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1. Roque Sáenz Peña, un conservador de Ley El derecho de voto es un derecho que nada ni nadie puede quitar a los ciudadanos”. Juan Jacobo Rousseau Los hechos del Centenario de la Revolución de Mayo 1 habían demostrado claramente que a la oligarquía en el poder se le complicaba continuar con la costumbre de manejar el país como una estancia. El radicalismo insurgente hacía gala de su “intransigencia revolucionaria” a través de movimientos armados cívicos que contaban cada vez con más apoyo de miembros de las fuerzas armadas y el movimiento obrero había demostrado capacidad de organización, movilización y recuperación a pesar de las leyes represivas, como la 4144 de Residencia o la de Defensa Social, diseñadas especialmente para “legalizar” la persecución implacable de todo aquel que se atreviera a reclamar justicia social. Las permanentes razzias policiales encendían la alarma e invitaban a mirar nuevamente hacia Europa, esta vez no para admirar las modas culturales o textiles, sino para tomar nota de las revueltas populares que se extendían a lo largo de todo el continente, desde Rusia a España. Muchos encumbrados miembros de la clase dirigente, como el general Roca, apostaban a la mano dura, a no aflojar un ápice, a seguir con la clásica política de exclusión social con la marginación del sistema político de las grandes mayorías populares. Otros, adelantándose a Giusepe Tomasi di Lampedusa en su obra cumbre El Gatopardo, comenzaron a pensar en cambios para garantizarse que lo esencial no cambiara. Este grupo de políticos del poder, a la vista de los acontecimientos y tomando debida nota del crecimiento geométrico del conflicto social y político en nuestro país, creyó conveniente abrir una válvula de escape de aquella gran olla a presión en que se estaba convirtiendo la “república conservadora”. Entre ellos estaba el hombre que venciendo importantes resistencias y con la incomprensión de muchos de sus propios compañeros de clase (que parecían obstinados en no ver que su propuesta lejos de implicar el suicidio de la clase dominante argentina garantizaba su legitimación), logró la sanción y aplicación de la primera Ley que garantizaba el voto secreto, universal y obligatorio a los argentinos varones mayores de 18 años. En nombre del padre Roque Sáenz Peña, el autor de la Ley electoral que puso fin a décadas de fraude y exclusión, nació en Buenos Aires el 19 de marzo de 1851. Era hijo del doctor Luis Sáenz Peña y doña Cipriana Lahitte. Como gran parte de la clase dirigente argentina, cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires e ingresó a la Facultad de Derecho, donde comenzó su militancia política en el Partido Autonomista liderado por Adolfo Alsina, aunque debió interrumpir sus estudios para incorporarse a las guardias nacionales durante el intento de rebelión militar de Bartolomé Mitre contra el presidente electo Nicolás Avellaneda. Al finalizar el conflicto con el triunfo de las fuerzas leales en las que militaba, Roque fue ascendido a Comandante y pudo recibirse de abogado en 1875 con la tesis “Condición jurídica de los expósitos”. En 1876 resultó electo diputado a la legislatura bonaerense por el Partido Autonomista Nacional y fue, a sus 26 años, uno de los presidentes más jóvenes que tuvo la Cámara. 1 Ver los Mitos de la historia argentina 2

Los Mitos Numero 3,RoqueSaenzPeña

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Biografía de Don Roque Sáenz Peña presidente de Argentina y héroe de la guerra peruano chilena.

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  • 1. Roque Senz Pea, un conservador de Ley El derecho de voto es un derecho que nada ni nadie puede quitar a los ciudadanos. Juan Jacobo Rousseau

