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La Lucha Por La Tierra-Paraguay

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ÍNDICEEl Informativo Mujer es

una publicación bimestraleditada por el ÁreaMujer del Centro de

Documentacióny Estudios (CDE)Año 16, N° 171,

setiembre/octubre 2004

Cerro Corá 1426 c/ Paí PérezCasilla de Correo: 2558Tels.: (595 21) 225 000

204 295Fax: (595 21) 213 246E-mail: [email protected]

[email protected]ón, Paraguay

Equipo Informativo Mujer

Line BareiroMargarita Elías

Myrian González VeraOfelia Martínez

Clyde SotoCarolina Thiede

Verónica Villalba M.

Responsables

Myrian González VeraVerónica Villalba M.

Asistente

Carolina Thiede

Colaboraron en este número

Maridí González PariniNelly Meza Ortega

Rocío OrtegaVerónica TorresHugo Valiente

Recortes de Prensa

Rafael Martínez

Diseño Gráfico y Tapa

Marta Giménez

Impresión

Ediciones y Arte

Tapa e ilustraciones

Piezas de cerámica de lasartesanas Juana Marta Rodas y

Julia Isídrez, fotografiadas porMarcos Benítez.

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LA MIRADAPolíticas para la igualdad: una propuesta desde el feminismo

PANORAMALos rostros de la inseguridad / Clyde Soto

La lucha por la tierra y la vida en el Díade la Mujer Rural / Mirtha Rodríguez, Verónica Villalba Morales

De frente, por la despenalización / Carolina Thiede Arias

PAE: una polémica a destiempo / Ofelia Martínez

Peregrina de mundos infinitos:Edith Jiménez 1918 2004 / Verónica Torres

Nuevos espacios de poder para lasmujeres coloradas / Myrian González Vera

INTERNACIONALESEl Nobel de la Paz 2004: Para la luchade las mujeres por un desarrollo sostenible,la democracia y la paz / Maridí González Parini

El triunfo de Tabaré Vázquez / Carolina Thiede Arias

APORTESProyecto de Ley de Protección en el Proceso Penala Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Violenciay Abuso Sexual / Nelly Meza Ortega

ACONTECIMIENTOS

ENTREVISTASCasimira Rodríguez: “Por miedo terminamos regalandonuestros beneficios” / Carolina Thiede Arias

VIOLENCIALa vida privada de Miguel Corrales,diputado en Paraguay / Hugo Valiente

TE RECOMENDAMOS

PIENSO QUE¡Qué pelada!... No parecer mujer / Rocío Ortega

PERSONAJESGeorge Sand

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Hace veinte años atrás era difícil imaginarnosque exista en Paraguay un organismo estatal dealto rango dedicado a planificar e implementarpolíticas públicas con perspectiva de equidadde género. Era imposible pensar que las deman-das por la igualdad entre mujeres y hombres –queen aquellos años eran reclamadas por pequeñosgrupos de mujeres que comenzaban a reflexionaracerca de la discriminación en la que vivían lasmujeres en Paraguay– se cumplirían, porque en-tonces estábamos en plena dictadura.

Pero el régimen militar y autoritario se acabó,Stroessner se fue, y los diversos grupos y orga-nizaciones sociales que abordaban distintos re-clamos, entre ellos los feministas y de mujeres,pudimos por fin ejercer nuestro derecho a ex-presarnos, con libertad y sin restricciones. Lademocracia llegó a nuestro país y las propues-tas por el reconocimiento de nuestros derechospara acabar con la discriminación que vivimoscomo mujeres fueron teniendo eco. Este proce-so en Paraguay no fue aislado, a nivel interna-cional las luchas del movimiento feminista ha-brían resurgido hacia 1975 con el Año Interna-cional de la Mujer y la Conferencia Mundial deNaciones Unidas, realizada en la ciudad de Méxi-co, así como también en el marco de la aproba-ción de la Convención sobre la Eliminación detodas las Formas de Discriminación contra laMujer (CEDAW) en 1979.

Como sucedió en Paraguay, en muchos otrospaíses alrededor del mundo los grupos feminis-tas trabajaron –aún lo seguimos haciendo– paraincidir en el Estado, exigiendo que éste incluyalas demandas de las mujeres en sus políticas, loque significaba incluir a la mitad de la poblacióndiscriminada y cambiar el pensamiento masculi-no y patriarcal por uno más democrático, equi-tativo e igualitario.

Así, la transición democrática paraguaya inicia-da en 1989 permitió que algunos de nuestrossueños se fueran cumpliendo, se aprobó la mo-dificación del Código Civil, se cambió la Consti-tución Nacional –que reconoce la igualdad en-tre mujeres y hombres y obliga al Estado a ge-nerar políticas que promuevan la igualdad y ter-

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minen con la discriminación de las mujeres–, secreó un organismo estatal responsable de pro-mover el protagonismo y la participación de lamujer en el ámbito de la vida política, cultural,familiar, laboral, y social que es la Secretaría dela Mujer. Posteriormente se crearon más ofici-nas de la mujer en varios niveles del Estado, enministerios, en municipios y gobernaciones, yse avanzó en la incorporación de programas yplanes de igualdad entre mujeres y hombres enesos ámbitos.

En este transitar las feministas hemos consegui-do importantes conquistas jurídicas para la igual-dad y la no discriminación; también la institucio-nalización de la perspectiva de género en el Es-tado ha sido un paso muy importante en estemarco. La interlocución con el Estado –una rela-ción difícil y compleja teniendo en cuenta la debi-lidad de las instituciones, los gobiernos corruptos,la inestabilidad de la democracia– ha tenido susventajas, ya que como sociedad civil pudimos de-sarrollar trabajos e implementar acciones conjun-tas que permitieron cambios en la vida de lasmujeres y los hombres en el Paraguay.

También en otros países de la región, los añosnoventa fueron tiempos de cambios y de esta-blecimiento de nuevas relaciones entre el movi-miento feminista con el Estado. Sin embargo,esta relación ha sido cuestionada por algunossectores del movimiento. En América Latina hansurgido feministas identificadas como las autó-nomas, que no ven como un logro la institucio-nalización de la perspectiva de género en el Es-tado, ya que piensan que no han modificado elsistema patriarcal, que éste sigue igual, a juzgarpor las palabras de Margarita Pisano, una de lasexponentes de esta corriente: “Las políticas diri-gidas hacia las mujeres se sustentan en los mis-mos fundamentos de siempre, dentro del espa-cio ralo, ajeno, sórdido, guerrero y más que ad-verso de la misoginia. Estas políticas no hanmovido un ápice la cultura masculinista, al con-

trario, gran parte del feminismo se sigue enten-diendo como parte de la masculinidad, jugandoel juego del poder desde una falsa y ajena legi-timidad. Desde este lugar se leen sus triunfos”1.Pero según nuestra experiencia en Paraguay,como feministas creemos que si bien las institu-ciones continúan siguiendo un modelo patriar-cal y masculinista, hemos conseguido que éstasasuman que ese modelo excluye a la mitad dela población y que por lo tanto no es democráti-co, que para serlo se debe cambiar y comenzara pensar en cómo incluir a las mujeres en suspolíticas, planes y programas. Así, por ejemplose ha puesto en vigencia ya dos planes de igual-dad entre mujeres y hombres, que si bien no hanconseguido “cambiar la estructura” del Estado, sir-vieron para instalar el tema de la igualdad en laagenda pública.

Las diferentes lecturas y posiciones en el movi-miento feminista con respecto a esa relacióncompleja con el Estado tiene que ser analizadacomo un proceso en el movimiento feministapues si bien en un momento dado existieronposiciones polarizadas, hoy podemos ver queexiste una gama de opiniones con respecto alas acciones y estrategias llevadas adelante.“...Son procesos complejos que, insistimos, con-llevan ambivalencias, incertidumbres, búsquedas,riesgos y no realidades univocas. Y son proce-sos no privativos de los movimientos feministas,pues responden también a los dramáticos y ace-lerados cambios que ha traído la globalización”2.

Y más allá del proceso interno del movimientofeminista –que deberá ir asumiendo posturas ynuevas determinaciones relacionadas con el Es-tado y las acciones dirigidas hacia la igualdad–hoy las mujeres vivimos una realidad diferente ymejor que hace muchos años. Hemos logradorebelarnos contra un sistema que nos oprimía, re-volucionamos y cambiamos nuestras sociedades,pero tenemos nuevos desafíos, relacionadas conel fortalecimiento de las instituciones democráti-cas y con la creación y el desarrollo de propuestasorientadas a un mundo con más justicia social ycon mayor equidad de género.

1 Margarita Pisano, El triunfo de la masculinidad, Fem-e-libros/Creatividad feminista, p-p. 27, 28, en http://www.creatividadfeminista.org/libros/gratis/pisano.pdf

2 Virginia Vargas, Los feminismos latinoamericanos en su tránsitoal nuevo milenio. (Una lectura político personal), en p.7.

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La inseguridad es un problema en alza en elParaguay. En el transcurso de septiembre y oc-tubre de 2004, varios sucesos delictivos hansacudido al país con brutalidad, poniendo enprimera plana los peligros que acechan a la vidade la gente en este país.

Primero fue el secuestro de Cecilia Cubas, unade las hijas de Raúl Cubas, el ex presidente dela República que ocupó su cargo por siete me-ses antes de renunciar en medio de la crisis demarzo de 1999. Mientras Cecilia aún permane-ce secuestrada, un niño de apenas 10 años deedad, Aníbal Amín Riquelme, también fue vícti-ma de un secuestro, esta vez con consecuen-cias fatales. El niño fue encontrado muerto lue-go de tres días del plagio, aparentemente debi-do a la mala administración de cloroformo porparte de los secuestradores. Otro joven de 17años también fue asesinado, en este caso porasaltantes de su hogar, quienes a sangre fría ledispararon tan sólo porque se atrevió a levantarla mirada, pese a que habían advertido a lasvíctimas que no observaran lo que hacían. Yapenas estamos refiriendo los casos más gra-ves y de mayor notoriedad pública en los últi-

mos dos meses, los más visibles debido a susderivaciones fatales, o a la cantidad de dineropuesta en juego, o a las personas afectadas,pertenecientes a los sectores económicamentemejor ubicados de la muy desigual sociedadparaguaya.

Es que no podíamos seguir soñando en Para-guay con mantenernos como la isla mediterrá-nea que fuimos durante tanto tiempo, mientrasque la industria del secuestro florece mundial-mente, sobre todo en países pobres y caóticoscomo el nuestro, en tanto el mundo se globaliza,o al menos regionaliza, hasta en las formas dedelinquir. Esto que pasa en Paraguay ya es cos-tumbre en Argentina y en Brasil desde hace lar-go tiempo. Si siempre hemos sido muy suscep-tibles a lo que pasa con nuestros grandes veci-nos, ¿por qué habríamos de permanecer indem-nes ante el flagelo de la delincuencia organiza-da? Sobre todo, ¿por qué si el Paraguay es unpaís incluso más pobre y más desigual que losdemás?, ¿por qué si, encima, la corrupción, elrobo y la desprotección de la gente han sido elpan de cada día desde hace ya tanto tiempo?

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La inseguridad ciudadana, ésa que ahora ocu-pa grandes planas del periódico, en realidad esya bastante vieja y desde hace tiempo que estámuy extendida. Eso lo saben quienes viven enlos barrios más populares de Asunción, víctimaspermanentes de los llamados “peajeros”. Tam-bién quienes viajan en ómnibus, donde los ro-bos son sencillamente parte del cotidiano. Enalgunos de estos barrios suceden permanente-mente “mini-secuestros”, sólo que no aparecenen los periódicos ni generan enormes moviliza-ciones.

Lo que pasa es que la delincuencia ha crecido yse ha expandido. Ha crecido en pretensiones,pues algunos de sus protagonistas pasan a so-ñar con un gran golpe, en vez de las pequeñasraterías que dejan ganancias mínimas. O quizásha ganado adeptos más calificados, nuevos ad-herentes que ven en la actividad delictiva unaforma rápida y fácil de dar un gran salto haciala riqueza. Se ha expandido en sus consecuen-cias, desde las bases de la pirámide social ha-cia sus cúspides, desde los mayoritarios secto-res empobrecidos e históricamente desprotegi-dos hacia los sectores privilegiados que nuncahabían tenido que preocuparse (al menos notanto, al menos no de esta manera) de su segu-ridad cotidiana. A la vez, se ha sofisticado, haadquirido nuevos métodos y se ha diversificado.Hoy existe delincuencia para todos los gustos,de todos los colores, de la chica y de la grande,para pobres y para ricos, se ha “democratiza-do”. Se trata de un mercado en expansión, conempresarios ocultos y con clientes forzados aconvertirse en tales. Pero, al fin y al cabo, clien-tes. La ciudadanía paraguaya se ha convertidoen clientela cautiva de la delincuencia.

Y lo que también pasa es que ahora, cuando lacosa va más allá de quienes siempre han esta-do desprotegidos, cuando la delincuencia sevuelve grandilocuente, aparatosa y pretenciosa,el problema pasa a ser un problema público,una preocupación para los gobernantes, unmotivo de grandes movilizaciones, una razónpara el grito al cielo. Recién allí estuvo la gotaque colmó el vaso. Y no está mal que se con-vierta por fin en un asunto público, ya que dealguna manera esto puede llevarnos a generar,de verdad, alternativas de solución. La pena esque para eso se haya requerido llegar a tantasvíctimas, que se haya dejado pasar tanto tiem-po, tanto que la insensibilidad o la desesperan-za ya se fue apoderando de gran parte de lapoblación.

Movilizaciones y demandas

La seguidilla de secuestros y muertes motivó lareacción ciudadana, con una serie de manifes-taciones convocadas por los colegios privadosa los que asistían dos de las víctimas menciona-das, con apoyo de varios sectores organizadosde la sociedad. Aunque las convocatorias fue-ron masivas, y pese a que el tema preocupa alconjunto de la ciudadanía, fue notoria la faltade presencia colectiva de varios sectores socia-les de envergadura. Posiblemente, aunque eltema preocupa y desespera a parte de la pobla-ción, todavía no se han configurado demandasque de verdad convoquen a todos los sectoresafectados por la inseguridad. Es también proba-ble que parte importante de la ciudadanía nose sienta convocada cuando un delito grave sa-cude a la opinión pública debido a la visibilidadde la víctima, dado que el pan de cada día sonotros muchos crímenes de los que nadie seentera o por los que nadie se moviliza.

Los reclamos hechos en las movilizaciones fue-ron diversos, pero la nota predominante –o almenos la que más espacios e impacto obtuvoen los medios– estuvo dada por los pedidos derestricción de las medidas sustitutivas a la pri-sión, de endurecimiento de las penas carcelariasy de reedición de la pena de muerte. Otras de-mandas fueron la puesta en marcha de un plande seguridad ciudadana y la depuración de laPolicía Nacional y de la Fiscalía. Más tibiamen-te, también se plantearon las cuestiones so-cioeconómicas que hacen de cimiento a loshechos delictivos y a la inseguridad, principal-mente la pobreza y la falta de opciones de vidadignas para una gran parte de la población.

Pedimos seguridad al Estadoporque es así como debería ser,pero cuando el Estado esgenerador de inseguridad, ¿aquién le pedimos y qué pedimos?

