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La Navidad
en mi corazón
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Un mensaje de apoyoNuestro ministerio es sostenido principalmente por ofrendas de personas como tú. Tu generosidad hace posible que podamos ofrecer este folleto edificante. Nuestro deseo es que la literatura de Unity esté disponible para todo el que la desee, especialmente aquellos que más necesitan aliento espiritual.
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Unity 1901 NW Blue Parkway Unity Village, MO 64065-0001
En la cubierta posterior interna de este folleto encontrarás más información acerca de los programas y servicios que Unity ofrece.
introducción
La Navidad evoca recuerdos de momentos, lugares y personas que son especiales para nosotros. Es una época que nos motiva a dar y
que conmueve nuestros corazones.
Mas la Navidad también puede ser una temporada en la que nos sentimos solos y abatidos. Los relatos en este folleto nos recuerdan que, a pesar de lo que ocurra a nuestro alrededor, podemos avivar el espíritu navideño en nosotros. Sólo necesitamos estar conscientes de la presencia crística y sentir nuestra unidad con todo lo creado. Los actos sencillos de bondad, dados y recibidos, nos recuerdan la verdad de que nunca estamos solos.
Deseamos que la fe, la paz, el amor y el gozo cobren vida en tu corazón en esta temporada de Adviento, según celebramos el nacimiento de Cristo en nuestro mundo. ¡Eres bendecido y eres una bendición!
¡Feliz Navidad!
Tus amigos en UnityEste folleto de Unity está dedicado a la reverenda Dorothy Pierson, cuyas palabras llenas de gracia aparecen en este folleto, y quien ha bendecido a millones de personas alrededor del mundo con su mensaje, gozo y sabiduría. ¡Gracias, querida amiga!
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La navidad en mi corazónpor la Rev. Dorothy Pierson
La Navidad es un evento especial en la vida. Piensa por un momento acerca de tus experiencias de Navidad. Permite que comparta unos de mis
recuerdos contigo. Habiendo asistido a la iglesia la mayor parte de mi vida, he estado rodeada de personas que cantan villancicos, he escuchado el relato del nacimiento de Jesús y orado para encontrar la conexión más profunda posible con el amor de Dios, la esencia misma de la Navidad.
Mas también tengo recuerdos de mis navidades en Seattle, donde era costumbre ir al bosque en búsqueda de nuestro
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árbol de Navidad. ¡Cuánto nos encantaba hacerlo! En esa área del país hay millones de pinos y, en ese entonces, estaba bien ir al bosque para encontrar el que nos pareciera perfecto. Nuestra familia entera participaba en el proceso. Circundábamos el árbol y lo inspeccionábamos de cada lado; no podía ser ni muy grande ni muy pequeño … y luego que encontrábamos el que nos gustaba a todos, lo poníamos en el techo del carro y nos íbamos a casa. ¡Un día de triunfo!
La vida nos brinda una serie de cambios a todos. También recuerdo lo que era pasar la Navidad en la ciudad. La diferencia yace en la magnificencia de luces, decoraciones y multitudes de personas, todo en medio de música y voces según el ruido del tráfico envuelve a la ciudad. Para mí, era vigorizante y emocionante.
Ahora vivimos en una zona rural donde las casas están a poca distancia. Se oyen niños jugar, los perros ladrar y el tren que viaja de Kansas City a St. Louis retumba anunciando con su silbato que va a tiempo. La Navidad en un pueblo pequeño es como una tarjeta de Navidad viviente que muestra a todo el pueblo caminando por las calles decoradas. ¡Se siente una canción en el aire!
Dondequiera que vivas: norte, sur, este u oeste; en un clima cálido o en uno frío, ¡llena tu maleta de recuerdos y mira a tu alrededor! Aprecia el bien, la belleza, la gloria y la maravilla de la Navidad. Unámonos en oración, envolvamos a todo el mundo; personas de toda fe, de cada costumbre de amar y compartir esta época sagrada.
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FePRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
30 de noviembre del 2014
meditación de feAl salir en su jornada hacia Belén, la joven María no sabía adónde se iba a quedar o cómo iba a ser su proceso de parto, mas ella tuvo fe en que Dios iba a proveer todo lo necesario. Tal vez yo no siempre sepa cómo van a resultar las cosas, mas la fe afianza mis pies en el sendero hacia mi bien. Con cada paso, afirmo que la fortaleza de Dios mora en mí y que Su sabiduría me guía. Mi fe en el poder divino es mayor que cualquier temor o duda. Cuando siento inseguridad, aquieto mis pensamientos, sabiendo que la voz apacible y delicada en mi interior me dirigirá.
Dios desea para mí solo lo bueno. Prosigo con fe hacia mi bien.
“Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!, ¡alaben su santo nombre!” —Salmo 30:4
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LUNES, 1 DE DICIEMBRE DEL 2014
ayuda mi increduLidadpor James Dillet Freeman
La fe no es algo abstracto, es una actitud hacia la vida; es el sentimiento que tenemos acerca de ella. No surge gracias a señales y milagros, o por lo que
ocurre en lo externo, es un crecimiento interno.
Si no puedes creer en mucho, entonces cree en lo poco en lo que puedas creer. Comienza justo donde estás y crece desde allí. ¿Qué semilla conoce al árbol en el cual se convertirá? ¿Qué arbusto espinoso puede profetizar acerca de una rosa? ¿Qué gusano puede hablar acerca de la mariposa? La fe crece.
Si encuentras que lamentas la poca fe que tienes, piensa en cuán lejos has llegado con la escasa fe que has tenido. Al subir una montaña, nos vale mirar hacia atrás para ver cuán lejos hemos llegado en vez de mirar siempre hacia las alturas interminables ante nosotros.
A veces, encuentras que tienes más fe de la que imaginaste tener y que cuando es necesaria, ésta se aviva en ti.
“Por eso los que te amamos oramos a ti en momentos de angustia. Cuando vengan los problemas, no nos podrán alcanzar”.—Salmo 32:6
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MARTES, 2 DE DICIEMBRE DEL 2014
no dejen que su corazón se turbe
por Martha Smock
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Dios puede salvar y sanar cualquier situación o condición, sin importar cuán aterradoras o abatidoras puedan ser las apariencias. “La paz les
dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo” (Juan 14:27). “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
Si algo les preocupa o perturba, repitan las palabras de Jesús. Díganlas y préstenle atención. Piensen que el Cristo viviente y amoroso se las dice a ustedes, que las dice por medio de ustedes.
No dejen que su corazón se turbe por la enfermedad. El Cristo mora en ustedes como vida sanadora. No hay nada que temer, ya que con Dios todo es posible; con Dios no hay condición incurable. Cristo dice ahora: “has sido sanado” (Juan 5:14).
No dejen que su corazón se turbe por la injusticia o el tratamiento injusto. Entreguen todo al Cristo amoroso y tengan presente que este Espíritu es capaz de hacer lo correcto. Aférrense a su fe en Dios, a su fe en el bien, y mantengan su mente y corazón abiertos a la bendición perdonadora y amorosa del Cristo. Dios los ama; ustedes son uno con Cristo. Están rodeados y envueltos en la paz perfecta que el mundo no puede dar, la paz que Dios les regala para que la disfruten en sus corazones, mentes y vidas.
“Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: —Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada. Y desde aquel mismo momento quedó sana”.—Mateo 9:22
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MIÉRCOLES, 3 DE DICIEMBRE DEL 2014
trataré una vez máspor la Rev. Dorothy Pierson
Me entrego a Ti, Padre,
¡mas luego me retraigo!
