La Metáfora Como Analizador Social

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LA METÁFORA COMO ANALIZADOR SOCIALEMMÁNUEL LIZCANO*RESUMEN Aquí se propone un método de análisis de textos y discursos basado en una hermenéutica sociológica de las metáforas usadas en los mismos. El analizador central de este análisis sociometafórico son aquellas metáforas ya cristalizadas como expresiones del lenguaje corriente o como conceptos técnicos o científicos. La eventual potencia del método se basa en la asunción de dos hipótesis básicas: 1) que todo concepto es un concepto metafórico y 2) que toda metáfora –y, por tanto, todo concepto- es una institución social. Sin embargo, la concepción heredada excluye de la actividad metáforica precisamente aquellas determinaciones sociales y culturales que la constituyen, por lo que se impone una radical reelaboración conceptual en este campo: las metáforas son instituciones sociales cuya doble actividad –instuyente (metáforas vivas) e instituida (metáforas zombies)- nos permite acceder a los presupuestos, intereses, estrategias, conflictos... sociales y culturales de los grupos que las construyen o las utilizan. Junto a otros ejemplos tomados de diferentes ciencias, aquí se ensaya un análisis sistemático de alguna expresión corriente y de un par de conceptos (el de ‘resta’ y el de ‘raíz cuadrada’) tomados de la disciplina que se tiene como la de menor contenido metáforico y social: las matemáticas. Merece especial atención el análisis reflexivo del sustrato metafórico y social de los conceptos habituales en las propias ciencias sociales. Así como los efectos sociales derivados de la reinserción en el lenguaje ordinario de los conceptos que las ciencias han elaborado a partir del mismo.

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LA METFORA COMO ANALIZADOR SOCIAL

LA METFORA COMO ANALIZADOR SOCIAL

EMMNUEL LIZCANO*RESUMEN

Aqu se propone un mtodo de anlisis de textos y discursos basado en una hermenutica sociolgica de las metforas usadas en los mismos. El analizador central de este anlisis sociometafrico son aquellas metforas ya cristalizadas como expresiones del lenguaje corriente o como conceptos tcnicos o cientficos. La eventual potencia del mtodo se basa en la asuncin de dos hiptesis bsicas: 1) que todo concepto es un concepto metafrico y 2) que toda metfora y, por tanto, todo concepto- es una institucin social.

Sin embargo, la concepcin heredada excluye de la actividad metforica precisamente aquellas determinaciones sociales y culturales que la constituyen, por lo que se impone una radical reelaboracin conceptual en este campo: las metforas son instituciones sociales cuya doble actividad instuyente (metforas vivas) e instituida (metforas zombies)- nos permite acceder a los presupuestos, intereses, estrategias, conflictos... sociales y culturales de los grupos que las construyen o las utilizan. Junto a otros ejemplos tomados de diferentes ciencias, aqu se ensaya un anlisis sistemtico de alguna expresin corriente y de un par de conceptos (el de resta y el de raz cuadrada) tomados de la disciplina que se tiene como la de menor contenido metforico y social: las matemticas.

Merece especial atencinel anlisis reflexivo del sustrato metafrico y social de los conceptos habituales en las propias ciencias sociales. As como los efectos sociales derivados de la reinsercin en el lenguaje ordinario de los conceptos que las ciencias han elaborado a partir del mismo.

1. INTRODUCCIN

Todo discurso est poblado de metforas, aunque la mayora de ellas y precisamente las ms potentes- pasen desapercibidas tanto para quien las dice como para quien las oye. Es ms, las metforas no slo pueblan los discursos sino que los organizan, estructurando su lgica interna a la par que sus contenidos. Lo relevante para el cientfico social est en que, a travs del anlisis de las metforas, puede perforar los estratos ms superficiales del discurso para acceder a lo no dicho en el mismo: sus pre-supuestos culturales o ideolgicos, sus estrategias persuasivas, sus contradicciones o incoherencias, los intereses en juego, las solidaridades y los conflictos latentes... Es decir, el estudio sistemtico de las metforas puede emplearse como un potente analizador social.

