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Los cuerosSala 2.1
Cubierta: Detalle de El gusto, de Brueghel el joven (siglo XVI). © Museo Nacional del Prado
MINISTERIO DE CULTURAIO DE CULTURA
Edita:SECRETARÍA GENERAL TÉCNICASubdirección Generalde Publicaciones y Documentación O DE CULTURA
©
NIPO:ISBN:Depósito legal:IO DE CULTURA
Imprime:O DE CULTURA
MINISTERIODE CULTURAIRA
Carmen Calvo PoyatoMinistra de CulturaDE CULTURA
Antonio Hidalgo LópezSubsecretario de CulturaDE CULTURA
Julián Martínez GarcíaDirector General de Bellas Artes y Bienes Culturales
MUSEO NACIONALDE ARTES DECORATIVASI
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Carmen Calvo PoyatoMinistra de CulturaDE CULTURA
Antonio Hidalgo LópezSubsecretario de CulturaDE CULTURA
Julián Martínez GarcíaDirector General de Bellas Artes y Bienes Culturales
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Carmen Calvo PoyatoMinistra de CulturaDE CULTURA
Antonio Hidalgo LópezSubsecretario de CulturaDE CULTURA
Julián Martínez GarcíaDirector General de Bellas Artes y Bienes Culturales
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MINISTERIODE CULTURAIRA
Carmen Calvo PoyatoMinistra de CulturaDE CULTURA
Antonio Hidalgo LópezSubsecretario de CulturaDE CULTURA
Julián Martínez GarcíaDirector General de Bellas Artes y Bienes Culturales
Alberto Bartolomé ArraizaDirectorDE CULTURA
Cueros ornamentales
A lo largo de la historia, la piel curtida (cuero) ha sido un material muy utilizado para la elaboración de una amplia gama de productos relacionados con la indumentaria, el mobiliario y la arquitectura. De hecho, en determinados periodos, el cuero fue más empleado que los tejidos para recubrir las paredes, embelleciendo y aislando las habitaciones con él revestidas.
Cordobanes y guadamecíes
Dos técnicas fueron las más usadas para decorar las láminas de cuero. Los cordobanes se elaboraban a partir de la piel de cabra, más dura, y estaban decorados con relieves obtenidos gracias a la aplicación de moldes de metal. Los guadamecíes se hacían con piel de carnero, más delicada, e iban estampados,
labrados o repujados, policromados y dorados (estofados).
Los cordobanes, al ser más rígidos, se utilizaban para las encuadernaciones, los respaldos de sillas y otros muebles. Los guadamecíes, en cambio, estaban más dedicados a los revestimientos y las tapicerías, a veces formando paneles iconográficos como los retablos y los cuadros de devoción (igual que en la capilla reconstruida en la planta baja del museo).
De los talleres andalusíes a los centroeuropeos
Ambas técnicas fueron desarrolladas en la Península Ibérica por los artesanos andalusíes durante la Edad Media y alcanzaron su mayor difusión durante los siglos XVI y XVII gracias
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Vista de un interior revestido con guadamecíes. El gusto, de Jan Brueghel de Velours. 1617-18 © Museo Nacional del Prado
a los talleres moriscos, que abandonaron los motivos de tradición islámica y se adaptaron a los nuevos gustos decorativos. Desde el siglo XVII, las producciones peninsulares de guadamecíes fueron sustituidas por otras del centro de Europa, como la mayor parte de las que se exhiben en esta sala.
Piezas expuestas
Guadamecíes para revestimientos murales de los siglos XVI al XVIII, con motivos ornamentales de estilo renacentista y barroco:1-2 Guadamecíes españoles del siglo XVI:
la Verónica (Inv. 12115) y decoración de granadas (Inv. 291).
3 Guadamecí centroeuropeo de la primera mitad del siglo XVII, con decoración de cenefas (Inv. 274).
4 Guadamecí holandés del primer tercio del siglo XVIII (Inv. 322).
5 Guadamecí holandés del último cuarto del siglo XVII, con decoración de flores y querubines (Inv. 473).
6 Guadamecí holandés de mediados del siglo XVIII, con rocalla y pájaros (Inv. 482).
7 Guadamecí centroeuropeo de la primera mitad del siglo XVIII, con decoración vegetal (Inv. 319).
8-11 Guadamecíes centroeuropeos (Países Bajos o Francia) del segundo cuarto del siglo XVIII, con diseños de lazo inspirados en los grabados del ornamentista Daniel Marot (Inv. 327, 495, 471 y 284).
Guadamecí centroeuropeo del segundo cuarto del siglo XVIII
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La colección de objetos preciosos conocida como el Tesoro del Delfín, hoy conservada en el Museo del Prado, fue propiedad de Luis de Borbón (1661-1711), primogénito de Luis XIV y, por tanto, heredero del trono francés (Delfín de Francia), quien, sin embargo, falleció antes de llegar a reinar. Parte de su herencia pasó entonces a su hijo Felipe V y, más tarde, al ajuar de su palacio en Madrid al proclamarse Rey de España.
Para proteger los objetos, se realizaron una serie de estuches de cuero con motivos dorados estampados, cada uno de ellos adaptado con gran precisión a la forma del objeto correspondiente.
Los estuches de cuero del Tesoro del Delfín
Representación del escudo del Delfín de Franciaen uno de los estuches de cuero
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Retrato de Luis de Borbón, Delfín de Francia. Copia de François de Troy, © Museo Nacional del Prado
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Una colección única de objetos preciosos
El gusto por el coleccionismo de Luis de Borbón hizo que reuniera un conjunto excepcional de piezas de vajilla y objetos decorativos para la mesa realizados en piedras duras (ágata, ónice, lapislázuli, etc.), porcelana, vidrio y marfil y guarnecidos con monturas de metales preciosos, esmaltes y pedrería. En las cuatro vitrinas de esta sala, se incluyen, junto a los estuches, reproducciones de las piezas que se guardaban en ellos.
Estuches para proteger la colección del Delfín
Otros fueron sustituyendo, a lo largo del siglo XVIII, a los estuches originales. La estructura es de madera, forrada al exterior con cuero, y al interior con lana y raso o tafetán para amortiguar los movimientos del objeto.
Copa abarquillada con una sirena alada en el asa, perteneciente a la colección del Tesoro del Delfín
conservada en Museo del Prado, nº inv. 6 . © Museo Nacional del Prado
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Interior de uno de los estuches realizadocon alma de madera, acolchado con vellón de lana y forrado de tela
V 1
V 2
V 3
V 41 a 3
4 a 5
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Piezas expuestas
7 a 8 9
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Vitrina 1:
Inv. 362, 397, 340, 353, 377 y 350.
Vitrina 2:
Inv. 408, 380, 454, 452, 363 y 370.
Vitrina 3:
Inv. 12 101, 355, 387, 384, 343 y 290.
Vitrina 4:
Inv. 381, 410, 338, 373, 392 y 12100.
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De martes a sábado: de 9:30 a 15:00 h.Domingos y festivos: de 10.00 a 15.00 h.Cerrado: todos los lunes del año.
C/ Montalbán, 12 - 28014 MadridTel: 91 532 64 99 y 91 532 68 [email protected]