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SEGUNDO GALILEA SALVACIÓN DE LOS PECADORES Y LIBERACIÓN DE LOS POBRES Las categorías evangélicas de pobres y pecadores, son categorías teológicas. Como tales, necesitan constantemente de una traducción sociológica, con la cual nunca podrán identificarse, pero sin la cual, también, nunca significarán nada. Esa traducción, además, se hace hoy más necesaria que nunca, porque el pobre y el pecador, en una sociedad teocrática como la judía, tienden a identificarse, mientras que en una sociedad secular como la nuestra tienden a separarse. El autor del presente artículo ha detectado la necesidad de esta traducción para el mundo de hoy, y las consecuencias que de ella se deducen para un evangelio que ni sea amordazado- por los poderosos ni manipulado por los oprimidas, sino que sea auténticamente liberador. Salvación de los pescadores y liberación de los pobres, según el Evangelio, Christus, 40 (1975, abril) 27-31 La Teología de la Liberación, al subrayar la dimensión global liberadora del evangelio, se esfuerza en aplicar la enseñanza de Jesús a nuestra realidad actual, procurando crear una actitud coherente con la misión de los cristianos. Para ello, entre otras cosas, recupera la dimensión social del pecado, relacionándolo con la pobreza y la riqueza, en la perspectiva de la salvación y la liberación. Pero ¿cuál es el fondo del evangelio respecto a los pecadores, los pobres y los ricos? Jesús, en primer lugar, busca a los pecadores Esta afirmación puede resultar sorprendente para los cristianos comprometidos en la liberación del pueblo explotado. Y, sin embargo, aparece muy clara en el Evangelio. Jesús tuvo que escuchar a menudo una dura crítica: "este hombre recibe a los pecadores y come con ellos" (Lc 15, 2). Cuando llama a su servicio a Mateo, se reúne a comer con él "y otros cobradores y pecadores" (Mt 9, 10). El mismo escándalo se repite cuando se aloja en casa de Zaqueo (Le 19, 1-10). Es como si hoy un sacerdote se reuniera con capitalistas explotadores, con políticos corrompidos, etc. La interpretación farisaica tenderá a pensar que "está con ellos". Pero Jesús tiene claro a dónde va: . "Los sanos no necesitan de médico, sino los enfermos... Vine a llamar a los pecadores ~ no a los justos" (Mt 9, 12-13). Pero la salvación de los pecadores se manifiesta en la dinámica de libe ración de los pobres Junto a la búsqueda de los pecadores, se da en Jesús una predilección y opción por los pobres, en contraposición a los ricos. Para él, la liberación de los pobres es un signo de la presencia del Reino y de que la salvación de los pecadores es una realidad.

Los Pobres y Marginados Galilea

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Libro del autor Galilea sobre la practica de Jesús, una lectura evangélica desde los pobres

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  • SEGUNDO GALILEA

    SALVACIN DE LOS PECADORES Y LIBERACIN DE LOS POBRES

    Las categoras evanglicas de pobres y pecadores, son categoras teolgicas. Como tales, necesitan constantemente de una traduccin sociolgica, con la cual nunca podrn identificarse, pero sin la cual, tambin, nunca significarn nada. Esa traduccin, adems, se hace hoy ms necesaria que nunca, porque el pobre y el pecador, en una sociedad teocrtica como la juda, tienden a identificarse, mientras que en una sociedad secular como la nuestra tienden a separarse. El autor del presente artculo ha detectado la necesidad de esta traduccin para el mundo de hoy, y las consecuencias que de ella se deducen para un evangelio que ni sea amordazado- por los poderosos ni manipulado por los oprimidas, sino que sea autnticamente liberador.

    Salvacin de los pescadores y liberacin de los pobres, segn el Evangelio, Christus, 40 (1975, abril) 27-31

    La Teologa de la Liberacin, al subrayar la dimensin global liberadora del evangelio, se esfuerza en aplicar la enseanza de Jess a nuestra realidad actual, procurando crear una actitud coherente con la misin de los cristianos. Para ello, entre otras cosas, recupera la dimensin social del pecado, relacionndolo con la pobreza y la riqueza, en la perspectiva de la salvacin y la liberacin. Pero cul es el fondo del evangelio respecto a los pecadores, los pobres y los ricos?

