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l.TAllíl\ A IA ViRIJEN DEll\ f.tif R.ElO\
\ l.•' ,,,
Quisiera poder for ja r
la estrofa má:> encendida
para, con mi Íé rendida,
podérsela dedicar.
Quisiera p oder mira r,
sin cega r con Su arrebol,
la Estrella que parió un Sol
para poderla pintar.
Quisiera saber orar,
sin retóricas ni allño,
con la oración que de niño
me enseí'íaron a rezar,
porque quisiera expresar
de tal modo mi sentir
que lo que n o sé decir
se pudiese adivinar.
Quisiera luego arpegiar,
como jilguero q ue t rina ,
en la copa de la encin a
el fasto d e Su llegar.
Q uisiera poder andar
con mi bordón de romero
tras el último na vero
hasta dejarla en su altar.
Allí me quisiera estar
qu edo en la paz de la ermita
ante la Virgen Bendita
musitando mi canta r.
En fi n, quisiera soñar
qu e merezco Su favor
y mis yerros por Su Amor
se me pL1edan perdonar.
Salvador V. DE LA TORRE
f ••• l
a
Con Censura Eclesiástica
NA V AS DE SAN JUAN +
Suscrfpctón corriente .. .. » de bienhechor • . .
3 ptas. ol afio 12 )> »
» de bíenhechor Insigne. EJ•mplar suelto . . • , • •
» » (l'cpular)
25 » » 8 )) 5 »
AÑO 1962 + NÚMERO~vn
-3 -
DEPÓSITO LEGAL J. 19 • 1958
(j]je todos lvs meses del a·ño,
hay uno que con solo pronunciarlo,
acelera los latid9s de los cor,1zcnes
naveros: 1\tlayo. A todas las µerso
nas viene i\.1ayo a recordarles las
flores y los campas, el riachuelo y
el ruiseñrr, la temperatura suave y
acariciadora, amores juveniles en
los viejos o amores venideros en los
jóvenes; sol radiante, luna serena,
STELLA
noches a/Jactbles, ágiles amaneceres ... , la Primavera, con
todas sus galas. Pao hemos dicho q11e d un navero le late
más fuerte el corazón, y no es precisamente la causa estos
recuerdos que hemos apuntado; d navero exalta el mes flo
rido en sus doce primeros dias: Romería y Novenario a su
Madre de la Estrella. Naveros ha brá que leyendo estas
páginas de STELLA no podrán evitar que las lágrimas •
asomen brillantes en s1.1s ojos; serán los que se encuentran
fuera de esta patria chica tan querida, por razón de su
trabajo. Otros llorarán en el más apartado rincón de su
cuartel y los dias 1 y 2 llenarán de nostalgia su existen·
cia.
¿Qué nos recuerda el mes de Mayo a los naveros? El
Cielo nos leg6 una Madre y el pueblo la adoptó con tan
to carillo de hijos, que el tiempo, borrador de recuerdos,
no ha logradü ni empa·ñar su figura; y ese amor filial,
desde aquella Edad lvf. edia en que fue encontrada su
Imagen, parece que nace con la ·vida de cada uno de los
na.veros. La Romería... la palabra cálida y paternal de
los predicadores .. . la alegría de los mozvs por el prado ...
recuerdos que hacen llorar.
Un año más ponemvs esta revista en vuestras manvs,
queridos lectores. Está confecclonuda con el más sillCero
prop6síto de que agrade; y más que agradu r, que ayude
a aumentar ese amor a la Virgen tan fu ertemente arraiga
do en los corazones de todos, porque en cada artículo en
contrareis ese sano propósito.
LA COFRADIA
- 4-
Af¡ ~ometfa rÍe la ~jftef /a Unos naveros am igos míos, me han
ped ido un ;u tículo para l:i rev i~ca STE LLA. Conocía de nombre a N avas de San Jua n . Algo ha bía oído de la V irge n de la Estrella. No obsc;inte y a tue r de s ince ro, me parece que el tota l era cas i nada. No es extraño. Son muchos los ki lón1et ros q ue nos separar. y m uchas las c ircuns tancias locales y de t radición q ue dirigen nu estros sen timientos a objecos distin tos .
Pe ro mis amigos naveros, jun to con el encargo, me trajeron unos ejemp lares de lt1 rev ista STELLA . A través de ellos h e co noc ido Navas de San Juan : su alma, s us pensamientos y sus amores. Y h e descubierto la Virgen de la Es tre ll;i.
Puedo decir que me he sumerg ido en el calor vibrante de amo r mariano que des piden los a rtículos, las crón icas y las poesías.
He ten id o ta ntos cicerones y me ha n dicho tantas y tales cosas de la Vi rgen de la Estrella, q ue me parece como si ~111 bendito día de primero de ~ayo, desperrndo por la algaza ra mu sical de la diana, me ba ya levantado bajo un c ie lo nu evo para mí, c ielo and;iluz, emhalsa m <1 do de a romas de p rimavera y radian te de sol.
Me he sentido un navero rnás , pa ra t rans portar un corazón encendido, en la Romería a la Virgen de la Es trella.
Y la Rumerfa , la he segu ido con lin os ojos abiertos, sorprend idos, q 1.e ha n ido llenánduse de imágenes , de luz y de vida.
El abanderado y sus acompaña n~es, con tiLI S co rceles adornados; ca rwzas qu e bullen de movi mie nto, de algaza ra y de entus ias mo. Música, can cos, aco rdes y melodfas··que dedos ágiles arra ncan salp icand o las cuerdas de l;1s guitarrn s . Mozas con s us trajes típicos de lunares .
Y mien tras la Romería ca racolea por el camino, bajo ei hervor del sel y mient ras la distancia paso a paso vencida nos deja un tin te de s ud )r en la fren te y un algo de pesadez en el cuerpo, se va perfila nd:) en el horizon te llano, salpicado de olivares, la Ermita de la Virge n.
En la sencilla e~padaña que p reside su ascética fac hada, una campana con alegría vocinglera, envfa un saludo sonoro a los qu e se acercan.
Y al llega r entre filas prie tos de ro meros, mis ojos se han pues to en la Vi rgen de la Es tre ll a. Me ha ~orprendído la imagen . Tie rna y bella , sonriente y cautiv adora corno de madre. Y el Niño, ~on actitud tranquila y reposada en brazos de su Madre, con una mirada que tiene u n tanto de arrobadora y d ulce picardía.
H e visto a los fieles a rrodillados, transfurmados en un s usu rro de emoción ante su Mad re, s u Patrona y s u Estrell '1.
Y me he qu edado allí, junto a vuestra Estre lla y mi Estrella .
y desde entonces, tengo una estrella entre los riscos y las peñas de Montserrat y otra en la llan ura j ienense. Las dos son d istin tos retraws que el amor h a compuesto a la misma Madre.
La u na me espera en tre cendales de incienso y melodías gregoria nas , en un rec into enma rcado por las murallas roqueñas de M on tserra t; la otra me aguarda en la t ierra llana, faci l y ac0gedc.ra de Navas de San Juan y en una ermita que construyó el fe rvor de un pueblo para custodiar su joya precíada , a su Estrella de su mal"lana y de su día, de mis mañanas y de mis días .
Y en e l oía prim ero de Mayo, pido a los céfiros t ibios del mar vecino , que como corceles mensaje ros, deposi ten jun te;> a las ofrendas de tantos romeros, el corazón y la plega ria de un peregrino espi ri tua l qu e se arrodilla reve rente :rn te su Madre, la V irgen de la Estrella.
Así he vívido mi Romería de la Es trella . Por obrn y gracia de un ruego de u nos arnigos na veros, y de mano de les cicerones q ue en la Revista STELLA , me han hablado ta ntas y ta n bellas cosas de las N a ilas, de la Romería y de la Vi rgen de la Estrella.
Tomás VERGÉS, Pbro.
- $ -
1\1ayo, 1961.
t J H S
•í Naveros! Tener buena estrell<l es tener bue
na suerte. TÍ/. que tienes la mejor Estrella, eres el
p11ebfo de suerte envidiable, p11es es más que Estre ·
lla, es tu Madre. Y si como Estrella. te alumbra y
guía por los oscuros senderos de la vida, comv Ma.
dre, te adora, te ben.dice, te acaricia y salva. ¡P.ue
bto de Navas! no pierdas nunca de vista la luz de
la Estrella ni dejes de umar con locura a tu Santa
i\1adre. Sin su Estrella y sin. su Madre, Navas se
rá lo que sea. menos Navas de San Jua11, ¡Viva el
pueblo de Navas!¡ Viva su. resplandeciente Estrella!
/Viva su Excelsa Madre.!
Juan A. LEON
- 6 -
Si el acendrado catolicismo español tiene <ilgún signo propio, éste está cLiro. Tal signo es el del marfanismo de nuestrd fé arn1igada. Ningún país, seg11 rn mente, más mariano que el nuestro. La Virgen mueve siempre, entre nosotros , la devoción popular. El culto a María es general y forma de manera especial la raíz misma de nuestro espíritu religioso. Antes que se proclamara el dogma de la Inmaculada , le habíamos he cho nuestro. El Pilar, es b Patron<l de la raza. La Purísima, la de· nuestra Infante ría. Li Virgen es, siempre, como decimos, la expresión m<ís tíern..i de nuestra fe popular. En Aragón , con la Pilarica; en Cataluña , con la «Moreneca~ ; en la
Mancha , con la Virgen de las Lágrinrns; en Extremadura , con la de G11ada lupe; en el norte con diversidad de devocio· nes locales; la Virgen de Covadonga, la de Ampuero, Patrona de la Montaña, la de Begoña ... ; Castilla, con b de la fu¿n. cisla; Levante, con 1<1 de los Desamparados o la Fuens-anta, etc. Andalucía tiene
• niafl.iana drañof a
Por José DlAZ DE VILLEGAS'
- ¿y como no? - igualmente acendrad a su devoción a María; con la Virgen de las Angustias, granadina; la Macarena,
sev illn11a ... la de la Capilla de J::ién y , en fin, esta Virgen amadísíma nue;;tra, de I¡¡ Estrella de Navas de San Juan.
No puede ser extrnílo por tanto, Si· no perfectamente consecuente con lo di· c 110, el que nuestra literatura, -expre· sión natural de nuestro ser y sentir- se impregne a través de todas las épocas y
de todos los ingenios ese mismo arnor desbordante a María. Ello ha ocurrido siernpre.
G1•nzalo de Berceo, el primer poeta hispánico de nombre conocido, riojano, de C<Jlahorra, nacido a finales del siglo XII. cuando nue3tro idioma comienza a afirmarse reciamente, nos legó tres poemas nrnrianos, • '.il1iracfos. de 7'JuestrC1 Señora• , •Duelo de la 'Virgen. y • Loorrs a :Nuestra Sáio1'a»; pero cantó a la Virgen también, en uno de sus tres himn(IS, el denL'minado •ÁtJe Sanda .'.María •. Grnn parce de su producció:-1 p :>étiC'a, mate ria· liza en 13.300 versos, fue enderezada a ensal:z:ar a María.
