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libros
W.· Harvey, Del movimiento del corazón y dela sangre en los animales.Versión castellana anotada y precedida de una introducción historicocríticasobre los antecedentes, losorígenes y la importanciade esta obra por el Dr. José Joaquín Izquierdo. Problemas Científicos y Filosóficos. UNAM. 2a. Ed.mexicana. México, 1965.
La primera edición castellana del Movimiento del corazón apareció en'México el añode 1936 bajo el título Harvey, iniciador del método experimental muy ajustado a sucontenido. Las dos consecutivas, fueron ediciones fragmentarias, vieron la luz enBuenos Aires ( 1944) Y enPuerto Rico (1954). Todasellas tuvieron una acogida entusiasta y sirvieron el prop5sito del maestro poblano dedifundir en los pueblos de habla española el texto del sabioinglés muy poco conocido enel ámbito hispánico por faltade traducción al idioma común. Dejando aparte a loseruditos o a quienes comoCoyanes, Mariscal, y algunosotros, se ocuparon de les precursores, el conocimiento deHarvey fue indudablementemuy superficial e incompletoentre nosotros. Quizá debaexceptuarse a los médicosilustrados de los siglos xvrn yXIX, y, entre los humanistas,al P. Feijoo, que en la cartanÚmero 28 de sus Cartas eruditas da muestras de conocer, "si no de apreciar debidamen-
te, el mérito de Harvey, cuando reclama, con argumentación endeble, la prioridad deldescubrimiento para el albéitar Francisco de la Reyna yen segundo lugar para el "famoso hereje" Miguel Servet,a quien se refiere a través delas Memorias de Trevouxdonde el barón de Leibnizdefiende el alto nivel de conocimientos sobre la circulación de la sangre, que alcanzó el español heterodoxo.
Acaso unas lineas más bastasen para hacer una presentación escueta de este magnifico trabajo del profesorIzquierdo, pero tal vez seaoportuno añadir algunas otrasconsideraciones. En e! prefacio de esta edición, refiriéndose a la de 1936, dice elilustre comentador y traductor de Harvey:
Tal obra fue preparada como lógica continuación deesfuerzos previos, encaminados a lograr que la enseñanza de la medicina enel medio patrio dejara latrillada senda de! aleccionamiento, principalmenteverbalista y con miras inmediatas hacia la prácticade la profesión, y entrarapor lo que se ajusta a métodos de la ciencia experimental. Por dedicarla arevelar el camino que había llevado a Harvey a recoger tan abundantes yricos frutos, esperaba ayudar a que el hombre deciencia moderno lo encontrara, para inspirarse en laverdadera filosofía y la verdadera lógica científicasque deben animarlo. Deseaba que tan ~enéficos
efectos alcanzaran de modo especial a los jóvenes delos países hispanoamericanos, para despertar y fortalecer en ellos las mástempranas y genuinas vocaciones científicas.
Estos propósitos de adoctrinamiento no se limitarona exaltar e! ejemplo señerode Harvey sino el de otros investigadores y hombres deciencia que merecieron suatención.
El magisterio universitariodel profesor Izquierdo, sucompleta dedicación a la Fisiología, su dignidad intelectual, constituyen un alto
ejemplo que han podido apreciar muchas generaciones deestudiantes de medicina ennuestra Facultad, del IPN yde la EMN. Debo recordaraquí que el maestro Izquierdoha sido y sigue siendo uno delos más eficaces propulsoresde los estudios científicos, queen nuestro medio yacían enostensible decaimiento. Consciente de esta ingrata realidad acude a informarse a lasprincipales Universidades deEuropa y de los EU de Norteamérica, para entregar luego sus renovadas experienciasa las generaciones> que le esperan. Estos afanes lo hanhecho acreedor al respeto ya la gratitud de sus discípulos, de sus amigos y de todossus coterráneqs. La UNAMreconoció el grado eminentede sus merecimientos otorgándole la investidura de ProfesorEmérito de nuestra Facultad.