    Los hechos del Centenario de la Revolucin de Mayo1 haban demostrado claramente que a la oligarqua en el poder se le complicaba continuar con la costumbre de manejar el pas como una estancia. El radicalismo insurgente haca gala de su intransigencia revolucionaria a travs de movimientos armados cvicos que contaban cada vez con ms apoyo de miembros de las fuerzas armadas y el movimiento obrero haba demostrado capacidad de organizacin, movilizacin y recuperacin a pesar de las leyes represivas, como la 4144 de Residencia o la de Defensa Social, diseadas especialmente para legalizar la persecucin implacable de todo aquel que se atreviera a reclamar justicia social. Las permanentes razzias policiales encendan la alarma e invitaban a mirar nuevamente hacia Europa, esta vez no para admirar las modas culturales o textiles, sino para tomar nota de las revueltas populares que se extendan a lo largo de todo el continente, desde Rusia a Espaa. Muchos encumbrados miembros de la clase dirigente, como el general Roca, apostaban a la mano dura, a no aflojar un pice, a seguir con la clsica poltica de exclusin social con la marginacin del sistema poltico de las grandes mayoras populares. Otros, adelantndose a Giusepe Tomasi di Lampedusa en su obra cumbre El Gatopardo, comenzaron a pensar en cambios para garantizarse que lo esencial no cambiara. Este grupo de polticos del poder, a la vista de los acontecimientos y tomando debida nota del crecimiento geomtrico del conflicto social y poltico en nuestro pas, crey conveniente abrir una vlvula de escape de aquella gran olla a presin en que se estaba convirtiendo la repblica conservadora. Entre ellos estaba el hombre que venciendo importantes resistencias y con la incomprensin de muchos de sus propios compaeros de clase (que parecan obstinados en no ver que su propuesta lejos de implicar el suicidio de la clase dominante argentina garantizaba su legitimacin), logr la sancin y aplicacin de la primera Ley que garantizaba el voto secreto, universal y obligatorio a los argentinos varones mayores de 18 aos. En nombre del padre

    Roque Senz Pea, el autor de la Ley electoral que puso fin a dcadas de fraude y exclusin, naci en Buenos Aires el 19 de marzo de 1851. Era hijo del doctor Luis Senz Pea y doa Cipriana Lahitte. Como gran parte de la clase dirigente argentina, curs sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires e ingres a la Facultad de Derecho, donde comenz su militancia poltica en el Partido Autonomista liderado por Adolfo Alsina, aunque debi interrumpir sus estudios para incorporarse a las guardias nacionales durante el intento de rebelin militar de Bartolom Mitre contra el presidente electo Nicols Avellaneda. Al finalizar el conflicto con el triunfo de las fuerzas leales en las que militaba, Roque fue ascendido a Comandante y pudo recibirse de abogado en 1875 con la tesis Condicin jurdica de los expsitos. En 1876 result electo diputado a la legislatura bonaerense por el Partido Autonomista Nacional y fue, a sus 26 aos, uno de los presidentes ms jvenes que tuvo la Cmara.

    1 Ver los Mitos de la historia argentina 2

  • En 1879, a poco de estallar la Guerra del Pacfico que enfrentara a Chile con Bolivia y Per, haciendo gala de su espritu romntico de luchar por causas justas, Senz Pea se enrol como voluntario del ejrcito peruano, donde tendra una destacada actuacin, llegando a comandar un batalln en la decisiva batalla de Tarapac. Tras la derrota peruano-boliviana permaneci prisionero de los chilenos por seis meses. Esta actitud de Senz Pea lo diferencia claramente de los jvenes de su tiempo, que renegaban de su pertenencia latinoamericana. Aquella elite calificaba despectivamente a bolivianos y peruanos, y se desentenda de todo tema de poltica exterior que no estuviera vinculado con Europa. Regres a Buenos Aires en 1880 y se incorpor al gabinete del presidente Roca como subsecretario en el ministerio de Relaciones Exteriores y Culto que ejerca Bernardo de Irigoyen. Un ao despus, y ya mostrando sus primeras diferencias con el Zorro Roca, renunci al cargo y viaj a Europa, donde permaneci durante dos aos.

    De regreso a Buenos Aires volvi a incorporarse lentamente a la vida poltica. En 1884 fund junto a Carlos Pellegrini el peridico Sud Amrica, en el que expresar las ideas polticas renovadas por su experiencia europea. En 1886 apoya la candidatura presidencial de Miguel Jurez Celman, y tras el triunfo juarista, es designado embajador plenipotenciario en el Uruguay, una de las embajadas ms codiciadas en el cuerpo diplomtico.

    Junto a Manuel Quintana, represent a la Argentina en la Primera Conferencia Panamericana inaugurada el 27 de marzo de 1889 en Washington. All defendi el principio de no intervencin de las potencias extranjeras en los asuntos internos de los estados latinoamericanos, y combati el proyecto estadounidense de crear una unin aduanera y una moneda nica para toda Amrica. Salvando las distancias, una especie de ALCA, con sus mismas nefastas intenciones hegemnicas. En aquella ocasin Sanz Pea contrapuso a la tristemente clebre doctrina Monroe, que propona Amrica para los americanos, la frase Amrica para la humanidad, que contribuy notablemente al fracaso del proyecto norteamericano. El 18 de abril de 1890 fue designado ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Jurez Celman, aunque a fines de julio de ese ao estall la Revolucin del Parque que puso fin a la presidencia de Jurez Celman, y el 4 de agosto Senz Pea renunci a su cargo.

