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LA EMOCIÓN DE LA TRISTEZA
DEFINICIÓN
Es una de las emociones básicas (no natales) del ser humano
Estado afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres.
¿Por que es natural estar triste?
Estar triste de vez en cuando es algo completamente normal. Tal vez no hayas logrado algo que deseabas con todas tus fuerzas. Tal vez echas de menos a alguien. Tal vez alguien que te cae muy bien no quiere ser tu amigo y eso te duele.
La mayoría de las veces, la tristeza se debe a una pérdida o separación, a un cambio difícil, a que hay algo que nos ha decepcionado o a problemas de relación.
LA TRISTEZA EN LOS NIÑOS
En los niños es normal mientras respondan a algún suceso desafortunado de sus vidas. Ante la muerte de un ser querido, la separación de sus padres, peleas en la casa, bajas notas en el colegio, por ejemplo. Pero incluso cuando alguna de estas cosas sucede, la tristeza no puede durar para siempre.
La prevalencia de la depresión en la niñez varía entre un 1% y 3%. No es un porcentaje alto, y sin embargo como con muchas cosas, los padres tienen que estar alertas.
LOS SINTOMAS
SON :
1- Cambios conductuales como dormir muchas horas más de lo acostumbrado, pérdida del apetito, desgano en hacer cosas que antes disfrutaba.
2- Cambios en el pensamiento se caracterizan por su negatividad, especialmente en el concepto de sí mismos, los demás, el mundo y el futuro.
3- La ira es un síntoma incongruente, que sin embargo es muy frecuente en los niños que están deprimidos. Estallan y se pelean frecuentemente, por cualquier motivo, sin que esto fuera característico con anterioridad.
COMBATIENDO LA TRISTEZA
Lo primero que tienen que hacer los padres cuando descubren que sus niños están “tristes por demás” es recurrir a un terapeuta.
La iniciativa más importante como padres, es generar actividades divertidas para su hijo.
Cuando una persona está deprimida por un buen tiempo, se aísla y pierde la costumbre de entretenerse y disfrutar.
También es importante comenzar a preguntarse como padres por qué el niño está triste.
Como padres tienen que dar consejos y respuestas ajustados a la realidad, pero en todo caso esperanzadores.
Es importante trasmitir a los niños que las cosas malas se superan y que nos sirven para aprender o en todo caso para hacernos más fuertes.
AYUDÁNDOLE A LOS NIÑOS CON
LOS MOMENTOS TRISTES
Ayúdele a los niños a hablar de lo que están sintiendo, “Te sientes triste ahora porque tu papá se mudó a otra casa. Está bien estar triste. Quieres hablarme de eso?”
No tema hablar sobre la muerte con los niños. Los niños necesitan oír la verdad.
Muchos niños desean saber por qué pasan las cosas. Es posible que hasta se culpen a sí mismos por lo ocurrido. Es importante ayudarles a comprender que ellos no tienen la culpa de que alguien haya muerto.
Muchas veces, una persona tiene otros sentimientos junto con la tristeza. Podría también estar enojada o temerosa.
Hable con los niños acerca de sus propios sentimientos de tristeza.
Abra su corazón cuando un niño esté hablando sobre sus sentimientos y llore - aun con los niños varones.
Comprenda que el comportamiento de los niños puede cambiar durante los momentos de tristeza.
LA ALEGRIA
Definición
La alegría es el estado de regocijo interior que nos hace sentir vivos y equilibrados; es una
excitación que produce placer y felicidad y es un sentimiento grato que nos obliga a ver el lado
risueño y gracioso de las cosas. Es una emoción expansiva que se necesita expresar y compartir
con los demás.
En estos tiempos, encontrar una persona alegre por nada, dispuesta a sonreír a la gente, a esparcir buena
onda y a sembrar optimismo, no es cosa fácil, en un mundo donde proliferan las caras largas de tanta gente
depresiva y amargada que se complace en quejarse de todo y que se pasa gran parte de la vida presagiando
fracasos y catástrofes.
