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A18. EL COMERCIO SÁBADO 14 DE NOVIEMBRE DEL 2015 REGIONES difícil, la interdicción es muy compleja y costosa”, dijo. Del lado peruano es también difícil el control de un territorio tan distante (Caballococha es- tá a más de ocho horas por río desde Iquitos, y hay vuelos pero interdiarios). Alberto Otárola, presidente ejecutivo de Devida, comentó que la cantidad de hec- táreas de coca sembradas en los alrededores era mucho mayor a la que se calculaba. Según la Ofi- cina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para Perú y Ecuador (Unodc), se pensaba que en esta zona había unas tres mil hectáreas cultivadas, aun- que la Policía Antidrogas esti- maba que eran unas seis mil. Pe- ro eran muchas más. “Desde el 2014 hasta la fecha hemos erra- dicado más de 15 mil hectáreas, y deben quedar unas dos mil más. Pero en el lado peruano no hay muchos laboratorios de producción de droga. El Perú es el productor primario, algunos pobladores indígenas ni siquie- ra sabían que con sus cultivos se elabora droga”, dijo Otárola. El 6 de junio de este año, po- licías peruanos y brasileños rea- lizaron operaciones de inter- dicción en los alrededores del distrito de Caballococha. En un puesto de control fluvial detu- vieron a dos colombianas, un brasileño y dos peruanos (estos últimos integrantes de la Mi- sión Israelita del Nuevo Pacto Universal, una comunidad re- ligiosa presente en toda la pro- vincia) transportando 30 kilos de cocaína en una embarcación. El tráfico en esta zona es de can- tidades no muy grandes pero en continuo tránsito. Poco, pero a cada rato. Pero además esta detención representó el fenómeno trina- cional que aquí se desarrolla: un negocio tripartito. Luiz Guil- herme Mendes, secretario na- cional de Políticas contra Dro- gas de Brasil, también presente en Trujillo, dice: “No podemos decir que son narcos brasileños los que mandan en esta zona, no se puede nacionalizar el tráfico de drogas. Lo que sí hay es una continua colaboración entre los países”. Control y cambios En el 2011 fue capturado un co- nocido y huidizo narcotrafican- te peruano que controlaba, jun- to a sus dos hermanos, una gran parte del Trapecio Amazónico, Jair Ardela Michué, ‘Javier’. En poco tiempo, el dominio pasó a manos de un brasileño, Isauro Porras, y luego de un colombia- no que llegó a tener un gran con- trol territorial del tráfico, Alon- so Mavesoy, ‘Alonso’. En los años siguientes, las fuerzas policiales de los tres países comenzaron a intercam- biar información para asestar golpes a los cabecillas, aunque con sus respectivos costos. En julio del 2014, en Panchococha (en los alrededores de Caballo- cocha), un grupo de la Policía Antidrogas del Perú se despla- zaba luego de haber destruido dos laboratorios de clorhidrato de cocaína. De pronto, se desa- tó una balacera que duró varios minutos. En el intercambio de disparos murió el mayor PNP Rudy Jim Falcón Salguero. Po- cas semanas después, en se- tiembre, el Gobierno decretó estado de emergencia en la zo- na. Más de un año después, el Trapecio Amazónico aún es un problema latente: esta mañana un narcotraficante ha desayu- nado en el lado peruano de esta frontera. región Nariño (en el oeste co- lombiano, que desemboca en el Pacífico) y la zona amazónica, específicamente en Putumayo (frontera con Ecuador y el Perú) y el Trapecio Amazónico (fron- tera con Brasil y el Perú). En es- tos dos últimos ejes, se elaboran más de 65 toneladas al año. Javier Flores, director de Po- lítica contra las Drogas de Co- lombia, reconoció que el con- trol del lado colombiano de la frontera triple es “ineficiente” por cuestiones logísticas y has- ta geográficas. “Lo que está ocu- rriendo es que la hoja de coca está en el Perú, pasa a transfor- marse a Colombia y sale por