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Licantropía Ricardo Abdahllah 2000-2002

Licantropía (2002)

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Licantropía

Ricardo Abdahllah2000-2002

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Prólogo : La historia de dos curiosos documentos

Los extraños hechos ocurridos a finales del siglo pasado, más exactamente entre el 30 de abril y el 16 de septiembre de 19…, en la ciudad de Bucaramanga nunca fueron aclarados del todo y el caso perdió con los años el interés del público, sumándose a otros muchos hechos de las páginas judiciales que se amontonan como referencias sueltas en el inconsciente colectivo. Aún así la leyenda todavía se comenta de vez en cuando e incluso algunos relatos de ficción han tomado como argumento el pánico que azotó la ciudad en esos días. Aunque, como se ha dicho, los investigadores nunca pudieron hallar al culpable de los asesinatos o por el contrario probar claramente que habían sido cometidos por un animal salvaje, dos documentos hallados en los últimos meses han dado nuevas luces sobre el caso.

El primero de ellos es un diario llevado a mano en un cuaderno corriente y hallado casualmente por Tomás Cabo, un periodista bibliófilo que buscaba curiosidades en una voluminosa biblioteca puesta en remate por los herederos de un anciano muerto, curiosamente, dos años antes de los asesinatos; esto último hace que su presencia no deje de ser sorprendente, aunque es probable que se deba, simplemente, a que alguien por error agregó el manuscrito en alguno de los múltiples inventarios, embalajes y cambios de depósito que sufrió la colección de libros durante los años que duraron los tramites legales que, finalmente, permitieron su venta al público. El autor del texto, Francisco Chandler, (aunque es poco probable que ese sea su verdadero apellido y dada su indudable afición a la literatura policíaca es probable que más bien lo adoptara como homenaje a Raymond Chandler, conocido maestro norteamericano del género) fue un hombre que se decía descendiente de franceses por la rama materna y había llegado a Bucaramanga un par de meses antes de los acontecimientos. De la lectura de algunos apartes encontrados en páginas sueltas dentro del cuaderno, se sabe que desde muy joven fue un nómada por vocación y que a los trece años abandonó su hogar en Bogotá cuando su madre le confesó que su verdadero padre era un serenatero que ella le había presentado como un amigo lejano de la familia y había muerto de arteriosclerosis el año anterior.

Desde entonces viajó de ciudad en ciudad desempeñando diversos oficios y escribiendo poemas, cuentos y crónicas de calidad muy irregular que enviaba a su madre, rogándole que buscara alguna manera de publicarlos. En Bucaramanga había intentado vender artesanías que él mismo elaboraba, pero había sido tan poca su suerte que se había visto obligado a pasar la mayoría de sus noches en hoteles baratos y construcciones abandonadas. Fue en uno de sus hoteles donde, en sus palabras “un tipo de apellido a Aguirre que también llegó ha Bucaramanga buscando historias” le comentó el caso en cuestión. El diario de Chandler aún

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está en manos del señor Cabo pero próximamente será puesto en exhibición en la sala de exposiciones de la Casa Sur, un conocido museo de la ciudad.

El segundo documento, que es el que se reproduce a continuación, es aún más curioso pues pone de manifiesto que alguien tuvo acceso al diario mientras este aún se encontraba en la biblioteca del anciano, investigó el caso de manera independiente, recurriendo a archivos periodísticos y seguramente a entrevistas con algunos de los protagonistas, y puso de manifiesto detalles que escaparon al razonamiento de Chandler. La mayor parte del documento es de hecho una transcripción de los fragmentos del diario relacionados con el caso, mientras el resto son observaciones del autor, de quien sólo se sabe que firmó O.G. Ávila y entregó su manuscrito a un editor despreocupado que sólo hasta ahora, diez años después de retirado del negocio editorial y probablemente quince o más después de recibirlo, se dedicó a leerlo, sorprendiéndose con lo que tenía entre manos. Fue ese editor, que no ha querido que mencione su nombre, quien lo hizo llegar a la editorial que me encargó la revisión y presentación del texto.

Para corroborar las extensas citas que Ávila utilizó en su texto, y ante la imposibilidad de identificar sus otras fuentes pues no las referencia, y queriendo verificar al menos parcialmente la rigurosidad de su texto, al que tituló simplemente “Licantropía”, solicité al señor Cabo una copia del diario original La mayoría de los fragmentos son fieles y he señalado en pies de página aquellos que difieren del original. De la misma manera he señalado algunos apartes contenidos en el texto de Ávila que no se encuentran actualmente en el diario, pues éste se halla en muy mal estado de conservación y muchas páginas han sido arrancadas o dañadas hasta el punto de volverse ilegibles.

Para mí, editar y prologar este texto fue primero que todo un duro ejercicio de memoria pues me obligó a recuperar mis propias impresiones de una de las noticias judiciales más curiosas de la época, pero también fue un dulce ejercicio de nostalgia pues en aquella época frecuentaba muchos de los lugares que son nombrados en la historia e incluso conocí de lejos a algunos de los personajes que el señor Ávila menciona. También mis amigos de entonces, de quienes no sé hace mucho tiempo, deben recordarlos. A ellos, donde quiera que estén, dedico mi trabajo.

R. Abdahllah. Bucaramanga La Bella .

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Licantropía por O.G. Ávila , basado en los diarios de Francisco Chandler

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Ten cuidado con los bosques en la nocheten cuidado con la luz de la luna

Wolf Moon

El primer muerto fue Israel Hernández, que en desde hace tiempo trabajaba como vigilante en un restaurante en la carrera ventisiete. Esa noche el cielo era distinto y la ciudad, en cambio, se repetía una vez más. En principio, otra muerte violenta en noche de viernes. Alejandra D’Merak y Dani Cobain caminaban hacia el sur, después de un medianamente exitoso intento de romper la rutina con un par de cervezas en un bar cualquiera de los que quedan cerca de la UnIverSidad, cuando pasaron junto al hombre que en una ocasión estuvo a punto de irse a los golpes con Dani por algunos comentarios subidos de tono que le había hecho a Alejandra. Israel hablaba con unos mariachis mientras lavaba el piso de la entrada. Tan sólo un par de minutos después, un vendedor de cigarrillos encontró su cuerpo. Hernández llevaba doce años trabajando en ese lugar como vigilante en el turno de la noche y nunca había tenido problemas ni con la administración ni con alguien que hubiera intentado robar en el local. Simplemente cumplía con su trabajo haciendo cosas sencillas como cuidar los carros de los clientes hasta las dos de la mañana que era la hora de cierre, impedir que los indigentes se acercaran a pedir dinero, parar los taxis en los que se iban los empleados y lavar sin mucha dedicación el piso de la entrada. La Fiscalía interrogó en un par de ocasiones a Alejandra, a Dani Cobain y a Alexander Humberto, el vendedor de cigarrillos, y dejó el proceso en manos de los jueces. A partir de las huellas de garras y dientes en el cadáver, se insinuó que la muerte se había producido por el ataque de uno o varios perros grandes. El hecho mereció un titular pequeño en un diario amarillista de tercera categoría y apenas logró el color azul destinado a las noticias menos importantes “Canes asesinos devoran vigilante”. Mucho más grande, en el rojo más destacado posible, podía leerse “Bomba sexual se confiesa: TAMBIÉN ME GUSTAN LAS CHICAS”. Después el asunto se olvidó en medio de rumores acerca de cualquier cosa.

Semana y media después hubo tropel. Los estudiantes de la UIS se enfrentaron a piedra con la policía durante todo un día. Las cosas ocurrieron igual que siempre: unos pocos comienzan a lanzar consignas en la calle y luego se les va uniendo gente. Aparecen de quién sabe dónde, ladrillos y bloques de cemento y comienza el ritual. Como a las once de la mañana llegó la policía y comenzó a lanzar gases. Se cerraron varias manzanas alrededor de la universidad y la demora en el tráfico sacudió a la ciudad del aburrimiento. Un par de los que viajaban en los buses desviados se quejaron por la demora y otros alentaron a los estudiantes. En el tropel estaba más o menos toda la gente, desde los comunistas-troskistas-guevaristas-foquistas-marxistas-leninistas-maoístas reradicales, hasta tal cual estudiante que no había podido sacar el carro del parqueadero y no teniendo nada mejor que hacer se había unido al asunto.

