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E l cine nos ha mostrado que existen otras formas de entender nuestro mundo. A través de los films, los realizadores nos presentan otra cara de los acontecimientos cotidianos, políticos, sociales e históricos. A pesar de su cualidad de cautiva- dor e informativo, el cine y su coetánea, la televisión, han causado cierta incomodi - dad entre los estudiosos por los temas que abordan. Entre esos estudiosos nos encon- tramos las y los historiadores, ya que sen- timos que como se maneja la Historia en dichos medios, se dejan de lado cuestiones cruciales de nuestra disciplina. Partiendo de la premisa de que el cine puede ser una fuente para el estu- dio de la Historia, en el presente trabajo tengo como objetivo plantarme cómo es que puede ser empleado en nuestra la- bor como historiadoras e historiadores. Esto a través de la serie de ficción histó- rica Downton Abbey, de la cual abordaré solamente el capítulo seis de su primera temporada. A través de dicho capítulo, pretendo conocer cómo es que el film re- presenta la realidad histórica de los per- sonajes que son expuestos, así como rea- lizar una reflexión en tanto por qué no hemos trabajado con el cine y qué signifi - ca emplearlo como fuente. La Fuente en Movimiento El cine y la televisión como fuentes para la Historia María Fernanda Herrera Román 32

La Fuente en Movimiento - … · El cine nos ha mostrado que existen otras formas de entender nuestro mundo. A través de los films, los realizadores nos presentan otra cara de los

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El cine nos ha mostrado que existen otras formas de entender nuestro mundo.

A través de los films, los realizadores nos presentan otra cara de los acontecimientos cotidianos, políticos, sociales e históricos. A pesar de su cualidad de cautiva-dor e informativo, el cine y su coetánea, la televisión, han causado cierta incomodi-dad entre los estudiosos por los temas que abordan. Entre esos estudiosos nos encon-tramos las y los historiadores, ya que sen-timos que como se maneja la Historia en dichos medios, se dejan de lado cuestiones cruciales de nuestra disciplina. Partiendo de la premisa de que el

cine puede ser una fuente para el estu-dio de la Historia, en el presente trabajo tengo como objetivo plantarme cómo es que puede ser empleado en nuestra la-bor como historiadoras e historiadores. Esto a través de la serie de ficción histó-rica Downton Abbey, de la cual abordaré solamente el capítulo seis de su primera temporada. A través de dicho capítulo, pretendo conocer cómo es que el film re-presenta la realidad histórica de los per-sonajes que son expuestos, así como rea-lizar una reflexión en tanto por qué no hemos trabajado con el cine y qué signifi-ca emplearlo como fuente.

La Fuente en

MovimientoEl cine y la televisión como

fuentes para la HistoriaMaría Fernanda Herrera Román

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La incomodidad de la HistoriaLa Historia no es una disciplina estática, y por ello las y los historiadores se han plan-teado nuevas interrogantes para el estudio del pasado. Es así como hemos visto el sur-gimiento de diversas corrientes historio-gráficas. Sin embargo, aunque la pregunta ha cambiado el modo de proceder, las y los oficiosos de la Historia, se han mostrado reacios a ciertos cambios. Con esto me re-fiero a que nuestra manera de acercarnos a lo acontecido tiempo atrás, en nuestra labor heurística, seguimos recurriendo a las fuentes escritas como fuente del saber legítimo del pasado. Con cierto recelo y te-mor, nos hemos abierto a usar fuentes de tipo oral, visual o audiovisual. Es un tanto difícil de digerir y de ad-mitir, que nos encontramos en una época posliteraria. La gente aún continúa leyen-do, tanto por placer como por obligación, pero vivimos en una sociedad que se ha volcado casi en su totalidad a las imágenes –fijas y en movimiento-. A través de ellas ha podido obtener no sólo información e ideas, sino diversión, un modo de vida y experimentar múltiples emociones y senti-mientos.1

Esto repercute en la manera en que transmitimos el conocimiento que genera-mos al trabajar con las fuentes. Somos muy fieles a la palabra escrita, y con justa razón, porque así fue como se consolidó la dis-ciplina. Pensar en una manera distinta de entender y crear conocimiento histórico, nos parece aterrante. Nos dice el historia-dor Robert Rosenstone: “El cine es la gran tentación. El cine, el medio de expresión contemporáneo capaz de tratar el pasado y de atraer a grandes audiencias.” A esto agrega una pregunta que me parece perti-nente “¿Es posible explicar la historia en imágenes sin que perdamos todos la dig-nidad profesional e intelectual?”2 Sin duda es un cuestionamiento sumamente compli-

1 Sorlin, Sociología del cine, 1985, p. 32.2 Rosenstone, El pasado, 1997, p. 30.

cado. Abandonar a la escritura, es renegar de una de las partes más importantes de nuestra profesión. Proceder a través de las imágenes de manera profesional, repre-senta un reto, ya que estamos poco o nada familiarizados con la realización cinemato-gráfica.

