará en su último período,el pachamamista, y que contras-ta con su posición indianista,cuando el indio es un sujeto his-tórico de emancipación política,lo que conlleva que no todos enBolivia pueden ser indios.

Es seguramente esta variedad,a momentos incongruente, delos conceptos reinaguistas loque confunde a muchos y queseguramente explica la mediocrepresentación que de estas obrashicieron algunos de los comen-tadores el día de su presentaciónpública, en particular los direc-tivos del Convenio Andrés Belloy de la Carrera de Filosofía de laUMSA. Era como si no estuvie-sen seguros del valor de lasobras que sus institucionespatrocinaban. En medio de esasexposiciones, en general depri-mentes, sobresalió la presenta-ción del Vicepresidente ÁlvaroGarcía Linera, quien en contrastecon los demás expositores síhizo un análisis conceptual ypolítico de esas obras. Si bien laexposición de esta autoridadestuvo matizada con gentilezasa ratos exageradas a la personadel desaparecido escritor, acertóal indicar que el aporte más gran-de de Fausto Reinaga en elpensamiento político boliviano eshaber definido al indio como“sujeto político de emancipa-ción”. Y esa es una definicióncaracterística de su período in-

dianista, de la Revolución India,no de antes ni de después.

¿Cuál la pertinencia de editarahora estas obras? No creemosque sea un reconocimiento pu-ramente simbólico cuyo alcancese agote con satisfacer lasexpectativas de halago moral dequienes se sienten poseedoresde los “derechos reservados” deFausto Reinaga, sino que tieneuna proyección política futura.

Los miembros de la FundaciónAmaútica Fausto Reinaga queparticiparon en ese evento,institución que coadyuvó a esapublicación sin comprometerseen la financiación de la misma(otra institución que participó enlos mismos términos fue laorganización indígena MINKA,pero cuyos representantes nofueron invitados a la testera),en la toma de palabra que hizosu delegada Elizabeth Orihuela,parecían interpretar ese actocomo un hecho que rompería elcerco del silencio con el que seenclaustró a ese escritor y quea partir de ahí se debería inten-sificar el estudio de sus obras,como si se tratase de un resar-cimiento hacia los desplantesque sufrió en vida ese teórico.Parece una visión inscrita en laasimilación de Reinaga sobretodo a sus últimas obras pa-chamamistas, y en una proyec-ción de acriollado culto a lapersonalidad.

Sin necesariamente denigraresas expectativas, creemos queel verdadero valor de FaustoReinaga es el político. El períodoque vivimos en gran manera sebasa en las preocupaciones quemotivaron los escritos deReinaga y deberían haber sidosu culminación. Dado que ladescolonización es todavía tareainconclusa, el conocimientocompleto de Fausto Reinaga,permite ubicar esa producción ensus términos más cabales yrealistas, para ver de qué maneraes un aporte para las tareasfuturas. La publicación de lasobras de Reinaga hará surgirtambién, de seguro, trabajos deinvestigaciones centrados en losaportes teóricos e ideológicosque existieron también a partirde los años 60 en Bolivia porparte de las organizacionespolíticas indianistas y kataristas,aparte de los trabajos de Rei-naga. Es el conjunto de eseconocimiento el que puedemotivar la creación de unainterpretación contemporáneade la histórica lucha del indio porsu liberación: He ahí, para noso-tros, el valor de la publicaciónde las obras completas deFausto Reinaga.

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Reconocimiento a Pablo Velásquez:

Una presentación dirigida a losjóvenes..., ¡pero sin ellos!Aymar Quispe*

Fueron los jóvenes ycombatientesquienesmantuvieron vigenteel mensaje deReinaga, no algunaFundación, peroesos decididosluchadores, susesfuerzos,atrevimientos ytravesías fueron enese acto«amaúticamente»ninguneados.

Las obras completas de Fausto Reinaga fueron editadas en 3 tomos y 10 volúmenes. En la foto parte de los volúmenes impresos. El precio esbastante accesible, 250 bolivianos en la edición rústica, lo que constituye una contribución meritoria a que el conocimiento de esta producciónno sea obstaculizado por el factor económico. Fuente foto: http://movimientoindianistakatarista.blogspot.com/

El 8 de abril se presentaronlas Obras Completas de FaustoReinaga en el Auditorio del Ban-co Central de Bolivia (La Paz),luego de que pasaron variosaños desde que se anunciaraoficialmente esta presentación.Participaron en el acto repre-sentantes de la institucionesfinanciadoras (Carrera de Filo-sofía, Convenio InternacionalAndrés Bello y la Vicepresidenciadel Estado). En la testera estu-vieron también representada laFundación Amáutica Fausto Rei-naga con dos de sus miembrosy con su “especialista”, EstebanTicona. Lo que se remarcóbastante por el público y porvarios de quienes tomaron lapalabra, fue la alusión a que “losjóvenes” deberían conocer aFausto Reinaga; idea que parecíaignorar deliberadamente que fuejustamente un joven el principalgestor de la publicación dedichas obras, nos referimos aPablo A. Velázquez Mamani,miembro del grupo MINKA.

En el prologo a las Obras com-pletas de Reinaga (Tomo I, volu-men I, p. 17) se puede leer: “lavicepresidencia del Estado Plu-

rinacional asumió la iniciativa depublicar la obra completa de esteimportante pensador boliviano”.Sin embargo, no se menciona elimportante papel del principaljoven gestor de esta publi-cación. Pareciera que la historiase repite, ya que vemos cómolos jóvenes indios son ningu-neados y sus iniciativas sirvensolamente para que otros sebeneficien.

El director de la Carrera deFilosofía de la Universidad Mayorde San Andrés, Iván Orosa, enel momento de tomar la palabra,reconoció que la iniciativa de lapublicación fue de Pablo Velás-quez, cuando éste era dirigentedel centro de estudiantes de esacarrera; pero, “extrañamente”,Pablo no fue tomado en cuentapara el evento “de la vice”. Ade-más, Orosa también anunció quela carrera de Filosofía abrirá unamaestría gratuita de FilosofíaAndina, pero “olvidó” mencionarque esa maestría es otro de losproyectos logrados por PabloVelázquez, quien, entre otrascosas, también consiguió quedurante un semestre se impar-

tiera la materia de pensamientopolítico indianista katarista en lacarrera de Filosofía.

Cuando Hilda Reinaga, sobrinade Fausto, tomó la palabra dejóen evidencia que se vio obligadaa reconocer “mínimamente” elpapel de Pablo, pero luego, con-tradiciéndose, dijo que “estabanpresentes todos los que teníanalgo que ver con la publicaciónde las obra” (afirmación no sólodiscutible), como queriendo in-dicar que Pablo no tenía nadaque ver, o justificando que nose lo haya considerado. Es pararemarcar cómo se aludía a losjóvenes y su papel en abstractoy se relegaba concretamente aljoven gestor de la publicación.

Cuando Pablo empezó a andaren este proyecto, a mediadosdel año 2009, anduvo buscandoel modo de financiarlo. Consiguióel apoyo de su carrera, perocomo el dinero no era suficiente,buscó otras instituciones, y elConvenio Andrés Bello aceptócofinanciar el proyecto. Pero aunasí el dinero era insuficiente yPablo se acercó, entre otros, alhoy famoso (por los casos de

corrupción) Fondo Indígena,donde nadie mostró interés;también trató de buscar elapoyo del Viceministerio deDescolonización, pero tampocoa ellos les interesaba (sólo des-pués buscaron hacer algo porFausto Reinaga, al ver que “elvice Álvaro” iba a patrocinar elproyecto de Pablo); incluso, llegóa buscar al Canciller DavidChoquehuanca, obteniendo losmismos resultados. El mensajeera claro: los “indios” que estáncoyunturalmente en esferas depoder no tienen ningún afán encolaborar a jóvenes en susproyectos. Sólo cuando casiestaba por desecharse la publi-cación de las obras de Reinaga,y con mucha desconfianza,Pablo se acercó a la vicepre-sidencia, como “última opción”.