Alfonso X, el ingenio más prodigioso que posiblemente creó jamás nuestra ta·
za, la figura gigante de nuestra Civiliza . ción, legista, matemático, historiador y astrónomo, «Sabio», en fín sobre todo, dedicó a la Virgen sus más tiernos versos en las •Cantigas de S®ta Yi1aría •, aprovechilndo materiales de diferentes orígenes. Las Vírgenes de Oña, Salas, Oria, Montserrat. .. sirven para inspirar st.s más bellas composiciones en las que prueba, .con fi rme fé cristiana, la aseen-
-7~
S T E L L A
dencia de María incluso sobre moros y
judíos, en una gra n lección de fe y mo
ral. de amor a.la Mad re de Dios , exp..-e
sa manifes tación de nuestra más hon da
devoción nacional. • Los ojos amorosos de
la 'V rgen >, ento rnad0s para mira r a la
pobre hu manidad, mot ivan s us más per·
tectos versos y enjen<lran la maravilla de
s u rima . Ju an Ruiz, el Arcipreste de Hi ta ,
inclu so el autor del •Dbro del 13iien
Á l//Or• , mant iene ya es ta tradición inci·
piente de n uestros clásicos, h acia lo ma
ria no. Entre los 1900 versos que dejó
esc ritos hay m uc hos ded icados a la V ir
gen . Por ejemplo los q ue comienzan en
e l núm ero 20: - O Santa :JvlMia ( -- lus del dia lvda vía.
- 'Ju me guia
- gana me grada é' /Jendicion l c411/ar
-e de Jhesu co11 solncion , de tu
- que puede co11 dflJocioir . alegrin.
¡Pero la t ra dición no deberá rom per
se nu nca! López de A yala, tiene ta m bién
su •Oración a :]Vuestra Señora • y Santi
ll ana , su s c yOZOS• . Gómez Man rique y
Alvarez de Vill:isn nd ino, sus poesías
tiernas, a "1 Virgen . «i 'Virgen digna de
alabanza - en T i es mi espera11 za:.! Natu
ral men te el tema ma riano es frecuen te
men te tocado po r n uestros mfatlcos
-San ta T e resa y San Juan de la C roz
as i como por: nu es t ros ascéticos -Fray
Jua n de los Angeles, el Bea to Juan de
A vila , Fray Luis de Granada ... -- Cer
v:rn tes, el Principe d ~ nu estras letras , es
a li tor, entre ta n ta s loas a la Vi rgen, de
esta composición m;.gnífica dedicada a
Maria;
- ·:Por :Ji 'Jlirg<'n hermosa, apa rece ufa no,
- contra el rigor que amenaza el cielo,
- entre los surcos del lahrado suelo,
- -el pobre labrador, el rico grano,
En fin el teatro mariano es b rillante
incl uso con Mi rn de A mezcoa , V aldi·
vi elso, T irso, l <, pe y Calderón , los colo
sos de la escena española. Mariano fu e,
sobre todo, el au to sacramental cla '}fi
dalga del 'Valle,. Del gran Lo pe es esta
poesla - <La nativ idad de Ma ría .. - :
- Si en brazos de Dios 11aceis
- <.q111en sois 7'/iiía soberana
- qui' para casa tan pobre
- pareceis muy rica 'J11f4n/a/
Y es te villancico:
- Despierta (ji/, es de dia
- el .Alba ha salido ya
- 'Buenos Dias claro esta
- pues ha nacido '.Maria
Y est-! o t ro verso dedicado a la rome
ría de la Virgen de la Cabeza :
- 'Virgen dt la Cabez(I , lcfuien como [ /la/
- tiene la f rente di: />erlas y de oro fi110 (/as heb ,-as
Y en fin , h t radición mariana, en
nuest ra lite ratura no cesa rá jamás . ¡Co
mo q ue está firmemente arraigada en el
alma popular esp» ñola! Pero t ras de los
c lás icos, ¿qu é cabría añ adir más?
H e aqu í una expresión sintét ica, pe
ro concluyente, de e~ ta singu la r man i·
festac ión de l ma ria nísm o español; de
nuestro amor a la Vi rgen, a la Virgen
San tísim a, Rei na y Madre, que ha mo·
vida y moverá , s iemp re, el co razón b is·
pano, el fe rvor de ta nto y tanto pueblo,
g ra nde o ch ico - ¡g ra nde siempre en s u
devoción , bien entendido! - a María , a
la Virgen, n uestra es peranza, que aquí
en este recoleto y buen pueblo de Na
vas lleva e l nom bre venerado y concreto
de n uestra más firme devoción : iLa 'Vir
gen de la Estrella ... 1
- 8 -
\
¡Virgen de la Estrella! ;Virgen la más bella! ;Madrecita tierna, guapa aceitunera!. ..
la noche te busca desde sus yacijas. El alba te ca n ta sus coplas de brisa. El arroyo ríe y busca la ermita con besos morenos de junco y oliva; con ángeles blancos que son maravilla del Niño que mecen tus brazos, bonita.
¡Virgen de la Estrella! ¡Virgen la más bella! ¡~1adrecita tierna,
. 1 g ua pa , aceitunera ....
- 9 -.-
Un campo de luces, violeta y jazmín, brinda sus cambiantes, te los brinda a Tí; se los brinda al Niño, clavel y benju í, que en tu pecho yergue su ta llo gen ti!. La rama de almendro brinda el ca rmesf y el rosa estridente a tu camarín. ¡Y el ro~al su aroma te brinda! ... Marfll de piedra Intima y el nido que allí trina madrigales del fiel colorín ...
¡Virgen de la Estrdla! ¡Virgen la más bella! ;Madrecita tierna,
't 1 guapa, ace1 unera ....
El sol de los picos dora las canciones de tus ermitaños, roncos de fervores. El nombre de Madre suena en los alcores verdes de olivar. Treman te de flores, de romeros árdídos y fiestas de amores, el llano se acerca con blancos pendones a la ermita anciana a p0r bendiciones ... ¡Bendice sus coplas, Reína de los dones! ¡Bendice el amor q ue ensancha Tu nombre!. ..
T~místocles RUBIO CARRASCO
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•• '
I (
V " La personalidad de A ndalucía e~tri
ba en su arte. para o torgar a las c~·sas
ese nciales una interpretación que no
acerrarfa n a d arle con la misma espon tn ·
neidad los d emás pueblos o regiones. Es
un p riv ilegio de la vertiente meridion 11 l
de la cordillera Mariánlca -donde n::ice
la tierra de María Santísima - y de las
dos vertientes de la Penibética, tan pe
culiar que tal vez lo más conocido en
¡as demás comarcas de Andaluda sea lo
menos personal de su patrimoni o de
ideas y de sentimientos.
Andalucía posee un concepto propio
de la sabidurfo, del tiempo, del paisaje,
de la m uje r y de la devoción. N o es ex ·
traño que un pueblo como el árabe, al
q ue los más penetrantes pen sadores han
acusado de poco imaginativo, quedase
prendado c.lel «Andalus» qu~ <lió a luz
las más peregrinas creaciones de la cien
cia y del arte universal durante la domi
nación islámica de la Península.
El campo anda luz tiene una signiflc<i
c ión de la que carecen los demás paisa
jes en torno. N o es el bosque norteño,
po1)lado de seres mitológicos, pe ro tam
poco es la estampa á rida - ta n frecuen te
en C astilla y en los países por donde ha
merodea d-.> hi cabra, in separable compa·
ñera de los nóma das de Oriente-, don-
de ha desapa recido todo ves tigio <le ve
getación arbóre::i. [ I ca mpo de Andalu ·
cía es un amigo que se mete en casa con
la albahaca, con el árbol del ricino, con
los gorriones y con e l pozo lunero de
sus patios aljofifados. En Castilla y has ·
ta en la misma Francia el campo verda
dero es ... la ausencia del hombre. Por
muy extensos que sean los vergeles ciu
dadanos, n o son campo.
Pero en Andalucfa el cortij o y el mu·
!ero, la aguadora y el señorito, el vaque
ro con pinta de majo de aguafuerte y
hasta el mimetismo h u mano que al ata r
decer adquieren los olivos, hacen nece
saria la presencia del hombre en el cam
po. Esta compenetración del ser con el
paisaje engendra una nueva Blosoffa del
tiempo de excl usivo uso para los andalu
ces . El tiempo no es la corriente que nos
arrebata las cos <~S que niás amamos . Es
el giro que nos las trae. T ~do consiste
en saber esper:i r.
Esperar ¿qué? En el fondo del Jlma
andaluza hay u n v<igo pan teismc agita
do por un soplo de tempestad. Para el
andaluz la mu jer es devoción y la devo
ción mujer. Casi roda s sus advocaciones
son maria nas y unen al nombre de Ma·
ría el de un sentimiento tn1cidan te o el
- 10 -
de un paisaje íntimo o el de una de esas cosas bellns y misteriosas que nos mues· 'tra la naturaleza sin confiarnos la razón ,de su existencia.
Quizá las más bellas de estas evocaciones las posean dos pueblos andaluces que dentro del planeta de esta región ¡pueden ser consi0erados como antíp0-das: Navas de San Juan, con su Virgen
.de ~a Estrella, entre bosques de olivos ·que alfombran como una alcatifa de ·Übeda las estribaciones de Sierra More~ na ; y las marismas centelleantes de Huelva con .su Virgen del Rocío.
Algunos füosofantes, en presencia de ·esa aparente variedad de Andalucía que no es más que las preseas de una sola ¡personalidad, dicen que Jaén no es Andalucfa; que el primer pueblo andaluz es tal o cual, sin percatarse que Andalucía tie.ne no solo su suelo sino también .su cielo y sus luceros propios.
Mucho me seducen los barrios y los mohu rnentos de Sevílla; los vestigios, los tern plos y los cenobios de Córdoba; el agL1a f;onora, la nieve silenciosa y los alicatados de esmalte de Granada .
Pero como c.1d::i maestro tiene su experiencin personal y a nadie le dicen las
=-F~-- ~ - - I - e- . ---- -- -
cosas los mismos secretos, ni todos abren el libro por la misma página, para mí Andalucía, lo más auténtico e iniciador de Andalucía, tiene un nombre: Navas de San JL1an que abre con el mismo del Evan· geli.sta del amor, el capítulc, de esas romerías marianas de Andalucía que vibran de esperanza como la Estrella o endulzan las s~linas voramares corno el Rocío.