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Hacia medio día, algunos estudiantes incendiaron el cajero automático, dándole nuevos aires a la pedrea que duró casi hasta las cuatro. A esa hora policías y estudiantes se replegaron, convencidos de que habían ganado y contando cada quien su versión de la historia a los noticieros de la televisión. Al caer la noche, Alejandra y Dani Cobain se pararon junto al asta de banderas y con un beso silbado por tres mil estudiantes cansados, cerraron un día que parecía haber terminado sin nada más grave que un par de vidrios rotos, por piedras o por bolillos, eso nunca se sabe, tal cual descalabrado que se curaba sin necesidad de puntos y el susto de alguna gente de la calle que vivía en un lote abandonado y había tenido que salir corriendo porque un par de gases habían caído adentro. Antes de medianoche, exhaustos tras un día tan duro, estudiantes y policías dormían profundamente.

Sin embargo, la sensación de aparente tranquilidad no duró ni siquiera hasta el amanecer del día siguiente, porque a las tres de la madrugada Miguel Castro, un mariachi que regresaba a pie a su pensión después de una noche de poco trabajo y mucho licor, corría desesperado gritando que había encontrado un muerto botado en la mitad de una calle secundaria. Era el estudiante Juancho Gálvis y todo su cuerpo estaba cubierto de marcas de dientes y garras similares a las del cadáver de Israel Hernández. A las diez de la mañana un grupo de obreros que volvía de jugar tejo en las canchas Capi Prado (*1*) encontró en un potrero a Fidel Páez en idénticas condiciones. La noticia comenzó a trasmitirse como una onda de radio y a llenarse de ruido blanco porque la voz de cada una de las personas que la contaba le agregaba ruido en diferente frecuencia a esa onda: que dos cuerpos, que tres, que uno era un niño de colegio, que el otro era de una mujer. Antes del anochecer, el ambiente cuasicarnavalesco del día anterior había quedado sepultado por una melancolía general que nunca se había visto en la universidad. Alguien lo definía como querer gritar pero sentir que a uno le habían robado toda la vida que se necesita para hacerlo. Doña Argemira Cadena, la señora que desde hacía catorce años vendía empanadas con avena a la entrada de la universidad y que conocía a Fidel, salió en la televisión llorando y hablando de los muchachos. Y así toda la gente, decía algo y luego se ponía a llorar o se quedaba por horas mirándose en silencio.

Francisco Chandler, un pintoresco personaje aficionado a las historias policíacas y dedicado a escribir crónicas y cuentos que nunca han sido publicados, fue el primero que sospechó una conexión entre la muerte de Israel Hernández y las de los dos estudiantes y pensando que tenía en sus manos buen material para una crónica, decidió averiguar más datos sobre el caso. El día del tropel cumplió 28 años y los celebró con una borrachera de vino Moscatel de pasas que empezó en la madrugada en un lote abandonado cerca de la universidad y de la que despertó en las graderías de la cancha semiabandonada que queda detrás del estadio. Al día siguiente, una marcha de silencio recorrió la ciudad con los maletines llenos de piedras que no fueron lanzadas por las peticiones que hicieron entre lágrimas las familias de los estudiantes, esa misma tarde, Chandler comenzó a llevar la crónica de la historia(*2*).

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* * *

Mayo 11

Estoy a punto de completar dos meses de haber llegado a Bucaramanga (Bucarametal, le dicen los que le tienen fe) y en realidad ya pensaba partir. Sin embargo un extraño caso que en la cafetería de un hotel cerca a Sandresito me comentó un tipo de apellido Aguirre que también llegó a Bucaramanga buscando historias me ha llamado la atención lo suficiente como para quedarme un tiempo más en esta, la ciudad de los parques vueltos mierda. En la madrugada de ayer los estudiantes de la Universidad Industrial de Santander, Fidel Páez y Juan David Gálvis fueron encontrados muertos, aparentemente víctimas del ataque de perros. A pesar de que nadie parece recordarlo, hace unos días fue hallado en similares circunstancias el cuerpo del vigilante de un restaurante. Aunque desconozco más detalles, investigaré al respecto

* * *

Las marchas continuaron en los días siguientes y a pesar de las intenciones pacíficas con que se iniciaban, siempre terminaron en nuevas pedreas. La Fiscalía tardó casi una semana en sospechar la conexión entre los dos casos y los investigadores comenzaron a interrogar a las personas que encontraron los cuerpos. También, Dani Cobain que según varios testigos que se encontraban en la universidad la noche posterior al tropel, fue visto salir con los dos estudiantes muertos, fue llamado a declarar.

* * *

Mayo 15

Luego de enterarme la citación hecha a Dani Cobain (a quien conozco, ya que frecuenta el bar donde suelo terminar el día) para declarar en el caso, decidí entrevistarlo por mi cuenta. Tras invitarme una cerveza, me contó que había asistido al interrogatorio en la Fiscalía de mala gana y únicamente para evitar problemas posteriores, que dicho interrogatorio fue extenso, no así profundo, y que giró en torno a la relación que tenía con los dos estudiante muertos y el empleado del restaurante. Según dijo, contestó que los estudiantes eran conocidos suyos, aunque la relación entre ellos y la pelada con la que él anda (Alejandra D’Merak), había sido bastante cercana hasta que de un día para otro se habían distanciado por razones que desconocía. Que el día del tropel se encontró con Páez y Gálvis y conversaron un rato, mientras

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tomaban tinto en una tienda cerca de la Avenida Quebradaseca y que ellos regresaron hacia el norte después de decir que si en alguna tienda les vendían cerveza se tomarían un par.

Respecto al celador del restaurante, manifestó que en una ocasión había discutido con él por algunos comentarios pesados que la había hecho a Alejandra y que se hubieran ido a los golpes de no ser por la intervención de Hister Beltrán, un estudiante que pasaba en automóvil por el lugar, y cuyo llamado a la calma extrañó tremendamente a Dani, considerando que el trato entre los dos no era precisamente cordial desde la ocasión en que, en el marco de un foro sobre la violencia, Hister defendió los grupos de “limpieza social” argumentando que la peor plaga de la ciudad eran los “drogadictos y ladrones, mal llamados indigentes, que viven en la calle”. Pregunté a Dani si era posible que me consiguiera citas con Alejandra D’Merak y Hister Beltrán y me contestó que lo de Alejandra sería muy sencillo pero lo de Beltrán debería buscarlo por mi cuenta. Mientras esperaba a DC conocí a Natalia Hetfield, una mujer ciertamente atractiva, caleña hija de gringos, de fulles ojos verdes, piel perfecta y cabello color hoja seca. Empezamos hablando de metal gótico y terminamos hablando de asesinos famosos del medioevo, digamos Elizabeth Bathory y Vlad Tepes. Quizás fue la música la qué hizo la conversación. Quedamos de vernos mañana.

Mayo 21 Anoche la pasé bastante mal. Después de escribir las anteriores líneas y mientras caminaba por la calle, comenzó una llovizna que en cuestión de minutos se transformó en el peor aguacero que ha caído sobre Bucaramanga en los últimos años (varios barrios de Girón se inundaron, según se comentaba esta mañana). Obligado a guarecerme, decidí entrar a una obra en construcción cerca del Batallón, con tan mala suerte que una parte del techo, aún a medio construir, se desplomó causándome varias cortadas en el brazo derecho y una más o menos grave en la parte de atrás de la cabeza. Aún sangrando caminé hasta el Hospital. Cuando me dieron salida un médico joven me regaló algún dinero que utilicé para rentar este cuartucho donde dormí todo el día. Es medianoche y lamento no haber ido al bar para encontrarme con Natalia, pero aún me siento débil y considerando que no me queda un peso y mañana seguramente tendré que dormir en la calle, quisiera descansar.