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Pero la resonancia de la “mano dura” ha sido lamás persistente y es muy probable que sea laque mayores adhesiones genera entre la pobla-ción. Incluso la pena de muerte, que en sí cons-tituye una inadmisible violación a los derechoshumanos, es traída a escena cada vez que seproduce un nuevo suceso de características es-pectaculares. Mucha gente cree que con unascuantas muertes selectivas se puede acabar elproblema, posiblemente sin recordar o sin quele preocupe el desastre en que puede resultarla pena máxima con un sistema de justicia tancorrupto e incompetente como el que tenemos.Ojalá no tengan ocasión de comprobar cuántaequivocación hay en esta idea.

Es que a primera vista la solución más fácil es lade la “mano dura”, aun cuando esté ampliamentedemostrado que no son las políticas de endure-cimiento de penas las más adecuadas para fre-nar el problema, dado su alto costo y su mani-fiesta ineficacia. La prevención cuesta menos yproduce mejores resultados, pero requiere demayor esfuerzo, de más coordinación entre acto-res, de más compromiso del gobierno, de un im-portante ejercicio prospectivo y de planificación.Da más trabajo, pero es más barata y es mejor.

Quién le pone el cascabel algato

Mientras la población se rasga las vestiduras porla creciente inseguridad y se demandan políti-cas y acciones a las autoridades, no podemosde pensar en otra de las cuestiones centralespara el tema: ¿dónde están los enemigos? ¿dón-de los amigos? La complicidad de policías condelincuentes no es cosa nueva en el Paraguay,pero en la medida en que crecen los hechosdelictivos también parece crecer esta ocultaalianza. Es un verdadero callejón sin salida: ne-cesitamos dar más recursos a la policía paracombatir la delincuencia, pero esto podría estarsignificando dar más recursos a los delincuen-tes. Y algo parecido pasa con la Fiscalía. Se re-quiere que actúe con firmeza y que produzcaresultados, pero no nos queda más que des-confiar de la limpieza del funcionariado público

ocupado en esta instancia. Y también pasa esocon el sistema penitenciario, y con tantas otrasinstancias estatales. Claro que, como siempre,hay honrosas excepciones, pero el conjunto dejamucho que desear.

Pedimos seguridad al Estado porque es así comodebería ser, pero cuando el Estado es genera-dor de inseguridad, ¿a quién le pedimos y quépedimos?

Para empezar a dar soluciones reales, el Para-guay tiene que perder la ilusión de que el pro-blema de la inseguridad será resuelto con unaspocas migajas o con remedos de políticas pú-blicas. Tiene que darse cuenta de que a la de-lincuencia se la debe perseguir en todos losfrentes. Tiene que relacionar al problema conlos demás flagelos que azotan al país y actuarcoordinadamente contra todos ellos. Tiene queconvencerse de que la pobreza y la inequidadson el mejor caldo de cultivo para la inseguri-dad, por lo que es necesario erradicarlas.

La seguridad humana significa mucho más quecárceles enormes o delincuentes eliminados. Sihablamos de seguridad ciudadana debemospensar en una vida libre de amenazas graves alos derechos de cada persona, libre del peligrode la extrema pobreza, libre de peligros inmi-nentes o eternamente presentes, libre de ries-gos para la libertad o para la vida. Sólo el con-junto de estos elementos puede dar cimientospara la construcción de una verdadera seguri-dad ciudadana, unos dependen de otros. Si nosdespreocupamos de alguno de ellos es muyposible que nunca tengamos los demás.

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dial de la alimentación, y las mujeres nos identi-ficamos con la alimentación de la familia, de lasociedad. El 12 de octubre es también el día delos excluidos y excluidas, y sabemos que la mujerestá excluida de la sociedad, y conjuntamentecon los compañeros y compañeras indígenasrecordamos eso. Aquí tenemos tres aconteci-mientos para recordar la lucha, porque éste noes un día de fiesta, sino es un día de lucha”.

La lucha principal de las mujeres campesinases el mejoramiento de sus condiciones de vida,ya que la pobreza en nuestro país se manifiestaprincipalmente en el campo, y se agrava cadadía. Dos millones 557 mil paraguayos/as vivenen condiciones de pobreza (46,4% de la pobla-ción total), es decir, que casi la mitad de la po-blación tiene al menos una Necesidad BásicaInsatisfecha (NBI)2. En el área rural, la pobrezaalcanza al 59,4% de sus habitantes, mientras

En conmemoración del Día Mundial de la Mu-jer Rural, que se recuerda el 15 de octubre, laCoordinadora Nacional de Mujeres Trabajado-ras Rurales e Indígenas (CONAMURI) realizó su3er. congreso nacional “Por la igualdad, la viday la soberanía”, en su local de la ciudad de Caa-guazú, los días 12 y 13 de octubre. Este tercercongreso constituye un avance importante den-tro del proceso de consolidación de CONAMURI,como organización de género y de clase quelucha contra la discriminación de la mujer y laexplotación de la clase trabajadora. Tiene ade-más la misión de seguir construyendo el espa-cio y la visibilidad de las mujeres que, aunquehistóricamente excluidas, siguen luchando parael desarrollo de nuestro país1.

En el congreso, según las organizadoras, tam-bién recordaron el Día Mundial de la Alimenta-ción y el inicio del genocidio de los pueblosindígenas. Julia Franco, secretaria de relacionesde la CONAMURI, comenta al respecto: “cadaaño estamos recordando este día internacionalde la mujer rural, y no solamente de la mujer,porque el 16 de octubre es también el día mun-

1 Invitación al 3er. Congreso de la Coordinadora Nacional deOrganizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas(CONAMURI), 4 de octubre de 2004.

2 Paraguay, Dirección General de Estadística, Encuestas yCensos (DGEEC), Condiciones de Vida de la PoblaciónParaguaya 2002, Fernando de la Mora, DGEEC Paraguay,julio de 2004, p. 11

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que en las zonas urbanas representa el 43,5%3,y un millón 198 mil viven en condiciones depobreza extrema (21,7% de la población total)4.

La dirigente de CONAMURI, Maggiorina Balbue-na, analiza la situación de las campesinas eneste contexto señalando que: “...tiene que lidiarcon situaciones de extrema pobreza. Las muje-res embarazadas no tienen atención médica,tanto ellas como sus hijos sufren de desnutri-ción, están sin vivienda, es terrible, esto no de-bería darse en un país con tantos recursos comoel nuestro...”(Última Hora, 23/09/04). Las mu-jeres sufren por un lado la ausencia del Estadoy la falta de políticas públicas eficaces que pro-muevan el ejercicio pleno de sus derechos so-ciales, económicos y culturales, y por otro ladiscriminación por ser mujer, ya que lo que ellaaporta a la economía familiar en su rol dereproductora (cuidando a los hijos/as, alimen-tando a la familia), y su rol de productora (en lahuerta familiar), sigue siendo subestimado einvisibilizado.

La lucha por la tierray sus conflictos

A la falta de infraestructura básica en salud,educación, caminos, agua potable, etc. que pa-decen los asentamientos y comunidades cam-pesinas y que impiden su desarrollo, se debeagregar el problema fundamental e histórico dela mala distribución de la tierra en Paraguay. Elúltimo censo agropecuario realizado en 1991,dice que 3.240 explotaciones (1,05%) disponende 18.358.260 hectáreas, lo que significa el 77%de las tierras de todo el país5. La tierra es traba-jo en el campo, tanto para hombres como paramujeres. La tierra que produce es la base de laeconomía y la cultura campesina, sin ella el sec-tor campesino es condenado a su extinción. Porello, las organizaciones campesinas, entre ellasla CONAMURI, basan su propuesta en una Re-forma Agraria que concibe al hombre y a la mujerdel campo en un contexto social y cultural noexcluyente y con un orden social igualitario, don-de sean posibles idénticas oportunidades paratodos y todas6.

Para lograr que sus demandas y propuestas seanescuchadas y tenidas en cuenta, las organiza-ciones campesinas desarrollaron una serie deestrategias de presión al Estado. Es así que losconflictos por la tierra, las medidas de fuerza,

las movilizaciones y cierres de ruta trajeron con-sigo innumerables represiones que alcanzaronfundamentalmente a campesinos y campesinasde las organizaciones regionales, nacionales odistritales. Desde la apertura democrática en1989 hasta nuestros días, han muerto 86 cam-pesinos, entre ellos dos mujeres, en diferentescircunstancias pero con el denominador comúndel reclamo de sus reivindicaciones7. Pero estalucha es la que ha servido también para quemuchas familias campesinas tengan acceso ala tierra, pues el Gobierno, al verse presionado adar soluciones, en muchos casos ha expropia-do las tierras ocupadas8.

Cantidad de conflictosen la lucha por la tierra9

Años Cantidad de casos1989 871990 591991 44De 1992 a 1999 Entre 15 y 37

En los últimos años la cantidad de conflictos seha elevado, en el 2003 hubo 51 conflictos detierra, y a agosto de 2004 ya se registraron 94casos. La situación recrudeció en los meses desetiembre y octubre cuando se registraron másde 70 conflictos; en este tiempo se realizaronocupaciones masivas a instancias del FrenteNacional de Lucha por la Soberanía y la Vida,articulación conformada por varias organizacio-nes campesinas con el fin de reclamar al go-bierno de Nicanor Duarte Frutos que impulseun plan de distribución de tierras y reforma agra-ria, entre otros puntos.

Este Frente Nacional de Lucha por la Soberaníay la Vida, que se constituyó el 3 de julio de2004 en un congreso realizado en la capital, sepropone “proteger los bienes nacionales que lepertenecen al pueblo” y exigir la reactivacióneconómica y productiva del país. Es un espacio

3 Paraguay DGEEC, Principales resultados del Censo 2002.Vivienda y Población, Asunción, DGEEC Paraguay, agostode 2003, p. 67

4 Paraguay, DGEEC, op. cit., 2004, p. 135 Paraguay, Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Censo

Agropecuario 1991, Asunción, MAG, 1993.6 Centro de Documentación y Estudios (CDE), Informativo

Campesino, Nº 192, p. 3.7 CDE, La lucha campesina 1990-2004, Asunción, CDE,

diciembre de 2004, p. 16-17.8 Para más información ver Riquelme, Quintín, Los sin tierra

en Paraguay. Conflictos agrarios y movimiento campesino,Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales(CLACSO), septiembre de 2003, p. 190.

9 Íbidem, Riquelme, Quintín, p. 29.

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de unidad de diferentes sectores populares cons-tituidos para luchar contra las medidas neolibe-rales del actual gobierno y por la soberanía. Entrelas organizaciones que apoyan la iniciativa es-tán la Organización Nacional Campesina (ONAC),la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica(CUT - A), la Plenaria Popular Permanente, la MesaCoordinadora Nacional de Organizaciones Cam-pesinas (MCNOC) y la CONAMURI, entre otras(Última Hora, 4/07/04).

Las mujeres rurales y sulucha

La CONAMURI ha sido protagonista en esta lu-cha presentando demandas específicas al Es-tado paraguayo y visualizando las reivindicacio-nes de las mujeres rurales. Uno de sus logrosha sido el reconocimiento en el Estatuto Agra-rio para promover el acceso de las mujeres a latierra: “Artículo 2º (inc. b)... promover el acceso

10 Declaración política del 3º Congreso de la CoordinadoraNacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Ruralese Indígenas (CONAMURI).

de la mujer a la propiedad de la tierra, garanti-zando su arraigo a través del acceso al título depropiedad, al crédito y al apoyo técnico oportu-no”. Sin embargo, sus integrantes aún no venque esta ley se haya hecho efectiva, ya que noexisten acciones encaradas por el Estado parasu cumplimiento. Por ello, la CONAMURI ha in-corporado dentro de sus reivindicaciones el acce-so de la mujer a la tierra y ha estructurado unaSecretaría de Sintierras, para presentar a travésde ésta la demanda específica al Gobierno.

Entre los diversos puntos abordados en este ter-cer congreso de la CONAMURI, las mujerescampesinas presentes evaluan la actual situa-ción rural, concluyendo que “en el Paraguay si-gue vigente y más agresivo que nunca el mode-lo de desarrollo agroexportador y latifundista ex-cluyente, contaminante, degradante, devastadory destructivo de la comunidad, generando unproceso de genocidio campesino e indígena ennombre del progreso, de la integración, la glo-balización y de la modernización”10. Cambiar estemodelo es el fin principal de esta organización,que con su trabajo se ha convertido en una delas voceras más visibles de las mujeres ruralesdel Paraguay.

Mujeres rurales ennúmeros • La cifra de mujeres rurales, en su mayoría agri-

cultoras, es de 1,6 billones, más de un cuartode la población mundial.

• Las mujeres producen en promedio más dela mitad de todo el alimento que se cultivaen el mundo: más del 80% en África, 60%en Asia, entre 30% y 40% en América Lati-na y los países occidentales.

• Las mujeres sólo tienen la propiedad del 2%de la tierra y reciben sólo el 1% de créditosdestinados a la agricultura.

• La mujer contribuye al ingreso del hogar a tra-vés de la huerta familiar, de la producción do-méstica y artesanal y del trabajo asalariado.

• En los últimos decenios, el número de muje-res de las zonas rurales que viven en la po-breza absoluta ha aumentado en un 50%,en comparación con el 30% en el caso delos hombres.

Fuente: http://www.manuela.org.pe/mujerrural/introduccion.htm

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En septiembre de 2004 tuvo lugar la semanade actividades por la despenalización del abor-to en Paraguay, sin dudas, un rotundo avanceen el tema, consecuencia de años de debatesinternos en el movimiento feminista, del trabajode organizaciones sociales a nivel regional einternacional y de la decisión de la Coordina-ción de Mujeres del Paraguay (CMP), tomada yaen el año 2001, de ser punto focal de la Campa-ña 28 de septiembre “Por la despenalización delaborto en América Latina y el Caribe”.

La necesidad de hacerlo

No es el primer intento de generar debate sobrela problemática del aborto desde una perspecti-va feminista, sin embargo, es la primera pro-puesta de debate público con difusión amplia,alianzas estratégicas y argumentos consolida-dos a favor de la despenalización. Con la con-ciencia de que el tema continúa siendo tabú yconflictivo, la CMP decidió presentar la propuestade despenalización del aborto de forma clara,aunque todavía sin un proyecto de modificaciónlegal concreto.

En Paraguay, ni siquiera las cifras sobre abortoclandestino son fiables debido al registro limita-do y, precisamente, a la penalización de estapráctica. Sólo en el año 2003 se registraron 37muertes causadas por abortos, según los datosdel Ministerio de Salud Pública y Bienestar So-cial (MSPBS), institución que llegó a admitir unsubregistro posible de más del 50% de los ca-sos. La realidad se agrava para las mujeres cuan-do incluso la atención médica se “penaliza” enla práctica. Se han denunciado casos de actua-ciones inhumanas en servicios de salud, en losque los médicos y el personal hospitalario noaceptan a mujeres que llegan con síntomas dehaberse provocado un aborto, y si lo hacen, lasmaltratan y hasta las amenazan con denunciar-las ante la Fiscalía.

La alarma en materia de salud pública es visiblesólo para algunos sectores informados del plan-tel del Ministerio, que, conscientes de la grave-dad del problema, intentan fortalecer programasenfocados a sostener y ampliar la planificaciónfamiliar y evitar embarazos no deseados a tra-vés del uso de las Pastillas de Anticoncepciónde Emergencia (PAE). Sin embargo, estas medi-das no resultan efectivas, dado el nivel de des-información reinante en el personal encargadode tratar con los/las pacientes, y ni hablar delaltísimo número de mujeres que no acceden al

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sistema de salud pública y/o no utilizan algúnmétodo anticonceptivo. Principalmente en elinterior del país, encontramos que la distribu-ción de anticonceptivos regulares y de emer-gencia no es eficaz, y que muchos centros desalud están totalmente desabastecidos en loreferente a los insumos y carecen de personalmédico capacitado para asesorar a quienes losolicitan.

