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La cuestión Malvinas N° 3 · 2017-01-03 · La cuestión Malvinas – 5 – Una realidad vigente absolutamente claro en las intenciones de los isleños de seguir siendo británicos”

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La cuestión Malvinas – 1 – Una realidad vigente

CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina Consejo Asesor Virginia del Valle Martínez de Philippeaux Dr. Julio C. González Dr. Horacio Micucci Dr. Humberto Marioni Mr. Berta Wexler Eduardo Mariano Lualdi Miembros honorarios Tte. Cnel. (R) Adolfo C. Philippeaux Vcdro. (R) Roberto V. Martorano Dr. Carlos Infante Dr. Norberto Acerbi Consejo de Redacción Lic. Santiago M. Tettamanzi Dr. Roberto Galíndez Arq. Carlos Solís Lic. Juanita Varela Carlos F. Ríos Avellaneda: Omar González La Plata: Marcos Parga Olavarría: Lic. Santiago Andrich Córdoba: Dr. José Avilés Tucumán: Miguel Galván Salta: Patricio Ovejero Paz San Juan: Lic. César José Eguaburo Santa Fe: Ing. Victorio A. Marzocchi Entre Ríos: Ing. Fernando Sassetti Neuquén: Mauro A. Gutiérrez Chubut: Martín Elías Müller Secretaría de Redacción Lic. Juanita Varela Carlos F. Ríos Director y editor responsable Eduardo Mariano Lualdi Correspondencia a: Av. Caseros 828, 1º “3”, CP: C1152AAQ. CABA Correo electrónico: [email protected] En internet: www.lanuevahuella.com.ar Impreso en Gráfica Laf S.R.L. Padre M. Ashkar 741, San Martín, Bs. As. Permitida la reproducción total o parcial citando la fuente.

INDICE Capítulo I La situación actual del Atlántico Sur 3 Capítulo II La guerra de Malvinas ....................... 27 Capítulo III La cuestión de la Plataforma Continental ..................... 42 Capítulo IV La Antártida Argentina ..................... 44 Capítulo V Algunas definiciones Sobre la Defensa Nacional ................. 59 APÉNDICES Apéndice N° 1 Documento del Instituto de Estudios Nacionales del FPyP 26 de febrero de 2012 ...................... 78 Apéndice N° 2 Los intereses soberanos argentinos y la vigencia de una normativa europea ...... 83 Apéndice N° 3 Por qué el hundimiento del Crucero ARA “General Belgrano” debe ser Considerado un crimen de guerra......... 83 Apéndice N° 4 Mesa de trabajo por la soberanía (2007 – 2010) ................................. 87 Apéndice N° 5 Pericias forenses sobre los restos de los soldados argentinos que yacen en el cementerio de Darwin en tumbas sin identificar ................................ 89 Apéndice N° 6 Desmalvinización, Dr. Camilo Rodríguez Berrutti ...........................90 Apéndice N° 7 Declaración publicada por CUADERNOS para el encuentro

en una nueva huella argentina, N° 25, julio de 2007 ......................... 93 Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina: Registro de Marca del

Instituto Nacional de la Propiedad Industrial Nº 1.824.341

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La cuestión Malvinas – 2 – Una realidad vigente

La cuestión Malvinas

Una realidad vigente

Documento del

Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular

Edición especial 35 aniversario de la reconquista patriótica de las Islas Malvinas del 2 de abril de 1982

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La cuestión Malvinas – 3 – Una realidad vigente

Capítulo I La situación actual del Atlántico Sur

mediados de octubre de 2016, el Reino Unido realizó un ejercicio militar en las Islas Malvinas y el Atlántico sudoccidental

(como viene realizando año tras año), pero con una duración de 12 días, que incluyó el lanzamiento de misiles. Se trató del ensayo militar más grande de los últimos años, que puso en evidencia una hipótesis de conflicto en el Atlántico Sur, hipótesis que involucra directamente a nuestra nación y al continente suramericano.

El viernes 16 de septiembre de 2016, el ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina a cargo de la Ing. Susana Malcorra, publicó el comunicado N°: 307/16, informando sobre el “Comunicado Conjunto entre Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte” del 13 de septiembre de 2016, en ocasión de la visita a la Argentina del Viceministro de Estado para América Latina de la Cancillería británica, Alan Duncan

Dice, en una de sus partes, el comunicado de la cancillería argentina: “El documento es indicativo de que ambos países esperan renovar la relación en todos los

campos y abarca un amplio espectro de temas que incluye consultas políticas de alto nivel; cooperación en ciencia y tecnología, derechos humanos, refugiados y cuestiones de género; fortalecer los vínculos en comercio e inversiones en ambas direcciones que nos beneficien mutuamente; colaborar en foros multilaterales como el G20 que la Argentina presidirá en 2018; profundizar los lazos en las artes, cultura, educación y deportes; trabajar conjuntamente en el combate al narcotráfico, la corrupción, el terrorismo y el crimen organizado; cooperar en materias de seguridad internacional, defensa y no proliferación; y analizar la relación de uno modo integral que comprenda toda la agenda bilateral desde una óptica constructiva, incluyendo la Cuestión Malvinas.

El comunicado refleja la voluntad política de las Partes de reiniciar un diálogo sobre todos los temas del Atlántico Sur, sin exclusiones [subrayado por la cancillería] y bajo la fórmula del paraguas de soberanía acordada en 1989 [subrayado por el IEN], que preserva los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, de conformidad con la norma respectiva de nuestra Constitución Nacional.

A

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La cuestión Malvinas – 4 – Una realidad vigente

Los avances en cada uno de los temas mencionados en el texto requerirán de negociaciones y acuerdos para los cuales esa voluntad política de ambas partes será crucial.

La intención de ambas partes de remover obstáculos en áreas tales como la pesca e hidrocarburos en el Atlántico Sur, generará nuevas oportunidades de cooperación y de utilización racional de los recursos naturales de las islas y el cese de actos unilaterales que entorpezcan el nuevo clima que se busca crear. Confiamos en que este nuevo clima permitirá oportunamente el inicio de conversaciones entre ambas partes para resolver la disputa de soberanía, de conformidad con el mandato existente de las Naciones Unidas y otros foros internacionales.

El establecimiento de más conexiones aéreas de conformidad con el Acuerdo de Comunicaciones de 1999 constituye también un aspecto positivo que promoverá el acercamiento entre los habitantes de Malvinas y la Argentina continental. Las definiciones de los detalles específicos de los vuelos previstos en el comunicado se definirán en conversaciones entre las partes que podrán llevar además a nuevos y más amplios acuerdos de vinculación mutua.

Las delegaciones de ambos países mantendrán también conversaciones en Ginebra a fin de acordar los procedimientos para que la Cruz Roja Internacional lleve a cabo la misión humanitaria de identificación de los cuerpos de los soldados argentinos desconocidos, que se encuentran sepultados en el cementerio de Darwin, con el apoyo de ambas partes. Esta actividad reviste la mayor importancia para el gobierno argentino por su alto contenido humanitario.”

La firma del comunicado conjunto que a sus efectos prácticos constituye un verdadero Acuerdo (y por tratarse de un “Acuerdo” elude el tratamiento parlamentario directo y obligatorio como sería exigible en un Tratado), es el corolario de una serie de iniciativas políticas de la administración del presidente Mauricio Macri.

En primer lugar, se produjo la entrevista tras la primera votación con motivo de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), con Joseph Lewis1, magnate británico,

1 Lewis fue calificado 369 en la lista Forbes de las

Personas más ricas del mundo de 2007, clasificado como la 16ª persona más rica en British Sunday Times Rich List

propietario de un latifundio de 40.000 ha en la zona de Puerto Lobos en Río Negro, donde instaló un aeropuerto, y de otro en el Lago Escondido de 13.000 ha, donde propone la construcción de un segundo aeropuerto en los límites Oeste nuestro país. La relación de Lewis con la corona británica es directa.

Ya en el gobierno, los funcionarios de cancillería de la coalición Cambiemos, anunciaron que la Secretaría Malvinas era rebajada a subsecretaria con el nombre de “Subsecretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur”, a cargo de Ma. Teresa Kralikas.

En enero del corriente, el presidente Mauricio Macri viajó a Davos, a la reunión del Foro Económico Mundial, y allí concretó una entrevista con el primer ministro británico David Cameron.

Las fuentes oficiales señalan que el presidente se refirió al reclamo argentino sobre Malvinas y que el primer ministro Cameron reiteró que la política británica en Malvinas parte del “respeto al deseo de los habitantes de las islas”.

Luego de la entrevista con su par británico, el presidente Macri dijo:

“Fue una buena reunión constructiva, hay vocación de comenzar una relación con la cual se pongan todos los temas sobre la mesa, debajo de un paraguas”.

La canciller Ing. Malcorra explicó por su parte: “Ahora tenemos que armar una agenda que incluye la visita de una delegación del Reino Unido a la Argentina (para fijar) cada uno de los distintos temarios que tenemos que seguir y un compromiso de tiempos”.

Desde Londres, voceros de la oficina del Primer Ministro apuntaron que: “Ambos acordaron en que hay una oportunidad para embarcarse en un nuevo capítulo de las relaciones entre los dos países”. El primer ministro británico indicó, a través de sus voceros, que “hay interés en expandir el comercio bilateral” y perspectivas de mayores inversiones británicas en “infraestructura, petróleo y gas, minería y agrotecnología”. (MercoPress, Noticias del Atlántico Sur, 25/01/2016).

En tanto sobre la cuestión de las Malvinas, se indicó que el primer ministro Cameron “fue claro al indicar que la posición permanece siendo la misma y que el reciente referéndum (celebrado en marzo de 2013) fue

2007. Ocupa, según esa publicación el 6to lugar entre las fortunas privadas del Reino Unido.

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La cuestión Malvinas – 5 – Una realidad vigente

absolutamente claro en las intenciones de los isleños de seguir siendo británicos”.

Con posterioridad se produjo la renuncia del primer ministro Cameron, producto del triunfo del “Brexit” al que se opuso. En su reemplazo fue designada Theresa May como nueva primer ministro del Reino Unido.

May hizo llegar una carta al presidente Macri, en la cual, entre otras consideraciones, lo invitó a comenzar una “fase más productiva” del vínculo entre ambos países.

En su carta, la jefa del gobierno británico, aprovechó para enumerar una serie de objetivos que su Gobierno propone negociar con la Argentina. Entre los puntos claves de la misiva se destaca la “remoción de las medidas de restricción de los hidrocarburos”, la necesidad de negociar acerca de las "conexiones aéreas entre las Islas Malvinas y terceros países en la región", tal como la conexión que existió hasta antes de la guerra impuesta por Gran Bretaña a la Argentina en 1982.

Luego de la firma del Acuerdo del 16 de septiembre de 2016, el presidente Macri habló ante la Asamblea de las Naciones Unidas. En el pasaje de su discurso referido a la disputa con el Reino Unido por las islas Malvinas, Macri reiteró el reclamo histórico del país sobre el archipiélago. "El diálogo y la solución pacífica de controversias es la piedra basal de la Argentina democrática, por eso reitero nuestro llamado al diálogo con el Reino Unido para solucionar amigablemente la disputa de soberanía que tenemos por las islas Malvinas, Sándwich y Georgias del Sur.”

Los Acuerdos de Madrid

Fue el Dr. Julio González en su obra “Los Tratados de paz de la guerra de las Malvinas. Desocupación y hambre para los argentinos”2, quien reveló el alcance de los Acuerdos subscriptos con Gran Bretaña en 1989 y 1990, hasta entonces desconocidos por la opinión pública nacional. En su obra, el Dr. González también estudió los contenidos y las consecuencias de la Ley de Garantía a las Inversiones británicas N° 24.184. Los Acuerdos de Madrid nunca recibieron tratamiento parlamentario. La ley N° 24.184 fue votada por el Parlamento en un trámite que duró no más de 20 minutos. No hubo debate y la única voz en contrario fue la del diputado Luis Zamora.

2 Los Tratados de Paz de la Guerra de las Malvinas.

Desocupación y hambre para los argentinos. Julio C. González. Ediciones del Copista, 2004.

Producida la derrota argentina en la guerra colonialista el 14 de junio de 1982, el proceso de desmalvinización iniciado en el turno dictatorial de Bignone, se continuó durante el gobierno del Dr. Alfonsín. Fue su canciller, Dante Caputo, quien negoció las bases del llamado Acuerdo de Madrid. La salida temprana del gobierno del Dr. Alfonsín, acuciado por una grave crisis económica, política y social, dejó en manos del nuevo gobierno, del Dr. Carlos Menen, la rúbrica de dichos acuerdos, negociados durante algunos años por la administración radical.

En octubre de 1989, el gobierno del Dr. Menem, con el concurso de su ministro de Relaciones Exteriores Dr. Domingo Cavallo, firmó el Acuerdo de Madrid, que estableció la fórmula británica del “paraguas de soberanía” como principio regente. En febrero de 1990, firmó el segundo Acuerdo de Madrid, que impuso el poder de policía sobre las fuerzas armadas argentinas y controla, desde entonces, el sistema de defensa nacional que devino en “indefensión nacional”.

Ambos Acuerdos, de octubre de 1989 y de enero de 1990, que podían haber sido denunciados desde 1999, están plenamente vigentes. Desde su firma, se constituyeron en la viga maestra sobre la que se desarrollaron las relaciones argentino-británicas en lo político, diplomático y militar. Los Acuerdos de Madrid fueron complementados con otros Acuerdos (petróleo, pesca, etc.), de entendimientos públicos y secretos, y de la Ley de Garantía a las inversiones británicas, ley N° 24.184, etc.

El paraguas de soberanía

La fórmula británica del “paraguas de soberanía” toma forma en la década del 1970, y en especial luego de la misión Shackleton, que, en 1975, realizó importantes estudios en el Atlántico Sud occidental, sobre los potenciales económicos de Malvinas y sus adyacencias. El informe que consta de dos tomos de 450 páginas, fue presentado a la Reina y el 3 de enero de 1976 dado a conocer.

Producto del viaje de Shackleton a la Argentina, el gobierno de María Estela Martínez de Perón, retiró al embajador argentino en Londres y expulso al británico de nuestro país. La confrontación por la soberanía en Malvinas alcanzó un punto caliente.3

3 Al respecto señala “El Malvinense”: “El pico de la crisis

se alcanzó el 4 de febrero cuando el destructor de la Armada Argentina ARA Almirante Storni se dispuso a detener al buque de investigación oceanográfica británico

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La cuestión Malvinas – 6 – Una realidad vigente

El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 que derrocó el gobierno constitucional, reinstaló la política de “cooperación” con el imperialismo inglés incluyendo la cuestión Malvinas.

Las gestiones de “cooperación” británico-argentinas, estuvieron dirigidas por la dupla Videla-Martínez de Hoz quienes, en persona, tuvieron a su cargo la iniciativa. En el curso de cinco años del gobierno dictatorial de Videla, Martínez de Hoz realizó cinco viajes a Londres. La documentación existente sobre esas gestiones, reuniones, etc., es numerosa y en toda se hace reiteradas referencias al “deseo” británico de “cooperar” económicamente con Argentina para “atender” a las necesidades de los isleños, pero señalando sistemáticamente que las negociaciones, bajo ningún punto de vista se orientaban a la cuestión de la soberanía. Incluso, altos funcionarios británicos usaban la palabra “umbrella” (paraguas), para referirse a la cuestión de la soberanía. La negativa a toda discusión sobre la soberanía, se basó en que se atenían “al deseo” de los isleños de seguir siendo británicos.

De la lectura atenta del informe de Lord Shackleton, se desprende, de modo indiscutible, la iniciativa del paraguas que está presente en todas las “negociaciones” entre los británicos y Martínez de Hoz durante sus cinco viajes a Inglaterra.

La iniciativa británica consistía, como ahora, en proponer a la Argentina diversos negocios conjuntos sin tratar el tema de la soberanía. Ayer, como hoy, el argumento es que dicha cuestión estaba y está sujeta a la voluntad de los habitantes de Malvinas de ser británicos y nunca argentinos.

El objetivo manifiesto de la iniciativa británica, es reducir los costos de la logística que requiere la usurpación colonial de los territorios australes argentinos.

No por ser un objetivo novedoso, el Acuerdo suscrito por la Ing. Malcorra también habilita un mejoramiento en los costos de la exploración de las riquezas hidrocarburíferas argentinas de parte del usurpador británico, al ofrecer participación en el cateo de empresas radicadas en la parte continental de la Argentina. La explotación del petróleo del

RRS Shackleton que navegaba a 78 millas al sur de Puerto Argentino. Desde el destructor se ordenó: "Detenga las máquinas o abriré fuego". El motivo esgrimido por la nave argentina fue que los británicos se hallaban dentro del límite de la jurisdicción argentina de las 200 millas alrededor de las Islas.” “El Malvinense”, 4 de abril de 2012.

Atlántico Sudoccidental, en cambio, es en la actualidad inviable, por el precio del barril a nivel internacional. Su prospección permitirá a Gran Bretaña precisar sus reservas en esta porción del planeta, con la colaboración de empresas radicadas en la parte continental de la Argentina, reduciendo sus costos y mejorando los beneficios

La logística a las Islas Malvinas – cuyo corazón político y militar está en la base militar de Monte Agradable/Mount Pleasant –, y a las plataformas de exploración petroleras, así como la asociación en la prospección del petróleo argentino en los territorios usurpados por el Reino Unido, no solo le redituará una reducción considerable de sus gastos, sino que ayudará a consolidar su dominio colonial, la consecuencia más significativa.

Asimismo, en la medida que la Argentina tolere al Reino Unido perpetuar indefinidamente en el tiempo la retorcida interpretación del derecho a la autodeterminación de los pueblos, condicionando la discusión sobre la soberanía al “deseo” de los isleños, colaborará con el usurpador – más allá de lo que los funcionarios argentinos argumenten –, para establecer bases políticas y jurídicas para la constitución de un nuevo “Estado”, el Estado “Falklands”, un “nuevo Estado” que se integraría como “nación soberana” al Commonwealth, con la “protección militar de Inglaterra”, y bajo el paraguas de la Unión Europea. Hasta tanto no se resuelva la disociación del Reino Unido de la Unión Europea como producto del triunfo del “Brexit”, los territorios de ultramar británicos siguen siendo reconocidos por la Unión Europea que los denomina “Territorios de Ultramar de la Unión Europea”.4

En efecto, en 2007 los integrantes de la Unión Europea firmaron el Acuerdo o Tratado de Lisboa, en el que la Unión Europea reconoce como territorios de ultramar británicos a las Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur, y Sector Antártico Británico (que abarca la totalidad del Sector Antártico Argentino y el 90% del Sector Antártico Chileno). El Reino Unido en 2012, designó con el nombre de “La Tierra de la Reina Isabel” (en inglés, Queen Elizabeth Land) una porción del Territorio

4 Los denominados Territorios británicos de ultramar

reconocidos por la Unión Europea son: Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur, Islas Malvinas, Islas Pitcairn, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cuhna, Territorio Británico del Océano Índico.

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La cuestión Malvinas – 7 – Una realidad vigente

Antártico situada al sur del mar de Weddell y entre las longitudes 20°O y 80°O. Con sus 437 000 km². Estas tierras ubicadas en la Antártida son casi del tamaño del Reino Unido y es esencialmente un segmento triangular de la Antártida, con vértice en el polo sur. Limita al norte con la barrera de hielo Filchner-Ronne, al noreste con la Tierra de Coats, al este con la Tierra de la Reina Maud y se extiende al oeste hasta una línea entre el Polo Sur y la corriente de hielo Rutford, al este del grao Constellation.

La pretensión británica se basa en la proyección de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich, usurpadas, sobre el continente antártico, y se superpone con la totalidad del Sector Antártico Argentino. Nuestro país criticó la designación llamándola un “sistemático ataque y una provocación” vinculado a la cuestión Malvinas.

En 2008, el Reino Unido presentó como un progreso significativo, una supuesta “constitución de las Falklands”, lo que en realidad es un mero estatuto colonial5 y realizó un “referéndum”, en el que se les preguntó a ciudadanos británicos si deseaban seguir siendo, justamente, ciudadanos británicos. El deseo de ser británicos

La posición inglesa para negarse a toda discusión sobre la soberanía argentina en los territorios ocupados por Inglaterra, se base en dos argumentos:

1) El “deseo” de sus habitantes de ser británicos, refrendado en el referéndum de 2013; y

2) El derecho a la autodeterminación de los pueblos que, según Inglaterra, asiste a los pobladores de las Islas. Esta posición es defendida en Argentina por un grupo de 17 intelectuales que publicó años atrás una nota bajo el título “Malvinas, una visión alternativa”, que se presentó como un “novedoso aporte” para la solución del conflicto con el Reino Unido.

Hay una primera cuestión que debe ser contemplada cuando se habla de la población en Malvinas. Dice al respecto Virginia Gamba en su artículo “Los seis mitos que aún encubren el conflicto”:

“Los isleños nacidos en las islas Malvinas son una minoría de la población local hoy. Antes

5 Ver Apéndice N° 1. Documento del Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular: “Sumarios comentarios referentes a la llamada “constitución” de las usurpadas islas Malvinas, CUADERNOS para el encuentro en

una nueva huella argentina N° 38, abril de 2012).

del ‘82, estos isleños no tenían ciudadanía británica. Eso se les concedió en 1983. En 1985 se les otorgó autonomía con la creación del Falkland Islands Government (FIG), regido por un Consejo de Isleños de ocho personas, incluyendo al gobernador, que actúa de vínculo con Londres. Al contar los isleños con la ciudadanía inglesa, automáticamente accedieron a la Unión Europea. Su juventud partió y está viviendo fuera de las islas, por lo que las islas se despoblaron en la década del ochenta. Preocupada por el desplazamiento de la población fuera de la zona, Gran Bretaña trajo gran cantidad de inmigrantes desde 1992, la mayoría nativos ingleses, europeos y de otras posesiones y territorios de ultramar y de la Commonwealth. Al año 2010, la población original se convirtió en minoría, por lo que los isleños nativos, si quisieran o desearan negociar con la Argentina, no constituirían la mayoría necesaria para poder hacerlo. El Falkland Islands Government como consejo está constituido hoy por tres isleños nacidos en Malvinas y cinco ingleses venidos de afuera.

Todos los nuevos pobladores – que son actual mayoría – han venido por motivos de trabajo o para comprar propiedades y hacer negocios en las islas. Esta gente nunca querrá negociar con la Argentina porque es una población rotacional: mientras tengan trabajo, allí vivirán, luego otros vendrán y ellos se irán. Es esta mayoría la que compone y decide el consejo del Gobierno local. Las islas no están más pobladas por isleños, sino por europeos que, además, rotan. Con lo cual no existe más el condicionante de considerar los intereses de los isleños – ya que éstos son europeos –, ni sus deseos – ya que son una población transitoria –, ni su modo de vida, ya que ésta es artificial y está dictada por la dinámica de servir a las necesidades de una base militar permanente.”

Por su parte, el Dr. Horacio Micucci6 realizó un estudio para el Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular, sobre el tema poblacional de las Islas Malvinas, luego de la declaración pro británica de 17 intelectuales argentinos que recogieron el reclamo inglés sobre el supuesto derecho a la autodeterminación de los kelpers.

Señala el estudio realizado: Algunos datos de interés referentes a la

población trasplantada por el colonialismo inglés a las Islas Malvinas. 6 de marzo de 2012.

6 Coordinador Instituto de Estudios Nacionales del FPyP.

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La cuestión Malvinas – 8 – Una realidad vigente

Fuente: censo oficial de 2006 (efectuado por los colonialistas británicos).

Número de habitantes: 2955. Este número incluye a 477 habitantes ligados o relacionados con la base militar de ocupación, pero excluye a todo el personal militar y sus familias.

De los 2955, son hombres 1569 y mujeres 1386.

En Puerto Argentino viven 2115 (hombres 1060 y mujeres 1055), o sea un 71,6%.

En el resto de la isla Soledad viven 194 personas (106 hombres y 86 mujeres).

En la Base Mount Pleasant viven 477 personas (310 hombres y 169 mujeres).

En la Isla Gran Malvinas viven 127 personas (68 hombres y 59 mujeres).

De 0 a 15 años de edad tienen 471

individuos. 15,9 % De 15 a 30 años de edad tienen 594

individuos. 20,1 % De 30 a 45 años de edad tienen 818

individuos. 27,7 % De 45 a 60 años de edad tienen 658

individuos. 22,3 % Más de 60 años de edad tienen 414

individuos. 14,0 % Tienen más de 60 años el 14,0 % de la

población, menos de 45 años el 63,7 % y menos de 30 años el 36 %.

Según el tiempo de residencia en las Islas se

puede clasificar a los ocupantes de más de 10 años de edad (excluyendo residentes temporarios y visitantes) de la siguiente manera:

Ocupantes con dos años o menos de llegada a las Islas: 494 (18,7%)

Ocupantes con residencia de 3 a 5 años: 268 (10,2%)

Ocupantes con residencia de 6 a 10 años: 270 (10,3%)

Ocupantes con más de 10 años de residencia en la Islas: 1598 (60,8%)

Según el lugar de nacimiento se puede clasificar a los ocupantes de más de 10 años de edad (excluyendo residentes temporarios y visitantes) de la siguiente manera:

Ocupantes con dos años o menos de residencia en las Islas: 494

Nacidos en: Malvinas: 5 Reino Unido: 226 Santa Helena: 109 Chile: 73 Otros países: 81

Ocupantes con residencia de 3 a 5 años: 268 Nacidos en: Malvinas: 14 Reino Unido: 85 Santa Helena: 102 Chile: 37 Otros países: 30 Ocupantes con residencia de 6 a 10 años:

270 Nacidos en: Malvinas: 27 Reino Unido: 81 Santa Helena: 104 Chile: 18 Otros países: 40 Ocupantes con más de 10 años de residencia

en la Islas: 1598 Nacidos en: Malvinas: 1044 Reino Unido: 379 Santa Helena: 69 Chile: 28 Otros países: 78 De lo anterior surge que de los 2630

habitantes de más de 10 años de edad: 1090 nacieron en Malvinas (41,4 %) 771 nacieron en el Reino Unido (29,3 %) 384 nacieron en Santa Helena (Colonia

Inglesa) (14,6%) 156 nacieron en Chile (5,9%) 229 nacieron en otros lugares distintos de

los anteriores: (8,7%) La Tabla 14 del Censo de los colonialistas de

2006 indica la existencia de 3000 habitantes (incluye a los residentes excluidos en el censo excepto el personal militar y sus familiares) de los cuales 1339 nacieron en las islas, 838 en el Reino Unido, 394 en Santa Helena, 161 son chilenos, 36 son australianos, 29 nacieron en la porción continental de Argentina, 28 son alemanes, 26 son de Nueva Zelandia y el resto de otros países. O sea, nacieron en las Islas y son nativos el 44,6 % de los habitantes.

En la misma tabla figura la población según sus ancestros. De acuerdo a ella 1339 son de origen derivado de la población ocupante, 764 del Reino Unido, 427 de la Colonia de Santa Helena, 157 chilenos, 43 europeos, 20 de Nueva Zelanda, 37 australianos y el resto de otros lugares. O sea, derivan de ancestros de ocupantes trasplantados 44,6%, según el censo colonialista.

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La cuestión Malvinas – 9 – Una realidad vigente

Lo extraño es que cuando se los califica por el Status migratorio, sólo tienen el llamado “Falkland Island Status” 544 personas (18,1%), lo cual sorprende a los censistas que lo atribuyen a que no todas las personas nacidas en las Islas tienen ese “status” de manera automática. No se sabe si porque no lo piden, o no les interesa o no se lo dan.

Lo notable es que hay 701 trabajadores permitidos (Work Permit) un 23,4% de total, mayor cantidad que “Falkland Island Status”). Además, las esposas/os y dependientes de trabajadores permitidos, residentes permanentes permitidos y “Falkland Island Status” son 171, un 5,7 %.

Finalmente, la estimación más baja del número de soldados ingleses es de 1500 soldados colonialistas (seguro mucho menos de los que en realidad hay). Esto da una proporción de menos de un habitante nacido en las islas por soldado inglés (0,89) y 0,36 habitantes con “Falkland Island Status” por cada soldado inglés.

Los supuestos “falklanders” son minoría en las propias islas y se supone que son “dueños” de “las Falklands y dependencias”, o sea más de cinco millones de kilómetros cuadrados de tierra y mar de soberanía argentina.

El censo de 2012 indica una reducción y

envejecimiento de la población por la emigración de los jóvenes en su mayoría descendientes de inmigrantes. En ese censo, las proporciones indicadas en el estudio del Dr. Micucci no se modifican y se mantiene la predominancia de la población militar de la base de Monte Agradable (Mount Pleasant) y la burocracia estatal del Reino.

El derecho a la autodeterminación (1)

Dos trabajos de VGM Santiago Tettamanzi abordan meridianamente esta cuestión. En sus artículos “La nota de Anthony Eden” como en “Autodeterminación ¡No!”, publicados en CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina N° 11 y N° 12 respectivamente, señala:

“La autodeterminación de los isleños, el último bastión donde se ha abroquelado actualmente Gran Bretaña como el todo o nada, ya caídos todos sus argumentos, ha sido rechazado en el seno de la Organización mundial, donde con claridad meridiana se ha determinado que el principio de autodeterminación de los pueblos no es aplicable al caso de las Malvinas.”

El documento “La cuestión Malvinas, una realidad vigente (II)” señala al respecto:

“En la Resolución No 1514 del año 1960 la Asamblea General de las Naciones Unidas, estableció las bases para orientar el proceso de descolonización en el mundo, y se incluyó la situación de las Islas Malvinas. Es decir, la lucha por nuestra soberanía en Malvinas es parte de la lucha contra el crimen del colonialismo que es un crimen de lesa humanidad.

Esa Resolución estableció la necesidad de eliminar las situaciones coloniales, los derechos de todos los pueblos a la libre determinación, el mantenimiento de la unidad nacional y la integridad territorial de los países y por ella se pidió a los países que tenían colonias que dijeran cuáles eran las que estaban en condiciones de ajustarse a ella. Los británicos mismos se hicieron responsables de cuarenta y tres casos de colonialismo y entre ellos incluyeron a las Malvinas. Fueron los mismos británicos quienes introdujeron a Malvinas en la Resolución, aceptando la situación colonial de la que eran responsables.

Para entender esto se debe tener en cuenta que entre los años 1950 y 1960 habían irrumpido en la ONU los países del mundo recientemente independizados como resultado de una enorme lucha anticolonialista de sus pueblos. Inglaterra tenía que ajustarse, en sus colonias, a esta nueva situación en el orden mundial. Para eso empezó a trabajar el plan de la autodeterminación de las mismas, como una forma de que algo cambie para que no cambie nada. De allí el intento de los ingleses de fabricar un “Estado asociado” a la Comunidad Británica; un Estado supuestamente “independiente” que enmascare la situación de colonia. Pero la población británica en Malvinas no es un pueblo originario sino una población insertada, trasplantada: los kelpers son instrumento de la usurpación y, como la propia organización de las Naciones Unidas sostiene, no le asiste el derecho a la autodeterminación.

Los ingleses siempre tratan de incluir a los kelpers para decir que hay que reconocer el deseo de estos de pertenecer al Reino Unido o declararse independientes dentro de la Comunidad Británica de Naciones. Por eso todo reconocimiento a los derechos kelpers favorece ese proyecto.

En 1965 la Resolución No 2065 de la ONU insta a las dos partes, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Argentina, a

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La cuestión Malvinas – 10 – Una realidad vigente

negociar. No menciona a los kelpers. Reconoce que hay sólo dos partes.

En 1967 (tratando de manipular la Resolución No 1514 de 1960) y como muestra de lo descripto, los ingleses intentaron hacer en Gibraltar un referéndum para que la población de esa colonia dijera si quería seguir siendo británica o declararse independiente. Este intento fue bloqueado en la ONU, y los españoles se opusieron firmemente.

La ONU rechazó el acto inglés en Gibraltar por considerar que la población del Peñón no era originaria del lugar. Es decir, quedaron delineadas dos situaciones:

a) La de los países sometidos a la situación de colonias con derecho a la autodeterminación, y

b) La de los países a los cuales se les cercenó una parte de su territorio, y se lo convirtió en colonia, caso en el cual lo preponderante es la restitución de la integridad nacional.

Esta resolución es muy importante porque la similitud del caso Gibraltar con el de las Malvinas es clara. La ocupación colonial de Malvinas es un caso paradigmático del segundo caso: un país (Argentina) al que se le cercenó una parte de su territorio por medio de una ocupación colonial. Este cercenamiento sólo puede resolverse por la restitución de la integridad territorial argentina, devolviendo los territorios ocupados. La independencia kelpers y su constitución en Estado Asociado a la Comunidad Británica de la Naciones, no es justicia. Es mantener el cercenamiento territorial, bajo otras formas.

Lo importante de la Resolución No 2065 de la ONU mencionada es que dice “respetando los intereses de los habitantes de las Malvinas”, y dice intereses, lo que significa que hay que respetar su situación económica, pero no su voluntad de soberanía para que se puedan constituir en Estado Independiente Asociado a la Comunidad Británica de las Naciones. Está claro que esto último sería una trampa legal, porque por si misma impediría el acto de justicia de la restitución de la integridad territorial argentina que es el motivo de esta Resolución, así como de la anterior Resolución No 1514.

Pero ¿cómo interpretan los británicos la palabra intereses? Los intereses, dicen, son materiales y morales, entre los morales están los deseos, entre los deseos la decisión de si van a ser independientes o no. Entonces, ellos introducen a los kelpers en la discusión de

fondo. Colocar a los kelpers en pie de igualdad con la Argentina es lo que quieren los ingleses.

Hubo largos años de negociaciones de las que no se obtuvo ningún resultado. Ocho años después de la Resolución No 2065, la ONU indicó (Resolución No 3160) estar “gravemente preocupada” porque las negociaciones no progresaban, reconociendo “los continuos esfuerzos del gobierno argentino para facilitar el proceso de descolonización y promover el bienestar de la población de las islas”.

Inglaterra, vuelve permanentemente a su táctica descripta para no cesar con la ocupación colonial. Una prueba de ello fueron las declaraciones del entonces Primer Ministro Británico David Cameron: “dado que las Falklands (Malvinas) mantienen su interés en permanecer como un territorio soberano británico, deben permanecer de esa manera, y no hay nada más que decir al respecto”. La postura de Cameron tuvo lugar durante una ronda semanal de preguntas que el Primer Ministro enfrenta en la Cámara de los Lores.

Coherentemente con lo anterior, el representante colonial de Su Majestad Británica en Malvinas declaró, en respuesta a la declaración de apoyo de la OEA al reclamo de soberanía de Argentina, que:

“El pueblo de las Islas Malvinas tiene el derecho a la libre determinación, consagrado en el Derecho internacional”, y agregó que “apoyamos plenamente al gobierno del Reino Unido en su actual posición, lo que confirma que la cuestión de la soberanía no es negociable”.

Como se puede apreciar, son declaraciones expresas de la decisión de continuar la ocupación colonial por parte de Inglaterra.

Debe recordarse entonces, la Resolución de las Naciones Unidas No 2621 (XXV) del 12 de octubre de 1970 que dice que la continuidad del colonialismo en todas sus formas es un crimen que viola la Carta de las Naciones Unidas, la declaración sobre la concesión de la independencia a los pueblos coloniales y los principios del derecho internacional (Anexo II/6). Esta caracterización de la ocupación colonial es absolutamente válida y aplicable a la segunda usurpación colonial británica surgida de su guerra de agresión contra la Argentina en 1982.

La lucha argentina por recuperar los territorios usurpados es parte de la lucha mundial contra ese crimen contra la humanidad que es el colonialismo.

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El derecho a la autodeterminación (2) Un grupo de 17 ciudadanos argentinos7,

publicaron una propuesta proponiéndola como una visión alternativa de la Cuestión Malvinas. Se trató de un documento de indudable importancia ya que fue producido por prestigiosos intelectuales y profusamente difundido en medios nacionales.

En esa declaración propusieron: “abdicar de la intención de imponerles (a los isleños) una soberanía, una ciudadanía y un gobierno que no desean” (…). “Es necesario poner fin hoy a la contradictoria exigencia del gobierno argentino de abrir una negociación bilateral que incluya el tema de la soberanía al mismo tiempo que se anuncia que la soberanía argentina es innegociable”.

Cuestionaron la importancia de la Causa de Malvinas, así como su escasa relación con los grandes problemas políticos, sociales y económicos que nos aquejan.

Consideraron injusta la Recuperación de nuestros territorios el 2 de abril de 1982.

Impugnaron el carácter de irrenunciable de la causa Malvinas y reivindicaron el derecho kelper a la autodeterminación. Sostuvieron que los habitantes de Malvinas deben ser reconocidos como sujeto de Derecho, y que respetar su modo de vida, implica abdicar de la intención de imponerles una soberanía, una ciudadanía y un gobierno que no desean.

Escribieron: “La Historia, por otra parte, no es reversible, y el intento de devolver las fronteras nacionales a una situación existente hace casi dos siglos – es decir: anterior a nuestra unidad nacional y cuando la Patagonia no estaba aún bajo dominio argentino – abre una caja de Pandora que no conduce a la paz.” Otorgan a los kelpers el carácter de pueblo autóctono comparándolos con los inmigrantes que vinieron a radicarse aquí integrándose y reconociendo la existencia de la República Argentina y, peor aún, comparándolos con los pueblos originarios.

En síntesis: a) Consideraron a Malvinas una causa injusta o “prescripta”, b) injusta la recuperación de nuestros territorios; y c) a la causa de Malvinas como una causa “renunciable”.

7 Emilio de Ipola, Pepe Eliaschev, Rafael Filippelli,

Roberto Gargarella, Fernando Iglesias, Santiago Kovadloff, Jorge Lanata, Gustavo Noriega, Marcos Novaro, José Miguel Onaindia, Vicente Palermo, Eduardo Antin (Quintín), Luis Alberto Romero, Hilda Sábato, Daniel Sabsay, Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli.

“Malvinas: una visión alternativa” es un documento que se propone para orientar una política de Estado para la cuestión Malvinas.

El artículo “¿Son realmente nuestras las Malvinas?” de Luis Alberto Romero del 14 de febrero de 2012 publicado por La Nación, fue la base doctrinaria de dicho documento.

En “Malvinas: una visión alternativa” se abordan distintas cuestiones vinculadas a la cuestión Malvinas; muchas de ellas, a lo largo de estos años, las hemos estudiado y sintetizado en la proposición: Malvinas es: 1) causa justa, 2) guerra justa y 3) derecho irrenunciable. (Ver La cuestión Malvinas, una realidad vigente, diciembre de 2012).

El argumento central es la invocación al Derecho a la autodeterminación de los kelpers (falklanders según los firmantes), caracterización que pretende mostrarse como un desarrollo teórico de la cuestión nacional, la libertad y la democracia de cara al siglo XXI, y que, como veremos, solo reedita y amplifica la argumentación histórica británica sobre Malvinas.

La argumentación británica de autodeterminación para los kelpers

El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de autodeterminación es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad. Documentos internacionales como la Carta de las Naciones Unidas, Pactos Internacionales de Derechos Humanos incluyen la autodeterminación. También numerosas resoluciones de la Asamblea General de la ONU hacen referencia a este principio y lo desarrollan: por ejemplo, las resoluciones N° 1514 (XV), N° 1541 (XV) o N° 2625 (XXV).

El punto es si los kelpers son un pueblo o una población trasplantada por el ocupante colonial, es decir, Inglaterra, en este caso.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, se aceptó que los pueblos con identidad cultural y conciencia nacional eran acreedores al derecho de soberanía. Ese criterio se tradujo en un principio de derecho internacional: "la voluntad soberana de un pueblo colonizado extingue cualquier derecho que la metrópoli haya podido ganar mediante la colonización". Se trataba, en general de pueblos preexistentes, que habían sido sometidos por un poder extraño, lo cual no ocurre en las Malvinas, donde no hay una disputa sobre el

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La cuestión Malvinas – 12 – Una realidad vigente

estatus político, entre la población colonial y la metrópoli.

El problema consiste, en determinar quiénes son los sujetos de este derecho.

Se entiende por pueblo, en el derecho internacional en líneas generales, a un grupo étnico dotado de características diferenciales objetivas que le dan personalidad y también de conciencia de esa personalidad diferencial. Se utilizan en este caso los términos nacionalidad, pueblo y etnia, que admiten muchas definiciones, pero, de todos modos, se diferencian claramente de población que, en derecho internacional, se define como el conjunto de personas que están sometidas a la jurisdicción personal del Estado.

La población británica de las Malvinas no tiene ninguno de los rasgos diferenciales que permitan considerarla una nacionalidad o una etnia, es decir, un pueblo diferenciado. No tienen idioma propio, cultura distintiva ni hábitos psicológicos reflejados en una comunidad singular. No son un pueblo originario de las islas, colonizado por el invasor británico. Por el contrario, son ellos mismos agentes de colonización.

En síntesis, no existe ninguna nacionalidad, etnia ni pueblo que pueda denominarse kelper o falklander; no existe ningún idioma ni ninguna cultura propia de los habitantes de Malvinas. Existen británicos pobladores de las Malvinas, que siempre manifestaron su voluntad de seguir siendo británicos. En la actualidad tienen una particularidad: sólo alrededor de un tercio de la población de Malvinas es descendiente de los primeros ocupantes trasplantados, el resto son funcionarios de la administración colonial, provienen de otras colonias inglesas, o son trabajadores de países latinoamericanos. Además, hay un civil por cada soldado inglés. Y, desde 1983, tienen el carácter de ciudadanos ingleses (los descendientes de ingleses).

La segunda condición para que un pueblo pueda tener derecho a la autodeterminación, es la de no afectar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país, ya que todo intento de hacerlo sería incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas (Resolución 1514 (XV), 6.). Con respecto a la integridad territorial de la Argentina, una solución que fuera contraria al reconocimiento de sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y los espacios

marítimos circundantes la afectaría gravemente.

Como se verá fue la propia Inglaterra la que aceptó el carácter colonial de su ocupación en Malvinas. El reconocimiento inglés de su ocupación colonial de Malvinas. Resolución 1514

Como era de prever en 1945, las grandes potencias colonialistas no estaban dispuestas a entregar sus colonias. La Conferencia de San Francisco de 1945 estableció pautas referidas a la situación de aquellos “territorios no autónomos” bajo dependencia de las potencias imperialistas. Surgieron, entonces, las normas contenidas en el Capítulo XI de la Carta de la ONU bajo el título de Declaración sobre Territorios no Autónomos. En observancia del artículo 73 e), Gran Bretaña incluyó, en 1946, a las Islas Malvinas dentro de los Territorios no autónomos, por propia decisión.

En 1946 Gran Bretaña comenzó a enviar a la ONU, a título informativo, datos sobre las condiciones económicas, sociales y educativas de Malvinas, tal como exigía lo establecido en el artículo 73 de las normas indicadas y Argentina hizo conocer a ONU, como ya lo había hecho en el pasado, su reserva de soberanía sobre el territorio. Anualmente la Argentina, a través de las Asambleas Generales recordó sus derechos sobre las Islas dejando constancia de que la información que proporcionaba el Reino Unido con relación a las Islas Malvinas en nada afectaban la soberanía argentina sobre dicho territorio y de que la ocupación que detenta el Reino Unido es en virtud de un acto de fuerza, jamás aceptado por el gobierno argentino.

El 14 de diciembre de 1960, la Organización de las Naciones Unidas aprueba la resolución N° 1514, denominada "Declaración sobre la concesión de independencia a los países y pueblos coloniales", que establece que “todo el intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país, es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”. El propósito de esta declaración fue poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas.

La Asamblea General aprobó el 27 de noviembre de 1961 la Resolución N° 1654 (XVI). En la misma no sólo se reiteran y reafirman los objetivos y principios de la Resolución N° 1514 (XV) también se decide

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La cuestión Malvinas – 13 – Una realidad vigente

crear un Comité Especial. Inicialmente, éste contaba con 17 miembros, pero en 1962 por resolución 1810 (XVII) se lo amplió a 24 integrantes. Así quedó establecido el "Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración la Concesión de la Independencia a los países y pueblos coloniales" (abreviado: Comité Especial de los 24), que incluye a las Islas Malvinas en la isla de territorios a descolonizar.

A partir de la esta declaración, la Organización de las Naciones Unidas pidió a los Estados miembros que indicaran las posesiones coloniales que estaban dispuestos a descolonizar. Gran Bretaña, al efectuar la presentación pertinente, incluyó, por propia determinación, en una lista de 43 territorios que se obligaba a descolonizar, las Islas Malvinas. Este hecho significó:

1- Que el gobierno inglés no considera a las Islas Malvinas como parte integrante del Reino Unido, sino como una colonia.

2- Que se obligó ante las Naciones Unidas a descolonizarlas.

Fueron los mismos británicos quienes introdujeron a Malvinas en la Resolución, aceptando la situación colonial de la que eran responsables.

La Resolución N° 2060 de las NU

En 1964 la Argentina inició una acción diplomática tendiente a lograr una resolución de las Naciones Unidas específicamente referida al tratamiento de las Islas Malvinas y sus dependencias.

El representante argentino ante la ONU era el Dr. José María Ruda. El objetivo argentino era: a) Obtener el restablecimiento de la unidad territorial de la Argentina, mediante el reconocimiento de los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, resolución N° 1514 (XV); b) Oponerse a todo intento que por vía de la autodeterminación de los colonos de dichas islas, se propusiera una independencia o cualquier otra solución constitucional que convalidara el despojo; c) Conseguir que el subcomité III recomendase específicamente la adopción de alguna resolución que abriese camino hacia el primero de esos objetivos.

Como contrapartida la representación británica puso acento en que la mayoría de los pobladores eran descendientes de colonos británicos, que "los isleños habían hecho saber claramente que no querían la independencia" y que se oponían "a toda asociación constitucional con una Potencia extranjera".

Además, que este deseo lo habían expresado en varias oportunidades (Carta al presidente del Comité Especial y miembros elegidos del Consejo Legislativo de las Islas). El británico agregó que "el Reino Unido no tenía duda alguna en cuanto a su soberanía respecto del Territorio de las Islas Falkland". Más aún, subrayó que "la petición del representante de la Argentina de participar en los trabajos del Subcomité constituía una intervención en los asuntos de este Territorio, en el que la Argentina no tenía ningún interés legítimo". Por lo tanto, las pretensiones de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Falkland eran una tentativa de anexarse esas islas a despecho de los deseos e intereses claramente expresados por el pueblo del Territorio, deseos e intereses cuya primacía estaba reconocida por la Carta de las Naciones Unidas y por la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales [Res. 1514 (XV) inc. 2 y 5]

Finalmente, el representante británico expresó que, en opinión de su Gobierno, los organismos emanados de las Naciones Unidas, Comité Especial y Subcomité, no tenían autoridad para intervenir en este caso. De otro modo, se violaría la aplicación universal del principio de la libre determinación. Por lo tanto, este debate no tenía base ni en las resoluciones que habían dado origen al Comité Especial ni en la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales.

El subcomité III elaboró un informe que fue aprobado por unanimidad el 18 de septiembre y sus conclusiones y recomendaciones pasaron al Comité Especial. Las mismas confirmaban que las disposiciones de la "Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales" eran aplicables al territorio de las Islas Malvinas (el subrayado es nuestro). También tomaban nota de la existencia de una disputa a raíz de la soberanía por las Islas entre los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido. Por último, el informe recomendaba al Comité Especial invitar a ambos Gobiernos a entablar negociaciones, teniendo en cuenta las disposiciones y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la Resolución 1514 (XV), los intereses de los habitantes de las islas, y las opiniones expresadas en el curso del debate.

El informe del Subcomité III sobre las Islas Malvinas fue examinado por el Comité

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La cuestión Malvinas – 14 – Una realidad vigente

Especial, aprobado sin objeciones y anexado a su informe el 13 de noviembre de 1964.

El 17 de noviembre de 1965, la Comisión IV aprobó un proyecto de resolución por 87 votos a favor y 13 abstenciones. En el mismo se tomaba nota de la existencia de una disputa por las Islas entre la Argentina y el Reino Unido, e invitaba a ambos gobiernos a proseguir las negociaciones recomendadas por el Comité Especial. El 16 de diciembre de 1965 se votó el proyecto de resolución basado en el informe de la IV Comisión. Por 94 votos a favor, ninguno en contra, y 14 abstenciones, el proyecto se convirtió en la Resolución 2065 (XX). Sobre El plebiscito en Gibraltar, ver página N° 9 del presente documento.

El “Estado Falklands”

El Derecho de autodeterminación para los isleños que invocan los firmantes, es la clave para la existencia de un nuevo Estado, Falklands. Los británicos siempre trabajaron con esta alternativa, la de constituir una “Estado” asociado a la Comunidad británica, un Estado supuestamente “independiente” que enmascare el status colonial de los territorios usurpados. De ahí su persistencia en reclamar el derecho de autodeterminación para los kelpers y que ahora estos 17 firmantes reivindican.

Falklands y sus dependencias (como las denominan los británicos), incluye Malvinas, San Pedro, Santiago, mares adyacentes, plataforma continental y proyección antártica (la totalidad del Sector Antártico Argentino y la mayor parte del chileno): alrededor de cinco millones de kilómetros cuadrados de territorio argentino y sus riquezas hidrocarburíferas, pesca, minerales, agua dulce, y ubicación estratégica ruta Atlántico Sur – Pacifico Sur y ruta transpolar. Desde estas posesiones, hemos señalado en numerosos documentos siguiendo los análisis del Cnel. (R) Dn. Francisco Javier de Guernica, se amenaza la propia integridad territorial de la Argentina y el continente suramericano.

