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el semanal de la mancha VIERNES 20 DE DICIEMBRE DE 2019 52 HERENCIA / NAVIDAD 2019 Tradiciones familiares como la de montar el Belén, se repiten año tras año, aportando casi siempre gratas novedades, reno- vados aires de frescura entron- cados en la más honda tradi- ción, que hacen las delicias de los más pequeños de la casa. Belenistas siempre dispuestos a innovar. Desde siglos de resplan- deciente esplendor pasando por otras épocas más oscuras, me- nos propicias a la representa- ción de la Natividad del Salva- dor. En los anales de la historia del Belén brilla con luz propia Fray Eugenio Gutiérrez de Tori- ces López. O. de M. Este fraile fue un gran Maestro del belenis- mo castellano, comparable a lo que fue Luisa Ignacia Roldán, «La Roldana» en el belenismo andaluz, o Francisco Salzillo en el belenismo murciano. Fray Eugenio perteneció a la Orden de la Merced, nacido en Madrid c. 1634, profesó sus vo- tos como religioso Mercedario Calzado, en 1652, y falleció en el convento mercedario de los Remedios de la capital de Espa- ña en 1709. Los estudiosos del arte sostienen que Fray Eugenio fue un gran dibujante que apren- dió el arte de realizar pequeñas figuras de cera teñidas en distintos colores. Pudo haber aprendido de Juan de Revenga. Este último había impor- tado esta técnica desde Italia y Fray Eugenio la perfeccionó. El discípulo aventajó a su maestro, alcanzando cotas insos- pechadas hasta aquel momento. De este modo, el mercedario comenzó a crear escenarios o pai- sajes en cajones de ma- dera provistos de cristal en su frontal (conocidos popularmente como «es- caparates»), en los que dispone sus figuras lo- grando escenas y paisa- jes, sacros o profanos, llenos de primor y encanto. A lo largo de su vida religiosa fue modelando cantidad de figuras de cera, en algunos casos reves- tidas de ricas telas, tanto duran- te su estancia en el Convento de la Merced de Segovia, como en el Real Convento de los Reme- dios de Madrid. La temática de su obra es cambiante: en algu- nos escaparates representa santos y escenarios religiosos, caso del San Jerónimo en acti- tud penitente (en el Real Monas- terio del Escorial), o la Aparición tripartita de la Virgen de la Mer- ced, para fundar la Orden (en el Monasterio de las Descalzas Reales de Valladolid), en otros casos acabará realizando esce- nas relacionadas con el Naci- miento de Cristo: representará la Anunciación a María, o la Huída de la Sagrada Familia a Egipto, algunos de ellos conservados hoy en el Museo de Artes Deco- rativas de Madrid. Por cierto, estos últimos carentes de cual- quier cartel o indicativo que fa- cilite a los visitantes el poder identificarlos y conocer su auto- ría. Las obras de Fray Eugenio fueron adquiridas y admiradas por las principales Casas Reales de Europa y por otras familias nobles que sabían muy bien lo que adquirían. Recibió numero- sos elogios de sus contemporá- neos, de cuantos conocieron in situ sus pequeñas esculturas, verdaderas obras maestras. Le denominaron escultor en cera «de peregrino ingenio». Tuvo al- gunos discípulos que continua- ron realizando escaparates a su estilo, entre otros conviene des- tacar a José Calleja, autor del es- caparate de Santa Teresa y San Antonio de Padua que se conser- va en el Real Monasterio de la Encarnación, de Madrid. Posteriormente, la irrupción de los belenes napolitanos en el siglo XVIII, y su gran aceptación entre las familias aristócratas de los siglos XVIII y XIX, supusieron el olvido de la obra de Fray Eu- genio y la caída de su impacto en el belenismo castellano, en general, y matritense, en parti- cular. Llegado el siglo XX, comen- zaron a popularizarse figuras de terracota, a precios más asequi- bles, en Cataluña destacaron los afamados Talleres de Olot. Por otro lado, el reducido espacio de las viviendas particulares desa- rrolló unos es- caparates inge- niosos: dentro de ollas, de bo- tijos o de cajo- nes, tomando como punto de referencia los antiguos esca- parates de Tori- ces. Las distin- tas Asociacio- nes de Belenistas acaban fijan- do su objetivo: crear unos esca- parates, a los que actualmen- te llaman diora- mas, dentro de un cajón de car- tón o madera fo- rrada de tela, con punto de fuga, distintas construcciones y figuras coloca- das estratégica- mente. A partir de los años 90, del pasado siglo XX, el artista José Luis Mayo se impone con sus figuras en terracota, con las que se reali- zan numerosos dioramas o es- caparates. De esta manera la obra de Fray Eu- genio vuelve a cobrar plena ac- tualidad. Reciente- mente, el afa- mado belenista Don Mariano Ribera, nos sorprendió grata- mente con su Asociación Bele- nista, en ella continúa instalan- Maestro del belenismo castellano El resurgir de su Escuela P.MARIO ALONSO AGUADO, O. DE M. (Académico y escritor)) do el Nacimiento bajó las anti- guas directrices de Fray Eugenio Gutierrez de Torices. Don Maria- no realiza el Belén Municipal de Villar del Olmo (Madrid). Allí, él ha resuelto instalar escaparates similares a los que en su día uti- lizó Torices. Así podemos con- templar escenas como la Anun- ciación, el Sueño de José, la Vi- sitación de María a su prima Santa Isabel, la Sagrada Fami- lia, la Natividad, la Anunciata, el Viaje de los Magos, la Entrevis- ta de los Magos con Herodes, el Aviso del Ángel a San José, y la Huida a Egipto. Hoy, Fray Eugenio Gutiérrez de Torices sigue vivo en el tra- bajo y tenacidad artística de los belenistas castellanos de Villar del Olmo. Vuelve a resurgir su Es- cuela, que no decaiga, ojalá cun- da el ejemplo y los discípulos del mercedario vayan en aumento.