    La crisis poltica desatada tras la revolucin trajo un aire de purificacin en la poltica, y la impecable trayectoria de Senz Pea lo coloc en una inmejorable posicin para aspirar a la presidencia. Su candidatura fue proclamada en La Plata a mediados de 1891 por el grupo llamado modernista en el que se destacaban Carlos Pellegrini y Jos Figueroa Alcorta, y todo pareca indicar que llegara a la Casa Rosada. Pero la astucia y los manejos de Roca y Mitre pudieron ms, y hallaron la manera de frenar el ascenso de Roque Senz Pea: propusieron la candidatura de su padre, don Luis Senz Pea.

    Roque se neg a enfrentar a su padre y renunci a la candidatura en estos trminos: Lamento que circunstancias ajenas a mi voluntad, pero no extraas a mi corazn, me impidan aceptar el alto honor que se me ha discernido. Por su parte Don Luis le agradecera el gesto en una carta pblica: Creo que nos abraza una aureola de honor, para el hijo y para el padre. El abnegado retiro de tu candidatura me deja amplia libertad de proceder. T eres todava muy joven, y en tu corta vida pblica has dejado ya rastros indelebles de tu inteligencia y de tu carcter. Aos ms tarde Senz Pea no disimular su enojo contra Roca, verdadero cerebro de la maniobra que lo dejara fuera de la presidencia:

  • Yo no declino de mi credo poltico, que es un hecho atestiguado por la unidad nacional; pero protesto de todo hombre que se erige en providencia de los pueblos con agravio de mi fe republicana y del alto concepto de la democracia. Combato regmenes personales o banderas partidarias que no compartan verdaderos anhelos de partido. Veinte aos ha, pudimos conformarnos con un caudillo, pero veinte aos despus el pas no lo tolera.2 El Oficial peruano

    Tras la asuncin a la presidencia por parte de su padre, abandon la banca de senador que ocupaba en representacin de la provincia de Buenos Aires. Por sus convicciones no poda ser oficialista pero, por respeto filial, tampoco poda ser opositor. Decidi retirarse momentneamente de la poltica y se dedic a administrar una estancia en Entre Ros durante dos aos. En 1898 se produjo la guerra entre Estados Unidos y Espaa por la posesin de Cuba. Senz Pea tom partido por espaoles y cubanos y pronunci un vibrante discurso en el Teatro Victoria contra la intervencin norteamericana: Tengo el sentimiento y el amor de mi raza; quiero y respeto como propias sus glorias en la guerra y sus nobles conquistas en la paz.3 En febrero de 1905 estall una revolucin radical en distintos puntos del pas. La revuelta fue derrotada pero las demandas de transparencia electoral y de un marco jurdico claro y justo seguan vigentes. Pocos das despus de la insurreccin deca Carlos Pellegrini, otrora detractor del sufragio universal: Es notorio que he hecho norma inflexible de toda mi carrera poltica condenar y combatir las revoluciones como medio de modificar o mejorar nuestros hbitos polticos, y que he condenado especialmente la del 4 de febrero ltimo; pero si soy radical en este principio, l no impide reconocer que se coloca a los ciudadanos en una situacin desesperada si por una parte se les priva de todos sus derechos y se les cierra todos los recursos legales, y por otra se les prohbe el ltimo y supremo recurso de la fuerza. () En la Repblica el pueblo no vota; he ah el mal, todo el mal Donde el pueblo vota, la autoridad es indiscutida, y las rebeliones y conmociones son desconocidas. Reconozcamos que no habr para nuestro pas la posibilidad del progreso poltico, de paz pblica, de engrandecimiento nacional, mientras no fundemos nuestro gobierno sobre el voto popular.4 Y seguidamente tranquilizaba a sus compaeros de clase con esta sentencia: Al radicalismo ya no lo destruye nadie: es un temperamento, ms que un partido poltico, para destruirlo, anularlo por completo y, para siempre, no hay sino un medio, entregarle toda la Repblica para que gobiernen: en el gobierno se hundirn; ninguno de sus programas sabrn cumplirlos; cometern peores errores que los criticaron.5 En 1906, tras la muerte del presidente Manuel Quintana, asumi el vicepresidente Jos Figueroa Alcorta, quien envi a Senz Pea en representacin de la Argentina a las bodas reales de Alfonso XIII en Madrid. En la capital espaola recibi un nuevo nombramiento: Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante Espaa,