El camino recorrido

Aparentemente, el primer debate público (o es-cándalo) se generó con la propuesta del artícu-lo 4 hecha por la Comisión Redactora al plena-rio de la Convención Nacional Constituyente, enabril de 1992. El texto, vigente hoy en la CartaMagna, dice en parte: “El derecho a la vida esinherente a la persona humana. Se garantiza suprotección, en general, desde la concepción”1.La frase “en general” desató la controversia, avi-vada por personas ligadas a la iglesia católica yalgunos periodistas, que igualaron el artículoconstitucional con la posibilidad inmediata deaprobar una ley de aborto sin restricciones enel Paraguay, con todo el horror que para algu-nos fundamentalistas la idea de la legalizaciónsignificaba y sigue significando. A pesar de la

resistencia, laConstitución in-cluyó derechosfundamentales,como el “De laPlanificación Fa-miliar y de la Sa-lud Materno In-fantil” (ar tículo61), cuyo ejerciciose pelea cada añoen el insuficientePresupuesto Ge-neral de Gastos,

donde los políticos siguen ignorando los derechossexuales y reproductivos de las mujeres del país,al no disponer de los recursos necesarios para losprogramas ejecutados por el MSPBS.

Sin embargo, la avanzada conservadora conti-nuó afianzando a fuerza de silencios impuestosy mentiras en voz alta un discurso maniqueoque plantea el debate como “pro vidas” frente a“feministas abortistas”. El diálogo abierto y sen-sato sobre el tema fue difícil y casi imposibledurante muchos años. Prueba de ello fue el epi-sodio que rodeó la aprobación del nuevo Códi-go Penal Paraguayo, en 1997.

Con una movilización de sectores católicosmucho más efectiva que la de las mujeres orga-nizadas que en ese momento estaban dispues-tas a presentar una postura a favor de la despe-nalización, la larga discusión sobre el nuevoCódigo incluyó momentos de mucha tensión yla posibilidad de trabar todo el proceso, vitalpara el avance de la democracia paraguaya, acosta de evitar la despenalización del aborto eincluso con la intención de incluir penas másseveras para las mujeres y médicos.

El nuevo Código finalmente resultó, en general,beneficioso para las mujeres en aspectosimpostergables, como el reconocimiento de quelos delitos y crímenes sexuales afectan a la au-tonomía de las personas, la introducción de lafigura de la coacción sexual, que amplió el res-tringido concepto de violación, la introducciónde la figura del acoso sexual, la consideraciónespecífica del abuso sexual de niños/as y delincesto y la consideración del proxenetismo, larufianería y la trata de personas. Además, la eli-minación de casi todas las referencias a la honrafemenina vinculada con su vida sexual (salvo laque quedó intacta en el capítulo referido a la pe-nalización del aborto), la penalización del incum-plimiento del deber legal alimentario y la conside-ración específica de la violencia familiar2.

Grandes avances para la igualdad, pero sin ro-zar siquiera la cuestión del aborto. Los artículos349, 350, 351 y 352 del Código Penal vigentedesde 1998 son los únicos sin modificación al-

1 Soto, Clyde, “Contra el aborto: simplifiquemos la realidad”,en Informativo Mujer, Año IV, Nº 38, Centro de Documenta-ción y Estudios (CDE), Asunción, abril de 1992, p. 7.

2 Centro de Documentación y Estudios (CDE) Área Mujer, “Fasefinal para un esperado Código” en Informativo Mujer, Año 9,Nº 99, CDE, Asunción, mayo de 1997, pp. 4-6.

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guna, y su contenido actual correspon-de al del anterior Código Penal, sancio-nado en el año 1914. La oportunidadde apuntalar con mayor fuerza las pro-puestas legislativas que incluían, al me-nos en uno de los casos, la ampliación delas razones de despenalización, no pudo ser.El Código Penal propuesto por la Fiscalía Ge-neral de entonces incluía, además de la necesi-dad de salvar la vida o la salud de la mujer, laposibilidad de realizar un aborto cuando la em-barazada fuera menor de 15 años, cuando elembarazo sea producto de un hecho antiju-rídico (coacción sexual o violación), cuandoexista probabilidad de que el niño/a una veznacido sea afectado por serias discapacida-des físicas o psíquicas, y cuando la continua-ción del embarazo pusiera en serio peligro elcuidado debido por la mujer embarazada a susotros hijos.

Los primeros pasos

El Colectivo 25 de noviembre, organización fe-minista paraguaya, fue pionero en la realizaciónde pequeños actos y acciones relacionadas conel 28 de septiembre, Día por la Despenalizacióndel Aborto en América Latina y el Caribe. En1999, se simbolizó con flores y velas a las milesde mujeres que fallecieron a causa de abortosclandestinos e insalubres, y fueron desplegadoscarteles con leyendas sobre el tema3, y en el2000, ya considerado el tema como demandade varios sectores de mujeres organizadas y defeministas, se consignaron varios programas ra-diales, televisivos y artículos periodísticos referi-dos a la necesidad de despenalizar la prácticadel aborto en el Paraguay. Fueron nuevamentelas compañeras del Colectivo 25 de Noviembrequienes distribuyeron frente al Palacio de Justiciaun manifiesto llamado “Las mujeres no abortansolas”, denunciando la penalización del abortocomo un problema de salud pública que discrimi-na a las mujeres, sobre todo a las más pobres4.

En el año 2001, integrantes de la CMP par-ticiparon del encuentro “Aborto en América La-tina y el Caribe. Derechos de las mujeres frentea la coyuntura mundial”, realizado en Río deJaneiro, donde fueron invitadas a trabajar comopunto focal de la Campaña 28 de Septiembreen el Paraguay. Temporalmente, el Centro de Do-cumentación y Estudios (CDE) asumió la res-ponsabilidad hasta que la CMP tomara en con-senso la decisión de integrarse a la movida re-gional por la despenalización. Ya al año siguien-te, la CMP realizó actividades a nivel nacionalcon relación a la Campaña, a través de una es-trategia de incidencia en medios de comunica-ción con resultados positivos, además de untaller interno sobre las implicancias legales y mé-dicas del aborto en Paraguay. La versión para-guaya de la Campaña ya estaba en marcha.

2004: Objetivos cumplidos yalianzas estratégicas

Este año la reactivación del equipo de trabajo“Campaña 28 de septiembre” significó la mate-rialización de la Semana de actividades por laDespenalización del Aborto. Con la marca de lapérdida irreparable de Carolina Roa –integranteactiva del equipo– durante la tragedia del YcuáBolaños, logramos nuestros objetivos: propiciarel debate interno y la apropiación por parte delas organizaciones de la CMP acerca de los ob-jetivos de la Campaña, sus actividades regiona-les, sus logros y sus desafíos; visibilizar la Cam-paña ante la opinión pública nacional y desarro-llar el debate local sobre la despenalización delaborto, y posicionar al Paraguay como país acti-3 Clyde Soto, “Penalización del aborto: diferencia de penas”

en Mujer/Fempress , Nº 217, Fempress – Red deComunicación Alternativa de la Mujer, Santiago, diciembrede 1999, p. 9.

4 Clyde Soto, “Sociedades abortivas” en Informativo Mujer,Año 12, Nº 139, Centro de Documentación y Estudios (CDE),Asunción, septiembre de 2000, pp. 7-9.

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vo en la Campaña a través de la CMPcomo punto focal, participando en losdebates, las definiciones y las activi-dades regionales.

Las organizaciones que integran la CMP opta-ron por visualizar su apoyo a la iniciativa de for-ma específica, colocando sus logos en los ma-teriales de difusión. Además, contamos con elapoyo de la Campaña por la Convención de losDerechos Sexuales y los Derechos Reproducti-vos, el Comité de América Latina y el Caribepara la Defensa de los Derechos de la Mujer(CLADEM - Paraguay), la Federación Nacionalde Estudiantes Secundarios (FENAES) y el Insti-tuto de Estudios Comparados en Ciencias Pe-nales y Sociales (INECIP). No cabe duda de queesto significa algo muy importante: ya no es untema que convoca sólo a feministas. Hoy, la des-penalización del aborto está en el debate inter-no e inclusive en la agenda de varias organiza-ciones sociales.

Claramente, queda mucho por hacer cuando deconvocatoria se trata. Los paneles aún reúnenpequeñas cantidades de personas, en su mayo-ría mujeres vinculadas al feminismo, y quedapendiente contar con la presencia de mujeres yhombres líderes de otros sectores sociales.

Sin embargo, la nómina y calidad de activida-des realizadas dan cuenta de las alianzas logra-das. Desde un conversatorio con jóvenes y unespacio de cine-debate, hasta la realización deun Estudio Abierto con la radio FM Trinidad,pasando por diferentes paneles debate: “¿Hastadónde lo legal es justo?. Aborto, penalización ymedios de comunicación”, “Aborto, una reali-dad: Rompamos el silencio”, “Aborto, aspectos

médico-legales”,“La penalizacióndel aborto: Unproblema para lasmujeres, para la

salud pública y parala sociedad paraguaya”.

La clausura contó con la pre-sencia de la compañera uruguaya LilianAbracinskas, de Mujer y Salud en Uruguay(MYSU), quien compartió “La experiencia uru-guaya en la lucha por el derecho al aborto”.

A todo esto le agregamos la colaboración deactivistas sociales, profesionales médicos, abo-gados/as, sociólogos/as y periodistas, que par-ticiparon en la construcción del diálogo sobredespenalización del aborto. La descentralizaciónde nuestras actividades es digna de ser resalta-da, ya que la organización Kuña Róga propicióen Encarnación fuertes debates sobre el tema.Y claro, también avanzamos en la difusión, quecontó con gente comprometida, que, aun des-de medios de comunicación masivos, intentamostrar las voces de la igualdad de género.

Cabe esperar que de ahora en más, cada añosumará personas y colectivos a esta iniciativa.Eso se puede asegurar, porque la cruel realidadde la mortalidad materna en Paraguay nos obli-ga a seguir trabajando, y nos muestra la urgen-cia de alcanzar soluciones que no discriminen.Por la vida de las mujeres, sigamos hablandode aborto.

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El 31 de agosto pasado la Conferencia Episco-pal Paraguaya (CEP) emitió un comunicado con-denando la venta libre y el uso de la pastillaanticonceptiva de emergencia (PAE), calificán-dola de abortiva y exhortando al gobierno a re-visar su posición sobre la libre comercializaciónen todas las farmacias del país y la distribucióngratuita en los centros de salud (ABC Color,1/09/2004).

Al ser consultados por la prensa, altos funciona-rios del Ministerio de Salud Pública y BienestarSocial (MSPBS) informaron que la pastilla secomercializa libremente en Paraguay desde 1998y que es política de salud sexual y reproductivaincluso desde antes de serlo en países comoMéxico, Argentina o Chile. Paraguay incluyó estemétodo anticonceptivo en su manual de proce-dimientos de salud sexual y reproductiva sieteaños atrás, según afirmaron. Por su parte, laCoordinación de Mujeres del Paraguay (CMP)reafirmó el derecho de las mujeres y felicitó alMinisterio de Salud por sostener una política eneste sentido. Recordemos que la ConstituciónNacional en su artículo 61 garantiza el derecho

de las personas a decidir libre y responsable-mente el número y la frecuencia del nacimientode sus hijos, así como a recibir orientación cien-tífica y servicios adecuados en la materia.

Exponentes de la iglesia católica manifestaronque la información se ocultó “a propósito” parainundar el mercado y generar una demanda quedespués impida retirar el producto. El doctorHugo Arellano, director de Programas de Saluddel MSPBS, admitió que “se prefirió mantenerun perfil bajo para evitar conflictos. El problemafueron los tabúes religiosos en algunos segmen-tos del Ministerio. Era mucho el miedo contrauna estructura muy grande como la Iglesia Ca-tólica”, afirmó entre otras cosas.

Tarde o temprano, que haya debate siempre esbueno, pues contribuye a la difusión y a la in-formación. Debido justamente a esta políticaencubierta que sostuvo el Ministerio nunca huboun debate a nivel local, y no sólo eso, nadie seenteraba de su existencia. De hecho, el consu-mo de la PAE en Paraguay es el más bajo regis-trado en toda Latinoamérica, se podría inclusohablar de desidia en la implementación de esta

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1 Roa, Angélica y Sánchez, Livia, “La mujer y la salud” enInforme No Gubernamental: Implementación de la Plataformade Beijing en Paraguay 1995 – 2000, Asunción, Coordinaciónde Mujeres del Paraguay (CMP), 2001, pp. 62-63.

2 Soto, Clyde, El aborto como causa de muerte en mujeresdel Paraguay 2003, Asunción, Centro de Documentación yEstudios (CDE), 2004, p. 6.

política. Sabemos por ejemplo que desde no-viembre de 2001 hasta la fecha el MSPBS harecibido en concepto de donación del Fondode Población de las Naciones Unidas (UNFPA)unos 40 mil comprimidos, de los cuales sólo hadistribuido cinco mil. O sea que, por más inclui-da que la anticoncepción de emergencia hayaestado en el manual de procedimientos de sa-lud sexual y reproductiva del ministerio, las mu-jeres poco y nada han accedido a ella. Esto noes otra cosa que la reproducción a nivel localde lo que sucede con la PAE a nivel mundial,por algo ha sido denominada “el secreto mejorguardado de la gineco-obstetricia”. Mientras tan-to, quienes necesitaron el método lo obtuvierono no, dependiendo del criterio personal del agen-te de salud que le tocara en suerte. Es más, essabido que durante la administración de la doc-tora Carmen Frutos de Almada, designada comoministra de salud por Raúl Cubas Grau en 1998,se reprimieron los programas de promoción ydifusión de la salud sexual y reproductiva. Losprogramas de sexualidad de las y los adoles-centes y los de planificación familiar quedaronrelegados, y los materiales de difusión sobreanticoncepción fueron sacados de circulación,poniéndose énfasis en la promoción de losmétodos naturales1.

Con relación a lo antedicho no está demás re-cordar que el año pasado, sólo según los regis-tros del MSPBS (lo que significa que la cifra esmínima), murieron 150 mujeres por causas rela-cionadas al embarazo, parto y puerperio, sien-do estas causas totalmente prevenibles. De las150 muertes registradas, al menos 37 sucedie-ron como consecuencia de abortos, de las cua-les sólo una fue anotada como aborto espontá-neo2. Es decir, se trata de mujeres que murieronintentando interrumpir embarazos no deseados.La mayor incidencia de estos casos se da enadolescentes de 15 a 19 años, todas ellas hoyestarían con vida de haber accedido a un méto-do efectivo de prevención del embarazo, lláme-se PAE, DIU o lo que fuera. Es cuestión de infor-mación y de acceso, y es también responsabili-dad del Estado.

Hoy, el objetivo del MSPBS en cuanto a estapolítica es aumentar a corto plazo el uso de laspastillas de anticoncepción de emergencia, muypoco conocidas en Paraguay. En los serviciosde salud pública se tiene el Postinor 2, que esgratuito y no está en venta en las farmacias. Lasde venta libre en las farmacias son las marcasPronta, Inmediat N y Control N . El componentede todas ellas es el Levonorgestrel (0,75 mg.),medicamento perteneciente al grupo de lasprogestinas, usado para prevenir el embarazodespués de haber tenido relaciones sexuales sinprotección hasta 72 horas después, y que nodebe usarse en lugar de los anticonceptivos co-munes porque carece de la misma efectividad.