Maestro del belenismo castellano · 2020-01-07 · que fue Luisa Ignacia Roldán, «La Roldana» en el belenismo andaluz, o Francisco Salzillo en el belenismo murciano. Fray Eugenio

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Page 1: Maestro del belenismo castellano · 2020-01-07 · que fue Luisa Ignacia Roldán, «La Roldana» en el belenismo andaluz, o Francisco Salzillo en el belenismo murciano. Fray Eugenio

el semanal de la manchaVIERNES 20 DE DICIEMBRE DE 201952

HERENCIA / NAVIDAD 2019

Tradiciones familiares como lade montar el Belén, se repitenaño tras año, aportando casisiempre gratas novedades, reno-vados aires de frescura entron-cados en la más honda tradi-ción, que hacen las delicias delos más pequeños de la casa.Belenistas siempre dispuestos a

innovar. Desde siglos de resplan-deciente esplendor pasando porotras épocas más oscuras, me-nos propicias a la representa-ción de la Natividad del Salva-dor. En los anales de la historiadel Belén brilla con luz propiaFray Eugenio Gutiérrez de Tori-ces López. O. de M. Este frailefue un gran Maestro del belenis-mo castellano, comparable a loque fue Luisa Ignacia Roldán,«La Roldana» en el belenismoandaluz, o Francisco Salzillo enel belenismo murciano.

Fray Eugenio perteneció a laOrden de la Merced, nacido en

Madrid c. 1634, profesó sus vo-tos como religioso MercedarioCalzado, en 1652, y falleció enel convento mercedario de losRemedios de la capital de Espa-ña en 1709. Los estudiosos delarte sostienen que Fray Eugeniofue un gran dibujante que apren-dió el arte de realizar pequeñas

figuras de cera teñidasen distintos colores.Pudo haber aprendidode Juan de Revenga.Este último había impor-tado esta técnica desdeItalia y Fray Eugenio laperfeccionó. El discípuloaventajó a su maestro,alcanzando cotas insos-pechadas hasta aquelmomento.