* * *

Hister Beltrán era un tipo adinerado, hijo de un político local que había sido senador en dos ocasiones y nieto de Lino Beltrán que en su época fue ministro delegatario con funciones

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presidenciales. Quizás él ya había nacido predestinado y algún día sería presidente y como el presidente inmediatamente anterior y que el siguiente, tendría por esposa la hija de un hombre de negocios y por amante la ganadora de un reinado de segunda. De hecho, entre las mujeres que Hister frecuentaba a sus ventitrés, estaba la ganadora de un reinado de tercera que cumplía años el veinte de julio. Por eso, mientras sus padres asistían al cóctel de celebración del Día de Independencia, él recorría la ciudad manejando completamente ebrio, buscando músicos para darle una serenata a su reina. Lo de los músicos no lo supo ella hasta la tarde del día siguiente, cuando la policía le informó que en el registro hecho al automóvil donde fue hallado el cadáver lacerado de Hister, se encontraron tarjetas de varios tríos, mariachis y grupos de música norteña. En esta ocasión la noticia sí mereció titular rojo en la primera página “¡OTRA VEZ ATACAN LOS PERROS ASESINOS!”. ***JULIO 21 (*3*)

Se habla también en la calle de que las muertes habrían podido ser causadas por “Perros del malino”. Transcribo a continuación la definición que encontré en un artículo.

Perro del Malino

Cada cierto tiempo aparece un hombre o mujer, los nombres dados dependen de quién cuente la historia, que luego de un trato con un demonio o espíritu (en las versiones más recientes de la leyenda se habla del diablo de la tradición católica) para crear una raza de perro excepcionalmente feroz que ,a parte de cuidar sus propiedades, le sirve para la caza e incluso el ataque. Este perro se llama Lindamá o “Perro del Malino”, derivando obviamente de “el maligno” como se denomina al diablo en las zonas rurales con la creencia de que al nombrarlo directamente puede atraérsele. Invariablemente el Perro del Malino es pequeño, negro y de ojos brillantes. Debe alimentársele con carne fresca y eso explica el odio que le tienen los campesinos pues muestra debilidad por las cabras. Para librarse del Lindamá, es necesario cazar un fara de seis patas y abrirlo en canal, pues al morir expele un líquido que es mortal para el perro del Malino.

***

Julio 22 (*3*)

Sobre la ciudad :

La noche altera inevitablemente nuestra manera de percibir. Somos seres visuales y auditivos. En el día el ruido y la luz son constantes, pero al caer la noche se camina entre los extremos de los estímulos: callejones oscuros y luces de neón, inmensos parques silentes y música

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electrónica a alto volumen, la oscuridad de la autopista asaltada por las luces de una patrulla policial… los susurros de una pareja que se besa en un árbol y el grito de un hombre apuñalado.

Las noches de la ciudad son altares de sacrificio: ofrecemos vida y muerte para obtener las dádivas del dios Sexo.

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La crónica que venía llevando sufrió un par de interesantes giros en los últimos días. El primero de ellos se debe a la muerte de Hister Beltrán, cuyo cuerpo fue hallado en la madrugada de ayer dentro de su automóvil, estacionado en una calle secundaria del barrio San Alonso. Yo mismo tuve la oportunidad de ver el cadáver, ya que usualmente paso cerca del lugar. Me llamó la atención la gran cantidad de gente que a esa hora se reunía a observar un automóvil rojo atravesado en medio de la calle (nada atrae a una multitud como una multitud)

El segundo viene de la sugerencia hecha por mi amiga Natalia Hetfield (quien me ha invitado a quedarme en su apartamento por unos días) en el sentido de que, rechazando la explicación más sencilla o para decirlo en términos más nietzscheanos: “dándole un descanso a la razón”, los asesinatos podrían deberse a un lobo de gran tamaño o incluso a un hombre lobo. (“¿O al Perro del Malino’”, le repliqué en tono de burla que pensé ella seguiría. Sin embargo hablaba en serio y cambié mi opinión luego de escucharla. Hasta hace un tiempo yo rechazaría de plano una conjetura de ese estilo, sin embargo, los relatos de Natalia acerca de hechos similares ocurridos en diversas épocas y que aún permanecen sin explicación, me obligaron a abrirme un poco hacia posibilidades menos ortodoxas. Natalia ofreció prestarme algunos documentos sobre el tema.

Julio 25

En los últimos días he estudiado los libros de Natalia, que no ha querido decirme cómo obtuvo documentos antiguos que seguramente no es posible encontrar en ninguna de las bibliotecas de la ciudad. Uno de ellos, resume los procesos de Gilles Garnier y Peter Stunf, acusados y ejecutados bajo el cargo de licantropía durante el siglo XVI. En el caso Stunf, se menciona que es posible que el licántropo no sea consciente de su estado, lo que de entrada, imposibilitaría una confesión. A pesar del interés que han despertado en mí, estos textos, son otros más nuevos, que documentan casos recientes, los que me han llevado a considerar la posibilidad, tan solo la posibilidad, de que algo en las recientes muertes no sea del todo explicable. Natalia insiste en esa teoría. Mientras investigo al respecto, trato de encontrar a Dani C. o a Alejandra D’ Merak, aunque un amigo de ellos me dijo que habían salido de la ciudad.

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* * *

Tras la muerte de Hister Beltrán, la policía comenzó a investigar con seriedad los cuatro “asesinatos por perros” como seguían siendo considerados oficialmente(*4*). Mientras tanto en toda la ciudad la historia del hombre lobo, que ni Natalia ni Francisco habían comentado pero seguramente se le había ocurrido a alguien más, era aceptada como absolutamente cierta y ocupaba día tras día las páginas principales del periódico local. En San Alonso y los demás barrios cercanos a los lugares donde se habían hallado los cadáveres era prácticamente imposible encontrar alguna persona en la calle después de las ocho de la noche y la mayoría de las puertas y ventanas de las casas habían sido reforzadas. El cuadro de la Virgen de Chiquinquirá fue sacado de la parroquia y en una procesión que duró dos días recorrió todas las calles del sector. Los celadores se organizaron para cuidarse mutuamente y encargar la fabricación de al menos unas cuantas balas de plata y los agentes de policía asignados a la zona hicieron lo mismo. En los siguientes días no fue extraño encontrar perros muertos en la madrugada, víctimas de pedradas y disparos paranoicos.

* * *

Agosto 1

He pasado los últimos días entregado a las averiguaciones sobre el caso del Hombre Lobo. Digo “Caso del Hombre Lobo” porque ya nadie en la ciudad duda que fue un hombre lobo el autor de los cuatro asesinatos y yo he comenzado a creerlo más seriamente. He encontrado casos de licantropía seriamente documentados, desde el de San Ronan en el siglo XIII hasta varios procesos en Nueva Inglaterra ya bien entrado el siglo XIX. Aún no me ha sido posible hablar con DC, pero se dice que la policía lo está buscando. Escuché que quizás esté en La Mesa de Los Santos o en Barichara.

En principio no me era posible concebir que DC fuera el autor de semejantes crímenes. Sin embargo, un par de días antes de que huyera de la ciudad, lo vi en el bar protagonizando con Alejandra D’Merak un extraño ritual. Cada uno cortaba con un bisturí de cirujano la muñeca del otro y recogían la sangre de los dos en una copa que contenía agua de lluvia. Luego agregaban vino a la mezcla y lo bebían sonrientes. Preguntando a Fernando Barajas, un amigo de Natalia, acerca de tal ceremonia (que me pareció tan inusitada como repulsiva) me respondió que no era la primera vez y que entre varios de los miembros de su grupo era aceptado cortarse y beber su propia sangre.

Agosto 4

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Anoche, mientras descansábamos en la cama, le conté a Natalia mis sospechas sobre Dani C. y el extraño ritual que atrás he referido. Entre risas ella, que hace tiempo conoce a Alejandra (*5*), contestó que sobre los crímenes podía pensar lo que quisiera pero que el ritual era prácticamente una prueba de que Dani Cobain no los había cometido. Luego cambió súbitamente de la risa al enojó y, con tono de que era obvio y yo debería saberlo, me explicó que la ceremonia era típicamente vampírica y que contrario a lo que se piensa, los vampiros son la antítesis del hombre lobo e incluso sus enemigos naturales. Luego defendió como “profundamente artístico” el acto de beber sangre y dijo que juraría sobre fuego que Dani Cobain y Alejandra D’Merak no tenían nada que ver con las misteriosas muertes (*6*).

