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1 PROYECTO ALTERNATIVO DE NACIÓN 10 Puntos para lograr el renacimiento de México (Documento a discusión) * Esta propuesta fue elaborada por una comisión integrada por Arnaldo Córdova, Enrique González Pedrero, Luis Javier Garrido, José María Pérez Gay, Víctor Flores Olea, Lorenzo Meyer, Rogelio Ramírez de la O, Adolfo Hellmund, Juan José Paullada, Octavio Romero Oropeza, Luis Linares Zapata, Ignacio Marván Laborde, Julio Scherer Ibarra, Jaime Cárdenas, Luciano Concheiro, Héctor Díaz Polanco, Elena Poniatowska, Laura Esquivel, Víctor Manuel Toledo, Cristina Barros, Víctor Suárez, Bolívar Echeverría, Armando Bartra, Jesusa Rodríguez, José Eduardo Beltrán, Agustín Díaz Lastra, Antonio Gershenson, Claudia Sheinbaum Pardo, Asa Cristina Laurell, Raquel Sosa Elízaga, Martha Pérez Bejarano, Bertha Elena Luján Uranga, Irma Eréndira Sandoval y Jesús Ramírez Cuevas.

Libro proyecto alternativo de nacion

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  • 1. PROYECTO ALTERNATIVO DE NACIN10 Puntos para lograr el renacimiento de Mxico (Documento a discusin)* Esta propuesta fue elaborada por una comisin integrada por Arnaldo Crdova,Enrique Gonzlez Pedrero, Luis Javier Garrido, Jos Mara Prez Gay, Vctor FloresOlea, Lorenzo Meyer, Rogelio Ramrez de la O, Adolfo Hellmund, Juan Jos Paullada,Octavio Romero Oropeza, Luis Linares Zapata, Ignacio Marvn Laborde, Julio SchererIbarra, Jaime Crdenas, Luciano Concheiro, Hctor Daz Polanco, Elena Poniatowska,Laura Esquivel, Vctor Manuel Toledo, Cristina Barros, Vctor Surez, BolvarEcheverra, Armando Bartra, Jesusa Rodrguez, Jos Eduardo Beltrn, Agustn DazLastra, Antonio Gershenson, Claudia Sheinbaum Pardo, Asa Cristina Laurell, RaquelSosa Elzaga, Martha Prez Bejarano, Bertha Elena Lujn Uranga, Irma ErndiraSandoval y Jess Ramrez Cuevas.1

2. INDICE1. Promover la revolucin de las conciencias y un pensamiento crtico 32. El Estado al servicio del pueblo y de la nacin 233. Democratizar el acceso a los medios de comunicacin 464. Por una tica republicana y el combate a la corrupcin585. Crear una nueva economa826. Combatir los monopolios 1047. Abolir los privilegios fiscales para redistribuir la riqueza con justicia 1188. El sector energtico, palanca del desarrollo nacional 1519. El campo y la soberana alimentaria 18010. Estado de Bienestar y el derecho a la felicidad2042 3. Captulo 1Promover la Revolucin de las conciencias y un pensamiento crticoFrente a la degradacin de la sociedad, el desmantelamiento de las institucionespblicas, la destruccin de la naturaleza, la desigualdad, la corrupcin, ladeshumanizacin, la concentracin del poder y de la riqueza, es imprescindible eimpostergable un profundo cambio poltico, econmico, social, cultural y, sobre todo,moral, tico.Alcanzar el crecimiento econmico, la democracia, el desarrollo y el bienestar, slo serposible con una revolucin de las conciencias sustentada en la cultura del pueblomexicano, en su vocacin de trabajo y en su generosidad; con valores sociales como lasolidaridad, el respeto a la diversidad, el sentido de comunidad, el amor al prjimo y ala naturaleza y la proteccin del medio ambiente, que impidan el predominio del dinero,del engao, de la corrupcin y del afn de lucro, sobre la dignidad, la moral y el biencomn.Superar la crisis moralLa actual crisis de valores tiene su origen en los principios neoliberales de la oligarquaque justifican el individualismo, la desigualdad social, el abuso de poder y laantidemocracia. Esa minora que domina la economa y el poder, impone susconcepciones y sus intereses, por encima del inters pblico, de las necesidades y delbienestar de la mayora de la sociedad.Una nueva forma de vidaImpulsaremos una forma de vida donde cada mujer y cada hombre sin importarcondicin social, tnica, creencias o preferencias sexuales valga por su trabajo, susacciones solidarias, su fraternidad, su lealtad a las normas de convivencia y sus aportesal bienestar de la sociedad; una sociedad en la que prevalezcan la dignidad, el honor, latica y la bsqueda de la felicidad. Un pas donde la virtud sea el hbito de hacer elbien, en el que la mayor satisfaccin de cada uno sea el bienestar de todos, y donde serecupere el espritu de servicio a la comunidad.Recobrar el sentido de comunidadEsa es la piedra angular de este proyecto. Hay que colocar a la comunidad y a la vidacomunitaria en el centro de la nueva sociedad. Recuperar los valores de lascomunidades rurales y urbanas que an existen y resisten por todos los rincones delpas, y que forman parte de la idiosincrasia nacional. Superar el individualismo y elegosmo, mediante el ejercicio crtico frente al poder, la violencia de la desigualdad, laignorancia y el oscurantismo.Impulsar una tica poltica 3 4. La vida pblica ha sido corrompida por la subordinacin de los polticos a los interesesdel mercado y de los potentados. La corrupcin, la demagogia, el corporativismo, elclientelismo, el paternalismo y el autoritarismo, son prcticas perversas de la poltica.La tica poltica demanda la participacin del pueblo en los asuntos pblicos y elcumplimiento de la obligacin de actuar en funcin de los intereses de los ciudadanospor parte de los servidores pblicos. La sociedad debe adoptar una actitud conjuntacontra la injusticia, el racismo, el sexismo, la opresin, la desigualdad y la corrupcinque forman parte del sistema de dominacin. Y entender la justicia como un biencolectivo, como equidad de trato hacia todos y deberes comunes para eliminar cualquiertipo de opresin.Crear instituciones de participacinLa democracia efectiva es el poder del pueblo. El espritu republicano nace de laconviccin de que el inters pblico corresponde al inters general. La comunidaddemocrtica proviene de la intervencin de los ciudadanos en la vida pblica. Larecuperacin ciudadana de las instituciones implica la ampliacin de la democraciarepresentativa, comunitaria y participativa: con elecciones limpias, rendicin de cuentasde partidos, gobernantes y representantes populares; creando figuras electoralesciudadanas y de participacin social en la decisin y ejecucin de planes y programasde gobierno; con el reconocimiento y respeto de la democracia comunitaria que sepractica en pueblos y comunidades indgenas; y con la instauracin de mecanismos deconsulta y participacin ciudadana.Promover una cultura democrticaUna conciencia de la responsabilidad entre ciudadanas y ciudadanos, implica aceptar lapluralidad, entender que todos tenemos los mismos derechos y reconocer la desigualdadde oportunidades que actualmente impera y, por tanto, la necesidad de la equidad.Hacerse cargo de las tareas pblicas, proponer, vigilar y participar en las decisiones degobierno. La cultura democrtica se construye en el ejercicio de los derechos, en laconviccin de que el Estado somos todos. Esta cultura democrtica tambin implica eldilogo y la accin de los ciudadanos hacia un fin comn, la solidaridad de todos, elrespeto y la ayuda mutua de los diferentes, as como la existencia de un Estado plural yjusto.Impulsar una visin integral de los derechos humanosLos derechos y las garantas individuales deben ser firmemente asegurados, junto conlos derechos colectivos econmicos, sociales y culturales. En esto consiste el enormepoder moral de los derechos humanos, hoy negados en la prctica en Mxico. Laslibertades civiles y polticas slo pueden ejercerse a plenitud si se cumplen el derecho albienestar, a la educacin, a la seguridad social, a la propia identidad y a las condicionesde vida que hacen la felicidad de los hombres en sociedad. Es un imperativo ticoincorporar plenamente los derechos humanos a la Constitucin y hacerlos cumplir. Paraser completamente libre, una persona requiere satisfacer sus necesidades mselementales de sobrevivencia (alimentacin, vestido, salud, habitacin, seguridad devida) y de convivencia. 4 5. Diversidad biolgica y culturalMxico es uno de los tres pases con mayor diversidad cultural y biolgica del mundo.El corazn de esta doble riqueza, herencia milenaria, est en los pueblos indgenas y enlas comunidades agrarias, en sus relaciones con la naturaleza y en la vida comunitaria.El colonialismo cultural ha negado la diversidad, imponiendo una visin nacional nicay excluyente, de la misma forma que los modelos agroindustriales acaban con la enormevariedad de recursos de la naturaleza y con el modo de vida campesino. Un Mxicopluricultural y biodiverso implica crear nuevas condiciones democrticas, de igualdad yequidad para los pueblos originarios, no slo culturales sino tambin econmicas,polticas y sociales, as como formas de producir que conserven la riqueza biolgica. Laautonoma indgena es una forma concreta de ejercer el derecho a la autodeterminacinen el marco de la unidad nacional, potestad reconocida por las leyes internacionales.Por una modernidad alternativaNuestro proyecto est inscrito en el contexto planetario. Hoy se vive una crisis de lacivilizacin industrial, del capitalismo tardo, materialista y tecnocrtico. El destino dela nacin no est aislado de lo que ocurre en el mundo. El reto poltico del pas estambin un dilema civilizatorio: o seguir alimentando una modernizacin que explota,margina y enajena a la ciudadana; que vuelve al mundo un lugar de mayordegradacin; que es una amenaza ecolgica; que concentra los capitales y pone a lapoltica al servicio de las lites; o, por el contrario, una modernidad alternativa basadaen el equilibrio ecolgico; el uso democrtico y racional del agua; la energa limpia, labiodiversidad, la tecnologa y los conocimientos cientficos, el control social delmercado y de los poderes polticos, la democracia participativa y la recuperacin de lacultura en tanto riqueza diversa y factor dinmico de nuestra historia. Esto suponereconocer la necesidad de descolonizar el pensamiento. Asumimos como referentes lasvisiones basadas en el buen vivir y las valiosas innovaciones culturales, morales,polticas e ideolgicas nutridas en la vida de nuestros pueblos originarios yafroamericanos. En consonancia, la transformacin que proponemos representa uncambio democrtico del poder poltico y la reconstruccin del poder social.El nuevo espacio de lo pblicoHay que detener la mercantilizacin de los espacios pblicos y convertirlos en centrosde la vida democrtica. Frente a la apropiacin privada de todas las esferas de la vida (lasalud, la educacin, la ciencia, la cultura, el ocio), promovemos la creacin yampliacin constante del espacio de lo pblico (lo que es bueno para todos y el espaciocomn de todos), para que se constituya en lugares, mbitos, dimensiones, en dondeconfluir, habitar, dialogar y convivir los unos con los otros. Un espacio de la diversidady la pluralidad cultural. Crisis de valoresEs difcil exagerar la importancia que, para la actual coyuntura que vive el pas, revistenlos valores. La crisis que vivimos no es slo econmica: tiene que ver tambin con laprdida de principios fundamentales, y su sustitucin por otros que provocan oincrementan la descomposicin y la desorganizacin de la sociedad. El desbarajuste de 5 6. las normas se expresa como una crisis moral profunda. A esta dimensin de nuestraproblemtica se la puede denominar la crisis de valores.Esta situacin slo puede explicarse en el marco de la vorgine social, econmica ypoltica que vive el pas en los ltimos tiempos. Es debido a estos cambios que losprincipios y normas que nos