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Una selección semanal ofrecida por Copyright © 2010 The New York Times LUNES, 18 DE ENERO DE 2010 LENTE Por SARAH KERSHAW ¿ Qué lleva a las personas a matarse a sí mismas y a transeúntes inocentes? Hasta hace poco, la psicología del terrorismo ha- bía sido en gran medida teórica. encontrar sujetos reales para estudiarlos era difícil. la posibilidad de acceder a los terroristas creció, sin embargo, y va cobrando forma una ciencia en ciernes. Son más los ex terroristas que hablan pública- mente sobre sus experiencias. Decenas de miles están en programas de “des-radicalización”, y son entrevistados, analizados y sometidos a tests psicológicos que permiten reunir información real sobre el sujeto. la propaganda terrorista invadió Internet y el pensamiento de los simpatizantes ahora está muy difundido. Sin embargo, las investigaciones tienen sus límites. los relatos de los extremis- tas –generalmente islamistas militantes– son difíciles de verificar. Y los investigadores sue- len disentir en cuanto al camino que lleva a la radicalización. algunos lo reducen a la religión, otros a la política y el poder, otros a una serie de influencias sociales y psicológicas. lo cierto es que, si bien las motivaciones para el terror pue- den vincularse con la idiosincrasia, se ha iden- tificado una gama de patrones comunes de los terroristas. 1. El camino a la violencia aunque no hay un perfil terrorista único, los A medida que el grupo se radicaliza, también lo hace el individuo. Sus convicciones son más susceptibles al cambio de lo que se pensaba. Están convencidos de que la violencia contra un enemigo no es inmoral. ILUSTRACIONES DE MATT DORFMAN Sigue en la página III En la mente de un terrorista IntElIgEncIA: china entra a celeradamente a la era moderna, página II. IV El MUnDO Sudamérica: nuevas metas energéticas. VI ARtE Y EStIlO Diseñan a un ritmo africano. en una era de reality shows vulgares y videos difundidos a diestro y siniestro, prácticamente cualquiera, con la com- binación adecuada de coraje, descaro, don de la oportunidad y exposición puede lograr un momento de estrellato. Pero después, como bien puede atestiguar- lo cualquiera que haya estado en el espectácu- lo en los últimos siglos, determinar quiénes permanecerán es muy difícil. algunos exitosos repentinos recientes pueden, sin embargo, esclarecer por qué hay quienes sostienen la adhesión masiva más que otros. Susan Boyle, la desaliñada participante del programa “Britain’s Got Talent”, de- sató risitas burlonas en el público cuando subió al escenario del show en abril. Pero apenas abrió la boca para cantar, el pú- blico quedó pasmado y su conmovedora interpretación de la canción “I Dreamed a Dream” se convirtió en un hit instantáneo en YouTube. Sin embargo, contrariamen- te a muchos exitosos de una noche en la Web, su fama no desapareció a la mañana siguiente. el video de su actuación fue vis- to más de 310 millones de veces en Inter- net, y el mes pasado su primer CD fue el álbum debut que más rápido se vendió en la historia británica mientras que en es- tados unidos, australia, Canadá, Irlanda y Nueva Zelanda trepó al puesto N°1. ¿Cómo es posible que una solterona tímida y tan poco “fashion” siga en el ojo del público? una de las razones es su gran talento. Pero, como agregó Ben Sisario de The Times, “Boyle, que sigue viviendo en su casa de Blackburn, una pequeña locali- dad escocesa, tiene algo que la mayoría de los fenómenos de YouTube no: una histo- ria convincente”. Igual que en el caso Boyle, es posible que el atractivo actual del capitán Ches- ley B. Sullenberger III esté también arrai- gado en su personalidad sin pretensiones. Cuando el capitán Sullenberger hizo ate- rrizar su airbus averiado en un río Hud- son helado en enero del año pasado, los medios lo saludaron como un auténtico héroe. Y su idoneidad serena y su humil- dad llegaron al público. a casi un año de ese episodio, Sullen- berger le comentó a The Times, que su mayor sorpresa no fue la atención que recibió sino que “durara tanto”. un sentimiento similar es el que ex- presó otra figura pública anteriormente oscura cuando el resplandor inicial de la atención mediática no cedió. “el hecho de Fama instantánea pero bien ganada Sigue en la página III

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Una selección semanal ofrecida porCopyright © 2010 The New York TimesLunes, 18 De enero De 2010

LENTE

Por SARAH KERSHAW

¿Qué lleva a las personas a matarse a sí mismas y a transeúntes inocentes? Hasta hace poco, la psicología del terrorismo ha-

bía sido en gran medida teórica. encontrar sujetos reales para estudiarlos era difícil. la posibilidad de acceder a los terroristas creció, sin embargo, y va cobrando forma una ciencia en ciernes.

Son más los ex terroristas que hablan pública-mente sobre sus experiencias. Decenas de miles están en programas de “des-radicalización”, y

son entrevistados, analizados y sometidos a tests psicológicos que permiten reunir información real sobre el sujeto.

la propaganda terrorista invadió Internet y el pensamiento de los simpatizantes ahora está muy difundido. Sin embargo, las investigaciones tienen sus límites. los relatos de los extremis-tas –generalmente islamistas militantes– son difíciles de verificar. Y los investigadores sue-len disentir en cuanto al camino que lleva a la radicalización. algunos lo reducen a la religión,

otros a la política y el poder, otros a una serie de influencias sociales y psicológicas. lo cierto es que, si bien las motivaciones para el terror pue-den vincularse con la idiosincrasia, se ha iden-tificado una gama de patrones comunes de los terroristas.

1. El camino a la violencia aunque no hay un perfil terrorista único, los

A medida que el grupo se radicaliza, también lo hace el individuo.

Sus convicciones son más susceptibles al cambio de lo que se pensaba.

Están convencidos de que la violencia contra un enemigo no es inmoral.

IlustraCIONEs DE matt DOrfmaN

Sigue en la página III

En la mente de un terrorista

IntElIgEncIA: china entra aceleradamente a la era

moderna, página II.

IVEl MUnDO

Sudamérica: nuevas metas energéticas.

VIARtE Y EStIlO

Diseñan a un ritmo africano.

en una era de reality shows vulgares y videos difundidos a diestro y siniestro, prácticamente cualquiera, con la com-binación adecuada de coraje, descaro,

don de la oportunidad y exposición puede lograr un momento de estrellato.

Pero después, como bien puede atestiguar-lo cualquiera que haya estado en el espectácu-lo en los últimos siglos, determinar quiénes

permanecerán es muy difícil. algunos exitosos repentinos recientes pueden, sin embargo, esclarecer por qué hay quienes sostienen la adhesión masiva más que otros.

Susan Boyle, la desaliñada participante del programa “Britain’s Got Talent”, de-sató risitas burlonas en el público cuando

subió al escenario del show en abril. Pero apenas abrió la boca para cantar, el pú-blico quedó pasmado y su conmovedora interpretación de la canción “I Dreamed a Dream” se convirtió en un hit instantáneo en YouTube. Sin embargo, contrariamen-te a muchos exitosos de una noche en la Web, su fama no desapareció a la mañana siguiente. el video de su actuación fue vis-to más de 310 millones de veces en Inter-net, y el mes pasado su primer CD fue el álbum debut que más rápido se vendió en la historia británica mientras que en es-tados unidos, australia, Canadá, Irlanda y Nueva Zelanda trepó al puesto N°1.

