3
Clara Luz Muñiz Lo posible El principio esperanza de Ernst Bloch [Se pone número de página entre corchetes] Lo posible como ‘lo que todavía no ha sido’ se hace parte constitutiva de la idea de esperanza desde la visión positiva en donde es ‘determinabilidad todavía inconclusa sobre toda res finita’ [4]. La esperanza tiende hacia la utopía como ‘real-posible’ [13], la construye; y lo posible es la apertura a la transformación que impulsa esa esperanza. Hay una relación de necesidad entre las tres categorías: posible / esperanza / utopía, que las lleva a interactuar como en una danza donde la improvisación define la armonía. Lo posible en este autor no se haya determinado por la temporalidad sino que recorre toda la existencia humana y depende más de la mirada que de las condiciones del mundo. Hay posible en la juventud y en la vejez, lo que diferencia una de otra es lo que se considera posible en cada edad: al decir que ‘la muerte, posible en toda edad, pero inevitable en la vejez’ [27] nos está marcando un cambio de mirada: lo posible del joven se lee desde una realidad que tiene un abanico delante y uno de sus posibles es morir, uno más; la muerte se ubica en un lugar que no está más allá de uno. Desde la vejez, morir es un posible que comparte espacio con la realidad, se ubican juntos e inseparables. Hay una distancia entre lo real y lo posible que

Lo Posible en Bloch

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Lo Posible en Bloch

Clara Luz Muñiz

Lo posible El principio esperanza de Ernst Bloch

[Se pone número de página entre corchetes]

Lo posible como ‘lo que todavía no ha sido’ se hace parte constitutiva de la idea de

esperanza desde la visión positiva en donde es ‘determinabilidad todavía inconclusa

sobre toda res finita’ [4].

La esperanza tiende hacia la utopía como ‘real-posible’ [13], la construye; y lo posible

es la apertura a la transformación que impulsa esa esperanza. Hay una relación de

necesidad entre las tres categorías: posible / esperanza / utopía, que las lleva a

interactuar como en una danza donde la improvisación define la armonía.

Lo posible en este autor no se haya determinado por la temporalidad sino que recorre

toda la existencia humana y depende más de la mirada que de las condiciones del

mundo. Hay posible en la juventud y en la vejez, lo que diferencia una de otra es lo

que se considera posible en cada edad: al decir que ‘la muerte, posible en toda edad,

pero inevitable en la vejez’ [27] nos está marcando un cambio de mirada: lo posible del

joven se lee desde una realidad que tiene un abanico delante y uno de sus posibles es

morir, uno más; la muerte se ubica en un lugar que no está más allá de uno. Desde la

vejez, morir es un posible que comparte espacio con la realidad, se ubican juntos e

inseparables. Hay una distancia entre lo real y lo posible que va variando según la

edad [15-31], el deseo y sus represiones [37-41], la voluntad de soñar [68-76], el

trabajo.

El sueño es un espacio donde lo posible entra en vaivén entre el deseo y el trabajo. Lo

que se sueña de noche está codificado por el inconsciente para ser leído como una

simbolización de represiones y deseos difíciles de reconocer en la vigía. Pero al

despertar, los sueños se construyen como una anticipación de lo deseado. El sueño

diurno así tiende hacia adelante; mientras que el nocturno se hunde hacia atrás para

recordar lo pendiente. Hay cierto ‘control’ de lo que se labora despierto como posible, y

es posible justamente porque se apoya en lo que existe.

Page 2: Lo Posible en Bloch

El contenido del sueño nocturno está oculto y deformado, el contenido de

la fantasía diurna es abierto, fabulador, anticipador, y lo que hay en él de

latente se encuentra hacia adelante. El contenido de la fantasía diurna

procede él mismo de la ampliación de sí y del mundo, es un querer tener lo

mejor, un querer saber más [74]

Desde el sueño se accede a la utopía, a la que se le va dando forma en el transcurrir

que va de lo real a lo posible, siempre impulsándolo un paso más allá cuando se da

uno aquí [108].

Ese transcurrir es la esperanza, vínculo entre lo consuetudinario y lo nuevo, entre un

aquí y un allá. Desde esa perspectiva se define lo objetivamente posible y lo realmente

posible.

Objetivamente posible es todo aquello cuyo acontecer es científicamente

esperable o, al menos, no puede excluirse basándose en un mero

conocimiento parcial de sus condiciones dadas. Realmente posible, en

cambio, es todo aquello cuyas condiciones no están todavía reunidas

todas en la esfera del objeto mismo: bien sea que tienen todavía que

madurar, bien sea, sobre todo, que surjan nuevas condiciones-aunque en

mediación con las existentes-con la entrada de un nuevo algo real. El ser

movible, modificable, que se modifica, tal como se muestra en tanto que

ser material-dialéctico, tienen en su fundamento como en su horizonte este

poder devenir inconcluso, este no-ser-todavía-concluso [147]

El hombre lleva lo posible ante sí, no como un acontecer vago sino como un devenir

necesario, que se labora desde un ahora. Su relativa dependencia del ahora le da

consistencia pero a la vez apertura [168], no es un estallido caprichoso sino que

discurre en espacios que ya fueron avanzados por quien va caminando la vida.