Cine como fuenteUsar al cine como fuente requiere que nos hagamos tres preguntas: ¿Por qué no se le ha tomado como fuente? ¿Qué puede ofre-cernos como tal? y ¿Cómo podemos usarlo?

¿Por qué no se le ha tomado como fuente?Para crear el conocimiento histórico, recurrimos a las fuentes porque nos permiten reconstruir verídicamente el pasado al que queremos llegar. Es nuestra materia prima y lo que le confiere legitimidad a nuestros trabajos. Para darle ese halo de verdad a nuestras investigaciones, recurrimos a una autoridad que legitime aquello que afirmemos. Y es en este sentido que el papel que la fuente juega, como lo afirma el historiador inglés Robin Collingwood, “…Implica que la verdad histórica, (…) es accesible para el [historiador] sólo porque existe prefabricada en las declaraciones preconfeccionadas de sus autoridades. Estas declaraciones son sólo para él un texto sagrado [que] depende enteramente de la continuidad de la tradición que representan.”3 Es decir, cuando realizamos un trabajo con las fuentes, entendemos que la verdad reside en lo que la éstas especifiquen, ya que al concebirla como aquella que presenció los acontecimientos, representa una autoridad para nosotros y por ende, la “voz de la verdad”. En el ámbito académico4 se ha considerado que las fuentes escritas, archivos, documentos, libros, etc., poseen

3 Collingwood, Idea de Historia, 1952, p. 524 Cabe aclarar al lector, que hablo desde la ex-periencia mexicana.

un mayor valor frente aquellas como lo son los monumentos, restos arqueológicos, la palabra oral y las imágenes. Nos dice el historiador Marc Ferro:

Las fuentes utilizadas por el historiador ya consagrado forman, en este momento, un bloque jerarquizado con tanto esmero como la sociedad a la que destina su obra. (…) Se evidencia unas relaciones de poder: encabezan el cortejo, cargados de prestigio, los Archivos de Estado, manuscritos o impresos, documentos únicos, expresión de su poderío, (…) Sigue la cohorte de aquellos impresos que han dejado de ser secretos: textos jurídicos y legislativos, (…) y luego periódicos y publicaciones.5

Con base en lo anterior, se entiende por qué no empleamos al cine como una fuente para nuestras investigaciones. Dentro de este criterio de autoridad, el cine al conjugar imagen en movimiento, diálogos y sonidos, no refiere a una facultad específica como lo hacen los documentos escritos. Además de que como manifiesta los hechos, ósea a través del montaje, creemos que se modifican y ocultan cosas, es decir que se truquean los hechos,6 que coloca elementos ficticios y que genera un conocimiento falso. Sin embargo me parece que al reflexionar sobre la historiografía, es posible que nos demos cuenta que también pueden ser una especie de “montaje”. Ello es así porque los autores partiendo de las fuentes, deciden cómo es que van a abordar el tema y de qué manera lo van a hacer. Es por ello que de un mismo tema, no encontramos dos versiones idénticas.

¿Qué puede ofrecernos como fuente?Es cierto que la palabra, como constructo

5 Ferro, Cine e Historia, 1980, p. 226 Ibíd., 24

social que es, goza dentro de la configuración del pasado un papel privilegiado, debido al rigor que se cree que representa. Si tratamos de comparar un libro con una película, es común que encontremos una abismal diferencia entre ellas, y que empeñados en equiparar, terminemos favoreciendo la capacidad y cualidad de uno frente al otro. Sin embargo debemos matizar y tener en cuenta que hay una diferencia enorme entre el lenguaje oral, escrito y visual, y que un film (o serie televisiva) no es un libro. Esto significa que “una película no puede hacer lo mismo que un libro”7 –sería un error esperar que lo hiciera-, y por ende, no podemos ni analizarle con las mismas normas con las que analizamos a un texto. En el caso del cine “deben tener su origen en el propio cine, en sus modos y estructuras habituales, para posteriormente analizar cómo se interrelacionan con el pasado.”8

