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1 LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA Y MERCADO DE TRABAJO Remedios Martínez Verdú Universidad de Alicante 1. Introducción La llamada Teoría del sistema mundial, o World–system theory, explica que las economías altamente desarrolladas necesitan, insoslayablemente, de mano de obra foránea para ocupar puestos de trabajo mal pagados en determinados sectores productivos [1]. Las migraciones internacionales no se deben tanto a esta demanda de trabajo, sino más bien a los desequilibrios generados por la penetración del capitalismo en países menos desarrollados. “Conceptualmente, la piedra angular de la teoría del sistema mundial es la noción de un «moderno sistema mundial», acuñada a mediados de los años setenta del siglo XX por el historiador y sociólogo Immanuel Wallerstein y que habla de un sistema mundial de predominio europeo que empezó a formarse en el siglo XVI y que está compuesto por tres esferas concéntricas: centro, periferia y semi–periferia” [2]. “La teoría del sistema mundial se inscribe en la tradición histórico-estructural que subyacía a la teoría de la dependencia en los años sesenta. Aunque difiere de esta última en muchos aspectos, comparte con ella la visión de las migraciones como un producto más de la dominación ejercida por los países del centro sobre las regiones periféricas, en un contexto de estructura de clases y conflicto. Al igual que ocurre en el mundo neoclásico, las migraciones emanan de las desigualdades estructurales —en este caso, de un orden internacional fuertemente desigual—, pero para esta teoría, a aposta revista de ciencias sociales ISSN 1696-7348 http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/remedios1.pdf nº 32, Enero, Febrero y Marzo 2007

LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA Y MERCADO DE TRABAJO · Entre 1995 y 2005, la población activa española ha aumentado cerca de 4,7 millones de personas, de los cuales 2,4 fueron inmigrantes,

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1

LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA Y MERCADO DE TRABAJO

Remedios Martínez Verdú

Universidad de Alicante

1. Introducción

La llamada Teoría del sistema mundial, o World–system theory, explica que las

economías altamente desarrolladas necesitan, insoslayablemente, de mano de obra

foránea para ocupar puestos de trabajo mal pagados en determinados sectores

productivos [1]. Las migraciones internacionales no se deben tanto a esta demanda de

trabajo, sino más bien a los desequilibrios generados por la penetración del

capitalismo en países menos desarrollados. “Conceptualmente, la piedra angular de la

teoría del sistema mundial es la noción de un «moderno sistema mundial», acuñada a

mediados de los años setenta del siglo XX por el historiador y sociólogo Immanuel

Wallerstein y que habla de un sistema mundial de predominio europeo que empezó a

formarse en el siglo XVI y que está compuesto por tres esferas concéntricas: centro,

periferia y semi–periferia” [2].

“La teoría del sistema mundial se inscribe en la tradición histórico-estructural que

subyacía a la teoría de la dependencia en los años sesenta. Aunque difiere de esta

última en muchos aspectos, comparte con ella la visión de las migraciones como un

producto más de la dominación ejercida por los países del centro sobre las regiones

periféricas, en un contexto de estructura de clases y conflicto. Al igual que ocurre en

el mundo neoclásico, las migraciones emanan de las desigualdades estructurales —en

este caso, de un orden internacional fuertemente desigual—, pero para esta teoría, a

aposta revista de ciencias sociales

ISSN 1696-7348

http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/remedios1.pdf

nº 32, Enero, Febrero y Marzo 2007

2

diferencia de los modelos de equilibrio, las migraciones refuerzan las desigualdades

en lugar de contribuir a reducirlas” [3].

2. La actividad de los inmigrantes en España

El extranjero, al entrar en España, se encuentra con un mercado de trabajo muy distinto

al que hay en su país, ya que el español es mucho mejor que el existente en sus países

de origen. En España, el inmigrante va a encontrarse con mayores salarios, mejores

condiciones laborales, menor explotación por parte del empresario, etc. Pero no es sólo

ese motivo el que le hace decidir abandonar su país para venir a España, sino que está

huyendo a veces de una pobreza absoluta, de una persecución a causa de guerras

internas, o de muy bajos niveles de bienestar social en su país [4].

“En España existe una gran segmentación en el mercado laboral en comparación con la

mayoría de países de la UE. En países como Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia o

Luxemburgo, la población inmigrante cuenta con unas tasas de paro más altas que la

población autóctona, como ocurre en España, sin embargo, al analizar los tipos de

trabajo que ocupan los inmigrantes no se observa una sectorización y tasas de

temporalidad tan altas como las que tienen las ocupaciones de los inmigrantes en

España. Aquí los inmigrantes, sin importar el nivel de cualificación que posean, están

obligados inicialmente a ocupar puestos de trabajo en que no haya ningún español

capacitado para ocuparlo. Esto hace que finalmente los puestos de trabajo que ocupan

sean los que peores condiciones tienen, con menores salarios, mayores tasas de

temporalidad, menores oportunidades de promoción, mayor explotación..., ya que para

los mejores puestos de trabajo, los que requieren una mayor cualificación, ya existe una

gran bolsa de desempleados españoles dispuestos a ocuparlos” [5].