Entrego mi voluntad a la tuya tan sinceramente
que camino por sobre las aguas.
Mas cuando mis pies se mojan
y siento el movimiento del mar,
me retraigo con temor
y me subo al barco de mi voluntad
para llegar de nuevo a la orilla.
¡Podré yo caminar sobre el mar
como lo hizo El que viajó por Galilea!
¿Será algún día mi fe tan boyante como la de Él?
Me entrego a Ti, Padre.
¡Trataré una vez más!
“Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe?” —Mateo 6:30
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JUEVES, 4 DE DICIEMBRE DEL 2014
La señora m. y yopor Tom Baker
Una Nochebuena, cuando todavía era sacerdote católico, fui al hospital para visitar a una señora de 92 años que estaba muriendo. Por un año,
yo le había estado dando la comunión a la señora M. el primer viernes del mes. Yo le caía bien porque nunca andaba apresurado. Me gustaba pasar tiempo con la señora M.… con ella yo podía ser sencillamente una persona y ella siempre tenía galletas para mí. A ella también le gustaba confesarse, siempre el mismo pecado. Era un pecado menor y venial. Ella llevaba la cuenta y los números siempre eran altos, y yo pensaba, siempre impares. 159 veces. Le dije que podía redondearlo, pero ella pensaba que Dios era muy exacto. A ella le gustaba que yo no me escandalizaba y, le gustaba todavía más, cuando le decía que yo había hecho lo mismo, pero que yo no llevaba una cuenta tan precisa. Ella me miraba como diciendo: “Bueno, todavía eres joven”.
Así que la señora M. y yo éramos amigos. Un día, según yo entraba a la habitación del hospital, un equipo de médicos le estaba dando choques eléctricos. Sus hijos, seis de ellos, estaban en el pasillo. Después de que el equipo médico revivió a la señora M., que luego supe que era la quinta vez en dos días, ella me llamó.
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“Tiene que ayudarme. Mis hijos no me dejan morir. Las paletas del desfibrilador me fracturan las costillas, hasta oigo cuando se fracturan”.
Así que hablé con los hijos, todos mayores que yo. Pensé que sería fácil. “Su mamá tiene 92 años, está lista para morir, déjenla ir”. Cada uno de ellos dijo que no iba a dejar morir a su mamá. Y además que ella no estaba cuerda, que estaba demasiado vieja. Las enfermeras dijeron lo mismo. Yo estaba asombrado de lo inflexibles que eran.
Finalmente, estuvimos de acuerdo en lo que haríamos. Yo firmaría un documento en donde constaba que yo, el sacerdote hablando por la paciente, la señora M., pedía que no se utilizaran medidas extraordinarias y que yo, el sacerdote, era la persona responsable. La señora M. escribió temblorosamente su nombre en el documento y yo también.
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Los hijos me miraron como si yo fuera el Padre Kevorkian. Me acosté en la cama con la señora M. y la abracé a medida que su respiración era cada vez más superficial. Luego, de repente pero suavemente descansó completamente y falleció. Miré el reloj y eran las 12 de la noche. Día de Navidad. La familia estaba parada a los pies de la cama, todos encorvados, cansados, asustados y avergonzados, simplemente siendo humanos.
Entonces dije: “Soy Tom, fui amigo de su mamá y ella está bien. De hecho, está en el cielo para Navidad”. Todos lloramos como la gente lo hace cuando ha perdido a alguien quien los ha amado incondicionalmente. Me sentí como Jesús esa noche, abrazando a Jesús, en medio de Jesús.
Eso es lo que Jesús hizo… amar a la persona tal como es. Haciéndola sentir real.
“Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?”—Marcos 4:40
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VIERNES, 5 DE DICIEMBRE DEL 2014
★El
árbolde Navidad
nos recuerda la luzdel Cristo en nosotros, la
cual Jesús vino a enseñar y demostrara los que tienen ojos para ver y oídos para oír.
Él dijo que era la luz del mundo y que nosotros éramos iluminados por él. También dijo que
nosotros éramos la luz del mundo y nos invitó a permitir que nuestra luz brillara para que todo el que nos viera,
viera a Dios. Hoy reconocemos a nuestro maestro, nuestroseñalador del camino y nuestro hermano mayor, Jesús.
Con gozo y gratitud, nos comprometemos a ser un buen ejemplo de la luz crística en nuestra vida diaria —con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo y con toda
persona. Hoy vivimos en la luz, por la luz y para la luz.
Yasíes.
Amén.
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: ‘Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida’”.—Juan 8:12
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SÁBADO, 6 DE DICIEMBRE DEL 2014
como un niñopor Elise Cowan
La Navidad, poco a poco, perdió su magia en mi corazón durante mis años de adulta. El aspecto comercial y las expectativas de todo el mundo me hacían querer escapar
de la temporada.
Entonces, en 1999, me mudé de Alabama a Texas para comenzar mi vida de nuevo. Me alejé de mis amigos y familiares en búsqueda de una vida mejor. La soledad se hizo sentir muy pronto, aunque me había mudado para estar con la Orden de Trabajadores Cristianos, cuya misión es ser una sociedad ecuménica para hacer del mundo un lugar mejor ayudando a los necesitados. A medida que se acercaba la temporada navideña, el trabajo voluntario consistía en preparar la fiesta de Navidad para los niños necesitados, la mayoría inmigrantes ilegales que quedaban fuera de otras organizaciones de caridad.
No sabía qué esperar cuando entré al estacionamiento. Dos camiones grandes de mudanzas estaban llenos de regalos y comida para las familias. Entré con ánimo al gimnasio donde vi a todos mis amigos trabajando frenéticamente para transformar el lugar en un paisaje de invierno. Se me dio la tarea de armar y decorar un árbol de Navidad en 30 minutos o menos, ya que el tiempo se acercaba para la llegada de los invitados. Había voluntarios organizando los regalos ya envueltos que habían sido seleccionados especialmente para cada niño. Algunos de los voluntarios estaban disfrazados de personajes de cuentos
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de hadas, mientras que otros ponían los refrescos junto a cientos de galletas caseras. Había música en vivo y se cantaban villancicos, mientras que Santa Claus y su esposa aguardaban escondidos en el cuarto trasero.
Cuando las puertas se abrieron, 183 niños y sus familias entraron al gimnasio. Se me dio la tarea de envolver regalos de nuestra “tienda” en la cocina para cualquier niño que viniera inesperadamente. Tenía como una docena de regalos que envolver para Santa cuando éste hizo su aparición. El darme cuenta de que tantos niños en mi comunidad estaban tan necesitados me llevó a salir, pero no estaba preparada para lo que vi. Los voluntarios daban a los padres regalos adicionales para sus niños para la mañana de Navidad: ropa, zapatos, abrigos y un regalo adicional para cada niño desde un camión, y cajas de comida desde el otro.
La Navidad revivió en mi corazón una vez más a medida que las lágrimas corrían por mi rostro. Me di la vuelta y entré de nuevo al salón. Santa entregaba regalos a medida que los duendes decían los nombres de los niños. Algunos niños abrieron sus regalos inmediatamente y gritaban de alegría por recibir los regalos que habían deseado. Otros abrazaban sus regalos queriéndolos abrir en casa. Mi corazón saltaba de gozo, pero también estaba deshecho de tristeza. Mi nueva vida iba a estar dedicada a ayudar a los demás.
