Lester Smith - Nuestra última aventura.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    1/65

    NUESTRA LTIMA AVENTURA

    Una gua racional para la Muerte y el Ms All

    E. Lester Smith

    DEDICADO

    A TODOS AQUELLOS QUE TEMEN A LA MUERTE

    "Oh, estoy muerta! Qu maravilla!

    Prlogo

    VIAJES DE AVENTURAS

    Desde mi adolescencia siempre me ha gustado planear viajes de aventuras. Al principio meiba de excursin durante un da yo solo; ms tarde ingres en un grupo de campistas yexcursionistas y al final llegu a ser su jefe. Organizbamos, por turno, una excursin entren cada domingo, desde Londres hasta algn punto de los Home Counties, nosllevbamos un bocadillo para comer y tombamos el t en cualquier caf del camino, Enverano, a veces organizbamos un camping de fin de semana y nos llevbamos la tienda,

    preparando la comida con un hornillo. En Semana Santa y Pascua solamos organizar unaexcursin con la tienda de campaa recorriendo, por ejemplo, la isla de Wight o los SouthDowns. Tambin planebamos a veces juntos las vacaciones veraniegas, en grupos mspequeos, en un camping o en albergues de juventud opensiones, en las Islas Britnicas o en Europa, y siempre nos llevbamos lo mnimoindispensable en una mochila cargada a la espalda.Lo que quiero resaltar aqu es que todas estas excursiones tenan que serplaneadas poranticipadopor el aventurero solitario o por el jefe de grupo. El plan tena que ser preciso ydetallado, pero flexible. Si se dejaban cabos sueltos, las vacaciones podan acabar en undesastre, porque no conseguamos llegar al punto final con tiempo suficiente para volver acasa y empezar a trabajar el lunes.Si el plan era demasiado rgido, entonces la aventura se hallaba sobre todo en la mente delorganizador y la excursin resultaba muy reglamentada y poco agradable. Era necesariodejar un margen para contingencias: mal tiempo, un descanso ms prolongadosi el calor era excesivo, un atajo o un camino atractivo y una reestructuracin del tiempopara llegar al objetivo. Todo esto representaba cierta diversin y aventura dentro de lamisma excursin; cualquier hora y cualquier da podan aportar una inesperada experiencianueva que aumentaba nuestro placer.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    2/65

    En esa poca, la mayora de la gente consideraba que las vacaciones consistan en volver ala misma pensin del mismo pueblecito de la playa, ao tras ao. Una tentativa de mnimaaventura quedaba satisfecha cambiando, por ejemplo, de Southend a Margate. Todava noexistan las vacaciones econmicas organizadas, y relativamente poca gente viajaba alextranjero. Nuestras excursiones, por otra parte, aunque eran rduas fsicamente,

    desarrollaban nuestros miembros y pulmones juveniles y nos compensaban inmensamente.Eran memorables.Despus de graduarme, empec a trabajar en un laboratorio de investigacin y desarrolloindustrial. Aos despus, sintiendo la necesidad de un descanso, tras un perodo deinvestigacin intensiva, ped permiso para tomarme inmediatamente una semana demis vacaciones anuales. Me lo concedieron y pens qu poda hacer yo con aquel tiempo.Mirando un mapa de las Islas Britnicas y gustndome mucho las islas, decid hacer unaexcursin por la isla de Man, que todava no conoca. Al volver a casa compr un pequeomapa militar de la isla, recog toda la informacin gratis que pude obtener de una agenciade viajes y pregunt los horarios de trenes y barcos. En casa, puse la ropa mnima necesariaen la mochila y, junto con otras cosas esenciales, cog la comida sufciente para unos das.

    Como era vegetariano de nacimiento, me bastaron unas cuantas galletas de cereales, queso,almendras, chocolate y fruta. Mi plan consista en buscar alojamiento para dormir ydesayunar en una casa particular; a fnales de 1920 se consideraba razonable pagar doschelines y seis peniques por una noche. Y pensabacenar en un bar o en el lugar donde pasara la noche.Al da siguiente tom un tren hacia Liverpool y durante el viaje estudi el mapa yplanifiqu la excursin. Pensaba seguir la costa, entrando de vez en cuando hacia elinterior. No saba qu direccin seguir, si la derecha o la izquierda, pero al final preferhacer lo ltimo. Podra planificar cada excursin diariamente y llegar a una ciudad opueblo donde alojarme? Podra recorrer toda la distancia a pie o tendra que viajar a vecesen tren o en autobs? Hice un plan general solamente y di cierto margen a los cambios que

    me indicaran las circunstancias o mis deseos.En la travesa empec a disfrutar de mis vacaciones. El barco lleg por la noche a Douglas,capital de la Isla de Man y lugar de mxima atraccin para la mayora de turistas. Yo noestaba de humor para aquellas alegres luces y ansiaba la soledad de las montaas y de lossenderos. Sub a uno de aquellos famosos tranvas de Douglas, pequeos, abiertos por loslados, con unos bancos para sentarse y tirados por caballos. Me llev hacia el Norte, endireccin a Laxey, donde busqu y encontr alojamiento para la primera noche. A lamaana siguiente empec a subir el Snaefell, la montaa ms alta de la isla, a ms de 2.000pies, y me detuve en el camino para admirar la enorme Gran Noria de Laxey. No es unaatraccin de feria, sino un ejemplo de la industria primitiva, una estacin hidrulica queextraa el agua de las minas de plomo. Haca un tiempo esplndido y disfrut escalando lamontaa, pero la cima estaba rodeada de nubes y la visibilidad quedaba reducida a unoscuantos metros. Cuando me acercaba ya a la verde cima me perd y empec a dar vueltasun poco aturdido. La brjula me indicaba queestaba caminando en crculo, muy cerca de la cima, y gir por una pendiente suavellegando en seguida a la cima. La mayor parte de la gente se hubieran sentido solos enaquella cima desolada. Pero yo, realmente, no me senta solo, aunque era totalmenteconsciente de mi soledad (que no es lo mismo) y la disfrutaba. Observando a travs de la

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    3/65

    niebla, y con gran sorpresa de mi parte, vi a otro ser humano. No slo sent asombro, sinocasi desconcierto al encontrarme con el pastor local, que cuidaba su rebao en aquellassolitarias alturas. Ah!, dijo, debera haber estado usted aqu ayer; podan verse cincopases. (Isla de Man, Irlanda, Escocia, Inglaterra y Gales). No pude esperar a que las nubesdesaparecieran y tuve que perderme aquella magnfica vista. Baj por el otro lado de la

    montaa hacia el norte de la isla, por unas carreteras estrechas que forman parte de la rutade las carreras anuales de motos. Fui a visitar Ramsey, la Reina del Norte, y luego cruchasta la costa oeste.Al da siguiente segu la ruta de los altos acantilados de la costa oeste de la isla. All memaravill del rugido del viento y de la panormica del mar encrespado, desde la alto, ystas son las imgenes que todava guardo en la memoria cincuenta aos despus.El resto del viaje sigui de acuerdo con el plan. Continu por Kirk Michael, la antiguaciudad de Peel, y luego me dirig hacia el interior para ver el Tynewald Hill. Una vez alao, el Old Midsummer Day, el 5 de julio, la Casa de las Llaves, el antiguo parlamentoManx, se rene aqu todava, en una ceremonia al aire libre. Continu por encima de S.Barrule y por el extraamente llamado Cronk-ny-Irree-Lhaa hacia el frecuentado punto de

    esparcimiento de Port Erin, y luego hasta Spanish Head para contemplar, al otro lado, lahermosa y pequea isla, Calf of Man, al sur; desde all, otra vez hacia el este, hasta Port St.Mary y el pintoresco Castletown, la vieja capital, con el castillo Rushen y una deliciosabaha, y luego de regreso a Douglas. Volv a casa y al trabajo con el nimo renovado yentusiasmado.Aproximadamente un ao despus pas unas vacaciones mucho ms aventuradas en losAlpes con tres amigos, todos mayores que yo, de nuestro grupo de excursionistas. Fuimos aGinebra en tren y en barco y luego hasta Martigny. Desde all empezamos una excursincaminando y escalando montaas, recorriendo una larga elipse de cincuenta millasalrededor del Mont-Blanc. Esta montaa tan alta de los Alpes est situada en el punto deencuentro de tres fronteras nacionales, las que separan Francia, Suiza e Italia.

    Nuestra excursin fue un buen ejemplo de la necesidad de que los planes sean tan flexiblescomo bien hechos. No tenamos ni idea, cuando empezamos, del dilema con el que nosbamos a encontrar, Y lo solucionamos cruzando peligrosa e ilegalmente una de aquellasfronteras!Empezamos a caminar cuesta arriba hasta el idlico pueblecito montaoso de Champex, a4.800 pies. Adems de una impresionante vista de la montaa y de los bosques, y de susmaravillosas escaladas, tena un lago de una milla de circunferencia que ofreca laposibilidad de un perfecto paseo bajo una noche estrellada, despus de la cena. Un dasubimos hasta la Cabane d'Orny, un refugio de montaa al pie del glaciar Orny, a 8.800pies. Pensbamos que aquel sera el punto ms alto de nuestras vacaciones, pero, de hecho,ms adelante bamos a escalar hasta dos mil pies ms de altura. Por el momento nosquedamos en Champex unos cuantos das ms, antes de empezar el descenso hasta lacarretera de la montaa que sale de Martigny y pasa por encima del Gran Paso de SanBernardo. Llegamos a la carretera de Orsiers, que es un pueblo tpico de montaaconstruido a base de grandes bloques de piedra local y cuyos tejados estn hechos depesadas losas de pizarra que los protegen contra las tormentas invernales. Dispuestos aatravesar el Val Ferret ya subir por el Col Ferret, llegamos hasta el Gran Paso de SanBernardo, a 8.100 pies. All visitamos el Hospicio y vimos aquellos famosos perros de San