“Nuestra economía crece y crea empleo que no es cubierto por los españoles. En

consecuencia, vienen trabajadores inmigrantes para satisfacer esa demanda, lo que a su

vez realimenta la bomba del consumo” [6]. Razones demográficas —caída de la

natalidad—, envejecimiento de la población —menos jóvenes y más alto porcentaje de

población mayor—, fuerte crecimiento económico en sectores que demandan mano de

obra no cualificada (por ejemplo, agricultura intensiva, construcción, servicio doméstico

3

u hostelería, entre otros) se combinan entre otras razones para dar como resultado el

espectacular incremento de población inmigrante.

“Hemos pasado de una población total española en 1995 de casi 39 millones de

habitantes a los más de 43 en 2005 (…) La inmigración supone cerca del 80% del

crecimiento de la población española. Una auténtica revolución en nuestra estructura

poblacional que nos condicionará para el futuro, tanto en lo positivo como en lo

negativo” [7]. Entre 1995 y 2005, la población activa española ha aumentado cerca de

4,7 millones de personas, de los cuales 2,4 fueron inmigrantes, superando a los 2,3

millones de activos nacidos en España. A pesar del aumento de la tasa de actividad de

los nacidos en España producido mayoritariamente en el grupo de edad a partir de 45

años, en especial de mujeres de más de 44 años, el peso de la inmigración se acentúa en

el segundo quinquenio. Entre 2003 y 2005, los inmigrantes han aumentado a una tasa

media anual superior al 16%, aunque a partir de 1999 la inmigración acelera su avance

con más de 400.000 nuevos efectivos al año y un crecimiento medio del 22% anual. De

los 6,4 millones de nuevos empleos creados entre 1995 y 2005, la inmigración ha

absorbido un 34% (2,2 millones).

El Informe de Extranjeros residentes en España editado por el INE (2004), marca a

nivel general que la inmigración es un fenómeno social que en España ha ido

creciendo en el periodo de 1998 a 2002 siendo el peso de los extranjeros cada vez

mayor, pasando de un porcentaje de 1.60 en 1998 a 4.73 en 2002 (INE, 2004) con

tendencia al aumento. Realizando un análisis por Comunidades Autónomas, en

España, podemos apreciar que son la Comunidad de Madrid, Cataluña y Comunidad

Valenciana preferentes en la elección de residencia (INE, 2004).Haz de PD tu página

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Los importantes cambios socio-económicos experimentados por la sociedad española

durante las últimas décadas ha invertido la situación de España, pasando ésta de ser un

país eminentemente emisor de población a un país receptor de flujos migratorios

extranjeros de muy distinta índole. Esta evolución queda patente en los datos

presentados por el INE a los que ya me he referido anteriormente. “La población

extranjera residente legalmente en España en el año 2005 era de 3.730.610 personas.

Por continentes, los inmigrantes procedentes de Europa son los más numerosos

(36,25%) seguidos por los sudamericanos (34,92%), si bien por nacionalidades

4

marroquíes, ecuatorianos y rumanos son los que tienen una mayor presencia en

nuestro país. Por comunidades autónomas, Madrid y Cataluña son las que más

extranjeros acogen, un 42,34% del total entre ambas, y donde menor presencia se

observa es en Ceuta, Melilla y Cantabria. Por sexos, la presencia masculina es mayor

en casi todas las comunidades autónomas. Sólo en Melilla, Principado de Asturias,

Galicia y Cantabria, el porcentaje de mujeres supera al de hombres” [8].

“España es desde hace siete años el país de la Unión Europea al que más inmigrantes

llegan (en el 2004, por ejemplo, a España llegó uno de cada tres inmigrantes a la Unión

Europea). Así lo desvela un informe interno de las Naciones Unidas sobre movimientos

de población, que destaca que los extranjeros han aumentado en cuatro años más del

304%, algo sin parangón en las naciones industrializadas.

“(...) Este estudio, que fue presentado el pasado 25 de mayo a la División de Población

del Departamento de Economía y Asuntos Sociales de la ONU, sitúa a España como

vanguardia de los países de la «cuenca mediterránea que han pasado de ser importantes

emisores de población emigrante a configurarse claramente durante la última década

como países de destino de una parte creciente de la inmigración extracomunitaria».

Los técnicos de la institución recuerdan que España, con el 11% de la población

comunitaria, «aporta el 23% del saldo migratorio neto de la Unión», por encima de

otros países con mucha más población como Italia, que aporta el 21% de los recién

llegados; Alemania, con un 16% del total; el Reino Unido, con un 10%, y Francia, con

apenas un 6%.

El informe resalta el fuerte crecimiento de la inmigración en los últimos cuatro años.

Según los datos de la ONU, en el 2000 la colonia extranjera ni siquiera llegaba al millón

de personas (923.879 inmigrantes) —apenas el 2,3% de la población—, mientras que en

el 2005 ya había 3,7 millones de personas extranjeras afincadas en el país, lo que

representa el 8,5% de los residentes” [9].