El cine como fuente nos ofrece a través de las imágenes y sonidos, información de dos tipos: del momento que narra la película y del momento en el que fue creado. De tal forma que el primero nos remite a imágenes de personajes de una época, sus vestimentas, objetos, lenguajes, modo de vida, etc.; la segunda nos permite entender su contexto y la sociedad en donde fue creado. Dicha información la considero legítima para el estudio del pasado. La imagen móvil con sonido, nos refiere a elementos que los libros no poseen, por lo tanto se puede volver un conocimiento complementario que nos permita replantearnos cuestionamientos de lo que pretendemos conocer.

¿Cómo podemos usarlo?Desgraciadamente no hay un método específico a través del cual podamos interrogar y obtener información de las películas. Sin embargo historiadores como

7 Rosenstone, op. cit., p. 22.8 Ídem.

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Ferro y Rosenstone nos plantean posibles caminos de emplear los films como fuentes. Ferro nos dice: “[hay] que analizar por igual en la película el relato, el decorado, la escritura, las relaciones de la película con lo que no es película: el autor, la producción, el público, la crítica, el régimen. Tal vez así entendamos no sólo la obra, sino también la realidad que expone”.9 Rosenstone nos plantea una serie de cuestionamientos que son válidos para procesar la información y emplearla para la historiografía “¿qué realidad histórica reconstruye un film y cómo lo hace? ¿Cómo podemos juzgar dicha reconstrucción? ¿qué significado puede tener para nosotros esa reconstrucción? Cuando hayamos contestado a estas tres preguntas, deberíamos plantear una cuarta: ¿cómo se relaciona el mundo histórico con el de los libros?”10

Pero para poder entender en su totalidad al fenómeno histórico, es indispensable conocer el lenguaje con el que se maneja, que junto con las interrogantes que nos sugieren tanto Rosenstone como Ferro, nos permitirán la lectura histórica del film y por ende la posibilidad de obtener conocimiento del pasado.

¿Film y Series?Cabe aquí realizar un paréntesis para que el lector entienda porque estoy tomando en consideración a una serie de ficción histórica televisiva dentro del análisis de cine e Historia. En primera instancia debo mencionar que las diferencias entre cine y televisión versan sobre todo en lo técnico. Es decir, en cine las cámaras captan la luz y la imprimen en un film. En cambio en la televisión, las cámaras de forma magnética graban la imagen (de ahí que se diga en cine filmar y en televisión grabar). Lo cual le confiere a la primera una mayor

9 Ferro, op. cit., p. 27. 10 Rosenstone, op. cit., p. 46.

calidad porque puede registrar el espectro óptico con mayor nitidez, a comparación de la segunda que lo hace con una menor calidad. Asimismo, en cuanto a tiempos de filmación, equipo, costos y recursos humanos el cine aventaja por mucho a la televisión, ya que la primera dedica más al producto a comparación de la última que busca la inmediatez.11 Sin embargo, en tiempos recientes las producciones televisivas y cinematográficas han ido borrando sus fronteras. Esto se debe a que, al avance de las tecnologías y al interés de los creadores de series televisivas por darles a sus proyectos una mayor calidad. Por ello televisoras como HBO, BBC o PBS, en busca de un formato diferente de series, han buscado tanto en lo técnico como en lo creativo, generar series con un corte más cinematográfico, es decir, una producción más compleja y dedicada. Ahora bien, se debe tomar en cuenta el medio por el cual son transmitidas las series: la televisión. Lo que permite que su impacto en la audiencia sea mayor debido a su accesibilidad. La analista sobre la televisión Francisca López nos dice:

Aparte de posicionarse como agente historiador, la televisión contribuye a perfilar el discurso público sobre el pasado de otras maneras obvias: con la proyección de ficciones seriadas y documentales que recrean diversos momentos históricos y con la reposición periódica de programas que terminan por convertirse en herencia cultural común.12

De la misma manera que el cine, debemos tener en cuenta la capacidad de la televisión como vehículo de transmisión del pasado mediante las diferentes producciones que sobre éste se realizan, en este caso como

