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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.44
Dejo aquí con ustedes al pastor, reverendo Manuel de Jesús
Castillo Coo para que les indique hacia dónde dirigirse para
ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo como está en
las Escrituras y como hacían los apóstoles cuando las personas
recibían a Cristo como su Salvador; porque la meta es nacer
de nuevo, la meta es recibir la Vida eterna. Por lo tanto, bien
pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu
Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.Dejo con ustedes aquí al ministro para que les indique
cómo hacer, al ministro, reverendo Manuel de Jesús Castillo
Coo y a cada ministro en cada nación para que haga en la
misma forma.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL
HOMBRE COMO LADRÓN EN LA NOCHE.”
LA HORADE LA VENIDA DEL HIJO
DEL HOMBRECOMO LADRÓNEN LA NOCHE
Miércoles, 2 de septiembre de 2009
Champotón, Campeche, México
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta deeste Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquiererror en este escrito es estrictamente error de audición,transcripción e impresión; y no debe interpretarse como erroresdel Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificadocon las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 43
en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados. Y que
Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca
en ustedes el nuevo nacimiento.El agua, al ser bautizados, no les limpia del pecado, no
quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de
todo pecado. Pero el bautismo en agua es un mandamiento del
Señor Jesucristo que ha estado siendo obedecido por los
apóstoles; y por todos los ministros bautizando a todas las
personas que reciben a Cristo como único y suficiente
Salvador.
Por lo tanto, todos los creyentes en Cristo han estado
cumpliendo el mandato divino de parte de Cristo de ser
bautizados en agua. Recuerden que es un mandamiento del
Señor Jesucristo. El mismo Cristo fue bautizado para cumplir
toda justicia, y cuánto más nosotros tenemos que cumplir toda
justicia y ser bautizados como fue el Señor Jesucristo.
Y ahora, el bautismo en agua es tipológico; cuando la
persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y
cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales,
tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de
las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la
Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple como
eso es el simbolismo del bautismo en agua.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes
el nuevo nacimiento; y ustedes que están en otras naciones
también pueden ser bautizados en estos momentos y que
Cristo a ustedes también les bautice con Espíritu Santo y
Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos
continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso
Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.Continúen pasando todos una noche feliz, llena de las
bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.42
naciones, repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelioy nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma;creo en Tu primera Venida, y creo en Tu Nombre como elúnico Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres en quepodemos ser salvos, creo que soy pecador, reconozco que soy
pecador y necesito un Salvador. Por lo cual doy testimoniopúblico de mi fe en Ti y Te recibo como mi único ysuficiente Salvador.
Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre melimpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo yFuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre ysea producido en mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer enTu Reino, quiero nacer en y a la Vida eterna Contigo en TuReino; Señor, sálvame, Te lo ruego en Tu Nombre eterno yglorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todo
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén.Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,
porque ustedes le han recibido como vuestro único y
suficiente Salvador.
Ahora, ustedes me dirán: “Escuche la predicación del
Evangelio de Cristo, creí y lo he recibido como mi Salvador.”
Él dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.” [San
Marcos, 16:15- 16].
“Quiero se bautizado en agua lo más pronto posible.” Me
dirán ustedes desde lo profundo de vuestro corazón. “¿Cuándo
me pueden bautizar?” Esa es la pregunta de ustedes, desde lo
profundo de vuestro corazón. Por cuanto ustedes han creído
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJODEL HOMBRE
COMO LADRÓN EN LA NOCHE
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
Miércoles, 2 de septiembre de 2009
Champotón, Campeche, México
Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes
y los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes naciones; es para mí un privilegio muy
grande estar con ustedes en esta ocasión, para saludarles y
pedirle a Cristo Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes;
también un cordial saludo para el doctor Miguel Bermúdez
Marín, y también la doctora Kélita Machado, y el doctor
Salomón Cunha, que se encuentran en el Brasil; y también el
doctor Miguel se encuentra en otra ciudad de la República
Mexicana.
También mis saludos para el señor honorable licenciado
Xicotencat González Hernández, presidente municipal y
también para todos los ministros presentes y también los que
están en otras naciones.
Para esta ocasión hemos de tener un tema muy importante
y que es una incógnita para todos los predicadores, para todos
los líderes religiosos del Cristianismo, del Judaísmo y del
Islam; porque los tres están esperando la Venida del Hijo del
Hombre, la Venida del Mesías. Es un misterio o un evento que
Cristo dijo que nadie sabía cuándo sería el día y la hora en que
el Hijo del Hombre se manifestaría, se revelaría, dijo: “Ni aun
los ángeles del Cielo, sino solo mi Padre.” Y en uno de los
Evangelios dice: “Ni aun el Hijo,” ni aun el Hijo sabe, o sea,
Jesucristo, Jesús como hombre en aquellos días, no sabía hasta
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.4
que luego resucitó glorificado y entonces ya sabía todas las
cosas; y sobre todo ese evento, que es el más importante de la
Biblia, el misterio más grande de toda la Biblia, el cual ni los
ángeles, dijo Cristo, sabían cuándo sería el día y la hora de la
Venida del Hijo del Hombre, o sea, de la segunda Venida de
Cristo para los Cristianos; para los judíos, pues la Venida del
Mesías que para ellos sería la primera; porque la primera, la
Venida de Jesús no la reconocieron como la Venida del
Mesías.
Y ahora, vamos a ver, a leer, aquí en San Lucas capítulo 12,
versos 35 al 46, acerca de este evento lo que Jesús dijo en este
pasaje:
“Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas
encendidas;
y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que
su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y
llame, le abran en seguida.
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor,
cuando venga, halle velando (¿velando por qué? Por la
Venida del Señor); de cierto os digo que se ceñirá, y hará que
se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la
tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son
aquellos siervos.
Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué
hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no
dejaría minar su casa.
Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la
hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a
nosotros, o también a todos?
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al
cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 41
de Cristo, pues Cristo tiene lugar para ustedes también. Lo
más importante que un ser humano puede hacer en su vida, lo
más importante es una sola cosa: recibir a Cristo como único
y suficiente Salvador.
La decisión más grande que un ser humano puede hacer en
la Tierra, la más grande que lo coloca en la Vida eterna, es una
sola: recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
Recuerde que venimos a Cristo para que Él nos dé el perdón
de nuestros pecados, con Su Sangre nos limpie de todo
pecado, seamos bautizados en agua en Su Nombre, y Él nos
bautice con Espíritu Santo y Fuego, y nos dé la Vida eterna,
nos coloque en Su Reino eterno con Vida eterna; y todos
queremos vivir eternamente.
Vamos a estar puestos en pie todos para orar por las
personas que han venido a los Pies de Cristo. Y los que están
en otras naciones también puestos en pie para la oración por
todos los que han venido a los Pies de Cristo nuestro
Salvador. Si falta alguno por venir, puede venir.
Recuerde: si oyes hoy Su Voz no endurezcas tu corazón, tú
eres una oveja del Señor, y por eso has estado escuchando la
predicación del Evangelio de Cristo, llegó a tu alma la Palabra
de Cristo; y ahora te toca dar testimonio público de tu fe en
Cristo como único y suficiente Salvador tuyo, a ti te toca la
parte de la decisión, es la más sencilla; la más importante, la
más grande la hizo Cristo en la Cruz del Calvario. Y ahora, te
toca a ti aceptarlo, recibirlo como tu único y suficiente
Salvador, creyendo en Su muerte en la Cruz del Calvario
como el Sacrificio de Expiación por tus pecados.
Ya vamos a orar por todos los que han venido a los Pies de
Cristo en esta ocasión. Con nuestras manos levantadas al
Cielo, a Cristo, y nuestros ojos cerrados los que están
presentes y los que están en otras naciones y los que han
venido a los Pies de Cristo, que están aquí presentes o en otras
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.40
nacer a la Vida eterna con Cristo en Su reino eterno,
recibiéndolo como único y suficiente Salvador, naciendo del
Agua y del Espíritu, lo cual es nacer del Evangelio de Cristo
y del Espíritu Santo.
Cristo tiene mucho pueblo en esta ciudad de Champotón,
y también en toda la República Mexicana y en todas las
naciones y los está llamando en este tiempo final; porque Él
dijo que llamaría a Sus ovejas por su nombre y que Sus ovejas
escucharían Su Voz, y dijo: “Y habrá un rebaño y un pastor.”
(San Juan, capítulo 10, versos 14 en adelante). Y también dijo:
“Mis ovejas oyen mi Voz, y yo las conozco y me siguen, y yo
les doy Vida eterna.” [San Juan 10: 27].
Se predica el Evangelio de Cristo para que los que están
escritos en el Cielo en el Libro de la Vida, escuchen la Voz
del buen pastor y lo reciban como Salvador y Cristo les dé
Vida eterna. Es para recibir la Vida eterna que venimos a los
Pies de Cristo nuestro Salvador, recibiéndole como nuestro
único y suficiente Salvador. No hay otra persona que nos
pueda dar Vida eterna, solamente hay UNO y Su Nombre es
SEÑOR JESUCRISTO.
La exclusividad de la Vida eterna la tiene Jesucristo; y por
consiguiente tenemos que recibirla a través del que tiene la
exclusividad y Su Nombre es SEÑOR JESUCRISTO. Y Él
quiere que nosotros vivamos eternamente en Su Reino, para
lo cual mandó a predicar el Evangelio a toda criatura, y dice:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.” Tan simple como eso.