Las historias de Natalia sobre vampiros me parecen tremendamente interesantes desde el punto de vista literario y su obsesión por los temas ocultistas le agrega un halo de enigma a su belleza, pero el vampirismo no deja de parecerme repugnante. El acto de beber sangre me parece antinatural y nada de lo que vaya en contra de la naturaleza es correcto para mí.

Agosto 9

A continuación expongo las razones que me llevan a estar de acuerdo con la mayoría de la gente, que señala a Dani Cobain como el más probable hombre detrás del lobo:

Como primera medida es bueno tener en cuenta la relación que Dani C. tenía con los tres primeros muertos y para describirla utilizaré las mismas palabras que DC usó cuando tuvimos la oportunidad de hablar al respecto: Con Israel Hernández había estado a punto de irse a los golpes a causa de un comentario pasado de tono que le había hecho a Alejandra. Con los estudiantes muertos apenas se conocía, pero ellos habían sido amigos cercanos de Alejandra D’Merak hasta hace poco. Si ya no lo eran, probablemente ellos también habían tenido problemas con Alejandra. Por supuesto que un piropo subido de tono o una diferencia entre amigos no son motivos lógicos para asesinar una persona, pero el territorio de estos crímenes no es la lógica. Quizás por eso las investigaciones de la Fiscalía han resultado estériles. En la mayoría de los libros de Natalia se menciona el hecho de que cuando el Hombre Lobo se encuentra en su estado licantrópico, su instinto salvaje opaca casi absolutamente su raciocinio humano. Por tanto, una mínima provocación o incluso un mal recuerdo pueden desencadenar su furia asesina. Probablemente Dani C. asesinó a Israel Hernández, Juancho Gálvis y Fidel Páez atormentado, en su condición de lobo, por el hecho de que los mencionados individuos hubieran herido, siquiera mínimamente a Alejandra. Dani C., irónicamente, mató por amor.

Respecto a Hister Beltrán, el motivo pudo ser más bien temor. No es ilógico pensar que Beltrán, al ser el único testigo, conocía algún detalle sobre el enfrentamiento entre Israel Hernández y Dani Cobain que este último pudo haber omitido tanto en su informe a la policía como en la entrevista que tuvimos. El hecho de que tal asesinato se cometió bajo forma de lobo no es contrario a esta hipótesis y por el contrario puede validarla: Si bien DC normalmente no atacaría a Beltrán, es probable que en su estado animal el instinto de conservación lo llevara a cometer el crimen.

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* * *

El 13 de agosto se levantó la huelga de los estudiantes. Acostumbrados a las extensas jornadas de discusión y protestas, los estudiantes necesitaron de algunos días para tomar nuevamente el ritmo. Sin embargo, muchos de los que habían viajado durante los días de paro decidieron no regresar. Bucaramanga parecía ya no ser el “buen vividero” de otros tiempos. En los alrededores de la universidad los letreros de SE VENDE y SE ARRIENDA aparecían en la mayoría de las ventanas, dando testimonio de que el rumor de un hombre lobo era suficiente para espantar a la gente que llevaba años viviendo en el sector. La Sagrada Iglesia del Reino convocó a una noche de vigilia en el velódromo, donde más de tres mil personas tuvieron la oportunidad de cantar y orar toda la noche dirigidos por el hermano Pedro. El motivo de la reunión era pedir a Jehová que usara su poder para alejar a Satanás quien, encarnado en un gigantesco lobo, recorría las calles de la ciudad.

* * *

Agosto 15

La dama de cuarto menguante lanza su gritoy cubre de silencio la ciudadEstamos perdidos, condenados desde siemprey cada vez tenemos menos tiempo para masacrar del todo nuestros temores.

Los criminales se esconden del aire congeladoy los hombres que escalan las columnas creen estar muy cerca del cielo.

Necesitamos noches de fuego y terror, nuestro terror,aquel que necesitamos para invocar a los habitantes de las pesadillas. Necesitamos vivir para habitar cada destello que cruza la montañay saber que también fuimos, somos, seremos historia y leyenda.Necesitamos el insomnio que transforma las callesen el cáliz donde mezclaremos nuestra sangre para la única y verdadera comunióncera hirviente cayendo a gotas sobre nuestros cuerpos desnudosy lluvia para purificarnos de toda hipocresíay bailes interminables y los sueños, que nos observan desde su vuelo lastimero

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Aquí estamos, aquí estoy desafiando a los buitres a quienes ya no temo.Aquí estoy recorriendo ciénagas y fango para saber como es el paraíso...

Estamos condenados al espiral descendente,condenados desde siempre y para siemprepero, a diferencia de los mortales, sabemos combinar con maestría lágrimas y sonrisas... (*8*)

No es mi intención que este cuaderno se convierta en algo así como un “diario de quinceañera”, para eso tengo un pequeño librito negro con mis poemas. Sin embargo quiero decir que el texto anterior lo escribí pensando en Natalia Hetfield y en su (nuestra) vida de habitantes de la noche. El día que la conocí, yo esperaba a Dani Cobain en un bar de la carrera 27 con 11. Los parlantes botaban música de Fabulosos Cadillacs y ella fumaba en la barra con cara de aburrimiento. Me acerqué para invitarle una cerveza y ella aceptó. “Detesto el ska” fue lo primero que dijo. Después de hablar un rato quedamos en vernos al otro día, pero no fue posible por el accidente sobre el que escribí un par de páginas atrás. En los días siguientes nos seguimos viendo y una noche me invitó a quedarme en su apartamento. Cuando entré, me impresionaron las velas encendidas que llenaban el lugar. Un rato después, mientras el sudor salado se deslizaba por su pecho, podría decir que nosotros también ardíamos y nos consumíamos.

Los primeros días era sólo cuestión de lujuria y además había conseguido un buen lugar para quedarme. Ahora es diferente, seguimos teniendo noches dementes pero hay algo más… hace tiempo no …en fin, nunca había escrito líneas como estas en honor de nadie.

Agosto 16

Dani Cobain (me he enterado que ese no es su verdadero nombre) sigue siendo para la gente de estos barrios el más probable rostro detrás del hombre lobo. En una caminata nocturna le escuché a una mujer que vende cóctel de camarones en un carrito frente al estadio que “El muchacho y la novia habían comido varias veces en ese lugar, que parecían gente normal pero una vez habían hablado de pactos con el diablo.” ¿Podría una estatua de mármol resistir la fuerza de los rumores?. El ambiente de tensión en esta parte de la ciudad hace que el aire sea un poco más pesado de lo habitual.

Agosto 16, por la noche

Alguien dijo que la explicación más sencilla es casi siempre la correcta, sin embargo los hechos que me ocupan parecen no ser lo suficientemente racionales como para basar las conjeturas en frases célebres. Si fuera necesario buscar un segundo sospechoso, pensaría en Alejandra D’

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Merak. A la larga fue ella la víctima directa de las agresiones verbales de Israel Hernández y su relación con los estudiantes muertos no era muy buena. De hecho DC dijo que habían sido amigos y que “de un día para otro se habían distanciado”. Es lógico pensar que algún hecho medianamente grave debió propiciar tal distanciamiento. En cuanto a Hister Beltrán es posible (todo es posible) pensar en una reacción al altercado que HB y DC tuvieron en el foro que este último mencionó en su entrevista.

Es extraño que en mis consideraciones acerca del caso siempre haya partido de que el hombre lobo es una persona común y corriente que no es consciente de sus transformaciones involuntarias en lupino. En parte esa es la hipótesis más recurrente en los libros antiguos acerca de Licantropía y Vampirismo de los cuales he extraído la mayoría de los datos que han servido de base a mis conjeturas. Otro hecho que refuerza la suposición de la inconsciencia de los ataques es que ninguno de los cuerpos (según relatan personas que los vieron y tal como se menciona en los diarios) presenta mutilaciones que indiquen que el propósito del agresor era devorarlos.

