La Cuadrícula en el desarrollo de la ciudad hispanoamericana. El caso de Córdoba 1573-1810

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  • LA CUADRCULA EN EL DESARROLLO DE LA CIUDAD HISPANOAMERICANA

    CASO DE CRDOBA 1573-1810

    Foglia | Goyta | Rossi | Giordano | Malik | Freguglia Martnez | Dambone | Venturini | Ortega | Franchello Demarco | Cammisa | Eguiguren

  • Instituto del Ambiente HumanoFacultad de Arquictura, Urbanismo y DiseoUniversidad Nacional de Crdoba

  • LA CUADRCULA EN EL DESARROLLO DE LA CIUDAD HISPANOAMERICANA

    CASO DE CRDOBA 1573-1810

    Equipo de TrabajoDireccin:

    Coordinacin: rea Urbanismo:

    rea Historia:

    Becarios de iniciacinen la investigacin:

    Colaboraron en:Aspectos Econmicos:

    Tipologa Urbana:

    Diseo Grfico

    Maria Elena FogliaNoem Goytia de Moisset de Espans Sara RossiLeonilda Giorndano de AvilaDavid MalikTeresa Freguglia de NanzerJosefa MartnezDora Gambone de Dellavedova

    Edgardo VenturiniAna M. Rodriguez de OrtegaMaria del Carmen Franchello de MaricondeMariam Almandoz de Demarco

    Jos Armando EguigurenMara del Carmen Cammisa de Fierro

    Florencia Marciani

  • Nuestro sincero agradecimiento al Arq. Barnardino Taranto, Decano de laFacultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Cr-doba, quien en el marco de su visin sobre el significado de la investigacinpara nuestra Facultad y el conjunto de acciones que sumiere oara reivindi-carla, apoy nuestra labor constribuyendo en la publicacin de la primeraedicin,

    Los autoresCrdoba, Argentina, 1987

    AGRADECIMIENTO

  • 6

  • 7Introduccin

    Enuniandos

    PARTE I - Crdoba en su contexto territorial. Perodo 1573 - 1810

    I.1. La urbanizacin colonial del sur del continente.

    I.2. El modelo urbanstico de la colonizacin hispanoa-mericana.

    I.3. Referencia histrica sobre la fundacin de Crdoba.

    I.4. Referencia al medio geogrfico del asentamiento ydescripcin del trazado original.

    PARTE II - La cuadrcula en Crdoba: 1573 - 1810

    II. 1.Trazado, modelo urbanstico y sus relaciones conel medio natural del emplazamiento.

    CONTENIDO

    II.2. Ocupacin del trazado inicial y estructura delasentamiento.

    II.3. La extensin Urbana.

    II.4. La cuadrcula en el desarrollo volumtrico delconjunto urbano.

    II.4.1. Los tipos arquitectnicos: caractersticas ins-titucionales y arquitectura.

    II.4.2. Caracterizacin de los tipos arquitectnicos.

    II.4.3. El desarrollo volumtrico del conjunto ur-bano: subdivisin parcelaria, sistema viario y tiposurbano-arquitectnicos.

    II.5. Consideraciones finales sobre el trazado en cuadr-cula en el perodo considerado.

    ANEXO I - Cuadro cronolgico del marco his-trico general del perodo 1573-1810.

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    67

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    73

    76

    92

    111

    117

  • 8INTRODUCCIN

    El trazado en cuadrcula con que se llev a cabo la urbanizacin colonizadorahispnica en el territorio americano constituy, no slo el instrumento inicialdel proceso de urbanizacin sino el modelo urbanstico de crecimiento hist-rico posterior de las ciudades coloniales y del proceso de ocupacin territorialindependiente, caracterizando la fundacin de nuevas ciudades y la extensinde las fundacionales hasta nuestros das en aquellos pases que se gestaron apartir de la conquista.

    Su utilizacin, implic una adaptacin a importantes cambios cualitativos ycuantitativos, por lo que, la investigacin propuesta por Fernando de Ternpara verificar la validez de aquel modelo urbano iniciativa conmemorativadel 500 aniversario del descubrimiento de Amrica en el campo del urba-nismo -plantea como objetivo fundamental la indagacin del papel jgado his-tricamente por el mismo y su validez actual y la diversificacin de lascaractersticas con que fue usado el modelo terico inicial en el desarrollo in-dividual de nuestras ciudades.

    Se estima que del examen sistemtico de la evolucin histrica de las ciudadeshispano-americanas, en un estudio comparado del uso del trazado en cuadr-cula y su flexibilidad de adaptacin al cambio, podrn extraerse interesantesreflexiones sobre la utilidad futura, especialmente para situaciones de forzosaausteridad urbanizadora y alto crecimiento demogrfico Se tratara pues,de verificar la validez de un modelo urbano en su puesta a prueba a lo largode la historia para resistir y adaptarse a formidables cambios cuantitativos (cre-cimiento demogrfico inductor de extensiones y densificaciones) y cualitativos

    (la nueva tecnologa y las nuevas formas de organizacin social) (de Tern,Fernando, 1984). Sus conclusiones podran constituir valiosas indicacionespara los planificadores y autoridades locales que se planteasen su posible usocomo soporte de la urbanizacin futura.

    Se estima, por otra parte y de all nuestro inters en el tema, que tal investi-gacin puede constituir un aporte importante al anlisis urbano propio de larealidad latinoamericana que no ha sido desarrollado hasta el momento en lamagnitud que los graves problemas de nuestras ciudades mereceran y que re-quieren de una urgente atencin para fundamentar adecuadamente las solu-ciones en marcha, no siempre correctamente apoyadas en una teoraexpresamente elaborada para tal realidad.

    Para facilitar el estudio comparado, de Tern estableci una serie de enunciadoso hiptesis de investigacin que constituyen un criterio unificador orientativode los esfuerzos individuales de los investigadores que en los distintos paseshispano-americanos participan del mismo, dejando abierto sin embargo, unamplio espectro de posibilidades de enfoque para el desarrollo de cada casoparticular (1).

    De aqu que se presente a continuacin el enfoque desarrollado en el caso deCrdoba que se apoya en aquellos enunciados unificadores pero establece unmarco de referencia particular respondiendo a nuestra visin de la temticaestablecida, de sus componentes y de su significado en nuestra situacin pasaday presente.

  • 9En tal sentido, se estableci que los enunciados planteados por de Tern per-mitan generar hiptesis particulares ajustadas a nuestro caso y que stas po-dan verificarse a travs de postulados, es decir, principios sobre los cuales esposible fundar una demostracin e identificar las variables de estudio involu-cradas para sostener los mismos y que, obviamente, responden a una propiainterpretacin del fenmeno urbano y del significado del trazado en l. Es talinterpretacin y enfoque de investigacin de ella derivado lo que se expone acontinuacin.

    ENUNCIADOS

    Es sabido que la ciudad puede interpretarse como un sistema de componentesinterrelacionados donde una poblacin con sus peculiares caractersticas socio-econmicas, culturales y tecnolgicas desarrolla sus actividades en un espaciogeogrfico dado, plantendole al mismo requerimientos de recursos para lalocalizacin y albergue de aquellas (2). El medio natural, es consecuentementeadaptado por el hombre a sus requerimientos, a travs de las pautas de apro-piacin del espacio de una cultura determinada y esto implica una forma deluso del suelo natural y sus recursos.

    As, la conformacin del hecho urbano en el espacio conlleva un cambio en eltipo y forma de uso del suelo o, en otros trminos, una transferencia del usorural al urbano.

    En el asentamiento para uso rural, la subdivisin del suelo correspondiente ala apropiacin que los habitantes hacen de ese espacio, se caracteriza por sugran dimensin, destinada a la explotacin agrcola-ganadera o de otra activi-dad primaria, y la predominancia del espacio libre en relacin al espacio edi-ficado. La transferencia de ese suelo al uso urbano, entraa una nuevasubdivisin parcelamiento de menores dimensiones, destinado al asentamientode actividades no rurales que se albergan en tipologas arquitectnicas variadas,cuyo propio asentamiento sobre el parcelamiento de base compone un tejidodonde lo edificado predomina en relacin al espacio libre (3).

    La nueva subdivisin se acompaa, segn el grado de sofisticacin tecnolgicade la sociedad de que se trate, con la dotacin de la infraestructura de servicio

  • 10

    La funcin territorial, que responde a las estrategias de apropiacin de unmedio regional por una sociedad dada, condiciona procesos de urbanizaciny ocupacin del espacio que se manifiestan en diferentes modos de produccindel hecho urbano donde intervienen distintos medios y actores. Y estos se apo-yan en la teora y la prctica que las pautas culturales, la ciencia y la tecnologadel momento, hayan elaborado como prototipos o modelos de organizacinformal y funcional de la ciudad (6). El trazado, como matriz de origen de laapropiacin que la sociedad realiza del medio natural y el tejido resultantede la ocupacin de aquel por las tipologas quedan condicionados, en conse-cuencia, por tales elaboraciones, aplicadas segn distintos intereses por los di-ferentes actores sociales.

    Lo que nos resulta til remarcar en esta instancia es que la ciudad, como con-secuencia de las interrelaciones entre funciones, modos, medios y actores quela producen, presenta una permanente dinmica de cambio. Y esa dinmica esla que genera los procesos de ocupacin de los trazados fundacionales y la re-novacin y expansin posteriores de los mismos.

    En un proceso de renovacin, cuando las necesidades propias de las actividadesdan origen a nuevas tipologas arquitectnicas, puede ocurrir que stas re-quieran una subdivisin o parcelamiento diferente al existente. Es evidenteque un palacio medieval o renacentista requiere un tipo de parcela y accesoviario bastante distinto al de nuestras viviendas individuales, por ejemplo. Estasituacin puede dar origen al cambio en la subdivisin de manzanas (inclu-yendo o no la aparicin de nuevas calles) y de parcelas, mediante el fraccio-namiento de las previamente existentes.

    Consecuentemente, mientras el proceso de renovacin que responde a los re-querimientos funcionales pueda darse parcela por parcela sin necesidad demodificar las calles y las manzanas originales la estructura del trazado y su te-jido no se modifica sustancialmente, y pueden coexistir tipologas de distintaspocas en un mismo trazado base. Esta situacin por superposicin va dando

    que exista en el momento y el lugar, a partir de la infraestructura viaria quequeda definida por el propio trazado de la subdivisin separando el dominiopblico del dominio privado al que da acceso.

    Es decir que el tejido que materializa la conformacin urbana en el espacioest compuesto por una subdivisin del suelo particular, adaptada en su con-figuracin, dimensin y dotacin de infraestructura a los requerimientos fun-cionales de las actividades urbanas y , adems, por la forma en que lastipologas que albergan tales actividades se asientan sobre aquella, ocupndola.Dicha forma de ocupacin queda condicionada por la subdivisin bsica en lamedida en que para acceder a las tipologas es necesaria su relacin con lasvas de comunicacin que integran la subdivisin (4).

    Las calles, las manzanas delimitadas por ellas y las parcelas contenidas en lasmanzanas que constituyen la base del tejido fsico-espacial producido por elasentamiento de las tipologas arquitectnicas, configuran lo que denomina-mos habitualmente el trazado de la ciudad. El trazado, en consecuencia, cons-tituye la matriz de origen de la apropiacin que la poblacin realiza del medionatural o rural para las funciones urbanas.

