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ADEMáS. Alejandro Dolina, poeta… ¡empleado! | Textuales: al pueblo lo que es del pueblo | Museo Fernández Blanco: historias de plata | Palio de Siena: la carrera épica. Los paisajes infinitos de JUAN Doffo GUILLERMO RO ux El hombre detrás del artista

Long Play - arte / cultura / placeres

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Guillermo Roux: El Hombre detrás del artista. Los paisajes infinitos de Juan Doffo. Entrevista a Alejandro Dolina: Poeta y "Empleado".

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  • Adems. Alejandro Dolina, poeta empleado! | Textuales: al pueblo lo que es del pueblo | Museo Fernndez Blanco: historias de plata | Palio de Siena: la carrera pica.

    Los paisajes infinitos de juan Doffo

    guillermo

    rouxEl hombre detrs del artista

  • staffNace una idea, un proyecto, un sueo.

    Nace Long Play, la revista que hoy ponemos en

    sus manos.

    Los objetivos son simples:

    Queremos que sea un espacio de lectura para

    todo momento.

    Buscamos que tenga su propia personalidad,

    exclusiva, variada y amena.

    Aspiramos que por medio de sus pginas, se

    pueda llegar a conocer y apreciar el arte de una

    manera diferente.

    Deseamos compartir con ustedes las ms

    diversas expresiones culturales de nuestro pas y

    del mundo.

    Ahora bien, como cualquier medio de

    comunicacin, Long Play necesita de ustedes

    para poder desarrollarse plenamente. Sin

    lectores, la lectura no existe y los autores no

    tienen razn de ser, as como la msica o una

    obra plstica sin pblico, son en realidad slo

    una ilusin. Para establecer tan necesario ida

    y vuelta, hemos puesto todo nuestro esmero y

    dedicacin en este trabajo. La revista ya no nos

    pertenece, tiene vida propia, se fue de nuestras

    manos. Les entregamos, con orgullo, el producto

    terminado.

    Long Play es un tiempo para disfrutar con uno

    mismo, casi dira, una charla entre amigos. Esta

    nueva amistad es el propsito final.

    Creemos haberlo logrado.

    Marian Casaux alsina

    Directora artstica

    Expectantes Directora artstica Marian Casaux alsina Directora literaria Danusa B. Moreira

    Asesoramiento editorial ignacio Gutirrez Zaldvar

    Produccin integralD&a Comunicacin

    Coordinacin generalMara ViglioneMercedes Cardn

    Arte y diseo Estudio Macchi-azcunaga

    redaccin Aline Vilches Cecilia Acua Javier Gonzlez CozzolinoJohanna Schivindlerman Maia B. Perera

    Fotografa Andrs Prez Moreno Diego De Pedro Diego Larocca

    ilustracin Juan Soto Roballos-Naab Caligrafa

    retoque digital Marcelo Quintanilla

    Correccin Mara Luz Merani

    impresin Lnea Grfica Grupo ImpresorTucumn 3458 CABA

    Long Play, Av. Alvear 1520 piso 5 CABA Propietarios: Ezequiel Barrenechea y Marian Casaux Alsina.

    Registro DNDA en trmite. Ao 1 nmero 1 diciembre 2012

    nuestra tapa: Guillermo RouxEl abrazo IV, 1996 (detalle)Coleccin Graziella Franco de Crivelli.

  • 822

    ColeCCiones Platera colonial, en el Museo

    Fernndez Blanco.

    Curiosidades Pequeas historias de la historia.

    regalosLa Tienda del Coln.

    literatura Cuando 140 caracteres

    no alcanzan.

    arte y vinoBarricas intervenidas por grandes artistas.

    MsiCaConciertos Pilar Golf.

    28ConversaCiones

    Mano a mano con Alejandro Dolina.

    oJos de turistaLo que pocos saben del Palacio Barolo.

    textualesViaje al origen

    de nuestras frases.

    62Contrapuntos

    Guillermo Roux, Juan Doffo y Natalia Snchez Valdemoros.

    Tres expresiones del arte.

    tradiCionesEl Palio de Siena.

    FotograFaCuerpos, poesa de ayer

    y de hoy.

    4. Editorial16. Azar Severo: presentacin 20. Bajo perfil: Enrique Blaksley CONTENIDOS

  • DICIEMBRE 2012

    HIstoRIas DE plata

    p l a t e r a c o l o n i a l

    La coleccin de platera colonial del museo Fernndez Blanco cuenta, a travs de sus objetos, parte de la historia que nos constituye como pas.

    Una moneda de plata se puede convertir, a travs de la orfebrera, en una pequea vasija. La ima-gen sirve para entender la importancia de la pla-tera en la historia de nuestro pas. As comienza el recorrido por el museo Fernndez Blanco. All, junto con el relato breve, sencillo y esclarecedor de la transformacin de la plata pura en un obje-to funcional, se esconde otro relato, mucho ms largo y complejo, que se vincula con nuestro pa-sado, el colonial y el del virreinato. Nada de lo expuesto all est colocado al azar; esos platos, espejos, cafeteras, mates, cuchillos y espuelas, entre otras cosas, se unen mediante el hilo conductor de los deseos y las costum-bres de aquellos que construyeron lo que hoy llamamos Argentina. En la poca de la conquista una leyenda asegura-ba que subiendo por el ro se llegaba a un lugar donde haba una montaa del metal precioso, la plata. En parte, se trataba de una historia cierta: si se navega hacia el Norte, despus de un ca-mino largusimo, se puede llegar al cerro Rico de Potos, famoso por sus minas de plata. A esa creencia se estima que el ro de La Plata debe su nombre. El cerro Rico de Potos, entonces, marc el rum-bo a la ciudad boliviana que, alrededor del 1600, tan solo cien aos despus del descubrimiento de Amrica, tena incluso ms poblacin que

  • DICIEMBRE 2012

    Londres. La riqueza era tal que la plata se poda ex-traer de la superficie del cerro, ni siquiera haba que bajar a los tneles.Fueron los aos de esplendor de Potos, que pareca una tierra prometida de riqueza, brillo que perdera en cuanto el material precioso agotara sus existen-cias. De all venan la mayora de las monedas, lingo-tes y objetos de plata que circulaban por las tierras del virreinato. Buenos Aires, justamente, creci al amparo del contrabando de este material. El nues-tro era el puerto por el que se escapaban las divisas hacia Brasil, Portugal e Inglaterra. Y aunque parte de la plata ya vena transformada por artesanos de Potos, el resto del metal en bruto quedaba para los orfebres criollos que llegaron a conformar uno de los gremios ms poderosos de la ciudad junto con el de los sastres.

    La plateada imagen del gaucho Plata y ropa. As se acumulaban las riquezas durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Por eso, en las dotes de las novias o de las futuras monjas se entregaban cucharas de sopa, candelabros o prendas de tejidos importados. De hecho, hoy es muy difcil armar un juego de vajilla completo debido a que las partes, en aquel momento, se iban sumando al azar y no valan por la esttica, sino por su peso en plata. Los objetos de la platera colonial se desta-can porque son muy pesados en compara-cin con los ingleses o alemanes. Hasta principios del siglo XVIII, no muestran demasiado trabajo artesanal porque no se valoraba lo artstico, sino el metal en s.La Hermandad de los Plateros ser quien imponga los criterios estticos de moda en Europa con el estilo

  • DICIEMBRE 2012

    El musEoUbicado en el barrio

    de Retiro, a pocos de

    metros de la avenida

    Libertador, el ex Palacio

    Noel o Museo Fernndez

    Blanco fue construido

    en 1920. La casa es

    un exponente de la

    arquitectura neocolonial.

    All se exhibe un amplio

    panorama de las artes

    del perodo virreinal,

    las ms importantes de

    Sudamrica: platera,

    piezas de arte religioso

    y secular, mobiliario,

    ambientaciones, una

    importante pinacoteca

    en la que se destaca la

    escuela cuzquea, y una

    biblioteca especializada.

    Suipacha 1422. Martes

    a viernes de 14 a 19.

    Sbados y domingos de

    11 a 19. Telfono: 4327-

    0228.

    rococ a la cabeza. Como la platera era un fenme-no puramente urbano, no hubo fusin de tcnicas, o sea que nada de la metalurgia indgena se incorpor a la orfebrera colonial. En Buenos Aires la poblacin estaba compuesta por espaoles, no hubo tampoco mestizaje, a excepcin del gaucho que viva en las afueras de la ciudad y que no usaba objetos de pla-ta, sino que ms bien era un desposedo nmade, un errante que sobreviva buscando changas, tal como lo describe el Martn Fierro.Recin a fines del siglo XIX, cuando comenzaron a llegar enormes contingentes de inmigrantes a nuestro pas, los criollos construyeron el concepto nacionalis-ta del gaucho con el objetivo de crear una identidad argentina y cohesionarse. Se trat del movimiento de recuperacin de la tradicin hispano-criolla. Como el protagonista de Don Segundo Sombra, se toma a la figura del gaucho y se la adorna con ele-mentos picos. El argentino no tena personajes mito-lgicos para destacar en su historia, entonces, se con-virti al gaucho en un hroe de epopeya, y la platera fue una aliada fundamental en esta tarea. El cuchillo trabajado, las espuelas brillantes y el mate rococ civilizan al gaucho, que en su condicin original, en realidad, pertenecera a la barbarie.

    Platera cotidianaLas familias acomodadas, s, eran las que realmente tenan los objetos de plata, que no slo se utilizaban como una forma de acumular riqueza, sino que se les daba un uso concreto en la vida diaria. Entre los obje-tos expuestos en las salas del museo, se destacan los sahumadores, una especie de desodorantes de am-biente que se distribuan en todos los sectores de las casas para ventilar y disimular los aromas de la poca (valga aclarar que la gente, entonces, acostumbraba baarse una vez por semana).Las chocolateras eran tambin de uso frecuente

    porque era costumbre tomar mucho chocolate, tan-to como hoy el caf a la maana y a la tarde. Para el mate, que acompaaba todas las actividades del da, las pavas con hornillo eran las preferidas. Junto con estos objetos, en las vitrinas tambin se pueden apreciar pistolas de duelo, soperas y una multitud de mates con sus correspondientes bombillas.

    El estilo criolloHasta la Revolucin de Mayo hubo una gran produc-cin de platera en Buenos Aires, pero a partir de 1810 se detuvo debido a las guerras de la independencia. Muchos objetos de valor, adems, se fundieron para colaborar con la causa de la emancipacin. Recin a partir de 1830, con el advenimiento de Rosas, la pla-tera recuper sus tiempos de esplendor de la mano del neorrococ, el estilo de moda en Europa que se utiliz para recrear los aos de oro del absolutismo. As, vuelven los diseos recargados, que sobreabun-dan en figuras y adornos, con lneas curvas y un tra-bajo minucioso aplicado en cientos de detalles en miniatura. Es en esta poca cuando surgen nombres de plateros famosos, como Cndido Silva, Martnez y Pallarols, de quien se conserva el banco de trabajo. Ser este el estilo definitivo de lo que hoy conocemos como platera argentina. Si se compara, el trabajo que realizan los plateros en la actualidad es igual al de sus antepasados de fines del siglo XIX. Utilizan el mismo lenguaje basado sobre la construccin de la imagen del gaucho como elemento de cohesin en el armado de la identidad nacional. La diferencia entre los obje-tos es que mientras aquellos del pasado tenan un fin utilitario, los de ahora cumplen propsitos decorati-vos y artsticos.

    Agradecemos el asesoramiento de Patricio Lpez Mndez,

    curador principal del museo Fernndez Blanco, y Gustavo

    Tudisco, muselogo investigador.

    El matE Es una creacin colonial. La palabra viene del quechua y su diseo es el resultado de una fusin entre las formas de los clices y copones de la iglesia y los sahumadores.