Ta- batinga, en Brasil, al resto del mundo. La capacidad del Esta- do Colombiano de llegar es muy SAN MARTíN El río Huallaga fue de- clarado en alerta hidro- lógica amarilla debi- do al incremento de su nivel por las lluvias. HUáNUCO El Instituto Geofísi- co del Perú registró un sismo de 4,9 grados en la escala de Richter a 142 km de Aucayacu. MADRE DE DIOS El Poder Judicial orde- nó detener la cons- trucción de vía en zona de amortiguamiento de reserva Amarakaeri. JUNíN Ángel Unchupaico, go- bernador de la región, sufrió fuertes golpes tras un accidente auto- movilístico en Pasco. LA LIBERTAD Una banda de delin- cuentes robó alrede- dor de 70 mil soles de una agencia del banco Interbank en Trujillo. EL PERÚ HOY Loreto. La sede de la Policía An- tidrogas de Caballococha (pro- vincia de Ramón Castilla, en Lo- reto, en el Trapecio Amazónico) se ubica en el angosto camino por el que se accede, a pie o en mototaxi, a Cushillococha, uno de los focos de siembra de hoja de coca en esta zona. Cuando El Comercio recorrió el lugar, en octubre del 2014, autorida- des y pobladores indígenas de Cushillococha reconocieron que siembran coca (y la venden sin preguntar quién la compra) por necesidad, aunque en áreas reducidas. Un comandante de esa base policial los contradijo y comentó que el negocio es muy amplio y muy dinámico. “El nar- cotraficante desayuna en el Pe- rú, almuerza en Colombia y ce- na en Brasil”, dijo. Esto es más que una metáfo- ra. Los representantes de estos tres países en la Comisión In- teramericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) se reunieron esta semana en Tru- jillo, y entre los temas tratados estuvo la situación en esta triple frontera, uno de los ejes donde se concentran todas las fases del tráfico de drogas en la región. Traficantes sin fronteras Colombia produce alrededor de 430 toneladas de cocaína al año. Sus principales focos de producción y tráfico son la NARCOTRÁFICO EN LA TRIPLE FRONTERA Para Brasil, Colombia y el Perú, el narcotráfico en el Trapecio Amazónico es un problema más arduo de lo que se creía: es una tarea de a tres. FOTOS: DANTE PIAGGIO / ARCHIVO DESDE LA RAÍZ. Desde el 2014 se realizan trabajos de erradicación de cultivos de coca en los alrededores de Caballococha. Se calculaba que había seis mil hectáreas, pero en realidad había más de 15 mil. El Trapecio Amazónico, esa triple frontera entre el Perú, Colombia y Brasil, es uno de los más laberínticos focos del narcotráfico en Sudamérica. Representantes de los tres países se reunieron en Truji- llo para analizar lo que ocu- rre en esta remota zona. RICARDO LEÓN @erreleon La ilegalidad al límite A LA DISTANCIA. Los tres países intentan controlar el Trapecio Amazónico, pero es una zona remota. PERÚ COLOMBIA BRASIL N Río Amazonas Leticia Caballococha Iquitos Tabatinga EN LOS EXTREMOS “El problema de las drogas es transfronterizo”, afirma Felipe Cáceres, viceministro de Defen- sa Social y Sustancias Controla- das de Bolivia. Él también partici- pó en el encuentro de la Cicad en Trujillo. Entre dos y cinco narcoavio- netas ingresan diariamente a Bolivia, provenientes del Perú. Además, hay tráfico terrestre, a través de las rutas del contra- bando desde Puno. Esta semana, el Gobierno de Bolivia firmó la compra de rada- res para frenar el puente aéreo. “No estamos mirando del palco, queremos cumplir compromisos internacionales”, dice el vicemi- nistro del país altiplánico. La droga que ingresa a Boli- via luego es trasladada a Brasil, de ahí a Sudáfrica, desde donde es enviada a Europa y los países asiáticos. EL FACTOR BOLIVIA ESCURRIDIZOS Algunos traficantes del Trapecio Amazónico usan documentos de identidad de los tres países para huir más fácilmente. PRECIO Un kilo de clorhidrato de cocaína cuesta unos US$1.000 en esta región. Al exportarse su valor aumenta.