    Por otra parte, el sistema urbano mantiene un conjunto de relaciones externas.El hecho urbano no aparece porque s sino respondiendo a un conjunto de ne-cesidades de un rea mayor donde cumple un determinado papel en el orde-namiento territorial, que le asigna a su vez, una funcin que puede ir variandohistricamente. En definitiva, el crecimiento o decrecimiento de los diversoscentros urbanos responde ms que a una evolucin aislada y contenida dentrode s mismos, a procesos de urbanizacin cuya dinmica y sustrato econmicose han diferenciado histricamente en correspondencia con la evolucin deldesarrollo socio-econmico de cada territorio y con el significado que los cen-tros tuvieron y tienen en tal evolucin y en el ordenamiento consecuente (5).

  • 11

    imagen y carcter a las diferentes partes o barrios componentes del hecho ur-bano. Y, en esta instancia, es posible verificar el grado de adaptabilidad del tra-zado a los cambios funcionales de la estructura urbana.

    Pero, cuando se modifica la situacin desde la subdivisin base del tejido, in-cluyendo calles y manzanas, el cambio afecta la estructura general, reemplazalas tipologas preexistentes y da origen a un nuevo tejido; compone una nuevaimagen urbana y, en consecuencia, genera una nueva identidad. Esta instanciaque puede dar lugar a la aparicin de un nuevo paisaje pero tambin a la des-truccin de la identidad previa, implica modificaciones substanciales del tra-zado original o su sustitucin por uno de caractersticas diferentes.

    En este sentido, recordemos que tejido y paisaje, carcter e identidad, no sonmeros hechos funcionales, morfolgicos y perceptuales sino, y fundamental-mente, sociales, ya que en ellos y en la apropiacin que hace de ellos el ciu-dadano se da la prctica social urbana por excelencia (7). Y es esa prctica socialla que sustentar o no la sustitucin del trazado inicial en relacin a las virtudeso defectos asignados a su uso y los objetivos que se aspiren alcanzar.

    Por otra parte, como ya indicramos, la dinmica y el crecimiento urbanos seproducen no solamente por renovacin sino tambin por expansin, situacinque implica la extensin del trazado original en el medio geogrfico.

    En este caso, la posibilidad de uso del mismo tipo de trazado quedar supedi-tada a las ventajas comparativas del mismo o de sus alternativas, en relacin alos requerimientos funcionales y de prctica social que la poblacin se planteeen cada etapa histrica del proceso de expansin de la ciudad.

    En otro orden de cosas, la sustitucin o permanencia del trazado podr ser elproducto de la aceptacin o rechazo en la prctica social por parte de sus ac-tores a raz de que, simplemente, se consagren como aptos ciertos modelosde comportamiento funcional y morfolgico y, en consecuencia, la costumbre

    de su uso tia el accionar de todos los actores, o bien porque dichos modeloshayan sido institucionalizados en una intervencin consciente orientada a suuso especfico. Intervendrn entonces, en su sustitucin o mantenimiento,instrumentos normativos que la misma sociedad establece habitualmente parael logro de sus objetivos, orientando, a travs de los organismos pblicos, alaccionar privado.

    Asimismo, puede ocurrir que la poblacin no sea consciente de lo que obten-dr como conformacin final a partir del uso de determinado trazado comobase de sustentacin de los tipos arquitectnicos, o que el paisaje no sea objetode su preocupacin especfica, y el resultado morfolgico-funcional, por con-siguiente, no sea expresamente buscado sino el producto de la prctica socialespontnea, en el tiempo.

    En sntesis, parcelamiento, ocupacin, expansin y renovacin y el tejido re-sultante de tales procesos -que incluye un paisaje y una identidad-, en su re-lacin con la subdivisin original del suelo rural, constituyen los procesosindispensables de analizar para el estudio del significado del trazado en el des-arrollo urbano, confrontados directamente con las pautas culturales de la so-ciedad que les da origen.

    Dentro de este marco conceptual es posible insertar los enunciados planteadospor Fernando de Tern para unificar el estudio comparado de las ciudades queparticipan en la investigacin. Ellos son, segn la transcripcin del documento"La cuadrcula en el desarrollo de la ciudad hispanoamericana: planteamientoy metodologa" (8):

    1- La cuadrcula como marco obligado y como traza fija bidimensionalpara un desarrollo volumtrico uniforme, regulado a partir de las for-mas de parcelacin y de las normas de edificacin.

    2- La cuadrcula como tablero de juego no predeterminado, mnima-

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    ENUNCIADOS 1 Y 2

    La cuadrcula como marco obliga-torio y como traza fija bidimensionalpara un desarrollo volumtrico uni-forme, regulado a partir de las for-mas de parcelacin y de las formasde edificacin.

    La cuadrcula como tablero dejuego no predeterminado, mnima-mente condicionante del desarrollovolumtrico, que admite flexible-mente mltiples elecciones parcela-torias y da lugar a una altades-homogeneizacin, dada la indi-ferencia que supone respecto de laforma final.

    Se entiende que el objetivo de ambos enunciados es establecer la posible in-cidencia del trazado en cuadrcula en el desarrollo volumtrico derivado desu propio uso. En el caso del enunciado 1, se estima buscado conscientementea travs de la parcelacin y de la normativa. En el caso 2, en cambio, se planteala cuadrcula como un marco flexible indiferente a la forma final que admitealternativas de desarrollo volumtrico a travs de las variaciones de la parce-lacin y de la tipologa que ocupa el espacio parcelado.

    Resulta evidente que para la verificacin de estos enunciados ser indispensableanalizar la subdivisin del suelo que implica la cuadrcula y el sistema viariocorrespondiente, la parcelacin, en relacin con aquel sistema y el significadoy cualidades intrnsecas de forma y dimensin de las parcelas como posibili-

    mente condicionante del desarrollo volumtrico, que admite flexible-mente mltiples elecciones parcelatorias normativas y tipolgicas y dalugar a una alta des-homogeneizacin, dada la indiferencia que suponerespecto a la forma final.

    3- La cuadrcula como soporte neutro de un desarrollo istropo in-definidamente extensible.4- La cuadrcula como soporte intencionado de una composicin uni-taria y limitada.

    5- La cuadrcula intencionadamente dotada de polarizaciones volunta-riamente localizadas.

    6- La cuadrcula como receptor pasivo de localizaciones imprevistas depolarizaciones espontneas.

    7- Adecuacin de la cuadrcula para que el sistema viario funcionecomo soporte de la organizacin de las relaciones e interacciones pre-vistas e imprevistas.

    8- Adecuacin de la cuadrcula para adaptarse al cambio y al creci-miento en intensidad de usos y en extensin superficial. Problemas deldimensionaiento inicial fijo de manzanas y del sistema viario.

    La mayora de estos enunciados, estn planteados como duplas de posibilidadescontrapuestas desde el punto de vista del efecto del trazado en la conformacinurbana, involucrando en sta no slo sus aspectos morfolgicos sino tambinlos funcionales significativos y su grado de adaptacin a la dinmica urbana.Su desagregacin en hiptesis derivadas para nuestro caso particular debiconsiderar en consecuencia, tal situacin, procurando establecer los postuladosque apoyados en nuestro marco referencial permitiesen identificar las variablespara su verificacin en relacin a las duplas propuestas.

    A continuacin se desarrolla para cada dupla de enunciados bsicos y paraaquellos que no constituyen duplas, las hiptesis derivadas para nuestro caso,los postulados o principios sobre los cuales entendimos posible fundar su de-mostracin y las variables consideradas para la verificacin correspondiente.

  • 13

    tantes de una determinada ocupacin y, la ocupacin misma y las actividadesque la determinan en relacin con los aspectos anteriores.

    A partir de nuestro marco conceptual se asume, adems, que en sus ltimasconsecuencias en relacin al desarrollo volumtrico, estos aspectos puedenanalizarse a travs del estudio de los tipos urbano-arquitectnicos, enten-diendo por tales la resultante edilicia de la ocupacin parcelaria por los tiposarquitectnicos generados por las actividades y su conexin con el sistemaviario definido por el trazado.

    La hiptesis de trabajo que puede derivarse para nuestra situacin de la duplaconsiderada es la siguiente:

    Ambas situaciones que son posibles tericamente en el uso de lacuadrcula se han dado en la ciudad de Crdoba en diferentes pe-rodos histricos.

    Para verificar la hiptesis planteada se establecen los siguientes postulados:

    A - El desarrollo volumtrico ho-mogneo del perodo histrico con-siderado es el resultado de:

    la tipologa urbano-arquitec-tnica como producto de condicio-nantes socio - econmicosimperantes y, en consecuencia, in-dependiente del uso del trazado encuadrcula.

    la tipologa urbano-arquitect-nica en s, como consecuencia de larelacin entre el tipo arquitectnicorequerido por las actividades y lascaractersticas de la parcelacin deltrazado en cuadrcula.

    B - El desarrollo volumtrico nohomogneo del periodo conside-rado es el resultado de:

    cambios en la tipologa urbano-arquitectnica, por re-adaptacin ore-creacin de tipos arquitectni-cos, manteniendo la parcelacinpreexistente o modificndola muypoco, y su coexistencia con la tipo-loga previa remanente.

    cambios en la tipologa urbano-arquitectnica por nuevos tipos de-rivados y/o acompaados decambios en la parcelacin y su coe-xistencia con la tipologa previa re-manente.

    la coexistencia de diferentestipos urbano-arquitectnicos hete-rogneos , contemporneos o nocomo producto de:

    a) la inexistencia de una normativaque pretenda alcanzar la homoge-neidad (se busca voluntariamentela heterogeneidad), o b) la existencia de una normativaparcial que no alcanza a ser condi-cionante del resultado, aunquehaya una voluntad de homogenei-zar.

    una expresa voluntad normadade ocupacin de la parcela que de-termin la tipologa urbana.

  • 14

    No se descarta que en diferentes perodos histricos puedan encontrarse situa-ciones constituidas por diversas combinaciones de los postulados enunciados.

    Las variables e indicadores de estudio que se entiende permiten veri-ficar los postulados, que pueden desagregarse en:

    a-Tipos arquitectnicos y requeri-mientos del grupo social en cada pe-rodo histrico considerado:

    requerimientos funcionales;requerimientos tcnicos (tec-

    nologa, tcnicas constructivas,mano de obra, etc.)

    aspectos econmicos; alcancesy limitaciones.

    aspectos legales: identificacinde las normas que condicionaron laedificacin, si las hubiera.

    Para su estudio ser necesario establecer los tipos predominan-tes en relacin a las distintas actividades de los perodos hist-ricos correspondientes.

    b- Tipologa urbano-arquitectnicao relacin de los tipos arquitectni-cos con la parcelacin y el sistemaviario:

    identificacin de las restriccio-nes derivadas de la parcelacin y surelacin con el sistema viario que in-cidieron sobre la constitucin de lostipos urbanos.

    identificacin de las normasque condicionaron la ocupacin delas parcelas, si las hubiera.

    En relacin a a- y b- se plantea ampliar el marco referencial afin de establecer la existencia de tipos "consagrados", transferi-dos a, o definidos en el medio, y su significado en el perodoconsiderado

    c- Tipologa urbano-arquitectnicay economa urbana

    El mercado inmobiliario, elvalor del suelo y su incidencia en laconstitucin de la tipologa urbano-arquitectnica.

  • 15

    ENUNCIADOS 3 Y 4

    La cuadrcula como soporte neutrode un desarrollo istropo indefini-damente extensible.

    La cuadrcula como un soporte in-tencionado de una composicin uni-tariamente limitada.

