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Gaceta Trimestral de Casa Talavera JULIO 2007. Distribución gratuita 11 Jaime López, líder de chilanga banda... Habemus Aguilita... 3 pág. 8 Historia de la basura en México... 11 102 Años en La Merced... 18

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pág. 8 Habemus Aguilita... 3 102 Años en La Merced... 18 Historia de la basura en México... 11 Gaceta Trimestral de Casa Talavera JULIO 2007. Distribución gratuita ... La Merced es la desconstrucción de lo Una encuesta sobre la colocación del monumento del Aguilita en la plaza del mismo nombre

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Gaceta Trimestral de Casa TalaveraJULIO 2007. Distribución gratuita

11

Jaime López, líder de chilanga banda...

Habemus Aguilita... 3

pág. 8

Historia de la basura en México... 11

102 Años en La Merced... 18

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según los productos que venden. Eso es lo que distingue a La Merced. Si en la calle de República del Salvador se encuentran los comerciantes de telas, en Mesones se en-cuentran los papeleros y en Talavera los de productos de belleza femenina; sólo para poner algunos ejemplos; mis-mos que hasta hace 25 años tendrían otro rostro, pues para una muestra: sólo la calle de Talavera se especializaba en la venta de chiles. Lo que demuestra su capacidad de cambio y adaptabilidad, según la oferta y demanda de productos. Si ayer fue el más importante centro de intercambio mercantil de productos perecederos (frutas y legumbres), hoy concentra la mayor venta de objetos orientales de cuestionable calidad.

Aquí, venta y tiempo se fusionan, son instantáneas únicas e imborrables . Acaso será posible transmutar un comercio en cinco minutos; en La Merced sí lo es. Y el de temporada hace milagros. Si a temprana hora un establecimiento vende objetos patrios porque es el día de la Independencia, por la tarde, vende paraguas, porque está lloviendo.

Aquí el pasado y el presente aún se funden en un mismo es-pacio. No me refiero al de sus inmuebles coloniales, porque ese sería un estudio que se encuentra disgregado en bibliotecas y ar-chivos, ni tampoco a la riqueza de sus moradores; porque esa yace en la memoria individual, ni tampoco a las mil y un formas de comerciar, porque ésta se esconde en registros quizá inaccesi-bles, sencillamente, a esos lugares que se resisten a transmutarse en el tiempo, como el de los cuatro establecimientos de venta de chiles que se encuentran en la calle de Roldán y que aún ofrecen sus productos como los encontraría un comprador en los tiempos coloniales, con sus canastas y sus petates de exhibición o como las pequeñas casas manufactureras de bolsas de plástico que resisten los tiempos de la globalidad comercial. Estas y otras historias más son para contarse. Como siempre, en Mambo circulan sus voces, sus anécdotas y sus personajes.

La Merced es la desconstrucción de lo incomprensible; más aún, de lo metafísico; su único espejo son las notas rojas y algunos recordatorios de fiestas y tradiciones locales en la prensa. Su rostro, concentra el más agudo fracaso del sistema; su in-capacidad para generar empleos. Si la informalidad salpica a la ciudad por todas partes como islas aisla-das, aquí cada milímetro de asfalto tiene un dueño callejero; es la disputa por la sobrevivencia. Cada protagonista tiene algo que ofrecer. Basta un re-corrido en cualquier día, para constatar las evi-dencias del hacinamiento y la exuberancia; éstas anidan en la diversidad de objetos que yacen so-bre el suelo o los aparadores. Aquí, la mercancía se metamorfosea en chatarra, lo efímero hace su aposento de productos importados que des-plazan las mil y un formas del artesanado en extinción.

La Merced es abundancia y pobreza a la vez, ahí radica su encanto y su misterio; ese es su le-gado. Aquí, anidó entre sus callejuelas el lado oscuro de la sociedad virreinal; no conozco en ninguna parte del mundo en donde se yerga una placa que indique el primer prostíbulo que se fundó en un país y sea un orgullo de la localidad: “en esta calle –se lee- se esta-blecieron en el siglo XVI las primeras Casas de Tolerancia de la Ciudad”, refiriéndose a las actuales calle de Mesones y Tres Cruces. Hoy, es la mas grande zona de tolerancia que el imaginario individual pueda crear. Y al igual que en el pasado, en cada calle se aposentaban los artesanos y comercian-tes según su oficio, hoy se especializan

Entre la modernidad y el recuerdo

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Habemuságuila

Una encuesta sobre la colocación del monumento del Aguilita

en la plaza del mismo nombre

Después de dos años de espera, los

trámites y las gestiones de la Universidad

Autónoma de la Ciudad de

México, dieron su fruto y

permitieron que se instalara el

monumento del águila en la plaza

Juan José Baz, a la que el pueblo y

su memoria decidieron denominar

“del aguilita”. Ya hace muchas

ediciones, en el número 5 de

Mambo, dedicamos buena parte

del contenido a reseñar distintas

cualidades e implicaciones,

que ese símbolo tiene para esta parte

de la ciudad. Ahora decidimos acercar

a nuestros lectores otra pers-

pectiva de este hecho. Aprove-

chamos el mismo día de inaugu-

ración de la escultura, en el que se

dieron cita funcionarios, ciudadanos y

hasta el mismo escultor, para hacerles

unas breves preguntas sobre el

águila. ¿Cuál cree usted que

es el significado del símbolo? y

¿Qué representa este monumento

aquí, en la plaza?

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Marti Batres GuadarramaSecretario de Desarrollo Social del Distrito Federal

El águila tiene un significado profundo en nuestra historia y nuestro origen. Se remonta a la fundación de México Tenochtitlán, al inicio de la más importan-te civilización, previa a la llegada de los españoles. Así, retoma la raíz profunda de nuestra mexicanidad, reivindica nuestro pasado indígena, y constituye un símbolo de fortaleza y poderío indígena.

