8
201 De la (im)pertienencia a del obrero como pesar de que el nacimiento de las encias sociales está íntimamen- objeto de estudio te relacionado con los cambios de la antropolog la acaecidos en el contexto de la revolución indus- trial —una revolución de amplio alcance que, sociaI* como tal, abarca la práctica totalidad de las esferas de la realidad social, si bien la base de la misma, recuérdese, es de carácter productivo, directamente conectada, por tanto, con la esfera del trabajo—, los orígenes del análisis del traba- jo en contexto industrial por parte de la mayoría de las citadas ciencias no se halla prácticamen- te hasta bien entrado el siglo XX con el que constituye en buena medida el mito fundacional Jordi Roca i Girona de este tipo de investigaciones: el estudio de ________________________ Hawthome. No en vano, el también llamado ex- perimento Hawthorne —la planta de la Westem Electric Company ubicada en Chicago y Cicero (Illinois) que sirvió de base al estudio realizado entre 1927 y 1932— representa el nacimiento de una nueva tradición investigadora, la Escuela de Relaciones Humanas, que sustituirá al llamado «hombre económico» característico del taylo- rismo por la imagen de los trabajadores unidos por intereses sociales y psicológicos (Schwartz- man, 1993:13) o, lo que es lo mismo, por el «hombre o trabajador social». El liderazgo ini- cial de este movimiento contsponderá al psicó- logo Elton Mayo, director por aquel entonces del Departamento de Investigación Industrial de la Universidad de Harvard y persona que había recibido la influencia de la escuela funcionalista de antropología, particularmente de la metodo- logia del trabajo de campo de Malinowski y la analogía orgánico-biológica de Radcliffe-Brown (Holzberg y Oiovannini, 1981:319). La Escuela de Relaciones Humanas inaugura- ba, pues, el interés y la presencia de los científi- cos sociales por y en el mundo del trabajo indus- trial, y lo hacía, además, bajo unos presupuestos claramente interdisciplinarios, que dieron cabida en el citado estudio fundacional a psicólogos sociales, sociólogos y antropólogos como W Lloyd Wamer, cuya aportación teórica y meto- dológica al estudio fue decisiva k El mensaje. sobre todo metodológico, de Hawthome fue se- guido por un importante grupo de investiga- dores norteamericanos durante las décadas de 1930 y 1940, hasta el punto de que a principios de los años cincuenta parecía que la antropolo- gía podía llegar a ser una fuerza significativa en Jordi Roca i Girona. Universidad Rovira i Virgili. Tarragona. Política y Sociedad, 31(1999), Madrid (pp. 201-207)

La Impertinencia Del Obrero Como Objeto de Estudio

Embed Size (px)

Citation preview

201

De la (im)pertienencia adel obrero como pesarde queel nacimientode las

enciassocialesestáíntimamen-objeto de estudio te relacionadocon los cambios

de la antropolog la acaecidosenel contextode la revoluciónindus-trial —una revolución de amplio alcanceque,

sociaI* como tal, abarcala práctica totalidad de lasesferasde la realidadsocial,si bien labasedelamisma, recuérdese,es de carácterproductivo,directamenteconectada,portanto,conlaesferadel trabajo—,los orígenesdel análisisdel traba-jo encontextoindustrial porpartede lamayoríade lascitadascienciasno se hallaprácticamen-te hastabien entradoel siglo XX con el queconstituyeenbuenamedidael mito fundacional

Jordi Rocai Girona de este tipo de investigaciones:el estudiode________________________ Hawthome.No envano,el tambiénllamadoex-

perimentoHawthorne—la plantade la WestemElectric CompanyubicadaenChicagoy Cicero(Illinois) que sirvió debasealestudiorealizadoentre 1927 y 1932—representael nacimientodeunanuevatradicióninvestigadora,laEscueladeRelacionesHumanas,quesustituiráal llamado«hombre económico»característicodel taylo-rismo por la imagende los trabajadoresunidosporinteresessocialesy psicológicos(Schwartz-man, 1993:13) o, lo quees lo mismo, por el«hombreo trabajadorsocial».El liderazgoini-cial deestemovimientocontsponderáal psicó-logo Elton Mayo, director por aquelentoncesdelDepartamentodeInvestigaciónIndustrialdela Universidadde Harvardy personaque habíarecibido la influenciade laescuelafuncionalistade antropología,particularmentede la metodo-logia del trabajode campode Malinowski y laanalogíaorgánico-biológicadeRadcliffe-Brown(Holzbergy Oiovannini,1981:319).