¿Cómo es posible que una solterona tímida y tan poco “fashion” siga en el ojo del público? una de las razones es su gran talento. Pero, como agregó Ben Sisario de The Times, “Boyle, que sigue viviendo en su casa de Blackburn, una pequeña locali-dad escocesa, tiene algo que la mayoría de

los fenómenos de YouTube no: una histo-ria convincente”.

Igual que en el caso Boyle, es posible que el atractivo actual del capitán Ches-ley B. Sullenberger III esté también arrai-gado en su personalidad sin pretensiones. Cuando el capitán Sullenberger hizo ate-rrizar su airbus averiado en un río Hud-son helado en enero del año pasado, los medios lo saludaron como un auténtico héroe. Y su idoneidad serena y su humil-dad llegaron al público.

a casi un año de ese episodio, Sullen-berger le comentó a The Times, que su mayor sorpresa no fue la atención que recibió sino que “durara tanto”.

un sentimiento similar es el que ex-presó otra figura pública anteriormente oscura cuando el resplandor inicial de la atención mediática no cedió. “el hecho de

Fama instantánea pero bien ganada

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The  New  York  Times  se  publica  semaNalmeNTe  eN  los siguieNTes diarios:  sÜddeuTsche zeiTuNg, alemaNia  ●  claríN, argeNTiNa  ●  der sTaNdard, ausTria  ●  la razóN, bolivia  ●  folha, brasil la seguNda, chile  ●  el especTador, colombia  ●  delo, esloveNia  ●  el país, españa  ●   The korea Times, esTados uNidos  ●  NovoYe russkoYe slovo, esTados uNidos  ●  maNila bulleTiN, filipiNas  ●  le figaro, fraNcia 24 saaTi, georgia  ●  elefTheroTYpia, grecia  ●  preNsa libre, guaTemala  ●  The asiaN age, iNdia  ●  la repubblica, iTalia  ●  asahi shimbuN, japóN  ●  el NorTe, mural Y reforma, méxico  ●  la preNsa, paNamá The observer, reiNo uNido  ●   lisTiN diario, república domiNicaNa  ●  rumaNia libera, rumaNia  ●  NovaYa gazeTa, rusia  ●  uNiTed dailY News, TaiwáN  ●  sabah,Turquía  ●  el observador, uruguaY

e l  m u Ndo

ii  Lunes, 18 De enero De 2010

Por CHRISTOPHER DREW

HAMPTON, Virginia — Confor-me las fuerzas armadas se apresu-ran a enviar más aviones espías a Afganistán, éstos producen tantos videos de inteligencia que a los ana-listas les resulta cada vez más difícil estudiarlos.

Los aviones teledirigidos de la fuerza aérea proporcionaron el año pasado casi tres veces más videos de Afganistán e Irak que en 2007. Y se estima que el volumen se multipli-cará en los próximos años.

Un grupo de analistas jóvenes examina cada segundo del material de video en directo, conforme lo fil-mado llega a la base Langley de la Fuerza Aérea y a otros centros de inteligencia, y emiten con rapidez advertencias en relación con insur-gentes y bombas que amenazan a las tropas que están en el lugar.

Pero los militares consideran que el uso de los archivos del material de video de los aviones teledirigidos también puede resultar de mucha utilidad, por ejemplo para buscar patrones de la actividad insurgen-te en el tiempo. Hasta ahora sólo se examinó una pequeña parte de los videos acumulados.

Los organismos del gobierno si-guen teniendo problemas para in-terpretar el flujo de información que reúnen con fines de inteligencia, algo que destacó la Comisión del 11 de septiembre y, en los últimos tiem-pos, también subrayó el presidente Obama luego del intento de volar un avión de pasajeros que iba hacia De-troit el día de Navidad.

La Fuerza Aérea y otros cuerpos militares tienen en cuenta esas falencias y tratan de evitar que se acumule el material de los aviones teledirigidos, además de recurrir a la televisión para aprender cómo compartir clips de video con rapidez y presentar los datos de formas que faciliten y aceleren el análisis.

Hasta ponen en práctica algunas

de las técnicas más sofis-ticadas que usan los ca-nales de televisión, como el telestrator, que John Madden, un ex director técnico de fútbol, popula-rizó para escribir indica-ciones sobre imágenes de partidos. Podría utilizár-selo para advertir a las tropas sobre un vehículo amenazador o para rodear con un círculo un blanco que deben atacar los aviones teledirigidos.

“Imaginen que ponen un parti-do de fútbol sin gráfica”, dice Lu-cius Stone, un ejecutivo de Harris Broadcast Communications, firma proveedora de tecnología comercial que trabaja con las Fuerzas Arma-das. “No se sabe cuál es el marcador. Es sólo video en bruto. Así lo estuvie-ron usando los militares.”

La demanda de aviones Preda-tor y Reaper aumentó a partir de los atentados terroristas de 2001, y éstos se convirtieron en una de las armas clave para la búsqueda de lí-deres insurgentes y la protección de las fuerzas aliadas.

Los militares usan los videos para detectar a insurgentes que colocan bombas en las calles, y para descu-brir sus casas o arsenales. El Ejér-cito, la Infantería de Marina y las Fuerzas Especiales también usan centenares de aviones teledirigidos de vigilancia. La CIA, por su parte, usa aviones espías para organizar

ataques contra los líderes de Al Qae-da en Pakistán.

Funcionarios de la Fuerza Aérea, que está a la delantera en lo relativo a analizar videos procedentes de Irak y Afganistán, dicen que están al día con las misiones más urgentes. Du-rante una visita al centro de análisis que funciona en un viejo hangar de esta base, se comprobó que con fre-cuencia podían relacionar los datos de los videos con pistas de imágenes fijas y conversaciones telefónicas para tener un panorama de cuáles eran las principales amenazas. Sin embargo, cuantas más tropas envía

Obama a Afganistán, más difícil se vuelve minitorear estos videos.

En lugar de contar con una sola cámara, los aviones teledirigidos Reaper, que son más nuevos y gran-des que los Predator, pronto podrán grabar videos en diez direcciones de forma simultánea. Para 2011, la cantidad de direcciones aumenta-rá a treinta, y se proyecta que luego lleguen a sesenta y cinco. Hasta el principal funcionario de inteligencia de la Fuerza Aérea, el teniente gene-ral David A. Deptula, señala que la fuerza pronto podría estar “nadan-do en sensores y ahogándose en in-formación”.

Deptula agrega que la Fuerza Aé-rea tendría que mandar parte de esa información a las tropas para evitar que sus centros de inteligencia se vean desbordados. Explica que la Fuerza Aérea trabaja en contacto con los comandantes de campo para identificar los objetivos más impor-tantes y que está incorporando 2.500 analistas que contribuirán al mane-jo del creciente volumen de datos.