Aquí el águila tiene un significado especial. Se tra-ta de una disputa cultural muy importante, por que se dice que el águila se posó en este lugar, no allá, en el Zócalo, sino aquí, en este lugar. No deja de ser una disputa barrial e histórica interesantísima. Eso habla de la importancia que se le da al águila azteca, y de la forma en que se han transmitido mitos y leyendas a lo largo de muchos siglos. No hay que descartar la posibilidad de que, efectivamente, aquí las tribus que venían de la mítica Aztlán, hayan encontrado la fa-mosa águila devorando a la serpiente. Esto antes era un islote, ya era un islote a la llegada de los mexicas, en cualquier lugar de esta zona pudo haber ocurrido ese hecho mítico, que se convirtió en una tradición tan fuerte, que dio lugar a nuestro escudo nacional.

Luisa Cortés Moreno, ama de hogarEl significado del águila es la libertad. Aquí, el monu-mento representa cambios, compromisos, apoyo, y oportunidades, porque estamos esperando que la co-munidad integre a las autoridades, y podamos rescatar las áreas publicas que son fuente de distracción para los que vivimos aquí, y es un lugar de convivencia publica.

Miguel Saldaña Barcenasescultor y autor del monumento del águilaEl águila es un símbolo que se identifica con el pue-blo, o el pueblo se identifica con el águila, por lo prehispánico. Pienso que es muy importante para la comunidad, y sirve para culturizar a la gente.

Carmen Carolina Gonzáles Ríosestudiante de teatro en Casa TalaveraEl aguíla es un digno representante de nuestro pueblo, nuestro pasado y nuestro futuro. Es un significado muy grande porque tenemos el placer de disfrutarlo.

David Hernández, estudiante de música No tiene ningún sentido porque nada tiene que ver lo mexica con lo español. Me siento muy orgulloso, porque se ve muy hermoso cada vez que paso frente al monumento.

María del Carmen Olivares Gonzálezama de hogarEl águila es para mi un símbolo de libertad, y repre-senta para México, la cultura que tenemos los mexi-canos. Aquí es muy importante, porque se ve que les interesamos y nos dan a entender que es una cultura que no se debe perder, porque nos recuerda que so-mos mexicanos.

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Daniel Viral Araujo, estudianteEl águila, como símbolo mexicano, sig-nifica el poder del país, con sus garras, nos dice que es nuestro país, nuestro futuro. Aquí tiene mucho significado, porque se me hace mala onda que se hayan llevado anteriormente el otro monumento, pero gracias a las auto-ridades y a los que los apoyaron para ponerlo, ya han compensado la pérdi-da. También quiero decir que está muy bonito.

Celeste Carballo, estudianteEl águila simboliza la libertad de nuestro país. Esta muy bonita, cada que regreso de la escuela la veo y quiero decirles gracias por este monumento tan hermoso.

Javier Hidalgo, Director General del Instituto de la JuventudEl águila tiene un significado de libertad para todos lo mexicanos. Y es un momento histórico, que señala el sitio que descubrieron los aztecas, donde ubicar la gran Tenochtitlán. Así ha sido recordada histórica-mente.

Además del significado del águila, que es un sím-bolo nacional que tiene mucha fuerza, en esta plaza pública ubicada en una zona del Centro Histórico, deteriorada y abandonada, implica también darle un valor histórico a un espacio público en donde el en-cuentro con la vida cotidiana de la gente y sus activi-dades, hace que refuerce el concepto nacional.

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Lo que el cine

se llevó*Remembranzas

de las viejas salas

Antonio M. Eguiluz

Hace unos meses, llegó a los editores de Mambo, Antonio Eguiluz, en representación

de la antigua, nunca muy próspera,asociación “Los Amantes del Cine”.

El recuerdo de sus compañeros idos y las vicisitudes de la organización de amigos interesados en defender las viejas salas y las vivencias que ellas atesoraban, nos

convencieron de que este tema, por lo emotivo, lo popular y lo común a muchos de nuestros lectores, era para nuestra revista. Valgan pues

estas líneas para evocar, con Antonio, esos buenos fantasmas del pasado.

¡Recordar las veces que fuimos a algún cine

de nuestro barrio! Era todo un gran acontecimiento

cuando niños. Ese día sí comíamos sin repelar, todo

lo que mamá nos presentaba, aunque fueran espi-

nacas, con tal de estar listos para salir. Preparábamos

los abrigos o suéteres, todo por interés de estar lo

más pronto posible. Ya preparado todo, listos y felices,

emprendíamos el camino a la sala en cuestión.

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Esto viene a colación porque hace pocos días, pasé por el Cine Teresa y muy a mi pesar y tristeza, descubrí que ya estaba ce-rrado. Pensando que el cierre era definitivo, como tantos otros cines que cierran sus puertas para siempre, traté de investigar y me informaron que sólo era temporal porque unos plafo-nes o láminas se habían desprendido y se vinieron abajo, me explicaron que después de repararlos, volvería abrir. Ya más contento, camino a mi casa, traté de rememorar aquellas gratas funciones, la mágica y fantástica fábrica de sueños de mi niñez, mi juventud y toda mi vida. Pero, digo yo, ¿Quién no, de los que ya comenzamos a peinar canas, puede olvidar aquellas fascinantes películas que vimos en nuestros lejanos años y posteriormente, en nuestra juventud?

Piensen ustedes, los chavos de hoy y los de ayer, no había mejor lugar, ni en los parques ni en los jardines o las neverías, para llevar a la chamaca en turno, como no fuera a una sala de cine.

O cuando íbamos en palomilla todos los muchachos de la cuadra o de la escuela, de aquel entonces ¿quién de aquella época no recuerda los mejores momentos de su vida en las funciones de cine? Y es por ello que muchos no quisiéramos que desaparecieran salas como el Cine Alameda, el Acapulco, el Roble, el Rex de Madero, el Regis, el Monumental, donde nos citábamos con la novia, en la alameda, para irnos a meter a la matinee.

Aquellos cines donde pasaban caricaturas que nos dejaron una honda huella, como lo fueron el Cine Avenida, el Aladino, el Cinelandia, en nuestra niñez primero y posteriormente en las pintas de la secundaria, ya que los estudiantes estábamos exen-tos de la mitad del pago.