Por lo tanto, todos queremos ser salvos, para lo cual
escuchamos Su Voz, el Evangelio de Cristo y lo confesamos
públicamente como nuestro único y suficiente Salvador; es
Vida eterna lo que queremos y es Vida eterna lo que Él nos da
al recibirlo como nuestro único y suficiente Salvador.
En las demás naciones pueden continuar viniendo a los Pies
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 5
su ración?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor
venga, le halle haciendo así.
En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “LA HORA DE LA
VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE COMO LADRÓN
EN LA NOCHE.”Nos habla la Escritura que el día de la Venida del Hijo del
Hombre, será un día como ladrón en la noche, dice San Pablo
y San Pedro; San Pablo en Primera de Tesalonicenses,
capítulo 5, versos 1 en adelante, dice:
“Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis
necesidad, hermanos, de que yo os escriba.
Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor
vendrá así como ladrón en la noche.”
Vean, el día del Señor es como ladrón en la noche y la
Venida del Señor es como ladrón en la noche también; tanto
el día, como el Hijo del Hombre, ambos: el día y el Hijo del
Hombre, vendrán como ladrón en la noche.
Ahora, vamos a ver aquí, más adelante, dice:
“Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá
sobre ellos destrucción repentina...”
¿Cuando digan qué? Paz y seguridad; porque esa paz y
seguridad de la cual estarán hablando las naciones, y la cual
va a ser establecida y creerán que habrán obtenido la paz que
buscaban y cuando la obtengan por tratados o pactos
internacionales, después vendrá destrucción repentina, esto es
una guerra mundial que vendrá y alguien la va a comenzar.
Ahora, vean:
“...como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.6
aquel día os sorprenda como ladrón.”
O sea, que habrá un grupo de personas que no estará en
tinieblas y por consiguiente no estará de noche, estará de día.
Por lo tanto, esto no significa de día de las doce horas del día,
ni de noche las horas de la noche. Dice la Escritura en
Segunda de Pedro, capítulo 3, versos 8 al 10.
“Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor
un día es como mil años, y mil años como un día.”
Y ahora, cuando se habla de un día delante del Señor, para
los seres humanos son mil años, por ejemplo esos seis, siete
días que aparecen en el Génesis, donde dice que en el primer
día, cuando Dios dijo: “Sea la luz, y fue la luz y vio Dios que
la luz era buena y llamó Dios a la luz, día, y a las tinieblas
llamó noche y fue el primer día.” Esos son días delante de
Dios que para los seres humanos son milenios, cada día es un
día de mil años para los seres humanos.
Y ahora, sigue dice diciendo el Señor en el Salmo 90, verso
4, también habla sobre esto que un día es como mil años y mil
años como un día.
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen
por tardanza...”
O sea, que hay algunos que dicen: “No, el Señor tarda Su
Venida.” Pero no saben que Dios tiene un tiempo asignado, no
es que se tarda, es que Dios tiene un tiempo asignado para
cumplir la Venida del Hijo del Hombre, y será en el día
señalado, el día del Hijo del Hombre. Y esto vamos a ver cual
es ese Día que entrará, comenzará en medio de la raza humana
sin la humanidad darse cuenta que ese es el Día que vendría,
que entraría como ladrón en la noche.
Ahora, sigue diciendo:
“...sino que es paciente para con nosotros, no queriendo
que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.”
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 39
bautizados en agua en Su Nombre y han recibido Su Espíritu,
ya entraron al Redil, yo también entré a Su Redil.
Si hay alguno que todavía no ha entrado al Redil del Señor,
todavía no lo ha recibido como Salvador, recuerde, ya estamos
al final del tiempo y de un momento a otro terminará el tiempo
de redención, tiempo de recibir a Cristo como Salvador; la
puerta del Reino de los Cielos se cerrará en algún momento
conforme a la parábola de las diez vírgenes, que cuando las
fatuas fueron a comprar aceite y regresaron ya la puerta estaba
cerrada, y las vírgenes prudentes estaban dentro, San Mateo,
capítulo 25, versos 1 al 3, y también en San Lucas, capítulo
13, versos 22 al 27, donde el Padre de familia se levanta y
cierra la puerta; y ya no habrá más oportunidad para las
personas escapar del juicio divino que ha de venir sobre la
Tierra; porque ya habrán entrado los que han de entrar al
Reino de Dios y luego serán transformados y llevados con
Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo,
y nació la fe de Cristo en su alma al escuchar la predicación
del Evangelio de Cristo, puede dar testimonio público de su fe
en Cristo recibiéndole como único y suficiente Salvador; para
lo cual puede pasar acá al frente y oraremos por usted, y los
que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de
Cristo para recibirlo como único y suficiente Salvador. Y los
niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies
de Cristo, pues Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí y no
se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.”
Es importante estar dentro del Reino de Cristo antes que se
cierre la puerta del Reino del Señor, del Redil del Señor; lo
más importante es la vida y si la vida física es importante,
¿cuánto más la Vida eterna? Sin la vida física usted no estaría
viviendo aquí en la Tierra y sin la Vida eterna usted no vivirá
eternamente con Cristo en Su Reino, para lo cual necesita
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.38
Iglesia para llevarlas a la Cena de la Bodas del Cordero.
Quizás ni un 20%, por no decir menos, se darán cuenta de
lo que pasó, o quizás ni un 5%, quizás un grupo muy pequeño
se dará cuenta del cumplimiento de esa promesa de la Venida
del Hijo del Hombre como ladrón en la noche. Por eso
tenemos que saber qué cosas están prometidas que el Mesías
estará haciendo, que el Mesías, el Hijo del Hombre, estará
hablando, enseñándole a la Iglesia para darle la fe para ser
transformados y llevados con Cristo a la Cena de la Bodas del
Cordero.
“LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL
HOMBRE COMO LADRÓN EN LA NOCHE.”Pero para los creyentes en Cristo la Palabra es:
“Despiértate, levántate tú que duermes y te alumbrará Cristo.”
Efesios, capítulo 5, verso 14, que fue tomado por San Pablo
de Isaías, capítulo 60, versos 1 en adelante, donde Dios dice
allá en Isaías, capítulo 60, dice:
“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz (y la luz
es Cristo, es la Venida del Señor, la Venida del Mesías), y la
gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y
oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y
sobre ti será vista su gloria.
Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor
de tu nacimiento.”
Y por ahí sigue enumerando las cosas que estarán
sucediendo en este tiempo final. Por lo tanto, es un mensaje
para la Iglesia del Señor Jesucristo y para el pueblo hebreo.
“LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL
HOMBRE COMO LADRÓN EN LA NOCHE.”Todavía Cristo está llamando y juntando Sus ovejas que
faltan para completar Su Redil, Su Rebaño, que es Su Iglesia;
por lo cual los que ya lo han recibido como Salvador, han sido
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 7
Dios no quiere que el ser humano deje de existir, Él quiere
que todos los seres humanos vivan eternamente, y por esa
causa envió a Jesucristo al mundo para que muriera en la Cruz
del calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros
pecados, para que todo ser humano tuviera un Sacrificio de
Expiación para ser reconciliado con Dios, para obtener el
perdón de sus pecados, ser limpios de todo pecado con la
Sangre de ese sacrificio de Cristo y recibir el Espíritu de
Cristo, el Espíritu Santo y obtener el nuevo nacimiento. Bien
le dijo Cristo a Nicodemo en el capítulo 3 de San Juan, versos
1 al 6: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del
agua y del espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.”
Nacer del agua es nacer el Evangelio de Cristo, por eso
Cristo ordenó predicar el Evangelio a todo el mundo. “Y el
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.” Ven lo sencillo, lo simple que es
todo? Es un asunto de creer para ser salvo o de no creer para
ser condenado.
Y yo no puedo obligarle a nadie a creer o a no creer;
porque Dios le ha dado al ser humano libre albedrío, así como
Dios tiene libre albedrío para hacer lo que Él desea hacer, le
ha dado al ser humano el libre albedrío. Por eso cuando
colocó a Adán en el Huerto del Edén, vean, le dio libre
albedrío y le dijo que no comiera del árbol de la ciencia del
bien y del mal; el día que lo hiciera, que comiera, le dijo: “Ese
día vas a morir.”
¿Ven? Pero no lo obligó, le dio libre albedrío y Adán
decidió; así también usted y yo tenemos libre albedrío para
escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, creer en
Cristo como nuestro Salvador, ser bautizado en agua en Su
Nombre y recibir Su Espíritu Santo y obtener el nuevo
nacimiento, y por consiguiente la Vida eterna; porque
nacemos de nuevo en el Reino de Dios, que es eterno; y por
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.8
consiguiente obtenemos así la Vida eterna. Pero cada uno es
responsable por su elección y la recomendación de Dios es:
“Escoge la Vida, para que vivas tú y tu familia.”