eran familiares se estn sacudiendo, pues, como lo haadvertido el maestro Adolfo Snchez Vzquez, la realidad moral no consiste en unconjunto de patrones de comportamiento universales e inalterables, sino que aquellavara con los cambios histricos. Asimismo, existe una variedad de moralesconsideradas a lo largo del tiempo, en la medida en que las representaciones y prcticasmorales se suceden y desplazan unas a otras; y en el seno mismo de sociedadescomplejas como las actuales compiten concepciones morales diferentes y opuestas. Unaverdadera batalla entre concepciones morales contrapuestas, que se corresponden convisiones diversas de cmo deben conducirse los asuntos de la sociedad y hacia qumetas, tiene lugar en nuestro pas. La tarea de la tica en la sociedad mexicana actual esentender a qu condiciones concretas conciernen los modelos morales en pugna y, enparticular, cmo en los ltimos lustros una minora imbuida de los principiosneoliberales, poderosa econmicamente y enquistada en el poder, intenta haceraceptable las ideas, los sentimientos, las reglas y los valores que derivan de susprcticas y modo de vida y, al mismo tiempo, intenta desplazar todas aquellastradiciones y valores populares que se le oponen.A qu se debe, de dnde surge la moral de la minora que intenta imponer a toda lasociedad? El imperio de un sistema que no valora lo humano, sino el beneficio, no es unfenmeno espontneo ni es el fruto de ninguna ley natural o social. El deterioro moralque sufrimos encuentra su raz en los procesos socioeconmicos que han tenido lugar enlas ltimas dcadas. Nos referimos a la instauracin de un rgimen socioeconmico y alsistema poltico que lo acompaa: el neoliberalismo. Este orden no es slo econmico ypoltico, sino tambin cultural, y por esa va procura que prevalezcan ciertos valores,cierta visin del mundo, cierta moral. A sta se asocia una especie de religin del dineroy de la ganancia fcil, una dura actitud de acendrado egosmo que no muestra el menorinters por la comunidad, que se desentiende de los que no tienen poder poltico nidinero, ni forman parte de la propia elite.De su prctica extrae el sector dominante sus normas, sus principios, sus reglas morales.Una moral de la pequea elite dominante, misma que ha ido pugnando por imponer susvalores y sus fines al resto de la sociedad, particularmente en ltimo cuarto de siglo. Endiferentes medidas, esta moral oligrquica ha ido permeando en algunos sectores de lasclases medias acomodadas, en los medios masivos de comunicacin (particularmentelos electrnicos), brega por penetrar profundamente en las aulas y ha llegado hasta elcorazn de algunos ambientes religiosos. Como una mancha en expansin, como uncncer, amenaza con diseminarse por todo el tejido social.Las elites devotas del nuevo Dios de la globalizacin de los negocios, entre las quedestaca la oligarqua mexicana, se han deslumbrado tanto por el mercado que hanquedado ciegas para ver la realidad que est ms all de sus particulares intereses. Peroan en este terreno, esto es, la creencia en el carcter sagrado e inevitable del mercadocomo alfa y omega de toda vida humana, hay un doblez: los grupos que conforman laoligarqua econmico-poltica pregonan y creen en la magia del mercado, fingen alsostener que ste no debe ser perturbado por la intervencin del Estado, por la accin 6 7. pblica, sobre todo si sta se orienta a modificar situaciones injustas y favorecer a lasmayoras. Este es un ejemplo de la hipocresa que esconde sus verdaderos valores pues,bien vistas las cosas, en realidad creen todava con ms vehemencia aqu s confranco fundamentalismo que el Estado tiene un papel fundamental. Slo que en lanica accin del Estado en que creen, es aquella en que ste trabaja afanosamente parafavorecerlos.Se trata de una moral de doble rasero. Segn uno de ellos, se insiste en el supuestoalejamiento del Estado de la actividad privada, particularmente de los negocios, lo quereclama desregulaciones de todo tipo, buscando ocultar que las mentadasdesregulaciones son de suyo un tipo de regulacin estatal, slo que casi siempre a favorde un sector y en perjuicio de los dems. Pero cuando las desregulaciones y otrasmedidas estatales que promueven en su provecho conducen a situaciones de crisis, congraves consecuencias para las mayoras, se muestra la otra cara de sus reglas deconducta. En estos casos, confan especialmente en el Estado para recomponer lascosas, recoger las ruinas que ellos mismos produjeron e incluso para volver a crear lascondiciones en las que las leyes supuestamente naturales del mercado imponennormas que les permiten seguir enriquecindose. El pensamiento neoliberal reduce lasfacultades del Estado a garantizar los negocios de una minora y a dar seguridad jurdicaa sus inversiones. Considera como un hecho natural la desigualdad y la pobreza.Asumimos un enfoque tico completamente distinto. Nunca ha habido, ni habr,mercados que se auto regulen; pero, siempre que se permita, habr un grupo deinters dispuesto a construir todo un andamiaje supuestamente econmico, y susreferentes morales: la supuesta neutralidad del mercado y su nunca probada capacidadde dar a cada uno lo suyo, y otros tpicos por el estilo, mientras veladamente lamaquinaria poltica-estatal trabaja para esa minora. No es que la sociedad se dividaentre los que quieren que el mercado siga su cauce natural y los que, en cambio,quieren que el Estado intervenga para regular, sino que no hay mercado natural alguno,sino un sistema de exaccin de la riqueza que depende para su funcionamiento (en unsentido u otro) de la intervencin poltica, fundado en principios y presupuestos moralesen el ms estricto sentido. Y esos valores son de un signo moral. Es decir, la economano depende de mecanismos naturales de la sociedad, sino que arranca de un entramadotico que la orienta y la hace funcionar, sea para la mayora, sea para nfimas minoras.As, la visin de la economa de libre mercado que se ha instaurado en el pas a laque subyace una moral del ms porfiado egosmo responde a principios, reglas ymetas que pueden ser calificados, desde el punto de vista de una tica de la mayora, deantivalores sociales que se presentan y se imponen como los valores generales einevitables. Esa visin oligrquica debe ser sustituida por una moral que ponga en elcentro del inters pblico el pleno desarrollo de las capacidades humanas y el bienestarde todos los ciudadanos.Pero el empeo de que las cosas deben funcionar segn su particular visin del mundo,provoca en la oligarqua un gradual autismo, un peligroso ensimismamiento. Y con eseextravo, ese alejamiento del pas real que se confunde con los pequeos guetos deopulencia y derroche en que se mueve, conduce a Mxico por una senda que, llevadahasta sus ltimas consecuencias, supondra una especie de demolicin nacional, puesimplica abandonar todos los principios y atributos culturales, laboriosamenteconstruidos durante siglos, que dan sentido a la vida de las personas, un mnimo de7 8. cohesin a la sociedad y le permite funcionar como tal.Bajo el dominio y control de estas elites, el Estado est abandonando susresponsabilidades y funciones elementales frente a la colectividad nacional, su espesormoral, para convertirse en un mero administrador de los intereses de un pequeo grupo.Por su parte, los sucesivos gobiernos priistas y panistas, cada vez ms alejados de unatica de servicio al inters general, de defensa de los intereses nacionales, de resguardodel patrimonio cultural construido por muchas generaciones y de preocupacin por elbienestar de cada uno de los ciudadanos que ha caracterizado a la sociedad mexicanaen los mejores momentos de su historia, no han hecho otra cosa que empobrecer alpas y hacerlo cada vez ms dependiente. En el concierto mundial, el pas ha sidoachicado en trminos econmicos, polticos y morales. Concomitantemente, en esferasfundamentales los mexicanos no slo no hemos ampliado nuestras libertades yderechos, sino que stos se han visto cada vez ms disminuidos (por ejemplo, enlibertad de expresin y derecho a la informacin), mientras se llevan a cabo otrosrecortes (como es el caso de los derechos laborales).Debido a todo ello, fundamentalmente, millones de mexicanos han quedado en elabandono, mientras a las nuevas generaciones no se les ofrecen opciones de vida sino laprecariedad y la ms cruel incertidumbre. A la oligarqua nada parece importarle. No esslo que no se est atendiendo adecuadamente a los empobrecidos que ya fueroncreados por la maquinaria del capitalismo salvaje, sino que no se cesan de promover lascondiciones para que millones queden sin empleo y sustento digno, sin educacin queles garantice condiciones para reproducirse y labrarse un futuro, mientras se abrenanchas avenidas para la depredacin de nuestros recursos y el saqueo de la riquezapblica por parte de un capitalismo rapaz.De seguir por ese rumbo, el porvenir del pas sera cancelado a cambio delenriquecimiento desmedido, casi demencial, de un pequeo grupo. Tiene razn IgnacioRamonet cuando reflexiona que con el auge de la globalizacin econmica, salimos delcapitalismo industrial para adentrarnos en una era de capitalismo salvaje cuya dinmicaprofunda es la desocializacin, la destruccin del contrato social. Por eso se estnrespetando tan poco los conceptos [morales] de solidaridad y de justicia social. Y esamoral de la minora desocializadora es la que se proclama por todos los medios como elmodelo de lo que, segn sus idelogos, denominan vida buena. Para nosotros, por elcontrario, la vida buena o el buen vivir estn ntimamente asociados a la socializacinpermanente que se sustenta en la justicia y la solidaridad.As, pues, en el Mxico actual anidan dos sistemas morales principales. El ya descrito,que promueve una minora de enriquecidos hasta el hartazgo, con sus antivalores; y elque todava orienta las ideas, los sentimientos y los fines de la mayora del pueblomexicano, de la resistencia cultural al sistema dominante. Parafraseando al poetaRamn Lpez Velarde: El nio Dios nos escritur un establo/ y la moral oligrquica eldiablo. Por fortuna, la moral oligrquica no ha conseguido ahogar la moral popular quetiene profundas races en nuestra historia. En el pueblo mexicano, especialmente en losde abajo, en sus bases populares rurales y urbanas, en sus comunidades y pueblosindgenas, en sus trabajadores, as como en las clases medias sensibles y responsables,en sus intelectuales y acadmicos comprometidos y honrados, en los ciudadanos queapoyan las causas sociales y democrticas, anidan muchos valores que sonfundamentales para impulsar e inspirar los grandes cambios que necesita el pas. Esa8 9. reserva, que no ha podido ser desgastada por la tica del egosmo y el afn de lucro, hayque acogerla como materia prima preciosa para la regeneracin de la vida pblica deMxico. Estamos convencidos de que la inmensa mayora de los mexicanos, no cultivael odio, el individualismo o la codicia como modo de vida, sino que an conserva elsentido de comunidad, de solidaridad, de respeto, de tolerancia y amor por el prjimo.Por ello se requiere impulsar en el pas un nuevo estilo de vida, de acuerdo con el cualla mujer y el hombre sin importar edad, creencias o preferencias valgan por sutrabajo, sus acciones solidarias, su fraternidad, su lealtad a las normas de convivencia,sus aportes al bienestar de la sociedad, y no por la posesin de dinero o por laconcentracin de poder. Una sociedad