- -··
1
~·
--
Carlos ARAUZ DE ROBLES
--=-= i 1-=-1 -,:_ -
- 11 -
CJJ. q.eanctsco f.a. mueeto ...
Mieritras sonaban en e l reloj muni ·
cípal las ocho de la mañana, las sonoras
campanas de la Parroquia invitaban co
mo todos los días al rezv del Angelus;
hicieron un breve silenc[o y lanzaron
después sus golpes de agonía rodando
por les aires. El d i.lelo prolongado hizo
brotél r de todos los corazo nes la temida
noticia: D. Francisco ha muerto. Aqu e
lla m añ;i na e ra verdad. Oras at rás his
bía n a la rmado a los fieles noticias falsas,
como sombras inventa das po r el miedo;
pe1 0 aquella ma ñana era verdad: Nuestro
querido párroco acababa de entrega1· su
alma a l Señor. H acía a lgú!\ tiem po que le
veíamos agra va rse, des pués de eres años
de forzosa inactividad. Con excelente pre.
paracióu y visible fervor recibía el 18 de
Marzo úbmo el Santo Viático . El pu e
blo en masa acompañó al San tísimo,
cuando e11 solemne procesión fue lleva
do a la casa rectoral, donde el ancian o
sacerdote esperaba el Alr.nenro para la
jornad:i final. T res días después recibía
el Sacramento de la Ex trem a· Unción con
extraordinaria luci.dez y se renidad ante
la muerte que parecía inminente . .El SP. ·
ñor quiso prolongar su vida unos días
más y aún meíorarle de la extrema gr.r
vedad, pero sólo para purificar a su sier
vo, ya t:)talm ente en tregado en Sus ma
nos. Duran te aqLJellos días recibía fre
cuentemente la absolución sacramenta l.
rezaba d rosario, ofrecía SltS <igudos dolo
res, p roducidos por la s profundas llagas
de SLJ cuerpo. La gr:ivedad volvió a ser
extrema la víspera de s u muerte. La ol
tima noche fue una prolongada agonía
entre jacuLi torias. Volvió a con fesar
cuando amanecía y diez min uto::J más
t:.rde las cam panadas de las ocho de la
maña na seña laron los postreros latidos.
de s u cansado corazón. Era el 6 de Abril
de 1962. /\hora te ex plica rás, lector, por qué
la sección de Vid ;1 P<irroq uial nada te va
a decir este año de esa vid"l. f alca el
Pastor en el rebaño y la grey llo ra d0b .
rida, deseando recordar una vida entre·
g2da po r N'avas casi en su totalidad. Bre·
vern ente te la voy a recorda r, porqu e la sa bes muy bien. Nació O. Francisco del
Moral A lmagro, en el pequeño pueblo
de V iilargord o el l.º de Agosto de 1888. A pen;i s curn 1-1lidos los once años em pe·
zó en el Seminario Concil iar de Jaén los
estndio:; eclesiásticos. C inco años cursó
en este cen t ro, en los q ue com pletó s u
Si ELLA
formación humanística i.:on tan emir;en~ tes resultados, que lus SL;periores decidieron enviarle a Roma, pensionado por la Diócesis para realizar los estudios nor males de filosofía y Teología, en la Uni· versidad gregoriana. Su p:·ofunda inteligencia unida a una memoria prodigiosa acapararon medallas extraordinarias basta doctorarse con la máxima calificación en Teología y Derecho. Al mismo tiempo y por iniciativa privada se licenciaba en ciencias exactas y dominaba varios idiomas. Había terminado su séptimo ali.o en la ciudad eterna1 coincidiendo plenamente con los primeros años de reinado de San Pío X, cuando fue ordenado sacerdote el 17 de J ~dio de 1910. Durante tres años desempeñó diversas cátedras en el Seminario de la Oiócesis1
hasta que fue nombrado Párroco de Navas de San Juan, de cuya Parroqu ia tomó posesión el 31 de lv1arzo de 1914. Ya en esta Parroquia y en las convocatorias ordinarias y extraordinarias de tres ali.os consen1tivos realizó los estudios de De recho Civil, y privadamente adquirió notables conocimientos de la medicin<c Toda~ sus maravillosas dotes y éxitos los puso a servicio de sus fieles; por eso yo no quiero deciros más. La historia de e·stos 48 años (1914-1962) la teneis vosotros escrita en vuestra propia ·1id<l, mi ·
veros. La sabeis muy b ien vosotros, los que acudíais a recibir de él los consejos del sabio y los consuelos del Padre; los que agobiados por el dolor de la pobreza teníais siempre en vuestro párroco el lenitivo de la limosoa generosa; los ql1e a tenaza dos por la enfermedad recíbísteis la visita consoladora del pastor bueno; los que vencísteis la ignorancia con la luz de su palabra; los que le tuvísteis siempre a vuestro lado en las horas de cruz y de alegrfo; los que le vísteis cantar a vuestra Virgen de la Estrella y vivir con vosotrvs, era un navero más1 vuestra sin par romería; los que le vísteis partir con los mejores hijos, conducido a la muerte por las bordas salvajes y por gracia de
Dios y la Virgen de la Estrella, le vísteís volver a su rebaño, pasado el destructor ciclón; los que le habeis visto sufrir con ánimo valiente las duras batallas de sus últimos días; esa historia de 48 años la podeis escribir todcs, porque todos la llevais muv dentro. Yo la he visto aflorar a vuestros ojos arrasados en lágrimas al contemplarle en su lecho de muerte; la he visto en vuestros labios, avaros de oraciones por su eterno descanso; se reflejaba en el silendo sepulcral de una Iglesi l abarrotada t res horas después de su fallecimiento mientras se celebraba la prime~a misa por su eterno descanso, u na Misa sencilla, sacríficio de dolor, en la que vimos lucir por vez primera el fantástico sagrario y otras galas , que qui simos ofrecerle a él an tes de que se nos fuera para siempre; he visto esa historia eser ira en los corazones de un pueblo qt1e desfiló lentamente ante su cadáver en la capilla ardiente; la he visto en un pueblo ele luto; en unos rostros de pena que presenciaron mudos el paso del fC111ebre cortejo por las calles y en unas almas llenas de fo y de esperanza, que rueg<1n después, añorando el día de la eterna reunión, en la patria de la perfecta caridad.
Naveros los de aquí y lo!' de fuera; los q ~1e le babeis visto morir y le ha beis acompañado con profundo dolor a su tumba y los que con no menos dolor ireis recibiendo la noticia. Porque la Iglesia es eterna no pasHán muchos día-> sin qt1e tengais nuevo Párroco, que llene el profundo vacío. Pedid desde ahora por él: Que sea bueno y fiel. Pero no olvi· deis nunca a aquel cuya vida se escribió junto a la vuestra. No olvideís que en el centro mismo de la cruz que forman los cipreses del cementerio, bajo una fría losa de mármol, que vosotros le pondreis, es~á esperando la resurrección final el cuerpo de un sacerdote, que fue vuestro h<'lsta la mañana del 6 de Abril de 1962, en que su alma voló a la mansión del Señor. Descanse en paz.
F. BARREDO
- 13 -
dORMZ1'~ESTRELlJl
Camin:i el tiempo deprisa
las horns atrás deja ndo,
un día sucede a otro,
fugaces pasa n los años,
lo que fue hoy es ayee
y el presente desperta ndo
aflornnzns y recuerdos
de sucesos del pasado
qu e ni distancia ni tiem po
consiguieran olvidarlos.
En el ai re de la ausencia,
de afanes rememorados
los pen$am ie ntos dormidos
nueva vida recobrando
y traye ndo a mi memoria
cantar y rimas de <mayos»,
dianas primaverales
de compases variados ,
cabalgatas de dos filas
por las calles destilando;
con jaeces colo ristas
cabecean kis caballos
que montan brzarramente
- 14 -
jinetes, sombrero anch o,
y a la grupa una mocita
lozan a cual flor de Mayo, de claveles en el pelo
y sonri$as en los labios;
romeros a la p radera
en grupcis que van llegando
sonrientes, satisfechos,
con regocijos y can tos;
en sus pechos estadales
donosamen te bordados
que llevan entre sus sedas
suspiros de enamorado;
desfiles procesionales,
devoción r incienso, salm os,
fervo r en los cc•razones,
plegarias, S<'le mnes actos,
en honor de la P<1trona
que reina en el Santuario:
de la Virgen de la Estre lla
a q u ien están dedicados.
Finiquita el mes de Abril, alborea el mes de Mayo,
en las Navas de San J11an
los fes tejos empezaron. Romería de la Estrella ...
cuán lejos está el pasado;
pero el recuerdo está cerca
porque no p uedo olvidarlo.
Félix A. GONZALEZ
la canmón de nuestra Virgen mad~e
(Parn fo< l1rj(ls dr /.a Eme/In: d¿ Nat!as de Sa11 f!lan: de sus her manos de Los Santos).
Fue en la noche diáfona . A la hora en que la luna, desde el azul
profundo, vierte sobre cumbres y valles el en
canto de su luz evocadora y blanca. Cuando se unen en castos desposorios la
poesía y el ensueño, y los ecos del pasado se expanden rítrnicos por la campiña pálida.
Fue en la noche romántica. Rosas y alelíes alfombran el plácido alcor,
sobre el que se yergue, ensoñadora. la dulce silueta de la Virgep Madre.
Aterciopelados son sus párpados, la mirad<i liria!. de zafiro el manto; de estrellas con
engarces de rubí la diadema irn pe ria l. Es Reina del mundo y Emperatriz de los delos; Reina y Ma.dre especialmente
de nuestra viej<i raza hispana, la de las rutas triunfales por las t ierras y por los mares.
Es :iun más especialmente, en su advocación de Estrella, la Virgen-Madre, la
E.i<celsa Reina de sus dos pueblos predilectos: Navas de San Juan y Los Santos de
Maimona ... Es la que, en el ce11tro del boscaje, en el claro de l11na, modula épica canción
con su voz perfumada, como rnu1murio de brisa saturada de finísimas esencias de
nardos y azahares. Trasladada al habla humana dice así la canción divina:
Soy la plasmación de los ideales puros y de las dulces espera.nzas, la que me
ció tu cuna y te hizo grande y gloriosa ¡ob España! En Zaragoza me llamo la Virgen del Pilar, de Los Desamparados en Valencia,
de Monserrat en Cataluña, de Los Reyes en Sevilla, de Guadalupe en las Villuer·
- 15 ~
S TELLA
cas , de La Cabeza en And újar, de La Estrella en los dos p ueblos h ermanos, sob re
los que desde hace muchos siglos, ejerzo mi celeste patrocinio.
f uí antes, soy ahora, lo se ré siempre tu musa inspi radora y ale ntadora, la cla
ve de tu poderío, luminar d e tu h istoria.