La EscueladeRelacionesHumanasinaugura-ba,pues,el interésy lapresenciade los científi-cossocialespory enel mundodel trabajoindus-trial, y lo hacía,además,bajounospresupuestosclaramenteinterdisciplinarios,quedieroncabidaen el citado estudio fundacional a psicólogossociales,sociólogosy antropólogoscomo WLloyd Wamer, cuyaaportaciónteóricay meto-dológica al estudiofue decisivak El mensaje.sobretodo metodológico,deHawthomefue se-guido por un importante grupo de investiga-doresnorteamericanosdurantelas décadasde1930y 1940,hastael puntode queaprincipiosde los añoscincuentaparecíaquela antropolo-gía podíallegara serunafuerzasignificativaen

Jordi Rocai Girona.UniversidadRovirai Virgili. Tarragona.Políticay Sociedad,31(1999),Madrid (pp. 201-207)

202 Jordí Rocai Girona

esteterrenode la manode autorescomo Eliot Nader en 1969,quien propone,o se preguntaChapple,quienenel año 1953 llamalaatención quépasaríasi, reinventandola antropología,lossobrela importanciay el potencialdel campode antropólogossededicarana estudiara los colo-laantropologíaaplicadaala industria.Diversas nizadoresmásquea los colonizados,laculturarazones,no obstante,tmncaronestasexpectati- delpodermásquelaculturade los impotentes,vasy laantropologíase batió en retiradade un la culturade la opulenciamásquelaculturadecampode investigaciónalquetan significativa- la pobreza(Nader, 1969:289)~. No dejade sermentehabíacontribuido, aportando,por ejem- significativo que tal propuestacondujeraa lapío, el usode la metodologíaetnográficay cua- autoraal terrenode la llamadaantropologíadellitativa—la estrategiacombinadadelaentrevista trabajo.y la observación—o del propioconceptode cuí- Estaquepodríamosllamarsegundaetapadeturaalvocabulariodela investigaciónorganiza- los estudiosantropológicossobreel trabajoin-cional,y cediendoel terrenoa otrasdisciplinas dustrial no se circunscribeúnicamente,comosocialescomo la sociología, la psicología, la sucedíacon la primera,a los EstadosUnidos.economía,la administraciónde empresaso la En México, dondeun tempranotrabajode C.ciencia política. Las razonesde esteabandono Esteva-Fabregat(1955)6 constituyeel antece-debenbuscarsetanto en el énfasisde los antro- dentemás lejano de la tradición investigadorapólogosporel interésen documentarsobretodo en esteterreno,a partir del impulso de Ángelprácticasproductivastradicionalesy formasde Palermsurgetambiénenla décadade losseten-organizacióndel trabajopre o no industriales taun graninteréspor laproblemáticadel traba-(Nieto, 1994:29)comoenel cambiode líneade jo industrial por partede los antropólogosdeinvestigaciónque la mayoríade antropólogos estepaís.norteamericanos-pionerosen el terrenodel aná- En un ámbitogeográficamentemáscercanoalisis del trabajo industrial (B. B. Gardner,W. nosotrosse puedeconsiderarque este tipo deLloyd Wamer,E L. W. Richardson,W. E Whyte, planteamientosquese hananalizadohastaaquíE. O.Chapple...)llevaronacaboasícomoen el constituyenuna realidad más modestay/o unhechode queel interéspor la aplicabilidaddel tantodiferente~. Si bien conunosobjetivosana-conocimientoy los métodosantropológicosa la líticos y discursivosdistintosdelos quenospro-industria2quetan a menudohabíanmanifesta- ponemosaquí,1. Moreno(1991)y E Palenzuelado los antropólogosindustrialesresultabapro- (1995), interesadosen superarlo queconsideranblemáticoparaun grannúmerode miembrosde constriccionesy limitacionesdel conceptodeladisciplinaquedeseabansepararclaramentela antropologíao etnologíaindustrialmediantelavertienteaplicadade la investigaciónpura~. propuestade definición y uso del conceptode