Si nos remitimos al avance del padrón municipal presentado el 25 de julio de 2006, la

población empadronada en España sería de 44,39 millones a 1 de enero de 2006, de los

cuales 3,88 millones son extranjeros, lo que supone el 8,7 por ciento del total. Más

inmigrantes, pero también más diversos, según la ONU. El año pasado, indica el

informe, eran 53 los grupos nacionales con una representación superior a los 5.000

miembros, cuando cinco años antes sólo había 26 colonias con esta representatividad.

5

A inicios del 2005 solo el 20,8% de los extranjeros residentes en España procedían de la

UE. Entre los inmigrantes extracomunitarios, el estudio indica que algo más de la mitad

(54,1%) corresponden a Marruecos, Ecuador, Rumanía y Colombia, aunque se añade

que se aprecian aumentos significativos en colectivos como el búlgaro o el boliviano,

hasta ahora prácticamente desconocidos.

“En términos absolutos, Cataluña es la comunidad autónoma con mayor número de

inmigrantes empadronados, con 798.904, seguida de cerca por Madrid, con 780.752. A

continuación aparecen la Comunidad Valenciana (581.985) y Andalucía (420.207).

Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía concentran más de dos tercios

(69,2%) del total. Las autonomías con un mayor peso porcentual de población

inmigrante son Baleares (15,9%), Madrid (13,1%), Comunidad Valenciana y Murcia

(12,4%), Cataluña (11,4%) y Canarias (11,3%). El fuerte aumento de la inmigración en

España tiene, por supuesto, su reflejo en el mercado de trabajo: en el período

comprendido entre 1994 y 2004 España sextuplicó su mano de obra extranjera” [10].

En relación al tipo de trabajos que desempeñan ambos géneros, los hombres tienden a

ocupar puestos de trabajo relacionados con la industria, servicios de hostelería,

construcción, etc. en su mayoría de origen iberoamericano. Mientras que las mujeres,

suelen desarrollar trabajos reconocidos tradicionalmente como femeninas, entre los que

se encuentran aquellos relacionados con los cuidados (a mayores y enfermos), limpieza,

(oficinas, empleadas de hogar), etc. que en muchos casos no conlleva la garantía social

del empleo, acrecentándose las diferencias de género.

En el caso de las mujeres inmigrantes en España hay que señalar que están ocupando

algunos espacios de trabajo dejados por las mujeres nativas, debido en parte a las

mejoras que han tenido en sus condiciones de vida y de trabajo, y en sus derechos.

Estas tareas se tienen que seguir haciendo, ya que hay una demanda importante, y una

petición de esa mano de obra, o de esos servicios en concreto. Por eso decimos que las

mujeres inmigrantes son llamadas desde aquí, desde la sociedad de acogida. Además,

estos servicios, digamos que son “cuasi” trabajos, por no ser reconocidos como tales,

o por no tener todos los derechos de protección social, o por ser de economía

sumergida. Hay que reconocer que estos empleos, que a veces rozan los márgenes de

6

la legalidad, son los apropiados para que los realicen mujeres a las que se quiere

mantener en la propia marginalidad, ya que nunca denunciarán esas condiciones de

explotación, debido a su situación de sin papeles, sin derechos o de precariedad por

los permisos temporales de residencia y trabajo [11].

Analizando las causas de la feminización de la pobreza está la división sexual del

trabajo, en toda la acepción del término, es decir, teniendo en cuenta los trabajos y los

no trabajos asignados a las mujeres y las actividades que son no remuneradas, y

también la configuración que se ha hecho del trabajo, de forma que los varones hayan

sido los beneficiarios en primer término de la misma. La división sexual del trabajo

sería, pues, un tema universal que unifica la situación de las mujeres, si bien habrá que

analizar cómo se produce en cada lugar en concreto. [12]

“Los modelos aplicados para analizar la migración masculina no sirven para explicar

la femenina. Esta está afectada sobre todo por la forma en que se establecen las

relaciones de género. Este aspecto no es tenido en cuenta por las teorías generales,

muy influenciadas por las teorías economicistas y los patrones de migración

masculinos. Para tener en cuenta a las mujeres, además de la manera en que éstas

están integradas en el mercado laboral, se deben de tener presente varios factores,

como la forma en que actúa la concepción patriarcal de la sociedad sobre la esfera

legal, social y cultural, el modo en que influyen los factores individuales y están

establecidas las relaciones de poder dentro de la familia, o cómo todo esto influye en

el proceso de toma de decisiones.” [13]

También hay “otras variables, diferentes a las tradicionalmente utilizadas en los

estudios migratorios (distancia, obstáculos, oportunidades, modernización, factores de

atracción y expulsión) que definen la evolución de las pautas femeninas, y que no son

tenidas en cuenta” [14]. Como hemos visto, los factores determinantes analizados para

la migración femenina tienen poco que ver con los tradicionalmente utilizados para

analizar las migraciones en general. La incorporación al análisis migratorio de las

pautas culturales y de los roles de género desarrollados por hombres y mujeres en las

sociedades de origen y de destino es, probablemente, una de las principales

aportaciones de la perspectiva de género. Estudiar cuáles son estos roles en las dos

7

sociedades en que está implicada la persona que migra puede suponer un importante

adelanto en el conocimiento de los motivos de la migración, la capacidad de la

persona para decidir sobre su desplazamiento, la elección de un lugar de destino y la

manera en que se integra en la sociedad de llegada.