  • 10 DICIEMBRE 2012

    Pequeas historias de la historiaPor Danusa B. Moreira

    orra el ao 1835, cuando llegaron a los mda-nos de Masall, capital de la regin conocida como Salinas Grandes, algunos chasquis en-viados por el jefe de una caravana que vena

    de la zona meridional de la Araucania chilena. El fin era rendir homenaje al cacique Aln, bautizado

    Mariano Rondeau, cabeza principal de los vo-roganos asentados en el lugar. Como era cos-tumbre entonces, los emisarios le pidieron su

    proteccin al cacique en las tierras a su mando, anuncindole la entrada de varios comerciantes. Sin sospechar hostilidad, Rondeau acept la visita y convoc a sus hermanos, a los caciques meno-res y a sus capitanejos para recibir a los viajeros y as poder adquirir los productos que los araucanos traan de Chile. Felices esperaban los voroganos las noticias de los parientes del otro lado de la cordille-ra, el dulzor del jugo de los piones y la posibilidad de obtener nuevas lanzas, tejidos, paos, objetos de plata, pintura para la cara, abalorios y zarcillos, entre otras cosas.El da acordado, una oscura nube de polvo se alz sobre el mdano inmvil que rodeaba las tolderas de Rondeau. A los alaridos sobre sus caballos, con las chuzas (lanzas) en alto, bajaron los doscientos viajantes y arremetieron al galope contra los sor-prendidos voroganos. Pasaron a cuchillo a Rondeau, a otros caciques, y tambin a capitanejos, chamanes y ancianos. Sobre el mdano cubierto de sangre de-rramada a traicin, reson por primera vez, como un eco, el nombre del caudillo vencedor, Callvucu-r, (Callvu: azul; cur: piedra).

    Para consolidar su podero, Callvucur extermin a varios caciques secundarios y luego proclam un indulto general y se declar jefe de la nacin Llal-mach o gentes de la viuda, nombre que se le dio a la tribu vencida por el derecho a gobernarla que corresponda a la mujer preferida de Rondeau. Hon-rando la memoria de su esposo muerto, la mujer jams acept unirse en matrimonio a Callvucur como l pretenda. Luego de convertirse en el mximo cacique de Sali-nas Grandes, regin frtil del oeste de la provincia de Buenos Aires y del este de La Pampa, Callvucur envi notas y cartas a los caciques de otras tribus, a los caciques de la Araucania y tambin a Juan Ma-nuel de Rosas, a quien consideraba el cristiano ms poderoso de la regin. En esas cartas anunciaba que el gobierno de la Pampa haba cambiado por vo-luntad de Dios y que l haba sido el destinado para cumplir con la misin de gobernarla. A Rosas le agregaba que lo que nicamente falta para que Dios est satisfecho es que nos demos pruebas de ver-dadera amistad, hacindonos buenos amigos. Ca-llvucur fue entonces, reconocido por todos como soberano de la Pampa. Juan Manuel de Rosas, como prueba de buena voluntad, le asign una anualidad de 1500 yeguas, 500 vacas, bebidas, ropas, yerba, azcar y tabaco.Juan Callvucur fue un cacique astuto y popular. Trataba a la gente con amabilidad, dndoles el ttu-lo de hermano, pariente o cuado. Era altanero, su-persticioso y adulador. Convenci a la gente de que todas sus obras eran mandato de Dios y que tena

    El comiEnzo y El fin de la dinasta araucana de los Piedra (Cur)

  • 11DICIEMBRE 2012

    poderes sobrenaturales como controlar el clima y adivinar los actos y pensamientos de las personas, cosa que inspiraba en los dems un gran temor. Con l comenz la dinasta de los Piedra que asol por medio siglo el campo argentino.Muri en su toldo de Chilihu el 3 de junio de 1873. Segn la tradicin, tena ciento ocho aos. Sus l-timas palabras fueron, Nunca entreguen Carahu al huinca.El cacicazgo le corresponda entonces, a su hijo mayor, Jos Milllaqueu Cur, (piedra que parece oro). Sin embargo, un parlamento general de dos-cientos veinticuatro caciques de todos los linajes pampas, reunido en Chilihu, decidi que Millaqueu Cur era inhbil para ejercer esta funcin, debido al vicio de la bebida. El cacicazgo para gobernar a la nacin Llamalche, qued entonces, en manos de un triunvirato integrado por tres de los hijos de Ca-llvucur, el Cacique General Manuel Namuncur, ahijado de Justo Jos de Urquiza, el Cacique General Bernardo Namuncur y el Cacique General Alvarito Reumaycur. Debido a la inutilidad de sus herma-nos, en 1875, Manuel Namuncur, (garrn o pie de piedra), qued como nica cabeza del vasto impe-rio de los Piedra. Fue un cacique audaz, moderado en sus vicios, inteligente, de gran talento, y con grandes condiciones de guerrero. Le gustaba vestir el uniforme militar ya que se consideraba un verda-dero soldado argentino.

    Manuel perdi poder durante la Campaa al Desier-to organizada por el General Roca y se rindi el 5 de mayo de 1884, recibiendo el grado de Coronel de la Nacin por su ayuda en las luchas internas argenti-nas. Muri en el ao 1908, a los noventa y siete aos de edad, rodeado de gran cantidad de hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.Su hijo, Ceferino Namuncur naci en 1886, curs la escuela primaria en el colegio Po IX y el secunda-rio en el colegio San Francisco de Salles. Tuvo una vida santa y su mayor deseo era ser salesiano pero su mala salud no se lo permiti. Muri de tubercu-losis en Roma, en 1905, antes de cumplir diecinue-ve aos. Sus restos fueron trados a la Argentina y descansan en una capilla de Fortn Mercedes, en Bs. As. Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI, el 11 de noviembre de 2007, siendo el primer indgena argentino que alcanz esa condicin.

    Sobre el mdano cubierto de Sangre derramada a traicin, reSon por primera vez, como un eco, el nombre del caudillo vencedor, callvucur.

  • 12 DICIEMBRE 2012

    RegalaR cultuRa Objetos de coleccin y solidaridaden La Tienda del ColnAbri sus puertas en abril de 2011 y, desde entonces, La Tienda del Coln conti-na ofreciendo detalles originales para regalar en diferentes ocasiones. Pero lo ms importante es que todo lo all recaudado se convierte en becas que la Funda-cin Teatro Coln otorga a los alumnos del Instituto Superior de Arte del teatro. Entre los curiosos objetos que rene la Tienda hay una lnea de paraguas, paue-los y foulards con motivos inspirados en la cpula del Teatro y en distintos vi-treaux, agendas, lpices, y cuadernos, afiches originales de varias peras, lminas y posters. Adems, bolgrafos e imanes ilustrados con los figurines que Anbal Lpiz dise para el vestuario del ballet La bella durmiente. Todos estos artculos conviven con las creaciones de Gabriela Horvat, Marian-ne Alonso, Valeria Vinelli, Hand&Craft y Fernando Poggio, la lnea de jabonera gourmet de La Pasionaria, y una amplia gama en ts de Tealosophy by Ins Ber-ton, con un especial blend Coln. Tambin hay libros, discos, remeras, delantales y miles de recuerdos que mar-can la diferencia.

    DATOSPaseo de Carruajes del Teatro,Tucumn 1171, CABA. Abierto todos los das,de 10 a 18 hs (feriados incluidos).www.fundaciontcolon.org.ar

  • 13DICIEMBRE 2012

    RegalaR cultuRa Objetos de coleccin y solidaridaden La Tienda del Coln

  • 14 DICIEMBRE 2012

    azarseveroAs se llama el primer libro de poemas de Marcelo Bosch. Lo present en compaa de maestros y amigos. Una charla ntima y un libro para no dejar pasar.

    n palabras de Fernando Snchez Sorondo, autor del prlogo de esta seleccin de poemas, Azar Severo es un libro de iniciacin: es su primer libro y es inicitico

    como bsqueda de una voz propia.Rodeado de amigos, Marcelo Bosch present su primer trabajo. En una mesa, casi como en ronda de caf, relat la experiencia. Lo acompaaban Julio Gottheil, Miguel Cana-le, Willy Avellaneda y Fernando Snchez Sorondo, el reco-nocido escritor que fue su mentor y su maestro. Porque en su taller Bosch descubri esta nueva pasin. Lo explica con una ancdota, su amigo, Willy Avellaneda: Me acuerdo que hace tres aos, estbamos en el campo, en Necochea, en una casita chiquita y haca mucho fro. Estbamos tomando vino y Chelo (Bosch) dijo, saben qu?, estoy yendo al taller literario y estoy escribiendo poemas. Y nos ley varios, y muchos de esos no estn ah, as que sern para el prximo libro, supongo. En aquella mesa que es el centro de la presentacin, cada uno expresa sus sensaciones al leer los poemas. Julio Gottheil reconoce: Se da la bsqueda de la verdad a lo lar-go del libro, de muchas maneras. Marcelo es un peregrino de la verdad pero, lgicamente, nunca la encuentra. El profesor adivina una primera conclusin: Advertimos el advenimiento de un poeta verdadero. E invita a Willy Ave-llaneda a reflexionar: Vos decas que la poesa de Marcelo te obliga a completarla, cmo es eso?Porque sus poemas son muy directos y muy pasionales, eso es una caracterstica de l, siempre en busca de algo. Y adems el libro tiene un extra, y es la dedicatoria que hace. Algo que l escribe muy elocuentemente, y uno se siente nico. A veces siento que l escribi este libro para poder hacer sus dedicatorias personales, asegura Avellaneda. La charla avanza entre risas y complicidades. Me gust el proceso, me gusta el desarrollo de escribir, asegura Bosch. Cuando empez esta travesa, le aconsejaron tratar de bus-car en los recuerdos de la infancia. As lo hizo, y hoy cose-cha los frutos de ese trabajo.

    14 DICIEMBRE 2012

    E

    Cuando termin el libro, en la dedicatoria, le escrib

    a Sofa, mi mujer:

    a voS,aDICta a lo ntIMo

    DISCREta, poSESIva, DESEaDa

    ExCESo Mo DE MujER.Marcelo Bosch

    hERIR al MIEDode fiestarisabeso y charla

  • 16 DICIEMBRE 2012

    tRagos

    Cereza al marrasquino, la deco esencial. copa de boca ancha

    60 ml de whisky bourbon

    40 ml de verm (preferentemente rojo)

    2 gotas de Bitter Angostura (el toque amargo)

    Manhattan bien porteo

    Sentarse en la barra

    del new brighton es

    instalarse en una pelcula

    de los aos 30. Las

    paredes de boiserie y los

    espejos se conservan

    de la poca en la que all

    funcionaba una tienda de

    indumentaria britnica,

    hace ms de cien aos.

    Hoy, el lugar recrea aquel

    ambiente con el sonido

    de un piano tocado en

    vivo. especialista en tragos

    clsicos internacionales,

    Aldo echarri est a punto

    de cumplir sus bodas de

    oro en el arte de mezclar

    bebidas espirituosas.

    para Long play eligi este

    Manhattan. Y lo prepara

    con maestra: enfra una

    copa con hielos; luego

    mezcla la composicin

    exacta de ingredientes,

    seguro de que los

    tragos no se hacen con

    medidas, sino con el

    pulso del barman.

    Agradecimientos:

    New Brighton: Sarmiento 645. Lunes a

    sbados, de 8 al cierre.

    Tel.: 4322-1515/4325-9126.