Esbozaremos aqu las insuficiencias de los enfoques habituales sobre la metfora para sealar cmo podran reformularse con vistas a elaborar una tcnica, una herramienta especfica para el anlisis de textos y discursos. Podemos llamarle anlisis socio-metafrico, aunque el mtodo que se propone sea tan hermenutico como analtico. Apuntaremos, en particular, cmo puede aplicarse a los textos y conceptos cientficos, que son los que ms resistencia ofrecen al anlisis sociolgico, si bien el alcance del mtodo se extiende tanto a los conceptos de cualquier lenguaje tcnico o especializado como a los conceptos que habitan en las lenguas vernculas. Su originalidad estriba en que abre una perspectiva distinta de las habituales sobre la vida de los conceptos cientficos: su gnesis, su imposicin o rechazo, su elaboracin y articulacin interna, su integracin coherente en una teora, sus transformaciones y circulaciones, su desaparicin...

El inters sociolgico de un anlisis social de las metforas est en que todos estos movimientos de los conceptos cientficos se irn revelando, en el propio proceso del anlisis, como movimientos sociales, al tiempo que los propios conceptos cientficos incluidos, por supuesto, los de las llamadas ciencias sociales- van apareciendo como entidades sociales. Es decir, no como entidades autnomas con un movimiento propio -el de la ilusoria lgica de la actividad terica o del mtodo cientfico-, no como entidades sobre las que lo social vendra despus a ejercer desde fuera ciertas influencias o determinaciones, sino como entidades y movimientos metafricos, y, por tanto, -como veremos- constitutivamente sociales.

La gnesis, formacin y transformacin de los conceptos cientficos es descrita por la historia y prescrita por la filosofa (epistemologa, metodologa). Aqu trataremos de inscribirla. El anlisis socio-metafrico no se desliza por la superficie de la ciencia ya escrita, haciendo de cada caso un mundo, ni impone a la ciencia por escribir sus prescripciones, haciendo de cada mundo un mero caso, sino que asiste -como una partera- al proceso de inscripcin de la ciencia, a se momento en que lo an no dicho pugna por encontrar la palabra con que decirse; esa palabra potica que, con el tiempo, quedar inscrita en el concepto cientfico, en el cual deja su huella o marca, tras el cual se oculta al tiempo que lo tensa, prestndole su dinamismo.

2. DOS HIPTESIS: EL CONCEPTO ES METFORA, LA METFORA ES SOCIAL

Todos y cada uno de los conceptos cientficos -y esta es la primera hiptesis fuerte del mtodo- son conceptos metafricos. Y son metafricos en varios sentidos: nacieron como metforas, como tales metforas son rebatidos y defendidos, como metforas se reelaboran y refinan para resultar coherentes con el resto de metforas latentes bajo los restantes conceptos del corpus terico al que aspiran a incorporarse, como metforas circulan de unas disciplinas a otras y como tales regresan a ese semillero de metforas que es el lenguaje comn del que emergieron, y como metforas, en fin, sufren esa muerte que es el olvido, el olvido de su origen metafrico cuando su uso reiterado nos ha habituado a no ver en ellos sino conceptos puros, es decir, depurados de su ganga metafrica y social.

Metafrica y social. Pues, contra lo que presuponen las habituales teorizaciones sobre la metfora, herederas en su mayora de la conceptualizacin aristotlica, la lgica a que obedecen las metforas -y, por tanto, la de los conceptos cientficos que ellas animan- es una lgica social. sta es la segunda hiptesis fuerte del mtodo: la actividad metafrica no es slo una actividad lingstica (ya sea ornamental, como plantea la retrica clsica, ya estructural, como considera la llamada nueva retrica) sino tambin una actividad en la que se trasluce el contexto y la experiencia del sujeto de la enunciacin; ahora bien, ese sujeto metaforizante no es tampoco un sujeto eterno y universal trascendental, que dira Kant- a travs del cual se manifiesta una lengua no menos eterna y universal, como parecen suponer Lakoff (1998), Johnson (1991) y Lakoff y Johnson (1991) y sus hoy numerosos seguidores, sino un sujeto social, un sujeto concreto histrica y socialmente situado- que se dirige a un oyente concreto en una situacin concreta, un sujeto que, para construir sus conceptos y articular su discurso, selecciona unas metforas y desecha otras en funcin de factores sociales (presupuestos culturales, intereses o aspiraciones de grupo o clase, alianzas o exclusiones, caractersticas de los destinatarios, prestigio social de los discursos que son fuente de los prstamos metafricos, etc.).