Los cines Balmori y Lido, orgullo legítimo de la colonia Roma y Condesa. El cine Goya, de gratos recuerdos para el que esto escribe, en pleno corazón del glorioso y ahora antiguo barrio univer-sitario, e infinidad de cines que ya desaparecieron. Cierta vez me tocó pasar por donde se encontraba ubicado el cine Escandón, que ahora es un taller mecá-nico. Otra vez, por la calle de Argentina, vi que ya ni el frente existe del glorioso Alarcón... ¡Qué grandes películas disfruté en ese lugar de la MGM!

¡Hagamos votos porque no corran la misma pe-nosa suerte y los conviertan en mugritianguis! ¡Salas de tanta tradición para la capital y sus antiguos pobla-dores! ¡Que las generaciones actuales de jóvenes y las siguientes, puedan volver a disfrutar, como lo hicimos nosotros, en lugares como el cine Colonial, el Chapulte-pec, el México, convertido en garage, y tantos y tantos, vuelvo a repetir, de gran tradición, que se fueron para siempre!

Esperemos que vuelvan a funcionar, a pesar de la TV y la mortal videocasetera; que nunca los suplantarán a pesar de la comodidad de ver las películas en casa. Como decíamos antes, cuando veíamos algo bueno, usando la expresión de moda: “está de película”. ¡Quizás, por unos momentos vuelvan a nuestra mente aquellos tiempos que se fueron!

*En Memoria de Manuel Cárdenas Eguiluz, René Osorio Guzmán, LuisOctavio Madero, Gerardo Ruiz, Esteban Torres, Andrés Zetina,Lic. Silverio Gómez, Ing. Aurelio Morales y ÁngelHernández, todos amantessinceros del cine.

Un homenaje de los “amantes”

Pedro Infante a 50 años de su fallecimiento

Qué más se podría decir del ídolo máximo del cine nacional,

nacido en Guamuchil, Sinaloa, que por su simpatía y sencillez, se adentró en en

el pueblo mexicano, como hijo modelo que daba todo por sus padres.

Todos querían parecerse al de la playera a rayas, la de Pepe el Toro,

en Nosotros Los pobres y Ustedes los ricos.

A pesar de los 50 años de su partida se le recuerda como si estuviera vivo.

Aunque decían que era viajero y viejero, al igual que otros,

él encontró la muerte en un viaje. Algunos han querido grabar

junto con su voz, pero no llegarán a las alturas de ídolo máximo, que sólo

comparte con El Santo de la lucha libre y el charro cantor Jorge Negrete.

Tal vez también con el creador del bolero ranchero Javier Solis y

el rey del falsete, fallecido recientemente Miguel Aceves Mejía.

A todos nuestro homenaje, pues nunca

volverán a surgir otros como ellos.

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Oriundo de Puerto Bagdad, allá cerca de Matamoros, Tamaulipas; hijo del mayor Tlahuizo, quien como buen militar, enseñó al pequeño Jaime un oficio sin aparente beneficio: rolador de tiempo completo. En su andar, Jaime López ha sido, invariablemente, observador pers-picaz, coleccionista de imágenes citadinas, de cuadros amorosos y de situaciones comunes, invisibles para la mayoría de la solitaria gente. Todas estas situaciones, Jaime las ha plasmado en más de dos centenares de canciones que han sido capturadas en un decena de discos propios y una cantidad similar de diferentes intérpretes -Cecilia Toussaint, Betsy Pecanins, Maru Enrí-quez, Eugenia León, Botellita de Jerez, Café Ta-cvba et al- le han grabado diferentes temas. Su bagaje incluye incursiones en el periodismo y la publicación de un par de libros.

Autor de canciones como 1ª. Calle de la Soledad, Tres metros bajo tierra, Ámame en un hotel, Ella empacó su bistec, Nadie va a Duran-go, Gran quinqué y de la celebérrima Chilanga Banda, que en la versión de Café Tacvba alcanzó sonado éxito. La mencionada rola es un retra-to de situaciones y personajes de la ciudad de México, pero además, tiene la peculiaridad de estar construida con un sonsonete de barrio y con un lenguaje apoyado en la letra “ch” lo cual ha hecho que esta canción se mencione para entrar a la lista de los Records Guinnes, por el número de veces que se repite la letra en el transcurso de los ocho cuartetos de esta rola, que también es el pretexto para platicar con Jaime López.

de

la

Chi langa banda

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¿CÓMO SURGIÓ CHILANGA BANDA, FUE PRODUCTO DE ALGUNA FIJACIÓN CITADINA O CREACIÓN ESPONTÁNEA? Pues tal pareciera que fue un acto espontáneo, pero yo creo que nada nace por generación es-pontánea, salvo que estuviéramos en el medievo -según dirían los que estudiaron-.

Y sí, sí recuerdo un poco la anécdota y el en-torno: a finales del ‘89 fui a casa de Margie Ber-mejo; ella quería que le hiciera una canción para su siguiente disco; platicamos, pero al final, no me quedó claro lo que ella quería. Curiosamente, al salir de su casa, ya por Reforma e Insurgentes, comencé -con el ritmo de la caminata, y aparen-temente, a propósito de nada- a hacer Chilanga Banda. Prácticamente, me la refiné, digamos, en ocho cuadras. Y pa’ variar, no iba preparado. Me acuerdo que por alguna razón traía un fólder, y creo, compré un lápiz por ahí; no sé cómo estu-vo, pero el caso es que apareció un lápiz. Digamos que cuando llegué a la casa, ya estaba hecha Chi-langa Banda con una receta aparentemente fácil: por una lado, el típico sonsonete chilango que hasta Luis Buñuel retrató (también quedó registra-do en toda la épica de Ismael Rodríguez, con Pepe el Toro). Así, pues, ya estaba dada, un poco, la to-nada, el ritmo. Lo de la “ch” se me hizo algo muy percutivo; así, con el ritmo de la caminata, empezó a salir la canción. No fue algo elaborado, ni cien-tíficamente planeado; nada más fue como estar jugando -como un dj con el scratch- con lo explo-sivo de la “ch”: fue como si trajera un bongó en el hocico; resultó, pues, de una caminata. De hecho, cuando llegué a la casa le hablé a Margie: “ya ten-go tu canción” y cuando se la enseñé, ni gestos hizo. No la incluyó en el que era su próximo dis-co; de hecho, le hice otra canción. Curiosamente, Chilanga Banda la grabó tiempo después. Ella fue la primera que la grabó realmente... bueno, no sé muy bien el dato, si fue poco antes del disco Odio Fonqui, o poco después.

