Llenando el "casillero vacío" en la equidad de género: derechos y redistribución en la implementación del Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados en el Municipio de Morón - Ana

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    LLENANDO EL CASILLERO VACO EN LA EQUIDAD DEGNERO: DERECHOS Y REDISTRIBUCIN EN LAIMPLEMENTACIN DEL PLAN JEFES Y JEFAS DE HOGAR

    DESOCUPADOS EN EL MUNICIPIO DE MORN*

    por Ana Laura Rodrguez Gust**

    Introduccin

    En las polticas sociales, las construcciones culturales en torno a lo mas-culino y lo femenino y al papel esperado de hombres y mujeres aparecen nti-mamente relacionadas con las provisiones diseadas y las medidas adoptadas ynormadas. La literatura feminista del Estado ha sealado la existencia de escena-rios perjudiciales desde el ngulo de la equidad de gnero y la condicin social

    de las mujeres, edificados a partir de ideas donde las mujeres son visualizadas enroles subordinados y las tareas del cuidado aparecen desjerarquizadas. Analtica-mente, resulta relevante indagar qu sucede cuando una poltica social de escalanacional, diseada sin consideraciones acerca de las desigualdades y asimetrasde gnero, es implementada por un gobierno local donde la equidad entre varo-nes y mujeres constituye uno de sus principios normativos de gestin.

    A tales efectos, este trabajo examina la implementacin del Plan Jefes yJefas de Hogar Desocupados de la Argentina en el Municipio de Morn situadoen el conurbano bonaerense, caracterizado por una gestin enraizada en nocio-

    nes de equidad de gnero, derechos humanos e inclusin social1. De hecho, unasingularidad del caso examinado ha sido la implementacin del mencionadoPlan partiendo de la presuncin de que sus acciones no son neutras en trmi-

    * Se agradecen los comentarios de Graciela Di Marco, Valeria Llobet y Constanza Tabbush.Las opiniones aqu vertidas son de mi exclusiva responsabilidad.

    ** Ph.D. en Sociologa (Universidad de Notre Dame). Investigadora del Centro de Estudiosen Desarrollo y Territorio (CEDET) de la Universidad Nacional de San Martn. Profesorade grado y posgrado en esa misma universidad. E-mail: [email protected].

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    El conurbano bonaerense es un rea metropolitana adyacente a la Ciudad Autnoma deBuenos Aires.

    POSTData14,Agosto/2009, ISSN 1515-209X, (pgs. 129-155)

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    nos de las consecuencias sobre las oportunidades de acceso a recursos y partici-pacin por parte de varones y mujeres. En vistas de ello nos preguntamos: cu-les fueron, en trminos de medidas de poltica pblica, los resultados de intro-

    ducir disposiciones de equidad de gnero en una poltica social cuyo diseooriginal no incorporaba provisiones orientadas a garantizar las condiciones deinsercin laboral de las mujeres?2

    El Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados

    El Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados es el primer programa detransferencia de ingresos masivamente aplicado en la Argentina, sin precedentespor su cobertura en la historia del pas. El mismo surgi durante la aguda crisiseconmica, social y poltica de los aos 2001 y 2002. En abril de este ltimo ao,luego de que el gobierno del presidente interino Eduardo Duhalde declarara unasituacin de emergencia ocupacional, alimentaria y sanitaria, el Decreto 562/02estableci el Derecho Familiar de Inclusin Social: Programa de Jefes y Jefas deHogar Desocupados, mediante el cual se dispuso una asignacin de 150 pesos encarcter de ayuda econmica no remunerativa a todo jefe o jefa de hogar desocupadocon hijos menores de 18 aos o discapacitados (de cualquier edad) y mujeres em-

    barazadas3

    . Con todo, el subsidio no facilit el acceso a un sistema de proteccinsocial que otorgara mayores derechos a destinatarios y destinatarias (CELS 2003).

    Ana Laura Rodrguez Gust

    2 El presente trabajo est enmarcado en la investigacin acreditada y subsidiada por la Uni-versidad Nacional de San Martn (UNSAM) Evaluacin de la implementacin del Pro-grama de Jefes de hogar. Modalidades locales de implementacin e impacto en la amplia-cin de ciudadana en mujeres y varones en el Conurbano bonaerense, coordinado porGraciela Di Marco del Centro de Estudios sobre Democratizacin y Derechos Humanos.La investigacin ha identificado transformaciones en el ejercicio de derechos de beneficia-

    rios y beneficiarias y en la autoridad de mujeres en mbitos familiares y comunitarios.Asimismo, la indagacin ha examinado las capacidades institucionales de la gestin muni-cipal del plan en tres municipios del conurbano en aras de identificar los regmenes degnero emergentes en cada localidad. En cuanto a la metodologa, se realizaron aproxima-damente cien entrevistas a funcionarios y funcionarias de diferente nivel jerrquico, desti-natarios y destinatarias, as como actores sociales involucrados con la ejecucin del plan. Estetrabajo abreva en las entrevistas cualitativas realizadas en dicha investigacin.

    3 No podan ser destinatarios del plan aquellos desocupados que percibieran algn otroprograma de empleo ni quienes recibieran prestaciones previsionales y pensiones no contri-butivas. A principios del ao 2002, 150 pesos argentinos equivalan aproximadamente a

    unos 47 dlares americanos y era equivalente a un 50 por ciento del salario mnimo en esemomento (Faur 2008).

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    Desde entonces y hasta mayo de 2003, la inscripcin se mantuvo abiertade acuerdo a criterios de autofocalizacin o auto identificacin por parte delos potenciales beneficiarios y beneficiarias4. Segn el discurso oficial, el plan

    anunciado como una nueva poltica social procuraba garantizar un in-greso mnimo a todo jefe o jefa de hogar desocupado con hijos a cargo. Si bien elmismo no estuvo destinado a las mujeres, los titulares finalmente inscriptos yaceptados resultaron, mayoritariamente, del sexo femenino, quienes compren-dieron aproximadamente un 70 por ciento de la poblacin beneficiaria (Roca yotros 2005).

    A propsito, algunos estudios propusieron la incorporacin de provisio-nes que brindaran una clara proteccin social a mujeres y expandieran sus posi-bilidades de desarrollo en el contexto de un mercado laboral donde persistenpautas discriminatorias por gnero (Pautassi 2004). Se critic adems el hechode que las regulaciones del plan omitieran disposiciones respecto de los apoyosnecesarios en materia de servicios para el cuidado de hijos e hijas a fin de facilitarla actividad laboral de las Jefas de Hogar (Faur 2008). Estas consideracioneshubieran sido fundamentales a la luz de que las relaciones de gnero en el marcode la pobreza y el desempleo reflejan, por lo general, una mayor deprivacin yexclusin de las mujeres en comparacin con los hombres (Molyneux 2007).En efecto, Tabbush (2008) identific que el maternalismo altruista forjado a

    la luz del plan expresara la retrica peronista de trabajadores dignos pero,paradjicamente, dicha construccin reproducira normas de desigualdad degnero al reproducir la triple jornada de las mujeres y omitir una remuneracinpor su trabajo reproductivo.

    El subsidio del Plan Jefes y Jefas de Hogar supona el cumplimiento laconcurrencia escolar de los hijos y las hijas de los titulares y su control de salud,adems de la realizacin de una contraprestacin laboral de 20 horas de trabajosemanal por el beneficio percibido. Fueron establecidas cuatro modalidades deactividad: a) la incorporacin a la educacin formal (terminalidad educativa),

    b) la incorporacin a actividades de capacitacin laboral orientadas a una futurainsercin en el mercado de trabajo, c) la incorporacin a proyectos productivoso a servicios comunitarios en mbitos pblicos o de la sociedad civil, o bien d) lareinsercin laboral en un empleo privado que supondra, para los empleadores,un descuento salarial equivalente al subsidio recibido.