  • 18 DICIEMBRE 2012

    Enrique Juan Blaksley Seorans es empresario, porteo, casado, padre de seis hijos y abuelo de dos nietos. Con 47 aos, preside Hope Funds, compaa privada de inver-siones. Mediante esa firma, dispar uno de los aconteci-

    mientos de 2012 en materia de arte. Fue pieza fundamental de la muestra Meraviglie Dalle Marche, en el Museo Nacional de Arte Decorativo, donde se exhibieron obras de Rafael, Tiziano, Rubens, Crivelli, Reni y Lotto, entre otros grandes artistas, entre el 5 de junio y el 28 octubre. As lo cuenta el empresario: Hace tiempo busco invertir a travs de la cultura. Es un mundo que me gus-ta y que me da satisfacciones personales. A raz de eso, arm un equipo de trabajo para indagar sobre la posibilidad de conseguir alguna empresa que se dedicase a organizar muestras de arte de manera itinerante. Nuestro leitmotiv fue que si la gente no poda ir a los museos, que los museos vinieran a la gente. Y salimos a conseguirlo.Cmo lo consiguieron?Gracias a Dios dimos con Artifex, una empresa que se dedica a la logstica y la organizacin de muestras de arte por el mundo. Enseguida se dio una gran sinto-na, y con una velocidad casi milagrosa realizamos una muestra en el Vaticano, con el arte histrico y sublime de la regin de Le Marche. Varias pinacotecas de esta provincia, al estar cerradas por remodela-cin, dieron la posibilidad de trasladar esas obras que, en algunos casos, hace ms de 600 aos que estn en esos museos.Y traer esas obras a la Argentina?Era un sueo difcil. Hoy, despus de cuatro meses de haber iniciado la mues-tra, siento mucho orgullo. Ha sido como un regalo para Buenos Aires y para la Ar-gentina. Que este arte universal haya sido visto por ms de cien mil personas fue, a mi modo de ver, algo maravilloso.

    No ser la primeraBlaksley sostiene que es la primera vez que Hope Funds se atreve a semejante empresa, y agrega que pretende darle continuidad con al menos una exposicin del mismo tenor en 2013.Cmo se traen obras de tanto valor de Roma a Buenos Aires?La parte ms difcil es la negociacin con los museos. Ellos tienen un cario tremendo por estas obras, se lucen y, a su vez, atraen mucho turismo, por lo cual no es fcil conseguirlas. Al en-contrarnos con pinacotecas en refaccin tuvimos esta posibilidad. Desde el punto de vista del traslado, el embalaje y los seguros, contamos con Artifex. Debo adems decir que la Argentina est muy preparada para la recepcin de este tipo de obras de arte.La muestra debi extenderse por la enorme cantidad de pblico

    Los musEos, e n r i q u e b l a k s l e y

    Conocemos al hombre detrs de Meraviglie Dalle Marche, la muestra que visti de gala a la Reina del Plata.

    a la gente

  • 19DICIEMBRE 2012

    S. Nos encontrbamos con colas de hasta tres cuadras, muchsimo pblico no poda entrar; por ello, conseguimos 30 das ms.

    Blaksley confiesa que tuvo otros objetivos a cumplir en esta primera muestra. El pri-mero surgi de resaltar la importancia de la relacin de nuestro pas con Italia. En se-gundo lugar, procur que ese arte trado de Europa, y que originalmente fue realizado para enseanza teolgica y religiosa de la gente comn, no experta en arte, fuera visto por esos mismos destinatarios contempo-rneos. Y, de algn modo, cumplimos con ese objetivo, dice.El empresario se siente satisfecho de su obra, y piensa transitar por muchos aos ms el mundo del arte.Ojal as sea.

  • 20 DICIEMBRE 2012

    por d

    anusa b.

    moreir

    a El 10 de noviembre, como todos los aos en nuestro pas, se celebr el Da de la Tradicin, recordando las costumbres, creencias y valores que nos definen como comunidad. La fecha corresponde al nacimiento del es-critor Jos Hernndez, en 1834. Su obra Martn Fierro fue publicada por primera vez en noviembre de 1872, y la segunda parte La Vuelta de Martn Fierro, apareci en febrero de 1879. En este libro vemos reflejados los patrones culturales ms tradicionales de la Argentina, como la payada, el mate, la guitarra, el caballo, el gau-cho y el campo, a travs de las vicisitudes del gaucho Martn Fierro. Cabe recordar tambin a Don Segundo Sombra de Ricardo Giraldes, cuya primera edicin apareci en julio de 1926. Aqu, a travs del personaje de Don Segundo vamos conociendo la vida errante del arriero y sus habilidades con los caballos y la hacienda. En ambas obras, est presente la ruralidad, el paisaje campesino y las usanzas de antao, muchas de las cua-les an se conservan en nuestras provincias. En las ciudades y pueblos del interior, el Da de la Tra-dicin se festeja a lo grande, con desfiles, jineteadas, carreras de sortijas, destrezas a caballo, payadas, m-sica y bailes folclricos, asados con cuero y entreveros de tropillas que, en mi opinin, es una de las cosas ms bonitas que se pueden ver en estas fiestas.Y mientras me tomo unos amargos, quisiera compartir con ustedes la lectura de algunos textos que nos mues-tran un poco de esa cultura, costumbres que en las grandes ciudades ya han quedado en el olvido. Y no s ustedes, pero yo despus de terminar con mi trabajo, en la paz de mi casa que reposa en una calle de provincia, me voy, sin ningn complejo, a dormir la siesta.

    MI HOSPITALIDADS hospitalario.Cuando el forastero harto de camino ponga en tu po-blacin su mirada como un cuerpo sobre los pellones del recado tendido en el campo, espralo ms all del umbral de tu casa chata y fresca y ofrcele tu mano como un pregusto de abrigo.Porque eres seor de tu casa, trtalo cual si fuera amo.No preguntes quin es. Tal vez en sus brazos pese un mal hecho, ms difcil de llevar por la vida que las arrastradas nazarenas por la barrida tierra de tu patio en que van hincando su co-rona de espinas.Tal vez un orgullo demasiado grande ensanche su fren-te bajo el chambergo cuya ala pretenciosa viene despre-ciando el aire que crea a su paso.Sintalo junto al fogn, corazn de fuego de tu mora-da tranquila, y dale un banco fuerte en que asentar su fatiga.Arrima unas brasas a sus pies para que sequen el barro de sus botas y el calor suba hasta sus labios en confian-zas de confidencia.Djalo hablar y asiente con tu cortesa sus palabras.Y cuando el sueo nuble de vaco sus ojos, entonces dale tu lecho y vigila su reposo tendido sobre tus pe-llones.Cuando se vaya llevar consigo el regalo de tu herman-dad que mejora al hombre.

    De Ricardo GiraldesEl Libro Bravo (1936)

    20 DICIEMBRE 2012

  • 21DICIEMBRE 2012

    SE HACE TARDEEl ranchito pareca algo extrao a la orilla de la ruta, como fuera de lugar, enclavado en el sopor y la aridez del camino. Un calor sofocante aplastaba el campo seco, con sus pajonales y sus arbustos bajos y espinudos. Unas pocas cabras hurgueteaban con sus hocicos los pastos duros y amarillos buscando algo verde para comer. Los perros tirados panza arriba en el patio de tierra, pedan, por costumbre noms, un poco de agua que en esa zona llegaba slo muy de vez en cuando. Un gato viejo y enor-me descansaba entre las hojas de un omb y gallinas y gansos daban vueltas bajo la sombra ardiente del techo de chapas del gallinero. Dentro del rancho, la radio llenaba la pieza con cuecas y chacareras entreveradas con las noticias del pueblo. Sa-boreando unos amargos, y mientras zurca unas medias y unas camisas, Doa Olinda se enteraba que a Silvano Prez se le haba perdido el documento en el camino de los espinillos y peda que si alguien lo encontraba, lo llevara hasta la radio o a las casas; que la seora y la madre del Rata Martnez llegaban en el micro de las seis y queran que las buscaran con el sulky, en la ruta, por-que traan muchos bultos; que el almacn de Don Roque seguira cerrado por duelo; que Doa Elbia Pascuali ha-ba parido mellizos, hembrita y macho, durante la noche y que el domingo no habra misa porque el cura estaba afuera, de misin. As se le iba yendo la maana, entrete-nida en sus quehaceres y los chismes pueblerinos, hasta que la radio anunci las once de la maana. Doa Olinda se levant, pel dos papas, una cebolla, un cuarto de zapallo y una zanahoria grande. Tom dos trozos de osobuco y ech todo, verduras y carne dentro de la olla con agua, que esperaba sobre la cocina a lea. Acomod en la mesa dos platos hondos, los vasos y los

    cubiertos, un poco de pan casero y el vino que sac de la infaltable damajuana, y sirvi en una jarrita de hojalata. Despus, levantando un poco la voz, se dirigi al marido que dorma a pata suelta en la otra pieza del rancho.- Viejo, es hora. Levantate que se te hace tarde pa la siesta!

    A CABALLOA caballo, yo soy otraUn viento sin edad y sin tiempo,Alborota la tierra y el color de mi pelo, Y hace rodar las aspas de un molino viejo.En un galopeAcompasado y libre,Mis manos se confunden entre las crines oscurasY me sorprenden,Con un recuerdo vago de indias y cautivas;Mujeres, que alguna vez recorrieron,En otras horas ya perdidas,El mismo suelo de pampa y desierto.A caballo yo soy otra,Porque l,Tan prximo y tan mo, Es, para m, DistanciaY yo para l,Sendero.

    Danusa B. Moreira

    21DICIEMBRE 2012

  • 22 DICIEMBRE 2012

    El arte y el vino han caminado juntos a lo largo de la his-toria. Poetas y pintores, dramaturgos y cantores, desde la Biblia hasta nuestros das, pasando por los griegos y los maestros del impresionismo, han dedicado versos,

    msica y colores a una bebida que es en s misma una de las crea-ciones culturales ms antiguas y originales emprendidas por la humanidad. Quien escribe es Oscar Smoljan, Director del Museo Nacional de Bellas Artes de Neuqun. Amigo entraable de la fa-milia Viola propietaria del cincuenta por ciento de Bodega del Fin del Mundo y Bodega NQN, fue l quien sugiri exhibir algu-na de las barricas intervenidas en el museo que dirige. La exposi-cin se completa en los establecimientos vitivincolas ubicados

    en San Patricio del Chaar (Neuqun), el local de venta de vinos del aeropuerto neuquino y el restaurante Experiencia del Fin del Mundo, en el barrio porteo de Palermo. El circuito est ideado para que el turista pueda comenzarlo donde prefiera: en el aeropuerto cuando llega a Neuqun, o en ambos es-tablecimientos vitivincolas donde, al recorrido habitual que invita a conocer los secretos de la elaboracin del vino, se le suma la pro-puesta artstica. Neuqun, especficamente San Patricio del Cha-ar, no es como la Patagonia Cordillerana, donde hay mucho turista. Ah casi no hay gente, ya que suele ser un punto de paso camino a la Cordillera de los Andes. Cuando elegimos este lugar lo hicimos jus-tamente para difundir las bodegas: en lugar de esperar a que la gente

    Arte y vinodos placeres que son uno solo

    Pioneras en desarrollar el polo vitivincola en la zona de San Patricio del Chaar (Neuqun), la Bodega del Fin del Mundo y la Bodega NQN unen el placer de tomar vino con el arte. Junto con la Galera Zurbarn organizan una peculiar muestra que exhibe treinta barricas de roble

    intervenidas por prestigiosos artistas plsticos argentinos.

  • 23DICIEMBRE 2012

    viaje al Sur, nosotros vinimos para ac, explica Ana Viola, directora de Bodega del Fin del Mundo. Con ac se refiere a Experiencia, nombre por el que se reconoce al restaurante de la bodega Fin del Mundo en Palermo, lugar donde nos recibe clidamente.

