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APRENDER A ESCUCHAR En la actualidad, las personas están siempre en constante movimiento, buscando cosas que hacer o con algún nuevo proyecto en mente. Es por esta razón que se nos hace tan difícil escuchar a quien nos está hablando y terminamos recibiendo un mensaje pobre e incorrecto. La escucha activa es uno de los principales motores del conocimiento, se trata de no solo percibir sensitivamente lo que el locutor intenta referir sino analizar y cuestionar lo que está diciendo, para que al finalizar la emisión del mensaje se pueda ser capaz de repetir el mensaje e incluso debatirlo o complementarlo con los elementos que se crean necesarios. Para ejercer una escucha activa son necesarios varios elementos entre ellos: # La atención y concentración: En muchas ocasiones no se realiza una escucha activa debido a que la atención no está puesta en la persona que emite el mensaje sino en las múltiples labores que debe hacer el receptor, labores no realizadas o pensamientos fuera del tema de conversación. Además se suele poner la atención en otro tipo de elementos externos como celulares, redes sociales, sonidos, que no permiten que el receptor focalice toda su atención en el mensaje que se intenta dar. Para tener un alto grado de concentración se debe dejar cualquier otra actividad a un lado y concentrarse en el emisor y lo que este está diciendo, sentarse cerca del emisor, realizar un resumen mental de lo que se escuchó o ir revisando los temas mentalmente es un ejercicio muy bueno para verificar la atención prestada. # Observación: Hay que focalizar la atención en el emisor, tener contacto visual con el mismo e intentar seguirlo. Se debe escuchar no solo con los oídos sino también con los ojos, prestar atención a los signos no verbales dados por el

La Escucha

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APRENDER A ESCUCHAR

En la actualidad, las personas están siempre en constante movimiento, buscando cosas que hacer o con algún nuevo proyecto en mente. Es por esta razón que se nos hace tan difícil escuchar a quien nos está hablando y terminamos recibiendo un mensaje pobre e incorrecto.

La escucha activa es uno de los principales motores del conocimiento, se trata de no solo percibir sensitivamente lo que el locutor intenta referir sino analizar y cuestionar lo que está diciendo, para que al finalizar la emisión del mensaje se pueda ser capaz de repetir el mensaje e incluso debatirlo o complementarlo con los elementos que se crean necesarios.

Para ejercer una escucha activa son necesarios varios elementos entre ellos:

# La atención y concentración: En muchas ocasiones no se realiza una escucha activa debido a que la atención no está puesta en la persona que emite el mensaje sino en las múltiples labores que debe hacer el receptor, labores no realizadas o pensamientos fuera del tema de conversación. Además se suele poner la atención en otro tipo de elementos externos como celulares, redes sociales, sonidos, que no permiten que el receptor focalice toda su atención en el mensaje que se intenta dar.

Para tener un alto grado de concentración se debe dejar cualquier otra actividad a un lado y concentrarse en el emisor y lo que este está diciendo, sentarse cerca del emisor, realizar un resumen mental de lo que se escuchó o ir revisando los temas mentalmente es un ejercicio muy bueno para verificar la atención prestada.

# Observación: Hay que focalizar la atención en el emisor, tener contacto visual con el mismo e intentar seguirlo. Se debe escuchar no solo con los oídos sino también con los ojos, prestar atención a los signos no verbales dados por el orador, así se puede saber con qué tanta seguridad se está dando a entender el tema, y en caso de debatirlo, qué puntos débiles se tienen.

# Eliminación de prejuicios: Recibir el mensaje que en realidad se quiere dar a entender se deben dar paso a lo que dice el receptor, dejar que los pensamientos fluyan para no desviar la atención del tema y evitar pensamientos en contra del mismo.

# Participación: La participación también es un acto demostrativo de que tan bien se está entendiendo el tema, para hacer una escucha activa se puede responder a preguntas que haga el emisor o incluso formular sus propias preguntas para tener un acercamiento mayor al tema y dar a conocer al emisor que está siendo escuchado. La postura corporal es un indicio de si se está o no escuchando: La mejor postura seria con la espalda recta, vista directo al emisor y una expresión de atención.

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Según Arthur Roberston en su libro Saber escuchar, la escucha es una de las principales aptitudes que permiten el manejo de las relaciones, porque ayuda a comprender a los demás e incluso percibir sentimientos y puntos de vista distintos. Esto a su vez permite un enriquecimiento cultural, puesto que se pueden llegar a adquirir conocimientos de todo tipo.

Saber escuchar tiene muchas ventajas y aplicaciones en todos los campos de la vida cotidiana de un ser humano, como:

# Mejoramiento de las relaciones personales al haber una comunicación más fluida, respetuosa y agradable.

# Se reducen las posibilidades de n conflicto debido a que no se dará paso a malas interpretaciones del mensaje.

# Se obtienen nuevos conocimientos.

# Se proyecta una imagen de respeto e inteligencia.

Según Roberston tenemos 10 costumbres no productivas al intentar escuchar, algunas de ellas son:

# La falta de interés sobre el tema: Nos desconcentramos fácilmente y no porque el tema no sea interesante sino porque el sujeto no está interesado en el tema.

#Realizar interrupciones durante la emisión del mensaje.

#Adecuamos todas las ideas a una idea preconcebida y esto no permite llegar a percibir el mensaje y algo más allá del mismo.

#Creamos o incluso toleramos distracciones externas.

#Tenemos constantes “ensoñaciones” mientras se escucha el tema, es decir, se piensa en cosas completamente distintas al tema, es como si la mente viajara a otro mundo.

# No escuchamos lo que nos resulta difícil de entender.

Para finalizar, hoy en día se encuentran muchas guías o técnicas para aprenderá escuchar, una de ellas son “Las 10 reglas de la buena escucha” de Keith Davis, a continuación se citan:

. Deje de hablar. Usted no puede escuchar si está hablando.

. Hacer que el que habla se sienta cómodo. Ayúdelo a sentirse que es libre de hablar.

. Demuéstrele que desea escucharlo. Parezca y actúe como si estuviera sinceramente interesado.

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. Elimine y evite las distracciones. No se distraiga jugando con pedazos de papel, escribiendo, etc.

. Trate de ser empático con el otro. Intente ponerse en su lugar, comprender su punto de vista.

. Sea paciente. Dedíquele el tiempo necesario, no interrumpa.

. Mantenga la calma y su buen humor. Una persona colérica toma el peor sentido de las palabras.

. Evite discusiones y críticas, sea prudente con sus argumentos.

. Haga preguntas. Esto estimula al otro y muestra que usted está escuchándolo.

. Pare de hablar. Esto es lo primero y lo último. Todas las otras reglas dependen de esto. Usted no puede ser un buen escucha mientras esté hablando.

Bibliografía:

. Saber escuchar - Consulta en línea, disponible en http://habilidadescomunicativas.bligoo.com.co/saber-escuchar-0#.VBDigfl5PNF

. Estudio: Guía y estrategias, Escucha activa – Consulta en línea, disponible en http://www.studygs.net/espanol/listening.htm

. 10 Reglas para una buena escucha (Keith Davis) - Consulta en línea, disponible en -http://www.sof-bolivia.org/4_Recursos/1.pdf