Considerando entonces, que las agresiones se han producido bajo un estado de transformación en el cual no actúa la conciencia, no es un interés policial el que me impulsa a descubrir la verdadera identidad de el (¿la?, ¿los?) hombre lobo. Cuando éste sea encontrado, por mí o por quien sea, no debe ser castigado. No se me ocurre qué podría hacerse en ese caso, pero una acción vengativa sería absurda, ya que el hombre es inocente, y el lobo más aún. Es el instinto de conservación lo que lo lleva a atacar y sería injusto castigar a un animal por su comportamiento animal cuando los hombres, los hombres comunes y corrientes, se comportan como lobos diariamente y nadie hace nada al respecto. Un escritor dijo alguna vez “El hombre es la más cruel de todas las bestias, quizás porque físicamente es la más débil de todas las fieras”.

Agosto 17 (*8*)

Fernando Barajas, un amigo cercano de Natalia me prestó una grabadora “de periodista”, creo que me será de mucha ayuda en estos días.

He tratado de ponerme en contacto con Miguel Castro pero hasta ahora no ha sido posible. Sin embargo he hablado con algunos de sus compañeros de profesión que suelen esperar clientes en las cafeterías y pequeños billares de la carrera 33 entre calles 37 y 41. Me comentan que le están buscando remplazo (MC toca el violín) ya que su grave problema con el licor ha sido causa de repetidos incumplimientos de sus compromisos con el grupo.

Agosto 19

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No news from Manila. Coco still has not returned….Sólo estoy molestando

Agosto 21

Miguel Castro es un hombre de quien, en cierta manera, podría decirse que está condenado a ser mariachi. Bajo de estatura, redondo de rostro y con un bigote que cualquiera definiría como “típicamente mexicano”. Encontrarlo esta vez no fue difícil. Llegué a las diez de la noche a los locales de la carrera 33 con 37, donde los serenateros departen mientras no hay trabajo y, sin que yo le preguntara nada a nadie una empleada del lugar lo señaló. Miraba con atención una partida de billar, algo pensativo diría yo, enfundado en su traje azul, desteñido como de alguien que lleva cantando hace tiempo la banda sonora de dramas ajenos. Después de saludarlo e invitarle una cerveza (gasto gracias al cual no tengo un solo peso). Le comenté el asunto que me había hecho buscarlo e iniciamos una conversación que grabé y transcribo a continuación:

--ENTREVISTA CON MIGUEL CASTRO--- (*9*)

Francisco Chandler (o sea yo): ¿La Fiscalía lo ha vuelto a llamar?Miguel Castro: No, el día que encontré el cuerpo del muchacho estuve en la inspección y no me volvieron a llamar

FD: ¿Cómo encontró a Juan Manuel Gálvis? MC: Mire, desde que mi mujer me dejó tomo bastante y esa noche no fue la excepción. Por lo de la pedrea en la universidad decretaron Ley Seca y no había media posibilidad de que salieran serenatas. De todas maneras compré una botella de Maldonados en una tienda y me fui a beberla frente a la glorieta del Estadio. Ya estaba tan ebrio que no me acuerdo cómo fui a dar cerca de la Cancha Marte. Además que por ese lado es peligroso por la noche. Me desperté a las tres y todavía borracho comencé a caminar hacia mi casa. Yo vivo en una pieza cerca de la plaza de mercado de La Concordia. Entonces, tirado al lado de la calle, vi un muerto en medio de un charco de sangre y con marcas de garras por todo el cuerpo. La ropa hecha tiras. En el periódico salió que yo dije que pensaba que habían sido perros, pero lo primero que se me vino a la cabeza fue el ataque de un tigre o un león. Incluso pensé en el circo que está armado por los lados de La Flora. Toqué al muchacho y la sangre no se le había enfriado del todo. De la impresión corrí hasta el CAI de San Francisco. En el camino me encontré a un mancito de esos que venden chicles y cigarrillos y le conté lo que había encontrado, pero él apenas se puso todo pálido y no dijo nada; quedó como pasmado un momento y luego salió corriendo. Cuando llegué al CAI les dije a los policías lo que había visto y entonces me subieron a la patrulla para que los llevara. Yo no quería volver pero me tocó y entre preguntas y preguntas ahí amanecimos. Como a las siete, cuando ya todos los pelados del Tecnológico y la mitad de los

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del Colegio Santander, habían desfilado para ver el muerto, terminaron el levantamiento del cadáver y se lo llevaron en un carro de la Fiscalía.

FD: ¿Conocía a Fidel Páez. Israel Hernández o Hister Beltrán?MC: Cuando salió en el periódico la foto del primer mancito, me acordé que lo había visto trabajando de celador en un restaurante de la ventisiete. De Beltrán no conocía el nombre. Pero la noche que lo mataron pasó por acá averiguando cuánto costaba una serenata y yo me emberraqué porque se veía que el man era de plata y estaba ofreciendo una miseria.

FD: ¿Y entonces?MC: Nos insultó y arrancó a toda mierda por la 33 hacia el norte. Con mis compañeros dijimos que a esa velocidad iba a terminar contra un poste.

FD: ¿Usted qué hizo esa noche? MC: ¿Por qué me pregunta eso?

FD: Curiosidad literaria, por decirlo de alguna manera. Verá, a mí me gusta escribir ... MC: Yo no tuve nada que ver con eso. A esa gente la mató el Hombre Lobo y eso todo mundo lo sabe.

FD: Pero no se sabe quién es el Hombre LoboMC: Mire, hermano no me crea tan güevón como para que no me de cuenta que usted está tratando de envolverme. Yo ya hablé con la policía y con la Fiscalía tengo suficiente con imaginarme que en cada esquina me voy a encontrar otra vez el cadáver del pelado. No me joda más con sus preguntas.(*10*)

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Así terminó la entrevista que, dicho sea, no logró aclararme nada y por el contrario enreda aún más el caso. ¿Es posible que Miguel Castro sea el hombre lobo?. ¿Se esconde algo oscuro detrás de su bigote chistoso de charro y su baja estatura?. Es bueno recordar, una vez más, que según los mitos sobre el tema el licántropo puede no ser consciente de los actos cometidos bajo su condición de lupino. Quizás las lagunas mentales de M. Castro no sean producto precisamente de sus continuas borracheras. Su discusión con Hister Beltrán podía haberlo llevado inconscientemente a atacarlo cuando, quizás por casualidad se encontraron en una esquina solitaria. Si, como ya he sugerido antes, quien mató a Juancho Gálvis fue el asesino de Fidel Páez (y esto es bien probable) la relación de Castro con estos crímenes sería lógica (Castro dijo que la sangre de Gálvis aún estaba caliente y por tanto el crimen acababa de cometerse). A pesar de que la conexión con la muerte de Israel Hernández no es fácil de establecer, varios testigos afirmaron que se le vio conversando con un mariachi minutos antes de su muerte. Si ese mariachi no era Miguel Castro, estaríamos frente a una casualidad

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inconcebible. Lamento que lograr una nueva entrevista con él sea prácticamente imposible. Ahora bien, después de lograr que se enfureciera conmigo, y por la forma como se han dado las cosas, creo que no estaría de más conseguir un buen revolver y algunas balas de plata.

“Agua no santa, adicción sanguínea, esas balas de plata, una última bendición de sangre. Luna de lobos, ¿No arrojarás tu hechizo sobre mi?” Type O Negative “Wolf Moon”

Agosto 22

Escuchando nuevamente la entrevista que le hice a Miguel Castro, noté un importante detalle que pasé inadvertido durante la transcripción de la misma. Miguel Castro, el mariachi, mencionó que cuando corría hacia el CAI de San Francisco encontró a un vendedor de cigarrillos. Lo que completaría una interesante dualidad: A Israel Hernández lo vieron hablando con unos mariachis y después lo encontró muerto un vendedor de cigarrillos. Aunque no sé cuál es el nombre del vendedor que encontró muerto a Israel Hernández, sé que trabaja entre la universidad y la Biblioteca Turbay así que trataré de ubicarlo.