    El arte, una segunda oportunidadLas barricas son de roble y se usan para la crianza del vino. Se pue-den reutilizar hasta tres veces. Terminado su ciclo, siguen siendo un material noble y codiciado. La mayora de las veces se desar-man y se reutilizan para la confeccin de distintos objetos como muebles y adornos. La idea de intervenirlas artsticamente surgi de la familia Viola, que se lo coment a Ignacio Gutirrez Zaldvar, ntimo amigo. l es dueo de la Galera Zurbarn y de El Casco Art Hotel, ubicado a orillas del Lago Nahuel Huap. Nacho nos dijo: mn-denme las barricas y yo hago que todos mis artistas las pinten, recuerda Ana. Y as fue como reconocidos artistas plsticos ar-gentinos dejaron su impronta de manera libre y sin consignas sobre cada barrica. El vino es tambin una obra de arte, ya que todos son creaciones nicas que no se repiten ao tras ao. El calor, el viento, la lluvia todas esas condiciones afectan a la uva, que es fruto de una planta que est viva e inmersa en un ecosistema. As ilustra Ana la nti-ma relacin que hay entre el vino y el arte. Y remata: En una bo-

    dega, el enlogo, es decir el diseador del vino, es la pieza clave.

    Artistas convocados Los artistas plsticos argentinos convocados por Ignacio Guti-rrez Zaldvar para intervenir las barricas fueron Ernesto Bertani, Enrique Burone Risso, Mauro Cano, Ricardo Celma, Miguel Gan-dolfo, Claudio Gallina, Graciela Genovs, Sol Halabi, Juan Manuel Jaimes Roy, Daniel Kaplan, Mara Linzoain, Milo Lockett, Silvana Robert, Martn Rodrguez, Antonio Sarelli, Mario Vidal Lozano, Nstor Villar Errecart y Agustn Vias. Cada uno impuso su estilo personal sobre cada barrica. El resultado? Una muestra variopinta que conjuga el arte abstracto, conceptual e hiperrealista con tem-ticas populares como el ftbol o el tango. Al principio pensbamos tenerlas separadas, como en una tarimi-ta para que la gente no se pudiera acercar, pero Nacho (Gutirrez Zaldvar) nos dijo que tenan que estar integradas en el ambien-te, comenta Ana acerca de la ubicacin de las barricas de Diego Kaplan, Milo Lockett y Mario Vidal Lozano que hoy le un toque personal al Restaurante Experiencia del Fin del Mundo.Ana anticipa que la muestra probablemente sea exhibida en la prxima feria de de alimentos y vinos patagnicos que se hace en Neuqun, donde se contar con la presencia de Francis Mallman. Luego, las barricas sern subastadas, aunque su promotora confie-sa que no quiere desprenderse de ellas.

    lA muestrA: DonDe y CuAnDoExperiencia Fin del Mundo

    De lunes a sbados de 8.30 a 24 Hs.Honduras 5673. Palermo. Buenos Aires.

    Bodega Fin del MundoDe martes a sbados y feriados de 10 a 17 Hs. San Patricio del Chaar. Provincia de Neuqun.

    MNBADe martes a sbados de 8 a 20 Hs.Domingos y feriados de 16 a 20Hs.

    Mitre y Santa Cruz. Parque Central. Neuqun.

    Bodega NQNTodos los das de 10 a 17 Hs.Ruta 7 San Patricio del Chaar. Neuqun.

    Aeropuerto de NeuqunTodos los das. Los horarios dependende la programacin de los vuelos.San Martn 5901 Neuqun. Local bodegasde la Patagonia.

  • 24 DICIEMBRE 2012

    on las ocho y media de un sbado por la noche cuan-do las luces del Club House bajan su intensidad hasta volverse tenues. El cdigo es comprendido por todos los presentes, que enseguida apuran o abandonan sus copas de champagne y se dan por invitados a subir

    al auditorio. En breves instantes, Carlos Lpez Puccio brindar junto a su Estudio Coral de Buenos Aires el sptimo de los ocho conciertos que cada ao, desde 2004, ofrece Pilar Golf. Graciela Nobilo, directora artstica de la iniciativa, presenta al coro como la mejor agrupacin de su tipo en nuestro pas y una de las mejores del mundo y por fin sube al escenario el hombre de cabellera blanca escoltado por los cantantes. Tras un silencio expectante, comienzan a sonar las primeras entonaciones de Trois chansons de Charles DOrleans, el trptico coral compues-to por Claude Debussy. A partir de ese momento, el reper-torio se extender desde el barroco hasta nuestros das, con un centro de gravitacin en el siglo XX. Esa amplitud de pocas y sonidos es una nota distintiva de los Concier-tos Pilar Golf, que buscan brindar al pblico de Zona Norte la posibi-lidad de disfrutar de buena msica y buenos intrpretes sin necesidad de trasladarse a la Ciudad. Esa fue la idea original que nos movi jun-to a Luisa Vara, propietaria de Pilar Golf y alma mater de este empren-dimiento, y sigue siendo hoy nues-tro objetivo. Por eso decimos que Pilar es el polo cultural de la Zona Norte, indica Nobilo. A poco de completar su octava temporada, en los ciclos conviven solistas, msica de cmara, coros, orquestas y can-tantes y, aunque la msica clsica es la protagonista, no queda exclui-

    da la msica popular. Este ao tambin la danza irrumpi en el escenario con Mora Godoy e Iaki Urlezaga, dos estilos muy diferentes pero que deslumbraron a todos.En la variedad de los conciertos se impone, no obstante, un rasgo en comn. Al pensar los programas, Nobilo apunta a una cali-dad de primer nivel en msica clsica, donde los intrpretes renan una probada trayectoria y un programa interesante. Des-de esa base se privilegia el talento argentino, pero es bienvenido si proviene de otra parte del mundo. A veces los mismos artis-tas proponen a algn artista extranjero con quien han trabajado antes y en quien confan para lograr ese objetivo de excelencia que nosotros exigimos. Y otras veces yo misma convoco a algn pianista o grupo del exterior, como fue el caso de Boris Giltburg o el Cuarteto de La Scala de Miln, porque s que su actuacin es de calidad. Como cada ao desde el ciclo inaugural, el cie-

    rre estar a cargo de la Camerata Bariloche, la orquesta de cmara ms importante del pas y la de mayor antigedad y trayectoria. El hecho de que haya inaugura-do nuestros ciclos marc una pla-centera tradicin. Su actuacin es un broche de lujo y renueva ao tras ao esta relacin artsti-ca y de cario que nos une.Mientras se prepara para el prximo ciclo, Nobilo confiesa que estar hablando de una no-vena temporada es un regalo de la vida y que en el futuro espera tener muchas ms para ofrecer, convencida de que siempre sur-gen nuevos talentos para invitar a nuestro ciclo junto a los artistas ya consagrados, y siempre se nos ocurren ideas nuevas para mos-trar la mejor msica y los mejo-res espectculos.

    LA MUSICAse viste de gala

    c o n c i e r t o s p i l a r g o l f

    p o r j o h a n n a s c h i v i n d l e r m a n f o t o s : l i l i a n a m o r s i a

    Graciela Nobilo,con reconocimientomundial

    Adems de la direccin artstica de los Conciertos Pilar Golf, Graciela Nobilo fue fundadora y se desempea como directora la revista Cantabile, una publicacin bimestral de msica clsica que naci como un proyecto de la facultad donde se recibi de Licencia-da en Letras y Editora y que lleva 14 aos de editada. Gracias a su labor en la revista y en los conciertos, en 2011 fue distinguida con la insignia de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura y Co-municacin de Francia, una de las principales distinciones honorficas con la que el Gobierno francs honra a las personas por la contribu-cin que han aportado al brillo de la cultura en Francia y en el mundo.

  • 25DICIEMBRE 2012

  • 26 DICIEMBRE 2012

    conversaciones

    n joven de unos veinte aos le pregunta a Mo-zart: Maestro, mire, estoy escribiendo una sona-ta, cmo hara usted?. El msico responde: Y, yo me adiestrara mucho, tratara de examinar las formas, empezara con obras ms sencillas y despus, poco a poco, tratara de hacerlas ms complejas. El joven, sorprendido, le contesta: Pero cmo me dice que es un largo camino, maestro, si usted ya compona obras complejas

    a los seis o siete aos!. Si reconoce Mozart pero yo nunca pregunt cmo se haca. Este cuento es el que saca de su vasta galera Alejandro Dolina cuando se le pregunta si ser artista supone una condicin innata. As comienza la charla con este escritor, m-sico, conductor de radio y filsofo popular. El autor de Crnicas del Angel Gris, El libro del fantasma y Bar del infierno, edit este ao su pri-mera novela, Cartas Marcadas que, segn confiesa, fue escrita para refutar la leyenda del hombre sen-sible y nostlgico. Sus dotes de msico lo han lleva-do, en 1998, a grabar la opereta criolla Lo que me cost el amor de Laura, donde convoc a artistas de la talla de Mercedes Sosa, Sandro, Joan Manuel Serrat y Ernesto Sbato, entre otros. Y todo ello sin desatender la conduccin de La Venganza ser te-rrible, el ciclo radial que hace veinte aos es el ms escuchado de la medianoche. Sin embargo, la enu-meracin de obras no basta para describir al artista. Dolina tiene el don de la palabra, una lucidez que es marca registrada y el poder de combinar el humor y la irona para obligar a la reflexin y dejar entrever, invariablemente, su aguda visin del mundo. Long Play: El gran desafo de esta entrevista es

    presentarlo. A la hora de completar un formulario, qu anota en el casillero profesin?Alejandro Dolina: Y, es un problema. Yo pongo empleado realmente, para no andar hacindole confidencias al primer funcionario que se le cruce por delante a uno, porque hay ciertas profesiones que son un poco ntimas. Imaginemos que yo fuera un poeta, cmo hago para poner en un formulario de embarque profesin: poeta? Por eso la palabra empleado est mejor, tiene un poco ms que ver con el lenguaje burocrtico y, adems, a nadie le in-teresa saber si uno est formulando juicios sobre la condicin humana cada vez que llueve. Esa es una cosa que no tiene nada que ver con la inmigracin ni con los viajes en avin.LP: Cuando formula esos juicios sobre la condi-cin humana, se expresa mejor a travs de la m-sica o de la escritura?AD: A travs de la escritura, seguramente. Yo tengo una gran vocacin musical, y aunque tengo tambin una formacin musical, es ms bien un pro-blema de ejercicio. No me dedico tanto a la msica y estoy mejor preparado, en todos los sentidos, para escribir que para componer.LP: Sin embargo su opereta criolla habla de un gran compositor. Cmo ha sido trabajar junto a fi-guras tan destacadas de la cultura popular?AD: Esa fue quizs la mayor emocin, el ir hacien-do aqul trabajo con artistas de aquella estatura. Es-pecialmente con algunos se dio una mejor conexin y con otros no tanto, como es inevitable que suceda. Con nadie tuve una mala experiencia, pero con algu-nos fue muy emocionante y, con otros, muy profe-

    AlejAndro dolinA,

    AlejAndro dolinA,

    Personaje difcil, cmo entrevistarlo sin caer en el lugar comn? Pronto supimos que no importan las preguntas para este hombre reflexivo que siempre sorprende con una respuesta poco convencional.

    empleadoempleado

    p o r j o h a n n a s c h i v i n d l e r m a n f o t o s d e d i e g o d e p e d r o

  • 27DICIEMBRE 2012

  • 28 DICIEMBRE 2012

    conversaciones

    Los radioescuchas hacen fila para presenciar la grabacin de La venganza ser terrible, en el Multiteatro, mientras las libreras vecinas tientan a los fanticos. Ya en el estudio, un buzn de mensajes habilita el ida y vuela con el pblico.

