14
CRITICÓN, 58.1993, pp. 155-168. La selección de lo curioso en 'silvas' y 'jardines': notas para la trayectoria del género por Lina RODRÍGUEZ CACHO (Universidad de Salamanca) No parece necesario justificar en este Coloquio la conveniencia de tratar de ese tipo de textos variopintos que, por mezclar curiosidades diversas de forma didáctica y amena, hemos dado en llamar "misceláneas". Pero sí especificar hasta qué punto puede interesar este estudio dentro de una perspectiva comparatista bajo un título tan ambicioso como "Las compilaciones de curiosidades desde la Edad Media a la Ilustración", si aceptamos que precisamente la valoración de la curiosidad organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a las Cartas eruditas y curiosas de Feijoo 1 . Ya sólo una comparación de prólogos y preliminares de todas estas obras arrojaría bastante luz sobre lo que hay de continuidad en este modo de literatura didáctica y tal vez sobre el sentido de sus cambios en los diferentes periodos. No hay, que yo sepa, un estudio exhaustivo sobre la evolución del concepto de curiosidad -si bien está suficientemente claro el valor que le dieron los humanistas- y creo que sería necesario como preliminar a ese estudio de un conjunto amplio de géneros didácticos desde los siglos XV al XVIII cuyas relaciones están aún por estudiar. Reivindicación que ya hacía recientemente la profesora A. Rallo hablando de la "permeabilidad de la prosa renacentista" 2 . Con la investigación que bajo la dirección del profesor Cátedra ya está en curso, esperamos cubrir una parte de este proyecto: clasificar y ordenar los tipos de curiosidades que más interesaron a los cultos españoles de los siglos XVI y XVII. Pues se ha comprobado ya que estamos ante materiales íntimamente relacionados. Clasificaciones como la de Las cuatrocientas respuestas de Escobar dan una idea de cómo se organizarán después las misceláneas. Y en numerosas ocasiones, los temas tratados por Mejía o discutidos por los interlocutores del Jardín de Torquemada coinciden 1 "...tomé el tiempo que era necesario, no sólo para responder a las qüestiones propuestas, mas también para añadir la resolución de algunas otras pertenecientes a la misma materia, de modo que, mezcladas éstas con aquéllas, tenga V. Md. en mi respuesta una especie de tratadillo curioso de Física sobre los quatro vulgares elementos. Curioso digo, porque hallará V. Md. en él algunas observaciones nada vulgarizadas, y otras tan particulares o propias de mi atención, que inútilmente las buscaría en los libros", ed. de Madrid, A. Muñoz del Valle, 1777, tomo I, p. 1. 2 ínsula, 542 (1992), pp. 14-15. Sus reflexiones han sido especialmete sugestivas para las que hago aquí.

La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

CRITICÓN, 58.1993, pp. 155-168.

La selección de lo curioso en 'silvas' y 'jardines':notas para la trayectoria del género

por Lina RODRÍGUEZ CACHO(Universidad de Salamanca)

No parece necesario justificar en este Coloquio la conveniencia de tratar de ese tipo de textosvariopintos que, por mezclar curiosidades diversas de forma didáctica y amena, hemos dado enllamar "misceláneas". Pero sí especificar hasta qué punto puede interesar este estudio dentro de unaperspectiva comparatista bajo un título tan ambicioso como "Las compilaciones de curiosidadesdesde la Edad Media a la Ilustración", si aceptamos que precisamente la valoración de la curiosidadorganizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas yrespuestas a las Cartas eruditas y curiosas de Feijoo1. Ya sólo una comparación de prólogos ypreliminares de todas estas obras arrojaría bastante luz sobre lo que hay de continuidad en estemodo de literatura didáctica y tal vez sobre el sentido de sus cambios en los diferentes periodos. Nohay, que yo sepa, un estudio exhaustivo sobre la evolución del concepto de curiosidad -si bien estásuficientemente claro el valor que le dieron los humanistas- y creo que sería necesario comopreliminar a ese estudio de un conjunto amplio de géneros didácticos desde los siglos XV al XVIIIcuyas relaciones están aún por estudiar. Reivindicación que ya hacía recientemente la profesoraA. Rallo hablando de la "permeabilidad de la prosa renacentista"2.

Con la investigación que bajo la dirección del profesor Cátedra ya está en curso, esperamoscubrir una parte de este proyecto: clasificar y ordenar los tipos de curiosidades que más interesaron alos cultos españoles de los siglos XVI y XVII. Pues se ha comprobado ya que estamos antemateriales íntimamente relacionados. Clasificaciones como la de Las cuatrocientas respuestas deEscobar dan una idea de cómo se organizarán después las misceláneas. Y en numerosas ocasiones,los temas tratados por Mejía o discutidos por los interlocutores del Jardín de Torquemada coinciden

1 "...tomé el tiempo que era necesario, no sólo para responder a las qüestiones propuestas, mas tambiénpara añadir la resolución de algunas otras pertenecientes a la misma materia, de modo que, mezcladaséstas con aquéllas, tenga V. Md. en mi respuesta una especie de tratadillo curioso de Física sobre losquatro vulgares elementos. Curioso digo, porque hallará V. Md. en él algunas observaciones nadavulgarizadas, y otras tan particulares o propias de mi atención, que inútilmente las buscaría en loslibros", ed. de Madrid, A. Muñoz del Valle, 1777, tomo I, p. 1.2 ínsula, 542 (1992), pp. 14-15. Sus reflexiones han sido especialmete sugestivas para las que hago aquí.

Page 2: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

156 LINA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58, 1993

con las preguntas de filosofía natural y otras que recopilaban Villalobos, Jarava, López de Corella,y tantos otros.

Pero el problema al que nos enfrentamos es precisamente el de la extensión del concepto"miscelánea", pues habitualmente, mientras pensamos en los títulos de Mejía y Torquemada querecogen todos los manuales, no sabemos a qué corpus de textos nos estamos refiriendo. ¿Cabemeter en el mismo saco, con el rótulo mencionado, obras tan dispares como la Silva de varialección, la Filosofía vulgar de Mal Lara, o la Filosofía secreta y la Silva de Pérez de Moya, laFloresta española de Santa Cruz, y la Miscelánea de Luis Zapata? ¿Deberían incluirse tambiéntodos los coloquios misceláneos de carácter enciclopédico como los voluminosos Coloquiosfamiliares de Juan de Pineda o la Microcosmia de Marco Antonio de Camos? En apoyo de estaconsideración, téngase en cuenta que algunos prólogos de estos libros muestran la conciencia deseguir los pasos de Mejía o Torquemada. Por ejemplo, el de Juan Costa al Regidor o ciudadano(Salamanca, 1578), o el de Fray Diego de Yepes a sus Discursos de varia historia (Toledo, 1592).

Yo no creo que la literatura apotegmática, estudiada por A. Blecua y Cuartera Sancho3, losrefranes glosados o chistes, los meros diccionarios, del tipo que sean, deban estudiarse con lasmisceláneas de las que voy a hablar aquí, pero las distinciones no siempre están claras, y, por otraparte, sospecho que la lista es mucho más amplia de lo que pensábamos hasta ahora.