Lo que los firmantes proponen es entregar al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte – bajo el disfraz de derecho a la autodeterminación y el de un “nuevo Estado autónomo” integrado a la Comunidad británica de naciones bajo el paraguas de la Unión Europea –, un territorio superior a la propia Argentina continental y una poderosa base de acción para la secesión territorial de nuestro país y de Suramérica.

Europa siempre consideró nuestros territorios usurpados como británicos. Así figuran en las Comunidad Europea del Carbón y el Acero (1951), en su continuación la Comunidad Económica Europea, y la actual Unión Europea cuyos integrantes suscribieron el 13 de diciembre de 2007 el Tratado de Lisboa, en el cual nuestros territorios usurpados, figuran como Territorios británicos de Ultramar asociados a la Unión Europea.8

En favor de la autodeterminación de los kelpers se sostiene que los isleños tienen una “constitución” y también, independencia económica o autonomía financiera. Por ello, según esta argumentación, en la cuestión Malvinas no hay dos partes, sino tres: la Argentina, el Reino Unido y la llamada “autoridad política de los isleños”. Jorge Castro, analista argentino de política internacional, sostiene esto. Lo que Jorge Castro llama “autoridad política de los isleños” es en realidad el gobernador de las Islas designado por Su Majestad la Reina de Inglaterra, gobernador que está subordinado al delegado militar de la Reina, es decir, el Jefe de la fuerza militar de ocupación9. No existe independencia de parte de los isleños en relación a la metrópoli colonial ni en lo político ni en lo económico, etc.

Desdiciendo al propio Castro, los kelpers siempre se refieren a sí mismos como británicos e integrantes del Reino Unido de Gran Bretaña. Es bueno recordar, como quedó expresado líneas arriba, que sólo alrededor de un tercio de la población de Malvinas es descendiente de los primeros ocupantes trasplantados, el resto son funcionarios de la administración colonial, provienen de otras colonias inglesas, o son trabajadores de países latinoamericanos.

Sobre las negociaciones bilaterales

Dice el documento: “Es necesario poner fin hoy a la contradictoria exigencia del gobierno argentino de abrir una negociación bilateral que incluya el tema de la soberanía al mismo tiempo que se anuncia que la soberanía

8 Declaración del Foro Patriótico y Popular. Sábado 19 de

julio de 2008.

9 “Sumarios comentarios referentes a la llamada

“constitución” de las usurpadas islas Malvinas”, documento del Instituto de Estudios Nacionales del FPyP, 25 de febrero de 2012, en el que se analiza minuciosamente el pretendido “texto constitucional” de las Falklands (Malvinas).

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La cuestión Malvinas – 15 – Una realidad vigente

argentina es innegociable, y ofrecer instancias de diálogo real con los británicos y –en especial– con los malvinenses, con agenda abierta y ámbito regional”.

Las llamadas negociaciones bilaterales, mal o bien, datan de mucho tiempo atrás, por lo que no puede hablarse de “apertura”, y es falaz que haya contradicción entre la negociación, – por otra parte, estipulada en resoluciones de los principales organismos internacionales –, y la premisa que la soberanía es innegociable.

La soberanía argentina sobre las Islas es incuestionable, no está en duda, y así consta en la Cláusula Transitoria de la Constitución.

Las negociaciones son para determinar, el cómo, el cuándo y en qué forma se le va a restituir a la Argentina el ejerció pleno de su soberanía sobre esos territorios.

Y así lo entendió el Comité Jurídico Interamericano, (creado en 1906, e incorporado como órgano principal de la OEA en 1948), cuando en su Declaración de Río de Janeiro del 16 de enero de 1976, declaraba en su punto 1° que: “la República Argentina tiene incuestionable derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas, por lo que la cuestión fundamental a resolver es el procedimiento a seguir para el reintegro de su territorio”.

Y también, en las negociaciones Mc Loughlin / Steward, de 1968, – y comunicado al Secretario General de las UN –, donde Gran Bretaña aceptaría el traspaso no antes de 4 años, ni después de 10; acuerdo lamentablemente trunco por la acción de lobbies de intereses en el Parlamento británico, pero que también ha dejado la impronta jurídica de la admisión explícita británica a los legítimos derechos argentinos.

Una referencia coincidente con el párrafo anterior se halla en el artículo del catedrático Dr. Camilo Rodríguez Berrutti, “Presentación Genuina de la autodeterminación, de cuestiones históricas y de legalidad internacional, de principios y de espiritualidad”, Bs. As, 5-02-2012. Artículo que es de recomendar su lectura a los autores del documento.

La explotación de los recursos

Dice el documento: La afirmación obsesiva del principio “Las Malvinas son argentinas” y la ignorancia o desprecio del avasallamiento que éste supone debilitan el reclamo justo y pacífico de retirada del Reino Unido y su base militar, y hacen imposible avanzar hacia una gestión de los recursos naturales negociada

entre argentinos e isleños.” Este es uno de los nudos de la cuestión. Avanzar hacia una gestión de los recursos naturales negociada entre argentinos e isleños. Refuerza el principio del “paraguas de soberanía” de los Acuerdos de Madrid 1989 / 1990 y del llamado “Tratado de Londres” que es Ley de Garantía a las inversiones británicas. Las naciones y pueblos originarios

El Documento de los 17 firmantes toma como fundamento la existencia de naciones originarias en nuestro territorio y en especial en la Patagonia, equipara a los kelpers con los pueblos originarios y también con los inmigrantes de fin del siglo XIX y principios del siglo XX quienes en contrario de lo que consideran los suscriptores del documento analizado, siempre se consideraron como integrantes de la Nación Argentina.

En el documento hay una simplificación estrafalaria del proceso de más de 300 años de lucha anticolonial que culminó en Tumusla en abril de 1825. Y esta extrema simplificación de la lucha independentista argentina y suramericana es la base para menospreciar el largo proceso de conformación de nuestra nacionalidad.

Para el tratamiento de la cuestión de las naciones originarias se debe ubicar el mundo real en el que vivimos, y en el que la Argentina y las naciones de Suramérica y los pueblos y naciones originarios forman parte del enorme contingente de naciones oprimidas por las potencias mundiales. Por el contrario, el Reino Unido de Gran Bretaña forma parte del reducido puñado de potencias expoliadoras.

Las naciones originarias de esta parte del continente son parte de los pueblos expoliados y contingente fundamental de la lucha por la verdadera y completa independencia. Como manifestó el My. (R) Jorge Manuel Vizoso Posse (héroe de la guerra por las Malvinas) en distintas oportunidades: “La cordillera de los Andes no debe ser una divisoria de aguas sino la columna vertebral de una nueva y gloriosa nación”. Los pueblos originarios y el pueblo argentino, necesitamos sostener un común camino en la lucha por hacer realidad el sueño de los patriotas americanos de ver una patria libre de todo dominio extranjero. Esa patria libre podrá manifestarse en un nuevo sistema estatal, político, económico, jurídico, multicultural, etc., que contenga a la inmensa mayoría de la población, a la representación federal de las provincias y a las regiones

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La cuestión Malvinas – 16 – Una realidad vigente

autónomas de las naciones y los pueblos originarios que emerjan en ese proceso.

Nada asemeja esta situación a la situación de los isleños. Hasta hoy, el imperialismo ingles los ha utilizado como instrumento de su usurpación. Son británicos trasplantados en 1833, y no constituyen un grupo social originario y/o autóctono.

En cuanto al tratamiento con los isleños, hemos sostenido en el Foro Patriótico y Popular: “Desde el punto de vista de las verdaderas necesidades y de los verdaderos intereses de la Tierra del Fuego, la Patagonia argentina, la Nación Argentina y la unidad de Suramérica, lo que corresponde es declarar a Malvinas como la provincia 24 (o la jurisdicción 25 contando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Con todos los derechos correspondientes a cualquier otra provincia de la Nación, instaurando la correspondiente banca transitoriamente vacía en el Congreso de la Nación. Garantizar esos derechos es atenerse a la decisión argentina de respetar los intereses de los isleños, y acompañar esta decisión procediendo a la expropiación de los bienes coloniales para entregarlos en propiedad a los habitantes de las Islas para que estos desarrollen en unidad con la Nación una sólida economía regional; esto, será un importante elemento (podría ser definitorio) en las negociaciones por la devolución de los archipiélagos al ejercicio pleno de la soberanía argentina, brindando una opción que conjugue el deseado final del quebrantamiento territorial con el precitado desarrollo.”

El documento Malvinas, una alternativa diferente, constituye uno de los documentos más groseros en defensa de la ocupación colonialista británica de los territorios de Malvinas, San Pedro, Santiago, mares adyacentes, plataforma continental y Sector Antártico Argentino. La “constitución” de los kelpers y el referéndum

El mencionado referéndum de 2013 realizado por los británicos en Malvinas, fue el paso siguiente al anuncio de que los kelpers contaban ya con una constitución propia. Al respecto, dice el Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular en su trabajo “Sumarios comentarios referentes a la llamada “constitución” de las usurpadas Islas Malvinas”.

“Motivo: Varias son las apreciaciones que se hacen desde diversas fuentes y posiciones sobre la situación colonial instalada en el Atlántico

Sur y que afecta la integridad territorial de la República Argentina, donde la Nación se halla impedida del efectivo ejercicio de su soberanía en las Islas Malvinas, San Pedro (Georgias del Sur) y Santiago (Sándwich del Sur), por efecto del quebrantamiento de territorio que provoca la usurpación británica por invasión militar de las mismas.

Como ejemplo, tomamos una de esas apreciaciones insertas en un apartado de un artículo publicado por Mario Cárdenas Madariaga, de 8 de enero de 2012, “Hacia otro fracaso en la cuestión Malvinas. El artículo expresa: “En estricto derecho ya no rige el status de colonia para las Islas Malvinas. El estatuto jurídico de las Islas Malvinas desde el año 2009, en que se modificó conforme con una Constitución aprobada por la población local, es un territorio de ultramar autónomo, con autoridades electivas, sobre la base del voto de todos los ciudadanos residentes en las islas, de una Legislatura local, que elige un Consejo, el que a su vez designa de su seno el Gobernador, y las autoridades judiciales.

Este nuevo estatuto político evidentemente ha sido dictado para demostrar que las Islas Malvinas no se hallan sujetas a un régimen colonial, y por tanto las decisiones de las Naciones Unidas a los efectos de su descolonización se han cumplido, pero por otra vía que la prevista, que era la negociación con la Argentina.”

En primer término, centrémonos en el término “Constitución”, usado tanto por el autor de la nota, como en tantos otros escritos, comunicados, documentos británicos, etc.

El instrumento universalmente conocido como “Constitución” es el resultado de la voluntad individual de los pueblos que se constituyen como Estado o Nación de auto dictarse libremente su base jurídico- política-económica, por la cual obraran como tales, sin injerencias de terceros, es decir el pleno ejercicio de su soberanía interior y exterior. Es la Nación hecha ley (Juan María Gutiérrez).

En el caso de las usurpadas islas Malvinas nos encontramos no ante una Constitución, sino ante un simple Reglamento colonial ordenado por la metrópolis imperial o Corona, (quien además se reserva el poder sobre esa supuesta “ley fundamental”, ya que Su Majestad puede actuar sobre ella “a discreción“ y “a voluntad”, violándose así uno de los principios intrínsecos de aquél digno instrumento de los pueblos: “Si la Constitución no fuera suprema, – es decir

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La cuestión Malvinas – 17 – Una realidad vigente

hubiera algún poder por sobre ella – no sería la ley fundamental”).

Veamos. La Orden Real se encabeza (Traducción):

“Instrumentos Estatutarios 2008, N° 0000, Territorios Sur Atlánticos. La Constitución de las Islas Falklands; Orden 2008. Hecho el 5 de noviembre de 2008. Presentado ante el Parlamento el 12 de noviembre de 2008. Entrado en vigencia: conforme a la sección 1 (3). En la Corte, en el Palacio Buckingham, el quinto día de noviembre de 2008. Presente, Su Más Excelente Majestad la Reina en Consejo.

Su Majestad, en ejercicio de los poderes conferidos sobre Ella por las Actas Acuerdo Británicas de 1887 y 1945 y de todos otros poderes permitiendo a Ella así actuar, se complace, por y con el consentimiento de su Consejo Privado, de ordenar, y es ordenado, lo siguiente:

Esta Orden puede ser mencionada como Constitución Falklands Islands Order 2008.

Esta Orden será publicada en la Gaceta. Esta Orden entrará en vigencia en el día

indicado. Es raro, además: una Constitución escrita de

una colonia, dictada por el poder de una metrópolis que no tiene Constitución escrita, pues, como dijera Pablo Crocchi:

“Este documento pomposamente llamado Orden de Constitución de las Islas Falkland 2008 (…) es otra falacia jurídica de la corona británica. Se trata en realidad de otra Carta Patente o Decreto Real donde arbitrariamente reconoce – y desconoce – derechos a sus ‘súbditos’. El Reino Unido de Gran Bretaña – sujeto a la corona inglesa –, es el único Estado europeo que no tuvo ni tiene Constitución escrita: su sistema jurídico se basa en colecciones a través del tiempo de Cartas Patentes (decretos Reales como las Cedulas Reales que padecimos en la era virreinal) donde la corona manifiesta sus reales caprichos…”. Pablo Crocchi10 “Malvinas: La

10 Pablo César Crocchi Ruda falleció el 2 de octubre de

2010. Experto en temas antárticos, fue un notable defensor de la soberanía nacional. Colaboró con CUADERNOS para

el encuentro en una nueva huella argentina, el Foro Patriótico y Popular e integró la Mesa de trabajo por la Soberanía junto a: Dr. Alberto González Arzac, Dr. Julio Carlos González, Virginia del Valle Martínez de Philippeaux, Dr. Pablo Boggio Marzet, Lic. Santiago Tettamanzi (VGM), Dr. Camilo Rodríguez Berrutti, Jorge Tedesco (VGM), Luis Vespa, Eduardo Arce, Dr. Horacio Micucci, Dr. Humberto Marioni, Ing. Victorio Marzocchi, Lic. Gustavo Breide Obeid, Dr. Néstor Forero, Eduardo Mariano Lualdi, Dr. Roberto Galíndez.

falaz Constitución Falklands que no es ni será”, Bs. As., 1-12-2008.

Tampoco es éste el primer reglamento de las Islas, ya que suplanta a otro similar (impuesto por Orden de 1985, 20/3/1985, también denominado “Constitución”, y éste, a su vez, a otros anteriores que datan de 1948), pues éstos, así como son ordenados también pueden ser modificados, revocados, por la Corona, tal como consta en la propia Orden.

(…) Entrando de a poco en su contenido, a través de él podemos visualizar sobre quién tiene el poder sobre el territorio (es decir, quién manda):

El Capítulo II dice: “Habrá un Gobernador de las Falkland Islands quien será nombrado por Su Majestad por Comisión bajo Su Firma Manual y Sello, y mantendrá su cargo durante la voluntad de Su Majestad”. Este funcionario, que provee la Corona, nos introduce un primer elemento del poder: el ser nombrado por Su Majestad y la permanencia en su cargo a discreción (voluntad) de Su Majestad.11

La propuesta del “arriendo”

Poco después de la entrevista entre el primer ministro Cameron y el presidente Ing. Mauricio Macri, distintos medios nacionales, se refirieron a “un cambio de estrategia” ante la seguida por la administración de Cristina Fernández de Kirchner para resolver la cuestión de la usurpación colonial inglesa.

La información surge de una entrevista del diario Clarín al embajador García Moritán y dice:

“Entre 1966 y 1982, a través de reuniones bilaterales y propuestas mutuas, la posibilidad de acceder a la soberanía, aunque fuese con la firma de un entendimiento a largo plazo, parecía cercana para Argentina. Una de ellas fue el retroarriendo, o “lease-back”, un tratado propuesto por el Foreing Office en 1980 en el que cedía la soberanía de las islas a la Argentina, pero las retendría “en alquiler” por una cantidad de años a estipular.

‘Cuando nos sentemos a negociar la soberanía, esa puede ser una salida’, dice el nuevo embajador ante Naciones Unidas, Martín García Moritán. Es una manera para que, gradualmente, la parte continental vaya asumiendo responsabilidades y obligaciones

11 Apéndice N° 1: Documento del Instituto de Estudios

Nacionales del Foro Patriótico y Popular: “Sumarios comentarios referentes a la llamada ‘constitución’ de las usurpadas islas Malvinas”, CUADERNOS para el encuentro

en una nueva huella argentina N° 38, abril de 2012).

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La cuestión Malvinas – 18 – Una realidad vigente

respecto a las islas y los habitantes, para que se vayan incorporando al territorio nacional en forma plena”.

García Moritán plantea “recuperar el espíritu de cooperación con los isleños”, como sucedió a partir de los Acuerdos de 1971. “Si los isleños conciben que el territorio que tienen enfrente los acoge con la misma simpatía como lo hace Chile o el Reino Unido, hoy es probable que por comodidad o necesidad se acerquen más seguido al continente. Podrían tener a Ushuaia como base de operaciones para viajar por el mundo o educar a sus hijos. Queremos restablecer la confianza y darle más contenido a la relación bilateral en todos los ámbitos de Naciones Unidas”.

Estos lineamientos políticos y diplomáticos estuvieron en la base de todas las decisiones que el menemato tomó consolidando la ocupación colonialista británica de nuestros territorios. El extremo ridículo de estas políticas fue el envío de ositos de peluches winnie pooh a los habitantes de las Islas Malvinas.

Es curioso que a esta altura de la historia se continúe ignorando los intereses estratégicos británicos que explican su accionar colonialista. Esos intereses estratégicos llevaron al Reino Unido de Gran Bretaña, a realizar la movilización militar más grande desde la Segunda guerra mundial, para garantizar su dominio colonial sobre un enclave estratégico. La importancia estratégica de Malvinas

George Anson (1697-1762), quien llegó a ser primer Lord del Almirantazgo, definió en 1740:

“Las islas Malvinas son de gran interés para Gran Bretaña por su utilidad en tiempos de paz y más aún en caso de guerra porque nos haría “masters” (Señores, amos. Nota de redacción) de los mares”. (Subrayado nuestro).

Lord Egmont, en un informe al primer ministro Duque de Grafton, con fecha 20 de julio de 1765, dice: “Malvinas será, indudablemente, la llave del Pacífico…”. Para esa época, el Coronel inglés Robert Hodgson define a la Argentina como la “llave de Sudamérica”.

La generación del almirantazgo de George Anson y sus pares, y mucho más la de Lord Egmont y Hodgson, fueron posteriores a las definiciones estratégicas que Inglaterra realizó bajo el gobierno de Oliverio Cromwell (1599-1658) quien creó las “Navegation acts” (actas de navegación), ley de navegación

inglesa con las que sentó las bases del futuro imperio británico.

Merced a las bases políticas proyectadas por Cromwell y que los gobiernos monárquicos continuaron, el centro del mundo que había pasado de Venecia a los Países Bajos, pasó a Inglaterra y se sostuvo a fuerza de guerras por un largo período histórico que culminó con el fin de la II Guerra mundial; desde que Cromwell hiciera rodar la cabeza del rey Carlos I de Inglaterra, se prefiguraron estrategias imperiales, colonialistas y luego imperialistas (en la época moderna), que fueron justamente los instrumentos que permitieron al Reino Unido transformarse en el centro del mundo durante tan largo periodo histórico. Esas estrategias nunca han sido abandonadas, y sus asentamientos, tampoco; se han demostrado como un singular acierto estratégico para sostener los objetivos imperiales, coloniales e imperialistas del Reino Unido de Gran Bretaña.

Desde las “Navegation acts” hasta la actualidad, Inglaterra comprendió que su predominio mundial se debía basar en el control de las rutas de aprovisionamiento, y que ello requería del control de los mares y de sus enclaves estratégicos; la Islas Asención, Santa Elena, Diego García, Tristán da Cunha, y Malvinas, entre otras, son ejemplos de esta estrategia de dominación.

La ocupación de Malvinas en enero de 1833, respondió a ese esquema estratégico imperial. Desde entonces, los argumentos que Anson señaló en 1740, se han visto corroborados por la práctica colonialista e imperialista de Inglaterra. Cabría que las autoridades argentinas se pregunten ¿qué cambió desde entonces hasta ahora, para que Inglaterra se avenga a reintegrar la soberanía de Malvinas a nuestro país? ¿No desencadenó una agresión colonialista en 1833, de la que nunca se retractó, para obtener un enclave estratégico para su despliegue internacional? ¿No desencadenó una guerra en 1982 para sostener ese dispositivo estratégico militar?

Más contemporáneo, podría leerse con atención las reflexiones que Anthony Eden realizó en la década del 1930, y que consigna el VGM Santiago Tettamanzi en su libro “Malvinas. Rumbo 105”, en el que reseña la hazaña del buque Río Carcarañá en su travesía a Malvinas hasta su hundimiento de parte de los ingleses.

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La cuestión Malvinas – 19 – Una realidad vigente

Una decisión inadvertida En 1985, Margaret Thatcher modificó el

estatus administrativo de Malvinas, creando dos territorios de ultramar diferentes (cada cual con su propio gobierno y economía). El territorio de ultramar Malvinas y el de Georgias y Sándwich del Sur. Esta maniobra le permite a Inglaterra ampliar el reclamo por la soberanía en la Antártida usando la proyección de las Malvinas y la de los territorios de las Georgias. El Reino Unido pretende el reconocimiento del sector Antártico Británico que absorbe la totalidad del Sector Antártico Argentino y la mayoría del Sector Antártico Chileno.

La base militar del Reino Unido en Malvinas y en Georgias

En Malvinas está instalada la base militar extranjera más importante de América del Sur: Monte agradable/Mount Pleasant, bajo el paraguas de la Unión Europea y en alianza estratégica con EEUU. Habrá que esperar al proceso de desintegración del Reino Unido de la Unión Europea para precisar si esos territorios dejan de tener la cobertura de los socios europeos. A modo de antecedente, ya señalamos que, desde la Comunidad Europea del Carbón y del Acero o CECA, antecesora directa del llamado Mercado Común Europeo, Europa siempre reconoció todos los territorios coloniales como legítima propiedad de las naciones colonialistas europeas.12

En la base militar de Monte Agradable/Mount Pleasant, aviones ultramodernos, 1.500 soldados, buques de última generación y submarinos atómicos equipados con misiles Trident — por lo que cuentan con el aval de EE UU miembro principal del sistema militar de la OTAN —, controlan el paso estratégico Atlántico Sur-Pacífico Sur y la ruta transpolar; desde allí amenazan la integridad territorial de nuestro país y el sur del continente suramericano.

La base militar Malvinas es el destacamento permanente más importante de las fuerzas armadas británicas en el Atlántico Sur. Dice al

12 La Comunidad Europea del Carbón y del Acero o CECA

fue una entidad supranacional del ámbito europeo que regulaba los sectores del carbón y del acero de los Estados miembros. Fue el antecedente directo de la Europa de los Seis: Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. La CECA se creó mediante el Tratado de París de 1951 entre los Estados anteriormente mencionados. Posteriormente se crearían la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Europea de Energía Atómica, cuya unión se pactó en 1957 mediante el Tratado de Roma.

respecto Virginia Gamba en una nota suya de abril de 2012:

“Entre las múltiples unidades de esta base están los centros de comando y control electrónicos, los campos de entrenamiento para tropas que deben desplegarse en otros conflictos (como el de Irak), sistemas de armas que van desde submarinos nucleares que patrullan las aguas y que tienen armamento misilístico capaz de alcanzar blancos a 2500 kilómetros hasta destructores tipo 42 y 45, buques costeros para patrullaje, aviones de combate (tifón), Vickers VC10, Hércules C3 y helicópteros Seaking Har3.

Los aviones tipo Hércules son de particular importancia para poder monitorear que los buques pesqueros alrededor de las Malvinas tengan licencia de pesca del gobierno local. Los militares se despliegan en Stanley, Mount Pleasant y Mare Harbour. Mount Pleasant cuenta con dos pistas aéreas transcontinentales y el corredor de dependencias militares más largo del mundo.” La Nación, 4 de abril de 2012. Base militar de Georgias

Dice Virginia Gamba al respecto: “La base militar de las Georgias es más

pequeña y tiene presencia naval permanente y establecimientos ocupados por militares y por la British Antartic Survey como despliegue adelantado para la Antártida. Allí se cuenta con la Fuerza de Tareas del Atlántico (Sud), que se moviliza entre Georgias, Malvinas y la Antártida con regular frecuencia. El territorio de las islas Georgias depende directamente de Londres (subrayado nuestro), que administra el territorio y expide licencias de pesca propias en sus aguas.

Luego de ser reconocidas como territorios europeos de ultramar en 2007, hoy ambas bases son parte de las instalaciones militares de la Unión Europea que son fundamentalmente anglofrancesas (ver mapa del despliegue militar de la UE).

En el listado de bases europeas, Malvinas figura ocupando dos funciones: para la disuasión y defensa, y para la proyección del poder militar hacia América del Sur. Cuando se creó la red de defensa adelantada europea, se dijo que estas bases “proveen una formidable ventaja para la expansión geográfica y funcional de la (nueva) gran estrategia de la Unión Europea. Aunque modestas para los estándares de los Estados Unidos, las bases anglofrancesas se extienden a través de las

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La cuestión Malvinas – 20 – Una realidad vigente

zonas geopolíticas que tienen mayor valor para los intereses europeos del siglo XXI”.

A partir de 2005 los estrategas europeos comenzaron a movilizarse para identificar las nuevas amenazas a la seguridad europea. Esto llevó a identificar dos grandes tipos de amenazas: la inseguridad humana y la inseguridad climática.

La inseguridad humana exige prever necesidades alimentarias y energéticas para sustentar poblaciones futuras. La seguridad climática exige mitigar y adaptarse a los cambios climáticos del futuro.

Estas definiciones reforzaron la creación de la política marítima europea de 2007, lo que a su vez fue copiado para cambiar el concepto estratégico de la OTAN en 2010. Este concepto cambió de defensa común a seguridad común previendo el uso militar para la defensa energética y climática. La proyección de estas prioridades sobre la Antártida es evidente, con lo cual el valor estratégico de las bases de Malvinas y Georgias se ha potenciado”.

En lo que hace a la cuestión antártica, Inglaterra aspira a dominar la totalidad del Sector Antártico Argentino al que denomina Sector Antártico Británico. Este involucra al 90% del Sector Antártico Chileno. La pretensión británica, es constituirse en una potencia económica y militar en el Atlántico Sur y reforzar así sus intereses en la porción continental de la Argentina y el subcontinente de América del Sur.

La política antártica argentina de los últimos 25 años, o tal vez más, ha sido desastrosa. A contrapelo de la estrategia definida por los generales Perón y Pujato en la década del cincuenta y que llevaba a la Argentina a constituirse como la nación con más firme presencia en la Antártida, se ha desarrollado una política de “desantartización”, y que ha comprometido gravemente los intereses antárticos argentinos. Las políticas desarrolladas en la llamada “década ganada” de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, fueron el corolario de esa desantartización.

Bajo la administración de la Dra. Cristina Fernández, la Argentina entregó el control estratégico y logístico de las campañas antárticas a Rusia; esa medida le permitió a este imperialismo, potenciar su presencia en el Atlántico sudoccidental y en el control de la ruta antártica en un continente en el que ya dispone de una moderna y amplia base propia. Pasados largos años desde el desastre que afectó al buque antártico Irizar, resulta

inexplicable que la reparación del mismo no fuera completada durante la gestión del ministro De Vido. La entrega a Rusia del control de la política antártica argentina está a contrapelo de la “Antaramérica” propuesta por el Gral. Leal, como proyección de la unidad latinoamericana en el continente blanco.

El gobierno del presidente Macri, no ha realizado hasta la fecha las pruebas de agua del Irizar. Se deduce que, si estas no serán realizadas, las de hielos, como es obvio, tampoco lo serán. Se han dado de baja contrataciones claves para la realización de la campaña antártica 2016-2017, peligra la realización de la campaña antártica, y la persecución contra científicos antárticos pone de manifiesto la voluntad del gobierno del presidente Macri de avanzar en la desantartización como política de Estado. (Ver Capítulo 4: La Antártida Argentina).

El Acuerdo Malcorra - Duncan presupone la derogación de la Ley N° 26.659 y de las leyes denominadas “Gaucho Ribero”

La ley N° 26.659, aprobada en 2013 y que prohíbe, bajo pena de inhabilitación por el plazo de 5 a 20 años, a toda persona física o jurídica habilitada para realizar actividades en la Argentina, desarrollar actividades hidrocarburíferas no autorizadas en la plataforma continental nacional, así como tener participación directa en firmas que realicen tales actividades o les presten apoyo. La secretaría de Energía es la autoridad de aplicación. Esta debe solicitar a la Cancillería que notifique a las empresas internacionales que violen esta ley interna.

Se trata de una ley que se basó en un proyecto presentado oportunamente por el legislador Pino Solanas.

La ley Gaucho Rivero es el nombre de una ley presente en las provincias de la República Argentina con costas en el mar Argentino del Océano Atlántico Sur, que prohíbe la permanencia, el amarre y el abastecimiento de barcos con la bandera británica de las Islas Malvinas, la bandera del Reino Unido y de otras colonias británicas en los puertos de dichas provincias por el reclamo que mantiene la Argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas.

El 25 de agosto de 2011, La legislatura de la provincia de provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur aprobó la ley provincial 852 Gaucho Rivero que impide el amarre de barcos británicos en Tierra del Fuego y además declara que la República

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La cuestión Malvinas – 21 – Una realidad vigente

Argentina tiene plenos derechos sobre los territorios de la provincia anteriormente mencionada sobre la Antártida e islas del Atlántico Sur. A esta medida también se sumaron posteriormente las provincias de Santa Cruz (ley provincial 3239/11) y Chubut (ley provincial 136/11). Al mismo tiempo, la Constitución de la Provincia del Chubut posee un párrafo solo existente allí que especifica que “están sujetos a la prohibición de amarre y abastecimiento los buques que realizaran tareas no permitidas por autoridades argentinas”. Por lo tanto, las aplicaciones de la ley Gaucho Rivero obligan su cumplimiento en los puertos chubutenses.

El 2 de agosto de 2012 el Senado de la Provincia de Buenos Aires sancionó la ley Gaucho Rivero también prohibiendo el amarre, la permanencia, el abastecimiento u operaciones de logística en territorio de la provincia de Buenos Aires de buques de bandera británica. Anteriormente, el 14 de junio del mismo año, había sido aprobada por la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. La ley explica que prohíbe la permanencia, el abastecimiento u operaciones de logística de naves de bandera británica en todos los puertos del litoral fluvial y marítimo de la provincia.

De esta manera declaró la ley con sus correspondientes artículos:

Artículo 1º.- Reafírmense los imprescriptibles derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes como parte integrante del territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur conforme lo estipula la Ley nacional 26.552.

Artículo 2°. - Prohíbase la permanencia, amarre o abastecimiento u operaciones de logística en territorio provincial de buques de bandera británica o de conveniencia13, que realicen tareas relacionadas con la exploración, explotación de recursos naturales, buques militares, dentro del ámbito de la cuenca de las Islas Malvinas sobre la plataforma continental argentina.

Artículo 3º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Provincial.

En el documento “La cuestión Malvinas. Una realidad vigente. N° 2, diciembre de 2011 se propuso la nacionalización de dicha Ley.

13 Las banderas de conveniencia hacen referencia a otros

tipos de enseñas británicas y las banderas de colonias del Reino Unido.

La cuestión del cementerio de Darwin en Malvinas

El Centro de estudios por la Justicia y la Libertad que preside la Sra. María Delicia Rearte de Giachino, publicó una carta a la opinión pública, referida a la decisión del gobierno del presidente Macri de avanzar en el eventual reconocimiento de los restos de 123 soldados argentinos no identificados que yacen en el cementerio de Darwin, en Malvinas. Al respecto dice la carta:

“Ignorando la Ley N° 26498, que en su artículo 2º establece: "La Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos dependiente de la Secretaria de Cultura de la Nación convendrá con la Comisión de Familiares Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur las medidas pertinentes a efectos de asegurar la custodia, conservación, refacción, y restauración del Lugar Histórico Nacional", el gobierno actual no solo ha omitido ese trámite, sino que invocando dudosos y no reconocidos pedidos humanitarios, de familiares, especialmente madres, ha permitido que una Delegación de la Cruz Roja Internacional, permanezca durante varios días en las Islas recabando información para un eventual reconocimiento de los restos de 123 soldados argentinos no identificados...

"Soldado argentino solo conocido por Dios "reza la lápida, mirando al Cielo..."Soldado argentino solo conocido por la Patria" reza su muerte mirando la tierra

Sabido es que el usurpador ha buscado reiteradamente y por todos los medios, incluidos la mentira y el chantaje, borrar todo aquello que le signifique volver a esos 74 días en que la bandera celeste y blanca, flameo en la tierra irredenta y hoy en Darwin cubriendo a sus hijos, en silenciosa presencia...

Los sucesivos gobiernos que hemos padecido a partir el 82, han desterrado de sus intereses la "Cuestión Malvinas" y la tocan tangencialmente en cuanto Foro Internacional se presenta y a pesar del apoyo que se le brinda al tema, no pasa de ser una presuntuosa declaración que rápidamente engrosa los archivos y la diplomacia se enfría en los abrazos de despedida. Resoluciones como la Nº 2065 de NU (1965 XX) o Tratados como el de Madrid de Menen en 1991 que debió ser denunciado, se los dejó para mejor oportunidad mientras las cancillerías banales, miraron para otro lado y ese otro lado, en la actualidad, es la frialdad y desinterés de la Sra. Canciller Ing. Susana Malcorra, que displicentemente y con fines absolutamente políticos y concesivos, los ojos y el futuro

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La cuestión Malvinas – 22 – Una realidad vigente

puestos en cargos relevantes, auspicia la intervención de la Cruz Roja Internacional cuya idoneidad y jerarquía, seguramente sabrá distinguir entre la mirada de Dios y la Patria y la de los cipayos y traidores...” 14 La Ley “Scioli”, N° 14486 de la provincia de Buenos Aires

Esta Ley promulgada por el entonces gobernador Daniel Scioli y votada por unanimidad en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, reconoce, en su articulado, el derecho soberano de Gran Bretaña a establecer límites en territorios de indudable soberanía argentina.

A pesar de los reiterados reclamos a la anterior gestión, y a la nueva instalada el 10 de diciembre próximo pasado, por distintas organizaciones de Veteranos de Guerra de Malvinas y otros sectores, las autoridades provinciales han hecho oídos sordos a un reclamo que señala la gravedad de que el Estado argentino, en este caso del orden provincial, defina asuntos de exclusiva competencia federal (las relaciones exteriores son atributos del gobierno nacional) y reconozca, por intermedio de una de sus leyes, el derecho de naciones extranjeras a ejercer la soberana potestad de establecer límites territoriales. Más grave aún porque la imposición de límites territoriales, 200 millas de exclusión alrededor de los territorios argentinos insulares, fue una acción de guerra, una agresión militar contra la soberanía argentina.

Dice al respecto un documento del Centro de Civiles Veteranos de Guerra “Operativo Malvinas”:

“Recientemente, hemos tomado conocimiento a través de los medios de difusión, que se sanciono la Ley Provincial N° 14.486 que otorgará una pensión social distinguida, mensual y vitalicia, a los ex soldados conscriptos combatientes y a los civiles que participaron en la guerra de Malvinas.

En el texto de la misma se argumenta, en su artículo 1ro, que tendría el propósito de dar un “verdadero reconocimiento histórico que los bonaerenses le debíamos a quienes participaron de esta guerra". Desde este punto de vista valoramos positivamente esta iniciativa; sin embargo, dejando de lado

14 Ver “Documento de la Comisión de Familiares de Caídos

en Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Apéndice N° 5, pág. 95.

cualquier mezquina discusión de teorías discriminatorias que involucre algún tipo de beneficio pecuniario, queremos dejar constancia de lo siguiente:

1) Nuestro país, adoptó, cronológicamente, dos teatros de operaciones. El primero, era el Teatro de Operaciones Malvinas (TOM) que comprendía el territorio de las Islas del Atlántico Sur que tomó vigencia desde el 2 de abril de 1982 y dejo de existir el 7 de abril del mismo año.

El segundo, que incluye y reemplaza al primero, fue el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS); ámbito sobre el cual se fundamentaron todas las leyes de alcance nacional existentes que contemplan esta temática.

La referida ley, recientemente sancionada, tal como aparece, adopta, de hecho, otros criterios que, a nuestro juicio, tienen implicancias peligrosas y genera un mal antecedente para nuestros reclamos, ya que se toma el criterio que utilizaron, en su momento, los usurpadores ingleses para establecer, injusta y unilateralmente, además del territorio insular, la Zona de exclusión marítima de 200 millas para agredir a nuestro país.

Se trata, incluso, de un criterio que ellos mismos, en el criminal ataque al buque Gral. Belgrano, que se hallaba fuera de dicho radio, desconocieron.

Primera reflexión sobre el tema:

Como señalábamos hace más de 10 años atrás, respecto a la delimitación del espacio: "Admitir en la legislación argentina decisiones extranjeras demarcatorias, como sería la Zona de exclusión británica que conlleva el ejercicio de su utilización exclusiva, atentaría sobre un principio básico de soberanía, y quienes legislaran en tal sentido ameritarían el concepto reservado en el artículo 29 "in fine" de la Constitución de la Nación Argentina" [...] "En cuanto al escenario en que se desarrolló el conflicto, creemos que de ninguna manera se debe reconocer otro que no sea el T.O.M. y posteriormente el T.O.A.S., porque si no se aceptaría que el enemigo detenta la potestad de establecer el teatro de operaciones que más le convenga a sus estrategias, atentando así, contra el derecho soberano de la Argentina de establecer la suya, de manera de defender la amenaza a su territorio, de acuerdo a la mejor utilización de sus medios, elaborando las estrategias que ameriten los hechos" (Nota del Centro de

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La cuestión Malvinas – 23 – Una realidad vigente

Civiles Veteranos de Guerra "Operativo Malvinas", al Sr. Presidente de la Comisión Nacional de Ex Combatientes de Malvinas, Dn. Marcelo Sánchez 9 de Diciembre de 2002).

Segunda reflexión acerca del tema:

¿En que radica este hecho peligroso para el justo reclamo de soberanía argentino?:

El poder soberano legislativo se asienta, como es sabido, sobre el derecho soberano territorial, salvo que se conceda esto implícita o explícitamente generando así una situación de hecho beneficiosa, en este caso, solo para el Reino Unido. De ningún modo nuestro país puede permitir apoyarse en lo que determine el Reino Unido sobre Malvinas y el Atlántico Sur. ¿No es eso precisamente lo que pretende el usurpador cuando quiere, invocando arteramente el derecho de "autodeterminación "de los pueblos, que convalidemos un supuesto "referéndum" de los ocupantes ingleses de nuestras islas que rechazan la soberanía argentina?

Por ello, creemos necesario que nuestros legisladores, movidos por lo que consideramos buenas intenciones, tengan en cuenta, lo que humildemente ofrecemos para la reflexión colectiva respecto a la ley provincial 14486, razón por la cual solicitamos que modifiquen el Art. 1 y 2 de la ley adecuándola a la legislación nacional que menciona el TOM y, desde el 7 de abril de 1982, el TOAS.

Con motivo del 30° Aniversario de la Guerra Nacional de Malvinas, nuestro Centro emitió un documento del cual extraemos los siguientes párrafos:

- Reivindicamos y defendemos la Gesta de Recuperación del ejercicio pleno de la Soberanía del 2 de abril de 1982.

- Sostenemos, acorde a prestigiosos juristas y pensadores, (Cf. Dr. Camilo Rodríguez Berrutti), sobre la legítima “respuesta diferida” a la usurpación del 3 de enero de 1833, llevada a cabo el 2 de abril de 1982. [...]

- Reivindicamos la Defensa del ejercicio pleno de la soberanía ante la agresión bélica total desatada sobre nuestros archipiélagos con el bombardeo de Puerto Argentino en la madrugada del 1° de mayo de 1982.

- Reivindicamos y sostenemos la Justa Causa y la Legítima Defensa que nos llevó a enfrentarnos militarmente con el usurpador e invasor, honrando la tradición y el legado de nuestros mayores, y el espíritu de lucha contra el crimen colonial, declarado como tal en resolución de Naciones Unidas AG 2621/70, y

en su carácter de “delicta juris gentium”. Lo que lleva a acompañar la manifestación de que, al vicio inicial de violencia, el Reino Unido ha agregado la mácula infame del crimen colonial.

- Rechazamos la falacia inserta en todas las declaraciones del Reino Unido que manifiestan “No tenemos dudas de la soberanía británica sobre las Islas” [...]

- Rechazamos esa nueva aventura colonialista imperial del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en el Atlántico Sur, apoyada por los EEUU de Norte América, la Organización del Atlántico Norte, con la complicidad de la por entonces Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea).

- Rechazamos la nueva usurpación gestada con el cese del fuego del 14 de junio de 1982 en la batalla de Puerto Argentino.

- Rechazamos la claudicación de lucha inserta en los Acuerdos de Madrid y Londres de 1989 y 1990, constituidos en un nuevo “diktat” del Versalles de 1919, de los que reclamamos enérgicamente su denuncia y consiguiente caducidad.

- Denunciamos la facilitación a la potencia usurpante, llevada a cabo desde el Congreso de la Nación con el dictado en 1992 de la Ley N° 24.184 de Garantía a las Inversiones Británicas, de la que reclamamos enérgicamente su derogación.

- Rechazamos la pretensión británica de constituirse en “Estado Ribereño” en esta parte del Atlántico Sur Occidental, y todas sus presentaciones ante la Comisión de Límites de la Conferencia de Derechos del Mar de Naciones Unidas.

- Rechazamos su pretendido “Sector Antártico Británico”, que se superpone a los sectores argentino y chileno, usando como trampolín su invasión militar de las Islas Malvinas, San Pedro (Georgias) y Santiago (Sándwich).

- Rechazamos la usurpación de nuestros recursos económicos de las aguas supra-yacentes (pesca) y del lecho de la plataforma continental (hidrocarburos, y la proyectada rapiña de los nódulos polimetálicos estratégicos). Con tal fin recordamos expresamente la Resolución 11 del 3 de febrero de 1987 del Comité Jurídico Interamericano relativo al tema, pronunciamiento que fue hecho suyo por la Cámara de Diputados de la Nación el 13 de mayo de 1987.

- Rechazamos la inclusión de Malvinas, Georgias, Sándwich y Antártida en la pretendida Asociación de Territorios de

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La cuestión Malvinas – 24 – Una realidad vigente

Ultramar de la Unión Europea, reglamentada por Resolución de la Comisión Europea de noviembre de 2000, e incluida últimamente en el Tratado de Lisboa del 2007.

- Rechazamos la manipulación de una pretendida autodeterminación de los actuales habitantes de las Islas Malvinas, hecho a contra natura del pensamiento internacional (volcado en Resolución de UN AG 1514) y que pretende perpetuar la invasión militar que sufre nuestro país, con el consiguiente quebrantamiento territorial.

- Reivindicamos la Declaración de Río de Janeiro del 16 de enero de 1976 del Comité Jurídico Interamericano (OEA), muestra del pensamiento jurídico de nuestro continente.

- Rechazamos el proceso denominado de “desmalvinización”, y recomendado y abiertamente expresado aplicar en nuestro país por determinados personeros extranjeros. Mensajes desmalvinizadores sostenidos por numerosos medios de comunicación de diversos orígenes, y por diversos comunicadores sociales, al que lamentablemente se hacen eco otros estratos de la población argentina, denigrando la justa acción de 1982.

Por todo ello, pusimos a disposición de la Patria nuestras vidas.

Por todo ello la clase trabajadora argentina ofreció su sangre en Malvinas.

Por todo ello seguimos luchando."

La Ley “Scioli”, N° 14486 de la provincia de Buenos Aires y la cuestión del “estoppel”

La cuestión del principio jurídico del “estoppel” fue abordada por el prestigioso especialista y catedrático del Derecho Internacional Público, Dr. Camilo Rodríguez Berrutti, quien integra el Secretariado Nacional del Foro Argentino de la Deuda Externa fundado por Don Alejandro Olmos. Al respecto dice Rodríguez Berrutti:

“...Las acciones o el silencio que susciten la alegación del ‘estoppel’, se instalan con una eficacia y amplitud aplicable a toda situación jurídica.”.

“...deviniendo expirado un derecho, un título, un motivo de alegación, cuando su defensa no se produce si es llamado a hacerlo.”

“...cancelado todo valor de sus alegaciones por razón del silencio, cuando de haber existido una base de derecho, era preciso agitar su contenido y contestar adecuadamente.”

“... son numerosas las ocasiones en que aparece la certidumbre de que por sola virtud

del ‘estoppel’ cabe discernir a qué Estado corresponden ciertos derechos decisivos; igualmente, y por ende, es deber de los Estados salvaguardar sus títulos y argumentos protegiéndolos de toda contingencia que pueda proporcionar a su contraparte la posibilidad de oponerle, a su vez, el ‘estoppel’.”

“...Si en la especie, un Estado consintiera sin respuesta adecuada, actos que, rozando su soberanía territorial, pusieran en entredicho su derecho a defender proporcionalmente sus títulos y su población afectados, se haría pasible de gravosas consecuencias inherentes al ‘estoppel’.”

“...Existen motivos suficientes, a la luz de antecedentes jurídicos y de política internacional del Reino Unido, habría de prevalecerse, sin vacilaciones, de cualesquiera concesiones, admisiones, respuestas lábiles, demoras o también otras modalidades de aquiescencia, para procurar fortificar su propio caso de frente al resto del mundo.”

(Dr. Camilo Rodríguez Berrutti. “Estoppel: Adverar el obrar internacional del Estado”, La Ley, T. 1986-E, Secc. Doctrina, pág. 876/880.)

Estos párrafos, del prestigioso especialista y catedrático del Derecho Internacional Público, que hemos seleccionado de su excelente trabajo sobre el principio jurídico del “estoppel”, tienen en el caso que nos ocupa en ésta, una singular importancia de íntima relación.

Y agrega en otro trabajo suyo sobre Malvinas, títulos y estoppel:

“Es de principio, y así lo ha dejado bien establecido el sabio maestro Verdross, que “el derecho a la soberanía no se pierde por el hecho de una anexión antijurídica”. Esto es manifiestamente y por el principio de la imprescriptibilidad de toda ilegitimidad la causa de la justa causa a propósito de las Islas Malvinas que mueve a la conciencia pública universal. Como que del consensus omnium resulta evidente que existe una admisión y adhesión respecto de la verosimilitud y honestidad del caso argentino, lo que no ocurre respecto de la postura británica, dado el pronunciamiento expreso, categórico y fundado de apoyo ofertado por la Comunidad Internacional mediante pronunciamientos multilaterales, de grandes segmentos del mundo político y jurídico y también en reconocimientos en el área bilateral.

Ellas fueron tomadas, “anexadas”- así consta en documentos oficiales como el que reveláramos en “Malvinas, última frontera del

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La cuestión Malvinas – 25 – Una realidad vigente

colonialismo” (Eudeba, 1975) –como consecuencia de una agresión militar, acto de fuerza, efectivizado el 2 de enero de 1833 contra la guarnición y población argentinas instaladas normal y pacíficamente y en violación a las leyes del derecho internacional que regulaban entonces ya las relaciones entre países cuando además, tenían celebrados vínculos por los cuales se garantizaba paz y amistad a la vez que se reconocían los límites anteriores (Tratado entre la República Argentina y el Reino Unido de Febrero de 1825). Se aceptaba en el mismo por Inglaterra su exclusión absoluta, interdicción, para pretender parte alguna de la América Meridional, incluso sus costas e islas garantizando no acercarse navíos ingleses a menos de 20 millas de las riberas y, dándole a España – de la que recibiera a la Argentina su derecho a todos sus títulos por sucesión de Estados – seguridades de que esta situación sería respetada para siempre.

El irrespeto, la violación flagrante de los tratados y del Derecho Consuetudinario sobre soberanía de los Estados, bien puede explicar al anatema de Julius Goebel – egregio doctrino norteamericano – quien remata su magnífica obra “La pugna por las Islas Malvinas” (YALE, Univ. Press. 1925) con una expresiva y anticipatoria versión histórico – político- jurídica cuando decía: “no pueden perderse los beneficios ni los bienes que el Derecho Internacional proporciona a los pueblos por los afanes colonialistas de Nación alguna”.

Vistos estos componentes de la cuestión, ellos parecen de necesaria presencia y agitación en el contexto de la legalidad internacional aplicable al caso agregados, y elaborados en afinidad argumental con la presentación de otros también de importante calidad jurídica como lo es la configuración de múltiples hipótesis de estoppel. Es justamente de la obligación de comportamiento unívoco, de la vigencia de la buena fe y de la no contradicción que es posible acumular una serie de probanzas valiosas acerca de la admisión material o implícita por el Reino Unido, por haber incurrido en aquiescencia acerca de no pertenecerles las Islas.