Agosto 25

En un comunicado publicado ayer en el diario local y trasmitido hoy por la mayoría de las emisoras de Bucaramanga, la Fiscalía aclaró que “no son ciertos los rumores de que se ha expedido orden de captura contra persona alguna bajo el cargo de Licantropía, ya que esa conducta no se encuentra tipificada como delito en el código penal” agregando que “se pide calma y prudencia a la población civil, especialmente a los habitantes de los barrios, San Alonso, San Francisco, Universidad y aledaños, a quienes invitamos a no dar crédito a las versiones fantasiosas creadas por la imaginación popular acerca de los homicidios cometidos entre los días 30 de abril y 21 de Julio del presente año. La Fiscalía General de la Nación adelante actualmente todas las investigaciones necesarias e informará oportunamente a la opinión publica los resultados de las mismas”

La verdad oficial casi nunca es la verdad. Este podría ser uno de esos casos.

Agosto 30 Dani Cobain y Alejandra D’Merak regresaron de su viaje turístico-de escape que según me contó DC los llevó a pasar algunos días en Barichara, Guane y Curití y luego a Villa de Leyva. Allí se enteraron del comunicado de la Fiscalía y como al menos oficialmente no se tomarán acciones contra DC, decidieron regresar. En algún momento de la conversación salió a relucir el

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caso del Hombre Lobo y le comenté acerca de mi entrevista con Miguel Castro. Dani Cobain me recomendó que no le comentara mis sospechas a todo mundo porque podían terminar linchando a un inocente. Es extraño, a pesar de que Dani C. es uno de mis tres sospechosos, aún lo sigo considerando casi un amigo. Y eso podría decir de la mayoría de la gente que frecuenta el bar. Lobos unidos por la música estridente y el hecho de que seguirían bebiendo hasta las cuatro de la madrugada aunque Dios iniciara el Juicio Final y desde su trono decretara el toque de queda. Quizás Dios brindaría con ellos por su valentía.

Agosto 31

Después de buscarlo por una semana en toda la zona encerrada por el rectángulo Hospital- Estadio de Fútbol- UIS- Biblioteca Turbay, anoche encontré, más gracias a la casualidad que a otra cosa, a Alexander Humberto, el vendedor ambulante que encontró el cadáver de Israel Hernández. Yo bebía una cerveza en la calle, cuando el tipo me ofreció cigarros. Le dije que no me interesaba y le pregunté si conocía a la persona que yo buscaba: Un vendedor de cigarrillos que había encontrado un muerto, etcétera Justamente era él. “Mucho gusto, Alexander Humberto, Humberto es el apellido pero me dicen ‘Alex El Caro’, dizque porque me voy de avión con los precios, pero no crea, tampoco es tanto.”

La historia del tipo es bien triste. Hasta hace un tiempo trabajó manejando un bus urbano. Un día de trabajo pasó por el lugar donde acababan de atropellar a su novia. Eso lo dejó mal. Hablar con él resulta bastante difícil ya que cambia de tema con frecuencia. De cualquier manera me confirmó que sí fue él la persona con quien se encontró Miguel Castro después de hallar el cadáver de Juan Gálvis. Alex El Caro dice que a veces no recuerda las cosas que hace y que los doctores le habían dicho que era por el “trauma” de haber visto a su novia muerta. A pesar de que me interesaba enormemente continuar con la conversación, Alexander entró en tal estado de agitación que decidí aplazar la entrevista para después.

Septiembre 1

“El cielo es tan sólo un rumor que ella esparció mientras me llevaba a las más deliciosas regiones del infierno” Nine Inch Nails - Sanctified

Natalia duerme desnuda y la luz nocturna que se cuela por los vitrales ilumina su cuerpo. Calma después de la tempestad. Diosa de la luna y la tormenta. Tumba en la que quisiera descansar eternamente. Debe haber alguna manera de cruzar los caminos de su corazón teñido de negro….

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En un nuevo comunicado la Fiscalía informó que, después de realizar nuevos estudios a las víctimas de San Alonso, se confirmó plenamente que la causa de las muertes fue el ataque de un lobo o zorro. Se aclara además que, a pesar de que las incursiones de los lobos en zonas urbanas no son en la actualidad muy frecuentes, es posible pensar que el animal agresor hubiera salido de las zonas de vegetación medianamente espesa ubicadas al nororiente de la ciudad y después de atacar hubiera regresado a esa zona, donde se realizará en los próximos días una operación para la captura del mismo.

Dani Cobain me comentó que piensa viajar con Alejandra a la costa (concretamente al Tayrona) y pasar allí un par de semanas, bajando primero a Nirvana para la Noche de Quema y después a Bogotá, justo a tiempo para Rock’l Parque. Viajarán en autostop y me invitó a acompañarlos. Debo decir que, de entrada, la idea de recorrer medio país con dos personas entre las cuales esté probablemente el Hombre Lobo (quizás los dos lo sean) me pareció algo atemorizante. Ahora, viendo a Natalia dormir en su cama de modelo antiguo, la imagino bailando desnuda en la arena, alrededor de una fogata… la idea de escapar de esta ciudad por unos días, o mejor aún, definitivamente, me suena tentadora. Quisiera solucionar el caso del Hombre Lobo y largarme de aquí …

Septiembre 3

------ ENTREVISTA CON ALEXANDER “EL CARO” HUMBERTO----(*11*)

FD : Usted usualmente trabaja cerca a de la universidad. ¿Dónde estaba el día de los disturbios?AH : A mí siempre me ha gustado estar metido entre la gente. Ese día yo ayudé a gritar los coros esos que cantan los estudiantes y también tiré piedra. No me pregunte por qué mano, yo no le tengo piedra a los señores agentes. Yo le tiraba piedra a mi vida vuelta mierda. ¿Le conté que yo trabajaba como conductor de un Transpiedecuesta? Mano, yo que había sido todo perro estaba retragado de una pelada lo más de linda que se llamaba la Yenny y un día, haciendo la ruta con mi parcero el James Douglas, nos encontramos un accidente frente al Maxitelas de la quince. La víctima era ella. Mi vida es una puta mierda, mano…. Mi vida es una mierda y vender cigarrillos y la suya es una mierda y preguntarle cosas a la gente… Yo vendo, usted no más siga preguntando

FD :¿Qué hizo cuando terminó la pedrea?AH :Estuve dando vueltas y vendiendo. El plante fue rebueno porque con semejante tropel no había ni un vendedor y todas las tiendas de por ahí estaban cerradas. Yo un rato le vendía a los estudiantes que andaban en la entrada de la Universidad y en el Caballo de Bolívar y otro rato iba y les vendía a los policías que estaban en la fuente del estadio. No me acuerdo cómo llegué a la casa pero eso me pasa seguido. Se me olvidan las cosas. Yo creo que son demonios que se le meten a uno en el cráneo y le borran el cassette.

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FD : ¿Usted conoce a Miguel Castro? AH :Usted me dijo la vez pasada que hablamos que fue el tipo que me dijo lo del muerto. Después de que él me contó esa joda yo alcancé a medio caminar y luego me dio la pálida. Fuera luces. Te vi. Paila del todo. . . A mí me gusta cuando los estudiantes hacen marchas y me voy detrás de ellos. Me sé bien la ruta: UIS, carrera ventisiete, Avenida Quebradaseca, Hospital González Valencia, Carrera 33 un poquito hasta la 36 y de ahí bajar derecho hasta la gobernación. Fijo con sentada en la carrera 15 y alocada de los conductores. Cuando yo manejaba bus a mi me emputaba esa mierda, pero ahora siempre me les pego. Y canto con ellos. “UIS no es uno ta-ta-ta, somos todos ta-ta-ta, somos todos los que estamos en la lucha”. Y me gustan los juegos y los bailes que hacen cuando marchan. Claro que si yo volviera a manejar bus, pues otra vez me darían rabia los trancones ¿Cierto?

(…)

Uy mano, el mancito venía de donde mismo yo venía y de lo que me contó yo no había visto nada. Al otro día yo tenía goticas de sangre en la ropa. Yo no sé qué pasó. De pronto fue el diablo. Que días hubo una vaina en el velódromo Alfonso Flórez donde un señor de Costa Rica que lo llamaban el hermano Pedro decía que el diablo acechaba por las noches en forma de lobo.