Es, en consecuencia, sarcásti-co y hasta insultante que en elevento se aludiera a los jóvenes¿Cómo se puede esperar pro-tagonismo de los jóvenes,hablándoles de que debenconocer a Reinaga, si uno de losjóvenes que más se compro-metió con la obra de ese escritor

* Miembro del grupo MINKA.

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fue prácticamente ninguneado?Quizá esto es lo que se esperade ellos: que hagan el trabajoduro y después, cuando mues-tran no ser dóciles, se los puedadescartar (tal vez es así comofunciona la llamada “comunidadamáutica”). Ningún “reinaguista”ha logrado lo que Pablo Velás-quez pudo hacer; ni aún tra-bajando en la Cancillería (Este-ban Ticona fue funcionario allí),ni pasando por alguna embajada(el “reinaguista” Jorge Mirandafue embajador en Irán), esosreinaguistas amautistas nadalograron para su mentor. Peroes cierto que un joven, siendodirigente de una pequeñacarrera en la UMSA, hizo másque ellos y muchos otros másjuntos.

Por otra parte, en el eventose dio la impresión de que quie-nes presentaron las obras ha-blaban sin tener idea algunasobre el papel que jugaron “lasnuevas generaciones”, “losjóvenes”, en la difusión de lasideas de Reinaga. Fueron losjóvenes quienes mantuvieron lafigura de Fausto Reinaga vigentellevarando sus obras a plazas yferias de pueblos; organizandodebates en distintos lugares,como la UPEA, Universidad de ElAlto. En ello activó no solo elgrupo MINKA, aunque tal vez fui-mos los más inocentemente tes-tarudos en esta labor, sino tam-bién muchos otros jóvenes, yantes que nosotros quienes enla misma labor se esforzaron yforjaron en una lucha política eideológica desatada desde el año2000, trabajo que demostrósus frutos cuando el indígenarural paralizó el país el año 2000y cuando el 2003 el indígena suburbano depusó tras arduasmovilizaciones al presidenteSánchez de Lozada.

Fueron los jóvenes y los com-batientes, armados de La Revo-lución India, quienes mantuvie-ron el mensaje de Reinaga, y noalguna Fundación o herederocarnal de ese escritor. Pero estosdecididos luchadores, sus es-fuerzos, atrevimientos y trave-sías, fueron echados al olvido,fueron en ese acto “amáutica-mente” ninguneados.

Es llamativo que, en el eventoque comentamos, cuando pre-sentaron a Esteban Ticona lohicieron con gran pompa como“estudioso de la obra de FaustoReinaga”. Pero su participaciónfue muy pálida, aunque eso escaracterístico en él. El “espe-cialista” sólo dijo cosas que nole pusieran en conflicto ni con lasobrina de Reinaga, ni con elvicepresidente; o sea, que trató

de no meterse en problemas.Sabiendo que el gobierno notiene buenas relaciones con losindianistas y kataristas, quienesson muy críticos con FaustoReinaga, no es de extrañar quehayan invitado al inofensivoEsteban Ticona a este evento.Lo que a Ticona le mereció aplau-sos en el acto fue el decir que“los funcionarios del Estadodeberían leer a Reinaga”, ideaque en los espacios de iniciados(principiantes) es algo común,pero se esperaría más de “unestudioso”; sin embargo Este-ban Ticono se vió rebatido ensu ocurrencia cuando el vice-presidente Álvaro García Lineraindicó que el primer funcionario,Evo Morales, sí había leído LaRevolución India... Tal vez lo queTicona quería decir es que él nopodía explicar a Reinaga y quepor ello sería mejor que lo leanlos funcionarios. En general, lospanelistas no dijeron nada quefuera incisivo y novedoso.

¿No hay personas que puedendecir cosas más interesantessobre Reinaga, que los pane-listas invitados? Alguien muydespistado y no inmerso en elmundo político intelectual indio,podría creer que no hay otrasgeneraciones de indianistas okataristas y que todo se reducea los “viejos”, lo que es total-mente equivocado. Podemosmencionar algunos nombresdestacados de nuevas jóvenespersonalidades: Iván ApazaCalle, quien escribió Colonia-lismo y Contribución en elIndianismo (2011), libro en elque el autor es sumamentecrítico respecto a Reinaga; RenéTicona, quien además de ela-borar su tesis de licenciatura enFilosofía (UMSA) sobre el india-nismo de Reinaga, escribió unartículo publicado en La MigrañaNº 9 (revista de la vicepresi-dencia), con el título de El pen-samiento indianista de FaustoReinaga; una interpretacióndesde la filosofía política; LimberFranco, quien elaboró el muydiscutible folleto Fausto Reinagapara principiantes (2014) yrecientemente público en elPukara nº 104 El alcance teóricodel indianismo de Fausto Rei-naga; y Carlos Macusaya, quienademás de escribir constan-temente para Pukara, publicó ellibro Desde el Sujeto raciali-zado; consideraciones sobre elpensamiento indianista de Faus-to Reinaga (2014). En el casode Carlos Macusaya, es quizáquien mejor ha trabajado sobreel pensamiento de Reinaga.

En estas nuevas personalida-des, con distintos matices y

contrastes, no hay una adulaciónciega a Reinaga y todos coin-ciden en que lo más destacablede Fausto es el indianismo,mientras que su “pensamientoamáutico” es tomado como sudecadencia, todo lo contrario delos “viejos reinaguistas”. Hubierasido muy refrescante tener lapalabra de algunas de estasnuevas personalidades en lapresentación de las ObrasCompletas de Fausto Reinaga,seguro que hubieran dicho cosasmás perspicaces que el “estu-dioso de la obra de Reinaga”Esteban Ticona o que las per-sonas que representaban a laFundación Amáutica (que clamo-rosamente pedían que se abranespacios para “discutir” la obrade Reinaga) e incluso que elmismo Álvaro García Linera,quien evidentemente, y conrazón, no tiene interés en estu-diar a Fausto.

La presentación de las obrascompletas, además de excluir alprincipal gestor y aludir a “losjóvenes”, fue muy raquítico encontenido y lleno de adulacionesmelosas. Lo contrario se dio elpasado martes 21 de abril, enel Foro sobre el pensamiento deFausto Reinaga. Las participa-ciones fueron bastante sustan-ciosas y muy críticas a la vez (aexcepción de Raúl Prada). PabloVelázquez dio algunos apuntessobre cómo se llegó a publicarlas obras de Reinaga; H.C.FMansilla reitero las críticas ex-puestas en su libro Una miradacrítica al indianismo y la desco-lonización; Carlos Macusayalanzó algunos datos crudossobre el lado oscuro de FaustoReinaga; y Fernando Untoja seconcentró en mostrar los rasgoscoloniales e incoherentes enReinaga y por qué no pasa deser reactivo. El evento fue muyconcurrido y colmado de refle-xión y critica. A pesar de que el“estudioso de la obra de Rei-naga” Esteban Ticona fue invita-do, éste no asistió, se corrió deldebate, seguro porque advirtióque podía salir trasquilado.

