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Grupo Kepler Investigación, Pedagogía, Didáctica y Lúdica de las Matemáticas
Docentes : Luis Hernán Otálvaro ,Gloria Patricia Gómez , Gustavo Adolfo Zapata Grado 11º Grupo Kepler
Taller - Laboratorio Nº 629
1.Análisis Literario
a. En sus propias palabras describa en que consiste el cuento leído.
b. Usando términos matemáticos escriba un cuento matemático
2. Apareamiento matemático
Busca en la columna B la respuesta que corresponda a cada enunciado de la columna A y escribe en el espacio el numero
correspondiente
Columna A Columna B 1.Abaco ____ Expresión de que dos proposiciones son iguales
2.Angulo ____ El mayor número por el que se pueden dividir dos o más números.
3.Esfera ____ El resultado de multiplicar por un número entero.
4.Radicando ____ Un poliedro con 4 caras triangulares.
5.Diagonal ____ Cualquier entero que no puede ser dividido exactamente por 2.
6.Ecuación ____ Tiene cuentas que se deslizan por barras.
7.MCD ____ El valor dentro del signo radical
8.Múltiplo ____ Unión de dos vértices no consecutivos
9.Tetraedro ____ La cantidad de giro entre dos líneas rectas que tienen un extremo común
10.Numero impar ____ Objeto tridimensional con la forma de una pelota.
3. Antónimos y sinónimos
En la siguiente lista de palabras busque el sinónimo y el antónimo que corresponda a las siguientes términos y colóquelo en la columna
respectiva .
Sinónimos : igualdad ,elevación ,rapidez, agrupación ,superficie ,azar ,quebrado ,letras ,porción , adición .
Antónimos :perímetro , radicación , aritmética , pausado, certeza ,totalidad , dispersión, entero , desigualdad , resta
Termino Sinónimo Antónimo
Suma
Segmento
Área
Algebra
Fraccionario
Potenciación
Ecuación
Probabilidad
Velocidad
Conjunto
4. Organización de textos
Organice el siguiente texto matemático
En su forma más elemental, la geometría se preocupa de problemas métricos como el cálculo del área y diámetro de figuras planas y de la
superficie y volumen de cuerpos sólidos. Otros campos de la geometría son la geometría analítica, geometría descriptiva, topología,
geometría de espacios con cuatro o más dimensiones, geometría fractal, y geometría no euclídea . Geometría , rama de las matemáticas
que se ocupa de las propiedades del espacio.
5. Frase Matemática Explique la siguiente frase matemática enunciada por Sócrates:
“Las matemáticas son una gimnasia del espíritu y una preparación para la filosofía”
6. Completacion de frases
Completa las siguientes oraciones con los elementos del recuadro. Sobran dos palabras.
Mínimo común múltiplo , sumatoria, centro ,rectángulo ,Platónico ,factorial ,arista , máximo común divisor ,Elementos , logarítmico.
a. La trigonometría es la parte de las matemáticas que trata del cálculo de los …… …………..…de los triángulos planos y esféricos.
b. Se llama …… ………… el resultado de multiplicar una serie de números naturales en orden descendente, como 4, 3, 2, 1.
C El……………………….. es el mayor número por el que se pueden dividir dos o más números.
d. El…………………………….es el número más pequeño que es múltiplo de 2 o más números.
e. El polígono que tiene 4 lados iguales dos a dos se llama ……………………………
f. El hexaedro tiene 6 caras y es uno de los poliedros ………………….….
g. Una………………….. es la línea que resulta de la intersección de dos superficies, considerada por la parte exterior del ángulo que
forman.
Grupo Kepler Investigación, Pedagogía, Didáctica y Lúdica de las Matemáticas
Docentes : Luis Hernán Otálvaro ,Gloria Patricia Gómez , Gustavo Adolfo Zapata Grado 11º Grupo Kepler
h. El apotema es la distancia desde el ……………….. de un polígono regular al centro de uno de sus lados.
El Sabio y el Herrero
Un ilustre sabio que se creía en poder del Conocimiento Absoluto –así, con
mayúsculas- paseaba por el campo cuando se percató de que su caballo
cojeaba.
Preocupado, se bajó de su montura y comprobó que una de las herraduras
había perdido 3 clavos, así que decidió quitársela para que no se perdiera.
Con la herradura en el bolsillo y viendo que a lo lejos aparecía la torre de la
iglesia de un pueblo, decidió acercarse hasta ese lugar caminando al lado de
su renqueante jumento, para tratar de encontrar un herrero que le volviera a
colocar la herradura, al caballo, por supuesto.
-La Herradura de Oro –leyó en voz alta el sabio que se creía El Más Sabio
de entre Todos los Sabios. Y lo leyó del letrero que tenía pintada, además,
una gran herradura dorada. El letrero colgaba sobre un portón del que
salían sonoros golpes metálicos de martillo contra yunque, por si aún había
alguna duda.