FD :¿Cómo supo lo de Hister Beltrán?AH : ¿Ese era el man del carro bacano, cierto?. Yo iba por la 33 frente al hospital pero por la acera de la UCC, cuando el tipo me frenó en seco y me dijo que si tenía perico o que si le conseguía. Yo como cero de esa joda le dije que paila y entonces me pidió una caja de cigarrillos y arrancó sin pagar. Tantico más allá se le apagó el carro y yo fui a alcanzarlo para cobrarle, que una caja de cigarrillos no es mucho pero de todas maneras uno se descuadra, mano. Cuando yo ya iba llegando echó reversa y me tumbó al piso. Hasta ahí me acuerdo y al otro día me desperté en la Clínica del Seguro Social con esta cortada en la frente. La enfermera dijo que la policía me había llevado. De pronto fue que me dio una epilepsia. Mano, a veces me dan epilepsias y me golpeo sin darme cuenta

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Después de esta entrevista tengo que considerar a Alexander Humberto como uno de los sospechosos.(¿No puedo evitar el tono detectivesco y la paranoia?) Sin embargo él es quien en caso de ser culpable sería más inocente. Si él fuera el Hombre Lobo su nobleza consciente lo absolvería.

Demasiadas coincidencias: Él se encontraba cerca de los lugares donde se cometieron los asesinatos y muy poco tiempo antes o después de los mismos. Además en el caso de Hister Beltrán existía un motivo. Imagino la escena: Beltrán acelera sin darse cuenta que un lobo viaja sobre el techo del automóvil. Al llegar a una calle apartada el lobo entra por la ventana

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hiriéndose en el cráneo. Acto seguido comete el homicidio. Luego se aleja y recupera su forma humana. A pesar de eso queda herido en la cabeza. El estado mental de A. Humberto me impide profundizar en las entrevistas y la verdad tampoco quiero hacerlo.

Septiembre 4

Cuando la naturaleza llame todos nos ahogaremos(Hagel/Endlund) - TIAMAT - “Gaia”

En cierta forma, sentí dolor cuando los noticieros mostraron el operativo desplegado por todos los bosques del oriente de la ciudad y que dio como resultado al final de la tarde, la muerte de dos zorros y un lobo pequeño que fueron presentados con orgullo ante la prensa. Esos son los primeros inocentes linchados de los que hablaba Dani C. Ahora siento más necesario encontrar al verdadero Hombre Lobo. A partir de mañana entrevistaré todos los testigos que pueda y descubriré la verdad, al menos esa verdad, al menos para mí y mis pocos amigos. El resto de la gente no la merece. Devorarían al Hombre lobo y luego regresarían a sus casas a dormir tranquilos.

Septiembre 6

Tal como lo supuse la mayoría de la gente creyó lo visto en los noticieros. Esta madrugada, mientras regresaba al apartamento de Natalia, noté que la gente ha vuelto a las calles. Las discotecas estaban llenas a reventar y largas filas esperaban su turno frente a los puestos de comida rápida. La gente ha recuperado la ciudad y la ciudad tiene nuevamente carne humana para alimentarse. Comen y bailan pero no hablan. Si hablaran se darían cuenta que el lobo no ha muerto. Natalia y yo hemos entrevistado varias personas en estos dos días. Sin embargo no he podido cerrarme sobre ninguno de los sospechosos. Al contrario, cada testigo me confirma la culpabilidad de alguno de las cuatro personas entre las que considero está el Hombre Lobo (Dani Cobain, Alejandra D’ Merak, Miguel Castro y Alexander “El Caro”)

Septiembre 11

La jaqueca no me ha abandonado en estos días. El asunto del Hombre Lobo pareciera no tener solución. Esta ciudad, sus crímenes y su gente quieren acabar con mi cordura. Camino por la calle maldiciendo el caso y mi cerrada capacidad mental que no me ha permitido solucionarlo. Quisiera dejar así… He hablado con Natalia acerca de pasar unos días en la Mesa de Los Santos. Quizás en una o dos semanas. Debe ser mágico recorrer su cuerpo a la luz de una fogata y escuchar su voz cortada elevarse y viajar sobre las copas de los árboles.

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* * *

Francisco Chandler entró al bar de siempre, se acercó a la barra y pidió una cerveza. Sonaba “Going Down To Die” del Danzig IV y tuvo lo que quedaba de canción para pensar en la muerte. Se levantó despacio y caminó hacia el interior. Lo que siguió no fue la muerte pero en ese instante Chandler pensó que la muerte sería algo por el estilo. En un rincón del bar una pareja se besaba mientras el aire estaba lleno con una canción de Moonspell. Natalia Hetfield y Fernando Barajas. Mañana me levantaré y en lugar de ojos habré nacido con una venda. Natalia miró a Francisco como pidiéndole complicidad y luego se sumergió de nuevo en su baile. A grandes pasos Francisco Chandler salió del bar y se sentó en el anden. Muchas cosas le pasaron por la mente. Caminó hasta una licorera y empeñó su reloj por una botella de licor barato que bebió de un solo trago. Luego volvió al apartamento e intentó empacar para partir inmediatamente, pero le ganó el alcohol en la sangre y se quedó dormido.

Al día siguiente Natalia lo despertó con un café negro y se sentó a su lado intentando explicarle. Es seguro que le contó su historia, la muerte de su único amado y su promesa de nunca volver a entregar su alma a nadie más. Francisco bebió el café y le agradeció, pero le dijo que no se quedaría. En unos minutos terminó de empacar las cosas en su morral y salió apresuradamente. Al llegar a la esquina se recostó contra un muro y lo golpeó hasta que salió sangre de sus nudillos.

* * *

Septiembre 15

Lo único que quiero es largarme, me lo he repetido toda la noche y quizás siga así hasta el amanecer. Partir lejos de todo.

Primero que todo está el caso del hombre lobo. Ahora estoy convencido de que los asesinatos sí fueron obra de un Garou (Hombre-lobo) pero, a diferencia de lo usual en casos sin solución, aquí no falta un culpable. Los culpables sobran. A todas luces una historia absurda e incoherente me ha quitado el sueño durante semanas y ya no tengo el mínimo interés en resolverla. ¿Cuál es el velo que me impide encontrar al culpable? No me importa. Ya no tengo que saberlo. Puede ser cualquiera y no me quedaré para ser devorado. ¿Estoy demente? ¿Estoy Paranoico?. Nadie tiene coartadas, es más, nadie se ha siquiera molestado en inventarlas… quisiera reírme, recordar una broma estúpida, morirme. Quisiera que apareciera el lobo y con sus colmillos rasgara mi yugular. Quisiera vengarme de la

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ignorancia de los habitantes de esta ciudad. Ser la última víctima, ver el rostro verdadero del lobo y morir sin decírselo a nadie. Dani Cobain, Alejandra D’Merak, Miguel Castro, Alex El Caro. . .

¿Natalia Hetfield?. . . ¿Por qué defendió a Alejandra y a Dani Cobain?, ¿Por qué sabe tanto acerca del tema?, ¿Por qué tenía tantos libros obre el tema ?, ¿Por qué me abandonó tan repentinamente? Ella amaba la sangre...Quizás Natalia era el lobo ¿Por qué no?. El destino juega con nosotros y sus juegos son crueles. Alguien debió habérmelo dicho. Ahora lo sé y estoy solo y en la calle. A veces pienso que si hubiera vendido mi cerebro sería más feliz en este momento; pero le vendí mi alma a la noche y el precio fue caro... Natalia Hetfield, ojos color verde esperanza, verde tormenta, verde hierba creciendo sobre las tumbas. Unas páginas atrás escribí las primeras palabras que le escuché decir: “Detesto el Ska”. Ahora recuerdo las últimas palabras que dijo ese día “La bella siempre es cruel”. Debí escuchar con más cuidado. Natalia Hetfield, siempre bella, siempre oscura, siempre cruel. Debí escuchar. Ella era una diosa y cuando la divinidad se mezcla con la lujuria la vida es una llama brillante. Y luego cenizas… No tengo nada más que decir. La bendigo en el nombre de los dioses antiguos y maldigo a esta ciudad asesina y traidora. Maldigo su calor de mediodía para destruir el ánimo, sus hermosos atardeceres con colores de fuego y agua y sus noches de parques música, noches de putas, noches de muerte, noches de…

Noches son noches y en cualquier lugar las noches se definen como mezcla de las cosas indefinibles…es curioso, mañana completaría seis meses en esta ciudad, seis meses, cuatro muertos, cinco sospechosos. Dos muertos y un sospechoso más y tendría 666. ¿Alguien recuerda ese vídeo de Iron Maiden, Six, Six, Six, The Number of The Beast? Donde un actor con pésimo disfraz de lobo se pasea por el escenario …mas no, no estoy ni para aguantarme mis propias bromas estúpidas. Cansado, vuelto mierda y con ganas de largarme. Mañana no pensaré más en los seis meses que llevo aquí. En lugar de eso caminaré hasta La Cemento, extenderé el pulgar con la calculada calma de la cordura y me embarcaré en el primer camión que me lleve lejos de aquí. Hacia el mar. Hacia donde sea. Quizás siga errando por siempre, pero mis botas nunca volverán a pisar el suelo enfermo de esta ciudad.