La ilegalidad al límite

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La sede de la Policía Antidrogas de Caballococha (provincia de Ramón Castilla, en Loreto, en el Trapecio Amazónico) se ubica en el angosto camino por el que se accede, a pie o en mototaxi, a Cushillococha, uno de los focos de siembra de hoja de coca en esta zona. Cuando El Comercio recorrió el lugar, en octubre del 2014, autoridades y pobladores indígenas de Cushillococha reconocieron que siembran coca (y la venden sin preguntar quién la compra) por necesidad, aunque en áreas reducidas. Un comandante de esa base policial los contradijo y comentó que el negocio es muy amplio y muy dinámico. “El narcotraficante desayuna en el Perú, almuerza en Colombia y cena en Brasil”, dijo.

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A18. el comercio sábado 14 de noviembre del 2015

Regiones

difícil, la interdicción es muy compleja y costosa”, dijo.

Del lado peruano es también difícil el control de un territorio tan distante (Caballococha es-tá a más de ocho horas por río desde Iquitos, y hay vuelos pero interdiarios). Alberto Otárola, presidente ejecutivo de Devida, comentó que la cantidad de hec-táreas de coca sembradas en los alrededores era mucho mayor a la que se calculaba. Según la Ofi-cina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para Perú y Ecuador (Unodc), se pensaba que en esta zona había unas tres mil hectáreas cultivadas, aun-que la Policía Antidrogas esti-maba que eran unas seis mil. Pe-ro eran muchas más. “Desde el 2014 hasta la fecha hemos erra-dicado más de 15 mil hectáreas, y deben quedar unas dos mil más. Pero en el lado peruano no hay muchos laboratorios de producción de droga. El Perú es el productor primario, algunos

pobladores indígenas ni siquie-ra sabían que con sus cultivos se elabora droga”, dijo Otárola.

El 6 de junio de este año, po-licías peruanos y brasileños rea-lizaron operaciones de inter-dicción en los alrededores del distrito de Caballococha. En un puesto de control fluvial detu-vieron a dos colombianas, un brasileño y dos peruanos (estos últimos integrantes de la Mi-sión Israelita del Nuevo Pacto Universal, una comunidad re-ligiosa presente en toda la pro-vincia) transportando 30 kilos de cocaína en una embarcación. El tráfico en esta zona es de can-tidades no muy grandes pero en continuo tránsito. Poco, pero a cada rato.

Pero además esta detención

representó el fenómeno trina-cional que aquí se desarrolla: un negocio tripartito. Luiz Guil-herme Mendes, secretario na-cional de Políticas contra Dro-gas de Brasil, también presente en Trujillo, dice: “No podemos decir que son narcos brasileños los que mandan en esta zona, no se puede nacionalizar el tráfico de drogas. Lo que sí hay es una continua colaboración entre los países”.

Control y cambiosEn el 2011 fue capturado un co-nocido y huidizo narcotrafican-te peruano que controlaba, jun-to a sus dos hermanos, una gran parte del Trapecio Amazónico, Jair Ardela Michué, ‘Javier’. En poco tiempo, el dominio pasó a manos de un brasileño, Isauro Porras, y luego de un colombia-no que llegó a tener un gran con-trol territorial del tráfico, Alon-so Mavesoy, ‘Alonso’.

En los años siguientes, las fuerzas policiales de los tres países comenzaron a intercam-biar información para asestar golpes a los cabecillas, aunque con sus respectivos costos. En julio del 2014, en Panchococha (en los alrededores de Caballo-cocha), un grupo de la Policía Antidrogas del Perú se despla-zaba luego de haber destruido dos laboratorios de clorhidrato de cocaína. De pronto, se desa-tó una balacera que duró varios minutos. En el intercambio de disparos murió el mayor PNP Rudy Jim Falcón Salguero. Po-cas semanas después, en se-tiembre, el Gobierno decretó estado de emergencia en la zo-na. Más de un año después, el Trapecio Amazónico aún es un problema latente: esta mañana un narcotraficante ha desayu-nado en el lado peruano de esta frontera.

región Nariño (en el oeste co-lombiano, que desemboca en el Pacífico) y la zona amazónica, específicamente en Putumayo (frontera con Ecuador y el Perú) y el Trapecio Amazónico (fron-tera con Brasil y el Perú). En es-tos dos últimos ejes, se elaboran más de 65 toneladas al año.

