Lateralidad Cruzada   Hola Lourdes, cuando hay problemas de lateralidad la eficacia en lo que hacemos no es igual de buena, pues tenemos que hacer un mayor esfuerzo. Esto quiere decir que en tu hijo no hay un hemisferio cerebral que dirige las operaciones y otro que lo complementa y ayuda (o sí ocurre pero se reparten las funciones), esto hace que las cosas se dificulten, las respuestas y acciones sean más lentas y la eficacia no sea la misma. Tengo un artículo sobre la lectura y la importancia de la lateralidad para la misma. Para poder leer tenemos que utilizar ambos hemisferios de forma coordinada. Esto lo comprenderás cuando leas el artículo. En cuanto a la escritura, a tu hijo, es el hemisferio izquierdo el que da la orden a la mano para escribir y el que recibe la información de la misma, y sin embargo es el hemisferio derecho el que interpreta lo que lee y que escribe la mano... Tiene que hacer un esfuerzo adicional para que toda esa información (la de la mano y la del ojo) se fundan y poder producir un trabajo de escritura en condiciones. Además, debemos tener en cuenta que el hemisferio que controla o decodifica el lenguaje suele ser el izquierdo. Teniendo un ojo dominante zurdo, la información va cruazada al hemisferio derecho, desde aquí tiene que viajar al hemisferio izquierdo para ser interpretada... por el camino se pierde información y tiempo... además de ser un trabajo que debe realizarse con más esfuerzo y menos eficacia como ya he dicho antes. Un sistema nervioso que no está bien organizado (esto se ve cuando hay problemas de lateralidad, o sea, cuando la lateralidad no está bien definida o está cruzada) no puede realizar las mismas funciones con la misma eficacia del que sí lo está. Al no estar claro cuál de los dos hemisferios domina sobre el otro (pues compiten y toman la dirección cada uno de ellos según para qué funciones) es muy difícil que la persona esté bien organizada en el espacio que le rodea o el tiempo. Suele haber confusiones de izquierda y derecha, y se puede llegar a problemas como la dislexia, dificultades para aprender a conducir, desorientación y despiste... mala coordinación para bailar o los deportes... Todo esto no tiene por qué darse, pero puede ocurrir. Si tu hijo realiza esas inversiones, no entiendo por qué han descartado la dislexia. No sé mucho del tema, pero es uno de los signos de la misma (las inversiones) y otra es la lentitud o dificultades lectoras. Muchos casos de dislexia se deben a una lateralidad cruzada.

Ahora te pego el enlace a mi artículo, espero sea de tu interés, creo que comprenderás mejor las dificultades de tu hijo:

CÓMO LEE EL CEREBRO

Yo te aconsejo que visitéis a un optometrista conductual infantil, pues es el experto que examina cómo funcionan los ojos para las funciones de la lectoescritura. Conozco unos pocos, si me dices de dónde eres a lo mejor te puedo pasar datos de alguno de ellos. Y también decirte que existen expertos en el tema de la lateralidad, que además son médicos y muy buenos profesionales. Son los componentes del Instituto Médico del Desarrollo Infantil de Barcelona. Yo conozco personalmente al doctor Ferré. Te añado su página web: Jorge Ferré También hay otro centro en Valencia: Centro de terapia psicomotriz de lateralidad y de relajación Puedes leer sobre ellos y la lateralidad en mi blog: Terapias Alternativas para el Desarrollo Infantil- Lateralidad Saludos,

CÓMO LEE EL CEREBRO

El cerebro está formado por dos hemisferios simétricos. Cada uno de ellos

tiene funciones para las cuales está más especializado, pero ambos

participan en todas estas funciones, trabajando conjuntamente en todas y

cada una de nuestras interpretaciones y respuestas.

El hemisferio izquierdo, llamado también “simbólico” o “lógico”, es el

controlador del lenguaje y del procesamiento secuencial de la información.

El hemisferio derecho, llamado “visual”, “postural” u “holístico”, se encarga

de procesar la información córporo-espacial, trabaja con imágenes visuales

y controla las funciones holísticas (relativas al todo, que lo considera todo a

la vez).

El acto de leer, cuando se realiza con el hemisferio derecho, está basado en

técnicas visioespaciales y holísticas, por ejemplo palabras enteras o el

método "ver-decir". Este es el método de lectura que utilizamos en la

Estimulación Temprana y que puede comenzarse a temprana edad. El niño

pequeño es capaz de reconocer palabras completas y poco a poco va

asociando la grafía de estas palabras a sus sonidos de modo que le será

muy fácil aprender a leer palabras nuevas por sí mismo.

La lectura con el hemisferio izquierdo implica decodificar símbolos

individuales, construir palabras a partir de letras y estructuras basadas en la

fonética. Esta es la forma tradicional de aprender a leer, en la que el niño va

interpretando letras de forma individual que van combinándose para

reproducir los diferentes fonemas que forman las palabras.

Hay un momento en el proceso de aprender a leer en que el equilibrio del

cerebro pasa de derecha a izquierda, aproximadamente a la edad de 6 ó 7

años.

A esta edad, cuando comienza el aprendizaje de la lectura y la escritura en

el colegio, el niño necesita contar con unas coordenadas bien definidas y

estables y un punto de partida para poder organizar la información sobre el

papel, para no confundir “la” con “al”, las unidades y las decenas o los

conceptos anterior y posterior, añadir o quitar, etc. Cuando fallan

estas coordenadas, se produce una tendencia al desorden. Aquí es donde

puede aparecer la dislexia.

Las personas disléxicas parece que prefieren métodos de aprendizaje del

hemisferio derecho. Cuando escriben o leen tienen dificultad para aplicar

técnicas del hemisferio izquierdo.

Un dato curioso recogido en el libro de Sally Goddard "Reflejos, aprendizaje

y comportamiento":

En el lejano oriente, donde el lenguaje escrito se basa en pictogramas, la

dislexia raramente existe. Gran parte de la filosofía de oriente está basada

también en el pensamiento del hemisferio derecho, por ejemplo, la

capacidad de que el futuro, el presente y el pasado coexistan

simultáneamente. Cuando soñamos hacemos esto, de manera que sucesos

lógicamente desconectados se pueden observar juntos, a través de una

representación holística y visio-espacial.