Tenca y a el sol cristia no luces de alborada en e l mundo latino, cuando tú, ga·
be rnada por roman os p rocó nsules, permanecías aún sentada en las !.!ombras de la
i nfideli•lad, impermea ble al mensaje evangélico q ue te llevaba tu padre en la fé, el
Apóstol Santiago .
Yo , q ue vivía aú n en carne mortal, milagrosamente atravesé los mares, pisé tu
suelo, y ca be el Pilar milag roso, a orillas del río que te dló nombre de Iberia, apa
ree! a tu apóstol, insuflé en su ánimo, desalen tado , tal tesón admirable, q ue bien
p ron to h1 semilla cristian a ge rm inó en t u suelo y se hizo árbol fro ndoso; los cristia·
nos fueron p ri mero legión, luego mi\rtires gloriosos.
Aqu ellos márti res tan mag'1iftcamen te can tados por Au relio Prudencia, el m;1s
grande poeta de la antigüedad cristiana, hijo tuy0 y gran en amorado mío, el que
antes qu e otro alguno supo otea r el gran mis terio de mi Concepc ión In maculada, en
aquella estrofo inolvid:lble en la que celebra a la que «venció toda le ta! po nzoña;
mientras la serpien te .. . yace inmohle e im po tente enroscada a su:; planta s ., .
Más tarde, hordas salidas de las garga ntas esca ndi na vas, ca~reron sobre t us
campos asolados por el hierro y por e l fuego .
Aquellos hombres de aspecto rudo y continen te bárbaro, traían, bajo la p 'el
curtída en fieros co mb.u es, un co razó n sano; pero insul taban w te porque había n
abrevado sus almas en las aguas salobres de la herejía arriana'. ..
En la dura pru eba no te aba ndonó e l amparo mío: a lenté tu brfo, puse luces
de esoeranza en tu denuedo hasta l0gra r fund ir en el troquel d ivi no de t 11 fe católi
ca aquellns almas, e rigiendo asf. sobre el <incho cimiento de la unidad relíg i0s:.i, el
ba l11arte secular de tu libertad y de tu gloria.
Pasó aquella centuria , terminó o tra, y la octava corría, cuando ios arena les de
Africa lanzaron contra t í s us legiones clamorosas , que cayendo súbitas sobre tu
suelo, hundieron tu independencia en las ngu::is san grien tas de un río, en 1rna sola
jornada luctuosa.
En aquel peligro su p remo, jcu;\nta fue mi protección celeste!
Necesitabas cau dillos y los hice surgi r de tus entraí\as fecundas, basta la re
con quista total, palmo a palmo de rn suelo na ti vo, en un ba talla r sin desca nso, for
midable, que du ró ocho siglo:; .
Es por es0 por lo que mis imágenes secula res, milenarias algunas , van asoc ia·
das a tantas jornadas triunfales.
Es por eso por lo que esa Reconquista es como una grandiosa epopeya mía ,
cuyo em ocionan te prólogo se llama Santa Ma.ría de Covadonga, cuyo p romedil' cul-
-16 -
STELLA
minante se llama en el más alto pico extremeño. Santa María de Tudía, y a orillas del Betis l<Jtíno, Santa María de los Reyes; cuyo fulminante epílogo tuvo lugar en la Vega de Granada con 1.a enseña del «Ave Marfa», portada por manos heróicas, clavada enhiesta, en la torre de la Vela.
Menudas estrofas de esa gran epopeya, más humildes y por lo mismo más tiernas e ingénuas, son la muchedumbre de 1i1is santuarios, coronando tus montañas, bordando tus llanuras, alegrando tus valles, matizando de poesía tus campiñas, acogedores todos, entre los que quiero citar los para mí inolvidables de La Eslrella en 7'/ovas de San Juan y en Los Santos de Maimona.
Redimidos y libertados, quisieron tus hijos un mundo flam<1nte donde explayar la rebosante vitalidad de la raza: fuí entonces yo la que iluminó el pensamiento gigante de Colón y el corazón de tu gran Reina Católica, hasta la felicfsima coronación de la empresa memorable ...
Desde la frágil caravela que lleva mi nombre, Colón desafía la cólera de los vientos, las furias del mar, las dudas de sus hombres, lucha, sin desmayo, alenta-do por mí, y descubre para tí un mundo nuevo. .
Mundo vasto y maravilloso, donde volaron como cón:dores, tus hijos los conquistadores , que, llevaron la luz mía y la civllización cristiana a aquellas inmensas vastedades, y te hicieron para siempre Madre de pueblos y de naciones que hablan tu lengua, comulgan en tu fe y acarician mí nombre ...
Ahora mismo, cuando con mi mirada celeste oteo los tiempos de las n:aciones y de los pueblos, deténgome al llegar a los tuyos y pienso: que sí he de alejarme acas.o de tierras hundidas en el IJlarído materialismo de masas burguesas seudocrlstianas, o en el espeso de masas proletarias devoradas por el cáncer de la apostasía, íamás podré apartarme d~ la España cristiana, .la que en los momentos cruciales escuchó mi acento, b que sigue hoy con el oído atento a esta voz mía, iluminadora y alentadora.
Menos aún podré apartarme de los dos pueblos predilectos que como a Madre n1e aman, como a Reina me cantan bajo la advocación para mf tan querida de Estrella ...
Fué en la noche romántica y diáfana. Cuando la emoción y la poesía, unidas en casto desp0sorio, se expanden rít ·
micas y solemnes sobre la campiña pálida ... Fué en el centro del boscaje ... A la hora propicia en que la luna, bogando mansa y pura por el azul profun
do, vierte entrafü1bles sugerencias en las almas y pone. un cendal de ensueño sobre los campos, sobre las conciencias, sobre el mundo ...
A. MANZANO GARIAS
C. <le la R. Academia de la Htstoda
l7 -
S T ELLA
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Hemos solicit,ido e~tt!. año p;ira figurar en !!Is páginas de STELLA , en su habitud / sec,·iún .Cada. año una interviú», o un personaje sobradamente conocido por todos y que ya hace
tiempo viene desempefürndo ese cargo, que proporc iona más sinsabores que alegrías, pero que deja resabios de buen gusto al sabe· que se está contrihuymdo al bien común, en es.a pequeñ.a gran célula del Estado que es el 1\tlunicipio.
N uestro entrevistado es un p,•co padre de todos los naveros. Y C;•mo padre, n11:1ch.as veces hace llcrar a lc>s que considera sus hijos, purque es necesario; y también cc•mo padre, lloni y se ernociona al considerar y exponer los problemas · de la gran familia municipal.
Ya Silben nuestros lectores, por lo expuesto, que se trata de D. Mateo Pérez Rojas, Alcalde y Jefe Local del J\tlovi~iienio. Nos recibe amablemente en su despacho de la Alcaldía, dispuesto a contestar nuestras preguntas.
-D. i\1ateo, un poco de su vida hastu. que conunzó m carrera 111i /it,1r.
-Nncí Hn l\nvns de Sn11 .lwm, el 14 de Dícicmhre de l q 1 B. Cursi' 111i'l estudios de Bach i llcr en los facolnpios, de Lí na res; Col!.lgio de Villacarrillo y Real Colegio de San .Anlún de Madrid.
· -¿Cómo se J¿sa rrolló su vida militar? - Pensü iniciarme en la ca rre.ra de J\1e
dici1rn, pero ul curso de los nconler.imientos del níío 36 me inclinó ¡Jor la profesión milii<H' dt~ la que me sienl.o orgulloso.
-¿Qué grado ostenta en la actualidad en el Ejército?
- Ca¡iirnn de lu fonteria. Situación de 1.ª Hescrva.
- Usted se pasó a la Zona Nacional en la Guerra de Liberación, ¿cómo lo hizo?
- Ln cvasiíin de la Zmrn fiojn, 11111H¡ 11e
de a111e11rnno planeada con el hoy Capitún
de Intendencia, D. Calixlo Roncero Ronccm, se hizo prl'cipiladamen te anle el acoso y ncusacione.s que de,, f'ascislas» se nos hacian, por el l'renle de Frailes a las posiciones nacionales de Alcalá la Heal, el 20 de Noviembre de 1936 .
-¿Se encomendó en aqudlo~ momentos a la Virgen de la Estrella?
- Con toda sinceridad, en aquel supremo instante me encomendé 11 la protecciírn del Divi1'10 Todopoderoso. ·
- Ya en la Zona l\Tacional, ¿en qué operación más importante participó?
- Como soldado, en Ja defensa de Alcalá la Real, el 20 de Febrero de 1937.
-En la guerra ocurren mucha1' anécdota~; relátenos una en la que usted haya sido protagonista.
-Al ser relevados de la posición tras un fueftc ataque enemígo, en la aldea próxima
- 19 .......
a la mismo, entramos en una humilde casa. Una buena mujer, toda asustada por el peligro corrido, nos obsequió con las viandas propias de su condición. Nosotros, en un alarde de valentía, vanidad propia de nues tra edad (1 7 años), le hi cimos ver que, mientras empufiáramos un fusil como el que le mostrábamos, no había el por qué temer a nadie. Acto seguido quisimos hacer una exhibición, y resultó uua imprudencia que pudo traer graves consecuenr.ias: sonó un rl isparo del tusil de mi compañero, y la pobre mujer cayó desvanecida al ver que sus hi jos quedaron rendidos en el suelo, crcyimdoles muertos. ¡A hora nos fusilan!, dijimos. No había pasado nada: la bala dió en el suelo. Pero nuestro susto fue casi mayor que el de la pobre mujer.
- ¿En qué momento de su vida se ha sentido más cerca de la Virgen?
--En las trincheras y fuera de ellas siempre la llevé en mi corazón, avivando más su recuerdo los días de Ronwría en que a mi maoern, entom1h11 l11s clásicos «Mayos».
- Le resulta una carga dura la Alcal
día? -Pues sí; estos cargos no acarrean nada
más qun sinsabores y enemist.ades. No ohs-
ta nle, acepto esta re:;ponsatJ11w 11n, c¡11e constil.uye un acto más de servicío a la Patría.
- ¿Qué obras más importa.ntes se han
llevado a cabo bajo su mandato y qué pro
yectos tiene para el futuro? - Los obras realizadas han sido: 450
metros de alcantarillado, pm~mentación de la calle tLorite), construcción de 50 viviendas y, en ejecución, el embellecimiento de la Plaza de José Antonio. Obras en proyecto: construcción del camin\J olivarero de •El Tostadero•, dos escuelas, y reparación y mejora del Mercado· de Ahastos. Solicitados los Senicíos Técnicos, alcantarillado y pavimenlación del barrio de San Gregario.
- ¿Qué añadíria y qué elimina ria de nuestra actual Rvmer1a?