“Desde la óptica feminista, los factores económicos son analizados de manera que

ponen en evidencia la explotación laboral a la que están sometidas las mujeres como

consecuencia de la globalización económica y la desregularización del mercado de

trabajo. Así, las personas que migran dejan de responder automáticamente a unos

impulsos regulados por las diferencias salariales entre el campo y la ciudad, para

moverse por las fuerzas que ordenan el mercado global que crea unos flujos

claramente diferenciados por sexo y edad” [15].

El crecimiento de la población extranjera no siempre se acoge de forma positiva. La

inmigración internacional está acaparando en España un interés impensable hace tan

sólo dos décadas cuando fue aprobada la Ley de Extranjería en 1985. En la actualidad

este fenómeno ha ido escalando puestos para convertirse en una de las principales

preocupaciones manifestadas por la población española.

“Varios son los factores que los técnicos de la ONU creen determinantes para el boom

de la inmigración, pero destacan el desarrollo de la política migratoria del país,

marcada por continuos procesos de regularización” [16]. Al margen de las

legalizaciones, el estudio señala otras posibles causas que han situado a España a la

cabeza de la inmigración como el cambio de coyuntura sociopolítica en las dos última

décadas o el crecimiento de la economía desde mediados de los noventa.

Entre 2001 y 2005 la población española ha dado un gran salto en cuanto a la

inmigración. En apenas cinco años, se ha duplicado el número de extranjeros: de

1.370.657 en 2001 a 3.730.610 personas en 2005, según datos del padrón recogidos por

el INE. Buena parte de ellos, sin embargo, todavía se encuentra en un laberinto de difícil

salida. Instalados en España esquivando los cauces legales, se hallan sin permiso de

trabajo y sin permiso de residencia, un limbo que varios procesos de regularización han

intentado reencauzar y varias normas se han propuesto solucionar durante los últimos

años.

8

“Es un hecho aceptado que la inmigración se ha convertido en muy pocos años en el

fenómeno social más novedoso e importante de cuantos ocurren en España, que afecta a

los más variados aspectos de la vida social, empezando por la demografía” [17].

“La inmigración puede contribuir a paliar el problema de la insuficiencia de activos. La

Comisión considera, sin embargo, que se trata de una solución cuyos efectos no son

definitivos. Una vez consolidada la presencia entre nosotros de un porcentaje importante

de inmigrantes, su pirámide de población se irá aproximando a la de la población

nacional y aportará no solo activos sino también pasivos. Actualmente, la población

inmigrante suma activos y contribuye a aumentar la natalidad (en los dos últimos años

el 8 por ciento de los nacidos en España lo fueron de madre extranjera). Con el tiempo

aportará también población jubilada, si bien es cierto que los flujos escalonados harán

que el porcentaje de ésta siga siendo inferior al de los pasivos nacionales. En cualquier

caso, la inmigración nos va a proporcionar una base importante de cotizantes que puede

servir de transición adecuada a un aumento, entre nosotros, de la natalidad.

La inmigración no es una solución definitiva, puesto que de lo que se trata es de

modificar la tendencia de la pirámide de población mediante un aumento de los

nacimientos que haga que se pueda recuperar el equilibrio. Hay que tener en cuenta,

además, que, ya a partir de los años cuarenta de este siglo, entrarán en la edad de

jubilación los nacidos en los ochenta del siglo pasado; es decir, generaciones de

reducidos miembros que aumentarán muy poco el número de pensiones. De ahí que la

Comisión entienda que los flujos migratorios son positivos para el crecimiento

económico, el desarrollo del país y el sostenimiento del sistema público de pensiones,

pero que han de acompañarse con un aumento del número de hijos por mujer, para

garantizar en el futuro la viabilidad del reparto.” [18]

“El último Índice Laboral Manpower, recoge que los inmigrantes representan la mitad

de los profesionales que se incorporan a la población activa en los últimos diez años.

Los inmigrantes son los protagonistas de la transformación del mercado laboral español

y lo van a seguir siendo. Así lo confirma la edición número veintiocho del Índice

Laboral Manpower, que concluye que durante los últimos diez años la contribución de

los inmigrantes al crecimiento de la población activa representa más del cincuenta por

9

ciento. De los 4,7 millones de personas que se han incorporado al mercado de trabajo

durante este periodo, 2,4 millones han nacido fuera de España.(…).”