-Esto es una herrería –dedujo brillantemente el que se creía El Más Sabio
entre Mil. Y, con el caballo sujeto de las riendas, traspasó el portón.
-Buenos días, señor herrero.
-Buenos días, pero... ¿Cómo ha adivinado usted mi apellido?
-Bueno, es que soy sabio.
-Y yo herrero. Me llamo Juan Herrero Fernández, de profesión herrero –
dijo el herrero alargando la mano para saludar al recién llegado.
-Ya veo, ya veo. En efecto, esto parece una herrería –dijo, a su vez, el sabio
que se creía El Más Sabio, mirando a su alrededor.
-¿Y usted, cómo se llama? –preguntó Herrero, el herrero.
-Me llamo Calixto Resabio Listo, y soy sabio de profesión –contestó el que
se creía El Más Sabio de los Sabios, estrechando la mano del herrero
Herrero.
-¿Eso es una profesión?
-Ya lo creo; y esforzada.
-Hombre, esforzada, esforzada, la mía –dijo el herrero que se apellidaba
Herrero, dando un sonoro martillazo sobre el yunque, a modo de rúbrica.
-Yo doy martillazos con mi sabiduría.
-Pues yo con mi martillo, que martillazo viene de martillo.
-Bueno, en fin, yo quisiera que volviera a calzar a mi descalzado caballo,
pues se le cayó un zapato y no quiero que se le haga un callo, así que ya no
hablo más, y para no entretenerlo, me callo.
El herrero cogió la herradura que le dio el sabio, y después de darle un par
de martillazos, a la herradura, no al sabio, dijo:
-Muy bien, señor sabio, lo que le pasa a esta herradura es que es de segunda
mano, es decir, de segunda pezuña. Le haré una nueva y, de paso, una
interesante propuesta.
-De acuerdo; diga, diga, digo yo.
-Pues yo digo que ya que es usted tan sabio, bien podrá darse cuenta de que
su tal caballo es un pobre jamelgo, más parecido a Rocinante que a
Bucéfalo. Así pues, lo que le propongo es lo siguiente: le vendo este
maravilloso alazán –y como apoyo a su propuesta salió de la herrería
camino de la cuadra, para volver al minuto con un precioso caballo bayo,
que entró en la herrería piafando vigoroso, ante la sorpresa del sabio, que
tuvo que reconocer que no había comparación posible entre ese precioso
animal y su pobre jaco.
-¿Y cuanto me costaría?
-El precio lo iremos midiendo, si le parece, mediante una progresión.
-Muy bien –contestó el que estaba convencido de ser El Más Sabio de
Todos los Sabios Sabios.
-Usted sabe que un caballo lleva puestas 4 herraduras, y que cada herradura
tiene 8 clavos. Pues bien, usted me dará 1 céntimo de euro por el clavo 1º;
2 céntimos de euro por el 2º clavo; 4 céntimos por el 3º; 8 por el 4º; 16 por
el 5º; 32 por el 6º... y así hasta que lleguemos al clavo número 32. ¿Qué le
parece?
-Acepto, acepto –exclamó entusiasmado el que se creía Por Encima de
Todos los Sabios mientras pensaba: Este pobre palurdo es tonto, hay que
ver que propuesta tan absurda; me llevaré el caballo por muy poco dinero.
El herrero Herrero, muy tranquilo, empezó a echar sus cuentas sobre un
papel, calculando clavo tras clavo, y cuando llegó al clavo número 32 y le
dijo al sabio Resabio lo que tenía que pagarle por el caballo bayo, éste, el
sabio, que no el caballo, se desmayó de la impresión ante el monto de la
cantidad.
Deprimido y enfadado, el sabio que se creía ya un poco menos sabio
después de la estafa del herrero Herrero, se sentó junto a la fragua a sopesar
su futuro arruinado después de darse de cabezazos contra el yunque. Y en
estas estaba cuando entró en la herrería un vecino del herrero que se
llamaba Balbino, y que tenía una taberna, la Taberna Moderna; después de
saludar, dijo:
-Vecino, a ver si me ayudas: tengo 6 trozos de cadena y cada trozo tiene 4
eslabones; pues bien, quisiera hacer con todos ellos una sola cadena, es
decir, que me suelde los 4 trozos.
-Muy bien, ¿algo más? –dijo el herrero.
-No, gracias; nada más. Por cierto, ¿quién es este señor que está tan
apenado?
-Nada menos que un sabio que ha descubierto que es mucho menos sabio
de lo que pensaba. Por cierto, Balbino, querido vecino, el que vende buen
vino, le cobraré 5 euros por soldar 1 eslabón y 1 euro por cortarlo.
-Pero, ¿en cuanto me saldrá la cadena? –pregunto Balvino, el vecino que
vendía vino.