* * *

Tras esta, su última anotación, Francisco Chandler cerró su diario, lo guardo en su morral y se recostó bajo la carpa de una tienda para pasar lo que quedaba de noche. Encendió el último cigarrillo que le quedaba y luego de terminarlo, se reclinó contra la pared. Contrario a lo que pensaba no le costó quedarse dormido.

No había pasado una hora cuando, sin acabar de despertarse, escuchó dos motos que se detenían cerca de él. Luego pasos acercándose. Francisco Chandler tuvo tiempo para pensar “¡El hombre

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lobo anda en moto!” antes de sentir que un duro casco se estrellaba contra su cabeza. A pesar del golpe, abrió los ojos sin sobresaltos y vio a dos hombres vestidos de verde que le gritaban que se levantara, que la calle no era sitio para dormir. Trató de incorporarse, pero sintió que le faltaba el aire y cayó al suelo. Entonces, escuchando las voces de los hombres como una guerra que se libraba dentro de su cabeza, sintió cómo su dolor y su ira se transformaban en algo diferente, en algo que sabía que había sentido antes aunque no recordara cuándo. El pelo comenzó a crecer en su nuca y luego en todo el cuerpo. Sus dedos se contraían y su cara cambiaba de forma. Los dos hombres que lo habían golpeado retrocedieron un par de pasos y luego quedaron paralizados por el terror. Se levantó con fuerza y lanzó un zarpazo al cuello de uno de ellos, que cayó de rodillas mientras trataba inútilmente de contener la sangre que brotaba a borbotones por las cuatro cortadas de su garganta. El otro hombre desenfundó su revolver y antes de que pudiera disparar sintió la garra que se incrustaba en su estomago deshilachándole las entrañas.

Horrorizado por el acto que acababa de cometer, Francisco Chandler dio la vuelta y trató de escapar. En ese momento escuchó tres disparos que le entraron por la espalda y cayó de bruces al suelo. Recordó de los libros de Natalia y pensó que no había forma de saber si esas balas eran de plata. Luego recordó algo más. Recordó cómo Israel Hernández lo había golpeado luego de que se acercará a pedir algunas monedas a la gente que salía del restaurante. Recordó la ira que sintió contra los estudiantes cuando una bomba de gas que devolvían a la policía durante el tropel cayó en el baldío donde él y varios ancianos de la calle se refugiaban de la pedrea y cómo le ardió la sangre cuando supo que Hister Beltrán defendía a los grupos de limpieza social. Herido de muerte pensó en todas las veces que había sentido ganas de matar y cómo en las noches, bajo su forma lupina, había dado rienda suelta a sus impulsos. ¿Eran de plata las balas?. Miró hacia atrás. Los cuerpos de los policías yacían en un charco de sangre. Francisco Chandler, Hombre-lobo como todos los demás, cayó nuevamente al suelo y sintió cómo la vida se le iba por las heridas de su espalda. Si las balas no eran de plata el mito no era cierto en ese punto. Francisco lloró lágrimas de balas de plata y con cada lágrima se le fue un sueño, mientras un zumbido cada vez más fuerte taladraba sus oídos. Sudaba y sentía nauseas. Luego un nuevo cambio, el pelo desaparecía y los dientes entraban dolorosamente de nuevo en las encías. Aún consciente, pensó que cuando él regresara a su forma humana el caso del hombre lobo quedaría para siempre en el misterio. Olvidándose de su deseo de venganza, humedeció su dedo índice en la sangre que salía de su espalda y escribió sobre el pavimento sus últimas palabras :

“Buscad el lobo en vosotros mismos”

Respiró profundo y pensó de nuevo en Natalia. Se imaginó regresando con ella, viajando por muchos caminos y ciudades, mezclando la lujuria y la divinidad para tristeza de los egoístas dioses. Optimista por primera vez en su vida, pensó que vendrían tiempos mejores. Sonrió y sin que la sonrisa se borrara de su rostro se hizo dueño del tiempo dejando pasar algunos minutos. Luego sintió que algunas gotas de lluvia acariciaban su cara y vio cómo otras gotas borraban

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pacientemente el mensaje que había escrito en el asfalto. El dolor desapareció y en una fría madrugada de septiembre Francisco Chandler murió sonriendo.Y los hombres fueron lobos para los hombres por los siglos de los siglos.

Notas de pie de página :

(1) Las canchas de tejo “Capi Prado” estaban ubicadas detrás el estadio Alfonso López y fueron un lugar típico para la práctica de ese deporte hasta que fueron demolidas para la construcción de las Escuelas Deportivas Metropolitanas, proyecto que nunca se culminó.

(2) El cuaderno encontrado por Cabo comienza el 8 de enero y los apuntes en Bucaramanga el 16 de marzo, sin embargo las páginas entre el 4 de mayo y el 21 de julio han desaparecido, por lo que debemos atenernos a que la fecha dada por Ávila es efectivamente la primera en la que Chandler menciona el tema.

(3) Este es el primer fragmento del texto de Chandler que aún se encuentra en el diario. La fecha en realidad va después de la observación sobre la ciudad. Nótese que Ávila no incluye citas del diario en un período de casi dos meses lo que haría pensar que el diario debería ya encontrarse mutilado cuando él realizó su investigación..

(4)En el texto hay una imprecisión, pues hasta el mes de septiembre no se admitió de manera oficial que las muertes se hubieran producido por ataque de perros. Probablemente Ávila quiso decir que ese era el rumor que circulaba en las calles y se tuvo por cierto hasta que comenzó a hablarse del hombre lobo.

(5) En el diario original se lee “que hace tiempo conoce a Alejandra D’ Merak, pues fueron compañeras de clase cuando ambas vivían en la ciudad de Nirvana”

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(6) Es curiosa la conexión con otro sonado caso judicial del época, pues algún tiempo después dos mujeres jóvenes, una de ellas perteneciente al círculo de amigos de Natalia Hetfield, murieron desangradas en una aparente ritual vampírico.

(7) En este punto termina la página del diario de Cabo, las dos páginas siguientes han desaparecido y en la siguiente aparece la fecha Agosto 16 que coincide con lo transcrito por Ávila.

(8) Las anotaciones de los días 17 a 19 de agosto no están en el diario pero no hay evidencia de hojas faltantes en este punto. Es probable que Chandler realizara esas anotaciones en otro lugar y luego las anexara al diario ; esta hipótesis se refuerza al observar que tanto en el día 17 como en el 21, Chandler describe casi con idénticas palabras la zona de la 33 con 37. Sí él hubiera tenido a la vista al anotación del 17 cuando escribió la del 21 no se hubiera repetido en su descripción.

(9) Nótese que Chandler utiliza las iniciales “FD” lo que podría ser un indicio de su verdadero nombre.

(10) En el diario hay una última frase dicha por Miguel Castro “Por favor apague la grabadora y salga de aquí” que a pesar de ser omitida por Ávila, refuerza la afirmación de Chandler en el sentido de que Miguel Castro no le concedería una nueva entrevista.

(11) Nuevamente Chandler utiliza las iniciales FD