La fiesta anual ha crecido y ahora invitamos a 600 niños cada Navidad.
“Éste, cuando llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó y exhortó a todos a que con propósito de corazón permanecieran fieles al Señor.”—Hechos 11:23
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PazSEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
7 de diciembre del 2014
meditación de pazTodas las posibilidades de paz y prosperidad están disponibles para nosotros a medida que dejamos ir antiguos patrones de comportamiento y vencemos los pensamientos y las acciones que nos han dividido en el pasado. El Cristo nace de nuevo en nuestros corazones y en el mundo. Recibimos estos días con esperanza y amor, confiando en que los líderes del mundo son guiados hacia el mayor bien para todos. El poder de nuestros corazones unidos es invencible. Avanzamos con la confianza, la esperanza y la fortaleza que nacen de la fe. El Cristo despierta y es renovado en nosotros, y confiamos en que el Espíritu nos guía a crear una nueva visión mundial de paz.
“El ocuparse del Espíritu es vida y paz”. —Romanos 8:6
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LUNES, 8 DE DICIEMBRE DEL 2014
eL rey y La pinturaTomado de “Picture of Peace,” Stories of the Heart, por Catherine Marshal
Había una vez un rey que ofreció un premio al artista que pintara la mejor imagen de paz. Muchos artistas lo intentaron. El rey
miró todas las pinturas, pero solo había dos que le gustaban realmente y tenía que elegir entre ellas.
Una pintura era de un lago en calma. El lago era un espejo perfecto para las montañas majestuosas que lo rodeaban. Sobre ellas un cielo azul con nubes blancas como de algodón. Los que veían la obra pensaban que era la pintura perfecta de paz.
La otra pintura también tenía montañas, pero escarpadas y desnudas. En la ladera de la montaña había una cascada espumante. Esto no parecía pacífico en absoluto. Pero cuando el rey la miró, vio que más allá de la cascada había una grieta pequeña en la roca. En el matorral, una pajarita había construido su nido. Allí, en medio del rugir del agua embravecida, la pajarita estaba sentada en su nido… perfectamente en paz.
¿Cuál pintura crees que ganó el premio? El rey eligió la segunda pintura, explicando que la paz no significa estar en un lugar donde no haya ruido, problemas ni confusión. Significa estar en medio de
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todas esas cosas y todavía sentir la serenidad que siempre está en tu corazón.
Ése es el verdadero significado de la paz.
“Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”.—Mateo 6:21
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MARTES, 9 DE DICIEMBRE DEL 2014
¿Qué hace Que la Navidad sea real?por Tom Baker
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Se me ha atribuido un milagro. No creo que fui yo quien realizó el milagro, pero como dije, fue atribuido a mí.
Sucedió en mi segundo año como sacerdote en la misa de medianoche. Estaba dando el sermón y un bebé comenzó a llorar. Generalmente, cuando esto ocurría, continuaba hablando apartándome de donde provenía el llanto, la madre (o el padre o la hermana mayor en una familia católica grande) se daba cuenta y se llevaba al bebé. Pero esta mamá y su bebé estaban en medio del banco en una iglesia repleta, así que íbamos a tener que aguantarnos el llanto.
El niño lloraba fuerte. Así que me detuve y, recordando que era víspera de Navidad, dije: “Esta noche, me encanta escuchar el llanto de este niño; me recuerda que hace 2000 años el llanto de un niño fue la voz de Dios —a lo mejor todavía lo es”.
Y, en ese instante, el niño dejó de llorar. Y hubo un silencio en la iglesia que era más que un silencio; era el sentimiento de la gente escuchando el silencio. Luego, la gente se rió en voz baja. Y después proclamaron que fue un milagro.
Pero yo lo que recuerdo es el silencio. Ese momento tan callado y resplandeciente en el que podías oír la música en la luz y apreciar la voz de Dios en el llanto de un niño.
“Que el Señor de paz mismo les dé paz siempre y en toda circunstancia. Que el Señor esté con todos ustedes”.—2 Tesalonicenses 3:16
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MIÉRCOLES, 10 DE DICIEMBRE DEL 2014
este Lugar caLLadopor la Rev. Dorothy Pierson
Vine a este lugar calladoy te encontré esperándome, Dios.No había oído Tu llamado,no tenía una necesidad aparente,pero me sentí guiada a permanecer callada…¡Y aquí estás!Mi corazón está abierto a Tu voluntad.Háblame, Dios,porque escucho en mi interior.Te oigo en mi mente,como un movimiento en la quietud de un bosque,sonidos agradables, suaves y susurrantesen mi corazón.Gracias por la paz que siento,en este lugar, ¡oh Dios!Por la seguridad de que estás aquí.Que eres real, y que somos unoen este lugar callado.
“Le pondrás por nombre Emanuel que significa: ‘Dios con nosotros’”.—Mateo 1:23
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JUEVES, 11 DE DICIEMBRE DEL 2014
días de nievepor el Rev. Tom Thorpe
Uno de los recuerdos preferidos de mi niñez es un día en el que estuve enfermo y me quedé en casa sin poder ir a la escuela. Comenzó a nevar temprano en
la mañana. Observé la tormenta de nieve todo el día, estaba fascinado por todos los cambios que la nieve y el viento que la acompañaba traían al mundo fuera de mi ventana.
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En el invierno, la vida no está ausente. Está dormida, quizás, pero de manera creativa. Siempre hay señales de vida preparándose para emerger, señales de que viene la primavera. El invierno nos invita a mirar con más atención, a ver lo que pasamos por alto en el mundo verde y exuberante de la primavera y el verano.
Un día de nieve es un día perfecto para reflexionar acerca de la gloria del universo, de nuestro papel en él y de nuestra unidad con su todo. Para mí, ver la nieve caer todavía es una experiencia gozosa. Mirar cómo los distintos copos dan vueltas, bailando, combinándose y acumulándose en grandes cantidades en el suelo, me hace apreciar todos los pensamientos y características diferentes que contribuyen a la belleza gloriosa y compleja de nuestro mundo y todo lo que hay en él.
Cuando nieva, algunas personas ven aceras y calles que limpiar. Hay quienes se horrorizan ante el pensamiento de que la sal en grano dañará la pintura de sus vehículos. A veces yo veo y siento esas cosas también.
Aunque cuando estoy lo suficientemente consciente para recordar que Dios llamó a TODA la creación buena, veo la belleza en una nevada. Puedo elegir ver la belleza del patrón divino establecido por el Creador, lo Sagrado, desenvolviéndose en el mundo que veo… y en mi corazón.
“Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. —Lucas 2:6-7
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VIERNES, 12 DE DICIEMBRE DEL 2014
a casapor James Dillet Freeman
Al anochecer, de la colina,llegan el pastor y la oveja a casaa través de un silencio amable y profundo,lleno de sombras suaves y quietas.Quieta y suave y profunda y agradablecae la tierna bendición de una oraciónen la mente, tal como la noche.De regreso a casa de las colinas de la preocupaciónahora mis pensamientos regresan como ovejas.Oraré y oraréhasta que la paz caiga como el sueño,y estoy en casa, tranquilo.