    El objetivo de ambos enunciados es estableces las cualidades de la cuadrculapara posibilitar la extensin urbana voluntariamente buscada o, por el con-trario, para definir una composicin unitaria. Se asume que, en el trazado deCrdoba se evidencia la situacin planteada en el enunciado 3, aunque en suscomienzos la amplia dimensin inicial y la lenta dinmica de cambio pudieranhaber constituido la situacin indicada en el enunciado 4.

    La hiptesis de trabajo que se deriva, en consecuencia de la duplaconsiderada es la siguiente: El desarrollo istropo indefinidamenteextensible caracteriza el proceso histrico de urbanizacin de Cr-doba desde sus etapas de mayor crecimiento hasta nuestros dasy es el resultado de una actitud intencional que utiliz la cuadrculapor sus cualidades intrnsecas de extensibilidad, considerndola elinstrumento ms apto para el crecimiento urbano.

    Para verificar esta hiptesis se establecieron los siguientes postulados:

    A- La composicin unitaria y limi-tada que puede manifestarse en elprimer perodo histrico a conside-rar del desarrollo de Crdoba es elresultado de:

    La dimensin del trazado ini-cial y la limitada dinmica de cam-bio; en consecuencia, laconformacin alcanzada es involun-taria.

    B -El desarrollo istropo indefini-damente extensible en los sucesivosperodos histricos del crecimientode Crdoba es el resulta de:

    las cualidades intrnsecas fsico-funcionales, econmicas y adminis-trativas del uso de la cuadrcula parasalvar las dificultades del creci-miento en cualquier cualquier direc-cin, voluntariamente buscado.

    la utilizacin de un tipo de tra-zado consagrado por la tradicin,espontneamente repetido.

    la cualidad ntrnseca de la cua-drcula para dar lugar a composicio-nes unitarias que por simpleyuxtaposicin produzcan la exten-sin, manteniendo cada una de ellassu carcter unitariamente limitado.

    Las variables e indicadores de estudio que permiten verificar estospostulados pueden desagregarse en:

    a- Composicin unitaria y trazadolimitado en relacin a la dinmicaurbana de:

    demanda de suelo;proceso histrico de ocupacin

    del trazado inicial.

    b- Extensiones urbanas en relacina la dinmica de cambio en:

    crecimiento poblacional;demanda de suelo;proceso histrico de urbaniza-

    cin.

  • 16

    c- Extensiones urbanas en relacina los condicionantes del medio:

    caractersticas fisiogeogrficasy ecolgicas.

    caractersticas de la estructuraurbana en el pasaje de un perodohistrico a otro (vas ferroviarias,vas deconexin regional, localiza-cin de las fuentes de provisin deservicios infraestructurales, etc)

    condicionantes econmicos yadministrativos (limitaciones de re-cursos, etc.).

    d- Extensiones urbanas y cualidadesde forma y dimensin del trazado encuadrcula::

    identificacin de la incidenciade la forma (cuadrada/rectangular)y dimensiones en la generacin ysignificado de distintos tipos de cua-drcula.

    identificacin de las ventajascomparativas de los distintos tiposde cuadrcula y su significado hist-rico en los diferentes perodos.

    e- Extensiones urbanas y configura-cin morfolgico-funcional:

    identificacin de la aparicin delos barrios y anlisis de su configura-cin.

    ENUNCIADOS 5 Y 6

    La cuadrcula intencionadamentedotada de polarizaciones voluntaria-mente localizadas.

    La cuadrcula como receptor pasivode localizaciones imprevistas de po-larizaciones espontneas.

    El objetivo de ambos enunciados es establecer las cualidades de la cuadrculapara la localizacin de actividades diferenciadas. En el caso del enunciado5, la localizacin es asignada voluntariamente aprovechando las condicionespropias del trazado. En el caso del enunciado 6, las condiciones intrnsecasde la cuadrcula son determinantes de su cualidad receptora de localizacionesno predeterminadas.

    La hiptesis de trabajo que puede derivarse para nuestra situacinde la dupla considerada es la siguiente: Ambas situaciones son te-ricamente posibles y se han dado histricamente en Crdoba.

    Los postulados para verificar la hiptesis planteada son:

    A- La cuadrcula es intencionada-mente dotada de polarizaciones enel perodo considerado como resul-tado de:

    la aplicacin de normativasque condicionan el uso del suelo ensu localizacin espacial

    la aplicacin de normativasque condicionan la ocupacin de laparcela y, en consecuencia, los tiposurbano-arquitectnicos y a travs deellos, la localizacin de ciertas acti-vidades.

  • 17

    Las conclusiones en relacin a este postulado debern realizarseno slo para cada perodo a estudiar sino para el proceso his-trico de urbanizacin que genera la aparicin del rea Centraly de los centros de barrios.

    B- La cuadrcula es un receptor pa-sivo flexible de la localizacin de ac-tividades en el perodo comoresultado de:

    sus cualidades intrnsecas quediferencian la aptitud de las parcelaspara diferentes usos del suelo nopredeterminados.

    lo anterior, en relacin a su fle-xibilidad para cambios en la parce-lacin adaptables a diferentescambios de uso.

    Las variables e indicadores orientados a verificar estos postulados sedesagregan en:

    a- Normativas para la localizacinde actividades respecto del trazado:

    normas de subdivisin y parce-lamiento del suelo;

    normas de uso del suelo (zoni-ficaciones, ejes, etc.);

    normas de ocupacin del suelo(retiros, ndices, etc.).

    b- La cuadrcula, su trama, configu-racin y dimensiones de calles ymanzanas en relacin con la locali-zacin de actividades y su significa-cin para la prctica social

    identificacin del significado delas esquinas, tramos, etc.

    identificacin del significado delas calles principales; jerarquas via-les, etc.

    identificacin del significadode las plazas, nodos, parques, ba-rrios, etc.

    ENUNCIADOS 7 Y 8

    Adecuacin de la cuadrcula paraque el sistema viario funcione comosoporte de las relaciones e interac-ciones previstas imprevistas.

    Adecuacin de la cuadrcula paraadaptarse al cambio y al crecimientoen intensidad de usos y en extensinsuperficial. Problemas del dimensio-namiento inicial fijo de manzanas ydel sistema viario.

    Estos enunciados, no se presentan como una dupla de posibilidades contra-puestas sino como la sntesis final de los anteriores. En el caso 7, particular-mente orientado a definir el significado del sistema viario, componenteintegral del trazado, con respecto a la organizacin funcional de la ocupacindel mismo; y, en el caso 8, como sntesis acabada del significado del trazadoen relacin al uso, ocupacin y extensin, remarcando la posible existenciade problemas derivados del dimensionamiento inicial del sistema viario y lasmanzanas o unidades constitutivas del trazado.

  • 18

    Para finalizar la presentacin del enfoque de investigacin adoptado debe con-siderarse la periodizacin del crecimiento urbano a estudiar. En este sentido,y en funcin del marco conceptual ya anunciado y el significado que all seasigna a los componentes socio-econmicos y culturales de la poblacin y suprctica social de apropiacin del espacio para el crecimiento urbano, se optpor establecer a priori, grandes perodos de anlisis relacionados con las ca-ractersticas poltico-institucionales y econmico-culturales de la sociedad ar-gentina y del desarrollo de Crdoba. Ellos son:

    Perodo colonial: desde la fundacin en 1573 hasta 1810, ao enque comienza la independencia del pas. (Tema desarrollado en elTOMO I)

    Perodo de la organizacin nacional: desde 1810 hasta 1880,ao en que comienza la consolidacin definitiva de la unidad nacio-nal.

    Perodo de crecimiento urbano relativo: desde 1880 hasta apro-ximadamente 1930. (Unificados en el TOMO II, por razones luegoexplicadas).

    Perodo de crecimiento urbano acelerado: desde aproximada-mente 1930 hasta hoy. (No desarrollado en este trabajo).

    Por ltimo, cabe destacar que el conjunto de hiptesis y postulados estableci-dos en el enfoque precedente, debido a las propias caractersticas del sistemaurbano y de la interrelacin de sus componentes en la dinmica de cambioreiteran la utilizacin de las mismas variables e indicadores -en gran medida-para corroborar los diferentes procesos de subdivisin, uso, ocupacin y ex-tensin del suelo urbano en su conexin con el trazado. Por tal motivo y aefectos de evitar repeticiones superfluas, se opt por organizar esta presenta-cin de la primera instancia de la investigacin en correspondencia, no con el

    Las hiptesis de trabajo y los postulados correspondientes, en con-secuencia, constituiran una sntesis de los anteriores.

    Las variables a considerar para verificarlos, han sido ya indicadasen su mayora debindose agregar, solamente, consideracionesde tipo cuantitativo tales como dimensiones y capacidad de lasvas, etc., a las cualitativas precedentes con respecto al significadode las calles y su jerarqua.

    Se estim como hiptesis de trabajo que, en el inicio del creci-miento urbano no apareceran problemas sustanciales en relacinal sistema viario y que en etapas posteriores podran incorporarselas siguientes variables de anlisis:

    a- circulacin vehicular: volmenes de trnsito, instrumentos de re-gulacin, etc.b- jerarquas viales: caractersticas funcionales y de diseo; capacidady niveles de servicio, etc.c- circulacin peatonal: caractersticas del diseo de las aceras, vol-menes de peatones, etc.

    El conjunto de las variables desagregadas para los postulados 1 a 7, conside-radas en su relacin con la estructura urbana en trminos de su organizacinfuncional y los procesos de subdivisin, uso y ocupacin del suelo, permitirncomprobar el grado de adecuacin del o los sucesivos trazados en cuadrculaal crecimiento y dinmica urbanos que caracterizaron los diferentes perodosdel desarrollo de Crdoba hasta nuestros das.

    Cabe destacar en relacin a los postulados establecidos, que de acuerdo almarco conceptual adoptado, se pretende analizar las variables involucradascon respecto al paisaje resultante y su significado en la apropiacin que la prc-tica social realiza del medio ambiente urbano.

  • 19

    ordenamiento de las hiptesis, sino con nuestro marco conceptual de refe-rencia.

    En el TOMO II se unifican el Perodo de la organizacin nacional y el del cre-cimiento urbano relativo porque en realidad es a fines del mismo, a partir de1870 y a comienzos del perodo que habamos denominado de CrecimientoUrbano Relativo (1880 - 1930), cuando se producen las primeras transfor-maciones importantes en la estructura urbana de Crdoba y cambios de inte-rs en el uso de la cuadrcula, tanto en trminos de la ocupacin del trazadoya existente como en trminos de su utilizacin para el crecimiento de la ciu-dad. Estos cambios y transformaciones introducen procesos de renovacin,ocupacin y extensin que instauran una modalidad de crecimiento que hacontinuado, en muchos sentidos, hasta nuestros das, sin rupturas tajantes quepudieran definir netamente los cortes entre perodos.

    Asimismo establecimos un corte temporal s se quiere arbitrario en 1916. Yaque centra el estudio fundamentalmente en las tres dcadas que van desde1870 a 1900. Las escasas transformaciones de la estructura urbana cordobesaanteriores a 1870, aparecen descriptas sintticamente como introduccin alos cambios determinantes que se producen en las tres dcadas sealadas, etapasta donde se ha profundizado la lectura de los procesos de extensin, ocupa-cin y renovacin del trazado colonial. La prolongacin del perodo de estudiohasta alrededor de 1916 responde. Por su parte, a la observacin de ciertosefectos que tienen su origen en el cimbrn generado en aquellas dcadas perocuyas sacudidas secundarias pueden observarse todava hasta 1916. Aunque seestima que sta ltima fecha no constituye un lmite definido de los procesosde urbanizacin en marcha, se la ha adaptado como tal por su significacinsocio-poltica ya que implica la primera instancia en el pas del ascenso de lasclases populares al poder con la presidencia de Irigoyen, cuyas consecuencias,se entiende, afectarn al contexto del desarrollo urbano coetneo.