“«El origen de este efecto llamada sobre la población inmigrante ha sido la combinación

de un mercado de trabajo expansivo y el agotamiento de las reservas de mano de obra

nacional, especialmente en el tramo de edad entre los 16 y los 39 años». La tasa de paro

en este colectivo, se sitúa en el 11,3 por ciento, ligeramente superior al 9,1 por ciento de

la de los españoles, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Según

Manpower, durante los últimos diez años, los inmigrantes han acaparado el 34 por

ciento de los nuevos empleos. La mayoría de ellos tenían edades comprendidas entre los

25 y los 39 años. La firma de recursos humanos destaca también que la tasa de actividad

de las mujeres inmigrantes se eleva por encima de las españolas en mayor proporción

que en el caso de los hombres. Así, las extranjeras registran una tasa de actividad del

69,5 por ciento, frente al 57,5 por ciento de las nacionales. «Esto se debe, a que las

mujeres españolas en edad de trabajar ya están incorporadas al mercado laboral y que no

se esperan grandes cambios a medio plazo»” [19].

Hay que señalar que no se puede mantener durante mucho tiempo un crecimiento del

empleo basado en la mano de obra de escasa cualificación y la temporalidad, que son

dos condiciones ligadas inevitablemente a la población inmigrante.

“En los datos recogidos en el análisis del mercado de trabajo realizado por la EPA 2003,

se observa que dentro de las 66 distintas ocupaciones registradas, sólo doce de ellas

concentran más del 71% de la población inmigrante ocupada (para la población

española, este porcentaje es del 27%, y en caso de los inmigrantes procedentes de la UE,

es del 18%).

Dentro de esas doce ocupaciones, ocho se incluyen en el grupo de la CNO-94

(Clasificación Nacional de Ocupaciones) de «trabajadores no cualificados», tres de ellas

corresponden a los obreros cualificados, y una incluye los trabajadores de los servicios

de restauración. Así, la mayoría de estas ocupaciones son en trabajos manuales, que no

requieren un nivel alto de formación o cualificación profesional.

Al observar más detalladamente los datos, apreciamos que la ocupación que concentra

más trabajadores extranjeros es la de «empleados domésticos y otro personal de

limpieza», sobre todo en el caso de los latinoamericanos, con un 29%, y los procedentes

10

de Europa del Este, donde el 20% de los trabajadores se agrupan en esta ocupación. En

el caso de los africanos, este porcentaje es menor, de un 8,2%, pues los principales

puestos de trabajo ocupados por ellos son en la agricultura y la construcción. Aún así,

todos estos porcentajes son mucho mayores que el correspondiente dentro de los

trabajadores españoles o los de la UE, que está en torno al 4,5%” [20].

3. España en el contexto de la Unión Europea

Las migraciones, en la actualidad, se planifican con una racionalidad meramente

económica en función del crecimiento económico y de la realización rápida de

beneficios. Raramente se tiene en cuenta el costo humano que conllevan para quienes se

ven forzados a abandonar su entorno, su pueblo, su cultura y su familia, y menos aún se

contempla la necesidad de eliminar de la superficie del planeta las causas profundas que

se enraízan en las injustas y crecientes desigualdades entre pueblos ricos y pobres.

Esta concepción del fenómeno entraña una definición del trabajador inmigrante, como

trabajador manual: que no tiene cualificación profesional, que ocupa un puesto de

trabajo duro y mal pagado, un empleo precario, y realiza tareas de mera ejecución;

como un trabajador interino, es decir, un trabajador aislado, sin familia, destinado a

volver a su país.

Parece claro que “los países de la Unión Europea, con sus políticas limitativas respecto

al derecho a vivir en familia, a la residencia permanente, a la obtención de la

nacionalidad y no siempre sensibles al deber ético de regularizar a cuantos se

encuentran insertos en la economía sumergida, han optado formalmente por establecer

políticas orientadas al movimiento migratorio económico. Pero se equivocan.” [21]

Todo movimiento migratorio de esta naturaleza se convierte de hecho en movimiento de

población. España, a pesar de la crítica a las políticas de inmigración que se han seguido

a lo largo de estos años, logró un avance con el Real Decreto 155/96 en materia de

residencia permanente, favoreciendo así la estabilidad del colectivo documentado.

“En los últimos 15 años, las características demográficas españolas han sufrido cambios

muy importantes. En los años 60-70 no había preocupaciones respecto al crecimiento de

11

población, ya que las mujeres españolas tenían un promedio de 2,9 hijos cada una, y

esto hacía que se recogieran cada año altos índices de crecimiento vegetativo. Además,

las corrientes inmigratorias eran prácticamente inexistentes e innecesarias. Hoy, esto es

completamente diferente, la increíble reducción experimentada por las tasas de

natalidad (hoy el índice de fecundidad se encuentra por debajo de 1,5 hijos por mujer), y

el aumento de la esperanza de vida, está convirtiendo a la población española en una

población envejecida y con grandes problemas de incertidumbre acerca de la futura

sostenibilidad del sistema de pensiones y de la existencia de la mano de obra necesaria

para continuar el crecimiento económico experimentado en los últimos años.