    Jess, en primer lugar, busca a los pecadores

    Esta afirmacin puede resultar sorprendente para los cristianos comprometidos en la liberacin del pueblo explotado. Y, sin embargo, aparece muy clara en el Evangelio.

    Jess tuvo que escuchar a menudo una dura crtica: "este hombre recibe a los pecadores y come con ellos" (Lc 15, 2). Cuando llama a su servicio a Mateo, se rene a comer con l "y otros cobradores y pecadores" (Mt 9, 10). El mismo escndalo se repite cuando se aloja en casa de Zaqueo (Le 19, 1-10). Es como si hoy un sacerdote se reuniera con capitalistas explotadores, con polticos corrompidos, etc.

    La interpretacin farisaica tender a pensar que "est con ellos". Pero Jess tiene claro a dnde va: . "Los sanos no necesitan de mdico, sino los enfermos... Vine a llamar a los pecadores ~ no a los justos" (Mt 9, 12-13).

    Pero la salvacin de los pecadores se manifiesta en la dinmica de liberacin de los pobres

    Junto a la bsqueda de los pecadores, se da en Jess una predileccin y opcin por los pobres, en contraposicin a los ricos. Para l, la liberacin de los pobres es un signo de la presencia del Reino y de que la salvacin de los pecadores es una realidad.

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    Esa predileccin es evidente y aparece tambin como algo inslito v escandaloso. Porque se trata de los pobres reales, de los necesitados y miserables, de los oprimidos y explotados.

    Las bienaventuranzas, en Lucas van en esa lnea (6, 20-26). Los bienaventurados son los pobres, los hambrientos, los perseguidos "reales"; es decir una categora sociolgica. Y los desgraciados son los ricos, los satisfechos, los gozadores "reales". Esta contraposicin sociolgica es significativa y aun insistente. La Virgen Mara en su magnficat establece el mismo contraste radical (Lc 1, 52-53)

    Esto enlaza con el apartado primero porque, segn el evangelio, la pobreza y la riqueza son categoras relacionadas entre s v esta relacin tiene que ver con el pecado; ambas categoras son relativas a la condenacin y a la salvacin ("derrib... elev; despidi... llen de bienes; desgraciados... bienaventurados...") .

    La misteriosa relacin entre la salvacin de los pecadores y la liberacin de los pobres forma parte de la esencia del mepsaje evanglico. La presentacin programtica de Jess en la sinagoga de Nazaret consiste en hacer suya la profeca de Isaas: "... me envi a traer la Buena Nueva a los pobres, a anunciar a los cautivos su libertad... y a proclamar el ao de gracia del Seor" (Lc 4, 18 y 19). Y la identificacin a requerimiento de los discpulos de Juan Bautista va por la misma linea (Lc 7, 22). El Reino ya est entre nosotros; y la gracia de salvacin de los pecadores es un hecho. El signo es la liberacin de los pobres.

    Quines son los pobres?

    Cada momento histrico debe procurar "identificar" en categoras sociolgicas y pblicas -como en , tiempo de Jess- tanto a los pobres como a los pecadores.

    La dialctica entre las categoras - bblicas y sociales -irreductibles entre s, pero en relacin mutua- es parte de la naturaleza misma de la encarnacin que se desarrolla en la historia, unificando misteriosamente las dimensiones trascendentes y encarnadas del cristianismo.

    Dicho de otra forma: es propio de la naturaleza sacramental e histrica del cristianismo que sus valores e ideales espirituales y escatolgicos se simbolicen y encarnen -siempre incompleta y precariamente- en realidades temporales y en situaciones histricas. As como la Pascua se encarna en el proceso de nuestras cruces y avances personales hacia un hombre nuevo v en los conflictos sociales que tienden a la justicia; as como la caridad fraterna queda simbolizada, pero nunca agotada, en los movimientos de solidaridad fraterna y de integracin humanas; as como la salvacin escatolgica de Jesucristo encuentra su smbolo histrico en los procesos que liberan a todos los hombres, as tambin los pobres, los ricos y los pecadores, se encarnan "como tales" en ciertas categoras histricas.