  • 29DICIEMBRE 2012

    sional. Yo tena especial amistad con Mercedes Sosa y con algunos de los muchachos de Les Luthiers, pero esos eran los artistas amigos. Desde luego, con Horacio Ferrer y con Sandro tambin tena una rela-cin ms personal, no as con Baglietto o con algu-nos otros que participaron y lo hicieron muy bien, pero no hubo esa emocin que yo sent con otros. LP: Cmo fue la experiencia de llevar la opere-ta al teatro, habiendo sido editada inicialmente en forma de disco y de libro?AD: Fue ms emotivo todava. Ah la obra se com-plet. Hubo que dotarla de una teatralidad que no tena, porque el disco era un disco y lo que conve-na era que estuviera dividido en pistas para que la gente pudiera escuchar las canciones sueltas, y se resign un poco de teatralidad. Despus hubo algu-nas modificaciones y, desde luego, tuvo la puesta, la direccin y la actuacin que me parece que le dieron mucho. LP: Hay algn otro proyecto musical en puerta?AD: No. Hay s una cosa que est hecha, una es-pecie de argumento sainetesco que transcurre en un conventillo pero de la Rusia de Stalin de 1930, donde tambin viva mucha gente amontonada, cada uno en su pieza. Es una cosa un poco rara que tiene su gracia, transcurre en ese departamento donde hay

    un montn de personajes y adems hay personas que estn muertas y que conviven junto con el resto de los habitantes del conventillo, y detrs de eso el rgimen de Stalin. Tiene mucha msica pero no es una opereta, es como un sainete que cada tanto con-tiene algunas canciones. LP: La trama parece continuar este giro que ha tenido su escritura con El bar del infierno y Car-tas marcadas, dos libros bastante distintos a los anteriores. A qu se debe ese cambio?AD: A que pasa el tiempo y uno aprende algunas cosas. Yo creo que son libros mucho mejores, since-ramente lo digo. Los otros son obras que yo puedo querer mucho, pero son de un muchacho de 32, 33 aos. Menos algunas cosas que escrib cuando esta-ba en la Revista Humor, que tena veintitantos, o sea que son un poco torpes tambin. Por ms cario que uno les tenga, si es un artista decente, alguna cosa uno tiene que aprender. Son obras mucho ms complejas. Las otras pueden ser divertidas, inclu-so pueden resultar un poco ms frescas, queribles, pero mejores no.LP: Igualmente en todas est su esencia, cambia la forma quizsAD: S, claro, pero uno se hace un poco ms exi-gente con la complejidad de la obra. Los hombres

    Imaginemos que yo fuera un poeta, cmo hago para poner en un formulario profesin: poeta? Por eso la palabra empleado est mejor.

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    sensibles estn muy bien, pero uno despus de haber pasado por ciertas astucias, no puede leg-timamente seguir pensando algunas cosas (risas). Quienes vengan a descubrirme ahora con El ngel gris es un encuentro equivocado con una perso-na que ya no es. LP: Cmo es el proceso de escritura?AD: Yo dicto. Me resulta mucho ms fcil y muy til para resistir la tentacin de abandonar ense-guida. Cuando se establece una cita con la persona a la que yo le voy a dictar, hay un horario, hay un protocolo, no queda bien a los cinco minutos decir bueno, ya me pudr. Entonces, si quiera por respe-to al otro, un rato escribo. Cuando eso est sujeto a mi decisin, a la menor contrariedad abandono la escritura, hoy no es mi da, pretextos que todos tenemos. Pero adems me gusta mucho caminar y hablar y or cmo suena y tambin tener otro a quien decirle las cosas y preguntarle si suena bien. En este ltimo libro yo escrib con mi hijo, que ade-ms fue colaborador de la novela. l hace muy bue-nos guiones de cine y la novela tiene alguna cosa cinematogrfica en su distribucin. Ah s era ms fuerte, porque l tena total permiso para decir por aqu no vamos a ningn lado o esto es una por-quera (risas).LP: Escribe para usted o pensando en quien lo va a leer?AD: Escribo para m. Escribo pensando en alguien que quiero que lea y que me quiera, claro, pero ese alguien tiene que tener mis mismos gustos, porque si para gustarle a alguien tens que escribir algo es-pantoso, cosa que sucede muchas veces, el negocio que se hace es canallesco. LP: Artista se nace o se hace?AD: Quin lo sabe eso... De todos modos, por ms

    que uno pudiera nacer artista, hay cosas que tie-ne que aprender. Evidentemente hay una dotacin que en algunos casos se trae desde la cuna. Pero es preferible resignarse a no ser genial y no seguir los procedimientos de los genios como este muchacho que quera seguir el procedimiento mozartiano sin ser un genio. Creo que el artista debe prepararse; es ms, creo que cuando a un artista le falta formacin es ms notorio que cuando le falta talento. Porque cuando no tens formacin y el talento no llega a hacerte genio, es una catstrofe. Yo creo realmente que hay algo que aprender para ser pianista, para ser msico y tambin para ser escritor, y que no hay que dejar de aprenderlo. Si sos un genio ya se encargar la historia de demostrarlo, pero la mejor propuesta de trabajo es suponer que uno no lo es. Yo estoy cansado de ver directores que se niegan a ver cine para no contaminarse con la obra de otro, o escritores que no leen por lo mismo. Lo nico que consiguen es una gran ignorancia. Y muchas veces repiten con torpeza cosas que otros ya han pensa-do y ya han ensayado antes y mejor, y son pasos que uno se puede evitar con slo preguntar. Isaac Asimov era muy aficionado a las matemticas, fue un gran divulgador, escribi algunos buenos libros de ciencia ficcin, pero l saba que no era un buen cientfico, entonces deca: Cuando yo tengo alguna idea matemtica que me parece genial, o est mal calculada o ya otro la calcul antes. LP: Qu diferencia a una obra artstica de otra que no lo es?AD: A m me gusta mucho algo que en realidad usaba Octavio Paz, que es el juicio acerca de la con-dicin humana. l deca que en realidad todo gran artista era en cierto modo un poeta, y que el poe-ta conoca las reglas del arte, de la proporcin, del ritmo, de la belleza. Pero, adems, de algn modo el poeta siempre est formulando juicios acerca de la condicin humana. Eso me parece una aproxi-macin a la idea de arte, no una definicin, pero s a una serie de indicios para buscar dnde est el verdadero artista y dnde finalmente intentaremos desenmascarar a algunos farsantes.LP: Hay algn punto en que el farsante quede en evidencia?AD: Y, es ms fcil ser farsante como artista que

    conversaciones

    Dime qu te inspiraTres libros

    Ficciones, de Borges.

    Del Sentimiento Trgico

    de la Vida, de Miguel de

    Unamuno.

    Los cuentos de Oscar

    Wilde.

    Tres msicos

    Nombro tres amigos que

    han estado conmigo toda

    mi vida de msico:

    Chopin

    Astor Piazolla

    Carlos Gardel

    Es ms fcil ser farsante como artista que como plomero, porque los errores de un plomero no son subjetivos, son objetivos, son canillas que pierden...

  • 31DICIEMBRE 2012

    como plomero, porque los errores de un plomero no son subjetivos, son objetivos, son canillas que pierden... Mientras que en el arte se puede elu-dir la mostracin ostensible de un error diciendo bueno, pero yo lo siento as. Hay otro escritor que yo estoy leyendo mucho ahora, Jorge Wagens-berg, que es un cientfico. l ha buscado dnde est la dotacin humana que permite disfrutar de la belleza y del arte, que no son la misma cosa. La belleza, lamento decirlo, siempre est relacionada con una cuestin matemtica, con las formas de dividir al universo en el espacio y en el tiempo. Y adems est lo otro que dice Octavio, el juicio so-bre la condicin humana. El arte no tiene que ser lindo, es ms, puede no serlo, puede abrumar con su fealdad, pero tiene que haber un juicio sobre lo que el hombre es. De qu se trata el arte en defi-nitiva? Del hombre. LP: Tiene alguna vinculacin con la espiritua-lidad?AD: S, claro, evidentemente, porque hay en la espiritualidad, finalmente, un intento de explica-cin de la presencia del hombre en el mundo. Pero Wagensberg sostiene que cada don que recibe un animal en la especie, es para sobrevivir. Y descubre que al hombre el entendimiento le sirve para anti-cipar los cambios que se producen en el entorno y poder adaptarse. Pero, sin embargo, llega un mo-mento en que aparece aquello que le sirve para con-moverse. La posibilidad de disfrutar de la poesa o de la msica. Y Wagensberg dice, o a m me parece que dice, que eso tambin es para sobrevivir. Est convencido de que la naturaleza no trabaja intil-mente y que eso le tiene que servir al hombre para algo. Porque si eso no estuviera, su vida se hara imposible. Y a m me gusta pensar que la vida no tiene sentido sin poesa y sin arte.

    LP: Qu arte consume Dolina?AD: Me gusta escuchar msica y voy poco al cine, pero veo mucho cine por televisin. Los pu-ristas del cine se van a enojar muchsimo, tal vez con toda la razn. Desde luego estoy leyendo, aun-que debo confesar que no tanta ficcin como an-tes. Estoy leyendo mucha ciencia, mucho ensayo y mucha divulgacin. Y mucho con un lpiz en la mano, y de esto tiene la culpa la radio. Yo me acos-tumbr a leer con un sentido utilitario para ver si encuentro algo para el programa. LP: Una frivolidad?AD: Todas. Yo soy una persona muy frvola, pero la frivolidad como virtud inconsciente no me pa-rece bien. Podra preguntar yo a qu le llamamos exactamente frivolidad. Yo no s si son tan frvolas algunas cosas que a m me parecen frvolas. Por ah ir a los bailongos me parece que no est mal, por-que depende a qu va uno. Si uno va con la espe-ranza de enamorarse, o de desear, o de postularse al ajeno deseo, yo creo que est siguiendo pautas ancestrales que poco tienen de frvolas. Yo no soy tan frvolo ahora que pienso. LP: Cul es su siguiente paso artstico?AD: No s que voy a hacer. No volv a escribir desde que termin la novela. Puede ser teatro, aun-que lo mejor sera que volviera a intentar un libro spero y largo, pero ahora no me siento con las ga-nas, con la fuerza, ni con una idea. Estoy ms cerca de tener una idea teatral que una idea novelstica o literaria. Y con la msica estoy un poco perezoso, me dedico a tocar y hace rato que no compongo ni media cancin. LP: Tener tantos talentos debe autoimponerle cierta obligacin de crearAD: No son tantos talentos. Soy un tipo que es-cribe historias y compone melodas, nada ms.

    Un autor que leo dice que cada don que recibe un animal en la especie es para sobrevivir. El hombre tiene la posibilidad de disfrutar de la poesa y la msica. Y a m me gusta pensar que la vida no tiene sentido sin poesa y sin arte.