    2 Discurso de Roque Senz Pea, 15-VIII-1987, en Crcano, Miguel ngel, Senz Pea, la revolucin por los comicios, Buenos Aires, Eudeba, 1972. 3 Miguel ngel Crcano, Senz Pea, La revolucin por los comicios, Buenos Aires, Eudeba, 1972. 4 Rodolfo Puiggrs, Historia crtica de los partidos polticos argentinos, Buenos Aires, Galerna, 2006 5 Idem.

  • Portugal, Italia y Suiza. Estando en Italia, en 1907 recibi instrucciones para representar a la Argentina, junto al embajador Luis Mara Drago en la Segunda Conferencia Internacional de la Paz en La Haya. Camino a la Ley

    Senz Pea regres al Pas en agosto de 1909, en un clima de gran agitacin social y poltica. Todava sonaban las repercusiones de la matanza perpetrada por el Coronel Falcn el Primero de Mayo en la Plaza Lorea, y los partidos tradicionales preparaban sus candidaturas para las elecciones de 1910. Su nombre fue propuesto por los partidarios de terminar con el fraude, incorporar a la oposicin menos revolucionaria al sistema poltico y descomprimir el clima de presin social que se viva. Senz Pea haba observado en Europa las ventajas que haba trado a las sociedades modernas la ampliacin del sufragio y la modernizacin de las leyes electorales. A partir de 1900 se produce una notable divisin en los sectores dominantes entre quienes apoyaban a Roca y su poltica intransigente mantener el fraude electoral y los sectores de la elite ms inteligentes, probablemente influidos por cierta vocacin democrtica. Actuaban sobre todo en defensa propia, a la vista de los hechos ocurridos en el pas (revoluciones radicales, atentados anarquistas, crecimiento del movimiento obrero) y en Europa (rebeliones obreras en Espaa, Italia y Rusia), y prestaban atencin al proceso poltico europeo, donde las burguesas estaban aprendiendo a la fuerza que les convena trocar el absolutismo y el autoritarismo por un rgimen democrtico de participacin ampliada. Una de las mayores preocupaciones de esa elite era quitar la protesta de las calles y en la medida de lo posible volcarla en el parlamento y en el sistema poltico. Para ello se haca necesario dar cabida al principal partido opositor, el radicalismo, pero tambin al moderado Partido Socialista. De esa manera se fracturara al movimiento obrero y se debilitara al gran enemigo que la oligarqua en el poder visualizaba como el ms peligroso: el anarquismo. Cmo se votaba antes de la Ley Senz Pea?

    La primera ley electoral argentina fue sancionada en 1821 en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Martn Rodrguez, bajo el impulso de su ministro de gobierno, Bernardino Rivadavia. Esta Ley estableca el sufragio universal masculino y voluntario para todos los hombres libres de la provincia y limitaba exclusivamente la posibilidad de ser electo para cualquier cargo a quienes fueran propietarios. A pesar de su amplitud esta ley tuvo en la prctica un alcance limitado porque la mayora de la poblacin de la campaa ni siquiera se enteraba de que se desarrollaban comicios. As, en las primeras elecciones efectuadas con esta ley, sobre una poblacin de 60.000 personas, apenas trescientas emitieron su voto. La Constitucin Nacional de 1853 dej un importante vaco jurdico en lo referente al sistema electoral, que fue parcialmente cubierto por la Ley 140 de 1857. El voto era masculino y cantado, y el pas se divida en 15 distritos electorales en los que cada votante lo haca por una lista completa, es decir, que contena los candidatos para todos los cargos. La lista ms votada obtena todas las bancas o puestos ejecutivos en disputa y la oposicin se quedaba prcticamente sin representacin poltica.