Así, debe, puede, y conviene sean exhibidas ante la Comunidad Internacional las siguientes circunstancias y hechos determinantes de Estoppel como que:

I) En 1749 Inglaterra preparó una expedición con la intención de visitar las Islas, para lo cual solicitó autorización a España y, como consecuencia de la negativa se atuvo a ella,

con lo que se configura un doble reconocimiento;

II) Cuando a raíz de los acontecimientos habidos por razón de la devolución a España por Francia de sus instalaciones que databan de 1764, con el reconocimiento expreso de que eran propiedad de aquella, la información proporcionada a la Corte de Londres no produjo ninguna refutación, confirmando en los hechos su ajenidad respecto de los Derechos en cuestión;

III) En ocasión de celebrarse el Acuerdo de 1772 por el que se solucionaba la situación crítica que estuvo por llevar a la guerra y que fuera celebrado entre Lord Rochford y el Príncipe de Maserano, Inglaterra no formuló ninguna pretensión en orden a lo jurídico, sino simple y llanamente arguyó acerca del honor público lesionado por la expulsión de sus fuerzas militares que se habían instalado en el Fuerte Egmont; pero lo más significativo fue, justamente, la admisión, en el párrafo final del previo y mejor derecho de España;

IV) Va de suyo que la tupida red de tratados celebrados entre España e Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII, que habían consagrado la pertenencia hispánica de estas regiones son una hipótesis de peso que no podría obviarse en una interpretación ajustada a los más modernos estándares de la hermenéutica, como que ellos forman parte del dispositivo ad hoc consolidado en el artículo 32 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados;

V) Es profusa la serie de opiniones de altos funcionarios de la Cancillería británica que concurren a demostrar la carencia absoluta de fundamentación en términos de derecho de la posición de su país, de lo que es ilustrativo el pronunciamiento de Sir Antony Eden, quien desde la cúspide del Foreign Office aconsejara dejar sin efecto los argumentos agitados hasta entonces por ser equivocados y comenzar a elaborar unas nuevas tesis. Sin importar que de esta forma se desnaturalizaba y dejaba sin sustento a las adhesiones para su propia causa como hubo de ocurrir en la relación con los Estados Unidos. De ahí, el surgimiento de apelar a una inviable opinión de los habitantes quienes carecen de aptitud jurídica para pronunciarse dado que no constituyen un pueblo en el sentido del Derecho Internacional Público, son continuadores de población instalada después de eliminada y fagocitada la población argentina originaria y han sido víctimas del sistema colonial cuyo objeto es todavía, hacerles decir algún día que quieren

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que las Islas sigan estando bajo dominación inglesa. Se trata de cumplir, en una circunstancia ya de extrema crisis, con la directiva emanada de Fitzmaurice cuando recomendaba, porque no podían presentar un caso ante un tribunal que se sentaran fuerte sobre las islas y no hablar más del problema con los argentinos;

VI) En el curso de las negociaciones dispuestas por la Comisión de Descolonización de las Naciones Unidas se había llegado a un Acuerdo por el cual el Reino Unido se comprometía a devolver las Islas en un plazo máximo de 10 años; esto, aun cuando no ratificado – téngase presente que los llamados acuerdos de Madrid tampoco lo han sido – y comporta tanto como dar cuenta a la posteridad de cuál es la pretensión de cada parte y de qué se está dispuesto a conceder (Mac Laugling – M. Steward). A este Acuerdo seguramente se refería Mister Haig cuando, en el trance de su intermediación durante el conflicto de 1982 reprochaba a la intransigencia de Mrs. Tatcher no considerar que su país ya había reconocido que tenía la obligación de retirarse (vid. de F. Lepot en Clarín, abril).”

Portada de “La cuestión Malvinas. Una realidad vigente, N° 1”, edición 2007, correspondiente al 25 aniversario de la reconquista patriótica de las Islas Malvinas.

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La cuestión Malvinas – 27 – Una realidad vigente

Capítulo II La Guerra de Malvinas

treinta y cinco años de los gloriosos hechos de la gesta de Recuperación de Malvinas, reivindicamos la recuperación

de lo que es legítimamente argentino. Los colonialistas ingleses continúan la

ocupación, donde han establecido la más grande base extranjera en territorio latinoamericano. Como se ha dicho, éste no es un conflicto con una población autóctona que desea su independencia, es un territorio cercenado a la Argentina, ocupado militarmente y en estado colonial por los ingleses, que han trasplantado una población minoritaria que, a su vez, se reconoce inglesa.

Mientras tanto los gobiernos de turno siguen sin dar respuestas firmes como la imprescindible denuncia de los Tratados de Londres y Madrid y, en consecuencia, mantienen y profundizan la política de Estado de sumisión e indefensión. Es preciso, en cambio, levantar firmes posiciones diplomáticas, económicas y políticas para dificultar la ocupación. El desarme de

Argentina es parte del cumplimiento de los

tratados de Londres y Madrid. Se debe reafirmar que: 1º) La causa de Malvinas es una causa justa.

Se trata del reclamo argentino por una parte de su territorio ocupado por una potencia colonialista, tal cual se reconoció en la Resolución 1514 del año 1960 de las Naciones Unidas. Es decir, la lucha por la soberanía argentina en Malvinas es parte de la lucha contra el colonialismo, que es crimen de lesa humanidad.

2º) La guerra de Malvinas fue una guerra justa. La guerra de cualquier país oprimido y dependiente, como Argentina, contra un país opresor, independientemente de quien la inicie y de quienes sean los gobernantes del país oprimido y del opresor, es una guerra justa. Por eso la guerra por la Recuperación de los Territorios ocupados por Inglaterra es justa para los argentinos y no hay argumentos ni subterfugios legales o políticos que hagan justa para los ingleses la agresión contra los argentinos.

El 2 de abril de 1982 había dos posibilidades: o se trabajaba para la derrota o

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se trabajaba para la victoria. Es preciso reafirmar que el camino de la victoria era el que tomó el pueblo ante las invasiones inglesas en 1806 y 1807.

El 14 de junio se perdió una batalla. No se claudicó ni hubo rendición estratégica. La rendición vino con los Acuerdos de Madrid y Londres, la entrega de las riquezas que son parte del patrimonio nacional argentino y la destrucción del sistema de Defensa Nacional.

3º) La Causa de Malvinas e Islas del Atlántico Sur es inclaudicable.

No sólo por los argumentos anteriores, por los derechos que asisten a Argentina, por sus riquezas y porque hay una cláusula constitucional que lo establece.

No sólo porque los ingleses aspiran siempre a más y ejercen soberanía sobre parte de la plataforma continental argentina que esperan extender y proyectar también a la Antártida.

No sólo porque explotan las riquezas en la zona que usurpan.

Es inclaudicable porque es un peligro para una Argentina Independiente, de democracia grande, que las Malvinas continúen en poder inglés o de cualquier otra potencia o combinación entre ellas. Porque esas Malvinas, artilladas por el enemigo, son una fuente permanente de agresiones militares contra una Argentina Soberana.

La usurpación de Malvinas es el núcleo de avance sobre porciones crecientes del patrimonio nacional y el control estratégico militar del Atlántico Sur y la confluencia de este océano con el Pacífico.

Se debe demostrar a los ingleses, que nunca descansarán tranquilos en tanto sigan con la usurpación, que nunca Argentina se dará por vencida y que nunca se dejará pasar cualquier oportunidad que se presente para recuperar las islas.

Una política de Independencia Nacional, que haga realidad el postulado de la Declaración del 9 de Julio de 1816 “independientes de toda dominación extranjera” sólo es posible con la integridad territorial completa.

La causa de Malvinas es una causa nacional que deben levantar todos los patriotas y demócratas, parte de la inclaudicable causa de la Independencia de la Patria y de la Soberanía del Pueblo.

La situación internacional durante la guerra de Malvinas

En 1991, un historiador inglés que estuvo en la Argentina, hablando de la Guerra de Malvinas, declaró lo siguiente:

“... Creo que tuvo efectos positivos sobre los Estados Unidos, porque le permitió superar los complejos de Vietnam, Watergate y las derrotas ante la URSS en África. Malvinas fue parte de algo que se hizo en Granada, Panamá, y en el raid a Libia. Eso permitió que se llegase al Golfo como se llegó. Y eso comenzó en Malvinas". 15

Es decir: Malvinas preanunciaba cambios, en relación a la Guerra, y tendencias, en dirección hacia la nueva situación estratégica que iba a decantar, años más tarde, con la caída del muro de Berlín y la implosión en la URSS. En lo que hace a la Guerra, esos cambios se van a manifestar, descarnadamente, en Afganistán e Irak, con la introducción de nuevas tecnologías y tácticas que llevaron a la fumigación de esos países con bombas de todo tipo y su posterior ocupación militar. Agresión con guerra rápida, para evitar el empantanamiento, para evitar otro Vietnam.

Transcurridos tantos años se ve claramente que, en esa guerra, Argentina fue parte de los países oprimidos a los que agreden sin justicia las grandes potencias. Y que Malvinas, Afganistán, Irak y el Oriente Cercano y Medio están unidos por un hilo conductor evidente que ha ayudado a muchos jóvenes de hoy a comprender la causa malvinera. La Guerra de Malvinas fue una guerra justa como lo es la resistencia de cualquier país dependiente a la ocupación u opresión de cualquier potencia

Dos superpotencias en disputa

Un debate importante entre los sectores patrióticos es el siguiente:

En los años ´70 y ´80 ¿había una superpotencia imperialista “democrática”, frente a una superpotencia “socialista” que constituía un “imperialismo ideológico”, como se decía y se dice aún hoy? En realidad, esa era la falsa apariencia, la auto propaganda de esas dos superpotencias, con la que cada una de ellas trataba de encubrir sus intereses. En esas décadas, en consecuencia, había un mundo bipolar, con dos superpotencias imperialistas en lo político, lo económico, lo militar y lo cultural: EEUU disfrazada de defensora de la democracia, y la URSS camuflada de socialista y defensora de los pueblos. Buscando espacios regionales, y oscilando hacia uno u otro lado de

15 Johnson, Paul. En Historia de la guerra de Malvinas.

Alonso Piñeiro, Armando. Pág.10. Editorial Planeta. Buenos Aires.1992.

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ese mundo bipolar, se ubicaban las potencias de segundo orden.

Aceptar cualquiera de las dos máscaras propagandísticas de la “guerra fría” que abarcó la mayor parte de la segunda mitad del siglo pasado llevaba a la subordinación de las fuerzas patrióticas, democráticas y populares, en función de los intereses de una u otra superpotencia. En efecto, un sector temeroso de la URSS como “imperialismo ideológico” pero sin ver su penetración económica en la región (a la que en ciertos casos jamás denuncia), le “creía” a EEUU su disfraz democrático. Otro sector, hacía lo contrario: consciente de la penetración económica de EEUU, le “creía” a la URSS su disfraz de socialista y protectora de los pueblos. Ambas definiciones llevaban a un camino de derrota: subordinarse a un Imperio para combatir al otro. Ambos, de hecho, facilitaron la estrategia de dominación de los imperios.

Así, como es propio de un país dependiente, la disputa por la sumisión argentina, en ese mundo bipolar se reflejó en distintas fracciones en el seno y afuera del “Proceso”, en épocas de la Guerra de 1982.

La disputa a fines de la década del ´70

A fines de la década del 70, la URSS consigue subordinar Vietnam y Camboya (a partir de la invasión vietnamita a ese país). Se apodera de algunos puertos que antes estaban en manos de EEUU. Esto le permitía, a los soviéticos, cercar a China por el sur y controlar, también en el sur, otro pasaje oceánico, el estrecho de Malaca, que une al Índico con el Pacífico. La URSS también subordina Mozambique, con lo cual controlaba el lado oeste del Estrecho de Mozambique (del otro lado está la Isla de Madagascar). También logra posiciones en Angola y Guinea. Por lo tanto, había logrado una fuerte penetración en África. Se decía, por esos años, que había seguido “el camino de los ingleses”, porque había penetrado en muchos de los países que habían sido colonias británicas. Lógicamente, en abierta disputa con los EEUU, sus adversarios, que valoraban todo lo que ocurriera en la región. Aquellos que creyeron que el Atlántico Sur era un lugar sin importancia para la OTAN desconocían lo que estaba ocurriendo.

El adversario de la URSS, es decir EEUU, la otra superpotencia, había sufrido cambios en 1980. Hasta ese momento EEUU había estado en una actitud defensiva por la derrota en el sudeste asiático, que había producido lo que se

llamó el “síndrome de Vietnam”. La opinión pública norteamericana había sido conmovida por la repatriación de miles de cadáveres de sus soldados, lo que estimuló un movimiento contra la guerra que minó las entrañas de ese imperialismo. Pero con la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de EEUU se producen cambios importantes. Reagan decide pasar a la contraofensiva contra la URSS, superpotencia adversaria.

Hay una serie de declaraciones de la época, de funcionarios del grupo Reagan que eran atlantistas y partidarios de la alianza firme con Thatcher, entre ellos Alexander Haig, secretario de Estado de EEUU y que algunos creían —ingenuamente o no— que iba a ser neutral en la guerra.

Haig decía, antes de la guerra de Malvinas, en 1981, al semanario alemán Stern:

“Siempre pensé que nuestra capacidad [la de EEUU] y voluntad de intervención en el Tercer Mundo fuera del marco formal de la OTAN, era de hecho un trabajo que incumbía a la Alianza porque contribuye a la seguridad de todos los países miembros.” 16

En 1980, un grupo de analistas de política internacional vinculado al Partido Republicano de EEUU emitió un documento al que se llamó “Dossier de Santa Fe I” (continuados posteriormente con los Documentos Santa Fe II, III y IV de grupo Busch). Ese documento decía:

“La distensión murió, la supervivencia exige a los EEUU una nueva política exterior. Los EEUU deben tomar la iniciativa o morir. Estamos casi ante la tercera guerra mundial. La URSS, actuando en base a su creciente superioridad militar está estrangulando a los países industrializados de Occidente por la interdicción de sus recursos de petróleo y minerales (...); nunca nuestro país se encontró en una situación tan arriesgada en relación a su flanco sur (...); es hora de tomar la iniciativa”.

Esto es lo planteado por ese grupo que advertía que la URSS había conseguido, en el ’68, meter en el centro de Europa, en Checoslovaquia, tropas muy importantes en una guerra rápida, mediante un puente aéreo que en 48 horas instaló el Ejército que aplastó el proceso reformista de ese país; proceso al que se le llamó “la primavera de Praga”. Posteriormente, la URSS hizo otro puente

16 Bartolomé, Mariano. El conflicto del Atlántico Sur. Una

Perspectiva diferente. Pág.70. Círculo Militar. Buenos Aires.1996.

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aéreo, esta vez hacia Angola, en los años 70, en otro desplazamiento rápido.

La guerra rápida —utilizando nuevos desarrollos tecnológicos— era la respuesta que había encontrado EEUU a su derrota en Vietnam: agresión y triunfo rápido para evitar el empantanamiento. Luego se lo intentó aplicar en Oriente Medio pero el empantanamiento se repite. Lo mismo intentan todas las potencias con idénticos resultados.

EEUU pasó, entonces, a ajustar sus dispositivos a los requerimientos de la guerra rápida. A esto se refiere el historiador inglés que mencionamos al comienzo, cuando afirma:

“Todo empezó en Malvinas (...), sin ese proceso que se inicia ahí no podíamos terminar, como terminamos, exitosamente...”. 17

Es decir, se pone el centro de gravedad, en la Guerra, en la capacidad para desplazar rápidamente contingentes militares capaces de aprovechar su superioridad tecnológica en el teatro de operaciones.

Antes de Malvinas, tiempo después de la Revolución Iraní, cuando los soviéticos concentraron gran cantidad de tropas en la frontera con Irán, especulando con que la posibilidad de una guerra civil les permitiera intervenir para cumplir el viejo sueño zarista de anexarse esa región, Reagan colocó en alerta todo el dispositivo militar estadounidense, listo para una guerra mundial, y los rusos no se atrevieron a cruzar la frontera.18 A partir de allí, la URSS supo que del otro lado había cambios: que había pasado el “síndrome de Vietnam”, que la otra superpotencia estaba dispuesta a responder.

Otro elemento a tener en cuenta es el desarrollo, por parte de EEUU, de lo que se llamó Iniciativa de Defensa Estratégica que conocemos, vulgarmente, como la “guerra de las galaxias”, que suponía establecer un escudo protector sobre los centros de comando militar, comunicaciones, centros industriales y posteriormente a todo EEUU Era un escudo protector basado en la detección por satélites, pero para que funcionara necesitaba bases terrestres. Por lo tanto, las Malvinas también eran importantes, porque desde el Atlántico

17 Johnson, Paul. En Historia de la guerra de Malvinas.

Alonso Piñeiro, Armando. Pág.10. Editorial Planeta. Buenos Aires.1992. 18 Marioni, Oscar. El Atlántico sur y la crisis militar. De

Videla y Galtieri a Seineidin y Rico. Págs.181-186. Editorial Ágora. Buenos Aires. 1989.

Sur los submarinos atómicos armados con misiles nucleares podían bombardear a EEUU. Era imprescindible tener bases en tierra que recogieran las señales de los satélites cuando estaban ocultos para el territorio norteamericano (hemisferio sur y la cara oriental de la Tierra) y las retransmitieran al centro de comando de EEUU. Sólo de esa manera podían mantener un control pleno del movimiento aéreo y marítimo mundial y, eventualmente, detectar misiles rusos. De ahí la importancia de su asociación con Inglaterra, que mantenía viejos lazos con los países de la Commonwealth.

Esa era la situación internacional en que se produjo la guerra, en una zona estratégicamente vital para EEUU y la OTAN, con EEUU que había pasado, con el advenimiento de Reagan, del “síndrome de Vietnam” a una posición de ofensiva. Y con las dos superpotencias disputando las confluencias bioceánicas del mundo. Malvinas era clave para el control de una de ellas. Detrás del conflicto de Beagle también estuvo la disputa entre las superpotencias por la misma confluencia Atlántico - Pacífico.

Importancia estratégica del Atlántico Sur en 1982

La guerra de Malvinas se produjo en una zona de disputa entre las dos superpotencias, vital para los dispositivos hacia una posible tercera guerra mundial.

Pero las islas Malvinas, además de su importancia económica, además de su valor estratégico para las potencias, también era y es clave para nosotros.

Por la vía del Atlántico Sur, en la década del ´80, pasaban unos 36.000 buques al año, una parte de los cuales transportaban 240 millones de toneladas de petróleo. El 50 % de ese petróleo iba a Europa y el 20% a Estados Unidos. Pasaban, también, materiales críticos que provenían de África, como cromo, cobalto, diamantes, manganeso, vanadio. Muchos analistas consideran a esta zona la yugular económica de Occidente. Hay allí, además, riquezas petroleras (ahora confirmadas en Malvinas) que, se dice, son superiores a las que existen en el Mar del Norte y enormes reservas minerales en la forma de nódulos polimetálicos.19

19 Marioni, Oscar. El Atlántico sur y la crisis militar. De

Videla y Galtieri a Seineidin y Rico. Págs.31-35. Editorial Ágora. Buenos Aires. 1989.

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La cuestión Malvinas – 31 – Una realidad vigente

Para entender por qué se disputaba por las vías marítimas y las confluencias bioceánicas en los prolegómenos de la Guerra, es importante remontarse a años anteriores. Hacia 1869, los franceses construyeron el Canal de Suez, que luego fue controlado por franceses e ingleses. En 1904, EEUU consiguió la concesión de la zona donde construyó el Canal de Panamá en 1914. En el período que va entre las dos guerras mundiales, Inglaterra avanzó hacia el Atlántico, profundizando su dominación sobre Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. Por su parte, EEUU avanzó sobre el Pacífico, llegando casi al norte de Chile (Chile tenía relación de dependencia tanto de los ingleses como de los alemanes).

Terminada la Segunda Guerra Mundial, EEUU emergió de ella como primera potencia mundial y se adueñó de bases en Filipinas, que le permitieron controlar otro pasaje importante, el Estrecho de Malaca, que es la comunicación entre los océanos Índico y Pacífico. Obtuvo, además, una base en Sudáfrica, tenía una base en la Isla de Ascensión (cerca del límite norte del Atlántico Sur), otra en la isla Diego García (en pleno Océano Índico). Estas bases eran —y son— muy importantes para Inglaterra y EEUU Con ellas junto con Malvinas se puede controlar las confluencias Indico- Atlántico y Atlántico-Pacífico.

En 1949, ya terminada la Segunda Guerra Mundial, se produjo el triunfo de revoluciones socialistas en el este de Europa. En 1947 se independizó la India, en 1949 triunfó la Revolución China, en 1952 Egipto logró la independencia, y entre el ‘50 y el ‘60 se produjo un amplio movimiento anticolonialista que conquistó la independencia de numerosos países de África y Asia, lo que dio lugar a un amplio Movimiento de Países del Tercer Mundo.

La OTAN afirma llegar, en la letra de sus tratados, hasta el Trópico de Cáncer, pero siempre tuvo la intención de considerar que sus intereses estratégicos excedían ese límite. Por ejemplo, el artículo 32 del primer capítulo de su Carta Moral dice:

“La OTAN no debe olvidar que la influencia de los intereses de sus miembros no se limita únicamente a la zona de aplicación del Tratado y que acontecimientos externos a esa zona afectan gravemente los intereses colectivos de la comunidad atlántica. En todo su esfuerzo por mejorar las relaciones entre sí y reforzar su unidad, los países miembros deben, por otro lado, también unirse en el sentido de

armonizar sus políticas con otras partes del mundo.”20

Esto explica por qué intervino en Malvinas como lo hizo.

¿Qué pasaba mientras tanto en la URSS? Hasta el año 1955, la URSS tenía una Marina de carácter defensivo, de escaso desarrollo. A partir de 1955, aparecieron modificaciones en sus características. Asumió, en 1956, quien iba a ser por muchos años el jefe de la misma, el Almirante Sergey Gorshkov. En el año 1958, la marina soviética empezó a recalar en un puerto de Yemen. Después, participó en la guerra entre Yemen del Norte y Yemen del Sur, poniéndose del lado de Yemen del Sur. Los beneficios que obtuvo le dieron el control de una porción del oeste del Mar Rojo y del Golfo de Adén, que es el pasaje obligado hacia el Canal de Suez.

En 1962, el ya nombrado Almirante Gorshkov afirmó:

“La Marina soviética debe estar preparada para asegurar la protección de los intereses de nuestro Estado en todo momento y en cualquier punto del globo.” 21

Otros documentos de 1967 dicen: “La Armada soviética se ha convertido

literalmente en una fuerza armada ofensiva de gran radio de acción, capaz de ejercer una influencia decisiva durante un conflicto armado en el campo de operaciones militares de gran envergadura y está en condiciones de respaldar al Estado en el mar en tiempos de paz. La interceptación de las líneas de comunicación oceánica, arterias especiales que alimentan las potencias militares y económicas de los países imperialistas agresivos, ha seguido siendo una de las misiones de la Marina de Guerra”.22

¿Adónde apuntaban todas estas declaraciones, sobre todo cuando se refieren a “la interceptación de las líneas de comunicación oceánica, arterias especiales que alimentan las potencias militares y económicas” de los países imperialistas rivales? Para entender lo anterior es preciso analizar

20 Bartolomé, Mariano. El conflicto del Atlántico Sur. Una Perspectiva diferente. Pág.16. Círculo Militar. Buenos Aires.1996. 21 Bartolomé, Mariano. El conflicto del Atlántico Sur. Una Perspectiva diferente. Pág.18. Círculo Militar. Buenos Aires.1996. 22 Pacheco, Santiago. La guerra de Malvinas. Págs. 8-20. Editorial Ágora. Buenos Aires. 2001.

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La cuestión Malvinas – 32 – Una realidad vigente

cómo funcionaban esas líneas de comunicación para Occidente:

El petróleo que salía del Medio Oriente tenía dos rutas posibles. Una era por el Mar Rojo y el Canal de Suez para llegar al Mediterráneo. La otra era por el sur, atravesando el Indico, el Estrecho de Mozambique y, por el extremo sur de África, por Sudáfrica, ingresar al Atlántico. Pero la Guerra de 1967, entre Israel y los países árabes, había demostrado que era muy frágil el Canal de Suez, que debió permanecer cerrado por mucho tiempo. Por otra parte, el petróleo, en ese entonces, ya se transportaba en petroleros de más de 100.000 toneladas que no podían pasar por el canal. El Canal de Panamá también se había demostrado frágil. Por lo tanto, eran claves estas rutas interoceánicas; y, en consecuencia, la confluencia de los océanos, el Atlántico y el Pacífico y el Atlántico y el Índico, eran puntos estratégicos. La política de la URSS apuntaba a dominar esas líneas marítimas. Por su lado, EEUU, “una fortaleza entre dos océanos”, necesitaba controlar esos pasos de comunicación interoceánica

Otro problema a considerar, en relación a la URSS, es que una parte del año no tiene puertos en su territorio porque se congelan sus mares; por lo tanto, al globalizar su estrategia marítima, necesitaba puertos en todas las zonas decisivas, lo que incluía al Atlántico Sur.

Occidente tenía una alta dependencia de lo que pasaba por el Atlántico Sur. No sólo del petróleo, también de minerales estratégicos como cromo, manganeso, platino, etc. Europa también era sensiblemente dependiente de lo que pasara por esa región. Por lo tanto, lo que había, en el momento en que se desarrolla el conflicto del Atlántico Sur, era una disputa por la hegemonía entre las dos superpotencias.

Si los soviéticos controlaban la vía de Atlántico Sur creaban las condiciones para uno de sus objetivos en ese entonces, que era lo que ellos llamaban “neutralizar” a Europa. Es decir, obligar a Europa a separarse de la OTAN, a “independizarse” del paraguas nuclear de EEUU, dejándola bajo la amenaza nuclear y convencional de la URSS. De tal manera, la “asociación” de los rusos con los europeos les daría la hegemonía a los soviéticos, en su enfrentamiento con la otra superpotencia. Ese era el objetivo central del desarrollo de esa flota ofensiva, de toda la búsqueda del control de las líneas marítimas, y la importancia estratégica que le asignaban al Atlántico Sur.

Por lo tanto, no era cierto lo que algunos, en esa época afirmaban: que el Atlántico Sur

había perdido importancia. Seguía siendo una zona estratégica. Y sigue siéndolo.

Apoyarse en los Imperios: Una línea de derrota

Por distintas razones, hubo fuertes grupos de poder que apostaban a la derrota de la Argentina frente al imperialismo inglés. A ninguna potencia le convenía que la Argentina tuviese el control del Atlántico Sur. Los ingleses no querían perderlo. Los estadounidenses buscaban meter un pie al lado de sus socios británicos. Y los rusos, coquetearon con la Argentina, pero condicionaron todo apoyo estratégico a la subordinación de nuestro país a su “esfera de influencia”, y al ser rechazada su propuesta, dieron la espalda, sin cumplir siquiera el compromiso de vetar la resolución condenatoria del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Costa Méndez había asegurado que iba a haber un bloqueo soviético de la resolución del Consejo de Seguridad, y no ocurrió así. ¿Por qué? En el libro, El oro de Moscú, Isidoro Gilbert, corresponsal de la agencia rusa TASS durante largos años en la Argentina, dice que tuvo entrevistas con la Junta Militar y que el jefe de la Aeronáutica, Brigadier Lami Dozzo, le pidió un contacto con el embajador ruso y él lo concretó. Y publica en ese libro lo siguiente:

“El 2 de abril los jefes de varios departamentos del Minrex -Ministerio de Relaciones Exteriores soviético- fueron citados de urgencia por el viceministro Krillenko para asesorar al gobierno sobre las consecuencias del desembarco argentino en Malvinas. El carácter militar que tomaba el diferendo sorprendió a los diplomáticos, por lo menos a ese nivel, según confesó al autor un partícipe de esa reunión. En este encuentro no participó ningún organismo militar ni de inteligencia. Lo hicieron los jefes de los departamentos de América Latina, de Europa Occidental, concretamente el personal que seguía las relaciones anglo-soviéticas, y el de Negociaciones Internacionales. Las diversas intervenciones fueron cautelosas ante el paso que habían dado los argentinos y predominó la preocupación por el destino de las relaciones bilaterales con el Reino Unido, política y comercialmente muy fuertes, si la URSS se colocaba abiertamente del lado argentino". Sostenían, dice más adelante, que “era un problema de los argentinos, que la Unión Soviética no debía meterse, que cualquier

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La cuestión Malvinas – 33 – Una realidad vigente

declaración fuerte sería recibida por los ingleses como una ofensa”23.

O sea que la URSS no estaba dispuesta a jugarse por la Argentina, porque una cosa era alentar en 1978, para un conflicto con Chile, a la cúpula de la dictadura que en 1979 le vendería cereales a la URSS rompiendo el bloqueo norteamericano por su invasión a Afganistán, y otra cosa involucrarse en la Guerra de Malvinas contra los ingleses en 1982. Para la URSS, el conflicto del Beagle podía permitirles penetrar y avanzar, y otra cosa era en el 1982, en un enfrentamiento director con el Reino Unido y la OTAN.

Además, en 1982, se habían producido cambios en la composición de los grupos de poder del Proceso. El fracaso de la estrategia de azuzar el conflicto con Chile, y el gigantesco movimiento por la paz con ese país hermano que puso en movimiento a la juventud (alentada por fuerzas patrióticas que actuaron junto a organizaciones religiosas), habían dejado gravemente herido al Proceso en su conjunto, y en particular, al grupo de los generales Videla y Viola, de estrecha relación con la URSS. El turno dictatorial del General Galtieri concibió a la Guerra de Malvinas como una rápida acción militar seguida de una negociación diplomática que se basaría en la instalación de tres banderas en el archipiélago: la inglesa, la norteamericana y la Argentina.

Producida la histórica recuperación de las islas, el 2 de abril, la Junta Militar careció, entonces, de poder para frenar el profundo remezón patriótico que se había producido en el pueblo argentino y en los de los demás países de Latinoamérica y el Tercer mundo, lo que estimuló el patriotismo en las fuerzas militares involucradas en Malvinas. Particularmente, abrió un curso a los sectores militares de posiciones patrióticas para romper la encerrona a la que había sido conducida esa corriente en marzo de 1976.

Ante el remezón patriótico y nacional, Moscú pasó a chantajear a Argentina dejando de comprar cereales (habían pasado a ser el principal comprador). Esa fue la actitud de la ex - URSS.

Por lo tanto, en este contexto internacional, la cúpula del “Proceso” osciló entre las ilusiones en la mediación de Estados Unidos y las ilusiones del “paraguas” diplomático y el

23 Gilbert, Isidoro. El oro de Moscú. Editorial. Planeta. Págs. 373-374. Buenos Aires.1994.

abastecimiento militar ruso. A la hora de la verdad, las dos superpotencias actuaron en función de sus intereses estratégicos. A ninguna de ellas les interesaba que la Argentina tuviera el control del Atlántico Sur.

Del mundo bipolar al mundo multipolar. Crecimiento de los factores de guerra por un nuevo reparto del mundo

El estudio del pasado permite sacar conclusiones para el futuro.

Con el colapso de la URSS, se acabó el mundo bipolar de las dos superpotencias que se disputaban el mundo.

Asistimos, hoy, a una realidad multipolar. Distintas potencias disputan a expensas de los países expoliados (entre ellos la Argentina).

La llamada “globalización”, abrió un proceso de creciente desocupación y caída de los salarios en los países imperialistas “globarizadores”, aumentó la pobreza y opresión de los pueblos y el saqueo de los recursos naturales de los países dependientes “globalizados”. Y aumentó el enriquecimiento obsceno de las potencias y sus minorías hegemónicas: el 1% de la población mundial tiene una riqueza mayor que el 99% restante. Hoy, con el triunfo del Brexit y el cambio de gobierno en Gran Bretaña, y Donald Trump electo presidente en Estados Unidos, asistimos al final de ese período, y la apertura de un nuevo escenario mundial, de agudización de la disputa por la hegemonía, con guerras comerciales y convencionales, que el Papa Francisco ha definido como una nueva guerra mundial.

La “globalización” con países iguales, interdependientes, y “razonables” del que habla el actual Presidente Mauricio Macri no es tal. Es un mundo donde crece la disputa entre las potencias a expensas de países como la Argentina.

La pregonada incorporación de Argentina al mundo, lo es a ese mundo donde crecen los factores de guerra.

Nuestro país no estará al margen de esta escalada bélica impulsada por las grandes potencias. Sólo hay que ver las maniobras militares que realizaron los colonialistas ingleses en Malvinas entre el 19 y el 28 de octubre, que incluyeron el disparo de misiles y tuvieron como “hipótesis de conflicto” una confrontación con Argentina.

En este nuevo contexto mundial, las Islas Malvinas han adquirido una mayor importancia económica por las riquezas confirmadas de la zona colonizada. Además, con nuevas

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La cuestión Malvinas – 34 – Una realidad vigente

particularidades, siguen teniendo importancia estratégica fundamental. No sólo por las riquezas petroleras y minerales del Atlántico Sur sino, además, porque son una de las llaves del control de la confluencia Atlántico – Pacífico.

Afrontar esa realidad recogiendo lecciones de la historia, lleva a una primera conclusión: subordinarse a una de las potencias para liberarse de otra lleva a la impotencia en cuanto a los objetivos patrióticos o, como advertían los patriotas de Mayo, a cambiar de amo.

La segunda conclusión es que las potencias temen empantanarse. Planean guerras rápidas basadas en su superioridad tecnológica. Por lo tanto, recuperarla soberanía integralmente exige prepararse para una defensa nacional prolongada con el concurso de todos los elementos bélicos y no bélicos de un pueblo en armas en defensa de la Nación agredida, como en las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807.

La tercera conclusión es que la recuperación de Malvinas e islas del Atlántico Sur es una de las hipótesis de conflictos irrenunciables para que Argentina sea soberana. No sólo por sus justos derechos, sino porque las Malvinas en manos imperiales son un cañón apuntando al corazón de una Argentina independiente. Y apunta a uno de los flancos débiles (por su escasa población), que alberga lo fundamental de la riqueza petrolera y gasífera nacional, por lo que es codiciada por todas las potencias, en cuyas hipótesis de conflicto está incluida la región sur de Argentina Continental como punto de partida para la desintegración nacional.

La recuperación de las Islas Malvinas y demás islas y mares del Atlántico Sur es inexcusable y permitirá hacer del mismo un lago estratégico para una Latinoamérica unida e independiente

Aprendiendo del pasado es necesario apoyarse en las propias fuerzas, en los hermanos latinoamericanos y en los pueblos que luchan por su liberación, los países que luchan por su independencia y las naciones que luchan por su emancipación, para recuperar el territorio terrestre, marítimo y aéreo colonizado.

Elementos inesperados

La guerra no fue un paseo para los ingleses como lo demuestran las memorias del almirante Woodward, que dirigía las operaciones navales por parte del enemigo.

Este marino inglés relata que, en un momento, ellos intentan un primer desembarco

directamente sobre Puerto Argentino y ahí aparece la Fuerza Aérea Argentina. Además, esa era la zona mejor pertrechada por las fuerzas argentinas. Entonces, se tienen que retirar para iniciar, mucho más tarde, la operación en San Carlos.

Woodward dice en sus memorias, sobre ese momento en el que ellos tuvieron que cambiar los planes para el ataque:

“La situación era ahora clara, la guerra se había transformado hasta ese momento en una pelea mano a mano, una pulseada entre la Marina Real inglesa y las Fuerzas Aéreas del general Galtieri. ¿Quién está ganando en este momento? Me temo que no seamos nosotros”. En ese mismo libro, Los cien días, también dice: “Recién entonces pensé por primera vez, el 13 de junio, en la llegada del general invierno, así lo llamaba Napoleón, si hubiera llegado diez días antes, a los argentinos no les hubiera servido de gran ayuda, pero creo que hubiera terminado con nosotros. Las naves eran tan vulnerables allí como los ejércitos de tierra de Napoleón y de Hitler en Rusia”.

Por lo tanto, no fue tan sencilla la guerra para el enemigo colonialista y hubo posibilidad, incluso, de cambiar su curso ¿Qué cosas no estuvieron en los planes ingleses? ¿Qué cosas no estaban en ese ajedrez?

Lo que no estaba, en primer lugar, fue la actitud popular. Nadie previó ni por asomo la explosión antiimperialista que se produjo.

Y estuvo también la solidaridad latinoamericana. Revivió el espíritu latinoamericanista de San Martín y Bolívar. Perú nos ofreció su flota de aviones con sus pilotos. Hubo solidaridad de Cuba, Brasil, Bolivia, Ecuador. Libia nos dio armas y repuestos. Fue muy grande el apoyo a la Argentina por parte de Latinoamérica y el Tercer Mundo.

Estos hechos no fueron esperados ni por los ingleses no por muchos integrantes de la cúpula del Proceso, particularmente aquellos que trabajaron contra la Guerra durante la misma guerra.

Y el segundo elemento inesperado fue que hubo quienes combatieron heroicamente en Malvinas. Se ha difundido esa visión desmalvinizadora que habla de “los chicos de la guerra”, tratando de ocultar que ahí hubo quienes combatieron con un profundo sentimiento nacional, hubo héroes en Malvinas, no “chicos”.

Hubo soldados que combatieron, hubo suboficiales que combatieron y hubo oficiales que combatieron. Cuando un aviador se larga

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en un avión que llega hasta el límite del abastecimiento, sabe que es muy posible que termine en medio del océano, y no vuelva. Y cuando bombardea y sabe que no llega y se cae al mar o se tira sobre un barco, eso hay que valorarlo. Cuando se defienden las posiciones ante un enemigo mejor armado hasta acabar las municiones; cuando se resiste, por semanas, en los pozos de zorro, el bombardeo enemigo, soportando las bajas, manteniendo las defensas; esas cosas no se pueden hacer por “disciplina”, sino que está basada en un sentimiento patriótico.

Hubo un elemento no contemplado, hubo una corriente, no organizada ni homogénea, heterogénea y de composición variada, que combatió, que tenía ideas patrióticas, estaban en la Marina, en la Aeronáutica y en el Ejército.

El agresor fue Inglaterra

Con respecto a la idea difundida sobre que Argentina fue el agresor, cabe recalcar los argumentos históricos y diplomáticos ya detallados anteriormente que demuestran que, hasta por propio reconocimiento inglés, el caso Malvinas fue y es una parte de la lucha contra el colonialismo. La usurpación inglesa fue y es una ocupación colonial de una parte del territorio argentino.

Las negociaciones y “diálogos” fueron siempre una manera inglesa de continuar la ocupación. O prepararse para mejores condiciones para su continuidad

Aún en el mismo conflicto usaron las supuestas negociaciones para armar su fuerza de ataque. Así lo demostraron ante la Resolución 505 del Consejo de Seguridad de la ONU. Ésta exhorta a las partes en el conflicto a que cooperen plenamente con el Secretario General en su misión, con miras a poner fin a las actuales hostilidades en las Islas Malvinas y en sus cercanías; y pide al Secretario General que entable de inmediato contactos con las partes con miras a negociar condiciones mutuamente aceptables para una cesación del fuego, incluida, de ser necesario, la adopción de disposiciones para el envío de observadores de la ONU a fin de que vigilen el cumplimiento de las condiciones de la cesación del fuego.

Inglaterra, ya dispuesta para el ataque, la desconoce en boca del Embajador Pearson, que dice que la única condición aceptable para Inglaterra es el retiro argentino. La Resolución implicaba la paralización de las hostilidades, pero Inglaterra ya estaba lista para el ataque, sin ningún diálogo. La Resolución 505 implicaba

el cese de las hostilidades para iniciar negociaciones, lo que significaba detenerse donde cada uno estaba.

Quienes sueñan con el diálogo inglés pecan al menos de ingenuidad.

El Almirante Carlos Büsser, en su libro “Malvinas, conflicto vigente” sostiene una posición que puede ser la base de una diplomacia distinta al respecto. Transcribimos sus palabras extensamente:

“A la muy famosa y conocida expresión de Clausewitz de que la guerra es la continuación de la política por otros medios, hay quienes le ponen en paralelo la mucho menos conocida expresión de Lenin, que afirmaba que la política es la continuación de la guerra por otros medios. Lo que parece un juego de palabras, revela una claramente diferenciada posición respecto a cuál es la situación normal de las relaciones entre países que tienen un conflicto pendiente por alguna cuestión que, para uno de ellos, es esencial.

La guerra y la política –o la diplomacia-, son casi siempre recursos alternativos, muchas veces complementarios, que los estados usan, según las circunstancias y las posibilidades de cada uno en un momento dado. Pero para los argentinos, Clausewitz tenía razón y no Lenin. Nuestro país siempre intentó, y mucho más debe hacerlo en las actuales circunstancias, priorizar las negociaciones diplomáticas, mientras que es evidente que el Reino Unido se adscribió en el pasado y lo sigue haciendo en el presente, al enfoque de Lenin y por eso mantiene implementadas la solución de la “fortaleza Malvinas”, con su fuerte guarnición lista para actuar.

Pero también está claro que la priorización de los recursos diplomáticos no significa una renuncia a las presiones que se puedan aplicar al adversario cada vez que sea posible. En la política internacional cada país juega sus fortalezas y debilidades de toda índole, enfrentándolas a las debilidades y fortalezas de su oponente. Y logra su objetivo aquel que actúa con una mayor determinación nacional. Todo se reduce, en última instancia, a una lucha de voluntades nacionales. Y esa voluntad nacional descansa en la fortaleza de las convicciones y los sentimientos de la población de cada estado.”

El Informe Rattenbach: balance de la guerra y desmalvinización

El “Informe Rattenbach” es el resultado de una investigación, realizada en épocas del Proceso, que, por Resolución del 2 de

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diciembre de 1982, de la Junta Militar de ese entonces, constituyó una “Comisión de análisis y evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur” presidida por el General Rattenbach e integrada por “(6) seis Oficiales del Grado de General o equivalentes, dos (2) por cada fuerza” y titulado: Investigación confidencial sobre la conducción política y estratégico-militar de las Fuerzas Armadas Argentinas en la Guerra de Malvinas.

El 7 de diciembre de 1982 la Junta Militar resuelve que la Comisión estará integrada por: Teniente General (R) Benjamín Rattenbach y General de División (R) Tomás Armando Sánchez de Bustamante por el Ejército, Almirante (RE) Alberto Pedro Vago y Vicealmirante Jorge Alberto Boffi, por la Armada, y Brigadier General (R) Carlos Alberto Rey y Brigadier Mayor (R) Francisco Cabrera por la Fuerza Aérea.

Han trascendido y se han publicado varias versiones de este Informe. La última de ellas data del año 2000. Está prologada por Osvaldo Bayer y tiene un texto de contratapa de Vicente Zito Lema (Ediciones Fin de Siglo). Existe también otra versión: Informe Rattenbach. En Malvinas: balance y perspectivas. Anexo documental. Instituto de Relaciones Internacionales. UNLP. La Plata. 1994.

En primer lugar, el concepto básico que debe presidir la lectura de este informe (y la de cualquier balance), es la definición del carácter de la Guerra de Malvinas. Sólo a partir de allí se pueden considerar, con ese punto de referencia, las características, errores, aciertos, falencias, oportunidad, etc. de las conductas militares (y también de civiles) en ese conflicto, ya que se analizan “responsabilidades políticas y estratégico-militares” según su Resolución constitutiva.

Taxativamente, como se afirma más arriba, Malvinas es una causa justa, una guerra justa y un derecho irrenunciable, tal como se sostiene en el documento del Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular “La Causa de Malvinas, una realidad vigente” (diciembre de 2011) y al Comunicado del mismo origen de enero de 2012. Sintéticamente allí (y en documentos anteriores) se afirma estar ante una causa justa, una guerra justa y un derecho irrenunciable.

Esto es así por las razones que se esgrimen en la siguiente larga cita:

“Un tema central en el debate de la “cuestión Malvinas”, es la que se refiere al carácter de la guerra. Este debate, clave para comprender los acontecimientos que se desencadenaron entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, debe ser debidamente atendido para evitar errores irreparables para los intereses de la Nación Argentina. Desde que en el mundo existen países opresores y países oprimidos, países colonialistas y países sometidos, toda guerra que oponga a los primeros contra los segundos, independientemente de quien gobierne estos últimos y de quien haya iniciado las acciones, es una guerra justa. Por eso la guerra por la Recuperación de nuestros territorios ocupados por Inglaterra es justa para los argentinos y, conviene aclararlo, no hay argumentos ni subterfugios legales o políticos que justifiquen y hagan justa para los ingleses la agresión contra los argentinos.

La guerra de Malvinas fue una guerra justa, para la Nación Argentina, y era, al mismo tiempo una guerra injusta para el imperialismo inglés.

Para llegar a este concepto de Derecho Internacional (y de sensatez jurídica) de guerras justas e injustas debemos considerar que no estamos en un mundo de países iguales, interdependientes y respetuosos de los derechos ajenos, como se nos pretende hacer creer.

Ficción de países iguales que la realidad permanentemente contradice. Por ejemplo, cuando unos pocos países se abrogan el derecho de juzgar a otros más débiles, limitar sus derechos, imponerles condiciones, caracterizarlos de “Estados bandoleros” y no confiables, limitar su derecho a tener determinado desarrollo atómico o científico, etc.

Todo lo contrario, el mundo se divide en un puñado de potencias imperiales (EEUU, China, Rusia, Inglaterra, Francia, Alemania, Japón, etc.) que oprimen a países que pugnan por su independencia, naciones que pugnan por su emancipación y pueblos que pugnan por liberarse de la opresión a que los someten.

Que los países no son iguales en sus derechos lo pone escandalosamente a la vista el hecho de que, recientemente, EEUU debatió si debía o no entrar en default, pero no hubo una denuncia y presión como la desatada contra Argentina cuando en 2001 lo hizo.

Entonces, dado que no hay igualdad de derechos, hay opresión para los que no los tienen, lo que genera a su vez el derecho a

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La cuestión Malvinas – 37 – Una realidad vigente

recuperar esos derechos conculcados. Derecho que asiste a Argentina respecto a su integridad territorial, en el caso de Malvinas y demás islas del Atlántico Sur, ocupadas por el colonialismo inglés.

¿No es una muestra de lo que afirmamos el mismo Acuerdo de Lisboa?

Según ese Acuerdo firmado por los mandatarios de los 27 países de la Unión Europea el 13 diciembre de 2007 se ratifican documentos anteriores en los que figuran como Territorios de Ultramar las Islas Malvinas, San Pedro (Georgias del Sur), Santiago (Sándwich del Sur) y el Sector Antártico Argentino.

De ese modo la UE (bajo la mascarada de “relaciones especiales”) intenta la aberración de respaldar definitivamente “de jure” el ejercicio “de facto” de la soberanía de nuestros territorios por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (disfrazado de inocente “administrador”). Si bien ello repugna a los principios del Derecho que impiden todo rédito a partir de un acto antijurídico, esto ocurrió y ocurre ante la tibia respuesta del Estado que no ha denunciado y/o anulado los Acuerdos de Madrid y todos los demás instrumentos jurídicos que consolidaron la ocupación colonial británica desde 1989 a la fecha.

Es una nueva muestra de la falacia de la igualdad de las naciones ante el Derecho Internacional, que mencionaremos más arriba.

(…) Los funcionarios argentinos de sucesivos gobiernos fundamentan sus posiciones en una idealización del llamado Derecho Internacional al que supuestas naciones iguales le deben igual obediencia. Como dijimos, no vivimos en un mundo de naciones iguales: vivimos un mundo de potencias “globalizadoras” y países “globalizados”. Vivimos una época en donde la igualdad de las naciones solo existe en los papeles siendo la realidad muy distinta y cruel para la inmensa mayoría de los pueblos y naciones del mundo.

Según esa defensa del llamado Derecho internacional en un mundo de “autonomías limitadas”, nuestro país está atado a la firma de Acuerdos, Tratados o Convenios, etc., compelido por el Derecho Internacional que obliga a las naciones a actuar conforme a ciertas reglas establecidas en la comunidad internacional.

Sin embargo, cabe señalar, que las naciones firman y dan fin a los Acuerdos y/o Tratados en correspondencia con sus intereses y legítimos derechos. Si estos les fueron limitados o cercenados a través de Acuerdos o Tratados

por una pasajera situación de debilidad o por la incapacidad o la traición de sus gobernantes, nada obliga a dicha Nación a sostener en el tiempo una injusticia.

La defensa a ultranza de la supuesta obligatoriedad de parte de las naciones sometidas a respetar el Derecho internacional impuestos por los dominantes, solo pone de manifiesto una invertebrada concepción del Derecho, negando en los hechos el Derecho que asiste a los pueblos a luchar y conquistar su libertad e independencia.

¿Qué Derecho protegió a la nación y al pueblo afgano, iraquí o palestino de la ocupación militar ilegítima e ilegal y de los horrendos crímenes que las potencias imperialistas les propinaron y propinan en pos de cumplir sus objetivos imperiales? ¿Qué Derecho asiste a Gran Bretaña a sostener una ilegítima e ilegal ocupación colonial de nuestros territorios? ¿Qué Derecho asiste a la UE a extender ese reconocimiento incluyendo los Sectores Antárticos Chileno y Argentino? ¿Qué Derecho asiste a Gran Bretaña a pretender extender su dominación colonial sobre nuestro talud continental hasta 350 millas?

El sometimiento a ultranza al proclamado Derecho Internacional basado en las aspiraciones y deseos de los países imperialistas es un camino de sometimiento y de derrota: con tal concepción jamás habrían existido las epopeyas de 1806 y 1807, la Revolución de Mayo ni la empresa épica de la independencia americana. Viviríamos aún sometidos al dominio colonial surgido de la masacre de los pueblos originarios.