Trasesteparéntesisqueabarcalasdécadasde culturasdel trabajo,piezaclavede la a supare-los años cincuentay sesenta,en las décadas cer máscorrectaacepciónde antropologíadelposterioresde 1970y 1980,enlamedidaenque trabajo,han presentadoy discutido algunasdelas «sociedadescomplejas»se convirtieronen las principalesaportacionesde la antropologíaobjeto de análisisantropológico,asistiremosal francesay la sociologíadel trabajo italiana al«redescubrimiento»y a un revaloradointerés estudiogenéricodel trabajo,destacandoel énfa-porpartede la antropologíadel mundodel tra- sis en losconocimientosy saberescontenidosenbajoindustrialy del estudiode las organizacio- los procesosdetrabajode laprimera8y el inte-nesformales industriales.Los trabajosrealiza- résen el temade las representacionese ideolo-dos en estadireccióndesdel970~, que parael gíassobreel trabajodela segunda.casonorteamericanopuedeninterpretarsecomo La situaciónen el contextodel estadoespa-unareaccióny unaextensiónde la tradiciónde ñol se caracterizapor unaescasay tímida pro-la Escuelade RelacionesHumanasiniciadaen ducciónen esteterreno.Ello, sin duda,puedeHawthorney quehansido agrupadosbajo tres parecer un tanto sorprendentesi tenemosentendencias—estudiosde antropologíadel traba- cuentaquela expectativade desarrollode estejo, de cultura organizacionaly de análisis de tipo de temáticaen la décadade los setenta,procesosorganizacionalesy surelaciónconsis- precisamenteenelmismoperíodoenquecomotemasmásamplios— (Schwartzman,1993:27), se ha señaladose produce el segundograntienensin dudapartede suorigenenel reto lan- impulso de estosestudiossobrela problemáti-zadopor la antropóloganorteamericanaLaura ca del trabajo industrial en EstadosUnidos y

De la (ini)pert¡nenciadel obrerocomo objetode estudio... 203

México, prometía ser bastanteesperanzadora. o deautoinculparsede intrusismoen un terrenoEn efecto,ya en 1973 apareceel trabajoteórico que no le corresponde.Su campode actuaciónde C. Esteva bajo el expresivotítulo de An- «natural»,porconsiguiente,estaríaformadoportropologíaIndustrial, mientrasqueen 1977,en todasaquellasactividadesproductivaspre o noel marcodel PrimerCongresoEspañolde An- industriales,fundamentalmenteaquellaspene-tropología, la conferenciainaugural pronun- necientesal llamadosectorprimario,puestoqueciada por M. Godelier (1980) versaráprecisa- las correspondientesal sector terciario si bienmentesobreestatemática.Si exceptuamosla podríancompartirel criterio de actividadesnomonografíarealizadapor Terradas(1979), lo industrialesporun lado,por el otro se situaríanciertoes queestaspropuestasteóricaspareceser en el poío opuestode las preindustriales,al serquetuvieronescasaincidenciasobrelaantropo- consideradasporalgunosautorescomocaracte-logia española,a juzgar por la ausenciade rísticas precisamentede la llamada sociedadinvestigacionesa nivel empíricoy de discusión postindustrial[véaseD. Belí (1976) y A. Tou-teóricaen esta línea (Comas, l990:l-2)~. En raine (1973)]. Ante un planteamientode estatanto que parala mayoríade casosque hemos naturaleza,que seríabuenoevaluarhastaquéanalizadola apariciónde un interésporpartede puntosehalla instaladoen el senode la comu-la antropologíapor el mundodel trabajoindus- nidad de antropólogosespañolesy cuálessontrial es unaconsecuenciamáso menosinmedia- las razones,si epistemológicaso simplementeta en el tiempo de los procesosavanzadosde acomodaticias,de vacilaciónrecelosao ausen-industrializaciónde los respectivospaises,en el ciade coraje,quese aducenen sudefensa,cual-casodelaantropologíaespañolala lógicaimpe- quier intentoquedesdela antropologíapretendarante parece ser significativamentedistinta. acercarseal análisisde algún tipo de realidadAnte la expansióndel trabajoindustrialy, sobre productiva pertenecienteal sector industrialtodo, desusformasdeorganización,la antropo- deberá soportar en mayor o menor medida,logia españolapareceagarrarseal estudiode los conscienteo inconscientemente,todaestaserie«últimosprimitivos»,parecebuscar,porencima deconsideracionesquehe apuntado.Ello expli-detodo, albuensalvajeincontaminado,esdecir, ca,segúncreo,tanto lanotoriaescasezde traba-rural, y cuantomásexótico,estoes,másalejado jos en esteterreno como la timidez y falta dedel supuesto«progreso»y «desarrollo»repre- audaciade buenapartede los intentosque sesentadopor las formasde vida, organizacióny hanrealizadoen estadirección;intentosqueporproducciónindustriales,mejor. De ahí que los estamismarazónparecenperseguirel resguar-estudios sobreel campesinadoconstituyanel darsebajoel amparode unasuertedenichoresi-núcleo de unaparteimportantísimade la pro- dualy marginaldel amplio campoqueofrece laducciónde la disciplinay quese hayapuestoel investigaciónde la problemáticadel trabajoacentoy el interés en el estudiode procesos industrial. Así, despuésde quehayatenidoquelaboralesoprácticasproductivastradicionales’0. transcurrirmásde una décadadesdeel trabajoDeestemodo,acabateniéndosela impresiónde pionerodeC. Estevaen 1973 paraqueaparezcaquesigue en plenavigenciala originaria divi- de nuevoel interéspor temasrelacionadosconsión internacionaldel trabajo intelectual im- el estudiodel ámbitolaboral industrial, éste sepuestapor el desarrollodel capitalismoy del centrarámayoritariamenteen el análisisde lamodo de producciónindustrial segúnla cual, llamadaeconomíasumergida,frecuentementeporejemplo,las sociedades«complejas»,«civi- asociadoa laproblemáticaespecificade la fuer-lizadas»,«desarrolladas»,industrialesy urbanas za de trabajo femenina, o de actividadesdeconstituiríanun cotoexclusivode lasociología carácterartesanaly tradicional~‘. Las personasmientrasquea la antropologíale habríacorres- incluidaseneste tipo de realidadesproductivas,pondidoen el repartoocuparsedel otro polode segúnparece,vendríana representar«el otro»las imaginariasparejas,estoes,de las socieda- de unaantropologíade la sociedadindustrialdes «primitivas», «no complejaso simples», avanzadaqueyahacetiemposequedóhuérfana«no desarrolladas»,preindustriales,rurales o de suobjetodeestudiotradicional.Y ello esasí,campesinas(véaseMenéndez,1977y 1991).En precisamente,porquesi la baseproductivacen-consecuencia,la antropologíadel trabajoindus- tral de la llamadasociedadindustriales, lógica-trial constituiríaunasuertede contradicciónde mente,la industria,el auténticoprotagonistadela disciplina,susceptibleincluso de seracusada la mismaes,sin lugara dudas,el obrero.Basta