“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”. —Lucas 2:8
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SÁBADO, 13 DE DICIEMBRE DEL 2014
espíritu de navidadpor Linda Berardi
A medida que pasaron los años después de la muerte de papá a causa del cáncer, poco a poco, comenzamos de nuevo a ir de compras, a poner
el árbol e invitar a familiares y amigos, aunque nada era lo mismo sin la presencia de papá. Su partida dejó un profundo vacío, faltaban su acompañamiento musical a los villancicos, sus platos artísticos de antipasto para nuestro banquete con siete peces para la Nochebuena, sus cuentos de sobremesa acerca de sus manías y corre y corres para alcanzar el tren de las 6:15 a.m. para ir a la ciudad de Nueva York, riéndose a carcajadas todo el tiempo.
Éste era el primer año que yo compraba regalos para mis familiares y para mamá, en particular, desde que papá había fallecido. Tratando de lograr una semblanza de orden en mi caos emocional, fui a mi tienda preferida de regalos navideños el día antes de partir para nuestra reunión en Florida. El nombre de la tienda, Inspirations, (Inspiraciones) no podía estar más lejos de describir mi estado de ánimo. Consciente de mi tristeza y mi vacío a pesar de la temporada, traté de evitar a Heather, la dueña de la tienda, quien estaba poniendo adornos en un árbol de Navidad en exhibición. Caminé enérgicamente hacia el estante de atrás sin tener idea de qué comprarle a mamá que no le lastimara una herida que todavía estaba tan abierta por el pesar.
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Miré en uno y otro estante antes de que mis ojos se enfocaran en una figurita. Era un muñeco de nieve pintado en colores pasteles con cardenales rojos en el borde de una pila de agua. Mis ojos se llenaron de lágrimas según tomaba la figurita, recordando el ruego que le hizo mi mamá a mi papá antes de que exhalara su último aliento: “Dom, ven a mí como un cardenal, ¿me lo prometes? Sé que te encantaban esos pájaros”.
Agarré el adornito fuertemente en un intento de controlar el caudal de emociones, mientras recordaba la manera enfática como papá había asentido a mamá en medio de su lucha final.
Noté que el muñeco de nieve combinaba con los colores de la decoración de mamá en Florida, colores pasteles con el rojo intenso de dos cardenales.
“Dos cardenales, como papá y mamá, pensé con tristeza. “Perfecto”.
En ese instante, Heather vino hacia mí.
Bajé la guardia y compartí abiertamente con ella el significado del regalo que había elegido para mamá. Ella se conmovió por la historia, habiendo perdido a su mamá más o menos al mismo tiempo que yo perdí a papá. Envolvió meticulosamente mi regalo y me dijo que ella recordaba la presencia de su mamá con una canción especial que
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habían compartido y que ella escuchaba cuando añoraba la presencia de su mamá. Nos abrazamos por un momento, unidas por nuestro pesar y nuestras historias de pérdidas y recuerdos.
Al salir de la tienda, me sentía tranquila y llena de asombro.
Esa noche cuando empacaba, mamá llamó para darme los detalles de la reunión y para compartir su recuento de los acontecimientos del día: En la mañana, ella estaba limpiando los camarones para la cena de Nochebuena, la primera vez que lo hacía desde que papá murió, y estaba llorosa porque él no estaba a su lado creando su obra maestra de antipasto. En medio de su pesar, la sobresaltó un ruido fuerte en el cuarto de al lado y fue a ver qué era.
Se sintió sorprendida y abrumada al ver a un bello cardenal tocando el cristal con el pico y agitando sus alas, como bailando fuera de la ventana para llamar su atención diciéndole: “¡Estoy aquí contigo!”
Sonreí a través de mis lágrimas, regocijándome
en mi renovada inmersión en el espíritu de la Navidad; sí, las inspiraciones abundan si estamos receptivos y creemos.
“Esto les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.—Lucas 2:12
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AmorTERCER DOMINGO DE ADVIENTO
14 de diciembre del 2014
meditación de amorHace más de dos mil años, Jesús nació en Belén. A medida que crecía en estatura y sabiduría, comenzó a enseñar para que otros pudieran seguir su ejemplo. Hoy honro humildemente a Jesús cumpliendo su instrucción de amar a los demás y a mí mismo de manera incondicional. Al apartar todo pensamiento de errores pasados, permito que la naturaleza amorosa del Cristo nazca de nuevo en mí. Centro mis pensamientos en el reino de los cielos, una conciencia de salud y santidad. Fui creado a la imagen y semejanza de Dios, y ahora acepto la verdad de quién soy. Vivo en la presencia de amor incondicional, y el amor incondicional del Cristo vive en mí.
“Que se amen los unos a los otros”. —Juan 13:34
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LUNES, 15 DE DICIEMBRE DEL 2014
¡Oh!, ven, ¡oh! ven, emanuelpor el Rev. Michael Korpan
Cada vez que escucho el villancico ¡Oh!, ven, ¡oh! ven, Emanuel, mi alma se llena de emoción. Dicho villancico también se presta para una maravillosa
interpretación metafísica.
En lo profundo de cada uno de nosotros yace el ser crístico esperando ser despertado. De esto se trata la temporada de Adviento. Es esa anticipación enfocada en la encarnación del Cristo manifestándose en el mundo. Es la emoción del milagro pronto a realizarse de Dios encarnado. La canción es una expresión hermosa de fe y de la habilidad de ver lo que todavía no ha sucedido.
La poesía de la letra lo dice bellamente:
¡Oh!, ven, ¡oh! ven, Emanuely rescata al cautivo Israelque llora aquí en exilio solitariohasta que el hijo de Dios aparezca¡Regocíjate, regocíjate!Emanuel vendrá a ti, ¡oh! Israel.
Israel representa la parte iluminada de nuestra conciencia. A menudo, somos cautivos de nuestros hábitos y adicciones, nuestros temores y heridas, y de las promesas incumplidas y la vergüenza del pasado. Nos sentimos exiliados, aislados y distanciados. Y lamentamos porque,
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en lo más profundo, sabemos y comprendemos que éstas pueden ser nuestras experiencias, pero no son nuestro verdadero Ser.
La canción manifiesta con anhelo lo que somos verdaderamente. Afirma una anticipación justa del advenimiento del hijo de Dios. Da testimonio de que la llegada del gran YO SOY no es un “si” dudoso, sino un “cuando”. Emanuel, el Ungido, el Mesías, viene —para cada uno de nosotros. Esto es de lo que se trata la espera y la anticipación. Ésta es la razón por la cual celebramos el Adviento, que quiere decir “venida”. Y, lo que viene, es un despertar interno, podríamos decir que Adviento significa convertirse en.
De manera interesante, el llamado a que Israel se regocije viene antes de la llegada de Emanuel. El conocer la inevitabilidad de nuestra conciencia crística hace que la canción sea una oración afirmativa en vez de un ruego. Ésta es la base para nuestro gozo y nuestra actitud festiva. La Navidad está a punto de presentarse. ¡Ya viene! A medida que nuestra comprensión aumenta, nos convertimos en niños, casi incapaces de contener nuestro gozo.
“Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño”.—Mateo 2:9
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MARTES, 16 DE DICIEMBRE DEL 2014
rompecabezas navideñopor Toni Stephens Coleman
Era una tradición familiar navideña desde antes de que yo llegara. Pronto me encantaba armar rompecabezas. Estoy casi segura de que era nuestra mamá quien
compraba el rompecabezas grande que Santa Claus le daba a mi familia cada año.