Por otra parte, el Derecho Internacional producto de la evolución del sistema interestatal surgido y desarrollado desde la paz de Westfalia en 1648 hasta la Revolución Francesa y de ella hasta el siglo XX, fue derrumbado en el momento que EEUU decidió al proclamar el Derecho de la guerra preventiva por el cual basta que una o varias potencias imperiales decidan que o quienes podrían hipotéticamente ser opuestos a sus designios, para que estas lleven adelante ataques contra cualquier pueblo, nación o gobierno. Así se justificó el ataque a Afganistán e Irak, se calificó a Irán, Corea, Siria, Libia y Cuba como integrantes de un supuesto “eje del mal” (incorporando a las relaciones entre naciones connotaciones mesiánicas pseudoreligiosas), señalando a esos países como los que el imperialismo se atribuía derecho a atacar y amenazando con extender

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esa caracterización a Venezuela y cualquier otro país o gobierno que no se someta a los designios imperialistas del gobierno de los EEUU y sus socio estratégico Gran Bretaña y de otras potencias imperialistas.

Asimismo, Gran Bretaña concibe el ejercicio de las relaciones entre naciones como el resultado de su Derecho a la ocupación colonial, un “Derecho” que surge de la fuerza militar y no del respeto a la independencia e integridad territorial de las naciones y la libertad e independencia de los pueblos.

El Ministerio de Defensa británico sostuvo recientemente, en consonancia con las declaraciones de Cameron: “Las afirmaciones de que las Islas Malvinas podrían mantenerse sin el uso de la fuerza carecen de fundamento. La guarnición actual en las Islas Malvinas es de una escala mucho mayor y tiene una capacidad mayor que en 1982, y esto junto con nuestra capacidad para reforzarla rápidamente por aire, se ha mantenido”.

Resulta entonces absurdo que mientras la potencia ocupante, con el apoyo de sus pares de la Unión Europea y en asociación estratégica con EEUU, hace y deshace al antojo de su supremacía militar, se subordinen los intereses de la Nación a un supuesto ordenamiento jurídico caducado por el designio imperialista de las llamadas potencias “globalizadoras”. Más aún, que se mantiene la adhesión argentina a los Acuerdos de Madrid, la Ley de Garantía a las inversiones británicos y todos los instrumentos jurídicos que consolidaron la ocupación colonial británica, etc., que resultaron en la indefensión nacional.”

Sólo desde este punto de partida se pueden analizar responsabilidades políticas y militares en esa guerra. Se insiste: políticas y militares ya que hubo militares y civiles que trabajaron durante la guerra para la derrota.

En distintos momentos, distintos gobernantes y funcionarios, han cuestionado la Guerra de 1982 como injusta porque el gobierno argentino era una dictadura, otras veces llegaron a calificarla simplemente como una agresión que, incluso, había perjudicado supuestas negociaciones con Inglaterra que, se decía, avanzaban en sentido positivo para los reclamos de soberanía argentinos. Algunos han llegado a considerarla como parte de la represión dictatorial. La desmalvinización adoptó, otras veces, argumentos más solapados, como sostener que Argentina nunca recurrirá a las fuerzas militares para defender la soberanía y que tampoco afectará ningún interés económico británico en el continente.

La desmalvinización tiene como núcleo esencial el rechazo a la decisión de una pequeña nación del tercer mundo, de recuperar para su soberanía de manos del colonialismo británico las Islas Malvinas usurpadas en 1833. La desmalvinización impone el repudio y el castigo contra la Nación Argentina, que rompió los principios impuestos por el imperialismo y el colonialismo y se atrevió a enfrentar el orden imperial establecido, lo que se produjo con independencia de lo que sus diversos protagonistas pensaran sobre el conflicto, desde el momento en que Argentina decidió combatir al imperialismo inglés, asociado a EEUU y avalado por las demás potencias europeas. La desmalvinización implica una política de Estado que se compromete a no afectar y proteger los intereses británicos. Y jamás denunciar los Tratados de Madrid y Londres.

Y debe destacarse que la desmalvinización empezó en el propio Proceso, en el último turno del mismo. La mayoría de los máximos jefes del mismo fueron no sólo los primeros desmalvinizadores, sino activos militantes contra las posiciones argentinas, durante el mismo desarrollo de la Guerra.

Sus posiciones eran públicas en los medios. El 12 de mayo en el diario La Prensa, en un artículo del periodista Iglesias Rouco, se decía:

“En consecuencia el paso del tiempo sólo puede contribuir a acentuar las diferencias dentro de la OTAN, y en particular a ensanchar aún más el actual distanciamiento entre EEUU y América latina".

Y dice más adelante: “Este panorama está induciendo a los

atlantistas a la búsqueda de una salida indirecta para el conflicto que a su juicio se presentaría con un cambio de régimen en Buenos Aires”.

“Según fuentes gubernamentales locales las numerosas reuniones del embajador [de EEUU] Shlaudeman con miembros de la Multipartidaria, peronistas de la llamada segunda generación y gremialistas de distintos colores, apuntan a esa dirección. También las que últimamente habría mantenido con el señor Camilión y otros personajes pertenecientes al denominado grupo Viola-Liendo-Fraga y otros ligados al Proceso, y a militares que en su momento no habrían sido consultados sobre la conveniencia de la recuperación militar de Malvinas”.

Y sigue el artículo:

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“Curiosamente estos sectores [se refiere a los del sector de Viola y Videla] que nunca se caracterizaron por su entusiasmo pronorteamericano, y tampoco fueron vistos en los Estados Unidos como sus mejores aliados en la Argentina, se están convirtiendo hoy en los campeones de un rápido regreso a las tesis norteamericanas, incluidas las relativas a las Malvinas, y hasta hablan de la posibilidad de un plan Marshall para la Argentina si Buenos Aires acepta retirarse del archipiélago de acuerdo con el proyecto del Sr. Haig”.

Además, agrega: “Todo esto requiere que se forme un nuevo

gobierno y si se quiere un nuevo régimen para cuya cabeza hasta habría un candidato, el propio Camilión. Los adversarios políticos del canciller de Viola aseguran que tal candidatura es la que habría impedido entre otras muchas cosas que Camilión concurra a las reuniones organizadas por la cancillería para agasajar a las misiones extranjeras que respaldan a la Argentina en Malvinas”. La Prensa, el 12 de mayo de 1982.

Cabe recordar que el cuidado inglés por consolidar sus posiciones económicas es, también, de vieja data. Pocos meses después de la batalla de Ayacucho, en que terminó el dominio colonial español en América, se firmó el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y las Provincias Unidas (2 de febrero de 1825) que en su artículo XI establece que en caso de rompimiento entre Gran Bretaña y la Argentina, los comerciantes ingleses tendrán el privilegio de continuar en su tráfico y sus propiedades no estarán sujetas a embargo, ni a secuestro, ni a ninguna exacción. La Argentina renunció a tomar represalias económicas contra intereses económicos británicos, lo que fue fielmente cumplido durante la Guerra de Malvinas en 1982 y, posteriormente por sucesivos gobiernos incluido el actual.

Es parte de la desmalvinización sostener como único objetivo reabrir el diálogo. Eso no basta. No se puede repetir un diálogo que eternice la ocupación colonial.

No es un diálogo entre países hermanos en un conflicto de límites donde se discute un acuerdo beneficioso para ambos. No serán soluciones aceptables la devolución de una parte con la permanencia de una base inglesa (solución tipo Guantánamo en Cuba), ni una solución de dos o tres banderas. Menos aún conformarse con una explotación “conjunta” de riquezas. ¿Quién le dirá al hijo que perdió a su padre o al padre que perdió a su hijo en la

guerra, que esto ocurrió para “un negocio compartido de riquezas nuestras”?

El Imperio Colonialista Británico no tiene ninguna intención de discutir la cuestión de la restitución del territorio usurpado a la Argentina.

El “paraguas de soberanía” inventado por los ingleses sirve a los ingleses:

que fortalecen cada vez más su base en Malvinas con armamento de última generación,

que avanzan en sus pretensiones marítimas y antárticas,

que, con el aeropuerto en el paralelo 42, propiedad del ciudadano inglés Lewis, pueden desembarcar con sus aviones de la base de Malvinas, dividiendo Argentina continental en dos,

que rapiñan nuestra pesca y nuestro petróleo,

que mantienen el control del Atlántico Sur para la OTAN, con su presencia militar en Malvinas.

Ligado a lo político y militar está el factor económico. No se puede triunfar en una guerra cuando se está alimentando financieramente al enemigo al pagarle la deuda externa. Precisamente el “Informe Rattenbach” criticó esta circunstancia, ocurrida en el período de la Guerra de 1982. El Ministro Aleman pagó rigurosamente la deuda externa a los ingleses.

Es más, La Nueva Provincia, periódico de Bahía Blanca decía, en plena guerra:

“Comentaristas brasileños se han mostrado sorprendidos por el comportamiento ‘caballeresco’ de la Argentina en torno al pago de la deuda con Europa, ¿podemos ser caballeros con quien ametralla a nuestros náufragos, y con quienes apañan esa actitud violatoria de las normas universales de la guerra? A los europeos hay que apretarles donde les duela y la víscera más sensible es el bolsillo. Bastaría con que la Argentina ante el bloqueo económico y militar a que es sometida anuncie una moratoria parcial, limitada en el tiempo y perfectamente discriminada, para que el sistema financiero europeo tambalee, especialmente si, como han propuesto intelectuales y dirigentes políticos peruanos, el resto de América latina apoyara esa tesitura. A partir del 17 de mayo, fecha en que vence el mes fijado para las sanciones de la Comunidad Económica Europea, pagaremos a quienes levanten las medidas, los otros deberán esperar a que pase la emergencia bélica, porque ahora necesitaremos hasta el último dólar para comprar armamento para defender nuestra soberanía y nuestra integridad. Pero

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La cuestión Malvinas – 40 – Una realidad vigente

¿será posible iniciar una contraofensiva si los jefes de Estado Mayor de nuestra economía y las finanzas argentinas están ligados por viejos lazos de intereses personales y de ideología con nuestros enemigos y sus aliados? Dejamos la respuesta a la reflexión del lector”.

Veamos algunas conclusiones del “Informe

Rattenbach”: “Existió una gran diferencia entre la

capacidad logística real de las FFAA y el desarrollo de esta capacidad con respecto a los elementos destacados en Puerto Argentino. Esta gran diferencia consistió en el transporte”. El mencionado informe detalla luego que a nivel nacional “a) se careció de un Decreto del PEN para que antes y después de las operaciones bélicas las empresas y organismos estatales y privados estuvieran en condiciones de satisfacer obligatoriamente los requerimientos de la FF.AA. en todo momento; b) se notó la falencia de la organización territorial, la carencia de una infraestructura ferroviaria y vial e instalaciones acordes con las exigencias operacionales, y la inadecuación de la infraestructura en las terminales de carga (...); c) en el sur del país existieron problemas tanto para el abastecimiento de efectos de clase II y III (A) (combustibles y lubricantes para vehículos y aeronaves) en tambores como para el envío a Malvinas”. Más adelante se habla de “falta de coordinación de los esfuerzos, en especial en las funciones de abastecimiento y transporte (...) necesidad de equipos de comunicaciones compatibles”. El informe es lapidario: “El principio que rige las funciones logísticas `prever para proveer´ quedó absolutamente desvirtuado”.

¿Qué podemos decir hoy con nuestro sector

petrolero privatizado? La segunda empresa privada, Panamerican Energy (PAE), es un 60 % de la British Petroleum británica y el 40% restante de Bridas, integrada en partes iguales por Bulgheroni y la CNOOC china.

En el sector petrolero avanza su privatización, con participación de empresas vinculadas a capitales extranjeros o con contratos como el de Chevron con cláusulas secretas ¿Y de la carencia de una flota mercante del Estado? ¿Y de la destrucción de Fabricaciones Militares? ¿Y de nuestra indefensión marítima y aérea? ¿Podrá afirmarse que las conclusiones del “Informe Rattenbach” al respecto han sido tenidas en cuenta por lo esencial de las políticas de los gobiernos incluido el presente?

Para referirnos a algunas deficiencias militares digamos que, como se planeó una guerra limitada y corta, la Argentina nunca se propuso contar con líneas de abastecimiento, para lo cual hacían falta submarinos, por ejemplo, para atacar las líneas de abastecimiento enemigas y asegurar las propias. Si Malvinas es hipótesis de conflicto, la Argentina tiene que contar con submarinos de propulsión nuclear y una capacidad aérea adecuada a este conflicto, tanto de la Fuerza Aérea como de la Aviación Naval. El abandono de planes para el desarrollo del prototipo de submarino nuclear propio, íntimamente ligado a la política nuclear nacional con el desarrollo de un reactor compacto: el CAREM, la liquidación del misil Cóndor y de la industria aeroespacial propia, no producir en el Astillero de Río Santiago las Patrulleras Oceánicas Multipropósito, demuestran que continuamos por el mal camino.

Debe quedar claro que si nuestro único objetivo es mantener un “diálogo de personas moderadas y civilizadas” se coincide de lleno con la estrategia inglesa cuyo único objetivo es continuar su ocupación colonial o crear un país subordinado. Inglaterra se plantea mantener el control de Malvinas, clave para el control estratégico del Atlántico Sur y de la confluencia Atlántico-Pacífico. Esto ha sido el centro de su política antes y después del 2 de abril.

Pueden debatirse aspectos militares de la Recuperación de Malvinas, puede criticarse errores de conducción y logística, de estrategia y táctica militar, de política nacional e internacional. Puede debatirse si era posible vencer sin apelar a la concepción de una defensa de la Patria como la que inspiró a los ciudadanos de Buenos Aires en 1806 y 1807 y que fue la base del nacimiento de un nuevo Ejército (los Ejército de la Independencia Nacional y del proceso revolucionario consagrado el 25 de mayo de 1810).

Lo que no se puede decir sin falsear la verdadera historia es que la recuperación del 2 de abril hizo fracasar negociaciones fructíferas. Hay largos años de negociaciones que no llegaron a ningún lado. Ocho años después de la Resolución No 2065 (año 1965), la ONU indicó (Resolución No 3160-1973) estar “gravemente preocupada” porque las negociaciones no progresaban, reconociendo “los continuos esfuerzos del gobierno argentino para facilitar el proceso de descolonización y promover el bienestar de la población de las islas”.

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La cuestión Malvinas – 41 – Una realidad vigente

En 1982 las negociaciones estaban tan estancadas como ahora, con el peligro del fortalecimiento militar de la zona por los ingleses, como efectivamente lo hicieron.

Es muy útil abrir un debate público sobre los errores políticos, militares, económicos, de recursos humanos, de política nacional e internacional, etc., etc. Pero ese debate debe hacerse partiendo de que Malvinas es una causa justa, una guerra justa y un derecho irrenunciable.

La desmalvinización tiene como núcleo central un “relato” que deje sentado que Malvinas fue una Guerra injusta, una aventura, lo que transforma en letra muerta su carácter de causa justa e irrenunciable. El objeto de establecer un diálogo infinito que eluda la devolución de soberanía (¿o la postergue por cuatrocientos años?) para producir una explotación tranquila de lo que es patrimonio argentino.

Explotación tranquila que es justamente del interés inglés y su aliado EEUU y, también, de potencias rivales (como China y Rusia) siempre interesados en hincar el diente en el Mar de nuestra propiedad y ser parte del reparto de esta Argentina rapiñada por distintas potencias imperialistas.

“La cuestión Malvinas. Una realidad vigente, N° 2”, edición 2012, correspondiente al 30 aniversario de la reconquista patriótica de las Islas Malvinas.

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La cuestión Malvinas – 42 – Una realidad vigente

Capítulo III La cuestión de la Plataforma Continental

Sobre la cuestión de la Plataforma Continental, recomendamos leer el Apéndice N° 4 del presente documento, “Solicitada de la Mesa de Trabajo por la soberanía, de enero de 2008.” Asimismo, el medular trabajo del Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico Popular, realizado por el Ing. Victorio Marzocchi, difundido por la Fundación Marambio y publicado en la edición N° 50 de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina.

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda

del Norte NO es un Estado ribereño en el Atlántico Sur.

lo largo del presente trabajo se dejó clara constancia de la importancia estratégica y económica que representa para el Reino

Unido el dominio colonial del Atlántico Sudoccidental. Esta decisión geoestratégica del colonialismo británico se refuerza con sus pretensiones sobre la Plataforma Continental Argentina.

Sobre la base del reconocimiento de la UE24,

de la pretensión británica de soberanía “de facto” de nuestros territorios y mares, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, reclamó la soberanía de las 350 millas del talud continental de Malvinas y del Sector Antártico Argentino. La decisión británica de retirarse de la UE con el triunfo del “Brexit”, no modifica sus pretensiones de dominio colonial sobre más de cinco millones de kilómetros cuadrados de territorios de indudable soberanía argentina.

De acuerdo a la III Conferencia de las

Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se reconoce a los Estados Ribereños derechos de soberanía hasta las 200 millas medidas desde las denominadas líneas de base (comprendiendo 12 millas de mar territorial, 12 millas de zona contigua, y 176 millas de zona económica exclusiva) pudiendo extender dicha zona a la denominada plataforma continental. La plataforma continental de un Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo de

24 Acuerdo de Lisboa, diciembre de 2007.

A

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La cuestión Malvinas – 43 – Una realidad vigente

las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos en que el borde exterior del margen continental no llegue a esa distancia.

Los puntos que constituyen la línea del límite exterior de la plataforma continental en el lecho del mar, deben estar situados a una distancia que no exceda las 350 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial o de 100 millas marinas contadas desde la línea que une profundidades de 2.500 metros.

Silenzi de Stagni transcribió en su libro “El

nuevo derecho del mar: “Controversias entre las potencias navales y el tercer mundo” los dichos de Lee Matcalf, senador por el Estado de Montana en EE.UU., en la Sesión de la Cámara de Senadores de ese país del 10 de marzo de 1971: “El Derecho Internacional del Mar fue creado y se ha perpetuado para promover los intereses de aquellas naciones lo suficientemente poderosas como para gravitar en su elaboración”. Es bueno no perder de vista esto. Pero aún en esas circunstancias ese mismo derecho, que no ha sido hecho para países como el nuestro, da la razón a los reclamos argentinos.

La pretensión británica de reclamar soberanía sobre la plataforma continental argentina, introdujo un cambio de calidad sobre el conflicto que sostenemos con la potencia ocupante.

El Reino Unido basó esa pretensión en considerarse “Estado ribereño”. Pero no se trata de un Estado Ribereño, sino de una potencia imperialista (extra-continental), que ocupa ilegítimamente territorios de indudable soberanía argentina.

En 2009 anunció que haría su presentación en la Comisión de Límites de las Naciones Unidas, organismo que aprueba los reclamos de extensión de la soberanía sobre la plataforma continental hasta las 350 millas (648,2 km). En efecto: el Reino Unido de Gran Bretaña presentó antes de mayo de ese año sus estudios sobre nuestra plataforma continental. La Argentina hizo lo propio cumpliendo los tiempos y formas requeridos por dicha Comisión. Sin embargo, el Reino Unido hizo su

presentación arrogándose la condición de Estado ribereño en el Atlántico Sud occidental.

Recientemente, la Comisión de Límites de las Naciones Unidas publicó un dictamen sobre dos zonas en el Atlántico Sudoccidental. Sobre los puntos exteriores del Río de la Plata y al sur de Tierra del Fuego. El gobierno nacional por razones que desconocemos, presentó dicho dictamen como el reconocimiento total a la presentación de Argentina sobre toda la extensión de la Plataforma, incluso la zona en litigio con la potencia ocupante, el Reino Unido.

Esto no es así. La Comisión de Límites no puede resolver sobre las presentaciones tanto de la potencia ocupante como de Argentina, porque no resuelve sobre zonas en litigio.

La propaganda del gobierno indujo a vastos sectores a error. A considerar que la Argentina ha logrado el reconocimiento de su soberanía sobre los territorios usurpados por el imperialismo inglés. Esto no es así. La Nación Argentina no debe descuidar sus estratégicos intereses en esta zona de su exclusiva e indudable soberanía. Por otra parte, la Comisión de límites de las Naciones Unidas no fija límites, sino que opina sobre las presentaciones. Los límites son cuestiones de resuelven los Estado.

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La cuestión Malvinas – 44 – Una realidad vigente

Capítulo IV La Antártida Argentina

La Antártida Argentina. De la situación actual a la gloriosa época de Pujato - Perón.

IV.1. Actualidad. Política de desantartización: fase polar de la desmalvinización25. Cuatro décadas de retroceso.

uena parte del mundo, particularmente los británicos, tienen en claro que las Islas Malvinas son “la puerta de entrada a la

Antártida” 26. El informe realizado por la Unión Europea

incluyendo un mapa centrado en la base británica de las Malvinas (base de Monte Agradable o Mount Pleasant) desde la que parten tres flechas hacia la Patagonia, las Islas Santiago (Sándwich) y San Pedro (Georgias del

25 Ver “Ideología de la desmalvinización”. 26 “The BAS Falklands office in Stanley is a Gateway to Antarctica, providing vital support to science and support teams, ships and aircraft on their way to and from Antarctica.” https://www.bas.ac.uk/polar-operations/sites-and-facilities/offices/

Sur) y hacia la Antártida Argentina27 como

potenciales direcciones para una proyección de poder, es solo un ejemplo de la importancia estratégica que el Reino Unido y la propia Unión Europea sostienen para su presencia en el continente Antártico. Asimismo, el establecimiento de los buques científicos británicos “RRS” James Clark Ross y “RRS” Ernest Shackleton en Puerto Argentino, Islas Malvinas, evidencia la importancia de la proyección de poder de las Islas sobre la Antártida28. Por si quedara alguna duda, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte fundamenta su reclamo antártico en base a la ocupación que ejerce sobre las Islas29.

El naufragio del buque polar y rompehielos “ARA” Bahía Paraíso durante enero de 1989, señaló un suceso funesto para nuestros intereses nacionales en el sur. El Bahía Paraíso, un buque prácticamente nuevo, con menos de 10 años de uso, tuvo destacada participación durante la Guerra Nacional por la recuperación

27 Fontana, Pablo. La pugna antártica, el conflicto por el sexto continente 1939-1959. -1ª ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Guazuvirá Ediciones, 2014. Página 16. 28 https://www.bas.ac.uk/polar-operations/sites-and-facilities/ship/ 29 Fontana, Pablo. op cit.

B

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La cuestión Malvinas – 45 – Una realidad vigente

y la defensa de las Islas Malvinas, dando asistencia a los marinos del Belgrano tras su artero hundimiento. Fue buque hospital hacia el final del conflicto armado.

Cuando su hundimiento, navegaba frente a las costas donde se ubica la Base Antártica estadounidense Palmer (una zona expresamente desaconsejada para la navegación) derramando combustible.30 Allí, también, perdió los helicópteros que llevaba a bordo en los hangares. El incidente del Bahía Paraíso, es considerado el peor desastre ambiental ocurrido en la Antártida. Muchas especies que habitan la zona afectada sufrieron cuantiosas pérdidas de individuos de sus colonias, dejando a la Argentina en una muy mala posición frente a la comunidad antártica internacional, debido a una falta muy grave al Sistema del Tratado Antártico31.

Las continuas averías y desperfectos sufridos por las aeronaves C-130 “Hércules” pertenecientes a la Fuerza Aérea Argentina (FAA) 32 son ejemplos del vaciamiento que experimenta esta fuerza, uno de los pilares fundamentales para participación argentina en las Campañas Antárticas, dada su función vital en el transporte de personal científico, técnico y militar desde la Argentina suramericana hacia la antártica. Sumado a estos desperfectos técnicos que interfieren negativamente en la realización de las actividades antárticas nacionales, la disposición de los Hércules para prestar servicio durante la realización del Rally Dakar, y otras actividades incluso extra nacionales, confluyen en detrimento de la correcta organización y desarrollo de las campañas antárticas, secundarizando o menospreciando la importancia que tienen éstas para nuestros intereses soberanos sobre el sector antártico.

Afecta, también, a la correcta realización de las actividades científicas en Antártida las reiteradas “falta de horas de vuelo”, ya sea de

30 Se derramaron 600.000 litros de combustible. El Capitán del BP ignoró las alertas emitidas desde la Base Palmer. Se perdieron cuantiosos recursos logísticos y científicos como respuesta al accidente. http://antarcticmarc.com/bahia.html 31 Sistema del Tratado Antártico es el conjunto de acuerdos, protocolos y organizaciones internacionales sobre el manejo de la Antártida. Su corazón es el Tratado Antártico iniciado en 1959 que se complementa con los restantes, siendo el Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente (Protocolo de Madrid), aprobado en 1991, el texto normativo más importante aparte del TA. http://www.dna.gov.ar/la-antartida 32 http://www.gacetaeronautica.com/articulos/2011/12herk/index.htm

los aviones Hércules o de los helicópteros MI17, con los cuales se realizan los traslados de personal y carga entre las Bases y Campamentos. Estas fallas responden a la ausencia de presupuesto destinado a que la FAA realice los traslados correspondientes. La suspensión de los vuelos de los aviones Hércules dificulta el traslado de cierto tipo de carga científica que, por sus características de conservación y manipulación, debe ser mantenida en manos del personal científico-técnico responsable, de modo que si el reemplazo de esas aeronaves se hace con aviones de línea (Aerolíneas Argentinas) se impide el transporte de esas cargas científicas33.

En cuanto a las Bases Antárticas, si bien el presupuesto nacional destinado a su funcionamiento aumentó año tras año, este aumento no se ve reflejado en la realidad de las Bases. La infraestructura precaria, obsoleta, carente de mantenimiento o directamente faltante, reflejan que esos fondos del ahorro nacional no llegan donde debieran. Camas rotas, baños y duchas deteriorados al extremo, tomacorrientes con cables expuestos y claros signos de calentamiento y cortocircuitos, dispositivos de calefacción ineficientes, obsoletos y contaminantes, peligrosamente contaminantes de la atmósfera interior de las casas, laboratorios y habitaciones, grupos generadores de energía eléctrica para el funcionamiento de las bases que debieron ser remitidos hace 5 años al continente suramericano para la correspondiente revisión técnica según recomendación del fabricante, entre tantas otras carencias fácilmente observables y que dan claro testimonio de la desidia y abandono estratégicos que, además, cuesta vidas humanas34.

33 El transporte de drogas de uso científico o de muestras biológicas, geológicas y otras no pueden pasar los controles en los aeropuertos comerciales, y las autoridades de ninguna de las instituciones involucradas hacen convenios para facilitar la situación. 34 Durante la CAV 2013-14 falleció el Suboficial del Ejército Argentino Alberto Ramírez, quien desarrollaba funciones en la Base Esperanza. El incidente ocurrió cuando Ramírez cortaba con una amoladora un tambor de combustible, produciéndose la explosión que le causó heridas mortales. Un duro y desmoralizador golpe al personal destacado en Antártida fue el abandono que sufrió de parte del Estado nacional la familia de Sebastián Morales, empleado de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) con funciones en la Base Carlini, durante la CAV 2014-15, quien falleció luego de una descompensación cardíaca. Para el sepelio de Sebastián y la ayuda a la viuda e hijos, sus compañeros del Instituto Antártico Argentino-Dirección Nacional del

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La cuestión Malvinas – 46 – Una realidad vigente

La reciente información referida a la corrupción en torno a las Campañas Antárticas son graves atentados a nuestros reclamos de soberanía en el sector Antártico Argentino. La doctrina de los actos propios (en este caso actos de corrupción), únicamente conducen al desprestigio de nuestra política nacional antártica, no sólo hacia la mirada de la comunidad internacional, sino fundamentalmente filas adentro de nuestros científicos, técnicos y militares que ven frustrados todos sus esfuerzos de contribuir con la posición argentina. Ante las denuncias por corrupción que toman estado público, no se conocen respuestas desmintiendo las acusaciones por sobreprecios en las compras de combustible antártico35, alimento36 37, contrataciones para la logística, etc.38.

Un caso emblemático de corrupción, es el que ensucia al glorioso buque rompehielos “ARA” Almirante Irízar, que, al igual que el Bahía Paraíso, se destacó durante la Guerra Nacional de Malvinas. El Irízar, un emblema mundial de las campañas antárticas, fue destruido por un incendio, también con pérdidas de helicópteros, recursos logísticos y científicos. Luego de casi una década desde su destrucción y varios cientos de millones de dólares invertidos, no está operable y no se ha decidido la partida presupuestaria de veinte millones de pesos necesarios para dragar el canal que permitiría que el buque realice las pruebas de mar. Su ausencia en las Campañas, implica ceder gran parte de nuestra proyección antártica con la consiguiente dependencia de terceros países para realizar nuestras acciones

Antártico (IAA-DNA), donaron dinero de sus magros salarios para colaborar con la familia del muerto. Aún hoy, hay personal trabajando en la Antártida sin contrato ni cobertura por riesgos del trabajo (ART). Gustavo Daniel Capuccino, Suboficial de la Fuerza Aérea, falleció en la Base Marambio mientras desarrollaba sus actividades durante la CAV 2015-16. A Gustavo le cayó sobre el pecho el portón de un hangar de la sección Transporte de la Base, luego de haberse cortado un cable de acero que lo sostenía. 35 “Investigan los costos del traslado de gasoil a la Antártida” http://www.clarin.com/politica/investigan-costos-traslado-gasoil-Antartida_0_1519648024.html 36 “Moreno se quedó con el abastecimiento de la Antártida” http://www.lanacion.com.ar/1568935-moreno-se-quedo-con-el-abastecimiento-de-la-antartida 37 “Investigan compras de la campaña antártica” http://www.lanacion.com.ar/1925805-investigan-compras-de-alimentos-de-la-campana-antartica 38 “Con el pie izquierdo” http://www.lanacion.com.ar/1599128-con-el-pie-izquierdo

soberanas y la pérdida de confidencialidad sobre las actividades llevadas a cabo39.

Todos estos actos de abandono golpean la moral de quienes trabajan en la Antártida, personal científico-técnico y militar que, a pesar de las carencias materiales por décadas de abandono y corrupción, hacen todo el esfuerzo para que Argentina siga siendo el país con más historia de continuidad y permanencia en la Antártida.

Volviendo sobre los buques emblemáticos de las campañas antárticas y con destacada participación en la Guerra Nacional por las Malvinas, se encuentra el buque oceanográfico “ARA” Puerto Deseado. Este buque participa habitualmente de las campañas oceanográficas en diversas zonas del Atlántico Sur y Antártida. Hace poco tiempo, los científicos del IAA fueron informados que no participarían de la campaña del Deseado a las Islas Sándwich del Sur. El buque debía cumplir con la campaña diseñada en dos etapas, la primera zarpando desde Ushuaia y hacia el Banco Namuncurá (Burdwood) e Isla de los Estados, y la segunda desde esta última isla hacia las Sándwich, finalizando en Mar del Plata40. La segunda etapa no se realizó.

¿Esta suspensión se vincula a acuerdos y/o anuncios conjuntos con Gran Bretaña respecto de la explotación de hidrocarburos en zonas cercanas a Malvinas como anunció el Ejecutivo Nacional? Vale recordar la queja presentada por Londres en mayo del 2013, cuando el buque de investigación Dr. Eduardo Holmberg, perteneciente al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), ingresó en aguas adyacentes y costeras de las Islas Georgias y Sándwich del Sur. Dice la queja:

“El gobierno de Gran Bretaña recibió la notificación de la Argentina sobre la realización de investigaciones en la sub área 48.3, Georgias del Sur, a través de la Secretaría de la CCRVMA41 el 25 de enero de 2013. Como todos los miembros de la Convención son conscientes, las Islas Georgias y Sándwich del Sur son un territorio de Ultramar

39 “Un golpe para la presencia argentina en la Antártida” www.lanacion.com.ar/899351-un-golpe-para-la-presencia -argentina-en-la-antartida 40 “Nueva campaña oceanográfica del buque Puerto Deseado” http://www.lacapitalmdp.com/nueva-campana-oceanografica-del-buque-puerto-deseado 41 Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos https://www.ccamlr.org/es/organisation/acerca-de-la-ccrvma

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La cuestión Malvinas – 47 – Una realidad vigente

del Reino Unido. Estamos sorprendidos y decepcionados de que Argentina no haya tenido la cortesía de comunicar previamente acerca de la investigación que estaba por emprender en nuestras aguas jurisdiccionales”42.

¿Se debe considerar que el gobierno nacional evitó una posible queja británica para proteger futuros negocios petroleros? 43

Entre las novedades más recientes en torno a la desantartización está la fracasada licitación y contratación de los buques polares y rompehielos y los helicópteros que se alquilan desde el incendio del Irízar44.

IV. 2. Ajuste, remate y despido: vaciamiento de la Política Antártica.

Con el argumento de la corrupción heredada y los sobreprecios en las contrataciones de los buques y helicópteros extranjeros, que pasaron de costar 6,8 millones de dólares en 2007 a 23,6 millones en 2017, el gobierno nacional busca ajustar u$6 millones apuntando a bajar los costos de los alquileres para la logística; $35 millones se recortarán de la compra de alimentos destinados a las Campañas45. Otra información periodística señala que el recorte para las actividades antárticas del próximo período ronda el 27% y el 47% según sean términos nominales o reales, respectivamente46. A las ya pésimas condiciones en que se realizan las campañas antárticas, habrá que sumarles el lastre del nuevo ajuste.

Al iniciarse la nueva Campaña Antártica de Verano (CAV2016-2017) ninguna autoridad puede asegurar a los científicos si ésta se realizará y en qué condiciones. Varios grupos de investigación del Instituto Antártico

42 “Queja de Londres por campaña científica en las islas Georgias” http://www.ambito.com/686823-queja-de-londres-por-campana-cientifica-en-las-islas-georgias 43 “Argentina promises 'respectful' cooperation over Falklands” https://www.theguardian.com/uk-news/2016/sep/08/argentina-promises-respectful-cooperation-over-falklands 44 “Por los altos costos, el Gobierno declarará fracasada la licitación de la campaña antártica” http://www.lanacion.com.ar/1940443-por-los-altos-costos-el-gobierno-declarara-fracasada-la-licitacion-de-la-campana-antartica 45 “Recortarán los gastos de la campaña antártica” http://www.clarin.com/politica/acuerdos-pais-pais-recortaran-campana-antartica_0_1660034138.html 46 “Recorte en el presupuesto y posible remate del edificio histórico del Instituto Antártico Argentino” http://www.surenio.com.ar/2016/10/recorte-presupuesto-posible-remate-del-edificio-historico-del-instituto-antartico-argentino

Argentino y de las Universidades no podrán realizar normalmente sus trabajos científicos en la Antártida por haber caído los convenios que la Dirección Nacional del Antártico sostenía hasta la CAV2015-201647.

En agosto de 2016, el personal de DNA-IAA tomó conocimiento a través de los medios de que el edificio histórico, donde funciona la repartición antártica, integra una lista de inmuebles que el Estado Nacional considera “ociosos”, y, por lo tanto, serán sujetos de remate y venta48.

Vale hacer un poco de historia para comprender cómo se llegó a esta situación.

En el año 2013, las autoridades nacionales del Gobierno, la Cancillería y Antárticas decidieron comenzar con el desalojo parcial y temporal del edificio de la calle Cerrito 1248 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el objetivo de refaccionar y hacer mantenimiento en las instalaciones para que, una vez finalizadas (los plazos fueron modificándose), el personal de la DNA-IAA regresara a la sede histórica49. Desde ese año, la Cancillería alquiló dos pisos de oficinas en el edificio ubicado en la calle Balcarce 290 por unos 35 mil dólares mensuales. Parte del personal quedó sin un lugar acorde para sus tareas científicas y técnicas, llegando incluso a trabajar en sus casas y desaprovechándose sus capacidades y formación. Otra parte del personal fue quedando dispersa en otros lugares. En el mes de junio de 2015, el IAA se mudó parcialmente al campus Miguelete de la Universidad de San Martín donde se tienen a préstamo dos pisos con instalaciones de laboratorios y oficinas. Sin embargo, el departamento de Geofísica, la Biblioteca histórica, el Laboratorio de Electrónica, el Museo, la sala Auditorio, la

47 Varios grupos de investigación sostienen sus trabajos de campo en la Antártida gracias a la participación de personal contratado para tal fin, quienes accedían a esos contratos a través de los convenios entre el IAA-DNA y otras instituciones. En marzo del 2016 se informó que los convenios cayeron, por lo tanto, los grupos de investigación quedarán sin personal. 48 “Para frenar el remate. No al vaciamiento del Antártico. El edificio no se vende. Defendamos la actividad antártica argentina” Volante distribuido por el Personal del IAA-DNA durante el “Abrazo simbólico al IAA” (14 de setiembre de 2016) https://www.facebook.com/295680124129606/photos/pcb.301802296850722/301797213517897/?type=3&theater 49 “¿Qué pasa con el Instituto Antártico Argentino? ¿Por qué su Sede histórica es enviada a remate por el Decreto 952/2016?” Gacetilla de Prensa del Personal del IAA-DNA (8 de octubre de 2016) https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=313977705633181&id=295680124129606

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La cuestión Malvinas – 48 – Una realidad vigente

Imprenta y Publicaciones, seguían operativas en Cerrito 1248 hasta que se le prohibió al personal el ingreso al inmueble. La Cancillería siguió realizando refacciones hasta mitad de 2016.

Como señalan los trabajadores del IAA-DNA a través de un petitorio en las redes sociales50 y varios proyectos presentados en el Congreso Nacional y en la Legislatura porteña, la sede de Cerrito 1248 contiene toda la historia antártica desde la década de 1950, con el Grl. Pujato a la cabeza, hasta la actualidad. Cerrito alberga toda la gesta del quehacer antártico argentino, nucleándolo en un mismo ámbito para fortalecer su carácter interdisciplinario. Son innumerables las voluntades humanas que fueron potenciadas por una misma meta, la de sostener la presencia argentina en el Continente Antártico, sustentada por la actividad científica; muchos los logros realizados y muy grande la contribución al conocimiento específico en materia antártica. En esta sede está la memoria tangible a través de innumerables documentos e intangible por el recuerdo que impregna dicho inmueble, fiel representante de la ciencia argentina en la Antártida.

A fines de marzo de 2016, fue despedido de sus funciones como Científico Asistente, sin causa informada, el Lic. Santiago Andrich, Biólogo al servicio del IAA, luego de haber realizado una denuncia sobre el estado de las aeronaves “Hércules” que se utilizan para trasladar al personal y carga hacia y desde la Antártida. El científico envió una carta al flamante Ministro de Defensa, Ing. Julio Martínez, a pocos días de asumir su cartera durante diciembre de 2015. La carta al Ministro Martínez indagaba sobre el estado de las aeronaves, relataba una experiencia personal durante la CAV 2013-14, alertaba sobre la posibilidad de un accidente trágico, solicitaba poner al servicio de la actividad antártica todo el esfuerzo para realizar la CAV 2015-16 y pedía no sufrir represalias por las inquietudes manifestadas.

La motivación del científico para escribir la carta al Ministro fue la continua suspensión de los vuelos que darían comienzo a la Campaña para él y sus compañeros. El contingente debió partir desde la Base Aérea de El Palomar entre

50 “No a la venta de Cerrito 1248 Instituto Antártico Argentino y DNA” https://www.change.org/p/presidencia-argentina-no-a-la-venta-de-cerrito-1248-instituto-ant%C3%A1rtico-argentino-y-dna

el 10 y el 12 de diciembre de 2015. Luego de múltiples cancelaciones, de las que no se dieron explicaciones, el vuelo se realizó el día 6 de enero de 2016, llegando finalmente a su destino (Base Antártica Esperanza) el 10 de enero, un mes más tarde de lo previsto. En medio de esto, y con la preocupación por la posibilidad de que nuevamente el “Hércules” estuviera sufriendo fallas técnicas, Andrich pidió información telefónicamente a los coordinadores de los vuelos quienes no supieron responder. Información extra oficial indicó que el avión sufrió cinco (5) averías entre el 10 de diciembre de 2015 hasta principios de febrero de 2016, momento en que el avión debió ser utilizado para replegar el cuerpo del Teniente de Fragata Dr. Alejandro Schneiter, fallecido a bordo del buque aviso Castillo unos días antes. El fallecimiento del Dr. Schneiter, se conoció por medios periodísticos. Paralelamente, se supo de la avería del tren de aterrizaje del “Hércules” (una de las fallas denunciadas por el Lic. Andrich), lo que motivó a la familia del muerto a hacer pública la situación51.

Tras siete meses de negociaciones con las autoridades de Cancillería responsables del despido (quienes se negaron a recibir a Andrich luego de cinco pedidos de entrevista), y contando con el apoyo al pedido de reincorporación a su puesto de trabajo por parte de sus compañeros del IAA-DNA, de su Jefe directo, de las direcciones del IAA y de la DNA, de la Subsecretaría de Malvinas y Atlántico Sur (área temática de la cual depende DNA-IAA, A/C Embajadora Ma. Teresa Kralikas), de la Dirección General de Asuntos Antárticos y de la Jefatura de Gabinete de la Ing. Malcorra, el despido no se revirtió52.

Las desinteligencias enumeradas aquí, incluyendo el “Decreto 952/2016” que anuncia el remate del edificio histórico del Instituto Antártico Argentino y el despido del Lic. Andrich, conducen a que la institución donde se sustentan las políticas antárticas, por ende los reclamos argentinos sobre el continente helado, se encuentre desmembrada y funcionando de forma incompleta, dificultándose o perdiéndose la necesaria colaboración interdisciplinaria entre los

51 “La harán una autopsia al marino muerto en la campaña antártica” http://www.clarin.com/politica/campana_antartica-Schneiter-marino-armada_0_1517248275.html 52 “Exigen la reincorporación de un científico despedido por advertir sobre inseguridad en los vuelos a la Antártida” http://www.eltrabajadordelestado.org/nota.asp?id=8223

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La cuestión Malvinas – 49 – Una realidad vigente

científicos y técnicos de las diversas especialidades53.

IV. 3. Proyectos de otros países.

En tanto los sucesivos gobiernos argentinos profundizan el retiro estratégico, otros países con pretensiones antárticas se manifiestan y actúan en consecuencia.

Hacia fines de abril de 2016 el gobierno de Australia lanzó la “Estrategia Antártica Australiana” y el “Plan de Acción a 20 años”, un paquete de medidas por casi 2000 millones de dólares (unos 30 mil millones de pesos argentinos actuales) que incluirá el diseño, la construcción, el mantenimiento y la operación por los 30 años de vida útil operacional de un nuevo rompehielos ultramoderno, representando la inversión más grande de la historia de los Programas Antárticos Australianos (AAP en inglés). Cabe señalar que el diseño, construcción, mantenimiento y operación del buque para toda su vida está en manos nacionales australianas54. El nuevo buque se construye para reemplazar al aún vigente “Aurora Australis” que deberá entrar a dique seco en 2020 para su revisión completa.

La Expedición Antártica Británica (BAS en inglés) que ya cuenta con dos buques relativamente modernos, los rompehielos “RRS” J. C. Ross y el “RRS” E. Shackleton, de los años 1990 y 1995, respectivamente, sumará a partir de 2019 otro ultramoderno rompehielos para la investigación polar, el “RRS” Sir David Attenborough. Con una inversión de 200 millones de libras esterlinas (unos 3800 millones de pesos argentinos actuales) representará la mayor inversión en ciencia polar desde 1980, lo que garantizará a los británicos seguir siendo líderes mundiales en estas disciplinas. Al igual que con el buque australiano, el “RRS” Attenborough será construido en astilleros británicos55.

El Reino de Nueva Zelanda, a través de la Universidad de Canterbury y la Ciudad de Christchurch, se posiciona como “puerta de entrada a la Antártida”56 57, albergando a los

53 “El Instituto Antártico, desmantelado y con graves problemas para funcionar” http://www.lanacion.com.ar/1947718-el-instituto-antartico-desmantelado-y-con-graves-problemas-para-funcionar 54 “Australia´s new icebreaker” http://www.antarctica.gov.au/icebreaker 55 British Antarctic Survey https://www.bas.ac.uk/polar-operations/sites-and-facilities/ship/ 56 Antarctica New Zealand http://www.antarcticanz.govt.nz/

Programas Antárticos Italiano (PNRA en italiano) y estadounidense (USAP en inglés), cuyas oficinas logísticas se encuentran en Canterbury 58 59, completando más de 100 vuelos, transportando más de 5500 pasajeros y más de 1400 toneladas de carga anuales desde Nueva Zelanda hacia la Antártida. Al mismo tiempo, esa ciudad es soporte importante para las misiones antárticas de China y Corea del Sur cuyos rompehielos recalan en el puerto local.

La República de Sudáfrica ordenó construir en Finlandia el más moderno rompehielos para investigación científica que se encuentra operativo desde 2012. El “Agulhas II”, propiedad del Departamento de Asuntos Ambientales (DEA en inglés), se suma a la estrategia sudafricana encabezada por el Programa Antártico Sudafricano (SANAP en inglés), y se posiciona a Ciudad del Cabo como “puerta de entrada a la Antártida”60.

Reunidos todos los súbditos de la Corona Británica, Reino Unido, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia, el crecimiento de los intereses británicos en la Antártida es multimillonario y sin precedentes.

Noruega tampoco se queda atrás. Luego de una inversión de 1400 millones de coronas (unos 2600 millones de pesos argentinos actuales) tendrá en 2017 un nuevo rompehielos ultramoderno, el “Príncipe Haakon”, que prestará servicios a partir de 201861. En el año 2007 el Reino de Noruega sumó la base satelital Trollsat Station desde donde se puede realizar el seguimiento satelital muy refinado con posibles usos militares, violando uno de los preceptos fundamentales del Sistema del Tratado Antártico 62 63. La Misión Noruega a las Naciones Unidas publicó en marzo de 2008 las palabras del Primer Ministro Noruego, Jens Stoltenberg, quien definió a la base Trollsat

57 “Welcome to Gateway Antarctica” http://www.anta.canterbury.ac.nz/ 58 “GATEWAY TO THE ANTARCTIC” http://www.christchurchairport.co.nz/en/about-us/corporate-information/gateway-to-the-antarctic/ 59 “About Antarctica New Zealand” https://www.comnap.aq/Members/antarcticanz/SitePages/Home.aspx

60 South African National Antarctic Programme http://www.sanap.ac.za/ 61 Norsk Polarinstitutt http://www.npolar.no/no/om-oss/stasjoner-fartoy/kronprins-haakon/ 62 www.gpsworld.com 63 http://www.smh.com.au/world/chinas-antarctica-satellite-base-plans-spark-concerns-20141112-11l3wx.html

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como un hito en la vigilancia satelital. Stoltenberg también puso la piedra fundamental de la siguiente base noruega que sería inaugurada en 2009. De este modo la base Galileo sumará a la vigilancia satelital el sistema homónimo, operativo desde 2013: “Galileo es uno de los proyectos espaciales más importantes de Europa y se llevará una inversión aproximada de 130 millones de coronas” (unos 240 millones de pesos argentinos)64.

Por su parte China, cuya historia antártica comienza a mediados de los ´80, anunció hace poco más de un año la incorporación de una nueva aeronave Basler BT-67 para el transporte de investigadores y carga, sumándose al rompehielos para investigación polar “Xuelong”, adquirido en Ucrania en 1993 y remodelado en 1994, y al helicóptero ruso Kamov KA-32 “Xueying 1”65, con lo cual amplía su rango de acción en el continente blanco pasando de 350 km (límite del Kamov) a 2400 km66. China también anunció la construcción de su nueva y quinta base científica (la cuarta había sido en 2013) que estará dotada con el sistema de posicionamiento satelital (símil GPS) “Beidou”67. Según una protesta presentada por Australia, el sistema podría ser utilizado con fines militares (guiado de misiles), violando el Sistema del Tratado Antártico.

China ha triplicado sus inversiones en expediciones polares (Ártico y Antártida) en los últimos 10 años y anunció la fabricación de un moderno rompehielos por valor de unos 300 millones de dólares (aproximadamente 4500 millones de pesos argentinos actuales)68.

En tanto, la Federación Rusa presentó en 2015 su nueva Doctrina Marítima, donde aclara que, si bien la anterior doctrina fue pensada para perdurar hasta el año 2020, los cambios que están ocurriendo en el mundo global marcan que ésta debe ser actualizada. El nuevo documento tendrá vigencia hasta el año 2030 y su objetivo principal es la defensa de los

64 http://www.norway-un.org/NorwayandUN/Big_Issues/Climate_Change/080121_Satellite_surveillance/#.WC0j0_l97IU 65 Chinese Arctic and Antarctic Administration http://www.chinare.gov.cn/english/ 66 http://searchen.chinadaily.com.cn/search?query=china+polar+expedition 67 http://www.smh.com.au/world/chinas-antarctica-satellite-base-plans-spark-concerns-20141112-11l3wx.html 68 http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150513_internacional_interes_china_antartica_ch

intereses nacionales. La estructura de la nueva edición cambió considerablemente, quedando la Antártida como una línea independiente dado que los numerosos acontecimientos que tienen lugar en este continente la convierten en una región de gran interés para Rusia69.

Coincidentemente, el analista internacional Lic. Martín Rafael López, relata sobre los grandes cambios que proyecta Rusia. “Putin – dice López –, se propuso mejorar la eficiencia de las investigaciones antárticas de alta prioridad y modernizar la logística e infraestructura de la Expedición Antártica Rusa”. De este modo, se planificó e implementó la nueva estrategia hasta el 2030. La misma está dividida en tres etapas, de renovación y reequipamiento técnico de las bases rusas, la construcción de buques de investigación y expedición adicionales de construcción nacional y el desarrollo de la logística y prueba de nuevas aeronaves en la Antártida. Todo lo cual servirá de apoyo a la marina y la aviación y permitirá conducir la investigación geológica y geofísica de minerales, hidrocarburos y otros recursos70.