Pero volvamos a la coyuntura df' la que Harvey fueactor tan principal. El es~o
lar de Cambridge acude aPadua para realizar su vocación y allí queda impregnadode las esencias del Renacimiento. Vive, durante ~u
aprendiza je, aq uellos IlIomentos esplendorosos en los queJa persona humana lucha para librarse de las estructurasy prejuicios tradicionales. Elhombre acomete nuevas empresas y aventuras. El libreexalllen se enfrenta al criterio de autoridad. Surgen losalbores de la "Nuova Scienza" cuando Galileo proclamaen los recintos frecuentadospor Harvey que la investigación de los fenómenos naturales no puede realizarse porla mera observación cualitativa sino que habían de someterse al examen dinámico ycuantitativo.
De regreso a su patria Harvey lleva consi.e,'o los gérmenf'sde la modernidad. Triunfa enlos concursos académicos. esnombrado sucesivamentr> Fe'low del ColeO'io de Médicosde Londres, Médico del Hospital de San Bartolomé, Juego profesor y más tarde Mé'clico del Rey. Los éxito,científicos y sociales no leenvanecen ni sustraen desus propósitos más elevados.Cuando sus obligaciones lopermiten se recluye.en su Museum donde se aplica a contrastar las ideas vigentes con
la observación experimental.Elude la tentación, si es quela tuvo, de publicar apresuradamente los resultados queiba reuniendo con laboriosaasiduidad; los elabora, losmadura, los coteja una y otravez con disecciones en distintas especies animales. Su inspiración parece surgir de lavieja sentencia griega: "define, cuenta, mide", que aplicaa su técnica de trabajo hastaque, después de algunos años,convencido de tener en susmanos unas verdades comprobables por tedas, entregaa las prensas de Francfort, en1628, su trabajo más completo y sustancioso ExereitatioAnatomica de Motu Cordiset Sanguinis in Animalibus.
Harvey era ya cincuentóncuando traspone sosegadamente los linderos de la gloria y se convierte en unode los más calificados sostenedores de la ciencia moderna. Un genial contemporáneo suyo, De cartes, fue delos primeros en apreciar losméritos de Harvey. En laquinta parte del Discurso delt/lhodo (1637) da una referencia sustancial del descubrimiento de la circulación dela sangre, aunque alterandola buena doctrina del sabioinglés con otros aderezos queno se avienen con ella. De -
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FRANCOFVRTI.
Sumptibus GVILIELMI FITZERI.ANNO M. De. ¡rxrm.
de una lucha tenaz ponelos cimientos de la fwologíamoderna.
Contrariamente a lo quecreyeron los inmoladores deServet, su influencia sigue ac·tuando principalmente en l~
países anglosajones. El unita.rismo religioso moderno, querepresenta una modalidad decristianismo liberal, reconocecomo uno de sus antecesoresmás respetados a Miguel Ser·veto Las prácticas de estegrupo religioso están dirigidashacia la vida social y el ejercicio de la filantropía. Priest·ley, uno de los miembros másprestigiosos de la Royal Sacie·ty, contribuyó a difundir enInglaterra la doctrina y lasprácticas religiosas de los uni·tarios. En su libro History o/the corruptions o{ Christiani·ty recoge las ideas de Serve!y los socinianistas que constituyeron la clave y el.puntode iniciación de este gruporeligioso. Quizá no sea aventurado suponer que en lamente bien organizada dePriestley influyeran de con·suno Harvey, mediante sU!normas de investigador, y Ser·vet por sus inquietudes teológicas. En los Estados Uni·dos, Channing y AbrahamLincoln fueron prosélitos con·secuentes de este mismo gru.po, la Unitarian Church, quedefiende la libertad del penosamiento religioso y la prác.tica de un humanismo ético.
Acotada por Izquierdo lasituación de los precursoresde Harvey en sus términosjustos, no queda disminuidala grandeza de nuestro atoromentado precursor, pues alproyectar su poderoso enten·dimiento lo hizo con tantagenerO!)idad y amplitud quesuscita admiración y respeto.
Con motivo del cuatricen·tenario de la muerte de Ser·vet apareció en el VoL xrode la revista Ciencia (1953)un valioso trabajo de H. deCastro, donde relata las rec·tificaciones que Servet pu~ohacer en las cartas geogra'ficas de Ptolomeo merced asu clara inteligencia y a sU!conocimientos geodésicos.