Aprendí a reconocer el traqueteo inequívoco de las piezas de cartón en la caja debajo del árbol. El del primer año que pasé con mi nueva familia fue un paisaje grande con mucho verde, agua, montañas y nubes. Cada año, los rompecabezas parecían ser más complejos; hasta que a la larga trabajábamos con varios miles de piezas de imágenes de botones, de un recipiente lleno de palomitas de maíz o de las catedrales de Europa.
Nuestro ritual era abrir el rompecabezas la mañana de Navidad. Después, colocábamos una mesa con cuatro sillas. Mi primer año, la colocamos frente al árbol de Navidad. Después vaciamos todas las piezas en el centro de la mesa. Nosotros cuatro: mamá, papá, mi hermano y yo, volteábamos todas las piezas boca arriba. El primer rompecabezas que vi en este estado me pareció imposible y confuso. Pero recordé que hay cierta disciplina involucrada. Comenzamos a unir piezas similares. A mi papá le gustaba encontrar los bordes y armar las orillas. A mamá y a mí nos gustaba juntar las piezas del medio. Yo aprendí que
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sí lo armaríamos. Aprendí a mantener la imagen del rompecabezas terminado en mi mente y a esforzarme en armarlo.
Me encantaba sentir las piezas de cartón en mis dedos. Mis ojos se deleitaban en encontrar la pieza correcta. Aunque teníamos la foto, lo que estábamos armando sería más grande y más bonito. Lo creábamos juntos.
A veces nos frustrábamos. Entonces era hora de pararnos, estirarnos y hacer alguna otra cosa. Pero el rompecabezas siempre nos llamaba de nuevo. Durante la semana trabajábamos en él, una sola persona o juntos, un poco cada vez. Recuerdo saltar de la cama y correr escaleras abajo para pasar tiempo sola encontrando piezas. Observaba cuando mi mamá se distraía colocando algunas piezas.
Poníamos los otros regalos de Navidad en nuestras habitaciones, pero el rompecabezas nos mantenía ocupados toda la semana. Anticipábamos completarlo para el día de Año Nuevo. Mientras veíamos desfiles en la televisión, mi hermano y yo armábamos el rompecabezas. Durante los
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comerciales de los juegos de fútbol americano, papá nos ayudaba. Se le daba buen uso a cualquier momento de espera. A medida que el día de Año Nuevo se aproximaba, el rompecabezas se acercaba a su conclusión. Sólo faltaban las últimas piezas. ¡Viva!
Nunca importó quién colocó la pieza final. Nuestra satisfacción era completa y celebrábamos. Todas las piezas estaban en su lugar correcto y perfecto.
La semana siguiente, cuando comenzábamos la escuela y nuestros padres regresaban al trabajo, hacíamos una pausa cada día para admirar nuestra obra. En una semana o algo así, lo desarmábamos cuidadosamente y poníamos las piezas de nuevo en la caja para pasárselo a otra familia. La Navidad siguiente nuestro nuevo rompecabezas sería más difícil. ¡Apenas podía esperar!
“Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”.—Gálatas 5:2223
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MIÉRCOLES, 17 DE DICIEMBRE DEL 2014
La navidad es para darpor Joyce Flowers
La Navidad es la temporada para dar. Todos nos sentimos llenos de la bondad humana. Damos a nuestra familia. Damos a nuestras iglesias. Damos a
quienes nos ayudan y a los necesitados a nuestro alrededor. El dar en Navidad es una tradición que vale la pena perpetuar.
Mas eso no es suficiente.
En nombre de nuestro Cristo interno hemos de dar un paso más y cambiar un poco la frase para que diga: La Navidad es propicia para perdonar. Sí. Durante el Adviento, somos llamados a dejar ir otra capa de cualquier cosa negativa a la cual nos hayamos estado aferrando.
En esta temporada de Adviento ofrécete el mejor regalo de todos. No es caro; de hecho, es gratis. Date el regalo de perdonar a alguien contra quien todavía guardas rencor, ira o resentimiento.
Y perdónate —especialmente perdónate. Nos esforzamos por lograr el progreso en nuestras vidas, no la perfección. Perdonarte por cualquier transgresión o por todas ellas es el regalo más importante que puedes darte —y el Cristo niño nos muestra el camino hacia el amor incondicional. ¡La Navidad es para perdonar!
“Las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas”.—2 Corintios 5:17
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JUEVES, 18 DE DICIEMBRE DEL 2014
responde con amorpor el Rev. Tom Thorpe
Cada situación en la vida nos ofrece una oportunidad para responder con amor. Generalmente, las llamadas de teléfono para
vendernos algo no son bienvenidas en nuestras vidas. Recuerdo una vez que la vendedora me dio las gracias por mi bondad, aunque yo no había aceptado la oferta que me había hecho. Esa bondad me costó muy poco. Iluminó el día de la vendedora y el mío. Cada vez que oigo una voz que lee un guión o pronuncia mi apellido incorrectamente trato de recordar esa bondad; la persona que llama me ofrece una “oportunidad maravillosa” para responder con amor.
Piensa acerca de alguna oportunidad en la que una situación te provocó ira, temor o algún otro sentimiento negativo. Probablemente, también recuerdas una vez en la que tu respuesta no estuvo condicionada por ese sentimiento negativo, sino por una conciencia mayor de la Verdad. La Verdad desde la cual estabas respondiendo puede llamarse amor. De alguna manera, quizás sin articularlo, sabías que la situación o la persona eran más de lo que te informaron tus observaciones iniciales.
El estar presente, prestar atención y responder con amor, es más importante en nuestras relaciones personales con nuestra pareja, nuestros familiares y amigos cercanos.
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Las irritaciones menores pronto pueden convertirse en desacuerdos mayores cuando damos una respuesta cortante a un agravio real o imaginado. No tenemos que “herir siempre a quienes amamos” ni permitir que sus palabras o acciones nos hieran. Por el contrario, podemos desarrollar el hábito de responder partiendo de la conciencia del amor que compartimos. Al hacerlo, transformamos el conflicto en una experiencia de amor.
“Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros”.—1 Juan 4:12
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VIERNES, 19 DE DICIEMBRE DEL 2014
de “grinch” a graciapor Richard Belous
“¡Bah!” Me dije.
¿De dónde proviene esto? Me pregunté. Generalmente, me encanta la Navidad, igual que a Charles Dickens. Pero este año me sentí más como el Grinch (criatura verde, peluda y cascarrabias del cuento del Dr. Seuss “Cómo el Grinch se robó la Navidad”). Deseaba disfrutar la temporada navideña, pero no podía dejar de sentirme triste.
Una mañana durante mi tiempo de oración y meditación, admití a Dios que no estaba disfrutando de esta temporada navideña en particular. Le pedí que me mostrara un camino para salir de esta niebla mental. Luego escuché lo siguiente
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del Espíritu (no de manera audible, pero alto y claro): “Esta temporada navideña disfruta de todas las cosas que puedes disfrutar”.
Así que comencé a enfocar mi atención principalmente en las muchas cosas que podía disfrutar verdaderamente en esta época del año, tales como:
Las luces: ¡Qué hermosa manera de celebrar esta temporada cuando los días son cortos! Asistí a varios festivales de luces, y hasta conduje por varias comunidades para ver sus luces decorativas.
La música: ¡La Navidad es un banquete para los oídos! Fui a conciertos en el centro de artes escénicas de mi ciudad y a reuniones musicales de la comunidad en iglesias locales y otros sitios. ¡Qué gran bendición!