¿Ven? La recomendación es escoger la Vida y la otra
recomendación es: “No escoger la muerte.” Si estamos vivos,
estamos conscientes de que existimos, de que somos seres
humanos, que fuimos hechos, creados, a imagen y semejanza
de Dios, ¿cómo vamos a perder la oportunidad de vivir
eternamente como Dios vive eternamente? No la podemos
perder; ya hay un Sacrificio de Expiación por el pecado del ser
humano, para ser perdonado y limpiado de todo pecado la
persona, el ser humano, y ser reconciliado con Dios para ser
restaurado a la Vida eterna y estar en relación directa con Dios
por medio de Cristo nuestro Salvador; y así aseguramos
nuestro futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno, pues es
el único Reino que va a existir por toda la eternidad.
Y ahora, ya hemos visto que hay una forma de obtener la
Vida eterna y es sencilla, es sencilla para que los que no han
estudiado tengan la misma oportunidad que tienen los que
estudiaron. Por eso la Escritura dice: “Bienaventurados el que
lee y el que oye.” El que lee porque sabe leer y el que oye,
porque no sabe leer y alguien le lee o escucha a alguien
leyendo la Palabra de Dios.
Y ahora, la Venida del Hijo del Hombre dos mil años atrás
fue para tomar nuestros pecados y morir por nosotros como el
Sacrificio de Expiación, el cual estuvo representado,
tipificado, en el macho cabrío de la expiación que sacrificaba
el sumo sacerdote el día diez del mes séptimo de cada año
conforme a Levítico, capítulo 23, versos 26 al 29.
Y también conforme al sacrificio del cordero pascual que
se efectuaba en el primer mes del año religioso hebreo, el cual
fue llevado a cabo por primera vez allá en Egipto antes de la
salida del pueblo hebreo, en donde Dios le ordenó a Moisés y
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 37
sabemos cuál es.
En el tiempo de Jesús nadie la sabía, pero estamos en un
tiempo en que estamos siendo preparados para nuestra
transformación y arrebatamiento al Cielo con Cristo para ir a
la Cena de las Bodas del Cordero; por lo cual todos estos
misterios están siendo abiertos al Cristianismo y a todos los
que quieran conocer acerca de estos misterios proféticos
contenidos en los sagrados libros, los sagrados escritos, las
sagradas escrituras, contenidos en la Biblia que es la sagrada
Escritura.
Y ahora, hemos visto nuestro tema y hasta ahí vamos a
llegar con nuestro tema, vamos a ver si dice algo más, pero
aquí yo creo que podemos detenernos, el tema es: “LA
HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE
COMO LADRÓN.”Y si viene como ladrón, nadie sabrá el momento, vendrá y
dirán: “Ese es un falso profeta.” ¿No dijeron eso acerca de
Jesús? Y era el Mesías; cuánto más en la segunda Venida del
Señor que será como ladrón en la noche. Y no quiere decir
que será de noche literalmente, en la noche las naciones están
en oscuridad, y por consiguiente de noche. “Los que duermen
de noche duermen,” dice san Pablo. Pero dice: “Pero vosotros
sois hijos del día; no estáis en tinieblas para que aquel día os
sobrecoja como ladrón.”
Los creyentes en Cristo nacidos de nuevo, la Iglesia del
Señor Jesucristo, no está de noche, está de día, Cristo es la
luz, el Sol de Justicia. Él dijo: “Yo soy la luz del mundo.” Y
si Cristo está, pues estamos de día, tenemos luz. El mundo, las
naciones están en oscuridad, están de noche, por eso tantos
problemas entre las naciones.
Y ahora, el Hijo del Hombre vendrá como ladrón en la
noche, porque viene para buscar, transformar y llevar con Él
a los creyentes en Él nacidos de nuevo, viene para buscar a Su
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.36
Vamos a dejar eso para otra ocasión, pero si quieren una idea,
una sorpresa grande para muchas personas es que los
musulmanes, sus líderes religiosos, creen que Jesús va a
aparecer y va a establecer un Reino.
Con los líderes religiosos del Islam hemos estado hablando,
y tenemos entrevistas hechas a ellos donde ellos hablan acerca
de esto, y no vamos explicar mucho, ellos son muy buenos,
muy amables y con amabilidad nos hablan de todas estas cosas
y nos permiten grabarlas.
Ellos, hablando un líder, un Imán, un jeque sobre estas
cosas, allí con líderes rabinos estábamos en Río de Janeiro,
decía el líder del Islam: “Bueno, nosotros no tenemos ningún
problema con judíos ni con cristianos; porque nosotros
creemos en la Toráh, creemos en Moisés, creemos en
Abraham, creemos en Isaac, en Jacob, en los patriarcas,
creemos en la virgen María, creemos en Jesús. Por lo tanto, no
tenemos ningún problema con los cristianos ni con los judíos;
porque creemos también en la Toráh y en los profetas, si es
como dicen los judíos estamos bien, si es como dicen los
cristianos también estamos bien.”
Todo eso está grabado y se le preguntó si el Mesías, o sea
Jesús, va a establecer un Reino y dicen que sí y que ellos van
a estar en ese Reino y los judíos están esperando al Mesías,
están esperando un hombre que aparezca en este tiempo y que
reúna las calificaciones para ser reconocido como el Mesías.
Y recuerden que el Mesías lo que significa es: “Ungido;” un
hombre ungido con el Espíritu Santo cumpliendo todas esas
promesas mesiánicas, y creen que será un hombre del tiempo
en que le corresponda aparecer, o sea, un hombre de carne y
hueso nacido en la Tierra.
Y el Cristianismo está esperando el regreso de Jesús, y todo
eso es el misterio de la Venida del Hijo del Hombre para el
Día Postrero, y el día que ya sabemos cuál es, y la hora que ya
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 9
Moisés al pueblo, que tomara cada familia, el padre de familia,
tomara un corderito de un año, lo separara por unos cuatro
días y observara que no tenía defectos y luego el día de la
víspera de la Pascua, el día antes de la Pascua lo sacrificaría,
colocaría la sangre de ese animalito en el dintel de los postes
de las puertas de los hogares hebreos; cada familia tenía que
hacer lo mismo con un corderito de un año, para la
preservación de los primogénitos, de los hijos primogénitos o
del hijo primogénito que estaba en esa familia; porque
solamente en un matrimonio puede haber un hijo primogénito
(el primero que nace).
Y ahora, el seguro para continuar viviendo cada
primogénito en cada familia hebrea, era que la sangre del
cordero estuviera aplicada en el dintel de los postes de ese
hogar; porque en la noche de la Pascua estarían también
comiéndose el cordero que sería asado en fuego el día antes de
la Pascua, y en la noche de la Pascua ya lo tendrían dentro de
sus hogares y estarían cenando, comiendo la Pascua,
comiendo el cordero pascual con hierbas amargas y así por el
estilo.
Mientras en Egipto, en los hogares egipcios el juicio de la
muerte sobre los primogénitos estaría cayendo, comenzando
con el hijo del faraón, hasta el hijo del que estaba en la cárcel,
y también morirían los primogénitos de las aves, de los
animales y así por el estilo.
Y ahora, la única cosa que protegía de la muerte a los
primogénitos hebreos, era la sangre de ese cordero aplicada en
el dintel de los postes de sus hogares y que estuvieran dentro
del hogar, dentro de la casa, comiendo el cordero pascual.
Y ahora, San Pablo, en Primera de Corintios, capítulo 5,
verso 7, dice: “Porque nuestra Pascua, la cual es Cristo, ya fue
sacrificada por nosotros.”
Y ahora, aquel cordero pascual es tipo y figura de Cristo,
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10
y la Sangre del Cordero pascual nuestro, que es Cristo, ha sido
aplicada en el dintel de los postes de nuestro corazón; eso es
lo que nos protege de la muerte eterna, de la muerte del alma,
no de la muerte física; porque estos cuerpos mortales son
temporeros; pero de la muerte del alma lo único que protege
al ser humano es la Sangre de Cristo cuando lo recibimos
como nuestro único y suficiente Salvador.
Por eso es tan importante el Sacrificio de Cristo en la Cruz
del Calvario para la familia humana, para que pueda vivir
eternamente la persona que lo recibe como su Salvador y
queda protegido con la Sangre de Cristo, por medio de la vida
de la Sangre, que es el Espíritu Santo, dentro de la persona.
Y ahora, recordamos a Juan el Bautista en San Juan,
capítulo 1, versos 29 al 36, cuando vio que Jesús venía a una
de sus actividades donde Juan estaba predicando y también
bautizaba, cuando ve a Jesús dice: “He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo.” Juan sabía que el
Mesías vendría para quitar el pecado del mundo. ¿Y cómo
Juan pudo saber eso? Pues está en la Biblia y Juan era un
estudiante (Juan el Bautista) un estudiante muy aplicado de las
Escrituras.
Vean aquí en el libro del profeta Daniel, capítulo 9, versos
18 en adelante, vamos a leer, capítulo 9, vamos a comenzar
verso 21 para no leer mucho, esto fue cuando el Ángel o
Arcángel Gabriel le apareció a Daniel, el cual era nada menos
que un gobernador de la provincia, del estado de Babilonia;
un político, pero un político que conocía a Dios y servía a
Dios y era de la decendencia de la realeza del pueblo hebreo,
de la tribu de Judá, un descendiente del rey David, de la
realeza, no era cualquier persona. Dice, capítulo 9, versos 20
en adelante, dice:
“Aún estaba hablando y orando (vean, era un hombre de
oración), y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 35
ustedes también. No es solamente para mí, es para todos los
creyentes en Cristo; y eso es conforme a las Palabras de Cristo
para ser efectuado en el Día Postrero, que es el séptimo
milenio de Adán hacia acá y tercer milenio de Cristo hacia
acá. Estamos en los días postreros, ¿en cuál de los días
postreros? En el último de los días postreros, en el Día
Postrero. Ya los otros dos días postreros pasaron, que son dos
mil años para los seres humanos. Si leen en Oseas, capítulo 6,
versos 1 al 6, encontrarán más información sobre estos días
postreros delante de Dios.