Es el mismo problema del que participan todos los "florilegios", "officinas" y "polyantheas",tal y como lo planteaba no hace mucho V. Infantes4. Porque sin duda fueron muy diversas lasfunciones que desempeñaron todos esos textos enciclopédicos que circularon con gran éxito entrelos lectores de los siglos XVI y XVII, si pensamos que serían muy diversos también susdestinatarios, y será falso entonces hablar genéricamente del "público de las misceláneas". Estopuede aprenderse con lo que sabemos que ocurrió en el llamado género adab en la literatura clásicaárabe, en el que se dieron categorías diversas de misceláneas didácticas, según se inclinara la balanzamás o menos hacia el delectare, con la recopilación de anécdotas personales curiosas y rarezasvarias, o hacia el prodesse, con materiales útiles para la discusión de problemas teológicos oéticos. La exhibición de cultura o ingenio por parte del autor frente a la voluntad de ser útil daba yaen aquellos textos una múltiple funcionalidad: desde servir para demostrar elegancia en reuniones ypoder discutir entre "leídos", sin haber leído más que un libro, o servir como fuente de lugarescomunes a gusto del usuario, hasta ser útiles para un estamento concreto (maestros, predicadores,etc.). No es difícil sospechar que esto mismo sucedería con las diferentes silvas y polianteas, cuyoéxito editorial en muchos casos ha hecho pensar que pudieran responder incluso a una demandauniversitaria, como libros obligados de consulta. Y esto, sin menoscabo de otra función de la queno conocemos tampoco su alcance: la de ser fuentes útiles para la imitatio5.

Por todo ello, creo que nos faltan aún elementos de juicio para hablar con propiedad de un"género misceláneo" y más aún, para explicar, según eso, su trayectoria. Si bien esto se hapretendido hacer muy coherentemente contando con los textos que conocíamos, como mostróAsunción Rallo al sostener que "el género de la miscelánea" evolucionaría desde la exposición de

3 Respectivamente: "La littérature apothegmatique en Espagne" en L'Humanisme dans les lettresespagnoles, París, J. Vrin, 1979, pp. 89-104; y Fuentes clásicas de la literatura paremiológica españoladel siglo XVI, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1981.4 "De Officinas y Polyantheas. Los diccionarios secretos del Siglo de Oro", en Homenaje a EugenioAsensio, Madrid, Gredos, 1988, pp. 243-257. Ante la magnitud del material, advertía sensatamente de laprovisionalidad de sus datos (p. 245); advertencia a la que yo también me sumo en estas páginas.5 Ambas hipótesis son consideradas por V. Infantes en el trabajo citado, pp. 250 y 256-257.

Page 3: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

LA SELECCIÓN DE LO CURIOSO EN 'SILVAS' Y 'JARDINES' 157

temas eruditos (Mejía) a la de memorias (Zapata), en un clarificador estudio que sigue siendo deconsulta obligada sobre este tema6.

Tal vez en este caso también la primera traba sea nuestra deformación profesional comohistoriadores de la Literatura: esa manía taxonómica que nos lleva a esperar tipologías biendiferenciadas y distribuidas en el tiempo. Me temo que tal expectativa es especialmente falaz coneste supuesto género, del que desconocemos aún las oscilaciones de su éxito editorial entre 1540 y1620, aproximadamente. Como repertorios barrocos menciona V. Infantes los Lugares comunes deconceptos, dichos y sentencias, en diversas materias de Juan de Aranda (Sevilla, 1595), los Lugarescomunes de letras humanas, contiene las historias, fábulas, provincias, ciudades, montes, ríos másfamosos y conocidos del mundo, del novelista Diego de Agreda (Madrid, 1616), la Parte primera devarias aplicaciones y transformaciones del Sargento Diego Rosel y Fuenllana (Ñapóles, 1613) olos Días geniales o lúdricos de Rodrigo Caro. Pero se podría completar considerablemente la listacon títulos tan interesantes como la Plaza universal de todas las ciencias y artes de CristóbalSuárez de Figueroa (1615) o, en otro estilo, Las clavellinas de recreación. Donde se contienensentencias, avisos, exemplos, y historias muy agradables para todo género de personas desseosos deleer cosas curiosas, de Ambrosio de Salazar (Rouen, 1614). De todas formas, y puesto que lapublicación de lo que llamamos misceláneas abarca ese significativo periodo de tiempo, esobligado preguntarse hasta qué punto se observa en su evolución el paso del Renacimiento alBarroco, partiendo de preguntas como las siguientes.

Respecto al contenido: ¿Pueden distinguirse rarezas y curiosidades típicamente "medievales","renacentistas" o "barrocas"? ¿Determina siempre el contenido el carácter "medieval", "renacentista"o "barroco" de una compilación? ¿ Qué responsabilidad tiene en esto la intervención de los gustos eintereses personales de los autores? Pues parece que será bien distinto que un autor recoja interesesque se suponen comunes al público lector al que se dirige que el que reúna sus propios intereses ycuriosidades, y así imponga su criterio selectivo sobre "lo esperable". Esto es sobre lo que trataréde concluir aquí.

Respecto a su estructura: ¿ Hasta qué punto fue determinante en la forma de las misceláneas elmodo de proceder con las fuentes, por parte de los autores?

Y respecto a su recepción: ¿ Fueron cambiando mucho los públicos a los que iban destinadasesas compilaciones? ¿Se diferenció el éxito de éstas en los diferentes países europeos? En estepunto interesará particularmente la comparación entre las ediciones francesas, italianas y españolas,sobre todo cuando se trate de adaptaciones e imitaciones.

Breve revisión del estado de la cuestiónDe buena parte de estas preguntas se ha ocupado ya la Crítica en los últimos diez años, que es

cuando se puede decir que se ha dado impulso al estudio de las misceláneas. Y esto por coincidircon la moda del estudio y edición de diálogos y coloquios, género con el que emparentan,confirmando así las interrelaciones genéricas durante el Renacimiento7. Hay que notar que no hasido éste un interés temprano en los estudios sobre el Siglo de Oro, ni siquiera dentro del intuitivo

6 "Las misceláneas : conformación y desarrollo de un género renacentista", Edad de Oro, III (1984),pp. 159-180.7 Lo han demostrado sobre todo los trabajos de Antonio Prieto, La prosa española del siglo XVI, I,Madrid, Cátedra, 1986, cap. VII ("Silvas, misceláneas, jardines"), y A. Rallo, La prosa didáctica en elsiglo XVI, Madrid, Taurus, 1987. Véase especialmente ahora además el citado número de ínsula dedicadoal diálogo.

Page 4: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

158 LINA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58, 1993

hispanismo francés. Así se confirma al consultar, por ejemplo, el balance que se hizo en el XXCongreso de la Société des hispanistes français en Madrid en 1984, reseñado precisamente porA. Gallego8. Pues a pesar de que ya Marcel Bataillon habló de la general tendencia a lo misceláneoen el siglo XVI, hemos estado mucho tiempo desprovistos de la información suficiente paracalibrar tal afirmación9. Lo mismo cabe decir de la influencia de la miscelánea de Torquemada enCervantes, ya advertida por Menéndez Pelayo y tantos de sus comentaristas, que contribuyeron aperpetuar la fama de libro patrañero del Jardín de flores curiosas10. Razón por la que su primereditor crítico serio, Giovanni Allegra, la consideró "una de las obras más incomprendidas de laliteratura española"11.