Afortunadamente, no sólo los índices de natalidad y esperanza de vida son los que han

cambiado en España, sino que también hemos pasado a ser un país con unas altas tasas

de inmigración en los últimos años, y esto puede ayudarnos si queremos, a reducir en

parte ese imparable envejecimiento de la población.” [22]

Las migraciones concebidas como un fenómeno transitorio al servicio de la coyuntura

económica, se han convertido en un fenómeno permanente. Las características de la

inmigración establecida en la UE lo confirman dado que el número de extranjeros

(trabajadores y familias) ha aumentado en varios millones a pesar de la política

restrictiva y de control de la inmigración en vigor desde 1973 y el arraigo cada vez

mayor de la población inmigrante es puesto de relieve por los siguientes indicadores: el

aumento de la reagrupación familiar, el mayor número de nacimientos entre la

población inmigrante y de los matrimonios entre inmigrantes y mixtos. El porcentaje de

alumnos extranjeros en todos los niveles de la escolarización obligatoria, el número

creciente de inmigrantes que han adquirido permisos de residencia y de trabajo

ilimitado, el importante número de inmigrantes que han adquirido la nacionalidad del

país de residencia, el aumento de la población no activa y un hecho considerable, el

aumento de inmigrantes en paro con permisos ilimitados, avala cuanto decimos.

La inmigración en España no es un fenómeno temporal, sino que va a ser permanente.

La mayoría de los extranjeros, aunque tiene la esperanza de retornar, terminan por

instalarse definitivamente, como revelan las cifras.

Los inmigrantes se han convertido económica y socialmente en unos interlocutores que

se han dado cuenta de su papel indispensable. La inmigración de trabajo se ha

12

transformado en inmigración de ciudadanos. Naturalmente, su permanencia entraña un

costo social y un costo cultural de integración en la comunidad nacional, incluso si estos

costos son evaluados y pagados al más bajo precio.

4. Conclusión

“La inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los

gobiernos liberales occidentales en la actualidad. Las desigualdades entre los países del

Norte y los del Sur, que han sido exacerbadas por el proceso de globalización

económica, provoca entre otras razones, la huída de personas hacia los países

desarrollados con la esperanza de encontrar una vida mejor.” [23]

A este respecto, Sami Naïr señala lo siguiente: “Además, las desigualdades de

desarrollo entre países pobres y países ricos han crecido tanto estos últimos años que el

atractivo del modo de vida de los países desarrollados, popularizado por los medios de

comunicación de masas, se ha vuelto tan potente, que los flujos migratorios van a

continuar creciendo y alcanzarán sin duda nuevas categorías de población, lo que

repercutirá de forma negativa sobre las poblaciones legalmente instaladas lo que empuja

a los Estados a adoptar o reforzar medidas draconianas de control y de cierre de las

fronteras”.

“A lo largo de los últimos años los países europeos han tomado numerosas medidas

relativas a la inmigración, plasmadas mediante la firma de numerosos acuerdos y

tratados, y con un claro objetivo represor de las migraciones (1985, Tratado de

Schengen; 1990, Convención de Dublín; Tratado de Maastricht, etc.)” [24]

“Estas medidas restrictivas permiten controlar la entrada y la estancia de los extranjeros

pero no pueden, en ningún caso, detener los flujos migratorios hacia los países de la

Unión Europea.” [25] Por consiguiente, se plantea la necesidad de buscar alternativas a

estos modelos de gestión ineficaces y ya desde principios de los años 90 Cooperación e

Inmigración empiezan a aparecer juntas porque, tanto en el marco europeo como en el

español se empiezan a promover medidas para actuar sobre las presiones

internacionales. [26]

13

“Otra consecuencia de la globalización es la diversidad de orígenes de los inmigrantes,

lo que crea una creciente heterogeneidad étnica en las sociedades receptoras que está

conduciendo a su conversión en sociedades pluriétnicas. Esto provoca dificultades para

construir un espacio concreto de ciudadanía y de derechos sociales derivados de ella.”

[27]

“Será en la Cumbre de Tampere cuando por primera vez se cita en un texto oficial el

término Co-Desarrollo (en el Texto se dice “la cumbre necesita un enfoque global de la

migración”) aunque bajo este paraguas del codesarrollo se da cobertura a políticas de

control de la Inmigración.” Por tanto se empieza a utilizar el término en los años 90 y

aún no es una idea cerrada y completamente definida. Por eso, y a partir de los textos de

Sami Naïr, se va a ir desarrollando este proyecto. [28]

“El inmigrante una vez en el país receptor se encuentra con diversos problemas, el

principal debido a la legislación, puesto que ésta deja a estas personas fuera de la

legalidad, no reconociéndoles el estatus de ciudadano que les garantiza una serie de

derechos y deberes. Otro problema y no menos importante es el choque cultural, debido

a los diferentes valores, costumbres y normas culturales, idioma, hábitos gastronómicos,

estructura familiar, etc., entre los inmigrantes y la sociedad receptora.” [29]

Por tanto, ¿cuáles serán los objetivos de una Política de Codesarrollo? “La política de

gestión de los flujos migratorios debe favorecer la estabilización de los inmigrantes

legalmente instalados, su integración social, el control de la entrada en el país, y el

respeto de las reglas de residencia. Se articula también sobre la política exterior del país.