Y ahora, la hora de Su Venida, la hora de Su Venida es de
acuerdo... en términos de números es de acuerdo al Día
Postrero, es en un lapso de tiempo, que al dividir mil años en
días, entonces usted encontrará que una hora son cuarenta y
algo de años, va a haber un lapso de tiempo de cuarenta y algo
de años que va a corresponder a la Venida del Hijo del
Hombre, y eso será en el tercer milenio de Cristo hacia acá o
séptimo milenio de Adán hacia acá.
Por lo tanto, en términos así de números, de días y años, ya
hemos visto lo que es la hora de Su Venida; en términos
espirituales como etapas o edades de la Iglesia, será para el
momento del final de la séptima edad de la Iglesia o séptima
etapa de la Iglesia y comienzo de la Edad de la Piedra
Angular; y también el día final o postrero como dispensación,
es la séptima dispensación, día dispensacional, séptimo día
dispensacional, que es la dispensación séptima, la
Dispensación del Reino y días como años, séptimo milenio de
Adán hacia acá es el Día Postrero delante de Dios y ese es el
día de Su Venida, el Día Postrero. Día Postrero, séptimo
milenio de Adán hacia acá, Día Postrero, tercer milenio de los
tres milenios postreros de Cristo hacia acá. Tan simple como
eso.
Y la Venida del Hijo del Hombre, ¿qué será y cómo será?
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.34
murió, fue sepultado, Él pasó por el seno de Abraham y
resucitó a Abraham, a Isaac, Jacob, a los patriarcas y a muchos
más y aparecieron, cuando Cristo resucitó, aparecieron a
muchos en la ciudad (capítulo 27, de San Mateo, verso 51 en
adelante).
Y Cristo, luego que subió al Cielo, con Él subieron todos
ellos, o sea, que ya una resurrección que corresponde, es una
parte de la primera resurrección ese grupo; y le seguirán los
creyentes en Cristo, los cuales van a resucitar en la Venida del
Señor conforme a las palabras de San Pablo, en Primera de
Tesalonicenses, capítulo 4, versos 13 al 17, Primera de
Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58: “A la final trompeta
porque se tocará la trompeta, y los muertos en Cristo
resucitarán primero, resucitarán incorruptibles, y nosotros los
que vivimos seremos transformados.” Son promesas para los
creyentes en Cristo, o sea, son exclusivamente para los
creyentes en Cristo.
Y en Filipenses, capítulo 3, versos 20 al 21, dice: “Porque
nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Señor, a Jesucristo; el cual transformará el
cuerpo de la humillación nuestra.”
¿Ve? Va a transformarnos, va a glorificarnos y vamos a
tener un cuerpo joven, eterno, inmortal, incorruptible y
glorificado como el cuerpo glorificado que tiene Jesucristo el
cual está tan joven como cuando subió al Cielo, esa es la clase
de cuerpo que yo necesito y más en la edad que ya tengo; y
ustedes jóvenes también, porque los años pasan y no pasan en
vano. Pero, yo digo, cada vez que cumplo un año digo, cuando
cumplo un año más digo: “Estoy un año más cerca del cuerpo
glorificado que Cristo me va a dar.” Tengo que verlo desde el
punto de vista positivo del Programa Divino.
Por lo tanto, estoy muy cerca de ese momento en donde
Cristo me va a transformar. ¿Y quién más? Cada uno de
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 11
Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por
el monte santo de mi Dios (o sea, por Israel, por el pueblo
hebreo y por su tierra);
aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel,
a quien había visto en la visión al principio, volando con
presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.
Y me hizo entender...”
Es un ángel que viene para hacer entender a las personas a
las cuales les aparece. ¿Recuerdan a Zacarías el sacerdote? Le
vino con la respuesta de parte de Dios a la oración que
Zacarías había hecho delante de Dios todo el tiempo, que era
que Dios le diera un hijo a través de su esposa Elizabet, la
cual era estéril y ya estaba avanzada en edad; pero para Dios
no hay nada imposible, y le dijo que iba a tener un hijo, que
sería grande delante de Dios, que sería profeta delante de Dios
y que vendría con el espíritu y virtud de Elías. Eso está en San
Lucas, capítulo 1, versos 11 en adelante.
Y luego, seis meses después, le aparece a la virgen María
y le dice: “Salve muy favorecida, el Señor es contigo, bendita
tú entre todas las mujeres.” ¿Y cómo una joven puede ser
bendita entre todas las mujeres? Porque sería la primera mujer
en la historia que tendría un hijo sin relaciones íntimas con un
hombre, sería por gracia y obra del Espíritu Santo; y por
consiguiente ese sería el Mesías que estaba prometido para
venir a través de una virgen conforme a Isaías, capítulo 7,
verso 14, donde dice: “He aquí la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y se llamará su nombre Emanuel.” ¿Y Emanuel
qué significa? Dios con nosotros, eso fue lo que le explicó
también el Ángel Gabriel a José, el marido o esposo de la
virgen María, cuando él quería dejarla secretamente, porque
estaba embarazada y él no sabía lo que había pasado y el
Ángel le aparece y le dice: “José, no temas recibir a María tu
mujer como esposa, porque en lo que ella es engendrado del
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12
Espíritu Santo es y tendrá un hijo y llamarás su nombre Jesús;
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
Vean, cómo vendría la salvación para el pueblo hebreo: por
medio de un niño que iba a nacer, el cual cuando estuviera
grande moriría como la Expiación por el pecado de Su pueblo
y de todo ser humano.
Ahora, continuamos leyendo, dice:
“Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel,
ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.”
Ahí tenía el mejor maestro para enseñarle el Programa
Divino, es el Ángel que tiene acceso al Libro de la Verdad y
él mismo lo dice en el capítulo 10, versos 21, cuando dice el
Ángel Gabriel:
“Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la
verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro
príncipe.”
El Ángel Miguel o Arcángel Miguel ayuda al Arcángel
Gabriel cuando el Arcángel Gabriel lo necesita, es un
Arcángel que tiene su ejército, así Gabriel como Miguel;
ambos tienen sus ejércitos celestiales y cuando Gabriel
necesita ayuda, llama al Arcángel Miguel con su ejército y
entra en acción.
Para estos cambios de gobierno del imperio de los gentiles,
para el cambio del imperio babilónico al imperio Medo-Persa,
intervino el Ángel Gabriel y también el Ángel o Arcángel
Miguel con sus ejércitos, o sea, son Arcángeles guerreros
también, no crean que son solamente para hablar suavemente
y hablar de bendiciones, también hablan los juicios divinos.
Estos fueron los Ángeles que visitaron a Abraham con
Elohím, con Dios; comieron, almorzaron con Abraham al
mediodía, digamos de 12:00 a 3:00 de la tarde, el horario del
calor del día (era verano también, porque era tiempo de calor);
y luego se levantaron y se fueron estos dos Ángeles Gabriel y
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 33
tercero, de lo siete días delante de Dios es el séptimo milenio.
“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo
aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postrero.”
Le va a resucitar en el Día Postrero y por esa causa estamos
esperando la Venida del Señor, ¿cuándo? En el Día Postrero,
para la resurrección de los muertos en Cristo y la
transformación de nosotros los que vivimos. Cuando Cristo
fue a resucitar a Lázaro en el capítulo 11 de San Juan, versos
23 en adelante, Cristo le dice a Marta.
“Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en
el día postrero (ella sabía, porque ya Cristo lo había
enseñado).
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree
en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
¿Crees esto?
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el
Hijo de Dios, que has venido al mundo.”
Y nosotros ¿qué decimos a la pregunta de Cristo? “Sí
Señor, también nosotros lo creemos.” Por eso creemos en
Cristo y sabemos que aunque nuestro cuerpo físico muera, no
hay problema, continuamos viviendo en el Reino del Mesías
celestial, vamos al Paraíso en cuerpo angelical; y allí vivimos
sin la necesidad de ir a trabajar, no hay que madrugar como
tenemos que hacer en este tiempo, no hay prisa allá, tampoco
se come en los cuerpos angelicales, en esos cuerpos
teofánicos, y tampoco hay prisa allá; y todo es paz y amor,
todo allí es felicidad, allí no se cansan de estar allí en el
Paraíso, pero ellos quieren regresar acá, porque Cristo lo ha
prometido; y cuando llegue el momento correspondiente en el
Día Postrero, Cristo pasará por el Paraíso, como hizo cuando
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.32
proclamando la paz en el Reino del Mesías, mostrando que
será esa paz que el pueblo hebreo espera, será en el Reino del
Mesías.