LA ALEGRIA COMO SENTIMIENTO VITAL
Si dejamos abiertos de par en par los sentidos y nuestro cuerpo y nuestro espíritu, en perfecta sintonía, se
dejan invadir por la Naturaleza y por la vida que late en los demás seres, como por arte de magia nos
sentiremos inundados de la paz, la fuerza, el orden y la belleza de esa maravillosa sinfonía de la creación en
todo su esplendor. Y es que la vida en sí misma es un generador constante de alegría.
Estar abiertos a la Naturaleza proyectándonos sobre ella con amor y con ternura, aspirando la fuerza del agua de los torrentes, el canto de los pájaros, el verde amplio de las praderas, la fresca sonrisa de un niño, o el rostro añoso de un anciano, es la forma más sencilla y natural de enriquecernos con la alegría más sana y auténtica, la que rezuma a raudales la vida que nos rodea, porque 1a alegría es un sentimiento vital y dondequiera que aliente un soplo de vida, allí se encontrará la alegría.
El niño, desde su más tierna infancia, de ser educado para la alegría poniéndole en contacto directo con el equilibrio, el orden, la fuerza y la belleza de los seres que le rodean. LA ALEGRIA SE APRENDE. Sí,
Se aprende a ser alegre y el aprendizaje de la alegría debería ser tarea primordial en el hogar y en la escuela. Si es verdad, como diría R. Guardini, que "Educamos más por lo que somos que por lo que hacemos o decimos"..., ser adultos alegres, cambiar nuestras actitudes deprimentes, negativas y derrotistas por otras entusiastas, positivas y esperanzadoras, sería la "conditio sine qua non", de una educación para los valores humanos.
La alegría de vivir
La alegría de compartir con otros la propia existencia ha de ser potenciada, incrementada y enriquecida con la ejemplaridad del educador. Esta constituye uno de los elementos esenciales de su personalidad educativa: la encarnación de los valores que, con su ejemplo, presenta al educando de manera experiencial y viva. A mi juicio, el valor de los valores o el denominador común de todos ellos es, sin duda, la alegría.
Al erigirnos los adultos en mediadores entre el educando y el mundo de los valores, su asimilación quedará tanto más garantizada cuanto más los presentemos encarnados en nuestro ser y en nuestra conducta, marcados siempre con el signo inconfundible de la alegría.
LA ALEGRIA SE DESCUBRE.
El niño descubre la alegría al sentir su propia vitalidad y su propio cuerpo en perfecto funcionamiento. Los sentidos que le abren a la vida, te enseñan a descubrir las primeras alegrías, marcadamente instintivas. De forma gozosa, la piel «se alegra» en los besos y las caricias de la madre; los ojos disfrutan y «se alegran» con la variedad y matices de formas y colores; la boca se «alegra» con el placer que le produce la succión del pecho materno, y el oído se complace alegremente con los sonidos armoniosos.
Paulatinamente, el ser humano va evolucionando hacia una alegría menos sensitiva y corporal y más interior, profunda y espiritual en la medida en que accede a la completa madurez mental y psíquica. la paz interior, la armonía y entendimiento con nosotros mismos y la aceptación de la realidad que nos ha tocado vivir, preparan el camino hacia esa alegría sublime que pone en paz al hombre consigo mismo y con los demás, y que sólo es posible encontrarla, engarzada y asociada a los más nobles sentimientos que anidan en el corazón humano.
PARA CONVERTIR LA ALEGRIA EN HÁBITO.
SUGERENCIAS
Elevar el nivel de autoestima del individuo, haciendo que se sienta importante Y necesario en la familia, en la escuela, en el grupo de trabajo y, en definitiva, que sea apreciado y tenido en cuenta por los demás.
Llevar una vida ordenada y sencilla, disfrutando de las cosas pequeñas y cotidianas que están al alcance de cualquiera: el descanso, el diálogo familiar, el contacto con la naturaleza, la diversión sana, el vivir intensamente el presente... pero moderando las exigencias y deseos ya que la búsqueda ansiosa y descontrolada de mayores satisfacciones conduce a la pérdida del propio equilibrio interno y, por tanto, de la verdadera alegría
Pensar siempre en positivo, no permitiendo la entrada a nuestra mente de derrotismos y actitudes deprimentes o desesperanzadoras. Que el pasado negativo o la inquietud v el desasosiego por el futuro no nos impidan vivir el presente en paz y armonía con nosotros mismos.