-Aliadi ría la construcción de un «algo» que sir\'icra de refugio a los Romeros en ca . so de ma l tiempo. Eli minarja el traslado en vehículos a motor, para dar más casticismo y sabor a la Romería.
- Sin pre~unta alguna, ¿qué desea m1a
dir? - Que todos, Lodos los hijos de este 1rne
blo, acud11mos a postrdrnos a los pies de Nuestra Excelsa Patrona para pedirle por la paz y el bi~n de la Humanidad.
Hasta aquf las palabras de miestro querido /\ lco lde, persona a la que tanto
debemos por su abnegado trabajo por el bíen de nuestro pueblo. Dios y la Virgen de la Es
trella le acompañen en su sacrificada labor. P. H. P.
::- 20 -
fA Vi~~N --=-
DE LA
~ l$f~[LLA
~~l NA lf S~ÑO~A DE NAVAS OE S. JUAN J 1 -·
JI la Co fradía de la t.strella
Y o recuerdo con entrañable nfec to a N avas de San Juan. Navas es, - ¿por q ué no deci rlo?,- algo así como la síntesis o el compendio del autén
ticu pueblo andaluz: serio, ponderado, espléndido en la generosidad de su señorfo y, sob re tod o, c ris tiano. Sí, así, tal y como suena: ¡cristiano!
No he tenido ocasión, todavía, de presenciar una fiesta r :>mera r.n honor y g ra · cía de la Virgen de b Estrella, excelsa Patrona de los naveros, pero sí sé por mi amigo Ignacio Quesnda, - hoy en Linares,- qu e tal festejo no tiene parangón. De un a pa rte, -la más importante, d es.Je luego- el fervor del pueblo de Navas, h echo ca rne de emociones en la jornada Imborrable; de otra , complementaria, la aleg ria q ue se desparra ma por doquier, la estam pa anda lucísima de caballos enjaezados y de jinetes con bellas muchachas a la gru pa, el olo rcillo de rn!l glotonerías, - men udenc ias in susti tuibles en roda fiesta ca mpera qu e de algo se precie - y, en fin. el perfi l ele la Ermi ta de la Estrella, azu l y ocre n la hora incierta del atardecer' .. .
Todo ésto me lo ha con tado mi am igo Ign acio, a quién recuerdo con sincero afecto, y así lo transcribo, co n emocion ada satí&facción. Quiera Dios que algú ;¡ dra testifique estas impresiones de hoy. Aunque mi fervor, de ahora y de s iempre, vaya com(1 un rezo, - oración con turb;:ida- a la dulce Madre de Dios, s ímbolizada en una Estrella, norte y guía de nuestros afa nes espirituales ...
Rafael Alcalá
- 21 -
A lA SANTISIMA VIRGENdelaESTREUA {P.ATRONA. DE, NA.VAS DE. SAN JUAN)
Más leve que e l cristal, más que la rosa tsmblorosa en el sol, como el rocío¡ Madre y fuente d e ainor. y agua de un río que sacia eternamente, prodigiosa.
Estrella d e los cielos luminosa; palmera del Jordán, lumbre en el frío1
en Nazaret, celeste señorío; del Espíritu Santo, eterna Esposa.
Flor virginal en ánfora divina, en Belén alumbrando a un Dios la Hermosa y de Belén a Egipto, peregrina.
Y en premio a sus tremendos desconsuelos nardo y junco de Dios, la Deliciosa, sobre la gloria inmensa de los Cielos.
José REDONDO TAPIA MAESTRO NACIONH
- 2i-
ofog_rof ío~ de nue~tro ILBU M
UNJ\ V/STA DE L A PROCESJON
llOME~IA de NT~A . SRA .. de tuESTREllA
NllVAS CON . DUENDE CA LE ..
~
• \
-JA(N-
M·e encuentro en tu camino de pdmores con las manos atrás. En la mirada una silva de luces y de flores y una infancia de besos, desmayada.
Quiero seguir y no encuentro el camino que me lleve a tus lares de promesa. ¿Por qué sofié con ser tu peregrino, Seílora de la Estrella? .. . En tu Empresa
no hay esquinas sin luz. Hay resplandores de besana madura y de campana. De tu arco iris yo quiero los colores para rosas cortarle a la mañana.
¿Qué camino es el tuyo? ¿Qué lenguaje el del ave, el del sol, que me convi.da a imaginarle trenzas al paisaje y a buscarle pulser;is de pedida?
¿Qué tiene el aíre, la brisa? ¿Qué primor se adivina en las olivas y en el río que hace de Navas un almendral en flor? ¿Qué secreto? ¿Qué escarcha de rocío
en la torre? ¿Qué tiene la mañana que le pone mentiras a la luna y clava flechas de oro a tu diana en un corro de trenzas y aceituna? .•.
Todo lo tiene el aire y la mañana: Mandamientos de luz, Gracia infinita, y la fragancia azul de la manzana. ¡Todo!, ¡porque tu Estrella es tan bonita ... !
¿No será que todos estos senderos, ansiosos de latidos, quieren ser estada! y medalla de romeros con presencias de un claro amanecer?
Tal vez sea que de Navas a tu Ermita todo esté libre y al mismo tiempo preso de tu amor, y la voz se precipita para cantarte entre caricia y oeso .
Por eso me he perdido en tu camino santiguado de polvo. Y en tanta calma sueño que sea tu Estrella mi destino. ¡Para buscarte hay que pulsarse el alma!
Alfonso LÓPEZ MUELA
'
QOO<XlOC>OO<l<XlOC>COOOOO<lOOOOOO<X>OOOOOCOOOQ000000000000000000"-""00000000000.."10COOO(>(X)OOOOOOOOO~(.'OOOOOOODOO!l
1 'tff3o/ni¡uio Je amorío!> en @/fau111> JP C/J () <glc111 o unn
~"()()OOOCOOOOOCX
q}1uu1 VJJautista !I 9Jtaría IJ&trella l'.,a,f,lan de la. q}lo1ner:Óa !J de sus ~oclas,
dos cosas '""Y' l1ngottantes para ellos
DEDI C.AT ORIA :
A mis burnos amigos de Navas de San Juan, D. Antonio Carrasco 1-febrard y D. T einMo
cles R11bto Carrasco, exlm.<iva a D. Jut11imo Manrique Rublo, que ha tenido la attnc:i~11 de tnt,itarme par:i que colabore en esta revis1a .
AC TO ú N [ C O
La escena representa una huerta con su. caserfo. en las márgenes onduladas y 1;erdegueant~s de las vegas del Guadalímar, por las proximidades del e Cortijuelo •. Están en diálvxo mañanero, a la puerta de u.no de los hogares. del blanco caserío, el mozo •Juan Bc. utisfa,, y su. novia ,/viaria-Estrella . , u na parrjita muy juncal, ella morena., él también, ambos de muy buen ver, con la edad en la bocv, como se suele decir. María tiene poco más
de veinte primaveras; él no ha llegado aún a los veinte abriles. ¡Dueños del
mundo, Señor/ Al levantarse el cefon • NI aría-Estrella » hace como que riega '.mos
tiestos de albahaca. pero la verdad es que rstá pendiente de fa llegada. de su 'llc.!l!io, que viene jinete en bla.n;;a yegua cartuja.na. Él , cerca de la. peq:1eña
lonja, con arriates con flores, que da entrada a. la vivienda de su amad;i, se
apea del semoviente, y le ent'rega, con su primer saludo, un ramillete de cla
veles grana, como los labio~ de su novia.
JUAN BAUTISTA.- (Acercándose a. ~11 prometiÁa}.- ;A la paz de Dios, Marfa de la
Estrella! Toma este ramo de claveles q ue te traigo del cortijo. Lo corté
;moche para tí. Pa que te lo pongas sobre el pecho el día de la romería a Nues tra Señora de la Estrella, que este año no nos la perdernos, ni tCI ni yo
MA RlA ESTRELLA.-(]ubílosa y agradecida).-Dios te lo pague, Juan Bautist<L
¡Qué bonitos son! ¡Hasta dejárselos de sobra! JUAN I3A UTIST A.- {Sa.tisfecho}. - Pues otro ramo c0mo ese estoy gt1ar<lando
• p• llevárselo a otro amor q ue tengo, y tú lo sabes.
MA RTA-ESTRELLA.-{Celosilla).-;No será otra moza , nene! Ya sabes que estamos •prometidos•.
JUAN BAUTISTA. - (Aplacándola, con humos y deseando no disgustarla).-¡• Pos»
- 27 -
$TELLA
claro que .sí! ¡Otra moza es y bien guapa por cierto! ¡L~ Virgen de la Es t rella, nena! ¡La q ue se apareció a aq uel labriego q ue ara ba la tierra! A l abondar la esteva en el su rco, surgieron destellos refulgentes de luz. ¿No te contaron el milagro tus padres? ...
MARlA.ESTRELLA.-(Sosegada y contenta). - C:laro que sf, mí amor. Como tocios los hijos de Navas. Y aquel labrador, con los guerreros cristianos, la cclocaron en la ermita para que a través de los siglos le rezáramos. Coml• que le tengo pedío a Ella que nos haga •mu• felíces, cuando nos casemos.
JUAN BAUTISTA.- (Alegre).- ¡Y que será pronto, chiquilla! «Pa» mí día. Ya me dieron mis padres y los tuyos su consentimiento. De manera que a soñar y a llenarnos de ilus iones, que bien poco fa rta Por cierto, ahora que te digo de soñar. ¡Tuve anoche un sueño más bonito ... !
MARIA-ESTRELLA. - ( Acuciándolo t111siosa de oírselo relatar).- ¡Anda, Juanillo, cuéntamelo, cuéntamelo!
JUAN BAUTISTA. -(Complaciente).-Pues verás, anoche soi'lé que eras la moza más guapa en cien leguas a la redonda y que yo te <leda, en coplas, unas cosas 11:mul) bonitas.
MARTA-ESTRELLA.-(Apremiante).-¡Sígue, sigue!. .. ¡Dime esas coplas ... ! JUAN BAUTISTA.-( Accediendo) . -Pues verás, lo prime ro q ue (e dije, entre sue ·
ños, «atljándome• en tu tipo, en tLJ cara y en •to • tu gracia reloj era, fue lo siguiente ...
En er mismo punto y hora que mis ojitos te vieron, a los tllyos se entregaron y el corazón te rindieron.
MARIA·ESTRELLA.-·(Un poco desilu.síonada} .-¡Na más que eso!. .. JUA N BAUTISTA.-No mujer, y muchas más cosas. Si no he hecho «ná» más que
<emprincípiar» . Escucha lo que le decía a tu s pes tañas .. .
Manojos de alfileres son tus pestañas
cada vez que me miras me los enclavas.