Habrá . de perdoná~/
esta ligera digresión a proposito del libro de Harvey, peroconsidero obligado que, ,'.pretender empañar la .1eg¡?·ma gloria del fisiólogo lOgles.
Pero esta actitud ecléctica,ante problemas poco conocides en su tiempo, no debeamenguar los méritos del insigne descubridor.
J. J. Izquierdo dedica sendos capítulos de su. trabajopreliminar a esclarecer el valor de los datos y argumentaciones aducidos por distintosautores cuando tratan de atribuir la prioridad del descubrimiento de la circulación de lasangre. Con rigurosa imparcialidad y decoro académico,el maestro Izquierdo señalalos elementos espurios que sehan venido confabulando para enturbiar la verdad sobreeste trascendental descubrimiento; nacionalismo, ignorancia, pereza, y nos convencede que ninguno de los antecesores de Harvey logró obtenerlos elementos de evidenciaque lucen en los trabajos delsabio inglés.
De entre todos a los quese atribuyera la prioridaddestaca por sus grandes merecimientos y trágico destinoMiguel Servet.· Comparandola vigorosa personalidad delheterodoxo español con la deHarvey se observa junto a laradical diferencia de sus respectivos tipos humanos, ciertaidentidad de propósitos. Elprimero representa la acciónapasionada, casi mística, porla vivificación de la Fe cristiana y la simplificación delas relaciones teológicas. Elinglés parece desentenderse delos problemas metafísicos yencauza su acción al planteamiento y resolución de problemas concretos vinculadosa las estructuras vivientes y asu valoración cuantitativa.Ambos se rebelan, de distinto modo, ante las normastradicionales, pero, u n o yotro, luchan denodadamentepor llegar a obtener certidumbres. Servet de carácter religioso; Harvey de índole físicay experimental. El español alarriesgarse por terreno máspeligroso pereció en la aventura, exterminado por la soberbia y el fanatismo. El inglés concentró su voluntaden obtener hechos comprobables que le permitieranemitir una doctrina válida yoperante. A Servet sus sañudos perseguidores lo llevan almartirologio. Harvey refuta oelude a sus detractores y tras
se extendieron a los distintos estamentos, a la opiniónsecular y a los claustros universitarios. Riolano y Primrose combatieron con argumentos capciosos la validez dela doctrina circulatoria. Esteúltimo llegó a decir: "¿ Quésignifica este descubrimientode la circulación de la sangre? Los médicos antiguos ladesconocían y ello no les impidió curar a sus enfermos."Cuy Patin, inefable decanode la Facultad de Medicina de París, pudo sentenciarsu inutilidad diciendo: Lacirculation était paradoxale,inintelligente, absurde. nuisi-.ble a la vie de l'homme.
Harvey tuvo serenidad ycontención ante sus contradictores, a los que fue refutando con datos precisos yfundamento experiment al.Los hechos que se descubrieron con posterioridad afirmaron la certeza de sus descubrimientos.
En la actualidad, todavía,historiadores minuciosos reprochan a H a l' v e y ciertasanalogías entre su tesis delfuncionamiento circulatorioy la concepción del macrocosmos de Aristóteles. Pero estas reminiscencias del pensamiento antiguo que se puedanentresacar de los textos deHarvey, aunque contrastancon su actitud fundamental,tienen u n valor adjetivo.También se ha hecho notarsu posición ambigua ante lainterminable controversia entre vitalismo y mecanicismo
ex ERCltrA'lIO
ANATOMICA DEMOTV CORDIS ET SAN·
GVINIS IN ANIMALI.BVS.
qrrILIELMI HÁRVEI ÁNGL/.MlJiri&gii, e1Profr.lforis '!AnA/omi. in (Al-
k~'tN"¡"'- r.-litItllji.
cartes explica la contraccióndel corazón como debida aexplosiones de "un fuego sinluz" que calienta los ventrículos y expande la sangre envapores, los cuales al pasarpor los pulmones se condensan de nuevo para volver alestado líquido en el ventrÍculo izquierdo. Así el creadorde la Reglas para la dirección del espíritu, asumiendo elaspecto fundamental de ladoctrina de Harvey la interpreta a su modo y proponeun modelo mecánico de laactividad cardiaca, más similar al de un motor de explosión que el prosupuesto porHarvey de la contracción sucesiva de las estructurasmusculares.
