Las Tres Primeras Mujeres Economist As de La Historia_Siglos XIX-XX

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MUJERES ECONOMISTASLas aportaciones de las mujeres a la ciencia econmica y a su divulgacin durante los siglos XIX y XX

LUIS PERDICES DE BLAS ELENA GALLEGO ABAROA(COORDINADORES)

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Autores: Luis Perdices de Blas y Elena Gallego Abaroa (coord.) Ecobook - Editorial del Economista. 2007 Cristo, 3 - 28015 Madrid (Espaa) Tel.: 915 595 130 - Fax: 915 595 072 www. ecobook.com Portada y maquetacin: Cristihan Gonzlez Surez Imprime: Infoprint, S. L. ISBN formato papel: 978-84-96877-02-3 ISBN formato PDF: 978-84-96877-06-1Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico, y la distribucin de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamo pblicos.

NDICEPrlogo Luis Perdices de Blas y Elena Gallego Abaroa .................. 9 Captulo I Las tres primeras mujeres economistas de la historia: Jane Marcet, Harriet Martineau y Millicent Garrett Fawcett Elena Gallego Abaroa y John Reeder .............................. 17 Captulo II La liberacin de las mujeres y la economa segn Harriet Hardy Taylor Mill (1807-1858) Elena Gallego Abaroa ..................................................... 55 Captulo III La economa social de Concepcin Arenal Ins Prez-Soba Aguilar.................................................. 83 Captulo IV La obra de contenido econmico de Emilia Pardo Bazn: La Tribuna y Los Pazos de Ulloa Elena Mrquez de la Cruz y Ana Martnez Caete ...... 119 Captulo V Mary Paley Marshall (1850-1944) Fernando Mndez Ibisate ............................................. 151 Captulo VI Beatrice Webb y el socialismo fabiano Jos Luis Ramos Gorostiza............................................ 197

Captulo VII Rosa Luxemburgo y el pensamiento marxista Estrella Trincado Aznar ................................................ 231 Caputlo VIII Clara Elizabeth Collet (1860-1948) y los primeros intentos de cuanticar los salarios de las mujeres trabajadoras Mara Dolores Grandal Martn ..................................... 259 Captulo IX Joan Robinson y la competencia imperfecta Begoa Prez Calle ....................................................... 279 Captulo X Joan Robinson, keynesiana de izquierdas Covadonga de la Iglesia Villasol ................................... 315 Captulo XI La defensa moral del capitalismo por Ayn Rand Mara Blanco Gonzlez ................................................ 349 Captulo XII Elisabeth Boody Schumpeter (1898-1953). Economista, esposa y editora Manuel Santos Redondo ............................................... 385 Captulo XIII La escuela austriaca representada en la obra de Vera Smith Paloma de la Nuez Snchez-Cascado ........................... 411 Captulo XIV Edith Penrose: una nueva visin de la empresa M Teresa Freire Rubio y Ana I. Rosado Cubero .......... 435

Captulo XV Michle Pujol: historiadora del pensamiento econmico Cristina Carrasco Bengoa ............................................. 463 Captulo XVI Dos mujeres a la sombra de un nobel: Rose D. Friedman y Anna J. Schwartz Ignacio Ferrero Muoz ................................................. 493 Captulo XVII Marjorie Grice-Hutchinson (1909-2003) y sus investigaciones sobre historia del pensamiento econmico Luis Perdices de Blas ..................................................... 525 ndice Onomstico ........................................................... 557

Prlogo

No pasar mucho tiempo sin que se reconozca que las ideas y las instituciones que han convertido el mero accidente del sexo en la base de una desigualdad de derechos legales, y en una forzosa disparidad de funciones sociales, son el mayor obstculo al mejoramiento moral, social e incluso intelectual.John Stuart Mill1

Las mujeres economistas no son diferentes de los hombres economistas pero su aparicin en la historia del pensamiento econmico estuvo desacompasada. El desembarco de los grandes clsicos britnicos de la economa se produjo en la segunda mitad del siglo XVIII y sobre todo a lo largo del XIX. Era una poca en la que las mujeres tenan restringidas sus aspiraciones educativas y profesionales, sus dominios se desplegaban nicamente en la esfera familiar. La doctrina de la economa poltica continu imparable en el siglo XIX, acompaando las explicaciones tericas del desarrollo industrial ingls, en un periodo de crecimiento econmico como no se haba conocido antes en la historia, mostrando la prosperidad de un pas que iba a resultar modlico e imitado por el resto de los pases occidentales. En ese contexto expansivo en el que se estaba asentando el modelo de produccin capitalista,

1. John Stuart Mill, Principios de economa poltica, Mxico, FCE, 1996, pgina 650.

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las mujeres empezaron a escribir y a publicar con xito en el mercado britnico y, antes de que acabara el siglo XIX, algunas de ellas pudieron entrar en las universidades inglesas. Estos hechos componen el contexto que conforma la estructura de este libro, en el que se ofrece una muestra representativa de las ms sobresalientes estudiosas de la ciencia econmica. Si bien, en el siglo XIX la incorporacin de mujeres a la esfera del conocimiento fue poco numerosa, con el progreso del siglo XX fue creciendo la proporcin de aquellas que alcanzaron los crculos relacionadas con el saber econmico y, en general, se fue normalizando su acceso a la comunidad universitaria. Lentamente, sus publicaciones se integraron con ms regularidad en los repertorios editoriales. En una de las pocas fotografas de la primera promocin de la Facultad de Ciencias Polticas y Econmicas de la Universidad Central de Madrid (ahora Universidad Complutense de Madrid), la primera de su gnero creada en Espaa en 1943, se puede apreciar a una sola mujer entre los egresados. En la actualidad el nmero de licenciadas supera al de los licenciados. En pocos aos se ha pasado de una facultad tradicionalmente de hombres a una de mujeres. Las mujeres economistas se han integrado plenamente al mercado de trabajo e incluso, todava pocas, llegan a desempear altos cargos, en especial en el mbito de la poltica. A pesar de esta mayor presencia de la mujer en los crculos econmicos y nancieros, tanto espaoles como forneos, hasta los aos setenta del siglo pasado no se haba dado importancia a las economistas que escribieron en los siglos XIX y XX, en el periodo de desarrollo y consolidacin de nuestra disciplina. ste es el caso de las mujeres de las que trata el presente libro. Las cuestiones hacia las que dirigieron su atencin no dieren de las que ocuparon a sus colegas masculinos, as entre otros temas sobresalientes se ocuparon del estudio del crecimiento econmico, el comercio internacional, el dinero, el crdito y la banca, el mercado de trabajo o los impuestos. Nuestro libro no recoge sus ideas tan slo porque fueran mujeres, sino porque

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fueron importantes en el desarrollo de la teora econmica o en su difusin y divulgacin. A pesar de la labor que desempearon estas economistas, la mayora de publicaciones dedicadas a la historia del pensamiento econmico no las mencionan, con la excepcin de Rosa Luxemburgo y de Joan Robinson. Este libro contribuye a recticar la invisibilidad a la que fueron sometidas y se propone incorporar sus obras y aportaciones dentro de las principales escuelas de pensamiento, desde la clsica hasta la keynesiana y la monetarista, pasando por la marxista, la austriaca y la neoclsica. Los profesores que han elaborado los captulos de este libro han elegido a cada una de las autoras en funcin de sus preferencias y de su especialidad acadmica. Cada captulo analiza la obra de una de las elegidas, excepto en el caso de Joan Robinson, que dada la importancia de sus aportaciones tericas, se ha dividido en dos captulos. La interpretacin que se hace en cada uno de los captulos se caracteriza por la libertad de opinin de los autores que han participado en su elaboracin. El nexo de unin entre los responsables de cada uno de los textos es que todos son acadmicos y pertenecen a variadas universidades y especialidades econmicas, por lo que sus opiniones estn avaladas en el conocimiento terico de la economa. No obstante, siempre hay aspectos subjetivos que subyacen en la ideologa de los estudiosos cuando se ocupan de explorar y valorar personajes y aspectos del pasado. El propsito del libro es mostrar con la mayor objetividad posible un elenco de grandes autoras y recuperar sus obras para disfrutar con ellas de la riqueza de sus aportaciones a la historia del pensamiento econmico. Los diecisiete trabajos que aparecen despus de este prlogo quieren traspasar la frontera de los lectores especializados y, aunque primordialmente est orientado hacia la lectura de economistas y de alumnos en periodo de formacin universitaria, se ha tenido la cautela de presentar con rigor, pero con sencillez, todas las cuestiones econmicas para facilitar la lectura del libro

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al pblico en general. El libro resulta ser un manual que complementa a los tradicionales de historia del pensamiento econmico. Adems contribuye a la labor que se est desarrollando actualmente desde los ministerios de Educacin y Ciencia y de Trabajo y Asuntos Sociales, as como desde la Concejala de Familia y Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, cuyo objetivo es introducir asignaturas de Gnero en la inminente reforma de los Planes de Estudios Universitarios para la adaptacin de los Estudios de Grado y Postgrado, en el mbito del Espacio Europeo de Educacin Superior. Aunque el objetivo final es no tener que estudiar separadamente a los economistas clasificados segn su sexo. El texto est organizado cronolgicamente y recoge diferentes perles de mujeres. En primer lugar, mujeres que contribuyeron a la difusin de la ciencia econmica a travs de escritos menos tcnicos, pero dentro de un gnero literario muy accesible a lectores de diferentes estratos sociales, poco familiarizados con los trminos especcos de una ciencia nueva, como lo era la economa de la primera mitad del siglo XIX. En segundo lugar, mujeres que escribieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX y que tuvieron que publicar sus investigaciones en muchas ocasiones junto al nombre de sus maridos y a veces, sorprendentemente, el suyo propio quedaba descolgado en la segunda edicin de los textos. En tercer lugar, mujeres del siglo XX, que editaron sus obras con su nombre estampado en ellas. Mujeres, en denitiva, que ya entrado el siglo XX, pudieron acceder a la formacin universitaria, especializndose en variadas disciplinas, desde la teora econmica hasta la historia del pensamiento econmico, pasando por la econometra y la teora de la empresa. John Reeder y Elena Gallego Abaroa se han ocupado de escribir el captulo inicial del libro, que recoge a las tres primeras mujeres que se atrevieron a escribir con rigor sobre cuestiones econmicas sin tener una formacin acadmica previa. La irrupcin que hicieron Jane Marcet, Harriet Martineau y Millicent Garrett