En definitiva, ha concluido unaetapa con la presentación de es-tas obras. Ahora hace falta queotros escriban libros, reflexio-nes, análisis etc. Este es nuestrotiempo y nos hace falta ser pro-tagonistas. No podemos retro-ceder a los tiempos de Reinagani podemos traer a éste anuestros tiempos. Cito lo quedijo Carlos Macusaya el pasado21 de abril: “Fausto Reinagarepresenta nuestros pañalesideológicos, y a estas alturas denuestra vida y nuestra lucha yano podemos usar pañales”.

sobre cómo entiende al MAS yla “identidad racial”, además dealgunos apuntes sobre aspectosausentes, entre otros. Antes decerrar quiero mencionar dos co-sas: 1) En el libro que comento,el autor parece tomar como algodado el tema de la identidadnacional en Bolivia y ve sólocomo víctimas a los “indigenas”,por lo que no le pone atencióna la emergencia económica, y lasimplicaciones culturales, de la“burguesía indígena”; pasa poralto que lo que estamos viviendoes no sólo la resignificación delo nacional a partir de movi-mientos políticos, sino a partirde una reconfiguración econó-mica y 2) Es llamativo que hagauna crítica a cómo el Estadoboliviano ha promovido catego-rizaciones racistas, pero nomenciona cómo las ONG’s hancontribuido enormemente en elmismo terreno; tal vez no men-ciona nada sobre los “produc-tores” de “líderes indígenas” yde “su” cosmovisión (ONG’s)porque es una de esas institu-ciones, dedicadas a promoveruna farsa, la que publica sutrabajo.

1 Rafael Loayza, Halajtayata.Racismo y etnicidad en Bolivia,Fundación Konrad Adenauer,impresión: Gama Azul “Impresores& editores”, La Paz-Bolivia, 2014, p.247. En adelante indicare el númerode la página entre paréntesis. Valgamencionar que el autor haya usadoen un ejercicio con fotografías, unaimagen muy parecida a Luis Revilla.

2 Carlos Marx, El Capital (tomo I),Fondo de Cultura Económica,tercera edición, sexta reimpresión,Mexico, 2010, p. 19 (nota 20).

3 Slavoj Zizek, En defensa de laintolerancia, p. 10. La aclaraciónentre paréntesis es mía.

4 Immanuel Wallerstein,Universalismo, racismo y sexismo,tensiones ideológicas delcapitalismo. En Raza, nación y clase,IEPALA, 1991, p. 58. Wallersteinhabla en especifico de “etnificación”.Me parece que en Bolivia, cada vezhay más elementos culturalescompartidos y lo que resalta en ladiferenciación es no tanto lo cultural,si los rasgos somáticos que sonpercibidos como signos raciales, porlo que es más pertinente hablar deracialización de la fuerza de trabajo.

Estado y racialización...Viene de la página 4

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El Suma Qamaña financiero:

Corrupción en el FondoIndígena de BoliviaJosé Luís Saavedra*

* Docente en la UMSA.

Pese al rechazo persistente de la opinión pública (la caricatura de Luzbel es de hace tres años atrás) Evo Morales insistió en queel candidato del MAS a la alcaldía de El Alto sea Edgar Patana. Al final este perdió, en provecho de Soledad Chapetón. Fuente ilustración: http://www.mirabolivia.com/foro_total.php?id_foro_ini=156130

La idea de un Fondo indígenaorientado a incentivar la produc-ción, nació como una demandade los pueblos indígenas de tie-rras bajas (especialmente de laAsociación del Pueblo Guaraní,APG), que luego fue asumida porlas organizaciones indígenas ma-trices, como Cidob y Conamaq1.

Inicialmente estaba establecidoque el Fondo indígena recibierael 5% del Impuesto Directo a losHidrocarburos (IDH) para finan-ciar proyectos productivos. Sinembargo, esta intención inicialha sido tempranamente distor-sionada.

“El tema del Fondo indígena traeconsecuencias que implican algobierno y al manejo que se hahecho de los recursos. Amalia tepreguntaría a ver, como ciudada-no, ¿cuánto es lo que el Fondoindígena ha recibido duranteestos años?, nadie sabe la res-puesta exacta. Y por otro ladote preguntaría, y a través tuyo alas autoridades que nos estánescuchando, dónde está la platadel Fondo indígena, porqueestaríamos hablando de que sehan desembolsado al Fondo

indígena el 5% del IDH (¿eso escierto?), es cierto, pero ha sidocortado, mutilado, y el gobiernolo ha utilizado de manera —no sécómo llamarlo— irregular” (ManuelMorales, 24 febrero 2015).Cabe pues preguntarnos, ¿el

Fondo indígena no ha sido des-tinado a la producción?

“Uno de los aspectos que debequedar claro es que no puede mu-tilarse fondos productivos, comoes el caso del Fondo Indígena. Elgobierno y las autoridades debe-rían respetar el carácter promotorde la producción. Sin embargo,la mayoría de esos recursos hansido destinados (a planes) sinningún provecho para las orga-nizaciones indígenas y menos parala alimentación de la población”(Manuel Morales, 15 febrero2015).Podemos afirmar entonces que

el Fondo indígena sólo habríaservido para que “el gobierno

eche mano de los recursos delFondo indígena”. Al respecto esimportante escuchar a ManuelMorales, técnico del Conmaqorgánico (no del Conamas):

“En el Fondo indígena no sola-mente ha habido actos decorrupción, sino que el Fondo hasido manejado como una cajachica de parte del gobierno. El5%, que le corresponde del IDH,ha sido mutilado reiteradas vecespor parte del gobierno, con finesque no son productivos. Se le haquitado recursos al Fondo indíge-na para pagar un bono de la Ren-ta Dignidad y también se hasacado recursos para pagar a lasuniversidades indígenas. Asimis-mo, las Fuerzas Armadas hanobtenido una parte de los recur-sos del Fondo indígena parasolventar un programa de educa-ción cívica, el Inra también hasacado otra parte, e igualmenteel Ministerio de Desarrollo Rural yTierras” (Manuel Morales, 15

febrero 2015).El gobierno del presidente Evo,

mediante dos leyes y cuatrodecretos supremos (DS),vulnerando lo dispuesto en laCPE, sin ningún tipo de consultani consentimiento de los pueblosu organizaciones indígenas, “haincautado los recursos econó-micos del Fondo (indígena) paradarle un destino que no es pro-ductivo, como es pagar bonos,contratar funcionarios públicos,generar premios de educacióncívica y otros” (Manuel Morales,2015). Tal podemos ver en elcuadro Nº 1:

Es grave la repartija, tanto queincluso las Fuerzas Armadas hanmetido mano en los recursos delFondo indígena, que funge (parael gobierno) como una fuente definanciamiento adicional, lo cuales pues una muy evidente irre-gularidad, porque el DS que creael Fondo indígena es muy claro

En el Fondo Indígenahan metido manotodos, no solamente lohan desfalcadoindígenas corruptos,sino tambien lasFuerzas Armadas, lasUniversidadesIndígenas, pues haservido para financiarproyectos que no erande desarrolloproductivo en elsector indígena.

La corrupción en el Fondo Indígena ha terminado por desacreditar los símbolos y enunciados en los cuales seguarmecía la causa indígena.

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al señalar que son recursos parael tema productivo. Estamos portanto frente a la reactivación dela verdadera concepción econó-mica del gobierno: el rentismo(no la economía plural), por elque prefiere pagar bonos en vezde destinar esa plata a los temasproductivos. De acuerdo conManuel Morales: “Aquí hay untema más delicado, y es que alos pueblos indígenas no se lesha hecho consulta alguna. Losbeneficiarios (del Fondo indíge-na), que son los pueblos indíge-nas (deberían ser), están pro-tegidos por la Constitución, el(Convenio) 169 de la OIT y laDeclaración de las NN.UU. ¿Quésignifica esto?, que cualquierenajenación de sus recursosdebería haber sido hecha conconsulta previa y consenti-miento de los pueblos”.