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    4/65

    Bernardo que llevan pequeas botellas de coac a los viajeros atrapados por la nieve delinvierno. Siguiendo cuesta abajo pasamos por el pintoresco pueblo de St. Remy, endireccin a Aosta, en Italia, y luego a Courmayeur, donde descansamos durante unos das.All estall el golpe.Mussolini estaba en aquella poca ejercitando sus msculos y nos enteramos de que haban

    cerrado todos los pasos para salir de Italia, excepto los del Gran y el Pequeo SanBernardo. Aquello era una gran contrariedad; habamos llegado pasando por el Gra SanBernardo y el Pequeo Paso de San Bernardo nos alejara mucho de la ruta prevista. Qupodamos hacer? Pues bien, consultamos con los guas locales de la montaa y nos dijeronque no tendramos dificultad alguna si seguamos su consejo. Nos prometieron sacarnos deItalia, pero no nos aclararon el modo en que pensaban hacerlo. Nos preguntaron si ramosbuenos escaladores. Y en realidad no lo ramos. Bueno, era igual, pero necesitbamoshachas para el hielo. Hachas para el hielo! Aquello s que era una aventura; no nosconsiderbamos unos alpinistas. Seguramente no volveramos a necesitar un hacha para elhielo y no quisimos gastar nuestros pequeos ahorros comprando una para cada uno.Preguntamos si podamos alquilarlas y nos dijeron que s. Al da siguiente salimos con

    nuestro gua, llevando nuestras pertenencias en la mochila y un hacha para hielo cada uno.Subimos por aquellas frondosas colinas hasta dejar atrs la lnea de rboles. Y antenosotros vimos un gigantesco muro vertical de piedra, que se extenda a lo lejos, a derechae izquierda. Era claramente infranqueable, pero nosotros nos dirigimos directamente hacial. Al acercarnos vimos una carretera tortuosa que suba serpenteando por aquella paredrocosa, como una escalinata irregular e interminable, constituida por peldaos separadospor tres o cuatro pies de altura. Lentamente y entre grandes jadeos, debido al ejercicio y alaire fresco, fuimos subiendo cada vez ms hasta llegar a una altitud de 11.000 pies, a dosmillas por encima del nivel del mar, y llegamos por fin a la cima. Era ms llana y podamosdivisar desde ella la cabaa de los alpinistas, el Riforgio Torino, donde pasaramos lanoche. Pero estbamos todava en suelo italiano; nuestro desafo a Mussolini tendra lugar

    al da siguiente.En el refugio cenamos y luego nos pusimos a dormir en un rincn. El gua insisti en lanecesidad de salir muy temprano, a las cuatro, para poder cruzar el campo de nieve antesde que el sol del verano la reblandeciera. Nunca, antes ni despus de aquello, pas tantofro, excepto tal vez cuando me he baado en agua inesperadamente congelada. Llevabaropa ligera y unos pantalones cortos propios del calor de un da de verano; pero era denoche, estbamos a 11.000 pies de altura y un viento glacial soplaba a travs demillas de hielo y nieve.Al llegar a la nieve nos atamos todos con una cuerda y vimos la utilidad de las hachas quellevbamos, pues nos sirvieron como una especie de tercera pierna para apoyarnos enaquella superficie resbaladiza y congelada. En algn punto de all arriba, en aqueldesolado campo de nieve, cruzamos la frontera invisible entre Italia y Francia. Desde luego,no haba guardias fronterizos italianos para detenernos. Habamos subido por el Col duGant, un paso de la cordillera del Mont-Blanc, a dos tercios de la altura de la mismamontaa. A medida que descendamos por el otro lado, la nieve aplastada iba dando paso,gradualmente, al hielo duro. Pero no era nada regular; la intensa presin de las nieves deinvierno la haba ido amontonando formando unos grandes montculos y crestas.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    5/65

    Tenamos que ir cortando el hielo para evitarlos. Pero peores an eran las grandeshendiduras, que encontrbamos de vez en cuando, unas grietas muy profundas en el hielo,demasiado largas para bordearlas, demasiado anchas para saltarlas y demasiado peligrosaspara deslizarnos por el hielo resbaladizo. Qu podamos hacer?Aquel gua alto y atltico salt primero y nos fue llamando uno a uno para que le

    siguiramos. Se apuntalaba, luego sostena la cuerda delante del que iba a saltar y daba unbuen tirn cuando la persona se encontraba en el aire. Una chica bastante bajita de nuestrogrupo estaba aterrorizada y segura de que no podra saltar la hendidura, cayendo en el aguanegra y congelada que tenamos debajo. Pero, naturalmente, lo consigui una y otra vezgracias a la ayuda del gua. Si uno de nosotros se hubiera cado, podran habernos izado conla cuerda, aterrorizados pero ilesos. Y as fuimos bajando aquel famoso glaciar, el Mer deGlace. En cuanto pudimos, cruzamos el borde izquierdo del glaciar y luego continuamospor encima de los cantos rodados de la morrena que est formada por grandes y pequeasrocas arrancadas de la montaa por el hielo y escupidas a cada lado y al final del glaciar.Fuimos, pues, bajando a tropezones casi cinco mil pies, hasta llegar a Montenvers, cercadel pie del glaciar. All haba un restaurante donde comimos, bebimos y nos felicitamos. Al

    fin y al cabo, ramos unos intrpidos alpinistas. Habamos escalado el poderoso Col duGant, a dos tercios de la altura del mismo Mont-Blanc, y habamos atravesado toda lalongitud del Mer de Glace! Pero entonces volvi a aparecer nuestro gua para despedirse ynos dej bastante deshinchados. Con nuestras cuatro hachas de hielo al hombro se disponaa volver solo de regreso, escalando el glaciar y luego bajando por aquel terrible muro deroca hasta Courmayeur, en lo que quedaba de da. Nos quedamos anonadados, pero sinembargo lo habamos conseguido con su ayuda, y para todos nosotros aquella experienciacontina siendo la mayor emocin de nuestra vida. Ahora puede hacerse toda la travesa enuna hora, poco ms o menos, gracias a una serie de cabinas colgantes. Y, considerndolo ala luz de la experiencia, s ahora que aquel muro de roca no era peligroso, sino sloterriblemente fatigoso; pero el glaciar hubiera sido muy peligroso de no haber contado con

    un gua. Nuestro mayor peligro era la posibilidad de torcernos un tobillo, porquellevbamos slo unas gruesas botas en lugar de las botas de escalar que algunos de nosotroscompramos ms tarde para otras expediciones.Despreciando la lnea frrea del cremallera, bajamos por la zigzagueante carretera hastaChamonix. Desde all seguimos caminando, todava en Francia, y pasamos unos das enArgentiers antes de volver, va Trient, hasta Martigny, y luego tomamos el tren y el barcopara regresar a Inglaterra.Afortunadamente, muchos jvenes tienen todava este espritu de aventura. Algunos siguenhaciendo excursiones y acampando, aunque si van a pie probablemente se alojarn en unalbergue juvenil, y si acampan es probable que lleven la tienda en la moto o en el coche.Sin embargo, estoy seguro de que no sienten la emocin que sentamos nosotros al hacerlotodo de la manera ms difcil y con pocos medios. Posteriormente, yo tambin heorganizado excursiones en coche, o viajes de negocios en avin por Europa y Amrica, y hedisfrutado mucho preparndolos con todo detalle, pero todos han sido realmente muchomenos arriesgados y emocionantes que aquellas primeras vacaciones.Hoy en da el espritu de aventura queda tambin empaado por ]as vacacionesorganizadas. Es tan fcil coger un puado de atractivos folletos de una agencia de viajes yseleccionar simplemente las vacaciones ms encantadoras que veas a un precio asequible.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    6/65

    Con los viajes charter y los hoteles de precio reducido para grupos resulta todo ms baratoque si viajas solo.Pero por qu os estoy contando todo esto? Qu relacin tiene con el tema de este libro?Pues, simplemente, sta. Tenemos ante nosotros un viaje que nadie puede evitar, nuestraltima aventura, la muerte y el ms all. Si viajis al extranjero es recomendable

    llevarse un mapa y una gua para el pas. La mayora de la gente se enfrenta a la muerte sinpreparacin alguna. Algunos tienen miedo y se niegan ni tan siquiera a pensar o a hablar deella; otros estn resignados o dispuestos a irse cuando les llegue la hora; hay muy pocosque tengan una idea clara de lo que les espera. A m me parece que es una cosa estpida einnecesaria y que ser una experiencia ms fcil y tal vez incluso placentera, si conocis deantemano lo que os espera. Cmo podis saberlo? En los captulos siguientes he tratado deescribir una gua lgica para el otro mundo.Mi analoga de los viajes de ultramar no es, sin embargo, exacta del todo. En realidad, noos dirigs a un lugar nuevo, a una especie de cielo en el firmamento. Os dirigiris hacia unespacio interno que, hasta cierto punto, ya conocis. Muchas personas han hablado de esteespacio interno. Exploremos este espacio con la imaginacin, de un modo lgico y sin

    sentimentalismos, basndonos en nuestra propia experiencia y amplindola. Este libro es elresultado de mis lecturas y de mis reflexiones, reforzado por perodos de silencio interno.Al hacerme mayor, he querido experimentar esta aventura con la imaginacin. Por favor,acompaadme.

    CAPTULO I

    LA VIDA EXTRA-CORPORAL

    Este libro est escrito especialmente para las personas del mundo occidental, la mayora de

    las cuales pertenecen a una u otra rama de la fe cristiana. Algunas de un modo sincero,otras, de un modo nominal, y hay otras que son francamente agnsticas. Tendr, pues, queempezar tratando de convenceros de que la vida consciente es realmente posible fuera delcuerpo fisico. Es algo triste. Si estuviera escribiendo para otras regiones del mundo, dondese profesan otras religiones, no tendra necesidad de hacerlo.Pues en estas religiones ya se habla de la vida despus de la muerte y los fieles creen enello. Si sois cristianos sinceros diris que tambin habla de ella el cristianismo. Cierto, perose ensea de un modo efectivo? Se cree en ello? Forma parte del ceremonial religioso delos funerales, pero de otro modo el tema suele evitarse, tanto por parte de la Iglesia comopor parte de los creyentes. Toda la informacin de que se dispone estos das es escasa ymuy confusa, especialmente en las Iglesias protestantes, y muy raramente se habla de ello.Existe una desconcertante conspiracin de silencio.Afortunadamente, no necesito pediros que confiis en lo que yo os digo. Tenis a vuestradisposicin numerosas pruebas y todo ha sido analizado de un modo cientfico. Pero no seconoce lo suficiente y no podemos afirmar que todas las pruebas hayan sido aceptadas porla mayora de los cientficos. Me parece una lstima, porque yo soy uno de ellos y s queactualmente la gente tiende a creerse ms las palabras de los centficos que las de losministros de la religin. Pero a la mayora de los cientficos no les interesa, porque estas

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    7/65

    ideas no concuerdan con sus actuales convicciones, y desechan las ideas sin ni siquieraestudiarlas. Los cientficos, en general, no son investigadores de la verdad, ni tienen unamente tan abierta como se suele creer. Pero sta es otra historia. Podra empezar con lapregunta de qu suponis vosotros que ocurre cuando os dorms. Lo que llamamos laconciencia viglica queda entonces en suspenso, pero podis creer que Vosotros,

    vuestro verdadero yo, ha quedado inconsciente? Eso significara que, virtualmente, dejisde existir mientras dorms y que volvis a nacer, por as decirlo, al despertaros. Yo podradecir que los sueos son una prueba de las actividades extra-corporales. Pero no lo har.Tengo una base ms firme sobre la que apoyar mi caso. Los sueos suelen ser incoherentes,fantasas inconexas, y es fcil imaginar que han sido simplemente elaborados por elcerebro, partiendo de recuerdos antiguos y recientes, cuando ste se halla libre del controlconsciente.Y esto me lleva directamente a otra argumentacin. Si vosotros sents, como yo, que elcerebro est realmente bajo control durante la vida despierta, entonces quin o qu lo estcontrolando?Naturalmente Vosotros, pero quin sois vosotros? Utilizado en ese sentido, vosotros,

    seguramente tiene que significar algn ente inmaterial, alguna entidad adicional al cuerpofsico. Para algunos de vosotros, y espero que para la mayora, lo que digo es bastanteobvio. Aunque lo creis as, muchos cientficos materialistas creen realmente que el cuerpoy el cerebro son suficientes para explicar todo el hombre. En el siglo pasado expresaroncrudamente esta idea con las palabras el cerebro segrega el pensamiento del mismo modoque el hgado segrega la bilis. Hoy en da lo hacen de un modo ms delicado, pero elsignificado es el mismo; la mente y el cerebro no son ms que aspectos distintos de una yde la misma cosa, segn proclaman estos cientficos. Adems, dado que nuestracivilizacin est basada con tanto xito en la ciencia y en la tecnologa, mucha gente creeque los cientficos deben tener razn y, por lo tanto, adoptan sus ideas.Wilder Penfield, un distinguido neurocirujano americano, empez con estas creencias.