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Fawcett fue notable y exitosa. Con ellas se abri el proceso de incorporacin de las mujeres al estudio de la economa poltica. Elena Gallego Abaroa presenta en el segundo captulo a Harriet Taylor Mill, ms nombrada por la inuencia socialista que ejerci sobre John Stuart Mill que por ella misma, analiza sus escritos y destaca sus mritos propios como pensadora econmica y como feminista. A continuacin aparecen dos captulos sobre autoras espaolas. Ins Prez-Soba Aguilar analiza en el captulo tercero la obra de Concepcin Arenal. Sus escritos sobre derecho penal y las condiciones laborales de los obreros permiten incluir en este libro a una escritora interesada en las cuestiones econmicas de la Espaa del siglo XIX. De la mano de Ana Martnez Caete y Elena Mrquez de la Cruz, en el captulo cuarto, se repasan dos novelas de Emilia Pardo Bazn: Los Pazos de Ulloa y La Tribuna. En la revisin de los dos libros se analiza la situacin econmica de las mujeres espaolas. En La Tribuna, en particular, quedaron reejadas las circunstancias de un colectivo de mujeres dedicadas al trabajo industrial: las cigarreras. Fernando Mndez Ibisate, en el captulo quinto, expone la gura de Mary Paley Marshall, una de las cinco primeras mujeres que pudieron acceder a la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, especializndose en el estudio de la economa. Trabaj como profesora de economa poltica en la primera facultad de mujeres: el Newnham College. Jos Luis Ramos Gorostiza, en el captulo sexto, se ocupa de la obra de Beatrice Potter Webb, reformadora social y profunda conocedora de la historia sindical, que junto a su marido, Sidney Webb, particip en la creacin del partido laborista britnico, y fueron fundadores y diseadores de la primera universidad de ciencias econmicas en Gran Bretaa, la London School of Economics y Political Science. El captulo sptimo recoge a una de las ms conocidas autoras que se incluyen en el libro, Rosa Luxemburgo. La relevancia histrica de su pensamiento poltico y el estudio que realiz sobre el proceso de acumulacin del capital, en sintona con la

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metodologa marxista, es analizado con todo detalle por Estrella Trincado Aznar. Mara Dolores Grandal Martn, en el captulo octavo, incluye una revisin de la obra de Clara Elizabeth Collet, la primera en analizar las cuestiones econmico-sociales a travs de la cuanticacin de censos. Una de sus ms destacadas aportaciones se encuentra en el estudio de los salarios de las mujeres, realizado a nales del siglo XIX y a principios del XX. Los dos captulos siguientes, el noveno, de Begoa Prez Calle, y el dcimo, de Covadonga de la Iglesia Villasol, se ocupan de analizar la obra y las aportaciones a la economa de Joan Robinson, una de las autoras ms importantes en la historia del pensamiento econmico. En primer lugar, se presentan sus investigaciones referidas a la microeconoma, especialmente en cuanto al anlisis original que present de la competencia imperfecta de los mercados. En segundo lugar, se estudian sus publicaciones sobre temas macroeconmicos, es decir, sobre la teora del empleo en el marco del modelo keynesiano. Mara Blanco Gonzlez, en el captulo decimoprimero, nos aproxima a la escritora Ayn Rand y a su pensamiento cercano a la moderna escuela austriaca, que se desarroll en Estados Unidos despus de la II Guerra Mundial. A continuacin, Manuel Santos Redondo muestra el trabajo intelectual de Elizabeth Boody Schumpeter. Entre sus actividades ms destacables se encuentra la edicin pstuma de la Historia del anlisis econmico en 1954, a partir de las notas, apuntes y escritos que haba recopilado de su marido, Joseph Schumpeter, antes de su fallecimiento. Los ltimos cinco captulos estn dedicados a economistas contemporneas. Paloma de la Nuez Snchez-Cascado estudia la obra de Vera Smith, una discpula del premio Nobel de Economa Friedrich Hayek y conocida por el profundo estudio que llev a cabo sobre la desnacionalizacin del dinero y la competencia bancaria. Ana Isabel Rosado Cubero y Teresa Freire Rubio revelan la magnitud de la obra de otra importante economista, Edith Penrose. En este caso se destaca el anlisis denominado de casos, que sirvi para

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desarrollar una nueva teora del comportamiento de las empresas en los mercados. Cristina Carrasco Bengoa nos introduce en la obra de Michle Pujol, una notable estudiosa de las cuestiones referidas a las mujeres y a la economa, desde un ngulo ms feminista de lo que es habitual encontrar en la academia, y que aporta reexiones novedosas dentro de la historia del pensamiento econmico. Ignacio Ferrando Muoz analiza el papel sobresaliente desempeado por Rose Friedman y Anna Schwartz en la obra del premio Nobel de Economa Milton Friedman, uno de los economistas ms populares del siglo XX. El libro se cierra con el trabajo de Luis Perdices de Blas, que se ocupa de la gura y la obra de una de las ms signicativas autoras incluidas en esta recopilacin: Marjorie Grice-Hutchinson. Investigadora y estudiosa de la inuencia de las ideas religiosas en la vida econmica y que contribuy al reconocimiento internacional de los logros tericos de los escolsticos de la Escuela de Salamanca del siglo XVI. En suma, en los diecisiete captulos de los que consta el libro que tiene el lector entre sus manos puede encontrar las aportaciones a la teora econmica o a la divulgacin de la misma de un conjunto de mujeres economistas que trabajaron en el mbito de las principales escuelas y corrientes de pensamiento de los siglos XIX y XX, siglos en los que la economa ha logrado un pleno reconocimiento acadmico. Esperamos que este volumen contribuya a que en el futuro no sea necesario publicar libros sobre mujeres economistas porque se reconozcan sus aportaciones y se incluyan con toda normalidad en las historias del pensamiento econmico al uso.Luis Perdices de Blas y Elena Gallego Abaroa

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Las tres primeras mujeres economistas de la historia: Jane Marcet, Harriet Martineau y Millicent Garrett FawcettElena Gallego Abaroa y John Reeder

1. JANE MARCET, HARRIET MARTINEAU Y MILLICENT GARRETT FAWCETT: UNA INTRODUCCIN CONJUNTA DE LAS TRES AUTORAS La ortodoxia terica del modelo capitalista que hoy impera en el mundo occidental arranc con las obras de los economistas clsicos, de entre ellos las guras ms relevantes fueron Adam Smith, autor de La riqueza de las naciones, aparecida en el ao 1776; David Ricardo, que public en 1817 los Principios de economa poltica y tributacin, y John Stuart Mill, que fue el autor de los Principios de economa poltica en 1848. Dentro de esta lnea terica que abrieron estos pensadores se enmarcan tres de los nombres que se presentan en este libro: Jane Marcet, Harriet Martineau y Millicent Garrett Fawcett. Ellas tuvieron la originalidad de ser las primeras autoras que escribieron sobre la economa poltica, y sus textos fueron contemporneos de las obras de Thomas R. Malthus, David Ricardo y John S. Mill. La economa poltica del siglo XIX era una ciencia conocida para ellas, a pesar de la imposibilidad que tuvieron de acceder

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a una formacin universitaria. Conocedoras de los mecanismos de asignacin de recursos y de distribucin de bienes a travs de los mercados, que presuponan el comportamiento de los agentes negociadores bajo la condicin de libertad individual de eleccin, repararon en una naturaleza humana concreta que aceptaba el modelo clsico: las personas desean mejorar su condicin en el tiempo y el ser humano es tendente a especializarse en diferentes tareas productivas. No resulta extrao, en este contexto, que las primeras economistas de la historia desearan disfrutar de la misma libertad que se haba asumido dentro de los mecanismos tericos clsicos. La perseverancia que demostraron en su cometido de observacin y estudio les permiti superar las dicultades de acceso a la educacin y al trabajo profesional y, con su esfuerzo personal, se habilitaron para componer sus obras, a travs de las cuales se conoce su pensamiento y es posible recuperarlo para las generaciones posteriores. Con su actitud y su trabajo contribuyeron a la integracin de las mujeres a la vida profesional, a la igualdad de derechos entre mujeres y hombres y, en denitiva, colaboraron en el nacimiento de una nueva sociedad. Jane Marcet, Harriet Martineau y Millicent Garrett Fawcett fueron tres grandes economistas britnicas del siglo XIX. Sus publicaciones encaminaron el inters de miles de personas, hombres y mujeres, hacia la economa poltica, por la simple razn de que fueron autoras con mucho xito editorial. Sus libros se reeditaron en sucesivas impresiones, de los que vendieron tantos o ms ejemplares que otros autores notables de su poca, por ejemplo, John S. Mill y Charles Dickens. La talla de Marcet, de Martineau y de Garrett Fawcett no necesita de intrpretes ni de interlocutores, su obra habla por s misma. A juicio de los lectores queda dictaminar sus opiniones sobre esta cuestin, como ocurre con todos los autores de la historia, que, sin duda, cuentan con seguidores y detractores. En este captulo se destaca el contenido econmico de sus libros, pero la economa no fue la nica materia que inspiraba

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sus escritos. Las tres autoras desplegaron variaciones temticas, en especial sobre los aspectos histricos y sociales de la sociedad britnica del XIX. Marcet tambin analiz cuestiones experimentales de la naturaleza como la fsica, la qumica y la biologa, y Martineau estudi la obra de Auguste Comte, la educacin en las familias y escribi sobre sus viajes. Garrett Fawcett dedic una gran parte de su esfuerzo creativo en defender la lucha por la igualdad de los derechos de las mujeres, en especial, el sufragio universal, el acceso a la educacin y al trabajo, los derechos de propiedad, la igualdad de trato en las relaciones matrimoniales y el derecho al divorcio. La mayora de las personas que tienen conocimiento de la obra de las tres economistas aceptan reconocerlas como unas interesantes divulgadoras de los principios de economa poltica. No se las considera generalmente como creadoras de ideas originales, sino receptoras de unos principios tericos que tuvieron el acierto de transmitir con efectividad a sus contemporneos. Esa insipidez se quiere evitar en este captulo, de manera que se analizan sus obras para estudiar la forma y los contenidos de sus libros ms famosos, y meditar sobre sus contribuciones al mtodo de anlisis desarrollado por los economistas clsicos britnicos, e incluirlas, si se encuentran mritos para ello, en el elenco de los escritores que construyeron las bases de la economa poltica. En cualquier caso, la magnitud del impacto de sus textos, dado el xito editorial que tuvieron, tampoco debe considerarse un efecto secundario menor, sino al contrario, las escritoras supieron captar el inters de los diferentes estratos sociales, seducidos en la lectura de sus libros. En concreto, en sus manuscritos econmicos se destacaba el propsito en hacer comprender la importancia de una colaboracin acoplada entre trabajadores y empresarios. Era primordial aunar fuerzas en el empeo de ensanchar los resultados productivos de una sociedad en pleno desarrollo industrial. La intencin de las escritoras fue acercar los intereses entre la clase propietaria y los asalariados para acompasar el objetivo

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comn: producir con mayores rendimientos y repartir el benecio conjunto entre todos los agentes colaboradores de la riqueza nacional. De la obra de Marcet se destaca, entre otros, el libro que edit en 1816, Conversaciones sobre economa poltica, y de Martineau se analiza especialmente su coleccin de veinticinco novelas recogidas bajo el ttulo general de Ilustraciones de economa poltica, editadas entre 1832 y 1834. De Garrett Fawcett se examinan con detalle sus Ensayos y lecturas sobre cuestiones polticas y sociales, del ao 1872.