En la actualidad se está instalando un nuevo sistema informático de US$ 500 millones, con el que la Fuerza Aé-rea podrá empezar a usar algunas técnicas televisivas y enviar alertas automáticamente cuando llegue in-formación importante. “Si la auto-matización contribuye a que nuestra gente aproveche mejor el tiempo, nos será de gran ayuda”, dice el general Norton A. Schwartz, el jefe del Esta-do Mayor de la Fuerza Aérea.

Los funcionarios admiten que las fuerzas armadas recién se están po-niendo al día con elementos con los que los usuarios de YouTube y Goo-gle manejan hace tiempo.

John R. Pele, alto funcionario de la Dirección de Lucha contra el Te-rrorismo de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, que ayuda a la Fuerza Aérea a analizar videos, señala que los aviones teledirigidos se extendieron con rapidez antes de que hubiera mucha experiencia so-bre su uso. “Estamos aprendiendo sobre la marcha con herramientas que pueden ser útiles”, concluye.

Daniel rosenbaum Para The new York Times

Tantos aviones teledirigidos terminan

tapando el blanco

Crecen las filmaciones espías y la capacidad para analizarlas se ve superada.

en la base langley de la Fuerza aérea en

hampton, Virginia, los analistas observan

cada segundo de video obtenido en

directo por los aviones teledirigidos.

Beijing

En ningún otro lado hay nada parecido, nada que se asemeje al infatigable intento de catapultar a alrededor del 20% de la humanidad a la era moderna, nada como el ex-traordinario experimento chino.

Después de una semana en China, conforme las estadísticas de creci-miento se acumulan y las imágenes del pasado se demuelen para ceder paso al futuro, se tiene una inequí-voca sensación de estar parado en la cima del siglo XXI. EE.UU. pa-rece perturbado, empantanado en guerras y en la angustia que éstas conllevan; Europa transmite una impresión formal y periférica. Aquí, sólo el futuro importa.

El Partido Comunista suprimió el pasado con apenas algunas desvaí-das admisiones sobre los crímenes de guerra. En su lugar, ahora hay desarrollo y más desarrollo, la clave para la estabilidad social, y el objeti-

vo de crear una sociedad moderna para 2010.

Después de treinta años de cre-cimiento de casi dos dígitos, ¿quién puede decir que se trata de un ob-jetivo inalcanzable? Si hablo de “experimento”, es porque la com-binación local de capitalismo ver-tiginoso y conducción autoritaria tiene una magnitud sin preceden-tes, y sin duda surge la pregunta de si el dinero puede satisfacer a una sociedad hasta el punto de que se suprima la necesidad humana de tener voz y voto.

Hasta ahora, las autoridades chi-nas fueron implacables cuando ne-cesitaron serlo y muy hábiles para hacer avanzar el país a un ritmo que contiene el descontento. Como me dijo Russell Moses, un analista po-lítico de Beijing, “hay algo brillante

en lo que respecta a la forma en que se manejan las cosas”.

China, cuyo abultado paquete de estímulo contribuyó a que pudiera superar a Estados Unidos y con-vertirse en el principal mercado automotriz del mundo, pudo sortear la Gran Recesión de 2008. Ante la indignación de la opinión pública en relación con la contaminación del agua y los desechos tóxicos, ahora se apresura a abordar los proble-mas ambientales, a satisfacer la demanda de información sobre los contaminadores y a ponerse a la cabeza de las industrias de energía solar y automóviles eléctricos. Las autoridades chinas, que están pre-ocupadas por la creciente dispari-dad del ingreso, comienzan a intro-ducir cierta seguridad social en las provincias.

Tratándose de un partido que tie-ne unos 80 millones de miembros que impulsan el avance de una socie-dad de 1.300 millones de personas, la mayor parte de las cuales siguen viviendo de la tierra, la agilidad es notable. Las autoridades saben que la estabilidad, la palabra que más valoran, pasa por mantenerse siem-pre un paso adelante.

De todos modos, tienen tormen-tas. Hay indignación generalizada por la omnipresencia de la corrup-ción, y me resulta difícil entender có-mo se la puede abordar en un Estado unipartidista sin una oposición que pueda equilibrar las cosas.

También hay descontento ante las expropiaciones sumarias que acompañan los gigantes proyectos de infraestructura que conlleva la carrera en pos de la modernidad:

trenes de alta velocidad, autopistas, sistemas de transporte subterrá-neo, represas, plantas de energía nuclear, etc. La misma concentra-ción del poder que le permite a China impulsar esos proyectos a gran ve-locidad también genera un profun-do resentimiento por la ausencia de recursos legales ante la pérdida de propiedades.

La rabia también crece, a medida que se extiende la educación, debido a los diversos intentos de controlar Internet bloqueando sitios como Facebook y eliminar blogs. La liber-tad de expresión no forma parte del socialismo al estilo chino. ¿La inte-ligencia puede contener la furia? Si tuviera que apostar, diría que sí, ya que las autoridades parecen saber que no pueden poner fin al descon-tento y sólo pueden guiarlo.

Todo el que tenga menos de 25 años debería aprender mandarín. El futuro, ya sea estable o turbulen-to, está ahí, y el destino del siglo XXI en buena medida dependerá de ese asombroso experimento chino.

iNTeligeNcia/roger cohen

el experimento chino

Envíe sus comentarios a [email protected]

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e l m u n d o

Lunes, 18 De enero De 2010 III

WASHINGTON — Como todos los presidentes demócratas des-de John F. Kennedy, el presidente Obama está lidiando con la imagen de que es débil en cuestiones de se-

guridad nacional. Estamos ante un presidente que aca-ba de intensificar la guerra en Afga-nistán, enviando 30.000 soldados es-

tadounidenses más. Incrementó los ataques de aviones espías no piloteados Predator en Pakistán y aportó inteligencia y armas para dos ataques aéreos contra Al Qaeda en Yemen que arrojaron un saldo de más de 60 militantes muertos. Re-sistió la tentación de firmar un nue-vo acuerdo sobre armas nucleares con Rusia que pudiera no dar a los inspectores estadounidenses el ni-vel de detalle en las verificaciones que ellos pretenden. Está avanzan-do hacia la adopción generalizada de los escáneres que observan a través de la ropa en los aeropuertos estadounidenses. Varios expertos afirman que la etiqueta de débil tie-ne que ver más con esta ciudad que con Obama –que cada ciclo político brinda a entendidos y políticos la oportunidad de sostener que tuvie-ron razón desde la primera hora.

“Creo que el problema tiene mu-cho menos que ver con Obama que

con el público”, dijo George Perko-vich, vicepresidente del Área de Estudios de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional. “Esto tie-ne que ver con los especialistas; son los términos absolutos con los que se manejan los bloggers: ¿pelele o ma-cho? Es la nueva caricatura, pero no resiste ningún análisis.”

¿Qué debería hacer Obama para revertir la impresión de que los de-mócratas son blandos en política exterior?

Para la Casa Blanca, 2009 fue un año destinado a poner el acento en

el alejamiento del estilo de política exterior brusco del presidente Bush, a proyectar que Estados Unidos po-día aflojar el puño (Irán), a apretar el botón de “reset” (Rusia) y procla-mar que avanzaba hacia una polí-tica centrada no sólo en invertir en armas sino en bienes de producción (Pakistán).