Javier Flores, director de Po-lítica contra las Drogas de Co-lombia, reconoció que el con-trol del lado colombiano de la frontera triple es “ineficiente” por cuestiones logísticas y has-ta geográficas. “Lo que está ocu-rriendo es que la hoja de coca está en el Perú, pasa a transfor-marse a Colombia y sale por Ta-batinga, en Brasil, al resto del mundo. La capacidad del Esta-do Colombiano de llegar es muy

san martínEl río Huallaga fue de-clarado en alerta hidro-lógica amarilla debi-do al incremento de su nivel por las lluvias.

huánuCoEl Instituto Geofísi-co del Perú registró un sismo de 4,9 grados en la escala de Richter a 142 km de Aucayacu.

madre de diosEl Poder Judicial orde-nó detener la cons-trucción de vía en zona de amortiguamiento de reserva Amarakaeri.

junínÁngel Unchupaico, go-bernador de la región, sufrió fuertes golpes tras un accidente auto-movilístico en Pasco.

la libertadUna banda de delin-cuentes robó alrede-dor de 70 mil soles de una agencia del banco Interbank en Trujillo.

el perú hoy

Loreto. La sede de la Policía An-tidrogas de Caballococha (pro-vincia de Ramón Castilla, en Lo-reto, en el Trapecio Amazónico) se ubica en el angosto camino por el que se accede, a pie o en mototaxi, a Cushillococha, uno de los focos de siembra de hoja de coca en esta zona. Cuando El Comercio recorrió el lugar, en octubre del 2014, autorida-des y pobladores indígenas de Cushillococha reconocieron que siembran coca (y la venden sin preguntar quién la compra) por necesidad, aunque en áreas reducidas. Un comandante de esa base policial los contradijo y comentó que el negocio es muy amplio y muy dinámico. “El nar-cotraficante desayuna en el Pe-rú, almuerza en Colombia y ce-na en Brasil”, dijo.

Esto es más que una metáfo-ra. Los representantes de estos tres países en la Comisión In-teramericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) se reunieron esta semana en Tru-jillo, y entre los temas tratados estuvo la situación en esta triple frontera, uno de los ejes donde se concentran todas las fases del tráfico de drogas en la región.

traficantes sin fronterasColombia produce alrededor de 430 toneladas de cocaína al año. Sus principales focos de producción y tráfico son la

naRcotRáfico en la tRiple fRonteRa

Para Brasil, Colombia y el Perú, el narcotráfico en el Trapecio Amazónico es un problema más arduo de lo que se creía: es una tarea de a tres.foTos: dAnTE PIAGGIo / ARcHIvo

desde la raíz. desde el 2014 se realizan trabajos de erradicación de cultivos de coca en los alrededores de caballococha. se calculaba que había seis mil hectáreas, pero en realidad había más de 15 mil.

El Trapecio Amazónico, esa triple frontera entre el Perú, Colombia y Brasil, es uno de los más laberínticos focos del narcotráfico en Sudamérica. Representantes de los tres países se reunieron en Truji-llo para analizar lo que ocu-rre en esta remota zona.

ricardo león@erreleon

La ilegalidad al límite

a la distancia. Los tres países intentan controlar el Trapecio Amazónico, pero es una zona remota.

PERÚ

COLOMBIA

BRASIL

N

Río AmazonasLeticia

CaballocochaIquitos

Tabatinga

en los extremos

“El problema de las drogas es transfronterizo”, afirma Felipe Cáceres, viceministro de Defen-sa Social y Sustancias Controla-das de Bolivia. Él también partici-pó en el encuentro de la Cicad en Trujillo.

Entre dos y cinco narcoavio-netas ingresan diariamente a Bolivia, provenientes del Perú. Además, hay tráfico terrestre, a través de las rutas del contra-bando desde Puno.

Esta semana, el Gobierno de Bolivia firmó la compra de rada-res para frenar el puente aéreo. “No estamos mirando del palco, queremos cumplir compromisos internacionales”, dice el vicemi-nistro del país altiplánico.

La droga que ingresa a Boli-via luego es trasladada a Brasil, de ahí a Sudáfrica, desde donde es enviada a Europa y los países asiáticos.

el fActor boliviAescurridizos

Algunos traficantes del Trapecio Amazónico usan documentos de identidad

de los tres países para huir más fácilmente.

precioun kilo de clorhidrato de cocaína cuesta unos

us$1.000 en esta región. Al exportarse su valor

aumenta.