11 Sin duda lo aquí planteado es mucho más complejo, pero espero que el lector se haga una idea sobre las diferencias entre ambos.12 López, Historias de la pequeña pantalla, 2009, p.15.

las series de ficción histórica. Ahora bien, tomo a las series de dos formas: 1) tanto en su aspecto de producción que versa sobre el lenguaje y producción cinematográfica y 2) en su medio de transmisión, la televisión, que por el momento tomo sólo como vehículo de difusión de un discurso sobre el pasado.13 Downton AbbeyDownton Abbey es una serie de ficción histórica inglesa creada por Jullian Fellowers, producida por Masterpiece y Carnival Films para la cadena PBS emitida en 2010. La primera temporada de la serie se sitúa a inicios del siglo XX en el condado de Yorkshire, donde los condes Lord and Lady Grantham sus hijas y los sirvientes, se enfrentan a eventos de gran relevancia, como el estallido de la Primera Guerra Mundial. Los deseos de la familia por mantener su estilo de vida acaudalado y acomodado pese a las adversidades, es la trama central de la serie. El sexto capítulo se ubica a inicios de 1914, y habla14 de la hija menor de los condes, Lady Sybil, quien muestra interés en la política y los derechos de la mujer. Las elecciones parciales están próximas, y es por ello que asiste a los discursos del partido que defiende dichos derechos. Sin embargo, su padre le prohíbe acercarse a ese tipo de eventos debido a que considera que una mujer de su clase no debe dedicarse a temas políticos. Desafiándolo, Lady Sybil asiste al conteo de votos engañando a su padre. En el lugar se desata una revuelta, y resulta herida. Es rescatada por el chofer y su primo quienes la sacan de ahí. Al regresar

13 Es por ello que espero que el lector no se sienta confundido por el posterior análisis y reflexión que se hará sobre la serie de ficción histórica Down-ton Abbey, partiendo de la cuestión entre cine e His-toria y no entre televisión e Historia. La cual, sé que requiere un análisis profundo, pero que por el mo-mento no se toma dentro de este ensayo.14 Recuerdo que en una serie confluyen más de una historia, las cuales se entrelazan a lo largo de la misma. Para el análisis de este trabajo, nos centrare-mos en el caso concreto de Lady Sybil.

a casa recibe una fuerte reprimenda por parte de su padre, quien está furioso por lo sucedido. Su hija le advierte que a pesar de lo que pueda decirle ella no renunciará a sus ideas políticas. He elegido este capítulo porque podemos tomarlo como una unidad, es decir, se puede entender la trama sin la necesidad de ver capítulos anteriores. Además de que la temática que se aborda en este capítulo es de mi interés, la participación de la mujer en el ámbito político.

El mundo de Downton AbbeyEl cine tiene la capacidad de insertarnos en el mundo que expone en la pantalla. Esto es debido a que recrea de manera tan primorosa espacios, personas y situaciones que creemos estar viendo la realidad. Asimismo, genera y apela a nuestros sentimientos, de manera que “las observaciones del detalle se yuxtaponen a una impresión general: los espectadores han sido sensibles a aspectos particulares del film, seleccionando cada uno imágenes o paisajes distintos, y también han experimentado sentimientos bastantes poderosos de adhesión o rechazo.”15 Es por ello que no nos planteamos interrogantes, al momento de verlo, sino que las suprimimos. Sobre las lecturas que del cine histórico hagamos debemos tomar en cuenta, como nos señala José Enrique Monterde, que:

…es a la vez impúdico e inocente. Impúdico porque (…) se fundamenta en la falsedad, se multiplica, ya que la habitual ausencia que las imágenes de la pantalla ocultan queda ahora evidenciada. (…) E inocente porque requiere de nuestra credibilidad, la imposible confianza en que lo ocurrido una vez, allá en el pasado, ahora pueda volver a ocurrir ante