    La emisin del voto a viva voz poda provocarle graves inconvenientes al votante: desde la prdida de su empleo hasta la propia vida si su voto no coincida con el del caudillo que dominaba su circuito electoral. Sin dudas, rigi por aquellos aos

  • (1857-1912) un fraude que resultaba escandaloso en algunos casos, como lo cuenta Sarmiento en una carta a su amigo Oro, refirindose a las elecciones de 1857: Nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror que, empleados hbilmente han dado este resultado admirable e inesperado. Establecimos en varios puntos depsitos de armas y encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiracin; algunas bandas de soldados armados recorran de noche las calles de la ciudad, acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros; en fin: fue tal el terror que sembramos entre toda esta gente con estos y otros medios, que el da 29 triunfamos sin oposicin.6 Los das de elecciones los gobernantes de turno hacan valer las libretas de los muertos, compraban votos, quemaban urnas y falsificaban padrones. As demostraba la clase dominante su desprecio por la democracia real y su concepcin de que ellos eran los nicos con derecho a gobernar un pas al que consideraban una propiedad privada, una extensin de sus estancias.

    Todas estas prcticas que marginaban a los sectores mayoritarios de la poblacin de la vida poltica eran la perfecta contraparte del sistema de exclusin econmica derivado del modelo agroexportador en el que el poder y la riqueza generados por la mayora eran apropiados por la minora gobernante. Puede decirse que todos los gobernantes de lo que la historia oficial llama presidencias histricas, es decir, las de Mitre, Sarmiento y Avellaneda; y las subsiguientes hasta 1916, son ilegtimas de origen porque todos los presidentes de aquel perodo llegaron al gobierno gracias al ms crudo fraude electoral.

    En el mundo occidental, tras dcadas de luchas de los sectores populares por sus derechos electorales y sociales, hacia fines del siglo XIX, las burguesas gobernantes fueron cambiando las prcticas electorales desde el voto restrictivo hacia el voto secreto y universal, preanunciando una era poltica diferente: la de la democracia de masas. Las burguesas comprendieron que la exclusin del pueblo tena grandes desventajas y la ampliacin del sistema electoral, si se haca con los controles del caso, no afectaba el desarrollo y supervivencia del sistema, sino que por el contrario lo legitimaba y legalizaba. Adems, la participacin de amplios sectores de la poblacin en la eleccin de las autoridades socializaba unas responsabilidades polticas que evidentemente hasta entonces estaban muy limitadas a la clase dirigente, sin la ms mnima incidencia de los sectores marginados de las decisiones y el poder. La peor eleccin era preferible a cualquier revolucin.

    Hacia 1900 nuevos partidos, como la Unin Cvica Radical y el Partido Socialista, atraan en nuestro pas a los sectores sociales que no estaban representados en las instituciones polticas del Estado, controladas por la clase gobernante conservadora y liberal.

    Un sector del grupo gobernante comenz a considerar que la prosperidad alcanzada poda peligrar de no atenderse los reclamos de la oposicin. Se mostraban dispuestos a considerar la introduccin de reformas graduales en el sistema electoral con el fin de evitar conflictos sociales.

    El primer paso en ese sentido se da con la reforma uninominal en el sistema de eleccin de diputados. Cada ciudadano votaba por un slo candidato y no por una lista. El ministro Joaqun V. Gonzlez haba propuesto el voto secreto, pero el senador por la Capital Federal, Carlos Pellegrini, se opuso en el Congreso Nacional afirmando que el 6 D.F Sarmiento, Carta a Domingo de Oro, 17 de junio de 1857, en Pea, Milcades, La era de Mitre, Fichas, 1973.

  • voto secreto era para los hombres conscientes, no para las masas que votaban segn simpatas y no segn ideas.

    El Partido Socialista de J.B.Justo, que desde su creacin en el ao 1896 siempre particip de las elecciones, logr gracias a este nuevo sistema que en el ao 1904 fuera electo el primer diputado socialista de Amrica, Alfredo Palacios. Pero el nuevo sistema dur poco. En 1905, con el presidente Manuel Quintana se volvi a la lista completa, en la que cada elector, en su circunscripcin, votaba por todos los candidatos de su distrito. Dos meses despus de esto, se suprimi el voto a viva voz, que no fue secreto, pero s escrito. El elector deba entregar a la mesa electoral, en un papel escrito y doblado, los nombres de la totalidad de los candidatos por los que votaba. Obviamente esto limitaba el voto a los alfabetos, una franca minora por aquel entonces. Quiera el pueblo votar