204 Jord¡ Roca 1 Girona

unasimple miradaintencionadaa algunosmdi- completosdel propioprocesode producción,seces temáticosde obrasque se ocupande cues- sumaa la otra másgeneralquepretendeesta-tiones relacionadascon el mundo del trabajo blecerlimitacionesy restriccionesen el objetodesdelaantropologíay la sociologíaparacom- de estudiode la antropología.Aunqueparezcaprobarel contrasteentrelosrespectivosfocosde inauditotenerquerecordarloaúna estasalturas,interés disciplinarios. Así, al ya mencionado estáclaro,o deberíaestarlo,queno existepar-énfasisde la primeraen los procesoslaborales celade la realidadsocial queconstituyael patri-tradicionales,no industrialesy/o máso menos monioexclusivode unadeterminadadisciplina.marginalesde la producciónindustrial con sus En esesentido,la antropologíasocial no debe,respectivosprotagonistas,la sociología,en sus por supuesto,procedera legitimar sus objetosmúltiples aunqueescasamentedelimitadassub- deestudiosegúnel modelocaricaturescoquesedisciplinas surgidasal efecto —sociología del ha presentadomás atrás.Cosadistinta a estatrabajo, industrial,de laempresa...—,oponeuna pretensiónambiciosa,que no pedante,que seatenciónprivilegiadaa la organizaciónindus- sigue de estoy queforma parteesencialde latrial y a los correspondientesintegrantesde su mismanaturalezaholísticade la disciplina es elestructura socioprofesional—director, técnico, hechodequela apuestano debasuponerun es-empleado,mandointermedio,obrero...—. Pare- fuerzoporpartedelosantropólogosquelaacep-ce,pues,quela divisióndel trabajointelectuala ten paraadaptary refinar el instrumental técni-la quenos referíamosanteriormentesigue en cometodológicocaracterísticode la disciplina.plenavigenciaI2~ Aunquequizá,dentro de esta el trabajode campo,a situacionesy niveles delógica queconvierteen tabúel estudiodesdela complejidadmás amplios que los tradicional-antropologíade los aspectoscentralesdel modo menteabordados,asícomoparallevar alaprác-deproducciónindustrial, no tengamosqueespe- tica lavirtud pococomúndel diálogo interdis-rar muchoparaasistir a un cambio radical de ciplinario tanto en el plano teórico comoen elactitud.Tan sólo lo suficienteparacertificar,de metodológico.La antropología,de suyo,puedeacuerdoconlospostuladosbásicosdelosdefen- realizaraportacionessin dudavaliosasal análi-soresdelconceptode sociedadpostindustrial,el sis de la problemáticaindustrial, por referimosdesplazamientode la actividadindustrial,y con sólo al eje temáticoque ha constituidola baseella el del obrero,a posicionescrecientemente de esteartículo. Ejemplode ello seríala adop-marginalesy residualesdentrodelmododepro- ción de una perspectivaholísticapara abordarducción imperante. Ello, evidentemente,sería dichaproblemáticaquepermitierasuperarme-tantocomodecirqueen lamedidaquelos obre- dianteel enfoqueintegral de los problemaslaros pasana formarpartedel pasadoy empiezan marcadaespecializaciónde las diversasdisci-a constituir una«especie»exótica,en vías de plinas que se ocupandel estudiodel trabajoyextinción,van despertandotambiénel interésy sentarlasbasesparano caerenla realizacióndereclamandola atenciónde los antropólogos, análisisdefenómenoslaboralesseparadamenteEllo, a suvez,alcanzaríalaperfecciónderepro- del medio social en el que se producen,comoducciónde la lógicaapuntadaen lamedidatam- sucedióporejemploen lamayoríade las citadasbiénquelaotrareferenciade ladíada,lossoció- investigacionesproducidasentre1930y 1950enlogos, hace ya algún tiempo que decidieron dondela empresaera consideradacomo unaabandonarasu suerteal «auténtico»obreroin- unidadaisladay la fábrica comounacomuni-dustrial, el trabajadorde «cuello azul», para dad,como unapequeñasociedad.Otra posibleocuparseprincipalmentedelos otrossujetosque contribuciónde la antropologíaa esteterrenolehabríanvenidoareemplazarenlas posiciones estaríaenlaaportaciónde unaperspectivacien-de preeminenciade la nuevasociedadpostin- tífica conla queenfatizarla importanciade ladustrial,los trabajadoresde «cuelloblanco», cultura, estoes, trabajaren la construcciónde