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Además, se está trabajando en un protocolo parala atención de víctimas de abuso sexual. La ideaes que en estos casos se puedan prevenir nosólo los embarazos sino también la transmisiónde Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), in-cluyendo el VIH/SIDA. El Protocolo incluiría elsuministro de la PAE, de antibióticos para evitarlas ITS e incluso de antirretrovirales para preve-nir el VIH/SIDA, lo que a decir verdad suenademasiado ambicioso, ya que ni siquiera laspersonas que viven con VIH/SIDA tienen acce-so pleno a los medicamentos. Pero ojalá seapruebe y se implemente. La primera versiónde este protocolo fue elaborada en un taller or-ganizado por la Sociedad Paraguaya deGinecología y Obstetricia y la Facultad de Cien-cias Médicas de la UNA, en base al Protocolode atención a víctimas de violencia sexual delHospital de la Policía, que es actualmente la úni-ca institución de salud que utiliza un patrón parala atención de estos casos.

Finalmente, cabe destacar la reacción del Mi-nisterio de Salud ante este intento de la jerar-quía de la iglesia católica de sacar de circula-ción la PAE, la cual es altamente favorable ymarca un nuevo rumbo en su accionar en estecampo. Autoridades de dicha cartera en decla-raciones a la prensa señalaron que están velan-do “por el cumplimiento de la Constitución Na-cional que obliga al Estado a facilitar educacióny métodos de planificación familiar; la píldoraes un derecho de la mujer y pese a que la igle-sia rechace su uso seguirá utilizándose en to-dos los servicios de salud sexual y reproducti-va”. Que así sea.

Hoy, el objetivo del MSPBS encuanto a esta política esaumentar a corto plazo el usode las pastillas deanticoncepción de emergencia,muy poco conocidas enParaguay.

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“Peregrina de mundos infini-tos... peregrina de estrellas yarco iris”, así se definió EdithJiménez en San Pablo en1959. Desde el 7 de octubrepasado, esta gran artista –Pre-mio Internacional de la XIIIBienal de San Pablo (el másimportante galardón otorgadoa una paraguaya hasta la fecha)–transita alguno de esos cielos infi-nitos que pintó en vida con tanta pasión.

En su último trayecto pudo haber recordado loslugares de su obra y de su alegría: su cortejo sedetuvo unos minutos frente al Centro de Estu-dios Brasileros, donde ejerció la docencia des-de 1960, inicialmente junto a su maestro LivioAbramo y en los últimos años con la colabora-ción de Carlo Spatuzza. Por su invalorable apor-te artístico y docente, el gobierno del Brasil lacondecoró en 1997 con la Orden de Río Branco.

Edith comenzó sus estudios de arte en 1943,en la Academia del maestro Jaime Bestard yasistió a los cursos del prestigioso Ateneo para-

guayo. Años después integróun extraordinario grupo de ar-tistas con Josefina Plá, Lilí delMónico y Olga Blinder, inicia-doras del grupo Arte Nuevoen 1954, a las que se suma-ron muy pronto Edith, JoséLaterza Parodi y otros. Luego

combinó su trabajo de graba-do, acuarela y óleo con la do-

cencia: sus alumnos/as recuerdansu gran vitalidad y el estilo personalizado y res-petuoso de su enseñanza. Pintó y enseñó hastasus últimos días, transmitiendo esa arraigadacreencia de que el arte debía “comunicar a losdemás lo que tengo dentro, lo que no cabe den-tro de mí. Es espiritualidad, de ser humano a serhumano”.

Sería imposible, en un breve y emocionado co-mentario, reflejar el extenso currículum de unade las mayores artistas paraguayas del siglo XX,o listar sus innumerables premios y exposicio-nes. Quiero recordarla de mis tiempos de traba-jo en Galerías de Arte, donde tuve el privilegiode conocerla. Edith era tranquila, amable, deuna gran generosidad. Desmintiendo el lugar

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común que pesa sobre hombres y mujeres delarte, ella detestaba la figuración. Transitaba supropio mundo alejada de esa farándula con queel mercado recibe al trabajo artístico.

Durante su larga internación y después de sumuerte, el público de arte se volcó a recorrergalerías en busca de sus obras. Como siempre,las más solicitadas fueron sus óleos de paisajesy de las lavanderas. Ese direccionamiento de lademanda es propio del mercado asunceno, quebusca en los cuadros “algo que se entienda”, deser posible, un retrato verosímil de la realidad.Esos grandes grabados, con los cuales se desta-có a nivel latinoamericano y en los que desplegótoda la fuerza de su potencia creadora, aún espe-ran ser valorizados por el público paraguayo.

Su maestro Livio Abramo, más bien parco enelogios, nos dejó un bello retrato suyo: “EdithJiménez, segura de sí misma, continúa afinan-do su obra artística, siempre ambicionando al-canzar más. Su instinto de pintora se completade la manera más feliz con su estilo propio de

grabar, que en las actuales estampas nos da,como resultado plástico y artístico, una serie detrabajos que ciertamente representan uno delos momentos más felices de la obra de estanotable artista paraguaya. Forma y color estántan bien amalgamados que constituyen, en ver-dad, la cualidad estética por excelencia en es-tas estampas de Edith, quien, con esta demos-tración más de capacidad artística, se coloca enlugar destacado en el grabado del continente.”

Actualmente la mayoría de sus obras están pre-servadas gracias a Carlo Spatuzza, GabrielaZuccolillo y Javier Rodríguez, quienes en 2001recopilaron toda su obra gráfica en un catálogo,organizando una gran retrospectiva en el Cen-tro Cultural de la Embajada de Brasil. Espera-mos que, a diferencia de tantos artistas falleci-dos cuyas obras dispersas en colecciones priva-das carecen de registros, la polifacética laborde Edith Jiménez no quede en el olvido.

Edith sostuvo en una ocasión: “Admiro a la per-sona más por su ética que por su sabiduría. Laspersonas con cualidades humanas brillan másque una estrella”. Esta cita es ciertamente apli-cable a su vida, marcada por la bondad, jalonadapor la docencia honesta y el trabajo riguroso.Su obra tendrá siempre esa tranquila belleza quebrilla con luz propia.

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Mujeres afiliadas a la Asociación Nacional Re-publicana (ANR - Partido Colorado) participaronde las primeras elecciones directas, realizadasel 24 de octubre de 2004, para elegir a las au-toridades del Comité Central de la Mujer y delos comités locales de mujeres de todas lasseccionales coloradas del país. En un marco demucha movilización y proselitismo, estas elec-ciones marcaron una nueva forma de protago-nismo político de las mujeres en un ambientetradicional y masculino por excelencia, comoson los partidos políticos.

Para las políticas coloradas es auspicioso con-tar con este nuevo espacio que les permitiráejercer más ampliamente su ciudadanía, tenermayor visibilidad en el ámbito político partida-rio y sobre todo, proyectarse hacia el poder pú-blico en mayor número disputando a sus com-pañeros hombres las senadurías, las diputacio-nes, las gobernaciones, y por qué no, inclusopara ir caminando hacia el sillón presidencialde la República.

Pero llegar a estas elecciones fue difícil para lascoloradas. En el proceso surgieron fuertes ten-siones entre importantes mujeres líderes delpartido, como Nicasia Solaeche, presidenta dela Comisión de la Mujer –organismo de la Juntade Gobierno de la ANR– y Lilian Samaniego,secretaria política del partido. En esta lucha depoderes ganó ampliamente la segunda, quienlogró que se realicen las elecciones este año,fue electa presidenta del nuevo organismo, y depremio obtuvo una banca en el Senado.

El primer paso ganado:convocar a elecciones esteaño

El conflicto entre las coloradas surgió a raíz deque el grupo liderado por Nicasia Solaeche tra-tó de impedir la convocatoria a elecciones deautoridades del Comité Central de la Mujer, es-tablecidas para este año. Ante esta actitud, elsector de Lilian Samaniego exigió el cumplimien-to de los plazos previstos establecidos en el PlanEstratégico de la ANR. En dicho plan se habíadecidido impulsar el cumplimiento del estatutopartidario en sus artículos 72, 73 y 74, que re-

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fieren a la organización y participación de lasmujeres afiliadas al partido1. La lucha internaduró más de seis meses, tiempo en el que semovilizaron todas las fuerzas –liderazgo, padri-nazgo y parentesco– que tenían ambos grupospara inclinar la balanza a su favor.

Los argumentos a favor y en contra de realizarlas elecciones este año iban y venían. Quienesestaban en contra señalaban que no era mo-mento para distraer a la población con una elec-ción más, que las condiciones económicas nopermitían gastos innecesarios, y que era mejorunir estas elecciones con las internas partida-rias que se realizarían en el año 2006. Por suparte, quienes decían que había que cumplircon los plazos establecidos, lo hacían fundamen-tando que siempre habría motivos que justifi-quen la oposición a una participación de lasmujeres que permita la elección directa de susautoridades, y que ciertamente generaría unespacio de confrontación de ideas y posturas,pero sobre todo permitiría que los cargos esténocupados por líderes reconocidas en el partido.

Pero detrás de estos argumentos afloraba otroproblema: la disputa de poderes entre mujeresque ocupaban cargos por cercanía o parentes-co y entre quienes se consideran líderes de lar-ga trayectoria y reconocimiento partidario, unasocupando la Comisión de la Mujer, cuya presi-dencia es designada por la Junta de Gobierno,y otras tratando de ganar el Comité Central dela Mujer, cuyas autoridades deben ser electaspor voto directo y universal. Nicasia Solaecheresponde al grupo “nicanorista” del parti-do, que apoya al presidente de la Repú-blica y, aparentemente, no tenía mu-cho respaldo ni reconocimiento en-tre las mujeres líderes del partido,en tanto Lilian Samaniego osten-ta un liderazgo de larga data, supadre es presidente en la seccio-nal de su comunidad desde la

época stronista, y además, es respaldada porotra importante líder colorada, Cristina Muñoz,anterior ministra de la Mujer.

Lilian Samaniego demostró su poder al lograrque los principales dirigentes del partido la apo-yaran en su postura y consiguió que las eleccio-nes se realizaran en los plazos previstos. ParaNicasia Solaeche, esta primera derrota derivóen otra: su renuncia a la Comisión de la Mujerde la Junta de Gobierno, unos días antes de laselecciones.

Prácticas tradicionales en unpaisaje electoral novedoso

Estas primeras elecciones directas de mujeresen el partido centenario y oficialista mostraronun paisaje llamativo: mujeres políticas eran lasprotagonistas principales de unos comicios quese presentaban reñidos en todo el Paraguay.Nombres de mujeres pintaban las murallas dela capital y del interior de país, pasacalles y afi-ches instando al voto por Lilian, Susana, Merce-des, Blanca, etc. y sloganes diversos llenaban lavista de quienes diariamente transitan las ca-lles. Por primera vez se estaba viviendo una cam-paña electoral teñida de mujer a nivel nacional,donde las mujeres jugaban el juego político aligual que los hombres, algunas incluso hacien-do gala del uso de recursos del Estado, ofre-

ciendo cargos, comprando votos y concien-cias, en fin, haciendo una campaña políti-ca prebendaria, semejante a tantas contien-das electorales del Paraguay.

Por supuesto que no todas las candida-tas tuvieron acciones similares, peroabundaron las denuncias de deshones-tidad, autoritarismo y prebendarismodurante la campaña electoral y despuésde las elecciones. Pero ¿por qué debe-rían ser diferentes estas elecciones? ¿Por-que era una elección de mujeres? Justa-mente las ideas esencialistas estuvieronen lucha en estas primeras elecciones de

mujeres coloradas, porque ni todas fueronbuenas, sumisas, abnegadas, ni todas fue-

ron honestas ni transparentes. Ciertamente pri-mó la participación política tradicional de lasmujeres, pues si bien hubo muchas “militantespor sí mismas”, estaban también las “hijas ohermanas de”, “esposas de”2, que se creían due-ñas del cargo en disputa por una cuestión deherencia familiar, pero el impulso de las dirigen-

1 Para mayor información sobre este conflicto,véase la entrevista “Elecciones de mujerescoloradas: el debate” realizada por CarolinaThiede Arias, en Informativo Mujer, Año 16, N°168, marzo/abril 2004, pp. 29-34.

2 Line Bareiro describe las distintas formas de participaciónde las mujeres en política, y una de ellas se refiere a la“influencia a través de la inserción familiar y la vinculaciónafectiva con hombres con poder”, en Las recién llegadas.Mujer y participación política, (Documento de Trabajo N°46) Asunción, Centro de Documentación y Estudios (CDE),1996, p. 19.

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tes que propiciaron y pelearon por la realizaciónde estas elecciones muestra que cada vez conmayor fuerza las mujeres disputan espacios quesirven para generar nuevos liderazgos.

Unas veinte políticas reconocidas de la oposi-ción que fueron invitadas por el TEP para parti-cipar como observadoras de las elecciones,destacaron la trascendencia de estos comiciospor constituirse en un hito y porque permitiránuna mayor visibilidad política de las mujeres anivel nacional. Una de ellas, Edda de los Ríos,dirigente liberal de larga trayectoria en la políti-ca, señaló que las elecciones de las coloradassirven de ejemplo a los demás partidos, porque“siempre se dice de las mujeres que nosotrasqueremos gobernar por decreto, que pedimoscuotas, que pedimos participación, que nos con-cedan, y aquí estamos eligiendo… a nuestras pro-pias autoridades” (La Nación, 25/10/04).

Las ideas de igualdad degénero en la campañacolorada

La participación de las mujeres en estas elec-ciones coloradas tuvo un amplio destaque enlos medios de comunicación, pero lastimosa-mente poco es lo que se ha relevado en térmi-nos de las acciones que podrían impulsar losnuevos comités de mujeres en el Partido Colo-rado. No obstante, hay indicios de que las prin-cipales dirigentes coloradas buscan ganar terre-no en el espectro político afianzando la luchapor la igualdad entre hombres y mujeres.

Lilian Samaniego, única candidata para presidirla Comisión Central de la Mujer, adoptó comoslogan de su campaña “Avanzar hacia la igual-dad”, siendo el principal eje de su discurso lanecesidad de trabajar por un mayor protagonis-mo de las mujeres, no sólo de su partido, sinode otras nucleaciones políticas. Durante su cam-paña criticó a la dirigencia de su partido por noreconocer el trabajo que realizan las mujeres quehoy son el “oxígeno del partido”, y afirmó queestas elecciones permitirán “legitimar y consoli-

dar” a las dirigentes (La Nación 20/09/04). Se-ñaló además que era urgente trabajar por uncambio cultural porque todavía hay mujeres desu partido que ignoran la “trascendencia” deesta contienda electoral. Ya en el cierre de sucampaña repudió la violencia contra la mujer, almanifestar que “vivimos en un Paraguay injusto,donde resulta que ahora pegar a una mujer esuna cuestión de ética, que sólo merece unasanción disciplinaria y suspensión de pago desalario. Pero no, golpear a una mujer es un deli-to y debe ser penado”, refiriéndose al caso deldiputado Miguel Corrales, quien había golpea-do a su pareja y que fue denunciado por la fa-milia de ésta3.