MARIA-ESTRELLA.-( Algo mós animadilla).-¿Qué más cosas me decías? ... JUAN BAUT1STA.-(Persuasi·vo) .-¡Pues muchas más cnsas mujer! ¡Afíjate! Cuan
do me paraba a mirar tu boca te <leda ...
Sin duda, que tLI padre fue confitero
pues te hizo los labios de ca ramelo.
MARlA-ESTRELLA.-¡Exagerao! JUAN BAUTJST A:,-Ahora verás lo que le decía a tus manos:
-STELLA
Ya no se llaman dedos los -9e tus manos;
que se llaman claveles de cinco en ramo.
MARIA-ESTRELLA. - Y de los pies, ¿soflastes •argo• de mis pies? ... FVAN BAUTISTA.-•Pos• claro está, Marujilla, escucha ...
Parese mi morena, cuando va a misa,
pajarita de las nieves, que anda y no pisa.
MARIA-ESTRELLA.-Qué poético estabas, nene1. entre sueños. (Con retintín) . ¿Y al natural, que? ...
JUAN BAUTISTA.-j•Pos» lo mismo chiquilla! ¡Que estando junto a tí paece que estoy en la glo.ria ! ...
MARIA.ESTRELLA.-(Reparando que lo va a sacar de quicio con su belleza), -¡Hombre, no te pongas así, que no es • pa • tanto!. ..
JUAN BAUTISTA.-(Nerviosillo).-Pero ¿como no va a ser epa» tanto si me tienes <dislocao»? Si es que cuando miro tu guapura me descompongo.
Chiquilla, yo te camelo, por esos dientes tan blancos, ·por esos ojos tan negros ...
MARIA.ESTRELLA. - ¿Na más, ná más? ... JUAN BAUTISTA.-·Y por •tÓ• tu ser, que no me cansaré de decirtelo. so regua·
pa. ¿Es que no ves que pierdo los sentidos cuando estoy cerca de tí? ... Cerca tengo la fuente
de mi deseo; ·teiigo sé, Véo el agua,
y no la bebo. MARIA-ESTRELLA.-(Apaciguándolo).-«Pos» ten paciencia, Juan Bautista, que ya
la beberás. Mientras tanto y «pa)) que se te quíte d scfocón, espera que te voy a refrescar. ¡Toma! (Y cogiendo la regadera, que tiene llena de agua, pues t,m pronto como comenzó el diálogo cesó en la tarea del cuido de sus macetas, la volcó gr,iciosamente sobre el pobre Juan Bautista, que le rió la gracia de su amor, montando seguidamente en su· yegua y perdiose entre los olivares con ltna canción en los _lab;os, como respuesta a su novia) ...
Eso de decirme a mí
que no te tenga cariño, es decirle a San José que se vaya y deje ar Niño.
(Telón rápidci) Por la transcripción:
MORENO BRAVO
- 29 -
fiJi c@u r rcee i ó n en Día t ra s día , y sólo unos mi n utos ,
bebo unos cuantos versículos de la fuen·
te in agotable de las Sag ra das Escrítmas.
Man jn r exq uis ico digno de se r saborea
d li en t!nos min utos posterio res de me
dí t:l C'ión. Hoy, e n esos mlnmos t:n que mi al
ma saborea la pnlabra de Dios, mi pen
samiento h a resbalado irresistiblemen
te ... y yo le he dejado ír .. . •Dijo t<i mbié n esta parábola a algu
nos que confiaba n mucho e n sí mismos,
te níé.ndose pN jus tos y despreciando a
ll'S demás: Dos hom bres s ubieron al
rem plo :i ora r. .. • Dos hombres fueron a tu Ermita a
ora r -· ¡sigue, pensa r mío!-. El p rimero
de e llos, :inre el alea r, ínyocaba t u Nom•
bre: Vi rge n S:i n rísima de la Estrella, cte
doy gr<lcia ~~ porqu e no soy t:umo los de-
11.ás ho11 bres, rap:ices, inj ustos , adúlte
ros •. Yo, M;1d re Mí;i, no caigo en bo
rrache ras, no soy escan daloso, no mal
gas.to mi di nero . T odos los ai'los vengo
a feste jarte. 1\sis to a tu 1'Jove nario para·
escucha'r la p.1 la bra de Dios de boca de
insignes predicadores . P rocuro ser de los
q ue re llev.111 en hombros y mi garganta
q ueda ;onca de dar vivas a tu N ombre.
Lla mo a los pob res y m is ma nos lle nas
repa rten lim osnn en la plaz:: pública . N o
soy como los dem~s hombre!" , t ni como
e·s te pu blicano ». - ¿Q uié n, pen~ar mfo,
q uién? - .AlliJ a lo lejos, , t:n d . fo ndo
de la Ermita , u n h ombre, ' que n i se
a.t revfa a leva ntar los ojos al cielo, her.í,t
s u pecho d icien do • : Virgen Santa, no
merezco llamarte Mad re, « Sé propicio a
mí pecador>. T engo mi cu erpo abruma
do por el trabaj o, gano honradamente
m i salario , pero ~ste se va tras los v icios
qu e me dom inan. En es tos d ías de Ro .
meria, que debie r,rn ser pa ra T í, hago lo
mismo q ue a t ravés del año. "No 5oy
digno de llamarme h ijo T uyo• , pero de
j,1 q ue te pida perdón: M <ld re. :. A qu ella parábola ·de Nuest ro Salva ·
Je flAomrría dor se ha actu alizado e n unos minutos.
N o q uisiera que N uestra V irgen repi tie
ra la misma fra se de Jesús: • Ü s d igo
que bajó és te justificado y no aquél •.
Q uisiera qu e Ella h iciera q ue uno y o tro
le mírnra n más; q ue uno y o tro le <i ma·
ra n y ::;e nC<Hd aran d e Ell a, no c11:1n<lo la ru ed<1 del tiempo ma rca es ta fech a, s in -:i
en todos los momentos de la zx istenci;1!
¡Q11e la Virgen es Nuestra Mad re! y c~)
mo t<i l ha de ser recorda da más frecuen·
temen te . Fariseo d ibujado en est:is !¿tras: es rá
m uy bien ese amor t uyo a J¡¡ V irge n, pe
ro p rocura q ue en todo el afio tus 0bras
sean del ag ra do de Ella; no te q ued es en
rner.is palabras. Publica no res ucitado en estas líneas:
qu e tu a rrepentimien to sea s incero. El
solo hecho de hacerlo ya tiene m ucbo
valor. Pero ... ¡persevera! .. . Ya m is pe nsamientos se esfuman . La
fue rza cau sa nte se desvanece . Mafürna ...
res ut itaré personajes y hechos. H oy ... parece que m e pesa el h aber
los resuci t·1do. Juan de Dios DE ORO
_t_ · '\ ~JjP ==--~~ \\t ~ ¿z
}~ , . '-~ji
I • '(/ -:
{ ~if" ~1). i~T ?
'H111l1 ~~. J\ ¡ ' ¡--.. ~
... - --···- ---
LA VIRGEN
(~(!. f,,
ESTRELLA Y SU PUEBLO
El español de hoy no siente las tres clases de pntrias con la misma intens idad de antes. Aspira a la calificación genérica de eu r0peo, aunque sin olvidarse de su condición de español. La provincia, como la región, va perdiendo lentamente el apasionamiento que por ella se tenía; q :.1edando reducida , pues, a una organización administrativa interior al Estado. Por último, la ciudad o villa en que se nace son muy distintas al lugar en que se vive o trabaja, pcr ser aquí donde el hombre, junto a su familia, se moldea y aclima ta.
Una de las explicaciones que se dan a este cambio de mentalidad en los es pañoles de la postguerra es té, q uizá, en los frecuentes traslados mas '. vos de las gentes; originando, en algunos C:\Sos, verd ad eras variaciones en la fisonomía del pueblo que se deja, e imprimir pe · culiaridades en la ciudad acogedor;1 .
Navas de San Juan, peq uef1a y bella villa , intervino activamente en estos movimientos de gentes; parte de su población ha ido a engrosar el censo de otras ciudades y pueblos, pero con la característica de sólo representa r un puro dnto numérico, de aumentar en unas cifras el total de habitantes de otra. Con
e l cambio de residencia , los naveros no perdieron su personalidad, ni llegaron a integrarse ni confundirse con los naturales del luga r; tampoco se dejaron influír por el medio ambiente, ni participaron de los mismos sentimientos y ale· g rfa;:; en sus feste jos. Y ello no es porque el navero sea h osco o poco acomodaticio -muy al contrario, de carácter abierto y de flexibles ocupaciones-, sino que el hombre de Navas, en cualquier sitio que se encuentre, responde siempre a los mis· mos estfmulos y en todo momento le acompañan iguales sentimientos.
Son estos sentimientos y estímulos los que no le permiten olvidarse del lugar en q ue nació. De tal manera es esto cierto, que el más elemental análisis de un grupo cua lquiera demuestra que un navero es espiritualmente idéntico a otro navero; importando poco el lugar de su residencia y las distintas profesiones a que se ocupen. No pretendo pasar por sociólogo al afirmar categóricamente que solo un::i fuerza suprahumana es capaz de mantener esta coexión entre los miembros de la comunidad de Navas. Así es; la Suma Sabiduría, conociendo el apasionado amor q ue por nuestra Vir· gen Patrona sentimos, escogió la •me-
- 31 -
dit1dora • estrella p3ra q ue t.lla , m:rn re . nien do a su pueblo unido, nos infu nda a todos e l máximo respeto y la íntegra obediencia ".: los d iv inos preceptos.
Pe ro, ¿cómo es posible man tene r in tacto es te espíritu navero a tan tos kílómet ros de distancia del p ueblo? l a re,;puesta adecuada a esta interrogación es tá en q ue las familias de N avas se u nen por un marca do vínculo indes t ructible dt~ afecro a lo local y de si nce~o amor a la Vi rgen de la Estrella; trans mitido to
do ello de gen eración a generación. Si ahondamos en esa s ucesión de ge ·
ne raciones, aplicán dole la ter~ i no logfa creada al caso pN el profesor lafn, ten· d rfamos q u,; sepa rar, entonces, lo q ue en el relevo de J;,s personas cada generac ión h a impuesto, puesto, dep11csto y pro · puesto. Respec to a lo impuesto pc r las ge· neracion es precedentes, h ay que destacar, en. primerísimo lugar, el g ran nmor y veneración qu e n os inculca ron pJ 1'<1 con la Virgen ; s ubray ándonos que ante Ella todos comos iguales y. en i gu ~ l dad, repa rte Ella su ca ri ño de Buena Mad ¡e .
[ o depuesto por la generación de tu r no, se refiere más bien a detalles, a s upresión de hojarasca y ambigüedades y ,
en gene ral, todo lo talto d e s inceridad y de sentido devocional. Pod ríamos deno· m inar esta fase como la de depuración del amor a la V irgen .