en donde primen la dignidad, el honor y losprincipios, y la felicidad no consista en acumular riqueza, bienes materiales oprivilegios, como sea y a costa de lo que sea. Un pas en donde la mayor fortuna de cadauno sea el bienestar de todos; en donde la ms alta satisfaccin consista en estar biencon uno mismo, con nuestras conciencias, en la misma medida en que se est bien conlos dems, con la diversidad de prjimos, mediante la convivencia y el espritu deservicio a la comunidad. Diversidad cultural y derechos de los pueblosUna de las grandes novedades de nuestra poca radica en la reflexin constante yreformulacin de temas de gran actualidad vinculados al renacimiento de lasidentidades: desde la pluralidad, la igualdad, la justicia y la libertad, hasta cuestionesrelativas a la sustentabilidad medioambiental, los recursos naturales, la territorialidad, elpatrimonio cultural, la equidad de gnero, la participacin popular, el pluralismojurdico, la paridad lingstica y las formas de gobierno en las sociedades cultural ytnicamente diversas, como es el caso particularmente de Mxico.Impactadas por estas tendencias, diversas organizaciones internacionales han elaboradoy aprobado documentos importantes sobre diversidad cultural, patrimonio cultural yderechos socioculturales especficos que habran sido impensables en etapas anteriores.Ejemplos notables son las convenciones de la Organizacin de las Naciones Unidaspara la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) Para la salvaguarda delpatrimonio cultural inmaterial, de 2003, y sobre La proteccin y la promocin de ladiversidad de las expresiones culturales, de 2005; as como la Declaracin de lasNaciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indgenas, aprobada en 2007. Estebloque de principios y derechos debe ser incluido en nuestra carta magna y ser unaplataforma medular de la nueva sociedad y el nuevo pas que queremos construir. Adiferencia de otras naciones, en materia de reconocimiento de la diversidad, en Mxicono slo nos hemos quedado empantanados, a raz de las fallidas reformas que tenancomo fin la incorporacin en la Constitucin de los Acuerdos de San Andrs, sinoque en varios aspectos hemos retrocedido.Requerimos superar el esquema de hegemona cultural, inclinada durante dos sigloshacia la homogenizacin mediante la imposicin de una nica concepcin del mundo,que choca con los pilares axiolgicos del pluralismo que permitiran el despliegue detoda la riqueza cultural propia del pas.En la Convencin sobre la proteccin y la promocin de la diversidad de las 9 10. expresiones culturales (2005), la UNESCO ha establecido que la diversidad culturalse refiere a la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos ysociedades, entendiendo que estas expresiones, como norma, no constituyen unidadesestticas ni aisladas unas de otras, sino que se transmiten dentro y entre los grupos ylas sociedades. Habra que agregar que la diversidad no se presenta como un conjuntode culturas en perfecto equilibrio, sino como un entramado dinmico de tensiones,presiones mutuas, fricciones y, a veces, conflictos entre valores y estilos de vida.En ese horizonte, lo cultural no se reduce a las llamadas bellas artes o a lasactividades e iniciativas de pequeas lites privilegiadas. Ms bien, de acuerdo con laDeclaracin Universal sobre la Diversidad Cultural (2001), en la comunidadinternacional se afirma el consenso de que la cultura debe ser considerada como elconjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos quecaracterizan a una sociedad o a un grupo social y que ella abarca de manerafundamental los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores,las tradiciones y las creencias.En tal sentido, las actuales sociedades humanas estn marcadamente caracterizadas porsu diversidad cultural. De hecho, humanidad y diversidad parecen ir de la mano, y nohay visos de que ello vaya a cambiar esencialmente en el horizonte predecible. Estavariedad de condiciones culturales, constituidas por una multitud de etnias y pueblos,totalizan una enorme riqueza en forma de sistemas de organizacin social, lenguas,smbolos, creencias y saberes tradicionales, a las que se suman constantes innovacionesde todo tipo.La Constitucin poltica expresa (artculo 2) que la nacin mexicana tiene unacomposicin pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indgenas. Estadeclaracin de principios es el reflejo de una realidad sociocultural cuyo reconocimientofue largamente aplazado. Recin a principios de los noventa del siglo pasado, bajo unafuerte presin de los pueblos, finalmente la pluralidad de raz fue incluida en la cartamagna. Sin embargo, este reconocimiento ha sido slo formal y sin efecto prctico. Conindependencia de ello, histricamente la diversidad cultural de Mxico est asociada demodo sealado (aunque no exclusivamente) con la presencia de los conglomeradosindgenas que se extienden por casi toda la geografa del pas.Prcticamente sin descanso, las polticas pblicas aplicadas en el pas han golpeadodespiadadamente a las comunidades y pueblos, indgenas y no indgenas. Esas polticasson en gran medida responsables de la trayectoria descendente (incluso demogrfica)que sufrieron durante dcadas los pueblos y comunidades. El indigenismo convencionaldebe ser considerado pieza maestra de las diversas fuerzas de todo tipo (desde lassocioeconmicas y culturales hasta las polticas) que se conjugaron para buscar ladisolucin de los pueblos como tales.De qu indigenismo estamos hablando? Conviene aclarar que aqu no nos referimos ala nocin de sentido comn que aplica el calificativo de indigenista a las ideas,sentimientos y prcticas que manifiestan aprecio hacia los grupos indgenas y susexpresiones socioculturales. Aplicada a ciertos comportamientos y actitudes, puederesultar vlida. Pero la nocin terico-poltica que utilizamos aqu tiene otro sentido yalude, en rigor, a posiciones y procesos muy diferentes. Se refiere a un conjunto depropuestas tericas y a las prcticas consecuentes que fundan las polticas de los10 11. Estados latinoamericanos, en especial durante el siglo XX. A ese enfoque se ledenomina integracionismo, dado que su propsito es integrar a los pueblos indgenasen la cultura nacional, mediante la disgregacin de sus sistemas sociales y el despojode sus recursos. As considerado, el indigenismo integracionista es todo, menosfavorable a la preservacin y el florecimiento de los pueblos autctonos y otrascomunidades.Tales polticas son el reflejo, y en varios sentidos la causa, de la heterogeneidad tnicano resuelta. Los indigenismos estatales que han padecido, y padecen an, nuestrospueblos, implican polticas concebidas por los no indios, para ser aplicadas a los otros.La consulta y el consentimiento previo a los diversos pueblos jams han sidopracticados por esos gobiernos. Aunque varios instrumentos internacionales (incluyendoel Convenio 169 de la OIT y la Declaracin sobre los derechos de los pueblos indgenasde la ONU) contienen la norma de la consulta y el consentimiento de los pueblos, lossucesivos gobiernos han hecho caso omiso de ello (no obstante que sus representacionesante los organismos internacionales han suscrito y celebrado dichos documentos congran alharaca). Las polticas de los gobiernos priistas y panistas no han resuelto conjusticia las cuestiones que implica la diversidad y, en cambio, han sido extremadamentehomogeneizadoras y destructoras de culturas. Dada esta dolorosa experiencia,afirmamos que dichas polticas no son la solucin a los problemas que hoy sufrennuestros pueblos y comunidades; ms bien, aqullas son parte de los problemas aencarar.La promesa original de los gobiernos postrevolucionarios fue, segn sus idelogos,procurar la integracin del indio a la sociedad nacional, con todo y su bagaje cultural.El balance es completamente diferente. Ninguno de los resultados del integracionismoaplicado hasta hoy, aunque ahora se disfrace de multiculturalismo avala la metainicial de respetar las especificidades socioculturales. Al contrario, ha dejado a su pasouna trgica estela de disolucin cultural, destruccin de identidades, miseria social,despojos, opresin poltica y conflictos cada vez ms agudos.No es sorprendente entonces que el autonomismo indgena y no indgena se perfilara enlos aos noventa del siglo XX, como una fuerte reaccin frente a la poltica oficial.Contrario a sta, el autonomismo rechaza las visiones evolucionistas que conciben a lospueblos indgenas como reminiscencias o restos del pasado incrustados en elpresente. Con la autonoma se afirma el derecho de los pueblos no slo a existir, sino aautodeterminarse; y se replantea su voluntad de ser parte de la nacin en nuevascondiciones democrticas y de igualdad.El principal fundamento de la autonoma es, en efecto, el derecho de los pueblos a laautodeterminacin o libre determinacin, una potestad que es reconocida ampliamentepor los instrumentos internacionales. La autonoma es una forma de ejercicio concretode este ltimo derecho: un sistema por medio del cual los grupos socioculturales ejercenel derecho a la autodeterminacin en el marco de la unidad nacional.La autonoma sintetiza y articula polticamente las reivindicaciones que plantean lospueblos indgenas y, en tal virtud, puede decirse que en la actualidad es su demandacentral. La autonoma la conciben como un acuerdo encaminado a redimensionar lanacin, a partir de nuevas relaciones entre los pueblos y los dems sectores11 12. socioculturales; igualmente, contiene las lneas maestras de los vnculos deseados entreetnias y Estado, como ordenacin para cambiar aspectos bsicos de la poltica, laeconoma y la cultura del pas en un sentido democrtico, tolerante e incluyente. Asentendida, la autonoma es una pieza clave de la construccin de la democracia.La autonoma busca ir ms all de la igualdad formal que proclamaron las polticasintegracionistas. En las sociedades concretas, la desigualdad que padecen las etnias seexpresa como una asimetra negativa. La autonoma no propone instituir una simetraficticia o igualdad meramente formal (como ha sido la usanza liberal en Latinoamrica),sino poner en operacin un conjunto de nuevas relaciones para configurar una asimetrapositiva que, precisamente por sus efectos, establece los requisitos para el logro de laigualdad real. La experiencia histrica muestra que la igualdad formal entre desigualesslo profundiza la desigualdad. Para alcanzar la igualdad entre desiguales es precisoque, durante una fase determinada, los menos favorecidos reciban no igual, sino ms:reconocimiento de derechos especficos, ms garantas, ms apoyos, ms recursos,etctera. El espritu de la autonoma supone poner en prctica la solidaridad y lafraternidad que han estado prcticamente excluidas de la vida nacional.La autonoma ampla la plataforma de derechos, incorporando el vasto campo de losderechos colectivos, los cuales deben armonizarse con el ejercicio de los derechosindividuales. Deben hacerse efectivos los derechos individuales, sin el individualismoexacerbado que se ha extendido. El referente primario de los derechos colectivos es lacolectividad misma. El derecho colectivo por excelencia es el derecho a laautodeterminacin. Este es un derecho que slo puede ser ejercido colectivamente poruna comunidad, pueblo o nacionalidad. No es sorprendente, por tanto, que del derecho ala autodeterminacin se desprendan los dems derechos colectivos