2. VIDA Y OBRA DE JANE MARCET (1769-1858) Jane Marcet naci y muri en Londres a la edad de 89 aos. El fallecimiento se produjo en su casa familiar, que se encontraba situada en Stratton Street, Picadilly. Desde su nacimiento, su entorno familiar fue de un alto nivel de vida, consecuencia de las actividades profesionales del cabeza de familia. Su padre, Anthony Francis Haldimand, era banquero y un importante hombre de negocios, de orgenes suizos emigrado a Gran Bretaa, casado con una inglesa, Jane Pickersgill, con la que form una gran familia. Jane fue la hija mayor de los diez hermanos nacidos del matrimonio Haldimand. Su madre muri inesperadamente por complicaciones en el parto de su ltimo hijo, suceso que ocurri cuando Jane Marcet contaba nicamente quince aos. Este hecho marc su adolescencia y su juventud porque asumi una parte importante de las tareas familiares, en concreto se ocup de organizar la vida domstica tomando la responsabilidad protectora de sus hermanos menores. La vida de la familia Haldimand transcurra entre las ciudades de Londres y Ginebra. Marcet recibi una esmerada educacin, impartida a travs de tutores especializados que acudan a la casa familiar para educar

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a todos los hermanos. Probablemente, siguiendo las costumbres de su poca, ella recibira una educacin ms supercial que la de sus hermanos varones. No obstante, en la tradicin suiza era corriente educar con esmero a las chicas y, dado que era una primognita con cierto criterio para establecer algunas decisiones familiares, probablemente pudo orientar su propia instruccin, que sin duda le permiti estudiar en aos posteriores diversas disciplinas como fueron la qumica, la fsica, la biologa y la economa, de manera que no le resultaba difcil extraer los principios bsicos de unas materias que conformaran los temas de sus variadas publicaciones. Se cas a los treinta aos, algo mayor para la moda de su poca. Jane Marcet era una persona conservadora que asumi con docilidad las costumbres sociales que imponan a las mujeres la sumisin de sus decisiones a la voluntad de los varones de la familia. De jovencita estuvo comprometida con un primo carnal que perteneca a la armada britnica, compromiso que se rompi por el desagrado que le produca a su padre el mal carcter del pretendiente. Cuando Jane se acercaba a los treinta aos de soltera, muchos aos para el siglo XIX, y sin planes de boda porque su padre desconfiaba de todos los pretendientes dada la cuanta de la herencia que recaera sobre su hija, de una manera poco frecuente para las reglas sociales de su clase, se le permiti designar un pretendiente de entre todas las propuestas que reciba, que eran muchas, y as fue cmo eligi a su marido, con el que contrajo matrimonio en el mes de diciembre del ao 1799. El afortunado fue un mdico de Londres, Alexander John Gaspar Marcet, aficionado a la qumica y, al igual que su padre, de antecedentes suizos. Fue un hombre de reconocido prestigio en su campo y, en el ao 1808, fue elegido como miembro de la Royal Society londinense, una sociedad que reuna a los cientficos ms eminentes de Gran Bretaa. El matrimonio Marcet tuvo cuatro hijos y vivieron muy compenetrados hasta la muerte de Alexander, suceso que ocurri en el ao 1822.

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El destino favoreci la carrera prosista de Jane Marcet porque acogi con mucho inters la acin de su marido por el estudio de la qumica, hasta el punto de contratar a un destacado cientco para que la orientara en su aprendizaje, Humphry Davy2. Era frecuente que los esposos practicaran juntos varios experimentos en el laboratorio que tenan instalado en su domicilio. Cuando Jane termin el curso de qumica, su marido y el editor Longman le animaron a publicar un libro que recogiera los principios bsicos de la qumica, y as fue como escribi y public en 1806 su primer libro, Conversaciones sobre qumica. En la portada del libro no apareca el nombre de su autora, debido a que era mujer y les debi parecer poco conveniente anunciarla porque podra restar importancia a la obra. No obstante, el libro fue acogido tan favorablemente por el pblico que se vendieron rpidamente miles de ejemplares y se reedit diecisis veces. Se calculan unas 160.000 copias vendidas nicamente en Estados Unidos. Es conocido el agradecimiento que sinti Michael Faraday por Jane Marcet, cuyo libro represent su primer profesor, que le introdujo en una disciplina apasionante que marcara la vida del cientco (Polkinghorn, 2000, 281). A pesar de que el ejemplar no explicitaba el nombre de Marcet, era conocida su autora y sera el primer volumen de una extensa coleccin de obras. El nombre de su autora apareci en la decimotercera edicin, editada en 1837. Sin embargo, el prestigio de la obra fue tal que en los libros que escribi posteriormente desde entonces, y en los que tampoco guraba su nombre en la portada en las primeras ediciones, se la presentaba como el autor de las Conversaciones sobre qumica. La obra fue traducida al francs y reeditada en dos ocasiones en Francia.

2. Humphry Davy fue un eminente cientco britnico, mentor de Michael Faraday y presidente de la Royal Society londinense en 1820. Entre sus logros se contaba la lmpara Davy, que se utilizaba en el interior de las minas.

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Marcet eligi presentar los principios bsicos de la qumica a travs de conversaciones entre una instructora, a la que apod Mrs. Bryant, y dos aplicadas pupilas, Emily y Caroline. Este formato de dilogo lo mantuvo en obras posteriores, aunque no en todos sus libros. Consideraba que era el mtodo ms didctico para transmitir los conocimientos cientcos. Las conversaciones entre sus personajes le permita avanzar despacio sobre preguntas que realizaban las jovencitas a la docta Mrs. Bryant, y si alguna cuestin era ms enrevesada se podan dilatar las conversaciones con el objeto de aclarar los mecanismos del anlisis mostrado. El libro se estructuraba a lo largo de veintisiete captulos, con una extensin de 356 pginas. Las explicaciones se completaban con grabados de algunos de los experimentos y utensilios indicados en las exposiciones. En el ao 1819 public un nuevo libro de ciencias de la naturaleza, titulado Conversaciones sobre losofa natural, una exposicin de los elementos bsicos de la ciencia para gente joven. Este libro tena una extensin de 220 pginas, en el que se inclua un glosario de conceptos bsicos y de deniciones. Una vez ms, se dirigi al mercado escolar para contribuir a la formacin de los estudiantes de secundaria. 2.1. Las publicaciones econmicas de Jane Marcet El segundo libro que escribi fue Conversaciones sobre economa poltica, editado en el ao 1816. En opinin de Polkinghorn, los motivos que pudieron inuir en Marcet para interesarse sobre las leyes de la produccin y del intercambio, con objeto de volcarlas en una publicacin, sin duda se vieron inuidas por el debate bullionista que se estaba produciendo al comienzo del siglo XIX en Gran Bretaa, coincidiendo con la terminacin de las guerras napolenicas. La cuestin haca referencia a la vuelta al patrn oro de Gran Bretaa y a la funcin del Banco de Inglaterra como banco de emisin de dinero papel, decisin que implicaba ajustar

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la proporcin adecuada entre las reservas de oro del banco y la cantidad de billetes que deba poner en circulacin3. La vida social del matrimonio Marcet tena relacin con los crculos nancieros de Londres, lgicamente por las amistades familiares adquiridas por medio de su padre, pero tambin porque uno de los hermanos de Jane, William Haldimand, fue director del Banco de Inglaterra. En las reuniones sociales que se organizaban en la casa de los Marcet acudan economistas de primera la, como fueron David Ricardo y Thomas R. Malthus, y algunas mujeres relevantes, entre las que estuvieron Harriet Martineau, Mary Fairfax Somerville y Maria Edgeworth. No resulta extrao, por tanto, que Jane Marcet se decantara en su segundo libro sobre las leyes de la economa poltica, una ciencia naciente que mostraba los mecanismos del desarrollo industrial britnico (Polkinghorn, 1998, 3). El xito del libro cuaj rpidamente entre la clase media alta, el cual fue editado en catorce ocasiones y traducido al francs y al alemn. En esta ocasin utiliz slo a dos interlocutoras: Mrs. Bryant y Caroline. En el prefacio del libro explicaba que era una obra dirigida a los lectores jvenes, de los dos sexos, para mostrarles que la economa poltica estaba conectada directamente con la felicidad y el progreso de la humanidad. Como ciencia restringida que era, acotada para una lite especializada, resultaba importante, en su opinin, hacerla popular para captar la atencin de su estudio. Los principios que se mostraban en la obra haban sido tomados especialmente de los tratados de Adam Smith, Thomas R. Malthus, Jean B. Say y Jean-Charles L. Sismonde de Sismondi, sobre los que se hacan las referencias tericas (Marcet, 1816, V-IX).

3. Una detallada explicacin sobre el debate del bullion se encuentra en las pginas del libro de D. P. OBrien Los economistas clsicos, Madrid, Alianza Universidad, 1989, pginas 208-215.