El amor y el servicio: Mi iglesia —Unity of Fairfax— comenzó un programa llamado “Navidad triste”. ¡Qué gran regalo fue el poder ayudar a otros para quienes la temporada navideña era difícil! También tomé parte en el proyecto de nuestra iglesia de dar regalos a los niños necesitados.
Como resultado, lo que comenzó como una Navidad irritante se convirtió en una de las mejores Navidades que he tenido.
“Den, y se les dará … Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos”.—Lucas 6:38
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SÁBADO, 20 DE DICIEMBRE DEL 2014
eL amor de dios hecho visibLepor Barbara Bergen
La bondad nunca se va, pero parece que durante la Navidad más gente le hace caso…
Quizás es porque la celebración del nacimiento de Jesús nos da permiso para ponernos en contacto con nuestra verdadera naturaleza y actuar partiendo de ella…
Nos referimos a la explosión de generosidad en esta temporada como “el espíritu navideño”, porque aumenta exorbitantemente durante la temporada festiva… Es el amor de Dios en nosotros, el cual encuentra expresión por medio de nosotros, enciende nuestro gozo a medida que fluye por medio de nosotros y deleita a quienes lo recibimos. Puede que lo veamos en la forma de un vendedor cortés, un taxista quien da paso al vehículo en frente de él, un estudiante universitario que busca entre sus escasos medios y pone billetes de un dólar en el pote de la persona que toca la campanita. Aparece de muchas formas, pero siempre es el amor de Dios hecho visible…
El sonido de las campanas navideñas incita nuestros corazones a la acción… Se hacen donativos a instituciones de caridad, se abre la puerta a quienes van de compras, se envían tarjetas a amigos que no hemos visto por mucho tiempo. Sonreímos, decimos “Feliz Navidad” y hacemos galletas para nuestros vecinos.
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No importa si nuestros actos son grandes o pequeños, si damos frecuentemente o por primera vez… Cada rayo de bondad contribuye al faro poderoso del amor de Dios que da a nuestro planeta su resplandor cada Navidad.
Durante la Navidad, celebramos el nacimiento del Cristo Niño hace siglos en un pequeño pesebre en una tierra lejana; mas el amor que encontró expresión en el regalo del Cristo Niño continúa vivo. Es algo viviente, creciente y tan palpable hoy como siempre lo ha sido, y desempeñamos un papel vital para hacerlo visible.
“¡Gloria a Dios en las alturas!”—Lucas 2:14
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GozoCUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
Domingo, 21 de diciembre del 2014
meditación de gozoEl viaje de María y José a Belén fue probablemente difícil, tanto física como mentalmente, requiriendo una gran cantidad de fortaleza y firmeza. A lo largo de su viaje, tuvieron fe en Dios. Al final de su travesía sintieron gozo puro, porque ¡había nacido una nueva vida! En mi viaje por la vida quizás encuentre momentos que requieran fortaleza y firmeza mayores. A lo mejor, estoy aprendiendo una nueva destreza o pasando por una circunstancia difícil. Recibo fortaleza de espíritu y firmeza de mente y corazón al confiar en Dios como mi guía. Con Dios, mi camino es claro y mi viaje seguro. En Su presencia, disfruto de una nueva vida llena de paz y gozo duraderos.
“Cristo en ustedes, la esperanza de Gloria”.—Colosenses 1:27
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LUNES, 22 DE DICIEMBRE DEL 2014
dar sin esperar nada a cambiopor el Rev. Tom Thorpe
Cuando un regalo tiene más ataduras que las que usas para empaquetarlo, las ocasiones para dar pueden ser más un momento de estrés que de
gozo…
Dios da por el hecho de dar, así como ama por el hecho de amar. Un verdadero regalo sólo puede ser dado sin exigencias, y no buscando una respuesta. El gozo, para el dador verdadero, yace en dar. Si el regalo trae una exclamación de “gracias” por parte de quien lo recibe, si éste está obviamente complacido por el presente que le hemos dado, sentimos gran satisfacción. Sin embargo, nos “estafamos” a nosotros mismos cuando permitimos que la respuesta de quien recibe el regalo afecte el gozo que es nuestro cuando damos sin esperar nada a cambio.
De vez en cuando, me gusta poner a prueba mi creencia de “dar sin esperar nada a cambio” dando un regalo anónimamente, un regalo que no es un reconocimiento de una ocasión especial. A veces, hasta un regalo para alguien que no conozco. Dar de esta manera, sin esperar respuesta, proporciona un gozo único.
“Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor”.—Lucas 2:9
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MARTES, 23 DE DICIEMBRE DEL 2014
dios está en todas partespor la Rev. Dorothy Pierson
A veces, pienso que rebuscamos demasiadotratando de encontrar a Dios.Hacemos una edificación y declaramos que está allí.Encontramos un lugar callado, de sol y aire,y Le buscamos allí en la quietud.Sin embargo, Dios mora tambiénen los lugares más ruidosos.En lugares ajetreados donde comemos,en cada tienda en la calle,en cada hogar, en cada pueblo…Dios no se esconde, ni se estableceen un sólo sitio.¡Dios está en todas partes!Es un gozo tan secreto e internohablar con Dios y permitir que Su graciabendiga nuestros caminos;ver en nuestros días ajetreadosevidencia de Su amoroso cuidado.¡Sentir la presencia de Dios en todas partes!
“¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz buena voluntad para con los hombres!” —Lucas 2:14
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VÍSPERA DE NAVIDAD
Miércoles, 24 de diciembre del 2014
ARTÍCULO ESPECIAL:
servicio de Luces
“Los doce poderes de Belén”
El Rev. Dr. Tom Shepherd creó esta ceremonia para vincular los Doce Poderes de la humanidad con el relato de Navidad.
1 El Niño Jesús — Vida (vela roja)
Acólito: La vela roja representa la Vida, y la encendemos por el Niño Jesús.
Narrador: Jesús fue como una vela en un mundo oscuro. Cuando pensamos en la Navidad, nuestros pensamientos fluyen hacia su nacimiento. Luz de luz, Jesús demostró la presencia divina universal, y gracias a él vemos la imagen de Dios en todas las personas.
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2 María — Fe (vela azul oscuro)
Acólito: Esta vela representa la Fe, la cual encendemos por María, la madre de Jesús.
Narrador: Según el Evangelio de Lucas, cuando se le anunció la comisión divina de dar a luz y criar al Cristo niño, esta jovencita respondió con palabras extraordinarias de fe y confianza: “Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Pues se ha dignado mirar a su humilde sierva. Y desde ahora me llamarán dichosa por todas las generaciones. Grandes cosas ha hecho en mí el Poderoso. ¡Santo es su nombre!” (Lucas 1:4649).
3 José — Comprensión (vela dorada)
Acólito: Esta vela representa la luz dorada de la Comprensión, la cual encendemos por José, el padre de Jesús y esposo de María.
Narrador: Con un corazón comprensivo, José aceptó su papel en las circunstancias sorprendentes que celebramos en esta temporada. Los Evangelios dicen que después de que los coros de ángeles se habían retirado al cielo y que los Reyes Magos habían regresado a sus tierras lejanas, José fue quien permaneció como padre y guardián de un niño cuya vida cambiaría el mundo. De manera tranquila, mediante actos de valor, demostró una comprensión profunda de los peligros y de los gozos de la vida, y siempre actuó partiendo de los principios más elevados para el bien mayor.