consideramosfundamentales, como lo hace la ONU en su Declaracin de 2007: derechos territoriales,culturales, a los recursos, a las instituciones propias en la esfera econmica, a laparticipacin poltica, etctera. La CEPAL, por su parte, ha recordado que las normasinternacionales bsicas relativas a los derechos colectivos de los pueblos indgenasresponden a las siguientes categoras:i) derecho a la no discriminacin; ii) derecho a la integridad cultural; iii) derechos depropiedad, uso, control y acceso a las tierras y los recursos; iv) derecho al desarrollo ybienestar social, y v) derechos de participacin poltica, consentimiento libre, previo einformado.Para abordar con provecho el tema de la diversidad cultural se requiere partir de dosconsideraciones fundamentales: La primera es que el llamado proceso de globalizacin no provoca homogeneizacinsociocultural; por el contrario, estimula la cohesin tnica (como respuesta a laspresiones individualizadoras), la lucha por las identidades y las demandas de respeto alas particularidades. La universalizacin, hoy, no es equivalente de uniformidadidentitaria, sino de pluralidad. Por lo tanto, es un error esperar que la globalizacinresuelva por s sola los problemas que la diversidad trae consigo. Para encontrarsoluciones se requieren medidas polticas que implican ciertos cambios de fondo.La segunda reflexin es que la diversidad no es un hecho pasajero, un epifenmeno: setrata, ms bien, de una condicin inherente a las sociedades humanas. En tal sentido, si12 13. se trata de construir sociedades justas y estables, la poltica inteligente no consiste enpretender aniquilar o disolver las identidades sino en buscar las frmulas de justicia eigualdad que permitan acomodarlas en las estructuras sociopolticas nacionales.Por todo ello se deben descartar las viejas y nuevas vas que buscan eliminar a lasculturas que se apartan de los patrones dominantes. Y esto debe expresarse en laprctica, no slo en el discurso. En Mxico, desde la crisis de fines de los sesenta, cadasexenio se anuncia un cambio de enfoque y, en los hechos, se vuelven a aplicar lasmismas polticas. Es necesario tomar en serio la urgencia de efectuar reformas audacespara abrir espacio a la diversidad e instaurar nuestro propio rgimen de autonoma,acorde con lo mejor de nuestras races histricas historia y nuestras necesidades comopas.Pero se deben evitar enfoques meramente culturalistas. Las reformas de fondo paracrear la plataforma bsica de una sociedad ms igualitaria y justa, deben enfrentar,simultneamente, las dos dimensiones de la desigualdad: la socioeconmica y lasociocultural. En consonancia con lo indicado hay que desplegar tambin,simultneamente, dos polticas interrelacionadas: la poltica de la redistribucin(orientada a procurar la equidad social y econmica) y la poltica del reconocimiento(que introduce la igualdad entre culturas, visiones y preferencias socioculturales).Atender a la dimensin sociocultural mediante una consecuente poltica dereconocimiento, supone asumir todas las medidas pertinentes para procurar la igualdadentre los componentes identitarios de la sociedad nacional. La experiencia mundialacumulada demuestra que el logro de la igualdad sociocultural implica, a su vez,alcanzar algn gnero de arreglo autonmico. Los enfoques que estn detrs de laspolticas tradicionales aplicadas en el pas, no alcanzan a captar los resortes de laidentidad. Del mismo modo que el reconocimiento cultural sin poltica de igualdadsocial carece de eficacia, la poltica enfilada hacia programas asistencialistas, comopretendido sustituto de la poltica de reconocimiento, es palmariamente equivocada yracista. Dimensin global, naturaleza y crisis de civilizacinComo nunca antes en la historia, las naciones y los pueblos se hallan indisolublementeligados entre s y con la naturaleza. La realidad del siglo XXI es la de la globalizacin yla integracin a escala planetaria tanto de los diferentes mbitos sociales como de stoscon el mundo natural del cual dependen. Por todo ello estamos obligados a inscribirnuestro proyecto en el contexto planetario o global. Hoy se vive una crisis de lacivilizacin industrial, del capitalismo tardo, materialista y tecnocrtico, y todapropuesta alternativa de escala nacional debe cuidar no contribuir con esa crisis generalo global, sino todo lo contrario.La actual contienda poltica de Mxico debe ubicarse en ese contexto, pues el destino dela nacin no puede concebirse aislado de los procesos globales que hoy ocurren en elmundo. El dilema poltico del pas es tambin un dilema civilizatorio: o se siguealimentando una modernidad que explota, margina y enajena a los ciudadanos, quevuelve al mundo un espacio de mayor riesgo, que incrementa la amenaza ecolgica yque aumenta la descomunal concentracin de capital y pone a la poltica al servicio delas lites, o se avanza hacia una modernidad alternativa basada en la restauracin13 14. ecolgica, el uso democrtico del agua, la energa, la biodiversidad, la tecnologa y losconocimientos cientficos, la disminucin del riesgo, el control social del mercado y delos poderes polticos, la democracia participativa y la recuperacin de la cultura en tantoriqueza diversa y la historia.El concepto del buen vivirHoy, todo proyecto alternativo, y ms si se trata de un pas latinoamericano, debereconocer la necesidad de descolonizar el pensamiento. Ello significa cuestionar losconceptos de modernidad y desarrollo, dos de los puntales sobre los que descansa laglobalizacin depredadora dominada por el capitalismo salvaje. El desarrollo descansasobre la idea del crecimiento econmico descontrolado, la explotacin impa de losrecursos naturales y del trabajo, la lgica del mercado sin control y la bsqueda de lasatisfaccin materialista de los individuos, por encima de todo.Despus de la segunda guerra mundial, los idelogos de los pases centrales nosinventaron a los latinoamericanos, africanos y asiticos una identidad subdesarrollada,la cual nos condena a imitar, ciegamente y sin matices, los modelos de los pasesindustrializados. El llamado desarrollo crea individuos racionalistas y consumistas, noatados a lugar ni a comunidad; familias y comunidades sin poder de decisin, ensociedades donde la naturaleza est separada de la cultura, y la economa de la sociedady de la naturaleza; en donde el que sabe es el experto y donde no existen ni sabidurasni culturas populares. Ese desarrollo ha creado sociedades basadas en el despilfarro deenerga, la mercantilizacin de la vida y de la sociedad, el uso perverso de la ciencia yde la tecnologa, el sobreconsumo, la sujecin de la poltica al capital corporativo, y unademocracia representativa inoperante y cnica.Frente a lo anterior, en varias naciones latinoamericanas, en las que la voluntad popularha llevado al poder a gobiernos progresistas, han comenzado a implantarse programas yproyectos polticos basados en nuevas concepciones. Es el caso de pases como Ecuadory Bolivia, donde han quedado establecidos en sus respectivas constituciones, visionesbasadas en la idea del buen vivir (mejor conocida como Sumak Kawsay, en lalengua aimara). Estas innovaciones culturales, morales, polticas e ideolgicas han sidofundamentalmente nutridas por las cosmovisiones de los pueblos indgenas yafroamericanos cuya presencia poltica ha sido creciente y decisiva.Es aconsejable explorar las construcciones, pensamientos y significados prcticos delconcepto del buen vivir entre nuestros pueblos indgenas con la idea de enriquecernuestras perspectivas y encaminarnos hacia objetivos basados en la propia cultura y lahistoria profunda de Mxico. Construccin del poder socialUna de las innovaciones de las nuevas corrientes del pensamiento crtico, es elreconocer que no basta tomar el poder poltico; que tambin es necesario construir elpoder social. Es decir, se debe actuar, sincrnicamente, sobre dos escenarios. Y estejuego de dos pistas, que se complementan, eleva la potencia poltica en variosrdenes, y hace de los tiempos no electorales tiempos vivos y llenos de creacin.14 15. El mundo se entiende mejor cuando lo vemos como una contienda permanente entre trespoderes: el poltico (partidos y estados), el econmico (empresas, corporaciones ymercados) y el social (comunidades, cooperativas, sindicatos, barrios, gremios). Laderecha e incluso algunas corrientes atrasadas de la izquierda, tienden a ignorar ososlayar la tercera fuente de poder (perteneciente a lo civil o ciudadano). Ya desde hacems de cuatro dcadas la crtica eco-poltica se orient a develar el carcter perversotanto del comunismo real (la predominancia del poder poltico como dominacinautoritaria) como del capitalismo (la del poder econmico fundado en la explotaciny la alienacin) en detrimento del poder civil o ciudadano, y a mostrarlos como dosvariantes del mismo modelo civilizatorio industrial, hoy en crisis.La fuerza de la sociedad civil tiende a mantener bajo el control social a la poltica y laeconoma. Dar lugar a una sociedad ms justa y democrtica es construir el podersocial, ese que ha sido devastado tanto por el poder econmico como por el poltico;con la agravante de que, en la era neoliberal, el poder econmico subordina cada vezms al poltico. Como expresin grotesca de esto ltimo, es cada vez ms frecuente quericos empresarios acten como el verdadero poder, sin mediar eleccin democrticaalguna, o que incluso se conviertan en presidentes.El Nuevo Espacio de lo PblicoFrente al capitalismo como sistema general de privatizacin y mercantilizacin de todoslos mbitos de la vida, promovemos la creacin y ampliacin constante de un NuevoEspacio de lo Pblico (lo que es bueno para todos; lo que es comn a todos) que, en susdiferentes facetas y dimensiones, se constituya en lugar, mbito, dimensin, ethos, en elque podamos confluir, habitar, dialogar y convivir los unos con los otros.Un nuevo espacio que se caracterice por el acceso universal, sin la imposicin derequisitos de solvencia econmica, de formacin acadmica, de condicin de gnero oracial, de idioma o edad, de inclinacin sexual, moral o poltica. Un nuevo espacio enque cristalice la propuesta zapatista y altermundista: un mundo en donde quepan todoslos mundos.Es obligacin del Estado y de la sociedad proporcionar a los individuos, comunidades ocolectivos, los instrumentos, los saberes, las competencias y habilidades requeridas.Nadie ha de quedar excluido del nuevo espacio de lo pblico por haber carecido de laoportunidad de allegarse los elementos necesarios y suficientes para la participacin.Pero este nuevo y creciente mbito de la vida social se definir tambin por el carctersocial, no privatizable o patrimonizable, de su gestin. El nuevo espacio ser poltico,pero no ser reducible a la poltica ni mucho menos a lo estatal. Se trata de larealizacin actualizada, al da de hoy y del futuro, de la comunidad de los hombres ymujeres autogobernndose que nuestro pas descubri en las jornadas posteriores alterremoto de 1985 y en infinidad de luchas previas en que las comunidades e individuosdefendieron su autonoma frente al afn de cooptacin por el sistema de partido deEstado. Se trata de la materializacin, mltiple y compleja, de la nocin y la realidad dela sociedad civil, que logr transformar vertiginosamente la sociabilidad de Mxico a lolargo del ltimo cuarto de siglo. Pero ya no nicamente en su realizacin urbana,occidental y esencialmente masculina, sino la civilidad diversa, multicultural, 15 16. plurilingstica, pluritemporal, multihistrica y plurisexual que los mexicanos de abajohemos venido construyendo como el mbito donde vivimos y queremos vivir nuestravida cotidiana. All tendrn cabida tanto las identidades de vieja raigambre como lasnuevas identificaciones posmodernas. Todas las identidades sern respetadas.El nuevo espacio de lo pblico debe vivirse como una experiencia cotidiana y continuade enriquecimiento espiritual, vital, y cada vez ms, progresivamente, de mejoramientomaterial y espiritual. El bien esencial, el mediador comn de todos los que interactenen el espacio pblico, ser el reconocimiento. En el mbito de esa nueva socialidadconfluiremos para debatir e inventar nuevas formas de dar sentido a nuestrasexistencias. Por la alegra hemos luchado, que la tristeza jams sea unida a nuestrosnombres, dijo el periodista Julios Fucik, asesinado por el nazismo. Para hacer realidadsu dicho es que la sociedad debe construir los nuevos mbitos del confluir de todos susmiembros.En suma, como lo ha compendiado Aram Aharonian, la lucha por la democratizacinpasa por la reconstruccin del espacio pblico, que fuera privatizado y vaciado durantedcadas en la ofensiva neoliberal. Este debe ser una invitacin a la integracin y no unpalco para la competencia comercial o poltica entre pases o grupos de pases y grandesempresas. El espacio pblico es aquel que rene a los medios estatales, regionales,educativos, universitarios, legislativos y comunitarios, y que apuesta no a la formacinde consumidores o borregos [], sino que contribuye a la formacin de una ciudadanay una identidad comn latinoamericana. Propuestas y acciones1.