Pese a sus divergencias conHarvey, Descartes defiende,con decisión, la doctrina dela circulación sanguínea, queconsidera muy afín a sus propias concepciones. Esta congruencia comprobable deideas, experimentos y resultados, g a n Ó rápidamenteadeptos y apasionados adversarios. U no de los más decididos contradictores fue elobispo Parker, de Oxford,que condenaba las nuevasideas en los rotundos términosque siguen: That mechanical philosophy is quite unfitfor solving the problems ofphenomena. Condenaba aDescartes junto a Cassendi yHobbes como los tres ateístasmás peligrosos de su tiempo.
Las manifestaciones de repulsa hacia los innovadores
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tratemos de conservar la quepueda corresponderle al granvilanovano por sus aportaciones a la ciencia y a la libertadde pensamiento.
Así debieron reconocerlomuchos hombres de b i e ncuando erigieron hace pocosaños el monumento a la memoria de M. Servet en Annemasse. Por cierto que laagresividad de las tropas nazis se manifestó en Annemasse desmantelando el m'onumento que en honor de Serveterigiera la solidaridad internacional. No les valió el bronce de la noble efigie paraganar la guerra aunque sípara recolectar un poco másde oprobio al mucho que juntaron.
La edición de la UNAMestá realizada con el esmeroque acostumbra, y creo queeste. libro de Harvey y el estudio que le precede habránde rendir provecho a los escolares y a los estudiosos dela ciencia.
-José Puche
Historia natural de la agresión, compilado por J. D.Carthy y E. J Ebling(trad. de Juan Almela).234 pp. Siglo XXI Editores, México, 1966.
La historia de la ciencia espródiga en sorpresas_ Apenashabrá un fenómeno más universal y de más vastas consecuencias que el fenómeno dela agresividad y, sin embargo,su estudio científico es relativamente reciente. El propiofundador del psicoanálisis, fascinado por sus descubrimientos acerca del papel patógenode la sexualidad trastornadaen su evolución, tardó muchosdecenios en reconocer el valor autónomo de los impulsosagresivos, a los que, a:I fin,ubicó dentro de un existencialismo biológico como sombríos servidores de la muerte.La agresividad, en la medida en que podía servir a fines políticos o económicos,fue ampliamente racionalizada (justificada en nombre deideales, a veces ·pacifistas yconstructivos) y en sus manifestaciones antisociales fuesencillamente proyectada hacia fuera, como algo animal,
patológico, en última instancia no-humano. Pero tantola racionalización como laproyección suponen una represión previa del fenómenooriginario, cuyo rostro no sepuede mirar de frente, porque provoca angustia. Llegaun momento, sin embargo, enque hay que afrontar la verdad cuando las contradicciones que nos la ocultan se hanhecho demasiado flagrantes odemasiado peligrosas. El potencial destructivo acumuladoen el armamento atómico estan absolutamente desproporcionado respecto de cualquierfinalidad humana constructiva imaginable, que es precisopreguntarse por las raíces yel sentido biológico de esatendencia que ha dado origen a tales instrumentos dedestrucción y que parece fascinada por ellos. Cerca decuarenta científicos se reunieron en simposio en octubrede 1963 en el British Museum(Natural History) justamente con el propósito de aunarsus esfuerzos en pro del esclarecimiento científico de esteproblema. Las contribucionesy discusicnes de este simposioacaban de aparecer en castellano. Participaron en él biólogos, etnólogos, psicólogos,psicoanalistas, sociólogos ehistoriadores. Las comunicaciones no tienen desperdicio.Cinco de ellas están consagradas al estudio de la agresividad en el reino animal; otrascuatro abordan diversos aspectos fisiológicos, psicológicosy psicopatológicos del fenómeno; los cinco últimos estándedicados a la sociología yantropología de la agresividadhumana, con una atención especial al fenómeno de la guerra y sus implicaciones en laedad atómica.