    Esto es un punto central en la Teologa de la Liberacin. En nuestra actual situacin -y siempre provisoriamente- los pobres, en el sentido de Lucas y Mateo, los encontramos en los campesinos, los obreros explotados, los marginados, los indgenas y muchos negros, los sin trabajo, los perseguidos, los exiliados...

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    Tal vez no suceda lo mismo con nuestro esfuerzo por identificar la categora social de pecador, y sin embargo es ms necesario pues a ellos se orient primariamente la actividad misionera de Jess.

    Quines son los pecadores?

    La identificacin del pecador como categora pblica y social, nos lleva a resultados que para muchos pueden ser sorprendentes.

    Los pecadores actuales, sociolgicamente hablando, estn relacionados con el poder v sus abusos, principalmente el poder del dinero que genera explotacin y miseria. Esta relacin, evidentemente, no agota las actuales formas de pecado ni su contenido htilico, pero constituye una "seal de los tiempos" para el Tercer Mundo y para Amrica Latina en particular.

    Si nos atenemos a las enseanzas de los evangelios, la riqueza y el poder en sus diversas formas, cuando no se han liberado, son formas de idolatra y las causas decisivas del pecado social. El Poder (y la riqueza es una variante del poder) aparece como la gran tentacin humana, hasta el punto que acecha a Jess mismo en su misin.

    En las tres tentaciones de Jess (Lc 4, 1-3), la posesin y el poder arbitrario son las formas privilegiadas como se reviste el demonio. Para Mateo, "nadie puede servir a dos seores... es imposible servir a Dios y a las riquezas" (6, 24). Para Marcos (4, 18-19), "las preocupaciones del mundo, el engao de las riquezas v las dems ambiciones" ahogan la semilla de la Palabra. La identificacin. clara entre rico y pecador asombr a ,los mismos discpulos: ";Qu difcil es que un rico entre en el Reino de los cielos... Es ms fcil que un camello pase por el ojo de una aguja...! ... "Quin podr salvarse?" (Mt 19, 23.25).

    Por todo lo visto, los explotadores, los capitalistas insensibles, los polticos sectarios y corrompidos, los violentos, los poderes arbitrarios y represivos, etc, son hoy pecadores.

    Y a ellos se dirige, en primer lugar, el mensaje de salvacin y, por tanto, son el objeto ineludible de nuestra evangelizacin. Abandonarlos con el pretexto de ir slo a los pobres no estara en la lnea de Jess.

    Pero para Jess, no son dos tareas distintas: la salvacin de los ricos y la liberacin de los pobres son un solo proyecto.

    La cuestin es compleja porque las categoras de pobre y pecador no son siempre reductibles a clases sociales o situaciones socioeconmicas; hay "pecadores" en todas las clases sociales. Pero lo que el Evangelio nos ensea fuera de toda duda es una cierta "armona histrica" entre el pecado y las expresiones sociolgicas de poder y riqueza (Mt 19, 23; Mc 4, 18-19; Lc 16, 19 ss, etc) .

    Y tambin nos ensea que la salvacin de los pecadores tiene que ver con la pobreza.

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    Quin se podr salvar?

    La gran novedad de las bienaventuranzas en Mateo, y lo original del cristianismo, es la posibilidad para cualquier hombre (pobre, rico o pecador) de hacerse "cobre de espritu", "como nios" (Mt 18, 3) -para poder entrar en el Reino de los cielos- que es la actitud del que se sabe pobre y, consecuente con su fe, prolonga su situacin de desvalido en una actitud de libertad ante personas y cosas, en una actitud ante Dios.