Conseguir que nuestra ocupación o trabajo sea fuente de alegría. Comprobar que el trabajo no sólo es la expresión clara de nuestra vitalidad, inteligencia y capacidad, sino que con él hacemos nuestra aportación a la sociedad, contribuyendo de forma directa al bienestar físico, intelectual, moral o espiritual de los demás.
Fomentar cada día, a cada instante, los sentimientos de aceptación, de conformidad y hasta de complacencia y alegría de la realidad cotidiana, sea cual fuere. Tras cada sombra siempre se oculta un destello de luz. La alegría será siempre nuestra fiel compañera cuando convirtamos en hábito el descubrir siempre el lado bueno de las cosas.
No te conformes con sentir la alegría dentro de ti, haz que aflore al exterior y contágiala a quienes te rodean con palabras, actitudes y gestos que les arrastren a compartir tu propia alegría.
Aprende a no perder ni un instante en lamentaciones y quejas inútiles sobre algo que es irremediable, como el jarrón que se ha roto, un día lluvioso, el robo del coche, una enfermedad incurable... Acepta lo irremediable ya que, una actitud de protesta y disgusto por algo que no tiene solución, te privará de la alegría de vivir.
Convierte la alegría en fiel comparsa de tu vida, ya que es, sin duda, el ingrediente principal en el compuesto de la salud física, mental y psíquica.
LA EMOCIÓN DE LA IRA
La ira es una emoción que se expresa con enojo, resentimiento, furia, irritabilidad
CAUSAS DE LA IRA
Estrés
Frustración
Temor
Sentimientos heridos
Injusticia
Desilusión
TIPOS DE IRA
Ira precipitada: Está conectada al impulso de auto-preservación.
Ira intencionada: Es una reacción a una percepción de daño o trato injusto
Ira impontencional: Está relacionada más a los rasgos de carácter
BENEFICIOS DE LA IRA
Nos da energía y fuerza en emergencias
Nos ayuda a movilizar cambios positivos
Nos conduce a hablar
Nos da señal de que hay un problema.
PELIGROS CON LA IRA
Causa o complica problemas de salud
Puede guiarnos a tomar decisiones erradas
Se manifiesta como tensión y ansiedad
Precipita o complica problemas interpersonales.
IRA EN LOS NIÑOS
CONCEPTO
Es una de las primeras formas que encuentran los niños de explotar y mostrar que algo o alguien está frustrándolos.
FACTORES QUE CONTRIBUYEN DESPERTAR LA IRA EN LOS NIÑOS
CARÁCTER: La frecuencia con que una persona se enoja y la magnitud del enfado dependen en gran medida de su modo de ser.
FASE DEL DESARROLLO: Cuando un niño está por dar un gran salto en su desarrollo físico o social, suele tener mayor propensión a los arrebatos de ira.
VIDA FAMILIAR: Un niño afligido por un divorcio, una enfermedad, una muerte, el nacimiento de un hermano, un cambio de casa u otro suceso importante, suele disfrazar con ira su confusión y su dolor.
ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
• Facilitarles la expresión del motivo de su ira.
• Lo importante es mostrarle que no está solo y que su enojo no nos descontrola a nosotros, sino más bien su actitud lo perjudica a él.
• Que el niño obtenga un aprendizaje y no un castigo.
• Darles un buen ejemplo y no ceder ante la ira que nos puede provocar la conducta del niño.
CONCLUSIONES
Los niños de entre 5 y 12 años desean ser aceptados por sus iguales.
A esta edad los niños quieren que se les considere capaces y seguros de sí mismos y a veces eso puede provocar desacuerdos entre ellos.
Lo que conlleva a que el niño sienta ira.
LAS EMOCIONES
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene
acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato,
influidos por la experiencia.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad,
incertidumbre, inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación
cognitiva para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de
seguridad.
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del "detector de mentiras". Se supone que
cuando una persona miente siente o no puede controlar sus cambios fisiológicos, aunque hay personas que
con entrenamiento sí pueden llegar a controlarlo.