El acuerdo entre biólogosy etólogos (estudiosos estosúltimo, del comportamientoanimal comparado) es prácticamente completo: todosellos distinguen la agresividadinterespecífica (entre animales de especie diferente), cuyo ejemplo más común es laque enfrenta al predador va la presa, de la agresividadintraespecífica (entre individuos de la misma especie).En ambos casos ~e trata decomportamientos instintivos,pero si en el primero la íustificación biológica es evidente.
no lo parece tanto en el segundo: ¿ qué ventajas puedetraer a una especie animal elque sus individuos luchenentre sí hasta la muerte?Los etólogos descubren varias: la distribución de territorios, de tal manera que cadaindividuo disponga de unhabitat y de comida suficientes, la selección del "mejor"para la defensa de la familiao la sociedad, el establecimiento de jerarquías, de grantr.ascendencia para el aprendIzaJe y la cooperación en losanimales sociales, etc. .. Contodo, los peligros de la luchaentre congéneres son demasiado evidentes y de ahí quela evolución haya inventadouna serie de mecanismoscomportamentales para inhibir o hacer más raras y peligrosas tales luchas. La mayoría de esos mecanismos tienenel carácter de comportamientos ritualizados.
Los psicoanalistas coincidencon los etólogos en reconocera la agresividad el carácter deun instinto autónomo, de producción endógena, pero quepuede ser activado especialmente por la frustración y quepuede descargarse en múltiples formas: cuando no puede hacerlo directamente sobreel causante de la frustración,lo hará sobre un chivo expiatorio o se volverá contra elpropio sujeto, dando lugar alcomponente masoquista de lasconductas patológicas.
El acuerdo entre sociólogos, historiadores y psicólogos,en cambio, no es tan unánime. Para el antropólogoFreeman "la perpetua agresión y crueldad del hombrehistórico ... se explica sólo ...en términos de sus orígenescarnívoros y caníbales" (p.172). Para el sociólogo Andreski la causa de las guerrassería, en última instancia, eldesequilibrio -señalado porMalthus- entre la poblacióny los recursos vitales. El historiador J. Burton, en fin, nocree que exista una agresividad innata en el hombre,pero aunque la hubiera, nofuncionaría al nivel de los estados soberanos: no hay estados agresivos.
Naturalmente todos estosestudios se inspiran en un deseo: descubrir el modo deevitar las desastrosas consecuencias de la agresividad
para la especie humana y sobre todo la más terrible detodas las previsibles: la guerra atómica. Etólogos y psicoanalistas están de acuerdoen reconocer que los instintosagresivos son inerradicables ycumplen una función biológica; se trataria entonces deenc?~trar sucedáneos sanos yPOSItIvOS para sus manifestaciones patológicas o antisociales. Nadie cree en los tratadosde paz perpetua ni en la panacea de un gobierno mundial. Una participante echade menos una discusión delpunto de vista marxista de lalucha de clases como causade guerra. Esta ausencia es,en efecto, sensible. El territorialismo (cuya última motivación es ecológico-alimenticia en los animales yeconómica en el hombre),la jerarquización social, ladefensa de los valores grupales, etc., siguen siendo motivo y justificación de la agresividad humana tanto comoen las otras especies animales,"pero en el hombre acabantransformándose en conflictosideológicos que enmascaran,distorsionan y agudizan lasrealidades biológicas de base.
"Es evidente, dice Andreski, que siempre tiene quehaber alguna lucha en lassociedades humanas, pero sólo si e por las necesidadesvitales habrá muertes. Peropreguntaremos: ¿ por qué loshombres siempre combatenpor las necesidades vi tales?¿ Por qué no comparten lascosas sencillamente y viven enpaz?" En su opinión la respuesta la dio Malthus y deahí que proponga como solución el control de la natalidad. Pero evidentemente estasolución no puede ser sinoparcial. Es preciso encontrarsucedáneos a la guerra: elpsicoanalista Storr y el etólago Lorenz proponen las luchas ritualizadas (a través dela competición espacial, deportiva, científica, etc.). Pero habría que desenmascararprimero las ideologías agresivas que, utilizando el mecanismo paranoide de la proyección, ven siempre en "elotro" (el negro, el comunista,el imperialista, etc.) las deficiencias y las intenciones turbias que uno no se atreve areconocer en sí mismo.
-Armando Suárez
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