En una de esas, yo tocaba en el Bugambilia, y me acuerdo que hubo una de las famosas clausuras. Llegaron varios

colegas a solidarizarse: bloqueábamos el tráfico en una parte de avenida Cuauhtémoc. Nos poníamos a cantar, para

llamar la atención, muchachas de la buena vida, gente de dudoso sexo y yo. En una ocasión, llegó Margie y me dijo:

“¿qué hacemos? vamos a echarnos la de Chilanga Banda ¿no?” “órale”. Ese fue el primer escenario de Chilanga

Banda: la calle. Prácticamente debutó parando el tráfico en Cuauhtémoc y Luz Saviñón.

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PARECE COMO UN DESIGNIO...Karmático, como dicen los orientales

...PARA QUE LE CANTARAS A LA CIUDADEs que la ciudad se me impone, no es que quiera es-cribir de ella. Cuando me preguntabas de Chilanga Banda, me di cuenta que fue una reacción en cadena hacía atrás. No sé en que momento adopté mi carta de naturalización chilanga. Pero, desde que llegué, sentí un gran aprecio por esta ciudad. Había ante-cedentes: mi padre, de joven, trabajó y vivió mucho en La Merced; entonces, para mi, el cuadrante de la Soledad me era muy familiar, porque cuando pasá-bamos por allí, mi papá siempre visitaba a sus viejos amigos. Para mí, La Merced, era algo importante. Pero también, en ese tiempo yo no les veía mucho orgullo a los capitalinos -entonces no se usaba mu-cho la palabra chilango- de ser de aquí. Como qué había un gran complejo: se pensaba que los nacidos en el DF no pertenecían a nada. Pero creo que sí hay una pertenencia. Si no del DF, al menos al barrio. Cuando estoy fuera de aquí y me encuentro a algún chilango, casi siempre le digo ¿de qué barrio eres?. Lo que no sé, pero trato de ver, es cuándo me volví chilango. Tal vez, Quítame tu comic de la vista -que viene en el disco Sesiones con Emilia- es la primera canción, que se me impuso por sí sola, para hablar

de la ciudad, más allá, de pensar en ello. Si sigo en esa ruta, 1ª. calle de la Soledad, quizá, fue la siguiente canción; y El Mequetrefe sí la hice -creo- más deliberadamente, ya llevaba 15 años aquí... aunque todavía, mi acento de la “ch” no era una “ch” tan chilanga. A esta lista agregaría, El malafacha y luego Chilanga Banda. O sea, Chilanga Banda es como la cereza en el pastelote.

NENA HAZ PATRIA, AMA A UN CHILAGO, ¿ES UNA FRA-SE, UN HOMENAJE O TU CARTA DE NATURALIZACIÓN CHILANGA? No es mi total carta de naturalización por una cosa muy curiosa: resulta que alguna vez tuve que ir a trabajar a Gua-dalajara a mediados de los ochenta -cuando explotó esa nefasta consigna de, haz patria mata a un chilango-. Estaba tocando en un lugar que yo había abierto -El Cabañas- contra viento y marea. Mientras yo tocaba, comenzaron a joderme con eso de “ya chilango, bájate”. Me hostigaron; era la época cuando se soltó esa furia anti chilanga. Este es un largo tema. Si quieres luego hablamos en otra entrevista de todos sus matices. Pero, bueno, sí me lo tomé a pecho, porque dije: esto es puro fanatismo. No fui dos años a Gua-dalajara. Pero se tenía que inventar el contraveneno -veneno contra veneno-. Cuando regresé a Guadalajara -pese a que la fobia seguía- di un concierto; me aplaudieron, pero, una manera de mandarlos a la chingada fue en el encore: al final les dije “y recuerda, haz patria, ama a un chilango. Entonces revertí el veneno, y para mí, se volvió una frase como para reivindicar, no sólo al chilango, sino a combatir todo tipo de fanatismo. Ellos mismos provocaron que yo abrazara con más ahínco mi chilanguez. Y sigo creyendo que el mexicano, a veces, es el peor enemigo del mexicano. Yo sí soy de aquí y soy de allá; y algo que aprecio del DF es que me ha hecho apreciar los lugares de donde vine, y a la vez, a tenerle un gran amor a esta ciudad. O a lo que yo me invento de esta ciudad; porque es tan explosiva y tan enorme...qué más de lo que tiene de tangible, cabe la posibilidad... de imaginarla.

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¡Ya Chole, chango chilango!

¡Qué chafa chamba te chutas!

No checa andar de tacuche

Y ¡chale! con la charola.

Tan choncho como una chinche,

más chueco que la fayuca,

con fusca y con cachiporra

te pasa andar de guarura.

Mejor yo me echo una chela

y chance enchufo una chava,

chambeando de chafirete

me sobra chupe y pachanga.

Si choco o saco chipote,

la chota no es muy molacha;

chiveando a los que machucan

se va en morder su talacha.

De noche caigo al congal.

¡No manches! dice la Changa.

Al choro del teporocho,

en chifla pasa la pacha.

Pachucos, cholos y chundos,

Chichifos y malafachas,

acá los chómpiras rifan

y bailan tíbiri tábara.

Mi ñero mata la bacha

Y canta La Cucaracha

su choya vive de chochos,

de chemo, chubi y garnacha.

Transando de arriba a abajo

a’i va la Chilanga Banda.