    Pero tal pobreza de espritu no est desvinculada de la pobteza real; se genera ms fcilmente en una situacin de pobreza que de riqueza.

    El rico y el poderoso debe convertirse a un dinamismo de igualdad y solidaridad con los pobres. Debe hacerse "servidor de sus hermanos", sobre todo de los ms pequeos; si es "el ms importante", debe hacerse como si fuese el ltimo (Mt 20, 27) y el que manda como el que sirve (Lc 22, 26). Esta es la enseanza de Jess en el lavatorio de los pies (Jn 13, 13-17). Una actitud as salva y libera al rico y poderoso hacindolo "pobre de espritu". Pero adems esta dinmica de conversin le debe llevar a imitar al pobre en su actitud de "pequeo" ante Dios y los dems: "ese es el ms grande en el Reino de los cielos" (Mt 18).

    Simultneamente el evangelio establece que la salvacin del rico y poderoso pasa por su compromiso en la liberacin de sus hermanos los ms pobres. Zaqueo =en contraposicin al rico Epuln- se salva por dar la mitad de sus bienes a los pobres y devolver cuatro veces ms a los que explot (1,c 19, 8). El Juicio final (Mt 25, 31 ss) manifiesta esa relacin. Y tal compromiso real es signa y exigencia del seguimiento del mismo Cristo (cfr joven rico, Mt 19, 21 ).

    En nuestra poca histrica y en Amrica Latina, este compromiso con los pobres ee traduce, en buena parte, en el compromiso eficaz por la transformacin de la sociedad hacia la justicia, la participacin, la igualdad y libertad reales y para todos. Es el compromiso por la Liberacin.

    Si lo expresado se da. realmente, trae como consecuencia que la vida en "pobreza de espritu" es el lugar de encuentro v reconciliacin de pobres y ricos, porque es la actitud que hace posible la liberacin de los poderosos y los ricos. De aqu la importancia de evangelizar a los ricos.

    Evangelizar a los pecadores

    Muchos se escandalizan, ya en teora, porque haya grupos de Iglesia dedicados a los ricos y poderosos. No debera escandalizarnos si tenemos presente lo que hizo Jess.

    Lo que s es motivo de escndalo, en la prctica, es que tal pastoral con los ricos y poderosos suele ser ambigua, acomodaticia, sin plantear a fondo las exigencias. evanglicas para su conversin: se les deja "ricos" y "evangelizados" Y frecuentemente los evangelizadores se convierten a ellos, asimilan sus criterios, mentalidad y estilo de vida; el fermento se asimila a la masa que deba fermentar. Est claro que as no fue la presencia de Jess entre los publicanos y recaudadores de impuestos... Esta es la crtica

  • SEGUNDO GALILEA

    vlida a algunos colegios, movimientos e instituciones de la Iglesia en ese campo pastoral.

    Sin embargo, hay que reconocer que la evangelizacin y conversin de los ricos y poderosos para el servicio de la justicia y de la liberacin de los pobres no es nada fcil. "S, lo repito, es ms fcil que un camello entre por el ojo de una aguja... ". Pero para Dios todo es posible. La bsqueda salvadora de todo pecador es difcil; ms an si se trata de pecados ligados a las formas de poder. Pero siempre es posible, forma parte de la esperanza cristiana que anima la misin apostlica.

    No pretendo ahora abordar la cuestin pastoral concreta. En cualquier caso, para que sea eficaz, la Iglesia y los cristianos deben hacerlo a partir de la pobreza, en solidaridad con los pobres, y viviendo y practicando lo que piden a losricos , testimoniando as que es posible.

    Ese artculo trataba de situar el problema evanglico de la relacin pecado - salvacin - riqueza - pobreza. Nos pareca muy importante remarcar la primaca de la evangelizacin de los pecadores. Toca la problemtica teolgica y pastoral de la liberacin y tiene implicaciones en la interpretacin cristiana de realidades sociales como la lucha de clases, la reconciliacin, la Justicia social y el papel de la Iglesia en todo esto.

    Condens: ISIDRO FERRETE