Ni quedecir tiene que la falacia implícita en un ámbitoproblemáticoquele espropio, el deesto último, en el sentidode que el trabajode lacultura,en la líneapor ejemplodel concepto«cuello blanco»seacompletamentediferenteal potencialmentemuy operativode «culturasdelde «cuello azul», cuandoamboscompartenla trabajo» propuestopor 1. Moreno (1991:617-misma esenciade la división del trabajoindus- 620) y P. Palenzuela(1995). El uso, en fin, detrial quefragmentaelprocesoproductivoe impi- técnicascualitativascomola observaciónparti-de al trabajadorel dominio y la comprensión cipanteo los distintos tipos de entrevistaque

De la (ini)pert¡nenciadel obrerocomo objeto de estudio ... 205

permitan poner de relieve y comprendercon Anthropology. En la primera reunión de estasociedad,detalle las perspectivasde los actoresprotago- celebradaen la UniversidaddeHarvardel alio 1941,des-nistas,la perspectivaemic, asícomoel contras- tacaronprecisamentedos comunicacionespertenecientesal campodela «etnologíaindustrial»: «TheApplicationofteentrelasprácticasy lasideologíaspuedecons- Anthropologyto Industry»,de C. Arensberg,y «Organi-tituir otro de los aciertosnadadespreciablesde zationProblemsin Industryss,deE. D. Chapple.

unaaproximaciónala realidadlaboral industrial En la décadade los cincuenta,en EstadosUnidos,desdela antropología, existíala creenciageneralizadade quelos investigadores

No debemosni podemosolvidar, aunquese quehacíantrabajode campoen el propio país,por con-trastecon aquellosquelo realizabanen el extranjero,nohayahechoreiteradamentede formaconsciente eranauténticosantropójogos.o inconscientey quizá un tanto interesaday Unabuenamuestradeestostrabajos,parael ámbitomalintencionadamentepor parte de propios y de EstadosUnidos, lo constituyeel especial«Industrialextraños,que contamosparaello conla inesti- Ethnology»,de la revIstaAnthropolog¡cal Qttaterly [50(l):144] publicadoen 1977, con contribucionesde CA.mablelecciónde aquellosantropólogosnortea- Clinton, E C. Gamst,L. 5. Kemnitzer, M. E. Smith, P.mericanosdel período 1930-1950,pionerosen Tway y O. H. Williamson,asícomolas investigacionesdeesteterreno,asícomoconunaseriedepropues- J. Nash(1979)o L. Lamphere(1979)entreotras.tas diversas,queaprovechandola licenciaque 5. J. Taylor y R. Bogdanjustifican precisamentelame he permitido de abordarel temainicial de concentraciónde la investigaciónen cienciassocialesen-tre los quenotienenpoder,puesíademanifiestoen laevi-mi aportación—losobreros—desdeelmarcomás denciade quecontemoscon muchosmásestudiossobregeneralenel quedichotemase inscribe,el dela trabajadoresquesobregerentesdecorporaciones,másso-antropologíadel trabajoindustrial,hanido apa- brepobresy desviadosquesobrepolíticosy jueces,enelreciendodiseminadamentea lo largo del texto. hechodequeesmenosprobablequelos grupospoderososLeccionesy propuestasqueaunque,parael pri de nuestrasociedadautoricenel accesode los investiga-doresal conocimientode suscircunstanciasvitalesy pro-mercaso,debansernecesariamenterevisadasy fesionales,con lo cualpuedeacabarsucediendoque «lossuperadasy, parael segundo,resulte evidente investigadoresexponenlas faltas de los débiles,mientrasquepor lo generalsonaúnmuy incipientesy a quelos poderosospennaneceninIcados»(1992:47).vecesun tanto pusilánimesconstituyencierta- 6 Noes éstala únicaaportacíóndelautor aesteámbito.