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La primera edicin contaba con un total de 449 pginas divididas entre veintin captulos; correspondiendo cada captulo a una conversacin concreta, que se circunscriba sobre varios conceptos relacionados con algn apartado referente a la produccin y al intercambio de los mercados. Por ejemplo, el primer captulo se titulaba Conversacin I: Introduccin, que recoga los siguientes contenidos: a) Errores conceptuales derivados del desconocimiento de la economa poltica. b) Ventajas derivadas del conocimiento de los principios. c) Dicultades de abordar su estudio. La segunda conversacin, que titulaba Conversacin II: Introduccin (continuacin), entraba de lleno en la denicin de la riqueza y en el marco social e institucional en los que progresaba: a) Denicin de economa poltica. b) Crecimiento y progreso social. c) Conexin entre la economa poltica y la moral. d) Denicin de la riqueza. Las sucesivas conversaciones recogan la estructura ordenada del programa. Conversacin III: sobre la propiedad. Conversacin IV: propiedad (continuacin). Conversacin V: sobre la divisin del trabajo. Conversacin VI: sobre el capital. Conversacin VII: capital (continuacin). Conversacin VIII: sobre los salarios y la poblacin. Conversacin IX: salario y poblacin (continuacin). Conversacin X: sobre la condicin de la pobreza. Conversacin XI: sobre el benecio. Conversacin XII: del benecio derivado de la propiedad de la tierra. Conversacin XIII: del benecio derivado de cultivar la tierra. Conversacin XIV: del benecio del capital. Conversacin XV: sobre el valor y el precio. Conversacin XVI: sobre el dinero. Conversacin XVII: dinero (con-

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tinuacin). Conversacin XVIII: comercio. Conversacin XIX: sobre el comercio exterior. Conversacin XX: comercio exterior (continuacin). Conversacin XXI: sobre el gasto. La organizacin de la obra sigue una estructura lgica que va asentando los conceptos sobre las bases de la organizacin capitalista: la propiedad privada, la organizacin productiva en la divisin del trabajo y la reinversin de los benecios empresariales. A continuacin introdujo el anlisis del dinero y el comercio con el exterior, abriendo con ello las relaciones comerciales entre diferentes pases. En toda la obra se utilizan las explicaciones clsicas basadas en las reglas de la libre competencia de los mercados. Marcet estaba familiarizada con las exposiciones clsicas referidas a la teora de la poblacin maltusiana y al concepto del estado estacionario de Ricardo. Ambos representativos de visiones pesimistas en el desarrollo potencial productivo de la sociedad britnica. La teora de la poblacin, por el supuesto que introdujo de su crecimiento desmedido, que mantendra los salarios de los trabajadores en un nivel de subsistencia, y el estado estacionario porque conceba tericamente un techo del crecimiento productivo, dados los recursos y la tecnologa disponible en cada momento histrico. Sin embargo, su interpretacin de las posibilidades de crecimiento econmico era ms optimista que la de otros autores clsicos, conando en el reajuste de las fuerzas expansivas del crecimiento industrial britnico (Marcet, 1816, 199). En uno de los dilogos entre Mrs. Bryant y Caroline, referido a las explicaciones sobre la determinacin del valor de cambio de las mercancas, Marcet introdujo las disquisiciones ortodoxas de la teora smithiana, en la que el valor de mercado de los bienes vena determinado por su coste de produccin. Sin embargo, aadi otra explicacin acumulativa a la anterior, tambin inua en la determinacin del precio de mercado la valoracin subjetiva que hacan los consumidores de los bienes, segn la utilidad que tuvieran para ellos. Y continuaba su exposicin referida al valor del trabajo, calculado en funcin de la utilidad de los bie-

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nes producidos, por lo que tambin se poda cuanticar el salario (Marcet, 1816, 275). En el captulo doce, en el que se trataban los benecios derivados de la propiedad de la tierra, argumentaba utilizando la ley de los rendimientos decrecientes de la produccin (Marcet, 1816, 204). Un aspecto ste interesante y novedoso por la fecha de la publicacin del libro, 1816, entre las dos publicaciones de Ricardo: en 1815, El ensayo sobre los benecios, y en 1817, los Principios de economa poltica y tributacin. David Ricardo es el autor referencial que introdujo la ley de los rendimientos decrecientes en los desarrollos tericos de la economa, y Marcet en el captulo primero de su libro no le cita como una de las fuentes que inspiran su libro. Probablemente lo tomara de Thomas R. Malthus, pero no deja de ser interesante este aspecto por la fecha de la edicin original de las Conversaciones. As lo reconoce Joseph Schumpeter cuando admiti que la cosa es signicativa y aumenta considerablemente el inters del libro de Marcet (Schumpeter, 1954, 537). El libro de Marcet no pas inadvertido a los economistas de su poca, que leyeron tanto Thomas R. Malthus como David Ricardo, elogiando los contenidos de la obra por la precisin de los conceptos que trataba y por el acercamiento que represent entre la poblacin y la comprensin de las leyes de la economa poltica. Incluso Jean B. Say celebr el trabajo de Marcet, indicando que haba sido la nica mujer que haba escrito sobre la economa poltica y se mostraba superior en sus conocimientos a muchos hombres (Say citado en Polkinghorn, 2000, 283). El inters que demostr Marcet en el estudio y en la divulgacin de los principios de la economa poltica le hizo escribir otros dos libros, titulados Las nociones de economa poltica de John Hopkins, editado en 1833, y Ricos y pobres, que se public en el ao 1851. En John Hopkins se trataba de instruir en los principios de la economa a la clase trabajadora, y en Ricos y pobres, acercar a los nios las bases del entramado econmico y social del siglo XIX.

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Las dos nuevas publicaciones no tuvieron la misma aceptacin que los dos libros que se han destacado anteriormente: Conversaciones sobre qumica y Conversaciones sobre economa poltica, aunque Hopkins s tuvo buena recepcin entre los trabajadores y fue ledo por una parte amplia de ellos. El grado de analfabetismo entre la clase trabajadora inglesa no era tan alto como en otros pases europeos, debido a que era costumbre familiar leer la Biblia al anochecer, acabada la jornada laboral y reunidos despus de cenar. El protagonista del libro, John Hopkins, era un agricultor con las penalidades de los trabajadores del siglo XIX. Se aada a sus penurias el gran tamao de su familia, compuesta de diecisis hijos. Cada captulo del libro, que se extenda a lo largo de 186 pginas, abordaba explicaciones sobre la evolucin de los salarios, el crecimiento de la poblacin, la productividad del trabajo, emigracin, maquinaria e innovaciones tecnolgicas, comercio exterior y el precio del pan. En este volumen se insista mucho sobre el peligro que el exceso de poblacin poda provocar en favor de la depresin salarial, y as lo relataban los protagonistas del libro, John y la seora Hopkins, que vean cmo sus hijos no tenan la calidad de vida de otros vecinos con familias menos numerosas. Dos vivas seales eran los mensajes que Marcet quera enviar hacia la clase trabajadora. La primera para concienciarlos de su papel en el desarrollo de Inglaterra y persuadirlos de la importancia que tena para el crecimiento econmico la suma de las fuerzas productivas de los propietarios y de los trabajadores, ambos navegando en el mismo barco, unidos en el mismo esfuerzo del que resultaran todos favorecidos. Los capitalistas se lucraran a travs de los benecios de sus inversiones y los trabajadores viendo crecer el salario real y, con l, el estndar de vida familiar. La segunda seal que les lanzaba era para inducirlos a frenar el crecimiento poblacional y evitar con ello una posible disminucin del salario medio.

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Ricos y pobres era un libro ms breve y sencillo que los otros, con una extensin de 75 pginas distribuidas en trece lecciones. La enseanza de la economa se localizaba en la escuela de un pueblo rural en la que explicaba la instructora Mrs. Bryant. Los alumnos lo formaban un grupo de seis entusiastas chicos y los temas de las lecciones se referan al trabajo, los benecios, el capital, los salarios, la maquinaria, los precios, el comercio, el dinero y los bancos. Marcet escribi varios libros dirigidos a la lectura de nios y nias, en los que se mezclaba la historia del cuento con algunas cuestiones modernas, con el propsito de componer una obra educativa en la comprensin del nacimiento de la nueva sociedad britnica. Por ejemplo, La visita de Berta a su to en Inglaterra, editado en 1831 en tres volmenes, se estructuraba bajo la forma de diario en el que Berta escriba cartas a su madre, en ellas relataba sus impresiones de una Inglaterra moderna y en expansin. Otro libro, titulado El viaje de Willy en ferrocarril, editado en 1850, relataba las peripecias de un nio rebelde de seis aos que describa las sensaciones de su primer viaje en tren. 2.2. Conclusiones referidas a la obra de Jane Marcet Marcet escribi una serie de volmenes muy populares entre los britnicos, en los que se enunciaban con precisin los conceptos y las deniciones de las leyes de la economa poltica. Fue signicativa la temprana incorporacin que hizo en las Conversaciones de economa poltica de la ley de los rendimientos decrecientes de la produccin y de la teora subjetiva del valor, dos conceptos que se generalizaran en los textos de los economistas clsicos en aos posteriores. Sus publicaciones traspasaron la frontera britnica y se extendieron a otros mercados, como fueron el americano, el francs y el alemn. El reto que se haba marcado tena una relevante signicacin: difundir los principios bsicos de la economa entre la clase media, las mujeres, los trabajadores y los nios y las nias britnicos. La idea no slo pretenda conseguir adiestrar de manera educativa a

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la poblacin para favorecer su aproximacin a una ciencia joven como era la economa poltica, sino que el objetivo primordial era reducir las tensiones que pudieran surgir en el proceso productivo entre los intereses de la clase formada por los terratenientes y los empresarios y los intereses de los trabajadores del campo y de los obreros industriales. Jane Marcet desempe un papel importante en la popularizacin de una amplia variedad de disciplinas tericas sobre los principios de las ciencias experimentales y de la ciencia social de la economa. Por otra parte, particip en el avance de la posicin de las mujeres, al entrar ella misma en el grupo de pensadores que escribieron sobre los fundamentos tericos de las ciencias que se impartan en las enseanzas medias y en las universidades. Coadyuv con su esfuerzo en la incorporacin de las mujeres a la educacin y al trabajo.

3. VIDA Y OBRA DE HARRIET MARTINEAU (1802-1876) Harriet Martineau naci el 12 de junio de 1802 en la casa de Gurney Court, situada en la calle Magdalen de Norwich, una ciudad localizada al noreste de Londres. Vino al mundo en el seno de una familia numerosa de ocho hijos: Elizabeth, Thomas, Henry, Robert, Rachel, Harriet, James y Ellen. Sus padres fueron Thomas Martineau y Elizabeth Rankin, ambos pertenecientes a la congregacin de la Iglesia unitaria4. Thomas Martineau fue un prspero hombre de negocios dedicado a la manufactura de ropas, profesin que permiti a la familia disfrutar de un nivel

4. Iglesia de races protestantes que rechaza la existencia del inerno, el ser humano est predestinado a la salvacin. Niegan la idea de la Santa Trinidad y es una comunidad muy amplia y tolerante. En la tradicin unitaria estuvo tambin Mary Wollstonecraft.