Chin chin si me la recuerdan,

Carcacha y se les retacha.

chi langa

banda

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fue investigado y realizado enteramente por los chamacos

durante las jornadas que bautizamos

“Ecología a su Merced”realizadas en Plaza Aguilita, durante el mes de marzo

La basura en TenochtitlanEn la época de los aztecas, Moctezuma estableció normas de higiene que evitaban la generación de basura. No compraban ni vendían fuera de los mer-cados. Evitaban comer en la calle y tirar los restos en la vía pública. Los antiguos pobladores solían tener los pies muy limpios. Los calpixque organiza-ban trabajos de limpia y los macehuales se encar-gaban de realizarlos, mientras que los topiles los supervisaban.

Si reuniéramos toda la basura generada en un año por todos los mexicanos formaríamos una montaña semejante al Ajusco, de 1700

metros de altura y 9 kilómetros de diámetro?

¡¡¡upsss!!!

¿Sabías que…

El siguiente artículo, tal como sucede normalmente en esta sección,

de los talleres Redes en Casa Talavera,

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realizadas en Plaza Aguilita, durante el mes de marzo

Primeros reutilizadores

En 1848 los pepenadores separaban de la basura, tela,vidrio y metales. Algunos los reusaban y otros los vendían.

Si reuniéramos toda la basura generada en un año por todos los mexicanos formaríamos una montaña semejante al Ajusco, de 1700

metros de altura y 9 kilómetros de diámetro?

¡¡¡upsss!!!

¿Sabías que…

La basura durante la Colonia

En 1790, debido al crecimiento de la población, el conde de Revillagigedo ordenó dividir el servicio de limpias:el centro y los barrios. Había 14 tiraderos a cielo abierto. En esa época surgieron los pepenadores.

las � erres

CASA TALAVERA | AULA DE MEDIOS | TALLER DE RADIO INFANTIL

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Coordinación: Ariane Díaz • Reporteros: Berenice García Alonso, Diana Ramírez Rivera, Jonathan Salinas Martínez,

Moisés y José Luis Torres Aguilar Acevedo

Un paseo ecológico por Cuemanco

¿Qué es una chinampa?La chinampa está hecha en lugares más bajos, son cuadros que están rellenos con tierra, tienen vara y fueron hechos por nuestros antepasados en los canales.

Sobre la fauna y la flora del lugar, nos explicó lo si-guiente: “De aves existe la garza gris, pelícanos, patos, gallareta, zambullidor, garza ganadera, garza de patas doradas, garza de cuello largo (que es la blanca) y zanates. De peces tenemos cinco especies que son introducidas

en el lago de Xochimilco: la tilapia, la mojarra, la carpa de Israel, tres escamas y el espejo. Aparte hay charal (que es nativo de xochimilco), ajolote, acosil, rana toro, rana Moctezuma (que está en peligro de extinción). Reptiles tenemos la víbora de cascabel, la culebra de agua y el cincuate, que son dos especies no venenosas. También hay ardillas y conejo de campo.

“De plantas tenemos rosas, claveles, alcatraces, gladio-las, cempasúchil, alhelíes, nubes y flor seca, entre otras”.

Como parte de las actividades de la jornada “Ecología a su Merced”, visitamos el embarcadero de Cuemancoy luego de un maravilloso recorrido en trajinera, los avispados reporteros del taller de Periodismo Infantil

aprovecharon para entrevistar a Don Rogelio, nuestro guía durante el paseo.

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Como parte de las actividades de la jornada “Ecología a su Merced”, visitamos el embarcadero de Cuemancoy luego de un maravilloso recorrido en trajinera, los avispados reporteros del taller de Periodismo Infantil

aprovecharon para entrevistar a Don Rogelio, nuestro guía durante el paseo.

¿Qué hay debajo del agua?Tenemos varias epecies de plantas acuáticas, por ejemplo: la ninfa, la lama (que muchos conocen como alga) y el lirio acuático.

También nos explicó que el agua está verde porque “la parte de abajo tiene la planta acuática que hace verde el agua (el lirio). Eso quiere decir que el agua es de mejor calidad para las espe

cies como los peces y los ajolotes”. El paseo en trajinera puede durar de una a ocho horas, dependiendo de la cantidad de kilómetros que se re-corran del canal y los lugares que se quiera visitar. El nombra trajinera viene del verbo “traer”, ya que “los ante-pasados las usaban para transportar alimentos y otras cosas para la ciudad. De ahí viene lo que es la trajinera o canoa. Anteriormente eran canoas y

con el tiempo se fue formando el servicio turístico y prestar el

servicio a la gente que necesitaba transportar

algo”, nos comenta el entrevistado. También nos cuen-ta que las trajine-ras tienen puros nombres de muje-

res, pues los dueños acostumbran ponerle

el nombre de sus hijas o de sus esposas.

-¿Cuáles son las principales actividades recreativas para los visitantes? Algunas chinampas se preparan para recibir al turista (o sea que durante el recorrido en trajinera, ésta se detiene para que los visitantes puedan bajar a comer o conocer el lugar).

El restaurante es uno de los atrac-tivos para los visitantes. Apenas se es-tán construyendo baños de temazcal. El lago y ciertos lugares con el tiempo van a ser paseos ecoturísticos.

Estas son algunas de las actividades que disfrutan

los cerca de dos millones de personas que visitan

los embarcaderos de Cuemanco y Xochimilco al año

Interesante y divertido ¿no crees?

¡Lánzate cuanto antes!

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En la calle de Talavera durante los meses de

diciembre, enero y febrero de cada año se organiza la

venta del Niño Dios. Vestiditos, Huarachitos, sillitas, y una

infinidad de objetos para vestirlo. Los clientes llegan –al

igual que en una tienda departamental de comestibles- a

seleccionar ellos mismos la mercancía. Ahí se organiza

una verdadera verbena de compradores que llegan desde

diferentes rincones de toda la República.

El éxito de una empresa dedicada a la elaboración y

producción de una deidad religiosa, -Niños Uribe S.A.

de C.V.-, como fenómeno empresarial reciente, nos lle-

va a varias reflexiones.