Cornoessabido,en 1973 C. Estevapublicasu Antropologíamenteunaapuestafirme e imprescindiblepara ína’usn-iaí,libro al quenosreferiremosmásadelante.Unodeel futuro de ladisciplina, los capítulosdeestelibro, «Lasmáquinasnuevasy el traba-

jo obrero»(1984:239-246),presentaprecisamenteunaexpe-nencíallevadaacaboenunafábricatextil mexicana.

No pretendo,ni muchomenos,serexhaustivoenesteNOTAS punto,comotampocohasido éstami intenciónenloscasos

analizadosanteriormenteLa única pretensiónquepersigoEsteartículoes unareproducciónautorizadadelapa- es ofreceralgunosdatosgeneralessobreel tema,puesto

recidoen el libro editadopor JoanPraly Angel Martínez, queni la extensiónde esteartículo ni la informaciónqueEnsayosdeAntropología Cultural, publicadoen Barcelo- poseohacenrecomendableunamayorprodigalidaddeda-na, Ariel Antropologíaen 1996 (pág. 139-146). tosy referencias,quesirvanparasustentaradecuadamente

W. Lloyd Wamerfue requeridocomoconsultorpara la argumentaciónquetratodesuscribirenestetrabajo.el proyectoHawthorneen 1931,participandoenel diseño Las aportacionesde la etnologíafrancesacontem-de losexperimentosquepretendíanevaluarel impactodel poráneaa estecampono se reducenúnicamenteaestegrupo sobreel individuo. Wamer,estudiantede Radclif- tipo de orientacióncuyamuestramásrepresentativalofe-Brown, Malinowski y Lowie, sugirió, en línea consus constituyeel conjuntode trabajosrecogidosen el libromaestros,que el grupo de trabajo podía ser examinado colectivotitulado Culturesdu travail publicadoen 1989.como una pequeñasociedad,siendoposible su estudio, El trabajode F. Weber (1989) es un buen ejemplodeportanto, medianteel usode las técnicasde observación adopciónde unaperspectivaun tanto diferentea la delpropiasdel trabajode campo. texto citado.

La experienciadeWarneresparadigmáticaenrelación P. Palenzuela(1995:23)atribuyeestafaltaderespues-a algunode los aspectossobrelos que se reflexionaráen ta,concretamenteal trabajodeEsteva,alaorientaciónpsi-estaspáginas.El antropólogonorteamericano,en efecto, cologistade la propuestay a su pretensiónde aplicaciónenel momentodeincorporarseal citadoestudiohacíapo- asistencialista.El libro de C. Esteva,ciertamente,eviden-co quehabíaregresadoderealizartrabajodecampoentre cia unarelaciónconplanteamientosquepudieranconside-los Mumgin, enAustralia, peroestabamuy interesadoen rarsepropiosde lapsicologíaindustrial o del trabajo,aun-el desarrollode víasquepermitieranel uso de la antropo- quetampocofaltanenel mismoreferenciasaaportacioneslogia parael estudiode las sociedadesmodernas(HoIz- de otrasdisciplinascomola sociologíao la propiaorgani-bergy Giovanni,1981:319;Schwartzman,1993:9). zaciónde empresas.En estesentidobien puedeconside-

- No es casualidadque muchosde los antropólogos rarsela obrade Estevacomodecontinuidaddel espírituyasociadosa laEscuelade RelacionesHumanasfueranlos los planteamientosdela EscueladeRelacionesHumanas,responsablesde la creaciónde la Soctety for Applíed fundada,comosehavisto,sobreunabaseinterdisciplinaria