    El 12 de junio de 1910, el Colegio Electoral consagr la frmula Roque Senz Pea-Victorino de la Plaza. El presidente electo se encontraba en Europa y emprendi enseguida el viaje de regreso a su pas. A poco de llegar concert dos entrevistas claves: una con el presidente Figueroa Alcorta y la otra con el jefe de la oposicin, Hiplito Yrigoyen. En la entrevista con el caudillo radical, concertada en la casa del diputado Manuel Paz el 2 de octubre de 1910, Yrigoyen se comprometi a abandonar la va revolucionaria para tomar el poder, y Senz Pea a la sancin de la tan deseada Ley electoral. Yrigoyen le pidi al presidente electo que interviniera todas las provincias para evitar los manejos de los gobernadores adictos en las siguientes elecciones. Senz Pea se neg emplear este mtodo y le ofreci a Yrigoyen la participacin del radicalismo en el gobierno. Este es el relato de Yrigoyen sobre el histrico encuentro:

    Ante nuevas insistencias que hiciera asent a que conversramos, y al ofrecerme participacin en el gobierno sin restriccin alguna, a los efectos de que pudiera realizar todos los bienes que me propona para la Nacin, pedle que apartara de su pensamiento esta suposicin al respecto, porque eran insalvables mis determinaciones. Agregndole que lo nico que la UCR reclamaba era comicios honorables garantidos, sobre la base de la reforma electoral. El doctor Senz Pea, no haba pensado en esa forma de inmediato, sino en la concurrencia de la UCR a la labor de gobierno que iba a presidir; pero planteada la cuestin como indispensable, para que esta fuerza poderosa saliera de la animada abstencin y protesta en que estaba colocada, convino en ello. Y dndome cuenta de que deseaba hacer pblicos sus ofrecimientos, le insinu que los concretara por escrito si le pareca bien, para llevarlos a las altas direcciones de la Unin Cvica Radical, lo que hizo, condensndolo en la forma siguiente, ms o menos: Que deseando demostrar la decisin que lo animaba para dar garantas pblicas, le ofreca a la Unin Cvica Radical participacin en los ministerios, e intervencin en la reforma electoral que deba llevarse a cabo. La alta direccin contest sin discrepancia alguna, rehusando participacin en el gobierno, por ser contrario a sus reglas de conducta, y aceptando la intervencin que se le ofreca en la reforma electoral.7

    7 Memorial presentado en su defensa por Hiplito Irigoyen ante la Corte Suprema de Justicia, firmado en la isla Martn Garca, lugar de su detencin, el 24 de agosto de 1931, en Gabriel Del Mazo, El pensamiento escrito de Yrigoyen, Buenos Aires, Del Jurista, 1983.

  • De todas maneras la entrevista fue un xito porque Senz Pea logr su objetivo: el compromiso de la participacin electoral del radicalismo en unas futuras elecciones, con una nueva ley electoral que garantizara la limpieza y libertad de sufragio. El 12 de octubre asumi el nuevo gobierno y Senz Pea cumpli con su palabra enviando al parlamento el proyecto de Ley de Sufragio, que haba elaborado con la estrecha colaboracin de su ministro del Interior, Indalecio Gmez. Estableca la confeccin de un nuevo padrn basado en los listados de enrolamiento militar, y el voto secreto y obligatorio para todos los ciudadanos varones mayores de 18 aos. Estos son algunos de los artculos ms importantes de la Ley 8871, conocida como Ley Senz Pea: Art. 1. Son electores nacionales los ciudadanos nativos y los naturalizados desde los diez y ocho aos cumplidos de edad. Art. 2. Estn excluidos los dementes declarados en juicio. Por razn de su estado y condicin: los eclesisticos y regulares, los soldados, cabos y sargentos del ejrcito permanente, los detenidos por juez competente mientras no recuperen su libertad, los dementes y mendigos, mientras estn recluidos en asilos pblicos. Por razn de su indignidad: los reincidentes condenados por delito contra la propiedad, durante cinco aos despus de la sentencia. Art. 5. El sufragio es individual, y ninguna autoridad, ni persona, ni corporacin, ni partido o agrupacin poltica puede obligar al elector a votar en grupos Art. 7. Quedan exentos de esta obligacin (de votar) los electores mayores de 70 aos. Art. 39. Si la identidad (del elector) no es impugnada, el presidente del comicio entregar al elector un sobre abierto y vaco, firmado en el acto por l de su puo y letra, y lo invitar a pasar a una habitacin contigua a encerrar su voto en dicho sobre. Art. 41. La habitacin donde los electores pasan a encerrar su boleta en el sobre no puede tener ms que una puerta utilizable, no debe tener ventanas y estar iluminada artificialmente en caso necesario...