Monoteísmo si, pero…En la revista anual que publica esta empresa para sus clientes se pueden contar mas de cien versiones del mismo “Niño Dios”, los hay vestidos de médicos para atender males familiares, vestidos de danzantes aztecas, de Santo Niño de Atocha, negros, blancos… todo en una policromía que supera en mucho la mo-desta trinidad católica.

En la aguda crítica que hacía Nietzsche al mono-teísmo; decía que en el politeísmo estaba la libertad del espíritu humano, su multiplicidad creativa.

La doctrina de una sola deidad “es el más mons-truoso de todos los errores humanos” y en la histo-ria, las exigencias del monoteísmo absoluto resulta-ron intolerables.

Cuando Nietzsche se refiere a la “multiplicidad creativa” nos remite no sólo a la diversidad de las dei-dades en el politeísmo, sino a la asociación que éstos tenían con diferentes fenómenos y con el imaginario colectivo. En su asociación designada a cada uno de los “Niños Dios” observamos su especificidad. Un elemento de “multiplicidad creativa” que surge de una misma deidad religiosa.

Alejandro Semo

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Cada principio de año la calle Talavera es el epicentro de una inusual práctica comercial

* Macario Schettino, “El cansancio de México”

Fractal n°12, enero-abril, 1999, año 3,

volumen IV, pp. 123-149.

De ahí que no es de sorprenderse que algunos historia-dores de la religión nos digan que si bien, el concepto del Dios único constituye un hecho notable en la experiencia humana, que ninguna idea comparable surgió en otro lu-gar ni época. Este carácter repentino de la revelación mo-saica, el credo final del Sinaí, desgarró la psique humana en sus raíces más antiguas, pero nunca cuajó del todo.

Un elemento que no se debe olvidar es el profundo arraigo de las deidades indígenas de Mesoamérica, las cuales estaban muy establecidas entre la población origi-naria, de ahí que el proceso de evangelización tomó va-rias generaciones. Así por ejemplo, Tláhuac como deidad principal, es relacionado con Juan Bautista.

Economía del milagro Las deidades que mayor demanda tienen son aquellas que están asociadas al “restablecimiento del bienestar familiar e individual” (salud, empleo, etc). Es aquí donde podemos encontrar el primer eslabón para entender el éxito comer-cial de este fenómeno. Visto desde una óptica económi-ca, no es ningún secreto que la economía mexicana pasa, desde hacia varias décadas, por una grave crisis, desde los 80´s, para ser mas precisos, la cual se halla fundamental-mente asociada con la desigual distribución del ingreso, de la riqueza, y de las oportunidades. “El esquema de desarro-llo utilizado en las últimas décadas, algunas veces llamado neoliberalismo, es muy útil para reducir la inflación, pero no para generar empleos. Por cuestiones demográficas, debe-ríamos haber generado 20 millones de empleos a grosso modo desde 1980. Se crearon sólo cinco en estos veinte años. Una cantidad significativa de mexicanos, que puede alcanzar 10 millones, emigró a Estados Unidos.

Otra cantidad, no tan grande pero igualmente impor-tante, se desplazó al mercado informal”. *

Sin embargo, a mayor pauperización y empobreci-miento social, la religiosidad mística compite con la ob-tención de los bienes satisfactores fundamentales.

La Temporada Al ser una festividad que se celebra sólo durante los pri-meros meses del año, las ventas se concentran durante esa época con tasas de utilidad suficientes para no tener que dedicarse a otro tipo de actividad comercial el resto de los meses.

Un elemento que se distingue es la creación de una cadena de mayoristas que se rigen por un sistema de venta de temporada, los cuales provienen de casi todo el país; y quienes tienen ya establecidos sus clientes no sólo en las ciudades medianas, también en pequeñas pobla-ciones e incluso en rancherías.

Y al igual que las grandes compañías del vestido, “Ni-ños Uribe S.A. de C.V.-” publica una revista anual, con los diferentes “modelos” que se pueden adquirir. Se trata de una publicación cara, editada en papel couché, selección a color, a través de la cual los mayoristas tienen una excelente herramienta para impulsar sus ventas en todo el país. En la publicación se exhiben los diferentes modelos, y si bien algunos tienen un mayor arraigo tradicional, la demanda se ha diversificado.

Como decíamos antes, cuando el monoteísmo no re-sulta rentable, es mejor seguir las reglas del libremercado y ampliar la oferta. De esa manera no sólo se cumple con los postulados de Nietzsche sobre la multiplicidad creati-va, que es quizás una inveterada costumbre de nuestros pueblos, sino también –y esto a expensas de los mismos- con las pautas de la globalización. De forma significa-tiva, teología y economía se funden en este centro del comercio ciudadano, nacional e internacional, que es La Merced.

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Entrevista a Guillemina García Altamirano,la habitante más antigua del barrio

Tania Carrasco

Actualmente es huésped de un asilo para ancianos ubicado en la calle de Regina.

Sus orígenes se remontan a un 19 de enero de 1905, día en que nació en un poblado de Oaxaca.

Sus ojos, ahora cansados, han visto desenvolverse una gran parte de la historia reciente de nuestro pueblo

y todavía posee aliento y memoria para contársela a quien desee.

Esta entrevista es parte de una pequeña plática que Guillermina García Altamirano, quien con 102 años,

es la habitante más anciana de La Merced, mantuvo con Mambo.

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¿Cuánto tiempo tiene en el asilo? Llevo seis años dos meses

¿Por qué llegó aquí?Porque me trajeron del otro asilo de donde estaba, don-de estuve también seis años tres meses. Me cambié debi-do a que vivían unas viejas nopaleras (chismosas) que se orinaban debajo de la taza, y a cada rato estaba sucia de que las señoras estaban acostumbradas así. Les gustaba orinarse en el suelo.

¿Por qué llego a la Ciudad de México?Nací en Oaxaca, pero resulta que tenía una tía que era millonaria, era la hermana de mi papá. Él se fue un tiem-po con ella por negocios y tiempo después regresó por nosotros, a los quince días exactamente.