~flE5Sb

206 Jordi Roca¡ Girona

y ademásconun interésespecialen laaplicabiiidaddel tra- CLIWmN, C. A. (1977): «The useof cultural ecology inbajo del antropólogoa la problemáticaindustrial, unade an urbanoccupationalgroup»,Anthropological Qua-las razones,porcierto, quecomoya se haseñaladoparece terly, 50 (l):39-44.serquedeterminaronsu fracasodentrode la antropología COMAS D’ARGEMIR, D. (1990): «Trabajo, ideología yacomienzosde los añoscincuenta, divisionessociales:las representacionesideológicas

lO Por ponertan sólo un ejemplo ilustrativo de esto, en la segregaciónlaboral»,PonenciaV Congresodequelógicamentedebey puedecomprobarseanalizandoel Antropología, Simposium:Antropología Urbana,conjuntode la producciónbibliográficade los antropólo- Granada(mimeografiado).gos españoles,en el libro relativamenterecienteeditado ERBEs-SECUIN, 5. y OLLIER, P. (1978): SociologíadelporJ. Prat,U. Martínez,3. Contrerase 1. Moreno,Antro- trabajo. Madrid, Pirámide.pologíade los Pueblosde España(1991), en el apanado ESTEVA-FABREGAT, C. (1955): «La dinámicadel carácterdedicadoa las «Estrategiasde producción:Ecología,tec- social(basesparala interpretaciónde la personalidadnologíay trabajo»aparecendistintosartículosqueseocu- del obreromexicano»),tesis de maestríaen Cienciaspanrespectivamentede unaexplotaciónsalinera,de los Antropológicas,México,DF, ENAH.pescadoresdela Albufera,delaecologíay el trabajoenun —(1984) (1973): Antropología industrial, Barcelona,concejoasturiano,delos jornalerosandalucesy dela cría Anthropos.deganadovacunoentrelos vaqueirosdealzada. GAMST, F. C. (1977): «An integratingview of the underí-

Quizá tambiénresultesignificativo apuntarquelas cl- ying premisesof an industrialethnology in theUnitedtadasexcepcionesaestetipo deplanteamiento,enel senti- StatesandCanada»,AnibropologicalQuaterly, 50(1):do de abordartemáticasrelacionadascon la problemática 1-8.del trabajoindustrial, hantenido su origenen autoresy/o GARMENDIA, J. A.; NAVARRO, M. y PARRA LUNA, E.trabajospertenecienteso relativosa Cataluña,una de las (1987): Sociología industrial y de la empresa,zonas,comoessabido,mástempranamentey mayorindus- Madrid, Aguilar.trializadasdel Estadoespañol. GODELtER, M. (1980): «Unaantropologíade la sociedad

Puedencitarse, por ejemplo, los trabajos de 5. capitalista»,Actas del 1 CongresoEspañolde Antro-Narotzky (1988), G. Sanz (1990) o los de U. Martínez pología(1977),Barcelona,Universidadde Barcelona,Veiga (1989 y 1995) Es significativo,porejemplo,quea PP. 15-22.finalesdelos ochenta,en el marcodeláreade antropolo- HOLZBERO, C. 5 y GIovANNI, M. J. (1981): «Anthropo-gíade la Universidadde Barcelonaen Tarragona,se Ile- logy andIndustry:ReappraisalandNew Directions»,varanacabosendosestudiossolicitadosy financiadospor AnnualReviewof Anthropology,10:317-360.ínstituciones públicas (Ayuntamiento de Tarragona e INFESTAS GIL, A. (1993):Sociologíadela Empresa,Sala-INEM) sobre la situación sociolaboralde la mujer en manca,Amará.Tarragona,con un énfasisimportanteenla economíairre- KEMNrrZER, L. J. (1977): «Anotherviewof time andtheguIar, y sobrela situacióny lasperspectivasdelos oficios railroader»,Anrhropologial Quarerly, 50(1 ):24-29.tradicionalesy artesanalesen Tarragona,dirigidos respec- LAMPHERE, L. (1979): «Fighting the piece-putssystem:tivamentepor Dolors Comasy Félix Pastrana. New dimensionsof and oíd struggle in the apparel