También durante 2015, con motivo de la presentación de la nueva doctrina, el Comandante de la Armada rusa, Almirante Víktor Chircov, anunció que Rusia tiene más de 50 buques y submarinos en servicio activo71 e hizo referencia a las labores científicas desempeñadas por el buque de investigación “Almirante Vladímirsky”, preparado a partir rumbo a la Antártida, siendo la primera vez luego de más de 30 años que la Marina de Guerra rusa organiza una expedición al continente blanco72. El periodista ruso Iliá Jarlámov publicó en 2014 una nota en el portal sputniknews donde señala que Rusia se ocupará de la conquista de la Antártida y se propone apuntalar sus posiciones en el continente, para afianzar los intereses geopolíticos en la región73.

69 https://actualidad.rt.com/actualidad/181177-putin-aprueba-nueva-versioin-doctrina 70 http://equilibriumglobal.com/rusia-un-estado-polar-re-emergente-en-el-tablero-antartico/ 71 https://actualidad.rt.com/actualidad/190145-armada-rusa-barcos-submarinos-oceano 72

https://actualidad.rt.com/ultima_hora/176081-marina-guerra-rusa-expedicion-antartida 73

https://mundo.sputniknews.com/spanish_ruvr_ru/news/2014_01_28/Rusia-se-ocupara-de-la-conquista-de-la-Antartida-9687/

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El discurso científico de las potencias pretende ocultar los intereses económicos, sin embargo, todos los países coinciden en que los recursos que tiene la Antártida serán decisivos en la determinación del panorama geopolítico del futuro.

En esta línea, Estados Unidos fortalece sus posiciones en la región. En los últimos años acompañó el mencionado discurso científico con un buen respaldo naval. El “Future USAP” es la parte del Programa Antártico Estadounidense (USAP en inglés) que asegura un horizonte de 35 a 50 años para la actividad científica e incluye remodelaciones y mejoras edilicias, en la logística y la tecnología en las bases74. Asimismo, el Senado de los Estados Unidos destina un presupuesto de mil millones de dólares (unos 15 mil millones de pesos argentinos) para la construcción acelerada de un rompehielos para el servicio de Guardia Costera (CG en inglés)75 (símil Prefectura) que se sumará a los veteranos, pero excelentes, rompehielos pesados de investigación con que cuenta EEUU, el RV Laurence M. Gould de 1997, el RV Nathaniel B. Palmer de 1992 y el CG Polar Star de 197676.

Como ya se mencionó líneas arriba, el USAP tiene una base de operaciones en la ciudad neozelandesa Chrischurch, desde donde realiza una centena de vuelos para el transporte de miles de pasajeros y toneladas de carga, fundamentalmente mediante las aeronaves LC-130 “Hércules”, los mismos que tiene Argentina pero adecuados con patines que les posibilitan anevizar sobre nieve o glaciares, aumentando considerablemente sus capacidades operativas (loa Hércules argentinos están incapacitados para esta operación ya que el Reino Unido bloquea la adquisición de los patines al fabricante de Estados Unidos). A la vez, EEUU fortalece más sus posiciones en puntos cercanos a la Antártida mediante los puertos de Punta Arenas (Chile) y las negociaciones con el gobierno argentino para abrir una base “logística de apoyo a la actividad científica” en Ushuaia77.

Este es apenas un panorama que muestra el posicionamiento sobre la Antártida de algunas de las potencias y sus aliados. Más allá de lo

74 https://future.usap.gov/ 75

http://en.mercopress.com/2016/06/02/us-defense-bill-includes-one-billion-dollars-to-fund-a-new-polar-icebreaker 76 www.nsf.gov 77

http://www.lanacion.com.ar/1898877-el-gobierno-retoma-el-intercambio-militar-con-estados-unidos

introductorio del apartado, se ve claramente que, como señala la periodista chilena Paula Lighton, las tensiones están aumentando silenciosamente en relación con la soberanía sobre el continente antártico, los recursos de su territorio y de sus alrededores, cuyo reclamo y explotación están congeladas por el Tratado Antártico, al menos hasta el año 2048. Ese es el momento estipulado para realizar algunas modificaciones tendientes a relajar la explotación de los recursos, siempre y cuando la mayoría de los miembros consultivos voten afirmativamente78. Sin embargo, en vistas a las fuertes inversiones que realizan fundamentalmente las potencias y las tensiones generadas, los conflictos que debieran plantearse y comenzar a resolverse a partir del 2048 podrían precipitarse.

Ahora bien ¿qué sucede con los planes antárticos en Latinoamérica? ¿Acaso es esperable que alguno de los países por su cuenta haga frente a las exigencias impuestas por las potencias y por el propio continente? De no ser así ¿se caerá en la vieja y fracasada postura de apoyarse en alguno de los imperios para forcejear contra los otros? ¿O, de forma distinta, se vislumbrará algún futuro de unidad grande entre los países de Centro y Sudamérica?

IV. 3. Retomar la senda de Pujato y Perón. Planificación estratégica.

Hace pocos meses el Director del Comando Antártico del Ejército Argentino expresó que la de “La Antártida es una de las políticas de Estado más perennes de la Argentina”79 y, citando al Plan Estratégico de Pujato, dijo que hay que “pensar a cien años, como hizo él”. La coincidencia sobre este último comentario es total. Por el contrario, y por lo expresado en los puntos anteriores, la idea de Antártida como política de Estado para un país pretendidamente soberano e independiente dista de la que mantuvieron los gobiernos que se sucedieron desde las últimas cuatro décadas.

Vale considerar algunos aspectos históricos para comprender cómo se llega a la gloriosa era Pujato-Perón.

78 http://www.scidev.net/america-latina/bioprospeccion/especial/mundo-en-desarrollo-busca-su-parte-del-bot-n-en-ant-rtida.html 79 http://www.telam.com.ar/notas/201606/150126-plan-antartida-politica-de-estado.html

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Como relata el historiador antártico Pablo Fontana en su libro “La Pugna Antártica”, la Antártida fue el último continente en ser habitado y se desconoce la pertenencia de las primeras huellas humanas que lo transitaron y propone que, probablemente por la cercanía, pudieron ser los habitantes primitivos de la Tierra del Fuego o los maoríes venidos de Oceanía80. Aún en los períodos modernos no queda claro cuál de los exploradores oceánicos de los diversos países fueron los primeros en recorrer la Antártida. Hacia mediados del siglo XVI y principios del XVII comienza a encontrarse registros documentando la existencia de tierras en zonas australes, cuando el explorador Gabriel de Castilla divisó en 1603 las que probablemente sean las islas que forman el archipiélago de las Shetland del Sur, ubicadas al noroeste de la península antártica. A mediados del siglo XVIII, al mando del navío español Santo Christo del Auxilio y Nuestra Señora de los dolores, Gregorio Jerez descubrió un grupo de islas en el Atlántico Sur a las que llamó Islas de San Pedro, por el Santo de ese día. Alrededor de 20 años después el capitán inglés James Cook circunnavegó el continente sin llegar a divisar tierra antártica, y a su regreso desembarcó en las Islas San Pedro “redescubriéndolas” y nombrándolas Georgias del Sur, en referencia a su Rey Jorge III. La presencia de rioplatenses se remonta a esta época. A fines del S. XVIII embarcaciones foqueras de orígenes varios actuaban en aguas antárticas especialmente en las Islas Shetland del Sur. El entonces Coronel de marina Guillermo Brown fue conducido por un temporal hasta los 65º de latitud Sur en 1815, en cercanías de tierras antárticas. Brown se encontraba al servicio de la guerra independentista bajo pabellón celeste y blanco hostigando a la flota española. Dos años después de la declaración de la Independencia, el Consulado en Buenos Aires otorgaba permisos para caza de lobos marinos y el buque San Juan Nepomuceno, perteneciente a las Provincias Unidas de Sud América, cazaba lobos y focas en las Shetland, lo mismo que el navío Espíritu Santo matriculado en Buenos Aires. Hacia 1820 dos expediciones, una rusa al mando de Bellingshausen y otra estadounidense comandada por Palmer, realizaron los mayores descubrimientos antárticos de entonces. Durante las siguientes dos décadas se realizaron importantes expediciones en su

80 Fontana, op. cit., pág. 23 y siguientes.

mayoría europeas y estadounidenses, quedando las de las Provincias Unidas del Río de la Plata relegadas por el agotamiento durante la prolongada guerra independentista y los sucesivos conflictos internos. A pesar de esto, hubo algunos avances cuando el 10 de junio de 1829 el gobierno de Buenos Aires creó la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos, intentando controlar la actividad desenfrenada de los foqueros.

La invasión inglesa a las Islas Malvinas en 1833 y el desalojo de la población local significó el retraso del control argentino sobre el sector antártico, situación que se repite de forma agravada en la actualidad desde la derrota en Puerto Argentino en 1982.

Aun así, las actividades argentinas en los mares del sur continuaron y fue el famoso marino Luis Piedra Buena quien visitó tierras antárticas hacia mediados del S. XIX como invitado del comerciante William Horton Smiley, formando parte de la tripulación del buque John E. Davidson. Una de las órdenes que siguió Piedra Buena fue reconocer la costa de la actual Isla Belgrano; posteriormente navegó aguas antárticas en su barco Espora con el objetivo de cazar focas.

Recién hacia 1880 hubo impulso institucional nacional para tareas antárticas cuando el recientemente creado Instituto Geográfico Militar (IGM) contactó, mediante su creador Dr. Estanislao Zeballos, al explorador polar italiano Giacomo Bove en busca de apoyo del Instituto para realizar una “Expedición Científica Argentina al Antártico”. Si bien el proyecto fue muy bien recibido e impulsado por el personal del IGM y por la colectividad italiana quienes se aunaron para conseguir apoyo, el proyecto se frustró porque el gobierno decidió cambiar las prioridades. En 1882 resurge la idea mejorada cuando el profesor Eugenio Bachmann de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) propone hacer una expedición e instalar bases en la Antártida con el fin de afianzar allí la soberanía argentina y realizar estudios científicos. A pesar del entusiasmo del personal del IGM y la UNC, no se consiguieron los fondos. En 1896 el IGM presidido por el Dr. Francisco Seguí elaboraría un nuevo proyecto para realizar una expedición científica a las Islas Shetland del Sur a fin de mejorar el conocimiento de la geografía nacional. Entre sus objetivos estaba la instalación de un puerto de emergencia para los buques que cruzaban el Cabo de Hornos. Una vez más, a pesar del entusiasmo de todo el

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personal y del consentimiento del Ministerio de Marina, la expedición se frustró.

Además de los proyectos científicos institucionales frustrados, la Argentina mantuvo una prominente actividad comercial en la Antártida llegando a otorgar varias licencias de pesca e instalación de factorías balleneras y foqueras, asimismo otorgando permisos de exploración.

Los primeros años del S. XX constituyen un período determinante para la presencia argentina en la Antártida, momentos en que el Estado, a través del heroísmo y solidaridad de sus ciudadanos, pasa a actuar directamente en las aguas antárticas y estableció presencia permanente que hasta hoy se mantiene ininterrumpidamente, continuidad que es base fundamental para los reclamos argentinos de soberanía.

La etapa heroica hacia la Antártida cuenta con nombres tan ilustres como el del geólogo sueco Otto Nordenskjöld, quien al mando del motovelero Antarctic arribó a Buenos Aires hacia fines de 1901 buscando apoyo del gobierno argentino, el cual se lo otorgó a cambio de incluir en la expedición al joven meteorólogo argentino Alférez José María Sobral. Los hombres de esta expedición quedaron aislados durante un año en la Antártida, recorriendo a pie o en trineos con perros más de 500 km. Al año siguiente, el Antarctic vuelve a la Antártida partiendo de las Malvinas para replegar a los expedicionarios de Nordenskjöld, quienes inesperadamente deben mantenerse un año más en el continente ya que el buque comandado por el noruego Larsen quedó atrapado en el hielo y terminó hundiéndose. Los desafortunados náufragos se refugiaron en la Isla Paulet luego de izar una bandera sueca y otra argentina. Al no haber noticias de los expedicionarios, en el invierno de 1903 el Dr. Francisco Pascasio Moreno tuvo la iniciativa de enviar la cañonera Uruguay en misión de rescate, zarpando hacia el sur en octubre de ese año al mando del celebérrimo Teniente de Navío Julián Irízar. Un mes después uno de los grupos de expedicionarios atrapados en la Antártida divisó a la Uruguay; posteriormente fueron recuperados los otros dos grupos en que había quedado dividida la expedición. Así se refería Sobral en esos momentos de inmensa alegría:

“Fue un momento indescriptible (…) me sentí orgulloso de mi patria, me sentí orgulloso

de ser compañero de esos que hasta allí fueron con la Uruguay”81.

Finalmente, luego de una tempestuosa vuelta a Sudamérica, regresaron a Buenos Aires el 2 de diciembre de 1903 donde fueron recibidos primero en el río por numerosos barcos con más de diez mil personas y luego en las calles porteñas por una multitud que los ovacionaba. A la semana siguiente Nordenskjöld pronunció un discurso agradeciendo profundamente al gobierno argentino por semejante empresa. En tanto Sobral, nuevo héroe nacional, expresó:

“Tomemos posesión de esas tierras y dominemos esos mares, hoy inhabitados, pero que están a la misma latitud que otros en el norte donde florecen ciudades populosas… cuando el sol de Mayo se mire de frente con las auroras australes, los que contemplen ese soberbio espectáculo, aclamarán los nombres de la generación actual”82.

Al regreso de su estancia en Suecia donde se desempeñó como geólogo bajo el ala de Nordenskjöld, Sobral expresó:

“Aunque a muchos no les parezca, nuestros futuros intereses en los mares del sud están en juego; de los pasos que demos estos años dependerán nuestros derechos en los venideros; todo lo que está al este del meridiano 70, es nuestra natural herencia y no debemos abandonarla; exploremos el Sud, que todavía no sabemos todas las riquezas que nos puede dar…”83 84.

En 1904 el gobierno argentino dio otro paso decisivo al comprar el observatorio magnético y meteorológico construido por la expedición escocesa de William Speirs Bruce en la Isla Laurie, perteneciente al grupo de las Islas Orcadas del Sur. En febrero de ese año se celebró la ceremonia de traspaso, momento en que fue izada la bandera argentina y se arrió la escocesa. Así, el 22 de febrero los argentinos celebramos el día de la Antártida Argentina. Ahí mismo quedó instalada la primera oficina de correos que funcionó en forma permanente.

Los británicos no se quedaron quietos ante las acciones de los expedicionarios y

81 Fontana, ibíd., pág. 32. 82 Fontana, ibíd., págs. 33-34. 83 Fontana, ibíd., págs. 34-35. 84 En esta época estaba en auge el desarrollo de los conceptos del Alte. Storni sobre los intereses argentinos en el mar, quien instaba a dedicar todo el esfuerzo necesario para lograr el conocimiento profundo del Atlántico Sur. Intereses Argentinos en el Mar. Vicealmirante (RE) Segundo R. Storni. 1952. Centro Naval – Instituto de Publicaciones Navales.

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navegantes de Argentina impulsados por su gobierno y como respuesta produjeron hostilidades como dar la orden de arriar la bandera argentina bajo amenaza de abrir fuego con cañones sobre la factoría instalada en la Isla San Pedro y declarar que todo lo ubicado al sur de las Malvinas acababa de convertirse en posesión británica, entre otras. Así, luego de estos intensos primeros años donde Argentina sentó presencia ininterrumpida en el continente antártico, las actividades continuaron sin grandes sobresaltos, aunque con esporádicos choques con la corona británica hasta la Segunda Guerra Mundial. De este modo, como señala Fontana, la disputa con el imperio dejó los confines de las islas en el Atlántico Sur y se extendió a las tierras polares, las que también quedarían inmersas en el contexto de la Segunda Guerra por las cada vez más frecuentes y significantes expediciones que las potencias beligerantes llevaron a cabo con claros fines de establecerse en la Antártida y dirimir también ahí sus disputas.

En el contexto de Guerra Mundial ya lanzada y de acuerdo con que debían ser frenadas las acciones de las potencias imperialistas, particularmente de Gran Bretaña, las Repúblicas hermanas de Chile y Argentina, aún sin tener definidos los límites del sector antártico reclamado por cada país, firman una declaración conjunta en marzo de 1941 que dice: “Existe una Antártida Americana que es parte integrante del Hemisferio Occidental. A virtud de antecedentes geográficos, históricos y jurídicos y aparte de otros títulos, la República Argentina y Chile tienen derechos de soberanía indiscutibles en dicha zona, derivados de su mayor proximidad o vecindad con ella” 85.

Por su parte Gran Bretaña llevó a cabo la Operación Tabarín entre 1943 y 1945. Si bien la operación contó con una fachada según la cual estaba dirigida a frenar las acciones de los nazis en la Antártida, el objetivo real fue instalar cuatro bases permanentes en la Península Antártica y las islas cercanas, de modo de lograr la ocupación efectiva de la zona y fortalecer el reclamo de la corona frente a un posible arbitraje internacional en la disputa con Chile y Argentina. La importancia que los británicos otorgaron a esta operación fue tal que implicó la participación del Colonial Office, el Comité de Exploración, el Almirantazgo británico, el Foreing Office, el

85 Fontana, ibíd., pág. 105.

Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Transporte de Guerra y agentes de la Corona86.

La llegada al poder del Grl. Perón da un nuevo panorama a la cuestión antártica. Perón pretende el desarrollo de la Antártida Sudamericana y, particularmente, reaviva el espíritu del Abrazo de Maipú87 fortaleciendo las relaciones bilaterales con Chile, esta vez para enfrentar las prepotencias del imperio británico.

La visión panamericanista y antiimperialista de Perón fue concretándose en base a múltiples acuerdos bilaterales de cooperación y complementación con los países vecinos, implementación de las campañas anuales con la construcción de numerosos destacamentos, bases y estaciones científicas, algunas de carácter permanente, transformando a la Argentina en líder científico de la Antártida. Cada acción argentina fue respondida por los británicos de diversas formas hostiles, llegándose incluso al enfrentamiento armado. De este modo, en marzo de 1946 el gobierno argentino decidió ampliar su presencia en la Antártida mediante el Decreto 8507/46, sumando un gran esfuerzo interministerial y aumentando el número de integrantes de la Comisión Nacional del Antártico, creada previamente durante la presidencia de Ortiz. La Comisión diseñó un plan general de ocupación y administración efectiva del Sector Antártico Argentino que pretendía: 1) determinar la zona delineada por Argentina, 2) analizar los medios necesarios para llegar a un acuerdo con otras potencias interesadas en la Antártida, y 3) planificar una expedición que a través de la ocupación directa fortaleciera los derechos argentinos. En base a estos objetivos la Comisión diseñó el siguiente Plan Nacional Antártico que preveía: 1) aumentar la capacidad meteorológica, 2) relevar la costa y la Península Antártica, 3) hacer presente a la Flota de Mar, 4) analizar el valor geoestratégico de la Península Antártica, 5) instalar una estación permanente en la región noroccidental de la Península Antártica, 6) utilizar con mayor amplitud las exploraciones aéreas y la aerofotogrametría, estudiar las

86 Fontana, ibíd.., págs. 154 y siguientes. 87 En 1818 los Generales Libertadores O´Higgins y San Martín sellaron con un abrazo la unión de los pueblos chileno y argentino para enfrentar a los realistas españoles. Ese mismo espíritu está plasmado en el nombre que recibe un refugio antártico instalado por Argentina en 1967, administrado por el Ejército Argentino y el de Chile, ubicado en el Cerro Dos Gemelos, Península Antártica. Fontana, ibíd., pág. 173.

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mareas antárticas y compararlas con las americanas, 7) efectuar estudios científicos localizados y móviles, 8) estudiar y ensayar aspectos de la aclimatación y 9) adquirir buques y aviones adecuados para el medio.

Mientras tanto, en julio de 1946, la Cámara de Diputados votó unánimemente elevar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, y en noviembre la Comisión Nacional del Antártico expuso ante el Ministerio de Relaciones Exteriores la necesidad urgente de realizar viajes de exploración y fijar nuevos asentamientos permanentes en la Antártida, debido al avance de los británicos.

En tanto se sucedían las hostilidades británicas, en 1947 Argentina fortalecía sus posiciones antárticas con la construcción de nuevas bases y la colaboración con los países vecinos, y dejaba en claro que, rechazando las pretensiones británicas sobre la Antártida Argentina “el único problema a resolver –para lo cual existe la mejor voluntad entre las partes- es la frontera antártica chileno-argentina” 88.

En 1948, en un clima de alta tensión, el Grl. Perón ordenó un gran despliegue de la Flota de Mar hacia la Antártida para reafirmar los derechos argentinos sobre el territorio. La movilización fue tal que la flota británica en el Atlántico Sur no podía enfrentarla. Se movilizaron ocho buques de guerra, un hidroavión, destructores, buques de transporte y más de 3000 tripulantes a cargo del Vicealmirante Juan M. Carranza89. En el plano político y diplomático internacional se sucedieron las declaraciones de los gobiernos de Venezuela y Chile contra la presencia británica en la Antártida y las Malvinas como “restos de coloniaje en América” y “resabios de antiguos imperialismos europeos” que amenazan a una América que ya “no vive desarmada y desunida como para que se realice una agresión por parte de una potencia extra continental” 90.

El año 1949 significó la merma en la tensión entre los tres países que disputan el triángulo donde se ubica la Península Antártica, Argentina, Chile y Reino Unido. El Presidente Perón, durante el discurso de apertura del período legislativo de ese año, aclaró que esta tregua no disminuía la fortaleza de la

88 Declaración del Ministro de Relaciones Exteriores de Perón, Juan Atilio Bramuglia. Fontana, ibíd., pág 181. 89 Fontana, ibíd., pág. 192 y siguientes. 90 Fontana, ibíd., págs. 199-201.

reivindicación argentina sobre la Antártida. Las tres partes firmaron un acuerdo naval comprometiéndose a no enviar más buques de guerra a la zona ni hacer demostraciones navales al sur del Paralelo 60. Esto se mantuvo con renovaciones anuales hasta la firma del Tratado Antártico.

A pesar de los acuerdos firmados ni Argentina ni Gran Bretaña se quedaron de brazos cruzados. Argentina comenzó a dar mayor participación antártica a la Fuerza Aérea y los británicos volvieron a hacer una nueva provocación al incautar las instalaciones argentinas en las Islas Georgias. Ante el nuevo atropello, el Grl. Perón abrió el período legislativo de 1950 con un discurso en el que afirmaba que en la ciudadanía del país se había creado una clara conciencia de todos los derechos, de modo tal que ningún argentino ignoraba que la unidad geográfica nacional se extendía hasta el mismo polo sur91.

En este momento entra en escena el Coronel Hernán Pujato, un hombre de profundo patriotismo que sería llamado a convertirse en el artífice de la presencia argentina en la Antártida. Este entrerriano de la ciudad de Diamante nacido en 1904, egresó del Colegio Militar de la Nación veinte años después como Subteniente de Infantería, posteriormente se formó como escalador y esquiador militar, realizando diversos ascensos incluyendo el Aconcagua. Un excelente deportista que cosechó medallas en tiro, esgrima y natación, además de ser timonel y piloto aviador. Luego de su formación en la Escuela Superior de Guerra y de haber sido nombrado jefe del Estado Mayor de la Agrupación Patagonia en Comodoro Rivadavia, donde realizó arriesgadas expediciones por los Andes patagónicos, fue destinado a Bolivia como agregado militar. Estando en esa función, en el año 1948 se encontró con el Presidente Perón de visita oficial por el vecino país, ocasión en que Pujato le expone sus planes antárticos92. “Si nosotros decimos que aquello es nuestro, tenemos que estar ahí”, le manifestó Pujato a Perón. Tras una entusiasta recepción del proyecto por parte del General, el Coronel puso manos a la obra y en 1949 le entregó al Poder Ejecutivo un Plan Antártico de cinco puntos: 1) presencia efectiva del Ejército en el lugar para promover la conciencia antártica, 2) creación de un organismo científico específico, 3) fundación de un poblado, 4) adquisición de un

91 Fontana, ibíd., pág. 205 y siguientes. 92 Fontana, ibíd., pág. 213 y siguientes.

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rompehielos y 5) alcanzar el Polo Sur. “Si tengo una casa con un fondo largo y nunca llegué hasta la tapia, el día de mañana entrará cualquiera y me negará que sea mía”, declaró el entonces Coronel. Pujato continuó con su preparación y participó en Alaska de un curso de supervivencia polar dictado por el Ejército de Estados Unidos, en parte pagado por él mismo (también de su bolsillo adquirió los perros para el arrastre de los trineos que serían utilizados en las bases antárticas argentinas). Entre otras tantas, esta fue una característica extraordinaria de Pujato, la total ausencia de interés personal y ambiciones materiales, colocando en primerísimo lugar el interés nacional, especialmente lo referente a la defensa de la soberanía antártica. A principios de 1950 participó de los ejercicios polares de invierno del ejército sueco y en setiembre de ese año Perón le comunicó su interés por la realización de una expedición científica en la Antártida. Pujato se dedicó a escribir el plan de la misión que sería aprobado por el gabinete de ministros, y se abocó de lleno a resolver todos los detalles logísticos de la expedición, aún el desafortunado accionar de quienes le negaron la colaboración oficial para proveerlo de un buque necesario para semejante empresa. De modo que recorrió las navieras privadas con el objetivo de conseguir el transporte, recibiendo el apoyo de los hermanos Pérez Companc, quienes aportaron el buque Santa Micaela por el valor simbólico de un peso para su alquiler.

Tras meses de meticulosos preparativos y entrenamiento, el gran momento llegó el 12 de febrero de 1951. En el Puerto de Buenos Aires, una multitud encabezada por Perón y Evita, despedía a la “Primera Expedición Científica Argentina a la Antártida”. En esa ocasión dijo el presidente Perón:

“Siento inmensa satisfacción como Presidente de la Nación, en hacer de cada uno de estos muchachos un hombre que parte para una empresa a la que voluntariamente dedican su vida y sus conocimientos. Hago también presente la inmensa satisfacción que experimento al ver que entre tantos hombres que piden ir a Europa y a los Estados Unidos, hay algunos que lo hacen para sacrificarse por el país… Por esa razón es que al despedirlos los felicito y tengo la absoluta seguridad de que han de salir triunfantes en la empresa que acometen… Ya he hablado con el Jefe de la Expedición y le he dado mis consejos de soldado y amigo… La Antártida Argentina

representa la región más alejada y polar del territorio de nuestra Patria…”.

Un mes después, y luego de un viaje colmado de dificultades por lo inadecuado del buque y el maltrato dado por los mares del sur, la expedición comandada por Pujato inauguró la Base General San Martín del Ejército Argentino, siendo el primer asentamiento argentino al sur del Círculo Polar Antártico y constituyendo la base más austral del mundo93. En esta misma base y por pedido de él descansan los restos mortales del Grl. Pujato.

En abril de 1951, el Presidente Perón honró a Pujato con la creación del Instituto Antártico Argentino al que dio su nombre y le entregó la dirección. El Instituto se estableció en edificio de la Calle Cerrito 1248 del que ya se ha hablado aquí94. Las instalaciones fueron dotadas de laboratorios de química y geología, un museo y taller de taxidermia, un laboratorio de fotografía, un gabinete de cartografía, una sala de conferencias y una biblioteca especializada. Mientras tanto, Pujato enviaba desde la Antártida mensajes insistiendo en la compra de un rompehielos para poder avanzar en los planes futuros, a fin de penetrar en el Mar de Weddell y explorar la región del Territorio Antártico Argentino que aún no había sido visitada por ningún ser humano. En noviembre de ese año, las elecciones presidenciales vuelven a dar a Perón como candidato ganador con el 63% de los votos. Fueron las primeras elecciones en que participaron las mujeres y las bases antárticas, aportando “8 corazones criollos, 8 votos peronistas” 95 desde el sur, correspondientes a cada uno de los miembros de la expedición.

La Bahía Esperanza, donde actualmente funciona la base del mismo nombre, sería el lugar elegido para el asentamiento de la población permanente proyectada por el plan de Pujato. Al regreso de la expedición, la heroica dotación comandada por Pujato recibió los homenajes del Presidente de la República y comenzaron inmediatamente con la organización de la próxima expedición cuyo carácter ambicioso incluía la adquisición del rompehielos para lograr la primera penetración de la historia por el Mar de Weddell. Así, los

93 También lo hacen los de sus compañeros fallecidos en Copahue, Provincia de Neuquén, durante los entrenamientos previos a iniciarse la Expedición: Teniente 1ero Arnoldo Serrano, Subteniente Adolfo Molinero Calderón, Soldado Emiliano Jaime. 94 Ver “Ajuste, remate y despido: vaciamiento de la Política Antártica.” en este documento. 95Fontana, ibíd., pág. 223.

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cinco puntos proyectados por Pujato estaban cerca de concretarse.

Mientras continuaban los proyectos de Pujato en las siguientes campañas antárticas, el acuerdo tripartito firmado por Argentina, Chile y el Reino Unido quedaba oculto por las acciones comandadas por el Primer Ministro británico Winston Churchill que veía en los planes de Perón peligrar los dominios británicos en el Atlántico Sur96. Creyendo en un plan argentino para recuperar las Malvinas, en el verano de 1953 Churchill ordenó movilizar refuerzos hacia la zona y en una nueva ofensiva sobre posiciones argentinas en la Isla Decepción desembarcaron 30 soldados de infantería armados, detuvieron a la dotación argentina ahí presente, destruyeron e incendiaron el refugio argentino y el chileno, desarmaron el mástil y arriaron la bandera argentina, también robaron toda la documentación con los planes y acciones argentinas de carácter "confidencial”. En esos momentos Perón llegaba a Chile para visitar al Presidente trasandino Ibáñez del Campo. Juntos protestaron y exigieron una explicación y disculpa por lo sucedido; una posición frecuente entre ambos países sudamericanos para enfrentar el atropello del Reino Unido en el ámbito antártico. Además, se acordó reunir buques miliares de ambos países en la Isla Decepción para reconstruir las instalaciones y se convino que “la acción bélica de la escuadra inglesa contra cualquiera de las escuadras, la chilena o la argentina, sería repelida por ambas en la forma más enérgica posible”; a la vez que el gobierno estadounidense quiso, infructuosamente, romper esa alianza intentando convencer al chileno de no actuar en conjunto con el argentino. Paralelamente, los británicos demostraban su reciente poder atómico detonando sus bombas en islas del océano índico. A su vez, el pueblo argentino, muy consciente de la situación antártica y de los atropellos del Imperio, manifestaba en las calles y frente a la embajada británica donde una enfurecida manifestación de obreros, estudiantes, profesionales e instituciones con carteles como “Muerte a los usurpadores ingleses” rechazaron la agresión imperial. Al mismo tiempo el gobierno de Perón comunicó a todos los ministerios el ambicioso “Plan de Difusión Antártica”, mediante el cual se intentaba concientizar aún más a la población civil y militar difundiendo por todos los medios la cuestión antártica: libros, folletos,

96Fontana, ibíd., pág. 251 y siguientes.

fotografías, artículos, sellos postales, concursos, inclusión en los programas escolares con viajes a la Antártida para los mejores alumnos, películas, noticiarios, dibujos animados, conferencias, premios, afiches en estaciones de ómnibus y ferrocarriles, en la flota mercante, en la de Aerolíneas Argentinas y también difundir en el exterior. Más allá del plan de difusión, la prensa mundial se hizo eco de los acontecimientos y, salvo los súbditos del Reino Unido, el resto coincidió en condenar el atropello anglosajón, particularmente los países que habían sufrido las acciones imperialistas y los latinoamericanos, destacándose Brasil y Guatemala de Jacobo Arbenz. En tanto que en España los medios hacían referencia a las Malvinas y Gibraltar.

El plan estratégico de Pujato y la época gloriosa de éste con Perón en torno a la Antártida pueden resumirse en algunas ideas expresadas por ellos mismos:

“La posesión del territorio antártico se nos disputa. Inspirémonos en los Padres de la Patria y siendo dignos de ellos sepamos defender lo que pertenece a la Nación Argentina”97. “Hablando de Antártida, ningún argentino puede dejar de asociar a esta región el recuerdo de nuestras Malvinas.”98 (H. Pujato).

“Ellos, que han abierto la primera picada en esto, que será una marcha permanente hacia toda la Antártida Argentina, tendrá para la historia, en la puerta de esa primera picada, sus nombres grabados como argentinos que merecen el reconocimiento de la Patria. Sobre las tierras que nos pertenecen por todos los títulos habidos, defenderemos nuestros derechos.” 99 (J. D. Perón).

Conclusiones finales

La política antártica debe ser, ante todo, una acción de gobierno. Pero es indispensable, para que tenga nervio y continuidad, que sus objetivos arraiguen en la nación entera, que sean una idea clara, un convencimiento de las clases dirigentes, y una aspiración constante de todo el pueblo argentino.

La pretensión de una Argentina independiente y soberana en el Atlántico Sur y la Antártida requiere la urgente preparación de todos los hombres y mujeres de la Nación para

97 Fontana, ibíd., pág. 235. 98 Soberanía Argentina en la Antártida. General Juan Perón. Nota publicada por la Comisión Nacional del Antártico, 1948, pág. 41. 99 Fontana, ibíd., pág. 246.

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enfrentar las enormes presiones y atropellos generados por las disputas imperialistas sobre nuestras posesiones. Los responsables de ejecutar las políticas en estos asuntos elegirán entre dos caminos opuestos: retomar la gloriosa senda de hombres como Pujato cuyo desinteresado esfuerzo engrandeció a la Nación, o borrar su nombre de la conciencia de los argentinos para continuar con el retiro estratégico al que someten a la Patria.

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Capítulo V Algunas definiciones sobre Defensa Nacional

“El verdadero arte de la guerra es hacer

que el adversario pierda ánimo y dirección, que su ejército sea inservible. El mérito máximo es quebrar la moral del enemigo para que este desista del combate.” Sun Tzu

a defensa nacional es parte indubitable de las llamadas políticas de Estado, o, como formula en su ensayo el Coronel (R) Dn.

Francisco Javier de Guernica100, es parte de la Gran política. Sus componentes son multidisciplinarios, incluyen la diplomacia, la economía, la ciencia y la técnica, la educación, la cultura, la estrategia, etc., y se vincula por múltiples vasos comunicantes con todas las políticas que diseña el Estado nacional para el cumplimiento de los que es, o debería ser, el objetivo nacional que mancomuna a la inmensa mayoría de sus ciudadanos. La defensa nacional no es, ni mucho menos, una mera cuestión

100 Defensa nacional, desafío de nuestro tiempo. Coronel (R) Dn. Francisco Javier de Guernica, CUADERNOS para el

encuentro en una nueva huella argentina N° 1 (reedición N° 18).

militar, sino un sistema de políticas que, sabiamente conjugadas, permiten a la nación proyectarse hacia el futuro, afirmando en el presente su condición independiente y soberana.

Cabe recordar que la Nación Argentina aún no ha completado el mandato de los congresales reunidos en Tucumán el 9 de Julio de 1816. A instancias del Diputado por Buenos Aires Pedro Medrano (1769-1840), se agregó al acta de la Independencia a continuación de la propuesta de emancipación “de los reyes de España, sus sucesores y metrópoli”, la expresión “y de toda otra dominación extranjera”. La propuesta fue aprobada por los congresistas allí reunidos. La Argentina es una nación con parte de su territorio usurpado por una potencia militar extranjera, y dentro de su propio territorio continental, existe un manifiesto dominio extranjero sobre bienes y recursos, incluso territorial, como es el caso, entre muchos otros, del magnate británico Joseph Lewis, quien con su guardia privada armada impide el acceso de los ciudadanos argentinos a territorios sometidos a la legislación argentina ante la indiferencia de las autoridades nacionales y provinciales.

L

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La cuestión Malvinas – 60 – Una realidad vigente

Dijo el Tte. Gral. Juan Domingo Perón, en su Conferencia pronunciada en el Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata el 10 de junio de 1944:

“Las dos palabras ‘Defensa Nacional’

pueden hacer pensar a algunos espíritus que se trata de un problema cuyo planteo y solución interesan e incumben únicamente a las Fuerzas Armadas de una Nación. La realidad es bien distinta. En su solución entran en juego todos sus habitantes, todas las energías, todas las riquezas, todas las industrias y producciones más diversas, todos los medios de transporte y vías de comunicación, etcétera, siendo las Fuerzas Armadas únicamente (…) el instrumento de lucha de ese gran conjunto que constituye ‘la Nación en armas’.”

Por su parte, el Mayor (R) Jorge Manuel

Vizoso Posse101 señala: “Defensa nacional son las acciones políticas

de los Estados o naciones para impedir o rechazar los ataques militares que eventualmente que pudieran realizar otros estados-naciones.

Hay una premisa en defensa nacional que nunca debe ser olvidada: aquello que no se prepara, a la hora de su requerimiento no se tiene. Prever para proveer se refiere a la necesidad de planificación para el desarrollo de todos los componentes necesarios para la defensa nacional. Las acciones más tradicionales relacionadas con la defensa nacional son las que están referidas a las fuerzas armadas y a la guerra; íntimamente relacionadas con la defensa nacional como la provisión de materias primas estratégicas, la industria básica y la ocupación del territorio.”

Una defensa nacional exitosa es aquella que

garantiza la existencia de la Nación frente a la voracidad de las potencias que aspiran dominar a las demás naciones. La Argentina padece la fractura de su territorio de parte de una potencia colonialista. Este solo hecho debería acicatear a las autoridades a formular una política de Defensa Nacional que garantice, por un lado, la integridad de la Nación Argentina y, por otro, la restitución de sus territorios hoy usurpados. Debe ser una política de Defensa

101 Por su actuación en Malvinas fue condecorado con la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate, máxima condecoración que la Nación otorga a sus ciudadanos por acciones de guerra heroicas.

Nacional que garantice la seguridad, la disuasión, y acompañe una activa diplomacia en pos de restablecer la integridad territorial hoy cercenada. “La guerra y la paz se interrelacionan con la defensa y la diplomacia. Esta última es ineficaz sin el instrumento militar que la acompañe por acción o disuasión, nunca por omisión”.102

Frente a los designios de dominio de las grandes potencias, la Nación Argentina debe estar en condiciones de recuperar su integridad en cualquier tiempo y del modo que las circunstancias se lo ameriten.

Una política de indefensión nacional

Nuestro país ya no tiene pilotos de guerra. En poco tiempo carecerá de pilotos de aviones pesados. Y está en discusión si, en efecto, contará con una fuerza aérea moderna y entrenada. La propuesta de compra de aviones Texan a EEUU, en desmedro de los Pucará de fabricación nacional, o de Aermacchi de fabricación italiana, expresa, en cierto grado y medida, la aceptación de parte del Estado argentino de la imposición inglesa de no volver a contar con aviones de guerra y pilotos adecuadamente entrenados para un posible conflicto bélico. Incluso, las versiones que señalan la conformación de organismos de aviación dentro de la Gendarmería Nacional refuerzan aún más esta situación. Las acciones de los pilotos argentinos durante la guerra por las Malvinas, quienes con aviones antiguos o incluso de entrenamiento, causaron notables pérdidas a la Task Force británica, está en la base de esta exigencia inglesa.

Siendo una nación con un extenso litoral marítimo, y por definición, un país continental y marítimo, con millones de kilómetros cuadrados de territorios marítimos, carecemos buques de guerra y de buques mercantes. Se concretó de este modo una vieja decisión británica que data del siglo XIX, de privar a la Argentina de alguna capacidad naval, cuando se desarticularon las flotas que organizó brillantemente el Almirante Guillermo Brown para la guerra de la independencia nacional y contra el Imperio del Brasil.

Las fuerzas terrestres del ejército padecen incapacidades notorias para su misión de defensa, al tiempo que han sufrido serios cuestionamientos en el pasado reciente (y no se ha disipado la duda en relación al presente), por la posible utilización de esta fuerza para

102 “Defensa nacional – Seguridad Nacional”, conferencia. My. (R) Jorge Manuel Vizoso Posse

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tareas de inteligencia interna, actividades expresamente prohibidas por la Ley de seguridad interior. Basta apreciar el dispositivo militar interno de la Argentina, para comprender que su organización está definida de espaldas al Atlántico sudoccidental, es decir, de espaldas a la potencia ocupante, el Reino Unido de Gran Bretaña a Irlanda del Norte. Por el contrario, el dispositivo militar se orienta hacia adentro de la Nación, demostrando que la hipótesis de conflicto que promueven las autoridades políticas es interior. Los distintos turnos gobernantes se han desentendido de la defensa nacional con argumentos variados pero todos destinados a justificar la indefensión.

Ya fuera porque se teoriza que vivimos en una época donde lo principal de las relaciones internacionales pasa por la “interdependencia” y no por la independencia, y, por lo tanto, es necesario subordinarse a una u otra gran potencia imperialista y colonialista, o porque se especula con un mundo “globalizado”, en el que “sobran” los capitales y el horizonte es “la inversión y la estabilidad”, y la clave para la prosperidad nacional está en “garantizar las ganancias a esos supuestos inversores extranjeros”, los distintos turnos gobernantes han profundizado la destrucción del sistema de defensa nacional como muestra de sumisión ante los poderosos del planeta. La garantía de su condición indefensa está rubricada, entre otros acuerdos públicos y secretos, en los Acuerdos de Madrid de octubre de 1989 y febrero de 1990 plenamente vigentes hasta la actualidad.

La destrucción de todo el sistema de defensa nacional es una imposición de las potencias mundiales, en especial el Reino Unido, como castigo a habernos atrevido heroicamente a defendernos de la agresión militar colonialista británica en Malvinas en 1982. Es lo que definimos como “una política de castigo infinito” de esas potencias.

La pérdida de soberanía sobre los ahora llamados “bienes comunes”.

Cuando el Gral. Mosconi abordó el tema del petróleo, no solo como un problema clave para el desarrollo nacional, sino también, en particular, para una política de defensa nacional, marcó un rumbo que el país ha perdido.

En la historia del desarrollo industrial para la Defensa Nacional hay distintos hitos y personalidades que marcaron un camino que

colocó a la Argentina en una posición de privilegio.

Los generales Mosconi, Baldrich, Savio, Perón, Pujato, los almirantes Storni, Quihillalt, Castro Madero, el Brigadier San Martín, por nombrar solo algunos de los referentes en la cuestión del desarrollo del sistema de defensa nacional, impulsaron en líneas generales un progreso con gran nivel de autonomía y sostenido en el tiempo, de las industrias de defensa o vinculadas a la defensa nacional.

La constitución de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) significó un punto de inflexión ascendente para el sistema de defensa nacional y, a la inversa, sus sucesivas privatizaciones, un rumbo de decadencia ininterrumpido.

La defensa de todos los recursos naturales es parte indisoluble del sistema de Defensa Nacional. El cobre, el oro y el litio, por ejemplo, son componentes fundamentales para la moderna tecnología industrial, pero la política vigente desde hace varias décadas, en especial desde el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 (y que en su esencia no fue modificada por ninguno de los gobiernos que sucedieron a la dictadura cívico-militar desde 1983 a la fecha), es otorgar la extracción de nuestros recursos naturales a los monopolios que dominan el mercado mundial, para exportarlos en bruto, sin ningún valor agregado. Esos mismos elementos vuelven luego, como productos elaborados, a un costo que es entre 10 y 100 veces (o más) del que recibimos por su exportación. Es una vuelta a la Argentina pastoril, desindustrializada, de principios del siglo XX.

En el período de auge de la economía previo a la crisis económica mundial iniciada en el año 2008, los altos precios de las llamadas “comodities” llevó a la mayoría de los países de América Latina a convertirse en proveedores de materias primas de “la locomotora” china, y otras potencias. Con la crisis, comenzó el descenso de esos precios, entre otras razones, porque los países centrales lograron salir a costa de altísimos índices de desocupación y pobreza —incluyendo la desocupación estructural de los que ya no podrán ingresar al mercado de trabajo porque no dominan las nuevas tecnologías. La desaceleración de China y las dudas sobre el futuro de su economía, para tomar el caso del petróleo, provocaron una caída en poco más de un año de 110 dólares el barril a 38 dólares, aunque luego remontó en algo su precio. Los países que

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apostaron a un futuro brillante de la mano del oro negro hoy sufren las consecuencias de esa decisión.

La administración de los Dres. Néstor

Kirchner y Cristina Fernández, de hecho, apostó a la soja, el oro, el cobre, el litio y el hierro de Sierra Grande. El resultado ha sido el desarrollo de una industria altamente dependiente de las importaciones, y altamente concentrada en manos de capitales extranjeros, en desmedro de la industria nacional. A ello se sumó la pérdida del superávit comercial, con todas las consecuencias financieras que implica.

La administración del Ing. Mauricio Macri propone profundizar ese rumbo, diversificando la entrega a las potencias mundiales y avanzando en una matriz productiva reducida a la exportación de granos y otros productos primarios. En su discurso en Davos, reivindicó la Argentina conocida como el granero del mundo. No es una idea novedosa la que expuso el presidente en aquella oportunidad. Si se aprecia el debate sobre el desarrollo económico argentino que se dio con motivo de la ley de petróleo en la década de 1920, se comprobará que por entonces se enfrentaron una propuesta agroexportadora muy vinculada a los intereses británicos y otra, de sesgo industrialista, que cristalizó en la empresa YPF y la designación del general Mosconi como su presidente.

La experiencia nacional de la primera y la segunda guerra mundial dejaron en evidencia que una política antiindustrialista y una matriz productiva reducida a la exportación de granos, resultan calamitosa para la nación.

¿La guerra como funesta posibilidad para la humanidad ha desaparecido del mundo contemporáneo? El ejercicio militar británico durante 12 días en el Atlántico Sudoccidental desdice esta errónea apreciación de la actualidad. Pero mucho más lo desmiente la presentación del misil “Satan 2” (misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat, que reemplazará al misil de mayor carga destructiva de Rusia hasta ahora, el RS-36M Voevoda, conocido por el nombre de SS-18 Satan). Provisto de cabezas nucleares hipersónicas, y capaz de eludir el escudo misilístico de EEUU, tiene una capacidad destructiva de 40 megatones. Rusia no solo ha presentado un desafío militar a EEUU y occidente, sino que lo ha hecho mediante armamento nuclear estratégico, demostrando

que sigue plenamente vigente la doctrina militar de la gran destrucción nuclear.

El mundo actual exige un diseño económico

que contemple la correcta relación entre la industria y el campo para un proyecto de país independiente. Sigue siendo una asignatura pendiente el desarrollo agroindustrial y tecnológico que permita la extracción racional de los recursos naturales, en función de las necesidades nacionales, y su elaboración por la industria nacional, con un desarrollo armónico de todas las regiones del país. Esto es también una cuestión clave para la defensa nacional.

La creciente primarización de una industria atada a la importación de insumos, conlleva a la impotencia para el desarrollo de una producción para defensa acorde a las necesidades nacionales: la compra de uniformes militares (¡¡!!) a China es la muestra descarnada de nuestra realidad. Tampoco se ha hablado de esto en las recientes elecciones. ¡Qué diferencia con lo que nos legaron el visionario Belgrano y los patriotas de Mayo! ¡Qué diferencia con la capacidad de preparación de un ejército y todo lo que ello conllevó, de parte del General José de San Martín!

El problema del control del territorio

La ocupación británica de nuestros territorios plantea un desafío crucial para la subsistencia de la Nación. No es posible tener un control efectivo del territorio continental sin el dominio soberano de Malvinas y demás territorios hoy ocupados por los británicos. El control del territorio es un problema cardinal en la defensa de los intereses nacionales.

El Reino Unido, a través del magnate británico Joseph Lewis, al construir y operar ese gran aeropuerto en Puerto Lobos, Río Negro, obtuvo así un punto de apoyo estratégico para el control territorial continental y un reaseguro a su control de los territorios usurpados en el Atlántico suroccidental. Este control se ve francamente favorecido por el vacío poblacional de toda la Patagonia, que por cierto no es el único. El aeropuerto mencionado fue concedido por la Dra. Garré en su condición de ministro de Defensa y la Dra. Fernández de Kirchner como presidente de la Nación. El Ing. Macri es amigo personal de Lewis y vacaciona en su estancia del Lago Escondido.

El vacío poblacional de la Argentina en vastos territorios — fenómeno que encuentra su explicación en la conformación histórica de la

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Nación Argentina —, es uno de los grandes problemas estructurales a resolver si aspiramos a ser una nación realmente soberana e independiente de todo dominio extranjero.

El problema de la reconfiguración de la propiedad de la tierra y de su revalorización como herramienta productiva y de desarrollo de los pueblos y no para la especulación, es uno de los reclamos más generalizados y pendientes de la realidad nacional. Ese reclamo abarca a enormes franjas de la sociedad, pero es especialmente grave en lo que atañe a los derechos de los pueblos originarios, que sufren un despojo centenario y que los gobiernos tanto de la Dra. Fernández de Kirchner como el del Ing. Mauricio Macri, han profundizado al negarles el derecho al usufructo de sus tierras ancestrales. El “censo” de sus tierras durante la administración Fernández de Kirchner, solo se fue realizado en un 5%, y sin titularización de las mismas. El genocidio silencioso que se está perpetrando contra las naciones y pueblos originarios y criollos en la frontera norte, expresa la continuidad histórica de la política de “exterminio y reemplazo” como señala el Dr. Julio González, y tiene por objeto la apropiación de sus tierras para el narcotráfico (se sabe de la instalación de 10.000 colombianos en la región y una enorme cantidad de pistas de aterrizaje clandestinas), y de los recursos naturales especialmente mineros, hidrocarburíferos y de agua dulce. Para clarificar sobre el tema de la reconfiguración de la propiedad y la producción de la tierra, recomendamos la lectura del último libro del Dr. Julio C. González “Desde la Patagonia hacia Hispanoamérica unida. A propósito del libro de Juan Domingo perón Toponimia Patagónica de Etimología Araucana”, donde aborda en especial la apropiación de la Patagonia Argentina por el imperialismo inglés asociado a lo que Arturo Jauretche denominó “oligarquía invertebrada”. En esa obra el Dr. Julio C. González, recuerda:

“En el año 1880, cuando el General Julio

Argentino Roca, que pasó de Ministro de Guerra del Presidente Nicolás Avellaneda a Presidente de la República, del período 1880-1886, afirmó rotundamente al inaugurar la Asamblea Legislativa para 1880 en el recinto del Congreso Nacional lo siguiente:

‘La Conquista del Desierto ha terminado.