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de vida confortable. El apellido francs Martineau vena de sus antepasados hugonotes, que haban huido a Inglaterra escapados de Francia durante la persecucin religiosa del siglo XVII. Harriet Martineau recordaba a su padre como un hombre afable y trabajador pero dominado por su madre, de la que no guardaba buen recuerdo. Elizabeth Rankin era hija de un renador de azcar de Newcastle, una mujer inteligente pero tambin arrogante y desptica. Harriet recordaba su niez con tristeza, rememorndola en su Autobiografa como una etapa de su vida que comenz con el invierno (Todd, 2002, 3). La familia Martineau se ocup de dar una buena educacin a los hijos, tanto a los chicos como a las chicas. Harriet y su hermano James, que lleg a ser un eminente telogo unitario, fueron educados conjuntamente por los hermanos mayores. Henry les enseaba redaccin y aritmtica, Elizabeth se ocupaba de la lectura y les ayudaba con los ejercicios, y su hermano mayor Thomas, al que reverenciaban, les enseaba latn. James se libraba de aprender las enseanzas complementarias dirigidas nicamente a las mujeres de la familia, coser, bordar y las tareas caseras. Por suerte para Harriet, aprenda con agrado a coser y a bordar, tareas que llevaba a cabo con placer mientras las combinaba con la lectura de poesa. A los once aos comenz a acudir al colegio, bajo la tutela del honorable reverendo Isaac Perry, cuyos sermones le resultaban espantosamente tediosos, pero de los que obtuvo buenas enseanzas. En esos aos cultiv el francs y, sobre todo, aprendi a escribir y a estructurar la redaccin en lengua inglesa con fluidez y claridad. Ms tarde, dedicada profesionalmente a sus tareas literarias y periodsticas, no dudaba que el adiestramiento recibido en su juventud, en especial sobre las lecturas y las redacciones, le haba permitido escribir con precisin y calidad en su madurez. La escritora George Elliot dijo de ella que era la nica mujer britnica que posea el arte de la escritura (Todd, 2002, 6).

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A los doce aos Harriet Martineau empezaba una adolescencia ms plena al tomar contacto con las tareas que le satisfacan en la vida: leer y escribir. Sin embargo, un nuevo problema vino a perturbar su tranquilidad y le acompaara el resto de su vida. Empez a perder la capacidad auditiva. Gradualmente sus odos empeoraron, y a los diecisis aos era prcticamente sorda. La familia no quera ver el problema de Harriet y consideraban que la incomunicacin aparente mostraba su falta de atencin y se deba a que no pona cuidado en las cosas. Ella recordaba fuertes dolores de odos que poco a poco iban disminuyendo el volumen de su percepcin auditiva, pero desarroll un gran coraje que le hizo compensar con tesn su limitacin acstica y no le rest capacidad para su trabajo y sus relaciones sociales. Utilizaba una trompetilla que se colocaba en los odos para facilitar la comunicacin con los dems. Contaba Harriet en su Autobiografa que la sordera le haba marcado positivamente a lo largo de su vida porque result ser el origen de un gran impulso de superacin personal. Siendo una adolescente comenz a ser una vida lectora de peridicos, sigui la gran victoria britnica en la batalla de Waterloo, en la que Wellington venci a Napolen, as como los debates sobre las leyes de granos en Gran Bretaa, que afectaba al precio del pan, elevndolo y provocando hambrunas entre los trabajadores. En 1818 se traslad quince meses a Bristol para acudir a una escuela a continuar con su educacin. All estudiaba duro, pero encontr mucho cario en casa de su ta Kentish, que representara una persona de toda su conanza y con la que mantuvo una relacin muy clida y cercana durante toda su vida; aquella casa era un verdadero hogar en el que se sinti acogida. En Bristol los hermanos Martineau, Harriet y James, estuvieron bajo la supervisin de Lant Carpenter, educador y ministro unitario. Fue un periodo en el que Harriet recordaba haber recibido un importante bagaje intelectual bajo la inuencia de su mentor, que la introdujo en la losofa de David Hartley y en la tradi-

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cin intelectual unitaria a travs de la gura de John Priestley. Por otro lado, Martineau conect con el pensamiento de los lsofos radicales Jeremy Bentham y James Mill. Harriet haba crecido en Bristol mental y emocionalmente, estaba preparada para iniciar su carrera profesional de escritora y desarrollar sus propias ideas, que quedaran reejadas en una extensa obra escrita. En 1824 muri de indigestin su querido hermano Thomas y dos aos ms tarde tambin muri su padre, los dos cabezas de la familia. La mala suerte caa sobre ellos, no slo tuvo que sobreponerse al fallecimiento de dos personas muy queridas para ella, sino que adems ocurri la quiebra de la economa familiar como consecuencia de la crisis desencadenada en Gran Bretaa entre 1824 y 1825, que haba atrapado a los negocios manufactureros de su familia. Poco despus, en 1827, muri tambin su prometido, John Worthington, un compaero de estudios de teologa de su hermano James. Harriet se mantuvo soltera el resto de su vida, e incluso lleg a posicionarse en contra del matrimonio, en referencia a la desigualdad social que el vnculo matrimonial estableca entre los hombres y las mujeres de su poca, como puede leerse en el captulo III del libro Cmo observar. Moral y costumbres, publicado en 1838. Harriet haba empezado a publicar espordicamente desde los diecinueve aos. En 1822 ya era colaboradora habitual de la revista unitaria denominada Monthly Repository, a cambio de cincuenta libras al ao. En el nmero diecisiete de dicha revista, fechado en octubre de 1822, escribi un artculo titulado La educacin de las mujeres, donde expuso que si en Inglaterra las nias y los nios siguieran el mismo proceso educativo, el progreso de sus capacidades intelectuales sera el mismo (Polkinghorn, 1998, 15). Cuando la familia pas algunos apuros econmicos al nal del ao 1829, las mujeres Martineau, madre y hermanas, tuvieron que coser para ganarse la vida. Ella compatibilizaba la costura con sus contribuciones en el Monthly Repository.

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Durante esa poca, tampoco ella goz de una buena salud, sufra de dolores crnicos estomacales desde la niez, pero desarroll una gran actividad literaria, incluso escribi algunos poemas. Se refugi una temporada en Dudley, una localidad cercana a Birmingham, en la casa de su hermano Robert, dedicado al igual que su padre al negocio de la manufactura industrial, y que en aquellos aos ya haba formado su propia familia. A Harriet le reconfortaba escribir y le haca sobrellevar mejor sus penalidades. Fue precisamente durante su estancia en Dudley cuando ley las Conversaciones sobre economa poltica de Jane Marcet. La lectura del libro le interes hasta el punto de barruntar ella misma escribir sobre la produccin y el comercio. Al igual que le haba ocurrido a Marcet, le sedujo la idea de colaborar en la concienciacin de la sociedad britnica para orientar a la ciudadana en sintona con las reformas polticas y sociales que auspiciaran el desarrollo industrial. Las cuestiones referentes a la economa poltica haban captado tempranamente su atencin. En 1827 public dos panetos divulgativos sobre la industrializacin y el problema de la maquinaria. El primero, titulado Los alborotadores; o un relato de los malos tiempos, y el segundo, El comienzo, o la paciencia de la mejor poltica, en ellos hablaba sobre la futilidad de las huelgas. Por estos y otros trabajos parecidos reciba una libra como pago, publicaciones que el editor venda annimamente por un penique. Martineau le contaba a Jane Marcet en una carta fechada en octubre de 1832 que haba ledo las Conversaciones de economa poltica una y otra vez, con deleite, durante el ao en el que el libro haba cado entre sus manos. Harriet, inspirada por el xito notorio del libro de Marcet, gest la idea de popularizar la economa poltica a travs de historias noveladas, lo consider la mejor manera de exponer las leyes de la produccin, el intercambio, la distribucin y el consumo de la riqueza. La doctrina econmica que utiliz en sus novelas era la que estaba recogida en las obras de Adam Smith y James Mill. El editor del Monthly Repository, William J. Fox, fue el que la puso en contacto con su hermano, Charles Fox, que

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nalmente edit la coleccin de veinticinco novelas, bautizada en su conjunto como Ilustraciones de economa poltica. Su vida cambi de rumbo a partir del momento en el que le lleg el xito editorial que la catapult a la fama y a la popularidad desde 1832, ao en el que comenz a publicarse la coleccin. Desde entonces goz de prestigio editorial e intelectual, que le permitieron alcanzar un nivel de vida holgado. Traslad su residencia a Londres y se relacion con la crema de la sociedad britnica; entre sus amistades se contaban los parlamentarios Richard Monckton Milnes y Charles Buller, y la economista clsica Jane Marcet. La primera obra de la serie se titul Vida en territorio salvaje, en la que relataba las peripecias de una colonia inglesa ubicada en Sudfrica. En este primer libro destacaba el origen de los procesos de produccin, desarrollados gracias a la especializacin de la mano de obra y que, por tanto, requeran de la divisin del trabajo. Al hilo de la narracin se promova la organizacin de la produccin en fases y el posterior intercambio de las mercancas en los mercados. La ltima novela de la coleccin, La moraleja de muchas fbulas, recoga un compendio de argumentos sobre la potencialidad del crecimiento econmico de la economa inglesa. Resalt especialmente la importancia del avance tecnolgico y del desarrollo del comercio internacional para encauzar la actividad de un pas dentro de la senda del progreso econmico y social. Fue una mujer culta y viajera. Entre 1834 y 1836 recorri parte de Estados Unidos atrada por el espritu libre americano y por el potencial de crecimiento que demostraba su economa. Visit, entre otros lugares, Nueva York, Filadela, Baltimore y Washington. Conoci y trat a algunos lderes abolicionistas con los que hizo causa comn, pronuncindose en contra de la esclavitud en mltiples ocasiones. Estas experiencias quedaron reejadas en el libro La sociedad en Amrica, publicado el ao 1837. En 1839 inici un viaje por el Viejo Continente que interrumpi en Venecia por una dolencia de ovarios que la tuvo postrada y recluida durante cinco