  • 32 DICIEMBRE 2012

    Luigi Barolo lleg de Italia en 1890, se convirti en un impor-tante empresario agropecuario y quiso invertir parte de la fortuna ganada en ladrillos. Mario Palanti, su compatriota y prestigioso arquitecto, vio en el capital de Barolo una suerte de mecenazgo para la construccin de un sueo: un edificio que fuese una alegora de la Divina Comedia y tambin lugar donde expatriar los restos de Dante Alighieri. El arquitecto acept construir el rascacielos que coronaba el xito de Barolo. Y Barolo admiti que ese rascacielos tuviera caractersticas singulares, cercanas a la locura. Palanti estaba persuadido de que, desde ese lugar de Buenos Aires, cercado entre la antigua calle Victoria, hoy Hiplito Yrigoyen, y Avenida de Mayo, le sera posible al alma del bardo acceder al Paraso, cuyo cuadrante no era otro que el de la Cruz del Sur.El permiso de construccin lo obtuvieron en 1921. Dos aos

    despus fue inaugurado: una verdadera mole de hormign, con vitrales alemanes, instrumental elctrico britnico y mr-mol trado de Carrara. De los nueve ascensores, dos fueron ocultos para que Barolo pudiera desplazarse por la torre sin ser visto, como un fantasma.El edificio est dividido en tres partes. La planta baja y el sub-suelo es el Infierno. Del piso 1 al 14, el Purgatorio. Del 15 al 22 el Paraso. El gran faro de la cspide conforma los nueve cielos de Dante. Desde all, y pasando a travs de la Cruz del Sur, se accede a Dios. Esa constelacin se alinea sobre el edifi-cio los primeros das de junio.El final de la historia orilla entre lo incierto y el fracaso. Jams pudieron ser trados los restos del Dante. Palanti regres a Eu-ropa, se aline con el fascismo. Barolo se perdi en las tinieblas de la historia. Nadie sabe decir cundo, dnde y cmo muri.

    palacio barolo

    ojos DE tuRIsta

    32 DICIEMBRE 2012

  • 33DICIEMBRE 2012

    ojos DE tuRIsta

    33DICIEMBRE 2012

  • 34 DICIEMBRE 2012

    textuales

    Nuestra lengua cotidiana es un tejido abigarrado de palabras, modismos y expresiones. Algunas de ellas surcan siglos y paisajes salvando, as, las distancias del tiempo y de la geografa. Las hay que se reciclan y siguen vigentes. Algunas se pierden para siempre o, acaso, quedan dormidas. Hay frases que vienen de muy lejos, que se originan en nuestra historia y an nos hacen algn que otro guio. Ciertas expresiones perduran en la literatura y otras han pasado. Pero todas partieron de alguna anti-gua costumbre. Les propongo un repaso por las ms curiosas.

    p o r m a r a g a b r i e l a p a u e r i l u s t r a c i n : r o b a l l o s n a a b , c a l i g r a f a

    NENa, juNt taNtas fRasEs quE poDEMos haCER uN DICCIoNaRIo.

    pEDRo BaRCIa, pREsIDENtE DE la aCaDEMIa aRgENtINa DE

    lEtRas, sagaz CataDoR DE MatE y toRtas fRItas, sE saCuDI

    las MIgas DEl pulvER. yo REpaR EN la pRIMERa pERsoNa DEl

    pluRal, poDEMos, y ME DIjE apRovECh gavIota, quE No tE

    vERs EN otRa. aC vaN alguNas fRasEs quE l ME ENsE,

    quE aMBos INvEstIgaMos y quE fINalMENtE volCaMos EN uN

    DICCIoNaRIo. CoMo lE gusta DECIR sIEMpRE a BaRCIa: Estas

    ExpREsIoNEs salEN DEl puEBlo, No DE uN EsCRItoRIo, y DEBEN

    volvER al puEBlo paRa haCERlo CoNsCIENtE DE su RIquEza.

    vaya, ENtoNCEs, paRa puEBlo lo quE Es DEl puEBlo!

  • 35DICIEMBRE 2012

  • 36 DICIEMBRE 2012

    Tirar manteca al techo.Hacer alarde de la abundancia en que se vive,o divertirse al mximo causando desorden.

    -Otra vez cambiaron el auto, viste?-Viven tirando manteca al techo: hoy el auto, ayer, las vacaciones en Miami. Maana le comprarn una casa al perro, and a saber.A principios de siglo XX, en poca de bonanza econmica, los ar-gentinos pudientes, en general los de familias ricas, viajaban a Pars, donde eran activos participantes de las noches de botes y variets. Estos muchachos de familias adineradas, los llamados nios bien, se divertan en los cabarets lanzando pancitos de manteca al techo, usando los cuchillos como trampoln. Ganaba quien ms pancitos lograba dejar pegados en el cielorraso.

    Gozar de la fresca viruta.Estar de vacaciones, holgazanear.

    -Vos goz de la fresca viruta, que cuando llegue fin de mes, la guita no te la va a dar nadie, y menos el colchn.A comienzos del siglo pasado haba colchones que se rellenaban con viruta fina de madera. Este era un producto ms barato que la lana o la pluma; liviano, mullido y fresco a la vez, se acomodaba con facili-dad al peso y forma del cuerpo que descansaba en l. Roberto Arlt menciona este hecho en sus Aguafuertes porteas, concretamente en Psicologa simple del latero: y a medida que disfrutaba de la fresca viruta apoltronado en la mesa del caf, se iba diciendo a s mismo: No hay vuelta: la vida tiene sus partes lindas.

    Algunas expresiones tienen ms de un origen o, al menos, no se cien con facilidad a una explicacin nica o cerrada. Por ejemplo

    Meter la mula.Estafar a alguien, especialmente en el comercio.

    -Che! Me metieron la mula Esta ensalada de futas que me vendie-ron solo tiene naranjas!Esta frase tiene ms de una explicacin posible. En la cordillera

    boliviano-argentina, se usaban mulas cargadas para realizar el con-trabando de mercaderas; a veces, estas viajaban en recuas con una madrina que las guiaba e iban solas por pasos montaosos de dif-cil acceso. La finalidad era evitar el control de los puestos aduaneros. La mula se caracteriza por no olvidar jams un sendero cursado y, por esto mismo, viajaba sola con su carga, sin presencia alguna de humanos.Otra explicacin es que, al pesar la lea transportada por las mulas, en el balancn o en balanza plana, el vendedor, disimuladamente, haca pisar la base de la balanza por una mula, y as aumentaba el peso de la lea y engaaba al comprador.Y aun queda una ltima explicacin, algo ms actual: hoy se llama mula a la persona que sirve, al igual que el animal, para transportar una carga oculta. Habitualmente se usa a la mujer como mula para el trfico de drogas; estas se ocultan en su estmago, en envases encapsulados o, incluso, en los pechos operados, en lugar de la sili-cona. Es una forma actual de meter la mula.

    Perdido como turco en la neblina.Muy desorientado respecto de un trabajo, una decisina tomar, el paradero de algo, etctera; o estarextraviado, o confundido.

    -El lunes tengo que entregar el nuevo plan de trabajo y no s ni cmo empezar. Estoy ms perdido que turco en la neblina. Pongo objeti-vos, contenidos, proyecciones?El dicho tendra dos explicaciones posibles. Est claro que proviene del campo. Los buhoneros que recorran la campaa vendiendo ba-ratijas eran, por lo general, sirio-libaneses a quienes en la Argentina apodamos cariosamente turcos, aunque nada tengan que ver con Turqua. No era extrao que tales turcos se extraviaran al cruzar el campo en das de fuerte cerrazn o neblina, sin poder orientarse para seguir su rumbo, debido a la uniformidad del terreno. Tal el origen del dicho, ya que algunos llegaron a perderse en ms de una ocasin en su marcha por la campaa. El dicho original, sin embargo, es perdido como tuco en la neblina. Tuco es el apodo que recibe la lucirnaga en el Noroeste. Acos-tumbrado a brillar en medio de la noche, inmerso en la niebla, perda su luminosidad por contraste y su posible orientacin. Al difundirse

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    el dicho en el Litoral, donde se desconoca la voz tuco, se la susti-tuy por turco, fnicamente afn.

    Irse al humo.Dirigirse con vehemencia hacia un lugar,cosa o persona.

    -Por qu no lo llevs a Pancho a la cancha que le hace tanta ilusin?-Ests loco! La ltima vez se fue al humo a insultar al rbitro y casi nos echan.Una primera explicacin, la ms antigua, es que en la pampa, las seales de convocatoria para los malones las hacan los indios con humo. Cuando dispersos en la llanura, vean la seal, acudan al ori-gen del humo para concentrar sus fuerzas y hacer efectivo el ma-ln, el robo y la ganancia de bienes y cautivas. De all los versos de Hernndez en su Martn Fierro: Su seal es un humito / que se eleva muy arriba, / y no hay quien no lo aperciba / con esa vista que tienen; / de todas partes se vienen / a engrosar la comitiva. /Ansina se van juntando,/ hasta hacer esas riuniones / que cain en las inva-siones / en nmero tan crecido;/ para formarla han salido / de los ltimos rincones. Una segunda explicacin, tambin asociada a la presencia de los in-dios, la da Lucio Mansilla en un pasaje de Una excursin a los indios ranqueles: El fuego y el humo traicionan al hombre de las pampas, significando que una fogata mal apagada o la plvora que quema-ban los fusiles bastaban para que lanzas y boleadoras acudiesen a la humareda. En este caso, el fuego es delacin de la presencia de un gaucho en medio de la pampa y los indios van all donde estos estn, sabiendo que no tendrn tiempo de recargar sus armas y estarn, entonces, indefensos.Con el paso del tiempo, irse al humo signific atropellar para la pe-lea, como los indios convocados por las seales cuyo objetivo era ir al enfrentamiento y la lucha. Dicho uso perdura cuando, enojados, nos vamos al humo a pelear con alguien. Pero no solo implica pelea; tambin se usa cuando la gente acude con precipitacin hacia algo o alguien. Se ofrecen regalos en la calle, se convida caf en un super-mercado, se regalan muestras gratis El tercer significado equivale a lanzarse atropelladamente en procura de algo. Ms tarde, aludi al hecho de que quien vea salir humito de algn

    sitio supona que ah se haca un asado, y se iba al humo para ver si le daban algo. Hace unos aos, en Pinamar se instal una extraa modalidad para robar casas; la cometan los llamados ladrones del humito. La gente se reuna, por la noche, en torno a la parrilla, en el quincho, y dejaba la casa abierta y desprotegida. Los ladrones, al advertir la seal involuntaria del humo, se colaban en la vivienda que presuman vaca, y saqueaban la propiedad. Como siempre, llega el tiempo de hablar de plata que, al fin y al cabo, no solo de pan vive el hombre!

    Chaucha y palitos.Muy barato, o muy poco, casi nada.

    -Esta campera es espectacular, abrigada y liviana a la vez. Y pensar que la compr por chaucha y palitos!La chaucha es un vegetal nada estimado por el gaucho, quien b-sicamente era carnvoro. La voz chaucha era, para l, sinnimo de cosa de poco valor. O bien chaucha era el nombre popular que se daba en el perodo hispnico rioplatense a una moneda de escas-simo valor. La palabra palito, por su parte, alude al de la yerba, el mismo que flota en el agua del mate mal cebado. Sumar en la expre-sin estos dos elementos, desconsiderados por el hombre de campo, indica que algo es insignificante. A estas nos comeramos cualquier cosa, menos un garrn, claro.

    Comerse un garrn.Tener que soportar inesperadamenteuna situacin desagradable.

    -Cmo! Qu el avin va a salir con cinco horas de demora?-Qu garrn, che. Dec que, por lo menos, estamos en el saln VIP. El garrn es la parte de la pata de la vaca cercana a la pezua; como no tiene casi carne, a lo sumo se lo usaba para hacer caldo. Como pieza de alimento es mediocre y de escasa calidad. La frase, de ori-gen rural, pasa al uso ciudadano. El tener que aceptar situaciones desfavorables de distinta naturaleza supone comerse un garrn.Las religiones tambin son origen de expresiones que usamos con frecuencia. Como estas:

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    La mano de Dios.Indica la presencia de la voluntad divina, que actacon eficacia y oportunidad, en situacionesdifciles o preocupantes para alguien.