- Recobrar plenamente el sentido de comunidad (familiar, nacional, regional, local,barrial, etctera) que se ha debilitado, aunque no perdido, conforme se desarrollan yexpanden los principios neoliberales en todos los mbitos de la vida social y personal.Esto implica una profunda reforma cultural y moral. Frente al individualismo quepromueve el sistema liberal (con todos sus instrumentos econmicos, sociales,ideolgicos, mediticos) debemos impulsar un vasto proyecto de construccin decomunidad. De all debe surgir un nuevo sujeto social, libre de las deformaciones ydesviaciones a que ha conducido la prolongada influencia de visiones y prcticasfundadas en un liberalismo individualizador y sin sentido de lo colectivo. El rescate delo colectivo frente a la individualizacin extrema de la sociedad es piedra angular deeste proyecto. Hay que poner a la comunidad y la vida comunitaria en el centro de lanueva sociedad. El concurso de los intelectuales para llevar a buen puerto estas metas esfundamental. Pocos fenmenos han sido ms dainos para el pas que el esfuerzorealizado desde los diversos gobiernos, especialmente en los ltimos lustros, con el finde domesticar y mercantilizar el pensamiento y el arte. En esa direccin, esindispensable que lo mejor del pensamiento y la creacin, en su amplia gama,desarrollen al mximo el sentido de responsabilidad y solidaridad con los grandesproblemas nacionales y los procesos de cambios que requiere Mxico. Todo ello en elentendido de que, en verdad, el talante intelectual requiere siempre el ejercicio crtico,frente al poder, la ignorancia y el oscurantismo.2.- Restaurar la tica poltica. Parte fundamental del oscuro panorama que vivimos16 17. radica en que las estructuras del Estado (desde el nivel local hasta el federal, entre susrepresentantes electos como entre sus fuerzas del orden) y de los partidos polticos(desde la derecha hasta sectores de la izquierda) han sido igualmente infiltradas por lacorrupcin de todo tipo. Desde el habitual operar a espaldas del pueblo, en lo oscurito(como si lo poltico no fuera sinnimo de lo pblico o a la vista de todos losciudadanos), hasta el aumento desmedido de los salarios decididos por los mismos quelo cobran; o la recepcin, siempre encubierta, de dineros que proceden de poderesfcticos o de organizaciones oscuras, lo cierto es que el Estado y los partidos tienenganado a pulso el epteto popular de corruptos (habiendo como siempre excepciones deheroico testimonio, siempre en minora). El uso de la propaganda televisiva y de laprensa escrita, igualmente constituyendo monopolios ligados a grandes recursoseconmicos, imposibilitan una vida democrtica y forman parte de una corrupcinestructural de las elites econmicas y del poder efectivo.3.- Ante la ausencia de una tica poltica, es necesario lanzar una cruzada deregeneracin moral que obligue a los polticos, a los representantes, a asumir suresponsabilidad para con el pueblo, en especial con los ms oprimidos y empobrecidos.Se debe ensear tica, terica y prctica, en las escuelas, desde el nivel bsico. Unatica que tambin se ensee en los partidos polticos, en los comits de base, en lasorganizaciones populares, en todos los mbitos de la vida social. Si la corrupcincontina su curso, contaminando no slo las instituciones polticas sino todos losespacios sociales, acabar por contagiar a todo el pueblo y, al llegar a cierto punto, nohabra ya salvacin posible. Es necesario que esta cruzada tica atraviese toda lasociedad, desde abajo hacia arriba, partiendo del ejemplo de los movimientos populares,dirigentes todava sanos en los partidos y funcionarios del Estado.4.- Crear instituciones de participacin. El cambio tico, terico y prctico, habr derealizarse tambin a travs de la poltica y de la democracia. La democraciarepresentativa es un sistema de instituciones de legitimidad en el ejercicio del poder,delegado a los representantes elegidos por el pueblo. Se trata de mecanismoshistricamente creados para que los representantes cumplan con las propuestas de laciudadana que nace de sus necesidades cotidianas.Para que el ejercicio de la representacin se legitime deben cumplirse entoncesobjetivamente con ciertos requisitos: ser elegido en comicios libres, pblicos yequitativos por parte de todos los ciudadanos involucrados en la correspondientejurisdiccin. Nuestra meta debe ser que, adems de exigencias procedimentalesobjetivas, todos los ciudadanos y los electos asuman principios ticos que inclinen a losmiembros de la comunidad poltica a cumplir con sus deberes por conviccin, y no slopor acatar la legalidad. La legitimidad (objetiva en las instituciones y subjetiva en laconviccin) garantiza la fuerza del ejercicio democrtico del poder delegado de losrepresentantes.Pero la representacin, necesaria por un principio de factibilidad y otras razones, no essin embargo la esencia de la democracia ni su fundamento. La representacin es unaforma necesaria pero derivada de su sustancia y fundamento: la participacin. Debido ala participacin de los ciudadanos se constituye la comunidad poltica desde la base. Sinadie participa (y con temor permanece en su hogar) la poltica desaparece. Las tiranascrean el terror para inmovilizar a los ciudadanos e impedir que participen. De ladesmovilizacin de los ciudadanos se alimentan las dictaduras. Por el contrario, la 17 18. participacin del ciudadano crea y constituye la comunidad democrtica. Laparticipacin en la comunidad hace a sta activa, fuerte, eficaz. Una comunidad deciudadanos participantes tiene real poder poltico.La eleccin de los representantes es una de las posibles actividades participativas de losciudadanos; no la nica ni la ms importante (como insiste cierto liberalismo). Laeleccin de los representantes es como una de las cimas de la participacin en unacordillera social de miles de montes y pequeos picos. Bien entendida, la participacindebe ser diaria, activa, siempre presente, organizada desde la base, y capaz quedescubrir las necesidades de la poblacin y proponer a la representacin su satisfaccin.Pero, sobre todo, la participacin es fiscalizadora, vigila y corrige a la representacincuando sta no observa las propuestas (que son las necesidades no satisfechas) de lacomunidad participativa. La comunidad poltica es el sujeto continuo en el tiempo, yactivo cotidianamente, de la democracia participativa. Ser sujeto de la democraciaparticipativa es un derecho inalienable y el fundamento de todo el orden poltico. Y parahacerlo posible se deben acordar y establecer mecanismos eficaces.Dado que lo anterior configura un principio bsico de moral poltica, es tarea urgenteinstitucionalizar la participacin para que la comunidad poltica proponga loscontenidos, fiscalice e intervenga en las acciones de las instituciones representativas.Hay entonces dos tipos de instituciones diferentes. Las de la democracia representativaque, a falta de control por la soberana popular, pueden corromperse y de hecho enMxico estn en franca descomposicin. Y las instituciones, aun por crearse, de lademocracia participativa que en todos los niveles del orden poltico para que sirvan decontrapeso, vigilen y sancionen a la representacin cuando no cumple con susobligaciones. Comprendiendo desde el mbito comunitario en la base (donde se ejercela democracia directa) y el nivel delegacional o municipal, hasta los rdenes de estatalesy federales, la democracia participativa debe dotarse de nuevos tipos deinstitucionalidad para ejercer la indicada doble funcin: proponer las demandas y vigilarcon el objeto de corregir las desviaciones. Su accionar frente a la representacin debeser cotidiano y permanente, no slo en el acto puntual (una vez cada tantos aos) de laeleccin de los representantes. As, y de modo mucho ms eficaz que a travs de lareeleccin, los representantes estaran siempre evaluados por los ciudadanos y lascomunidades que constituyan.5.- Promover la cultura democrtica. La democracia participativa implica eldesarrollo de una cultura democrtica que ha sido bloqueada por las prcticas corruptasdel sistema de representacin vigente. En el marco de una nueva cultura democrticadebe modificarse la costumbre de actuar slo en los procesos electorales, lo que inducea la desmovilizacin popular durante los largos intervalos entre elecciones. Esta especiede suspensin de la vida ciudadana es, en buena medida, lo que garantiza que serealicen, una y otra vez, comicios ms o menos fraudulentos, efectuados con injusticiasy desigualdades en la financiacin y muchos otros vicios que tienen precisamente elefecto de corromper el nico acto participativo que le dejan a la comunidad poltica. Esees el crculo vicioso en que actualmente nos movemos.De este modo, ocurre que la opinin pblica que tradicionalmente deban tomar comoreferencia los representantes para formar su juicio poltico, ha sido ya igualmentecorrompida. La opinin pblico-poltica, de la misma manera que la representacin 18 19. poltica, usurpa el lugar de la ciudadana y del debate pblico democrtico, y se imponecomo una mercanca mediante las argucias de la propaganda.Una cultura democrtica participativa permitira actualizar cotidianamente en loscomits de barrio, de aldea, de base y comunitarios en general, la concienciaresponsable de todos los ciudadanos, que se hacen cargo de las tareas locales, y de all atodos los niveles de organizacin poltica. Asumir dichas responsabilidades no significasiempre ejecutarlas (aunque s es posible a nivel barrial o comunitario), pero si estaratentos a proponer lo necesario y, adems, a vigilar y corregir. La cultura democrtica,en suma, se construye con la participacin y el involucramiento del ciudadano enprimera persona, en la conviccin de que (invirtiendo la expresin del monarca francsabsoluto): El Estado somos todos y de que la poltica es asunto de todos y no slo delos polticos profesionales, los que nos perjudica, como en el presente.6.