El trabajocitadode F. Weber(1989),si biendesdeuna industry»,en A. Zimbalect(ed.),CaseStudiesin iheperspectivanadarestrictivay con un planteamientomuy Labor Process,NuevaYork, Monthly Rey. Press.interesantequerelacionael ámbito deltrabajo industrial LÓPEzPINTOR, R. (1990): Sociologíaindustrial, Madrid,con prácticascotidianasrealizadasfuera de la fábrica, Alianza Universidad.íncidetambiénen la atenciónaun tipo de actividades,lo LUCAS MARÍN, A. (1981): Sociologíade la Empresa,quela autoradenominale travail O cOré, decaráctermás Madrid, IbéricoEuropeade Ediciones.bienartesanal. MARTÍNEZ VRGA, U. (1989): La economíasumergida,

‘~ La estructuratemáticainicial deestaobraconstituye Barcelona,Anthropos.unbuenejemplodeestadivisión perotambiénofrecemdi- —(1995): Mujer, trabajoydomicilio, Barcelona,Icaria-cios bastanteesperanzadoresde superaciónde la misma ICA.Así, en el apartadodedicadoa lasdimensionesmateriales MENÉNDEz, E. L. (1977): «“Nuevos” objetosde estudioy económicas,junto a los «tradicionales»campesinosy en la AntropologíaSocial», Los procesosde cambio,pescadoressereservaun subapartado,teóricamentellena- Actas de la XV MesaRedondade la SociedadMcxi-do conel presentearticulo,alos obreros,entantoqueden- canade Antropología,tomoIII, pp. 75-82.tro del apanadoreservadoal estudio de las sociedades —(1991): «Definiciones, indefinicionesy pequenoscomplejasaparecennadamenosquedos trabajosdedica- saberes»,Alteridades,l(l):21-32.dos respectivamentea la antropologíadel trabajoy a la MoanNo, 1. (1991): «Identidadesy rituales»,en J. Prat,antropologíade laempresa.Sindudasetratade un impor- U. Martínez,J. Contrerase1. Moreno(eds.),Reinven-tantepasoadelante(cfr. nota 10). ring anthropology,NuevaYork, RandomHouse.

NAROTZKY, 5. (1988): Trabajar enfamilia. Mujeres,hoga-resy talles, Valencia,Institució Alfons el Magnñnim.

NÁSH,J.C. (1979): «Theanthropologyofthemultinaíio-BIBLIOGRAFÍA nal corporation»,en G. Huizery B. Mannheim(eds.),

The politics of anthropology:From colonialism andBELL, D. (1976): El advenimientode la sociedadpost- sexismroward a viewfrom selow,París, Mouton,PP.

industrial, Madrid,Alianza. 421-446.Bu,t~woy, M. (1979): «The Anthropologyof Industria] NIETo, R. (1994): «Antropologíadel trabajo industrial»,

Work», AnnualReviewofAnrhropology,8-231-266. Sociologíadel Trabajo,22:29-44.

~PbLU&b

De la (im)pert¡nenc¡a del obrero como objeto de estudio ... 207

PALENZUELA, P. (1995): «Las culturas del trabajo: Una TERRADAS, 1. (¡979): Les colóniesindustrials,Barcelo-aproximaciónantropológica»,SociologíadelTraba- na, Laia.Jo. 24:3-28. TOURAINE, A. (1973): La sociedadpost-industrial,Bar-

PRAT, J., MARTÍNEZ, U., CONTERAS, J.y MORENO, 1. (eds.) celona,Ariel.(1991):Antropologíade los Pueblosde España,Ma- TWAY, P. (¡977): «Industrial ethnology and changingdrid, Taurus. conditionsin the work environment»,Anthropoogical

SANZ, 0. (1990): «Estratégiaempresariali relacions Quaterly,5O(l):19-24.laborals:culturai trebalíen unaindústria informal», VV.AA. (1989): Cultures du Travail, París, Ethnologieen P. Jódar(cd.), Organitzacióde la producciói reía- de la France,cuaderno4, Éditions de la Maison desc¡ons laborals e lesempreses.Cinc estudisempírics. sciencesde l’homme.Vic, Eumo,pp. 83-93. WEBER, E (1989): Le travail O cóté. Etuded’ethnograp-

ScHWARrZMAN, H. B. (1993): Ethnographyin Organiza- hieouvriére,París,ÉcoledesHautsÉtudesen Scien-tions, NewburyPark,SagePublications. cesSociales.

SMITH, M. E. (1977): «Don’t cali MY boat a ship!», WILLIAMsoN, D. H. (1977): «Sorneeffects of social andAnthropologicalQuaterly, 50(l):9-17. economicchangeson Gyppo loggers»,Anthropologi-

TAYLOR, S.J.y BOCOAN, R. (1992):Introduccióna losmé- cal Quaterly,50(1): 31-38.todoscualitativosde investigación,Barcelona,Paidós.