    Finalmente, la circunstancia de encontrarnos en la etapa 1810-1916, a dife-rencia del perodo fundacional, frente a una trazado inicial con sus primerasextensiones ya consolidadas a travs de la ocupacin y cuyas caractersticasfueron precisados en nuestro tomo anterior, nos condicion a modificar el or-denamiento temtico presentado en aquella oportunidad, organizndose losestudios del presente TOMO II a partir del reconocimiento de las nuevas ex-tensiones.

    Por otra parte, y considerando la posibilidad de que sus potenciales lectorespudieran desconocer las caractersticas de la realidad americana, argentina yde Crdoba en particular, se decidi incorporar a la primera parte del ambosTOMOS una presentacin de la ciudad en su contexto territorial y temporal.De all que los mismos estn organizado de la siguiente manera:

    TOMO I

    PARTE I - Crdoba en su contexto territorial. Perodo 1573 -1810I.1. La urbanizacin colonial del sur del continente.I.2. El modelo urbanstico de la colonizacin hispanoamericana.I.3. Referencia histrica sobre la fundacin de Crdoba.I.4. Referencia al medio geogrfico del asentamiento y descripcin del tra-zado original.

    PARTE II - La cuadrcula en Crdoba: 1573 - 1810II. 1. Trazado, modelo urbanstico y sus relaciones con el medio naturaldel emplazamiento.II.2. Ocupacin del trazado inicial y estructura del asentamiento.II.3. La extensin Urbana.II.4. La cuadrcula en el desarrollo volumtrico del conjunto urbano.II.5. Consideraciones finales sobre el trazado en cuadrcula en el perodoconsiderado.

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    zado en cuadricula en el periodo.

    PARTE V - ANEXOSV. 1. Barrio Nueva Crdoba.V. 2.Estudio de los nuevos hitos urbanos y su adecuacin a la cuadricula

    Anexo I - Cuadro cronolgico del marco histrico general del perodo1573-1810.

    TOMO II

    PARTE I - Crdoba en su contexto histrico- territorial (1810-1916)I.1. La primera mitad del siglo XIX.I.2. La segunda mitad del siglo XIX y sus transformaciones territoriales yurbansticas.

    PARTE II - La expansin urbana del perodo.II. 1. A. Pueblo General Paz.II. 1. B. Pueblo San Vicente.II. 1. C. El ensanche del sur o la Nueva Crdoba.II.2. El conjunto de las extensiones del periodo y su significado.

    PARTE III - La renovacin del rea fundacional y su desarrollovolumtrico.III. 1. La renovacin de los tipos urbano-arquitectnicos.III. 1. 1. La renovacin de los tipos arquitectni cos en el pas: caracters-ticas institucionales y arquitectura del periodo.III. 1. 2. Los tipos urbano-arquitectnicos de Crdoba.III. 2. Renovacin urbana y desarrollo volumtrico de la planta fundacio-nal.III. 2. 1. La organizacin general del rea y el uso del suelo.III. 2. 2. Subdivisin parcelacin del suelo.III. 2. 3. La red vial y su adaptacin a los cambios.III. 2. 4. Los tipos urbano-arquitectnicos y el paisaje resultante.

    PARTE IV - Consideraciones finales sobre el significado del tra-

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    NOTAS

    (1) de TERAN (Fernando), La cuadricula en el desarrollo de la ciudad hispanoa-mericana. Planteamiento y metodologa. Madrid, Ed. Instituto de Estudios de Ad-ministracin Local, 1984.

    (2) La interpretacin de la ciudad como un sistema ampliamente desarrollapor diversos autores puede verse, entre otros en CHADWICK, (G.F.), Unavisin sistemtica del planeamiento, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1973; McLOUGHLIN (J.B.),Urban and Regional Planning, Faber & Faber Ed.1969.En Argentina, YUJNOVSKY (Oscar), La estructura interna de la ciudad. El casolatinoamericano no, Ediciones SIAP, 1971; tambin FOGLIA (Mara Elena),Sistemas, en Planeamiento para el desarrollo urbano, Crdoba, Facultad de Ar-quitectura y Urbanismo, Universidad Nacional, 1980 y La realidad urbanavs. las teoras urbansticas, Summarios n 53, Bs. As., Ed. Summa, 1981.

    (3) FOGLIA (Mara Elena), La renovacin urbana en Summarios n 47, Bs.As., Ed. Summa, 1980.

    (4) CASTEX (J), DE PAULE (J. Ch.), PANERAI (Ph.), Formes urbaines. De l'ilota la barre, Pars, Ed. Dunod, 1977. Tambin, CASTEX (J.), CELESTE (P.),PANERAI (Ph.), Lecture d'une ville, Versailles, Pars, Ed. du Moniteur, 1979.

    (5) BAILLY (Antoine S.), La organizacin urbana. Teoras y modelos, Madrid, ed.espaola Instituto de Estudios de Administracin Local, 1978. Por ejemplo,sintetiza una serie de enfoques sobre el tema.

    (6) CHALINE (Claude), La dinmica urbana, Ed. espaola Instituto de Estudiosde Administracin Local, Madrid, 1981. Tambin, con un enfoque ms orien-tado a las tipologas urbanas, PANERAI (Ph.) Tipologas en PANERAI (Ph.),DE PAUL (J.Ch.). DEM0RGON (M.), VEYRENCHE (M.), Elementos de an-lisis urbano, Ed. espaola Instituto de Estudios de Administracin Local, Ma-drid, 1983. Sobre la incidencia de estos factores en el desarrollo urbano enlas ciudades latinoamericanas,FOGLIA, (Mara Elena), Preservacin y des-arrollo urbano en Summarios n 64, Bs. As., Ed. Summa, 1983.

    (7) Ver entre otros a VEYRENCHE (M.) La arquitectura urbana: una utoparealista en PANERAI (Ph.), DEPAULE, J.H., ETEM0RG0N, M., VEYREN-CHE (M), Elementos de anlisis urbano, 0p. cit. Tambin RAYMOND (H.),Habitat et modele culturel, en Architecture d'aujourd'hui n 174, julio-agosto,1974 y DEVILLERE (C), Tipologie de l'habitat et morphologie urbaine enArchitecture d'Aujourd'hui n 174, Op. cit.

    (8) de TERAN (Fernando), La cuadrcula en el desarrollo de la ciudad hispanoa-mericana, Op. cit.

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    PARTE I

    CRDOBA EN SU CONTEXTO TERRITORIALPERODO : 1573-1810

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    I.1. LA URBANIZACION COLONIAL DEL SUR DEL CONTINENTE

    La fundacin de ciudades en los territorios conquistados por Espaa y Portugalrespondi inicialmente, entre otros factores, a una poltica de expansin te-rritorial y ampliacin de fronteras de los reinos peninsulares y, seguidamente,al empeo institucional puesto en la consolidacin de la posesin de los nuevosespacios incorporados.

    En el caso espaol, una vez organizado el imperio en Amrica sobre la basede los virreinatos de Nueva Espaa y del Per, las renovadas campaas de ur-banizacin en las reas marginales de ste ltimo se relacionaron con la nece-sidad de ampliacin de fronteras en el contexto geopoltico de los imperioseuropeos en pugna, con la poltica econmico-institucional de la corona es-paola en materia de "repartimiento" de tierras y con el concepto de defenderpoblando. Dentro de aquellas reas marginales se encontraban los actuales te-rritorios de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

    Segn A.E.J. Morris (1), Mxico y Per fueron colonias cuyas economas se basaban principal-mente en la minera y se les otorg el favor y la proteccin estratgicasacordes a esta condicin. En comparacin si bien ocupaban vastos te-rritorios las colonias agrcolas sudamericanas de Venezuela, Nueva Gra-nada y aqullas situadas a lo largo del Ro de la Plata, fueron las coloniasdesatendidas del imperio espaol (...).

    Aunque esta situacin caracterizara con el correr del tiempo la colonizacindel continente y su marginalidad dentro del imperio hasta el siglo XVIII, res-

    pondiendo, sin embargo, a las polticas y conceptos indicados precedente-mente, la incorporacin de aquellos vastos territorios a partir de la primeramitad del siglo XVI y en el transcurso del siglo XVII se produjo con relativarapidez venciendo las enormes distancias que debi cubrir el proceso de ur-banizacin correspondiente.

    Las poblaciones que se fundaron nacieron en muchos casos al amparo de fuer-tes militares que se comportaron como avanzadas en el territorio que se co-menzaba a explorar, territorio desconocido y a menudo hostil, sirviendo comoasentamiento provisorio de los pobladores iniciales de la futura ciudad defini-tiva que ,sera el centro de control poltico y administrativo.

    En el caso del actual territorio argentino (grficos 1.1 y 1.2, cuadro I.1), lascampaas de urbanizacin se originaron en tres corrientes colonizadoras: ladel Norte que parta de Lima penetrando por Salta y Jujuy; la del Este, quepenetraba por el Rio de la Plata y tena su origen directo en Espaa y su centrode apoyo en Asuncin del Paraguay; y la del Oeste que penetr a travs de lacordillera de Los Andes desde Chile.

    Crdoba pertenece a la corriente colonizadora del Norte y fue fundada porJernimo Luis de Cabrera el 6 de julio de 1573. Su funcin inicial dentro delterritorio fue servir de nexo entre el Norte y el Oeste del continente y unpuerto sobre el Rio de la Plata que evitara la complicada ruta de Panam ycomunicara directamente estos territorios con Espaa a travs del AtlnticoSur.

    Inicialmente, y paralelamente a la evolucin de la ocupacin del conjunto delactual territorio argentino, el crecimiento de la ciudad fue dbil, pero paula-tinamente fue transformndose en un nodo de comunicaciones importantespor su favorable situacin geogrfica de encrucijada, que vinculaba los caminosreales que unan el puerto de Buenos Aires -fundado definitivamente en 1580-con Bolivia y Per hacia el Norte y con Chile, a travs de Cuyo, hacia el Oeste.

  • Grfico I.1.1.EL IMPERIO ESPAO EN AMRICA

    Cuadro I.1DISTANCIA EN KM. DESDE LA CIUDAD A DE CRDOBA A LOS CENTROS DE MAYOR IMPORTANCIA

    Desde / a Km.

    Crdoba (R. A.) / Lima (Per) 3.837

    Crdoba (R. A.) / Santiago (Chile) 1.080

    Crdoba (R. A.) / Asuncin (Paraguay) 1.187

    Crdoba (R. A.) / Potos (Bolivia) 1.718

    Crdoba (R. A.) / Buenos Aires (R.A.) 702

    Lima (Per) / Potos (Bolivia) 2.119

    FuenteA.E.J. MORRIS. Historia de la reforma urbana. Barcelona. Ed. Gustavo Gili,1984, pg. 375.

  • REFERENCIASDESDE ESPAAExpedicin de Pedro de MendozaExpedicin de Gaboto-GarcaExpedicin de Alvar NuezExpedicin por tierra

    DESDE PERProcedente de ChileProcedente del Alto Per

    Grfico I.1.2.CORRIENTES COLONIZADORAS EN AMRICA DEL SUR. CIUDADES FUNDADAS EN LOS ACTUALES TERRITORIOS DEARGENTINA, CHILE Y PARAGUAY (Siglos XVI y XVII)

    Fuente1. Mapa base. Carta geogrfica de la Gobernacin del Ro de la Plata, Tucu-mn y Paraguay. Trazado por el Dr. Juan Ramn, cosmgrafo mayor del reinode Per, 1685. Archivo General de las Indias, Sevilla, Espaa, Fotografaobrante en el Archivo Histrico Municipal, Crdoba, Argentina.2. ZANELATTO, I. y VIUELA, M. Historia IV. Instituciones polticas y sociales enAmrica hasta 1810. Buenos Aires, Ed. Kapeluz,1983, pg.123.