-Pues no sé. Pregúntele aquí al señor sabio ya menos sabio.
-¡Yo no quiero saber nada! –exclamó, indignado, el sabio que se sentía
cada vez menos sabio, incluso menos sabio que el menos sabio de entre
todos los menos sabios , que es lo que les suele pasar a los que se creen
sabios.
-Pero, ¿por qué esta usted tan enfadado? –preguntó Balbino, el que vendía
buen vino.
-Porque este herrero estafador me ha robado todo el dinero que tenía
ahorrado tras una vida de ingentes sacrificios.
-¿Le queda algo?
-Bueno, aquí, en el bolsillo, aún me quedan 5 euros.
-Pues le voy a dar la oportunidad de recuperar algo de su pecunio perdido.
Le propongo un juego; si gana le daré 1.000 veces su dinero; si pierde,
solamente perderá sus 5 euros. Atento, señor sabio: –dijo el tabernero,
sacando un dado del bolsillo- Lanzamos este dado sobre esta mesa
repetidas veces.
-Muy bien.
-Y le vamos sumando el número que aparezca en cada tirada.
-Muy bien –dijo el sabio Resabio, ya algo más animado.
-Y dejaremos de tirar en cuanto la suma sea superior a 15. Y ahora, la
pregunta: ¿Qué suma final es la que se presentará más veces?
Al sabio, que se creía que volvía a ser El Más Sabio, se le iluminaron los
ojos y dio su respuesta... y perdió sus últimos 5 euros al demostrarle el
tabernero que se había equivocado.
Alarmada ante el ruido provocado por los golpes de la cabeza del sabio
contra el yunque, entró en la herrería María, la de la floristería, que, a su
vez, era la mujer de Balbino, el que vendía buen vino, y vecina también de
Herrero, el herrero.Después de saludar, preguntó:
-¿Qué le pasa a este señor?
-Nada –contestó su marido- que se creía un Super Sabio y se ha dado
cuenta que no es ni super, ni sabio.
-Qué cosas más raras hacen los de la ciudad –comentó ella al ver que el
Nada Sabio seguía dándose cabezazos contra el yunque, y añadió,
dirigiéndose de nuevo hacia su marido- Por cierto, mañana es tu
cumpleaños, ¿a que no te acordabas?
-Claro que me acordaba, y, además, ¿te has dado cuenta de que mi edad
solamente fue múltiplo de la tuya una vez?
-Es verdad; y es más: no volverá a suceder –dijo ella.
-Además –añadió Balvino- la edad de nuestro hijo es el máximo común
divisor de las nuestras.
-Sí; y el mínimo común múltiplo de nuestras edades es el año en que
estamos. ¡Qué cosas! Mira esto. Parece mentira que pasen estas cosas
estando en pleno siglo XX –dijo María, la de la floristería, cambiando de
conversación y enseñándole a su marido un artículo del periódico que tenía
en la mano.
-Pero bueno, ¿cuántos años tiene usted, señora? –preguntó intrigado el
sabio, mientras se tomaba una aspirina. -¡Qué grosero! Eso no se le pregunta a una señora, pero le daré una pista: mi
hijo es más pequeño que yo.
-Pues vaya pista, ¿y cuántos años tiene su hijo?
-Menos que yo.
-Está bien, está bien; le haré la pregunta de otra manera: ¿En que año han
nacido usted y su hijo?
-Buena pregunta, que yo contestaré: en años distintos.
-Pero...
-Pero nada, señor sabio. Averígüelo usted, que para eso es el que se creía El
Sabio más Sabio del Universo Mundo.
María, la de la floristería; Balbino, el que vendía buen vino y el herrero Herrero
empezaron a reírse del cada vez menos sabio que, entre deprimido y furioso,
decidió coger su caballo, que ya tenía colocada su nueva herradura, para salir de
allí cuanto antes. Cuando ya había traspasado el portón, el tabernero, levantando
la voz, le dijo:
-Calcule la edad de mi mujer y mi hijo, ya que es tan sabio.
El sabio que ya no tenía nada de sabio, aunque esa misma mañana se creyera
que era El Más Sabio de Todos los Sabios, se alejó del pueblo montado sobre su
caballo que, por lo menos, ya no cojeaba. Y cuando ya no se divisaba a lo lejos
la torre de la iglesia del pueblo, se bajó de su montura y le propuso al caballo
que montara sobre su espalda, que se lo merecía.
Y así, con el caballo a caballo, caballero descaballado, siguió su camino
tratando de comprender cómo podía haberse arruinado por culpa de los 32
clavos, con el postre añadido del dado maldito y la historia de la cadena rota.
Aunque lo que no dejaba de darle vueltas en la cabeza era la historia de las
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Docentes : Luis Hernán Otálvaro ,Gloria Patricia Gómez , Gustavo Adolfo Zapata Grado 11º
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edades de María, la de la floristería, y de su hijo.
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