Características básicas y propias de la persona emocionalmente inteligente:
Poseer suficiente grado de autoestima
Ser personas positivas
Saber dar y recibir
Empatía (entender los sentimientos de los otros)
Reconocer los propios sentimientos
Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos
Ser capaz también de controlar estos sentimientos
Motivación, ilusión, interés
Tener valores alternativos
Superación de las dificultades y de las frustraciones
Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.
Goleman explica que la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que sirven para expresar y
controlar los sentimientos de la manera más adecuada en el terreno personal y social. Incluye, por tanto, un
buen manejo de los sentimientos, motivación, perseverancia, empatía o agilidad mental. Justo las cualidades
que configuran un carácter con una buena adaptación social.
LA ANSIEDAD
La ansiedad es una emoción que tiene por objeto un incremento de las facultades perceptivas ante la
necesidad fisiológica del organismo de aportar algún elemento que considera normal y que en esos
momentos los niveles de los mismos no son los 'adecuados'; o por el contrario, ante el temor de perder un
bien preciado.
Los diferentes autores están tendiendo definir ansiedad porque hay un triple sistema de respuestas para
definir la ansiedad (fisiológica, motor y cognitivo). Los autores quieren incluir en su definición de ansiedad
lo que provoca la ansiedad, se intenta crear definiciones que unan todo esto.
DEFINICIÓN DE ANSIEDAD (Tobal, 1990). Es una respuesta emocional o patrón de respuestas (triple
sistema de respuestas) que engloba aspectos cognitivos displacen teros, de tensión y aprensión; aspectos
fisiológicos, caracterizados por un alto grado de activación del sistema nervioso autónomo y aspectos
motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos. La respuesta de
ansiedad puede ser felicitada tanto por estímulos externos o situacionales como por estímulos internos al
sujeto (respuestas anticipatorias), tales como pensamientos, ideas, imágenes, etc., que son percibidos por el
individuo como peligrosos o amenazantes.
LA EMOCION EN LA ANSIEDAD DE 6 A 12 AÑOS
Los miedos de los niños pequeños a las escuelas y a los colegios de educación infantil son bastante
comunes. Todas las maestras conocen las dificultades que entrañan los primeros días de escuela después de
las vacaciones y el temor que manifiestan los alumnos a la separación de sus padres.
Podemos ver comportamientos tales como:
Llanto
No se quiere vestir
No desayuna
Vomita todo o parte del desayuno
No quiere entrar en el colegio
Rabietas y pataletas
El apego físico a la persona que lo lleva agarrándose fuertemente.
Para superar esta situación los centros educativos organizan “jornadas de acogida” con actividades lúdicas
realizadas por las maestras y las madres. Estas sesiones ofrecen seguridad a los niños familiarizándoles con
el nuevo contexto y con los otros niños. Al cabo de unos días ya se ha aptado.
Sin embargo, estas alteraciones iniciales normales y propias del momento evolutivo del niño pueden
revestir cierta gravedad o producirse en otros momentos a lo largo de la vida escolar, pues la escuela puede
ser fuente de elevado malestar o sufrimiento para algún niño.
La ansiedad y el rechazo a la escuela son conductas características de determinados problemas, cada uno
con rasgos diferenciados:
Ansiedad de separación:
Ansiedad excesiva debido a la separación de las personas a las que está vinculado el niño.
Resistencia a ir a la escuela o a estar solo.
Negativa a ir a dormir sin tener cerca una persona significativa.
Síntomas físicos cuando se anticipa u ocurre la separación.
Fobia escolar:
Rechazo persistente a ir al colegio
Estado emocional de miedo o ansiedad
Tendencia al absentismo.
Puede estar asociada a otras fobias del contexto escolar (ruidos, edificio...)
Autoconcepto irrealista:
Sentimiento de amenaza del autoconcepto por el desempeño diario.
Evita la asistencia a la escuela y busca situaciones que realzan el autoconcepto.
Sobreestimación personal.