En cambio, 2010, “será el año dón-de alcanzar algunos resultados”, dijo Brian Katulis, experto en se-guridad nacional del Centro para el Progreso y demócrata. “Tendrán que mostrar una serie de éxitos tan-gibles más allá de los discursos.”

Esos éxitos tangibles incluyen poder demostrar que ser agradable produce resultados reales.

Tomemos a Rusia. Obama necesi-ta el acuerdo de Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le permita imponer sanciones más rígidas contra Irán este año para que valgan la pena los 12 meses que acaba de pasar cortejando al presidente Dimitri Medvedev.

Obama puso fin a una disputa espinosa cuando anunció en sep-tiembre pasado que descartaba los proyectos para instalar sistemas de defensa con misiles en Polonia y la República Checa –un punto que irritaba particularmente a Rusia– y optaba en cambio por interceptores más pequeños instalados en barcos que pudieran luego posicionarse en

tierra en Europa. Rusia recibió com-placida la medida, hasta tal punto que el primer ministro Putin la cali-ficó de “correcta y valiente”.

Ahora llegó el momento de al-guna retribución. Estados Unidos quiere que el Consejo de Seguridad respalde nuevas sanciones contra Irán como parte de la iniciativa in-ternacional destinada a controlar las ambiciones nucleares de Tehe-rán. Ni a Rusia ni a China les gustan las sanciones. Hasta ahora, Obama consiguió que Medvedev –pero no el presidente de China, Hu Jintao– di-jera en público que estaría dispuesto a apoyar nuevas sanciones. La pre-gunta es: ¿Rusia y China lo harán cuando llegue el momento?

“La mayor vulnerabilidad que tiene es que habló tanto de la partici-pación y de la mano extendida, que resultará ingenuo si descubre que los otros no van a dar nada a cam-bio”, dijo Stephen Sestanovich, em-bajador extraordinario de la admi-nistración Clinton ante la ex Unión Soviética que está en el Consejo de Relaciones Extranjeras.

Hablando de Irán, nadie piensa que haya muchas posibilidades de que el gobierno iraní de golpe sus-penda su programa de enriqueci-miento de uranio, como desearía Obama. Desde el momento que el presidente no puede depender de que la oposición iraní destituya al

gobierno, 2010 es el año en que debe ponerse firme para frenar a Irán. Lo que significa sanciones más duras del Consejo de Seguridad.

También está el tema del terroris-mo. Obama tendrá que demostrar alguna medida tangible en esa área, afirman los expertos, para disipar la idea plantada por los republicanos de que sus planes de cerrar el centro de detención en Guantánamo, Cuba, generan inseguridad para los esta-dounidenses.

El problema es, de todas mane-ras, que muchas de las medidas que puede tomar contra el terrorismo –como la cooperación en materia de inteligencia, los ataques con aviones espías sin piloto y las acciones encu-biertas– suelen ser, por su natura-leza misma, invisibles. “Necesita victorias visibles, como golpes a los líderes de Al Qaeda, para que nadie pueda armar el discurso de que es débil”, dijo David J. Rothkopf, fun-cionario de la administración Clin-ton y autor de “Running the World: The Inside Story of the National Se-curity Council and the Architects of American Power”.

Para Obama, esto puede signifi-car también hablar duro con más frecuencia, dijo Rothkopf. “Quien quiera ser presidente de Estados Unidos en la primera parte del siglo XXI, tiene que dar la impresión de ser duro con el terrorismo”.

Jim Watson/agence France-Presse — getty images

obama se esfuerza por combatir la imagen de que, como demócrata, es débil en materia de seguridad nacional.

HELENE CoopErenSAYo

Más allá de las etiquetas, ¿es débil o es un líder de la paz?

La mente de un terrorista

Viene de la página 1investigadores coinciden amplia-mente en cuanto a los factores de riesgo relativos al compromiso. Entre éstos, figura lo que Jerrold M. Post, profesor de psicología po-lítica y asuntos internos denomi-na la “transmisión generacional” de creencias extremistas, que comienza en los primeros años de vida; una fuerte idea de victimi-zación y alienación; la convicción de que las violaciones morales del enemigo justifican la violen-cia para alcanzar una “condición moral más elevada”; la creencia en que el grupo étnico, religioso o nacionalista de los terroristas es especial y se halla en peligro de extinción, y que carece del poder político para efectuar cambios sin violencia.

La investigación también revela que algunos terroristas tienen una mentalidad criminal y habían sido delincuentes anteriormente.

Paradójicamente, según la in-vestigación reciente, la angustia de la muerte desempeña un papel significativo en el adoctrinamiento de los terroristas y los suicidas; el miedo inconsciente a la mortalidad, a no dejar ningún legado.

Muchos investigadores coinciden en que si bien rara vez es un mo-mento de revelación, normalmente hay un disparador de algún tipo que acelera la radicalización –por ejemplo, el asesinato de un amigo o pariente relacionado con algún aspecto político.

2. la vida en el grupo La mayoría de los investigadores

coincide en que la justificación pa-ra la acción extremista, a través de una doctrina, ya sea ésta religiosa o secular, se desarrolla o se inten-sifica considerablemente gracias a

la dinámica de grupo. Post señala que Internet ha dado lugar a lo que podría llamarse una “comunidad virtual del odio”.

Una teoría sostiene que cuando las personas están en grupos es más probable que tomen decisio-nes riesgosas porque ese riesgo se considera compartido y por ende, asusta menos.

A medida que el grupo se vuelve más radical, lo mismo le pasa al in-dividuo, que probablemente siente la enorme presión social de estar de acuerdo con el consenso grupal.

3. Cuestiones moralesJohn Horgan, director del Centro

Internacional para el Estudio del Terrorismo en la Universidad de Pennsylvania, se refiere a los “lí-mites internos” de los terroristas. Para un libro que salió publicado el año anterior, el Dr. Horgan reunió los relatos de 29 ex terroristas, muchos de ellos desertores de gru-pos como el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y Al Qaeda. Des-cubrió que los terroristas deben

estar íntimamente convencidos de que la violencia contra el enemigo no es inmoral, pero que también tienen límites internos, de los que no son conscientes hasta que están profundamente incrustados en un grupo.

Algunos terroristas que acep-taron matar a soldados fuera de servicio aborrecían la matanza de animales. Otros sólo aceptan un nú-mero limitado de víctimas.

4. los suicidas Una vez que se es terrorista, vol-

ver atrás es muy difícil. Es algo que les pasa especialmente a los potenciales suicidas. En cuanto les asignan sus misiones, pasan a ser “mártires”. Echarse atrás sería de-masiado humillante.

Arie W. Kruglanski, profesor de Psicología en la Universidad de Maryland, College Park, que ha es-tudiado filmaciones de las últimas palabras de los suicidas y entrevis-tas con sus madres, sostiene que la motivación de los suicidas es la bús-queda de significación personal, el

anhelo de una vida con sentido que parece llegar sólo con la muerte.