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aos en Tynemouth, un pueblo situado cerca de Newcastle. En 1844 fue tratada con mesmerism, un discutible tratamiento de tipo hipntico, pero que en ella result muy efectivo. Recuperada de sus terribles dolores, Martineau j su residencia en Ambleside, ciudad situada en el Distrito de los Lagos, all se construy una casa, The Knoll, y ese fue su hogar el resto de su vida. Entre los aos 1846 y 1847 emprendi de nuevo un largo viaje por Oriente Prximo, Egipto y Tierra Santa. Las vivencias y las observaciones ocurridas a lo largo de su periplo de ocho meses de duracin sirvieron para que escribiera La vida en Oriente. Pasado y presente, editado en 1848. En el ao 1839 haba publicado una novela que titul Deerbrook, en tres volmenes. Durante los aos comprendidos entre 1852 y 1866 escribi habitualmente para el peridico Daily News, calculndose alrededor de 1.600 artculos publicados. Cuando volvi a caer gravemente enferma en 1855 y pens que morira en poco tiempo, decidi ser la intrprete de su propia vida de cara al pblico, y por ello comenz a escribir su Autobiografa, aparecida un ao despus de su muerte, y su propio obituario. Falleci a la edad de 74 aos, y segn sus propios deseos, fue enterrada sin ritos religiosos. Muri en Ambleside el 27 de junio de 1876. 3.1. La novela econmica de Harriet Martineau La novedad que introdujo Martineau fue sacar a la economa poltica y su lenguaje del mbito acadmico, con objeto de hacerlos accesibles entre la ciudadana, que si tomaba conciencia de la importancia de la potencialidad de crecimiento del capitalismo britnico del siglo XIX, participara con entusiasmo en el esfuerzo comn de la riqueza productiva del pas, a la vez que se beneciara individualmente cada ciudadano como receptor de las rentas, consecuencia de sus aportaciones a la produccin. Y as quedaba reejado en el prlogo de la primera novela. El reto

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que se haba planteado con la coleccin de los libros era popularizar los principios de la economa poltica clsica entre el pblico no especializado. La coleccin de novelas estaba proyectada para aparecer mensualmente a lo largo de dos aos, que nalmente fueron 1832 y 1834. No fue fcil para ella encontrar el primer editor de sus libros. Le fallaron los primeros editores irlandeses con los que haba comprometido el primer ejemplar, a los que siguieron otros de Norwich que tampoco la secundaron. Y, como se ha comentado anteriormente, fue Charles Fox el editor de sus libros. Primeramente la edicin era pequea, slo de cuatrocientos ejemplares, pero el xito fue tan rpido que inmediatamente se hizo una reimpresin de dos mil ejemplares, y as hasta llegar a cinco mil volmenes. Los libros, que haban sido editados en papel barato y en un formato sencillo, que caban en un bolsillo, al poco tiempo, con la demanda creciente de ejemplares, cambiaron de diseo y se editaron con la cubierta de piel, tomos en los que se incluan dos o tres novelas agrupadas. Entre sus lectores entusiastas estaban la princesa Victoria, la duquesa de Kent, el poeta Samuel T. Coleridge, Charles Darwin y Thomas R. Malthus, que elogi con admiracin la coleccin. Antes de comenzar la trama novelada, Martineau presentaba un conjunto de conceptos bsicos de contenido econmico, que si bien para un conocedor de las leyes de la economa no eran necesarios, s lo era en este caso, y se indicaban al principio de cada obra para evitar confusiones con el lenguaje cotidiano y para denir con precisin algunos trminos tcnicos importantes en los que se centraba cada uno de los relatos. Por ejemplo, al principio del primer libro deni el concepto de riqueza de un pas y cmo puede aumentarse con el paso del tiempo. Para Martineau, y para los economistas clsicos, la riqueza material consista en los bienes que se consumen, y podran acrecentarse a travs de dos vas: la elevacin de la productividad fsica del trabajo y el aumento de

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la cantidad de trabajo existente. La nica limitacin que Martineau impona al crecimiento de la produccin era la inteligencia humana. En cuanto a cmo mejorar la productividad fsica del trabajo, tambin se precisaba cules eran las rutas adecuadas: se haca mejor el trabajo que ya era conocido o en el que se perseveraba, y se ahorraba tiempo de trabajo si se realizaba siempre la misma tarea en vez de simultanear varias. Por otro lado, se economizaba trabajo si se utilizaba de manera combinada junto con la maquinaria, que acortaba el tiempo de produccin y facilitaba la tarea a la mano de obra. Es decir, que la especializacin y capacitacin de la mano de obra, junto con los avances de la tecnologa aplicados a la maquinaria, mejoraban enormemente los resultados de la oferta de bienes. Una vez definidos los conceptos econmicos bsicos que servan de esqueleto para la historia novelada, comenzaba el relato. La primera novela, titulada originalmente como Life in the Wilds5, fue traducida al castellano en 1836 con el ttulo de La colonia aislada. En ella se trenzaba la economa con un relato novelado que explicaba la posicin ventajosa de Gran Bretaa en el mundo. Para no alargar en exceso las etapas de la historia que explicaban la formacin del capitalismo, y dado que se diriga a un pblico desconocedor de la teora econmica, imaginaba una catstrofe en una colonia inglesa asentada en Sudfrica. De esta manera, los colonos estaban familiarizados con el sistema mercantil britnico del XIX, pero tenan que comenzar de cero la reconstruccin de la colonia, haciendo un paralelismo con lo que haba ocurrido en la historia de Gran Bretaa. Los habitantes de la colonia eran conocedores, por tanto, de las tcnicas de produccin y de la organizacin empresarial, pero partan con los mnimos recursos disponibles. La calamidad se haba desencade-

5. La traduccin literal debera haber sido Vida en territorio salvaje.

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nado como consecuencia de un ataque inesperado de una tribu bosquimana, aborgenes asentados en la regin colonizada por los ingleses. Los pasos sucesivos que permitan alcanzar de nuevo la prosperidad a una organizacin social y econmica mostraban los escalones que histricamente se haban dado en el proceso de industrializacin ingls. Todo comenzaba con el principio smithiano de la divisin del trabajo, que implicaba la especializacin de cada individuo en una tarea productiva, de manera que todos estaban abocados al intercambio de los mercados, nadie era autosuciente en una sociedad compleja. En la segunda novela, que titul La colina y el valle, se presentaba al protagonista, el seor Amstrong, como un hombre mayor, rutinario, satisfecho de su existencia y reacio a recibir en su regin a una nueva empresa siderrgica. La vida de Amstrong estaba organizada casi totalmente fuera del mercado con una economa de autoabastecimiento. Con la instalacin efectiva de la empresa, en la novela se desplegaba un proceso rpido de desarrollo comarcal, justificado en la contratacin de la mano de obra local y en la llegada de otras empresas comerciales que se iban ubicando a la sombra del nuevo brote industrial. La historia no era completamente rosa y tambin surgan tensiones y huelgas, derivadas de la disminucin salarial sobrevenida en la localidad como consecuencia de la prdida de mercados por la competencia del sector. La moraleja de las dos novelas acababa mostrando las ventajas de la divisin del trabajo y de la industrializacin, como consecuencia de los benecios obtenidos de la produccin y distribuidos entre los ciudadanos, dentro del sistema econmico basado en la libre empresa y en la competencia mercantil. En la primera novela se consegua recomponer la colonia y acrecentar la produccin gracias al esfuerzo conjunto de los colonos incentivados en la bsqueda del inters propio y en la superacin personal, y en el segundo relato, la siderurgia nalmente quebraba, pero

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el seor Amstrong haba abandonado sus prejuicios contra el desarrollo industrial del XIX. Mientras hubiera entendimiento entre los trabajadores y los propietarios todo marchara bien, y en poca de vacas acas era importante la negociacin de los intereses particulares, pero respetndose la mecnica del modelo de libre mercado: ajustes productivos asentados en la exibilidad de precios y salarios o, al nal, todos perderan con la quiebra empresarial. La coleccin de novelas terminaba con el libro La moraleja de muchas fbulas. Para cerrar el repertorio de libros eligi un ensayo de recorrido histrico en el que se repasaban las sucesivas etapas del progreso industrial en Inglaterra, con las ventajas derivadas del comercio internacional, que permita a cada regin o pas especializarse en la produccin de determinados bienes para lo que estaban mejor dotados, en funcin de los recursos disponibles en la naturaleza y en las capacidades industriosas de la mano de obra adiestrada. Por ejemplo, reflexionaba cmo el avance en la construccin de las viviendas, el paso de las chozas de adobe a las casas de ladrillos y luego a las mansiones de piedra, haba desencadenado un conjunto de adelantos entre los que citaba a los fabricantes de ladrillo, los carpinteros, los vidrieros, albailes, pintores, tapiceros, cerrajeros y los fabricantes de muebles. Un progreso que se haba alcanzado gracias a la acumulacin del capital y a la divisin del trabajo (Gallego, 2005, 53). 3.2. Conclusiones de la obra de Harriet Martineau La obra de Harriet Martineau fue conocida y valorada por sus contemporneos. En aquella poca la economa poltica era una ciencia joven, conocida en los crculos nancieros, entre los acadmicos universitarios y rpidamente aceptada en el entorno intelectual de la sociedad britnica. Sin embargo, las clases medias y bajas, que representaban a la mayora de la poblacin, descono-

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can completamente los principios tericos del modelo capitalista. Martineau, al igual que haba hecho previamente Jane Marcet, abri las fronteras del conocimiento econmico con sus novelas, y esa era la tarea que se haba propuesto: concienciar a la poblacin de la importancia que tena, para todos, armonizar los intereses entre los propietarios y los trabajadores. El crecimiento econmico que mostraba el modelo clsico no tena otros lmites que los de la inteligencia humana. Las dos novelas comentadas, Vida en territorio salvaje y La colina y el valle, fueron las que abrieron la coleccin, publicadas en 1832. La ltima novela de la serie, La moraleja de muchas fbulas, editada en 1834, repasaba los principios tericos que haban inspirado todas las novelas, entre los que se destacaban la divisin del trabajo y la acumulacin del capital, que representaban los dos rales sobre los que se deslizaba el progreso industrial. Vida en territorio salvaje era una novela de aventuras, con mensajes econmicos claros y sencillos. En este libro, Martineau describa la metodologa del modelo capitalista, asentado en la propiedad privada de los factores, una naturaleza humana tendente a la divisin del trabajo y al espritu de empresa. El segundo libro, La colina y el valle, contaba una historia de localizacin industrial de la metalurgia del hierro. El mensaje de la novela era que la industria poda crecer rpidamente en una regin, con los consiguientes efectos externos: formar una masa de trabajadores en torno a la industria y contagiar la prosperidad a otros sectores econmicos. Sin embargo, las poblaciones preindustriales se mostraban reacias a cualquier tipo de cambio, como era el caso del personaje central de la novela, el seor Amstrong. El xito editorial de las veinticinco novelas redund en benecio de la economa poltica como disciplina cientca, porque con estos libros sali del mbito acadmico para popularizarse entre la ciudadana. Lo que no se conoce se rechaza por omisin y, desde luego, no se estudia. Sin duda, hay que achacar el mrito a Harriet Martineau, que acert con el producto; pero tambin se

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puede pensar que la clase media de la Inglaterra del XIX estaba muy receptiva en querer conocer mejor los entresijos del capitalismo. Haba optimismo, conuencia de intereses entre los propietarios y los trabajadores, y tambin haba ganas de afrontar las dicultades de la movilidad ascendente en la posicin social, que se poda conseguir con el esfuerzo del trabajo y el riesgo empresarial. El mensaje lanzado era muy positivo y esperanzador para el capitalismo britnico.