    -Qu?! Nuestro avin es el nico que sale sin demora? Es la mano de Dios!Contrariamente a lo que se cree, esta frase es de origen semtico y alude a la omnipotencia de Dios. En la Biblia, ms exactamente en el libro de Daniel (5, 24-28), se lee que en medio del festn de Baltasar, que profanaba los vasos santos con los que los ju-dos llevaban a cabo sus rituales religiosos, apareci una mano, la de Dios, que escribi en la pared: Mene, tequel, farsn. Algo as como tu reino ha sido pesado, contado y dividido; en otras palabras, menos eufemsticas, se te acab el poder. Y Baltasar perdi su vida y sus reinos.La expresin la mano de Dios alude, hoy, a una situacin difcil de resolver en la que aparece una salida imprevisible y todo se encauza con felicidad. Antes, la mano de Dios poda premiar o castigar, como en el episodio bblico. Hoy se usa, preferentemen-te, para la asistencia o ayuda.Sin embargo, no podemos olvidar que, en el ambiente deportivo, la frase se asocia al gol que Diego Maradona hizo al equipo ingls, empujando la pelota con la mano izquierda hacia la red. El hecho ocurri en el Mundial de Ftbol, de 1986, en Mxico, y lo que se quiso decir en los titulares periodsticos es que Dios se vali de la mano de Maradona para una accin que benefici a nuestro equipo, no que el Diego sea Dios como predica la despistada Iglesia Maradoniana.

    Mostrar la hilacha.Dejar alguien entrever, involuntariamente,algn aspecto negativo de su propia persona.

    -Mir como mostraron la hilacha. Te dije que son los ms falsos de la oficina y que solo aparentaban ayudarte.

    Las mencionadas hilachas aluden a los flecos del talit, el man-to tradicional de oracin de los judos quienes, tras su expulsin formal de Espaa, deban ocultar su origen y esconder sus tradi-ciones pues corran el riesgo de ser encarcelados y ejecutados. Algunos, sin embargo, olvidaban cubrir los flecos que, al sobresa-lir, delataban su origen considerado negativo o indeseable.Y cerramos con una frase que nos define:

    Yo, argentino!Expresin indicativa de que no se desea interveniren algo para lo que se es requerido.Implica lavarse las manos ante un asunto.

    - Ah, no. A m no me pongan de rbitro en sus problemas; yo, argentino!La frase habra nacido, segn algunos autores, con la Primera Guerra Mundial. Los argentinos de viaje por Europa, al ser de-tenidos, interrogados, o ante cualquier trmite menor, esgriman su nacionalidad como garanta de neutralidad ante la guerra, indicando que no pertenecan a ninguno de los dos bandos en pugna. En la actualidad, se sigue usando con igual sentido, ms all de las situaciones blicas. Otra interpretacin posible relaciona la frase con la revolucin encabezada por Jos E. Uriburu, el 6 de septiembre de 1930. Los transentes, al ser sorprendidos por tropas de uno u otro bando, apelaban a este dicho para indicar su neutralidad en la contienda.

    textuales

    la autoraMara Gabriela Pauer es licenciada enComunicacin Social, profesora de Castellano, Literatura y Latn y magster en Lexicografa hispnica (RAE). Es autora, junto al doctor Pedro Luis Barcia (presidente de la Academia Argentina de Letras), del Diccionariofraseolgico del habla argentina. Asesora a periodistas y distintos organismos con envos peridicos de recomendaciones lingsticas.

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    C NO T R A

    P NU T O SGuillermo Roux nos recibi en su casa, dispuesto a bucear en el claroscuro de su historia, aquel laberinto de casualidades que lo llev al reconocimiento de su obra, al sitio de los indiscutidos. Adems, Juan Doffo nos abri las puertas de su universo y Natalia Snchez Valdemoros contagia la alegra de sus primeros pasos. Distintas expresiones del arte mezclan sus pinceladas en un armonioso contrapunto de conversaciones conLong Play.

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    uillermo Roux tiene 83 aos. No es judo; sin embargo toma cla-ses sobre el Antiguo Testamento con un rabino. Quiso soplar un shofr en el Ao Nuevo judo: no pudo. Logr, s, celebrar el Da del Perdn en la sinagoga del rabino. Sola pintar desnudos, pero, hasta

    hace poco tiempo, le molestaba el hecho de estar sin ropa en un vestuario, cosa inevitable en la previa de sus clases de natacin. Est casado, desde hace 45 aos, con Franca Beer. Ambos se sientan a la mesa de la sala de una dis-creta casa de Martnez, donde viven. Lo que dure el dilogo, Franca escuchar atentamente y, de vez en vez, intervendr solo para realizar correcciones o

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    brindar precisiones de aquello que Guillermo, por fal-ta de memoria o por humildad, omita. Es que no ha de ser fcil ser una celebridad. Un artista, s, pero que no se la cree, porque, as lo dice Roux, sabe que la palabra artista depende de una serie de artificios, desde las modas hasta los caprichos de un crtico. Y porque vi-vi en carne propia la luz y la sombra: la mitad de su vida la pas prcticamente olvidado, con el rtulo de anacrnico en la frente, despreciado por la crtica, las galeras, los diarios. Se podra decir que, as como Jorge Luis Borges tuvo en Victoria Ocampo a su salvacin, Guillermo Roux la encontr, ms o menos a la misma edad que Borges, en Franca.Un solo dato para comprender la magnitud de este hombre que desdea la palabra artista: Roux, y no otro, imagin, antes que Luis Alberto Spinetta con su Capitn Beto, al primer astronauta argentino, cuando pint el leo, en 1969, Primer lanzamiento del astro-nauta Fermn Gonzlez, 1873. Y fue Roux, tambin, en 1956, mientras viva en Roma, en una pensin de mala muerte con su primera mujer, quien convirti una si-tuacin desesperada en Las medias rojas, una de sus obras de mayor importancia. La ancdota de ese cuadro la cuenta Franca: Lina, la primera mujer de Guillermo, estaba sentada en la cama de la pensin, leyendo el dia-rio, en busca de trabajo. Guillermo le dijo: Quedate ah, y comenz a pintarla.Guillermo Roux creci en el barrio de Flores, en San Eduardo (hoy Aranguren) y Artigas, y un da se sinti atacado por el arte, siendo todava un adolescente. En esas y otras aventuras vers la conversacin a la que se entreg, de vos a vos, con Long Play.

    ***

    Guillermo Roux: Mir, mi pap era dibujante [Ral Roux]. Ser dibujante no era lo que es ahora, eh. Hoy ser dibujante es salir en televisin, vender cuadritos... En aquella poca, ser dibujante era ser laburante, y los dibujantes, salvo excepciones, ganaban muy poco. Mi padre trabajaba para revistas como El Tony, Patoruz, Billiken, as que mi casa giraba alrededor de eso, de di-bujantes de la poca que entraban y salan. Long Play: Quines vivan en esa casa?GR: Mi hermana, mi mam, yo y mi pap. Una ca-sa tpica de Flores, con un living muy pequeo, donde entraban estos muebles que aqu ves, no s cmo. Esta mesa, a la que estamos sentados, era de mis abuelos, del siglo XIX; creo que es belga. Yo jugaba encima de esta mesa, dibujaba en ella y sigo dibujando. Y mi padre tambin lo haca. Todo pas en esta mesa, toda la his-toria familiar. Y yo no quise hacer otra cosa en mi vida que dibujar o pintar. LP: Pensabas en ser artista?GR: Es que en la poca en que yo comenc no se hablaba de arte. Quines eran artistas? Los que pin-

    G

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    taban cuadros, que eran pocos. [Fernando] Fader, [Luis] Cordiviola... Esos eran pintores. O artistas. Todo los de-ms, los dibujantes, no eran artistas. Adems, arranqu a dibujar a los 7 aos. Y no haba Nueva York ni Pars a los 7 aos.LP: Tu padre te estimulaba?GR: Mi padre nunca me presion. Pero luego me qui-sieron hacer estudiar una carrera, y a m no me interes. Entonces mi pap me dijo: Si no quers estudiar, tens que trabajar. Entonces le habl a Dante Quinterno, y le dijo: Mi hijo quiere dibujar. Y Quinterno le contest: Mandmelo a la editorial. Y ah entr a trabajar, con todos los dibujantes que despus fueron muy famosos: [Eduardo] Ferro, [Oscar] Blotta, [Guillermo] DivitoLP: La seleccin nacional.GR: Mantuve una amistad hasta la muerte, hasta el fi-nal, con cada uno. El mundo del dibujo lo recorr hasta los 18 aos, que era tambin el mundo del periodismo, la his-torieta, la ilustracin. Pero despus empec a sentir una necesidad de expresarme de otra manera, y eso fue para m un quiebre difcil, porque me qued solo.LP: Solo?GR: Dej de formar parte de una familia, de un equi-po, y pas a estar solo. La barra era la de los dibujantes, todos dibujbamos. Y adems tena estabilidad laboral.LP: Entonces aparece Cesreo Bernaldo de Quirs, no?GR: S. El hijo, Mario Quirs, era periodista. Yo haba hecho una historieta histrica con l, a los 17 aos, y un da le mostr una manchita y entonces l me dijo: Che pibe, muy lindo esto, pero por qu no se lo damos al vie-jo?, y el viejo era Cesreo Bernaldo de Quirs, que viva en Vicente Lpez, un bacn. Cuando entr al estudio de Quirs, me qued paralizado: eso no era la redaccin de una revista, era el espacio de un pintor de verdad, tena olor a trementina. El hombre ya andaba por los 70 aos, era famossimo. El viejo nos recibi, y el hijo le dijo: Este quiere ser pintor. Quirs me mir y pregunt: Y qu se imagina que es ser pintor?. Y, no s, es lo que me gusta a m. Bueno, pero mire que la vida del pintor es dura. Vamos a hacer una cosa: lo primero, que para dibu-jar un poco ms tiene que entrar en la Escuela Manuel Belgrano; y lo segundo, que se me viene los domingos y me trae todo lo que hace en la semana en un paque-te Usted dnde pinta?. Qu s yo, en mi dormitorio. Bueno, tiene que alquilarse un estudio, una pieza, por-que le voy a decir una cosa: si uno se queda pintando en los dormitorios o en la cocina, no va, sabe por qu?, porque uno no asume la responsabilidad de lo que es. Entonces vaya, pagues su pieza y pongas a pintar, pero pague el alquiler de la pieza. Despus de eso empec a sentir la vida sola del artista, eso que se llama artista. La verdad es que no me gustaba nada esa vida. Fue muy difcil para m irme de ese mundo de compaerismo para pasar a la soledad del pintor.

    LP: Y lograste igual alquilar la pieza para pintar?GR: S, primero en Flores. Y bastante despus me fui al Barolo, porque ah empec a buscar a mis otros compaeros.LP: Los amigos de la Academia.GR: S. Pero igual, todos se ganaban la vida muy hu-mildemente. De da, trabajbamos; de noche, bamos a la Academia, y ms a la noche, a los bares, a hablar de arte, de lo que era Europa; y si alguno vena con un libro de arte era como el cinemascope. Haba talen-tos excepcionales, pero en esa poca la exigencia era enorme. LP: Pero no todos esos talentos pudieron prosperar, mientras que vos s.GR: No pudieron por la vida, no porque no tuvieran ta-lento, sino porque no haba manera de vivir de eso.LP: Pero vos, a pesar de todo, te empeaste hasta en irte a Italia.GR: Con la plata que ahorro de las ilustraciones, s. Porque yo segu trabajando, no?LP: Ya habas hecho una exposicin, a todo esto.GR: Haba hecho una exposicin en Peuser. Era una galera, en la calle Florida. Y eso lo logr por llevar unos bocetos. No vend nada.Franca Beer, hasta ahora, se ha mantenido callada. Ya no. Acaba de escuchar algo parecido a una blasfemia.Franca Beer: No eran bocetitos, eran cuadros enor-mes, de dos metros!GR: S, pero hubo una serie de casualidades que se dieron.FB: Eran dibujos y leos!GR: Porque yo quera pintar cuadros grandes, cosa de la que despus me saqu el gusto. [Se refiere, entre otras obras, a los murales Homenaje a Buenos Aires (2005) y La Constitucin gua al pueblo (2011)]. Y quin va a querer cuadros grandes, o quin los haca? Quirs. Y no s si en aquella poca tambin [Antonio] Berni.LP: Pero fue importante esa primera exposicin?GR: S. Hubo un crtico que se apellidaba Larrain, quin sabe qu habr sido de ese tipo, que public toda una pgina en un diario de La Boca, donde deca que un chico de 18 aos nos asombra con qu s yo, haciendo

    Yo DiRA que mS que VoluNtAD, fue SeNtiR SiempRe o eSto, o NADA. Y poDRA hAbeR teRmiNADo eN NADA.