La conjuncin de ambas hiptesis da forma a la hiptesis central del anlisis socio-metafrico: todo concepto es concepto metafrico y, por tanto, concepto social. En consecuencia, el anlisis sistemtico de los conceptos en tanto que metforas es una va prilegiada de acceso al sustrato social que constituye todo discurso y, en particular, permite traslucir la articulacin social que vertebra ese discurso opaco por excelencia, ese discurso que hace del concepto claro y distinto su sea de identidad: el discurso cientfico.

Que tal hiptesis es plausible, que es un proyecto viable el de intentar contrastar que bajo cada concepto cientfico late una metfora, queda patente en trabajos como los emprendidos (tras las huellas de F. Nietzsche (1994) y M. Foucault (1968, 1978)) por J. Derrida (1968a, 1968b) y G. Lakoff y M. Johnson (1991, 1998). El primero muestra el alcance -y los posibles lmites lgicos- de la hiptesis en el campo de los conceptos filosficos, mientras que los segundos lo hacen con los conceptos habituales del lenguaje ordinario. El socio-anlisis metafrico de los conceptos cientficos permite una doble ampliacin de estos enfoques. Por un lado, extender su alcance hasta los conceptos usados por las ciencias, por la matemtica y por la lgica, tarea en parte ya emprendida por estudios an dispersos y faltos de una metodologa consistente y sistemtica, como pueden ser los de A. Koyr (1955), E. Panofsky (1954), M. Black (1966), M. Hesse (1966), G. Holton (1978), Isabelle Stengers (1987), F. Hallyn (1987) o F. Vatin (1993). Por otro lado, enraizar el anlisis metafrico en el sustrato social, poltico y cultural del que las metforas emergen y en el que logran imponerse o resultan descartadas; esta segunda dimensin est ms explorada en trabajos de tipo antropolgico como los de D. Sperber (1978), los de D. Parkin (1982), los reunidos por J.W. Fernndez (1991) o los que recopilan J.D. Sapir y J.C. Crocker (1977). La extensin del anlisis metafrico en ambas dimensiones a la vez -hacia el sustrato social y hacia los conceptos cientficos- se ensaya slo ocasionalmente en investigaciones como las de K. Hayles (1984, 1993), D. Bloor (1998) o las mas propias (E. Lizcano, 1992, 1993, 1995, 1996).

* Emmnuel Lizcano es Licenciado en Matemticas, Doctor en Filosofa de la Ciencia y profesor de Sociologa del Conocimiento en la Facultad de CC. Polticas y Sociologa de la UNED.

Este texto integra y ampla las exposiciones del autor en el VI Congreso Espaol de Sociologa (La Corua, Setiembre98), en la Facultad de Matemticas de la Universidad de La Laguna y en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas, stas ltimas dentro del ciclo sobre Matemticas y Cultura organizado por el Seminario Orotava de Historia de la Ciencia (Octubre97).

Estos autores conceden ciertamente a la metfora una capacidad de modelar el conocimiento y la conducta en la que ya apunta cierta proyeccin social; no obstante, su naturalismo empirista funda toda actividad metafrica en una ltima instancia que sera la experiencia corporal, una experiencia que se supone genrica (el cuerpo humano) y, por tanto, a-histrica y a-social. No es difcil mostrar que tal experiencia del cuerpo est, a su vez, mediada socialmente y que, por tanto, el cuerpo no es ninguna ltima instancia sino, tambin l, una construccin metafrica ms.