Una vez terminadas las elecciones, la flamantepresidenta destacó el alto nivel de participaciónde las mujeres, criticando una vez más a la diri-gencia partidaria que “subestimó” a las mujeresal no habilitar la cantidad de boletines de votosnecesarios. Agregó que los resultados demos-traron el valor, el coraje y la convicción de lasmujeres, “y a partir de hoy tendrán que interpre-tar así esta conquista… Empezamos un caminosin retorno para lograr la igualdad entre los hom-bres y las mujeres”, concluyó victoriosa LilianSamaniego (Última Hora, 25/10/04).

El posicionamiento asumido por la principal di-rigente colorada de la actualidad con respectoa la situación de las mujeres permite suponerque desde la Comisión Central de la Mujer setrabajará para ampliar la participación políticade las mujeres. La tarea no será fácil, pues debelidiar con una estructura partidaria autoritaria,conservadora y patriarcal, y si bien los discur-sos son auspiciosos, habrá que esperar si éstosse convierten en realidad. De todas maneras, elhecho de que cuenten con una cuota de parti-cipación del 33% ya es un buen inicio.

Participación femenina ennúmeros

Según el Tribunal Electoral Partidario (TEP), es-taban habilitadas para votar 590.862 mujeres yse inscribieron 15.727 candidatas para los 1.123cargos en disputa (ABC, 24/10/04). Hubo unaparticipación del 40%, cantidad que sobrepasólas expectativas y que incluso ocasionó inconve-nientes porque se imprimieron menos boletinesde voto, razón por la cual el TEP tuvo que autori-zar el uso de fotocopias de dichos boletines.

3 Hugo Valiente presenta un artículo sobre el tema en laspáginas 36 al 39 de este Informativo.

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4 La Cámara de Diputados cuenta con 80 integrantes y en laCámara Alta son 45.

5 Cámara de Senadores de la República del Paraguay, 2004.Currículum Vital de Lilian Graciela Samaniego González, [enlínea] en <http://www.senado.gov.py/curriculum/lilian_samaniego.php> [enero 2005]

Del millón seiscientos mil afiliados y afiliadasque dice tener el Partido Colorado, casi el 40%son mujeres, y los estatutos partidarios estable-cen un 33% de cuota de participación femeni-na en las elecciones. Sin embargo, este por-centaje no se ha cumplido en las últimas elec-ciones. Una de las primeras acciones de lanovel Comisión Central de la Mujer, segúnsu presidenta, será tratar de dar cumplimien-to a dicha norma.

Las mujeres coloradas han tenido siempreun importante trabajo dentro del partido, sinembargo, hasta ahora son pocas las que hanaccedido a cargos de relevancia, y son me-nos aún las que logran una banca en el Po-der Legislativo4. De las cinco senadoras, dosson coloradas y sólo una de las ocho diputadases del partido oficialista. En el Poder Ejecutivo,de los diez ministerios que existen, dos estánocupados por mujeres coloradas (en Educacióny Cultura y en Relaciones Exteriores). Tambiénhay tres coloradas en secretarías que tienen ran-go de ministras (la Secretaría de la Mujer, laSecretaría de Turismo y la Secretaría de AcciónSocial), y dos viceministras en Educación y Cul-tura y en Salud Pública. Además, la única mujerintegrante de la Corte Suprema de Justicia estambién colorada.

La presidenta recibe depremio una banca en elSenado

La primera presidenta de la Comisión Centralde la Mujer Colorada es una líder de muchopoder en el partido. Es la primera mujer queocupa la Secretaría Política de la Junta de Go-bierno. Desde muy joven militó en la seccionalcolorada de su barrio, donde su padre es presi-dente desde épocas de la dictadura stronista.Sin embargo, como funcionaria pública ha sidoobjeto de sumarios por supuestos hechos decorrupción cuando trabajaba en el Instituto dePrevisión Social, aunque nunca fue hallada cul-pable, según algunos, gracias al poder que ejer-ce en el seno del partido.

Ocupó cargos de relevancia en el partido, sien-do apoderada de distintos movimientos inter-nos e incluso fue apoderada del Partido Colora-do en las elecciones generales del 20035. Fueelecta cuarta senadora suplente, y actualmente,mediante algunas movidas realizadas en su par-

tido, ocupa una bancaen el Senado, casi al

mismo tiempo de serelecta titular de laComisión Centralde la Mujer.

Lilian Samanie-go ejerce unfuerte liderazgopartidario y des-de la asunción deNicanor Duar teFrutos a la presi-dencia de la Repú-

blica, manifestó du-ras críticas a su ges-

tión, y se supone queéste prefirió tenerla de su

lado y mantenerla “a raya”,por lo cual se dispuso a ubi-

carla en el Senado. Para lograr suobjetivo, Duarte Frutos ofreció al sena-

dor Nelson Argaña la embajada en España ydesplazó a los dos suplentes que estaban antesde Lilian. Argaña debía ser reemplazado por Ro-berto González, quien sólo se presentó ante laCámara de Senadores para jurar y solicitar per-miso para continuar en su cargo de ministro deDefensa. El que seguía en la lista tuvo que con-formarse con aceptar otro cargo, con lo cual Lilianencontró el camino allanado para llegar al Sena-do, meta que se había propuesto desde hacía tiem-po, según las informaciones periodísticas.

Estas maniobras son típicas en el Partido Colo-rado, se reparten cargos según los intereses crea-dos y todos y todas aceptan las reglas de juego.Hoy es Lilian quien ha sido beneficiada. Quizámañana, cuando los dirigentes crean que ya nopuede molestar, sea ella la desplazada. Pero has-ta ahora esta dirigente ha demostrado saber cómose juega en el campo político y probablementesabrá, en el momento oportuno, cuáles piezasdebe mover para continuar siendo una mujer quemaneja con habilidad los hilos del poder.

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Maridí González Parini

El Premio Nobel de la Paz de este año fue con-cedido a la keniana Wangari Maathai. Ella tiene64 años y fue la primera mujer de África Occi-dental que logró un doctorado universitario enBiología, la primera profesora en Anatomía Vete-rinaria y decana de su facultad en la Universi-dad de Nairobi. Es también la primera africanagalardonada con el Premio Nobel de la Paz.Maathai se dio a conocer por su compromisocontra la deforestación en Kenia, ha luchadocontra la persecución de políticos opositores, larepresión de la libertad de expresión y contra lacorrupción. Desde hace dos años, cuando laoposición ganó en Kenia las elecciones, es dipu-tada y viceministra de Medio Ambiente. Antes,desde una asociación, y ahora desde su cargopúblico continúa trabajando por un medio am-biente mejor y un país en el que los derechoshumanos sean una realidad para todos y todas.

El Nobel de la Paz2004: Para la lucha de las

mujeres por undesarrollo sostenible,la democracia y la paz

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Fundó el Movimiento Cinturón Verde en 1977,que trabaja por el desarrollo comunitario y laprotección medioambiental. Inició su trabajo conuna llamada a agricultores y agricultoras (casitodas mujeres) para que plantaran cinturones deárboles con el objetivo de frenar la erosión delsuelo y garantizar de esta manera la subsisten-cia del medio ambiente. Desde entonces se hanplantado millones de árboles y los cinturonesverdes se han extendido a otros países africa-nos; además de su trabajo en favor del medioambiente, Maathai a desarrollado iniciativas quegeneren ingresos a las mujeres kenianas. Pormedio de la educación en planificación familiary nutrición, además de la lucha contra la corrup-ción, el Movimiento Cinturón Verde ha sentadolos cimientos para un desarrollo a nivel popular.

Según las expresiones del comité noruego delPremio Nobel, “Maathai es una fuerte voz queanima a las fuerzas que en África promueven lapaz y mejores condiciones de vida. La paz en la

tierra depende de nuestra capacidad para ga-rantizar la supervivencia de nuestro medio am-biente... Y Maathai se ha situado al frente de lalucha para promover el desarrollo cultural, eco-nómico y social ecológicamente viable en Keniay en África, ha adoptado un enfoque global deldesarrollo sostenible que comprende la demo-cracia, los derechos humanos y los derechos delas mujeres en particular, ella piensa globalmentey actúa localmente. Representa un ejemplo yuna fuente de inspiración para todos los que enÁfrica luchan por el desarrollo sostenible, la de-mocracia y la paz”1.

El trabajo de Maathai demuestra cómo una ini-ciativa local puede expandirse a nivel mundial,su experiencia es un claro ejemplo de cómo unmovimiento local fue expandiéndose no sólo enKenia, sino en toda África y el mundo, por haberpodido captar el problema real y plantear solu-ciones para que las personas se concienticen,se eduquen, se sientan parte de este problemay actúen asegurando su subsistencia y prote-giendo el medio ambiente, con el fin de lograruna mejor calidad de vida, un país más demo-crático y la tan ansiada paz en el mundo.

1 Comité Noruego del Premio Nobel, “Wangari Maathai - Pre-mio Nobel de la Paz 2004”, Nota de prensa, en Paz y Con-fl ictos – Universia Solidaridad [en línea] <http://solidaridad.universia.es/paz_conflictos/premio_nobel_§paz_2004_wangari_maathai.htm>, Oslo, 8 de octubre de2004 [consulta: enero de 2005].

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El triunfo deTabaré Vázquez

1 “Uruguay: Tabaré Vazquez promete investigar los crímenesde la dictadura” [en línea] <http://www.elargentino.com/news.php?nid=345>, 14 de febrero de 2004 [consulta: enerode 2005].

2 “Paridad en el Ejecutivo, reclaman feministas uruguayas” enMujeresHoy [en línea] <http://www.mujereshoy.com/secciones/2371.shtml> septiembre de 2004 [consulta: enerode 2005].

3 MujeresHoy, Ídem.

En su tercer intento, Tabaré Ramón Vázquez lle-gó a la presidencia del Uruguay, desplazandopor primera vez en la historia de ese país a lospartidos Colorado y Blanco. Liderando una coa-lición heterogénea de partidos y grupos políti-cos formada este año y denominada EncuentroProgresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría (EP-FA-NM), el oncólogo y político uruguayo obtuvo el30 de octubre pasado el 50,45 % de los votosemitidos. Tabaré fue intendente de la capital uru-guaya, Montevideo, y con este triunfo es el pri-mer presidente de izquierda del Uruguay.

Vázquez asumirá como primer mandatario delúnico país en el mundo que derrotó las privati-zaciones en consulta popular (en el plebiscitode fines de 1992) el 1º de marzo de 2005. Lasexpectativas sobre su gestión obviamente sonnumerosas, y están referidas principalmente ala reducción de la pobreza en el país, a travésdel incremento de la ayuda social para los sec-tores mas carenciados de la población. El eje desu campaña electoral fueron las fuertes prome-

sas de honestidad y transparencia en sugestión, aunque también incluyó, entreotros temas, compromisos relacionadoscon la investigación de “qué pasó concada uno de los uruguayos que desapa-recieron durante la última dictadura”1.

Las mujeres frente a laselecciones

Las uruguayas en general y las organizacionesde mujeres y feministas participaron activamen-te de la gesta electoral a través de diferentesespacios. Uno de éstos fue la Iniciativa 50/50,impulsada por la organización no gubernamen-tal Cotidiano Mujer.

Paridad en el Ejecutivo fue el reclamo de lasfeministas que apoyaron la campaña, junto amujeres integrantes del gobierno municipal deMontevideo, del Parlamento y de la Unidad deDerechos de las Ciudadanas del Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría. El 6 deseptiembre se presentó esta plataforma, cuyoobjetivo es lograr un 50% de mujeres en losministerios del próximo gobierno nacional y encargos ejecutivos2. El lanzamiento contó con lapresencia de feministas uruguayas y del conti-nente, incluida la paraguaya Line Bareiro, quienayudó a fundamentar la propuesta, presentadacomo una “nueva estrategia frente al fracaso delproyecto de ley de cuotificación de los cargosde elección popular”3.

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4 Villar, Isabel. “Uruguay: Cobertura electoral en masculino” enMujeresHoy [en línea]<http://www.mujereshoy.com/secciones/2555.shtml>, noviembre de 2004 [consulta: enerode 2005]

5 Villar, Isabel, “Uruguayas reclaman coherencia con Estadolaico” en MujeresHoy [en línea] <http://www.muje-reshoy.com/secciones/2734.shtml>, enero de 2005 [con-sulta: enero de 2005].

6 Dossier, Cotidiano Mujer, Montevideo, mayo de 2004.

No obstante el protagonismo femenino, la notaresaltada por periodistas feministas fue la co-bertura electoral “en masculino” realizada porlos medios masivos de comunicación. A pesarde ser el 52 por ciento de la población urugua-ya, los principales diarios montevideanos del 1ºde noviembre no mostraron más mujeres quelas esposas y madres de los candidatos hom-bres4. Esa forma de representar a las mujeres, omejor, de no mostrarlas, es lamentablementehabitual en los periódicos masivos.

La promesa que faltó

Una de las principales expectativas desde el fe-minismo uruguayo frente al gobierno de TabaréVázquez es la reacción, y acción, del mandata-rio frente a la posibilidad de legalización del abor-to en Uruguay. El debate sobre el cambio legis-lativo quedó este año nuevamente sin definición,por lo que volverá a tratarse en el Congreso uru-guayo, y cabe esperar, en el marco de un go-bierno progresista y de izquierda, que el Ejecuti-vo apoye la propuesta.

Sin embargo, los antecedentes de la presiden-cia uruguaya no son los más promisorios, ya quecomo consecuencia de una promesa electoraldel anterior presidente, Jorge Batlle, tuvo lugarel retraso más grave que sufrió la despenaliza-ción del aborto en Uruguay. El mandatario encuestión se había comprometido con la UniónCívica a no admitir durante su gestión la liberali-zación del aborto. Cuando finalmente llegó alSenado el proyecto de Ley de Defensa de la SaludReproductiva –luego de aprobarse en la Cámarade Diputados el 10 de diciembre de 2002– unode los tres votos faltantes para la aprobación fueel del vicepresidente en funciones, Luis Hierro Ló-pez, quien esgrimió esta condicionante para justi-ficar su rechazo a la iniciativa5.

Aparentemente, el panorama actual tampoco esauspicioso, dado que Tabaré Vázquez ya hizopública su oposición al aborto legal y seguropara las uruguayas. Sólo queda esperar, y traba-jar, para que de una vez por todas sea la opiniónde la mayoría –un 63% de la población urugua-ya encuestada se declara a favor de la ley deDefensa de la Salud Reproductiva6– la que deci-da en democracia y por la igualdad.

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Aportes

Nelly Meza Ortega*

denuncias por coacción sexualque recibió la Policía Nacionalde enero a octubre de 2004,el 73% del total de casos co-rresponde a adolescentes y ni-ñas menores de 17 años1.

A pesar de la evidente grave-dad de la situación, existe ac-tualmente un vacío legal enmateria de protección a las víc-timas, con relación a los dañosque pudieran ser ocasionadospor los procedimientos dirigidosa sancionar a los victimarios, y

paradójicamente a restituir losderechos de las personas afec-tadas. Como consecuencia deesta situación, se verifican en losprocesos penales constantes si-tuaciones de violación de losderechos fundamentales de ni-ñas y niños, en los que éstos/asson víctimas de hechos puniblescontra la integridad física, hechospunibles contra menores o con-tra la autonomía sexual. Anteestas circunstancias se presen-ta un dilema que confronta ladinámica del procedimientopenal, imprescindible para lasanción del agresor, con la pro-tección de la víctima, siendo sa-crificada esta última en aras delas necesidades del procedi-miento establecido en la norma.