Por lo tanto, las cosas en este tiempo están muy buenas en
el Programa de Divino, estamos ya dentro del séptimo milenio
de Adán hacia acá, conforme al calendario gregoriano, y ya
llevamos nueve años dentro del séptimo milenio de Adán
hacia acá; y los días postreros comenzaron en los días de
Jesús, los días postreros de la semana son el jueves que es el
quinto día, el viernes que es el sexto día y el sábado que es el
séptimo día y día postrero, último de la semana. Así es delante
de Dios, de los días postreros delante de Dios tenemos tres,
que son: el quinto milenio, en el cual Cristo vivió y tuvo Su
ministerio, el sexto milenio, segundo de los días postreros
delante de Dios (de los milenios postreros) y tercer milenio
del tercer día delante de Dios milenial, que es el milenio en el
cual estamos viviendo; porque de Cristo hacia acá ya han
transcurrido dos días delante de Dios, que para los seres
humanos son dos milenios.
Y ahora, estamos en el tercer milenio de Cristo hacia acá,
que es el Día Postrero delante de Dios; ya tenemos cuál es el
día para la Venida del Hijo del Hombre, el Día Postrero
delante de Dios, pues Cristo mismo dice para todos los
creyentes en Él. Recuerden que todo esto está en la Escritura.
Vean, en San Juan, capítulo 6, versos *39 en adelante, dice
Cristo:
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de
todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite
en el día postrero.”
Por lo tanto, tenemos que saber cuál es el Día Postrero;
porque ese es el día para la resurrección, ese es el Día Postrero
delante de Dios, que es el séptimo milenio de Adán hacia acá
o tercer milenio de Cristo hacia acá, de los días postreros es el
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 13
Miguel a Sodoma, ya en la tarde, para una misión divina que
ellos eran los que sabían; y cuando Lot, que era una persona
importante, un político, allá en Sodoma. Recuerden que lo
llamaron, le dijeron a él: “¿Eres tú juez de nosotros? ¿Estás
como juez? O sea, vendría a ser el gobernador o el alcalde de
ese territorio, un político, sobrino de Abraham.
Pero Elohím se quedó con Abraham revelándole el motivo
para el cual había venido. Los Ángeles se iban a quedar en la
plaza, porque esa noche iban a destruir a Sodoma y Gomorra,
y todas esas ciudades cercanas; eran Ángeles de juicio, venían
no para bendición sino para juicio de esa ciudades. Lot los vio
y les dijo: “No se pueden quedar en la plaza.” Y se los llevó,
ellos no querían ir con Lot, pero Lot luchó con ellos, habló
con ellos y los forzó a ir con él, mientras Abraham estaba
hablando con Elohím y estuvo intercediendo por su sobrino
Lot, cuando está diciendo: “No haga tal cosa el Juez de toda
la tierra, que vaya a destruir al justo con el injusto.”
Estaba pensando en su sobrino Lot que está allá en la
ciudad y comienza a hablar: “Si hay cincuenta justos allí,
¿destruirás tú la ciudad, destruirás al justo con el injusto? No
haga tal cosa el Juez de toda la tierra, o no hará tal cosa el
Juez de toda la tierra.” Dios le dice: “Si hay cincuenta justos,
no destruiré la ciudad.” Así que vean, Dios está mostrándole
a Abraham que vino con Sus Ángeles y ejércitos celestiales
para destruir a Sodoma y Gomorra; y ya que Dios comienza a
escuchar a Abraham, Abraham le dice: “Pero, quizás no hay
cincuenta, quizás solamente hay cuarenta justos, ¿destruirás la
ciudad porque hay solamente cuarenta justos? O vamos a leer;
porque en un momento dice, habla de veinte en veinte y
después habla de diez en diez, Génesis, capítulo 18, dice:
“Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo
con el injusto?
Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad:
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14
¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los
cincuenta justos que estén dentro de él?
Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el
impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal
hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es
justo (vean, Abraham está hablando con Dios en términos
jurídicos, en términos de derecho)?
Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma
cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este
lugar por amor a ellos.”
Las naciones, los estados, las ciudades y los pueblos, y las
comunidades, no saben lo importante que es tener personas
justas viviendo en su lugar, personas que conozcan a Dios,
que aman a Dios y que sirven a Dios; porque por amor a ellos
Dios perdona el lugar y trae bendición para ese lugar.
“Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he
comenzado a hablar (vean, abrió la puerta para hablar y ya
sigue hablando; porque ama mucho a su sobrino Lot y desea
que él escape)... He aquí ahora que he comenzado a hablar a
mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.
Quizá faltarán de cincuenta justos cinco (vean, está
hablando ahora de cinco en cinco y después hablará de diez en
diez), ¿destruirás por aquellos cinco (por aquellos cinco que
faltan) por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la
destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.”
Vean, no son muchos; lo importante es que sean personas
que aman a Dios, que conozcan a Dios, que sirvan a Dios y
que tengan el Sacrificio de Expiación por sus pecados,
sacrificio que conocía Lot; porque lo había aprendido de
Abraham y ese sacrificio que ellos efectuaban tipificaba el
Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, por eso
funcionaba así delante de Dios.
“Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 31
Y luego en Apocalipsis capítulo 14, verso 6 al 7, aparece
un Ángel poderoso con el Evangelio eterno para predicarlo a
los moradores de la Tierra, a toda nación, pueblo y lengua,
diciendo: “Adorad a Dios, porque el día de su ira ha venido.”
Y vean, viene llamando a las personas a servir a Dios y
anunciándoles el juicio divino que va a venir sobre la raza
humana, y luego le repite que adoren a Dios el que hizo los
Cielos y la Tierra; o sea, que viene mostrándole también la
misericordia de Dios, para que adoren a Dios y obtengan la
misericordia de Dios, éste no hizo o no hará como Jonás.
Y ahora, ése será el que estará predicando “el Evangelio del
Reino por testimonio y para testimonio a todas las naciones y
entonces vendrá el fin.” Eso es lo que dice Cristo.
Y ahora, ese mensajero tendrá el conocimiento de todo el
Programa Divino; porque es el séptimo profeta mensajero
dispensacional para la Dispensación del Reino, que
entrelazará la Dispensación del Reino con la Dispensación de
la Gracia como hizo Cristo, el sexto mensajero dispensacional
que entrelazó la Dispensación de la Gracia con la
Dispensación de la Ley. Tan simple como eso.
Por eso es que los judíos no han recibido el Evangelio de
la Gracia, el Evangelio de Cristo; porque el mensaje, el
Evangelio que ellos recibirán, será el Evangelio del Reino;
ellos están interesados en la Venida y restauración del Reino
de Dios en la Tierra, que será la restauración del Reino de
David. Por eso le preguntan a Cristo: “Señor, ¿restaurarás tú
el reino de Israel en este tiempo?”
¿Ven? Estaban interesados; y en una ocasión luego de la
multiplicación de los panes y los peces hubo un grupo de
personas que querían tomar a Cristo y coronarlo, proclamarlo
Rey; porque están esperando la Venida del Reino de Dios,
para lo cual también están esperando al profeta Elías que
aparecerá proclamando la paz imperecedera, o sea, estará
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.30
que es el cuerpo angelical de Dios que es este Ángel que le
apareció a Moisés y le dijo: “Yo soy el Dios de tu padre, el
Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,” el cual a través de
Moisés libertó al pueblo hebreo y de ese Ángel Dios dice que
no le seamos rebeldes, sino que escuchemos Su voz. Dice,
Éxodo, capítulo 23, versos 20 en adelante:
“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde;
porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre
está en él.”
¿Dónde estaba el Nombre de Dios? En el Ángel del Pacto,
por eso cuando Moisés le pregunta al Ángel en el capítulo 3,
del Éxodo, versos 1 al 16. “Si voy al pueblo allá en Egipto y
ellos me preguntan: ¿cuál es tu nombre? ¿Qué les voy a
responder?” El Ángel le dice: “YO SOY EL QUE SOY. Y
dirás: YO SOY me envió a vosotros. Este es mi nombre, este
es mi memorial para siempre.”
Y también, en el capítulo 6, verso 1 en adelante, dice que
con ese nombre Él no se reveló a Abraham, Isaac y Jacob; se
está revelando, ¿a quién? A Moisés, el primer hombre del cual
la Escritura habla de que recibió la revelación del Nombre de
Dios y fue un profeta dispensacional, el quinto profeta
dispensacional.
Recuerden que Dios tiene muchos profetas a través de la
historia bíblica, pero profetas dispensacionales solamente
tiene siete: Adán, Set, Noé, Abraham, Moisés el quinto, Jesús
el sexto, y un profeta dispensacional que está prometido para
venir en este tiempo final predicando el Evangelio del Reino.
“Y será predicado este Evangelio del Reino a todas las
naciones, por testimonio o para testimonio a todas las
naciones.” (San Mateo, capítulo 24, verso 14).
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 15
cuarenta. Y respondió: No lo haré (o sea, no la destruiré) por
amor a los cuarenta.
Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se
hallarán allí treinta.”
Ahora comienza de diez en diez; porque las cosas van
buenas para Abraham, Dios está diciendo que sí; cuando
alguien está diciendo que sí, pues la persona se aprovecha
para pedir todo lo que quieren.
Es como los niños, que cuando su padre, va a lo de su padre
y le dice: “Papi, quiero que me compres unos zapatos.” Y el
papá le dice: “Sí, hijo mío.”