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    unos dibujos extraordinarios y unas pinturas enor-mes. Escribi una cantidad de cosas, a raz de lo cual conoc a [Benito] Quinquela Martn. Y Quinquela Martn, entre las cosas que me dijo, me aconsej: Vayas a Europa. Y cmo. Y bueno, mijito, como fuimos todos, arregles. Pero no se me case ni tenga pibes, porque ah se acaba la pintura, as que guarda con las minas.

    ***

    Roux zarp en el vapor Salta hacia Italia, con destino final en Roma y una nica referencia: el decorador, por entonces sexagenario, Umberto Nonni, a quien asisti en la reconstruccin de museos e iglesias de la Europa de posguerra. Laburaba desde las 8 de la maana hasta las 11 de la noche. Pero aprend una enormidad. Nonni era un sabio, un docto en historia del arte, en tcnicas, me comunic cosas que se han perdido y olvidado.LP: Eras feliz?GR: Yo no s si era feliz, viva en la mishiadura, en la nada.LP: Y aun as nunca te dio rabia la pintura?GR: Nunca. Segu con el entusiasmo de siem-pre. Cuando terminaba de trabajar con el viejo [por Nonni], me iba a mi pieza y ah pintaba lo que pin-t en Roma, de noche. Las medias rojas, El pao amarilloA inicios de la dcada de 1960, las cosas no dieron para ms en Roma y Roux volvi a la Argentina. Sin pena ni gloria. Volver supona retroceder y lograr otra vez empleo como dibujante. Roux lo supo enseguida. Procur llamar la atencin de los galeristas porteos del mo-mento con sus obras. Pero nadie se interes. Tuve entonces una sensacin de desproteccin, de inva-lidez, de no saber hacia dnde ir..., que lo termin guiando hacia Jujuy. Un amigo le aconsej que se buscara trabajo como maestro en esa provincia, que se ganara de esa forma la vida, para poder pintar los paisajes norteos. No era mala idea. Ms tarde hara lo mismo, pero yndose a Nueva York. Ya era el ana-crnico, el figurativo en un mundo de vanguardias y rupturas. LP: Se nota que siempre te acompa una volun-tad de mstico.GR: Yo te dira que ms que de voluntad fue sentir siempre o esto, o nada. Y podra haber terminado en nada.LP: Pero vos no terminaste en nada. Terminaste siendo una persona que va a trascender a travs de su obra, y lo sabs.GR: Y agradezco.LP: Entre medio de todo esto, te cass, tens una

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    subte y JorGe NewberyLa Estacin Flores del subterrneo lnea A, mientras espera su inauguracin, ya cuenta con murales realizados por el vecino ilustre de Flores, Guillermo Roux. Mientras tanto, sobre la tierra y a punto del cielo, en noviembre se podr acceder a la obra grfica del artista, obra que casi nadie conoce, aclara Franca Beer. El lugar? El aeropuerto Jorge Newbery, tambin en Buenos Aires.

    hija, te separs, y nos acercamos a quien nos abri la puerta de esta casa.GR: Claro, a Franca la conoc cuando yo tena cerca de 40 aos.

    ***

    Finalizando la dcada de 1960, hubo un segundo re-greso a la Argentina, tras Nueva York. Y Roux otra vez busc trabajo de dibujante. Y lo encontr en la agencia de publicidad de Franca Beer. De manera in-sospechada, tambin encontr el punto de inflexin en su vida, el antes y el despus, el inicio de un nuevo amor y el de la fama y el reconocimiento de la crtica, cuando ya se acercaba a las cuatro dcadas, esa edad donde o se hizo todo o no se hizo ya nada.FB: Fue una historia de amor. Me enamor de l.LP: En el primer momento en que lo viste?FB: No, en el segundo.LP: Y eso cundo fue?FB: Al da siguiente de que l hiciera el primer dibujo para la agencia. Ah me empec a enamorar. Empezamos a conversar y a la semana ya ramos pa-reja. Y no nos separamos ms. Hace 45 aos.GR: Y en 45 aos pas de todo.LP: Ahora, por lo que se ve en las cronologas, hay un antes y un despus en Guillermo Roux tras este encuentro.GR: En el acto.FB: La vida de Guillermo es AF y DF. Antes de Franca y despus de Franca.LP: Y eso cmo se explica?GR: Yo tengo una teora, pero es una teora, no-ms. Ella era un pedazo que me faltaba. Yo, hasta ese momento, viva en un mundo ideal, fantstico, no por buensimo, sino por fantasioso. Y ella orden ese potencial, y yo encontr en ese ordenamiento un camino.FB: Y yo vi una posibilidad que estaba en manos de alguien que, como le dije, era muy inteligente, pero tena todos los cables del cerebro mal conectados. Me haca cada razonamiento Por ejemplo: Yo no nece-sito dinero, porque con un salamn y un pan vivo. Y a m me enamoraba l como totalidad, pero, objetiva-mente, vea que haba algo que no era lgico en una persona que estaba por llegar a los 40 aos, que no se preocupaba por el dinero y que crea que con un sala-mn y un pedazo de pan era suficiente.GR: Que era lo que yo haba hecho, por otra parte. No menta.FB: l, a los casi 40 aos, no estaba en el lugar que le corresponda estar, es lo que yo senta. As fue que le dije que tena que psicoanalizarse, porque haba incongruencias que no iban con su capacidad, y l acept.

    LP: Vuelve ac una persona bloqueada y florece.GR: En tres, cuatro meses ocurri. Se da una serie de hechos que no s quin la provoca.FR: Yo la provoco! Quin lo trae a [Rafael] Squirru? Guillermo estaba haciendo cosas maravillosas.GR: Y a m olvidate de las tendencias. Yo segua con lo mo, no estaba en contra de nada, iba por mi propio camino.LP: Romero Brest dice que eras anacrnico en lo que hacas.GR: Todo el tiempo me lo dijo.FB: Tambin dijo que l no era el mejor pintor ar-gentino. Dijo que era el mejor pintor de la historia del arte argentino.GR: Bueno, no empecemos a exagerar.FB: Me lo dijo a m Romero Brest! Lstima que no lo escribi... Guillermo estaba pintando las maravi-llas que pint en los aos 70 y no consegua galera. Quedaba Rafael Squirru, como crtico ms importante. Ah, y Romero Brest. Pero antes de que furamos ami-gos, Guillermo le fue a mostrar un dibujo y Romero Brest le dijo: A m no me interesa nada de esto. Entonces le habl a Rafael Squirru. Y l me contest: Bueno, puedo ir para all, y vino a ver la obra, de muy mal humor. Subi al taller y yo le dije: Quiere sacarse el impermeable?. No, porque en cinco minutos tengo que irme a una conferencia. Igual le insist: Quiere un caf?. No. Yo temblaba. Pero cuando sub con el caf, Rafael me dijo: Todo lo que veo aqu es de cali-dad internacional. Ac tiene obra no para ser expuesta solo en la mejor galera de Buenos Aires, sino en las mejores galeras del mundo. Y enseguida pregunt: Qu galera tiene usted?. Y Guillermo le respondi: Ninguna. De inmediato agreg: Hoy es sbado. Yo el lunes le consigo exposicin en Bonino. Y el lunes llam: Va a ir Bonino a ver su obra maana. Al da siguiente vino Bonino y en octubre Guillermo expuso en su galera. Vendi absolutamente todo. Los diarios y las revistas hablaron de l y fue un boom, de golpe. Pas de la nada a esa explosin. En marzo del ao siguien-te le lleg un telegrama de Marlborough, Londres, in-vitndolo a exponer, y despus vino Munich. Y ms tarde gan el primer premio en la Bienal de San Pablo.GR: Fue muy rpido todo.LP: Ahora bien, vos estuviste al borde de ser un ignoto total y hasta un fracasado.GR: Es que nunca me sent un fracasado. Angustia s, pero no fracasado. Yo tena certeza de que lo que estaba haciendo era mi camino, aunque pasara lo que pasara. Para m no hay nada que no tenga una conse-cuencia, ninguna cosa es intil, por algo te llega. Lo malo y lo bueno, eh, no importa. Hay infinita canti-dad de vidas que hay que ir aprendiendo a recorrer. Porque la vida no se termina, sino que comienza cada vez. Es un eterno recomenzar.

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    los Gracias, Maestro. Con esa expresin unnime concluye

    el dilogo de Long Play con los siete expositores que reu-nieron sus talentos en la muestra El Pergamino, este 1 y 2 de noviembre. El agradecimiento no es al cronista, sino a Guillermo Roux, en respuesta a la pregunta acerca de qu le diran al pintor de tenerlo presente ah. Los artistas son alumnos del ltimo ao del Taller Roux que, inaugurado en 1996, cuenta hoy con cursos de ms de 200 asistentes.Entusiasmados, recibieron a los invitados y, todava ms entusiasmados, se enfrentaron al micrfono para esta pe-quea entrevista:

    Mara Cristina Berdolini: Es odontloga, pero des-de los 6 aos comenz a cursar diversos talleres de di-bujo y pintura en su ciudad natal y, luego, en la casa de estudios Prilidiano Pueyrredn. Yo hice la carrera de Odontologa, pero constantemente tuve encerrada la ne-cesidad de pintar, y eso me angustiaba. Siempre estuvo en m la pintura. Y el talento que tuvo Guillermo fue el de armar la escuela, el taller, y brindarle a la gente una base sobre la que pisar slido. Adems, se ha sabido rodear de gente talentossima.Daniela Herrarnz: Egres en 1981 de la Escuela de Bellas Artes Regina Pacis y realiz un curso de acuarela con Marina Cursi. Yo, como Mara Cristina, tampoco podra hoy dejar de pintar. Hice la carrera de Bellas Artes, des-pus cort y, tras ir a una muestra de Guilermo Roux, vol-v. Pintar es una manera de expresarme, me equilibra.Doris Petroni: Estudi Decoracin de Interiores y Paisajismo. De grande inici sus estudios de dibujo y pin-tura en el Taller de Guillermo Roux. Desde que una es nia puede tener, en el fondo, la inquietud de pintar. Pero luego crecs, te cass, tens una profesin e hijos, y pa-sa todo un ciclo sin la pintura, como a m me sucedi, hasta que los hijos se van de la casa y otra vez toda esa vocacin vuelve a surgir, y te esforzs por hacer algo, y aunque no sabs si lo vas a lograr, lo intents. Eso estoy haciendo ahora.Cecilia Felice: Asegura haber realizado algunos inten-

    tos juveniles con la pintura, aunque recin en el Taller de Guillermo Roux logr fraguar esos propsitos. Es ms fcil pintar cuando tens un entorno familiar de artistas, toms entonces a la pintura como un trabajo. En cambio, cuando ya tens una profesin o una vida impuesta, es di-fcil pensar en cambiar o en retomar un camino. El taller me permiti justamente eso.Hugo Suffriti: Comenz a pintar de joven, pero el estu-dio y el ejercicio de su profesin, la Ingeniera Industrial, le interrumpieron esa vocacin. Ya maduro, se cruz con las obras de Roux en una exposicin y, en 2008, ingres al taller. Retom la pintura tras un break de 50 aos, luego de enfrentarme a una acuarela de Guillermo Roux. La vi, me noque, di con l, dio la casualidad de que mi mujer lo conoca por otro lado y yo, teniendo sesenta y pico, le cont que de joven haba pintado. Y por qu no reini-cis?, me dijo. Y as fu