    Dedic su carrera hacia una exhaustiva investigacin sobre el cerebro y sobre la cirugacerebral con el fin de aliviar la epilepsia y otras enfermedades debidas a un cerebrodaado. Su propia experiencia en el curso de este trabajo le oblig, a regaadientes alprincipio, a darse cuenta de que la mente es una entidad separada e inmaterial que dirige yusa el cerebro y el cuerpo para sus propios fines. Comparando el cerebro con unacomputadora lleg a la conclusin de que la mente es algo similar al programador, al serhumano inteligente que manipula la computadora electrnica como una mquina parahacer clculos rpidos.Cuando se retir, Penfield escribi un libro maravilloso:Los Misterios de la Mente, en elque describe los numerosos episodios que le llevaron a su conversin.Sir John Eccles, un cientfico ingls todava ms distinguido y que pas toda su vidaestudiando el cerebro, tuvo la misma experiencia. Al final de su vida tambin escribi unmagnfico libro en colaboracin con el filsofo Sir Karl Popper:El Yo y su Cerebro.Hacia el final escribi: Me veo obligado a creer en lo que podramos llamar un origensobrenatural de mi nica mente autoconsciente o de mi nica yoidad o alma... Gracias aesta especie de creacin sobrenatural, escapo de la increble improbabilidad de que launicidad de mi propio yo est determinada genticamente.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    8/65

    Si queris seguir el pensamiento de los cientficos, entonces hacedlo con personas comoellos. Los dos se hallaban en la situacin ms favorable para descubrir la verdad delproblema mente-cerebro, y ambos tuvieron el valor de formular nuevas conclusiones y deadmitir que al principio se haban equivocado.No he querido basarme antes en los sueos para demostrar la teora de un cuerpo

    superfsico. Pero hay dos tipos de sueos que algunas personas tienen de vez en cuando, eincluso regularmente, que nos dan pruebas de ello. El primero es un sueo muy vvido en elque nos encontramos con nuestra madre, u otro pariente prximo o amigo que ha muerto.Casi siempre esta persona muerta parece muy contenta, muy feliz y en perfectascondiciones, como al principio de su vida. A veces, al despertarnos, recordamos unmensaje o una conversacin, pero generalmente tenemos la sensacin de una felizcomunin. Yo creo que esto representa lo que podramos llamar un sueo real, unencuentro real en el otro mundo entre el durmiente en su cuerpo sutil y la persona muertaen el suyo.El otro tipo es lo que se denomina un sueo lcido. La palabra lcido no significa que elsueo sea especialmente claro y brillante; significa que el que suea se da cuenta durante el

    sueo de que est soando. En otras palabras, la lucidez no es visual, sino intelectual. Enlos sueos lcidos pensis y actuis del mismo modo que lo hacis en la vida normal.Tenis cierto control sobre el curso del sueo. Estos sueos son suficientemente conocidoscomo para que se haya publicado al menos un libro sobre el tema,Los Sueos Lcidos, deCelia Green, del Instituto de Investigaciones Psicofsicas. Est basado en materiales de losque dispone este Instituto y en otros materiales ms, procedentes de libros sobre temas msamplios. En este tipo de sueo solis ser conscientes de que os hallis en una especie decuerpo que claramente no es el cuerpo fsico normal, slido y pesado. Por ejemplo, puedeflotar o volar sin ningn esfuerzo. Saltar y volar son rasgos comunes de los sueos lcidos,tal como demuestran los dos ejemplos siguientes. El primero pertenece al libro de CeliaGreen:

    Haba una poca en que tena sueos lcidos con mucha frecuencia. Me resultaba muy

    interesante hacer cosas que no podra haber hecho en la vida normal. Por ejemplo, entrabaen las tiendas y no saba si eran tiendas de verdad, y si alguien se dara cuenta de querobaba algo. Me gustaba saltar desde una gran altura en aquellos sueos. Poda ser en mipiso o en cualquier otro edificio. Pero no haba peligro alguno, y era muy agradable saltardesde la ventana. Sin embargo, acab por asustarme y dej la prctica, porque tena miedode llegar a pensar que estaba soando cuando no fuera verdad y que pudiera tirarme desdeuna ventana de verdad.

    En el segundo ejemplo, citado por el escritor ruso Ouspensky, se ve claramente que casitodos los sentidos normales pueden aparecer funcionando en estos sueos.

    Oigo su paso cauteloso y les observo desde la ventana de una casa alta de Galata, en

    Constantinopla, situada en un estrecho callejn que da al antiguo muelle y al Cuerno deOro, con sus barcas y vapores, y los minaretes de Estambul detrs de ellos. Los soldadosromanos siguen avanzando en apretadas filas por el callejn. Oigo su pesado pasomesurado, y veo como el sol reluce sobre sus cascos. De repente me aparto del marco de la

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    9/65

    ventana en la que me apoyaba, y en la misma posicin reclinada voy volando lentamentepor encima del callejn, por encima de las casas, y luego por encima del Cuerno de Oro, endireccin a Estambul. Siento el olor del mar, el viento y el calor del sol.

    A diferencia de los sueos normales, los sueos lcidos suelen recordarse claramente al

    despertar, pero podis tener uno de ellos y olvidarlo. En caso de tener alguno, tratad de noquedar atrapados emocionalmente, en cuyo caso el sueo terminar de inmediato.Hay que procurar, por todos los medios, evitar el conflicto emocional. El ejemplo final, deOliver Fox, se refiere a este punto y tambin menciona el sentido del gusto, el nicosentido que no inclua el ejemplo de Ouspensky.

    Era muy difcil mantener el papel de observador impersonal en aquel extrao Mundo delos Sueos, y darse cuenta de que si dejaba que mis emociones dominaran mi controlmental, el sueo acabara abruptamente. Entraba en un restaurante, peda unos platos, y medespertaba al primer bocado... Conoca a una seora fascinadora y llegaba a hablar con ellaun poco, pero el simple pensamiento de un posible abrazo era fatal.

    El sueo lcido se funde con un tipo de experiencia ligeramente distinta y ms conocida.Es la que llamamos experiencia extracorporal, o segn otros, proyeccin astral, o mssencillamente separacin. Suele empezar a partir del estado de vigilia sin apenasrompimiento alguno con la conciencia. Es como si quedarais dormidos, peropermaneciendo despiertos en un cuerpo diferente, en un mundo diferente, o en un tipo deespacio diferente. Sin embargo, estas experiencias pueden empezar a partir del sueonormal, o a partir de la inconsciencia causada por la anestesia en una operacin, o a partirde una conmocin debida a una cada o a cualquier otro accidente. En este estado deseparacin, probablemente seis ms conscientes de vosotros mismos en el cuerpoinmaterial que no en un sueo lcido, y con mucha frecuencia podris mirar vuestro propio

    cuerpo fsico desde fuera. En casos menos corrientes no es ni siquiera necesario que estecuerpo normal est inconsciente; puede continuar con lo que estaba haciendo antes deocurrir la separacin: hablar, cantar, escribir a mquina, caminar, incluso conducir uncoche o una moto. Pero vosotros, con cierto sentido del Yo, del verdadero Yo, estissiempre en el cuerpo separado. Podis observar vuestro cuerpo normal, que sigue hablandocon sensatez o que sigue actuando como si perteneciese a otra persona. Podiscontemplarlo de un modo objetivo, criticando su manera de hablar o lo que est diciendo,por ejemplo.Durante el tiempo que dure esta experiencia no tenis ningn inters especial por esecuerpo ordinario y ninguna conexin personal en la conciencia con aquello que esthaciendo. Os sents felices y vvidamente conscientes en vuestro cuerpo separado, exceptoen raros ejemplos de conciencia dual. Naturalmente, tiene que existir una conexin, sopena de que el cuerpo se duerma o se desvanezca, o acte claramente como un simpleautmata. Lo que pasa es que, generalmente, no sois conscientes de la sensacin, pareceque os encontris completamente al exterior. Sin embargo, es mucho ms corriente que laseparacin empiece cuando estis en la cama o descansando en una silla.Me gustara poder escribir de una manera consciente sobre mis propias experiencias en laseparacin, pero son demasiado insignificantes para tener relevancia. Hay ejemplos mucho

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    10/65

    mejores que podis encontrar en numerosos libros sobre el tema. Para vosotros, mis propiasexperiencias no son importantes, pero para m son cruciales. Me permiten escribirpartiendo de una experiencia personal vvida, totalmente incuestionable. No se trata de unacuestin de fe. Yo s, sin posibilidad de duda, que tengo este segundo cuerpo superfsico. Ycomo supongo que no soy nico, creo firmemente que vosotros y todos los dems tenis

    este cuerpo, aunque no seis todava conscientes de ello. Pero, de hecho, probablementeseis ya conscientes de l, aunque no sea de este modo tan aparatoso. La mayora de lagente civilizada no vive demasiado en su cuerpo fsico. Centran sus intereses especialmenteen niveles superiores y tienden a vivir en sus emociones y pensamientos. Si reflexionamossobre esto os daris cuenta de que cuando estis atrapados por la emocin, o cuando algoos obliga a pensar en profundidad, en esos momentos apenas si os dais cuenta de vuestrocuerpo. Estis conscientes en otro reino, en otro estado del ser, efectivamente en un cuerposutil y no fsico. Volver a insistir en este razonamiento ms adelante.Entretanto, tenemos pruebas ms fehacientes de personas que nos cuentan sus experienciassobre la separacin o experiencia extra-corporal. Ya he mencionado el libro de CeliaGreen, Sueos Lcidos. Ha escrito otro llamado Experiencias Extra-corporales que analiza

    estos hechos extraos desde todos los ngulos. Es un libro interesante que, a diferencia delotro, no est basado en ninguna publicacin previa. Pidi, a travs de la prensa y la radio,que todo aquel que hubiera tenido tales experiencias le escribiera. Los cientos de personasque le escribieron recibieron un cuestionario para rellenar. Se recibieron 326 respuestas, alas cuales se mand un segundo cuestionario que fue contestado por 251 personas. Ellibro est basado en todas estas experiencias. Tenemos, pues, unas 300 personas corrientes,que no slo tuvieron esas extraas experiencias, sino que tambin oyeron o leyeron lapeticin y sintieron el inters suficiente como para rellenar cuestionarios. Por ello, esto nodebe ser ms que una pequea muestra. Hay muchos miles de personas entre nosotros quehan experimentado la separacin en algn momento, pero que rara vez la mencionan pormiedo a parecer excntricos o diferentes. Ms adelante mencionar a otro autor que

    consigui recoger ms de 800 casos. Parece, pues, despus de todo, que estos sueos no sontan extraos.Lo primero que dira sobre este estado de separacin es que suele recordarse siempre comouna condicin de deliciosa libertad y felicidad. Mucha gente lo acepta inmediatamente y sedeleitan con la experiencia. Otros, hay que admitirlo, quedan perplejos y asustados por sunovedad. Puede incluso que se pregunten si han muerto. O bien, tras disfrutar un rato consu aventura, de repente se sienten perdidos y no saben si sern capaces de regresar. Yo lo sporqu a m me ha ocurrido. En realidad, estos temores no tienen fundamento; en cuanto sesiente miedo, el cuerpo separado queda automticamente atrado por el fsico con el quevuelve a unirse y la persona se despierta, a veces con un sobresalto, recordando lo que haocurrido. Despus de unas cuantas experiencias como sta, ya sabes qu esperar, y que nohay razn para sentir miedo.El otro punto importante es que la mayora de estas personas son conscientes de estar en uncuerpo sutil que suele parecerse muchsimo a su cuerpo fsico corriente. Puede parecer msjoven por estar libre de cualquier incapacidad de las que obligan al cuerpo normal, por laedad, enfermedad o accidente. Si ha perdido un miembro, por ejemplo, el cuerpo sutilvuelve a estar entero. Suele aparecer vestido con la ropa o el pijama que en aquel momento