4. VIDA Y OBRA DE MILLICENT GARRETT FAWCETT (1847-1929) Millicent Garrett naci en el seno de una familia numerosa y de un alto nivel de vida. Su padre regentaba una prspera empresa dedicada al comercio de granos y al transporte martimo en Alderburgh, Inglaterra. Su hermana mayor, Elizabeth, fue la primera mujer britnica que estudi medicina, y era la prometida de un notable profesor de Cambridge y parlamentario britnico, Henry Fawcett. Elizabeth rompi su compromiso matrimonial con Fawcett, pero l continu visitando a la familia, con la que mantena una buena amistad. Pasado un tiempo, fue Millicent quien acept comprometerse con Fawcett, en el ao 1866. En 1867, a la edad de 19 aos, Millicent Garrett se cas con Henry Fawcett6, diputado liberal independiente, catedrtico de Economa Poltica en la Universidad de Cambridge, y quizs el ms eminente de los economistas formados en la lectura y los debates que siguieron la publicacin de las diversas ediciones de los Principios de economa poltica (1848) de John Stuart Mill en las dcadas de 1850 y 1860. Amigo personal de Mill y a veces caricaturizado como mero vulgarizador de los temas econmicos de

6. Para la vida y obra de Henry Fawcett (1833-1884), vanse Stephen, Leslie (1885).

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Mill, en realidad Fawcett discrepaba bastante de las ideas de su amigo, siendo mucho ms desconado de cualquier intervencionismo en economa por parte del Estado y mucho ms ortodoxamente liberal que Mill, postura que encontrar un eco en las ideas econmicas expuestas por su mujer. Fawcett era ciego, lo que obligaba a su mujer a convertirse durante los 17 aos que dur su matrimonio, como ella misma cuenta en sus memorias, What I Remember (1924), en los ojos y manos de su marido. Aunque Fawcett tuvo secretario personal desde 1871, ella actu de amanuense, lectora y ayudante para sus estudios y sus escritos y siempre estuvo con l en el Parlamento, leyendo y redactando para su marido ciego, leyndole todos los documentos e informes ociales que un diputado necesariamente tiene que conocer, ayudndole a redactar sus discursos, y asistiendo constantemente en su apoyo en los debates parlamentarios. As Millicent Garrett Fawcett presenci en 1867 el primer debate en el Parlamento britnico sobre el sufragio femenino. Es de ella, en sus memorias (1924, 64-66) como testigo directo, la mejor descripcin del momento de la intervencin de Mill en el debate que empez como un proyecto de extender nicamente el sufragio masculino a capas de la sociedad menos pudientes econmicamente. Mill propuso sin xito el sufragio universal a secas, no solamente masculino, es decir, dando el voto a las mujeres, con la estratagema de sustituir en el proyecto de ley la palabra hombre por la de persona. Millicent Garrett, aunque provena de una familia ilustrada su hermana mayor, Elizabeth, fue la primera mujer de Gran Bretaa en practicar la medicina, haba recibido una educacin bastante rudimentaria y casera. Los primeros aos de su matrimonio parecen haber sido una especie de curso acelerado en ciencias polticas y econmicas. Fruto de este proceso es la coleccin de artculos y ensayos que ella rmaba conjuntamente con su marido, Essays and Lectures on Social and Political Subjects de 1872, una coleccin de catorce estudios de los cuales ella rma ocho. Si

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ella de verdad es autora de estos estudios y aqu surge otra vez la misma polmica que vimos en la relacin de la supuesta coautora entre Harriet Taylor y John Stuart Mill de los Principios de economa poltica de 1848 o incluso coautora, demuestra a los 25 aos una soltura en el manejo de la ciencia econmica de su tiempo muy por encima de la de sus contemporneas. Ya, en 1870, haba publicado un texto introductorio de economa para adolescentes, Political Economy of Beginners, basado quizs en su propio aprendizaje en la ciencia, un xito editorial que tendra una decena de reediciones en las siguientes dcadas. Con un enfoque esencialmente milliano, pero ms ortodoxamente liberal como su marido, se atreve sin embargo a discrepar de Mill en varios puntos, sobre todo en cuanto al socialismo, donde Garrett Fawcett pone mayor nfasis en sus defectos e impracticabilidad, terminando el captulo con una pregunta para sus alumnos: Demuestre, tomando en cuenta las proposiciones anunciadas en este captulo, que el capitalista es el verdadero benefactor de las clases asalariadas y no los despilfarradores o los que dan limosnas. Es, sin embargo, en sus contribuciones a los arriba mencionados Essays de 1872 donde Garrett Fawcett demuestra sus capacidades analticas, en dos estudios econmicos rmados por ella. El primero es una larga carta en forma de ensayo publicada en el Times de Londres en diciembre de 1870 sobre los aspectos econmicos de la gratuidad de la enseanza pblica. Apoyndose en Malthus, ella se opone a cualquier servicio pblico gratuito porque considera que en realidad no ser gratuito, sino supondr un aumento en la carga scal local, obligando precisamente a los ms pobres a pagar ms impuestos, con mayor peso todava en el caso de los solteros y los que no tenan hijos. En un segundo ensayo, sobre deuda nacional y prosperidad nacional, Garrett Fawcett ataca al endeudamiento por parte de los Gobiernos y el abusar de la venta de ttulos de deuda pblica como medio de nanciacin utilizando el argumento ricardiano de que cualquier endeudamiento pblico a largo plazo empea injustamente a futuras generaciones. En

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segundo lugar, ella invoca la idea que nosotros conocemos como crowding out: la deuda pblica absorbe capital que podra ser invertido ms productivamente en el sector privado. Amn de un intento de escribir otro best seller como su Political Economy for Beginners, una coleccin de cuentos ilustrativos de las lecciones de economa a la manera de Harriet Martineau7, los Tales in Political Economy de 1874, que no tuvo el xito esperado, Garrett Fawcett dejar de lado sus estudios econmicos hasta nales de siglo. En estos aos hasta su muerte en 1929 y sobre todo a partir de liberarse de los cuidados de su marido al fallecer ste en 1884, Garrett Fawcett se dedic de lleno al movimiento sufragista britnico, absorbida en la tarea de sufragio, en sus propias palabras, llegando a presidir durante doce aos la National Union of Womens Suffrage Society, la NUWSS (la Unin Nacional de Sociedades para el Sufragio Feminista), el ala moderada del movimiento. Lamentablemente, esto implicaba el casi abandono de sus estudios econmicos, y su progresin como economista, tan prometedora, parece haberse quedado estancada, aunque de forma puntual pronunciara unas conferencias sobre temas econmicos en el Queens College de Londres en 1879 y 1889. En un artculo publicado en 1891 en el Economic Journal de Cambridge, Sidney Webb, un prominente socialdemcrata, basndose en el anlisis de informacin estadstica recogido por la Sociedad Fabiana, que comparaba los salarios de los hombres con los de las mujeres, y los distintos tipos de trabajo desempeados por los dos sexos, armaba que el tipo de trabajos desempeado por mujeres era inferior que el de los hombres, lo cual se reejaba igualmente en salarios inferiores. Garrett Fawcett, en un opsculo publicado en la misma revista el ao siguiente, discrepaba de tal armacin (1892). Aceptaba que la productividad de las mujeres era ms baja que la de los hombres, pero atribua esto a la segrega-

7. Martineau, Harriet, Illustrations of Political Economy, 18 tomos. Londres, 1832-1834.

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cin laboral, al hecho de que a las mujeres slo les era permitido dedicarse a ciertos trabajos mecnicos o triviales mal retribuidos. Pero aun cuando hay igual trabajo para hombres y mujeres, sus salarios siguen siendo desiguales. Esta situacin se deba, segn Garrett Fawcett, no solamente a la costumbre, o a prcticas discriminatorias, que las haba, sino a la concentracin y sobreoferta de la mano de obra femenina en ciertas ocupaciones. Segn ella, no hay que pedir la igualdad salarial entre hombres y mujeres, sino remunerar la calidad del trabajo desempeado. Cita el ejemplo de un colegio de Londres, donde un exceso de oferta de mano de obra femenina haba dado como resultado la rebaja en los salarios de las profesoras contratadas, mientras la escasez de oferta de profesores masculinos haba resultado en salarios ms altos para ellos. Abunda en un ejemplo de otro colegio que decidi establecer la igualdad salarial entre profesores masculinos y femeninos, con el resultado de que, dado el exceso de oferta de profesoras, entre las cuales entonces el colegio poda elegir, las profesoras contratadas eran de una calidad muy superior, y mucho mejor cualicadas que los profesores contratados. Las profesoras deban de haber cobrado por lgica ms que sus compaeros hombres. En cuanto al problema de la segregacin laboral, la respuesta adecuada es romper con las barreras de entrada al mercado de trabajo, una inversin en capital humano que permitira a las mujeres el acceso a un mayor abanico de posibilidades de formacin profesional, intelectual y cientca, y as romper con el gueto de las tareas de bajo salario en el cual estn recluidas las mujeres. Volver Garrett Fawcett a este tema con una perspectiva algo distinta al nal de la Primera Guerra Mundial. En un ensayo de 1917, The Position of Women in Economic Life, argumenta Garrett Fawcett que el papel que haban jugado las mujeres en esta guerra, sustituyendo a los hombres ausentes en el frente en casi todas las tareas productivas en la economa, desde trabajar en las fbricas de municiones o en las minas de carbn hasta hacerse conductoras de autobuses o desempear mil distintos ocios, haba,