Si la inmigración constituye un aporte real a partir del momento que corresponde a las

necesidades del país, no por ello debe ser una falta de ganancias para los países de

origen.” [30]

“El fenómeno de la inmigración está de constante actualidad en nuestro país, entre otras

razones, por nuestra posición geopolítica de frontera entre continentes (y frontera entre

los países del Norte y los países del Sur), lo que favorece la numerosa llegada de

inmigrantes desde África además de los llegados de Latinoamérica que poseen la

14

ventaja de tener la misma lengua.” [31] Por consiguiente los gobiernos tienen que seguir

desarrollando nuevas vías para que este fenómeno sea positivo y no origine conflictos.

“En las políticas, programas y proyectos de Codesarrollo, Inmigración y Desarrollo

habrán de estar íntimamente relacionados y en vez de “control de flujos” hablaremos de

“gestión de flujos”, en vez de “Integración” hablaremos de “ciudadanía” y en vez de

Desarrollo en los países de origen hablaremos de “codesarrollo” tanto en los países de

origen como en los de acogida.” [32]

El Codesarrollo plantea una revolución en las relaciones internacionales, entre el Norte

y el Sur, porque se basa en una Cooperación (en sentido literal: operar conjuntamente,

en igualdad de condiciones), ya que, es precisamente la consideración del beneficio

mutuo, del interés compartido, lo que sitúa a las partes en términos de paridad. [33]

15

Notas

[1]: ARANGO, Joaquín. 2003. “La explicación teórica de las migraciones: luz y sombra”, en la

revista de periocidad semestral Migración y Desarrollo, Revista nº 1, octubre 2003. El artículo

comienza en la pag.4 de Migración y Desarrollo, la cita está contenida en página 16 del propio

artículo. Edición electrónica en http://www.migracionydesarrollo.org/.

[2]: ARANGO, Joaquín. 2003., ibid. Cita en página 16 del propio artículo.

[3]: ARANGO, Joaquín. 2003., ibid. Cita en páginas 16 y 17 del propio artículo.

[4]: VILLENA, M. y GÓMEZ, F., “Demografía, mercado de trabajo y política de inmigración

en España”, Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, ISSN 1137-5868, Nº 61,

2006, pags. 15-40. Cita en páginas 27-28. Archivo electrónico en

http://www.mtas.es/Publica/revista/numeros/61/Est1.pdf

[5]: VILLENA, M. y GÓMEZ, F., ibid.. Cita en página 28.

[6]: PIMENTEL, M. “Impacto de la inmigración en el mercado laboral” en Cinco Días.

Publicado el 12 de julio de 2006.

[7]: PIMENTEL, M., ibid.

[8]: Colaboración conjunta: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) e

INSTITUTO DE LA MUJER (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de

Políticas de Igualdad). “1. Población y familia”, en Mujeres y Hombres en España 2006, p. 15.

NIPO 605-06-017-4.

[9]: “El crecimiento de la inmigración en España”. WebLog Migraciones. Reflexiones

cívicas.«Igualdad en la diversidad» EDITOR: Juan Carlos Velasco Instituto de Filosofía del

CSIC. Jueves, 15 de junio de 2006. Ver previamente “Inmigración y cambio demográfico en

España. Nuevos datos”. Miércoles, 18 de enero de 2006.

http://weblogs.madrimasd.org/migraciones/archive/2006/06/15/30313.aspx.

[10]: ibid.

[11]: ZABALA , B. (2003). "Mujeres inmigrantes en Euskal Herria". Herria 2000 Eliza.Número

185. ZABALA, B. “Mujeres inmigrantes. Algunas consideraciones desde el feminismo.”,

Emakume Internazionalistak.

http://www.nodo50.org/zabaldi/documentos/mujeres_inmigrantes.doc.

[12]: ZABALA, B. “Mujeres inmigrantes. Algunas consideraciones desde el feminismo.”,

Emakume Internazionalistak.

http://www.nodo50.org/zabaldi/documentos/mujeres_inmigrantes.doc.

[13]: JIMÉNEZ JULIÀ,E., “4.- Conclusiones, 4.1.- Validación de hipótesis, en “Una revisión

crítica de las teorías migratorias desde la perspectiva de género”, p. 19, en Centre d'Estudis

Demogràfics (CED), 1998. http://www.ced.uab.es/publicacions/PapersPDF/Text139.pdf

16

Según aporta la propia autora: “Este artículo resume los principales resultados de mi memoria

de doctorado dirigida por la Dra. Montserrat Solsona y leída en el Departament de Geografia de

la Universitat Autònoma de Barcelona en julio de 1997. Dicha memoria está planteada como

capítulo teórico de mi futura tesis doctoral, que ha sido financiada desde 1995 por la CIRIT

(Comisión Interdepartamental para la Investigación y la Tecnología de la Generalitat de

Catalunya). En su origen, estaba vinculada a otro proyecto, también respaldadoeconómicamente

por el gobierno autónomo catalán, y que llevaba por título "Migración femenina,integración

laboral y comportamiento demográfico en Cataluña", al cual me incorporé como becaria. Dicha

investigación, que sirvió de punto de partida para la memoria de doctorado, fue desarrollada por

un equipo del Centre d’Estudis Demográfics integrado por Rocío Treviño y Marc Ajenjo y

dirigido por Montserrat Solsona, entre los años 1993 y 1995.”