Al respecto es muy perspicazla percepción del tata CancioRojas, autoridad del Conamaqorgánico, quien manifiestalúcidamente que:

“Todo lo que está pasando conel Fondo indígena es una penaporque el Fondo ya no es Fondode Desarrollo para los PueblosIndígenas, sino es un fondo desoborno para las organizacionesafines al gobierno. Esto se veclaramente, se puede mostrar condatos, ya se ha destapado la ollade corrupción: 153 proyectosestán en observación. Estos 153proyectos serían la primera partede la auditoria que ha hecho laContraloría. Ahora, todos los queestán involucrados en estosactos de corrupción son diri-gentes, senadores, embajadoresque están en otros países. Esto

significa que con este FondoIndígena (los masistas) han do-minado a la gente, o sea que leshan dicho ‘si no apoyan algobierno no hay proyecto delFondo Indígena’, en realidad erapara tenerlos al lado del gobierno”(Cancio Rojas, 15 febrero 2015).Según las denuncias reali-

zadas en el programa “EnDirecto” por Amalia Pando, paralos desembolsos del Fondo Indí-gena se realiza una serie decobros o coimas de parte de losfuncionarios y dirigentes sindi-cales, quienes se dieron a latarea de recaudar porcentajes(diezmos) y los famosos “tim-bres de aceleración” o “apro-bación”. Esta denuncia demues-tra que el Fondo Indígena es enrealidad una maquinaria decorrupción. Escuchemos pueslo que Amalia Pando decía en laradio Erbol.

“La Csutcb y los organismoscampesinos vinculados al gobier-no, usan este Fondo (indígena)para beneficio propio, so pretex-to de proyectos. Las organiza-ciones campesinas, indígenas,incluyendo a los colonizadores, yano son organismos de lucha, paraqué van a luchar si ya tienen elgobierno. Se han convertido enlo que antes eran las ONG, hacenproyectos, esa es su tarea: hacerproyectos, unos proyectos lospresentan al (programa) EvoCumple y otros (proyectos) alFondo Indígena. Entonces, lafunción del dirigente es agilizar eldesembolso del dinero que seestá tramitando, y lo que tambiénse sabe es que los dirigenteshacen ‘resbalar’ gran parte de esedinero a sus propios bolsillos, esose llama corrupción.

“El Fondo indígena es pues unamaquinaria de corrupción, lacarta ¿qué nos dice?, por ejem-plo, uno de los ejemplos de estacarta, que es larga, tiene ida yvuelta, 20 páginas de denunciassistemáticas sobre el Fondo Indí-gena. El Fondo indígena tiene undirector, Marco Aramayo, que te-nía un asistente que se llama Ed-gar Foronda Mejía, que era fun-cionario del Fondo indígena. En-tonces, Aramayo, que es el direc-tor, hace —les voy a contar cuán-tos depósitos— 23 depósitos, entres meses, a la cuenta particularde Edgar Foronda Mejía, que esun empleado suyo. No sabemossi el dinero benefició directamentea Edgar Foronda Mejía, pero fueel mecanismo para sacar la plata.La primera irregularidad es que sesupone que el Fondo indígena nopuede hacer depósitos a perso-nas particulares, ni a cuentas in-dividuales, hay una norma que di-ce que los depósitos van a cuen-tas que tienen (un directorio), sesupone que es para sindicatos,para organizaciones campesinas,entonces tienen por lo menos dosresponsables, pero acá eldepósito fue a Edgar Foronda.

“El 23 de octubre del 2013, detal modo que no es una historiamuy vieja, es una historia de haceun año, hace un año don EdgarForonda Mejía recibió el primerdesembolso de 32 mil Bs, 23 deoctubre del 2013, el mismo día,otros 30 mil Bs, el 30 de octubre,siete días después, 24 mil y másBs, al día siguiente 15 mil Bs, esel director el que firma los che-ques, el mismo día, 31, son cuatro(…) no sabemos qué hizo donEdgard Foronda Mejía con seme-jante cantidad de plata, su sueldosería 2 mil Bs, 3 mil Bs, mediomillón de Bs en su cuenta.Seguramente, como no hayinvestigación, no sabemos quéhizo don Edgard Foronda Mejía,lo que sabemos es que cuandosaltó esto, lo despidieron, yseguramente hay una denunciaformal. ¿Devolvió la plata?, no,no devolvió la plata, ¿la plata?;¿fue al autor del delito, donMarco Aramayo?, no sabemos.

“Esa es la denuncia más fuertede este documento (…) (otros)casos son muy parecidos, segestiona un proyecto y para eseproyecto, para apurar el pro-yecto se tiene que dejar coima osimplemente se pide plata y luegose entrega la plata, pero siempremenos, el director se queda conun pedazo grande de la torta.

“Algunos dirigentes son corrup-tos, dice esta nota, es el casodel dirigente Rodolfo Machaca,secretario general de la Csutcb,indican que en cinco años de fun-cionamiento del Fondo Indígena,2009-2014, la Csutcb ha cambia-do cinco directores administra-tivos financieros del Fondo Indí-

gena, es decir la Csuctb nombraa los administradores financieros,por supuesto son empleados deellos, uno por año. El autor depor lo menos cuatro cambios, afir-man, es Rodolfo Machaca, quees dirigente de la Csutcb, desdemayo del 2010, actualmente siguesiendo, sostienen: Machaca esun pide-plata y si no le hacen elfavor de darle lo que pide, pueshace cambiar a los directores res-paldados en la Csutcb. Estepersonaje ya era miembro de laCsutcb en la gestión de RobertoCoraite, y en ese entonces Ma-chaca era tira saco y maleterodel ejecutivo Coraite, mencionan,pero después de unos meses serompió la luna de miel entre losdos, Coraite lo hizo a un lado, yel lugar del tira saco y maleterolo ocupan Hilarión Soto y otro diri-gente corrupto. En fin, no com-parto con los adjetivos, pero elhecho es que la Csutcb nombraa los directores financieros, unopor año. Si la Csutcb nombra alos directores financieros, quieredecir que esos directores finan-cieros responden a la Csutcb y sila Csutcb necesita plata no tienenotra que entregársela (…)”.(Amalia Pando, en el programaradial “En Directo”, transmitido porla Red Erbol, 13 noviembre 2014).Amalia Pando difundió esta

información en el mes denoviembre del año pasado ycuenta con un documento de 20páginas que contiene una seriede denuncias que van refor-zando lo que se está desta-pando estos días: “las organi-zaciones sindicales vinculadas alMAS echan mano del dinero” delFondo indígena (…). “Por eso,los dirigentes son tan leales alproceso, esto es el proceso decambio, se ha democratizado lacorrupción”. Lo extraño es quela denuncia ahora se diluye, yano suenan los nombres, nisiquiera el de Machaca, que esel que exigía su cuota especialdel Fondo Indígena. Hoy se dice‘va a haber una querella’ contrael Fondo indígena por fraude, yla ministra Achacollo dice “sí,estoy de acuerdo”. ¿Qué opinaal respecto el tata Cancio Rojas?:

“Tendrá que auto-querellarse,no entiendo, porque ella es lacabeza, la presidente del direc-torio del Fondo indígena. Yopienso y todos vamos a pensar,todo el pueblo boliviano, que setiene que esclarecer de punta acabo, bien clarito, porque ya haybastantes denuncias, sobreMarco Antonio Aramayo, RodolfoMachaca, Nemesia Achacollo,pues es ella la que autoriza quese desembolse o no la plata,pasa por sus manos, ella apruebalos informes del director, claropues, ¿quién más?, ella es lacabeza. Entonces, aquí está

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claro quiénes son los autores”(Cancio Rojas, 15 febrero 2015).Al respecto, Amalia Pando

también denuncia: “está claroque las organizaciones que estánen el directorio son organiza-ciones afines al MAS y que la res-ponsable de cómo se manejaestos dineros es la ministraAchacollo, eso queda claro”.