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    11/65

    est llevando en realidad, o con alguna otra prenda que lleve habitualmente. Hay personasque se ven envueltas en una tenue vestimenta, generalmente blanca. Este es el modo en quesuelen aparecer los fantasmas. Es eso tan extrao? No se os ocurre pensar que en eseestado de separacin sois un fantasma? Si consegus haceros visible a cualquier otrapersona viva (lo cual no suele ser posible ) os considerarn un fantasma y se preguntarn si

    estis muerto.Ocasionalmente, la aparicin parece tan real que puede confundirse con una persona realen su cuerpo fsico, hasta que desaparece o atraviesa una pared y se va. Otra caractersticacomn es que muchas personas miran hacia atrs y ven su propio cuerpo echado en lacama, o sentado en una silla, ya veces despierto y trabajando. Su reaccin no suele ser la dealarmarse, o escandalizarse, sino que adoptan una actitud bastante indiferente, mira, stesoy yo, ste es el aspecto que ofrezco ante los dems. Lo que resulta sorprendente es lafalta de inters que muchas personas sienten por su cuerpo fsico inerte, por su habitculonormal. La razn es que su conciencia est casi totalmente centrada en su cuerpo separado;y es ste el que se siente realmente vivo, mientras que el otro no tiene ms inters que el deun abrigo que se cuelga al entrar en una casa caliente.

    Yo no senta ningn inters por mi cuerpo fsico, ni por mi vida fsica. Slo quera seguiry prolongar aquel estado feliz de existencia donde todo era ms brillante, ms vvido y msreal que todo lo que haba conocido antes. Celia Green, Experiencias Extra-Corporales.

    Para aquellos que lo han experimentado, esta capacidad de mirar atrs y adelante de uncuerpo a otro es una prueba irrefutable de que realmente poseen este segundo cuerpo en elque la vida puede continuar independientemente del marco fsico. Estas personasinsistieron en la cualidad positiva del desapego que experimentaron, y no en laresignacin. Algunos se sintieron muy interesados por su experiencia, pero no seinvolucraron emocionalmente. Es muy fcil que la emocin impulse el retorno. El inters

    fue descrito como acadmico , crtico o inters y fascinacin objetivos. Losproblemas de la vida cotidiana son muy triviales, Fue como si todas las preocupacionesde mi vida hubiesen desaparecido. Pero algunas personas sienten compasin por suscuerpos sufrientes.El pensamiento y la memoria persisten en la forma separada, frecuentemente msagudizados que en la vida despierta. El mero hecho de pensar en otro lugar basta para volarhacia all casi al instante. La separacin es causada, en ocasiones, por la tensin, cuandonos damos cuenta de un peligro inminente, como el que nos ilustra el siguiente caso;ocurri antes de que la persona chocara realmente contra el suelo en su cada.

    Mi experiencia tuvo lugar en Harrison's Rocks, un pequeo acantilado rocoso del sur de

    Londres. Despus de dormir durante la noche, me levant un domingo por la maana y,creo recordar que sin comer nada, empec a escalar las rocas en solitario. A unos quince oveinte pies por encima del suelo resbal y ca. Objetivamente la altura no era muy grande,pero creo que me asust mucho por el posible dolor o la muerte y por un momentoabandon la idea de vivir. Mientras caa, me pareca estar a unos cinco o diez pies de lasrocas, viendo como mi cuerpo caa. Recuerdo vagamente que me hubiera gustadoinvestigar aquella extraa sensacin girando al otro lado de mi cuerpo para mirarlo.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    12/65

    Cuando d contra el suelo el dolor fue lo que me preocup de inmediato; me haba torcidogravemente los dos tobillos. Celia Green, Experiencias Extra-Corporales.

    Resulta difcil describir las percepciones sensoriales del cuerpo sutil. Evidentemente, unavez separado, no puede utilizar los rganos ni los sentidos del cuerpo fsico; ni tampoco

    tiene un duplicado de sus sentidos, aunque pudiramos creerlo as despus de leernarraciones sobre algunas experiencias de separacin. nicamente los observadores msexperimentados reconocen que el cuerpo sutil adquiere conciencia de sus alrededores de unmodo totalmente diferente y nico, es como si tuviese un nico rgano sensorial quecombina las capacidades de los otros cinco sentidos normales, incluso ms. Tal vez no hayaningn rgano sensorial localizado, pero todo el cuerpo es sensible y receptivo. Pero cmopodemos describirlo? No tenemos palabras para ello. Se ha usado el trmino sinestesia,como la sntesis de todos los sentidos, pero no resulta muy til en las narraciones de estasexperiencias. Por eso, lo que casi todos los escritores hacen, incluso aquellos quecomprenden bien la situacin, es utilizar palabras familiares como ver, sentir, oir, etc. Peroal leer estas explicaciones tendramos que imaginar estas palabras entre comillas, pues no

    tienen su significado ordinario. Estn usadas en un sentido imaginario. Si alguien dice:estaba fuera de mi cuerpo y vi un Angel, mentalmente deberais traducir la frase en algocomo Estaba fuera de mi cuerpo fsico, y en mi cuerpo sutil adquir conciencia de un Ser.No puedo describir exactamente lo que ocurri. Fue como si le viera, pero era algomucho ms importante que la visin terrenal. Tambin saba que era un Ser Espiritualbondadoso, de gran esplendor, que haba venido para ayudarme. En parte, me recordaba lasdescripciones de los Angeles que haba ledo, pero era mucho ms glorioso y msbondadoso de lo que hubiera podido imaginar.Es en gran parte esta clase de concienciacin lo que hace que la vida del otro lado sea alprincipio tan desconcertante, pero tambin mucho ms vvida y ms satisfactoria quenuestras experiencias terrenas. En comparacin, stas parecen primitivas, a pesar de

    las capacidades verdaderamente maravillosas del odo y de los ojos, en combinacin con elcerebro. Otra capacidad del estado desencarnado es la habilidad de ver en todasdirecciones y no slo desde la posicin que ocupan los ojos, y ver los dos lados deun objeto simultneamente. Esto explica el ocasional giro al revs de un objeto cuando seregresa al cuerpo. El nmero 78 puede recordarse como 87 por la dificultad dedistinguir la derecha y la izquierda. Tambin es posible ver en la oscuridad cuando uno estfuera del cuerpo, y ver a travs de los objetos, o ver su exterior y su interior al mismotiempo. El sentido del tiempo tambin puede ser distinto al del estado normal de vigilia.Varias personas han intentado visitar a un amigo cuando salan de su cuerpo.Generalmente, el amigo no es consciente de su visitante, pero a veces la presencia se ve ose siente como una impresin.La psicokinesis, es decir, el movimiento fsico de objetos mediante el pensamiento omediante el cuerpo separado, no suele ser posible. La persona es a menudo consciente deque su mano sutil atraviesa el objeto que quiere mover sin afectarlo en absoluto.Similarmente, la forma separada puede atravesar un techo o una pared sin ningunadificultad, pero a menudo la persona est inhibida por su experiencia normal y no intentaestos experimentos.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    13/65

    Hace cincuenta aos o ms, varios escritores quisieron explicar la sorprendente naturalezadel plano astral (1) sugiriendo que es un mundo de cuatro dimensiones, en lugar de las tresdimensiones del mundo normal. Para ayudarnos a visualizar la situacin presentaron unaanaloga. Se nos haca imaginar una raza de hombres planos, sin grosor alguno, confinadosen un mundo plano bidimensional. (2D) Para ellos, nuestro mundo normal tridimensional

    (3D) sera tan desconcertante como un mundo cuatridimensional ( 4D) pudiera serlo paranosotros. La analoga, sin embargo, no era muy convincente, porque casi es ms difcilimaginar hombres bidimensionales que hombres cuatridimensionales. Creo que la razn esque estamos rodeados por representaciones del mundo tridimensional en superficies planasbidimensionales, y tenemos dibujos, cuadros, fotografas y ahora imgenes televisivas. Conayuda de la perspectiva y la colaboracin de los ojos, el cerebro y la mente, no tenemosdificultad alguna para imaginar la dimensin que falta, la de la profundidad.Creo que hay una analoga mejor, la del dibujo de la sombra o silueta. Si, por ejemplo, elperfil de la cabeza de una persona est iluminado por una sola luz concentrada puedeproyectar una sombra delineada sobre una pared blanca. y entonces, tendris unaverdadera proyeccin bidimensional de la cabeza de esa persona.

    Si fuera un desconocido, os costara mucho imaginar qu aspecto tiene esa personarealmente, pues la silueta no da una indicacin de la profundidad como lo hace el dibujo.Creo que esta analoga nos permite apreciar mejor nuestra dificultad para imaginar laprofundidad todava mayor, la complejidad y amplia visin de la imagen astral.Normalmente, nosotros percibimos desde un punto fijo, el de nuestros ojos, y todo cuantovemos de un objeto slido es la parte de una superficie externa visible desde ese punto devista.No estoy sugiriendo que el otro mundo sea realmente cuatridimensional en un sentidoliteral (geomtrico). Hay otra explicacin de sus propiedades que encuentro mssatisfactoria. Pero la idea de una cuarta dimensin imaginaria puede ser til para algunaspersonas.