De este modo, elmercedario comenzó acrear escenarios o pai-sajes en cajones de ma-dera provistos de cristalen su frontal (conocidospopularmente como «es-caparates»), en los quedispone sus figuras lo-grando escenas y paisa-jes, sacros o profanos,

llenos de primor y encanto. A lolargo de su vida religiosa fuemodelando cantidad de figurasde cera, en algunos casos reves-tidas de ricas telas, tanto duran-te su estancia en el Convento dela Merced de Segovia, como enel Real Convento de los Reme-dios de Madrid. La temática desu obra es cambiante: en algu-nos escaparates representasantos y escenarios religiosos,caso del San Jerónimo en acti-tud penitente (en el Real Monas-terio del Escorial), o la Aparicióntripartita de la Virgen de la Mer-ced, para fundar la Orden (en el

Monasterio de las DescalzasReales de Valladolid), en otroscasos acabará realizando esce-nas relacionadas con el Naci-miento de Cristo: representará laAnunciación a María, o la Huídade la Sagrada Familia a Egipto,algunos de ellos conservadoshoy en el Museo de Artes Deco-rativas de Madrid. Por cierto,estos últimos carentes de cual-quier cartel o indicativo que fa-cilite a los visitantes el poderidentificarlos y conocer su auto-ría.

Las obras de Fray Eugeniofueron adquiridas y admiradaspor las principales Casas Realesde Europa y por otras familiasnobles que sabían muy bien loque adquirían. Recibió numero-sos elogios de sus contemporá-neos, de cuantos conocieron insitu sus pequeñas esculturas,verdaderas obras maestras. Ledenominaron escultor en cera«de peregrino ingenio». Tuvo al-gunos discípulos que continua-ron realizando escaparates a suestilo, entre otros conviene des-tacar a José Calleja, autor del es-caparate de Santa Teresa y SanAntonio de Padua que se conser-va en el Real Monasterio de laEncarnación, de Madrid.

Posteriormente, la irrupciónde los belenes napolitanos en elsiglo XVIII, y su gran aceptaciónentre las familias aristócratas delos siglos XVIII y XIX, supusieronel olvido de la obra de Fray Eu-genio y la caída de su impactoen el belenismo castellano, engeneral, y matritense, en parti-cular. Llegado el siglo XX, comen-zaron a popularizarse figuras deterracota, a precios más asequi-bles, en Cataluña destacaron losafamados Talleres de Olot. Por

otro lado, el reducido espacio delas viviendas particulares desa-rrolló unos es-caparates inge-niosos: dentrode ollas, de bo-tijos o de cajo-nes, tomandocomo punto dereferencia losantiguos esca-parates de Tori-ces.

Las distin-tas Asociacio-nes de Belenistas acaban fijan-do su objetivo: crear unos esca-parates, a losque actualmen-te llaman diora-mas, dentro deun cajón de car-tón o madera fo-rrada de tela,con punto defuga, distintasconstrucciones yfiguras coloca-das estratégica-mente. A partir de los años 90,del pasado siglo XX, el artistaJosé Luis Mayo se impone consus figuras enterracota, conlas que se reali-zan numerososdioramas o es-caparates. Deesta manera laobra de Fray Eu-genio vuelve acobrar plena ac-tualidad.

R e c i e n t e -mente, el afa-mado belenista Don MarianoRibera, nos sorprendió grata-mente con su Asociación Bele-nista, en ella continúa instalan-

Maestro del belenismo castellanoEl resurgir de su Escuela

P.MARIO ALONSO AGUADO, O. DE M. (Académico y escritor))

do el Nacimiento bajó las anti-guas directrices de Fray Eugenio

Gutierrez de Torices. Don Maria-no realiza el Belén Municipal de

Villar del Olmo (Madrid). Allí, élha resuelto instalar escaparatessimilares a los que en su día uti-

lizó Torices. Así podemos con-templar escenas como la Anun-ciación, el Sueño de José, la Vi-sitación de María a su primaSanta Isabel, la Sagrada Fami-lia, la Natividad, la Anunciata, elViaje de los Magos, la Entrevis-ta de los Magos con Herodes, elAviso del Ángel a San José, y laHuida a Egipto.

Hoy, Fray Eugenio Gutiérrezde Torices sigue vivo en el tra-bajo y tenacidad artística de losbelenistas castellanos de Villardel Olmo. Vuelve a resurgir su Es-cuela, que no decaiga, ojalá cun-da el ejemplo y los discípulos delmercedario vayan en aumento.