5. dejar el terrorismoLas razones por las que los terro-

ristas abandonan esa vida permite entender cómo funcionan sus men-tes, y saber que sus creencias están más abiertas al cambio de lo que antes se pensaba, dice Horgan.

A los reclutas les prometen una aventura excitante y la posibilidad de cambiar el mundo. Pero después, explica Horgan, la vida es aburrida. Cuando ya son mayores, descubren que sus prioridades cambiaron; es posible que quieran tener una fami-lia o que entiendan que los objetivos del grupo superan sus límites mora-les internos.

En un caso, un ex recluta de Al Qaeda le dijo a Horgan que, cuando llegó a pelear a Afganistán, se sin-tió consternado porque obligaban a los ancianos y a los niños a luchar. “Así, la imagen de ese movimiento totalmente noble, poderoso y lúcido recibió un primer golpe en su men-te”, dice Horgan.

que mis 15 minutos de fama se hayan extendido un poco más de 15 minutos, a mí me sor-prende y a mi esposa la des-concierta”, dijo. A esta altura, es probable que el presidente Obama ya haya aceptado que su fama no va a disminuir en un futuro cercano. Carmen Herrera, un ejemplo de una artista talentosa que final-mente está recibiendo lo que le corresponde, se reiría al oír hablar de éxito rápido.

Tiene 94 años y pinta fervo-rosamente desde la década de 1930, pero vendió su primer cuadro recién en 2004. Desde entonces, la artista cubano-estadounidense es una estre-lla cotizada, en rápido ascen-so, cuya obra ya fue agregada a las colecciones del Museo de Arte Moderno en Nueva York, el Museo Hirshorn en Was-hington, D.C. y la Tate Modern de Londres.

O sea que aun en una cultu-ra obsesionada por la juven-tud, donde la fama puede pa-recer chabacana y tempora-ria, el talento y el trabajo duro pueden, quizá, salir ganando. En el caso de Herrera, la fama le llegó al poco tiempo de la muerte de su marido, Jesse Loewenthal. Algunos amigos aventuraron que él estaba orquestando su éxito desde el cielo. A Herrera la sugerencia no le gustó. “Sí, claro, Jesse en una nube”, dijo a The Times. “Trabajé mucho. Tal vez haya sido yo.’’

KEVIN DELANEY

Merecida fama

instantáneaViene de la página 1

agence France-Presse — getty images

en un video, Humam Khalil abu-mulal al-Balawi, derecha, pide venganza. su ataque suicida a una base militar de afganistán mató a siete oficiales de la cia.

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e l m u n d o

IV Lunes, 18 De enero De 2010

POR SIMON ROMERO y ANDRÉS SCHIPANI

LA PAZ, Bolivia — El gobierno izquierdista del presidente Evo Morales, que ha impuesto mayor control sobre algunas de las reser-vas de gas natural más codiciadas de Sudamérica, enfrenta un reto en tanto que sus países vecinos toman medidas para alcanzar la seguridad energética, al reducir su dependencia de las reservas de gas bolivianas.

Nuevos proyectos gaseros en Brasil y Argentina han entrado en operación en un momento en que Morales gana aplausos por una economía fuerte. Creció 3.7 por ciento el año pasado, lo que le permitió consolidar su control so-bre los recursos energéticos, entre ellos el gas natural, la segunda reserva más grande de este tipo en Sudamérica después de la de Venezuela, y enormes depósitos de litio.

Sin embargo, incluso al tiempo que Morales ha emergido como uno de los líderes más fuertes de la región, reforzado por una aplas-tante victoria de reelección en di-ciembre, surge preocupación en el país por los cimientos financieros a largo plazo, mientras que sus ve-cinos empiezan a importar gas de fuentes distantes como Qatar, y otras no tan alejadas, como Trini-dad y Tobago.

La reorganización de las relacio-nes energéticas sudamericanas

es observada cuidado-samente por los países que intentan limitar su dependencia de naciones ricas en energía suje-tas a continuos cambios políticos o que usan sus recursos como palanca política, como la paraes-tatal energética rusa que ha intimidado a las ex re-públicas soviéticas y a Europa.

“Los nuevos proyectos en Suda-mérica ofrecen un ejemplo fla-grante de cómo los países pueden cortar su dependencia umbilical de los gasoductos”, señaló Carlos Al-berto López, secretario de energía en una Administración boliviana anterior. “Empezamos a darnos cuenta de la realidad de que nues-tro nacionalismo energético es un tiro por la culata”.

Las nuevas empresas importado-ras de gas en Brasil y Argentina, así como dos en Chile, antes un merca-do potencial para el gas boliviano, usan importaciones transportadas por barco, en las que el combustible es enfriado para convertirse en gas natural licuado para transportar-lo desde países exportadores y es recalentado a su entrega. Este mé-todo de transporte cada vez más común ha representado una com-petencia importante a los gasoduc-tos en algunos mercados.

La misma Bolivia alguna vez tenía planes para exportar gas licuado, al enviarlo primero a un

puerto chileno, desde donde sería transportado a México o Estados Unidos. Sin embargo, el plan causó tanta indignación que fue un factor importante en un levantamiento de la población indígena boliviana, en el 2003.

Morales, de 50 años, ayudó a en-cabezar esas protestas y anunció la nacionalización de la industria energética después de asumir la Presidencia, en el 2006. Envió a soldados a ocupar instalaciones gaseras, elevó las regalías paga-das por las compañías energéticas extranjeras y reforzó las institucio-nes nacionalistas como la Armada, que patrulla los ríos y los lagos, y

añora tener acceso al mar en este país sin costas.

Aunque estas políticas intensi-ficaron los temores en países veci-nos sobre la capacidad y la buena disposición de Bolivia para expor-tar su gas a ciertos precios, son muy populares entre los electores bolivianos, como quedó reflejado en la victoria de Morales, primer presidente indígena del país, en los comicios del mes pasado.

“Nos han saqueado durante tan-to tiempo”, expresó Domitila Mora, de 46 años, vendedora de frutas en El Alto, ciudad de barriadas ubi-cada arriba de la capital, La Paz. “La nacionalización nos devolvió nuestra dignidad y ahora las cosas están mejores”.

A la vez que intenta evitar una confrontación con el presidente Morales, Brasil le ha asegurado a Bolivia que seguirá importando su gas, aún mientras Petrobras, compañía petrolera nacional de Brasil, muestra menos interés en efectuar nuevas inversiones gran-

des en Bolivia. Además, varias compañías brasileñas privadas, como HRT, han hecho de romper su dependencia del gas boliviano su objetivo central.

Mientras tanto, ya emergen se-ñales de debilidad en la industria energética de Bolivia, porque el enfoque de las compañías de ener-gía internacionales en Sudamérica se desplaza decididamente hacia Brasil, que desarrolla sus propios descubrimientos de petróleo y gas submarinos y se aleja de Bolivia y Venezuela.

Los precios del gas boliviano ca-yeron marcadamente en el 2009 y los ingresos de las exportaciones de gas disminuyeron un 39 por ciento, a US$2.1 mil millones, según la Cámara Boliviana de Hidrocar-buros, grupo de la industria.