¿En qué trabajaban sus papás?Él cuidaba animales en las milpas, en el monte sembra-ban maíz, en eso trabajaba mi papá.Y mi mamá estaba en el rancho del Cerro del Águila, ella ayudaba en el ran-cho que tenían junto con mi tía , el ranchito se llamaba ”El faisan”. Tenían dos ranchos, porque habían muchos animales, uno era de mi mamá y otro de mi papá. En esos tiempos mi mamá vendía tortillas, eso fue en la época de Porfirio Díaz. En ese tiempo había vaqueros y teníamos tres que nos cuidaban cada vez que salíamos.

¿Cuántos hermanos tiene?Fuimos tres, pero se murieron y quedé siendo hija única, mi tía murió de 120 años de edad, mi mamá murió de 90 años. Mi tía era partera y ella nos llevaba a ver a sus pacientes, pero cuando era hora de los partos, mi tía no nos dejaba ver, así que cuando tuve a mi único hijo esta-ba yo muy inocente.

¿Cómo se llama?Se llama Julio Pérez, su papá fue capitán de la marina. Lo conocí en una tienda. Yo estaba con mis primas, él vivía con mi tía, ella le rentaba un cuarto. Entones yo les ayudaba en la cocina, me gustaba saber cómo cocinaban y por eso aprendí a cocinar, yo hacia las tortillas, tenía como 10 años.

¿Qué recuerda del tiempo de Porfirio Díaz?Pues recuerdo a los zapatistas de la última guerra, de esos tiempos sólo recuerdo eso.

¿Estudió usted?No, sólo estudiaron mis primas, una era enfermera y la otra licenciada. No sé por qué, pero no se me dio lo de estudiar y hasta ahorita no lo comprendo…

¿Qué recuerda del barrio de La Merced?Casi nada, cuando llegué a México casi no salía…

¿Es cierto que antes se inundaba por esta zona?Eso si me tocó, el agua llegaba medir como un metro. Antes todo esto era muy diferente, todo ha cambiado. Ya La Merced no es lo mismo de antes.Eso es lo único que recuerdo, porque tiempo después me fui a Veracruz.

¿Cuántas veces se casó?Tres veces, primero con un capitán de marina, después con otro del mismo rango. El primero me dejó por una señora fea, pero bueno, y al otro lo dejé porque su papá quiso abusar de mi, y debido a eso aprendí a manejar la pistola y me compre una calibre 38. ¡Suertudo porque si hubiera aprendido antes lo hubiera matado!

¿Qué recuerda de la música de antes?Pues me gustaba Consuelito y también Pedro Infante. Mi amor platónico fue Javier Solís. Lo conocí por Tacubaya, él trabajaba en el deshuesadero. Un día me pidió presta-dos 50 pesos y tiempo después también, pero se los re-galé. Era mi amigo, me compuso una canción que no me acuerdo cuál era, pero sí, era mi amigo. También conocí al papá de Luis Miguel, pero eso fue hace mucho…

¿Cambiando de tema, que piensa de la muerte?No me gusta pensar en la muerte, no sé por qué. Y no me gustaría vivir más porque ya viví mucho. Mi hijo casi no me visita, tiene poco que me visitó, pero no me hace mucho caso. ¿Como quiere que tenga ganas de vivir? Mejor pregunte otra cosa…

¿Cómo la tratan aquí? Bien, me gusta como me tratan. Me sacan a pasear y nos llevan a eventos como ese del monumento del águila. Nos llevan a que nos vean, vamos al doctor y me atien-den muy bien, me siento muy a gusto aquí.

¿Está enferma?Sí de mi pierna, que tengo vendada por un accidente que tuve y me dio una embolia, pero ya me estoy acos-tumbrando.

¿Tiene amigas aquí?No, porque son muy metiches, pero mis amigas son las voluntarias vicentinas que me cuidan.

¿Qué piensa usted de Dios?Que me ha ayudado mucho, y solo eso le diría…

¿En conclusión, qué consejo nos daría, o que nos quiere decir a nosotros los jóvenes, y a toda la gen-te que leerá esta entrevista?Que cuiden la ciudad, porque hay mucha delincuencia. No se compara con la ciudad de antes… y que sean mas respetuosos, y eso sería lo que les recomendaría.

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donde se arrodillan los valientes

Alfredo Roque

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En la antigua barriada

de La Merced, situada al oriente de la capital, que fue, es y será el rincón más típico y evocador del México viejo y anecdótico, se conservan, a pesar de los años, leyendas y tradiciones llenas de encanto, de las andanzas y haza-ñas de aquellos tipos sui generis, de los que se han tomado sucesos nove-lescos y cuentos floridos: allí es el lu-gar folclórico por excelencia de la ciu-dad, donde sentaron sus reales, desde inmemoriales tiempos, el legendario y simpático “aguador”, el velero, “el cabecero” (vendedor de cabezas de horno), el dulcero, y el mexicanísimo tipo de la “china”, la desaparecida mujer de pelo en pecho , que el vulgo llamó “La Chintlatlahua” (araña). Por las tortuosas calles y callejas del barrio “ponía de uñas” a todos los vecinos al zarandear su grácil y provocativo cuerpecito emperifollado con limpísi-ma camisa, muy bordada y perfumada con “pachuli”, arremolinándolo den-tro de “las enaguas de castor”, con su talle semiarrebujado en el finísimo re-bozo “palomo” de Santa María, que revoleaba con sus manos, y con movi-mientos lentos de cabeza hacía que se agitara su abrillantada cabellera, de la que pendían dos gruesas trenzas que caían sobre sus desnudos hombros.