    La implementacin del plan estuvo parcialmente descentralizada. Losgobiernos provinciales y municipales no administraron el dinero de los subsi-

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    Posteriormente, los y las titulares del Plan Jefes y Jefas de Hogar fueron alentados a transferirseal Plan Familias por la inclusin social o al Seguro de Capacitacin.

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    dios sino que las transferencias fueron directamente asignadas a la poblacinbeneficiaria desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS)de la Nacin. Con todo, la gestin del Plan Jefes y Jefas de Hogar supuso la

    edificacin de espacios consultivos colegiados de naturaleza pblica y privada,integrados por trabajadores, empresarios, organizaciones sociales y confesionalesy los niveles de gobierno correspondientes.

    As fueron diseados Consejos Consultivos provinciales y municipales queorganizaron el proceso de inscripcin al Plan y las actividades de contraprestaciny su adjudicacin a la poblacin destinataria. Asimismo, los Consejos Consultivosmunicipales tambin denominados locales deban controlar todo el procesode implementacin y la supervisin del ejercicio de la contraprestacin5.

    Es dable destacar el papel de los Consejos Consultivos locales, visualizadoscomo espacios de cooperacin entre los municipios y la sociedad civil territorial.En la gestin del Plan Jefes y Jefas de Hogar, los contenidos especficos asigna-dos a la contraprestacin educativa, comunitaria o productiva fueron, eventual-mente, una construccin poltica y social elaborada, en gran medida, en el senode dichos Consejos. En esta tarea de construccin de contraprestaciones valo-radas y no valoradas influyeron varios factores, como las polticas pblicas mu-nicipales en materia de empleo, accin social y gnero, as como las concepcio-nes y las prcticas de las organizaciones sociales y de los actores polticos respec-

    to del trabajo comunitario, el desempleo y las desigualdades entre varones ymujeres. Incluso, por accin u omisin, el empresariado local influy en lastareas identificadas como contraprestaciones productivas y, eventualmente, enla factibilidad de las mismas. En definitiva, la ejecucin del plan implic laconformacin de una configuracin institucional compleja donde fueron rele-vantes las cualidades de los municipios y la propia capacidad organizacional delos grupos y movimientos territoriales.

    Atentos a este contexto, podramos preguntarnos: cmo fue implementadauna poltica social diseada sin referencias a la problemtica de gnero y, por

    cierto, criticada por su ausencia de provisiones para mujeres en un municipiocuya gestin propugnaba por una mayor equidad entre hombres y mujeres? Culesfueron los impedimentos encontrados para avanzar una agenda de equidad debi-do a los sesgos del diseo del Plan Jefes y Jefas? A travs de qu medidas fuefactible instituir contraprestaciones que jerarquizaran las tareas de mujeres?

    En aras de poder responder estas preguntas, examinamos laimplementacin del Plan Jefes y Jefas en el Municipio de Morn. Antes de

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    Se cre tambin el Consejo Nacional de Administracin, Ejecucin y Control (CONAEYC),como instancia superior a los Consejos Consultivos Provinciales y Municipales.

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    ofrecer un panorama emprico de las caractersticas del caso, repasamos algunosdebates en torno a la implementacin de polticas sociales desde perspectivasfeministas del Estado, las cuales brindan herramientas conceptuales para el abor-

    daje de las acciones identificadas en el mbito municipal. En trminos msabstractos, este documento busca ilustrar cmo las cuestiones relativas a asuntosde gnero se tornan relevantes al momento de la confeccin de polticas pblicasy de su implementacin, aunque pueden existir transformaciones virtuosas en laimplementacin en la medida en que los estados locales incorporen principiosde equidad de gnero en su gestin. No obstante, las limitaciones en laprofundizacin de las medidas de equidad son palpables por las restriccionesinherentes de los gobiernos subnacionales. En definitiva, la equidad de gneroes un asunto que atae a mltiples niveles de gobierno, por lo cual se requierenacciones simultneas.

    Los regmenes institucionales de gnero: discusiones feministasen torno a la implementacin de polticas sociales

    Las teoras feministas han afirmado que el Estado es un mbito donde seedifican y negocian sentidos respecto de relacin entre la familia, el mercado y

    las polticas pblicas. En estas negociaciones, las creencias hegemnicas acercade los papeles culturalmente asignados a hombres y mujeres son constitutivasde las estructuras de accin de la burocracia as como de las orientaciones de laspolticas pblicas, en particular las sociales (Adams y Padamsee 2001). De he-cho, a travs de estas polticas, el Estado despliega una importante capacidadpara construir sujetos destinatarios legtimos, con base en criterios de gnero.En tal sentido, las polticas sociales deben concebirse como un conjunto de ideasy no solamente servicios acerca de la sociedad, el trabajo, la familia y lasmujeres en la familia (Mirsa y Akins 1998: 263).

    Comnmente, las ideas subyacentes a las polticas sociales implican sen-tidosgenerizadospuesto que los derechos y las provisiones sociales estn imbui-dos de creencias sobre el valor de lo masculino y lo femenino que adjudicanexpectativas desiguales de conducta para varones y mujeres (Acker 1990). Alrespecto, se ha constatado una permanente asociacin entre masculinidad yempleo remunerado, por una parte, y feminidad y trabajo no remunerado ymenos jerarquizado, por otra. Esta asociacin ha inspirado varias polticas socia-les cuyo resultado ha sido colocar a las mujeres en desventaja respecto de sus

    derechos sociales y laborales. A ttulo ilustrativo, por ejemplo, se ha argumenta-do que la ideologa maternalista de varios programas de combate a la pobreza en

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    Amrica Latina ha puesto a las madres receptoras de beneficios sociales al serviciodel Estado aunque sin brindarles una proteccin social ampliada (Molyneux 2007).

    En el marco de estos procesos de construccin de sentido, las teoras

    feministas del Estado han evaluado, en forma crtica, las prcticas e interaccionesdesplegadas entre funcionarios y destinatarios y destinatarias de las polticassociales (Haney 1998). En la medida en que los sentidos se negocian a partir deprcticas locales en la interaccin entre sujetos concretos en contextos especfi-cos y no se restringen nicamente a los mensajes de las leyes y los textos norma-tivos, un segundo aporte de esta literatura es la de conceptuar a las burocraciasen trminos de actores(Haney 1996, Goodwin 1997).

    Desde este ngulo, los funcionarios pblicos (definidos en un sentidoamplio) influyen en las orientaciones abstractas de las acciones de poltica almaterializarlas en la implementacin, ya que sus creencias y representacionesinciden en la puesta en prctica de las intervenciones pblicas (Korteweg 2006).En definitiva, los nombres propios, las personalidades especficas y las trayec-torias singulares de los actores del Estado son fundamentales en la instrumenta-cin de polticas en el mbito local (Rodrguez Gust 2008).

    Las condiciones y los modos de implementacin de programas sociales yde empleo son muy variados y configuran regmenes locales de implementacin(Chiara y Di Virgilio 2005). En estos regmenes locales, los procesos de cons-

    truccin de equidad de gnero o, por el contrario, de desigualdad, son distinti-vos de cada localidad. En trminos de Haney (1996), estaramos entonces fren-te a regmenes institucionales de gnero lo cual supone desplazar una visin delEstado como aparato homogneo y uniforme hacia otra donde el Estado es unentramado local de relaciones imbricadas entre funcionarios y destinatarios. Dehecho, como lo evidencian estudios sobre las polticas de empleo en el caso de la

    Argentina, un mismo programa vara enormemente en la forma en que es ges-tionado y, por ende, en sus impactos. Su puesta en marcha est sujeta a ladiscrecionalidad del organismo local responsable y de las capacidades para

    reinsertar a la poblacin destinataria de beneficios sociales en el mercado detrabajo. Guimenez y Zibecchi (2005), entre otros autores, identificaron que enalgunos municipios, destinatarios y destinatarias accedieron a proyectos comu-nitarios y educacin mientras que en otros barren todos los aos la tierra de lasmismas veredas (Guimenez y Zibecchi 2005: 10-11).