Ahora las extensas tierras pobladas por salvajes [con estas palabras el presunto

prócer se refería a los argentinos autóctonos], están a disposición del capital extranjero. ´

“1) Entre 1885 y 1887 fueron rematadas

16.192.000 ha.” “2) En Río Negro y en el Chaco 4.126.000 ha

fueron rematadas entre 1887 y 1890.” “En 1894, el cien por ciento de adquirentes

es británico. Al año siguiente, 1895, sobre 28 compradores, 22 son británicos. En 1897, sobre nueve, siete son británicos.”

“...La ley de Premios adjudicaba a cada participante militar en la Campaña del Desierto una cantidad mínima de 100 ha por soldado que se incrementaba hasta 16.000 ha para el Grado de Teniente General.

Interrumpido el pago de sueldos para todos los que formaban el ejército ubicado en la Patagonia, la desesperación cundió entre todos: jefes, oficiales, suboficiales y soldados. Las penurias sufridas están bien descriptas en el libro Guerra al Malón escrito por el Comandante Prado en 1912.”

Fue entonces cuando gestores, personeros del capital extranjero loado por el Presidente Roca en su discurso de apertura del Congreso de 1880, Bushental y Anacarsis Lanús compraron a cada militar y soldado que habían recibido el certificado del lugar donde estaban las tierras recibidas, los derechos sobre ellas.

“¿Y los soldados sobrevivientes recibieron las 100 ha que les correspondía a cada uno? Bueno, esos fueron los beneficiarios que cedieron sus derechos a los concesionarios especuladores... Al respecto, el Ministro del Interior Dr. Wenceslao Escalante, dijo: ‘Se me ha denunciado que en la época de la entrega de Certificados de Premios Militares se había formado una comandita para especular con esos títulos que se entregaron a un precio que no excedía de veinte pesos las 100 ha’.”

Las grandes extensiones de tierras en manos

extranjeras, es uno, pero no el único, de los grandes obstáculos para la conformación de un millón de chacras de familias campesinas propietarias. Si, como decía Juan Bautista Alberdi, “Gobernar es poblar”, una política de Estado debiera ser dar la tierra en propiedad al que realmente la trabaja. Para poblarla con argentinos.

Pero no acaba allí la cuestión. Es un tema de Defensa Nacional que esto

sea así. Esos amplios espacios deben ser ocupados por familias propietarias dedicadas a la producción acorde a cada región. Si Patria

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proviene etimológicamente de patrimonio, como señaló el Dr. Julio C. González, esas familias propietarias dedicadas al esfuerzo productivo, serán una base sólida y poderosa para la defensa de la soberanía y la integridad de la Nación frente a cualquier agresión extranjera.

Lo contrario es dejar nuestro territorio en manos de grandes propietarios como el magnate inglés Joseph Lewis, con tierras en la costa a la altura del paralelo 42 donde la ex-ministra de Defensa Garré, durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, le permitió la construcción de un aeropuerto del tamaño del Jorge Newbery de Buenos Aires, en el cual en dos horas pueden aterrizar aviones ingleses provenientes de las Malvinas y cortar Argentina continental en dos.

La solución de la cuestión de la

reconfiguración de la propiedad y la producción de la tierra, no solo atenderá un derecho y una necesidad de la ciudadanía — en lo que respecta al anhelo de alcanzar la propiedad de una porción de tierra para las labores del campo o para la construcción de la vivienda familiar —, sino que se constituye en una decisión clave y prioritaria para establecer una la política de Defensa Nacional que garantice el poblamiento de vastas zonas hoy totalmente desguarnecidas, en particular en nuestras fronteras.

Justamente el establecimiento de

conglomerados poblacionales y productivos, combinando a su vez la producción agropecuaria con la industrial, permitirá el fortalecimiento de los lazos de unidad territorial como sustento popular de la soberanía y la independencia nacional, basados en un legítimo y profundo federalismo, que ha sido completamente sustituido por un unitarismo y centralismo asfixiantes.

Esta medida operará también como un impulso a la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas para la esclavitud sexual, laboral y el tráfico de órganos, al modificar la superpoblación en las grandes ciudades en donde las condiciones de vida y de trabajo se degradan día a día, facilitando la operación de las mafias entrelazadas con sectores del aparato de seguridad, político y judicial de cada lugar. En este sentido, propuestas como la de 1.000.000 de nuevas chacras para un millón de familias, han abierto un debate necesario sobre una de las tres “T” que propone el Papa

Francisco, con implicancias directas en la soberanía territorial.

Se debe poner de relieve que, de acuerdo a los propios guarismos oficiales, hay en manos extranjeras 18.000.000 de hectáreas (ha), muchas de ellas ubicadas en nuestras fronteras, lo que hace a un estricto problema de defensa nacional. Los latifundios en manos extranjeras crecieron favorecidos por la modificación de la ley que limitaba la compra de tierras a extranjeros, promovido por el actual oficialismo.

En 1946, señaló el Teniente General Juan

Domingo Perón al referirse al problema de la tenencia de tierra: “Tierra a todo aquél que quiera trabajarla, a fin de que ningún hijo de chacarero se vea obligado a desertar de los campos, encandilado por las luces engañosas de la ciudad, donde la lucha es áspera, y sin las compensaciones espirituales que proporciona la labor ruda pero fresca y sana del campesino... la tierra que proporcione la Revolución debe ser tierra barata, esto es ajustada a su valor actual de producción y no inflado éste por la especulación”.

La paradoja en la Argentina actual es que, quienes más tierras poseen menos producen y aseguran su prosperidad al servicio de una u otra potencia imperial, y quienes más producen carecen de tierras suficientes o directamente no las poseen. Los datos oficiales señalan lo siguiente: hay 4.000 propietarios con más de 5.000 ha que poseen 74.300.000 de ha (el 43% del total). Mientras el resto de los propietarios, 272.581, poseen 95.700.000 millones de ha (el 57% del total). Y 60.000 chacareros fueron expulsados de la tierra según el último censo.

La Argentina puede producir alimentos para 300 millones de personas, pero en nuestro propio país más de un tercio de la población es pobre y pasa hambre en distinto grado. Las últimas cifras publicadas por el Indec, aunque estas no alcanzan a reflejar en toda su extensión el drama de la pobreza y la indigencia, han puesto de relieve esta realidad. Según los especialistas del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, estos guarismos están en la actualidad por encima del 35% y muy cerca del 40%. La pobreza es estructural y está en la base del sometimiento de una parte sustancial de la población a las grandes estructuras políticas, y es una cuestión definitoria para un sistema de Defensa Nacional que debe priorizar el bienestar de su población ya que esta es su principal reserva en la defensa de la soberanía.

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En la relación defensa nacional y población, el centro de gravedad está en la población y sus condiciones de vida, trabajo, salud y educación.

Los nuevos asentamientos distribuidos estratégicamente, atendiendo a consideraciones de calidad y de importancia estratégica geográfica, surgidos de la modificación de la estructura de la propiedad de la tierra para la producción y el hábitat como proponía el Gral. Perón, deberán estar debidamente mancomunados mediante un sistema de transporte que integre al ferrocarril, el transporte fluvial, aeronáutico y terrestre, siendo el ferrocarril el eslabón principal de una cadena de beneficios sociales para la población y de impulso a las economías regionales hoy en quiebra. Esta transformación social y económica afianzará la unidad nacional, la soberanía territorial, de los recursos y la producción.

El desarrollo integrado de la producción y el transporte es un proyecto postergado desde hace décadas. El equipo económico que trabajó junto al Dr. Julio C. González en el diseño del tren Transpatagónico durante el último gobierno del Gral. Perón, proponía un sistema ferroviario nacional trazado de sur a norte y de este a oeste. Nada tiene que ver aquella visión estratégica con la propuesta de reducir las capacidades productivas de las FFAA a fabricar vagones para el ferrocarril Belgrano Cargas en función de los intereses comerciales del imperialismo chino y la oligarquía sojera a él asociado. Cabe aquí señalar que este último proyecto viene adosado a la Ley de Semillas que propuso la anterior administración y que el actual gobierno nacional está negociando, que otorgaba beneficios escandalosos a Monsanto, franca concesión a los intereses imperiales de Estados Unidos, remachando nuestra condición de país dependiente de esas potencias mundiales. Esta política de Estado se debe acompañar con la reelaboración de una moderna Ley de Seguridad de frontera que restituya para la defensa nacional el adecuado control y dominio de las fronteras nacionales. La Ley de Seguridad de fronteras fue derogada por el gobierno de Carlos Menem y desde entonces se mantuvo esta situación distorsiva sin modificaciones sustanciales.

El mundo actual

No existe ninguna posibilidad de planificar un sistema de Defensa Nacional Integral sino se define el tipo de país y el mundo en el que está inserto. Estas definiciones son estratégicas,

hacen al concepto de “hipótesis de conflicto”, sin la cual ninguna nación puede definir una política de defensa nacional, y su fuerza militar no puede prepararse para disuadir y para actuar. La sola existencia y preparación implican en sí mismas un factor disuasivo, que tiene un peso significativo en el mundo actual. Para hacer eficaz un sistema de defensa nacional que atienda tanto a la disuasión como a la defensa efectiva de ser requerida, es indispensable entre otras cuestiones, contar siempre con fuerzas militares a disposición preparadas moral y materialmente. Son fuerzas que no pueden improvisarse, sino que se deben preparar con tiempo y se debe contar con sus servicios en todas las condiciones.

Vivimos un mundo en el que hay un puñado de naciones poderosas, imperialistas y colonialistas, y una inmensa mayoría de países dependientes, oprimidos y colonizados, que luchan por su libertad y su independencia. No existe un mundo de países iguales. La exaltación del llamado Derecho Internacional como reaseguro de la libertad de los pueblos, no soporta el rigor de los hechos. Desde que EEUU enunció su nueva doctrina de seguridad denominada “guerra preventiva”, Rusia ocupó Crimea, China estableció contingentes en África y bases militares como en nuestro país, y Alemania y Japón reniegan de las limitaciones estratégicas impuestas en la Segunda Guerra Mundial. El viejo derecho internacional surgido de la paz de Westfalia que rigió durante decenas de años, ha caducado.

La Argentina es un país dependiente y disputado desde sus orígenes por distintos poderes coloniales e imperialistas. Es además un país con parte de su territorio ocupado por una potencia militar colonial: Inglaterra. Sufre imposiciones coloniales como los Acuerdos de Madrid firmados en octubre de 1989 y febrero de 1990 plenamente vigentes, entre otros.

En Malvinas está instalada la base militar extranjera más importante de América del Sur: Monte Agradable/Mount Pleasant, bajo el paraguas de la Unión Europea y en alianza estratégica con EEUU. En Monte Agradable/Mount Pleasant, aviones ultramodernos, 1.500 soldados, buques de última generación y submarinos atómicos equipados con misiles Trident — por lo que cuentan con el aval de EE UU miembro principal del sistema militar de la OTAN —, controlan el paso estratégico Atlántico Sur-Pacífico Sur y la ruta transpolar; desde allí amenazan la integridad territorial de nuestro país y el sur del continente suramericano.

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El triunfo del Brexit en el plebiscito británico, y el cambio de gobierno que provocó en el Reino Unido, fue unido al reclamo de no pocos altos jefes militares que reclaman un rearme británico para reposicionar al Reino Unido entre las grandes potencias militares. El Brexit lejos de relajar el dominio de los enclaves coloniales del Reino Unido, refuerza este comportamiento colonialista. El sector político en el Reino Unido que ha triunfado con el llamado “Brexit”, lo hace con la aspiración de mejorar las condiciones de esa potencia para la disputa de recursos y territorios hasta donde pueda extender su influencia. Cabe recordar que el Commonwealth está integrado por 53 naciones y representa una poderosa base económica y política para el proyecto de reposicionar a Inglaterra en el concierto mundial de las grandes potencias. Esta es la razón por la que sigue integrando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con poder de veto, como Francia, Rusia, China y EEUU:

El centro de gravedad del despliegue militar del Reino Unido está en el Atlántico Sur, y Malvinas es un eslabón clave de ese despliegue. La base inglesa de Monte Agradable/Mount Pleasant se articula con otras de la OTAN y con las de EEUU (más de 50 en América del Sur y más de 700 a nivel mundial), muchas de ellas dispersas en Suramérica y disfrazadas de “actividades humanitarias” como las que el ex gobernador Capitanich y el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, pretendieron legalizar en la provincia del Chaco.

La dominación territorial es clave para el despojo de los recursos naturales ricos en estas regiones suramericanas. Petróleo, gas, minerales, agua dulce, recurso ictícola, etc., son saqueados por estas potencias en detrimento de las necesidades y derechos de sus verdaderos dueños.

Monte Agradable/Mount Pleasant se complementa con el aeropuerto en Puerto Lobos, en Río Negro, propiedad de Lewis, a solo dos horas del aeropuerto militar en Mount Pleasant, y en el que pueden aterrizar aviones de gran porte como los que utiliza la OTAN.

Lewis ha propuesto la construcción de otro aeropuerto en su latifundio del Lago Escondido, en línea recta al de Puerto Lobos. Este dispositivo, permitiría a las fuerzas colonialistas británicas desembarcar tropas en poco tiempo y cortar la Argentina continental en dos, profundizando la fractura territorial a la que nos somete desde junio de 1982.

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte pretende colonizar más de 5 millones de

kilómetros cuadrados de territorio argentino. Incluye Malvinas, todos los archipiélagos australes, mares adyacentes, plataforma continental y Sector Antártico Argentino. Se debe recordar que el Reino Unido impuso a territorios antárticos argentinos el nombre de “Tierras de la Reina Isabel”, un área de 437.000 kilómetros cuadrados. La zona abarca una superficie aproximada de 1.709.400 kilómetros cuadrados. Todo el Sector Antártico Argentino y la mayor parte del chileno, es reivindicado como propio por Inglaterra que lo denomina Sector Antártico Británico, y la UE lo reconoce mediante el Acuerdo de Lisboa de diciembre de 2007. Desde 1983 en adelante, el Reino Unido ha realizado ejercicios militares de carácter agresivo contra nuestro país, utilizando la maquinaria militar desplegada en el Atlántico Sur y lanzando, incluso, modernos misiles hacia la zona económica exclusiva de la Argentina.

Aunque el Reino Unido abandone la Unión Europea, sería un grave error considerar que esta y los demás países europeos, apunten a rever sus políticas colonialistas en todos los continentes donde aún conservan dominios coloniales. Desde que se constituyó la comunidad del acero y el carbón hasta la fecha, Europa nunca desistió de sus dominios coloniales, ni país alguno llamó a deponer el colonialismo que la comunidad internacional ha caracterizado como un crimen contra la humanidad.

Asimismo, el Reino Unido ha desarrollado una feroz campaña de guerra psicológica contra la Argentina, cuya expresión consolidada es la llamada “desmalvinización”, verdadera política de Estado aplicada por los sucesivos gobiernos desde el 14 de junio de 1982 a la fecha, y que apunta a destruir la moral de combate de los hombres de armas. El Reino Unido tiene presente que el principal capital en la defensa nacional de nuestro país, es el Hombre, el combatiente, que es quien cultiva el patriotismo, el anticolonialismo, el antiimperialismo, y está dispuesto a ofrendar lo más preciado, su vida, en función del bien común que está por encima de todas las partes.

El blanco del ataque británico ha sido y son los combatientes de Malvinas, a quienes se ha denigrado permanentemente, y solo su lucha ejemplar ha logrado quebrar en numerosas oportunidades esa política desmalvinizadora. En estas acciones y en la complicidad de las autoridades argentinas, deben hallarse las razones de fondo de los numerosos suicidios

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La cuestión Malvinas – 67 – Una realidad vigente

que han sufrido los veteranos de guerra argentinos.

En este escenario de agresión militar colonialista del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte contra nuestra nación, viene de firmar “acuerdos estratégicos integrales” con China y Rusia, que incluyen acuerdos militares; conviene, por lo tanto, tener presente algunas definiciones. El presidente ruso, Putin sueña con reconstruir la otrora superpotencia que fuera la URSS, o algo que se le asemeje. Rusia necesita la modernización y reconstrucción de sus capacidades ofensivas convencionales y estratégicas. Para servir estos objetivos se inscriben los llamados “acuerdos estratégicos integrales” entre Rusia y Argentina.

Rusia se consolidó en Crimea, garantizándose el control del Mediterráneo oriental, e intervino en apoyo abierto a Siria y acordó con Turquía. Recompuso su situación estratégica en Asia Menor y en especial mantiene fuertes lazos con Irán. Con Siria y con Irán comparte el combate contra el Estado Islámico, dirigido por Isis. Putin ha manifestado, también, su decisión de reinstalar bases militares en Vietnam y Cuba. Son cambios en el escenario mundial que están en curso.

Argentina, durante años, entregó el control estratégico y logístico de las campañas antárticas a Rusia; esa medida le permitió a este imperialismo potenciar su presencia en el Atlántico sudoccidental y en el control de la ruta antártica en un continente en el que ya dispone de una moderna y amplia base propia.

China, trabaja para posicionarse hacia el 2020 como la otra gran superpotencia capaz de enfrentar a EEUU en el orden militar. Ha pasado a ser la primera potencia comercial mundial y se discute si ya es, o será pronto, la primera potencia económica mundial. En el último tiempo su economía se ha desacelerado (frenó del 13% de crecimiento del PBI al 7% o menos). La devaluación de su moneda, y la caída de sus bolsas de valores antes y después de esa devaluación, pusieron de manifiesto los temblores de su economía. Todo acontecimiento en la economía china se transforma en un fenómeno de importancia mundial. Por los interrogantes que abre su economía, no pocos economistas alertan sobre la posibilidad de que el mundo atraviese nuevas convulsiones económicas seguidas de cerca por el crecimiento de los factores de guerra a nivel mundial.

China ha replanteado su estrategia militar, en especial en lo que concierne a su armada, a la que proyecta dotarla de la capacidad suficiente para surcar los mares del mundo y disputar las vías de aprovisionamiento y de transporte, claves en un dispositivo de guerra mundial, como han enseñado la primera y la segunda guerra mundial de 1914-1918 y 1939-1945, respectivamente. En el rediseño de su proyección militar estratégica, se inscriben los acuerdos estratégicos integrales firmados entre China y Argentina, que incluyen la concesión de la base militar en Neuquén.

Se trata de un proyecto desarrollado por BSEDI (Beijing Special Engineering Design and Research Institute) para el concesionario de la instalación, China Satellite Launch and Control General, que contrató a CHEC (China Harbour Engineering Company), empresas que están bajo la órbita de la poderosa Comisión Central Militar de China, el máximo órgano de decisiones estratégicas.

Fue un hecho de gran trascendencia la decisión del gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner, de permitir la instalación de una base militar china en el territorio continental argentino. Se trató de un viraje estratégico que involucra a nuestra Nación en el dispositivo de una de las superpotencias que disputa la hegemonía mundial. El gobierno del Ing. Macri ratificó estos acuerdos con China. Se tiene conocimiento del proyecto de instalar una segunda base china en la provincia de San Juan.

Especialistas consultados por nuestro Instituto, señalan que la base en Neuquén coordina sus actividades con otras ubicadas en terceros países, y que constituyen un “contraescudo” al “escudo” misilístico desarrollado por EEUU. Su misión no se limita al rastreo de comunicaciones, sino que está capacitada para captar señales “espurias” que representan el trazado de misiles de otras potencias. Estos especialistas asemejan las funciones de la base china a otra que la UE tendría en la zona cordillerana, destinada a servir a similares necesidades militares.

Tanto las llamadas “alianzas estratégicas integrales” que el gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner suscribió con China y Rusia y que la administración Macri ratificó, como la actual política de “acercamiento” con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y EEUU, propiciada por los Ingenieros Macri y Malcorra, nos debilitan gravemente ante la voracidad de las distintas potencias colonialistas e imperialistas, y especialmente

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ante la agresión militar colonialista del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Nos involucran directamente en la disputa militar entre las grandes potencias por el control de zonas estratégicas, y deja muy vulnerable a nuestra nación frente a cualquier contingencia que devenga precisamente de esa disputa entre potencias. Inglaterra ha reforzado su capacidad militar en Malvinas amparándose, hipócritamente, en que la firma de estos acuerdos perjudica sus intereses. Todo esto en un mundo en el que se desarrollan más de una decena de guerras, cualquiera de las cuales puede derivar en graves conflictos regionales o de alcances difíciles de predecir. En más de una oportunidad en los últimos años, el mundo se ha bamboleado al borde de una nueva guerra mundial abierta. Ucrania, Siria, Libia, Sudán, Palestina, Irak, Kurdistán, Yemen, etc., son solo algunos nombres propios de las guerras en curso. Se han multiplicado ataques terroristas en países occidentales, como los casos de Francia, Bélgica y EEUU, en los últimos tiempos. El Papa Francisco ha caracterizado esta precaria situación internacional como un verdadera “guerra mundial” en “fases” y que pone negros nubarrones en el horizonte de la humanidad.

En las elecciones en EEUU se impuso la fórmula presidencial encabezada por Donald Trump. Este consiguió 290 electores contra 228 de Hillary Clinton, lo que le permitió imponerse en el Colegio electoral por una holgada mayoría.

El triunfo de Donald Trump introduce un cambio profundo en la situación internacional.

Trump asumirá el 20 de enero de 2017. Si bien existen numerosas declaraciones del presidente electo obre cuestiones de política internacional, economía, inmigración, etc., es necesario conocer el gabinete que acompañará al mandatario de EEUU y el anuncio de medidas concretas para avanzar con exactitud en el análisis de esos cambios que se preanuncian con el ascenso de Donald Trump a la presidencia de la primera potencia del mundo.

El nuevo escenario mundial es de gran incertidumbre.

Las primeras designaciones de su gabinete son alarmantes. Stephen Bannon (jefe de asesores), Jeff Sessions (ministro de Justicia), general Michael Flynn (asesor de Seguridad Nacional) y Mike Pompeo (jefe de la CIA), han sido denunciados por sus posiciones xenófobas hacia latinoamericanos e islámicos, y han tenido el apoyo de los sectores conservadores

más reaccionarios como el Tea Party y el Ku Klux Klan.

El retorno, que promueve Trump, a la vieja concepción geopolítica de Estados Unidos, como una fortaleza entre dos océanos, no debe llamar a engaño. El nacionalismo xenófobo de una gran potencia, es el imperialismo en condiciones agresivas y fascistizantes. Esto vale tanto para Trump como para Putin o Xi Jimping (y que avanza en Gran Bretaña, Francia, e incluso en Alemania). Y no tiene nada que ver con el nacionalismo de los países dependientes, es justamente lo opuesto.

De ahí que, en el escenario de incertidumbre que se ha abierto, lo previsible es un aumento de los factores de guerras. Guerras comerciales, como la que ya anunció Trump con un impuesto del 35% a las importaciones, particularmente de China, en el acero, las automotrices y los productos medicinales. Y guerras convencionales, en las que Estados Unidos participará ahí donde estén en juego sus intereses, y se ofrece como fabricante de armas para sus aliados, que deberán ocuparse de las guerras en las que estén en juego sus propios intereses. De ahí los cambios que promueve Trump en los estatutos de la OTAN.

En relación a esa nueva orientación estratégica están en curso nuevos reagrupamientos. En particular, los tanteos entre Trump y Putin, que podrían producir cambios en los acuerdos de Rusia y China, debilitados por la baja del precio del petróleo y el gas y la ampliación de la oferta petrolera con la reincorporación de Irán al mercado mundial.

El triunfo del Brexit y el cambio de jefatura en el Reino Unido, fue un anticipo de los cambios en curso. El gobierno de Cameron sostuvo la unidad con la Unión Europea, negoció con China la inversión de 65.000 millones de dólares, y que Londres fuera la puerta de entrada de los capitales chinos a Europa Continental y que yuan avanzara como moneda global. El nuevo gobierno de Theresa May puso fecha a la ruptura con la Unión Europea, y apuesta a consolidar a Inglaterra y su dispositivo estratégico, como centro de sus aliados de la Commonwealth, en el nuevo escenario mundial. En ese contexto deben verse los recientes ejercicios militares, en abierta provocación a la Argentina y al Suramérica.

Esta breve descripción líneas arriba permite ubicar el conflicto que condiciona a la Argentina y que expresa el choque de intereses

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entre nuestra nación y los intereses colonialistas e imperialistas del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en el marco de una situación internacional de gran incertidumbre. Del conflicto, de ese choque de intereses al que hicimos referencia líneas arriba, surge la hipótesis de conflicto, que en el caso de la usurpación colonial británica se posiciona como hipótesis de guerra, que son aquellas que así se consideran porque manifiestan aguda peligrosidad y se presentan con mayor probabilidad de requerir el uso adecuado del instrumento militar.

Como bien señaló el VGM Santiago Tettamanzi: “Malvinas es un hecho bélico a lo largo de su historia”, y esto es necesario que lo comprendan las generaciones actuales y las venideras, porque signará en gran medida el destino dependiente o independiente de la Argentina. No es posible concebir una Argentina independiente mientras perdure la ocupación colonialista de nuestros territorios; Malvinas en manos de cualquier potencia imperialista, es “como una pistola amartillada, apuntando al corazón continental de la Argentina”.103

Negar una hipótesis de conflicto está en las antípodas del ejercicio maduro de la Gran política o de las “políticas de Estado” que deben atender, justamente, al bien común, y que sirven al conjunto de la ciudadanía para afianzar en el presente el proyecto de una nación libre e independiente, en la que se pueda realizar en plenitud el futuro de todos sus ciudadanos.

No se trata aquí de alterar la conciencia con un espíritu belicista: aborrecemos la guerra; es un evento cruel en el que los pueblos desangran sus juventudes y muchas veces destruyen sus futuros. Pero la guerra es un instrumento de los poderosos para alcanzar sus objetivos de dominación y opresión. Malvinas es testimonio de ello en el siglo XX. Irak, Palestina, Libia, Siria, Sudán, Yemen, Crimea, etc., lo son en la actualidad. El imperialismo y la guerra son una unidad inseparable, el uno lleva al otro en sus entrañas. No comprender esta realidad del mundo actual, desguarnece a la nación frente a la voracidad extrema de las potencias mundiales. Más aún si a algo más de 600 km de distancia del territorio continental argentino, el usurpador es el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte — potencia

103 Cnel. (R) Francisco Javier de Guernica, “Defensa Nacional. Desafío de nuestro tiempo”. CUADERNOS para

el encuentro en una nueva huella argentina N0 1 y N0 18.

colonialista si la hay —, experto en someter y quebrar naciones a su voluntad.

Definimos entonces la que, a nuestro entender, es la hipótesis de conflicto que debería ordenar y orientar el conjunto de las políticas de Estado para la defensa nacional: la usurpación colonial de los territorios argentinos por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la lucha por alcanzar el objetivo enunciado por los patriotas el 9 de julio de 1816: una nación libre de toda dominación extranjera. Se trata de una política de largo alcance, coincidente con el proyecto de una nación sin amo viejo ni amo nuevo, sin ningún amo; y que la coloca en condiciones de resolver del modo y el momento que le convenga, la usurpación colonialista británica.

La denuncia de este y cualquier otro atropello que los poderosos del mundo cometen en todas sus latitudes contra distintos pueblos y naciones, como es el caso entre Inglaterra y nuestro país, se reducen a una simple queja sino no va acompañada de la preparación de los instrumentos necesarios para que esos pueblos y naciones logren su efectiva libertad e independencia y estén, además, en plenas capacidades para ejercer su defensa mediante la disuasión o la acción. La diplomacia sin fuerzas militares resulta inútil frente a la voracidad de los imperialismos y el colonialismo.

Al definir la hipótesis de conflicto se puede, entonces, definir, entre otras cuestiones esenciales, el instrumento militar apto para satisfacer los requerimientos que plantea esa hipótesis y sus posibles derivaciones.

El gobierno actual niega la existencia de hipótesis de conflicto

Siendo un país con una porción de su territorio ocupada militarmente por el colonialismo inglés y apetecido por todas las potencias mundiales, el gobierno nacional rechaza la existencia de una hipótesis de conflicto. Esta definición esencial, que también se sostenía el periodo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, la realizó el Ing. Macri en la cena de Camaradería de las FFAA en el corriente año. En este sentido, la actual administración profundiza el rumbo impuesto desde 1982 a la Nación Argentina, luego de la derrota en la guerra por las Malvinas. Desde el turno dictatorial de Bignone a la actualidad, la política de Estado para la Defensa Nacional ha sido la de “indefensión”.

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El lugar que ocupan las hipótesis de conflicto como orientadoras de las políticas de Defensa y Seguridad nacional en todos los países, fue reemplazado por distintas fórmulas que niegan la necesidad de un sistema de defensa nacional moderno y eficaz.

El gobierno anterior, estableció que “el Planeamiento Estratégico Militar y el correspondiente diseño de fuerzas del Instrumento Militar”, se elaboraría “conforme al criterio de ‘capacidades’ como factor de planeamiento”, “en función de alcanzar y consolidar la aptitud de ejecutar en forma autónoma la completa gama de operaciones” que demanden “todas las formas genéricas de agresión que se manifiestan en los conflictos convencionales de origen externo generados por actores estatales”. Y definió el modelo de nuestra Defensa como “un modelo de defensa de carácter ‘defensivo”.

Al no existir para el gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner hipótesis de conflicto, no pudo haber un planeamiento estratégico militar (estratégico significa importante, vital, trascendente, indispensable, etc.) y, tampoco pudo realizarse el correspondiente diseño del instrumento militar (el tipo de FF.AA.), reducido entonces a un supuesto criterio de capacidades para enfrentar hipotéticas amenazas, es decir, formas genéricas de agresión. Sin hipótesis de conflicto no se puede garantizar la integridad territorial y la independencia frente al colonialismo y el imperialismo. Lo que se impuso fue la doctrina de la incertidumbre como resultado de esta orientación. Digamos de paso que la estrategia de defensa defensiva de la Dra. Fernández de Kirchner y su Ministra Garré, fueron motivo de sonrisas en reuniones regionales de la materia.

Continuidad e indefensión

La actual administración no modificó el rumbo impuesto desde 1982, por el contrario, se pronunció por profundizarlo. Señaló tres objetivos para las fuerzas armadas y que definen la política para la defensa nacional: misiones al exterior, participación en situaciones de catástrofe, lucha contra el narcotráfico. Como se ve, ninguna de ellas se vincula a las necesidades de la Defensa Nacional.

Las misiones al exterior fueron implementadas bajo la administración del Dr. Carlos Menem a por sugerencia del entonces Jefe del Estado Mayor General del Ejército Tte. Gral. Balza.

Las misiones al exterior permiten a las potencias imperialistas y colonialistas usar a los integrantes de las fuerzas armadas argentinas en actividades de policía en terceros países. De eso modo, alrededor de 10.000 soldados argentinos de distinto rango, han participado en estas actividades. La experiencia en Haití fue calamitosa. Encubierta en una falsa solidaridad americana, las fuerzas militares y de seguridad que participaron en el mantenimiento de la ocupación colonial de Haití retornaron al país con graves problemas de salud, stress postraumático, drogodependencia, violencia familiar, etc. ¡Y ahora el cólera como peligro! En 1987 entró desde Perú al norte argentino.

Las actividades de asistencia por

catástrofes, de solidaridad social, la participación en las distintas esferas de la producción industrial, como su participación en asuntos de interés general que ameriten su colaboración, permiten a los hombres de armas vincularse fuertemente al pueblo. Pero su tarea esencial es la defensa nacional.

Por otra parte, involucrar a las FF.AA. en actividades de catástrofes, no resolverá la ausencia de una organización específica destinada a dichas tareas, y a las de preparación de la sociedad civil, que han brillado por su ausencia en todas las catástrofes naturales de los últimos tiempos, como fueron las inundaciones de la cuenca de los ríos Luján y Salado y las de la ciudad de La Plata, y Cromagnón, etc. El ministro de Ambiente Bergman acaba de decir que para el verano solo nos queda rezar. Más aún cuando tal organización específica es la que puede, en situaciones de catástrofe, articular el conjunto de los recursos necesarios, incluyendo a las FF.AA. El sistema de Defensa Civil también ha sido destruido y está muy lejos de poder afrontar sus obligaciones con alguna posibilidad de eficacia.

La participación del personal de las FFAA en la lucha contra el narcotráfico ha demostrado, en todos los países donde se las instrumentó, un total fracaso. Terminaron por descomponer a las fuerzas militares que acabaron entrelazadas con el propio narcotráfico.

Esta política para las FFAA se completa con los postulados que orientan las actividades de las fuerzas de frontera, tanto Gendarmería Nacional como Prefectura Naval Argentina, y que se podría resumir en: retiro de las Fuerzas de Frontera de su misión de custodias de la soberanía en los confines de la Patria; Ley

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antiterrorista, Proyecto X, Sistema SIBIOS, etc., y transformación de las fuerzas de frontera en tropas de elite para la represión interna. Entre la administración de la Dra. Fernández de Kirchner y la actual, no aparecen diferencias sensibles con respecto a estas políticas.

La destrucción del sistema de defensa de fronteras, que también es continuidad de las políticas implementadas en la década del ’90, ha facilitado los infames negocios del narcotráfico y la trata de personas para la esclavitud sexual, laboral y de tráfico de órganos, lo que transformó estructuralmente nuestro país, en un país de tránsito, producción, consumo y exportación de estupefacientes, y abierto a las grandes redes de la trata, con la consecuencia inevitable de la destrucción física y espiritual, en particular, de la juventud, que es la reserva vital de cualquier país. Para especialistas de las Naciones Unidas el problema de la trata de personas en la Argentina es más grave, y más oculto, que el problema del narcotráfico.

Las escandalosas denuncias sobre el narcotráfico involucrando a prominentes figuras de la política nacional, han permitido poner de relieve una situación que se viene configurando desde hace años. Southerwinds (una línea aérea organizada para el tráfico de cocaína a España); vuelos desde Morón y Ezeiza transportando toneladas de cocaína; exportación de 40 toneladas de efedrina a México para carteles de la droga; buques que parten de puertos argentinos según reiteradas denuncias, con centenares de kilos de cocaína; autoridades policiales de la máxima jerarquía en Santa Fe y Córdoba, etc., sindicados como jefes del narcotráfico y la delincuencia organizada; etc.; complicidad del SEDRONAR con el tráfico de efedrina, el organismo que supuestamente debía luchar contra el narcotráfico; la denuncia de que en plena Capital Federal verdaderos ejércitos privados disputan brutalmente el dominio de barrios enteros; etc. Son hechos que permiten considerar que no estamos ante acciones de bandas delictivas más o menos organizadas que en un trabajo “hormiga” han ido ganando posiciones en el aparato del Estado, sino a una problemática que involucra el funcionamiento institucional del Estado. El narcotráfico, la trata de personas, la delincuencia compleja, refieren a organizaciones de tipo vertical que se ordenan de arriba para abajo, y que se entrelazan profundamente con el aparato estatal en todos sus niveles, y con el sistema policial, judicial y político. Se trata de un

fenómeno intraestatal y no paraestatal, de ahí la gravedad de sus implicancias. Esto se ve agravado por la campaña por la despenalización de todas las drogas, que incluyó a encumbradas figuras del gobierno anterior como el jefe de Gabinete Dr. Cr. Aníbal Fernández y hasta el propio Secretario de Seguridad Coronel Sergio Berni.

Hay fuerzas políticas de distintas tendencias que impulsan a fondo la propuesta de legalización de todas las drogas. Usan diferentes argumentos, que van desde el derecho al libre albedrío para drogarse, hasta razones de regulación del mercado de drogas. Las experiencias de Ámsterdam y otras demuestran la falacia de estos argumentos. Conviene recordar que uno de los grandes impulsores de la legalización de la droga a nivel mundial es, entre otros, el magante Soros, accionista del grupo Monsanto, grupo que propagandiza su marihuana transgénica e impulsó el acuerdo con el gobierno de Mujica en la nación hermana de Uruguay, como experimento piloto para toda América del Sur. El objetivo siguiente a Uruguay es, sin duda, la Argentina.

La droga siempre fue un instrumento de dominación de los pueblos y de destrucción, en especial, de sus juventudes. Las dos guerras del Opio que Inglaterra le impuso a China fueron claros ejemplos de esta afirmación. La guerra contra los pueblos y por su sometimiento, reconoce otros métodos.

El narcotráfico es un flagelo que debe ser erradicado, así como la trata de personas para la esclavitud sexual o laboral, y el tráfico de órganos. Las propias Naciones Unidas reconoce la existencia a nivel mundial de más de 20.000.000 de esclavos modernos en estas condiciones. A su vez las extenuantes condiciones de trabajo actuales, en muchas áreas, hacen que se use la droga como instrumento para resistirlas.

Una política que apunte a liquidar el narcotráfico debe basarse en una activa movilización de la ciudadanía, la eliminación de la pobreza, condiciones de vida y trabajo dignas, etc. La reconfiguración de la propiedad y la producción de la tierra es clave para estas políticas contra la droga. Junto a ello, se debe reconstruir el sistema de defensa de las fronteras, apelando a la tradición guemesina, incorporando a originarios y criollos y reestableciendo como misión de la Gendarmería y la Prefectura la custodia de las fronteras terrestres y fluviales.

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El paralelo que se trata de establecer entre los casos de México y Colombia no se ajusta a la realidad argentina ni al fenómeno histórico que representa cada uno de esos países. El caso de México se inscribe en su relación asimétrica con EEUU, es la relación entre una nación dependiente y una superpotencia. El de Colombia, como parte de la llamada guerra fría. El caso argentino, en cambio, demuestra que la cartelización es desde el propio Estado.

Como señaló el general Perón en alguna oportunidad, “el pescado se pudre siempre por la cabeza”. El narcotráfico, la trata de personas o el crimen complejo organizado, no podrá liquidarse sino es cortando el nudo gordiano de la dependencia argentina y estableciendo un Estado al servicio de la nación y de su pueblo.

En el año del bicentenario de la declaración de la Independencia nacional, del 9 de julio de 1816

Recientemente se conmemoró el bicentenario de la declaración de la independencia nacional en el Congreso del 9 de julio de 1816, en Tucumán. Este acontecimiento obliga a repensar el duro camino que los patriotas que forjaron la Nación debieron transitar para alcanzar el éxito de sus objetivos. Extraer enseñanzas tanto de sus aciertos como de sus errores, y poner de relieve que aún está pendiente el mandato de esos congresales, de ver la nación “libre de toda dominación extranjera”.

Una defensa nacional integral e integrada, como la que necesita nuestra nación, debe proponerse extraer enseñanza de la guerra emancipadora americana, de las guerras de liberación de otras naciones que lucharon de modo ejemplar por su libertad, y de la guerra nacional de Malvinas. En esta guerra contemporánea, están a la vista todos los elementos, los negativos y los positivos, que permitirían configurar aspectos esenciales que hacen a un proyecto de defensa nacional para un país independiente.

Las numerosas acciones de enorme heroísmo que oficiales, suboficiales, soldados y civiles realizaron en Malvinas, verdaderas proezas frente a un enemigo varias veces superior, asistido por una de las dos superpotencias de entonces, EEUU, y apoyado por la inmensa mayoría de los países europeos, son también una cantera inagotable de enseñanzas que deben orientar la formación de las nuevas camadas militares. Esas acciones demostraron

que es el hombre el factor decisivo en todo sistema de defensa nacional.

El General Manuel Belgrano, proclamó “Ni amo viejo ni amo nuevo. ¡Ningún amo!”, justamente luego de la invasión inglesa de 1806, una proeza militar sistemáticamente ocultada por la dirigencia política pasada y presente. El golpe de Estado de 1955 eliminó el 12 de agosto como fecha patria y, desde entonces, no se ha podido torcer el rumbo de esta decisión.

Inglaterra, una de las mayores potencias militares del siglo XIX, que se presentaba a los pueblos como promotora de la libertad y el desarrollo, fue derrotada en 1806 y en 1807 por la confluencia genial de los oficiales dispersos de los ejércitos de tierra y de mar, como señaló Matheu en sus memorias, y la voluntad ciudadana armada. Hombres, mujeres, niños, ancianos, combatieron y derrotaron a una enemigo experto, preparado y bien aprovisionado.

Ese rumbo fundacional que imprimieron las victorias de 1806 y 1807, se debe rescatar para la reformulación de una política de defensa nacional integral como la que necesita la nación en un proyecto soberano. Así como las demás enseñanzas de la gesta emancipadora, que los revolucionarios de entonces nos legaron como tesoro invalorable.

La guerra de Malvinas demostró claramente, que una verdadera defensa nacional exige prever para proveer.

Nuestra liberación no la encontraremos subiéndonos al carro de otros imperialismos y potencias coloniales. Para las potencias colonialistas e imperialistas, nosotros solo seremos carne de cañón en beneficio de sus intereses.

Siguiendo a Arturo Jauretche en su reflexión: el problema es dejar de ser perro y no cambiar de collar.

Lejos de buscar el abrazo mortal de uno u otro imperialismo, la concepción de una América Latina unida, que rescate el concepto geoestratégico de una unidad americana desde el sur del Río Grande al corazón de la Antártida que pregonaron los Generales Perón y Pujato — desarrollo del proceso emancipador continental que Moreno, Belgrano, Artigas, San Martín, Bolívar, Brown, Güemes, Arenales, Martí, etc. llevaron adelante —, es una propuesta que nos convoca a todos los contemporáneos y a las generaciones venideras, para hacer de esta América una patria común, libre de las cadenas de la opresión nacional y social, en la que abunden los frutos del trabajo manual y

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La cuestión Malvinas – 73 – Una realidad vigente

espiritual para disfrute de sus hijos y de los pueblos hermanos del mundo. En pos de esos objetivos superiores, es un deber y una necesidad atender a la defensa nacional como una política fundamental para la trascendencia de la Argentina como una nación libre e independiente.

La desmalvinización

“En Campo de Mayo habilitaron un centro de recuperación que en realidad era una especie de prisión encubierta […] nos metieron en un micro con cortinas cerradas […] a la noche y nos aislaron.” Juan José Gómez Centurión. Graciela Speranza y Fernando Cittadini, “Partes de guerra: Malvinas 1982”, editorial Edhasa, 1ra edición, 2005, páginas 186-189.

En su obra “Malvinas, la tierra sin mal”, la

Lic. Rosana Borini define a la desmalvinización como:

“Todos los procedimientos y/o hechos materiales y simbólicos efectuados por parte del Estado y diferentes sectores de la sociedad destinados a denostar y tergiversar en todos sus alcances y distintos aspectos (históricos, políticos, militares, geográficos, económicos y psicosociales) los acontecimientos relacionados con la Guerra de Malvinas y a sus partícipes los Veteranos de Guerra, con el propósito de silenciar la reivindicación y reconocimiento de la causa de Malvinas”. (Malvinas, la Tierra sin mal, página 84. Lic. Rosana Borini).

La desmalvinización es la política de Estado

que, desde el mismo 14 de junio de 1982, el propio Estado nacional llevó adelante y que reconoció distintos procedimientos y argumentos para liquidar los sentimientos antiimperialistas y anticolonialistas que se removieron en muy amplios sectores de la sociedad argentina y, en particular, en los miembros de las fuerzas armadas que participaron en la guerra contra el imperialismo inglés.

Esos sentimientos, a pesar de la desmalvinización, no han podido ser erradicados de la conciencia popular ni de sus combatientes. Los sucesivos fracasos en dar por terminada la cuestión Malvinas coronando la desmalvinización, se debieron y se deben a la lucha activa de los combatientes de la guerra de Malvinas.

Desde que se suscribió el Acuerdo de Madrid

en octubre de 1989, la desmalvinización se rige

por ese y posteriores Acuerdos y Entendimientos públicos y secretos, la Ley de Garantías a las inversiones británicas, etc., que operaron como la efectiva rendición argentina frente a la agresión británica.

Además, todos esos instrumentos políticos,

diplomáticos, económicos y militares, a sus efectos prácticos, se constituyeron en un verdadero Tratado de sumisión nacional plenamente vigente desde entonces. Ninguno de los turnos constitucionales que le sucedieron (Drs. De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández y en la actualidad, Ing. Macri), denunció esos Acuerdos. Es ajustado decir que la Argentina, ante el imperio británico, ha suscripto tres Tratados de sumisión: el de 1825, el Pacto Roca-Runciman en la década del ‘30, y el de Madrid y Londres en 1989-1990.

La desmalvinización comenzó durante el último turno de la dictadura encabezado por los generales Bignone y Nicolaides. Como ha sido reconocido por todos los protagonistas, al regreso de la guerra los combatientes fueron silenciados, dispersados y perseguidos.

Durante el turno constitucional del Dr.

Alfonsín se desplegó una activa campaña desmalvinizadora. Entonces se desconocía que el gobierno radical estaba negociando, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, los Acuerdos de Madrid que finalmente suscribirían los Dres. Menem y Cavallo. Estos Acuerdos siguen plenamente vigentes y, como demuestra el comunicado conjunto Malcorra-Duncan, son la viga maestra de las relaciones políticas, económicas y militares entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la Argentina.

En ese período se caracterizó a los combatientes como “los chicos de la guerra” y se los ridiculizó con el mote de “los locos del casco”, como los designó el entonces ministro del interior Dr. Mestre. Los veteranos de guerra no tuvieron ningún tipo de reconocimiento ni social ni material.

La gestión del Dr. Menem y del Dr. Di Tella,

quien sucedió a Domingo Cavallo en la cancillería, alcanzó ribetes obscenos con la llamada “política de seducción de los kelpers”, que incluyó el envío de ositos “winnie pooh” a los isleños. Di Tella propició lo que él denominó “relaciones carnales” con las distintas potencias imperiales.

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La cuestión Malvinas – 74 – Una realidad vigente

Durante el gobierno del Dr. Menem, se desecharon todas las investigaciones por crímenes de guerra de parte del imperialismo inglés contra los soldados argentinos. Estos crímenes incluyeron el hundimiento del Cruce General Belgrano, el uso de bombas de fósforo, bombas Beluga, denuncia de violaciones de parte de mercenarios a sueldo por los invasores, simulacros de fusilamientos, uso de soldados argentinos para el desminado forzoso, etc.

La gestión del Dr. De la Rúa significó otro

avance en la desmalvinización: se profundizó la política de desantartización y se propuso desde cancillería con la gestión del Dr. Rodríguez Giavarini, la presentación conjunta con el Reino Unido de los estudios de la plataforma continental que debían presentarse no más allá de mayo de 2009 ante la Comisión de Límites de las Naciones Unidas.

El gobierno del Dr. De la Rúa cayó con motivo de la revuelta popular denominada “Argentinazo”. El gobierno del Dr. Duhalde que sucedió a otros cuatro gobiernos provisorios, producto de la crisis del 2001, no modificó ninguno de los Acuerdos, Entendimientos, etc., suscriptos durante las administraciones anteriores con el imperialismo inglés.

El gobierno del Dr. Néstor Kirchner tuvo comportamientos enfrentados. Antes de asumir su mandato, el Dr. Kirchner viajó a Londres a participar de la convocatoria de la llamada “tercera vía”, realizada por el primer ministro británico Tony Blair. Entregó al estudio de abogados vinculado a Blair la representación legal de la Argentina ante el tribunal de La Haya en el conflicto con la República Oriental del Uruguay por la pastera Botnia. Caracterizó a la recuperación de Malvinas como “una cobarde agresión”, en una nota que le realizó el periódico británico The Guardian. Profundizó el repudio a la reconquista patriótica de las Malvinas del 2 de abril de 1982 y sostuvo los Acuerdos de Madrid de 1989 y 1990.

Posteriormente, junto al gobernador Mario Das Neves, entregó al consorcio Panamerican104 la concesión de la reserva petrolera más importante en la parte continental de la Argentina, Cerro Dragón, hasta el año 2047, cuando se prevé su agotamiento.

En disputa con el nuevo gobierno conservador británico, anuló los acuerdos de petróleo y de pesca. Estas denuncias fueron

104 60% perteneciente a la British Petroleum (Reino Unido), 20% a Bridas (Rusia), 20% a Cnook (China).

importantes para la Argentina. Esos Acuerdos eran tan gravosos, o incluso más, de acuerdo a algunos estudiosos, que los propios Acuerdos de Madrid de 1989 y 1990.Posteriormente, junto al gobernador Mario Das Neves, entregó al consorcio Panamerican105 la concesión de la reserva hidrocarburífera más importante en la parte continental de la Argentina, Cerro Dragón hasta el año 2047, cuando se prevé su agotamiento.

En disputa con el nuevo gobierno conservador británico, anuló los acuerdos de petróleo y de pesca. Estas denuncias fueron importantes para la Argentina. Esos Acuerdos eran tan gravosos, o incluso más de acuerdo a algunos estudiosos, que los propios Acuerdos de Madrid de 1989 y 1990.