Y es que aunque el Jardín de flores curiosas interesó muy pronto en relación a la censura en laEspaña de la Contrarreforma y como gran arsenal de relatos folklóricos12, puede decirse que susentido como miscelánea no fue analizado en profundidad hasta 1978, fecha que puede darse comopunto de arranque de los estudios que nos interesan. La propuesta de G. Allegra de leer el libro deTorquemada dentro de un registro mítico fue avalada por un atento recuento de sus principaleslecturas, lo que condujo a interesantísimas conclusiones sobre el manejo de las fuentes13. Pues secomprobaba así la relación entre la compleja identidad del autor y su noción selectiva de lo"curioso" o "exótico". A las preferencias bibliográficas de Torquemada (Aulo Gelio, literaturahermética y demonológica, Olao Magno, Pomponio Mêla, Gaudencio Merula, Solino, etc.) sesumó el análisis del uso que le dieron sus interlocutores en el coloquio, en una retórica del saberlogocéntrico, producto del "escrutinio de los textos"14.

8 La investigación sobre temas hispánicos en Francia (1962-1984), Madrid, S.H.F., 1985, pp. 83-108.Por esas fechas, tan sólo se había ocupado parcialmente del tema J. Ferreras en su amplia tesis de 1981,publicada con el título: Les dialogues espagnols du XVIe siècle ou l'expression littéraire d'une nouvelleconscience, Paris, Didier, 1985. Y anteriormente en el sugerente artículo: "Las barreras mentales de laEspaña del siglo XVI ante el Nuevo Mundo", Crisol, I (1983), pp. 72-84. Consúltese ahora la reseña deAntonio Castro en Historia y Crítica de la Literatura Española, 211, Siglos de Oro: Renacimiento. PrimerSuplemento, Barcelona, Crítica, 1991, pp. 79-90.9 "En el siglo XVI, por otra parte, todo libro corría el riesgo de convertirse en miscelánea", Erasmo yEspaña, Madrid, F.C.E., 1950, p. 636.10 Así el prólogo que González de Amezúa puso a su edición, Madrid, Sociedad de Bibliófilos Españoles,1943. (Hubo también edición facsímil de la R. A. E. en 1955.) Y en la misma línea, Alfonso Reyesdestacó lo disparatado, ingenuo y acientífico que era el "embusterísimo libro" condenado justamente a lahoguera en el Quijote,y calificó de "fatigoso y ramplón" el tratamiento que dio Torquemada a sumiscelána. Cf. "De un autor censurado en el Quijote: Antonio de Torquemada", en Obras completas, IV,México, F.C.E., 1957, pp. 345-383.11 "Sobre la fábula y 'lo fabuloso' del Jardín de flores curiosas". Thésaurus, XXXIII (1978), 1, pp. 96-110.12 Esto es lo que más atendió el primer gran estudioso de Torquemada en una tesis que todavía no pudoaprovecharse de la de Bataillon : J. H. Elsdon, "On the Life and Work of the Spanish Humanist Antoniode Torquemada", University of California Publications in Modem Philology, vol. XX, num. 3, Berkeley,1937, pp. 127-186.13 Op. cit., pp. 101-102 y la introducción a su edición, Madrid, Castalia, pp. 22 y 26.14 Cf. Mark D. Johnston, "La retórica del saber en el Jardín de flores curiosas de Antonio de Torquemada",Journal of Híspanle Philology, III (1978), 1, pp. 69-83. Comentaba, por ejemplo, la utilidad del Manualde escribientes para conocer la actitud de Torquemada ante los conocimientos geográficos; y cómo laHistoria de gentibus septentrionalibus de Olao Magno, que gozó de gran popularidad durante siglo ymedio, contribuyó al gran éxito del Jardín, porque el diálogo sirvió para actualizar y ensanchar el textode Olao Magno "hasta límites antes insospechados", ibid., p. 82.

Page 5: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

LA SELECCIÓN DE LO CURIOSO EN 'SILVAS' Y 'JARDINES' 159

Con ello, empezamos a conocer la decisiva incidencia que el criterio selectivo del autor tenía enla "personalidad" de una miscelánea. Y las comparaciones con la de Mejía fueron reveladorasgracias a varios análisis exhaustivos sobre las fuentes de la Silva de varia lección^. Porque no sólohemos conocido así hasta qué punto fue un "saber provisional" el que sustentó las misceláneas, yen qué sentido Mejía utilizó las fuentes bíblicas, el criterio de Plinio (uno de los más citados) o lainformación del famoso Polidoro Virgilio16, sino también en qué medida se separa de Torquemadaen su actitud y criterio respecto a esas fuentes. Algo imprescindible para el conocimiento delgénero.

Si la "crítica hidráulica" o de rastreo de fuentes ha revelado ya su enorme utilidad en éstos yotros estudios más generales, es sobre todo por demostrar que sin esa fase previa no son posibleslos planteamientos comparativos que nos lleven a la caracterización del género. Esta me parece lasegunda línea de investigación que ha resultado una gran aportación al tema: el intento de establecerrasgos constantes y rasgos variables del género para plantear con ello su posible evolución. Y eneste sentido, sigue siendo indispensable la caracterización que hizo Asunción Rallo en el citadoartículo (cf. nota 6), y posteriormente en su libro sobre la prosa didáctica, que junto con el deA. Prieto son base fundamental para las consideraciones que podamos hacer aquí.

En la definición de "miscelánea" podremos rechazar tal vez el símil de "olla podrida" que buscóBataillon, aprovechando la equiparación entre curiosidad y apetito del entendimiento17, aunque nocabe duda de que la comparación es útil para significar que fue siempre resultado de una "cocciónlenta", no improvisable sólo con varias tardes de lectura18. Pero, según tales trabajos, podemosestar de acuerdo, en principio, en que entre los rasgos unificadores y constantes de las misceláneasestarían los siguientes. Ocuparse de "maravillas" o de "lo que maravilla", y consecuentemente,perseguir la admiratio en el lector, como vía del saber, procurando esto con casos extraordinarios,narraciones ejemplares, agudezas, experiencias físicas y teorías sobre conductas de hombres yanimales, etc. Que el principal objetivo sea la novedad (suelen hacer apología de las "cosas antesno oídas ni vistas") y la variedad o diversidad de lo tratado. Y que se sitúen en una "encrucijada degéneros" (entre el ensayo, la novela y el apotegma), mezclando erudición y experiencias19. Contodo ello, su resultado será, por tanto, comparable a una "revista" con afán divulgador, porpretender vulgarizar un saber antes reservado a los entendidos en latines. Pues esto es lo quejustifica el uso sistemático de la lengua vulgar en las misceláneas, destinadas a entretener e instruiral mismo tiempo .

15 Los de Isaías Lerner: "Acerca del texto de la primera edición de la Silva de Pedro Mexía", en Actas delVII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, II, Bulzoni, Roma, 1982, pp. 677-684;"Textos canónicos, textos apócrifos y textos patrísticos en la Silva de Mejía", EdO, VIII (1989),pp. 143-154. Y más recientemente el de Antonio Castro en su útilísima edición de la Silva de varialección, Madrid, Cátedra, 1989-1990, 2 vols.16 Para esto interesa el prefacio de Francisco Thámara a su traducción del Libro de Polidoro Vergilio quetracta de la invención y principio de todas las cosas (Amberes, 1550), por comentar las cosas que tomóMejía para su Silva. Cf. Bataillon, op. cit., p. 638, n. 52.17 Erasmo y España, p. 636. Asunción Rallo no está de acuerdo con el símil, vid. La prosa..., p. 81.1S V. Infantes vuelve de nuevo sobre esta idea en su artículo sobre las polianteas, op. cit., p. 256.19 Estas son las principales características explicadas por A. Rallo: Son "museo o muestrario de lo que seha dicho y se dice en torno a aparentes temas inexplicables, sucesos extraordinarios, maravillassoprendentes. [...] Usualmente se combinan temas rescatados de la antigüedad, reelaborando lo yainvestigado para dar cuenta, como en repertorio enciclopédico, de la experiencia acumulada". Artículocitado, pp. 160- 161.