– “Ah y que me compres unos pantalones también.” Y el
papá le dice: “Sí hijo mío.”
– “Y que me compres la camisa también.” Porque le está
diciendo que sí y hay que aprovechar cuando le están diciendo
a uno que sí; cuando le dicen que no, ya uno ahí se detiene;
porque si le dicen que no, después en otra ocasión que quiera
pedir eso, le van a decir: “Hijo, ya te dije que no hace
tiempo.” Por eso uno entonces se detiene, deja de pedir para
cuando las cosas están a su favor.
“Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta (con treinta
personas justas Dios no destruiría a Sodoma y Gomorra, y las
ciudades cercanas)
Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi
Señor: quizá se hallarán allí veinte (¿qué le dice Dios?). No
la destruiré, respondió, por amor a los veinte.”
Y ahora, va la última petición:
“Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor...”
¿Ve? Porque algunas veces los mismos padres cuando sus
hijos insisten, ya se enojan, y los padres: “Ya te dije que no.”
Le piden algo grande y entonces le dicen que no, y entonces
piden una cosa más pequeña y si le dicen que no, entonces
piden otra más pequeña, y va bajando. Pero ya en cierto
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16
momento el niño puede pensar: “Ya mi papá está enojado, está
enojado conmigo y me está diciendo no a todo.”
Y ahora, aquí Abraham le puede decir: “Le voy a hacer la
última petición.” Y aquí Abraham le va a hacer la última
petición a Dios.
“Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor (¿ve?
Porque se podía enojar Dios, ya me ha estado preguntando
mucho, vine a destruirla y voy a destruirla) quizá se hallarán
allí diez.”
Pues está pensando en Lot y su familia, está pensando:
“Bueno Lot puede tener a través de su esposa... y como en
aquellos días algunas veces tenían más de una compañera, de
seguro debe tener más de diez.”
Bueno, y otra cosa: Cuando Noé, cuando Noé, vean, no
hubo diez personas justas, solamente Noé, su esposa, sus dos
hijos y las esposa de ellos, ocho personas solamente, y Dios
destruyó al mundo antediluviano que estaba tan adelantado
como el nuestro; y quizás en algunas cosas, en algunos
campos, quizás más adelantados y en otros quizás no tanto,
pero estaban muy adelantados.
Si el ser humano actual, con tan pocos años que vive, años
productivos, digamos cien años, ha logrado tanto, aquellos
que vivían antes del diluvio, vivían quinientos, seiscientos,
setecientos, ochocientos y novecientos y algo de años.
Matusalén vivió 969 años; Adán vivió 930 años, y así por el
estilo ¿Cuánto no se puede adelantar en una vida de
quinientos a novecientos años? Mucho más de lo que se puede
adelantar en una vida actual.
Y ahora, dice:
“Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare
solamente una vez.”
Ya sabía que de diez no podía bajar; porque con ocho Dios
destruyó al mundo antediluviano y si lo destruyó con ocho
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 29
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo.”
Y dice: “El cual es la imagen del Dios viviente”¿qué es la
imagen de Dios? el cuerpo angelical de Dios que es el Ángel
del Pacto que libertó al pueblo hebreo, que es ese Ángel del
cual Dios dice en Éxodo, capítulo 23, verso 20, que Su
Nombre está en Él (en ese Ángel), ese es el Ángel del Pacto
o cuerpo angelical de Dios, o cuerpo angelical de Cristo.
Recuerden que Cristo dijo: “Antes que Abraham fuese yo
soy.”
¿Cómo era Cristo antes de Abraham? Era el Ángel del
Pacto. Por eso es tan importante conocer todas estas cosas
para saber quién es Dios, quién es Jesucristo, y así conocer el
misterio de Dios el Padre y de Cristo en quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento, dice San Pablo en Colosenses, capítulo 2,
versos 2 al 3.
Y ahora, viendo que Cristo es nada menos que el Ángel del
Pacto; por esa causa podía decir: “Yo he venido en nombre de
mi Padre.”
Y ahora, podía cumplir esta promesa de Malaquías,
capítulo 3, donde dice que sería el Ángel del Pacto el que
vendría, capítulo 3 de Malaquías, que nos habla de la venida
de Juan el Bautista, ya sabemos que fue Juan el Bautista el
precursor de la primera Venida de Cristo, dice capítulo 3,
verso 1, de Malaquías:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí; y vendrá (ese fue Juan el Bautista)... y
vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros
buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He
aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
¿Quién vendría? El Señor, el Padre y el Ángel del Pacto
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.28
el pastor coloca los cabritos a su izquierda, y las juzgará: A las
de la derecha les dirá: “Benditos de mi Padre, entrad al Reino
de Dios, preparados para vosotros desde antes de la fundación
del mundo.”
Eso era lo que Dios tenía desde antes de la fundación del
mundo para los seres humanos; y a los de la izquierda les dirá:
“Apartaos de mí malditos al fuego, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles.” O sea, que habrá una separación.
Recuerde que Él es el que separa las ovejas de los cabritos, y
las ovejas entran con Cristo al Reino mesiánico que durará mil
años y después vendrá el juicio final y después la eternidad.
Ahora, podemos ver porqué es tan importante la Venida del
Hijo del Hombre en este tiempo final. Él vendrá como Juez,
como el León de la Tribu de Judá; y por consiguiente vendrá
en Su Obra de Reclamo, va a reclamar todo lo que Él ha
redimido con Su Sangre preciosa.
Y el día y la hora es muy importante, ya hemos visto que el
día es el día séptimo milenial delante de Dios, que es el
séptimo milenio de Adán hacia acá o tercer milenio de Cristo
hacia acá; porque el tercer milenio de Cristo hacia acá está
representado en el séptimo día de la semana; los días postreros
de los cuales tanto se ha estado hablando en medio del
Cristianismo y entre los judíos también, vean, comenzaron en
los días de Jesucristo, eso lo dice San Pedro en el libro de los
Hechos, capítulo 2, versos 14 en adelante, citando lo que dice
el profeta Joel en el capítulo 2, versos 21 al 29, cuando dice
que “en los postreros días Dios derramará de Su Espíritu sobre
toda carne.” Y el Día de Pentecostés estaba derramando de Su
Espíritu sobre toda carne que lo recibieron como único y
suficiente Salvador. Y el apóstol Pedro en Hebreos, capítulo
*1, versos 1 al 3, nos dice:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 17
personas justas que habían, Noé y su familia, entonces no le
podía decir Abraham de nuevo, “luego de esta te voy a hacer
otra pregunta.” No.
“...quizá se hallarán allí diez (Dios le dice) No la
destruiré, respondió, por amor a los diez.”
Vean, hasta por diez personas justas Dios perdona una
ciudad; por eso es tan importante que en todas las naciones
hayan personas que crean en Dios, que alaben a Dios, que
sirvan a Dios y oren a Dios, y oren por los líderes políticos,
oren por los gobiernos, oren por todas las autoridades como
dice San Pablo, que oremos por las autoridades, las cuales han
sido puestas por Dios.
Miren, en el tiempo de Jonás, en donde venía el juicio
divino para Nínive, lo escuchó el rey de Nínive, ¿y qué hizo?
No dijo: “Ese hombre es un loco.” Dijo: “No, traigan a ese
hombre para acá,” y entonces escuchó lo que ese hombre,
Jonás... el cual no quería ir a Nínive, y por no ir se montó en
un barco que iba para Jope y allá en el barco estaba contento,
porque iba para otro lugar, no para Nínive, y hubo una
tempestad en el mar y los marineros dijeron: “Hay alguien
aquí, por el cual está viniendo este problema.” Y comienzan
a investigar y a preguntar y Jonás dice: “Soy yo.” Bueno, y
ahora, ¿cómo se va a resolver este problema? Bueno “me
toman, me tiran al agua y ya se acaba el problema.” Hicieron
así, vean Jonás quería morirse, no quería ir a cumplir un
mandato divino.
Pensaron que ese pueblo, como era pagano, no iba a
escuchar su mensaje y como no era un pueblo judío, hebreo,
vean (y *Jonás) sí, no quería ir allá; no estaba interesado que
la misericordia de Dios fuera extendida sobre esa nación.
Un servidor de Dios debe desear que la misericordia de
Dios sea extendida para todas las naciones, todas las ciudades,
todas las comunidades, todos los seres humanos, dándole a
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18
conocer el Programa Divino, dándole a conocer lo que es
agradable a Dios y lo que no es agradable a Dios; y
mostrándoles porqué vienen los juicios divinos sobre
individuos y sobre naciones, para que puedan actuar bien y
reciban la bendición de Dios.
Algunas veces queremos la bendición de Dios para nuestra
nación, pero no sabemos qué hacer para que venga la
bendición de Dios.
Y ahora, Jonás era así, no quería, no quería ir allá a Nínive
y cuando lo tiraron al mar Dios tenía un gran pez; no era un
tiburón, porque un tiburón muerde y se come a la persona; era
una ballena, y ahí como va un barco de vapor botando y
sonando, y botando el humo arriba (como recuerdan los trenes
antiguos), iba esa ballena directa a Nínive.