[14]: JIMÉNEZ JULIÀ,E., op. cit., “1.- Introducción, 1.5 Hipótesis” en “Una revisión crítica

de las teorías migratorias desde la perspectiva de género”, p. 4, en Centre d'Estudis

Demogràfics (CED), 1998.

[15]: JIMÉNEZ JULIÀ,E., op. cit., “4.- Conclusiones, 4.1.- Validación de hipótesis, p.23

[16]: LAS PROVINCIAS, 15 de junio de 2006. “Inmigración”

http://www.lasprovincias.es/valencia/pg060615/prensa/noticias/Espana/2000606/15/VAL-ESP-

168.html

[17]: LEGUINA, J., “¿Cuántos somos?”. EL PAÍS, Sección Opinión , 15 de julio de 2005.

Edición electrónica en PAIS.es:

http://www.elpais.es/articuloCompleto.html?xref=2005...11&type=Tes&anchor=elpepiopi&prin

t=1&d_date=20050715. Además también se puede encontrar en:

http://www.almendron.com/politica/pdf/2005/spain/spain_2754.pdf.

[18]: CONCLUSIONES PACTO DE TOLEDO. Aprobación del Informe de la Comisión no

permanente del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados el 30-09-03 (2 de octubre de

2003.- serie D. núm. 596). http://www.oiss.org/IMG/pdf/toledo.pdf

[19]: EXPANSION&EMPLEO.com. 2006/05/13 (http://www.expansionyempleo.com). “El

mercado necesita más inmigrantes”. Artículo referente a la presentación, en mayo 2006, del

Índice Laboral Manpower en su 28ª edición, del cual, junto con su equipo, es autor Josep Oliver

Alonso, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona. En él se

vierten las declaraciones de Oliver sobre diferentes aspectos del estudio que en esta ocasión

trata del “Efecto llamada e inmigración: razones del choque inmigratorio e impacto en el

mercado de trabajo español 1995-2005”. Edición electrónica del informe en

http://www.manpower.es.

[20]: VILLENA, M. y GÓMEZ, F., op. cit. Cita en páginas 25-26 bajo epígrafe “3.4 Tipos de

ocupación”.

[21]: Solidaridad.net. 2005-02-09. http://www.solidaridad.net/noticias.php?not=2572.

17

[22]: VILLENA M. (2004) Demografía, mercado de trabajo y política de inmigración

accesible a texto completo en www.eumed.net/cursecon/libreria/

[23]: ALONSO PUJIULA, S., Inmigración y Ciudadanía en la España del Siglo XXI.

FACULTAD DE CC. POLÍTICAS Y SOCIOLOGÍA (UCM). Proyecto de investigación, p. 2.

http://www.nodo50.org/transformacion/proyectos/CIUDADANIA_E_INMIGRACION.doc

[24]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., “Codesarrollo: alternativa para la gestión de

Migraciones y Desarrollo. Apuntes para la reflexión y el debate”, p.6.

[25]: En declaraciones de Abdou Menebhi, Presidente del Centro EuroMediterráneo de

Migración y Desarrollo. VI Jornadas Universidad Agentes Sociales, sobre Migración y

Codesarrollo. Madrid el 20 de mayo de 2000 en la Universidad Pontificia de Comillas (Instituto

Universitario de Migraciones).

[26]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit., p.6.

[27]: ALONSO PUJIULA, S., op. cit., p.2.

[28]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit., p.7.

[29]: ALONSO PUJIULA, S., op. cit., p.2.

[30]: SAMI NAÏR, 10/12/97.

[31]: ALONSO PUJIULA, S., op.cit, p.2.

[32]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit, p.18.

[33]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit, p.17.

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Resumen

La migración internacional es parte de la globalización, todos los países desarrollados

han recibido un gran número de inmigrantes. España también ha recibido a alta cantidad

de nómadas. La población española era emigrante y ahora ella tiene que hacer frente a

este nuevo fenómeno, las sociedades desarrolladas van a tener que adaptarse a las

grandes afluencias de extranjeros. La migración ha sido a menudo una fuente de

tensiones entre culturas e incluso entre movimientos racistas y xenófobos. Un problema

político fundamental en España es la situación que hay en la frontera del sur, por donde

mucha gente intenta entrar en la UE desde África, arriesgando su vida y perdiéndola a

menudo.

Palabras clave

Globalización, desarrollo, subdesarrrollo, inmigración, trabajo.

Abstract

International migration is part of globalization, all developed countries have received

significant numbers of migrants. Spain have also received a high amount of migrants.

Spanish people were traditionally emigrants and now they have to face this new

phenomena, developed societies are going to have to face larger inflows of migrants.

Migration has often been a source of tensions among cultures and even racist and

xenophobic movements. A prominent political problem in Spain is the situation on the

Southern border, where many people try to enter the EU from Africa, risking their life

and often losing

Key words

Globalization, development, underdevelopment, immigration, work.