15 Sorlin, op. cit., p. 31.

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nosotros en la pantalla.16

Hay que ser conscientes de que los realizadores, de manera similar a las y los historiadores, cuando desean abordar una temática histórica, recurren a diversos recursos creativos para poder plantear en la pantalla una historia que aborde, no sólo los acontecimientos históricos, sino también una trama dramática. En su labor de reconstrucción apelan –entre otras cosas- a su imaginación, que permite la recreación de situaciones que bien no pudieron haber tenido lugar, pero ejemplifican y permiten el avance de la trama. Esto como mencioné anteriormente, genera incomodidad porque nos remite a la ficción. Los films17 de ficción histórica tienen la intención de convencernos de que aquello que estamos viendo a través de la pantalla es el pasado. Lo cual, se asemeja mucho a lo que la Historia escrita pretende realizar, es decir, contar de manera verdadera cómo es que sucedió el pasado. Me parece que a la hora de trabajar y entablar un diálogo con el cine como fuente, debemos tener en cuenta lo que acabo de mencionar, ya que nos permitirá un análisis más coherente del cine histórico. Además de que nos confiere dos posibilidades: entender al cine desde su génesis, dejando de lado prejuicios negativos o queriendo encontrar elementos que no posee, y poder aprovechar aquellas características que como cine tiene para ofrecernos en tanto la creación de conocimiento histórico.

De tal suerte, y empleando las interrogantes y planteamientos que Ferro y Rosenstone proponen, tomando en cuenta el lenguaje cinematográfico y al narrador fílmico, realizaré el análisis de Downton Abbey para poder entender tres cosas: ¿De qué se valen los realizadores de Downton para reconstruir la vida de Lady Sybil? ¿Cómo lo hacen? y ¿Cómo concibe el film

16 Monterde, La representación, 2001, p. 67.17 Me tomo la licencia de llamar film a Downton Ab-bey debido al formato con que fue hecha, es decir filmada.

a la mujer? El eje que guiará las respuestas a esta pregunta, se basa en las seis conclusiones que Rosenstone menciona que las ficciones históricas poseen: relato cerrado, idea de progreso, énfasis en lo individual, una única interpretación, potenciación de las emociones y, la “reproducción del pasado”18

La representación de Sybil

Nos dice Marcel Martin “El montaje es la organización de los planos de un film en ciertas condiciones de orden y duración”.19 Es lo que le da coherencia al film y que permite que la historia que se está contando tenga lógica. Dentro de Downton, encontramos un montaje de tipo alternado, ya que al ser una serie, responde a paralelismos basados en la

18 Estas seis conclusiones que Rosenstone men-ciona, versan en lo siguiente:El film tradicional nos explica la historia como una narración con un principio, un desarrollo y un final. Este relato lleva implícito un mensaje moral, por lo general optimista, que está impregnado de una con-cepción de la historia que se articula en términos de progreso. El cine explica la historia mediante los avatares de individuos, hombres o mujeres, que son importantes o que han de serlo porque la cámara los ha escogido para que tengan esa dimensión en la pantalla. El cine nos muestra la historia como el relato de un pasado cerrado y simple. No proporciona alternativas a lo que vemos en la pantalla, no admite dudas, todo lo afirma con el mismo grado de seguridad. El cine personaliza, dramatiza y confiere emociones a la historia. A través de actores y testimonios históri-cos, nos ofrece hechos del pasado en clave de triunfo angustia, aventura, sufrimiento, heroísmo, felicidad y desesperación. El cine nos ofrece, es obvio, la “apariencia” del pasa-do: edificios, paisajes y objetos. El cine proporciona la imagen de los objetos cuando estaban en uso.Las películas muestran la historia como un proceso. El mundo de la pantalla une elementos que, por moti-vos analíticos o estructurales, la historia escrita sepa-ra. Economía, política, raza, clase y cuestiones sexua-les aparecen de forma integral en el cine. La historia plasmada en imágenes muestra su característica prin-cipal: ser un proceso de relaciones sociales cambian-tes en el que las cuestiones políticas y sociales están interrelacionadas. Rosenstone, op. cit., p. 55.19 Martin, El lenguaje, 1990, p. 144.