- Impulsar una visin integral de los Derechos Humanos. Los derechos humanosson integrales e interdependientes. A menudo se destaca que los principios y valoresque sustentan a los derechos humanos tal y como fueron codificados y acordados dela ONU por los Estados nacionales en 1948, y ampliados y enriquecidos hasta hoytienen la inestimable cualidad de ser universales. Pero el sentido original de suuniversalidad queda precisamente menoscabado, cuando no anulado, en todos los casosen que se pretende atenderlos y aplicarlos con un sesgo que implica nfasis interesadosen algunos de sus componentes. Esto sucede muy frecuentemente cuando se quierereducir estos derechos prcticamente a la vertiente que se ocupa de los derechos ygarantas individuales, despreciando o dejando de lado el ancho campo relativo a losderechos econmicos y sociales, as como los que corresponden al plano cultural ycolectivo. Al procederse de este modo, el espritu y el enorme poder moral de losderechos humanos se desintegran y, en la prctica, pierden su universalidad para pasan aser la visin particular de un grupo, de un enfoque cultural o de un Estado. Ocurre amenudo que la perspectiva particular as asumida, con su moral individualistasubyacente, se proclama como la versin verdadera de los derechos humanos y sebusca imponerla por todos los medios.Aunque rechazamos los excesos propios del individualismo, creemos que laindividualidad debe desplegarse en todo su potencial y debe contar con las mejorescondiciones para ello. Sin el menor asumo de duda, los derechos civiles y polticos decada persona deben hacerse plenamente efectivos en una sociedad democrtica. Pero nosolos ni desprendidos del corpus de derechos elaborado como un conjunto en el seno deNaciones Unidas. Se requiere que aquellos derechos se articulen y armonicen con losdems, esto es, simultneamente reavivar y hacer efectivos los derechos econmicos ysociales, as como los llamados derechos de nueva generacin: los colectivos y, muyen particular, los derechos culturales. La prctica ms nociva ha sido jerarquizar losderechos humanos, colocando a unos (regularmente los individuales) por encima deotros (los derechos socioeconmicos y culturales), y procediendo posteriormente acondicionar el ejercicio de los segundos a los imperativos de los primeros. No es difciladvertir que este proceder termina por favorecer un tipo de sociedad en que ciertosgrupos salvaguardan el ejercicio de sus derechos y garantas individuales, consideradosprimarios o sagrados y asegurados por el Estado, mientras los dems derechos,tan vitales precisamente para los sectores ms desfavorecidos, son vistos como derechossecundarios que pueden ignorarse o dejarse para mejor ocasin, es decir, para lascalendas griegas. 19 20. Es nuestra conviccin que los derechos no deben jerarquizarse, otorgando a los civiles ypolticos un rango superior, y considerando en un segundo plano el derecho de todos alas mnimas condiciones econmicas, al bienestar, a la educacin integral, a laproteccin social, a la propia identidad y todas las condiciones de vida comunitaria quehacen la felicidad de los hombres en sociedad. Poniendo unos por encima de otros, seabona a una concepcin unilateral e injusta de los derechos y las libertades que terminapor servir slo a unos pocos: precisamente aquellos que tienen los poderes o lasriquezas para ejercer su libertad en detrimento de los derechos de los dems (elejemplo clsico es el de los que ejercen su libertad de prensa, o mejor de empresa,en fatal menoscabo de la libertad de expresin y de informacin de todos los dems).El pas tiene un terrible dficit en materia de derechos humanos que debe ser saldadocuanto antes. En el ltimo medio siglo, y muy especialmente en los ltimos aos, elsistema mundial de derechos humanos ha experimentado grandes saltos cualitativos,sobre todo por lo que hace a las materias socioeconmica y cultural. Casi nada de ellose ha reflejado en el pas. La mayora de esos derechos estn recogidos por instrumentosinternacionales, consensados en los foros mundiales de los que Mxico forma parte. Sinembargo, ninguno de los gobiernos priistas o prianistas han querido incorporarlosplenamente a la Constitucin, como lo han hecho ya otros pases, y mucho menoshacerlos plenamente efectivos. Su moral empresarial y utilitaria se lo impide. Paranosotros es un imperativo tico dar este paso.7.- Defender la diversidad cultural y derechos de los pueblos. Efectuar reformasaudaces para abrir espacios a la diversidad cultural nacional, tanto en el aspectoeconmico como sociocultural, es decir polticas de redistribucin orientadas a procurarla equidad social y econmica; y la poltica de reconocimiento que introduce la igualdadentre culturas, visiones y preferencias socioculturales. Derechos plenos para los pueblosindgenas.8.- Integrar el concepto del buen vivir en la vida social, explorando lascosmovisiones, construcciones y significados prcticos de los conceptos de los pueblosoriginarios para encaminarnos hacia objetivos basados en la propia cultura y la historiaprofunda de Mxico.9.- Construir el Poder Social. Frente a las mltiples crisis (financiera, energtica,alimentaria, ecolgica, etctera), el Proyecto Alternativo (en tanto modernidadalternativa) se propone construir el poder civil o social (una etapa superior al deorganizar la resistencia ciudadana que ya se impulsa). Se trata entonces de procurar ladefensa de los ciudadanos frente a las despiadadas polticas que favorecen a unaminora, privilegian los mercados capitalistas, atentan contra la soberana nacional,destruyen los recursos naturales, buscan desmantelar las conquistas sociales ganadas alo largo de la historia (seguridad social, derechos laborales, etctera), y quebrantan elequilibrio ecolgico del planeta. Ello se logra organizando el poder ciudadano mediantela organizacin a diferentes escalas: hogares, comunidades, barrios, municipios,regiones. Lo anterior implica el trabajo organizado, solidario y permanente de laciudadana, incluyendo a individuos, familias, asociaciones, cooperativas, redes.a) La construccin del poder social comienza en la familia, en la edificacin de unhogar autosuficiente, seguro y sano, que comparte con muchos otros hogares una misma20 21. micropoltica domstica. Ello se logra mediante la implementacin de acciones enrelacin a la alimentacin, la salud, la vivienda, el agua, la energa, el ahorro y elcrdito, todo lo cual surge, a su vez, de la toma de conciencia, ecolgica y social, de losmiembros de la familia, de un cambio de actitudes y, en fin, de la adopcin de unanueva filosofa de la vida.En el caso de la alimentacin se trata de que el hogar alcance, donde le sea posible, elautoabasto de alimentos sanos, nutritivos y producidos bajo esquemas ecolgicamenteadecuados (agricultura orgnica o sustentable) y/o la obtencin de aquellos en redes ymercados solidarios, justos y orgnicos. En el futuro cercano, el hogar debe buscartambin la autosuficiencia en agua y energa, lo cual implica la adopcin de tecnologasadecuadas, limpias, baratas y seguras. La vivienda debe tambin estar construida conmateriales locales, no txicos y producidos bajo frmulas ecolgicamente correctas.Finalmente, la salud se alcanza mediante la accin conjunta del consumo de alimentossanos, materiales no txicos, agua limpia, adecuados dispositivos sanitarios y el empleode varias tradiciones mdicas.b). El poder social se construye en proyecto concretos, conjugando tres elementos:la solidaridad, la organizacin y el conocimiento cientfico y tecnolgico. Cada unode ellos es necesario pero no suficiente. Ello implica gestar modos alternativos devida basados en la autogestin, la autosuficiencia, la diversidad, la democraciaparticipativa y la equidad, por medio de los cuales los individuos, las familias, lascomunidades recuperan el control sobre los procesos que les afectan, es decir,disminuyan el riesgo al que los ha condenado a vivir la sociedad dominada por la lgicadel capital.c). Los hogares autosuficientes, sanos y seguros, son las clulas bsicas del podersocial, pero slo alcanzan a realizarse plenamente cuando forman redes,asociaciones, cooperativas o comunidades de territorios bien definidos. Estosltimos representan un segundo nivel de organizacin social y surgen de la agregacinsolidaria de los primeros. Un tercer nivel puede alcanzarse cuando se logra laarticulacin a escala de barrios urbanos, ciudades pequeas, municipios y micro-regiones, y as sucesivamente. Todas estas formas de organizacin se potencian cuandoexiste la participacin de agentes tcnicos: investigadores, promotores, animadores.d). Aprender de las experiencias comunitarias existentes. Dado que existen ya en elpas experiencias avanzadas, logros y proyectos de diversa ndole, de sectores que hanvivido en crisis permanente (notablemente grupos campesinos e indgenas ypoblacin urbana marginada) con trayectorias de dcadas, debe realizarse una sntesis orecuento de lo existente para obtener aprendizajes de utilidad prctica. Hoy se estimaque existen unas dos mil experiencias de nivel comunitario, generalmente rurales, y de12 a 15 regiones que han sido notables laboratorios de experiencias autogestivasexitosas. Igualmente se conocen numerosos mbitos y ncleos acadmicos deconocimiento alternativo y prctico a lo largo y ancho del pas (no slo de universidadespblicas sino tambin privadas), as como varios cientos de organizaciones nogubernamentales con diversos grados de experiencia.e). La bsqueda de experiencias previas, debe extenderse al resto del mundo. EnAmrica Latina muy especialmente existen avances muy notables en pases como Cuba,Brasil, Colombia, Ecuador y Bolivia.21 22. f). Creacin de comits de apoyo (poltico y tcnico) para las redes dedicadas a lagestin de asesoras, orientaciones diversas, organizacin de talleres y seminarios,y a la difusin masiva de materiales polticos, culturales y tambin tcnicos.De todo lo anterior se deduce que el cambio requiere crear, fomentar, inducir y facilitarproyectos autogestivos, organizados por barrios, comunidades, colonias, unidadeshabitacionales, ubicados territorialmente y articulados a redes de produccin yconsumo. Estas seran las clulas o unidades del poder social. En suma, construir elpoder social al mismo tiempo que se cambia y democratiza el poder poltico.22 23. Captulo 2 El Estado al servicio del Pueblo y de la NacinActualmente, el Estado mexicano se encuentra bajo el control de una minora que utilizael poder pblico para su propio beneficio. La oligarqua tiene secuestradas a lasinstituciones. Por eso, como pueblo, debemos recuperar democrticamente al Estado, atravs de la participacin activa y del voto ciudadano, y reintegrar las riquezas y losbienes pblicos que han sido enajenados en forma anticonstitucional. En especial, debenrevisarse las concesiones y contratos en los casos de la minera, la industria elctrica, elespacio radioelctrico y el petrleo. Es indeclinable e inalienable el dominio directo dela Nacin sobre el territorio, el subsuelo, los litorales, el espacio areo y los recursosestratgicos, que deben ser administrados por el Estado en beneficio de los mexicanos.La soberana reside en el puebloHay que restablecer el principio de la soberana popular para que el Estado