Page 6: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

160 LINA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58, 1993

Frente a éstos, habría otros rasgos más discutibles, que son los que pretenden sacarse de lapropia definición que daba Mejía en su prólogo. Por ejemplo, que toda miscelánea pretenda contarverdades20. Pues esto de la veracidad de lo que se cuenta, que cuadraba tan bien en Mejía, historiadory cronista de Carlos V, y en su Silva, suma de discursos siempre eruditos con un sistemáticomodo de proceder con las fuentes que cita, no es tan exacto en el caso del Jardín de Torquemada, ymucho menos en el de Luis Zapata o Julián de Medrano, como veremos.

Tampoco cabe decir, en general, que "la miscelánea está redactada en una tercera persona tras lacual se esconde el autor, adoptando así una disposición, aunque ésta pueda ser sólo aparente, demáxima objetividad y asepsia en relación con los temas que trata..."21, porque sabemos queexistieron otros moldes como el coloquio o incluso el relato autobiográfico.

Por eso creo que lo fundamental de todo lo explicado por A. Rallo es que la originalidad de unamiscelánea está en la dispositio del texto, que depende enteramente de la intencionalidad del autor22.Pues está íntimamente ligado al modo de proceder con las fuentes que antes apuntábamos. Asípues, la manera de tratar la erudición y las nuevas experiencias (Antiguos vs. Modernos) es unaprimera marca diferenciadora entre unas misceláneas y otras. Y esto resulta fundamental paraentender cuestiones tan importantes como la actitud que mantuvieron los humanistas ante lanovedad del tema de América y su inclusión en este tipo de textos, de lo que me he ocupado en otraocasión23. Mientras que el objetivo de Mejía es transmitir la sabiduría clásica, con un plan similaral de los modelos que cita (Aulo Gelio o Plutarco), Torquemada utilizará el coloquio para introducirla posibilidad de discutir sobre los testimonios coetáneos cuando considera que los modernos loshan superado en curiosidad y han llegado más lejos con sus exploraciones. Y, por su parte, Zapatahará de la selección de la modernidad el principal atractivo de su miscelánea, un rasgo más queindica un cambio respecto a Mejía y a Torquemada24.

Nuevos datos para una investigación pendientePese a todos estos acuerdos, me propongo discutir aquí otras definiciones de este supuesto

género que afectan a la explicación de su trayectoria:1. Que los cuentos introducidos en las misceláneas sean siempre "novelas en primer grado"

(novelar para dar a conocer verdades curiosas), que están al servicio de una finalidad moral25.

2 0 "En realidad, la miscelánea vino a colmar una de las grandes aspiraciones del humanismo: lograr unaliteratura amena sin necesidad de inventar mundos y personajes fantásticos que adulterasen la verdadhistórica. Las misceláneas españolas prepararon el camino al ensayismo francés de la segunda mitad delsiglo XVI: la trascendencia de Montaigne, que escribió estimulado por la Silva de Mexía, consiste en quesustituyó la erudición de la obra del español por la crítica libre de los asuntos tratados y la aportación desu propia personalidad en lo que escribió", A. Castro,"Introducción" a Silva de varia lección , éd. cit.,pp. 62-63.21 Ibíd., p. 63.2 2 "La organización de las misceláneas, por tanto, depende (y por ello mismo se hace evidente) de laintencionalidad de] autor, acoplándose a las formas genéricas de presentación establecidas en ciertatradición; en cambio la elaboración interna responde a unos principios compositivos presentes en todaslas obras, aunque están más o menos manifiestos, y sean más o menos funcionales según laestructuración externa elegida", A. Rallo, ibid., p. 176.2 3 "Del silencio y la curiosidad sobre América en las misceláneas", EdO, X (1991), pp. 167-186.2 4 A. Rallo, art. cit., pp. 178-180. Vid. también A. Prieto, op. cit., pp. 238-239.2 5 "...las narraciones no se incluyen en las misceláneas por su valor intrínseco, sino en funcióndemostrativa: de cómo existen demonios (Torquemada), de cómo el hombre es ingrato por naturaleza(Zapata), etc.", A. Rallo, ibid., p. 166.

Page 7: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

LA SELECCIÓN DE LO CURIOSO EN 'SILVAS' Y 'JARDINES' 161

2. Que las misceláneas evolucionaran hacia el orden, perdiendo la primitiva "frescura selvática"y pasando de la simple recolección al "corsé" del diálogo y a las memorias26.

Respecto al primer punto, creo que debemos seguir investigando la función de la narracióncorta dentro de la miscelánea, en el camino abierto por el profesor Chevalier. Y específicamente, dela incorporación del relato oral, como proponía la propia A. Rallo, para llegar a saber, entre otrascosas, hasta qué punto las anécdotas fueron acontecimientos reales únicos o eran cuentecillospopulares. Sin eso, no cabrá hablar de originalidad, ni tampoco de evolución entre los diferentesautores27. Por supuesto que el Jardín de flores curiosas sigue ofreciendo un gran campo de estudio,como advertí al comentar el caso de las anécdotas sobre la Conquista de América, pero no es elúnico interesante, afortunadamente.

Para contradecir al mismo tiempo las dos conclusiones arriba citadas, quiero reivindicar lalectura de un texto al que hasta ahora no se le ha prestado la atención que merece, y que ni siquieraaparece citado en el corpus de las misceláneas, a pesar de que lo exija ya su título. Me refiero a Lasilva curiosa de Julián de Medrano, de la que conocemos dos ediciones: una de 1583 y otra de160828. Y valga esta breve reseña para avalar la conveniencia de una edición crítica que yo mismahe comenzado ya a preparar.

Esta "silva", que se enunciaba ya desde su portada como recuerdo mezclado de Mejía yTorquemada, hacía honor a su título por mezclar, sin ningún plan ni orden previo (lo de la divisiónen siete libros no pasó de ser un proyecto) los materiales más diversos. No sólo temas sinogéneros de prosa y poesía (versos laudatorios, satíricos y pastoriles, lamentaciones propias,epitafios, refranes y relatos de muy diferente extensión y propósito, etc.), e incluso lenguas, puesel castellano alterna en bastantes ocasiones con el latín, el francés y el italiano, a veces con claraintención burlesca. Por eso Medrano había dicho en esta octava al lector:

Los que cacáis por el monte de Amores,Curiosas invenciones desseando,

2 6 "La miscelánea, encorsetada en el diálogo, crea un género híbrido, en el que un ritmo ordenado haceperder la frescura selvátiva a favor de un mayor aprovechamiento de unas flores sometidas a undiseccionador sistema didáctico. Sin embargo todas las realizaciones siguientes, que de alguna maneracontinuaron remitiendo su origen a la Silva de Mexía, intentaron encontrar un principio organizativo.En líneas generales éste fue el de la agrupación temática: así, por ejemplo, la Philosophía vulgar de MalLara. Y si la Varia historia de Zapata se presenta como un auténtico caos, se debe a no estar acabada",ibid., p. 175.2 7 Por ejemplo, decir que en Torquemada se observa el paso a una nueva miscelánea porque la anécdotapasa a tener categoría de "autoridad", ibid., p. 170. También A. Prieto: "el Jardín de Torquemada seinstalaba, con sus realidades, dentro de una literatura de imaginación...", op. cit., p. 255. Y de nuevoA. Rallo en La prosa..., pp. 89-90. Conviene recordar que la lectura eminentemente novelesca deTorquemada se observa en el propio título de la traducción francesa, recordando el de Boccaccio:Hexameron ou six journées...2* LA / SILVA CURIO-/SA, DE IULIAN DE ME/DRANO, CAVALLERO NAVAR-/RO: en que se tratandiversas cosas/ sotilíssirnas, y curiosas, mui con-/venientes para Damas, y / Cavalleros, en toda conv-/versation virtuosa, / y honesta.// Dirigida a la muy Alta y Serenissima Reyna / de Navarra su sennora//Va dividida esta SILVA en siete libros diversos.../ EN PARIS / Nicolás CHESNEAU (...) / MDLXXXJH.José Simón registra una primera edición de Zaragoza, J. Escartilla, 1580, que no he podido localizar.Nicolás Antonio, en cambio, sólo da la referencia de la edición de 1608, que repite el título sustituyendola dedicatoria por: "Corregida en esta nueva edición, y reduzida a mejor/ lectura por CESAR OUDIN /VÉNDESE EN PARIS/ En casa de Marc Orry, en la calle de santiago / MDCVIJJ. Se conservan nueveejemplares (entre las dos ediciones) en la B.N. de Madrid.

Page 8: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

162 LINA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58, 1993

Entrad en esta SILVA, y descansandoEn ella gustareis dos mil primores.En ella cogeréis diversas flores,Si andar queréis en ella passeando,Y en ella vuestros males encantando,Olvidareis trabajos y dolores.

Tal vez esta mínima lista pueda dar idea de su gran "frescura selvática":

- "Curiosas letras y motes breves y muy sentidos con diversos dichos de amor harto graciosos, ytambién algunas preguntas, proverbios y sentencias morales, con muy graves y muy lindosrefranes"29.- "Diálogo del ánima y de Caronte" (en francés).- "Soneto francés".- "A las malas mujeres" (en verso y prosa).- "Refranes antiquísimos, y otros muchos compuestos por el autor". .- "Observaciones naturales de los antiguos, curiosas y verdaderas por la mayor parte".- "Soneto de la rueda de la fortuna" (en mezcla de italiano y latín).- "De las obras del Ruscelli".- Historia italiana de una monja enamorada de un mancebo virtuoso.- "Julio Medrano en alabanza de las mujeres".- "Lamentación de Julio sobre la amarga ausencia de su Marfisa".- "A la Serenísima Reina su señora".- "Diálogo sobre la hermosura y cabellos de una vieja a quien Julio servía".- Sarta de cuentos (algunos de ellos titulados "aventura") rematados con epitafios curiosos.

También "fresca" es la manera que tiene Medrano de hilvanar o cortar sus retazos misceláneos.Por ejemplo: después de unos textos varios "De la naturaleza y fuerza del vino", se cansa o notiene más que contar y lo deja alegando que el tema le ha emborrachado y no quiere hacer lo mismocon los lectores:

Yo pensaba pasar más adelante, y había propuesto de ensalzar la gloria del buen Baco hasta el cuernode la luna, pero principio ya a sentir que sus versos y presencia fumosa me dan mal de cabeza; ytemiendo que el mismo accidente no acontezca a los lectores, remito la empresa a otra mejor ocasióny sujeto que yo he tomado en uno de mis siguientes libros, que trata de la natura de las plantas, en elcual singularmente alabo la fuerza, virtudes y natura de dicho Baco. Por ahora, baste lo que hemosdicho de su licor divino (digo licor de vino, porque, Non surtí miscenda sacra profanis).'30

De todas las historias mezcladas en esta Silva curiosa, algunas de las cuales están tomadas delAlivio de caminantes de Timoneda, bastaría sólo una para mostrar la absoluta independencia quepudo tener la narración corta dentro de una miscelánea. Se trata de un relato supuestamenteautobiográfico -como la mayor parte del material del libro-, de suficiente extensión como para serconsiderado novela, y que se conoce como "El ermitaño de Salamanca", nombre que apareceencabezando unos versos en los preliminares. Es una historia llena de elementos fantásticos muydel gusto cervantino, que comienza así:

2 9 Este material fue el que decidió seguramente a J. M. Sbarbi a publicar el texto en su colección Elrefranero general español, tomo X, Madrid, Imprenta Gómez Fuentenebro, 1878; reeditada en facsímilpor Ediciones Atlas, 1980. Edición por la que cito aquí.3 0 /¿id. , p. 77. Sigue "Volvamos a nuestros proverbios".

Page 9: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

LA SELECCIÓN DE LO CURIOSO EN 'SILVAS' Y 'JARDINES' 163

Estando en Salamanca hallándome cansado del ejercicio trabajoso (aunque suave) de las musas, yviéndome harto cerca del reino de Galicia, aunque otras veces hubiese pasado por aquella tierra, quisepor curiosidad ver otra vez aquel reino, y así partí con algunos compañeros míos, en compañía de loscuales continuando mi viaje, acérdome que estando a tres leguas de Orense en una venta donde lanoche reposamos, llegó allí un fraile que de aquella ciudad venía, ...31

Medrano cuenta el caso extraño que le sucedió en una cueva (muy similar a la de Montesinos)con un sabio jorobado que le va descubriendo secretos:

Diciendo esto, y viendo una cruz de madero que estaba sobre una peña, me lleva al pie de ella, y medice: "Julio mío, aunque yo creo que sois caballero y hombre verdadero, todavía por mayor firmezaquiero que juréis en esta cruz, de nunca dar a hombre ni mujer un libro que yo quiero daros, que lo tengomás caro que mi corazón, y que estando en el paso de la muerte, si tenéis tiempo y fuerza, vos mismolo quemaréis, para que ninguno después de vos goce de tesoro tan precioso; también quiero que meprometáis sobre este santo madero que nunca descubriréis a criatura nacida los secretos que yo quieromostraros". Yo le dije que por cierto yo era contento...32

Como si de una novela de caballería se tratase, le enseña, entre otras cosas, un espejo mágicopor el que desfilan escenas pasadas de su vida, sus parientes y amigos, y hasta Marfisa D. A. (alparecer, la amada real del autor), que se le aparece acostada en su cama "leyendo en un libro españolque le llaman La Diana de Montemayor"33.

Aunque nada sabemos aún de la personalidad de este autor (nombrado Julio Iñiguez de Medranoen la edición de 1608) y de la fama que llegaría a darle su texto, sí es posible deducir de su lecturaque lo pensó para lectores cortesanos y particularmente para damas, tal y como rezaba su portada.La primera de ellas sería la Reina de Navarra, ante quien desplegó una larga captatio benevotentiaey bajo cuya protección quiso defenderse de murmuradores34. La mujer tiene una presencia muyimportante en esta Silva curiosa hasta el punto que uno de sus discursos más amenos trata el tema,tan barroco, de los celos y los cuernos ("Muchos hombres tienen tan siniestra y mala opinión delas mujeres, que no osan casarse de puro miedo de ser cornudos..."), y parece la antítesis de loseruditos discursos de Mejía. No sólo no hay más citas que su propia experiencia, sino que sujustificación ante el lector es absolutamente sarcástica:

Alguno de los que este libro leerán, dirá con pasión, que, siendo yo soldado, desnudo y estéril de lasletras y ciencias que son necesarias al que compone alguna obra, por qué me meto tan adelante yadentro en el discurso de las mujeres. Al que tal dijere, le respondo que aunque carezca de ciencias, noquiero que las mujeres crean que yo carezco de voluntad para hacerles servicio (pues que todos loshombres tal tributo les debemos). Antes deseo que conozcan que les tengo tan sincero y natural amor,que empleando, gastando y consumiendo mis años y vida por ellas (aunque la pierda), no la tendré poTperdida, antes por muy ganada y venturosa; yo digo por las honestas y valerosas mujeres, que a lasotras que no son tales, a esotra puerta, porque esta no está abierta.35

3 1 Ed. cit., pp. 184-185. Para el curioso vínculo que llegaron a tener Medrano y Cervantes, véase Palau,Manual del librero hispano-americano3 2 Ibid., p . 247.3 3 "Y yo afirmo que era aquel libro, porque dentro del espejo vi y quise leer el nombre, y conocíclaramente que era La Diana", ibid., p . 252.3 4 "... Debajo de cuyo amparo y favor, espero que este mi libro (y otra obra que para Vuestra Majestadgranjeo y reservo), saldrá a luz, y estará seguro, sin tener temor del juicio de los zoilos y envidiosos, quesiempre murmuran y reprenden satíricamente todo lo que ven y leen...", "Epístola a la Serenísima Reinasu Señora", éd. cit., p . 6.3 5 Ed. cit., pp. 81-82.

Page 10: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

164 UNA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58, 1993

Sigue después una lección muy práctica para el buen matrimonio: los consejos que solía darle aél el Ermitaño de Salamanca y los que él mismo le da al lector que desee ser feliz con las mujeres,y termina con una historieta de una mujer fatal que le contaron en Nimes. La función de amenidades sin duda la misma que podía cumplir, por ejemplo, la increíble historia de la portuguesa y elmono celoso que contaba Torquemada en su Jardín de flores curiosas36. Sin embargo, a grandistancia están las intenciones de ambas obras, y probablemente también sus aficionados lectores,aunque en algún momento llegaran a coincidir. Lo que afirmo basándome en los siguientes datos:

1. El carácter absolutamente caprichoso de lo que se reúne y el cómo se reúne.2. El predominio de la experiencia personal y de los datos autobiográficos.3. La idea de escribir para proporcionar argumentos a las conversaciones cortesanas.Estos tres rasgos me parecen importantes porque nos revelan en última instancia el tipo de

relación que mantiene el autor con el destinatario de la "silva", y su grado de independencia frente aél, lo que considero determinante para caracterizar la tipología de las misceláneas, como trataré demostrar. Pues adelanto ya que para mí las diferencias deben buscarse en el tipo de "serviciocultural" que aspiran a cumplir los autores, ya que eso nos explica en todos los casos las libertadesque se permiten en su criterio selectivo. Es fácil comprender que Pedro Mejía, como historiador deCarlos V, no estuviera nada acostumbrado a escribir de lo subjetivo37, y que, valorando comovaloraba su erudición, pensara en exhibirla en una obra que sirviera de consulta a otros menoseruditos. Su prólogo no parece dejar duda. Pero, ¿hasta qué punto los temas seleccionados eran losque a él más le interesaban, de los que más sabía o los que demandaban sus posibles destinatarios?Parece comprobado que la única libertad que se permitía era la de decidir sobre la importancia de losasuntos tratados y la mayor o menor credibilidad de sus fuentes38. Es sumamente elocuente estaadvertencia en la que se nos presenta como un "preguntador" intermediario, entre los libros y ellector curioso, tal y como siglos más tarde se presentaría Feijoo:

Algunas cosas escribo en esta mi silva que yo no las escogí ni las pensaba poner en ella sino queacaso por algunas personas curiosas y amigas de saber las cosas antiguas he seido preguntado deellas, pareciéndoles que poT hombre dado a leer, o las sabría o las podría saber más prestopreguntándoles a mis libros.39

Es verdad que Mejía pensaba en suscitar conversaciones con los temas de su miscelánea ("éstosson los casos, agora los lectores platiquen sobre ello"), como desde tantos otros géneros lopretendieron otros humanistes, pero tenía sobre todo conciencia de que sería fuente de consultaerudita para la posteridad. Y se cumplió su aspiración, como lo confirma el hecho de que fueracitado como autoridad en muchos coloquios (como El Crótalon), y en otras misceláneas (como lade Torquemada, quien lo incluye entre la tabla de autoridades), lo que le valió figurar pronto en laslistas más selectas40. Era la consecuente compensación de no haber escrito por capricho propio,sino por una especie de compromiso cultural seriamente asumido.

" Cf. éd. cit., pp. 182-184.37 Cf. A. Rallo, "El sevillano Pedro Mexía, historiador de Carlos V", en Actas del I Congreso de Historiade Andalucía. Siglos XVI y XV11, II, Córdoba, 1978, pp. 307-310.38 A. Rallo, "Las misceláneas...", p. 171.3 9 La comentaba oportunamente también A. Rallo en el citado artículo de ínsula, p. 14. Ver la nota 1.4 0 La que recoge Suárez de Figueroa en su Plaza universal de todas las ciencias y artes, como recuerdaA. Prieto con este mismo comentario que abre su capítulo dedicado a las misceláneas; cf. La prosaespañola del siglo XVI, p. 219.

Page 11: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

LA SELECCIÓN DE LO CURIOSO EN 'SILVAS ' Y 'JARDINES' 165

Antonio de Torquemada también lo ejercería a su modo, seleccionando entre los gustos del granpúblico (que conocía tan bien) y no sólo los de los más cultos, lectores de Mejía. Escribió sobrefenómenos mágicos y trasgos en una época de interés por las compilaciones demonológicas, osobre las tierras septentrionales cuando se discutían las noticias de la ya famosa Historia degentibus septentrionalibus de Olao Magno; pero con el mismo derecho incluyó sus propios gustosde mitógrafo y de folklorista. De manera que todo lo que pertenecía a su experiencia personal (casosoidos o vistos) se presentaba como excursos amenos que completaban, confirmaban o propiciabanla discusión de los temas fijados y ordenados de antemano. Su acierto lo confirmó, como en el casode Mejía, su éxito editorial dentro y fuera de España. Y su compromiso cultural lo confirman lasmuchas ocasiones en que su voz en el Jardín se autojustifica o disculpa por no seguir un hilomeramente didáctico, ajustado a las verdades escritas. En Torquemada cada disculpa es unarevelación.

Pero dejaré para otro lugar el comentario de citas probatorias de esto, en favor de lademostración de que no todos los autores de misceláneas se sintieron igualmente "intermediariosanotadores de citas y acontecimientos", ni todos dieron "constantes muestras de estar al servicio delreceptor"41. Es más, puede observarse que en varias misceláneas del último tercio del siglo XVI lafunción informativa va dejando cada vez más cabida a la experiencia autobiográfica, con frecuentesinterferencias del autor en el texto, que hace gala así de su independencia selectiva y creativa, engeneral. Una tendencia que confirma el propio Medrano cuando anuncia un Vergel curioso dondereservará las noticias de todas sus andanzas por Italia, Portugal, España y las Indias (libro que noparece que llegara a publicar) o incluso el propio Guzmán de Alfarache, que para muchos admitelectura como miscelánea.