    Por su parte, Korteweg (2006) demuestra que a efectos de indagar di-chos regmenes empricamente, es preciso analizar las construcciones discursivasrelativas a la maternidad y el trabajo pago, por ejemplo desplegadas en la

    implementacin de polticas sociales por parte de las burocracias locales. Estas cons-trucciones de sentido son relevantes porque establecen lmites a la accin poltica.

    Ana Laura Rodrguez Gust

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    Para nuestros propsitos, un aspecto fundamental en la indagacin em-prica de estos regmenes son las polticas pblicas y las medidas especficas queapuntan a instaurar mayores grados de equidad de gnero o, por el contrario,

    reproducen estas desigualdades en el mbito de las contraprestaciones. En arasde caracterizar el rgimen institucional de gnero en el marco de laimplementacin del Plan Jefes y Jefas de Hogar en el Municipio de Morn,tomaremos en cuenta los siguientes ejes de anlisis: i) el significado asignado alPlan Jefes y Jefas de Hogar en el contexto de implementacin de polticas deempleo y polticas sociales de cada municipio, ii) la valoracin atribuida a lacontraprestacin y los espacios y tareas correspondientes a la misma y iii) losprincipios relativos a la equidad de gnero reconocimiento y redistribucinque fundamentaran las medidas y acciones adoptadas para la implementacinlocal del Plan Jefes y Jefas.

    Respecto de este ltimo eje, y con fines operativos, emplearemos seiscriterios para el anlisis de gnero en las polticas sociales propuestos por Molyneux(2007), a saber: a) la presencia de principios de igualdad en el diseo del pro-grama, b) la bsqueda del empoderamiento social y econmico de las mujerescomo metas formales del programa, c) la institucionalizacin de entrenamientoy la asignacin de recursos para el fortalecimiento de las capacidades de mujerescon una perspectiva orientada a su independencia econmica y bienestar social

    general (fsico y mental), d) la inclusin de medidas de poltica pblica orienta-das a reconocer el trabajo de cuidado de la familia y facilitarlo (horarios especia-les, provisiones para el cuidado de nios, etc.), e) el establecimiento de medidasque apunten a transformar las relaciones de gnero en el marco del programa(involucrando, por ejemplo, a los hombres en las actividades previstas) y f) lapromocin de instancias de participacin para darle voz a las destinatarias en laconfeccin, implementacin y evaluacin del programa.

    Ninguno de estos criterios estaba previsto en el diseo original del PlanJefes y Jefas de Hogar. El Comit para la Eliminacin de la Discriminacin

    contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas observ al gobierno de laArgentina en el ao 2002 el hecho de no tener en cuenta una perspectiva degnero a fin de que los subsidios sociales fueran distribuidos sin discrimina-cin, e incluso seal la ausencia de informacin sobre el impacto de la crisiseconmica entre mujeres (CEDAW 2002). Posteriormente, en el 2004, el Co-mit expres respecto de un conjunto de polticas sociales, entre ellas el Plan

    Jefes y Jefas de Hogar su preocupacin de que las mujeres sean principal-mente beneficiarias de dichas medidas, en lugar de ser participantes y actoras en

    pie de igualdad en su diseo y aplicacin (CEDAW 2004: Observacin 330).An ms, el Comit manifest su inquietud de que la modalidad de diseo y

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    gestin de las polticas sociales nacionales pudieran perpetuar visionesestereotipadas acerca del papel de las mujeres y los hombres en lugar de prestarun apoyo efectivo a la potenciacin poltica y econmica de la mujer (CEDAW

    2004: Observacin 330).Ahora bien, a partir de qu principios de gestin pblica fue posibleintroducir consideraciones de equidad de gnero en la implementacin munici-pal del plan y cules seran sus transformaciones ms emblemticas?

    Una descripcin del Municipio de Morn

    El Municipio de Morn cuenta con aproximadamente 305.687 habi-tantes. En comparacin con los restantes municipios del conurbano bonaeren-se, Morn exhibe mejores niveles sociales y econmicos al considerar las tasas dealfabetismo, salubridad, mortalidad infantil y pobreza. El porcentaje de hogarescon necesidades bsicas insatisfechas es de un 7,7 por ciento. Siguiendo el Cen-so de 1991, la tasa de escolarizacin es alta en la educacin primaria (97 porciento), media (65 por ciento) y superior (17 por ciento). La cobertura de saludalcanza un 33 por ciento de la poblacin del lugar y la mortalidad infantil es deun 16,9 por mil. El porcentaje de hacinamiento crtico en hogares es tres veces

    inferior al promedio de hacinamiento del conurbano bonaerense (1,5 por cien-to)6. La actividad econmica del municipio consiste principalmente en el co-mercio y los servicios y actualmente la actividad textil es una de las ms pujantesde la localidad.

    Polticamente, el Municipio de Morn es singular respecto del resto delconurbano bonaerense, donde predominan intendentes del Partido Justicialista(Peronismo). Como contrapunto, el Poder Ejecutivo municipal est en manosdel partido vecinal denominado Nuevo Morn, liderado por Martn Sabatellaquien es el Intendente.

    En trminos generales, la gestin de Sabbatella est fundamentada entres principios normativos: la participacin ciudadana y la expansin de dere-chos mediante procesos de transparencia; la gestin eficiente para mejorar larecaudacin y la administracin de los recursos pblicos; y el desarrollo socialen un sentido integral.

    Entre otras lneas de accin relevantes, se estableci una relacin direc-ta con organizaciones no gubernamentales crendose, por ejemplo, la Secreta-ra de Relaciones con la Comunidad y se busc cultivar asiduos vnculos con

    Ana Laura Rodrguez Gust

    6 Los datos son obtenidos a partir del Censo del ao 2001 disponible en www.minecon.gov.ar.

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    entidades intermedias. El esfuerzo de articulacin con los actores locales hasido ms intenso en comparacin con los otros municipios del conurbano(Cravacuore y otros 2004). Adems, en el ao 2004, Morn iniciaba un Pro-

    grama de Descentralizacin Municipal al crear Unidades de Gestin Comu-nitaria. Esta descentralizacin abri el gobierno local a la activa participacinciudadana, instaurndose posteriormente un Presupuesto Participativo. Deesta manera, las competencias del gobierno local fueron concebidas en unsentido amplio:

    La funcin del Municipio se ha vuelto muy compleja en losltimos aos. De lo que era el alumbrado, barrido y limpieza, seha pasado a un Municipio que tiene que tomar decisiones, difun-dir polticas que tienen que ver con el desarrollo econmico, conel desarrollo cultural, con el desarrollo social en general y la comu-nidad que abarca () Tenemos toda una reivindicacin de lo lo-cal como espacio que adems, en lo poltico, colabora con nuestrademocracia de proximidad para que los vecinos se acerquen msfcilmente y compartan [asuntos] con sus representantes (Entre-vistado de Accin Social).