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en sus propias palabras, destrozado la ccin de que las mujeres eran incapaces del trabajo cualicado. Ataca la teora de que los salarios de las mujeres eran bajos porque eran un mero complemento al salario familiar principal, el del marido. Urge a los sindicatos a ayudar a organizar y promover las reivindicaciones de las mujeres en el mercado de trabajo. En un cambio de opinin algo abrupto reclama para las mujeres igualdad salarial con el hombre, dado que la guerra haba demostrado que ellas ya son igualmente ecientes como los hombres. A igual eciencia, igual salario. Quizs el mayor inters en estas pginas es la utilizacin por parte de Garrett Fawcett de la idea de las barreras de entrada al mercado de trabajo que sufren las mujeres, idea tomada del comercio internacional. Retomando su postura de 1892, reclama Garrett Fawcett otra vez igualdad de oportunidad para las mujeres a todos los niveles, igualmente en el mundo profesional como en el mundo industrial. En una breve nota publicada en el Economic Journal de 1918, resume su postura as. Lo que las mujeres necesitan para conseguir la igualdad salarial con los hombres es libertad de entrada a las industrias y ocios cualicados y las oportunidades para una mejor formacin profesional, adems de la organizacin de las mujeres en sindicatos, o en los de los hombres, o en los suyos propios, y el poder poltico, es decir el sufragio femenino, para apoyar sus reivindicaciones industriales (Garrett Fawcett, 1918, 4). 4.1. Conclusiones de la obra de Millicent Garrett Fawcett Cmo debemos enjuiciar a Millicent Garrett Fawcett como mujer economista? Ella misma no concede mucha importancia a esta faceta de su formacin: apenas hay referencia a sus estudios y publicaciones econmicos en su detallado relato autobiogrco escrito a nal de su vida, en 1924, What I Remember, unas memorias donde ella destaca su importante papel en la larga lucha para conseguir el sufragio femenino en Gran Bretaa.

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En la primera etapa de sus publicaciones econmicas de la dcada de 1870, sin embargo, Garrett Fawcett haba sido una de las mujeres economistas mejor preparadas de su tiempo. Entonces, a la vez que continuadora de la tradicin divulgativa britnica ejemplicada por Jane Marcet y Harriet Martineau, demostraba, gracias probablemente a la inuencia de su marido, y al mundo universitario y parlamentario en el que ambos se movan, ser una precursora de estas mujeres economistas britnicas cientcamente mejor formadas de nales del siglo XIX, como Mary Paley Marshall o Clara Collet.

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APNDICE 1. Bibliografa cronolgica de Jane Marcet con los ttulos originales de sus principales publicaciones Conversations on Chemistry (1806). Conversations on Political Economy, in which the elements of the science are familiarly explained (1816).

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Conversations on Natural Philosophy, an exposition of the rst elements of the science for very young children (1819). Conversations on Evidences of Christianity (1826). Conversations on Vegetable Physiology (1829). Berthas visit to her uncle in England (1831). Essays (1831). John Hopkins Notions of Political Economy (1833). The Ladies companion to the Flower Garden (1841). Conversations on the History of England (1842). Conversations on Language for Children (1844). Willys Travels on the Railroad (1850). Rich and Poor (1851). 2. Bibliografa cronolgica de Harriet Martineau con los ttulos originales de sus principales publicaciones Illustrations of Political Economy (1832-1834). Illustrations of Taxation (1834). Society in America (1837). Retrospect of Western Travel, 3 volmenes (1838). How to Observe. Morals and Manners (1838). Deerbrook, a Novel, 3 volmenes (1839). Life in the Sick Room (1843). Letters on Mesmerism (1845). Eastern Life, Past and Present (1848). Household Education (1849). History of England During the Thirty Years Peace, 1816-1846 (1849). Introduction to the History of the Peace (1851). Letters from Ireland, from the Daily News (1852). The Positive Philosophy of Comte, freely translated and condensed (1853). A Complete Guide to the English Lakes (1855).

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British Rule in India, an Historical Sketch (1857). Suggestions towards the Future Government of East India (1858). Biographical Sketches, from the Daily News (1869). Harriet Martineaus Autobiography. With Memorials by M. W. Chapman (1877). 3. Bibliografa cronolgica de Millicent Garrett Fawcett con los ttulos originales de sus principales publicaciones Political Economy for Beginners (1870). Essays and Lectures on Social and Political Subjects (1872). Tales in Political Economy (1874) Mr Sidney Webbs article on womens wages (1892), Economic Journal, volumen 5, n 2, pginas 173-176. The position of women in economic life, in W. Harbutt Dawson After-War Problems (1917). Equal pay for equal work (1918a), Economic Journal, volumen 109, n 28, pginas 1-6. Equal pay for equal value (1918b), Contemporary Review, n 114, pginas 387-390. What I Remember (1924).

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La liberacin de las mujeres y la economa segn Harriet Hardy Taylor Mill (1807-1858)Elena Gallego Abaroa

1. VIDA, ENTORNO TAYLOR MILL

SOCIAL E INTELECTUAL DE

HARRIET HARDY

Harriet Hardy naci el 10 de octubre de 1807, en la casa familiar que se encontraba ubicada en el nmero 18 de Beckford Row, una calle del sur de Londres, en Walworth. Su madre se llamaba Harriet Hurst, y su padre, Thomas Hardy, fue cirujano y gineclogo de profesin, actividad laboral que le permiti obtener unos ingresos suficientes para financiar la educacin de sus numerosos hijos: Thomas, Alfred, William, Harriet, Caroline, Edward y Arthur. Segn cuenta Hayek, Thomas Hardy era un hombre autoritario y de mal carcter, aspectos de su personalidad que pudieron favorecer el temprano matrimonio de Harriet Hardy, as como la posterior relacin no muy cordial que mantuvo con sus padres. Se cas a los dieciocho aos con su primer marido, John Taylor, el 14 de marzo de 1826, once aos mayor que ella, del que tuvo tres hijos: Herbert, Algernon y Helen (Hayek, 1951, 23).

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John Taylor era un joven socio de la rma David Taylor & Sons, dedicada a la venta al por mayor de medicamentos, actividad que le report una posicin prspera como hombre de negocios. Los Taylor pertenecieron a la Iglesia unitaria8, y por otra parte, John Taylor simpatizaba con las propuestas de los polticos radicales. El cambio de vida familiar y social que supuso para ella el matrimonio produjo dos hechos inmediatos: evit el control de su enrgico padre y entr en contacto con los unitaristas radicales9. El matrimonio Taylor j su residencia en el nmero 4 de Christopher Street, en Finsbury Circus, la casa quedaba cercana a la capilla unitarista de la que William J. Fox era ministro. El nacimiento del primer hijo del matrimonio Taylor, Herbert, ocurri el 24 de septiembre de 1827. El segundo hijo, Algernon, al que llamaban Haji, naci el 2 de febrero de 1830, y su hija Helen, a la que apodaban Lily, vino al mundo el 27 de julio de 1831. No hay mucha informacin sobre la vida de Harriet Taylor, si se excepta la que aport John Stuart Mill en su Autobiografa, pero se conoce alguna descripcin del perl de su personalidad realizada por una hija de W. J. Fox en 1831, fecha en la que Harriet Taylor contaba 24 aos. La nia la reere como poseedora de una belleza y de una gracia exquisita, de grandes ojos negros y con una dulce voz; era una mujer a la que sus hijos adoraban. Estas observaciones las ampli Hayek indicando que a la delicadeza de su figura se unan unas fuertes convicciones y emociones que la empujaron a rechazar las rigideces sociales y las rancias

8. Iglesia que rechaza la existencia del inerno, el ser humano est predestinado a la salvacin. Niegan la idea de la Santa Trinidad y es una comunidad muy amplia y tolerante. En la tradicin unitarista estaban otras escritoras conocidas como fueron Mary Wollstonecraft y Harriet Martineau. 9. Los unitaristas radicales tenan inuencias de la Iglesia unitaria y de los polticos radicales, eran favorables a la igualdad de derechos civiles y polticos y a la educacin de las mujeres.

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costumbres de su poca, en la que una mujer se encontraba bajo la tutela de los hombres como inferior intelectual y excluida de muchas actividades que ella hubiera deseado llevar a cabo (Hayek, 1951, 25). Sobre su educacin no aparecen comentarios en ninguna de las fuentes utilizadas, de lo que parece razonable deducir que fue autodidacta. De estos primeros aos de la vida de Harriet Taylor se conservan algunos breves escritos y unos pocos poemas, pero ninguno puede ser fechado con seguridad; aunque s es conocida su colaboracin espordica en el Monthly Repository10, en el que se publicaron tres de estos poemas, titulados Written and Daybreak, To the Summer Wind y Nature, que pueden leerse en el Apndice I del libro de Hayek, 1951, pginas 271 a la 274. Harriet Taylor conoci a John Stuart Mill, presuntamente en 1830, en una cena en casa de William Fox. Es conocida la fascinacin mutua que sintieron al conocerse y el profundo afecto que les uni el resto de sus vidas. El crculo de amistades con las que Harriet Taylor mantena una estrecha relacin en esa poca estaba formado por William Johnson Fox y las hermanas Eliza y Sara Flower. Fox era un buen orador, pastor principal de la iglesia unitarista y editor del Monthly Repository, adems lleg a ser miembro del Parlamento por el distrito de Oldham. Fox se dio a conocer pblicamente por la defensa cerrada que hizo desde la Liga contra las Leyes de Granos en favor de la libertad de comercio en oposicin a las leyes de granos11. El reconocimiento que Fox tena entre

10. Peridico editado desde 1827 por William Fox con el objetivo de atraer nuevos eles a la Iglesia unitaria, en el que colaboraron personalidades importantes de la sociedad londinense, algunos polticos radicales y pensadores utilitaristas. 11. Discusiones tericas que se llevaron a cabo desde 1816 hasta 1846, fecha en la que se derogaron las medidas protecc