contemporaneidad de varias acciones.20 Asimismo, encontramos un montaje rítmico, porque se crean situaciones partiendo de una distribución métrica, con tomas largas y cortas, que tienen como finalidad crear tensión o conferir mayor dramatismo. Esto se va intercalando con el narrador que aparece dentro del film, que como nos señala María Neira Piñero, es la instancia que, manejando simultáneamente todas las materias expresivas del cine (imágenes, lenguaje verbal, música, etc.) y sirviéndose de los mecanismos del montaje, articula con ellas el relato fílmico en su totalidad.21 Es decir, el narrador fílmico va a ir guiando el relato, dando orden a través del montaje para manifestar al espectador algo en concreto. En Downton encontramos un narrador externo o heterodiegético, ya que este no forma parte de la historia que narra, sólo cuenta la de los demás. A esto, debemos sumarle la focalización (el punto de vista desde el cual se cuenta la historia) que se presenta en la serie. Esta es exterior, ya que la cámara sólo sigue al personaje mostrándonoslo desde fuera impidiéndonos ver más allá de su acción. Asimismo en ocasiones hay atisbos de una focalización cero, ya que la cámara nos ofrece información que es desconocida por los personajes.22 Todo esto repercute en la manera en que los realizadores generan una imagen de la realidad. De tal forma y siguiendo el análisis de Rosenstone, nos encontramos en Downton seis puntos que reconstruyen de manera convencional el contexto histórico de los personajes. A continuación enumero dichos puntos: 1) Los films con este corte tienden a ser un relato cerrado. Es decir, vemos un inicio, un desarrollo y un final, lo que trae consigo un mensaje moral, que por lo general muestra un progreso y un germen

20 Ibid., p. 169.21 Neira, Introducción, 2003, p. 60. 22 Ibid., p. 259.

de cambio. En Downton el narrador nos presenta la historia de Sybil con esta estructura.

Como mencioné anteriormente, al inicio se plantean sus intereses políticos y la situación en la que vive, posteriormente se descubre que esto no es del agrado de su padre y de su abuela, quienes consideran que una mujer de su clase debe cumplir con un modelo de femineidad, en el cual poseer una opinión política propia y participar en ella no tienen cabida. En el desarrollo Sybil tiene que luchar contra dichas posturas y engañar a su padre para poder acceder a lo que quiere, lo que, como maneja el narrador, trae consecuencias negativas y por ello resulta herida.

El desenlace no es tan optimista, termina siendo salvada por el chofer y su primo, y discute fuertemente con su padre. La conclusión tiene una pesada carga moral, ya que el narrador nos muestra, en mi consideración dos aspectos: Es posible que una mujer posea opiniones, pero en general si van en contra del deber ser impuesto por la clase en la que se desarrolla, es lógico (como nos lo presenta el narrador) que salga mal. Ahora bien, a pesar de que esto pueda desmotivar al espectador, el narrador nos muestra que el intento se hizo y que aún hay esperanza porque gracias a personajes como éstos se “lograron” cambios. Y eso lo vemos con Sybil, quien deja en claro que no abandonará sus ideas políticas. Lo que en mi opinión el narrador hace al construir un relato de este tipo, es lanzar un mensaje de mejora y satisfacción con lo que ahora tenemos: “igualdad” y participación de las mujeres en la política.

Hay que resaltar que el narrador nos indica que la actitud de Sybil no fue del todo correcta, porque la conclusión, es decir su herida y discusión, nos muestra -en un nivel más profundo de lo que nos enseña el narrador- cómo es que conciben los realizadores la situación de la mujer. Con esto me estoy refiriendo a la ideología.

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Es decir, cómo es que están interpretando la realidad y qué opiniones, creencias y actitudes23 tienen sobre las mujeres aristócratas, de aquellas que quieren romper con ciertas normas y el deber ser impuesto.

Parece inocente la manera que el narrador expone los hechos en la pantalla. Se fascina al espectador y se le hace creer que eso que está viendo forma parte de su propia imagen interior.24 De manera que cuando el narrador muestra el desastroso final como algo completamente natural, se está afirmando una manera de ser de las mujeres, es decir sometidas a ciertas reglas y comportamientos. La conclusión a la que llega el narrador es que, dichas normas, en especial para éstas, tienen una razón de ser, y aquella que las rompa, es comprensible que le vaya mal.

2) Lo anterior se liga a la manera en que Lady Sybil es representada en la pantalla. El narrador la expone como un modelo de fortaleza, virtud, y esperanza. Lo cual va construyendo con los diversos planos que de ella se hacen, con una fotografía en ocasiones cálida (momentos familiares y del hogar) y en otra más fría (momentos serios o críticos), que en conjunto con la música, generan una idea de ella como un personaje digno de admirar.