La ansiedad de separación se inicia tempranamente, en torno a los cuatro años, pero también es
frecuente su inicio en plena adolescencia. La fobia escolar puede ir asociada a la ansiedad de separación o
a la fobia social. Está relacionada con el contexto escolar y hechos traumáticos reales en la escuela
(participación obligatoria en algunas actividades, rechazo de los compañeros, etc.). Puede agravarse por
reacciones verbales hostiles por parte del profesorado al no comprender los temores del niño o por
conflictos entre los padres y los profesores.
La necesidad de logro y el temor al fracaso ha proporcionado un punto de vista nuevo de la ansiedad
escolar. El niño puede adoptar, antes de ir a la escuela o durante los primeros años en ella, un
autoconcepto irrealista de su potencial de logro. Si este autoconcepto se destruye por el desempeño real
se siente amenazado y desarrolla comportamientos que justifican la necesidad de evitar la asistencia a la
escuela. Utiliza la “incapacidad” para evitar la amenaza escolar del suspenso.
ALGUNOS ASPECTOS TEÓRICOS
Miedos y fobias infantiles
Conocer los miedos normales es importante para la comprensión de los miedos que requieren atención
especializada. Una serie de estudios sobre poblaciones generales indican que los niños manifiestan una
cantidad de miedos sorprendentemente elevada y que son más frecuentes en las niñas.
La ansiedad es una emoción que surge cuando una persona se siente en peligro, sea real o imaginaria la
amenaza. Es una respuesta normal y adaptativa que prepara al cuerpo para reaccionar ante una situación
de emergencia.
Por tanto, los tres tipos de temores más frecuentes en los niños son:
Miedo a los animales
Miedo a los daños físicos
Miedo a la separación de su madre
Cuando los miedos infantiles dejan de ser transitorios hablamos de fobias. Las fobias son una forma
especial de miedo cuyas características son:
El miedo es desproporcionado con respecto a la situación que lo desencadena.
El niño no deja de sentir miedo a pesar de las explicaciones.
El miedo no es específico de una edad determinada.
El miedo es de larga duración.
Tradicionalmente, el término “fobia escolar” se utilizaba para describir a aquellos niños que manifestaban
ansiedad por tener que ir al colegio. Solían mencionarse ansiedad grave y síntomas somáticos tales como
mareo, dolor de estómago y náuseas que hacían que el niño se quedara en casa.
Los padres, preocupados por la salud y la ansiedad del niño, a menudo eran reacios a forzar la asistencia
del niño al colegio. Sin embargo, no estaba claro que en todos los casos el niño realmente temiera la
situación de ir al colegio.
CLASIFICACIÓN DE LAS FOBIAS ESCOLARES
Debemos diferenciar la fobia escolar que se trata de ansiedad relacionada con alguna situación escolar
como un profesor, una asignatura, burla o violencia de compañeros de clase etc., además de intensa
ansiedad anticipatoria el día o días anteriores con síntomas físicos y empeoramiento después de vacaciones
o enfermedad., durante la que el niño se encuentra en su casa con el permiso expreso de sus padres, de lo
siguiente:
Hacer novillos: Asociado a adolescentes con trastorno de conducta, con familias desestructuradas y
que no supervisan a los hijos. Los adolescentes están con amigos que tampoco van al colegio y los
padres no saben donde están.
Ansiedad de separación: Más frecuente en niños que adolescentes. Intensa ansiedad al separarse
de sus padres o casa. Miedo por la salud de padres o de ellos mismos. Tampoco van a parque, cine,
etc. sin los padres. Muchas veces está asociado a depresión. Se van aislando de amigos, apáticos y
tristes en todas las situaciones.
Con frecuencia la primera prueba de independencia para un niño viene cuando debe asistir a la escuela
diariamente, por ello hay que prestar atención a estos momentos y es justo donde pueden surgir las
primeras dificultades.
Aunque hay niños que le temen a algunas actividades escolares (tomar el autobús escolar, leer en voz alta
en clase, cambiarse para la clase de educación física), a algunos les produce ansiedad los problemas en el
hogar o el separarse de la persona que los cuida, etc.