    En otro orden de actividades, en 2005 se realiz el AcuerdoDiscrecionalidad Cero entre el Municipio y Poder Ciudadano, en cuyo marcose han implementado Audiencias Pblicas como mecanismos participativos paragarantizar una gestin transparente y el libre acceso a la informacin pblica(Annunziata 2008). La frase del Intendente El secreto de Morn es que no haysecreto se torn un emblema. Otro ejemplo expresivo de transparencia fue lafirma, en 2007, del Plan Demostrar entre el Municipio de Morn y el thinktankCIPPEC (Centro de Implementacin para las Polticas Pblicas con Equi-dad y Crecimiento), por el cual el Municipio se comprometi a brindar infor-

    macin actualizada acerca de la ejecucin de las polticas sociales. Hacia fines de2008 se realizaron talleres con funcionarios y funcionarias municipales a cargode la implementacin de dichas polticas as como representantes de organiza-ciones no gubernamentales. En estas instancias se discutieron las estrategiasposibles para mejorar los procesos de rendicin de cuentas.

    En este contexto, la instauracin de un lenguaje de derechos ha tenidoun papel clave en la gestin. Se transform la Mansin Ser (un centro clandes-tino de detencin y tortura durante la ltima dictadura militar) en un museo

    reivindicatorio de la memoria en democracia. Se cre, adems, un Defensor delPueblo del Municipio de Morn.

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    Finalmente, de los testimonios recabados se desprende la nocin de desa-rrollo integral de la sociedadcomo una funcin del Municipio en los nuevostiempos. As, el desarrollo local estara visualizado como econmico y producti-

    vo y, simultneamente, como social, poltico y cultural. Es a partir de estoslineamientos de accin estatal que la creacin de la Direccin de Empleo conla responsabilidad primaria por la implementacin del Plan Jefes y Jefas deHogar Desocupados adquiere su significado:

    La Direccin de Empleo es creada producto de la necesidad deentender el desarrollo econmico local como un desarrollo integralde la sociedad, no slo basado en indicadores que tengan que vercon la cantidad de industrias sino en qu medida las personas quehabitan en Morn encuentran o no trabajo, encuentran oportuni-dades para desarrollar sus potencialidades. La Direccin va conside-rando cmo el desarrollo econmico tiene en cuenta a su pobla-cin (Entrevistado de Accin Social).

    En definitiva, en el Municipio de Morn, la implementacin del PlanJefes y Jefas de Hogar Desocupados estuvo enmarcada en una serie de principiosnormativos que influenciaran la gestin municipal en las siguientes direccio-

    nes: la transparencia y la rendicin de cuentas, los derechos a la inclusin socialy al trabajo decente, la democracia de proximidad y la participacin sustantivade vecinos y vecinas, y la igualdad de oportunidades para varones y mujeres.Cabe mencionar que el Programa de las Naciones Unidas en la Argentina haseleccionado a este municipio como una de las experiencias piloto del proyectoObjetivos de Desarrollo del Milenio y Derechos Humanos a nivel municipal,el cual supone el desarrollo de polticas pblicas locales desde el ngulo de losderechos (PNUD 2006).

    El propio Municipio de Morn, en su estructura y gestin interna, ha-

    bra experimentado importantes transformaciones orientadas a instalar criteriosde equidad entre funcionarios y funcionarias. Los avances son notorios destacn-dose, por ejemplo, la ordenanza respecto del acoso sexual en el municipio, laconformacin de un rea de gnero, la existencia de una comisin en esta tem-tica en el Concejo Delibertante municipal, as como medidas de equidad parafuncionarias. Estas caractersticas son relevantes puesto que los estados donde la

    generacin masculina (Britton 2000) es menos saliente seran ms proclives aimpulsar medidas orientadas a transformar la organizacin sociocultural que

    coloca a las mujeres en una situacin de desventaja.

    Ana Laura Rodrguez Gust

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    Una vuelta de tuerca al Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados:el enfoque de gnero, derechos y empleabilidad

    En trminos generales, las acciones impulsadas por parte de la municipa-lidad de Morn estuvieron orientadas a imprimir al Plan Jefes y Jefas de HogarDesocupados un carcter de programa de empleo. Nuestros interlocutores afir-maron que el Estado tendra la obligacin de formular una poltica de empleoque permitiera instaurar trabajo decente. En esta perspectiva, la contraprestacinno sera una obligacin por el subsidio, sino un derechociudadano de la pobla-cin desempleada a la insercin ocupacional. En definitiva, en la gestin delMunicipio de Morn el Estado es visualizado como el agente responsable porgarantizar el desarrollo pleno de derechos sociales, polticos y econmicos yenmendar los vulnerados.

    A efectos de no reducir el plan a una poltica exclusivamente asistencial,que supondra sujetos pasivos y dependientes en la opinin de nuestrosinterlocutores, el gobierno local ejecut una serie de actividades de apoyo quepudieran promover ciertas posibilidades de desarrollo si bien limitadas decapacidades personales entre la poblacin beneficiaria. Entre otras medidas, ellosupuso la promocin de una mayor articulacin institucional en aras de ofrecerinstancias de formacin con especial atencin a grupos vulnerables como las

    mujeres pobres.Con el inicio de la implementacin del Plan Jefes y Jefas, el Municipioelabor el Programa de Promocin de la Empleabilidadque cobr forma en 2003y un ao despus se nutri del enfoque de equidad de gnero impulsado por laCoordinacin de Polticas de Gnero. Posteriormente, el Plan de Igualdad deOportunidades para varones y Mujeres2006-2008 estableci tres objetivosespecficamente referidos a materia de trabajo y empleo: i) promover laempleabilidad de las mujeres, ii) favorecer las capacidades de las mujeres paragenerar emprendimientos, iii) realizar un aporte para eliminar comportamien-

    tos y acciones discriminatorias en el mbito laboral (34-35)7.En la ptica de nuestras entrevistadas, la transversalizacin de gnero

    en la puesta en marcha del Plan Jefes y Jefas de Hogar an antes de laformalizacin del Plan de Igualdad de Oportunidades foment la insercinde mujeres como titulares, una cuestin incentivada por el Municipio al mo-mento de la inscripcin de los aspirantes. En los testimonios recabados, esta

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    7 La Direccin del Empleo y de la Economa Social ha participado en la ComisinAd hocen

    materia de equidad de gnero y en la confeccin e instrumentacin del Plan de Igualdad deOportunidades para Varones y Mujeres.

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    prctica estaba fundamentada en la mayor indefensin frente a la sociedad delas mujeres. Entre los argumentos brindados fue mencionado que, en caso deseparacin de la pareja, por ejemplo, la mujer tendra garantizada la continui-

    dad del subsidio. Por otra parte, la gestin del Plan Jefes y Jefas con un enfoquede gnero posibilit destinar recursos adicionales para garantizar el acceso efec-tivo de mujeres a la capacitacin en oficios y brindar apoyos sistemticos para elarmado de una trayectoria laboral, como se ver posteriormente.

    En trminos generales, las medidas del Plan Jefes y Jefas se desplegarondentro de lo que nuestros interlocutores denominaron polticas multi-refe-rentes: las acciones implementadas estuvieron enmarcadas en la perspectivade gnero, de derechos y de inclusin social. Esta combinacin de enfoquesmaterializados en prcticas concretas buscara remover los obstculos que afectanel pleno desarrollo de las capacidades de ciudadanos y ciudadanas. A propsi-to, estudios acerca de polticas de pobreza con enfoque de gnero (Arriagada2005) y sobre el Plan Jefes y Jefas desde el ngulo de los derechos (Pautassi2004), han propuesto que las polticas pblicas ms ptimas para mujeresvulnerables descansan, precisamente, en una combinacin de polticas de re-conocimiento de carcter simblico y de redistribucin de recursos sociales yeconmicos.