Al tiempo que las compañías ex-tranjeras desaceleran sus inver-siones en Bolivia, la perforación en busca de nuevos yacimientos está casi detenida, indicaron varios con-sultores de energía bolivianos.

Venta de gas ya no es rentable

para Bolivia

DaDo galDieri/associateD Press

Nuevos proyectos en Brasil y Argentina entran en operación.

Un hombre boliviano carga un tanque de gas para cocinar. el presidente, evo Morales, nacionalizó el gas natural en 2006.

POR JOHN TAGLIABUE

GESTÉ, Francia — La altísima aguja del campanario, los impre-sionantes arbotantes y el empina-do techo empizarrado de la iglesia parroquial del siglo XIX que domi-na al poblado de Gesté, en el oeste de Francia, está programada, igual que las iglesias de muchas otras al-deas francesas, para ser demolida, víctima de su tamaño, de su con-dición y, a final de cuentas, de las inquietudes sobre el presupuesto municipal.

Pese a que la iglesia, dedicada a San Pedro, es posiblemente la úni-ca joya arquitectónica en Gesté, de 2 mil 400 habitantes, el pueblo ha decidido demolerla y reempla-zarla con una iglesia nueva cuyo mantenimiento será mucho más económico.

Erigida en etapas para dar ca-bida a 900 personas, la formidable edificación de piedra ha permane-cido desoladoramente vacía desde el 2006.

“A raíz de su tamaño y comple-jidad, su mantenimiento siempre será costoso”, dijo Jean-Pierre Lé-ger, de 61 años, ingeniero jubilado quien es el alcalde de medio tiempo

de Gesté. Hace dos años, el funcionario y

el cabildo votaron 17-16 a favor de demoler la iglesia, al señalar que su restauración costaría US$4.4 millones, comparado con US$1.9 millones por demolerla y construir una nueva.

Sin embargo, muchos de los habitantes de Gesté expresan ve-hementemente su desacuerdo, al argumentar que el pueblo ha exa-gerado el costo de los trabajos de restauración.

“Tiene muchos tintes políticos; si la derriban y reconstruyen, es

solo para combatir el desempleo”, explicó Alain Durand, de 50 años, albañil y herrero, y tesorero de un movimiento para preservar la igle-sia.

Por toda Francia, las aldeas se ven forzadas a plantearse duras interrogantes sobre sus iglesias,

muchas de ellas en deterioro, al tiempo que disminuye el número de feligreses y sacerdotes y crecen los gastos de mantenimiento.

Béatrice de Andia, fundadora y presidenta del Observatorio de la Herencia Religiosa, en París, esti-ma que hay unas 90 mil iglesias en Francia, de las cuales, alrededor de 17 mil están bajo protección gu-bernamental por su valor histórico o arquitectónico, lo que le da al país galo la mayor densidad de edifica-ciones religiosas de cualquier na-ción europea.

“La Iglesia podrá ser eterna, mas no así los templos”, expresó De Andia, funcionaria cultural ju-bilada del Gobierno, quien fundó el observatorio, en el 2006, para crear conciencia sobre el riesgo que corre la herencia religiosa del país.

Al mismo tiempo que la identidad francesa se vuelve cada vez más laica, algunos ven el derrumbe de las iglesias aldeanas como un sím-bolo de una fe que se desmorona.

El reverendo Pierre Pouplard, de 69 años, pastor de la parroquia de Gesté, discrepa. “No veo la co-nexión”, aseveró. “La gente se afe-rra a su iglesia en este pueblo. La asistencia de los feligreses es muy alta”.

Restauración de templos le cuesta caro a los franceses

ceDric Martigny Para the new york tiMes

la iglesia neogótica de gesté, reflejada en un escaparate, fue concluida en 1870. Por presiones de presupuesto, se votó por demolerla, a lo que se oponen defensores del patrimonio religioso francés.

“La Iglesia podrá ser eterna, mas no así los templos”.

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d i n e r o y n e g o c i o s

Lunes, 18 De enero De 2010 V

POR MARC LACEY

LA HABANA — En una cua-dra en las afueras de la capital cubana, una madre de dos hi-jos va de puerta en puerta ven-diendo listones para el cabello y otros artículos a sus vecinos, un anciano comercia galletas y dulces a quienes tocan el timbre de su casa deteriorada, y una anciana llena latas de cerveza vacías con ron barato, que vende en las noches para tener un poco de dinero extra.

Esos esfuerzos emprendedo-res son ilegales, pero prosperan y lo hacen justo bajo las narices de los capitanes de cuadra, quie-nes supuestamente deben re-portar esas transgresiones a la cadena de comando del Partido Comunista.

Estos son tiempos económicos difíciles en Cuba, y mientras que el mercado negro siempre ha si-do activo en ese país, hoy en día luce particularmente frenético, con cubanos emprendedores en constante búsqueda de compa-triotas con dinero para gastar.

No hay anuncios clasificados en Granma, el periódico del Par-tido Comunista, o en las otras publicaciones manejadas por el Gobierno que circulan en Cuba. En lugar de ello, las ventas se llevan a cabo a través de Radio Bemba, que no es una estación de radio sino la red de chismes más extensa del país, y cuyo nombre significa “labios grue-sos”.

Ahora, dos cubanos veintea-ñeros que abandonaron la isla para irse a España, han creado una forma de hacer más senci-llas estas ventas clandestinas. Es un tipo de Craigslist (red de anuncios clasificados en línea gratuitos) cubano, que le per-mite al pequeño, pero creciente, número de cubanos con acceso a computadoras y a internet com-prar y vender con menos sigilo.

Sin embargo, las autoridades, pese a haber ablandado recien-temente las restricciones a la venta de computadoras, han bloqueado repetidamente el acceso a Revolico, su sitio en la Red y cuyo nombre significa “conmoción”. Uno de los progra-madores que creó el sitio (www.revolico.com) dijo en un correo electrónico que él y el cofunda-

dor estaban enfrascados en una constante lucha por evadir a los censores del Gobierno.

“Elegimos el nombre para ha-cer una alusión al desorden que estamos tratando de organizar”, dijo el programador, quien habló bajo la condición de mantener el anonimato, para que sus fami-liares que aún permanecen en la isla no tengan problemas con las autoridades cubanas.

Aunque dijo que Craigslist fue la inspiración para Revolico, el sitio cubano está diseñado para descargarse más rápidamente en las lentas velocidades de co-nexión de la isla. Y aunque algu-nas de las categorías en el sitio son idénticas a las de Craigslist, existen muchos intercambios singularmente cubanos.

Un ejemplo es la persona que vende su lugar en la fila para la visa en la embajada española a alguien que intenta dejar la isla, o los matrimonios arreglados que ayudan a los cubanos a en-contrar una vía a otro país.

Otros ejemplos son los auto-

móviles clásicos, como un Dodge 1950, un Chevy 1956 o un Buick 1954, todos ellos funcionando después de haber sido repara-dos con partes improvisadas durante más de medio siglo.

Claramente existe mercado para el sitio, al tiempo que usua-rios dentro y fuera de la isla han aumentado de manera constan-te y que los anuncios, en forma de banners y cotizados en euros, generan modestos ingresos. El sitio, que fue lanzado en diciem-bre del 2007, actualmente es ac-cesible desde fuera de Cuba así como también para los cubanos que usan un software especial para evadir el bloqueo.