    Otros libros que tratan sobre el tema incluyen recopilaciones de casos, especialmenteCrookall y otros libros que explican las propias incursiones repetidas del autor en este otromundo. Tal vez el ms conocido de stos sea uno que fue publicado en 1929 por Muldoony Carrington La Proyeccin del Cuerpo Astral. Muldoon viva en una parte rural de losEstados Unidos y experimentaba lo que l llama proyecciones astrales, desde los doce aos.Tena slo veinticinco cuando empez a escribir su libro, animado por el otro autor, unfamoso escritor de temas ocultos. Por entonces, ya haba tenido cientas de estasexperiencias, algunas espontneas y otras inducidas deliberadamente. La separacin le eramuy fcil, y escribe con la conviccin de que la mayora de la gente puede experimentarlapor s misma siguiendo su tcnica. En la prctica no resulta ni mucho menos tan sencillacomo l supone. Admite que puede ser difcil para personas de salud robusta.Sorprendentemente, afirma que la separacin es ms fcil cuando el cuerpo estfatigado, enfermo o viejo: l induca un estado adecuado de pasividad reduciendo el ritmode los latidos de su corazn, algo que poda hacer a voluntad, pero algo poco comn.Luego, se recomienda la relajacin del cuerpo, mientras se mantiene la mente alertapensando en la proyeccin e imaginando con todas las fuerzas cmo el cuerpo astral seeleva por encima de la forma fsica que yace en la cama. Pero el estado emocional debe serde tranquilidad y sin miedo. Sin embargo, para Muldoon, la proyeccin con plena

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    14/65

    conciencia era a veces una experiencia desagradable, acompaada de una sensacinvibratoria de arriba a abajo, y de dolor en la nuca.Otros practicantes, especialmente Monroe (vase ms adelante) han mencionado fuertesruidos extraos en los odos, como ruidos de rugidos y rfagas de viento. Es preferible, diceeste autor, dormirse normalmente y luego despertarse en una conciencia astral. Entonces,

    uno puede despertarse del todo directamente desde ese estado, o puede volver a caerprimero en el sueo normal. El despertar directo desde la conciencia astral, especialmentesi se debe al miedo, puede ser desagradable e incluso doloroso, pues los cuerpos quedanrepentinamente en coincidencia, como dice Muldoon. El resultado es una repercusinque sacude el cuerpo.Yo mismo suelo tener ligeras repercusiones cuando intento dormirme con la mente todavaactiva. Supongo que me adormezco y tengo que volver al instante para terminar el curso demis pensamientos. De cualquier modo, esta nocin del paso desde el sueo a la concienciaastral tiene algo familiar: esto es lo que muchos de nosotros hacemos por la noche, pero aldespertar, raramente recordamos nuestras excursiones. En realidad, la separacin en s noes nada inusual, pero hemos de aprender a recordarlo, cosa todava poco comn. Muldoon

    afirma que a partir de observaciones de su familia y amigos en estado de separacin, elcuerpo sutil se separa normalmente del cuerpo fsico durante el sueo. Pero, generalmente,se mantiene a una distancia de un pie por encima del cuerpo dormido, quedando en unestado parecido al sueo, mientras los dos cuerpos van reorganizndose, por as decirlo,para el trabajo del da siguiente. A veces el cuerpo sutil puede vagar un poco, envuelto ensus propios pensamientos y fijndose poco en lo que le rodea. Pero otra s personas estntotalmente despiertas en el plano astral, aunque raramente recuerdan sus viajes por lamaana.Tal vez sea ste el mecanismo protector de la Naturaleza: en la conciencia despierta yatenemos suficientes preocupaciones como para cargarnos con el peso de nuestrasactividades nocturnas. Estas personas tienen, por as decirlo, la doble personalidad de

    Jekill y Hyde, pero es muy probable que sea el doctor Jekill quien se encuentra activo porla noche en misiones altruistas. Ms adelante volver a tocar este tema.Muchos autores han hablado de un cordn de plata que conecta el cuerpo fsico con elcuerpo sutil. Muldoon siempre fue consciente del cordn de plata que los una. Nosolamente poda verlo, sino que poda sentirlo como un cable, aparentemente blando yelstico, pero slido. Tambin senta una especie de tirn elstico del cordn, que tenda aatraerlo hacia el cuerpo, y su tensin pareca aumentar hasta que se alejaba unos diez oveinte pies de su cuerpo. Pero en cuanto consegua rebasar esta distancia, el cordn sehaca ms fino convirtindose en un hilo y dejaba de tirarle hacia atrs. Sin embargo,cuando llegaba el momento de finalizar la separacin, el cordn volva siempre a atraerlohacia atrs. Si alguna vez tenis esta experiencia, tratad de recordar que es imposibleperderse. El cordn os volver siempre al lugar sanos y salvos. Se nos dice que nicamenteal morir se corta finalmente ese cordn.Las mximas experiencias de Muldoon eran, en su mayora, montonas. Se encontraba enun mundo muy parecido al mundo normal en que viva, en un cuerpo igual a su cuerpofsico, con la excepcin de que era ligero y poda viajar libremente. Una de sus

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    15/65

    experiencias ms interesantes y convincentes fue cuando visit una extraa casa, viajandoen proyeccin astral. Pudo fijarse en su situacin, en una ciudad cercana y memorizardetalles de su interior. Vio a la familia que viva all, incluyendo a una nia de sumisma edad aproximadamente que estaba cosiendo. Ms tarde, una vez despierto, encontra aquella nia y la reconoci, presentndose y describiendo detalles de su casa que ella

    confirm inmediatamente. Se hicieron amigos y se dispusieron a llevar a caboalgunos experimentos en la proyeccin astral.Otro autor que ha escrito sobre sus numerosas experiencias extracorporales es Monroe, uningeniero en electrnica y un ejecutivo. De repente, empez a tener estas experiencias quecontinuaron y fueron hacindose ms interesantes cada vez. Como era una persona delcampo cientfico, se ofreci para reconocimientos mdicos y experimentos cientficos, ydescribi sus observaciones de un modo ms cientfico que la mayora de los otros autores.Sus experiencias en lo que l llama Locale I, que se parece mucho al mundo ordinario, eranrealmente similares a las de otras personas. Pero en su Locale II, encontr un mundo menosfamiliar en el que tuvo muchas aventuras, conoci a mucha gente interesante y converscon ellos, generalmente mediante una especie de telepata, sin palabras. El tiempo y el

    lugar parecan actuar de modo diferente. Ante su menor deseo, se encontraba en otralocalidad. Adems de escribir un libro, Viajes Extracorporales, Monroe sigui sus propiasexperiencias, elaborando unas tcnicas para inducir la misma condicin en otrosvoluntarios. Era consciente de unas sensaciones vibratorias en el cuerpo y de unos sonidosen los odos, como unos fuertes rugidos, precisamente antes de abandonar el cuerpo. Hacarelajar a los voluntarios en un colchn de agua, con unos auriculares estereofnicos en lasorejas, y a travs de ellos les transmita varios sonidos. Un tono puro en su odo, y untono ligeramente diferente en el otro se combinaban en el cerebro para producir un tonovibratorio bajo. Un sonido blanco a todo volumen para simular el rugido, ms unascampanas del templo y otros sonidos ms musicales, era suficiente para conseguir que lamayora de las personas saliesen de su cuerpo. Sin embargo, conservaban cierto grado de

    conciencia dual, podan dictar sus experiencias a una grabadora mientras sucedan. O decirque haba tenido xito en 600 personas, pero gran parte de su material tena que seranalizado todava. Ms interesante an, es que Monroe ha formado un Grupo deExploradores, formado por sus mejores sujetos, que se dedican a examinar repetidamenteestos otros mundos.Adems, cuando uno de ellos se halla fuera y narra una extraa experiencia, puedemandarse all un segundo miembro del equipo para que le encuentre y confirme suobservacin. El hecho de que las experiencias puedan ser compartidas es especialmentesignificativo y demuestra que es mucho menos probable que sean alucinaciones decualquier clase. En principio me preocupaba un poco pensar que tantas personas parecantener sus propias experiencias nicas. Pero tampoco es realmente sorprendente, pues si cienvisitantes del espacio fuesen enviados a distintos puntos separados de la tierra, contarancien historias distintas de sus aventuras. No hay razn para suponer que los otros mundossean ms uniformes que nuestro mundo conocido.En su libro La Vida Mstica Whiteman habla extensamente de sus propias experienciasespontneas que se cuentan a miles. Whiteman es catedrtico de Universidad y tambin hasometido sus experiencias al anlisis y clasificacin cientficos. Describe varios tiposdistintos de separacin y llega a la conclusin de que el grado de separacin depende del

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    16/65

    grado de conquista sobre las fijaciones emocionales e intelectuales. En sus separaciones nose limitaba a aquellos reinos o espacios parecidos a la tierra, como la mayora de la gente.El describe espacios superiores de creciente pureza y espiritualidad. Las experiencias mselevadas de Whiteman eran comparables a las de los famosos msticos cristianos y a las delos ms experimentados yoguis hindes. De stas hablar en un captulo posterior. Sin

    embargo, la actitud espiritual de Whiteman respecto a sus experiencias es digna demencin. Eran todas espontneas. Nunca intent inducir la separacin, aunque a veces tratde modificarla con la intencin de elevar su conciencia a niveles espirituales superiores, atravs del Amor y la Obediencia. Consideraba cada acontecimiento como algo que se leotorgaba para aumentar su comprensin, y l ha pagado estos regalos escribiendo librospara guiar a otros hacia la vida espiritual.Volviendo a los compiladores de experiencias extracorporales de otras personas, debomencionar que tres libros escritos por Crookall hablan de no menos de 800 casos. Conalgunas excepciones que pertenecen al captulo siguiente, no aaden mucho a lainformacin que he recogido de otras fuentes. Pero lo que ms me interes fue el ttulo desu ltimo libro Lo que Ocurre Cuando Morirnos. Como voy a intentar demostrar, ste es

    un ttulo presuntuoso y confuso. Segn mi modo de pensar, trata slo de lo que puedesuponerse que ocurre a algunas personas durante los primeros minutos u horas despus deldespertar al otro lado. Sin embargo, este ttulo del libro plantea una cuestin importante:podemos asumir que las experiencias extracorporales durante la vida fsica son unapremonicin exacta de la vida despus de la muerte?El leer sobre estas experiencias puede no ser convincente; es posible despreciarlasconsiderndolas sueos o alucinaciones, a pesar de los 2.000 casos o ms que se hanpodido recoger y de los muchos miles que deben haberse conservado como algo privado yprecioso. Pero incluso una sola experiencia vvida personal de vida en un cuerpo separado,y ms todava si el cuerpo fsico tambin se ve, es totalmente convincente. Es decir,proporciona una prueba irrefutable, por experiencia directa, de que es posible funcionar en

    este Cuerpo de Luz , como podemos llamarle. Si una persona piensa en todo esto,probablemente reflexionar y dir: S tengo este otro cuerpo -y s ahora que lo tengo-entonces cuando me muera qu va a impedirme seguir viviendo conscientemente en estecuerpo? Verdaderamente qu? Es difcil contrarrestar un argumento as.Personalmente yo estoy de acuerdo con esa persona, aunque por lo que he ledo, supongoque habr algunas diferencias de detalle en la calidad de la vida despus de la muerte, encomparacin con los breves episodios extracorporales. Particularmente creo que, a medidaque nos vamos familiarizando con las condiciones despus de la muerte, la vida se abre yflorece de un modo que pocos han experimentado durante su vida sobre la tierra. Si noestis convencidos todava, leed al menos el siguiente captulo que ofrece pruebas msdirectas.