est alservicio de los ciudadanos y de la nacin, y para que las leyes garanticen los derechosdel pueblo. Desde la primera Constitucin de Mxico (1814), se reconoce la soberanapopular. En su artculo 4, la Constitucin de Apatzingn estableci que: Como elgobierno no se instituye para honra o inters particular de ninguna familia, de ningnhombre ni clase de hombres, sino para la proteccin y seguridad general de todos losciudadanos, unidos voluntariamente en sociedad, stos tienen derecho incontestable aestablecer el gobierno que ms les convenga, alterarlo, modificarlo y abolirlototalmente, cuando su felicidad lo requiera.Establecer un Estado social y democrticoEl Estado debe asumir su responsabilidad con la sociedad, combatir la desigualdad,tener un papel activo en la economa para impulsar el desarrollo y el bienestar delpueblo, restablecer el Estado de derecho y la participacin ciudadana en las decisionesde gobierno.Un gobierno democrtico nace y se sostiene con el voto popular, por lo que debegarantizar elecciones limpias, equitativas y sin dispendio de recursos. Un gobiernodemocrtico dialoga, hace acuerdos y respeta todas las expresiones ideolgicas,polticas y culturales de la sociedad. Un gobierno debe asegurar el ejercicio de la crtica,la expresin libre y el derecho a disentir. El pensamiento y la expresin libres, soncondiciones sin las cuales no hay democracia posible.Los Poderes de la Unin deben estar sujetos al imperio de la ley y de la Constitucin,representando en todo momento los intereses generales de la sociedad y no slo los deuna minora. Impulsaremos una verdadera divisin de poderes que d lugar a unamutua vigilancia que limite todos los excesos en el ejercicio del poder, que cumpla conlos objetivos que se fijan en las leyes, la rendicin de cuentas y sean acordes con lavoluntad popular. La administracin pblica federal obedecer a los principios deestricta legalidad y transparencia en sus actos y la permanente rendicin de cuentas.23 24. El nuevo federalismoLa relacin entre la federacin y los estados y municipios debe replantearse y dejar delado el centralismo o el faccionalismo a la hora del reparto del prepuesto pblico. Lacapital de la Repblica debe recuperar su condicin de entidad fundadora de laFederacin y tener plena igualdad de derechos respecto a las dems. La refundacindemocrtica del Estado debe comenzar desde el municipio, incluyendo elreconocimiento de el derecho a la autonoma de los pueblos indgenas.En nuestro pas la justicia tiene precio y la impunidad constituye el pilar fundamentaldel sistema poltico mexicano; los tribunales legalizan los atropellos y los despojoscometidos por los poderosos; en cambio, castigan a los indefensos y a los que oponen alos abusos. El Poder Judicial de la Federacin debe ser un autntico garante y defensorde la Constitucin y sus leyes. Los jueces deben ser intrpretes de la Constitucin yactuar con independencia. Se propone elegir democrticamente a los ministros de Cortepara que representen los intereses de los ciudadanos y no del poder. No hay democraciasin justicia para todos.Construir un Estado democrtico de DerechoEn tanto que en Mxico no hay Estado de Derecho, sino un rgimen de facto quelegaliza el pillaje y el despojo de los ms fuertes sobre la mayora de la poblacin,proponemos que el ejercicio del poder sea democrtico, transparente y se rinda cuentasa la sociedad; que existan vas efectivas para garantizar todos los derechos humanos;que el principio de supremaca constitucional sobre el resto de las normas legales seauna obligacin para cualquier autoridad. Se requieren mejores mecanismos de controlde constitucionalidad y de las controversias constitucionales; reconocer la figurajurdica de acciones colectivas (class action) para proteger derechos colectivos eintereses diversos, sobre todo de minoras, trabajadores y consumidores. Establecermejores mecanismos de rendicin de cuentas; que existan herramientas participativaspara que la ciudadana influya permanentemente el comportamiento de las autoridades(referndum; plebiscito; revocacin de mandato; iniciativa popular; presupuestoparticipativo; accin ciudadana de inconstitucionalidad; auditora ciudadana;inconstitucionalidad por omisin legislativa, administrativa o de otras autoridades;audiencia pblica; cabildo abierto; consulta popular).En un Estado democrtico la tarea de la seguridad pblica es fundamental paragarantizar la vida, la integridad fsica, las propiedades y la tranquilidad de toda lapoblacin y no slo de minoras privilegiadas. Frente a la actual crisis de seguridadpblica y la violencia desatada por la equivocada poltica de combate al narcotrficoque emplea slo medidas coercitivas; la solucin de fondo, la ms eficaz, es combatir eldesempleo, la pobreza, la prdida de valores y la ausencia de alternativas sociales,educativas y laborales. Las fuerzas armadas no deben ser usadas en funciones civiles opara reprimir a los movimientos sociales. No se permitirn actos de impunidad desde elpoder y se investigarn todas las violaciones a los derechos humanos.Recuperar democrticamente al EstadoEn las actuales condiciones y circunstancias del pas, la recuperacin democrtica delEstado slo ser posible con una insurgencia cvica que reconstruya la Repblica desde 24 25. abajo, creando las modalidades de poder ciudadano, las nuevas instituciones pblicas,los nuevos instrumentos legales y polticos para gobernar con el pueblo y para elpueblo.Reconstruir la poltica exteriorLa poltica exterior debe estar fundada en la igualdad soberana entre los estados, en lano intervencin y la solucin pacfica de las controversias entre naciones y lasolidaridad entre los pueblos, que defienda los derechos de los migrantes, proyecte losvalores histricos de independencia y libertad.Ejercer la soberana nacional mdula de la poltica exteriorAnte la realidad de un mundo desigual, dominado por grandes centros de podereconmico y poltico, es indispensable procurar la equidad econmica, la igualdadsoberana y jurdica de los Estados, la solidaridad internacional y el apoyo a la expresindemocrtica de los pueblos. La principal fuerza de la poltica exterior ser la justicia yla estabilidad internas. La soberana nacional se refuerza con una poltica que promuevael desarrollo y la democracia, y que nos haga respetados y respetables en el mundo.Recuperar nuestro lugar en AL y diversificar las relacionesMxico debe recuperar su pertenencia a Amrica Latina y el Caribe, diversificando lasrelaciones internacionales hacia todas las regiones y continentes, con pases comoBrasil, India y China.Nuestra unin solidaria con los pases del Sur se inscribe en los objetivos dedescolonizacin y liberacin poltica, econmica y cultural que han sido el anhelo denuestros pueblos.La relacin con Estados Unidos debe ser equilibrada, de cooperacin, de beneficiomutuo y respetuosa de las soberanas, hacindose cargo de las asimetras. Deberevisarse el Tratado de Libre Comercio con Amrica del Norte. La agenda bilateral nodebe centrarse slo en el tema del narcotrfico, de esa forma protegeremos nuestraseguridad y soberana. Nuestra relacin ha de comprender diversos aspectos como lamigracin, la energa, el agua y el medio ambiente. El gobierno democrtico estobligado a defender a los derechos humanos de los mexicanos en todo el mundo,particularmente de los que viven y trabajan en la nacin vecina. El clima de intoleranciay de violencia contra los migrantes es inaceptable, los consulados les deben brindar todoel apoyo legal y la ayuda necesaria. Estados Unidos debe aceptar que necesita el trabajode los migrantes, por lo que debe legalizarse y regularizarse. Nuestra frontera comnrepresenta un desafo y una oportunidad para ambos pases, pero sin militarizacin nimuros que nos dividan y confronten. Generaremos proyectos de desarrollo regional enla frontera para mejorar los niveles de vida y reducir el flujo de migrantes.Privilegiar una poltica multilateral 25 26. La poltica multilateral ser el mbito privilegiado de la accin internacional de Mxicopara recuperar la historia de liderazgo en la defensa de la paz mundial, de la nointervencin, la autodeterminacin y el dilogo del Norte y el Sur. La globalizacin aque aspiramos es la de la solidaridad y la cooperacin; opuesta a la discriminacin osegregacin; afirmativa de los principios de pluralidad, tolerancia y reconocimiento delotro y de los otros, as como de la integridad cultural de las comunidades en cualquierparte del mundo.Efectos del neoliberalismo: devastacin, desmoralizacin y desintegracin nacionalLas polticas econmicas aplicadas en los ltimos 25 aos por los gobiernosneoliberales del PRI y del PAN, han tenido como sustento la subordinacin del Estado aentidades externas como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional(FMI), que con base en las llamadas Cartas de Intencin moldearon la polticaeconmica y determinaron la poltica social en este lapso.Con el neoliberalismo se proclam la desregulacin, econmica, poltica y social comoun dogma y se desmantelaron las instituciones del Estado dedicadas a garantizar lademocracia, el bienestar de la poblacin y los intereses colectivos y de la Nacin.El consenso de Washington, impuesto por el FMI a Mxico, subordin al Estado paracumplir polticas basadas en cinco principios (cuyas promesas nunca se cumplieron):a) Liberalizacin: Se oblig al Estado y a las instituciones a liberalizar el comercio ylas inversiones con el propsito de incentivar el crecimiento y con ello la distribucin dela riqueza. Se entreg el manejo de la economa a los agentes del mercado (contrario aldogma, desde el poder pblico se promovieron los monopolios); se estableci comoprincipal ventaja competitiva la mano de obra barata (el Estado castig a la poblacine impuso bajos salarios y psimas condiciones laborales); se prometi el abaratamientode bienes y servicios (el gobierno ha permitido que hoy tengamos las tarifas y preciosms elevados del mundo); el gobierno de Carlos Salinas prometi al entrada al primermundo y anunci el aumento en los niveles de consumo y el bienestar (pero crecieronlos pobres, se redujo drsticamente la clase media y se debilit el mercado interno y seredujo el consumo).b) Privatizacin: Desde Salinas se privatiz casi todo porque se dijo que los agentesprivados tendan a ser ms productivos y eficientes que los pblicos. El Estado fueadelgazado y se entreg a privados bienes y riquezas nacionales; el resultado ha sidomayor concentracin de la riqueza y se debilit al Estado.c) Desregulacin: Se cuestionaron las reglas y leyes que garantizaban un manejo conmiras al inters general de la actividad econmica. Hoy la principal tarea del Estadoneoliberal es garantizar la propiedad y la seguridad de los negocios.d) Polticas monetarias restrictivas: Se impusieron polticas macroeconmicas paracontrolar la inflacin, pero se produjo mayor desempleo, se endeud al pas y slo sefavoreci a los capitales especulativos.e) Polticas fiscales restrictivas: Se aumentaron los impuestos a los consumidores y seredujeron los impuestos a las empresas y bancos; se disminuy el gasto publico socialpero aumentaron los subsidios a las grandes empresas (llamados estmulos). Seabandon a los sectores ms desprotegidos a su suerte. 26 27. En trminos polticos y sociales, las caractersticas de las polticas neoliberales son:1.