“En Revolico, ves a Cuba ex-puesta, las vidas cotidianas de los cubanos y cosas que dicen mucho sobre la Cuba de la actua-lidad”, aseguró su fundador.

Jose goitia para the New York times

Los cubanos que venden productos en la calle ahora tienen un mercado no autorizado en un sitio de red operado desde españa.

Los cubanos están a un click de una empresa prohibida.

Mercado negro pasa a clandestinidad de la Red

Cathy horynensayo

Pese a su influencia creativa en la pasarela, las casas de moda han sido sorpresivamente lentas para trasladar el mismo nivel de auto-ridad y visión artística a sus sitios

en internet.Vender bienes

de lujo en línea no es el problema. Es más bien que los diseñadores y di-rectores de moda,

la misma gente que se supone que pronostica el futuro y nos dice qué es lo que necesitamos, no parece comprender el aspecto más obvio del presente: la Red.

Si visita los sitios en internet de las marcas más innovadoras, Pra-da y Balenciaga, por mencionar dos, casi no encontrará ninguna apreciación del potencial de la tecnología digital. Nada de filmes especiales que pudieran arrojar luz sobre el proceso creativo, ni animaciones, ni gestos de diseño consistentes con el espíritu con-temporáneo de dichas marcas. En su lugar, lo que se obtiene principalmente es un video de la colección más reciente, algunas imágenes de una campaña pu-blicitaria y, en el caso de Prada, novedades sobre sus proyectos en el mundo del arte.

Mientras tanto, molestos blo-ggers (a quienes las casas de moda les abrieron las puertas en la creencia poco analizada de que su presencia era buena para los esfuerzos de mercadotecnia) descargan hasta el más mínimo trozo de información con la mayor rapidez posible.

Al tiempo que cada vez más eventos y opiniones de la moda se desarro-llan en tiempo real, las casas más importantes están en peligro de pa-recer ir cada vez más a la zaga. En fechas re-cientes, sin embargo, ha habido señales de avan-ce. Muchas casas ahora usan redes sociales, como Twitter y Facebo-ok, y varios diseñadores, entre ellos Alexander McQueen, escriben sus propios mensajes en Twitter o contribuyen a blogs. Burberry, que tiene 720 mil fans en Facebo-ok, ha instalado estaciones para bloggers en sus desfiles y Christo-pher Bailey, director creativo de la marca, está pendiente de los co-mentarios en línea. La compañía ha acogido ampliamente el medio digital —al realizar pruebas de prendas vía Skype y crear libros de imagen ditigales para los me-dios noticiosos— lo que ha resul-tado en un ahorro significativo en tiempo y dinero.

Algunos esfuerzos de las casas de productos de lujo para atraer a fans vía las redes sociales, se per-ciben como torpes.

“El Twitter está perfecto, pe-ro ¿quién escribe los ‘tweets’? Quieres tener a un buen escritor a cargo de los tweets”, aseguró Nicholas Mir Chaikin, ex maestro de redacción en las escuelas pú-blicas, quien fundó Spill, agencia parisina de diseño y planeación

digital, en 1995.Un medio potencial para que los

diseñadores exploten la Red son las cintas sobre moda. “No veo que llegue una nueva ola de foto-grafías de moda, pero al darle un vistazo a las cintas sobre moda, observas una propuesta visual completamente nueva”, señaló Nick Knight, el fotógrafo detrás del influyente SHOWstudio, que proporciona uno de los mejores escaparates para observar el pro-ceso de diseño.

En octubre, Knight ayudó a pro-ducir el innovador desfile de mo-das de McQueen, un torrente de video en vivo vía la Red que, con sus cámaras robóticas y fondo de pantalla de video, pareció llevar a otro nivel la noción de ver la moda a través de una cámara.

Es probable que las transmisio-nes en vivo se volverán estándar. Y algunos diseñadores ahora experimentan con desfiles de moda virtuales con componentes

interactivos, como permitirle al público elegir qué modelos desfi-lan y luego efectuar un pedido de los atuendos que quieren.

Muchas casas de moda están acostumbradas a operar con “una mentalidad de fortaleza”, dijo Lucian James, fundador de Agenda Inc., empresa de con-sultoría de marcas con sede en París, y no saben cómo lidiar con la participación del público. En cuanto a nociones como los blogs o considerar a un sitio en internet como una comunidad, o como un vehículo editorial, parecen eludir a las marcas de lujo.

En algún momento del año próximo, LVMH Moët Hennessey Louis Vuitton planea transformar su sitio de comercio electrónico, eluxury, en nowness.com, una re-vista en la Red.

“Obviamente, las cosas progre-san”, dijo Pierre-Yves Roussel, presidente de la división de moda en LVMH, donde se concentra principalmente en marcas como Céline y Givenchy. “¿Estamos re-zagados? No lo sé. Los grupos de lujo quieren controlar su imagen y creo que tienen la sensación de que algo se sale de control”, en la Red.

Sin embargo, añadió, “cuando las grandes compañías realmente comiencen, todo se acelerará”.

VaLerio mezzaNotti para the New York times

el desfile de alexander mcQueen se transmitió en la red; el sitio de Burberry (izq.).

Llega lujoa la red,aunqueya tarde

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a r t e y e s t i l o

Vi Lunes, 18 De enero De 2010

POR RUTH LA FERLA Los Na’vi, el clan de piel azul del

planeta Pandora en el blockbuster Avatar, de James Cameron, trepan a los árboles y escalan montañas,

y hasta vuelan, con una agilidad elástica que hasta Tarzán ha-

bría envidiado. Exóticos y a la vez reconocibles para los seguidores de filmes de aventuras, los habitantes de Pandora se visten con pieles

de animales y se cubren la cara con marcas tribales cal-cáreas.

Jake Sully, el ex marine que tiene la tarea de infiltrarse en

la tribu, no puede apartar los ojos de Neytiri, una in-tegrante del clan pertene-ciente a la realeza. Cuan-do la encuentra por pri-mera vez encaramada en la rama de un árbol, se siente arrastrado de manera irrefrenable a su mundo.

Un exotismo simi-lar está hechizando al mundo de la moda, ahora que tiendas como Barneys New York, distribuidores

masivos como Ameri-can Apparel y diseñadores

tan dispares como Oscar de la Renta, Marc Jacobs, Fri-da Giannini de Gucci y Dries Van Noten adoptan las in-fluencias panafricanas.

La fascinación occidental por el arte y el diseño afri-canos lleva más de un siglo soplando a ráfagas, por su-puesto, desde que Picasso y Kandinsky llenaron sus telas con motivos tribales. En los años 70, sin ir más lejos, Yves Saint Laurent presentó vesti-dos “africanos” realizados en

raffia, conchillas y cuentas de madera.