¿Cuánta plata se desembolsó?Desde el año 2010 al 2013, sehabría entregado más de 614millones de bolivianos (alrededorde 87.7 millones de dólares).Arturo Villanueva refiere unmonto muchísimo más alto:

“Debe tomarse en cuenta quelos resultados de las indagacionesrealizadas por la Contraloría, sólodan cuenta de 71 millones de boli-vianos que se desembolsaron a153 proyectos, cuando en reali-dad entre fines del año 2010 y elprimer semestre de 2011 se apro-baron más de 1.100 proyectospor un monto que supera los1.260 millones de bolivianos y,además, también se ha calculadoque en 8 años se han asignadoalrededor de 3.500 millones de bo-livianos (alrededor de 500 millonesde dólares, sin contar otros 2.100millones de bolivianos que queda-ron en caja y banco)”. (ArturoVillanueva, 23 Febrero de 2015).El problema es que nadie sabe

del destino real de estosdineros. La propia Contraloríadice que sencillamente no haydocumentos sobre los desem-bolsos del Fondo indígena. Contodo, por hoy disponemos dela siguiente información que daun total de 614.022.381 Bstransferidos a las irganizacionessociales (Ver cuadro nº 2):

La Csutcb, los mal llamadosinterculturales y las bartolinas sellevaron la mayor cantidad dedinero. Las “trillizas” han recibidoel 71% de los recursos del Fondoindígena. Aquí la preguntaesencial es qué se hizo con tantaplata. Con tanto dinero, laszonas rurales ya deberían servergeles productivos, pero loque hoy vemos es que hay unhundimiento de la capacidad

productiva de las comunidadesandinas.

Es también importante pre-guntarnos si las comunidades sebeneficiaron y/o si recibieronalgo de la plata sisada. La res-puesta de Manuel Morales escontundente:

“No, el gobierno, junto con lasorganizaciones afines al gobier-no, utilizó los proyectos delFondo indígena como una formade chantaje. En la última cam-paña (electoral), por ejemplo, lasautoridades truchas delConamas iban a los ayllus, lesdecían ‘¿quieren recibir recursosdel Fondo indígena?, tienen queapoyar al candidato del MAS ytienen que apoyar al Conamas’,al oficialista, al trucho, al wist’u.Entonces, se ha utilizado comoun mecanismo proselitista.

“Por otro lado, tenemos infor-mación y en la cumbre (sobre elFondo) se va a dar informaciónde los estudios que se han hechoen comunidades específicas,donde esta percepción quenosotros la estamos viendodesde las ciudades, en el ámbitoperiodístico o de la denuncia, tecuento que es la misma en lasbases. La gente, los beneficiariosdicen que no han recibido losrecursos, que los dirigentes loshan manejado mal, o si les handado algunos pocos beneficios,no ha habido rendición de cuen-tas. Lo que nos lleva a concluirque estaríamos frente a unamega-corrupción, no solamentede dirigentes, sino que estamosfrente a una mega-corrupciónque ha llegado a las comunida-des, de mano de estos proyec-tos del Fondo indígena, y lagente en las comunidades está

indignada, muy molesta, y comoellos son los sujetos, los actores,han decidido reunirse para tomardecisiones, y empezar a recu-perar estos recursos. La gentees muy radical, de acuerdo a loque decía el decreto (supremo),no quieren sólo sanción penal,también quieren la devolución desus recursos, además de unareingeniería del Fondo indígena,y quieren que realmente bene-ficie a las comunidades, a los

ayllus, pero con otros criterios,que realmente sean productivos,integrales, etc.” (ManuelMorales, 24 febrero 2015).La intención era interesante y

el método aparentementedemocrático, en el sentido quesean los dirigentes los quesoliciten, avalen y hagan elcontrol social; pero, en la prác-tica se ha impuesto la corrupcióny el envilecimiento, con la tole-rancia y el encubrimiento de lasautoridades del gobierno. Entres años, del 2010 al 2013, elFondo indígena ha aprobado3.462 proyectos y hay un soloproyecto exitoso (los chanchitosestán en la comunidad), unosolo.

El grado de eficiencia de losrecursos financiados por elFondo indígena es del 0,03%,es decir un fracaso, un fiascoen y para las comunidades (Vercuadro Nº 3).

“Un solo proyecto (de todoslos que manejaba el Fondoindígena) está consignado comoejecutado, porque terminaronpresentando el informe final y elFondo indígena dijo ok, se cerró,se ejecutó correctamente, unsolo proyecto, ¿qué significa (de3.400)?, que la Contraloría hahecho una investigación parcia-lizada, solamente habla de 153proyectos (no de 3.000), o seaes un universo chiquito, lo quenos lleva a pensar que realmenteel tema es mucho más grande.Estamos pues frente a un mega-acto de corrupción, generali-zado, tanto en las autoridadescomo en las organizaciones quehan manejado el tema del Fondoindígena” (Manuel Morales, 24febrero 2015).Por consiguiente, el Fondo

indígena no es sino “una re-partija de dineros entre diri-gentes campesinos, al amparode los funcionarios ministeriales”.Y las consecuencias de estosactos dolosos son muy graves.Veamos —para terminar— lasmás importantes derivaciones.Para ello es pertinente referiralgunos pasajes de una muyinteresante conversación entreAmalia Pando y Manuel Morales

a propósito de los bretes delFondo indígena:

“Amalia. Hay un gran estímuloa no producir.

“Manuel. Exacto, la cosa eshacer campaña, es gastar recur-sos para estas cosas.

“Amalia. Inventarse proyectospara recibir plata y embolsillarsela plata y por supuesto lealtadal MAS si te está cayendo unchorrera de millones (es obvio).

“Manuel. Han comprado con-ciencias, han dividido organiza-ciones, han usurpado las sedesde las organizaciones, (hanexpulsado) a los que no sonparte o cómplices de esta fiestade derroche, les han discrimi-nado, les han marginado, les hanquitado sus sedes, y lo peor,están dividiendo los ayllus, lascomunidades.

“Amalia. Lo que a mí me parecemás grave, porque éste es untema de las organizaciones, dela estructura del movimientocampesino totalmente sometidoa un gobierno, cosa que noocurría desde Barrientos, desdeel MNR-Barrientos (con el pactomilitar campesino). Lo que mepreocupa es esta lógica deldinero fácil y rápido, pues paraqué sembrar papa o quinua,esperar todo un año, cuandopuedo ir al Fondo Indígena yrecibir millones y comprarme unmini bus (exactamente); cultivarmandarina, café, es perdertiempo habiendo Fondo Indígena.