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4 Belén — Poder (vela púrpura)
Acólito: Esta vela representa el Poder, la cual encendemos por el pueblecito de Belén.
Narrador: Púrpura es el color antiguo de los reyes y emperadores. Los profetas habían predicho que el Prometido vendría de Belén, el lugar donde el poderoso rey David había nacido. Sin embargo, el poder que representa Belén es mayor que todos los ejércitos. Belén significa “casa de pan” en hebreo, y un día el niño nacido esa noche incitaría a todas las personas a alimentar a los hambrientos, a vestir a los desnudos y a consolar a los afligidos. Por las palabras de poder que trajo, Jesús enseñó a la humanidad a afirmar el poder y la presencia de Dios en toda circunstancia. El poder de esa afirmación sanará a los enfermos, sacará a los pobres de su penuria y transformará el mundo en una mancomunidad de paz.
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5 Pastores — Amor (vela rosada)
Acólito: Esta vela representa el Amor, la cual encendemos por los pastores.
Narrador: Ellos eran gente sencilla, no reyes en palacios. Sin embargo, el Evangelio de Lucas dice que el nacimiento del Cristo Niño fue anunciado a los pastores como “una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos” (Lucas 2:10). Ellos respondieron con entusiasmo y, cuando se arrodillaron ante el pesebre, sus corazones estaban llenos del amor divino.
6 Profetas y Ángeles mensajeros — Celo (vela naranja)
Acólito: Esta vela representa el Celo, la cual encendemos para los Profetas y los Ángeles mensajeros.
Narrador: El profeta Isaías había escrito: “Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz. … Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso” (Isaías 9:67). Lucas dice que voces angélicas resonaron en la noche oscura, anunciando el nacimiento sagrado. “¡En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: ‘¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!’” (Lucas 2:1314). Jesús diría a la gente que Dios favorece a todos. Isaías, el profeta y los ángeles conspiraron para darnos una visión del cielo y de la tierra unidos por el poder del celo.
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7 El pesebre — Orden (vela verde oscuro)
Acólito: Esta vela verde oscuro representa el Orden divino, la cual encendemos en conmemoración del Pesebre.
Narrador: Jesús había sido llamado “Rey de reyes” y “Señor de señores”. Sin embargo, cuando llegó el momento de nacer, sus padres convirtieron un pesebre en una cuna. Como escribe Lucas, ella “lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón” (Lucas 2:7). Este acto sencillo muestra que Dios obra por medio de toda circunstancia. Mirar el pesebre en la escena de Navidad ofrece un símbolo visual del equilibrio y la armonía fluyendo en el universo. Aun cuando las circunstancias parezcan desesperadas, tenemos acceso a ese fluir de bien al confiar en el orden divino.
8 Reyes Magos — Sabiduría (vela amarilla)
Acólito: Esta vela amarilla representa la llama de la Sabiduría, la cual encendemos por los Reyes Magos.
Narrador: Muchas personas vieron la estrella, pero el Evangelio de Mateo dice que sólo los Reyes Magos del Oriente decidieron poner acción a lo que vieron. El poder de la sabiduría es la luz guiadora que nos proporciona la decisión correcta cuando confiamos en el Cristo morador. Con esta vela recordamos el buen juicio demostrado por los hombres y mujeres sabias que han encontrado el camino hacia su Cristo interno.
9 La estrella de Belén — Imaginación (vela azul claro)
Acólito: Esta vela representa la Imaginación, la cual encendemos en recuerdo de la Estrella que llevó a los Magos a Belén.
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Narrador: El Evangelio de Mateo dice que los Reyes Magos siguieron esa estrella hasta que descansó sobre Belén, donde encontraron al Cristo. La estrella representa la habilidad de crear nuevas ideas y ponerlas en acción. Es el poder de ver más allá de las apariencias a la Verdad interna y eternal de cada circunstancia. Con los ojos de la imaginación, los Reyes Magos encontraron su Cristo al seguir una estrella; nosotros podemos utilizar nuestro poder de la imaginación para descubrir el Cristo en todos.
Oro — Fortaleza (vela verde pálido)
Acólito: Esta vela representa la Fortaleza, la cual encendemos en recuerdo del regalo del oro.
Narrador: El primer regalo que los Magos dieron al Niño Jesús fue oro, el cual representa la naturaleza noble de Jesús, Su conciencia de prosperidad y Su habilidad de llevar a cabo cualquier tarea. La fortaleza espiritual es el oro verdadero de la existencia, la energía de Dios fluyendo por medio de nosotros. El oro también significa los regalos de Dios, los cuales nos fortalecen durante los tiempos difíciles y nos dan la habilidad de compartir nuestro tiempo, nuestros talentos y nuestro tesoro con los demás.
Incienso — Voluntad (vela plateada)
Acólito: Esta vela plateada representa la Voluntad, la cual encendemos conmemorando el regalo del Incienso.
Narrador: Como el incienso era utilizado en el templo, representa la naturaleza divina de Jesús, la cual es el Cristo que mora en toda persona. Permitir cada vez más que el Cristo se exprese por medio de nosotros requiere de un acto de Voluntad, estar dispuestos a nombrar y reclamar nuestra herencia divina.
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Mirra — Renunciación o Eliminación (vela marrón rojiza)
Acólito: Esta vela marrón rojiza representa la Renunciación, la cual encendemos en recuerdo del regalo de la mirra.
Narrador: Esta vela señala la naturaleza humana de Jesús. En los tiempos bíblicos, la mirra era un perfume utilizado para preparar los cadáveres para ser enterrados. Representa el poder de dejar ir y dejar a Dios actuar, para reconocer que estamos en buenas manos cuando confiamos en Dios. Jesús, quien nació en un pesebre, moriría en una cruz. Sin embargo, Sus enseñanzas han mejorado miles de millones de vidas. Si él pudo dejar ir y dejar a Dios actuar, nosotros también podemos. Al celebrar el nacimiento del Cristo Niño esta noche, dejamos ir cualquier pensamiento de escasez o limitación y entregamos nuestras vidas a la guía de Dios, sabiendo que en cualquier circunstancia Dios está con nosotros, nosotros estamos en Dios y todo está bien.
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DÍA DE NAVIDAD
Jueves, 25 de diciembre del 2014
mi oración para ti esta navidadpor James Dillet Freeman
La Navidad es una maravilla. Y es para maravillar.La Navidad es creer.La Navidad es tener esperanza.La Navidad es soñar.
Es un día de fiesta sagrado para los sueños y las esperanzas de la humanidad.
La Navidad es, primero que todo, la historia de Navidad. Es el nacimiento de Cristo. El nacimiento de Cristo es el nacimiento del sueño más importante y de la esperanza más grande de la humanidad. Es el nacimiento de Dios en la humanidad. Toma tiempo en esta Navidad para leer la historia de nuevo.
Debido a que no había lugar en la posada, el hijo de Dios nació en un establo. Allí, la Madre María, inclinada sobre el pesebre, miraba a su bebé dormir sobre el heno. Cuenta la leyenda que las bestias en el establo, ¿acaso más sabias que la humanidad?, se arrodillaron y adoraron a Jesús.
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Los pastores vinieron de campos vecinos. Dejaron sus ovejas y corderos para hacer reverencia ante el Cordero de Dios. Los Reyes Magos llegaron de tierras lejanas. Siguieron una estrella que nunca había brillado así de noche en la Tierra. Los ángeles cantaban en los cielos sobre el establo, aunque sólo los pastores se detuvieron para escucharlos. Cantaron paz en una tierra sin paz. Cantaron buena voluntad para todos los seres humanos.