Por esto me parece muy acertada la valoración de la Miscelánea o Varia Historia de Luis Zapataque hace A. Prieto en comparación a la de Mejía, justificando así sus diferentes éxitos de público42.Se trata de una miscelánea que por su subjetividad se sitúa en el polo opuesto a la funcionalidad delas polianteas como la de Domenico Nanni Mirabellio. Nada menos "útil" que las curiosidades querecoge, reveladoras sólo de los propios gustos del autor (como la caza) o, en todo caso, de una altasociedad que parece ser su interlocutora. Nada más exhibicionista que las listas de "records" quegusta de coleccionar el cortesano Zapata sobre las mayores rentas, los mejores productos o lasmejores casas entre sus contemporáneos, presumiendo, por cierto de la suya43. Sus anécdotas, susversos, sus epitafios curiosos, un gusto compartido con Medrano que merece un estudio aparte(¿participaron de una moda?), están muy alejados de la literatura didáctica de la que empezamos ahablar. Ningún compromiso con el receptor le mueve, tal vez porque nunca tuvo las aspiracionesde Mejía o Torquemada, lo cual se revela no sólo en su desorganización, más o menos provisional.

Con las distintas selecciones de "lo curioso" parece que fueron cambiando paralelamente losrecintos de las misceláneas: si con la de Mejía tenemos la sensación de no salir de una biblioteca,con la de Torquemada, en cambio, nos encontramos invitados a una conversación privada en un

41 A. Rallo, ínsula, p. 15.4 2 "Zapata escribe o dicta su Miscelánea desde un yo gastado en largas experiencias, que le proporcionanargumentos reales o históricos, [...] tenemos una materia predominantemente personalizada, conducidapor el yo del autor...", La prosa española en el siglo XVI, I, pp. 238-239. Ya Menéndez Pelayo decía deZapata: "a cada momento entra en escena con un desenfado familiar" (apud. A. Rallo, "Lasmisceláneas...", p. 176).4 3 Cf. la única edición disponible del manuscrito, que debemos suponer posterior a 1587 por unareferencia interna del texto: Varia Historia, ed. de G. C. Horsman, Amsterdam, 1935, p. 41.

Page 12: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

166 UNA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58,1993

placentero jardín , con todas las connotaciones que éste tiene desde antiguo como marco ideal parala reunión filosófica44. Y por último, con las de Medrano y Zapata tenemos la impresión de estarante "charlistas de café", deseosos de divertir a un círculo de amigos con las curiosidades personalessurgidas desordenadamente de sus viajes, sus lecturas y su experiencia, e incluso de exhibir suhabilidad como poetas, como le ocurre a Medrano.

Así, por comparación, parece muy clara la evolución de las distintas posibilidades del género.Una "silva" que lo es sólo en cuanto a los temas y sigue una exposición erudita, de clásicodiscurso humanista defensor de la verdad de lo que se cuenta, da muy poca o nula cabida al novelarpor gusto personal. Esto es, al desarrollo de anécdotas más o menos relacionadas con la propia vidadel autor. En cambio, a medida que una miscelánea va dejando entrar otros géneros no meramentediscursivos, se hace más permeable a la autobiografía. Es decir, se personaliza la inclusión deanécdotas relacionadas con el autor e incluso se justifica biográficamente la inclusión de undeterminado tipo de materiales y ya no por "exigencias del guión" o por peticiones del público.

Con tales observaciones estaríamos tentados así para explicar una clara evolución en latrayectoria del género, más o menos en los siguientes términos.

Mientras que las primeras misceláneas sólo contenían una mezcla temática (están en prosaenteramente), las últimas tendrían además acentuada la mezcla de géneros, que sería característica dela práctica barroca de la miscelánea, como se ha insinuado ya en otros estudios45. E incluso, en elcolmo de la miscelánea, podemos encontrarnos también con mezcla lingüística, como en la deMedrano. De Mejía a Torquemada se habría producido un cambio sustancial, porque en laconciencia del autor del Olivante de Laura está ya la idea de escribir "no un tratado sino una obraliteraria"46, de manera que el Jardín de flores curiosas se sitúa a modo de eslabón entre lamiscelánea típicamente humanista y otra de funcionalidad típicamente barroca, con predominio delo lúdico y lo paródico, representada en La silva curiosa.

Sin embargo, las cosas no son tan simples cuando se examina la gran cantidad de libros quesurgieron al abrigo del éxito de los modelos de Mejía y Torquemada. Pues he podido constatar quese mantuvieron las diferentes opciones, y por tanto, las varias funcionalidades de la miscelánea, loque nos impide seguir hablando del "género misceláneo". Sólo dos últimas consideraciones enapoyo de esto.

A partir del siglo XVI, los títulos "silva" y "jardín", los títulos de botánica en general, no sonindicativos de ningún género específico tal y como lo fueron, en cambio, en la literatura medievallas "flores" de sabiduría y los "vergeles" (o "espejos") de nobles caballeros y doncellas47.

4 4 Es abundante la bibliografía sobre la simbología del jardín desde la Edad Media, como atestiguan losdatos de J. Blasco, "El jardín mágico", en La comedia de magia y de santos, Valladolid, Júcar, 1992,pp. 227-229. En relación a la obra de Torquemada, véase I. Gómez de Liaño, Paisajes del placer y de laculpa, Madrid, Técnos, 1990 .4 5 Cf. los de M. Fernández Nieto, "Función de los géneros dramáticos en novelas y misceláneas", enCriticón, XXX (1985), pp. 151-168, quien ve la imposición de "la concepción poética frente a lahistórica y científica"; y el de J. M. Oltra, "La miscelánea en Deleytar aprovechando. Reflejo de unacoyuntura tirsiana", ibid., pp. 127-150. Así también se habla de una "práctica barroca del género" en elreciente libro de A. García Berrio y J. Huerta Calvo, Los géneros literarios: sistema e historia, Madrid,Cátedra, 1992, p. 223.4 6 A. Prieto, ibid., p. 256.4 7 El término "silva bíblica" aparece por primera vez en el predicador toledano Enrique de Amusco, en suCompendium totius sacre Scripture divinum Apiarium nuncupatum (¿Toledo o Alcalá?, A. Guillen de

Page 13: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

LA SELECCIÓN DE LO CURIOSO EN 'SILVAS ' Y 'JARDINES ' 167

Recuérdese además que las polianteas renacentistas solían presentarse como "florilegios" (la famosade Nano Mirabelio se dice "opus suauissimis floribus exornatum"). Entre la publicación de laSilva de Mejía en 1540 y el lar din de sermones de varios asuntos y de diferentes oradoresevangélicos (Zaragoza, Agustín Verges, 1676), por ejemplo, se publicaron en España y en Italiauna gran cantidad de títulos inmensamente heterogéneos: desde la Silva de Pérez de Moya (Sevilla,1579), en nada emparentada ni con la de Mejía, ni con la Silva palentina del Arcediano del Alcor,ni con la de Medrano, y mucho menos con la Selva de aventuras de Jerónimo Contreras, hasta elVergel de flores divinas de Juan López de Ubeda (Alcalá, 1582)48 o el Jardín de amores sanctos ylugares comunes de Francisco Ortiz de Lucio (Alcalá, 1589) y otros títulos con "jardines" quetuvieron especial éxito en Italia, en muchos casos mostrando claramente la influencia del deTorquemada49.