La Cofradra de la Virgeh, genuina intérp rete de todas las voces devo tas, siempre está alerta a consegu ir cualquier · mejora qu e redund e en una mayor exa ltación del cul to a la Patrona o de la brillantez de s u romería . En la term inolo· gía a ludida a esta fase se le lla ma lo puesto. Pero a veces, a causa de la limitación de t iem po o escasez de medios , ur.a Co frad ía no puede llevar a feliz térm ino ~u plc1n , po r lo q ue ha de conformarse con expone r su proyecto, y proponer a las q ue le suceden el des.lrrollo o terminación del p lan.
De esta for ma, pu es, se da u na contin uidad en la actuación del pueblo, como s i en todo lo re<' liza do o en proyec· to todos hu biesen inte rvenido. Resulta , por tanto, una coordinación de volu ntades y esfue rzos de las generacio.!i es pa· ra Li consecución del mismo fin : la s ubli· mación del amo r de un pueblo en fe rvorizado hacia su Patrona ia V irgen de la Est rella .
Ild efonso GARCIA CARRASCO
DON FRA NCISCO DEL MOI<AL ALMAGRO,
nuestro querido PárrJco recientemente fallecido. Descanse
en pa7. .
En otras pá8i1u1s de e~te número. liiogt'<ifía y amplia
información de su muerte.
- 34 -
,
Hace unos días, releyendo 1111a nnlolo~ía de ¡iof.>.sia española contemporónN1, tropr.cé con los versos arriba citados; desde el ¡Jrincipio, me llamó la alención en ellos 1:1 her.ho de que un poeta di jera que « 111 tierra está llt•na de injusticias». Si tales pnlahras rnc sorprendieron, no fue por In que en ellas se afirmaba (a poco que haya vivitlo coda uno l111brú pod ido comprobar por úl mismo, la veracidad de esa aseveración), sino por la perso110 1l c r¡uien provenían. ¿Cómo com prender que los poetas - seres singullues que llevan nn sus palabrns azules toda la belleza del orbe- nos hablen de <violencias. injusticias y lodo>? ¿Qué acontece en nuestro mundo, pa ra que la fealdad prime sobre la belleza? ¿Por c¡ u (~, las voces que debieran ser aladas y remontnrse hacia las nu bes, tro1lie'Zél n con los ca rdos?
En el fondo de toda esta amarga litera -111ra, se oc ulla un prolundo dcscngaiio sobre el ser humnno. Se cenío en el hom bre una 1'1\ il imiluda, de la que poslcriormenlc, ül 111is1110 ha demostrado no ser é\creedor... ¿Fé en el hnmbrc? Pero ¿es que w~rdaderamcnte calrn 1cncr t'é eu el hu111hrr., a secas'! Cuando lJi11s no tiene lugnr en la vida de cadn cual 1.horc111m bien nosotro~ en otorgar a ese ~ cada cun l> nuestra conlia112a? Si el ser humano solo busca el pocter o In prcpotencin eco11r'1111 ica, o si s11 re¡ierti1rio de virtudes se rc~ r1 11 1:e <l ser un .- ciudad11nn cumplidor de In les ); si el afá n de una virlo 1rnrndisíaco en que desoporczcn por entero el tlo\or es, en suma, el motor de nuestras acciones, hay que con¡;crler tristemente que el hornhrc eslí1 «tlesarrn igado > (Hnblar de c~~ lo con algún detal le, extendería cxcesi1•ainen1c cs1c arli· culo; r¡ uieru hacer constar sin cmha rgu, que 111 ali rmnr lo anterior, no hnhlo por mí mismo. Hemito al p11siblc leclor inl r.rcsado sobre !\'lle pun lo, al lrabajo 1le Zubiri e En torno ol prohlenw de Dios» o¡rn rccido en s11 libro «Nutu rn leza, Historia y Dios~ ; en esle ensa-
DEIJIOS "Y <l crelu en el rt\ t1nclo Jniln¿troso, en (o. Slo rin de ver l>tl Sa r las nubes; 1>cco [u t ictcfl es vicjn, ren coros a y Sastadn . Llen a estti de violenc io.i;, de inj n-;t icia!I y lodo».
( SALVADOR Pf..REZ VAl.l~N'íf.)
yo riel insigne pensador, que obtuvo el «Níhil ohs1.1 L• de lu censura eclcsi<ística, se demuestra fornrn lrncnte c(11no HI ser del hombre es inru.nplctu, euando denLro ele él no apllrecH Dios). lnsisliendo muy csµecialmente en estos ideas Juan XX 111 ha di cho text ualmente en SIC <Maler el Magislra»: cSe ha a!irrn lldn 1¡110 011 la era de los triunfos de la técnica, los hornhres pueden r.onstruir su civilización prescindiimdo de Dios. Sin embargo, la verdad es qnc los mismos avances cieulilico. lt\cnitos presentan problemas humanos de dimem·iones mund iales, que únicament.c se pueden resolver a Ja luz de una sincera y y ncliva fé en Dios, principio y fin del hombre y del mundo•.
En este mundo que nos ha tocado en suerle vivir ¡,cual es el papel de los cristianos'l ¿Q ué hacemos 11osotros en pró de <los dermis~ ? r.oncrctúndose eu la respuesta a nuestra PaLrio, el P. César Vaca, ha escrito recinntcmentc: «A µesa1 de que nuesl.ras iglesias se llenan, el cl ima católico ambiental tiene zonas helados, alarmantes calvas de incliforencia, desinterés y sentido rnaterialisla de la vida, mucha folla de sentído prol'undo religioso, de justicia y de caridad ge· nuinas, de moralidad y ausle.ridad sin tram-1rns. Lll tarea del católico español, si es fiel a lo que !a Iglesia le pide en r..stos momentos, es tan seria como la de cualquier otro país: re11ovorse en Crisio, dar testimonio ele la verdad, 11 i n alardes ni vocerío, sino en el eficaz silencío de u na vida intllchahle •.
Y trns ústu doy lln; sólo me resta recm·dar q uc 1962 debe ser para los católicos <el año del Concilio Ecuménico». Teniéndolo en cuenta y prcsLando de otra parle, oídos a las trascri l<1s 1ia la li ras del P. César Vaca, creo que ya podemos cnconi.rar - los romeros ni Santuario de la Estrella en este Mayo de 19fi2- objeto p!lr el que elevar al cielo nucstrns oraciones.
Norberto CARRASCO ARAUZ
- 33 -
Santa María, Estrella clara, Guía del .caminante
Santa María, Estrella clara ¡Que 1111estra vida esté llena de Tí! Dirige nuestros pasos por tus sendas. guíanos a la cumbre , junto a tu Luz.
Si marchamos contigo será el nuesrro un claro camino en ¡,. 111a1i.ana nueva, con aroma de romero y sombra fresca de pinares. Habrá canco de pájaros y espinos florecidos. Y tu sonrisa hará limpio nuestro corazón para amar a todos los hombres como a hermanos. Y pondrás una confianza renacida en nuestros ojos para mirar al mundo y a las cosas. Contigo, será el nuestro, claro ca:nino en la :~añana nu eva.
Que toda ví,1 es camino. ¡Caminos de tierra y caminos del mar! ¡Santa María, Estrella del lv1ar! Sí Tú navegas con nosotros no temeremos a las olas y será nutstro el gozo de la arribada al pt.:erto. Sé para nosotros Faro de esperanza que nos guíe al Puerto de la infinita paz. ¡Santa María , Guía del navegante! Caminos de tierra y cilmínos de mar son contigo camino$. de Alegría. ·
Si, para los que hernos conocido tu Duhura, Tú eres Vida y Esperanza. Pero hay algo más. Aún los que no te conocen se sienten atraídos por Tí. En el inmenso mundo infiel. hombres que nunca escucharon tu Nombre, se te acercan confiados. Muchedumbres del Islam que peregrinan a tus santuarios para contemplar tu figu ra blanca y que te llaman Miryan . La ternu ra maravillosa del niño que conoció al Misü,nero y que, en medio de una f;1111ília pagana. te llama Madre. La confianza in· gén1.1a del viejo campesino budista que encontró enterrada en su campo tu imagen -resto de alguna persecución de cri~tíandades antiguas- y que sin saber quien eres ncude a llevarte su ofrenda de arr0z y a pedirte agua para sus tierras resecas.
Para los pueblos donde aún no ha amanecido el Sol de la J ustícía, Cristo Jesús, Tú también eres la suave Estrella, única Luz en la oscura y triste noche de su paganismo. Tú les llevarás a Jesús . Tú eres siempre la Mujer que ha hecho de nL•estra raza al Dios escondido.
Los hombres. de todos los pueblos que no han conocido tu Ternura, te esperan <> in saberlo. ¡Santa María, Estrella clara, sigue siendo p<Jra ellos Aurora que a1: uncia el día nuevo de la inmensa Luz! Porque son tuyos. Y Tú sientes el dolor de estos hijos que aún no té nacieron a la gracia. Tú también eres la Madre de los hijos {¡ue no te conocen. Y porque Tú les amas, el mundo pagano es para nosotros una tierra de esperanza.
11na J11isíonera
Tercera Palabra
HE AQUÍ TU MADRE
_ M.iría había dado por los hombres su libertad, su sa ngre, su amor, sus dolóres¡
- 34 -
STE L LA
no daba la vida, porque por un milagro Dios se la sostenía para bien del~ Iglesia que iba a nacer. Por todo ello, Jesús, antes de morir, promulga la maternidad de la Virgen con respecto a todos los bomb1 es:-¡Oh hombres!- dice Jesús - Y o soy vuestro Padre.- Pero el corazón de l.-1 humanidad necesita una madre, como la necesita toda . familia, como la necesita todo hombre que no quiere sufrir una mL1tilaciÓn en el sen~imiento más prrifundo que puso Dios en nuestro corazón: ¡\hí la tenels: HE AQUI TU MADRE.
(CARDENAL GOM4,)
Los cinco primeros sábados
La Virgen Santísima, que se mostró un maravillosamente en Fátíma, volvió a apare.:erse wás tarde, el 10 de Diciembre de 1925, a Lucía la mayor de las videntes, y le habló así:
-«Míra . hija mía, mi corazón rodeado de espinas, que los hombres me clavan en todos los momentos con blasfemias e ingratitudes.
- Tú, a lo menos, procuras consolarme y dices que: Yo prometo asistir en la ho.ra de la muerte, con bs gracias necesarias para la salvación, a todos los que en el primer ·sába·do de cínco meses consecutivos se confesaren, recibieren la Sagrada Comunión, i·ezaren la tercera parte del Rosario y me hicieran compaflía durante quince minutqs, meditando en los quince misterios del Rosario, con el ttn de desagra-v iarme». ,
La Iglesia después de largo y !"ilencíoso examen, recomienda y propaga esta hermosa devoción de los cinco primeros sábados.