¿No es mi mente un establo? ¿Acaso no es mi corazón un pesebre? Ellos también pueden contener la maravilla de aquello a lo que los ángeles cantaron.
La historia de la Navidad es una de esperanza para todos nosotros.
Ésta es mi oración para ti en esta Navidad:
Que siempre haya espacio en tu corazón para que la divinidad encuentre su lugar para nacer.
Que seas santo como lo fueron los ángeles, fiel como los pastores, humilde como el ganado, sabio como los Reyes Magos.
Que tengas la compasión de María y el entendimiento de José, y que la bendición del niño Cristo sea tuya, no por la noche de su nacimiento hace mucho tiempo, ¡sino porque su amor nace en ti hoy!
“Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor”.—Lucas 2:11
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INTRODUCCIÓN A
Los 12 días de navidad
Celebramos la Navidad una vez al año, mas podemos sentirla en nuestros corazones en todo momento. Cada día del año podemos
experimentar los regalos que nos brinda esta época especial. Al apreciar lo mejor en nosotros y en los demás, tenemos presente nuestra unidad con Dios y los unos con los otros. Vivimos el amor y la compasión que demostró nuestro Maestro Jesucristo.
Te invitamos a unirte a nosotros para celebrar los 12 Días de Navidad y apreciar y practicar algunos de los dones y las cualidades que asociamos con la época navideña: generosidad, amabilidad, compasión, gratitud, gozo, paz, fe, amor, sinceridad, paciencia, bondad y esperanza.
La temporada navideña tradicionalmente termina con la Epifanía, el 6 de enero. Literalmente, Epifanía significa “aparición” o “manifestación”. También puede referirse a una realización súbita de la Verdad. Deseamos que según observas los 12 Días de Navidad y sus dones, establezcas el fundamento para un Año Nuevo lleno de posibilidades y cumplimiento.
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PRIMER DÍA DE NAVIDAD
Viernes, 26 de diciembre del 2014
GenerosidadComparto mis bendiciones generosamente.
Soy próspero. Las abundantes bendiciones de Dios son mías. Desisto de cualquier sentimiento de carencia, sé que en la Verdad tengo todo lo que pueda necesitar. Soy amado innatamente y merezco el bien. Recibo y doy libremente.
MI INTENCIÓN
Vivo generosamente:
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SEGUNDO DÍA DE NAVIDAD
Sábado, 27 de diciembre del 2014
AmabilidadTomo tiempo para ser amable.
Hoy recuerdo que aun los actos más sencillos de bondad pueden hacer la diferencia —una palabra de aliento, escuchar atentamente, ayudar a quien lo necesita. Tengo presente ser amable con otros y conmigo mismo.
MI INTENCIÓN
Soy amable:
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TERCER DÍA DE NAVIDAD
Domingo, 28 de diciembre del 2014
CompasiónTengo presente las necesidades de otros.
Dios mora en mí y en todas las personas. Tengo presente mi unidad con los demás. Me conmueven el dolor, el gozo y los desafíos de mis congéneres. Mi compasión me lleva a desear un mundo de buena voluntad y cumplimiento para todos.
MI INTENCIÓN
Expreso compasión:
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CUARTO DÍA DE NAVIDAD
Lunes, 29 de diciembre del 2014
GratitudDoy gracias por mis bendiciones.
Las bendiciones en mi vida son tantas que no puedo contarlas. Aprecio la maravilla de mi mundo y de todo lo que existe. Realmente soy bendecido más allá de toda medida, y siento gratitud.
MI INTENCIÓN
Siento gratitud:
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QUINTO DÍA DE NAVIDAD
Martes, 30 de diciembre del 2014
GozoGracias a mi conciencia de Dios siento gozo.
¡Qué felicidad siento por estar vivo! Cada día me brinda nuevas posibilidades. Todo reto es temporal y promueve mi crecimiento y comprensión. Al ir a mi interior, avivo la energía divina. Soy libre, soy ilimitado; estoy lleno de gozo y siento gratitud.
MI INTENCIÓN
Experimento gozo:
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SEXTO DÍA DE NAVIDAD
Miércoles, 31 de diciembre del 2014
PazEn el centro de mi ser hay paz.
Debajo de aun el mar más embravecido hay un lugar de calma. A pesar de los disturbios o contratiempos externos, en mí existe un centro de paz. Gracias a la presencia de Dios en mí disfruto de calma y sosiego.
MI INTENCIÓN
Sustento mi paz interna:
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SÉPTIMO DÍA DE NAVIDAD
Jueves, 1 de enero del 2015
Fe“Esto también pasará”.
Ninguna circunstancia negativa tiene poder sobre mí. Tengo fe en que Dios me guía a través de toda experiencia. Me aferro a la verdad de que el bien divino es mi realidad. Gracias a mi fe, acojo cada momento con confianza.
MI INTENCIÓN
Avivo mi fe:
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OCTAVO DÍA DE NAVIDAD
Viernes, 2 de enero del 2015
AmorAmo y soy amado.
Dios es amor, y Dios se expresa a través de mí como amor. Al ser afable, me siento completo, feliz y satisfecho. Cuando recibo amor, me siento bendecido. El afecto que comparto con los demás regresa a mí multiplicado.
MI INTENCIÓN
Elijo amar:
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NOVENO DÍA DE NAVIDAD
Sábado, 3 de enero del 2015
SinceridadCentrado en Dios, hablo mi verdad.
Respeto lo importante que es ser sincero conmigo mismo. Soy considerado y honesto al comunicarme con los demás. Expreso mi verdad con amabilidad e invito a los demás a compartir la suya. Nuestra interacción es auténtica y genuina.
MI INTENCIÓN
Soy sincero:
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DÉCIMO DÍA DE NAVIDAD
Domingo, 4 de enero del 2015
PacienciaConsciente de que todo obra para mi mayor bien,
soy paciente.
No tengo que apresurarme ni afanarme para hacer que mi bien llegue a mí. Éste llegará de la manera correcta en el momento preciso. Aguardo la llegada de mis bendiciones con la convicción de que a Dios Le place darme Su reino.
MI INTENCIÓN
Demuestro paciencia:
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ONCEAVO DÍA DE NAVIDAD
Lunes, 5 de enero del 2015
BondadEn nosotros mora la luz de la bondad.
He sido creado a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto, soy inherentemente bueno. Afirmo mi luz interna y permito que esta brille para alumbrar el mundo. Estoy atento a las necesidades de los demás dando gracias por la provisión divina.
MI INTENCIÓN
Ofrezco bondad:
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DOCEAVO DÍA DE NAVIDAD
Martes, 6 de enero del 2015
EsperanzaAun en medio de la oscuridad, existe una luz.
Fortalezco mi resiliencia gracias a la esperanza y la fe. Avivo mi optimismo al recordar los desafíos que he superado en el pasado. Sé que con Dios todo es posible. Soy bendecido y soy una bendición. Voy en pos de mis sueños con esperanza.
MI INTENCIÓN
Tengo esperanza:
¿cómo podemos servirte?Por medio de la oración, la publicación y la educación espiritual, Unity está siempre disponible para ayudarte a que reconozcas y expreses tu potencial y tener una vida saludable, próspera y significativa por medio de:
Apoyo de oración
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