La violencia sexual es, lamenta-blemente, parte cotidiana de larealidad de la niñez paraguaya,siendo la familia uno de losámbitos donde ocurre con ma-yor frecuencia. Estos episodiosde violencia sexual son escasa-mente denunciados, dada ladificultad de romper con lospreconceptos sociales que es-tigmatizan a las víctimas y ge-neran inclusive sentimientos deculpa en ellas. Atendiendo sólolos casos denunciados, los da-tos muestran que son las muje-res, las niñas, los niños y ado-lescentes los más vulnerables ala violencia sexual: de las 250

* Coordinadora de la organización BaseEducativa y Comunitaria de Apoyo(BECA).

1 González Vera, Myrian y Martínez, Ofelia,“Igualdad y no discriminación: discursoversus realidad”, en Informe DerechosHumanos en Paraguay 2004, Asunción,Coordinadora de Derechos Humanosdel Paraguay (CODEHUPY), diciembrede 2004, p. 129.

Proyecto de Ley de Protección

en el Proceso Penal a Niñas,Niños y Adolescentes Víctimas deViolencia y Abuso Sexual

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• Cursos de formación y cam-pañas de información parala Policía Nacional, la Fisca-lía, autoridades jurisdicciona-les y personal de los demásservicios públicos implicados.

• Medidas destinadas a pro-teger la intimidad y el ano-nimato de las víctimas y lostestigos, estableciéndosecomo requisito indispensa-ble del procedimiento la se-paración de las víctimas conrelación a los delincuentes.

• Sanciones a los responsa-bles de publicaciones queproporcionen informaciónrespecto a las víctimas cuan-do éstas son niñas, niños oadolescentes.

• Obligatoriedad de informa-ción a las víctimas sobre susderechos y su proceso, elresultado de cada fase delmismo y el papel que le to-cará desempeñar en el pro-cedimiento en su carácterde víctima. Esta informaciónse proporcionará a las niñas,niños y adolescentes de con-formidad a su edad y desa-rrollo y en su caso a los pa-dres o responsables, comoasí también al denunciante.

Para revertir esta realidad, des-de la organización Base Educa-tiva y Comunitaria de Apoyo(BECA) impulsamos actualmen-te la aprobación del “Proyectode Ley de Protección en el Pro-ceso Penal a Niñas, Niños yAdolescentes Víctimas de Vio-lencia y Abuso Sexual”, queapunta a establecer reglas cla-ras que armonicen la prácticaforense con el marco normati-vo de protección de derechos,para que los operadores del sis-tema penal actúen desde la pri-mera intervención respetandolos principios orientadores de laprotección integral del niño, niñay adolescente, y la prevalenciade su interés superior. En con-secuencia, el proyecto respon-de a la necesidad de perfilar elprocedimiento para el tratamien-to forense de las víctimas me-nores de edad de hechos puni-bles relacionados con la violen-cia, y específicamente con la

violencia sexual, y en este sen-tido incorpora novedosas pau-tas extraídas de la experienciaadquirida por nuestra organiza-ción y por otras afines durantevarios años de trabajo, de reco-mendaciones de organismosinternacionales especializados yde experiencias legislativas deotros países.

Las pautas incorporadasal procedimientodiseñado en el proyectoson las siguientes:

• Garantías en cuanto al res-peto de la dignidad de lasniñas, niños y adolescentesvíctimas del delito y recono-cimiento efectivo de sus de-rechos.

• Reconocimiento en carácterde víctimas a las familias delas víctimas y de las perso-nas que están a cargo de lasvíctimas.

• Ayuda material, sanitaria,psicológica y social, comoderecho de las víctimas.

• Establecimiento de mecanis-mos específicos de protec-ción para aquellos menoresde edad que carezcan detutor.

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Aportes

El anteproyecto de ley se ela-boró en el año 2003 y estuvoa cargo del Equipo Técnico deBECA, compuesto por NormaBenítez, Margarita Rehnfeldt,Nelly Meza, Celeste Houdín,Silvana Barba y Carolina Jimé-nez, con la asesoría técnica delas abogadas Teresa Martínezy Lourdes Barboza.

Con el objetivo de sumar alia-dos a la iniciativa e incluir laexperiencia de los distintos gru-pos que trabajan por los dere-chos de la infancia y la adoles-cencia, se impulsó un procesoparticipativo de validación deeste anteproyecto. Numerosasinstituciones de la capital y delinterior del país ligadas al tema,tanto del sector público comodel sector civil, participaron delas jornadas de consulta.

• Reglas específicas para losinterrogatorios de niños, ni-ñas y adolescentes, como laobligación de grabarlos envideo, de forma que éstosno se vean compelidos a en-frentar más de una vez estatraumática experiencia.

• Acceso inmediato de las víc-timas a los mecanismos dela justicia y pronta repara-ción del daño sufrido, deconformidad a la legislación.

• Mecanismos judiciales y ad-ministrativos que permitana las víctimas obtener repa-ración mediante procedi-mientos oficiales u oficiososque sean expeditos, justos,poco costosos y accesibles.

• Procedimientos judiciales yadministrativos adecuadospara responder a las nece-sidades de las víctimas.

• Asistencia apropiada a lasvíctimas durante el procesojudicial.

• Medidas dirigidas a minimi-zar las molestias causadasa las víctimas, a proteger suintimidad en caso necesa-rio, y a garantizar su seguri-dad, así como la de sus fa-miliares y la de los testigosen su favor, contra todo actode intimidación y represalia.

Finalmente, el “Proyecto de Leyde Protección en el procesoPenal a Niñas, Niños y Adoles-centes Víctimas de Violencia yAbuso sexual” fue presentadopor el senador del Partido PaísSolidario (PPS) Carlos Filizzolael 8 de setiembre de 2004, enla Cámara de Senadores. Pos-teriormente el proyecto fue de-rivado para su estudio a las si-guientes comisiones del Sena-do de la Nación: De Equidad,Género y Desarrollo Social; deSalud Pública; de Legislación,Codificación, Justicia y Traba-jo; y de Derechos Humanos.

Creemos que es de suma im-portancia seguir trabajandopara que este proyecto se con-vierta en ley, de modo a lograrque niñas, niños y adolescen-tes víctimas de hechos puniblesno sigan siendo revictimizadosy tengan la garantía de acce-der a procesos respetuosos detodos sus derechos.

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aconteciMientos

Foro contra la discriminaciónen Ciudad del Este

En el marco del convenio firmado entre la Comisión deEquidad, Género y Desarrollo Social de la Cámara de Sena-dores, la Comisión de Equidad Social y Género de la Cáma-ra de Diputados, la Comisión de Derechos Humanos y Asun-tos Indígenas de la Cámara de Diputados, el Centro deDocumentación y Estudios (CDE) y el Fondo de Poblaciónde las Naciones Unidas (UNFPA), se realizó el 1º de octu-bre, en la salón auditorio de la Gobernación del Alto Paranáen Ciudad del Este, el “Foro contra todo tipo de discrimina-ción”, donde fueron expositores/as Line Bareiro y HugoValiente, del CDE, la diputada Rosa Merlo Drews y la sena-dora Mirtha Vergara de Franco.

Diagnostican situacióndel tráfico de personasLa Comisión de Equidad y Género de laJunta Municipal de Asunción realizó losdías 1 y 2 de octubre en el Centro Para-guayo Japonés la jornada de diálogo so-bre “Tráfico de personas con fines de ex-plotación sexual”, con el objetivo de ela-borar un diagnóstico sobre el tema.

Convocan al Premio“Medalla Serafina Dávalos”En el marco de la celebración del 40º aniversariode su fundación, la comisión directiva de la Aso-ciación de Abogadas del Paraguay (ADAP) realizóel 2 de septiembre el acto de convocatoria delpremio “Medalla Serafina Dávalos”, en el Salón Au-ditorio del Palacio de Justicia.

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aconteciMientos

Falleció la artistaEdith JiménezTras varias semanas de permanecerinternada en terapia intensiva, fallecióel 7 de octubre la artista plástica EdithJiménez. El Viceministerio de Culturadeclaró el 8 “duelo cultural” y propi-ció el velatorio de la artista en el edi-ficio del Cabildo.

Mujeres marchan por ladignidad, la igualdad y lasoberaníaEn conmemoración al Día de la Resistenciade los Pueblos Originarios de América, alDía Mundial de la Mujer Rural e Indígena yal Día Mundial de la Alimentación, se reali-zó el 13 de octubre en la ciudad de Ca-aguazú la “Marcha por la Dignidad, la Igual-dad, la Vida y la Soberanía”, convocada porla Coordinadora Nacional de Mujeres Tra-bajadoras Rurales e Indígenas (CONAMURI),la Organización Nacional de Aborígenes In-dependientes (ONAI), la Plenaria PopularPermanente y el Frente Nacional de Luchapor la Vida y la Soberanía.

Proponen nueva ley del SIDACon el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia(UNICEF), la Fundación Vencer realizó el 9 de octubre en el HotelSanto Domingo un taller para analizar la propuesta de un antepro-yecto de ley del SIDA, con el objetivo de consensuar con las orga-nizaciones civiles, instituciones del Estado y organismos de coope-ración una propuesta de modificación de la legislación vigente so-bre el tema.

Aniversario de la Redde Mujeres PolíticasEn ocasión del 11º aniversario de su fundación, la Red deMujeres Políticas (RMP) organizó el 13 de octubre en el Con-greso Nacional un panel debate sobre la reforma de la leyelectoral y homenajeó a las ex presidentas de la Red. La colo-rada Lilian Samaniego habló sobre la mujer en los espacios depoder, ante la presencia de líderes de bancada de la Cámarade Diputados e integrantes de la RMP.

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Casimira Rodríguez es secretaria general de laConfederación Latinoamericana y Caribeña deTrabajadoras del Hogar (CONLACTRAHO), orga-nización conformada en marzo de 1988 duran-te el “Primer Encuentro Latinoamericano y delCaribe de Trabajadoras del Hogar”, realizado enBogotá, Colombia. En su país, Bolivia, Casimirafue inicialmente integrante de la Organizaciónde Trabajadoras Domésticas de Cochabamba, yha sido electa dos veces secretaria general de laFederación Nacional de Trabajadoras Domésticas.

En el marco de su gestión, visitó nuestro país ymantuvo con el Informativo Mujer la siguientecharla.

¿Cómo fue el proceso que te llevó a ser lídersindical y representante internacional de las tra-bajadoras del hogar?

Casimira: Yo empecé a trabajar a los trece añosde edad, soy quetchua y vengo de una provin-cia bien chiquita de la ciudad de Cochabamba.Mis primeros trabajos en la ciudad fueron gratis,llegué a una situación de mucha explotacióncomo niña trabajadora del hogar. Cuando unamigra sola a la ciudad está muy desprotegidapara lidiar con un entorno desconocido y la gen-te aprovecha para explotarla, para someterla. Conel apoyo de mi madre, yo logré reaccionar y vol-ver a mi comunidad, más tarde retorné nueva-mente a la ciudad, pero en este retorno encon-tré trabajo en una casa. La casa era bastantedifícil, porque había mucha discriminación, conbuen sueldo y de eso no me quejo, pero sola-mente órdenes, mucha discriminación comomujer, como niña, como adolescente. Estas co-sas te van marcando la vida y en algún momen-to dices “basta, ya no me gusta”, y una empieza

a rechazar todo, las órdenes, tener que limpiar,el control de la señora de la casa... Fue en esemomento cuando encontré a una compañeraque me invitó a la organización, que entoncesera todavía un grupo en la ciudad de Cocha-bamba. Me dijeron que era para tomar clases decorte y confección, entonces yo dije: “claro quequiero tomar clases”, y luego me explican una vezahí que existía la posibilidad de formar una organi-zación sindical de las trabajadoras del hogar.

Si bien en ese momento no me convencí deltodo, logré quedarme en el grupo y la primeracosa que me conmovió mucho y me dio fuerzafue que compartimos un té con las compañe-ras, un té muy comunitario donde si no alcanza-ba un pan para cada una lo partíamos en cuatroy comíamos todas. Esa parte de la comunidadme hizo tomar fuerza y seguí asistiendo, aun-que mi interés principal seguían siendo las cla-ses de corte más que el sindicalismo. Tambiénme ayudaron mucho los talleres de educaciónpopular, donde nos hacían ver entre juego y jue-go la realidad que vivíamos las trabajadoras, yeso me permitió ver como una luz, y entoncesentendí perfectamente cómo era la situación quevivíamos las trabajadoras del hogar y me entróuna fiebre de sindicalismo, de transmitir a lascompañeras lo que yo estaba comprendiendo.

Una anécdota es que yo barría la acera de lacasa donde trabajaba, al principio en un tiempocortito, y luego tanto me gustó transmitir losderechos de las compañeras trabajadoras del

EntrevistasCasimira Rodríguez:

Carolina Thiede Arias

“Por miedo terminamosregalando nuestrosbeneficios”

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hogar que terminé barriendo una hora, enton-ces la señora se empezó a molestar y de algunaforma eso fue muy complicado para ella. Antesyo salía de la casa a las tres de la tarde de undomingo y volvía a las siete de la noche, y luegopoco a poco, gracias a la organización, me heido liberando, primero un poquito, a la una, lue-go a las once de la mañana. En todo este proce-so lo que he hecho fue ocupar algunos cargosdentro del sindicato y lo que más aprendí den-tro de la organización es la solidaridad, escu-char a las compañeras.

Yo en algunos momentos he llegado a trabajarpuertas afuera, sin cama adentro, ahí era elmomento de aplicar lo que habíamos aprendidocuando despedían a alguna compañera, enton-ces la acogíamos, o a las que no tenían dondepasar el fin de semana se quedaban en el cuar-to que yo alquilaba. De esa manera empezaronde pronto los cargos, la representación con elapoyo de los compañeros, ir a participar de se-minarios, de reuniones de la central obrera o delos derechos humanos. Más tarde empecé a tra-bajar sólo medio tiempo. Pero antes de eso, un30 de marzo, mi empleadora de cama adentrome botó porque ya barría en una hora la acera,y yo dije que ése fue el día de mi independen-cia, que coincide con el Día Internacional de lasTrabajadoras del Hogar, día de la independenciade muchas mujeres del continente latinoameri-cano y del Caribe.

Recuerdo que uno de los últimos empleadoresque me tocaron ya de medio tiempo sí sabíaque yo estaba en el sindicato, porque una granparte de mis empleadores anteriores no sabíanque yo estaba sindicalizada, mi trabajo era muyclandestino, como el de la mayoría de lasdirigentas en Bolivia. Cuando ya lo sabían, en-tonces yo podía negociar mi participación enseminarios y cubrir el día de ausencia luego,negociando con mis feriados, de esa manera heaprendido a formarme y me he capacitado. Lue-go tuve que ir a la Federación Nacional de Tra-bajadoras del Hogar, donde nos tocaba lucharpor la Ley de la Trabajadora del Hogar, y fuetodo un proceso, donde una parte era el trabajopolítico con los 132 parlamentarios que tenía-mos que visitar uno por uno, luego los 27 sena-dores, y aparte de eso las campañas de recolec-ción de firmas, los paneles debate y las movili-zaciones, totalmente diferentes a las tradiciona-les de los demás trabajadores. También la rela-

ción con la prensa nos ha ayudado bastante,con otras compañeras siempre estábamos sa-liendo en la televisión y mientras servíamos lacena pasaban las entrevistas, entonces algunosempleadores de las compañeras decían “¡salud,que siga adelante!”. Sin embargo, también pasa-mos por cosas bien difíciles de discriminación.