El Santuario de Loreto
Existe en L:;reto, ciudad de Italia, un célebre santuario de la Stma. V irgen, que lleva su mismo r.om bre, y cuya fama se debe a la piadosa tradición, formada en el s iglo XIV y XV de haber sid0 trasladada a este lugar la casa, que habitaba la Virgen María en N azaret, cuando se verificó el misterio de la Encarnación del Verbo.
Dice la tra<.1ición que en la noche del 9 al 10 de Mayo de 1291, dich3 casa fue traslad:.ida por ministerio de los Angeles ª~la Dalmacia y posteríormente en la noche del 10 de Diciembre de, 1294 la Santa Casa desapareció de nuevo de aquel lugar y pasando el Adriático fue 3 colocJrse cerca de Recanad, donde tomó el nombre, que aún conserva.
Álovimlflnto Rconómlco
Saldo el 31 de Marzo de 1. 961 . . . . . . 23.628'77 Ptas. Ingresos al 31 Marzo de 1962 . .... . 145.157'47 ))
Total Ingresos ....... 168.786'24 ))
Gastos al 31 de Marzo de 1962 .... .. 106.863'32 ))
Existencia al 31-3.62 .. 61.922'92 »
LA DIRECTIVA.
¿,Saf,ia usted q,ue .. . * Un tren cargado con los escombros sacados del Cnnn.l de Panamá daría cuatro
veces la vuelta a la Tierrn?
* La alfombra má.s grande fabricada hasta. la fecha es la qite se encargó. para lns
fiestas de la Cor0nución de Jotge V, que tiene 162 m. ile largo por 42 m . de ancho?
* Ln campana mayor del mundo está en Moscú, al pie d~l Kremlin; que su cir
cunferencia mide en la base 2 1 m .; que tiene 7 n . de altura y "jue pesa 201266 kg.?
* Las hojas tnás gra1Hles son. las de la plant~ acuática Victoria Regfo, que ·tienen
una superficie de 5 metros cuadrados?
t't- Que el verano excede nl invierno en 4 día~, 13 horas y 51 minutos-y. la ·prima-
vera al otoño en 3 dfas, 2 horas y 24 minutos?
~ Que un grnmo de uranio, según la fórmula de Einstein, E = m. v2 es capaz de
producir 25 millones de kilowatios-horn?
~~ Que los cuerpos situados a 6 radíos tcrrcsm~s de la L<tna, en dirección n lo. Tie-
rra, dejan de~pesat por ser igualmente atraídos por nmbos?
;.\ Qut! lo~ u1~ teo1·lt.v:s C:l'-J~ cxuzu..o la altnÓsÍera .se ponen inc~1nclescentes l\ stt paso
p01' ella, dando lugar a las llamadas estrellas fugoces?
i!t Que In escuela pitagórica dcscuhrió que los citadrados perfectos son iguales a la
suma de números impares consecutivos? 25 = 1 + 3+5+7+9.
t:. Que el año 2000 no será bisiesto, aunque termina en dos ceros, por ser sus cen-
tenas múltiplo de cuatro, como está establecido en el cómputo gregoriano?
* Que el año 1662 se empezó a publicar La Gaceta Je. Madrid, Órgano ofl~fo.l del
Gobierno?
~~ Que la luz que le a lumbra de noche se apaga de 50 a 60 veces por segundo sin
que lo ad vierta, en razón de durar la fi.ínción de las imágenes en la retina <tna décima
de segundo?
ilt Que el electrón es tan peqiteño que 1500 cuat1·illones de ellos pesan menos de
un !!ramo?
* Que Hip6crates y .Aristóteles suponían que lns arterias lleva.han aire para re
frescar el cuerpo, y de ahí el nombre (f\le aún conservan?
* Que en el País de Gales - aunque le parezca m.enúrn - - hay una pequeña ciudad
que tiene por nombre Llanfnirpwllgwyngylgo~erychwymdrobwllantysiliogogogoch? P arece increíble, aunque para hablarlo y escribdo hacen u n a abreviatura .
......, 36 -
Men,tdito y hacendado dechado de simpatía, se desvela noche y día po·r estar siempre ocupado.
E:,, su ilu~;ón d hog~ e y su g ra n pnsión ln f,.,t~dla, que se desvi·' e por l::.LLA., h ac'iéndole hasta llo rnr.
Y con\pone bellos «m u v os» , <f ue l e dicta el corazón con el fuego y la. pasión de su s luminosos rayos.
l'.~·s atento y· poµuhu y an1 igc) de CO (~Cl'ÍUS; asiste t\ k-ts 1)'l.ontcl;Í¡).~.
soln .1..·o.c1:tte pot ~~u:isar ... Y cu<>nto al bello estadaL
es:.t <:Íi' ta p:rin101·osa q ue h"rda tan presurosa la linda .nfüa en s u hoga~, él se encnxga con dcs\•clo en lleva l' casa po:r w~; y así, año tras año que paso mús cerea está ya del Cielo .. .
Y s u honrado ptocet!e1-. su fe y camarad ería. h a cen que en la Cofw dfo no /.o puedan :;uccdc.r.
Sean mis tm:pcs rcn.ill<>n es que quiero ~c!nn sernhlunz.a, en tu honor una ulahanza o tu s buenas condiciones .
l. o . c.
RElAJACION. por Dátíle
S TELL A
CRIPTOGRAMA por FLORENCIO RUIZ GAR.CiA
A . - T i•nbrcs posta l"-'· .._ 44 18 49 41 ;,>6 1 0
B. - Da es tampido.
45 241 ·14 47 25 '15 c. - Mlí<J'1;1Hl.' pura tejer.
:¡; () 1 48 11 ;) 1 ~4 7
D.- Go:.:11 11 de va caóon<'S cs t'i v¡¡ le~ .
ó 4;; .n 4 16 28 G 12
E.- M cmocot i ledóne.a <l.ue ,,; r , e para. el u lim cnto d el gan ado.
58 19 9
'f.- D frel'<'i (rn.
5 5o
29 22 5S 42 33 G .- Siente vivos c[eseos Je a lgo.
2.S 46 ~9 20
H. · P recursor.
1 j 'J.7 24 2
I. N11tuc11l de J otlondia.
8 32 2 1 40 17
(LA SOWC IÓN .f.N lA PÁGINA SIGllll!XH.)
' •
" ORGANIZADO POR I.A REAL E ILUSTRE'. COFRADÍA. DE'. NUESTRA SE:f:i'OR.i\. DE LA ESTRELLA,
CON LA COLABORACIÓN DF.L AYUNTAMIEWTO
A medio dca. repique general de campanas y disparo de cohetes.
A l a~ once de la noche, Velada Musical por la Agrupación IC1cal, que dirige el mdestro {},.Ama· deo Mota Navd. Seguldamence los clásicos ·~1a· yos • en la puerca del Templo Parroquial.
·A las ocho de la mañan3, alegre diana. . . A las diez, .salida de la Casa Ayuntamiento
. para el Santuario, de las Autorldád.es y Cofrad!a · con su valioso :Estandarte, lleváqo a caha·llo por el abanderado, acompat'lado de su escolta de caba· llistas. En la comiti'v¡¡ lig•Jranln c:~rro?.~s y ~:irret11s.
A las once, bendlcJón de lo~ ~rrfstlcos fata· d~les, confeccl~nados por distinguidas señoras y señoritas rl e Ja local idad.
A la:i do~e. h esta Solemne en el Santuario, ocupando la Sagrada Cátedra el Reverendo Sr. Don AN GEL MARTTNEZ CARMO NA. Presbllero.
A las dos :1~ b tarde. bendición y 1 epa reo deCaridad.
A las cinco de la tarde, gran demostración fol· klórlca, por los Coros y Danzas de Acción Católi· ca Parroquial.
A las seis, rezo dd Santo Rosa rio y a cor.ti· nuación ~a l drá en procesl.5n Nuestra EXCELSA PATRONA por el ejido del Santuario, cncre acla· niacloncs de sus htjos.
A las onte de la noche, V el a da !vi uslca!..y los •Mayos, en la puena de l temp!o
illA .. D ' Mitro
A laR ocho de 13 mañana diana.
cantar· las Glorias de N uestra Señora. el Reverendo Padre D. Francisco larena Gonzalo, Salesiano.
A las cinco d e la. torde, octua.c!ón de los Coros y Danzas de Acción Católica.
A las seis. rezo del Santo Rosario. seguido de procesión de NUESTRA MADR E, en la forma del día anterior.
,\ las once de la noclie, concierto por la Banda [ocal y los clásicos •Mayos>.
Dur$ e la Jiaftana, se celebrarán en el San· tuarlo, f iestas Religiosas costeacias por devotos .
A la tarde. traslado procesional de NUESTRA ' SEl\l'ORA DE LA EST RELLA a la Parroquia, sien· . dq llevndn por sus hl{oo.
A las onc de la n¡oche, Concierto Musical y quema efe una bonita 'colección de FUEGOS ARTIFIGIP>(.ES por e'L.Okotécnlco de Ubeda, Sr. !-lf-dal¡¡o Sierra. ¡r¿,,·
SOLEMNE NOVENAR!O. predlc3ndo los Rvdos. Padres: Don Ramón Rosal. Sacerdore del Opus Del; D. Ramón Romera Vera , Olrcccor Dio· cesano de € urslllos de Cristiandad; D. francisco Barredo Salazar; O. Antonio Barredo Salazar; D. Miguel Luque Pardos; D Juan Cabrero Marros; D. Manuel Agudo JimeM; D. Fer n~ntln NlPrn A1~
mlno$ y D. t\ii tonio Sánchez Romero. Durante codo el roes de mayo, est:irá Nuestra
Madre en la Parroquia, celebrándose Culros Mn· rlanos en su honor.
f\:avas de San Juan, abril de 196.?.
EL COADJUTOR ENCARGA DO DE LA PA RROQUIA,
FRANCISl:ll R . .\l\llEDll SALU1\ 1\
A las diez, salida del Templo Parroquial de EL PRESIDENTE, EL AlCo\lDE,
Maleo rl!rcz no1as la Cofradla, con su Estandart:: y de las Autorlda- Miguel Palazón Cíll'l'HSCO des, unlfodose a la comitiva los ca ballis tas, carro· zas y carretas del día ante rior.
A las doce, FIESTA SOLEMNE oficiada por el M. l. Sr. Rvdo. D. FRANCISCO CAMACHO, Arcipreste de La Caro!fna, estando encargado de
Se ruega a todos los Cofrad es luzcan la Medalla oficial, tanto en la Romerfa, como durante los ac·
tos Marianos de la P:irroqula.
• •