Los niños lloran, se agarran de las personas y tienen rabietas cuando se separan de las personas que los
cuidan (personas en guarderías o niñeras, por ejemplo). Esto es normal a esta edad, pero algunos niños
continúan teniendo dificultad al separarse de sus padres u otras personas que los cuidan.
A veces, niños de edad escolar que previamente podían separarse de sus cuidadores, se sentirán de
momentos ansiosos y temerosos.
Un niño con fobia escolar generalmente tiene temor de salir de la casa en general, en vez de temer a una
cosa en particular de la escuela. Por ejemplo, puede extrañar la casa cuando se queda en casa de un amigo.
Por lo general, los padres son muy meticulosos y proporcionan amor en abundancia a sus hijos. Además,
una crisis reciente en la comunidad o la familia (como una muerte, divorcio, problemas financieros,
mudanza, etc.) puede causarle al niño ansiedad o miedo. Algunos niños temen que algo terrible pasará en la
casa mientras ellos están en la escuela.
Los niños que están luchando con problemas académicos o sociales pueden desarrollar también rechazo a
la escuela. Muchos niños tienen preocupaciones sociales y pueden haber sido molestados o intimidados en
la escuela o de camino hacia ésta. Algunas escuelas o vecindarios pueden ser inseguros y caóticos.
Los niños que han perdido muchos días de escuela debido a enfermedades u operaciones, pueden
experimentar dificultad regresando al salón de clases.
Algunos niños prefieren quedarse en la casa porque pueden ver la televisión, tener la atención de los
padres, jugar, en vez de trabajar en la escuela. Puede que los niños y jóvenes que están pasando por una
transición (de escuela elemental a intermedia, o intermedia a superior) se sientan muy tensos.
Todos estos factores pueden llevar al desarrollo del rechazo a la escuela. Además, muchos niños rechazan o
evitan la escuela por una combinación de razones, complicando más el tratamiento.
Excepto por la mala asistencia, estos niños generalmente son buenos estudiantes y con buena conducta en
la escuela. Pero, si no se le da tratamiento, el rechazo a la escuela podría llegar a convertirse en algo más
complicado que un problema familiar.
Los resultados pueden ser deterioro académico, malas relaciones con niños de su misma edad, conflictos
legales, evitación del trabajo o de continuación de sus estudios, ataques de pánico, agorafobia y trastornos
psicológicos.
ORIENTACIONES A LOS PADRES
Si se hace cumplir la regla de la asistencia diaria a la escuela, el problema de la fobia escolar mejorará en
forma notable en una o dos semanas.
En cambio, si no le exige a su hijo que asista diariamente a la escuela, los síntomas físicos y el deseo de
quedarse en casa se volverán más frecuentes. Cuanto más tiempo pase su hijo en casa, tanto más difícil le
resultará volver a la escuela. Podrían estar en juego la vida social y la educación futura del niño.
En cuanto a las tareas de prevención, los niños de edad preescolar se pueden beneficiar de experiencias
estructuradas con otros adultos. Los padres pueden ayudar a los niños a separarse de las personas que los
cuidan de varias maneras. Por ejemplo, pueden dejarlos con una niñera o en una guardería que sea segura.
Muchas comunidades tienen oportunidades para niños de edad preescolar tales como la hora de cuentos en
la biblioteca, adiestramiento religioso como escuela bíblica, actividades recreativas, escuelas, etc.
Cuando el niño se alborota al separarse de los padres, la mejor estrategia es informarle, calmadamente, que
el padre/ madre regresará y que el niño tiene que quedarse, entonces debe irse rápido. Usualmente los
niños tienen más dificultad si los padres toman mucho tiempo al despedirse, se enojan, esperan a que el
niño se calme o intentan razonar con el niño. Una separación firme y con cariño es mejor tanto para los
padres como para el niño.
¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES?
1. Insistir en el retorno inmediato a la escuela.
La mejor terapia de la fobia escolar es ir diariamente a la escuela. Los temores se superan enfrentándolos
cuanto antes. La asistencia diaria a la escuela hará que casi todos los síntomas físicos del niño mejoren.
Los síntomas se volverán menos intensos y se presentarán con menor frecuencia y, con el tiempo, el niño
volverá a disfrutar de la escuela.