“Manuel. Es una crisis delmodelo, el gobierno ha fracasadoen todo, en sanear tierras, enpromover el desarrollo rural, entransferir recursos a las comu-nidades. Segundo, esta forma deenajenar recursos del Fondoindígena no es sostenible. Terce-ro, las organizaciones van aacudir a las instancias legales,para hacer respetar sus dere-chos. Aquí no ha habido consultaprevia, esto es más grave quelo del Tipnis, y lo que los pueblosvan a demandar, amparados enla norma que te he leído (DS decreación del Fondo indígena), ladevolución de todos los recur-sos, incluyendo los que el Estadoha enajenado, ha usurpado, yaque no estaban destinados a

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financiar fondos de reivindi-cación marítima, ni a financiarconsultores en línea para el Inra,ni a pagar a las universidadesindígenas, sino que estaban des-tinados a promover la parteproductiva (que es donde sefracasó). Y además el gobiernolo está arruinando más, porqueestá convocando una cumbrealiándose con los sectores másreaccionarios de la oligarquíacruceña, la famosa cumbre agro-productiva, que el gobiernodesde enero la está pospo-niendo, para masificar la pene-tración de los transgénicos aBolivia”. (Entrevista a ManuelMorales en el programa radial “EnDirecto”, transmitido por la RedErbol, 24 febrero 2015).A manera de colofónSegún las autoridades indí-

genas del Conamaq orgánico,estos actos de corrupción he-chos públicos, que incluso impli-can el asesinato de un dirigentecampesino denunciante (JacoboSoruco Cholima), deben ser juz-gados y sancionados. “Exigimosuna investigación transparente,que dé castigo a los culpables yque (éstos) devuelvan el dinerosonsacado”. Se impone pues larendición de cuentas y la minis-tra Achacollo también tiene querendir cuentas. A propósito, elDecreto Supremo N° 28571,que crea el Fondo indígena,establece con mucha claridad:

“Artículo 11.- Responsabilidadde los beneficiarios por incum-plimiento en la ejecución de losrecursos. Los beneficiarios quedestinen los recursos recibidosdel Fondo indígena en fines dis-tintos al propósito para el cualfueron requeridos, estarán suje-tos a las responsabilidades esta-blecidas en la Ley Nº 1178 deAdministración y Control Guber-namentales (la ley Safco, hoyley Marcelo Quiroga Santa Cruz),la inhabilitación como sujetosbeneficiarios del Fondo indígenahasta la devolución de losrecursos”.Por consiguiente, no basta con

que la hermana Felipa diga “herendido bien mis cuentas” yafrontar el proceso de la Con-traloría, tiene que devolver los99 mil Bs que ha recibido ytodos los que han manejado yenajenado estos recursos. Enconsecuencia, no sólo se tratade exigir sanciones por los actosde corrupción, sino que losrecursos malversados seandevueltos en su integridad, aquienes les fueron usurpados.

¡Jallalla!1 El Fondo indígena fue creado

mediante Decreto Supremo N°28571 del 21 de Diciembre de2005.

El caso de la corrupción en elFondo Indígena de Bolivia es untema trascendental, no porque lacorrupción en este país sea algoinsólito, sino porque ese casoexige encontrar explicaciones detal conducta y, por ende, obliga aproponer políticas para contra-rrestar ese escándalo e impedir enlo posterior su repetición.

Dos explicaciones para entendereste caso han sido difundidas enlas redes sociales: Una, interpretala descomposición en esa institu-ción como un mecanismo intencio-nal del gobierno para desprestigiarla causa indígena, neutralizar a losdirigentes de los movimientos so-ciales y manipular más fácilmentea las organizaciones que hacenparte de ese Fondo.

Otra explicación indica que unaparte de la dirigencia de ese Fondose habría burocratizado y dege-nerado; poniendo en marchamecanismos que impidieron por unlado el control social y por otro,la fiscalización gubernamental,para poder así usufructuar de lasventajas económicas existentes.

La primera explicación provienede sectores de oposición críticosa la actual administración; lasegunda se genera en las esferasafines al propio gobierno. Creemosque las dos expresan los extremosen la tensión producida, pero queambas obvian elementos quepueden ayudar a comprender esecaso y prevenirlo en el futuro.

La presión que ejerce en las con-ciencias el machaque del discursoposmoderno sobre el indígena,hace que en Bolivia izquierda yderecha compartan apreciacionessimilares y les sea por ello difícilencontrar una explicación racionaly adecuada para comprender esecaso, que en definitiva es undesmentido cruento de la abusivay perniciosa interpretaciónculturalista y posmoderna de loindígena y de la descolonización.

Por ello ambas explicaciones, apesar de su aparente diferencia,son similares en el fondo. Ambascreen que el problema no está enel sujeto indígena, sino en factoresexternos: Para unos, un supuestomaquiavelismo impúdico por partedel gobierno; para otros, la dege-neración de algunos malos diri-gentes indígenas.

Ha sido el sostenido esfuerzo,de ONGs, instituciones guberna-mentales y organismos internacio-nales, que ha creado artificialmen-

te la imagen del indígena natural,bueno, preservador del medio am-biente y portador de mensajestrascendentales. Sumas ingenteshan sido gastadas financiandoprogramas de “recuperacióncultural”, proceso en el que hanestado comprometidas agenciasoficiales de desarrollo de paíseseuropeos, como la GTZ alemana.

Es difícil encontrar explicaciónpara el empecinamiento en esediscurso soporífero, pues sus con-secuencias sociales han sido ca-tastrófica para los indígenas y paralas administraciones estatales desus países. Ese discurso hagenerado políticas de las cualesel Fondo Indígena es una muestra:Siguiendo al pie de la letra eselibreto, el indígena no sólo nopodía, sino que no sabía robar.

En realidad el mundo indígenacomparte las virtudes y vicios detoda la humanidad. Considerarloparte diferente de la especie nosirve para liberarlo, sino paramantener su opresión y envilecerloaún más: el caso del Fondo Indíge-na es en ese sentido ejemplar.

Lo pernicioso del discurso cultu-ralista y posmoderno radica en queevade la realidad indígena. Con-siderando a ese ser social “reservamoral de la humanidad”, impide, enlos hechos, su cuestionamiento ysu transformación.

Cualquiera que aunque poco ha-ya estudiado la historia de Bolivia,sabe que desde la invasión ibéricaal Qollasuyu se ha implantado unsistema en el que, indígenas conespañoles primero y con criollosluego, lograron una especia de sta-tus quo, mediante el cual el poderha sido tolerado para el usurpador

a cambio de formas de sobre-vivencia para los coyunturalmentederrotados. Por la compulsióncolonial esas formas no podían sinodegenerar en prebendas y «libera-lidades» para la población indíge-na, representada inicialmente porsus curacas. Ese sistema hagarantizado un frágil equilibrio quepenosamente se expresa en lainsolvencia nacional y en lamediocridad del conjunto social.

En Bolivia todo poder ha garanti-zado su permanencia consolidandoesa estructura inicua, que con elpaso del tiempo se pervierte aúnmás. Ello explica cómo la masaindígena, fuerte en cantidad, esfácilmente controlable, a través desus “dirigentes”: primero los cura-cas, luego secretarios de sindica-tos agrarios, ahora los directivosde los movimientos sociales. En eseproceso, los mecanismos tradicio-nales de reciprocidad dejaron deser lo que eran para convertirseen padrinazgo, prebendalismo ysinecura abierta y descarada. Enese contexto es ingenuo pensarque si el arca está abierta, losdirigentes no se servirán ellos mis-mos aquello que el poder siempreha utilizado para domeñarlos.

El haber interpretado la descolo-nización como eclosión de dife-rencias y algarabía de alteridades,ensombreció la necesaria reflexiónsocial, económica y política.Descolonizar significa, en realidad,modificar las estructuras perver-sas implantadas por la colonizacióny transformar las mentalidadesque se acomodaron a ello, aun —quizás sobre todo— si esas menta-lidades y estructuras correspon-den al pueblo que debe liberarse.

Debate:

Causas y razones de lacorrupción en el Fondo IndígenaPedro Portugal Mollinedo

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Historia:

La ideología del indianismo.Documentos del MITKAPukara

Se piensa generalmente que laideología del indianismo se reducea las contribuciones de FaustoReinaga. En realidad, esta ideolo-gía se desarrolló a partir de laacción política, principalmente delMovimiento Indio Tupak Katari,MITKA. Se conoce poco de ellaporque fue escamoteada porquienes se consideran analistas yestudiosos del movimiento indioen Bolivia. Para dar a conocer loque era la ideología indianistapresentamos dos documentos delMITKA, que tratan de temas dedefinición y de programa político.