Al trabajar como Federación Nacional tambiénhemos logrado conformar redes de apoyo soli-dario con distintas organizaciones no guberna-mentales que nos han ido asesorando, tantopolítica como jurídicamente, y paso a paso fui-mos construyendo alianzas con las organizacio-nes sociales y campesinas, locales y nacionales.Por ejemplo, en la central de trabajadores fui-mos insertando nuestras peticiones en los plie-gos, pero primero estaban más o menos en elnúmero cincuenta, y nunca llegábamos al diálo-go para tratar nuestros temas.

Luego ya me tocó asistir al congreso de laCONLACTRAHO y sorprendentemente me eligie-ron secretaria general, porque la verdad es quenunca yo me había imaginado ser líder de laconfederación, fue una gran confianza que mebrindaron. Al cumplir mi gestión estoy entendien-do mejor la situación de las trabajadoras latinoa-mericanas y caribeñas, esa diversidad cultural, elpoco conocimiento, la poca información de lastrabajadoras del hogar, y también cómo el fortale-cimiento de los sindica-tos es muy costoso, yaque no hay una perma-nencia y seguimiento encuanto a los liderazgos.

¿Han tenido algún tipode contacto o acogidacon el movimiento femi-nista, a nivel nacional ointernacional?

Casimira: Desde mipunto de vista, creo quetodavía no hemos logra-do exponer abiertamente y en la práctica esasolidaridad necesaria, porque en teoría ya haymucho, pero en la práctica aún falta. Yo valoromucho el aporte de algunas mujeres, pero creoque falta más solidaridad y más compromisodel movimiento feminista. Sin embargo, creo quees un proceso y que hemos avanzado mucho.

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Nuestro trabajo a nivel regional se inició con laformación de la confederación en 1988 duranteel “Primer Encuentro Latinoamericano y del Ca-ribe”, donde se puso la problemática de lasmujeres trabajadoras del hogar de todos lospaíses en el tapete. De eso sale como resultadoque debemos mejorar las condiciones laboralesde cada país de acuerdo a su realidad y a laslegislaciones vigentes, algunos lo han tomadocomo una guía de trabajo y han logrado renovaralgunas cosas, otros no. El consenso de aquelprimer encuentro fue para festejar cada 30 demarzo el Día Internacional de la Trabajadora delHogar, momento para el cual yo trato de tener unmensaje donde evalúo la situación de los países.

¿Qué opinás de la situación de las trabajadorasdomésticas en Paraguay?

Casimira: Creo que el caso de las trabajadorasdel hogar se parece mucho en todos los países,porque lamentablemente estamos disminuidasfrente a la sociedad, individualmente invisibiliza-das y como organización, si bien se han logradoalgunos avances, no han sido en la mayoría delos países. Algunos optaron por visibilizar las lu-chas y reivindicaciones y otros apostaron más bienpor la profesionalización, que también permitió dealguna forma el debate público. Yo creo que es unproceso que se da en América Latina, ya que sevio en el último congreso que la mayoría de lospaíses están apuntando a la profesionalización delas trabajadoras, y esto significa a la vez la dignifi-cación, porque les permite aumentar la autoesti-ma, que la mayoría de las trabajadoras del hogarla tiene baja.

Lamentablemente, muchas todavía viven conmiedo, incluso las que están en la organización,y cuando se las invita a participar de seminariosy encuentros muchas no van porque dicen quesu empleadora no va a entender. El miedo seagrava porque siempre es una sola persona con-tra toda una familia, y una no tiene donde que-darse si pierde el trabajo, y cae donde cae por-que lo primero es resguardarse un poco. Yo creoque el miedo es lo que no ha podido superarse.Todavía hay muy pocos países donde se practi-ca el contrato, en Chile por ejemplo sí se puedeadquirir un contrato de trabajo en cualquier li-brería o tienda y eso les permite por lo menosmarcar las obligaciones, incluso hay países don-de de verdad no admiten el contrato verbal, sonpasos que hemos avanzado, en Bolivia logramosuna ley. En cada país estamos preocupados, pero

el gran problema es que la población migramucho, siempre cambiando, este año nomás nostocó capacitar a 50 compañeras de las que sequedaron 10, pero igual logramos informarlessobre sus derechos.

Lo importante es que entiendan que ni laempleadora ni la trabajadora hace un favor a laotra, la trabajadora vende su fuerza laboral y laempleadora le está pagando por ello.

¿Qué mensaje dejarías después de tu visita alpaís a las compañeras que están trabajando eltema en Paraguay?

Casimira: Yo creo que es muy importante quecada compañera trabajadora del hogar tome encuenta que una sola vez se es joven, y que noes bueno que “perdonen” a sus empleadoreslos derechos que le corresponden, ya sea por elmiedo o por ser muy jóvenes. Que nos demoscuenta que cuando una trabajadora pide justi-cia le cobran hasta el último alfiler, pero que porel miedo nosotras terminamos regalando nues-tros beneficios.

Tenemos que vencer el miedo, nuestra fuerzade trabajo tiene que ser valorada primero desdelas mismas trabajadoras, porque si no lo hace-mos ni el empleador ni ninguna autoridad va adecirnos: “Mira, toma tus derechos, son tuyos”,nunca van a decir eso. Por eso es importanteque se alfabetice a las trabajadoras, que conoz-can sus derechos, que se preocupen, porque novan a ser toda la vida jóvenes y que todos pasa-mos a la tercera edad y desde ahora deben pre-ocuparse para utilizar los derechos que ya tie-nen y los que se están perfilando.

Además, ser parte de la organización, porque laorganización las va a capacitar y hará que no sesientan solas, desprotegidas e inseguras. La or-ganización para mí es una comunidad, comoestar en nuestro propio pueblo, y eso es muyimportante porque toda la gente que trabaja enla ciudad como trabajadora del hogar es migran-te. Organizarse es la forma de ser fuertes, yaque cada una por cuenta propia es imposible.Como trabajadora y como mujer, creo que la úni-ca forma es estar juntas como trabajadoras delhogar, orgullosas de nuestra identidad –ya seaquetchua, guaraní u otra– y además, de ningunamanera sentirse inferior a otros oficios.

Entrevistas

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Miguel Corrales es diputa-do en Paraguay, por el par-tido de gobierno1. En cual-quier país del mundo, untipo como él no pasaría deser lo que le permite sucorta estatura moral: unhampón de pacotilla, uncaficho de barrio. Pero enParaguay, país en extremo generoso con la cana-lla propia y ajena (a tal punto que a más de uno sele figuró ser un país de cretinos), un tipo comoMiguel Corrales llega a ser diputado por el partidode gobierno y además ocupa otros cargos, comoser representante de su cámara ante el Jurado deEnjuiciamiento de Magistrados (ni más ni menos,el organismo constitucional que tiene a su cargolos juicios de responsabilidad de todos los juecesy fiscales de la República que cometan mal de-sempeño en sus funciones).

Precisamente siendo miembro del Jurado deEnjuiciamiento de Magistrados ganó pasajeranombradía en la prensa a mediados de año. Fueen ocasión de recibir una desesperada llamadanocturna de su hijo, de 32 años, “apeligrado”por el fiscal penal Blas Imas, quien pretendíahacerle un test de alcoholemia. El hijo de Corra-les estaba participando de esas fiestitas que seorganizan en la autopista que lleva al aeropuer-to en Ñu Guasu, en las que, tras una buena in-gesta alcohólica, chicos de familia se divierten

Hugo Valiente

La vida privada deMiguel Corrales,diputado en Paraguay

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1 Miguel Corrales fue electo diputado por la AsociaciónNacional Republicana (Partido Colorado) para la legislatura1998-2003. Fue reelecto como diputado para el periodo2003-2008, pero por el Partido Unión Nacional deCiudadanos Éticos (PUNACE), el partido que acaudilla el exgeneral golpista Lino Oviedo. Tiempo después de sureelección renunció al PUNACE y retornó al Partido Colorado.

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odas. Itá

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jugando carrera con sus vehículos. En Paraguay,esta actividad, además de ser el remake chae2

de algo visto en alguna serie americana de losaños 80, es un ilícito penal porque pone en ries-go la vida y los bienes de las personas que ten-gan la mala suerte de vivir o circular por dondeesos patanes se divierten. Por ese riesgo y ame-naza a la seguridad de las personas, el CódigoPenal dice que es un delito en su artículo 217,denominado “Exposición a peligro del tránsitoterrestre”, que se castiga con hasta dos años depenitenciaría. Y por eso, esa noche estaba ahí elfiscal Imas interviniendo la fiestita y ordenandola retención de personas para practicar el testde alcoholemia. El diputado de nuestra historiallegó ahí al llamado de su hijo para amenazarlisa y llanamente al fiscal que si se atrevía a de-tener a su hijo y a practicarle el alcotest quehabía dispuesto, lo llevaría al Jurado de Enjuicia-miento de Magistrados, del cual él era miembro,circunstancia que resaltó para darle mayor enti-dad a su amenaza.

¿Acaso esperábamos que un diputado de gobier-no ganara nombradía, aunque sea pasajera, al fren-te del Jurado de Enjuiciamiento de Magistradospor su lucha contra la corrupción judicial?

Unos meses después, el mismo diputado prota-gonizaría otro incidente similar en que el alco-hol, los problemas con la justicia y la prepoten-cia andarían otra vez de su mano, y que es pordonde principia la substancia de este artículo.En la noche del 30 de setiembre, una mujerdenuncia al diputado Corrales por violencia do-méstica, y llama a todos los medios de comuni-cación, que envían sus móviles de guardia noc-turna a cubrir el suceso que prometía muchatinta amarilla para el día siguiente.

El cuadro con el que se encuentran es el siguien-te: Corrales mantenía una relación sentimentalcon una muchacha que había activado junto atoda su familia en la campaña electoral del 2003apoyando su candidatura. Relación que mante-nía en paralelo a su matrimonio formal conBernardina Ríos de Corrales, dirigente del parti-

do Colorado y concejala de la Junta Municipalde la capital. La muchacha había conseguidoun trabajo como secretaria, apadrinada por Co-rrales, en el Jurado de Enjuiciamiento de Magis-trados. Además, Corrales había conseguido tra-bajo en la administración pública a dos herma-nos de su amante: una trabajaba en la JusticiaElectoral, y otro en el Servicio de SaneamientoAmbiental (SENACSA), entidad presidida, por otraparte, por un hermano del diputado Corrales.

El caso es que la familia de la amante de Corra-les empezó a vivir en carne propia las conse-cuencias de alimentar y participar de ese siste-ma gangsteril y corrupto de la política paragua-ya, que tarde o temprano se lleva por delante alos supernumerarios. En el particular, fueron lassevicias, maltratos y humillaciones a los que Co-rrales sometía a la familia entera cada vez que ibade visita: golpizas, amenazas de muerte, nochesinsoportables aguantando las tremendas borrache-ras que se agarraba el prepotente diputado.

Esa noche, la del 30 de setiembre, se colmó elvaso. Corrales, en total estado de ebriedad, po-seído por uno de sus habituales ataques de ce-los, encerró en su habitación a su amante, ayu-dado por su guardaespaldas, pistola en manoambos, a maltratarla a gusto y placer. Temién-dose lo peor, la madre y hermana de la mujerdecidieron denunciar al di-putado y toda la prensaamarilla que cubre los su-cesos de la madrugada re-gistraron y transmitieron lasescenas de la policía inten-tando entrar en la habita-ción, los gritos y escánda-los de la familia, y la lamen-table imagen de Corralesyéndose a su casa, trasta-billando de la tremenda bo-rrachera que tenía encima,lamentándose de la palizacon que su esposa le aguar-daba en casa.

2 En guaraní, de baja estofa.

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No es por seguir metiéndonos en la vida priva-da de Corrales, pero es probable que doñaBernardina estaría más bien aliviada de tenerdonde colocar todas las noches a semejante ele-mento. Sobre todo teniendo en cuenta que ella,como concejala municipal, integra el bloque quedefiende el malhadado “edicto”, esa ordenanzamunicipal que dispone el cierre hasta las 01:00AM de todas las actividades públicas nocturnasen el municipio de Asunción, con el fin de, su-puestamente, disminuir los índices de criminali-dad y accidentes de tránsito provocados porconductores ebrios, trasnochados y farristas.

¡Sólo un Amor de Madre y Esposa puede soste-ner tanta paradoja!

Miguel Corrales: VidaPrivada

El asunto de este artículo no es hacer un recorri-do por la biografía política de Corrales, que esbien densa (incluye su participación como insti-gador de la masacre en las plazas del Congresoen los incidentes del marzo paraguayo en 1999).Tampoco es autoflagelarnos frente a la lamenta-ble cultura política de los ciudadanos y ciudada-nas del Paraguay (más que ciudadanos cabríallamarlos siervos), que sostienen este sistema yque sueñan con ser como Corrales, o por lomenos cobijarse a su sombra.

El asunto de este artículo trata sobre el argu-mento central que usó Corrales para defenderseen los procesos que se le abrieron por la golpizade la madrugada del 30 de setiembre: uno, judi-cial penal, a cargo del fiscal Francisco De Vargas(h) y otro de responsabilidad, por violación delCódigo de Ética de la Cámara de Diputados,que le exponía a una sanción de dos meses desuspensión sin goce de sueldo.

Demás está señalar que de ambos procesos zafó.Alguno dirá: “¡Qué duda cabe! Cuando se esCorrales, se es Corrales y a Astrea la tenemos asueldo...”. Se puede decir que, en un sentido untanto diferente al que usaba John Lennon, nues-tro diputado contó “con una pequeña ayuda desus amigos”, sus colegas del partido Coloradoen la Cámara, quienes se abstuvieron de votar

por la sanción y dispusieron que se desestimela denuncia. “Hoy por tí, mañana por mí” es laregla en estos casos.

Fuera de estas razones de fuerza, resulta intere-sante indagar y controvertir el argumento jurídi-co del que Corrales se sirvió para legitimardiscursivamente su impunidad, que es lo pocoque podemos hacer desde estas páginas.

En su escrito de defensa ante el proceso que sele abrió por violación del Código de Ética de laCámara de Diputados, Corrales alegó que se vio-laban los derechos que le reconoce el artículo33 de la Constitución Paraguaya de 1992, queseñala que son inviolables “la intimidad perso-nal y familiar, así como el respeto a la vida priva-da”. Asimismo, el artículo señala que la conduc-ta de las personas está exenta de la autoridadpública “en tanto no afecte al orden público es-tablecido en la ley o a los derechos de terceros”.

La conquista del derecho a la inviolabilidad deldomicilio y a la inviolabilidad de la intimidadpersonal son logros importantes de la ciudada-nía en la conquista de fueros individuales frenteal poder discrecional y arbitrario del Estado ab-soluto, en el tránsito a la modernidad. Definirciertos ámbitos de autonomía individual frenteal poder público, como la libertad religiosa y elpluralismo político, o la inviolabilidad de la vidaprivada fueron derechos esenciales para la cons-trucción de la idea de la democracia.

Nadie duda de estos derechos. Pero, tampocoestá en duda que ciertos derechos civiles y po-líticos se encuentran limitados por la vigenciadel orden público que comprende el respeto alos derechos fundamentales de los demás. Poreso, por ejemplo, nadie puede ampararse en lalibertad de expresión para difundir ideas queinciten al odio racial, o invocar la libertad religio-sa para eludir la responsabilidad penal por muti-lar los genitales a una mujer.