    Catamarca1683

    Crdoba1573

    Corrientes1588

    Santa F1573

    Buenos Aires1536

    1580

    Asuncin1537

    S de Chile1541 Mendoza

    1561

    San Juan1596

    San Luis1562

    La Rioja1591

    Del Barco1550-51-52

    San Miguel deTucumn 1585

    Salta1582

    La CandelariaSan Salvador de Jujuy

    1593

  • 27

    Esta situacin, instituy a la ciudad de Crdoba en un centro de trfico co-mercial, funcin que confluy con la de administracin de su territorio re-gional, con la religiosa de evangelizacin y la cultural, por ser sede de unaUniversidad desde tan temprana fecha como 1613, para marcar un significadoterritorial de relevancia que creci, con pocos altibajos, a partir de mediadosdel perodo en estudio.

    I.2. EL MODELO URBANISTICO DE LA COLONIZACION HISPANOAMERICANA

    La rapidez con que se produjo la incorporacin de los vastos territorios ya in-dicada, la necesidad de asegurar el eficiente funcionamiento y la permanenciade los nuevos asentamientos frente a los limitados recursos humanos y mate-riales que se disponan, as como las enormes distancias que separaban a losmismos, hizo que desde los aos iniciales de la conquista la Corona espaolaadoptara una poltica ordenadora y sistematizadora planteando pautas y con-diciones a observar en la fundacin y organizacin de los asentamientos y de-finiendo a partir de su aplicacin, (...)un modelo capaz de dar unidad formaly estructural a la ocupacin territorial... (2).

    Esa poltica ordenadora se expres a travs de Cdulas Reales que crearon lasbases institu-cionales y administrativas sobre las que se organizaran los terri-torios conquistados y, posteriormente, ordenanzas referidas a la seleccin desitios aptos para los nuevos asentamientos (condiciones ambientales, defensi-vas, de sitio), su ordenamiento interno (pautas urbansticas referidas a su tra-zado, extensin, etc.), y el ordenamiento del espacio territorial bajo lajurisdiccin de los nuevos poblados, al incorporar el concepto de ciudad-te-rritorio.

    Estos instrumentos hallaron su expresin unificada y sistematizada en las or-denanzas de Nueva Poblacin que Felipe II sancion el 13 de julio de 1573.La fecha mencionada coincide con la de la fundacin de la ciudad de Crdobacuando ya existan, por otra parte, un gran nmero de ciudades en el conjuntodel territorio ocupado por Espaa. Puede estimarse, en consecuencia, y as lohacen diversos autores, que aun cuando recin sancionadas en tal fecha, cons-

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    una adecuada reserva de tierras de aprovechamiento comunal que se destina-ran tanto a actividades productivas y de abastecimiento como de futuras ex-tensiones. En 1497 una Real Cdula, al regular sobre los primerosrepartimientos de tierras, hace ya mencin a estas reservas como pastoscomunes y valdos de todos... (5). En otra Real Cdula de 1529, y en relacina la Isla Espaola (Santo Domingo) se ordenaba que a los que fundaran nuevapoblacin se les adjudicaran tierras ...para sus trminos y pastos y poblacionesy exidos y granjas... con tal que estos trminos no excedieran las ...dos leguasen cuadro... si la nueva poblacin se fundaba en ...territorio dentro de diezleguas... de Santo Domingo; y si la nueva poblacin se fundaba a ms de diezleguas, se poda conceder a la misma ...trmino de tres leguas en cuadro...(6) de manera que las disposiciones alcanzaron sobre el mbito territorial delos asentamientos, estableciendo normas para el distanciamiento de los mismosy deslindando mbitos jurisdiccionales.

    Por su parte, las instrucciones que Carlos V promulga en 1523 disponan, enrelacin al espacio extra-urbano, que los nuevos poblados, una vez

    ...sealado competente cantidad de tierra para ejidos de la poblaciny su crecimiento sealen dehesas que confinen con los ejidos en quepastar los bueyes de labor, caballos y ganado de la carnicera, y para elnmero ordinario de los otros ganados que por ordenanza los pobla-dores han de tener, y alguna buena cantidad ms, que sea propio delConsejo, y lo restante en tierras de labor, de que hagan suertes (...) y(...)que sean tantas como solares pueda haver en la poblacin; y si hu-viera tierras de regado, asimismo se hagan suertes y repartan en lamisma proporcin a los primeros pobladores y las dems quedan val-das, para que Nos hagamos merced a los que de nuevo fueren a po-blar... (7).

    Del anlisis de estas instrucciones puede colegirse que la normativa estableciclaramente distintas reas en la jurisdiccin territorial de los poblados te-niendo en cuenta el uso o funcin al cual estaran destinadas. Puede identifi-

    tituyen la consagracin jurdica de sistemas fsico-espaciales y funcionales, ins-titucionalizados por casi un siglo de prctica fundacional y colonizadora.

    Se sintetizan a continuacin algunos de sus aspectos ms destacados, disposi-ciones e instrucciones que condicionaron la implantacin, trazado y estruc-turacin bsica y extensin de los nuevos asentamientos, los mbitosterritoriales adscriptos a los mismos, etc., a manera de antecedentes de lasdecisiones que respecto de estos aspectos se tomaron en Crdoba.

    La ordenanza II de Carlos V dictada en 1523, estableca claramente las condi-ciones ambientales y de sitio que deban reunir las nuevas fundaciones. Al res-pecto la norma estipulaba no elegir sitios en lugares muy altos por lasmolestias de los vientos y las dificultades de acarreo, ni en lugares muy bajospor que suelen ser enfermos sino en los medianamente levantados que gocen de buenos vientos y asoleamiento y no estn sujetos a nieblas.Deba tambin procurarse tener el agua cerca de manera que sepueda conducir al pueblo y heredades; contar con tierras de labor, cul-tura y pastos y con tierras abundantes en materiales necesarios paralos edificios entre otras condiciones (3).

    Respecto al trazado de las nuevas poblaciones y de las futuras expansiones, laordenanza se expresa en los siguientes trminos: cuando hagan la plantadel lugar reprtanlo por sus plazas, calles y solares a cordel y regla comen-zando de la plaza mayor y dejando tanto comps abierto que aunque lapoblacin vaya en gran crecimiento se pueda siempre proseguir y dilatar enla misma forma (4). As se institucionalizaba jurdicamente la utilizacinde la retcula ortogonal al trazar las plantas fundacionales y las posteriores ex-tensiones de los asentamientos.

    En relacin al mbito extraurbano, desde los primeros tiempos del descubri-miento, conquista y colonizacin, las normas, instrucciones y recomendacio-nes incorporaron disposiciones orientadas a asegurar para los nuevos poblados

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    carse as la traza urbana propiamente dicha, los ejidos, tierras reservadas parael futuro crecimiento urbano, y las dehesas, propios del Consejo y tierras deregado y labor, todas ellas destinadas a fines productivos con miras al abaste-cimiento y subsistencia de la poblacin asentada en la planta urbana (zonas dequintas, chacras y tierras de pastoreo).

    Todo este conjunto de normas que haban sido dictadas a medida que avanzabael proceso de ocupacin del territorio americano, fue unificado y codificadoen las Ordenanzas de Nueva Poblacin sancionadas por Felipe II en 1573. Es ascomo las ordenanzas 39 y 40 de Felipe II transcriben los contenidos de la or-denanza II de Carlos V de 1523 y la ordenanza 130 de Felipe II reproduce lasinstrucciones de 1523 referidas a las tierras de jurisdiccin urbana.

    Del mismo modo las ordenanzas de 1573 institucionalizan jurdicamente elconcepto de ciudad-territorio al fijar para los poblados un "...trmino y te-rritorio de cuatro leguas en cuadro..." o sea, un rea jurisdiccional de diecisisleguas cuadradas (ordenanzas 88 y 89 de Felipe II) (8). Asimismo se estableceun criterio administrativo-jurisdiccional al disponerse que dicho trmino debadistar por lo menos cinco leguas de otros trminos similares poblados por es-paoles. Esto significa que las ordenanzas 88 y 89 de Felipe II retoman, mo-dificndolas, las disposiciones de la Real Cdula de 1529 ya mencionada.(grfico I.2.1.).

    Dentro de aquel trmino y territorio estaban contenidas la planta urbana ylas tierras para futuras extensiones, produccin y abastecimiento (9). La or-denanza 90 es explcita al respecto:

    (...)El trmino y territorio que se diere a poblar por capitulacin, sereparta en la forma siguiente. Saquese primero lo que fuere menesterpara los solares del pueblo y exido competente, y dehesa en que puedapastar abundante el ganado, que han de tener los vezinos, y mas otrostanto para los propios del lugar; el resto de territorio y trmino se hagaen cuatro partes: la una de ella que escogiere, sea para el que est obli-

    gado a hazer el Pueblo y las otras tres se repartan en suertes igualespara los pobladores...(10).

    Asimismo la ordenanza 129 establece que ...los exidos sean en tan compe-tente distancia, que si creciere la poblacin, siempre quedase bastante espaciopara que la gente se pueda recrear, y salir los ganados sin hazer dao... (11).

    En cuanto a elementos que contribuyen a definir la estructura urbana talescomo espacios pblicos, usos institucionales, singulares, etc., las ordenanzas112, 113, 114 y 115 de Felipe II estipulaban que ...La plaza mayor donde seha de concentrar la poblacin... si fuere lugar mediterrneo... debera ubi-carse ...en medio de la poblacin... adoptar ...forma de cuadro prolon-gada... ya que consideraban a esta disposicin como la ms apropiada para lascelebraciones y festejos pblicos y dimensionarse proporcionalmente al n-mero de vecinos. Proponan medidas mximas para estos espacios, pero tam-bin mnimas de manera de hacer lugar al posible crecimiento poblacional delos asentamientos (grfico 1.2.2.).

    Respecto de los usos representativos, las Ordenanzas 118, 119, 120, 123, 125y 126 especificaban condiciones de localizacin, relacin entre ellos, con otrosedificios y con el espacio pblico a efectos de su jerarquizacin. En tal sentido,establecan que ...En lugares mediterrneos no se fabrique el Templo en laplaza, sino algo distante de ella, donde est separado de otro cualquier edifi-cio..., que se edificase sobreelevado del suelo ...porque de todas partes seavisto, y mejor venerado.... En cuanto a los edificios cvicos como Cabildo,Consejos, Aduanas, etc. las mismas ordenanzas disponan que se edificasen...entre la plaza mayor y el templo..., reafirmando as el criterio de concen-trar las instituciones ms representativas. Estipulaban tambin que frente aiglesias parroquiales y conventos se abriesen ...plazas menores....

    En el caso de usos molestos o peligrosos como carniceras pescaderas, tenerasy otras ...que causan inmundicias y mal olor... las ordenanzas 122 y 123 re-

  • Grfico I.2.1.INTERPRETACIN GRFICA DE LAS LEYES DE INDIAS:ESQUEMA DE LA CIUDAD-TERRITORIO

    FuenteInterpretacin y elaboracin propia sobre la lectura de la Recopilacin de lasLeyes de los Reinos de las Indias.