De esta forma el narrador la configura con medios planos y close up, de manera que el público pueda centrar su atención en ella y conferirle mayor importancia. En los fotogramas que son parte de las secuencias de cuando va al mitin o cuando es herida, la fotografía maneja colores más fríos, lo que hace que el narrador emita al espectador la idea de que el momento que está viviendo el personaje es crítico o riesgoso. Mientras que en los fotogramas que representan las secuencias en el hogar y con su familia, la tonalidad de la fotografía se torna más

23 Van Dijk, “Algunas”, 1980, pp. 37-38.24 Zimmer, Cine y política, 1975, p. 18.

cálida, lo que genera en el espectador una idea de familiaridad o bienestar.

También es necesario mencionar el papel que la música juega para contribuir en la construcción del personaje de Sybil como modelo. Martin nos menciona que la música tiene un papel relevante en el arte cinematográfico. La ha clasificado, según la función que desempeñe. La función

lírica es aquella en la que: “la música puede contribuir también a reforzar con vigor la importancia y densidad dramática de un momento o de un acto dándole una dimensión lírica que es específicamente apropiada para generar [el ambiente que requiera la situación dramática].”25

25 Martin, op. cit., p133.

En ese sentido, me parece que la música en Downton viene a cumplir una función lírica, porque se encarga de reforzar situaciones en las que se necesita poner acento. De manera que también de ésta se vale el narrador para contribuir en la construcción del avatar Sybil. A lo largo del film, la música está presente para contribuir con las escenas dramáticas y darle una mayor intensidad.

3)Como mencioné arriba, la trama es un relato cerrado. El narrador se vale de los recursos cinematográficos necesarios, para hacernos creer que lo que ahí se presenta sucedió de esa forma. En Downton se reconstruye una realidad histórica de manera que el espectador quede convencido con la versión que ahí se presenta, lo que obstruye la posibilidad de otro tipo de representación. El narrador presenta la historia de Sybil de forma lineal “sin aspectos problemáticos y sin alternativas, tanto en su desarrollo como en sus causas y consecuencias.”26

A pesar del conflicto que puede presentar el film, el desenlace es acomodado por el narrador, de manera tal que parece que los acontecimientos encuentran su cause de manera natural, haciendo creer que lo que ahí se presenta es el pasado. De tal suerte que se convence al espectador de una idea unívoca tanto de lo que le sucede a Sybil, como de los elementos históricos (la actividad política de las mujeres, los partidos políticos, la vida de la servidumbre) que enmarcan la trama de ésta.

4) Downton se caracteriza por materializar en la pantalla los sentimientos y emociones de los personajes que ahí se representan. Es como una invitación al público para que experimente junto con los personajes todo por lo que pasan. Se busca la empatía. Todo esto se logra gracias al montaje, la focalización, la música, los diálogos, etc.

26 Rosenstone, op. cit., p 51

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Ejemplo de esto está al inicio del capítulo, cuando el narrador nos presenta un close up del rostro de un orador (aquí va imagen 1b) seguido de ello en un picado hacia Lady Sybil entre el público alterado, mostrándonos así su pequeñez y admiración. (aquí va imagen 2b) El montaje se mantiene en esta tónica, mostrándonos a ella y al orador con un ritmo que tiene como objetivo recrear la tensión que se vivía en las reuniones políticas en que se trataban temas controversiales como el derecho al voto e igualdad de la mujer. Aquí tenemos una focalización externa, ya que no sabemos más allá que lo que el film presenta, dándonos la impresión de una mirada objetiva.

Sin embargo, esto cambia a focalización cero cuando vemos algo que la protagonista no sabe, ( aquí va imagen 3b) su prima Isobel mira el mitin y se da cuenta

que ella está ahí. Se acerca y le pide que se retire; aquí el narrador coloca un plano en picado de ella, el chofer y Sybil para mostrar la tensión. (aquí va imagen 4b) Para prolongar este sentimiento, se muestra un close up y planos medios cortos (aquí va imagen 5b). Esto tiene como finalidad insertarnos dentro de la acción y generar empatía con lo que el narrador presenta, de ahí que las tomas tengan un tinte de descubrimiento, es decir la cámara se coloca de manera tal, que le permite al espectador la posibilidad de mirar de manera objetiva y casi “total” lo que ahí sucede.