Reproducimos a continuación lapresentación del MITKA para laselecciones (después postergadas)de 1978. Fue publicado en el perió-dico de La Paz Presencia, el 23 demayo de 1978 y está firmada porisidoro Copa, candidato a la vice-presidencia. Ese texto muestra unanálisis alejado de los clichéspachamamistas hoy vigentes, deuna calidad y profundidad en eltema descolonizador que, lamen-tablemente, no pudo ser profun-dizado por los acontecimientos queculminaron con la implosión de esaorganización política.

El otro documento, a ser repro-ducido en el próximo Pukara, esel Manifiesto y la Declaración dePrincipios del MITKA, redactadostambién en 1978.

TRIBUNA POLÍTICA

EXPONE: MOVIMIENTOINDIO TUPAJ KATARI-MITKA

El Movimiento Indio Tupak Katarise fundó porque, a lo largo de lavida republicana, no ha habido unente político que expresara y re-presentara los intereses y anhelosde las nacionalidades nativas.

Desde nuestro punto de vista laRepública de Bolivia es una pro-longación de la Colonia Españolacon otro ropaje jurídico-político-administrativo que escamoteó lavictoria de la guerra de la Indepen-dencia. Los realistas de anti ayerse convirtieron en los republicanosde ayer y sentaron las bases deuna explotación y opresión másdespiadada y sin los frenos de laCorona Española. Los caudillospolíticos civiles y militares, letra-dos o iletrados y los partidos queles suceden en el ejercicio del

poder son la sombra y proyecciónde la imagen de Pizarro y Almagroque impulsados por la misma am-bición y codicia fueron ensangren-tando nuestro territorio. Las ideo-logías enarboladas no era otra co-sa que velos mentales e ideacionesque cubrían y encubrían la mismapasión y motivación. El cristianis-mo, el liberalismo, el nacionalismoy todo otro ismo fueron palabrassistematizadas que han apuntaladoel feudalismo como expresiónrepublicana del Repartimiento y lasEncomiendas coloniales.

En realidad nuestro Movimientoconstituye la institucionalizaciónpolítica moderna de un movimientoantiguo iniciado desde el asesinatodel Inca Atahuallpa. La rebelión yla resistencia continuó y continúadesde entonces para liberar a lospueblos de las naciones subyuga-das porque se les arrebató suindependencia y soberanía. A lolargo del tiempo y a lo ancho denuestro territorio se han libradonumerosas más batallas de unaguerra inconclusa en la que seofrendan cientos de miles de vidasde seres humanos. Al influjo y conel impulso de esa lucha fue posiblela independencia de Bolivia porquesi en 1.780 no se daba la suble-vación de Tupaj Katari, no habría

estallado la guerra de la indepen-dencia en 1.809 y, en consecuen-cia, no habría habido un 6 de agos-to de 1.825. Pero la nueva repú-blica se estructuró con represen-tantes que carecían de represen-tatividad o que sólo representabana una casta o población minorita-ria dispuesta a usufructuar la vic-toria de la guerra. Ellos constitu-cionalizaron su etnocentrismo yracismo erigiendo la cultura hispa-na como la cultura oficial del EstadoBoliviano. Así impusieron la dicta-dura cultural y la tiranía lingüísticaque sumió en el silencio y acallóbrutalmente al 80 % de la pobla-ción total. Esto determinó un esta-tus político-administrativo que fa-cilitó la opresión política, el margi-namiento social, y la explotacióneconómica de las nacionalidadesnativas mayoritarias, pero posee-doras de otra cultura y de dife-rentes idiomas.NACIONALISMO Y COLONIAJE

Esta estructura racista y alie-nante del Estado boliviano ha ge-nerado con el tiempo una ciudada-nía enferma de racismo, clasismo,regionalismo, partidismo y caudi-llismo. Estos rasgos caracteroló-gicos, temperamentales y actitudi-nales del boliviano medio, han he-cho imposible una sociedad solida-

ria, fraternal y comunitaria, uniday fuerte. Por eso Bolivia no pudoni puede resistir los embates béli-cos, ideológicos y económicos quele han causado el cercenamiento,el enclaustramiento, la frustracióny la miseria. Esa misma estructuraconstitucional descorrió el telón deun escenario político donde semueven las caretas ideológicas delos mismos personajes que ofrecenespectáculos tragicómicos. Se losha escuchado y aun se los escu-cha hablar de ‘democracia’ comoa los filósofos griegos se los escu-chaba perorar de democracia enmedio de una masa de esclavos.

Dentro de ese marco general hasurgido también el nacionalismoque para nosotros constituye unaexpresión más de colonialismo. Elcolonialismo latinoamericano quecoloniza a Indoamérica. Ayer enla Argentina hoy en el Brasil, Lati-noamérica con tecnología norte-americana oprime y suprime aIndoamérica. Ahora, a la hora no-na, cuando Latinoamérica se sien-te discriminada y oprimida, cínica-mente le propone alianza y le pideayuda a Indoamérica para lucharcontra el imperialismo yanqui.Nosotros estamos de acuerdo conla liberación nacional, pero vemosque un pueblo que oprime a otro

Algunos de los dirigentes del MITKA en 1978. Arriba, de izquierda a derecha: Felipe Quispe, Samuel Coronel y JaimeApaza. Abajo, de izquierda a derecha: Luciano Tapia e Isidoro Copa. Fuente foto: Comité Abya Yala Amerique Indienne.

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pueblo no puede ser libre.Indoamérica está bajo doble

opresión, el colonialismo latino-americano interno y el imperialismonorteamericano externo.

El nacionalismo boliviano es lamanifestación local del nacionalis-mo latinoamericano. Constituyepura ideología porque no hay talNación boliviana. Esta es una fic-ción y una aspiración que las elitesopresoras tratan de forjar median-te la integración nacional basadaen la desintegración de las nacio-nes nativas. Este nacionalismodesnacionalizante ha montado al-tares cívicos con símbolos, emble-mas y héroes con el fin de forjaruna mística histórica que más pa-rece una mistificación histórica queoculta la brutal realidad del lentogenocidio físico y cultural de lasnaciones nativas. Este nacionalis-mo de moda es la forma almibaradade políticas etnocidas bien finan-ciadas con el Presupuesto Nacionalso pretexto de desarrollo económi-co, progreso, civilización, etc., conel cautivante pretexto de culturi-zación se implementan planes deaculturación masiva con el consi-guiente resultado de despersonali-zación cultural y disolución de laconsciencia colectiva histórica.Pero para Bolivia esto resulta suici-da porque está visto que pueblosdespersonalizados y aculturadosno pueden constituir naciones dig-nas, integradas psicológicamentey robustas económicamente.

El nacionalismo colonialista es elcomún denominador de partidosde larga y corta trayectoria. Enconsecuencia, todos adolecen deestas limitaciones y condiciona-mientos mentales que maravillana propios y extraños por laadmirable contradicción entrepostulados y resultados.

Después de cuatro siglos denacionalismo en el poder, todavíano estamos muy seguros a quénacionalismo se refiere ese nacio-nalismo porque lo único queprospera y disfruta en el sistemason las colonias extranjeras.ASPECTOS DOCTRINALES

Adecuándose a la limitación deespacio diremos que el MovimientoIndio Tupaj Katari tiene el indianis-mo como base ideológica. El india-nismo es una ideología constituidapor el aporte de centenares decientíficos de toda nacionalidadque desde diferentes ramas del sa-ber y a través de sus investigacio-nes han aportado al esclarecimien-to de la realidad humana e históri-ca. En efecto, la arqueología, laantropología, la psicología social,la lingüística, la historiografía, etc.,han estudiado este continente y,al hacerlo, han desenterrado tem-plos, palacios, desentrañando mis-terios, interpretando aconteci-mientos y así han hecho afloraruna conciencia histórica y un pen-samiento milenario que ahora tra-tamos de restaurar con criterio

práctico y visión futurista. Pedimosa la opinión pública no confundirindianismo con reinaguismo porquesería tan burdo como confundirarte con comercialización del arte.