Por su parte, Cristina Fernández profundizó el repudio a la recuperación patriótica del 2 de abril de 1982. Planteó que la guerra de Malvinas expresó la aplicación de la política sistemática de violación a los derechos humanos de la dictadura a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 en el terreno de las relaciones con Gran Bretaña y la convocó a trabajar por la democracia sin colonialismo.

El Reino Unido rechazó la oferta y profundizó sus políticas coloniales.

En respuesta, el gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner reinstaló la cuestión Malvinas en todos los foros internacionales aislando a Gran Bretaña. Bajo su gobierno se sancionaron las leyes provinciales Gaucho Rivero y la N° 26.659, llamada “Ley Solanas” aunque con modificaciones de la presentada por el senador nacional Fernando “Pino” Solanas.

No derogó los Acuerdos de Madrid de 1989 y 1990, que establecieron el paraguas británico de soberanía y el control de policía de las fuerzas armadas argentinas de parte del Reino Unido, ni la Ley de garantía a las inversiones británicas, ni las concesiones a la British Petroleum en Cerro Dragón. De este modo no modificó el statu quo impuesto por el colonialismo en el Atlántico sudoccidental, situación que claramente se invoca en el Acuerdo Malcorra-Duncan recientemente suscripto.

La política de desmalvinización de la actual administración del Ing. Macri continúa y profundiza lo impuesto por las potencias mundiales a partir del 14 de junio de 1982.

105 60% perteneciente a la British Petroleum (Reino Unido), 20% a Bridas (Rusia), 20% a Cnook (China).

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La cuestión Malvinas – 75 – Una realidad vigente

Sobre “La desmalvinización”, ver Capítulo II, “Informe Rattenbach Balance de la guerra y desmalvinización”. Apéndice N° 6 “Desmalvinización”, Dr. Camilo Rodríguez Berrutti

La cuestión Malvinas y la dictadura militar

En el año 2005, con motivo de cumplirse el vigésimo quinto aniversario de la reconquista patriótica de las Islas Malvinas, y de la presentación del proyecto de ley Nº 3249- D-2005 y otros, en el Congreso Nacional, sobre “Resarcimiento histórico”, el Foro Patriótico y Popular emitió un comunicado que fue la base de una declaración pública. En ella se señalaron aspectos del debate sobre la cuestión Malvinas que siguen teniendo plena vigencia. El comunicado fue firmado por decenas de personalidades, convocando a la conmemoración del vigésimo quinto aniversario de la reconquista de las Islas Malvinas, acto que se celebró en el Cenotafio a los muertos de la guerra nacional de Malvinas en Plaza San Martín, Retiro, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en el que fueron oradores: Dr. Julio C. González, Virginia del Valle Martínez de Philippeaux, VGM Santiago Tettamanzi, VGM Horacio Ricciardelli, VGM Jorge Manuel Vizoso Posse, VGM Carlos Büsser, todos ellos suscriptores de la convocatoria. (Ver apéndice N° 7 / Declaración publicada por la revista “CUADERNOS para el encuentro en una nueva

huella argentina, N° 25, julio de 2007.) En el mencionado proyecto se señalaba que

“los soldados conscriptos fueron víctimas del ‘Estado autoritario”. La mención al “estado autoritario” surgía evidentemente de los acontecimientos originados con el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional el 24 de marzo de 1976, y que dio lugar a la instauración del régimen dictatorial del llamado “Proceso de Reorganización Nacional”, responsable de enormes violaciones a los derechos humanos contra el pueblo argentino.

Sin embargo, es conveniente señalar que el tipo de Estado y gobierno, en aquel caso dictadura, teniendo una importancia mayúscula, no modifican el carácter de la guerra que era, y es, el debate de fondo.

Como ocurrió en muchas oportunidades a lo largo de la historia mundial, cuando un país oprimido y con parte de su territorio ocupado por una potencia colonialista, es agredido por esta potencia imperialista, como fue el caso de Argentina en 1982, toma preeminencia el enfrentamiento entre la nación y el

imperialismo y el colonialismo. Esta es la piedra de toque que permite

actuar solidariamente con todo pueblo y toda nación que sufre una agresión de parte del colonialismo y el imperialismo, sin caer en la trampa que estos tienden a los pueblos, apelando a su falsa verborragia democrática, siendo ellos los más brutales violadores de los derechos humanos y los derechos democráticos de naciones y pueblos en todo el mundo. En el caso de la Guerra de Malvinas, conviene recordar parte de la Declaración del FPyP de entonces, donde se enumera:

1) Del 2 de abril al 14 de junio, soldados,

suboficiales, oficiales y civiles argentinos enfrentaron la agresión británica.

2) En muy difíciles condiciones, —por enfrentar un país empobrecido y saqueado como la Argentina a la tercera potencia militar del mundo asistida por una de las dos superpotencias de entonces (EEUU)—, nuestros hombres en tierra, aire y mar libraron duras y heroicas batallas en las que ofrendaron la vida 649 héroes.

3) Producida la recuperación, el pueblo argentino se movilizó multitudinariamente en apoyo a la Guerra Nacional de Malvinas y ganó la solidaridad de los pueblos de Latinoamérica y el Tercer Mundo, porque comprendió que era una guerra justa, como son justas las guerras de cualquier país oprimido como el nuestro contra un país opresor, independientemente de quien la inicie y del carácter del gobierno del país oprimido. Los argentinos nos vimos en una situación semejante a la de 1806 y 1807 con las invasiones inglesas. Independientemente del carácter tiránico del gobierno del virreinato colonial español, el pueblo tuvo claro en ese momento cuál era su enemigo principal, y enfrentó a Inglaterra. Lo mismo ocurrió en 1982. Como enseñó la experiencia histórica, la actitud del pueblo en 1806 y 1807, derrotando las incursiones militares al mando de Beresford y Whitelocke respectivamente, creó mejores condiciones para la lucha por la independencia del dominio colonial español. Así, en 1810, bajo la conducción de Partido de la Independencia, como lo llamó el General Don Manuel Belgrano, aquellos patriotas de la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires, depusieron al Virrey español y dieron inicio a la larga guerra por la emancipación continental.

4) En el proyecto de Ley se hace referencia a la imposibilidad de poder decidir de parte de los soldados conscriptos, si participar o no de la lucha por la defensa de la patria y contra el

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La cuestión Malvinas – 76 – Una realidad vigente

imperialismo, por hallarse incorporados a las FF.AA. de acuerdo a la ley vigente entonces mediante el servicio militar obligatorio. Es cierto que, en la lucha contra el colonialismo, el imperialismo y por la defensa de la patria siempre es preferible que el pueblo esté habilitado a elegir si desea empuñar o no las armas en dicha lucha. La inmensa mayoría de los soldados conscriptos, suboficiales, oficiales y civiles, eligieron defender la soberanía enfrentando al imperialismo inglés. Cabal ejemplo de ello lo constituyen los civiles, muchos de los cuales fueron voluntarios que no dudaron en incorporarse a la lucha activa por la defensa de la patria (18 de ellos, como queda dicho, ofrendaron su vida en la Batalla por Malvinas). También es conveniente recordar que fueron miles los voluntarios de nuestra patria como de todas las naciones de Latinoamérica que se inscribieron para ir al combate contra el imperialismo inglés. La enseñanza histórica de 1806, 1807 y los Ejércitos libertadores que lideraron San Martín, Belgrano, Artigas, Arenales, O’Higgins, Bolívar, etc., e incluso la de la Guerra por las Malvinas, indica que, en la lucha contra el colonialismo y el imperialismo, se necesita tanto del impulso de las ideas como el del corazón.

5) En 1982 el pueblo mediante su movilización, conquistó trincheras democráticas de las que ya no podría ser desalojado. Procuró en la medida de sus posibilidades, desplegar el apoyo popular, advirtiendo que era imposible que las FF.AA. pudieran, solitariamente, derrotar a la tercera potencia militar del mundo, apoyada por una de las dos superpotencias de la época: EEUU

6) El 14 de junio las fuerzas argentinas fueron derrotadas militarmente en una batalla, pero la Nación Argentina no se rindió ni aceptó el cese del fuego como eran las pretensiones británicas.

7) Al retornar al continente, los combatientes argentinos fueron dispersados, silenciados y humillados: era el inicio del proceso de desmalvinización cuyo cometido principal era borrar de la memoria del pueblo la osadía argentina de atreverse a recuperar lo que le pertenecía.

8) Sobre todos nuestros combatientes se abatió una campaña de desprestigio y la Argentina fue víctima del “castigo infinito” por haber enfrentado a los poderosos del mundo.

9) El 17 de junio de 1982 se produjo un recambio en la cúpula dictatorial que dio inicio al proceso de desmalvinización encabezado por

Bignone, al retiro ordenado de la dictadura y la convocatoria a elecciones condicionadas y proscriptivas.

10) El gobierno del Dr. Alfonsín profundizó esa política desmalvinizadora, y fue con el Dr. Menem, como ya señalamos, que ese proceso se completó con los “Acuerdos de Madrid” y el “Tratado de Londres” que fueron, en los hechos, la rendición incondicional ante la potencia ocupante. Otros acuerdos posteriores con Gran Bretaña consolidarían la rendición y la entrega nacional.

11) Hasta la fecha esa situación no ha variado. Gran Bretaña ostenta soberbia su dominio colonial en tierras y mares argentinos.

12) Desde el punto de vista de la cuestión nacional, es muy grave cuando se descalifica a la Guerra Nacional por las Malvinas, en la que miles de militares y civiles enfrentaron con las armas al imperialismo inglés, llamándola “irresponsable”, “insensata”, etc.

Se utiliza propaganda destinada a denigrar a nuestros combatientes, se alientan argumentaciones en las que se equipara la actuación de un ejército conquistador, como lo fue la Task Force británica, con actos descalificatorios que oficiales argentinos habrían cometido contra sus propios soldados. De ese modo se termina igualando al imperialismo agresor con el país agredido.

13) Trazar esta línea divisoria entre la defensa patriótica y la agresión imperialista, no invalida la necesidad de hacer justicia con los actos que ofenden a una disciplina patriótica de combate, herencia sanmartiniana y belgraniana. Esos actos son propios de los cursos de la Escuela de las Américas (bastión del ejército agresor norteamericano), o importados de los oficiales franceses (de la guerra colonialista de Francia contra el pueblo de Argelia). La humillación o los maltratos a los soldados, en un ejército patriota, desmoralizan y debilitan a la fuerza propia, por lo que deben ser considerados actos de colaboración con el enemigo, y castigados como tales. El reconocimiento y el mérito que aún se debe a tantos soldados, suboficiales, oficiales y civiles de Malvinas, es tan necesario como el ajuste de cuentas con traidores (que los hubo, sobre todo en la jefatura, y se los sigue ocultando), y los que cometieron delitos contra los veteranos, en el propio teatro de combate.

Si se trata de hechos a los que nos referimos en el punto 12), el Estado argentino a través de múltiples procedimientos está en condiciones de actuar en pos de establecer la justicia con todo rigor.

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La cuestión Malvinas – 77 – Una realidad vigente

Finalmente: en los fundamentos, donde dice: “Nuestro país ratificó el Tratado Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos y el Pacto de San José de Costa Rica, con rango constitucional, que le imponen al Estado legislar con los fines de evitar conculcar los derechos humanos y al mismo tiempo garantizar y respetar su uso y goce, como ya lo hizo con anterioridad, por ejemplo, con las leyes 24.411, 24.823, 25.914 y con las víctimas de los atentados a la embajada de Israel y la sede de la AMIA, y las víctimas de los fusilamientos en 1956.”, no aparece vinculable a los hechos ocurridos durante la Guerra Nacional de Malvinas. Si se trata de la agresión colonialista británica, asociada a EEUU, el Estado argentino tiene múltiples caminos para defenderse de dicha agresión, resolviendo la denuncia de los “Acuerdos de Madrid” y el “Tratado de Londres”, (derecho que le asiste a nuestra nación, para convocar a todos los sectores a un amplio debate sobre la “cuestión Malvinas” y sus vinculantes); la anulación de las leyes de garantía a las inversiones británicas, etc. (…)

Si la expresión está referida al abandono que todos los ex combatientes y veteranos de la guerra nacional de Malvinas sufrieron como producto de la política desmalvinizadora (verdadera política de Estado aplicada en desmedro de los intereses nacionales y populares desde el 14 de junio de 1982), el Estado argentino está en plenas condiciones para proceder a la reparación moral de todos ellos, como hace ya 25 años esperan de parte de las autoridades argentinas que se suceden en los distintos cargos de la administración nacional. Y a partir de proceder a la reparación moral hacerlo en lo económico, restituyendo todos los años de pensión de Guerra no abonados por el Estado desde el 14 de junio de 1982 hasta el pago de la primera pensión en 1992, y por sobre todas las cosas promoviendo una inmediata y seria política de salud, para poner fin el constante aumento de los muertos post-Malvinas (que algunas fuentes ubican ya por encima de 400), muchos de ellos por suicidio. Si hay algo que desnuda la política desmalvinizadora de Estado aplicada hasta la fecha, es la muerte por suicidio de nuestros héroes veteranos de la guerra de Malvinas.

De ahí que consideramos que sería conveniente reformular algunas consideraciones de dicho proyecto de Ley tanto en su articulado como en sus fundamentos, para obtener el mejor instrumento jurídico no

solo en el reconocimiento material que los Sres. Legisladores procuran para los ex soldados combatientes de Malvinas, sino para la defensa consecuente de nuestra soberanía.

La cuestión Malvinas y los crímenes de guerra del colonialismo británico

Una intensa campaña nacional e internacional se ha realizado para ocultar que el colonialismo constituye un crimen contra la humanidad como lo caracterizan las Naciones Unidas. La ocupación colonial británica de los territorios de indudable soberanía argentina y su amenaza creciente contra nuestra integridad territorial continental, puesta de manifiesto en el último ejercicio militar del Reino Unido de doce días de duración y de carácter ofensivo, se inscribe en el crimen calificado por el organismo internacional.

Junto a este deliberado ocultamiento, también se han silenciado distintos actos criminales durante la guerra nacional de Malvinas de parte de la potencia agresora. Al respecto, consultada por este Instituto la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, recuerda los diferentes casos reconocidos como crímenes de guerra.

Entre otros, la Comisión recuerda el intento de homicidio contra el Cabo José Oscar Carrizo, el homicidio del Suboficial Primero Félix Oscar Artuso; la muerte de cuatro soldados argentinos y heridas a otros ocho el 1 de junio de 1982, en Pradera del Ganso, cuando los soldados prisioneros trasladaban cargas explosivas por orden de las fuerzas de ocupación británicas; utilización de las bombas “Beluga” arrojadas por los aviones Sea Harrier británicos en distintos sitios de las Islas, etc. El caso más reconocido y debatido es el artero hundimiento del Crucero General Belgrano. A propósito de la consulta realizada a la Comisión por nuestro Instituto, reproducimos en el Apéndice N° 3, el documento:

Por qué el hundimiento del Crucero ARA “General Belgrano” debe ser considerado un crimen de guerra. FUENTE: Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

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La cuestión Malvinas – 78 – Una realidad vigente

Apéndice N° 1 // Documento del Instituto de Estudios Nacionales del FPyP 26 de febrero de 2012

Motivo: Varias son las apreciaciones que se

hacen desde diversas fuentes y posiciones sobre la situación colonial instalada en el Atlántico Sur y que afecta la integridad territorial de la República Argentina, donde la Nación se halla impedida del efectivo ejercicio de su soberanía en las Islas Malvinas, San Pedro (Georgias del Sur) y Santiago (Sandwich del Sur), por efecto del quebrantamiento de territorio que provoca la usurpación británica por invasión militar de las mismas.

Como ejemplo, tomamos una de esas

apreciaciones insertas en un apartado de un artículo publicado recientemente [1]:

En el citado apartado el autor expresa: “En estricto derecho ya no rige el status de colonia para las Islas Malvinas.”

“El estatuto jurídico de las Islas Malvinas desde el año 2009, en que se modificó conforme con una Constitución aprobada por la población local, es un territorio de ultramar autónomo, con autoridades electivas, sobre la base del voto de todos los ciudadanos residentes en las islas, de una Legislatura local, que elige un Consejo, el que a su vez designa de su seno el Gobernador, y las autoridades judiciales.

Este nuevo estatuto político evidentemente ha sido dictado para demostrar que las Islas Malvinas no se hallan sujetas a un régimen colonial, y por tanto las decisiones de las Naciones Unidas a los efectos de su descolonización se han cumplido, pero por otra vía que la prevista, que era la negociación con la Argentina.”

Bien, en primer término, centrémonos en el

término “Constitución”, usado tanto por el autor de la nota, como en tantos otros escritos, comunicados, documentos británicos, etc.

El instrumento universalmente conocido como “Constitución” es el resultado de la voluntad individual de los pueblos que se constituyen como Estado o Nación de auto dictarse libremente su base jurídico- política-económica, por la cual obraran como tales, sin injerencias de terceros, es decir el pleno ejercicio de su soberanía interior y exterior. Es la Nación hecha ley (Juan María Gutiérrez)

En el caso de las usurpadas islas Malvinas nos encontramos no ante una Constitución, sino ante un simple Reglamento colonial ordenado por la metrópolis imperial o Corona, (quien además se reserva el poder sobre esa supuesta “ley fundamental”, ya que Su Majestad puede actuar sobre ella “a discreción“ y “a voluntad”, violándose así uno de los principios intrínsecos de aquél digno instrumento de los pueblos: “Si la Constitución no fuera suprema, -es decir hubiera algún poder por sobre ella- no sería la ley fundamental”).

Veamos:

La Orden Real se encabeza así: (Traducción) “”Instrumentos Estatutarios 2008 N° 0000 Territorios Sur Atlánticos La Constitución de las Islas Falklands Orden 2008 Hecho: 5 Noviembre 2008 Presentado ante el Parlamento: 12 Noviembre

2008 Entrado en vigencia: conforme a la sección 1 (3) En la Corte en el Palacio Buckingham, el 5to. Día

de Noviembre 2008 Presente, Su Más Excelente Majestad la Reina en

Consejo. Su Majestad, en ejercicio de los poderes

conferidos sobre Ella por las Actas Acuerdo Británicas de 1887 y 1945 y de todos otros poderes permitiendo a Ella así actuar, se complace, por y con el consentimiento de su Consejo Privado, de ordenar, y es ordenado, lo siguiente:

Esta Orden puede ser mencionada como Constitución Falklands Islands Order 2008.

Esta Orden será publicada en la Gaceta. Esta Orden entrará en vigencia en el día

indicado. ….. La Constitución tendrá efecto en las Falklands

Islands en el día indicado…”” Es raro, además: una Constitución escrita de una

colonia, dictada por el poder de una metrópolis que no tiene Constitución escrita, pues, como dijera Pablo Crocchi en un artículo, “Este documento pomposamente llamado Orden de Constitución de las Islas Falkland 2008 que entrará en vigor el 1 de enero 2009, es otra falacia jurídica de la corona británica. Se trata en realidad de otra Carta Patente o Decreto Real donde arbitrariamente reconoce –y desconoce- derechos a sus ‘súbditos’. El Reino Unido de Gran Bretaña –sujeto a la corona inglesa-, es el único Estado europeo que no tuvo ni tiene Constitución escrita: su sistema jurídico se basa en colecciones a través del tiempo de Cartas Patentes (decretos Reales como las Cedulas Reales que padecimos en la era virreinal) donde la corona manifiesta sus reales caprichos…” (Pablo Crocchi “Malvinas: La falaz Constitución Falklands que no es ni será”, Bs. As., 1-12-2008).

Tampoco es éste el primer reglamento de las Islas, ya que suplanta a otro similar (impuesto por Orden de 1985, 20-3-1985, también denominado “Constitución”, y éste, a su vez, a otros anteriores que datan de 1948), pues éstos, así como son ordenados también pueden ser modificados, revocados, por la Corona, tal como consta en la propia Orden.

Entrando de a poco en su contenido, a través de él podemos visualizar sobre quién tiene el poder sobre el territorio (es decir, quién manda):

El Capítulo II dice que “Habrá un Gobernador de las Falkland Islands quien será nombrado por Su Majestad por Comisión bajo Su Firma Manual y Sello, y mantendrá su cargo durante la voluntad de Su Majestad”. Este funcionario, que provee la Corona, nos introduce un primer elemento del

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La cuestión Malvinas – 79 – Una realidad vigente

poder: el ser nombrado por Su Majestad y la permanencia en su cargo a discreción (voluntad) de Su Majestad. Ya veremos como también responde a Su Majestad.

El mismo Capítulo aclara que, aparte de los que le confiere la “Constitución”, o cualquier otra ley, tendrá también “tantos otros poderes y derechos como Su Majestad tenga, ahora y entonces, la voluntad de asignarle…y el Gobernador hará o ejecutará todas las cosas que pertenezcan a su cargo acorde a dichas instrucciones…como Su Majestad permita, de vez en cuando a través de un Secretario de Estado (nota: de la metrópolis), juzgar conveniente darle…” -

Agrega que: “...el requerimiento si el Gobernador ha, en cualquier materia, cumplido con cualquiera de dichas instrucciones, no será inquirido dentro de ningún tribunal”. Esta inmunidad también le vale por algún acto que deba ejercer con asesoramiento, o posterior consulta, con alguna persona o autoridad.

Haciendo aquí un paréntesis, cabe preguntarse el porqué de tamaña inmunidad. La contestación podría ser: siendo el Gobernador el poder delegado de la autoridad real, nombrado por ésta, es como si actuara la Corona misma; inquirirlo en un tribunal sería como inquirir a Su Majestad, cosa imposible.

Una dependencia de interés es la que este funcionario de la Corona debe tener con otro funcionario del poder de la metrópolis, como es el Comandante de las Fuerzas Británicas, (el Oficial al Mando de las Fuerzas de Su Majestad, es decir de las fuerzas militares en este territorio insular terrestre, marítimo y aéreo): ya que lo consultará antes de ejercer cualquier acto que considere relativo a la defensa o la seguridad interna (con excepción de la policía), o, por parte del Comandante, el consejo que éste considere necesario dar al Gobernador en interés de dicha defensa o seguridad.

Obsérvense la doble seguridad que prevé la Orden real: si el Gobernador no consulta al Comandante porque no le parece ser una situación relativa al tema, el Comandante dará de por sí el consejo necesario, y el Gobernador “actuará en concordancia con el consejo del Comandante”.

Merecen analizarse aquí los términos empleados en esta eventualidad: a) “defensa”, b) “seguridad interna”, c) “excepción de la policía”.

“Defensa”, se sobre entiende, es todo lo relativo a un ataque del ámbito externo.

“Excepción de la policía”, también se sobreentiende, queda exenta la actividad policial propia, es decir, toda la seguridad cotidiana, infracción a normas de tránsito, accidentes, ebriedad, robo, etc.

Pero, ¿“Seguridad interna”? ¿Queda a cargo del Comandante de las Fuerzas Británicas toda situación interna (social, militar, económica) que éste, o el Gobernador, considere/n anormal y atentatoria contra los intereses británicos? En la “Constitución”, la Sección 100, denominada “Interpretación”, nada aclara respecto a este término. Cabría preguntarse: ¿posiblemente haya instrucciones secretas?

El Gobernador, o cualquier persona debidamente autorizada por él en escrito bajo su puño y letra, puede, en el nombre de Su Majestad y de parte de Su Majestad, hacer y ejecutar bajo el sello público, cesiones y disposiciones de cualquier tierra, u otra propiedad inmueble en las Islas.

Se hará referencia ahora a dos elementos instituidos en las llamadas “Constitución” de las Islas, que incorporan la presencia de representantes de los custodios civiles de la invasión británica de esta parte del territorio argentino, es decir, los habitantes del archipiélago.

Estos elementos son lo que la Orden Real llama: 1) La Legislatura (Cap. III) y 2) El Ejecutivo (Cap. V).

La palabra Legislatura incorporaría la creencia de

un poder supremo de los habitantes que, mediante una Asamblea Legislativa, se otorgan libres de toda injerencia un plexo legal a todos los fines.

A poco que se analiza salta a la vista que ello no es así, y que todo se halla sujeto a la instancia del Gobernador, de un Secretario de Estado de la metrópolis, y en última y superior, de Su Majestad.

La Asamblea consta de ocho miembros electos (cinco por el distrito principal, llamado “Stanley”, y tres por el resto de las Islas, llamado “Camp”), a los que se suman dos miembros “de oficio” (sin voto), a saber, el Jefe Ejecutivo y el Director de Finanzas.

Tanto la calificación/descalificación para ser electo dentro de los ocho miembros, como para ser elector guardan una serie de requisitos detallados en el citado Capítulo III, que hacen a la propia formalidad.

La Asamblea elige un Presidente de la misma, y un Vicepresidente, existiendo también un Secretario, que será un cargo público.

Toman parte en los procesos de la Asamblea Legislativa, el Comandante de las Fuerzas Británicas, y el Fiscal General, aunque sin voto.

Un dato interesante de dependencia formal de los miembros de la Asamblea, es que su asiento se volverá vacante si, entre alguna de sus causales, el titular lo resigna por escrito bajo su firma, dirigida, no al Presidente de la Asamblea, sino al Gobernador.

Para que se reemplace al renunciante se deberá celebrar una elección en la fecha que el Gobernador fije por proclama publicada en la Gaceta (especie de Boletín Oficial).

También para la elección general, deberá mediar una proclama del Gobernador publicada en la Gaceta.

Las sesiones de la Asamblea solo pueden comenzar en el momento que el Gobernador indique por proclama en la Gaceta.

También por proclama publicada en la Gaceta el Gobernador disuelve la Asamblea.

La sección 37 del Cap. IV, pone en manos del Gobernador la potestad legislativa, es decir puede hacer leyes (“may make laws”) con el “advice and consent” (opinión y acuerdo) de la Asamblea.

Es interesante observar los límites que tienen esa opinión y acuerdo. Veamos:

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La cuestión Malvinas – 80 – Una realidad vigente

Los proyectos de leyes pueden ser propuestos por cualquier miembro de la Asamblea.

Pero la Asamblea no podrá proceder de por sí sobre aquellos proyectos que: hagan provisión imponiendo o alterando cualquier impuesto, o cualquier cargo sobre los ingresos u otras rentas de las Islas, o componiendo o perdonando cualquier deuda debida al Gobierno; como así también que constituya cargo público, salarios, subsidios, de funcionarios públicos, pensiones, gratuidades, u otros beneficios.

Lo anterior es así por cuanto dichos proyectos solo procederán por recomendación del Gobernador.

Es de importancia conceptual observar que los proyectos de ley para recaudar fondos sólo pueden proceder por recomendación del Gobernador, (que es como decir, de Su Majestad).

La aprobación a los proyectos obra de la siguiente manera:

(textual sección 52) (1) Un proyecto pasado por la Asamblea

Legislativa no será una ley hasta que: (a) el Gobernador lo haya aprobado en el nombre

de Su Majestad y en el interés de Su Majestad, y tenga firma y sello de su asentimiento, o

(b) Su Majestad haya dado su aprobación a través de un Secretario de Estado, y el Gobernador haya indicado esa aprobación por proclama publicada en la Gazeta.

(2) Cuando un proyecto es presentado al Gobernador para su aprobación, el Gobernador actuando a discreción, pero sujeto a esta Constitución y a cualquier instrucción que le haya sido dada a través de un Secretario de Estado, declarará que aprueba o rechaza aprobarlo, o que reserva el proyecto para la indicación de la aprobación de Su Majestad; pero el Gobernador reservará para la indicación de la satisfacción de Su Majestad cualquier proyecto el cual en su juicio es de toda forma repugnante a, o inconsistente con, esta Constitución.

(3) Antes de rechazar la aprobación a cualquier proyecto, el Gobernador explicará a los miembros de la Asamblea Legislativa las razones porqué se propone hacerlo así, si es necesario en confidencia, y permitirá a aquellos miembros la oportunidad de suministrar sus visiones sobre la materia en escrito a un Secretario de Estado.

Es interesante observar que la Sección 55, entre los poderes reservados al Gobernador, indica que, si éste considera que cualquier proyecto introducido en la Asamblea, fuera dejado pasar por ella más allá de un particular tiempo y forma que el Gobernador crea prudente, él puede, en cualquier momento que considere aceptable, y no obstante cualquier provisión reglamentaria, declararlo como pasado o tratado por la Asamblea. Si un miembro de ella hace objeción, puede dentro de los 14 días suministrar al Gobernador una declaración escrita de sus razones, y éste enviará una copia a un Secretario de Estado.

La Sección indica que los poderes conferidos al Gobernador serán ejercidos por el mismo “a su discreción” [2].

En el Anexo “A” de la “Constitución” entre las Reglas para la Promulgación de Leyes, también se lee lo siguiente:

(5)- El Gobernador, sin haber previamente obtenido instrucciones a través de un Secretario de Estado, no acordará ningún proyecto incluido dentro de las siguientes clases, a menos que dicho proyecto contenga una cláusula suspendiendo su operación hasta la indicación de la satisfacción de Su Majestad sobre el proyecto:

Y entre la enumeración figuran proyectos sobre: la moneda de las Islas, asociaciones bancarias, afectación de obligaciones impuestas al Reino Unido por tratados, afectación de la disciplina y control de las Fuerzas Armadas, posible perjuicio a prerrogativas de Su Majestad, derechos de propiedad de Sus Súbditos no residentes en las Islas, el comercio, transporte o comunicaciones de todo territorio bajo soberanía de Su Majestad, propiedad de cualesquiera minerales, regulación de privilegios, etc.

También el Anexo “A” prescribe en su sección 6, que todo proyecto que intente afectar o beneficiar a alguna persona en particular, asociación o cuerpo corporativo, contendrá una cláusula que salvaguarde los derechos de Su Majestad, Sus Herederos y Sucesores, todos los cuerpos políticos y corporativos, y además dicho proyecto no será presentado en la Asamblea, y el Gobernador no consentirá el mismo en nombre de Su Majestad, hasta que a ésta no reciba a través de un Secretario de Estado, junto con el proyecto, un certificado de que el mismo ha sido publicado no menos de tres veces en la Gaceta.

Su Majestad, actuando a través de un Secretario de Estado, también se reserva la prerrogativa de rechazar leyes para las cuales el Gobernador ha dado su consentimiento

Las leyes se denominan “Ordenanzas”, y estarán en operación cuando hayan sido publicadas en la Gaceta.

Pero, según la Sección 54 (Anulación de leyes), cualquier Ordenanza del Gobernador puede ser anulada por Su Majestad a través de un Secretario de Estado, el cual notificará al Gobernador de un período de expiración, y éste dará a la Asamblea una oportunidad a reconsiderar la Ordenanza.

Recibido la citada notificación de anulación de Su Majestad, el Gobernador la publicará en la Gaceta, y la Ordenanza será anulada desde esa fecha.

Con respecto al otro elemento, el “Ejecutivo”: De acuerdo a la sección 56 del Capítulo V, en el

archipiélago el poder ejecutivo está representado por Su Majestad, y es ejercido por el Gobernador en nombre de Su Majestad.

En la Sección 57 se dice que habrá un Consejo Ejecutivo que consistirá de tres miembros de carácter electivo (por la Asamblea Legislativa) por 12 meses, y dos “de oficio” (el Jefe Ejecutivo y el Director de Finanzas).

El Consejo será convocado solamente por el Gobernador actuando a su discreción. Pude ser convocado en cualquier momento. Y también, es

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La cuestión Malvinas – 81 – Una realidad vigente

presidido por él (o en su ausencia, por el miembro que él actuando a su discreción, designe).

El Comandante de las Fuerzas Británicas y el Fiscal General asisten a las reuniones del Consejo, y toman parte en las actuaciones, sin voto.

La agenda del Consejo se conformará de cualquier ítem que el Gobernador actuando a su discreción estime corresponder, incluyendo el que fuere solicitado por un miembro electo.

En asuntos relacionados con la formulación de política y el ejercicio de sus funciones, el Gobernador consultará con el Consejo Ejecutivo.

Sin embargo, podrá actuar contrariamente a la opinión de éste cuando lo considere apropiado, informando sobre el particular a un Secretario de Estado, enviándole la visión del Consejo.

Algunas circunstancias pueden ser: si, en su juicio, lo hace en el interés del buen gobierno; si, en su juicio, el parecer dado por el Consejo podría afectar cualquiera de las materias relacionadas a asuntos exteriores, defensa, seguridad interna incluyendo la policía, administración de justicia, auditoría, nombramientos al servicio público, la disciplina y remoción del cargo de funcionarios públicos y el manejo del servicio público.

También, el Gobernador puede actuar sin consultar al Consejo: cuando actúe bajo instrucciones dadas por Su Majestad a través de un Secretario de Estado; cuando la cuestión por su naturaleza requiere que recabe el parecer del Comandante de las Fuerzas Británicas, o cuando éste ya le ha dado su asesoramiento; cuando ejercite su función a su discreción o a su juicio; o por consulta afuera del Consejo.

En el caso anterior, el Gobernador, tan pronto como le sea posible, comunicará al Consejo las medidas adoptadas, y las razones para ello, al menos que esté instruido por un Secretario de Estado de no proceder así.

El Gobernador, actuando a su discreción, puede en cualquier momento requerir el comparendo de cualquier funcionario público.

La “Constitución” dice que habrá un Comité Consultivo sobre la prerrogativa de Clemencia.

Sus miembros serán: 2 miembros electos de la Asamblea Legislativa,

nombrados por el Gobernador. El Jefe Ejecutivo. El Fiscal General. El Oficial Jefe Médico. Los miembros electos durarán 4 años en el

Comité, pero cesarán si dejan de ser miembros de la Asamblea. También dejarán vacante su función si su elección es revocada por el Gobernador actuando a discreción.

El Gobernador, actuando después de consultar con el Comité Consultivo sobre la Prerrogativa de Clemencia, puede en nombre de Su Majestad, y de parte de Su Majestad: garantizar perdón tanto libre o sujeto a condiciones legales; prórroga, indefinida o de período específico, de la ejecución de castigo por cualquier falta; sustituir en forma menos severa castigos impuestos. Siempre que todo ello no esté

relacionado a condenas de corte marcial establecida bajo Acta del Parlamento del Reino Unido.

Referido al Servicio Público, el Gobernador constituye cargos, en nombre y en el interés de Su Majestad.

El cargo de Jefe Ejecutivo es un cargo público, y será nombrado por el Gobernador, actuando en acuerdo con el Consejo Ejecutivo.

Dice la Sección 83: “Bajo la autoridad del Gobernador, el Jefe Ejecutivo será la cabeza del servicio público, y ejerciendo esa responsabilidad el Jefe Ejecutivo cumplirá con todas las directivas dadas, por el Gobernador actuando a discreción”.

La sección 84 estipula que el poder para hacer nombramientos para cualquier cargo público está conferido en el Gobernador, y lo ejercerá a su discreción. También será ejercido por el Gobernador el poder para hacer nombramientos a los cargos de Fiscal General, Jefe de Policía y Oficial al Comando de la Fuerza de Defensa de las Islas.

Referente a la faz Judicial, el Capítulo VIII (“Administración de Justicia”) dice que en las Islas habrá una Corte Suprema para cualesquiera procedimientos civiles o criminales, y consistirá de un juez, el Jefe de Justicia.

También habrá una Corte de Apelación, consistente de 1 Presidente y 2 Jueces de Apelación, y el Jefe de Justicia de la Corte Suprema como miembro “ex officio” (salvo para escuchar apelaciones de sus propias decisiones).

En conexión con cualquier apelación desde la Corte Suprema, Las decisiones de la Corte de Apelación serán cumplidas en la misma manera como decisiones de la Corte Suprema.

La Corte de Apelación podrá asentarse en las Islas, “o en cualquier lugar”.

El Comité Judicial del Consejo de la Corona en Londres conserva su competencia legal para, en determinados casos, oír apelaciones de los fallos del Tribunal de Apelaciones para las Islas

La sección 88 dice: “El Jefe de Justicia, el Presidente de la Corte de Apelación y los Jueces de Apelación serán nombrados por el Gobernador en seguimiento de Instrucciones dadas por Su Majestad a través de un Secretario de Estado”.

La misma sección estipula que para calificarse para esas funciones se deberá ser, o haber sido, juez de una corte teniendo ilimitada jurisdicción en materia civil y criminal en alguna parte del Commonwealth o en Irlanda, o que tenga derecho a practicar como abogado en dicha corte y haber estado habilitado por no menos de 10 años a practicar como abogado o como procurador en dicha corte.

El Magistrado Mayor será nombrado por el Gobernador actuando a discreción.

Según sección 90 un Juez o el Magistrado Mayor serán removidos de su cargo solamente por incapacidad para desempeñar las funciones de su cargo, o por mala conducta.

Serán removidos del cargo por el Gobernador, habiendo sido previamente la cuestión de remoción, a petición de éste, girada por Su Majestad al Comité

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La cuestión Malvinas – 82 – Una realidad vigente

Judicial del Consejo Privado de Su Majestad bajo sección 4 del Acta del Comité Judicial 1833.

La Orden 2008 de Su Majestad ha incorporado un “Comisionado de Quejas”, que no figuraba en la Orden 1985.

La sección 95 dice que “el Gobernador actuando a discreción, puede de tiempo en tiempo, nombrar un Comisionado de Quejas.”.

Quien fuere nombrado permanecerá en el cargo según el período especificado en el instrumento que lo nombre.

No pueden ser Comisionado de Quejas un miembro de la Asamblea Legislativa o un funcionario público.

El Gobernador también actuando a discreción puede remover del cargo al Comisionado por incapacidad para el desempeño de la función o por mala conducta.

La misma sección 95 dice que el nombramiento será para investigar cualquier queja de mala administración, u otros asuntos que deberán ser prescriptos por Ordenanza.

El tema del movimiento de las Finanzas de las Islas está tratado en el Capítulo VI.

Todos los recursos recibidos para los propósitos del gobierno de las Islas deben ingresar a, y formar, un llamado “Fondo Consolidado”.

No entrarán en ese Fondo aquellos que puedan corresponder a otro fondo específico, o tengan destino, por ley, de ser retenidos para los gastos de quien los percibe.

No podrán retirarse dineros del Fondo Consolidado, que no sea para atender gastos imputables al mismo.

El Director de Finanzas prepara las estimaciones de los recursos y erogaciones del año.

En la Asamblea Legislativa se trata el proyecto con las estimaciones del año, llamado proyecto de apropiación.

El Director de Finanzas hará estimaciones suplementarias, si se dan los casos de insuficiencias de fondos.

También puede establecerse un Fondo de Contingencia por el cual el Director de Finanzas queda autorizado a realizar adelantos de ese fondo si ha surgido una “urgente e imprevista necesidad de erogación”.

Todos los cargos de deuda a que estén sujetas las Islas serán sobre el Fondo Consolidado.

El Gobernador actuando a discreción hará los arreglos para la auditoría de las cuentas públicas.

Los informes de las auditorías le serán entregados al Gobernador, interviniendo también la Asamblea Legislativa y el Comité de Cuentas Públicas.

Este Comité de Cuentas Públicas, que examinará e informará sobre las cuentas públicas e informes auditores, está formado por 1 presidente y dos miembros, nombrados por el Gobernador, (no debiendo ser miembros de la Asamblea); y dos miembros de la Asamblea, elegidos por ésta. El período de nombramiento o elección no podrá exceder los 4 años.

Cabe recordar en el tema finanzas lo indicado anteriormente más arriba, que para los proyectos de ley para recaudar fondos solo puede procederse por recomendación del Gobernador.

Finalmente, resulta muy interesante considerar el “Anexo B a la Constitución”, titulado “Juramentos y Afirmaciones”, El “Juramento de Lealtad”, dice así:

“Yo… juro que doy fielmente verdadera lealtad a Su Majestad la Reina Elizabeth Segunda, Sus Herederos y Sucesores, según la ley. Así Dios me ayude”.

Como se ve aquí hay dos componentes: El juramentado reconoce la supremacía del poder y autoridad real, y lo hace “in eternum” ya que no solo se refiere a la actual detentadora de la Corona, sino también le será leal en su oportunidad futura a quienes hoy son aspirantes a portarla.

El primer componente es también un reconocimiento de la subordinación colonial, que en el segundo componente indica el compromiso a mantener la colonia bajo la égida británica.

Ello también desnuda el carácter meramente declamatorio del Capítulo I (“Protección de los Derechos y Libertades del Individuo”) del reglamento colonial impuesto en las Islas como “Constitución” por la Orden Real del 2008.

Como breve síntesis de los nuevos contenidos de

la actual “Constitución” con respecto a la anterior que fuera impuesta por Orden Real del 1985, las secciones nuevas son:

En el Capítulo I: las secciones 7 (Derechos de los prisioneros a un tratamiento humano), 10 (Derecho a matrimonio y formar familia), 12 (Derecho a la educación), 20 (Afectación a la libertad de conciencia), y 21 (Afectación a la libertad de expresión).

En el Capítulo III: la sección 35 (Volver a llamar a la disuelta Legislativa en caso de emergencia).

En el Capítulo VI: La sección 81 (Comité de Cuentas Públicas).

En el Capítulo 7: Las secciones 83 (Jefe Ejecutivo), y 85 (Disciplina y Remoción de funcionarios públicos).

En el Capítulo IX: Sus dos secciones, 95 (Comisionado de Quejas) y 96 (Funciones del Comisionado de Quejas).

---- Notas al Apéndice N°1 [1] “Hacia otro fracaso en la cuestión Malvinas”,

Mario Cadenas Madariaga, 8 febrero del 2012. [2] En el original inglés: “discretion”. Según el

Oxford Dictionary, Oxford University Press: “2 freedom to decide for oneself what should be done” Don’t keep asking me what to do: use your own discretion”. (2 Libertad para decidir por sí mismo qué deberá hacerse. No me pregunte que hacer: use su propia discreción).

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La cuestión Malvinas – 83 – Una realidad vigente

Apéndice N° 2 // Los intereses soberanos argentinos y la vigencia de una normativa europea

El (…) rechazo al Tratado de Lisboa que el

pueblo de la República de Irlanda efectuó en su referéndum, nos lleva a realizar algunas puntualizaciones: (…) dicho Tratado, firmado por los representantes de los Estados miembros del bloque europeo el 13 de diciembre del 2007, fue la consecuencia de un proceso desencadenado en el año 2005, cuando Holanda y Francia rechazaron el proyecto de Constitución de la Unión Europea. (…) En aquél primigenio proyecto constitucional, nuestro interés directo radicaba en su Título IV, “La Asociación de los Países y Territorios de Ultramar”, donde desde su artículo III-286 al III-291, se consignaba un régimen asociativo a la Unión Europea, de Países y Territorios que aparecían enumerados en su llamado Anexo II.

Entre dicha enumeración figuraban, textualmente: “Islas Malvinas (Falkland)”, “Georgias del Sur e Islas Sándwich del Sur” y “Territorio Antártico Británico”.

(…) La medida europea disfrazaba el asunto como un tema de mera “promoción del desarrollo económico y social”, y de “estrechar relaciones económicas” (…) La base de la medida databa de mucho tiempo antes, más precisamente en ocasión de la adhesión del Reino Unido al Tratado de Roma de 1957, sucedida el 22 de enero de 1972, y recién tomaba en nuestro país dimensión pública por el carácter constitucional del documento proyectado.

(…) El tema de la mencionada Asociación se ve repetido en el articulado del nuevo Tratado, el de Lisboa de diciembre 2007.

(…) La mencionada Asociación de los Países y Territorios de Ultramar (los PTU) se halla regulada por la Decisión del Consejo de la Unión Europea del 27 de noviembre de 2001, actualmente en plena vigencia.

Es decir, si bien el proyecto de Constitución, y luego su continuación, la “Constitución simplificada”, o sea el Tratado de Lisboa, pusieron sobre el tapete del conocimiento del pueblo argentino la susodicha Asociación, la vigencia de ésta sigue sus carriles independientemente de la suerte corrida o que deviene a esos instrumentos.

Cabe mencionar que ejecutando algunos de los lineamientos de la antedicha Decisión del Consejo, la UE asignó en el año 2004 la suma de 3 millones de Euros al gobierno británico colonial invasora que usurpa nuestras Islas y que quebranta nuestro territorio nacional. Para un mayor análisis de esta normativa del Consejo de la Unión Europea ver los dos documentos “La Constitución Europea y Relaciones Económicas”.

3) La Base militar de Mount Pleasant es la base militar extranjera más importante en América del Sur. El Reino Unido de Gran Bretaña tiene apostados allí 1.500 soldados, aviones ultramodernos, sistemas de misiles de última generación, un destructor de tipo 45 "HMS Dauntless" de los más modernos y con

enorme capacidad de fuego y la presencia de un submarino nuclear.

Apéndice N° 3 // Por qué el hundimiento

del Crucero ARA “General Belgrano” debe ser considerado un crimen de guerra.

El Derecho Internacional Humanitario

En la actualidad, se entiende al Derecho Humanitario como el componente de Derechos Humanos perteneciente al derecho de guerra, es decir, el que se aplica en los conflictos armados internacionales.

Históricamente, el Derecho Internacional ha sido un “derecho de la guerra y de la paz”. El Derecho Internacional de la antigüedad, el de la edad media y por supuesto el moderno, que surge después de la paz de Westfalia, es un Derecho Internacional que oscila entre el estado de guerra y el estado de paz.

Por la propia naturaleza humana, siempre ha sido necesario regular la etapa del conflicto, la etapa en donde estamos en guerra. Esta tradición del Derecho Internacional se ha reflejado en varias Convenciones, sobre todo en los tiempos modernos.

Antes había un Derecho impuesto o un Derecho deducido del Derecho Natural, deducido de las pautas limitatorias de la crueldad por parte del cristianismo en la época medieval, en donde el Papa era el gran mediador de aquellos tiempos.

Pero en los tiempos modernos ha habido conferencias internacionales que han ido produciendo lo que hoy conocemos como Derecho Humanitario. Las más importantes son las últimas conferencias del siglo XIX: la conferencia de La Haya de 1889, y la primera conferencia del siglo XX fue la conferencia de La Haya de 1907. Ahí están los antecedentes de lo que hoy en día está vigente, que son los Convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos facultativos.

Los tratados tuvieron por finalidad establecer los límites a las acciones de guerra, refiriéndose a las formas de declaración, de inserción, o de terminación de una guerra, a la delimitación del teatro de hostilidades y del teatro de operaciones, etc. Es lo que en Derecho se llamó “vulga tánatos”, ya que las guerras no se desarrollaban en las ciudades (al menos en el concepto de la guerra clásica). Por supuesto que esto fue cambiando, y las dos guerras mundiales presentaron variaciones importantes.

La Primera Guerra Mundial marcó la finalización de la cultura del siglo XIX y sobre todo la finalización de la cultura jurídico-internacional. Fue una guerra de trincheras en donde justamente se ubica la acción bélica en las ciudades.

La Segunda Guerra Mundial, en cambio, no fue una guerra nacional; fueron guerras

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La cuestión Malvinas – 84 – Una realidad vigente

internacionales, en donde se tomó como enemigo a toda la población, a todos los componentes humanos que conformaban la población del estado beligerante. Esto es importante tenerlo en cuenta porque rápidamente hubo que hacer una adaptación de la doctrina del Derecho Internacional a las nuevas formalidades que presentaba la guerra contemporánea.

Así fue como después de la Segunda Guerra Mundial se funda la ONU cuyo art. 2, prohíbe directamente el uso de la fuerza. O sea, tenemos una norma expresa de Derecho Positivo que prohíbe el uso de la fuerza. La propia Carta posteriormente establece la prohibición del uso de la fuerza y esa petición está establecida en el art. 51 de la Carta y se refiere a la legítima defensa individual o colectiva. Es decir, ante el atropello, ante la agresión provocada por otro estado, un estado tiene derecho a reaccionar y el resto de la comunidad internacional puede ayudarlo en esa reacción.

Pero la ONU se caracteriza por establecer el sistema de seguridad colectiva que gira en torno de los poderes que se le otorgan al Consejo de Seguridad, poderes nada menos que de carácter sancionador, de derecho internacional y que el Reino Unido integra desde su creación y la Argentina, obviamente, no.

Antes de que existiera una organización como la ONU, eventualmente, el derecho de la tierra, por ejemplo, lo establecían los Estados de por sí. Los Estados eran los protagonistas del Derecho Internacional y por lo tanto quienes lo creaban y lo dejaban.

A partir de la ONU, hay como un reconocimiento a una organización internacional a la que los Estados miembros delegan la autorización del uso de la fuerza, luego de realizar un análisis pormenorizado del caso concreto donde se desarrollan los acontecimientos bélicos.

Indudablemente, Gran Bretaña, que ha sido una gran protagonista de guerras navales, tuvo enorme responsabilidad en la creación de normas en materia del Derecho de la guerra. Justamente, después de la Segunda Guerra Mundial hubo tremendas disputas y polémicas con la defensa alemana, cuando los ingleses acusaban a los alemanes por haber tirado en campos de submarinos a matar, a ultimar las presas cautivas por el lado de las fuerzas armadas.

Inglaterra abandona todos esos principios en su reinvasión a Malvinas de 1982; abandona haber sido la sede de la firma del Tratado de Londres de 1916 en donde se decide qué es crimen de guerra, de lesa humanidad, de genocidio, etc; como veremos en el caso del hundimiento del Crucero “Gral. Belgrano”, analizado a la luz del Derecho Internacional Humanitario.

¿Acto de guerra o crimen de guerra? Se suele escuchar de algunas personas, y

leer en diversas publicaciones periodísticas, incluso de altos oficiales de la propia Armada Argentina, que el hundimiento del Crucero “Gral. Belgrano” fue un hecho de guerra. Es decir, piensan en términos muy generales, lo siguiente: “cuando hay una guerra, la gente utiliza las armas y si se da que alguien está en un barco de Guerra cuando el enemigo está utilizando las armas, es posible que ese barco sea hundido y ese es un hecho de guerra”.