Por estos límites que los mismos derechos hu-manos se ponen entre sí, la vida privada de laspersonas deja de ser privada y adquiere un inte-rés público en determinadas circunstancias. Siyo guardo en mi casa una tonelada de LSDdistribuída en paquetes para su comercialización

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Por si no fuera suficiente, Corrales es (lastimosa-mente) un diputado, una autoridad pública ele-gida por el voto popular. Corrales está expuestovoluntariamente a un grado mayor de visibilidadque el resto de los ciudadanos y ciudadanas dea pie, porque es un político, ejerce un alto cargopúblico y está sujeto a un grado mayor de es-crutinio ciudadano. Es más, vive de la exposiciónpública y debe exponerse para poder comunicar-se con sus electores, ya que nos suponemos queno con todos quiere intimar tan de cerca ni a to-dos puede dar trabajo en la función pública.

La Corte Interamericana de Derechos Humanosya señaló en los casos Ricardo Canese vs. Para-guay y en Herrera Ulloa vs. Costa Rica, que elderecho a la intimidad de la vida privada supo-ne un estándar de protección menor para laspersonas que son autoridades públicas, y quetales limitaciones son necesarias para una so-ciedad democrática y la vigencia de otros dere-chos, como la libertad de expresión. Dice la Corteque “tratándose de funcionarios públicos, depersonas que ejercen funciones de una natura-leza pública y de políticos, se debe aplicar unumbral diferente de protección, el cual no seasienta en la calidad del sujeto, sino en el carác-ter de interés público que conllevan las activida-des y actuaciones de una persona determinada.Aquellas personas que influyen en cuestiones deinterés público se han expuesto voluntariamentea un escrutinio público más exigente y, consecuen-temente, en ese ámbito se ven sometidos a unmayor riesgo de sufrir críticas, ya que sus activida-des salen del dominio de la esfera privada parainsertarse en la esfera del debate público”.

Además del malogrado intento de la justicia decastigar a un hombre golpeador y funcionarioestatal que utiliza los recursos públicos para fi-nanciar la violenta parranda con que matiza suestúpida vida, preocupa el efecto ejemplarizantede la impunidad de Corrales: la justicia no espara todos, golpeá a tu mujer, financiá amantescon recursos públicos, divertite a lo grande, quenadie te podrá hacer nada, si podés ser comoMiguel Corrales, diputado en Paraguay, sueñode tanto tipo sin guita, poder ni pinta.

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posterior, mi vida privada, mi intimidad personaly mi domicilio dejan de ser inviolables porquequiebro mi privacidad haciendo algo que resultade interés público: un comercio ilegal que afec-ta la salud de las personas y que es perseguiblede oficio por las autoridades judiciales, de acuer-do a leyes que los ciudadanos y las ciudadanasadoptan en base a reglas de debate y decisióndemocráticas. Del mismo modo, un delito con-tra la autonomía sexual no deja de ser delitoporque se cometa en el ámbito doméstico oentre personas que se conocen y son familiaresentre sí, etc.

Corrales quebró la privacidad de su vida al gol-pear a una mujer y amenazar a su familia, he-chos que son punibles a la luz de las leyes pena-les del Paraguay. Él convirtió su vida privada enun asunto de interés público, porque sus actosdestruían la integridad física y psíquica de terce-ras personas y ponían en riesgo sus vidas, locual es un asunto que importa a todos y a to-das, y que amerita que intervengan los organis-mos de seguridad del poder público.

Ya la Convención Interamericana para Prevenir,Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mu-jer (ratificada por el Paraguay mediante la LeyN° 605/95) suprimió las falsas dicotomías en-tre lo público y lo privado en materia del disfrutede todos los derechos humanos por parte delas mujeres, en particular del derecho a una vidalibre de violencia.

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te recomendamos...

10º Encuentro Feminista Latino-americano y del Caribe

La 10º edición del Encuentro Feminista Latino-americano y del Caribe tendrá lugar en la ciu-dad de Praia Grande del litoral de São Paulo,Brasil, del 8 al 11 de octubre de 2005. La comi-sión organizadora, integrada por 17 feministascon trayectoria en el movimiento, espera recibira más de dos mil participantes para debatir entorno al eje “Feminismo y radicalización de lademocracia en América Latina y el Caribe”. Sebusca que el 10º Encuentro marque la revitali-zación de la articulación feminista en la regióne involucre a activistas de los diversos grupos:mujeres negras, lesbianas, jóvenes, personas delmovimiento de salud y derechos sexuales y re-productivos, al movimiento de educación popu-lar y de derechos humanos, entre otros.

La comisión organizadora cree que el 10º En-cuentro precisa ser concebido como un proce-so colectivo y debe contar con la contribuciónde feministas brasileñas y del Cono Sur. Es poresto que para la formulación de su línea políticay de una propuesta de contenido y metodologíase ha conformado el comité consultivo, que reú-ne a feministas de las cinco regiones de Brasil yde países del Cono Sur (Argentina, Uruguay,Paraguay y Chile).

Para cualquier consulta, están a disposición elsitio web www.10feminista.org.br, el correo elec-trónico [email protected] y la direcciónRua Coriolano, Nº 28 - Vila Romana, 05047-000 - São Paulo/SP, Brasil.

AGENDA FEMINISTA...Las organizaciones enBeijing +10

Del 28 de febrero al 11 de marzo de 2005 ten-drá lugar la 49º sesión de la Comisión de laCondición Jurídica y Social de la Mujer (CSWpor sus siglas en inglés) de las Naciones Uni-das, que conducirá la Revisión y Evaluación dela Declaración y Plataforma de Acción de Beijing(1995), a 10 años de su implementación. Elmovimiento de mujeres ocupa un espacio im-portante dentro del Sistema de Naciones Uni-das y, tras los cambios ocurridos y las decisio-nes políticas tomadas en el mundo, su partici-pación en Beijing + 10 será fundamental paragarantizar la continuidad de los logros y avancesobtenidos para y desde las mujeres.

La División para el Progreso de las Mujeres (DAW)de la ONU habilitó las inscripciones para repre-sentantes de organizaciones no gubernamenta-les (ONGs) acreditadas ante el Consejo Econó-mico y Social de la ONU (ECOSOC), y tambiénde aquellas que no tengan estatus consultivo,pero que hayan participado de Beijing y deBeijing + 5. Estas ONGs deberán enviar el for-mulario de pre-inscripción a la DAW antes del31 de diciembre de 2004. También se permitirála participación en la 49º sesión a través dedeclaraciones escritas que estén relacionadascon los dos temas a tratarse, las cuales deberánser presentadas hasta el 15 de enero de 2005.Los formularios y datos necesarios están dispo-nibles en el sitio web:www.un.org/womenwatch/daw/Review/ngo.htm#ngo1.

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Comenzó simplemente como un juego visual,un cambio de look que perturbaba el límite en-tre lo femenino/masculino. Había decidido re-nunciar a la tradicional estética establecida parala mujer, rebasar sus bordes y pasar a territorioprohibido. Un vestuario despojado de flores, co-lores y diseños primorosos acompañaba a miflamante cabeza rapada.

La coyuntura por la que estaba atravesando encuanto a mi participación en el gremialismouniversitario me llevó a reflexionar sobre el pro-tagonismo de la mujer en los espacios de deba-te, quería experimentar una mirada diferente ymás objetiva sobre mi persona. Al despojarmede los atavíos me despojé también de ciertosintereses creados, quedó mi persona al descu-bierto y me convertí en una interlocutora en igual-dad de condiciones con el otro género, ya quemi apariencia no despertaba ninguna posibili-dad siquiera de deseo sexual. Al no ser posiblecompetencia, me libré también de las miradascontroladoras que generalmente existen entremujeres, debidas a una vanidad tan internalizada,que ya parece natural.

En un ámbito de toma de decisiones, la mujercuenta con cierto plus de poder que le otorgalucir una belleza estereotipada, la que puedeutilizar como elemento de persuasión sobre lamayoría de los varones que caen seducidos anteuna imagen producida con los cosméticos, loss.p.a., las dietas, los gimnasios, los saunas, losmasajes, las blusas, los pantalones de buen cor-te, los aros vistosos, cadenas, anillos, los taco-nes de aguja que tan sexy dejan las pantorrillastensas de la mujer, el cinto, la cartera, una cabe-llera bien cuidada y peinada dos veces a la se-mana por algún estilista = 5 horas diarias devida + un gasto promedio de 100.000 guara-níes por semana. No estaba de acuerdo con talinversión y confiaba inocentemente en que lapalabra de una mujer debería valer más por sucontenido que por la estética y el perfume de laemisora.

pienso que...¡Qué pelada!...No parecer mujer

Rocío Ortega

Cerámica de Julia Isídrez. Itá

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existe” es casi categórica. Existe un espectro quese posa sobre el ser humano femenino desdesu registro e inscripción social como mujer, quenos condiciona a una imagen predeterminadapor los códigos y controles de nuestra sociedad.La mujer es una apariencia. Un corsé social (quese puede comprar) determina cómo debe lucirel cuerpo mismo de la mujer, buena cintura, pier-nas largas, buenas nalgas, prominentes senos,etc... y para tener un cuerpo 100% perfecto, nadamejor que las cirugías estéticas. Aunque gra-cias a la liberación femenina, la globalización yotros fenómenos contemporáneos, se ha am-pliado el abanico de posibilidades de aparien-cias femeninas, hoy podemos optar por: el esti-lo mujer ejecutiva, onda causal, onda hippie,rockera, under ground, además de los más arrai-gados y conservadores estilos de: mujer fatal,barbie super star, pelirroja seductora, niña tontainocente y otros que son los predilectos de lamayoría de nuestras representantes políticas eninstituciones estatales (pienso en algunas juezasde la Corte, ciertas ex diputadas y otras barbiesfalsificadas de ese entorno). Lo importante es,en todos los casos, que la mujer sea linda yluzca como mujer. Esta afirmación, aunque duray mbore, es producto de la realidad social quevivimos. Que tal condición esté bien o no... yaes cuestión nuestra.

Me estaba contraponiendo a una institución tancentenaria como la misma cultura occidental: laimagen de la mujer. Raudamente perdí mi em-pleo, en donde fui cesada sin más justificaciónque el cese mismo, el novio me duró apenas unpar de semanas más; mi compañero revolucio-nario terminó con la relación porque según medijo “no me siento cómodo saliendo con un pen-dejo” (conste que “lindo pendejo” según piro-pos que recibía de confundidas congéneres). Delámbito familiar, ni hablar de shock, mi madreme repetía angustiada la pregunta de “¿por quéme hiciste esto?” Mi padre estaba un poco asus-tado por “la amputación que me había hecho amí misma”... palabras que ya había oído de bocade mi peluquera quien no quiso asumir la res-ponsabilidad de raparme y quien me había con-testado que “yo no te voy a hacer eso”. En lasegunda peluquería –extraña– a la que acudí,me preguntaron si era estudiante de teatro, des-pués me mostraron una revista con todo tipo decortes cortos “para mujeres”, hasta que final-mente logré mi cometido. Las anécdotas sonmuchas, por supuesto no faltó la vecina chismo-sa que repartió en el barrio la interpretación rea-lismo-mágica de que mis padres me habían en-viado a un reformatorio donde de castigo mehabían pelado la cabeza porque “siempre luegofue una chica muy rebelde”.

Mi experiencia de ayer y la de hoy –más almido-nada– me llevan a pensar en que la afirmaciónde Jaques Lacan señalando que “la mujer no

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Aurore Dupin de Francueil –quien luego se haría llamar George Sand– nació el 5de julio de 1804 en París, Francia. Fue educada en Nohant por su abuela AuroreDupin y a los 18 años contrajo matrimonio con el barón Casimir Dudevant, conquien tuvo dos hijos. Sin embargo, nueve años más tarde abandonó a su maridoy se instaló en París, en casa del novelista Jules Sandeau, donde decidió conver-tirse en George Sand, vestirse como hombre y fumar puros. Vivió ejerciendo elperiodismo y escribió con éxito su primera novela, Indiana (1832), a la que lesiguieron Valentina, Lelia, Jacques, Mauprat, todas obras novelescas y líricas carga-das de rebelión, pasión y el amor en lucha contra los prejuicios y la sociedad.

Su vida de pareja despertó comentarios en varias ocasiones, principalmente susamores con el poeta Alfred de Musset, y más tarde con el compositor y pianistapolaco Frédéric Chopin, con quien vivió 10 años. Sand fue republicana en laFrancia de la Restauración monárquica, y desde 1830 se dedicó a defender losderechos del pueblo y las libertades individuales. En los años cuarenta, influenciadapor el misticismo humanitario del pensador Félicité de Lamennais y sobre todopor el filósofo Pierre Leroux, publicó novelas de inspiración socialista como Com-pañero de la Vuelta a Francia (1840), Horacio (1841), Consuelo (1842) y elMolinero de Angibault (1845), en las que involucra, además de la crítica social,el tema del amor soberano y transparenta su admiración por el filósofo JeanJacques Rousseau. Luego de la caída del rey Louis-Philippe, Sand publicó nume-rosos escritos políticos, participó en el Boletín de la República y lanzó el periódi-co La Causa del pueblo, de efímera existencia.

De nuevo en Nohant, George Sand escribió sobre la vida de los campesinos ypublicó El pantano del diablo (1846), François el Champi (1848) y Los maestrossoñadores (1835). A pesar de su exilio interior, la residencia donde vivió hasta sumuerte no dejó de ser en ningún momento un lugar privilegiado de encuentrosartísticos, con invitados prestigiosos como el músico Franz Liszt, el pintor EugèneDelacroix, los escritores Honoré de Balzac, Théóphile Gautier, Gustave Flaubert oEugène Fromentin. Continuó escribiendo artículos, novelas, ensayos y piezas deteatro, y publicó en 1854 una larga autobiografía, denominada Historia de mivida, además de Los caballeros de Bois Doré (1858), El marqués de Villemer(1861) y La señorita de la Quintinie (1862). Para la posteridad dejó también unade las más bellas y abundantes correspondencias de la literatura francesa, com-puesta hoy por 25 volúmenes.

George Sand terminó sus días en 1876, en Nohant, Berry. Sus biógrafos afirmanque en ningún momento dejó de protestar contra el poder injusto de los hom-bres, y que tanto en su vida como en su obra, la liberación de las mujeres fueuna idea constante. Más allá de las fronteras, sus escritos fueron una referenciapara numerosos movimientos de emancipación de los pueblos, constituyéndoseella misma en un emblema de la lucha por la libertad de pensar, de existir y decrear. El año 2004 fue declarado por el gobierno francés como “el Año deGeorge Sand”, coincidentemente con el bicentenario del nacimiento de estamujer comprometida con la vida social y política.

Fuente: Raynal, Florence, “George Sand: Mujer de pasiones y de convicciones” en Label France, la revista,N¡ 53 [en línea] <http://www.diplomatie.gouv.fr/label_france/53/es/13.html>, Ministerio de AsuntosExteriores, Francia, enero de 2004 [consulta: diciembre de 2004].

SandGeorge

(1804-1876)

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Piezas de cerámica de:Juana Marta Rodas (1925) y Julia V.Isídrez (1967), ceramistas paraguayas,nacidas en Itá.

La edición Informativo Mujer es posible graciasal apoyo de la Organización Intereclesiástica paraCooperación al Desarrollo (ICCO), de Holanda