En este momento se está levan-tando otro viento afrocéntrico. “Su belleza radica en que cruza las barreras raciales”, dijo Mal-colm Harris, director creativo de Unvogue, una Webzine dedi-

África deja su sello en los diseños de moda

Surge teatro de adolescencia que refleja identidad y fuerza

POR FELICIA R. LEE

Con la obra teatral sobre temáti-ca adolescente, estrenada hace po-co en Nueva York con un título que es toda una toma de posición: On-ce and for all we’re gonna tell you who we are so shut up and listen (Cállense y presten atención por-que de una vez por todas vamos a decirles quiénes somos), conviene hacer un poco de historia.

Retrocedamos casi tres años a un domingo relajado, después de una noche de sábado muy agita-da en la pequeña ciudad belga de Ghent. Varios actores jóvenes no se quedaban quietos en sus sillas mientras participaban en un pro-yecto dirigido por Alexander De-vriendt, el director artístico del grupo de actuación Ontroerend Goed.

Mientras los actores hacían lo suyo –golpearse unos a otros, contarse chismes, hacer juegos de equilibrio con las sillas– Devrien-dt se dio cuenta de que la obra que buscaba sobre la energía, la rebel-día y las posibilidades de los jóve-

nes estaba precisamente ahí, en el comportamiento y las actitudes de los chicos siendo nada más que ellos mismos.

“En otras producciones con chi-cos jóvenes en el escenario nunca vi una energía tan brutal”, dijo De-vriendt refiriéndose a su búsque-da de un proyecto teatral sobre los años de la adolescencia que no fue-ra ni edulcorado ni nihilista, sino que reflejara más bien la compleji-dad de la búsqueda de identidad y la necesidad de experimentar.

Once recibió críticas excelentes por su espontaneidad y energía durante la gira que hizo por gran parte de Europa y Australia.

La obra presenta a 13 actores jóvenes en el escenario con toda una serie de accesorios. Las úni-cas constantes son las 13 sillas de distintos modelos en las que se sientan. A veces. Normalmente, en sus acciones y en un puñado de monólogos y diálogos, comunican sus sentimientos sobre los años de adolescencia, ese momento en que no sabemos quiénes somos pero no

queremos ser nuestros padres.Devriendt, el fundador de On-

troerend Goed, que tiene 33 años, habló de cómo encontró a sus ac-tores en el Kopergietery, un teatro para jóvenes en Ghent.

“Ese domingo por la tarde fue evidente”, dijo Ian Ghysels, un ac-tor de 17 años. “Había puesto las si-llas en el escenario, pero nosotros

seguíamos haciendo lío. Todos es-tábamos con resaca”.

Durante la actuación, los adoles-centes pelean, se besuquean, bai-lan, se drogan. De pronto, suena una alarma y salen del escenario, al que regresan para repetir varia-ciones de la misma juerga.

Si parece natural, es porque los actores se interpretan a sí mismos.

Devriendt impuso una es-tructura, pero lo que se ve en el escenario surgió de los actores, que en su mayoría tienen entre 14 y 19 años.

Una integrante del gru-po, Charlotte De Bruyne, recordó que los actores querían hacer las cosas bien para Devriendt, pero que también querían ser ellos mismos.

Esa dualidad forma parte de la adolescencia, coinci-dieron los jóvenes actores, pero la obra no es tanto un mensaje severo como una representación de la nece-sidad que tienen los adoles-

centes de experimentar, de armar lío, de empezar cosas.

“No queremos una definición de los adolescentes”, dijo De Bruyne, que tiene 19 años y estudia teatro en Ghent. “Tengo la sensación de que definir a un adolescente es directamente imposible. La gente se olvida de que también tiene que ver con cada individuo”.

DESDE LA IZQ.: béAtrIcE DE géA PArA thE nEw york tImES; chrIS PIZZELLo/ASSocIAtED PrESS; 20th cEntury fox

De izquierda a derecha: vestido

de la colección primavera de

rodarte, la cantante m.I.A.,

y un na’vi de inspiración tribal

de Avatar.

chAD bAtkA PArA thE nEw york tImES

Los jóvenes actores de once se interpretan a sí mismos con una variedad de accesorios improbables.

cada a la moda. “No importa quién sea o de dónde venga. La gente in-corpora cosas en su guardarropa y en su vida”.

Tal vez sea porque en la imagina-ción popular, las selvas, los desiertos y las llanuras africanos conservan un aire casi místico, que la realidad de la agitación política y la pobreza del continente nunca hicieron des-aparecer totalmente.

“África nunca fue cuantificable ni se la pudo conocer toda”, dijo Rick Carter, diseñador de producción que ayudó a concebir el universo de Ava-tar. “Todavía sugiere romanticis-mo y una idea de profusión de vida. Amenazadora o benigna, tiene algo para enseñarnos”.

Las alusiones a una tendencia global en la moda aparecieron por primera vez hace más de un año en Londres, donde la revista de lujo Arise, publicada en Nigeria, viene destacando el trabajo de diseñado-res africanos. También se vio im-pulsada por una escena musical en expansión.

“Londres desborda de influencias africanas”, dijo Ed Burstell, director de compras de Liberty, Londres, que tiene serias dificultades para mante-

ner en stock una colección de pulse-ras de madera de inspiración Masai, gemelos de asta y collares de metal martillados. La gente “hoy quiere objetos que no parezcan industria-les y pulidos”, sugirió Burstell.

Al igual que la ropa de trabajo es-tadounidense y las joyas hechas a mano que también son populares en estos últimos tiempos, los diseños de inspiración africana ofrecen un an-tídoto para lo que Max Osterweis, el cineasta devenido diseñador de moda para la marca Suna, llama “un mercado de lujo lleno de marcas que en este último tiempo pasaron a ser máquinas para fabricar símbolos de estatus producidos en masa y con lo-go”. Fuera de las pasarelas, ese an-helo de autenticidad se está viendo en clubes y lugares de encuentro y también en Broadway. El público gi-ra al son de los ritmos de Fela Kuti, el padre nigeriano del Afrobeat, cuya música y cuyas pasiones activistas se celebran en Fela!

Los entusiastas del pop están to-talmente cautivados por la música y el estilo de Maya Arulpragasam, alias M.I.A, una londinense origi-naria de Sri Lanka, que ha hecho de las calzas tribales y los estampados

africanos brillantes un elemento in-faltable en su personaje.

Cuando llegue la primavera, es posible que los formadores del gusto no quieran dejar escapar un mono con dibujos cinéticos de Marc Jaco-bs, cuyo diseño con teclados de pia-no ondulantes se inspira claramente en tumultuosos estampados africa-nos. Otros que planean anticiparse a la temporada están dando vueltas bajo el corredor abovedado del Mal-colm Shabazz Market en Harlem pa-ra comprar géneros color índigo de Mali o telas Kuba de raffia tejidas.

Maya A. Lake, la diseñadora de Boxing Kitten, de 26 años, una línea que incorpora tejidos holan-deses fabricados con técnicas de teñido con reserva y estampados de África occidental, tomó parte de su inspiración de los turbantes y los dashikis adoptados por los afroamericanos que formaron parte del movimiento Black power en EE. UU. en los años 70. “Muchas veces pienso en las connotaciones políticas que tienen estos géneros”, reconoció Lake.

Aun así, insistió en que no hay un mensaje detrás de sus diseños. “A veces la moda es solo moda”.