- Son autoritarias porque han sido aplicadas por los gobiernos en turno sin consultar alos grupos sociales y econmicos del pas. En el caso de nuestro pas, adems se hancometido dos fraudes electorales con el objetivo de sostener ese modelo econmico(1988 y 2006).2.- Son centralistas porque no consideran las necesidades y caractersticas econmicasde las diversas regiones y estados de la Federacin.3.- Son clasistas porque slo favorecen a los grandes capitales, nacionales y extranjerosy a la minora que se siente duea del pas; en especial, a quienes se enriquecen pormedio del capital especulativo.Aunque promueven dejar en libertad a las fuerzas del mercado, en la prctica el modeloneoliberal utiliza al Estado para favorecer a unas cuantas empresa: se les otorganprivilegios fiscales, se les subsidia con recursos pblicos y hasta se les rescata siquiebran. Pero no slo, tambin las favorecen controlando los salarios y legalizando ladestruccin de sindicatos, contratos colectivos y prestaciones. A su vez, les permitenque encarezcan los bienes y servicios. As, las polticas pblicas y las acciones delgobierno favorecen a las empresas inmobiliarias, mineras, las grandes cadenas deautoservicio. En sntesis, se impide el concurso libre en el mercado y de las condicionesde igualdad a los propietarios de tierras, a los productores de bienes y productos deconsumo bsico, a pequeos y medianos empresarios, etctera.Una de las bases de esta poltica es la apertura comercial indiscriminada, sin ningn tipode proteccin a los productores nacionales, lo que convirti al pas en dependiente casiabsoluto del exterior.4.- Son impulsoras de la privatizacin y reprivatizacin de las empresas pblicas y lasactividades econmicas, favoreciendo a los grupos de inters ligados a la esfera poltica.5.- Han polarizado a la sociedad al concentrar la riqueza en unas cuantas manos 30poderosos.6.- Son promotoras de la mercantilizacin de la vida social, lo que ha implicado acabarcon el sentido social del Estado y debilitar sus funciones en beneficio de la poblacin,desmantelado la propiedad social y la planificacin democrtica. Se han eliminado laspolticas pblicas que promueven la igualdad social y desarrollo del pas: obras dedesarrollo social, la salud, la educacin, el respeto del medio ambiente. Todas ellas sonel eje sobre el cual se puede construir una sociedad democrtica.7.- Son causantes de la destruccin del tejido social. Si lo que importa es garantizar losnegocios y las ganancias de las grandes empresas, lo dems es secundario; eso da cartade naturalizacin al fraude, la mentira, la corrupcin, el despojo, el lucro y la violencia.El fenmeno de descomposicin social, las miles de muertes provocadas por la guerracontra el narco, la desintegracin familiar, el desempleo y las carencias que viven cadavez ms mexicanos, son resultado directo de las polticas neoliberales.En Mxico, el Estado neoliberal funciona como un rgimen oligrquico que seencuentra bajo el control de una minora que se apoder del poder pblico para supropio beneficio. As, el Estado ha renunciado en la prctica a sus funciones de orientar,promover y regular el crecimiento econmico y, en aras de la globalizacin, ha cedidoparte de la soberana y la autodeterminacin nacional a intereses internacionales.En estas circunstancias, el pueblo debe recuperar democrticamente al Estado, a travsde la participacin activa y del voto ciudadano. Un Estado democrtico debe reintegrarlas riquezas y los bienes pblicos que han sido enajenados en forma anticonstitucional.27 28. Debe recuperar la minera, la industria elctrica, el espacio radioelctrico y el petrleopara ponerlo al servicio de la nacin; estos recursos estratgicos deben seradministrados por el Estado en beneficio de los mexicanos y de la Nacin. El pueblo soberano y su EstadoLa nacin mexicana es el conjunto de todos los que han nacido en el territorio nacionalo que, habiendo nacido en otros pases, han adoptado la nacionalidad mexicana. Elcuerpo poltico de la nacin es el pueblo, los ciudadanos. ste la representa en todo loque concierne al bienestar del conjunto de todos sus miembros y decide qu Estado seda para su buen gobierno y elige a quienes se harn cargo de ese gobierno. Por eso elartculo 39 de nuestra Carta Magna establece que: La soberana nacional resideesencial y originariamente en el pueblo. Todo poder pblico dimana del pueblo y seinstituye para beneficio de ste. El pueblo tiene en todo momento el inalienable derechode alterar o modificar la forma de su gobierno.En los Sentimientos de la Nacin, Jos Mara Morelos, el siervo de la Nacin es elprimero en sealar (punto 5) que La Soberana dimana inmediatamente del Pueblo, elque slo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los poderes de ella enLegislativo, Ejecutivo y Judiciario, eligiendo las provincias sus vocales, y stos a losdems, que deben ser sujetos sabios y de probidad. Luego, en la Constitucin deApatzingn de 1814, se reconoce que ... la soberana reside esencial y originariamenteen el pueblo y su ejercicio en la representacin nacional compuesta por los ciudadanosbajo la forma que prescriba la Constitucin. Sin embargo, la Constitucin de 1824 noretoma este principio y fue hasta la Constitucin de 1857 cuando se integra la redaccinque sigue vigente hoy da.Siendo el municipio la clula de la Repblica, la cuna de la soberana popular se da anivel municipal, es decir, en el pueblo reunido en su comunidad originaria. El puebloejerce su soberana instituyendo, no gobernando ni haciendo leyes (legislando) y,menos, diciendo el derecho de cada cual (juzgando). La Constitucin, as, no es unconjunto de normas como suele vrsela, sino de instituciones, ni es un instrumentojurdico, sino un pacto social y poltico.Hacer valer la soberana popular requiere impulsar la construccin de una ciudadanademocrtica, mediante el ejercicio de los derechos polticos y civiles, y la formacin deuna identidad cultural basada en la libertad y el respeto a la diversidad.Con la Revolucin mexicana y la Constitucin de 1917, el pueblo adquiri el ttulo deciudadana, porque slo si el pueblo se convierte en una comunidad de ciudadanospuede determinar o modificar el tipo de gobierno. Al mismo tiempo, la ciudadanaimplica la justicia social, puesto que la ciudadana entraa diversos derechos, as comola distribucin de bienes que hacen posible la vida ciudadana. Y si el principal derechode los ciudadanos es la libertad, para ejercerla es indispensable cumplir con condicionesmnimas como son tener una educacin laica y gratuita necesaria para que el pueblopueda ejercer su libertad de expresin y de pensamiento; tambin es indispensabletener mnimos de bienestar para solventar las necesidades de su vida cotidiana; as comoacceso a instituciones de salud para salvaguardar el derecho a la vida.28 29. Bajo estas premisas, la propuesta de nuestro movimiento es promover un procesoconstituyente mediante el cul los ciudadanos construyan los instrumentos polticos ysociales necesarios para hacer valer la soberana popular y el derecho a definir el rumbode la nacin y, por el otro lograr que, una vez que se restablezca este principio,reconstruir la Repblica sobre bases democrticas y participativas. El Estado democrtico debe estar al servicio del pueblo y de la nacinMxico dista mucho de ser un Estado democrtico. La alternancia en la Presidencia quese logr en el 2000 y que rompi la hegemona que el PRI mantuvo durante ms de 70aos. Sin embargo, el gobierno de Vicente Fox traicion el mandato democrtico y notransform el viejo rgimen ni castig a los responsables de la corrupcin ni de lasgraves violaciones a los derechos humanos. Por el contrario, mantuvo las mismasprcticas y las mismas instituciones. En el gobierno del PAN se retrocedi en losavances democrticos en materia de elecciones libres y equitativas como se demostr enlas elecciones presidenciales de 2006 y en las elecciones locales y federales posteriores.Hoy el sistema de partidos est en crisis, no slo por la burocratizacin, eleccionescaras, falta de democracia interna, el alejamiento y desconfianza de los ciudadanos, sinopor la corrupcin sistemtica, el patrimonialismo, las prcticas clientelares ymanipulacin electoral. Lo ms grave es que se ha establecido un rgimen oligrquicoen el que un pequeo grupo controla la mayor parte los partidos polticos y de la clasepoltica.La Repblica est definida por el Constitucin como una democracia representativa,pero funciona con mltiples limitaciones que incluyen un alejamiento de losgobernantes con los ciudadanos, ausencia de mecanismos de rendicin de cuentas delegisladores y funcionarios de la administracin pblica, de exigibilidad de los derechosy de evaluacin y fiscalizacin ciudadana de las polticas y programas de gobierno.El hecho es frente a la crisis del sistema poltico mexicano, reflejada en la conducta delos funcionarios y los congresistas, en sus niveles de ingreso, los intereses quedefienden; no existe tal representatividad, ni puede existir en esas condiciones.El contrapeso efectivo a las debilidades y vicios de la representatividad es a travs de lademocracia participativa, mediante la cul los ciudadanos tomen parte activa y libre,institucionalizada y autnoma, en las decisiones fundamentales que les conciernen.Construir esa democracia para hacer que las instituciones del Estado estn a servicio delpueblo y de la nacin, implica una transformacin profunda del rgimen poltico. Hayque reformar la legislacin electoral y el sistema de partidos para garantizar equidad yconsolidar un sistema plural de partidos, as como hacer efectivos los derechos polticosde todos los ciudadanos.Habremos de impulsar una verdadera reforma de las instituciones del Estado parahacerlo efectivamente democrtico, eficiente y socialmente responsable. Un requisito deesta reforma es garantizar la real separacin entre los tres poderes del Estado: elLegislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Este cambio tambin debe considerar lademocratizacin de esos poderes y del ejercicio mismo del poder. La relacin del29 30. Ejecutivo con el Legislativo debe partir del respeto a la autonoma del Congreso, peroprocurando las coincidencias de acuerdo en beneficio del desarrollo social, econmico ypoltico. La relacin del Ejecutivo con el Poder Judicial debe ser respetuosa y apegarsea la legalidad y al derecho.Las responsabilidades del Congreso, por supuesto, no se limitan a elaborar las leyes quederivan necesariamente de la Constitucin, sino que tiene muchas otrasresponsabilidades. Un parlamento es una instancia en la que se parla o se habla y seescucha, y adems se discute. El nuestro est hoy muy lejos de ser eso. Pero elCongreso tiene, como ya se apuntaba antes, la facultad de controlar polticamente losactos del Ejecutivo. No slo debe aprobar la Ley de Ingresos (tarea de las dos Cmaras)y el Presupuesto de Egresos (tarea de la Cmara de Diputados), sino vigilar que secumplan y se ejerzan bien, y llamar a cuentas a los gobernantes y someterlos aresponsabilidades. Eso es parte del equilibrio poltico entre poderes. El Congreso acta,tambin, como supremo tribunal de control cuando somete a juicio poltico o juicio deprocedencia a los responsables de ejercer el poder cuando cometen ilcitos en susfunciones o violaciones graves a la Constitucin y las leyes.Un buen gobierno debe asumir sus responsabilidades pblicas en todo momento y ello,muchas veces, quiere decir, dar cuenta a los representantes de la Nacin de todos susactos. El federalismoEl de Mxico no es un pueblo unitar