    Por cierto, el Programa de Promocin de la Empleabilidadcapturara estos

    dos principios normativos al apuntar a favorecer la generacin de proyectosocupacionales personales o colectivos que estuvieran acompaados por unametodologa de acompaamiento de los sujetos:

    El eje de esta metodologa est puesto en dos conceptossustantivos para la construccin de un proyecto de la vida labo-ral: empleabilidad y ciudadana bajo la perspectiva de gnero. Suimplementacin supone acciones de orientacin, formacin yseguimiento, concebidas como procesos de aprendizaje para for-

    talecer a la poblacin destinataria desde la bsqueda laboral,pasando por la formacin profesional y su vinculacin con elmercado laboral8.

    En definitiva, lograr ser incluido o incluida socialmente a travs del tra-bajo es, en trminos de nuestras interlocutoras, el fundamento ideolgico delmanejo local de polticas sociales que seran gestionadas como polticas de em-pleo y de derechos. El Municipio inici acciones orientadas para brindar una

    Ana Laura Rodrguez Gust

    8 Documento de la Direccin de Promocin del Empleo, 2005.

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    mayor autonoma y poder a las destinatarias y destinatarios de polticassociales. En el caso de las mujeres, este enfoque presupuso un trabajo desde laperspectiva de las biografas personales y de sus necesidades subjetivas:

    Nosotros intentamos, con los trabajadores sociales () darleuna vuelta de rosca a eso, no solamente convertirnos en una espe-cie de mostrador donde lo que la persona viene a solicitar nosotrossi tenemos se lo damos, y si no tenemos no se lo damos (...) Hayalgunos objetivos centrales a los que se dedican los trabajadores sociales:trabajar el tema de la autoestima, trabajar el tema de la trayectorialaboral reciente, trabajar en esos asuntos que tienen que ver con lapotencialidad de los recursosde la propia persona o de un familiar,un recurso comunitario como para entrar desde ah a ese proble-ma (Entrevistado, rea de Accin Social).

    Contraprestaciones valoradas y no valoradas

    Como fuera mencionado, un segundo eje analtico implica indagar lasvaloraciones asignadas a las contraprestaciones, con especial nfasis en las cons-

    trucciones de gnero y las expectativas de comportamiento de hombres y muje-res. En principio, en el Municipio de Morn, las contraprestaciones fueronconcebidas como underecho ciudadano y no como una obligacin. As visualizada,la misma debera orientarse a brindar oportunidades para una mayorempleabilidade integracin social por parte de la poblacin destinataria. Bajo laptica del Municipio, los Jefes y las Jefas de Hogar son sujetos de derecho y losespacios y las tareas relativos a la contraprestacin deberan, en consecuencia,garantizar dicha premisa:

    La incorporacin a proyectos no est vista, en el caso de bene-ficiarios de programas de empleo, como contraparte o como retri-bucin por la renta econmica percibida. No se sostiene desde estadependencia del gobierno local la idea de que el beneficiario le debealgo al Estado por la asistencia que l recibe, sino que, por el contra-rio, se considera a los beneficiarios y a toda persona que carezca deempleo como sujetos de derecho, donde es el Estado el que les debe laejecucin de polticas que tienden, mediante el trabajo, a su integra-

    cin social y constitucin como ciudadanos (Pgina de Internet delMunicipio de Morn, accedida en 2008).

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    Incluso, funcionarias de la Direccin de Empleo expresaron que la no-cin de una labor de contraparte por el subsidio sera contraria a un enfoque dederechos y la misma habra sido agregada al Decreto 565 de abril de 2002 por

    la intolerancia de la opinin pblica respecto de las transferencias de ingresosno remunerativos. Con todo, una vez instituida, habra que aprovecharla hastasacarle jugo.

    En consecuencia, a pesar de su desacuerdo con ella, la condicin decontraprestacin impuesta por el plan fue adoptada estratgicamente por partedel Municipio, es decir, apuntando a que la misma resultara beneficiosa para lossujetos y para la sociedad. En trminos de una entrevistada: la ley dicecontraprestar: no nos quedamos con cumplir con esto, esto que se pide y punto.Contraprestar: le gusta a la persona? Le queda cerca? Le sirve?.

    Por cierto, Pautassi (2004) identific que un escaso nmero de Jefes yJefas realizaban tareas calificadas o que contribuyeran con una mejor prepara-cin. En la gestin municipal analizada se busc revertir esta situacin por loque fueron aceptadas solamente algunas contraprestaciones como actividadeslegtimas: Decidimos que las contraprestaciones sean vlidas para la persona,un buen proyecto, pero con laparticipacin de la persona a la actividad que seincorpora. Este criterio llev a establecer tres categoras posibles decontraprestaciones, a saber, las modalidades promovidas, las modalidades per-

    mitidas y la exoneracin de la contraprestacin obligatoria. Ahora bien, el Mu-nicipio de Morn estableci el principio de no dar de baja en caso de que severificara la falta de contraprestacin por parte del titular del Plan.

    Dentro de las modalidades promovidas de contraprestacin, se jerarquizla formacin educativa, tanto la finalizacin de los ciclos educativos formalescomo la capacitacin en oficios. Si bien en la opinin de funcionarios y funcio-narias se reconoce que la educacin particularmente la capacitacin en ofi-cios no es una condicin suficiente para embestir el problema del desempleo,es al menos una condicin necesaria en el caso de las mujeres en aras de estable-

    cer una plataforma para abordar la problemtica del trabajo y el empleo9. Lossiguientes testimonios ilustran estas ideas:

    La contraprestacin que nosotros empezamos a utilizar tenamucho ms que ver con poder terminar el primario. Si no habaterminado el secundario lo pueda terminar. Si haba terminadosus estudios que pueda hacer algn curso de capacitacin y for-

    Ana Laura Rodrguez Gust

    9

    Plan de Igualdad de Oportunidades entre Varones y Mujeres, Municipio de Morn 2006-2008: 33.

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    macin que le abra nuevas oportunidades. No una contraprestacinvinculada al trabajo voluntario. El trabajo voluntario se acept en lamedida en que fue de propia iniciativa de algn barrio, s, pero no

    necesariamente estuvo impulsado desde el Municipio (Entrevistado,rea de Accin Social).

    Yo te puedo contar mi experiencia porque he tratado muchsi-ma gente del Plan Jefes (...) Las madres que no haban terminadola escuela primaria, terminaron la escuela primaria. Se les ensea-ba a los hombres, tambin en la escuela primaria y la secundaria.Siempre se tuvo en cuenta la educacin. En lugar de contraprestartrabajo, se prefera que las personas estudiaran o hicieran algn traba-jo manual, que aprendieran un oficio. No se los pona con un guarda-polvo y una escoba y se los haca barrer(Integrante de la Comisinde Desarrollo Social, Derechos Humanos e Igualdad de Gnerodel Concejo Deliberante).

    En definitiva, jerarquizar la educacin formal y la capacitacin en oficiosen lugar de fomentar la insercin de destinatarias en proyectos comunitarios fueuna pieza fundamental de la estrategia de equidad de gnero en la implementacin

    del Plan Jefes y Jefas de Hogar, como se resume en la Tabla 1. Ahora bien, estaestrategia tropez con un sinnmero de dificultades por parte de las propiasinstituciones educativas pblicas e implic el desarrollo de medidas adicionalesde apoyo por parte del Municipio.

    De acuerdo con la informacin recabada, en los inicios de la ejecucindel plan hacia el ao 2002, algunos representantes de Centros de FormacinProfesional (instituciones pblicas de educacin de adultos) no se mostrabanproclives a incorporar Jefes y Jefas de Hogar Desocupados en sus cursos decapacitacin. Paradjicamente, estos mismos centros los solicitaban para lim-

    piar los baos, segn las entrevistadas. Al propugnar por formacin educativa yno por labores desjerarquizadas, el Municipio apunt a instaurar el principio deanti-explotacin (Fraser 1994), al impedir una dependencia subordinada degrupos vulnerables de otros actores, en este caso institucionales. Este principiodescansa, precisamente, en la visualizacin de los beneficios sociales como dere-chos de los sujetos.