    CAPTULO II

    EL RETORNO DESDE EL MS ALL

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    17/65

    En el captulo anterior nos dimos cuenta de que la mayora de las personas que han pasadopor una experiencia extracorporal tienen una gran certeza de que se encontrarn conexperiencias similares despus de la muerte. Todos dicen Como podra ser de otromodo?. S por mi propia e incontrovertible experiencia que puedo estar realmente vivo yconsciente en este segundo cuerpo, totalmente separado de mi cuerpo normal, y cuando lo

    pierda con la muerte, nada puede impedirme vivir en mi segundo cuerpo.Y nada les har desistir de su certeza. Pero el materialista que no ha tenido esta experienciay no quiere admitir estas ideas turbadoras que daran al traste con todas sus conviccionesanteriores qu puede decir? Dir que son sueos o alguna clase de alucinaciones, todomenos aceptar las ideas a las que su mente est cerrada. Dudo que alguna vez podamostener pruebas materiales de la vida despus de la muerte, pruebas que incluso el cientficoms obstinado se vea obligado a aceptar. Todo cuanto podemos esperar es una granacumulacin de casos que, por su similitud y sinceridad, sean suficientes para convencer ala gente de mente abierta e inquisitiva.Qu pasara entonces si alguien se muriera de verdad y luego regresara, recordando comoera estar muerto? Gracias a los progresos mdicos en la resucitacin, realmente hay cientos

    de personas que lo han hecho. Algunas personas han muerto ahogadas o por un ataque alcorazn. A veces se ha intentado resucitarlas pero sin xito. En algunos casos incluso se haescrito un certificado de defuncin. Sin embargo, por lo que sea, tal vez por los ruegos deun pariente, el doctor ha vuelto a intentarlo y el paciente, clnicamente muerto, haresucitado gracias a un masaje al corazn ya la respiracin artificial, o a algunas tcnicasms modernas. Algunas personas a las cuales les ha sucedido sto no recuerdanabsolutamente nada de lo que pueden haber experimentado en el otro lado. Pero otras,cientos de ellas, recuerdan claramente estos acontecimientos y pueden relatarlos al doctor oa un pariente cercano. Unas pocas personas murieron dos veces en un intervalo de pocosaos. En una ocasin no recordaron nada, pero en la otra tuvieron experiencias vvidasextracorporales.

    Dos mdicos americanos, el doctor Raymond A. Moody, Jr. y la doctora Elisabeth Kubler-Ross, pasaron varios aos recogiendo datos de estos casos sin saberlo, cada uno por sulado. Pero fue Moody quien sac la primera publicacin bajo el ttulo: La vida despusde la vida. Su editor debi haber odo hablar de la otra investigacin y le mand a ladoctora Kubler-Ross un primer ejemplar del libro. Ella replic, en efecto, que poda haberescrito un libro exactamente similar, porque sus descubrimientos se correspondanperfectamente. De hecho, escribi un prlogo para el libro. Los casos de los que habla sontodos annimos; en algunos ejemplos esa fue la condicin que puso la persona que loshaba relatado.Los casos de estas personas tan prximas a la muerte son similares en muchos aspectos alos que hemos estado considerando de personas ms o menos sanas. Pero, a menudo,incluyen algunas caractersticas adicionales, tres de las cuales son bastante sorprendentes.Con mucha frecuencia la experiencia empieza cuando la persona, liberada de su cuerpomoribundo, pasa por un tnel oscuro con una luz en el otro extremo. Al salir de l, sueleencontrarse con una entidad benefactora y bondadosa, que podramos llamar Cristo o Dios,pero que normalmente no tiene forma; puede describirse simplemente como un globo deluz o como un Ser de Luz.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    18/65

    Esta entidad invita al individuo, amablemente pero con firmeza, a repasar toda su vidaanterior. y esto se le facilita desplegando ante l una especie de pantalla tridimensional decine o televisin, sobre la cual se contemplan los ms importantes acontecimientos desu vida. Algunas personas afirman que todos los pequeos episodios por ms triviales quefueran, quedaron plasmados all. Resulta interesante el hecho de que el Ser simplemente

    dirige la atencin del observador, invitndole a reconsiderar sus acciones, preguntandoespecialmente cunto amor verdadero o altruista inclua cada una de ellas. El Ser nopronuncia juicio alguno; simplemente invita a la persona a juzgarse a s misma. Con lavisin y comprensin ms clara de este otro mundo, la persona encuentra al desnudo todassus ilusiones y pretensiones y se ve obligada a realizar un juicio verdadero, por msdoloroso o humillante que pueda ser.Podramos pensar que esta revisin tan detallada debera durar toda otra vida, o al menosmuchas horas. Pero aquellos que lo han experimentado comentan a menudo que el tiempoparece totalmente distinto en ese otro mundo -de hecho casi no existe- como si el presente,el pasado y el futuro coincidieran en el momento presente. Frecuentemente, por la rapidezde la resucitacin, hay pruebas de que la revisin pudo haber durado slo unos minutos

    del tiempo terrenal ya veces slo unos segundos.Otro punto interesante es que este experimento extracorporal puede sucederle a cualquierpersona que haya estado expuesta a un peligro extremo, pero que de hecho escap viva, cono sin heridas. Tena un miedo mortal y sufri una especie de muerte psicolgica en lacual dej su cuerpo por unos instantes. En el captulo anterior tenamos el ejemplo de unescalador que cay de una roca y abandon su cuerpo durante el tiempo que tard en caerunos veinte pies. Moody habla del caso de un motorista que derrap de la carretera y dejsu cuerpo durante el tiempo en que el coche vol por los aires, aterrizando al final de unterrapln. Escap con lesiones leves. Otro ejemplo sacado del segundo libro de MoodyReflexiones sobre la vida despus de la vida nos habla de una persona que quedatrapada en un incendio con numerosas explosiones. Vio como venan a rescatarle, pero

    estaba seguro de que morira antes de que pudieran llegar hasta l. En su terror dej sucuerpo y experiment una revisin de su vida pasada. Luego retorn y qued asombrado alver a los rescatadores a un paso de su persona. Lo salvaron, pero sufri graves quemaduras.Moody no nos habla de ningn caso completo. En cambio ha clasificado las experienciasrelatadas por sus personajes en 15 situaciones distintas, cada una de las cuales estilustrada con varios retazos apropiados sacados de sus narraciones. Insiste en el hechode que cualquier persona en particular mencionar slo algunas de estas situaciones; lasotras puede haberlas experimentado sin darse cuenta o sin recordarlas, o tal vez estuvieranausentes. Parece que Moody nunca pregunt a sus personajes: les dejaba contar su historiay tomaba notas o las grababa. Sin embargo, lo que nos ha proporcionado es una especie decaso compuesto idealizado e imaginario que ilustra las 15 situaciones. En la prctica,ninguna persona las mencion todas; el mayor nmero del que hablaron algunas personasfue de 12, aunque algunas hablaban de 8 ms. Cada elemento ha salido por lo menos envarias narraciones y algunos son casi universales. El orden en el cual ocurrieron, o fueronexplicados, difera algo de un caso a otro.Parece interesante repasar el detallado anlisis de Moody sobre los 15 componentes de laexperiencia. Esto nos permitir tener una mejor impresin de las condiciones que sigueninmediatamente a la muerte. Tambin resulta interesante ver la similitud de este cuadro

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    19/65

    con las descripciones anteriores: porque, contrariamente a lo que l supona, Moody no fuela primera persona que escribi libros sobre estas experiencias extracorporales. Yointerpolar algunos de mis propios comentarios.El primero es el de la Inefabilidad. Por ms breve que sea su experiencia, a la persona leresulta obvio que las condiciones de este otro mundo son distintas en muchos aspectos a las

    de la tierra, an sin tener en cuenta la repentina ausencia del dolor y la sensacin deligereza. No existen palabras para describir ese mundo. Todos estn de acuerdo en ello,pero mientras que algunos quedan enmudecidos, otros intentan la imposible tarea deencontrar palabras, por ms inadecuadas que sean, para describir lo que pasa.Una mujer explic que el mundo fsico es tridimensional, que tiene 3 direccionesfundamentalmente distintas, en ngulos rectos, izquierda-derecha, delante y detrs, arriba yabajo. Pero este otro mundo tiene ms de 3 dimensiones. En las primeras dcadas delsiglo se sola describir el plano astral de los espiritistas en trminos de una cuartadimensin (geomtrica y no el tiempo como en el mundo de Einstein del espacio-tiempo).Personalmente yo no creo que esta idea de una cuarta dimensin sea literalmenteverdadera, pero sirve para describir por analoga algo de la peculiaridad de esta nueva clase

    de espacio.A continuacin tenemos el Odo. Inmediatamente despus de dejar el cuerpo fsicoenfermo, la atencin de la persona se dirige a menudo hacia atrs, hacia el mundo fsicoque acaba de dejar tan recientemente y de un modo tan misterioso. Tal vez vea su cuerpo ylos mdicos o parientes que tratan de revivirlo, tal vez les oye diciendo que est muerto, ydiscutiendo la manera de intentar resucitarle. Los mdicos quedan a veces asombradoscuando despus les dicen exactamente lo que ellos dijeron o hicieron, presenciado ycontado por una persona que estaba indudablemente inconsciente o incluso clnicamentemuerta en aquel momento.La mayora de las personas hablan de Sensaciones de Paz y Calma. Como dijo una mujervctima de un ataque cardaco: Comenc a experimentar las ms maravillosas sensaciones.

    No poda sentir en el mundo ms que paz, tranquilidad y comodidad, simplemente laquietud. Senta que todos mis problemas haban desaparecido y pens: Qu tranquila y enpaz me siento y no me duele nada.El factor siguiente que Moody menciona es El Ruido. Aunque segn otras narraciones,especialmente las de Monroe, ste puede esperarse antes de que ocurra la muerte real. Elsonido, percibido solamente por algunas personas, puede ser especialmente desagradable, otolerable. Ha sido descrito como un fuerte zumbido o timbre; alternativamente, puede serun rugido o un silbido como el viento. Otros pueden or campanas o una hermosa msica,pero es ms probable que se haya odo esto cuando ya se est realmente en el estadoextracorporal.La experiencia del Tnel Oscuro ha sido ya mencionada. Hay descripciones alternativasde una caverna o un pozo, una chimenea, un vaco o una alcantarilla o un valle -el vallede la sombra de la muerte?. Algunas personas hablan de una cada a travs del espacio.Moody dedica 20 pginas a Fuera del Cuerpo, dando numerosos ejemplos de las notasque haba tomado de sus casos y comentndolos. Puesto que la mayora de la gente seidentifica con el cuerpo fsico la mayor parte del tiempo, resulta un shock encontrarseseparados de l en otro estado de existencia, desde el cual pueden a veces ver su cuerpodesde lejos. No es sorprendente que al principio suelan estar confundidos y tal vez