  • Grfico I.2.2.INTERPRETACIN DEL MODELO TERICO DERIVADO DE LAS LEYES DE INDIAS

    FuenteLeyes de Indias, Libro IV.

    Trazado ortogonal: Ttulo VII. Ley I.Plaza Mayor: Ttilo VII. Ley IX.Calles: Ttulo VII. Ley IX. Ley X.Subdivisin de suelo: Ttulo V. Ley IV. Ttulo VII. Ley XI.Localizacin de edificios singulares y funciones representativas:

    Ttulo VI. Ley VIIIEdificacin: Ttulo VII. Ley XVII.

    REFERENCIAS1. Plaza Mayor2. Templo Mayor3. Casas Reales4. Plaza Menor5. Parroquia o Convento6. Calles principales con portales7. Ronda, muralla o empalizada8. Solar

  • 32

    Desde su acto fundacional, Crdoba es distinguida institucionalmente comociudad ms all de la precariedad y transitoriedad del asentamiento inicial cre-ado con la finalidad inmediata de cobijar al grupo de conquistadores que acom-paaron a Jernimo L. de Cabrera, su fundador.

    As lo expresa el acta del 5 de julio de 1573 en ocasin de asentarse los mismosa orillas del Ro San Juan (Suqua para los naturales) cuando dicen hacerlopara ...el asiento e quietud de cien espaoles que trae o mas debaxo del es-tandarte real (...) por no haber hallado otro ms cmodo (...) y para que losindios de la comarca no sean bexados ni molestados... dejando para el da si-guiente las acciones simblicas que formalizaran el asentamiento cual es el...clavado del rollo o picota... (13).

    El asiento se visualiz como temporario, aceptando la posibilidad de que laciudad tuviera que trasladarse ...a otro sitio mejor e que acertase a caer enmejor comarca... y reconociendo al Gobernador la facultad de ...asentarlee mudarla e reedificarla en otra parte... libremente en nombre del Rey. Cr-doba qued en los actos mencionados fundada con tal designacin, indepen-dientemente de ulteriores decisiones respecto de su ubicacin (14).

    El 28 de agosto de 1573, Cabrera determin mudar la poblacin a parte massana y anchurosa (15), definiendo el trazado inicial del asentamiento urbanocomo una retcula en damero de diez por siete cuadras que en su organizacingeomtrica responda al modelo dominante de los asentamientos colonialesexistentes en el momento en Hispanoamrica. Conjuntamente, defini el

    I.3. REFERENCIA HISTRICA SOBRELA FUNDACIN DE CRDOBA

    gulaban su localizacin estableciendo que se ubicasen hacia los ros o marespara garantizar la limpieza y salubridad de las poblaciones. En el caso de Cr-doba, como se ver ms adelante, la localizacin de corrales, mataderos, me-sones y hospital respondi a estos criterios.

    En cuanto a la subdivisin de las cuadras, nuestras actuales manzanas, los ins-trumentos ana-lizados reconocan el solar como la unidad parcelaria bsica,estipulando criterios respecto del tamao en relacin a los usos productivosque pudieran complementar a la vivienda (ordenanza 134). Estipulaban tam-bin, al igual que para las tierras periurbanas, los mecanismos de adjudicacinde solares ...por suertes... y con criterios de consolidacin del asentamientoen torno a la plaza mayor (ordenanza 127).

    Finalmente, y respecto de la edificacin general, y de la tipologa urbana re-sultante, las Ordenanzas, exceptuando los edificios singulares, parecieranhaber favorecido la continuidad de la edificacin, previsiblemente por razonesde esttica y de defensa. As, la ordenanza 133 estableca que ...los pobladoresdispongan de los solares, edificios y casas sean de una forma para el ornato dela poblacin (...) unindolos para que sirvan de defensa y fuerza contra losque quisieran estorbar.... Coincidentemente, la obligacin que algunas ciu-dades establecieron respecto del tapiado de los solares adjudicados so pena deperderlos (12), sin entrar en las razones que pudieran motivar la medida, setraducen en cierto grado de ordenamiento del espacio pblico.

  • 33

    nuevo sitio para el asentamiento y estipul las dimensiones de los elementosbsicos del trazado (calles, manzanas, solares y rondas), ubic la plaza y asignsolares a instituciones y particulares.

    En marzo de 1574 Cabrera previ, asimismo, la extensin de la retcula inicialhacia el oeste, sobre el valle, habilitando cuadras de riego que se correspondancon las unidades de la retcula original.

    El reemplazo de Cabrera por Gonzalo de Abreu, nuevo Gobernador del Tu-cumn, realizado en 1574, hizo que el traslado de la poblacin al sitio selec-cionado no se concretase. Por cuatro aos, desde su acta de fundacin hasta eltraslado efectivo de los pobladores al valle determinado por Cabrera un cuartode legua ro arriba, Crdoba fue slo el fuerte inicial, recinto precario y ...ha-bitculo comn de los soldados colonos..., salvo el caso excepcional de losfranciscanos que reivindicaron su lugar en el nuevo sitio ...estando los con-quistadores recogidos en un fuerte, los dichos religiosos hicieron un ranchoen el sitio donde agora est poblada la ciudad y con sus santas amonestacionesy asistencia persuadieron a los vecinos perseverasen en la fundacin... (16).El traslado definitivo se materializ en julio de 1577, segn un nuevo trazadopreparado por el Teniente Gobernador Lorenzo Surez de Figueroa de acuerdoa las indicaciones del Gobernador Abreu.

    El plano confeccionado por Surez de Figueroa constituye el documento gr-fico ms antiguo que se conserva de la ciudad y ser analizado en los puntossiguientes.

    Desde el punto de vista de su medio natural el lugar del asentamiento de Cr-doba constituye una micro-regin que es fase de transicin, piedemonte, entrela sierra y la planicie del sistema pampeano que caracteriza la zona central delterritorio argentino.

    El elemento configurante bsico de tal micro-regin es el ro Suqua, que elfundador Cabrera llamara de San Juan.

    En su curso oeste-este desde las sierras hacia la llanura, el ro excav en pocaspretritas un cauce que, a partir de una profunda quebrada inicial, al llegar ala micro-regin de transicin se abre en un valle para luego y desde all, con-vertirse en un tpico ro de llanura.

    El tramo del valle estaba conformado, en la poca de la fundacin, por un sis-tema de terrazas materializadas por los sucesivos desplazamientos del ro. Laprimera y segunda terrazas quedaban claramente manifestadas por fuertes ba-rrancas en tanto que la tercera o valle propiamente dicho, constitua una fajalongitudinal, dominantemente plana, de marcada orientacin oeste-este bor-deada por el ro.

    El trazado inicial de la ciudad se asent en ese espacio plano, delimitado alnorte y este por el cauce principal del ro, sobre el norte dividido en dos bra-zos, recostndose al sur sobre las barrancas aledaas, segn puede observarse

    I.4. REFERENCIA AL MEDIO GEOGRFICO DEL ASENTAMIENTO YDESCRIPCIN DEL TRAZADO ORIGINAL

  • 34

    en el grfico I.4.1. Por otra parte, el valle se hallaba atravesado por un arroyoque, penetrando desde el sur desaguaba en el curso del ro sin cauce fijo. Estearroyo denominado "La Caada", constituy el lmite oeste del trazado ori-ginal.

    Por las caractersticas correspondientes al ecosistema del bosque serrano pam-peano, las terrazas y barrancas estaban cubiertas en aquel entonces por montesde especies leosas, en tanto que el valle lo estaba de pastizales y matorrales,con tierras aptas para sembrado, tal como lo pone de manifiesto la incipienteagricultura practicada por los grupos aborgenes que los descubridores en-contraron en la zona.

    Los grupos aborgenes, denominados comechingones y sanavirones, eran engeneral comunidades pacficas de escaso desarrollo en relacin a las culturasindgenas predominantes en el momento del descubrimiento en el resto deAmrica y, salvo enfrentamientos espordicos, aceptaron sin lucha la coloni-zacin espaola.

    "...Sin hallarse integradas en el Imperio de Cuzco, vivan dentro de unmarco social que puede calificarse de aledao de la influencia incaicapor las formas de sus sociedades sedentarias, por su dedicacin principalal cultivo del maz en una agricultura bastante desarrollada, por su or-ganizacin social fundada en el ayll (parcialidades familiares), por suactivo comercio con las zonas perifricas del Tihuantisuyo, y hastapor cierto grado de sujecin poltica a l", dice Terzaga (17).

    Se agrupaban en "pueblos" y "rancheras" dispersos en el espacio, siendo suvivienda o rancho ... sostenido por cuatro horcones clavados fuertementeen la tierra; sobre los horcones se extenda el techo construido por palos,ramas y paja; las paredes eran de tierra apisonada o de un grosero adobe crudo;la puerta era de tientos, caa o varas de alguna planta, segn la descripcindel historiador Pablo Cabrera (18).

    En este medio se impuso el trazado previsto para concretar la ciudad de Cr-doba, en un entorno escasamente ocupado por grupos aborgenes y algunossembrados.

    Los colonizadores asumieron, como ya lo indicramos, lo que hoy podemosdenominar el tipo urbano consagrado, es decir, el trazado en cuadrcula an-terior a las leyes de Felipe II, como sistema para la fundacin de ciudades yCrdoba, en 1573, no fue una excepcin.

    Sin entrar en la discusin de los posibles orgenes y justificaciones de su usoque preocupan a diferentes autores (19), nos remitimos como fundamento deltipo consagrado utilizado en Crdoba al conjunto de ciudades fundadas pre-viamente en Hispanoamrica de las que presentamos a manera de ejemplo,algunos casos en el grfico I.4.2.

    El trazado materializado en Crdoba responde a lo que J.E. Hardoy denominacomo clsico (20). Est constituido por un damero de calles rectilneas quedefinen manzanas iguales en un total de 70, cuadradas de 440 pies de lado(122.6 metros), con slo dos excepciones: una frente a la Plaza Mayor y otraen el convento de San Francisco (plano I.4.2.). La primera es el caso de la di-visin de una manzana regular mediante una estrecha calle, y la segunda, a lainversa, surge de la unin de dos manzanas con la generacin de una plazoletaen uno de sus frentes. El trazado regular de 70 manzanas incluye la Plaza Mayorresultante de la utilizacin de una de ellas para ese fin.

    La cuadrcula descripta, correspondiente al plano de 1577, define un sistemade calles bidireccional casi coincidente en su orientacin con los puntos car-dinales, de 35 pies de ancho (10.6metros). Hay casos singulares como la callede Ronda de 200 pies de ancho (60,9 metros) y el correspondiente a la calleque divida la manzana frente a la plaza de 24 pies de ancho (7,3 metros).

  • 35

    La subdivisin predominante de las manzanas est constituida por cuatro so-lares de 220 x 220 pies (61,3 metros), apareciendo algunas singularidades enla subdivisin de las manzanas destinadas a rdenes religiosas o por la asigna-cin de dos solares a una misma persona.

    En referencia a este trazado dice Luque Colombres que

    ...sus lneas sern respetadas a travs del tiempo, salvo ligeras modifi-caciones. La ms importante de ellas porque alter el trazado origina-rio, fue el ensanche de una de las calles, dispuesto por el Cabildo en lasesin del 13 de abril de 1592. La medida se adopt al proyectarse laconstruccin de la contra acequia (...) la decisin que se cumpli en-seguida no ocasion molestia alguna a los propietarios de los solarespues se hallaban sin edificar... (21), como veremos en detalle en elpunto siguiente.