    Evaluada desde el punto de vista de una futura insercin laboral, la for-macin educativa fue una buena alternativa. En vistas de las desventajas de los

    titulares del Plan Jefes y Jefas de Hogar por su bajo nivel educativo en compara-cin con el resto de la poblacin (Pautassi 2004), una poltica de equidad de

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    gnero y de inclusin social presupona aumentar la presencia de ellos en espa-cios formativos10.

    TABLA 1Criterios de equidad gnero en la implementacin del Plan Jefes y Jefasen el Municipio de Morn

    Fuente: Elaboracin propia a partir de entrevistas de acuerdo con los criterios provistos porMolyneux (2007).

    Ana Laura Rodrguez Gust

    10 A pesar de ello, en el conjunto de la poblacin de beneficiarios del pas, el porcentaje de

    titulares realizando su contraprestacin en capacitacin yterminalidadeducativa fue bajo(4 por ciento y 6 por ciento respectivamente) (Roca y otros 2005).

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    Aunque el Municipio busc traccionar por educacin, existieron obst-culos adicionales como el propio contenido curricular ofrecido por los CentrosEducativos. La oferta de cursos con un contenido til para Jefes y Jefas es

    decir, capaz de fortalecer destrezas para una mejor insercin laboral conllevvarias iteraciones, puesto que la estrategia de empleabilidad por la que propug-naba el Municipio no necesariamente coincida con la perspectiva de lgica deintercambio de algunas instituciones educativas.

    De hecho, se armaron cursos sin mayor relevancia temtica bajo la expec-tativa de obtener insumos a partir de la inscripcin de Jefes y Jefas. En trminosde una interlocutora del rea de Empleo, la mentalidad de algunos educadoressera que se van los Jefes, quedan las batidoras, aludiendo a los materiales quepodran permanecer en los centros educativos una vez culminados los cursos.En otras palabras, el inters parecera haber sido, primordialmente, capturarrecursos adicionales (que no se obtendran de otra forma) ms que capacitar a lostitulares del subsidio para una eventual insercin en el mercado de empleo.Cuando los Centros de Formacin brindaban cupos de formacin para los Jefesy Jefas, lo hacan para cursos donde finalmente no haba inscriptos por el bajointers que despertaban los tpicos11.

    A efectos de superar algunas de estas barreras, la Mesa de CogestinEducativa entre el Municipio y representantes del mbito educativo y social,

    conformada a partir del Consejo Consultivo Local, result sumamente til comoespacio de debate y acuerdos. De hecho, en el seno de esta Mesa tuvo lugar undebate ideolgico sobre el destino de los fondos pblicos. Al parecer, insumiun ao de dilogo e interaccin mancomunada con instituciones educativas elpoder lograr ofrecer cursos relevantes para las necesidades de los y las titularesdel Plan Jefes y Jefas, y estamos hablando de instituciones pblicas, en laopinin de funcionarias entrevistadas.

    A su vez, el Municipio gestion recursos por voluntad propia. En efecto,en la perspectiva de funcionarios y funcionarias, la contraprestacin podra ser

    til solamente si el Estado acompaaba con ciertos servicios de apoyo. A ttuloilustrativo, se brind apoyo material para algunos de los cursos ofertados, comofueron los viticos, y se establecieron convenios con organizaciones internacio-nales y nacionales con el fin de conseguir insumos adicionales para a los Centrosde Formacin Profesional.

    Por otra parte, se apunt a introducir un horario mam, en palabras denuestras interlocutoras, cuya finalidad fue facilitar la insercin educativa de las

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    Se dio prioridad a cursos de gastronoma, textil y construccin, por visualizarlas como estrat-gicas por la situacin del Municipio y la cantidad de destinatarios y destinatarias en ellas.

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    destinatarias. Los turnos de formacin debieron ajustarse a los horarios de laescuela de los hijos. Adems, las actividades de formacin fueron ofertadas enms de un turno (en algunos casos fue posible contar con tres turnos). En

    segundo lugar, se previ la posibilidad de cursar en forma semi-presencial, esdecir, algunos das por semana (en lugar de la semana completa), siempre enhorarios coincidentes con el escolar (en vez de un horario nocturno, comn-mente ofrecido en la formacin para adultos). Esta estrategia de reordenamientode los tiempos fue valorada como un importante logro por parte de la Direccinde Empleo ya que se flexibiliz lajornada laboraly no nicamente la semanalaboral.

    En suma, los criterios que guiaron las acciones de apoyo fueron la semi-presencialidad, la disponibilidad de varios turnos y la gratuidad realde la capa-citacin. As, se busc integrar a las mujeres, al brindar provisiones especialesnecesarias para combinar las demandas de cuidado por parte de sus familias conla posibilidad de insercin en espacios pblicos.

    Estos arreglos orientados a combinar el trabajo y la familia fueron funda-mentales para las Jefas de Hogar puesto que las tareas del cuidado usualmenteinciden en sus posibilidades de realizar actividades por afuera del mbito do-mstico. A propsito, la segunda evaluacin del Plan identific un 37,6 porciento de mujeres (versus un 10,5 por ciento de hombres) que no desarrollaba

    ningn tipo de actividad laboral ni tampoco buscaba trabajo. Este grupo argu-ment que carecan de tiempo por encontrarse a cargo de sus hijos, o bien defamiliares enfermos (Roca y otros 2005).

    Atentos a la necesidad de adecuar polticas conciliatorias del trabajo y lafamilia, el Municipio instrument excepciones a la contraprestacin para ciertosgrupos especficos. Aunque el Plan Jefes y Jefas no estipulaba exoneraciones parala no participacin en actividades de contraprestacin, la gestin de Morneximi de la misma a titulares con hijos discapacitados, embarazadas y con hijoslactantes e incluso a estudiantes que presentaran su certificado de estudio12. En

    particular, las titulares con hijos que an estuvieran amamantando fueron exi-midas de contraprestar por un perodo de dos aos aunque tuvieron la opcinde recibir capacitacin en oficios. De esta forma, se transform el criterio deandrocentrismo subyacente a la obligacin de trabajar por el subsidio, al regla-mentar condiciones que afectaran exclusivamente a mujeres.

    En otro orden de medidas y con el fin de asegurar una seleccin estrat-gica de cursos, el Municipio impuls el desarrollo deperfiles ocupacionalesentredestinatarios y destinatarias, para lo cual puso en marcha una metodologa de

    Ana Laura Rodrguez Gust

    12 Estas normas de excepcin fueron adoptadas por el MTEySS.

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    proyecto ocupacional o talleres de trabajo con hombres y mujeres titulares delPlan. La metodologa conllev a que la seleccin de la capacitacin estuvieraguiada por una doble orientacin, a saber, ocupacional y formativa:

    Desde el punto de vista del sujeto, hay que orientarlo de lamejor manera posible. Hay sesenta tipos de cursos. Cmo entrael auto prejuicio? Est el mito del curso de computacin paraencontrar trabajo. Pero a una persona con perfil de construccin ytrayectoria en construccin se le sugiere un curso para que obten-ga su matriculacin o su libreta de trabajo que le triplica el sueldo(...) La gente con la crisis qued desorientada, te hace un curso decocina, otro de computacin, y se queda sin perfil ocupacional (...)Hay gente tomando cursos crnicos, que no tienen nada que ver con loque hicieron antes y no se arma un perfil(Entrevistada de la Direc-cin de Empleo).