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    20/65

    no relacionen la experiencia con la muerte. Algunos tienen miedo y tal vez el pnico leshaga intentar regresar al estado fsico.Otros, como se ha dicho, estn bastante tranquilos y aceptan inmediatamente la nuevacondicin. Podemos sospechar que lo han experimentado muchas veces mientras dorman,aunque nunca, antes, les haya quedado ningn recuerdo en la conciencia viglica. Estas

    personas, ya de por s, no sienten pesar alguno en dejar el cuerpo, y si no fueran retenidospasaran tranquilamente a la vida del ms all. Despus de un intervalo de confusin, unamujer record que haba pensado, Oh, estoy muerta! jQu maravilla!Unas pocas personas se dan cuenta de que son conciencia pura desencarnada, sin ningncuerpo. Otros sienten (o imaginan?) que tienen un cuerpo que, de alguna manera, separece al fsico.Otros se quedan tan asombrados por todas las cosas extraas que pasan que ni siquieraconsideran su propia situacin. El Cuerpo Espiritual, como Moody lo llama, se reconocea veces primero por sus limitaciones; en este cuerpo es imposible comunicarse con otraspersonas que estn vivas y despiertas. Para ellos se es invisible; no te oyen si les hablas, siquieres tocarles, no responden, y tampoco se tiene sensacin de tacto alguno. Incluso

    parece que las personas vivas caminan a travs de nuestro cuerpo espiritual sin nisiquiera darse cuenta! Es de lo ms frustrante!Las caractersticas positivas del cuerpo espiritual son difciles de explicar con palabrascorrientes. Todos parecen estar de acuerdo en que no pesa nada y que carece tambin de lasensacin de equilibrio que mantiene el cuerpo fsico recto y firme en sus movimientos.Por otra parte, el cuerpo espiritual tiene libertad para desplazarse a cualquier partevoluntariamente casi al instante, y puede pasar a travs de los obstculos fsicos. Cuando sepercibe este cuerpo, puede aparecer transparente o con aspecto de nube.Ya hemos mencionado la aparente carencia de tiempo de este estado. Otra caracterstica,sealada por algunos, es la facultad de pensar de un modo claro y rpido. En otras palabras,se usa la mente que no es fsica, libre del cerebro fsico que acta lentamente. La

    percepcin en este estado no parece depender de unos rganos especializados como losojos y las orejas: es como si todo el cuerpo pudiera recibir impresiones, de modo que unopuede ver en todas direcciones, por as decirlo. El odo puede ser traducido en palabras,debido a la rutina, pero realmente es algo parecido a la telepata, una comunicacin de unamente a otra, directamente, en pensamientos, en ideas no verbalizadas. Otra observacinconsoladora para cualquier persona tullida o que haya perdido el uso de alguna parte de sucuerpo es que, a pesar de todo, el cuerpo espiritual aparece perfecto y en su totalidad.Al principio, la incapacidad para lograr cualquier contacto con las personas vivas puede darorigen a la soledad y a una sensacin de aislamiento: pero esto desaparece ms tarde alencontrar otras personas en su cuerpo espiritual, incluyendo a los parientes muertosanteriormente.Todo esto nos lleva al siguiente apartado de Moody, El encuentro con otros. Algunaspersonas, en este estado extracorporal tan prximo a la muerte, son vvidamenteconscientes de que se encuentran con parientes y amigos muertos que ofrecen un aspectomuy parecido al que tenan en la tierra, aunque generalmente ms jvenes y ms radiante.Otros tienen alguna percepcin de estas personas, pero slo como espritus desencarnadoscon los cuales pueden establecer una comunicacin mental. Unas entidades espiritualesdesconocidas, llamadas a veces ngeles, pueden encontrarse tambin en una de estas dos

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    21/65

    formas. A menudo, se le dice al visitante que su hora no ha llegado todava, que tiene quevolver y completar su perodo de vida en el cuerpo fsico, que tiene que continuar algunatarea inacabada, cuidando a la familia y otras cosas. Esta idea suele provocar unmomentneo resentimiento, pues la vida, desde el otro lado, parece muy poco atractiva.Pero, despus de reflexionar, se suele aceptar de buen grado recuperar la carga de la vida

    terrena. El hecho de que sta sea considerada generalmente como una carga debera ser ungran alivio para todas las personas que tienen miedo de morir y que se apegan a un cuerpofsico dolorido y gastado, tal vez ms tiempo del debido.Los siguientes apartados, El Ser Luminoso, La Revisin, han sido ya considerados concierto detalle.A continuacin, llegamos a la Barrera o lmite. Algunas personas hablaron de unaespecie de barrera para pasar al otro lado. Sintieron, o les dijeron, que si cruzaban nopodran regresar, pero que realmente deban regresar y vivir su vida fsica. La barrera seinterpretaba, de varios modos, como agua (la ribera Estigia?), una niebla gris o una valla.Contarles a los dems estas experiencias es todo un problema, porque la mayora de lagente no quiere or hablar de estas cosas.

    Tratan de darles poca importancia y las consideran sueos y alucinaciones o, simplemente,como una imaginacin, o incluso como prueba de desequilibrio mental. Esto puede serperjudicial para el sujeto para quien estos acontecimientos fueron una de las experienciasms vvidas y reales de toda su vida. As que se callan o, pensando en estas reacciones,nunca se lo cuentan a nadie, a menos que alguien parezca interesado. La sugerencia de quela imaginacin tiene algo que ver en ello es especialmente absurda, por la misma razn deque estas experiencias son totalmente inimaginables. Esto es, precisamente, lo que les da suimpacto y su calidad memorables. Nada remotamente parecido haba ocurrido nunca antes.Aunque las enseanzas religiosas o algunos libros hubieran preparado al individuo, hastacierto punto, los verdaderos acontecimientos fueron muy distintos a cualquier cosa quehubiera podido nunca imaginar, Tampoco hubo nada ambiguo, irracional o semejante a un

    sueo en ellos, era algo nuevo, extrao y difcil de explicar, pero realmente ocurri y lamente y la atencin estuvieron, en todo caso, ms alerta que en la vida normal viglica.Cules fueron los Efectos Sobre la Vida de estas experiencias prematuras de la muerte?En conjunto, fueron efectos positivos. Las personas encontraron que su vida tena mssentido y era ms profunda' se volvieron ms reflexivas y se preocuparon ms por losltimos problemas filosficos. Su vida tendi a tener otro objetivo ya ser menos egosta,Adquirieron una mayor conciencia de la vida de la mente y prestaron menos atencin alcuerpo que antes. Tambin sintieron ms preocupacin y compasin por los dems yun deseo por encontrar un sentido ms profundo a la vida, y en general, por llevar una vidamejor. Estos cambios tan profundos y persistentes suelen seguir a una conversin religiosao a la prctica del yoga. Es casi imposible que se deriven de una simple alucionacin, talcomo sugieren los escpticos.Una nueva Opinin sobre la Muerte es la consecuencia natural de estas experiencias. Lapersona siente que tiene cierto conocimiento directo del acontecimiento, y ya no necesitabasarse en conjeturas o en enseanzas religiosas bastante ambiguas. Tambin, y tal vez ellosea lo ms importante, desaparece todo temor a la muerte; a su debido tiempo, serbienvenida. La supervivencia despus de la muerte parece ahora una cosa cierta, pero nohay ninguna inclinacin al suicidio para precipitar su llegada. Tenemos una nueva

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    22/65

    comprensin del propsito de la vida en la tierra, as como de la muerte. Aquellas cruelescreencias religiosas con recompensas y castigos despus de la muerte son desechadas. afavor de una comprensin ms racional.El decimoquinto y ltimo elemento que Moody discerni en sus cientos de casos fue laCorroboracin. Se refiere a la comprobacin de los detalles o acontecimientos en el

    mundo fsico observados desde el estado extracorporal, y de los cuales se habla cuandouno regresa. En general, la comprobacin resulta bien: los mdicos han quedadoasombrados ante las descripciones tan detalladas de los intentos que hicieron pararesucitarlo mientras el paciente estaba clnicamente muerto. Muchas de estas narracionesfueron hechas por pacientes que tenan poco o ningn conocimiento mdico, de modo queno pudieron inventarlo. En algunos casos, Moody pudo preguntar al paciente y al mdico, oa cualquier otra persona involucrada, para comparar sus informes.En su segundo libro, Moody habla de otros cuatro elementos citados por algunas personasque disfrutaron de un prolongado perodo extracorporal; pero ninguno fue citadonicamente por una persona.La Visin del Conocimiento parece corresponder a las experiencias msticas de las que

    nos habla Whiteman, desde unos niveles del otro mundo ms elevados que aquellos que sealcanzan normalmente en breves experiencias extracorporales -un reino de existencia enel cual todo conocimiento, ya sea del pasado, presente o futuro- pareca coexistir en unaespecie de estado atemporal... un momento de iluminacin. Las personas estuvieron deacuerdo en que la experiencia era inexpresable y no pudieron retornar con un recuerdocompleto de ella. Los msticos experimentados no utilizaran el trmino conocimiento,sino ms bien comprensin, visin interna, sabidura o iluminacin, porque estopertenece a un estado de suprema bienaventuranza, ms all del alcance de la mente. Peronicamente aquellos que lo hayan vislumbrado podrn comprender plenamente de lo quese trata.Cudades de Luz fue una frase utilizada por varias personas para describir visiones de

    ciudades celestiales correspondientes a las ideas tradicionales del Cielo.Algunas personas se encontraron con Un Reino de Espritus Confundidos, poblado porespritus que parecan hallarse en un estado infeliz de depresin, correspondiente, tal vez,al purgatorio.Tenan una descorazonadora desazn interna y vagaban de un lado para otro, sin rumboalguno, en una regin triste y deprimente.Otros sugieren que eran suicidas y personas muy apegadas a la tierra, desposedas de sucuerpo fsico antes de estar preparadas para la muerte y la vida despus de ella.Los Rescates Sobrenaturales describen la experiencia de algunas personas que parecanhaber sido rescatadas de la muerte tras un accidente potencialmente fatal, por unasentidades o seres espirituales.Un breve captulo nos presenta algunos paralelos muy prximos a estas experiencias deescritos mucho ms antiguos, como por ejemplo: la Biblia, Platn, El Libro Tibetano de losMuertos y Swedenborg. De hecho, existen muchas otras narraciones, algunas de las cualesse mencionarn en captulos posteriores.Si queris saber cmo es la vida en algn punto remoto del mundo, por ejemplo en el Tibeto en Bali, entonces, el mejor modo de averiguarlo es ir all y verlo por vosotros mismos. Sino fuera posible, debis hablar con alguien que haya estado all y tal vez ver sus fotos. Hoy