Uno de los textos más interesantes que he encontrado para estudiar la cuestión de la imitación yla recepción del Jardín de flores curiosas es un libro italiano localizado en la Biblioteca Comunalede Siena, y del que hasta ahora nadie, que yo sepa, había dado noticia. Se trata de la Idea delgiardino del mondo del médico y académico bolones Thomaso Thomai, cuya segunda edición(Bologna, G. Rossi, 1586) he podido consultar50. El autor, que añade nuevos capítulos en esta"segunda impresión", se detiene a justificar el título en su Dedicatoria, aunque sin reconocer sudeuda -clara al revisar la tabla de materias-, con Torquemada:

... gli diedi nome di Giardino del mondo, perche essendo i giardini fondati in terra, cominciô alagionare delle marauigliose cose della tena, come dell' eccellenza di questo elemento de1 terremoti, &altri effetti suoi, delle virtíi delle piètre, herbe e piante, e degli animali & e demonii terrestrii. Maperche senza 1' acqua non possono crescere le piante, & il giardino diverrebbe stérile, me ne vengo àragionar d' alcune cose dilettevoli, & gioconde dell' acque, dei suoi animali che sonó i pesci, & ancodei demonii acquatici. Et perche il giardino vuole esser posto in aere buono e souaue, faccio mentionedi molte cose che appartengono all' aria come delle comete, saette, arcoceleste, altre cosemeteorologiche, le quali sonó degne da sapersi i non lasciando di far mentione degli animali &demonii aerei. Quarto perche senza il fuoco, col quai si cuoce il pane, i giardinieri non potrebbonovivere, ne meno estirpare alcune sorti d' herbe, secondo Teofrasto...51

Igualmente interesante es el prólogo a los lectores, por explicar en él cómo ha procedido consus libros como se hace recogiendo flores en un jardín: eligiendo sólo por gusto. Esto le darálicencia para mezclar algunos de los temas que ya estaban en Torquemada con otros que podíaninteresarle como "físico", como la enfermedad de amor o los efectos de la mirada. Pero nos quedatodavía por hacer un estudio exhaustivo sobre las deudas y las novedades respecto al libro español.

El modelo de Torquemada fue seguido además por misceláneas que podrían no parecerlo por sustítulos. Así, por ejemplo, se encuentra evocado en el prólogo que pone Juan Costa a su primera ed.de El regidor o ciudadano (Salamanca, 1578), dedicado al Claustro de la Universidad: "...reciba V.S.

Brócar, 1520). Interesa además el término "apiarium"= proceso de libar de diversas flores. Cf. P. Cátedra,"Nebrija y la predicación", en prensa.4 8 Los títulos con "vergeles" son especialmente variopintos: Vergel de música especulativa y activa deMartín de Tapia (Burgo de Osma, 1570) frente al proyecto del Vergel curioso de Medrano.4 9 Cf. M. Fagiolo, "II giardino come teatro del mondo e della memoria", en Lo spettacolo barocco,Roma, Bulzoni, 1969, p. 126.50 Ya la portada recuerda la de la primera edición del Jardín de Torquemada : IDEA/ DEL GIARDINO/ DELMONDO./ Di M. Thomaso Thomai da Rauenna Físico,/ & Académico Innominato./ Oue, oltre moltisecreti marauigliosi di natura, sonó posti varii,/ & soauissimi frutti curiosissimi, secondo la diuersità/del gusto de gli huomini./ [...].51 Ed. cit., fol. I.

Page 14: La selección de lo curioso en «silvas» y «jardines»: … · organizada como método de enseñanza es lo que une a géneros que van desde las preguntas y respuestas a ... y Polyantheas

168 LENA RODRÍGUEZ CACHO Criticón, 58, 1993

(el agua) que va embuelia en este poco fruto, si fruto deve dezirse el que produze el jardín destaobra, do están de mil partes plantados y escogidos exertos"52. Y al final del prólogo que el mismoañade a su segunda edición (Zaragoza, 1584), donde dice que su "obrezilla" ha sido "con trabajosocuydado emendada, añadida y matizada con mil flores de curiosas addiciones"53. O en elplanteamiento de los coloquios de la Microcosmia de Marco Antonio de Camos (Barcelona, 1592).

En cuanto al modelo de Mejía, puede verse en la Varia Historia (Toledo, 1592), de Fray Diegode Yepes, confesor de Felipe II aficionado a las misceláneas. La idea de la silva tal y como laconcibió Mejía fue bien entendida como patrón genérico también por el doctor Juan de Cárdenas,quien explica en el "Prólogo al lector" de su Primera parte de los problemas y secretosmaravillosos de las Indias (Méjico, Pedro Ocharte, 1591):

... porque si en quanto al orden de los capítulos me pusieran objeción, diziendo que por qué causa,siendo esta historia tan varia, y tocando materias tan diferentes no hize della una selva de Varialeción Indiana, para variar los gustos al lector. A esto respondiera que como mi principal intento fuedar razón y causa de lo que en cada problema se pregunta, y esta razón venga dependiente de otra, nofue posible dexar de encadenar los capítulos para que desta suerte se escusasse a cada rato el repetir milveces una mesma cosa. Y assí tomé por orden dividir el tratado en tres libros...54

Y con todos estos títulos, en suma, lo único que parece quedar claro es la dialéctica entre elordenado jardín y la desordenada selva, que suele ser recogida en los diccionarios de iconografía55.Con flores "reinjertadas" y "flores desgajadas', en la ingeniosa terminología usada por la profesoraRallo, se fueron tejiendo diversas vegetaciones misceláneas en nuestro Siglo de Oro. Quizá con eltiempo las plantas llegaron a ser más "vulgares", pero tal vez también más refrescantes... Encualquier caso, es mucho lo que aún nos queda por saber a los curiosos de este tipo de botánicas...

De la recreación de un campo de metáforas tópicas a la resemantización del motivo de laliberación del amante, el Desengaño de amor en rimas nos sitúa en los contextos en los que searticula también la retórica amorosa de la poesía de Quevedo. Si bien es cierto que el Canta sola aLisi no desarrolla exactamente la misma parábola, ni cabe buscarla en sus otras composicionesamorosas, que no están unidas por el argumento de un cancionero, la poesía amorosa de Quevedodialoga con la de Soto en la selección de unos conceptos que perpetuaron aquellos sueños en losque se imaginó la experiencia del amor humano.

5 2 Cito por ejemplar de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca (sign.: 1/ 20971), p. 9.5 3 Ed. cit., p. 7.5 4 Cito por ejemplar de laed. original en B.N.M. (sign.: R- 15975). Subrayado mío.5 5 "El jardín es el ámbito en que la naturaleza aparece sometida, ordenada, seleccionada, cercada. Por estoconstituye un símbolo de la conciencia frente a la selva (inconsciente), como la isla ante el océano. [...]No debemos dejar de citar el texto bizantino, que se cree del siglo XI, publicado por MargaretH. Thomson, El jardín simbólico, en el que se expresa el simbolismo de diversas plantas, además del dela tierra, el agua, la cerca, el jardinero, etc.", J. E. Cirlot, Diccionario de símbolos, Barcelona, Labor,1992 (2Q éd.), pp. 258-259. "Según C. V. Aubrun, el jardín se contrapone a la selva como la geometría secontrapone a la confusión; representa la naturaleza sometida y humanizada, dotada de un orden terrenalque refleja en cierto modo el orden de los astros en el firmamento. Esta concepción un tanto cartesiana hasido patente desde los jardines renacentistas hasta pasada la Ilustración: incluso la ornamentaciónfigurativa de los mismos fue concebida a menudo también ordenadamente y formando una unidadsignificativa, es decir, de acuerdo con un 'programa' intelectual", F. Revilla, Diccionario de iconografía,Madrid, Cátedra, 1990, p. 203.