    Asimismo, el Municipio estableci un Proyecto educativo para el traba-jo, el cual introdujo un sistema de tutores pedaggicos quienes colaborabancon los docentes del curso y los Jefes y Jefas a fin de desarrollar estrategias deinsercin laboral, en forma paralela a la cursada.

    Los proyectos comunitarios como una opcin secundariade insercin en el espacio pblico

    Los denominados proyectos comunitarios, otra categora posible decontraprestacin, fueron calificados como una modalidad permitida. A pesar dela enorme insercin de beneficiarias y beneficiarios en ellos, en la gestin deMorn los mismos no fueron jerarquizados puesto que, en gran medida, las

    actividades comunitarias han supuesto la realizacin de tareas de baja califica-cin y complejidad, sin mayores posibilidades para el desarrollo de nuevas des-trezas.

    Al respecto, en el seno del Consejo Consultivo Local se evidenciarondiferencias entre los argumentos esgrimidos por el Municipio y por organizacio-nes no gubernamentales en cuanto a la utilidad de estos proyectos para lostitulares del Plan. Algunas de estas organizaciones habran demandado Jefes y

    Jefas de Hogar para actividades muy bsicas de limpieza e incluso para tareas

    arduas que, segn las funcionarias entrevistadas, nadie quiere hacer. De acuer-do con los testimonios recabados, se solicitaba mano de obra desocupada gra-

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    tuita que pinte y atienda el telfono y no para integrarse a la organizacin, porlo que poco se podra adquirir en trminos de habilidades a partir de estasactividades de contraprestacin. En tal sentido, el Municipio impuso ciertas

    restricciones, anlogas al principio de anti-explotacin (Fraser 1994), en aras deprevenir que destinatarias quedaran posicionadas en una situacin de alta de-pendencia y asimetra en los espacios de contraprestacin.

    Consecuentemente, se convino en entender como proyecto comunitarionicamente a las actividades en roperitos comunitarios, copa de leche y comedo-res y apoyo escolar entre las ms importantes. De todas maneras, la Direccin deEmpleo no jerarquiz este tipo de insercin argumentado que tendera a reprodu-cir una situacin en la cual los ms pobres sirven a los ms pobres. En estosespacios, los trabajos realizados por mujeres quedaran relacionados casi exclusiva-mente con las actividades del cuidado13. En trminos de nuestras interlocutoras:estamos en la prehistoria del gnero, estamos buscando que la mujer pueda estu-diar y sacarla del rol reproductivoy sacarla de contraprestar dando leche en un come-dor y que vaya a un curso (Entrevistada de la Direccin de Empleo).

    La incorporacin de mujeres en temticas asociadascon el mundo cultural de lo masculino

    A pesar del intento de colocar las preocupaciones por una mayor equidadde gnero al momento de programar y asignar contraprestaciones, nuestrasinterlocutoras de la Direccin de Empleo manifestaron que fue complicadoponer el tema de gnero entre las medidas del Plan, dado que los planes deempleo transitorio y el Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados en particular,siempre fueron hiper-reproductivistas en su concepcin y diseo. Adems deello, al inicio del programa, el Municipio no contaba con suficientes capacida-des burocrticas (administrativas y de procedimientos) para manejar la gran

    masa de titulares de los subsidios.La segregacin ocupacional por sexo del mercado laboral constituye un

    obstculo fundamental para la instauracin de una mayor equidad de gnero enla economa. Las mujeres desempean tareas menos jerarquizadas por las quereciben remuneraciones ms bajas que los varones, obtienen poca (o ninguna)cobertura de seguridad social y en general acceden a tareas con pocas posibilida-des de desarrollo personal y capacitacin. Adems, las actividades que desempe-

    Ana Laura Rodrguez Gust

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    Economa del cuidado es el conjunto de bienes y servicios no remunerados proporciona-do por las mujeres en el mbito domstico y familiar.

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    an las mujeres estn asociadas con el mundo simblico de lo femenino y, porende, relacionadas con los servicios del cuidado y el manejo de las emociones(Hochschild 1983). Estos ltimos son atributos socialmente construidos como

    propios de las mujeres y convenientes para guiar su comportamiento y ex-pectativas de carrera y remuneracin.Como contrapunto a esta tendencia, los talleres de orientacin profe-

    sional y capacitacin en oficios para las Jefas de Hogar procuraron impedir lareproduccin automtica de algunos temas como masculinos y otros femeni-nos, donde los primeros pudieran encerrar mayores grados de formacin yoportunidades laborales respecto de los segundos. En la dinmica de los talle-res se adopt una perspectiva de gnero para que las Jefas no asuman queporque soy mujer, hago cocina y fuera contemplada la amplia gama de ofer-tas disponible.

    Un proceso clave para instaurar mayores grados de igualdad social en laeconoma ha sido el de acceder, muchas veces mediante medidas de accinafirmativa, a trabajos y ocupaciones construidos como masculinas en su temti-ca, comnmente con base en su demografa (Britton 2000). A pesar del acuer-do normativo que esta postura inspira desde el ngulo de la igualdad de oportu-nidades, la incorporacin de mujeres en temticas no asociadas con tareas tpi-camente femeninas ha sido un proceso complejo y no exento de conflictos, en la

    opinin de nuestras interlocutoras. Las consecuencias no siempre son al me-nos en forma inmediata y palpable una mejora en el mercado de empleo paralas mujeres. De hecho, la capacitacin de Jefas de Hogar en ocupaciones fuerte-mente androcntricasencierra el riesgo de que, eventualmente, los empleadoresno las quieran contratar por los prejuicios y las prcticas discriminatorias vigen-tes. Ante estas eventuales consecuencias negativas, el Municipio busc instituirconvenios de trabajo con el sector privado para prevenir las comunes barreras alingreso de mujeres en reas mentadamente masculinas, donde ellas aparecencasi por definicin como trabajadoras inadecuadas.

    De todas formas, como lo sugiere la cita a continuacin, la incorporacinde mujeres en ciertas ocupaciones contina siendo un proceso plagado de ten-siones al menos en el corto plazo:

    En la igualdad de oportunidades tambin tengo que ser sensata. Si hagoun curso de electricidad para mujeres, quin las contrata despus? No por eso lo dejsde hacer, pero tens que ser cauteloso porque es la vida de la gente, no la tuya (...)Tens que ser prudente porque luego no inserts a la mujer en los sectores tradicional-mente masculinos. Cmo le explics que le hiciste hacer un curso de seis meses

    de su vida a una mujer y luego el curso no le sirve? (...) Ahora ves que las mujeresse estn formando en electricidad y herrera, pero el tema es luego insertarlas. El

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    sindicato del sector de la construccin, UOCRA, me sac corriendo (...) Venscon un estigma de ser desocupado, con subsidio y mujer(Entrevistada, Direccin deEmpleo).

    El rescate de los saberes del mbito domstico:el ejemplo de la Escuela de Formacin Textil

    Con la creacin de la Escuela de Formacin Textil, el Municipio impulsun modelo emblemtico de capacitacin industrial con enfoque de gnero. Enprimer lugar, fueron aceptadas como participantes mujeres sin experiencia labo-ral previa en la industria textil y mujeres con antecedentes declarados en costu-ra, corte, confeccin y manejo de maquinarias. Las razones que justificaron laincorporacin de las primeras descansa en el reconocimiento del conocimientotcito y adquirido en la prctica por parte de mujeres, es decir, destrezas desple-gadas en forma cotidiana a travs de sus actividades domsticas (por ejemplo, laelaboracin de ropa para la familia) o de supervivencia (el trabajo de costura yreparaciones en general para su venta)14. En tal sentido, un documento delMunicipio reza:

    Por ello, al dirigir este Programa de Promocin de laEmpleabilidad a mujeres jefes de hogar que se insertan o deseaninsertarse en el mercado laboral desempendose a partir de lascompetencias adquiridas y desarrolladas en el mbito domstico, seconsidera preciso sensibilizar en la perspectiva de gnero desde laformacin, a modo de favorecer el reconocimiento y valoracin desaberes y competencias posedos en el seno del hogar. De este modose pretende tanto fortalecer sus condiciones de empleabilidad alotorgarles valor de mercado a sus conocimientos tcitos, como para

    reconocer necesidades y posibilidades de capacitacin para obteneruna integracin ms igualitaria en el mercado laboral, medianteestrategias de orientacin ocupacional, capacitacin y seguimientoy/o financiacin de equipamiento e insumos requeridos en el casode que generen emprendimientos productivos asociativos15.