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    23/65

    tenis tambin mtodos menos directos, tales como libros de viajes, pelculas y latelevisin. Exactamente las mismas consideraciones pueden aplicarse para conseguir elconocimiento de este mundo interno. Deberamos ir all en persona o hablar con otros quehayan estado all. Pero todava hay muy pocas personas que sepan la manera de ir, aunquemuchos hayan sido llevados all durante breves perodos, sin saber exactamente cmo

    ocurri.Mentalmente, podemos descubrir la manera mediante rduas prcticas de yoga. (Vasecaptulo VI). Puesto que hay pocas personas preparadas para ello, debemos conformarnoscon el testimonio de los visitantes y comparar sus relatos.He dicho antes que Moody no fue el primero en recoger informes sobre personas quehaban tenido una experiencia extracorporal inducida por la proximidad con la muerte.Mencionar tan slo uno de los ejemplos anteriores. En 1901, Robert Crookall publicEl Estudio y la Prctica de la Proyeccin Astral, que presentaba 160 casos de historiasbreves, 21 de las cuales eran de personas que estuvieron a punto de morir. De todos loscasos, 13 hablaban de la experiencia del tnel, 5 se encontraron con el Ser Luminoso, 4hicieron un repaso de sus vidas y unos cuantos ms hablaron de la ayuda recibida por parte

    de unos ayudantes.Vemos, pues, que estos extraos sucesos nos son explicados en trminos similares portodos los que los han experimentado. Adems, dejan una impresin muy fuerte en cadaindividuo. Esto inspira la confianza de que estn verdaderamente hablando de casosgenuinos y no imaginarios. Personalmente, no he tenido una experiencia as, tan prxima ala muerte. Sin embargo, en mis breves estados extracorporales y en otras experiencias pudeconfirmar personalmente un cierto nmero de las descripciones de Moody.Estas incluyen. el sonido de campanas; un rugido parecido al viento, al salir del cuerpo; lainefabilidad; paz y tranquilidad; visin de conocimiento; nueva visin de la muerte; nuevacomprensin del propsito de la vida en la tierra; y un fuerte efecto sobre mi propia vida.Un cierto nmero de personas que murieron y regresaron -o que casi murieron, si prefers

    decirlo de este modo- fueron recibidas por parientes que haban muerto anteriormente.Parece algo natural y apropiado, pero el escptico convencido puede seguir considerndolocomo imaginacin. Yo s, con seguridad, que mi propia madre estaba all para recibir a mipadre cuando ste muri en su sueo, pero esa es una historia demasiado personal paraentrar en detalles. Tal vez resultara ms convincente que pudiera decir que alguien planedeliberadamente visitar a alguna persona en particular que haba muerto algunos mesesantes e indujo una experiencia extracorporal con ese propsito especfico. Bueno, puespuedo decirlo. Robert Monroe, que fue mencionado en el ltimo captulo, hizoexactamente esto, con xito, no una sola vez sino tres veces. Visitando a su propio padre ya dos amigos ntimos en el otro mundo. Describi estas visitas en su libro Viajes Fuera delCuerpo.

    El doctor Richard Gordon tena ya ms de cincuenta aos cuando se convirti en el mdicoy amigo de la familia Monroe. Gordon tena dos grandes manas: se preocupabacuidadosamente de s mismo, comportndose deliberadamente de una manera sosegada,como si deseara vivir mucho; luego, cuando alguien le visitaba en su despacho, mirabadesde su oficina interior y fijaba los ojos con gran intensidad, sin decir palabra. (Esto esimportante para lo que sigue) .

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    24/65

    Un da, Monroe le visit y Gordon le confes que no se haba sentido bien ltimamente,pero que sin embargo iba a hacer un viaje a Europa para visitar pases que no conoca. EnEuropa cay gravemente enfermo y aunque se encontraba con grandes dolores volvi a sucasa para recibir tratamiento. Tena un cncer incurable. Entonces, Monroe pens que erael momento de mencionarle sus experimentos extracorporales. Puesto que Gordon estaba

    demasiado enfermo para poder visitarle, Monroe decidi mandar a su esposa una carta paraque se la leyera al enfermo en cuanto ste pudiera escucharla. Gordon pidi que se le leyerala carta, una y otra vez, antes de morir.Despus de esperar unos tres meses, para que Gordon pudiera integrarse en el otro mundo,Monroe decidi tratar de visitarle, un sbado por la tarde. Sali de su cuerpo exclamandomentalmente: Quiero ver al doctor Gordon! Despus de lo que a l le pareci un largoviaje, fue guiado a un lugar parecido a una gran institucin.Le hicieron entrar en una habitacin y le dijeron: Espere, y el doctor le recibir dentro deun minuto. Haba varios hombres en la habitacin escuchando a un joven de unos 22 aosque les hablaba con excitacin. Pero no haba seal del doctor Gordon. Haca un calorinsoportable, o as se lo pareca a Monroe, y pens que tendra que regresar. Pero antes se

    dirigi de nuevo hacia el grupo de hombres, dudando en preguntarles algo sobre el doctorGordon. En aquel momento el joven dej de hablar, se volvi y mir fijamente a Monroe,antes de continuar su conversacin. Monroe se fue, considerando el experimento como unfracaso.El sbado siguiente volvi a intentarlo, pero en el momento preciso en que dej su cuerpollamando al doctor Gordon, una voz dijo junto a l: Por qu quieres volver a verle? Ya leviste el sbado pasado. Monroe qued tan sorprendido que regres enseguida a su cuerpofsico y estuvo pensando sobre lo que haba pasado. Revisando sus notas otra vez, se diocuenta de que el joven que haba visto era el doctor Gordon, pero con un aspecto deveintids aos en el otro mundo, en lugar de los setenta; la mirada intensa que le dirigi eraexactamente su antigua mirada. Monroe nunca le haba conocido a esa edad, pero ms

    adelante vio una foto suya de cuando era joven, que corresponda exactamente a su visinextracorporal.Agnew Bahnson era otro buen amigo y piloto aficionado. Senta un gran inters por lainvestigacin sobre la antigravedad y hablaba de ello a menudo con Monroe. Este sehallaba en viaje de negocios, en Nueva York, y en una ocasin se ech a dormir una siestaen la habitacin en su hotel, puesto que tena tiempo para ello. Justo en el momentoanterior al sueo, oy la voz de Bahnson dicindole: Hay un modo de demostrar laantigravedad. Todo cuanto tienes que hacer es demostrrtela a t mismo y t has sidoentrenado para hacerlo. Monroe saba lo que quera decir, pero careca del valorpara intentarlo; anot la hora, las tres y cuarto. A su vuelta a casa, su esposa le dijo queBahnson haba muerto al tratar de aterrizar con su avin en un campo. El le pregunt:Esto sucedi hace dos da, a las tres y cuarto? y ella le contest que as era.Unos meses ms tarde, Monroe trat de conectar con Bahnson en un viaje extracorporal.Sali de su cuerpo llamando a Bahnson y viaj en la oscuridad hasta detenerse en unapequea habitacin tambin bastante oscura. Poco despus, Bahnson apareci y lereconoci, dicindole, Bob, nunca creers todas las cosas que han ocurrido desde quellegu. Eso fue todo, pero era precisamente el tipo de cosa que Bahnson hubiera dicho,dado su especial inters por nuevas experiencias.

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    25/65

    Ms tarde, el padre de Monroe muri, tras varios meses de parlisis y de incapacidad parahablar, despus de un ataque; tena 82 aos. Transcurrieron varios meses antes de queMonroe intentara visitarle, concentrndose en la personalidad de su padre para que leayudara. Nuevamente viaj largo tiempo en la oscuridad, luego se detuvo en lo que parecaser un hospital. En una pequea habitacin encontr a su padre, con el aspecto de unos 50

    aos, y todava con un aire bastante cansado. El muerto se volvi y vio a su hijo y le hablo:Qu ests haciendo aqu! Monroe estaba demasado excitado para hablar, y su padre locogi por debajo de los brazos y lo levant por encima de su cabeza, como sola hacercuando Monroe era pequeo. Al preguntarle por su salud el padre replic: Ahora muchomejor; el dolor ha desaparecido. Pero con el recuerdo pareci escaprsele la energa yMonroe se dio cuenta de que era el momento de irse.Ya he dicho que, en general, los ministros de la religin tienen slo una vaga idea queofrecer respecto a lo que sucede despus de la muerte. Quiero hacer alguna enmienda,terminando este captulo con una honrosa excepcin. S por casualidad os gusta la msicaclsica, probablemente conocisEl Sueo de Geronte, ese hermoso arreglo musicalrealizado por Elgar sobre un poema del Cardenal Newman. He aqu el principio del dilogo

    entre el Alma de Geronte, que acaba de morir, y su Angel Guardin.

    Alma de Geronte:

    Me qued dormido y ahora me siento nuevo.Una extraa sensacin: pues en m sientoUna indecible ligereza, y una sensacinDe libertad, de completa libertadComo nunca jams. Y qu tranquilidad!Ya no oigo el rpido latir del tiempo,No, ni mi jadeo al respirar, ni el reforzado pulso;

    Y todo momento es similar al otro.Este silencio instila una soledadEn la esencia misma de mi alma;Y el profundo descanso, tan consolador y dulce,Tiene algo tambin de firmeza y dolor.

    Otra maravilla; alguien me tiene cogidoDentro de su amplia palma;Una presin uniforme y suave me diceQue no me muevo yo, sino que me empujan.Oid! Es como un canto; peroDe esa msica no puedo asegurarSi oigo, toco o saboreo sus notas.Oh! Qu meloda tan subyugadora!

    CAPTULO III

  • 7/23/2019 Lester Smith - Nuestra ltima aventura.pdf

    26/65

    EL TESTIMONIO DEL ESPIRITISMO

    Algunos lectores se preguntarn cmo he llegado tan lejos en este libro sin mencionar elespiritismo. Otros prefieran tal vez que me haya basado en la evidencia ms directa depersonas vivas, para demostrar reinos de la existencia ms all de nuestra conciencia

    viglica normal, y la supervivencia de la muerte fsica. No puedo aceptar todas lasafirmaciones del espiritismo en su valor nominal.Tampoco apruebo realmente los mtodos utilizados. Segn mi punto de vista, es peligrosopara los asistentes y para la persona muerta que se obliga a volver a las condicionesterrenas, cuando esto sucede realmente, la cual pasa con mucha menos frecuencia de la queafirman los mediums y de lo que creen los asistentes.En el siglo XIX, el movimiento espiritista tena un cariz cientfico y atrajo a sus filas aalgunos cientficos eminentes. Trataba de demostrar a la sociedad elegante y materialistadel mundo occidental la existencia del otro mundo, ms all del de nuestros cincosentidos, y la realidad de la supervivencia. Tuvieron lugar muchas sesiones espectaculares,en las cuales, y de modo incuestionable, unas entidades desencarnadas eran atradas y

    puestas en comunicacin con los asistentes. El mtodo ms utilizado para la comunicacinera el de golpear la mesa, con un cdigo establecido de golpes para transmitir los mensajes.A veces se oan voces con sonido de trompetas, que los asistentes crean reconocer comolas voces de sus parientes muertos. En otras sesiones, tenan lugar materializaciones de lasformas del espritu, generalmente en forma de entidades muy tenues y fantasmales, pero aveces como cuerpos substancial es materializados, que llegaban a pesar unas sesenta librasms o menos. Incluso se habla de un espritu materializado que levant del suelo el cuerpoencogido de una medium. Un ingeniero de Belfast llamado Crawford y otros demostraron,de forma concluyente, que cualquier peso adquirido por formas de espritu materializado, opor los bastones ectoplsmicos, usados para levantar mesas y para mover otros objetos, eraigual al peso perdido por la medium, excepto las pequeas prdidas sufridas por los que

    estaban presentes. Naturalmente, los escpticos atribuyeron todos estos fenmenos alfraude, pero los cientficos cualificados, que hicieron sus observaciones objetivas yadecuadas, estaban completamente convencidos de que los fenmenos que observaban erangenuinos, por ms sorprendentes que fueran. Eso no quiere decir que todos los mediumsfueran genuinos. Algunos recurrieron al fraude, especialmente aquellos que habanconseguido resultados genuinos pero cuyos poderes empezaban a fallar bajo el tremen