    La ley significaba un gran avance, aunque no eran pocos los excluidos por la ley. Las mujeres (casi la mitad del padrn), los extranjeros, los habitantes de los territorios nacionales, los habitantes de municipios con pocas personas que no podan elegir autoridades municipales y quienes en los municipios en los que se poda elegir slo podan votar como sus autoridades locales a los propietarios contribuyentes. Por otra parte, en las grandes ciudades, como seala Waldo Ansaldi8, los extranjeros que en algunos casos constituan ms de la mitad de la poblacin servan a la hora de contabilizar la poblacin para aumentar la cantidad de diputados por su distrito a ms habitantes ms diputados y a la vez, al estar excluidos del voto, disminuan proporcionalmente la cantidad de votantes necesarios para elegir a aquellos diputados.

    El presidente present el proyecto con estas palabras: He dicho a mi pas todo mi pensamiento, mis convicciones y mis esperanzas. Quiera mi pas escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario, quiera el pueblo vota. Poco despus ambas cmaras aprobaban la que empezara a conocerse como la Ley Senz Pea.9 El diputado Juan B.Justo seal claramente cules eran las intenciones del sector ms progresista de la elite con la sancin de la Ley electoral:

    8 Waldo Ansaldi, Representaciones inconclusas, Buenos Aires, Biblos, 1995. 9 Crcano, op. Cit.

  • si se asiste a una nueva era poltica en el pas, es precisamente porque han aparecido fuerzas sociales nuevas, materiales, y no porque hayan aparecido virtudes nuevas; es porque hay una nueva clase social, numerosa y pujante, que se impone a la atencin de los poderes pblicos, y porque es ms cmodo hacer una nueva ley de elecciones que reprimir una huelga general cada seis meses. 10

    El fin del fraude signific un notable avance hacia la democracia en la Argentina y la posibilidad de expresin de las fuerzas polticas opositoras que haban sido marginadas del sistema por los gobiernos conservadores. En las primeras elecciones libres llevadas adelante en la Argentina, en el mismo ao 1912, la bancada socialista creci notablemente y se sucedieron los triunfos radicales en Entre Ros y Santa Fe. Aument notablemente la participacin electoral, que para 1914 lleg al 62,85% del padrn total, mientras que en las ltimas elecciones anteriores a la Ley Senz Pea apenas haba llegado al 5 por ciento.

    La salud del presidente comenz a deteriorarse a comienzos de 1913. Una y otra vez debi solicitar licencia y en octubre de ese ao deleg el mando en Victorino de la Plaza. Falleci en Buenos Aires en la madrugada del 9 de agosto de 1914, mientras en Europa estallaba la Primera Guerra Mundial. La Ley por la que haba luchado sigui vigente y ampli decididamente la participacin poltica de los nuevos sectores sociales argentinos. Segn los deseos de la oligarqua ms lcida encarnada por Senz Pea, integr al sistema al radicalismo y al socialismo, bajando parcialmente la conflictividad poltica pero no la social, que a tono con la injusticia reinante seguir expresndose a travs de los gremios y de sus armas de lucha habituales: la huelga y la protesta social. Como seala el historiador francs Alain Rouqui: Se est lejos del suicidio poltico de la oligarqua. Soltaba lastre, por cierto, pero solamente a nivel poltico, para acrecentar su podero social. Le confiaba al radicalismo la misin de vehiculizar la ideologa dominante en los grupos sociales marginales. () El radicalismo, sin proyecto econmico de recambio, slo se propona democratizar la prosperidad resultante del sistema agroexportador. No amenazaba pues a los detentadores del poder econmico salvo en algunos aspectos secundarios-, ni al equilibrio social que muy por el contrario reforzaba.11

    En definitiva, con la Ley Senz Pea, la oligarqua en el poder haba dado un paso hacia su consolidacin y legitimacin. Nadie poda seguir argumentando que aquel rgimen poltico, base de sustentacin del poder real, era fraudulento y carente de legalidad: a partir de ese momento las responsabilidades de la administracin y sostenimiento del sistema seran compartidas, aunque claro, y esto est fuera de discusin, el poder real seguira en las mismas manos de siempre.

    10 Natalio Botana, El orden conservador, Buenos Aires, Sudamericana, 1977. 11 Alain Rouqui, Poder militar y sociedad poltica en Argentina, Buenos Aires, Emec 1981.