Allí, como decíamos, donde hace muchos años (y ahora también) reñían y se mataban los valentones de Man-zanares, por “ellas”, por su cariño y por sus desdenes. Donde también “ellos” mandaban “al otro barrio”, de certera cuchillada, “por quítame estas pajas”, al incauto que se atre-vía tan siquiera a toser a su lado. Allí, en el punto estratégico de la barriada famosa y legendaria, se levantó, con probabilidad, desde fines del siglo XVIII, una original y atractiva cons-trucción religiosa, verdadera “mone-ría” arquitectónica sin advocación re-conocida, pero llamada por las gentes “Capilla de Manzanares” que fue edi-ficada como monumento votivo.

“Nimbado” -valga el vocablo- por las antiguas calles de Manzanares (primera y segunda), callejón de Pita

Azul y la Plaza Pacheco, se halla un coqueto edificio afectando una plan-ta en forma trapezoidal, a causa que por su costado izquierdo cruzaba uno de tantos canales que corrían desde La Viga.

El interesantísimo edificio es uno de los tipos más completos y acaba-dos que existen del estilo “churrigue-resco-mexicano” de los fines del siglo XVIII, o quizás de principios del siglo siguiente. En el valioso plano de la Ciudad de México levantado por Gar-cía Conde en el año de 1793, no se encuentra señalada la capilla, razón para afirmar que su construcción es posterior a ese año. Ostenta un par de campanarios, más bien torres, detalle

rarísimo, tratándose de capillas, que no tienen esa concesión. Tiene una hermosa portada barroca y la cúpula asentada sobre pequeño tambor. El interior tiene todas las apariencias de iglesia mayor que la hacen más intere-sante y misteriosa.

Hoy día, La Capilla de Manzanares se encuentra escondida entre los va-riados puestos del comercio informal y las ruidosas piqueras, a su alrededor, al poniente de la calle de Circunvala-ción o Eje 1 Oriente, vive sumida entre el constante ir y venir de comprado-res, vendedores, adoradores del dios Baco, uno que otro amigo de lo ajeno, las infaltables vendedoras de caricias y algo más...

Hoy, esos espacios son lugares que tienen por función ser un oasis para las gargantas aventureras y los que van a ocupar a las damiselas o simplemente a echar “un taco de ojo” o a matar el tiempo. Este lugar vive casi todos los días del año, con excepción del día de el festejo del Señor de la Humildad, que se celebra en la Capilla de Manza-nares en el mes de agosto.

La fiesta que se celebra en el mes de agosto ha tenido varios cam-bios desde su inicio, allá por los años setentas cuando el capellán Rafael Rodríguez construye la actual casa parroquial, se formó la comisión de festejos formado entre otros por, la familia Rodríguez. Después se formó una junta de festejos, encargada de recolectar fondos para la fiesta entre las personas que cooperaban para el festejo. Cabe destacar el apoyo de la señora Guillermina Rico, líder de los comerciantes de la antigua Merced, quien no sólo ayudaba a la capilla de Manzanares, sino a las iglesias de lugares cercanos por medio de do-nativos al decir de la gente “era una persona generosa que cooperaba con sus agremiados a darle realce a la fiesta del Señor de la Humildad, año con año hasta la fecha de su muer-te, hasta la fecha en cada festejo se le recuerda con cariño aún por los que no la conocieron. La fiesta consiste en las tradicionales mañanitas, la misa de tres ministros, acompañada por los mariachis y su colorida música, los danzantes o grupos de danza tradi-cional. Luego, una comida para toda la comunidad, pasando después a la función de lucha libre. El baile que no puede faltar, ni los fuegos artificiales que dan estruendo y luz a esta zona de la Merced.

Así transcurre la vida por este ca-chito de nuestro pasado que por mo-mentos sale al presente y se niega a caer en el olvido ...

FUENTES DE INFORMACION* Iglesias y conventos coloniales de

México, por Lauro E. Rusell.* Entrevista a los capellanes más recientes

de la capilla.

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CasaTalavera

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Responsable de Casa Talavera Emma Messeguer

Diseño Gráfico Alejandra Galicia Viñetas Paola Cabrera

Apoyo logístico Nadia García, Joaquín Aguilar y Maricela Iñíguez

Consejo asesor Ing. José Luis Arteaga, Daniel Manrique, Javier Roca,

Jorge González Torres, Antonio Ruíz, José Bustamante, Luis Damián Ruiz,

Fernando Monroy Paulín, Jorge Sahagún, Alberta Hernández Arrieta,

Dora Alicia, Norma Moreno Lara, Fernando Roa López

d i r e c t o r i o d i r e c t o r i o

julio.07

agosto.07

PROGRAMACIÓN

CINE-CLUB DE CASA TALAVERACiclo de Cine Mexicano dedicadoa Libertad Lamarque• Canta Mi Corazón, México 1965, miércoles 4, 16:00 hrs.• Reportaje, México 1953, miércoles 11, 16:00 hrs.• La Loca, México 1952, miércoles 18, 16:00 hrs.• Gran Casino, México 1946, miércoles 25, 16:00 hrs.

TARDES DE EXPERIENCIAS SONORASJueves 19, 18 hrs.Ensamble Galileo, musica sefardí,virreynal y del renacimiento

EXPOSICIONESJueves 12, 17 hrs.Galería PrincipalTaller de Pintura de Casa Talavera a cargo del Mtro. José BustamanteViernes 13 de Julio, 18 hrs.Presentación de la Revista Ruptura con su director Juan Carlos Ramírez Mosqueira e invitados.

CASA TALAVERATalavera núm. 20esquina República deEl Salvador, Col. Centro,Delegación Cuauhtémoc.Tels. 5542 9963 y 5542

23 y 24Cuarto Festival de PerformanceSerie performática Conferencias

Cine-ClubTodos los miércoles 16:00 hrs.

REDES-AZTZALOATaller de Periodismo InfantilImparte la periodista Elda MacedaDirigido a niños y jóvenes de 10 a 16 años. Únicamente ,Sábados 23 y 30 de Junio y sábado 7 de JulioCupo Limitado a 12 niñosHorario de 10:00 a 12:00 hrs.

Eje temático del mes en Redes-Atzaloa Los Derechos del Corazón

Informes Casa Talavera 55 42 99 63 y 55 22 78 34

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continuará...

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