Jonás iba en un barco y Dios le cambió el boleto; él quiso
cambiar el boleto, quiso irse al seno de Abraham, pero Dios
le cambió el boleto y lo mandó en un submarino y allá cuando
llegó a las playas lo vomitó, o sea, que salió rapidito, y allá
comenzó, se encontró en Nínive y comenzó a hablar lo que
vendría sobre Nínive, llegó a oídos del rey, lo mandó a buscar,
le preguntó, le explica él lo que viene, estuvo predicando:
“Dentro de unos cuarenta días, dentro cuarenta días Dios va
a destruir esta ciudad.” Y Jonás no les estaba diciendo que
hicieran algo para evitar eso, fue el rey el que, cuando escuchó
lo que vendría, creyó y llamó a todo el pueblo, y él mismo, se
pusieron en ayuno, hasta a los animales los puso en ayuno. Se
echaron cenizas en la cabeza y en todo el cuerpo y clamaron
a Dios por misericordia.
Algunas veces nos acordamos de Dios cuando sabemos que
el juicio viene, y no debe ser así, debe ser todo el tiempo
amando a Dios y sirviendo a Dios, y no pasar por momentos
de apretura como esa que pasó Nínive.
Pero vean, el juicio divino ya estaba señalado, no quiere
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 27
El día delante de Dios para la Venida del Hijo del Hombre
es el séptimo día milenial de Adán hacia acá o tercer día
milenial de Cristo hacia acá, o sea, ese es el séptimo milenio
donde la Venida del Hijo del Hombre se hará una realidad.
Cristo mismo dijo: “El Señor, el Hijo del Hombre es Señor
del sábado.” Y el sábado es el séptimo día, el Día del Señor
para los judíos y para todas las personas que guardan el
sábado, y ese día séptimo de la semana representa al séptimo
milenio donde Cristo establecerá Su Reino milenial; y que
será de reposo para toda la raza humana, en donde “será llena
la humanidad del conocimiento de la gloria del Señor como
las aguas cubren el mar,” como dice Habacuc, capítulo 2,
verso 14, e Isaías, capítulo 11, verso 9.
Y ahí se terminarán las disputas teológicas, porque todos
van a conocer a Dios y Su Programa. Y ya la Escritura en
Zacarías, capítulo 14, verso 9, dice: “Y aquel día Jehová será
rey sobre toda la tierra. Y Jehová será uno, y uno su nombre.”
Ya se habrán terminado las diferencias religiosas.
En el Reino del Mesías, vean ustedes, habrá justicia social,
habrá paz, y por consiguiente felicidad para los seres
humanos, será un Reino mundial; porque el Mesías como el
Hijo del Hombre es el heredero al planeta Tierra completo, y
habrá descanso, reposo para el planeta Tierra con todos sus
habitantes, los que entren a ese Reino del Mesías. Recuerden
que no todas las naciones van a entrar, pero esperamos que
México entre y que entren todos los países latinoamericanos.
¿Cómo que algunos países no van a entrar? Miren, en la
parábola del juicio sobre las naciones, cuando el Hijo del
Hombre se siente sobre Su Trono, el Trono de David, en San
Mateo, capítulo 25, versos 31 al 46, dice que juntará delante
de Él a todas las naciones y entonces colocará a Su derecha a
esas naciones, a una naciones, como el pastor coloca a su
derecha las ovejas; y a otras las colocará a Su izquierda, como
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.26
ángel les dijo a los magos, después que encontraron al Mesías;
porque salieron de ver al rey Herodes y entonces comenzaron
a ver la señal, la estrella de nuevo y siguieron la dirección a la
cual y hacia la cual señalaba la estrella y llegaron al lugar y
vieron al niño, ya tenía unos dos años de edad, lo adoraron ,le
entregaron oro, incienso y mirra.
Y por eso fue que después el ángel le dice en sueños a los
magos: “Regresen por otro lugar, no regresen a donde
Herodes.” Porque sabían que si iban donde Herodes, Herodes
pues iba a mandar el ejército para matar al niño. Y a José le
dice: “Toma el niño y a su madre, y vete a Egipto, porque
Herodes va a buscar al niño para matarlo.” Y ya tenía oro,
tenía con qué ir, o sea, tenía dinero para el pasaje, fuera en
burro o en camello, y para estar un tiempo allá en Egipto.
Se va a Egipto y cuando Herodes ve que los magos no
llegan, dice: “Estos magos me han engañado, no regresaron
por acá.” Mandó a matar a todos los niños de dos años hacia
abajo, pensando que iba a matar al Mesías que tendría unos
dos años; pero Dios lo protegió.
Y ahora, podemos ver que ha sido una lucha la que ha
habido por miles de años. Es que mientras exista un judío,
existe la promesa de que el Mesías va a sentarse en el Trono
de David, el Mesías va a venir y ese era el temor de Herodes.
Y ahora, hubo mucha información de la Venida del Mesías,
decía que sería una virgen que concebiría y daría a luz un hijo;
y por consiguiente tenía que ser de los descendientes de la
tribu de Judá, del rey David; y que nacería en Belén de Judea.
Pero para la segunda Venida del Hijo del Hombre no hay
tanta información, hay mucha profecía pero sin detalle de
lugar y sin muchos otros detalles; porque ese es el misterio
más grande en el Cielo que ni los ángeles saben cuándo será
el día y la hora; pero no será un día de veinticuatro horas, ni
será una hora de sesenta minutos.
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 19
decir que Dios no iba a destruir a Nínive, pero pospuso la
destrucción de Nínive, para otro tiempo, después, muchos
años después fue destruida Nínive; estuvo en las manos de
otro rey; pero mientras estuvo en las manos de ese rey la
misericordia de Dios fue extendida sobre Nínive.
Y Jonás estaba muy enojado cuando pasaron los cuarenta
días y Dios no destruía a Nínive; porque Jonás quería que
fuera destruida, para quizás decir: “¿Ve? Lo que yo dije se
cumplió.” Pero Dios le dice: “¿Por qué te enojas?” Hace
crecer una calabacera, como era tiempo de verano y hacía
mucha calor y más en ese territorio, y ahí se metía en la
sombra todos los días esperando la destrucción de Nínive, iba,
anunciaba y después se iba a la sombra.
Y llega el día cuarenta y nada pasa, y se enoja; y Dios para
darle una lección envía un gusano que se come la calabacera
y se queda Jonás sin sombra. Y con esa lección ahí que le da
Dios, le dice: “Tú no sembraste la calabacera, y ahora te
enojas porque vino un gusano y se la comió. Tú querías
misericordia para la calabacera (claro era la que le daba
sombra) y ahora tú quieres que yo destruya a Nínive, ¿tú no
viste lo que hizo el rey con toda su gente y los animales, que
estuvo en ayuno y con cenizas sobre sus cabezas clamando a
mí por misericordia?” Y no destruyó a Nínive.
Y vean, Jonás como que aprendió un poco de lo que es la
misericordia de Dios, la misericordia de Dios no tiene
limitaciones.
Y ahora, continuando... vieron que luego Abraham no
continuó preguntándole a Dios, Señor: si hay ocho, si hay
cinco; porque ya sabía que de ahí hacia abajo no podía
preguntar.
Ahora, pasando al caso de Daniel, hemos visto que el
Ángel Gabriel tiene acceso al Libro de la Verdad; hemos visto
que le aparece a Daniel en el capítulo 9, versos... ya estamos
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20
por el verso 23, donde dice:
“Al principio de tus ruegos fue dada la orden (o sea, a
principio de la oración de Daniel fue dada la orden), y yo he
venido para enseñártela (es un maestro el Arcángel Gabriel,
un profeta de otra dimensión, conoce las cosas que han de
suceder y las da a conocer al profeta Daniel y a otros profetas
también), porque tú eres muy amado.”
Palabras de un Arcángel como Gabriel para un hombre, un
ser humano: tú eres muy amado, ¿dónde? En el Cielo, tú eres
muy amado. Dice:
“Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y
sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y
poner fin al pecado (¿ven? Para poner fin al pecado), y expiar
la iniquidad (¿y cómo se expía la iniquidad? Por medio de un
sacrificio), para traer la justicia perdurable, y sellar la visión
y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden
para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías
Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas...”
O sea, sesenta y nueve semanas, pero son semanas de años,
y al principio le dijo que están determinadas setenta, pero
hasta el Mesías Príncipe transcurrirán sesenta y nueve
semanas; setenta semanas de años son cuatrocientos noventa
años, y sesenta y nueve semanas son cuatrocientos ochenta y
tres años; y ahí, a los cuatrocientos ochenta y tres años, desde
el momento que comenzaran esas setenta semanas, que se
diera la orden para la restauración de Jerusalén y del Templo,
aparecería el Mesías, aparecería el Mesías Príncipe.
Por eso cuando Jesús fue al Jordán y Juan el Bautista lo
bautizó, estaba comenzando la semana setenta, o sea, ya se
estaba al final de las sesenta y nueve semanas; o sea, ya habían
transcurrido cuatrocientos ochenta y tres años, y ahora va a
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 25
la estrella resplandeciente de la mañana.” [Apocalipsis
22.16].
Cristo está representado en la estrella resplandeciente de la
mañana, en Venus, no es que Él es ese planeta, sino que ese
planeta lo representa, como los sacrificios que efectuaba el
pueblo hebreo representaban, tipificaban, a Cristo.