  • Grfico !.4.1.CIUDAD DE CRDOBA CONDICIONES GEOGRFICAS DE SITIO. FUERTE Y TRAZA

    Fuerte(1573)

    Ro Suqua

    A. La Caada

    FuenteElaboracin propia.

  • Plano I.4.1.CIUDAD DE CRDOBA. PLANTA FUNDACIONAL

    FuenteLUQUE COLOMBRES, Carlos. Para una historia de Crdoba. Op. Cit. pf 124b.

    Copia facsimilar de la reproduccin de la Planta Fundacional (1577) asentadaen el Archivo Histrico Municipal de Crdoba. Tomo I - 1880/82.

  • SANTIAGO (CHILE), 1544

    MENDOZA (ARGENTINA), 1561

    SUCRE (BOLIVIA), 1538

    LIMA (PER), 1535

    Grfico I.4.2.CUATRO CIUDADES COMO EJEMPLO DE TIPOS CONSGRADOS

    Fuente1. Direccin general de ordenacin del turismo. Urbanismo espaol en Am-rica.Ed. Nacional, pg. 179.2. Prof. Arq. Rene Martnez L. El modelo clsico de la ciudad colonial hispanoa-mericana. Ed. Departamento de Planificacin Urbano Regional, F.A.U., Chile,Lmina 16.3. Pontificia Universidad de Chile. Revitalizacin y Estructuracin del centro deSantiago, 1978-1979, pg. 14.4. Direccin general de ordenacin del turismo. Op. cit., pg. 221.

  • 39

    NOTAS

    (1) MORRIS (A.E.J.), Historia de la forma urbana, ed. espaola Gustavo Gili,Barcelona, 1984.

    (2) GUTIERREZ (Ramn), Arquitectura y Urbanismo en Latinoamrica, Madrid,Ed. Ctedra, Manuales Arte Ctedra, 1984.

    (3) Recopilacin de las Leyes de los Reynos de las Indias mandadas imprimiry publicar por nuestra Majestad Catlica el Rey don Carlos II. Ao de 1681.Tomo II, Libro Quarto. Edicin facsimilar, Madrid, Ed. Cultura Hispnica,1973.

    (4) Ibdem.

    (5) Real Cdula del 22 de julio de 1497. Sobre las tierras extraurbanas dice:"Todo lo otro descercado, coxido los exidos e los censos e esquilmo dello, seapasto comun e baldio a todos".

    (6) OTS CAPDEQUI (J.M.), Espaa en Amrica. El rgimen de tierras en la pocacolonial, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1959.

    (7) Recopilacin de las Leyes, Op. cit.

    (8) Ibdem,

    (9) Ibdem.

    (10) Ibdem.

    (11) Ibiem.

    (12) Por ejemplo Crdoba. Archivo Municipal. Actas Capitulares .(MS). LibroI, folio 127 v., Ed. Municipalidad de Crdoba, 1974.

    (13) Acta de Fundacin, transcripta en LUQUE COLOMBRES, (Carlos),Para la historia de Crdoba, Tomo I, Crdoba (Argentina), Ed. Biffignandi,1973

    (14) Ibdem.

    (15) Archivo Municipal. Actas Capitulares, Libro I, folio 68, Ed. Municipali-dad de Crdoba, 1974.

    (16) Citado por LUQUE COLOMBRES (Carlos), Para la historia de Crdoba,Op. cit.

    (17) TERZAGA (Alfredo), Geografa de Crdoba, Crdoba (Argentina), Ed.Assandri, 1963.

    (18) Citado por TERZAGA (Alfredo), en Geografa de Crdoba, Op. cit.

    (19) Refirindose al tema, MORRIS (A.E.J.) expresa que se trata de una dis-cusin artificial que busca complejas razones intelectuales para explicar el usode la retcula olvidando una cuestin fundamental: como empezar lo antesposible, de una manera simple a conveniencia del topgrafo, en Historia dela forma urbana, Op. cit.

    (20) HARDOY (J.E.), "2000 aos de urbanizacin en Amrica Latina" en HAR-DOY (J.E.) y TOBAR (Carlos R.), editores, El proceso de urbanizacin enAmrica Latina, Buenos Aires, Ed. Torcuato Di Tella, 1968.

    (21) LUQUE COLOMBRES (Carlos), Para la historia de Crdoba, Op. cit.

  • 41

    PARTE II

    LA CUADRCULA EN CRDOBA PERODO: 1573 - 1810

  • 42

    II.1. TRAZADO, MODELO URBANSTICO Y SUS RELACIONESCON EL MEDIO NATURAL DEL EMPLAZAMIENTO

    Crdoba es uno de los casos de ciudades hispanoamericanas que nacen al am-paro de un fuerte.

    Como ya viramos, ese fue el recinto donde los primeros pobladores residie-ron desde 1573 a 1577. Era un sitio prominente, en la margen norte del roSuqua ms apto para la defensa que para poblar ciudad (1).

    Segn indicramos, como resultado de la sustitucin de Cabrera por Abreu ySurez de Figueroa, el trazado que hoy conocemos corresponde al confeccio-nado por estos ltimos para reemplazar el confeccionado por el fundador. Elmismo respeta la disposicin en cuadrcula y el nmero de setenta manzanasdel inicial no materializado, pero reduce ligeramente sus dimensiones al dis-minuir el ancho de calles de 40 a 35 pies (2). En la interpretacin de LuqueColombres esto, quizs, para borrar todo antecedente del anterior reparto depropiedades.

    De esta manera, la cuadrcula, modelo referencial del asentamiento como ima-gen ideal y apriorstica subyacente, subsiste por sobre los cambios de actoresy privilegios que resultan de la lucha de poderes o que devienen de los dere-chos adquiridos conferidos a los pobladores. En el caso de Crdoba, por sobrelas situaciones apuntadas, el ordenamiento bsico en cuadrcula se traduce entrazados prcticamente idnticos.

    El trazado definido por Surez de Figueroa base de la ciudad actual, se mate-

    rializa en el espacio casi llano que ya Cabrera caracterizara en 1573 como...parte ms llana e mas anchurosa e do se puede meter una acequia principalde agua... (3), limitado -segn se viera en el grfico 1.4.1- por el ro al nortey este, las barrancas al sur y el arroyo La Caada al oeste. Es posible inferir enbase a los documentos de la poca y de las precisiones que a partir de ellosdesarrollan historiadores tales como Luque Colombres que, en un principiotrazado y sitio se interrelacionaron muy estrechamente respondiendo el asen-tamiento a las principales condicionantes del sitio, y planteando ste por losfenmenos naturales que lo caracterizaban - creciente de los cauces principa-les, avalanchas de agua desde las tierras ms altas en pocas de fuertes lluvias-permanentes interferencias con la claridad de la propuesta.

    As, el cauce principal del ro que define el lmite norte del asentamiento escausa de la leve inclinacin de la planta urbana respecto de las orientacionesgeogrficas, y las barrancas y lomas aledaas impedirn hasta avanzado el sigoXIX el crecimiento de la planta en todas sus direcciones (plano II.1.1.).

    No acta la geografa sobre la planta en trminos tan categricos hacia el este,donde el ro a medida que deriva se distancia de la misma; o hacia el oeste,donde por algunas dcadas, el sector ms externo del asentamiento quedarexpuesto al curso incierto de La Caada en pocas de lluvia. Ser en estas di-recciones y particularmente en la ltima, hacia donde se plantearn y concre-tarn las extensiones de la planta inicial en razn de la mayor continuidad fsicadel medio natural como se ver en detalle en el punto II.3.

    Pero en la primera etapa de la evolucin del asentamiento cordobs, los con-dicionantes del medio natural incidirn marcadamente en su desarrollo, pre-sionando permanentemente para borrar las acciones humanas que tendan amodificarlo.

    En efecto, por el Norte, el ro mutable en su recorrido, fue erosionando yocupando durante los siglos XVII y XVIII parte de la planta urbana. En este

  • Plano II.1.1.MEDIO NATURAL DEL EMPLAZAMIENTO

    FuenteInterpretacin y elaboracin sobre texto y lminas de LUQUE COLOMBRES,Carlos. Orgenes... cit. Captulo I, Lmina II.

  • 44

    sentido, destaquemos que en los aos de la fundacin y traslado de la ciudad,el ro se bifurcaba en dos brazos algunas cuadras antes del ngulo noroeste dela planta urbana. El brazo septentrional, que a fines del siglo XVI era nom-brado como la madre antigua, describa un arco prcticamente coincidentecon el actual curso, segn puede observarse en el plano II. 1.1. El otro, prin-cipal de la poca, segua un recorrido casi rectilneo en direccin oeste-estevolviendo a unirse con el anterior en el ngulo noreste del trazado (4). A partirde este punto el ro se volva a dividir en dos brazos. El principal torca haciael sudeste corriendo, en un corto trecho, paralelo a la calle de ronda para ale-jarse de la misma a medida que se acercaba al cerrillo conocido como Pucar,ubicado al este de la planta, para a partir de ese punto torcer hacia el noreste.El segundo brazo, menos caudaloso, continuaba en pocas de creciente, en di-reccin oeste-este unindose al cauce principal al este luego de formar unaisla.

    La situacin desconocida por los primeros pobladores, se modificaba con lassucesivas crecientes estivales. El curso del ro variaba tras cada una, avanzando...sobre los solares del norte hasta el punto que el ngulo Noroeste de laplanta urbana vino a quedar seccionado por avenidas barrancosas, las cualesextendieron el lecho fluvial sobre los terrenos ribereos formando un nuevocauce que prcticamente reemplazara al anterior o lo ampliara... (5).

    Los solares costaneros que estuvieron ocupados fueron, en parte, despobladospor la causa apuntada.

    En los aos 1598, 1611, 1675 y 1689, entre otros, se mencionan los daosque las sucesivas crecientes van produciendo, y la necesidad de efectuar obrasde defensa y encause para evitar perjuicios cada vez mayores.

    En 1598 el Cabildo deja constancia por vez primera del grave riesgo que creanlas crecidas que azotan la ciudad, reconocindolas como posible causa de que...la ciudad se despoblase y fuese necesario buscar nuevo sitio para la pobla-cin... (6). Propone que ...los vecinos y moradores acudan con la brevedad

    necesaria a remedio tan urgente como es para que el ro no haga dao, ha-ciendo algunos reparos o dando madre a este ro por otra parte....

    En enero de 1611 el problema cobra nueva vigencia, disponindose en esaoportunidad que se desviase el ro y ...se heche... por una madre antigua eancn que est de la otra banda arrimado a la loma... y hacia la cruz del caminode Santiago (7).

    El riesgo de las crecientes del ro se mantiene a tal grado latente para los po-bladores que, en 1675, el Cabildo se ve en la obligacin de imponer normasque hacen al control del uso y explotacin del ro al prohibir terminantementela extraccin de piedras de su lecho ...desde dos cuadras arriba de la tomade la acequia desta... ciudad, hasta el trmino... de la misma, ro abajo, en elPucar (8); y pocos aos ms tarde, en 1689, las defensas del mismo se men-cionan entre las obras pblicas de carcter ms urgente que deba encarar laciudad.

    Recin a fines del perodo que estamos estudiando, los planos de las ltimasdcadas del siglo XVIII y de los primeros aos del XIX como podr observarseen el punto II.3., muestran el ro siguiendo un curso muy prximo al actual.

    Otras caractersticas del medio natural que, como precedentemente se men-cionara, aun resultando determinantes en la localizacin de la planta, interac-tuaron conflictivamente con la misma hasta el siglo XVIII, fueron las barrancasdel sur con sus peridicas avenidas de agua, y la Caada de la Lagunilla.