    Ana Laura Rodrguez Gust

    14 Coincidentemente, estas actividades fueron mencionadas por las destinatarias entrevistadasen este proyecto de investigacin.

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    Documento de presentacin del proyecto Promocin de la Emlpeabilidad y de la equidadde gnero en el sector textil de Morn, 2005.

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    Este enfoque es innovador puesto que a partir del reconocimiento de losconocimientos adquiridos en el mbito domstico, el Estado construye estrate-gias de capacitacin que los puedan ampliar y orientar con el propsito de lograr

    una insercin en el mercado laboral formal de mujeres. De esta forma, el gobier-no local jerarquizara los conocimientos relacionados con las experiencias pro-pias de las mujeres desarrolladas en el seno de sus familias y de sus redes socialesms cercanas, al visualizarlos como capacidades potenciales para el acceso alempleo industrial y de mayor calificacin. Al jerarquizar las habilidades y laslabores de mujeres y darle al trabajo no remunerado rango de tareas con proba-bilidad de remunerarse en el mercado de empleo, se promocionara, al menosindirectamente, nociones de igualdad en materia redistributiva (Fraser 1994).

    Adems, el gobierno local garantiz servicios de cuidado para los hijos ylas hijas en la temporada de vacaciones (colonias de verano) y adaptaron elhorario de los cursos ofertados a los de estos servicios. As fue posible vincular elcuidado infantil con la capacitacin laboral, un aspecto sealado como necesarioen las discusiones sobre polticas sociales y prcticas conciliatorias. La Directorade Empleo entendi que esta experiencia refleja una verdadera poltica de equi-dad de gnero tanto por el contenido del curso como por las facilidades deacceso y las condiciones brindadas por parte del Municipio.

    Recapitulando, es emblemtico que los saberes domsticosadquiridos en la

    prctica del cuidado de la familia fueron traducidos en capacidades latentes a serdesarrolladas en pos de una insercin laboral. Como contrapunto a aquellaspolticas sociales que construyen a las madrescomo sujetos sin capacidad deempleo, este ejemplo demuestra que la introduccin de una perspectiva degnero en las contraprestaciones del Plan Jefes y Jefas de Hogar encontr unainterseccin, precisamente, entre la maternidad y la empleabilidad. De esta for-ma, en principio, no existiran destinatarias no empleables, puesto que losconocimientos tcitos y los saberesdomsticos, con el adecuado apoyo del Esta-do, podran transformarse en habilidades laborales apreciadas en el mercado.

    Conclusiones

    Desde el ngulo de los principios de equidad de gnero, las desventajasen el diseo de la poltica social en cuestin son innumerables. En particular, elPlan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, mentadamente un programa de em-pleo, nada dijo respecto de la actividad laboral esperada como contraparte por el

    subsidio. Por ejemplo, no se establecieron regulaciones con relacin a la calidadde los mbitos de contraprestacin, las condiciones de trabajo, la adquisicin de

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    destrezas y conocimientos relevantes, ni tampoco en cuanto a la conjugacin dela contraprestacin con las tareas de cuidado de las destinatarias, la enormemayora de los titulares del plan.

    Con todo, el caso municipal indagado es elocuente respecto de la maneraen que fue posible transformar por cierto en forma claramente parcial algu-nas de las restricciones fundacionales del plan. Se introdujeron medidas queacompaaron el desempeo de la contraprestacin ya que esta ltima, por smisma y sin mecanismos institucionales de acompaamiento, no podra asegu-rar el ingreso al mercado laboral ni una mayor preparacin en aras de alcanzareste propsito.

    Especficamente, la adopcin virtuosa del programa en trminos de unamayor equidad de gnero no fue al azar, sino que presupuso la existencia de unaplataforma de polticas pblicas informadas por un discurso de gnero, de dere-chos y de inclusin social. En tal sentido, las prcticas de implementacin fue-ron establecidas a partir de parmetros que apuntaron a combatir la discrimina-cin y la desigualdad, la explotacin y la marginalidad, as como el androcentrismo.Este complejo conjunto de principios, segn establece Fraser (1994) es difcilde encontrar empricamente y es por ello, precisamente, que la gestin delMunicipio de Morn es notoriamente singular por la combinacin de cuestio-nes relativas al reconocimiento de mujeres y a la distribucin de recursos mate-

    riales. Respecto de este ltimo punto, el gobierno local parecera haber procura-do proporcionar bienes y servicios sectoriales a la poblacin del Plan Jefes y Jefas,as como acceso a programas de reconversin laboral. Las medidas redistributivasson necesariamente limitadas por tratarse nicamente de un gobierno munici-pal y por el exiguo monto del subsidio.

    Al considerar el conjunto de medidas de polticas sociales impulsadas porparte del Municipio de Morn y teniendo en mente las limitaciones en impul-sar acciones relativas a la distribucin de ingresos por su nivel de competencia

    jurisdiccional, pareceran conjugarse, al momento de la implementacin del

    Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, dos lneas de polticas pblicas degnero raramente combinadas: reconocimiento y redistribucin. En efecto, Irma

    Arriagada (2005) ha sealado que entre las polticas pro equidad de gnero enAmrica Latina existe un casillero vaco, el cual debera estar conformado porpolticas de redistribucin e igualdad de oportunidades y polticas de afirma-cin de derechos. Este caso muestra que, al menos en forma incipiente, parece-ra comenzarse a llenar dicho casillero. No obstante, para que el mismo seacompletado, es preciso que el enfoque de equidad de gnero est plasmado en el

    propio diseo de las polticas sociales de escala nacional.

    Ana Laura Rodrguez Gust

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    Resumen

    Analticamente, resulta relevante indagar qu

    sucede cuando una poltica social de escalanacional, diseada sin consideraciones acercade las desigualdades y asimetras de gnero, esimplementada por un gobierno local dondela equidad entre varones y mujeres constituyeuno de sus principios normativos de gestin.En tal sentido, examinamos la implementa-cin del Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocu-

    pados de la Argentina en el Municipio de

    Morn, caracterizado por una gestin enrai-zada en nociones de equidad de gnero, dere-chos humanos e inclusin social. Como se ver,el municipio incorpor principios normati-vos de reconocimiento y de distribucin en laejecucin local del programa, una combina-cin poco comn en las polticas de equidadde gnero en la regin.

    Palabras clave

    polticas pblicas gnero - polticas sociales - Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados - Argentina

    Abstract

    Analytically, it is worth asking what happenswhen a national social policy, designed withoutconsiderations about gender inequalities andasymmetries, is implemented by a localgovernment that makes equality between menand women one of its normative principles forpolicy design and execution. With this tensionin mind, we examine the implementation ofthe Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados

    (Plan for Unemployed Heads of Household)in Argentina, in the Municipality of Morn,whose policies are embedded in notions ofgender equity, human rights and socialinclusion. As I show, insofar as in thisMunicipality the implementation of the Planbecame informed by principles of recognitionand distribution a rare combination in thegender equality policies in the region.

    Key words

    public policies gender - social policies - Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados - Argentina