Hay un aspecto especial delindianismo. No es sólo unpensamiento sino también unsentimiento y hasta un instinto.

Se parece a la diablada. No seenseña en los colegios ni en lasacademias ni en las universidades.Emergió en las entrañas de la tierray se expresó a través de un pueblosoterrado. Sin embargo, es unamanifestación coreográfica queatrae la admiración por su vitalidady originalidad. Las elites intelec-tuales y sociales de Bolivia nosaben bailarlo pero el pueblo sí.Así al indianismo, las elites no laaprecian, pero las naciones nativaslo expresan con su silencio.

Filosóficamente, el indianismo es-tá más allá del materialismo y delespiritualismo porque de acuerdo alpensamiento americano tradicional,materia y espíritu son la expresiónde una misma y única realidad. Norechazamos el pensamiento ni laconceptualización, pero afirmamosmás la vida. La vida en comunióncon la naturaleza como forma decivilización y cultura. En nuestracultura no hay libros, (Biblia, Corán,Vedas, Capital), no hay letra porquelo importante es la vida.

El único libro es la creacióndonde están escritos el pensa-miento y la vida del creador.

La sociología política del india-nismo afirma y sostiene que lalucha de clases no es el único mo-tor de la historia. Para nuestra his-toria concreta, primero está lalucha de naciones: las oprimidascontra las opresoras. Nosotros noreclamamos solamente mayorbienestar económico. Nos interesafundamentalmente la reconquistade nuestra soberanía política usur-pada a la que como nacionestenemos derechos. Por eso enar-bolamos la wiphala de las nacionesy no sólo las banderas de clase.

Rechazamos tanto el liberalismocapitalista, egoísta e individualistacomo el socialismo estatista ycolectivista. Postulamos, encambio, el comunitarismo socio-económico como canal de realiza-ción de la dimensión social de lapersona humana.

Políticamente, afirmamos que laúnica fuente legitima de poderpolítico debe ser la voluntad delpueblo expresada democrática-mente a través de eleccioneslimpias que reflejen el sentir y elpensar de los pueblos. El pluralismopartidario e institucional es otrapremisa básica de nuestraconcepción política.

Históricamente, tanto el comuni-tarismo social como la democraciapolítica modernos tienen sus raícesen la cultura americana precolom-bina. Comunitarismo democráticoes la esencia de nuestra historia.

Postulamos un Estado bolivianobasado en la confederación de susnaciones que libre y voluntaria-mente conformen un Estado Pluri-nacional y Pluricultural. Solamenteasí se desencadenarán las ener-gías creadoras y los impulsossociales de pueblos que reeditaránhazañas.PROGRAMA DE ACCION

Generalmente los programas degobierno son letra muerta. Lascosas se hacen porque hay nece-sidades inmediatas e intereses declase y de partido no confesadospor inconfesables. Ya nadie creeen los planes visibles y todos sepreguntan por los planes no publi-cados. Nosotros nos limitamos porahora a anunciar una revoluciónagrícola que será el eje de trans-formaciones socio-económicas,político-administrativa en funciónde objetivos básicos de fortale-cimiento nacional de todos lospueblos de Bolivia. Sin improvisa-ción, pero con previsión llevaremosadelante una revolución tecnoló-gica, administrativa, social y eco-nómica que nos habilite frente alos desafíos de un mundo en crisis.DIFERENCIA CON GRUPOSAFINES

MITKA NO tiene afines entre losgrupos tradicionales. Los otrosmovimientos Tupaj Kataristas sison tales, son carne de nuestracarne y sangre de nuestra sangre.Las diferencias entre nosotros noson sustanciales y hacen referen-cia a táctica o estrategia de luchay a énfasis en distintos postula-dos. En realidad la participaciónde movimientos Kataristas obede-ce al sentido y voluntad pluralistaque ánima nuestra pensar y actuarpolítico. Por ahora nos limitamosa alertarlos respecto de las mani-pulaciones de partidos que todavíaestán pensando en el pongueajepolítico, valiéndose del pongueajeideológico y de la corrupción moral.Nosotros no olvidaremos cómonuestro cuerpo social histórico seha desangrado por las luchas in-testinas provocadas, equipadas ycapitaneadas por el caudillo criollo.Laimes y Jucumanis, cliceños con-tra ucureños se enfrentaron, comoantes aymaras contra quechuasal servicio de liberales contra con-servadores.NUESTRA VISION

No obstante que el 80 por cientode la economía está en manos delEstado, aquí no hay ni socialismode Estado ni capitalismo de Esta-do. Entonces… ¿qué hay? La es-tructura real del sistema vigentees del Estatismo Burocrático, se-cante y paralizante basado y alen-tado por un burocratismo parasita-rio y presupuestívoro que cual ma-fias pizarristas y almagristas sehan repartido el botín de la admi-nistración pública para servirse delpueblo, exprimirlo y oprimirlo contoda clase de tributos, multas,exacciones, despojos, depreda-

ciones, confiscaciones, incauta-ciones. Estas mafias constituyenlas mafias burocráticas nacionalis-tas de todo cuño que manejan conla mayor impunidad los ingresos ylos gastos públicos. Ese burocra-tismo parasitario es la epidemia detodas nuestras Instituciones. Elejército, la administración públicay todos los entes sociales estánafectados de esta lepra que ame-naza dejar en huesos Bolivia.

Corresponde rescatar a nuestrasinstituciones de ese mal antes deque sea tarde. Los pueblos nativos,el pueblo indio es la victima quegime, suda y sangra bajo este sis-tema, alimentando el trapiche so-cial que la burguesía entreguistay servil se encarga de convertiren dinero, poder y placer. El puebloaymara, quechua, guaraní, camba,chapaco, guarayo, movima y to-dos los pueblos nativos son lasvíctimas del Estado Estatista Bu-rocrático. En su variante campe-sina, minera, obrera: como cons-tructor, agricultor, artesano, elpueblo indio ha subvencionado elcosto y el estándar de vida de laclase opresora. Paralelamente,mientras imponen precios ridículosa la producción agraria, sueldosmiserables a los mineros, salariosde hambre a los obreros; en elexterior enarbolan nuestros hara-pos, exhiben nuestra desnutrición,esgrimen nuestra ignorancia paraobtener préstamos astronómicosque luego se dilapidan e inviertenen proyectos dudosos por mediode negociaciones misteriosas. Asíhan depauperado el país y debili-tado de tal modo que Boliviatambalea peligrosamente por lapésima conducción política, lacalamitosa organización social yel escandaloso manejo de laeconomía nacional.

Ante esta dramática urgencia ynecesidad, surge el MovimientoIndio Tupaj Katari como respuestapolítica histórica, como el alaridode un cuerpo social herido, comogrito de un pueblo oprimido, comovoz que clama en el altiplano, va-lles y llanuras reclamando un pocode sentido común, de responsabi-lidad patriótica y de sensibilidadhumana; surge, en fin, como clarínde esperanza que, en esta oscurahora, anuncia la alborada. Boliviacuenta la riqueza y variedad desus recursos naturales, pero tieneademás la suerte de contar conla riqueza y variedad de sus pue-blos: el gran pueblo aymara, elgran pueblo quechua, el gran pue-blo camba y los demás dignos,heroicos y ejemplares pueblosnativos. Desde esta prodigiosatierra y con estos admirablespueblos, el HOMBRE habrá escritodesde Bolivia las más grandiosaspáginas de la historia de lahumanidad y de la cultura.Boliviano… ¡DESPIERTA!

Por el Comité de PrensaIsidoro Copa