    Las primeras, como puede observarse en el plano II.1.1., marcaban el lmitesur del asentamiento, al punto que las ltimas manzanas trepaban las lomadas.A su pie corra un aguaducho que alimentaban los torrentes en perodos delluvias. Los Franciscanos lo aprovecharon atajando y encausando su curso parallenar un estanque que posean en su convento. Pero en ocasiones de crecien-tes, el aguaducho desbordaba sobre la ciudad llenando de arena las calles. Ya

  • 45

    en 1603 se mencionaban inundaciones producidas por el aguaducho de SanFrancisco, y Luque Colombres nos dice que ...concluy la centuria sin quese alcanzara a eliminarlo... (9), dando seguidamente cuenta de la colaboracinexigida a los vecinos de la ciudad a mediados del siglo XVII para ejecutar obrasque neutralizaran los destrozos que el aguaducho del sur produca. El otrocondicionante geogrfico importante, el arroyo de la Caada de la Lagunilla,influy decisivamente sobre la ocupacin y consolidacin del trazado inicial,como se ver en detalle en el punto II.2. Este riacho penetraba por el sudoesteatravesando la planta sin rumbo fijo e inundando, en pocas de lluvias, el sectoroeste de la ciudad. Consta que para neutralizar el problema, el Cabildo con-trat, ya en 1623, la construccin de un tajamar en ese sector, intentando des-viar las aguas hacia las cuadras de riego trazadas al oeste de la ronda occidental(10). Pero las obras encuentran un difcil obstculo en un montculo, el MogoteColorado, que se levantaba en la direccin prevista para encausar el riacho.

    Ni esta obra, que tiene problemas para completarse, ni las que siguieron hastaprincipios del siglo XVIII, lograron evitar las inundaciones que peridicamentey hasta fines del mencionado siglo, siguieron azotando la ciudad. Pero, comoobserva Luque Colombres ...la precaria construccin consigui, al menos,trazar el curso de las aguas, que desde entonces siguieron la direccin actualy comenzaron a cavar su cauce a travs de los terrenos por donde todavacorre... (11).

    Un hecho que, en 1592 llev a modificar el trazado original, fue la decisinde construir la acequia que aprovisionara de agua a la ciudad, que mencion-ramos en I.4, El Cabildo dispuso la ampliacin de la calle por donde pasara... de manera que esa calle por donde ha de pasar ... ha de tener 60 pies, ylos 25 pies que se tomaren de los solares se les cumpla en la ronda y a la rondase le quite 25 pies... con lo que la ronda pas a medir 175 pies (53,2 metros)en lugar de los 200 originales, y la calle, llamada "ancha" desde entonces, pasde los 10,6 metros de las calles regulares a 18,2 metros.

    En sntesis, como se indicara al comienzo del presente punto, la definicin deltrazado de base reticular a localizar en el sitio seleccionado para implantar laciudad, fue condicionada, en su tamao y orientacin, por las preexistenciasgeogrficas. Las peripecias de su materializacin en el tiempo se relacionandirectamente con la menor o mayor resistencia que aquellas presentaron.

    Sin embargo es posible al mismo tiempo extraer como conclusin que la dis-posicin en cuadrcula, con su simple esquema de ordenamiento territorial,contituy en definitiva, un instrumento de urbanizacin suficientemente aptopara la apropiacin del espacio, aun cuando para ello fuera necesario un es-fuerzo adicional de control del medio natural que no hubiera existido en elcaso de un trazado menos riguroso en su geometra.

    Es cierto, posiblemente, que una disposicin irregular en forma y continuidad,ajustada en su distribucin espacial a las caractersticas topogrficas e hidro-lgicas del medio, hubiera disminuido los costos de implantacin, pero no esmenos cierto, que una de las cuestiones fundamentales que se le planteaba alos fundadores de toda nueva ciudad era cmo comenzar rpidamente la ur-banizacin previendo, adems, su crecimiento futuro y la simplicidad de dis-tribucin del suelo entre sus pobladores.

    En tal sentido, las ventajas de una retcula regular para subdividir el territorioequitativamente, con medios topogrficos rudimentarios, resulta evidente yconstituye una justificacin vlida a la escasa consideracin asignada en la prc-tica fundacional, particularmente en el caso de Crdoba, a los condicionantesecolgicos. Por otra parte, en el trazado cordobs, como hemos ya indicado,la disposicin en cuadrcula se muestra suficientemente flexible como paraadmitir, dentro de los lmites de cambios sencillos emergentes del requeri-miento de aprovisionamiento de agua, el corrimiento de un sector de cuadraspor la incorporacin de una acequia y la consecuente ampliacin de la callepor donde aqulla pasara, aunque como viramos en I.4 tal modificacin seproduce con anterioridad a la ocupacin del trazado en el sector.

  • 46

    (1)Acta de Fundacin, transcripta en LUQUE COLOMBRES (Carlos), Parala historia de Crdoba, Tomo I, Crdoba (Argentina), Biffignandi Ed., 1973

    (2) LUQUE COLOMBRES (Carlos), Op. cit., descripcin de una interpre-tacin del plano de Cabrera hoy desaparecido.

    (3) Archivo Histrico Municipal, Actas del Cabildo, Libro I, foja 24, trans-cripto por LUQUE COLOMBRES (Carlos), Op. cit.

    (4) Las caractersticas geofsicas del sitio, sus cambios y modificaciones durantelos dos primeros siglos de existencia de la ciudad hasta llegar, por la accindel hombre, a configurar la situacin que hoy conocemos han sido minucio-samente trazados por Luque Colombres en el captulo VI, "Antecedentes do-cumentales sobre la topografa del asiento urbano de Crdoba durante lossiglos XVI y XVII", de la publicacin que venimos citando, y constituyen nues-tra principal referencia para el tratamiento del tema.

    (5) LUQUE COLOMBRES (Carlos), Op. cit. Respecto del ro, sus crecientesy la traza, el autor comenta seguidamente que parece evidente que al sealarseel asiento de la ciudad, no se haba advertido ese riesgo, debido, tal vez, a quelas crecientes de esos aos no habran sido de intensidad suficiente como paraanunciarlo.

    (6) Archivo Municipal de Crdoba, Tomo III, citado por LUQUE COLOM-BRES (Carlos), Op. cit.

    (7) Archivo Municipal de Crdoba, Tomo V, citado por LUQUE COLOM-BRES (Carlos), Op.cit.

    (8)Archivo Municipal de Crdoba, Actas Capitulares (M.S.), libro 12, citadopor LUQUE COLOMBRES (Carlos), Op. cit.

    (9) LUQUE COLOMBRES (Carlos), Op. cit.

    (10) Ibdem.

    (11) Ibdem.

    NOTAS

  • 47

    II.2. OCUPACIN DEL TRAZADO INICIAL Y ESTRUCTURA DEL ASENTAMIENTO

    Se presentan en este punto los estudios realizados sobre la ocupacin del tra-zado inicial y los usos del suelo derivados de la misma que permiten analizarla estructura interna del asentamiento en el perodo considerado. Para la re-alizacin de tal anlisis se cont con una base documental de diferentes alcan-ces, ya que para la etapa comprendida entre 1577 y 1700 existen estudiosparticularizados sobre los orgenes histricos de la propiedad en la ciudad deCrdoba realizados por el historiador Luque Colombres (1), cuyo grado dedetalle permiten una lectura acabada de la distribucin de usos en el espacioy el proceso de ocupacin que la origina. Para el siglo XVIII, en cambio, nose cuenta con estudios comparables a aqullos, por lo que el anlisis realizadocorresponde a una lectura aproximativa basada en la interpretacin de unplano de Jacinto Daz de la Fuente (1790) que realizara David Robinson (2),apoyado en los datos del Censo de poblacin de 1778-79. Aunque dicho planoslo permite una lectura global de la ocupacin por el alto grado de genera-lidad con que se asientan las reas (urbana, de quintas, etc.) se opt por tra-bajar con l no slo porque, pese a sus limitaciones resulta ms explcito queotros de la misma poca, sino fundamentalmente por la posibilidad de esta-blecer relaciones con el censo poblacional indicado, levantado por el mismoautor del plano.

    El anlisis que se desarrolla a continuacin, se inicia considerando la plantade Surez de Figueroa que como expusiramos en el punto I.3 es la que se hallamado fundacional, ya que si bien reemplaza a la original de J. L. de Cabreraes la nica reproduccin grfica que ha llegado hasta nosotros y constituye laprimera instancia de definicin de la estructura del asentamiento.

    Posteriormente, se consideran cinco cortes temporales correspondientes alos aos 1587, 1600, 1700 y 1790.

    a) Planta fundacional, ao 1577

    La planta fundacional, como ya se indicara, se organiza en base a una retcularegular en la cual, las dos cuadras centrales se destinan, una a la Plaza Mayory la otra, a la Iglesia Mayor y Cabildo. Una calleja que separa estas dos insti-tuciones enfrenta a la plaza configurando una de las situaciones singulares deltrazado de la ciudad. Hacia el sur de la planta, se presenta otra situacin par-ticular cual es la afectacin de dos cuadras para la Iglesia y Convento de SanFrancisco, que enfrenta hacia el norte el nico espacio reservado para plazoletaen la ciudad.

    Casi todas las cuadras no afectadas a usos institucionales y pblicos presentanla tpica subdivisin en cuatro solares indicados en el punto I.4. Cuatro de lascuadras enteras son designadas para usos institucionales religiosos y cuatropara usos pblicos de la ciudad y otros equipamientos singulares. En el primercaso, se advierte un cierto criterio de sectorizacin de la ciudad al distribuirseiglesias y conventos a distancias aproximadamente equivalentes. Los usos po-tencialmente molestos y peligrosos como el matadero, el corral del consejo yel hospital, as como cuadras de reserva urbanas y los servicios ligados a m-bitos extra urbanos (cuadras de propios y mesones) se desplazan hacia la pe-riferia y hacia el principal curso de agua (el ro), reflejando los criterios delocalizacin que, para similar tipo de usos contemplaban las disposiciones vi-gentes que viramos en el punto I.2.

    Puede estimarse que la convergencia de Plaza Mayor, Iglesia Mayor y Cabildoconfigura una situacin de polarizacin voluntaria incluida en la intencin dela propuesta. San Francisco y la plazoleta que lo enfrenta, una situacin similaraunque de menor jerarqua. Por otra parte, la interpretacin de la localizacin

  • 48

    de los conventos e iglesias en funcin de una sectorizacin de la ciudad conllevala de polarizacin por parte de esas instituciones, a un nivel de menor rele-vancia. A su vez, el desplazamiento hacia la periferia de los usos molestos im-plica, en su medida, una intencin de organizacin zonificada.

    b) Ao 1587

    Esta lectura de la ocupacin se basa en la reconstruccin que Luque Colombresrealiza de la efectiva apropiacin del espacio urbano para el ao que marca elfinal del ...proceso de instalacin de los pobladores cuyos nombres figura-ban... en la traza de Surez de Figueroa (...) y que efectivamente se radicaronen la ciudad... (3).

    Como observa el citado autor, ... de las setenta cuadras en que Surez de Fi-gueroa, al igual que Cabrera dividiera la planta, slo veintisiete, ubicadas entorno a la Plaza Mayor constituyeron la zona parcialmente poblada en esa d-cada... (1577-1587). De ellas, una se destina a Iglesia Mayor y Cabildo, y allse estaba construyendo en la fecha analizada, en forma precaria, el TemploMayor cuya construccin comenz en 1581 (4). En la doble cuadra del surtambin dedicada al uso religioso, estaba localizada la construccin primitivade los