Sin embargo, al principio el niño pondrá a prueba la determinación de la madre de enviarlo a la escuela
todos los días. Los padres deberán hacer que la asistencia a la escuela sea una regla rigurosa, sin
excepciones.
2. Los padres deben ser particularmente firmes las mañanas de los días de escuela.
Al principio, las mañanas pueden ser difíciles. Nunca se le debe preguntar al niño cómo se siente porque
esto lo estimulará a quejarse.
Si el niño está suficientemente bien para estar levantado y andar de un lado a otro dentro de la casa, está
suficientemente bien para poder ir a la escuela. Si se queja de síntomas físicos, pero son los ya ha mostrado
en otras ocasiones, deberá ser enviado a la escuela inmediatamente con mínima discusión.
En el caso de que los padres no estén seguros acerca de la salud de su hijo, deben enviarlo a la escuela de
todos modos; porque si los síntomas empeoran después, la enfermera de la escuela podrá hacer una
reevaluación del estado de salud del niño.
Aunque se le haga tarde, el niño debe ir a la escuela. Se deben hacer los arreglos de antemano para el
transporte del niño en caso de que pierda el autobús escolar. Si el niño se va caminando a casa por cuenta
propia durante la hora del almuerzo o el recreo, debe hacerse regresar a clase de inmediato.
Algunas veces un niño puede llorar y gritar, negándose absolutamente a ir a la escuela. En ese caso,
después de hablar con él sobre sus temores, se le debe llevar. Uno de los padres podría ser mejor que el
otro en hacer cumplir esto. Incluso en algunas ocasiones, un pariente puede encargarse del asunto durante
unos días.
3. Coger una cita para que el niño vaya a ver a su médico la misma mañana si se queda en casa.
Si el niño tiene un síntoma físico nuevo o parece estar muy enfermo, es probable que los padres quieran
que se quede en casa. Si tienen dudas, probablemente su médico puede determinar la causa de la
enfermedad del niño. Si el síntoma es causado por una enfermedad, puede iniciarse el tratamiento
apropiado. Si el síntoma es causado por ansiedad, el niño deberá volver a la escuela antes del mediodía.
La colaboración entre los padres y el médico logrará así resolver incluso los problemas más difíciles
En cambio, los niños con dolor de garganta, tos moderada, secreción nasal u otros síntomas de resfriado,
pero sin fiebre, pueden ser enviados a la escuela. Los niños no deben permanecer en casa por "parecer
enfermos", "tener mal color", "tener ojeras" o "estar fatigados".
4. Solicitar la asistencia del personal de la escuela.
En general, las escuelas son muy comprensivas acerca de la fobia escolar, una vez que se les notifica el
diagnóstico, porque este problema es muy común.
Deben informar al maestro de la escuela que, si los síntomas del niño aumentan, deje que se acueste de 5 a
15 minutos en el despacho del director u otro lugar, en lugar de enviarlo a casa. A menudo resulta útil
hablar acerca de la situación con el director o jefe de estudios del colegio de su hijo.
5. Hablar con el niño sobre su temor a la escuela.
En algún momento, que no sea una mañana de escuela, hablar con el niño sobre sus problemas, alentarlo a
decir exactamente lo que le molesta, preguntarle qué es lo peor que podría pasarle en la escuela o en el
camino a la escuela. Si hay una situación que pueda cambiar, decirle que harán todo lo posible por
cambiarla. Si les preocupa que los síntomas puedan empeorar en la escuela, asegúrenle que puede
acostarse unos minutos en el colegio según lo necesite.
6. Ayudar al niño a pasar más tiempo con otros niños de su edad.
Fuera de la escuela, los niños con fobia escolar tienden a preferir estar con sus padres, jugar dentro de
casa, estar solos en su cuarto, ver mucha televisión, etc.
La fobia escolar no ha sido resuelta con este enfoque en dos semanas.
La fobia escolar vuelve a presentarse.
Piensan que la causa de los síntomas puede ser más física que emocional.
Su hijo sigue teniendo otros temores o problemas de separación.
Su hijo se comporta retraído en general o parece estar deprimido.