Esa idea general, no por extendida, deja de ser profundamente equivocada en los términos del Derecho, y es lo que revisaremos brevemente a continuación.

Es cierto, que en la realidad los Estados usan la fuerza armada. No es cierto, sin embargo, que ese uso de la fuerza armada no se haga bajo ciertas restricciones y también lo es que a veces la percepción que tiene el público en general sobre las restricciones que se aplican al uso de la fuerza armada es una percepción débil. La gente llega a ver lo brutal del uso de la fuerza armada, pero no llega a ver a veces cómo funcionan ciertas restricciones a la fuerza armada.

Para poner un ejemplo absolutamente grosero, en Vietnam, los Estados Unidos no pulverizó el país con una bomba atómica, lo que estaba en condiciones militares de hacer. Existen restricciones y no solo jurídicas, sino políticas de la misma política interna, las mismas garantías que el Estado quiere tener frente a la conducta de otros Estados.

Existe una serie de condicionantes en el uso de la fuerza armada y esos condicionantes van siendo recogidos por un Derecho, que, aunque a la gente le parezca que no, tiende a aplicarse en términos generales y tiende a sancionarse cuando es violado.

Los Hechos

El 2 de Mayo de 1982, siendo aproximadamente las 4 de la tarde, en momentos en que el Crucero “Gral. Belgrano” de la Armada Argentina navegaba fuera del área de exclusión de 200 millas que los británicos habían trazado alrededor de las Islas Malvinas y en dirección a las islas de los Estados, o sea, que no iba en dirección a esa zona de exclusión, es alcanzado por unos torpedos que dispara un submarino británico, dispara sin advertencia, dispara sumergido y con una tal precisión e intensidad lleva adelante este ataque, que el Crucero se hunde en menos de una hora.

El Crucero llevaba 1093 personas, de las cuales 323 mueren, en ese solo acto. Es el hecho de mayor gravedad y que produce el mayor número de bajas en un solo acto de toda la guerra de 1982.

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La cuestión Malvinas – 85 – Una realidad vigente

¿Cuál era el cuadro que había en este momento?

La Argentina había iniciado una acción de recuperación de las Islas Malvinas el 2 de abril, es decir un mes antes. Una acción que no produjo víctimas, ni entre los civiles ni el personal gubernamental británico, no había una declaración formal de guerra.

Gran Bretaña había dicho que enviaba — y de hecho había iniciado esa operación —, una fuerza de tareas destinada a retomar el territorio de las Islas Malvinas. Fuerza de tareas que en ese momento estaba arribando a una distancia corta de la zona de operaciones. Así lo denominaron, fue el Teatro de Operaciones de las Islas Malvinas, y había dicho que enviaba a esta fuerza de tareas en orden a lo dispuesto por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas — problema que vamos a examinar con algún detalle por su importancia —.

Y había determinado cuando su fuerza de tareas estaba llegando a las Islas Malvinas, una zona de exclusión alrededor de las mismas, anunciado que atacaría en virtud de esta zona de exclusión trazada en torno de las Islas a cualquier nave o aeronave argentina no autorizada que penetrara a ese espacio. El “Gral. Belgrano”, reiteramos, no estaba dentro de la zona de exclusión al momento de su hundimiento.

Limitaciones al uso de la fuerza

¿En qué condiciones puede usarse la fuerza armada? En el supuesto que nos ocupa, la regla general es la prohibición del uso de la fuerza armada, es decir, la regla general que está estatuida en el Artículo 2º, Párrafo 4º de la Carta de las Naciones Unidas, dice que “los Estados no pueden individualmente decidir la utilización de la fuerza armada”. Esa es la regla. Y la excepción a la regla, es el Artículo 51 de la Carta que permite “el derecho de autodefensa o de legítima defensa”.

El asunto es que Gran Bretaña, que es un protagonista principal de la redacción de la Resolución 502, en todo momento de aquel proceso de debate - que fue largo y muy hablado-, dice que va a utilizar la capacidad que le provee el Artículo 51, es decir el de la excepción, y cuando dispone el envío de la fuerza de tareas expresamente dice que manda la fuerza de tarea en los términos del Artículo 51 de la Carta.

¿Qué significa esto? Significa que, si Gran Bretaña dice que envía las fuerzas de tareas en los términos del Artículo 51 de la Carta, entonces Gran Bretaña dice:

“Yo reconozco la prohibición del Artículo 2º, Párrafo 4º, la reconozco, la admito, y anuncio que la voy a cumplir, y que solamente voy a usar la fuerza en los términos de este Artículo 51 que me ampara para hacerlo”.

Esto es muy importante tenerlo en cuenta. Porque entonces, ese concepto general de “la guerra es la guerra”, “si el barco era de guerra estuvo bien hundido”, este concepto general no es sostenido ni por los mismos británicos. Este argumento, que utilizó, por ejemplo, el propio comandante del “Belgrano”, jamás fue sostenido por Inglaterra. Jamás.

Para entender la decisión británica, deberíamos separar el campo británico en dos: por un lado, la primer ministro Margaret Thatcher y su gabinete de guerra (los halcones), y su propio cuerpo de asesoramiento jurídico, que le va indicando qué restricciones tienen al uso de la fuerza, lo que puede y lo que no puede hacerse.

Entonces, el Reino Unido de Gran Bretaña manda la fuerza de tareas en los términos del Artículo 51 y dice que va a usar la fuerza en los términos del Artículo 51 de autodefensa. Pero autodefensa, ¿es un concepto general, es un concepto vago, es un concepto abstracto? ¿puede justificar cualquier acto? No.

El Principio de autodefensa o legítima defensa

El concepto de la autodefensa o de legítima defensa del Artículo 51, es un concepto que a partir de la Carta de las Naciones Unidas ha hecho correr ríos de tinta, y no solo de tinta doctrinaria y periodística, sino también de tinta normativa y de doctrina militar. Se han escrito manuales militares en base a este concepto.

¿Por qué razón? Porque el grave problema que se genera alrededor del año 44 o 45, es el surgimiento del arma nuclear.

Un viejo problema del derecho de la guerra era prevenir lo que se llama la “escalada”. A medida que la capacidad de destrucción masiva de las armas aumenta, aumenta la preocupación de los Estados por prevenir, digamos, la “calentura” de los conflictos. Por eso los primeros tratados que preceden a la guerra mundial, se llaman “tratados de enfriamiento”. De lo que se trata, es que, al calor de una controversia política, de una discusión o de un tiroteo, se desencadene un procedimiento inmanejable. Entonces, se trata de dividir a los conflictos en distintas etapas, en tantas partes como sea posible, y de arreglar el paso de una a otra del modo más preciso, de manera que cuando llegue el momento del problema, uno pueda ir previniendo y tratar de frenarlo.

Esto cuando surge el arma atómica se torna en un problema de primera línea de la agenda. Entonces se empieza a definir con mucho cuidado el concepto de la “legítima defensa” y se lo descompone en sus principios, por ejemplo, el Principio de Necesidad, el Principio de Proporcionalidad. Principios de Necesidad y Proporcionalidad

¿Qué nos dice el Principio de Necesidad? Que el uso de la fuerza que yo emplee en los

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La cuestión Malvinas – 86 – Una realidad vigente

términos de la legítima defensa debe ajustarse a lo estrictamente necesario para preservar lo que yo digo que está bajo ataque. Yo debo ajustar la respuesta militar a la acción que la motiva, esto dice el Principio de Necesidad.

El “Gral. Belgrano” estaba navegando a una velocidad de alrededor de 11 Nudos. El alcance de las armas del “Gral. Belgrano” es estimada por los especialistas en unos 40 kilómetros, pero la distancia a la que estaba el “Gral. Belgrano” de la fuerza de tareas británica era alrededor de 400 Millas. Y la distancia que estaba de las unidades enemigas más próximas - si excluimos al submarino “Conqueror”, ya que el buque argentino no estaba en condiciones de desarrollar guerra antisubmarina-, más cerca del “Gral. Belgrano”, era de unas 240 Millas.

El Principio de Necesidad requiere del peligro inminente. Para haber podido legalmente justificar la necesidad como un principio que hace a la legitimación del uso de autodefensa, Inglaterra tendría que comprobar que el Crucero argentino representaba un peligro inminente para su personal. Porque el problema que esas no eran aguas territoriales reclamadas como británicas. No era el teatro de operaciones.

La autodefensa se remite a un teatro de operaciones La defensa de un ataque se produce en una región, en un espacio, y el Crucero “Gral. Belgrano” fue hundido fuera del teatro de operaciones, porque éste no podía exceder en razonabilidad la misma zona de exclusión que había trazado Gran Bretaña.

Al producirse el hundimiento fuera del teatro de operaciones, la única justificación posible en los términos del artículo 51 era el peligro inminente, y eso es imposible demostrar, porque no existió tal peligro inminente representado por una nave que tenía como el “Belgrano” esa velocidad, con ese alcance y que estaba a esa distancia de la flota enemiga.

La segunda cuestión es el principio de proporcionalidad. El medio con que yo me defiendo debe ser análogo al medio del ataque que acuso, y el ataque con submarino es un ataque muy particular, porque es un ataque inesperado. Es un ataque que tiene algo de artero, un ataque que aparece invisible, que no sé qué viene y que tira de este modo. El ataque con submarino es un ataque irritante, y esta condición es conocida en la doctrina naval, de manera que algunos manuales usados por los británicos ya plantean el problema de la potencial escalada que puede generarse a partir del uso del arma submarina cuando lo que se está contestando no es un ataque de esas características.

Si hay una analogía, que es lo que requiere la ley, no se va a producir esto, pero si no hay esa analogía, el ataque con submarino es muy

irritante. Este caso es un caso de manual y produce escalada.

Esto es muy importante tenerlo en cuenta cuando veamos el último de los elementos que es posible analizar, que es el de una posible motivación política, donde se hubiera buscado realmente producir la escalada. Porque si eso era lo que se buscaba la verdad es que se utilizó una cosa que estaba pensada en doctrina.

El Derecho de la Guerra

Ahora vamos a analizar el caso desde la perspectiva, ya no tanto del Derecho

Internacional General, sino un poco desde el punto de vista del Derecho de la Guerra

¿Cuál es el quid del Derecho de la Guerra? ¿A que está apuntando el Derecho de la Guerra en el tiempo?

El Derecho de la Guerra no apunta a prevenir la guerra. El Derecho de la Guerra apunta a regular la guerra.

Acá no estamos en la parte del Derecho que prohíbe usar las armas, estamos en la parte que dice cómo vamos a usar las armas.

El Derecho de la Guerra, si tuviéramos que extraer unos principios, tiende a prevenir la matanza innecesaria y la causa de sufrimientos superfluos, es decir, los daños colaterales que exceden la estricta necesidad militar. Este es el quid del Derecho de la Guerra.

Y en el caso del Crucero “Gral. Belgrano”, el problema que tenemos es que no representaba un peligro, pero en el caso que los británicos hubieran pensado que era un peligro, a esa distancia el submarino podría haberlo inutilizado, no había ninguna necesidad de matar 323 personas. Se le podría haber roto el timón, o haber roto cualquier otra parte del barco, o disparado con torpedos que lo pusieran fuera de combate, como efectivamente poseía el “Conqueror”.

Pero no, el ataque fue llevado a cabo de un modo que hundió el Crucero “Gral. Belgrano” en tan solo una hora. La forma como se apuntó, la cantidad y calidad de proyectiles que se dispararon, estuvieron destinados a cumplir una orden taxativa de HUNDIR (por eso el comandante del “Conqueror” se hace repetir por tres veces la orden). Se tira a matar, y eso no tiene justificación, aun cuando aceptáramos la hipótesis de que podía representar un peligro.

Entonces, el no respeto por los principios de necesidad y de proporcionalidad, el que se haya hundido fuera de la zona de exclusión, la sumatoria de una cosa y la otra, es la que nos lleva a un tercer señalamiento, que es la violación de los derechos humanos.

Se viola el Derecho que prohíbe el recurso de la guerra, se viola el derecho de la guerra y se mata innecesariamente.

Aclaraciones sobre el bloqueo

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La cuestión Malvinas – 87 – Una realidad vigente

Una de las argumentaciones para rechazar la investigación sobre el carácter criminal del hundimiento del Crucero A.R.A “Gral. Belgrano”, consiste en algunas interpretaciones jurídicas sobre el Teatro de Guerra y el ejercicio de bloqueos.

Existe el bloqueo en el Derecho, pero el bloqueo se declara, se notifica, tiene formalidades. Las formalidades dicen que yo tengo que decir cuándo empieza, cuál va a ser la duración, qué plazo doy a las naves que estén adentro para abandonarlo, cuál es la extensión. A lo mejor Inglaterra no estaba de acuerdo con éstas formalidades, pero sí había firmado la Convención. Pero hay otro problema más: la cumple. Reconoce su existencia, porque amplía el bloqueo (la zona de exclusión) después de hundir el Crucero “Gral. Belgrano”. De manera que los mismos británicos sostienen que hay que cumplir las formalidades.

La última cuestión sobre la que se ha hablado mucho es la cuestión que fueron poniendo de manifiesto algunos -sobre todo parlamentarios de la oposición británica al gobierno conservador de entonces-, a la luz de una serie de documentos que fueron apareciendo, que llevarían a pensar que la decisión del hundimiento del Crucero ‘Gral. Belgrano” tuvo propósitos siniestros.

Según esta interpretación, el gobierno británico tuvo en mente algunas consideraciones de política interna cuando ordenó la acción. Es decir, cuando el gobierno británico percibió la conmoción que en gran parte de su sociedad se produjo al tocárseles una joya colonial, decidieron darle una epopeya al pueblo británico a través de una buena guerra. Deciden entonces que haya una guerra, que haya enfrentamiento y que haya victoria británica. Y que, en virtud de ese objetivo, había que impedir que prosperase toda negociación de paz. Esta es la historia que un poco se compone a partir de éstas alegaciones.

Y hay otro elemento siniestro, cuando en otros documentos británicos se publica que el verdadero blanco naval era el buque insignia de la Armada Argentina, el Portaaviones “25 de Mayo”, que sí hubiera significado un peligro inminente para la flota británica, aunque no hubiese ingresado a la zona de exclusión, ya que la peligrosidad de un buque se mide por el alcance de sus armas, que en el caso de un portaaviones es el grado de autonomía de vuelo de sus aviones. Por lo tanto, el POMA hubiera sido un blanco lícito para los británicos.

Pero el portaaviones, al no salir de su base, no se ofreció como blanco a las fuerzas británicas, entonces cambian de blanco y buscan al otro buque más grande que hay para pegarle, con el propósito de producir una escalada que los argentinos no puedan retrotraer.

Si esto es así, entonces el encuadre jurídico a la luz del Derecho Internacional Humanitario avanza un escalón más: esto se llama Crimen contra la Paz, el más brutal de los crímenes posibles dentro del capítulo del Derecho que estudia la prohibición de la guerra o el uso de fuerza en el marco de la guerra.

El Crimen contra la Paz es el tipo de hechos que se han analizado en tribunales como en Nüremberg, la motivación de política interna, el uso de la guerra para un fin que no tiene nada que ver con materia militar.

Conclusiones

Los Familiares de los Héroes Caídos en el Crucero “Gral. Belgrano”, así como sus ex tripulantes, tienen el derecho de reclamar Justicia, a la luz del Derecho Internacional Humanitario, por el crimen cometido por la ex primer ministro británica Margaret Thatcher y su gabinete de guerra.

El Estado Nacional y el conjunto de la sociedad argentina, tenemos la obligación de respaldarlos en ese reclamo, si realmente queremos jerarquizar la defensa de los derechos humanos.

Como vimos, existen numerosas y consistentes razones jurídicas para reclamar Justicia por la violación de las autoridades británicas al Derecho Internacional Humanitario. Si aún no prosperó el reclamo, no es por escasez de argumentos o de razones, sino por la ausencia de voluntad política del Estado Nacional –hasta el presente-, para representar a las víctimas del crimen.

FUENTE: Comisión de Familiares de Caídos

en Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

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Apéndice N° 4 // Mesa de trabajo por la soberanía (2007 – 2010)

Integrada por: Dr. Julio Carlos González, Dr. Alberto González Arzac, Virginia del Valle Martínez de Philippeaux, Dr. Pablo Boggie-Marzett, Lic. Santiago Tettamanzi (VGM), Dr. Camilo Rodríguez Berrutti, Jorge Tedesco (VGM), Luis Vespa, Eduardo Arce, Dr. Horacio Micucci, Dr. Humberto Marioni, Ing. Victorio Marzocchi, Lic. Gustavo Breide Obeid, Dr. Néstor Forero, Pablo Crochi, Eduardo Mariano Lualdi, Dr. Roberto Galíndez.

SOLICITADA – 21 de enero de 2008 INGLATERRA PRETENDE USURPAR MÁS DE 3.000.000 DE KM² DE TERRITORIO ARGENTINO

En 1982, la Argentina, en ejercicio pleno de su soberanía, puso fin a la usurpación británica iniciada en enero de 1833 y recuperó el dominio soberano

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La cuestión Malvinas – 88 – Una realidad vigente

sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur las que, tras la derrota en el conflicto bélico, iniciaron un nuevo ciclo de usurpación el 14 de junio del mismo año. En 1991, el Reino Unido usurpó 438.000 km². de la plataforma continental hasta las 200 millas de las Islas Malvinas y en 1993 usurpó otro 1,2 millón de km². de la plataforma continental en torno a las 200 millas de las Islas Georgias y Sándwich del Sur.

En octubre de 2007, el Reino Unido anunció que pretende extender al límite de las 350 millas la plataforma continental en torno a las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y la Antártida; lo que implica una superficie adicional estimada en 3,0 millones de km². El Reino Unido basa esta nueva e ilegítima pretensión en considerarse “Estado ribereño” y anunció que hará su presentación en la Comisión de Límites de las Naciones Unidas, organismo que aprueba los reclamos de extensión de la soberanía sobre la plataforma continental hasta las 350 millas (648,2 km.). El Reino Unido de Gran Bretaña no es un Estado ribereño, sino que es una potencia imperialista (extra-continental), que ocupa ilegítimamente territorios de indudable soberanía argentina.

En todos los territorios y mares usurpados, el Reino Unido de Gran Bretaña arrogándose ilegítimamente derechos como si poseyera plena soberanía, está concediendo permisos de pesca y concesiones de exploración y explotación petroleras.

La Argentina aún no ha presentado su estudio de límites ante la ONU. Hasta hoy se desconoce el total de kilómetros relevados y la sistematización de los datos. La presentación de dicho relevamiento ante dicha Comisión, vence en mayo de 2009 y sus resoluciones son inapelables. La no presentación de dicho relevamiento implicaría la pérdida de nuestro derecho a las 350 millas de manera indefectible. La presentación tardía o incompleta o posterior a la británica privaría al país de la iniciativa y lesionaría, debilitaría o disminuiría los intereses del país.

La Unión Europea firmó el 13 de diciembre de 2007 en Lisboa un Tratado, en cuyo texto figuran como Territorios de Ultramar las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y el Sector Antártico Argentino. Este documento ratifica otros anteriores que adjudican la soberanía de nuestros territorios al Reino Unido de Gran Bretaña y que será la base jurídica sobre la que se elaborará el texto final de la llamada Constitución de la Unión Europea. Esto transforma la disputa que sostiene la Argentina con el Reino Unido de Gran Bretaña, en un diferendo en el que nuestra Nación debe enfrentar el apoyo político de la Unión Europea, integrada actualmente por 27 países, en favor de la potencia ocupante de nuestros territorios.

Pese a esta grave situación por la que el Reino Unido de Gran Bretaña compromete seriamente nuestra integridad territorial, y sus recursos naturales, continúan vigentes los Acuerdos de Madrid firmados en 1989 y 1990 (paraguas de soberanía y control de policía sobre nuestras Fuerzas Armadas,

el Tratado de Londres de 1990 (garantía de las inversiones británicas), y los acuerdos económicos de 1995 y 1998, firmados durante el gobierno del Dr. Menem.

Por todo lo expuesto los abajo firmantes, ciudadanos argentinos de pleno derecho, invocando la Constitución Nacional, solicitamos, peticionamos y reclamamos al Poder Ejecutivo Nacional, parlamentarios nacionales y autoridades responsables:

- Denuncia de los Acuerdos de Madrid firmados en octubre de 1989 y en febrero de 1990, el Tratado de Londres de 1990 y los acuerdos económicos de 1995 y 1998.

- Derogación de la Ley Nº 24.184, de 1992, de Promoción y Protección de Inversiones Británicas.

- Efectivo relevamiento del Talud de nuestra Plataforma Continental, para lograr de esta forma, la soberanía de sus recursos subyacentes y la proyección marítima hasta las 350 millas náuticas. Presentar en debida forma y tiempo los resultados de dicha demarcación ante la Comisión de Límites de las Naciones Unidas (IIIª Convención Internacional del Mar).

- Rechazar ante la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Mar, el “status” que se arroga el Reino Unido, de “Estado ribereño” en nuestros territorios, mares y plataforma.

- Junto a la protesta formal ante la Unión Europea por la incorporación de Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y Sector Antártico como territorios de ultramar asociados a esa Unión, proceder a la anulación de la concesión del yacimiento de Cerro Dragón a la empresa Panamerican Energy de propiedad mayoritaria de la British Petroleum, así como otras vinculadas a la minería y que afectan gravemente los intereses nacionales.

- Realizar una protesta formal ante todos los demás miembros integrantes de la UE que firmaron el Tratado de Lisboa en el que se lesiona gravemente nuestra soberanía.

- Plantear el tema de Malvinas no solo ante la Comisión de Descolonización, sino también en el Plenario de la próxima Asamblea General de la ONU para su votación como se hizo exitosamente hasta 1989.

Entendemos que la implementación de estas medidas significará el inicio de acciones eficaces tendientes a poner en marcha la Primer Cláusula Transitoria de nuestra Constitución Nacional, ofreciéndonos a contribuir y apoyar estas u otras disposiciones tendientes a la recuperación de la integridad territorial argentina, así como denunciaremos y nos opondremos a toda acción u omisión oficial o extraoficial que obstaculice concretarla.

Mesa de trabajo por la soberanía en Malvinas, San Pedro (Georgias del Sur), Sándwich del Sur, Sector Antártico Argentino, y por el relevamiento efectivo de nuestras 350 millas.

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La cuestión Malvinas – 89 – Una realidad vigente

Firmaron esta solicitada: Álvarez, Pedro (VGM); Arce, Abel Eduardo; Aversa, Salvador; Boggio-Marzet, Pablo; Boisen, Carlos; Breide Obeid, Gustavo; Calderón, Porfirio; Ceruti, Carlos Natalio; Coppola, Silvio; Crippa, Owen Guillermo (VGM); Crochi, Pablo; Forero, Néstor; Galíndez, Roberto; González Arzac, Alberto; González, Julio Carlos; Gutiérrez, Mauro; Larraggione, Pedro; Lualdi, Eduardo Mariano; Maldonado, Horacio (VGM); Marioni, Humberto; Martínez de Philippeaux, Virginia del Valle; Marzochi , Victorio; Micucci, Horacio; Parada, José (VGM); Parga, Marcos; Pereira Antonio; Rodríguez Berruti, Camilo; Rodríguez, Lorenzo (VGM); Ruiz de Galarreta, Lucio; Solis, Carlos; Stein, Enrique; Tedesco, Jorge (VGM); Tettamanzi, Santiago (VGM); Toledo, Julio; Vespa, Luis; Vizoso Posse, Jorge Manuel (VGM).

Adhirieron a esta solicitada: Almada, José Luis (VGM); Asís Damasco, Luis; Baigüera, Eduardo Raúl (VGM); Bénard, Francisco; Betervide, Jorge; Bonetto, Luis; Brion, Daniel; Buffa, Aldo Daniel; Echavarría, Dr. Alberto; Franklin López, Juan Antonio; Jordán, Miguel; Krzanowski, Juan A.; Lapolla, Alberto J. ; Luisi, Jackeline Lorena; Mendiondo, Patricio; Ovejero Paz, Patricio; Pappalardo, Diego; Paredes, Daniel Orlando (VGM); Pereira Mele, Carlos Alberto; Terroba, Luis; Teseyra Bucco, Hugo; Torreiro, Vicente; Llabrés, Carlos; Coria, Ricardo Roberto (VGM); Llames Rodríguez, Enrique; Saelices, Susana; Cáceres, Héctor Hugo; Estevan, Malva Iris; Cáceres, Víctor Hugo; Escanilla, Gloria Patricia; Sferco, Lilia Leonor; Dowek, Diana; Cao, Esther; Cáceres, Jorge Alberto; Cáceres, Mariel; Cáceres, Marcelo Alejandro; Melgarejo, Hugo; Lourés, Virginia; Keena, Mariano José; Muratori, Sergio, Florentin, Marcelo.

Y las organizaciones que adhirieron a esta solicitada fueron: Centro de Civiles Veteranos de Guerra “Operativo Malvinas”, Difundir Buenos Aires, Revista CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina, Periódico digital El Malvinense”, Partido Popular de la Reconstrucción, Foro Patriótico y Popular, Delegación del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos CEES, Córdoba, Instituto por la Memoria del Pueblo (IMEPU) , Programa Radial “Malvinas: Es hora de volver a casa” FM 90.9 Olivos.

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Apéndice N° 5 // Pericias forenses sobre los restos de los soldados argentinos que yacen en el cementerio de Darwin en tumbas sin identificar. Buenos Aires, 24 de noviembre de 2016 La mentira tiene patas cortas: sólo el 40 % de los familiares de los caídos no identificados dieron su consentimiento para la realización de las pericias Después de años de hermetismo sobre las entrevistas realizadas por los equipos gubernamentales que visitaron a los familiares de los Héroes Nacionales caídos en Malvinas cuyos restos yacen bajo una lápida que reza “Soldado Argentino

sólo conocido por Dios”, por fin nuestra entidad pudo acceder a esa documentación. Ahora entendemos por qué tanto secreto: la información publicada por los autores de la iniciativa y por los organismos del Gobierno Nacional es falsa. No son 81 familias las que accedieron a brindar su consentimiento informado y permitir la extracción de sangre para la eventual realización de pericias forenses. El informe -al que tuvo acceso la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas-, dio cuenta de los siguientes resultados: a.- Familias que brindaron su consentimiento: cincuenta (50). b.- Familias que no fueron entrevistados o rechazaron brindar su consentimiento: cincuenta (50). c.- Familias cuyo consentimiento es incompleto y no puede considerarse válido: veintitrés (23) d.- Familias que fueron incluidas como válidas, pero cuyos seres queridos no se encuentran sepultados en el Cementerio de Darwin: tres (3). e.- Familia cuyo consentimiento fue dado como válido, pero que en realidad rechazó el mismo: uno (1). En estas condiciones, las conversaciones que viene desarrollando la Cancillería argentina con su contraparte británica y la mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), resultan improcedentes e irrelevantes, toda vez que la cuestión básica para continuar con las gestiones para realizar pericias forenses sobre los restos de los soldados argentinos en el Cementerio de Darwin, no se ha cumplido. Esto es, obtener el consentimiento informado del conjunto de las familias involucradas. Ni siquiera se ha obtenido una simple mayoría, como se ha venido mintiendo desde hace un par de años. La Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas ha remitido sendas cartas a la Sra. Canciller argentina, Susana Malcorra, y al Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, poniendo en conocimiento de esta situación, solicitando ratificación o rectificación de los datos, y proponiendo cursos de acción para garantizar la transparencia de todo el proceso, ofreciendo cooperación desde la entidad que representa a la inmensa mayoría de los familiares de los 649 Héroes de Malvinas en todo el territorio nacional. Uno de los aspectos más preocupantes del análisis del Informe, es la comprobación que las familias no han recibido la información necesaria para la obtención del consentimiento informado; que se les ha omitido información; que no se les ha brindado el tiempo de reflexión; que se ha buscado la obtención de firmas a como dé lugar, sin reparar en la consulta hacia dentro de cada familia. Ejemplos extremos de esta actitud, son las familias de padres fallecidos que cuentan con numerosos hermanos (entre 6 y 16 hermanos), haciendo firmar a uno o dos de ellos, y excluyendo al resto. Rechazamos los argumentos falsamente “humanitarios”, que sólo ponen el derecho a decidir a aquellos que estén de acuerdo con la iniciativa,

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La cuestión Malvinas – 90 – Una realidad vigente

desatendiendo los derechos de aquellos que han cerrado su duelo y las heridas por la pérdida de sus seres queridos, y que no quieran re-abrir innecesariamente esas heridas. Entendemos que no es un argumento menor el que viene sustentando la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, cuando solicitamos quede explícito el compromiso de los dos Estados Nacionales de no permitir el traslado de los restos desde las Islas hacia el continente. Sabemos que el gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte tiene la intención de insistir con el objetivo de “repatriar” los restos de los soldados argentinos, desde el mismo final de la guerra hasta el presente. Una vez más, insistimos que no se puede “repatriar” lo que está en su Patria. Nuestros seres queridos cayeron combatiendo por la defensa de la Soberanía Nacional. En el cementerio de Darwin no hay “NN”.

Hay héroes reconocidos por el Estado nacional. Y por todo el pueblo argentino. Descansan en la tierra por la que dieron sus vidas.

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N° 6 // Desmalvinización. Dr. Camilo Rodríguez Berrutti Del Dr. Camilo Rodríguez Berrutti C.A.B.A Nov./2016 DESMALVINIZACION. O SEA, GRAVOSA, PERO HABILISIMA MAQUINACION, AMENAZA DEL PODER COLONIAL ANGLOSAJON A LA REPUBLICA ARGENTINA DESDE SUS ORIGENES MISMOS. Con pretensión de ofertar un repertorio sistemático de ítems significativos, en atención a la imperiosa necesidad de considerar a la mayoría del contenido crucial, diplomático, especulativo, directriz, que atañe al paquete de temas y sub temas a desarrollar bajo palio de DESMALVINIZACION que incluye culpabilidades ajenas y propias. Porque, es de tal importancia, complejo y, además, gravitante para el futuro de las negociaciones instadas por la O.N.U. – conseguir la cognición aproximada a tan monumental cuan sencilla ideación, que ese esfuerzo explicaría el tratamiento pormenorizado de los componentes históricos, estratégicos, jurídicos, geopolíticos, finalistas, económico-financieros, políticos y de varias ciencias sociales. Es que, con los orígenes mismos y la instalación del poder colonial, imperialista, sin más teles que el rédito para la corona y sus secuaces, las conveniencias y lo más práctico, aparecen indicios significativos en los términos y recomendaciones emanadas desde el FOREIGN OFFICE para poner en ejecución con hechos de fuerza y de practicidad bien estudiados, dotados de experiente caudal de apoyo oficial del almirantazgo, la secretaria de comercio y otras reparticiones anexas, incluso las fuerzas armadas. Que los señalamientos de Fitzmaurice, recomendando sádicamente – sentarse fuerte sobre las rocas y dejar de hablar con los argentinos – que nunca tendrían fuerza suficiente para oponerse – aunque no pudieran ellos, los british, sostener el caso ante un tribunal imparcial – cuando ya había dicho el primer ministro Palmerston “yo nunca he visto las pruebas de nuestros títulos.”

Es que, también, desmalvinizar comporta puesta en acto de audaz cuan hábil y desprejuiciosa batería de ataque masivo a la sólida posición de legalidad internacional argentina que ridículamente, por falencias en la promoción académica que venimos auspiciando desde siempre, padece, justamente por falta de apoyo sin la entrega unánime del segmento intelectual y del periodístico que ha venido siendo inficionado, usurpado, copado, castrado, inhibido parcialmente – excepto en caso de grupúsculos y también individualidades, entidades beneméritas, patrióticas y bien inspiradas para una lid de alcance trascendente, que no produce rédito crematístico y de ahí una explicación dolorosa al ocio culpable de que venimos hablando. Defectos educativos, de políticas de Estado, que pone de manifiesto incluso falta de afecto a la vocación por el saber de los títulos de la justa causa de la Patria. El tema no es semántico, sino que el atañe al interés del enemigo-contradictor por apartarnos de la adhesión popular y por añadidura, del resto del mundo, de la opinio juris necesitatis al que aspiran continuar impresionando impunemente con argumentaciones capciosas, inconsistentes, o, francamente hostiles a la verdad histórica, y jurídica del caso. Como cuando, además de sostener estaban deshabitadas las islas en 1833- fecha de la agresión, confiscación y anexión por la fuerza perpetradas por INGLATERRA contra una población establecida y gobernada desde BUENOS AIRES -y para atenuar la gravedad de la imputación de agravio a un grupo humano víctima de actos genocidas, niegan la presencia española y argentina en espacios de su ostensible pertenencia y ejercicio de ella. Es que se trata de un procedimiento de orden ecuménico, global, profesional de tahúres y perduelli, pensado y llevado a cabo con una tradición centenaria que radica en parecida raigambre criminosa como cuando, para destruir a sus adversarios competidores en los negocios mundiales oponen BARRERAS acudiendo a recursos diplomáticos, de espionaje, matrimonios de conveniencia, a la opresión económica y a la guerra. Es un punto bien estudiado en su magnífica obra póstuma por el Dr. Pablo Boggio Marzett. En el mismo orden de ideas, porque atañe al afán por permanecer, el culto a la tergiversación, prevaricadora, negando de facto y de jure la vigencia del derecho internacional de los derechos humanos pues no tan solo destruyo el hábitat y el destino de los argentinos residentes en las islas, sino condeno a sus continuadores, los así llamados KELPERS, a una sumisión no querida, de naturaleza colonial, con una finalidad politicista infame de largo plazo, de la que ha dicho un autor tan insospechable de argentinismo como FERNS ….INSTALARON UN SISTEMA COLONIAL PARA LA EXPLOTACION DE LOS RECURSOS Y DE LOS HOMBRES….A los sucesores, muy pocos, de estas personas, asoladas por la desinformación sobre sus derechos y, también, acerca del derecho argentino sobre las islas y su entorno – QUE RADICAN EN ROTUNDA SUCESION DE ESTADOS, EN PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL Y, EX POST LA RES. 2065 CON VIGENCIA DEL ESTOPPEL, AQUIESCENCIA, JURISPRUDENCIA Y CONSOLIDACION DE LA OPINIO JURIS - se trata de hacerles decir que quieren seguir siendo británicos, lo que constituye un contrasentido con el derecho de la descolonización y con principios del derecho internacional. Pero, todo parece venir bien en la búsqueda de presentar una versión pro domo sua, que, aun con todas sus carencias y falsedades – no debe olvidarse la tradición inglesa para el engaño y la perfidia, tal las falsificaciones del mapa Schombugk para impresionar al árbitro pro british en el caso todavía abierto de la Guyana Esequiba por el cual Venezuela perdió extensa región en la Demerara - otro ítem se encuentra en la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia, Noruega v. Reino Unido, vencida con el deshonor de haber intentado quedarse con espacios

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La cuestión Malvinas – 91 – Una realidad vigente

pertenecientes a la sobrevivencia del pueblo noruego pretendiendo ignorar - siendo la gran potencia naval del mar del Norte - la existencia de Decretos Reales que hacían ostensible la soberanía noruega y que no habían sido impugnados jamás, v.g. DESMALVINIZAR es instalar a manera de caballo de Troya una agente que por su relación familiar tiene condición inhibitoria, jurídica y moral con el desempeño de funciones atingentes al relacionamiento justamente con Inglaterra, v. g. lo es todo intento o pretensión, aun cuando no consumado a la perfección mediante el cual se trata de conseguir adherentes para las tesis del usurpador, sin reparar en el deshonor que implica el engaño o la superchería, como cuando su artera diplomacia burlándose de la inocencia filial de los norteamericanos, haciéndoles el cuento del tío, cuento chino, haciéndoles creer no les convenía solidarizarse con la Argentina por la similitud supuestamente existente del caso MALVINAS con la pérdida del territorio de MEXICO a raíz del tratado de 1848 siendo que nuestro país jamás consintió por vía alguna la cesión de ese territorio, v.g. el acto de hostilidad cargado de resabios de doctrina y tradición colonial lo es, por cierto, más que virtual, tentativa, vergonzantemente, cuando arguye nuevos títulos, con absoluto desprecio a la ética y al deber de lealtad recíproca entre los Estados en tiempos de Anthony Eden quien confesando explícitamente carecían de valor los argumentos utilizados hasta entonces proponía sustituirlos, frívolamente, con otros, ignorando principios del derecho internacional que garantizan a la buena fe, al reconocimiento de la aquiescencia, al ESTOPPEL, quieta non moveré, como si los recursos utilizados para ganar la legitima confianza de otros ESTADOS pudieran soslayarse pro domo sua y como no escritos y quedara sin efecto tan fácilmente su presunción de verdad, una verdad francamente hostil a los intereses británicos y de ahí, entonces, el insólito acontecimiento, al que hemos dedicado estudios e investigación hoy acompañados brillantemente por los avances realizados con el genio y erudición del Lic. Santiago Tettamanzi v. g. por la contumacia en acumular hechos consumados para satisfacción del designio materialista, utilitario, insaciable y absolutamente insolidario sustentado en poder y dominación despótica, centralizada y controlada desde el tálamo imperial, con particular incidencia en la ambición por apropiarse mediante los medios bélicos a su disposición de aquellos espacios estratégicos para el comercio con oriente y para, también, nuevas conquistas en la América meridional, donde hoy se plantea con agudeza la cuestión en toda su magnitud y complejidad que no hace sino evidenciar la ceguera, inidoneidad y concupiscencia de aquellos funcionarios que, debiendo ponderar los riesgos en una evaluación desprovista de subjetividad pro británica para disponer en todo momento de una hipótesis de conflicto, se repliegan a las conveniencias de los negocios y de las canonjías, de los perdones – waiver – a las empresas y sociedades de la corona y de sus súbditos. v. g . DESMALVINIZAR es percibida en la ambición por acumular hechos consumados concurrentes a debilitarnos como adversario permanente en lo material y concreto de los bienes, espacios, servicios, etc., pero, también, con vista a afectar síquica y espiritualmente al ser nacional, A LAS FUERZAS PROFUNDAS DE LA CONVICCION PATRIOTICA, para ejecutar la política que, sustentada en el poder remanente del imperio todavía da razón de su anhelo grosero de dominación, colonialista y despótico, rancio e inmoral que juega para fines públicos y también para la caja de los primeros ministros – no olvidemos que fue determinante de la guerra el interés de la Sra. Tatcher de salvaguardar su patrimonio familiar comprometido por una posible nacionalización de la F.I.C. que, por el carácter colonial de la inversión podría no dar lugar a

indemnización, que, en tiempos del acuerdo de l772, los ministros de S.M. especulaban con la expectativa de la guerra….que saber de las cosas es aprender de ellas – Sofocles dixit - v. g. mantener pueril y reverentemente el reconocimiento a los odiosos acuerdos de Madrid, lesivos a derechos e intereses los más valiosos para la argentinidad porque atañen al ejercicio pleno y libre de las competencias por el poder público, cercenado en términos de compromiso concertado bajo la fuerza y nunca ratificado por la contraparte la que violando al orden internacional ha instalado – contrariando a la RES. PRO PAZ DE LA ONU – un baluarte de magnitud insólita en despliegue de poder militar activísimo que constituye por sí, amenaza a la paz y a la seguridad internacionales. V. g. la omisión de oponer, ante la opinión pública mundial, aquellas lacras que adornan la gestión de re diplomática en la historia de Inglaterra, de entre otras, el desprecio al derecho de los pueblos a su sobrevivencia – caso de las pesquerías noruegas – su artera política de crear BARRERAS entre los Estados y para determinar el destino de naciones, de disfrutar del tráfico de esclavos y, también, increíblemente, involucrado el Estado, el de estupefacientes…..siempre con el fondo del interés económico, financiero, gerencial, ha de recordarse el incendio del puerto de Copenhague – 1808 – hundiendo a casi cien – 100 – buques mercantes, pacíficos, de países que no estaban en guerra con Inglaterra, solo porque eran competidores en los mercados y en los negocios, el hundimiento de la flota francesa durante la 2ª.Guerra Mundial, el incendio del Congreso de los ESTADOS UNIDOS - 1812 - DURANTE LA SEGUNDA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA de la naciente federación, el ataque en banda con otras potencias incendiarias de los puertos de la CHINA para conseguir mediante los tratados de Nanking el dominio del tráfico de estupefacientes, por lo que se trata del primer Estado responsable de la infame practica……así como en masacres y mutilaciones a población civil de lo que menudean hitos que nos resultan familiares porque ocurrieron en ocasión de las invasiones inglesas al Rio de la Plata llegando los desmanes al puerto de Maldonado y también, el caso de las tejedoras de la India…….más reciente y gravosa, la muestra de crueldad instalada fría e impunemente del contradictor, la Sra. Tatcher, dolosa y pérfida, todavía sin desagravio, decretando el hundimiento del crucero General Belgrano con pérdida de centenares de vidas, fuera de la zona de exclusión, con el deliberado propósito de abortar al proceso de paz que estaba gestionando el presidente Belaunde Terry. V. g. En el ámbito donde en el repertorio de desventurada gestión, de diversas administraciones, ocurre el presidente N. Kirchner pretendiendo obscenamente descalificar al acto recuperatorio con heroicidad del 2 de abril de 1982, en ocasión de visita a Londres, con la carga inherente a su responsabilidad domestica e internacional a la luz del riesgo a que remite la jurisprudencia sobre declaraciones presidenciales – caso de las pruebas nucleares de Francia en el Pacifico Sur – con su antecedente el caso IHLEN – Groenlandia Oriental, Dinamarca v. Noruega. V. g. caso de declaraciones complacientes, concesivas, del embajador PFIRTNER, en su propia sede londinense, sindicado por irresponsable gesto para disimular, atenuar o, simplemente esconder o aliviar acerca de la magnitud de la ofensa inferida a la República Argentina por su Estado recepto agresor en MALVINAS, cuando sostiene – en una visión despegada de todo sentimiento patriótico - que el tiempo podrá conjurar y dar consuelo por el agravio….es que el embajador también aquí con perspectiva de futuro trataba de asegurar sobrevivencia de la buena vida….y así lo hizo……….. v. g. no olvidar el comportamiento impropio, por incurso en

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La cuestión Malvinas – 92 – Una realidad vigente

chabacanería nimbada de estupidez, sino con intención maliciosa del entonces ministro Bielsa, quien en el colmo del charlatanerismo trivial, entreguista, indigno de su jerarquía institucional y de la cuestión involucrada, obviando al imperativo constitucional y a los sacrificios irrogados a lo largo y ancho de la historia, optara por aludir a MALVINAS como una cuestión que debiéramos los argentinos avenirnos buenamente a esperar, quizá por cuatrocientos años, a que Inglaterra quiera disponerse a escucharnos…. En la línea de la Cancillería donde viene de arruinarse, justamente, el rango escalafonario de la Secretaria MALVINAS como en admisión de la escasa Importancia que reviste su tramitación y sin que hayan trascendido las motivaciones que puedan explicar razones para una transformación institucional de tal envergadura. V. g. Concurre a erosionar la fe del público en sus instituciones el comportamiento mediante relacionamiento escandaloso de los más altos funcionarios con LEWIS, agente de la corona, dueño por interpósita sociedad de inmensas propiedades en la Patagonia con impresionante valor estratégico y con una pista de aviación modernísima, cuyo origen fundiario pudiera estar maculado por ilegitimidades en el decurso del trámite forzado sobre los titulares primitivos. V. g. la omisión de respuesta adecuada a cada acto de provocación o que tenga en vista impresionar a la opinio juris necesitatis o para irritar demorando así al proceso – aunque no existe obligación de protestas continuadas - cuando menudean actos de gestión propia - INCLUSO OMISIVOS - mientras nuestras autoridades judiciales y administrativas, políticas, se inhiben criminosamente del principio, poder, deber, de IMPULSION. Lo que ocurre, paradigmáticamente, en el desdichado caso DAVIDOFF quien fuera objeto de acusaciones finalmente desacreditadas incluso por el Informe FRANKS y cuyo caso, después de haberle dejado con la pérdida de su patrimonio, capacidad gerencial, trabajo y dignidad, puede ofrecer la prueba sustancial acerca de a quién corresponde cargar con el peso del primer uso de la fuerza dado que la AGRESION consumada a personas y bienes destinados a su emprendimiento, en las islas MALVINAS, Georgias, Gritvyken, territorio argentino, tuvo lugar por obra de un buque artillado de S. M. el ENDURANCE, CON BASTANTE ANTERIORIDAD AL 2 DE ABRIL. Esta circunstancia debiera ser apropiada por la carpeta de cuestiones conexas importantes, de la que debe decirse, la justicia argentina – MARGINAL DE LA CONSTITUCION DE LEYES DE ORDEN PUBLICO - parecería haber abrevado tan solo en los modos para evadir la obligación de resolver determinando en ciertos casos ocurridos en su jurisdicción ,y eludir su abocamiento en tramitaciones donde, justamente, se encuentra jaqueada la aptitud SOBERANA del ESTADO ARGENTINO, lo que ocurre, incluso, en infracción a preceptiva contenida en grandes convenciones internacionales de derechos humanos que garantizar al individuo las determinaciones de la justicia nacional en todos los casos, POR LO QUE ESTAMOS ANTE INCUMPLIMIENTO-VIOLACION DE TRATADOS LIBREMENTE CONSENTIDOS Y , TAMBIEN, DE DERECHO CONSUETUDINARIO ACELERADAMENTE PRECIPITADO QUE COMPORTA RIESGO DE RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DEL ESTADO Y DE SUS FUNCIONARIOS. V. G. Teniendo presente que idéntica situación se presenta a raíz de la abrogación del poder de jueces y leyes argentinas para subsumir las determinaciones en la solución de conflictos jurídicos originados en la DEUDA EXTERNA EN TRIBUNALES EXTRANJEROSS, CAUSA DE PERDIDA DE FUERZA Y DE PERSPECTIVAS DE DESARROLLO INDEPENDIENTE EN TODOS LOS OEDENES…. Cuando ello comporta ignorar al imperativo de jus cogens dado en la trilogía clásica, o sea, honeste vivere, alterum non laedere, cuique non tribuere. … v. g. en tanto pasan como desapercibidas ciertas expresiones de

desprecio al estatuto regulador del caso, o sea, conseguir mediante negociaciones no condicionadas el objeto y fin del cese de la apropiación colonialista y retroversión del ejercicio de la soberanía a la República ARGENTINA. POR CUANTO RESULTAN EN CONDESCENDENCIA los silencios instilados por el afán de ocio o de no herir al adversario como cuando se festeja o se ignora la gravitación de la presencia de miembros de la familia real en la vida activa y militar en las islas… quien custodia a estos custodios… explíquense… Porque, por encima y más allá de capitanes de submarinos expertos en tornillos, destructores de unidades académicas para estudio de problemas de soberanía – es de recordar a un ignoto marino Saccone quien en tiempos del proceso anulara al departamento recientemente creado que, no obstante había acreditado un dinamismo y excelencia, con participación hacia todas las universidades y realización justamente en la inauguración de la promoción del saber con seminario histórico, que congrego a mas de 200 estudiosos para el tratamiento de todas las cuestiones relacionadas con la perspectiva de la restitución del ejercicio de la soberanía argentina. Increíblemente, nunca se hizo esfuerzos por restaurar tan valioso instrumento de apoyo académico para la gestión oficial, educativa, diplomática y menos, todavía por considerar al profesor extraordinario, de origen uruguayo, que había ofrendado ya, una obra señera MALVINAS, ULTIMA FRONTERA DEL COLONIALISMO, editada por EUDEBA, 1975, de la que dijera la crítica científica del CEINAR – CONYCET. SE TRATA DE LA MEJOR OBRA PARA ESPECIALISTAS EN RELACIONES INTERNACIONALES…. Pero hoy nos encontramos en la patria de los ministros desinformados a favor del adversario, porque es posible discernir intención aviesa, también, en los dichos de Timerman, cuando reduce ridícula y torpemente los espacios comprometidos a tan solo 5000 K.2. siendo que eso están solo una centésima parte de los 5.000.000 K. 2 que entran en los cálculos de juristas, estrategas, geopolíticos, historiadores, cartógrafos y políticos. Para finalizar, por una causa que interesa a la paz y a la seguridad internacionales, hoy acosada por una bizarra acumulación de medios, tentaciones, ciencia, tecnología, ambiciones, todas poderosas y vigentes concurriendo a la concertación maquiavélica para la DESMALVINIZACION. Y para cuyo tratamiento no existen planes oficiales ni es de esperar que los haya si no se planta la nación entera para defensa de su soberanía. Porque esto resulta del comportamiento de los funcionarios responsables, de sus declaraciones ingenuas y llenas de imprecisión, como creando márgenes difusos e inasibles para debatir la cuestión vital, sin conciencia del puesto apical que tienen sus actitudes de frente, un día, a la pesquisa de un tribunal internacional, y dejando transcurrir el tiempo como si el imperativo constitucional y las vidas ofrendadas en nuestro beneficio fueran una entelequia metafísica. Todo en el gozo de la primera ministra Mrs. MAY para quien se trata únicamente de considerar solo aquellos ítems PRODUCTIVOS mientras, en la opinión vertida por su ministro del exterior, tenemos que entretener a los argentinos.

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La cuestión Malvinas – 93 – Una realidad vigente

Apéndice N° 7

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La cuestión Malvinas – 94 – Una realidad vigente

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La cuestión Malvinas – 95 – Una realidad vigente

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La cuestión Malvinas – 96 – Una realidad vigente