5) Para hacer más creíble el discurso histórico que se presenta en el capítulo, los realizadores tratan de retratar de manera los más primorosa posible los edificios, la ropa, los objetos, los escenarios, etc. Me parece que el elemento más visible es la vestimenta de los personajes, ya que ésta desde el inicio nos da la sensación de estar “en otro tiempo”, porque las ropas que se usan, “realzan, adornan y dotan de significados al cuerpo en movimiento.”27 De igual manera los muebles, cubiertos, a u t o m ó v i l e s , etc., se vuelven significativos en la representación fílmica del pasado, porque contribuye a creer en el discurso que de la historia se está construyendo. De manera que podemos generar la idea de que los objetos -siguiendo el argumento de Rosenstone-, “son historia por sí mismos y no en función de lo que significaron para la gente en un momento y lugar determinados.”28 Me parece que en

27 Ibid., p. 53.28 Idem.

“el narrador emita al espec-tador la idea de que el mo-mento que está viviendo el personaje es crí-tico o riesgoso.”

Downton la escenografía, los objetos y la vestimenta, en conjunto con el montaje, la música y la fotografía, juegan un papel relevante en la representación histórica que del pasado se está haciendo.

6) Los films históricos muestran la historia como un proceso. Es decir, aquí no vemos una separación entre la política, la clase,

el género, etc., todo se trata como un conjunto. Las líneas divisorias entre cada uno de éstos elementos, se desdibuja en el cine, de manera que éstas forman parte de un proceso conjunto. A comparación de la Historia, donde el proceso implica la separación para realizar un detallado análisis, las películas históricas los presenta de manera interrelacionada.

Dicha característica en Downton Abbey está presente. La trama de Sybil que el narrador va construyendo, se interrelaciona con cuestiones de clase, política y género de manera natural. Cuando ella asiste al mitin, vemos estos tres elementos relacionarse, de forma que no separamos entre el ambiente político, su participación y la de otras mujeres en los discursos; se presenta como algo común la relación entre gente de diversos estratos sociales, como por ejemplo y ella y el chofer.

Asimismo, el personaje de Sybil está albergando todos estos elementos sin hacer distinción. De forma que ésta es la vez: mujer, aristócrata, hija de un Conde, protestante, habitante de Downton Abbey, etc. Es decir, el narrador no nos pone a pensar más allá de su condición de hija de un Conde, o joven interesada en la política, todo se nos presenta de forma digerida.

Fundido a negroComo he revisado a lo largo de este trabajo, Downton Abbey nos presenta una representación histórica que cumple con las seis conclusiones que Rosenstone plantea. De manera que prosigue con un modelo de construcción del pasado que tratan de convencer al espectador que lo que están viendo en la pantalla es la realidad pretérita. El análisis del capítulo seis, revela, que el narrador fílmico concibe a la historia como un proceso lineal en el que el papel de Sybil representa una idea de cómo es que debían (o deben) ser las mujeres. Además de que se pretende

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generar en el espectador una noción de lo “correcto” o lo “bueno”, a través de la manera en que el narrador cuenta la historia de un personaje al que construye partiendo de valores y emociones que sean fácilmente aprehendidas por el público.

Asimismo, esta representación de la realidad histórica nos devela cómo es que se está construyendo el conocimiento histórico actualmente sobre temas como el voto a la mujer, su participación política o la vida de la aristocracia inglesa de principios del siglo XX. Me parece que como historiadoras e historiadores, debemos estar conscientes de que el film, partiendo de su propio discurso, puede generar conocimiento histórico válido. El reto, -como aquí traté de realizar-, es saber cómo podemos usarlo para nuestra labor, intentando quitarnos prejuicios negativos sobre el cine y entender que su discurso es válido. Además creo que el emplear a las películas como fuente, nos hace reflexionar sobre nuestra propia labor y la manera en que nosotros estamos generando conocimiento histórico.

Espero que este trabajo contribuya a abrir la reflexión entorno al cine (la televisión) y a la Historia. Que se abra la posibilidad de trabajar con el cine de manera que ambos discursos se complementen el uno al otro, y que nosotros como oficiosos del pasado, dejemos un poco de lado el academicismo rígido, e intentemos incluir en nuestro trabajo las películas, no sólo de ficción histórica o documentales, sino abrirnos al abanico de posibilidades que el séptimo arte tiene para ofrecernos. Estoy convencida que eso le dará aún más dinamismo a la Historia que queremos construir.

BibliografíaØCertau, Michel De, Historia y psicoa-

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Filmografía

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