Y ahora, encontramos que esas señales en el cielo están
señalando cosas que van a suceder en la Tierra, aún el profeta
Balaam dijo que de Jacob saldría estrella, refiriéndose al
Mesías; y por consiguiente en el cielo aparecería esa señal.
Cuando los magos fueron a Jerusalén buscando el Mesías,
entran a Jerusalén y preguntan: “¿Dónde está el rey de los
judíos que ha nacido? Porque Su estrella hemos visto en el
Oriente” Ellos vivían allá en el área de Ur de los Caldeos y
Babilonia, por allá por Irak y Persia; porque Irak es Babilonia
e Irán es Persia, nombres modernos: pues Irak e Irán.
Y ahora, esos magos sí sabían lo que habían visto y lo que
significaba esa señal en el cielo, y los sacerdotes no sabían
nada y el rey Herodes tampoco; pero el rey Herodes fue el más
que se interesó. Por lo tanto, el mundo político se interesó más
que el mundo religioso, pero por conveniencia; porque si
había nacido el rey de los judíos, el reino de Herodes, la
posición de Herodes como rey, iba a desaparecer.
Por lo tanto, él quería matar al Mesías estando pequeñito,
antes que formara un ejército e hiciera una rebelión y lo
destronara, destronara a Herodes; así que le tenía miedo a ese
niñito que nació. Los magos vieron esa señal, Herodes se
interesó y les preguntó: “¿Cuánto tiempo hace, desde cuando
ustedes están viendo esa estrella?” Y le dijeron que era unos
dos años, conforme a la información que los magos le dieron
a Herodes, esos sabios, astrólogos o astrónomos, y les dijo:
“Vayan y busquen al Mesías, al niño, lo adoran y me avisan
para yo ir a adorar.” Pero era para ir a matarlo; por eso el
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.24
San Mateo, versos 1 al 3, allí cuando Cristo les dice: “¿Veis
todo esto?” Cuando le enseña los edificios del templo y todos
aquellos edificios que estaban allí y le dice: “Mira que
edificios tan hermosos (porque son hermosos todos esos
edificios que están allí y los que destruyeron también eran
hermosos). Cristo le dice: “¿Veis todo esto? De cierto os digo
que no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.” Y
entonces los discípulos se quedaron con la interrogante:
“¿Cuándo va a acontecer esto.” Y cuando ya están en el monte
de los Olivos, le preguntan a Cristo: “Señor, ¿cuándo serán
estas cosas? La destrucción del templo y de todos esos
edificios que ya estaban. ¿Y qué señal habrá de Tu venida y
del fin del mundo, o fin del siglo, o fin del tiempo”? Y Cristo
comienza a enumerar las señales que van a ser vistas en los
Cielos y en la Tierra.
Una de las señales grandes, vean, dice que habrá señales en
el sol, la luna y las estrellas; habrá guerras también, habrá
maremotos, terremotos, será vista la señal del Hijo del
Hombre en el Cielo.
Recuerden que cuando vino en Su primera Venida dos mil
años atrás fue vista una señal en el cielo, llamada la estrella de
Belén. Pero, ¿quiénes vieron esa señal? Los magos que eran
estudiosos de las estrellas y sabían que cuando Dios va a hacer
algo en la Tierra, cuando un evento mayor va a ocurrir en la
Tierra, es señalado por Dios en el cielo, hay señales en el
cielo.
Recuerden que la descendencia de Abraham Dios le dijo
que sería como las estrellas del cielo; por eso cuando se habla
de la descendencia de Abraham, todo descendiente de
Abraham está representado en una estrella del cielo, y el
Mesías Príncipe también. ¿No dice Cristo?:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 21
comenzar la última semana de años y cada semana de años son
siete años; y tuvo un ministerio que comenzó en aquellos días,
el cual muchas personas creían que iba a continuar por un
tiempo indefinido, por años y años y que iba a establecer el
Reino de Dios en la Tierra en esos días, o sea, iba a restaurar
el Reino de David y se iba a sentar en el Trono de David.
Por eso antes de subir al Cielo le preguntan Sus discípulos:
“Señor, ¿restaurarás tú el Reino a Israel en este tiempo? Y ya
estaba para irse al Cielo, para sentarse en el Trono de Dios y
recibir toda autoridad en el Cielo y en la Tierra. Dice:
“...se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos
angustiosos (ya eso se cumplió).
Y después de las sesenta y dos semanas (y antes de eso,
transcurrieron siete), se quitará la vida al Mesías, mas no por
si...”
O sea, que Él no se la quitará, ni tampoco morirá de viejo,
ni de enfermedad; le será quitada la vida al Mesías, lo cual
ocurrió cuando fue crucificado por los romanos en la Cruz del
Calvario allá en Jerusalén. No hay otra persona que pueda
cumplir esas profecías del Mesías aparte de Jesucristo. Él fue
el único que cumplió todas las profecías correspondientes a la
primera Venida del Mesías.
Le fue quitada la vida en ese tiempo correspondiente a la
semana número setenta, cuando tenía tres años y medio de
ministerio dentro de la semana número setenta, a la mitad de
la semana le fue quitada la vida al Mesías. ¿Y qué de los otros
tres años y medio? Esos comenzarán a correr, a cumplirse,
luego que Cristo resucite a los muertos creyentes en Él en
cuerpos glorificados y a los creyentes vivos en Cristo nacidos
de nuevo los transforme y luego de una temporada aquí en la
tierra, como la que Cristo tuvo después de resucitado (estuvo
cuarenta días), los creyentes en Cristo que serán
transformados, juntamente con los que resucitarán en cuerpos
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22
eternos, estarán una temporada aquí, digamos, estrenando el
cuerpo nuevo, cuerpo joven, eterno, inmortal, incorruptible y
glorificado, como el cuerpo glorificado de Cristo, el cual está
tan joven como cuando subió al Cielo; y después de eso nos
iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y entonces comenzará a correr el tiempo de la segunda
parte de la semana número setenta; porque hubo una brecha,
se abrió una brecha en la mitad de la semana número setenta,
en donde se ha estado predicando, desde el Día de Pentecostés
hacia acá, el Evangelio de Jesucristo para salvación a todo
aquel que escucha, cree, es bautizado en agua en Su Nombre
y recibe el Espíritu Santo.
Se abrió así la Dispensación de la Gracia en esa brecha en
la mitad de la semana número setenta, ahí se abrió ese espacio
para la predicación del Evangelio de Cristo, para llamar a Sus
ovejas que estarían perdidas entre todas las naciones, en el
campo, en el mundo.
Pero cuando se complete la Iglesia del Señor Jesucristo, o
sea, se complete el Redil del Señor con las últimas ovejas que
entren, ya Cristo resucitará a los muertos creyentes en Él y a
los vivos los transformará, y entonces Cristo será el Rey de
reyes y Señor de señores, el León de la Tribu de Judá; Su
Venida, Su segunda Venida es como León de la Tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores para hacer Su
Obra de Reclamo, reclamará todas las ovejas que el Padre le
dio, las cuales lo han recibido como Salvador, los resucitará
en cuerpos eternos y a los vivos los transformará; también va
a reclamar Su Trono, el Trono de David al cual Él es el
heredero y el Reino de David, va a hacer Su Obra de Reclamo
como León de la Tribu de Judá, ya no será como Cordero;
porque como Cordero era para Su Primera Venida y sería
conocido como Cordero de Dios durante la Dispensación de
la Gracia.
LA HORA DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE . . . 23
Pero durante la Dispensación del Reino será conocido
como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor
de señores en Su Obra de reclamo, como el Hijo de David; el
heredero al Trono de David y Reino de David, y cuando eso
suceda ya la misericordia de Dios para las naciones habrá
terminado; porque ya Cristo no estará como Sumo Sacerdote
en el Cielo con Su Sangre haciendo Intercesión por las
personas; y entonces el que esté sucio no hay Sangre para
limpiarlo de todo pecado, será un tiempo muy terrible para la
familia humana; pero para los creyentes en Cristo será el
tiempo más glorioso, porque serán transformados y llevados
con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, veamos aquí lo que nos dice, luego de haber leído
este pasaje.
“Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida
al Mesías, mas no por sí (y eso ya sucedió dos mil años atrás
allá en Jerusalén); y el pueblo de un príncipe que ha de venir
destruirá la ciudad y el santuario...”
Ese fue Tito Vespasiano, ese general romano que destruyó
en el año setenta de la era cristiana, la ciudad de Jerusalén y
el templo que estaba allí en Jerusalén. Vean, que la
destrucción por ese general romano Tito con su ejército
ocurriría después que le sería quitada la vida al Mesías. Por lo
tanto, hay que buscar qué hombre fue muerto, ¿a qué hombre
mataron, que cumpliera los requisitos para ser reconocido
como el Mesías? Y solamente hay UNO y Su Nombre es
SEÑOR JESUCRISTO.
También en Isaías decía que Él pondría Su Vida en
Expiación por el pecado (Isaías, capítulo 53, versos 10 al 15).
Sigue diciendo:
“... y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra
durarán las devastaciones (allá en Jerusalén).”
Por eso cuando le preguntan a Cristo en el capítulo 24 de