Manifiesto Por La Filosofía

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  • 8/19/2019 Manifiesto Por La Filosofía

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    Badiou, Manifiesto por la FilosofíaTítulo original de la obra:Manifeste pour la philosophie.Traducción de Victoriano Alcantud.

    © Editions du eiul, !"#"Ediciones $%tedra, . A., !""&.'osefa Valc%rcel, (). (#&()*Madrid+epósito egal: M. (".)-)*!""&B/: #0*1)2*&"(#*1.

    Alain Badiou

    Manifiesto por la filosofía.

    3ndice.

    !. 4osibilidad.(. $ondiciones.1. Modernidad0. 5eidegger considerado co6o lugar co67n-. 8/ihilis6o.

    2. uturas.). a edad de los poetas.#. Aconteci6ientos.". 4roble6as.!&. 9esto platónico.!!. 9enrico.

    ;"<!. 4osibilidad.

    /o ha= 6uchos filósofos >i>os en Francia ho= en día, aun?ue ha=a sin duda 6%s ?ue en otros países. e podrían contar f%cil6ente con los dedos de las dos6anos. i considera6os filósofos a a?uellos ?ue proponen para nuestro tie6po enunciados singulares, identificables, = si ignora6os por lo tanto a losco6entadores, a los indispensables eruditos = a los >anos ensa=istas, nos ?ueda6os con una escasa decena.8+ie@ filósofos 8 6%s bien CfilósofosD 4ues lo etrao es ?ue en su 6a=oría dicen ?ue la filosofía es i6posible, est% acabada, delegada a sí 6is6a.aucoue*abarthe por eGe6plo: CHa no ha= ?ue tener deseo de filosofía.D H casi al 6is6o tie6po =otard: Ca filosofía co6o ar?uitectura est% arruinada.D84ero acaso pode6os concebir una filosofía ?ue no sea de alg7n 6odo ar?uitectónica Ina Cescritura de ruinasD, una C6icrologiaD, una paciencia delCgraffitiD J6et%foras para =otard del estilo de pensa6iento conte6por%neoK, 86antienen con la CfilosofíaD, sea cual sea el sentido en ?ue la to6e6os, unarelación distinta de la pura ho6oni6ia Ade6%s: 8nuestro autor 6uerto 6%s insigne, acan, no se consideraba CantifilósofoD 8H có6o interpretar ?ue=otard no pueda e>ocar el destino de la 4resencia 6%s ?ue en el co6entario de los pintores, ?ue el 7lti6o gran ;!&< libro de +eleu@e sea sobre cine, ?ueacoue*abarthe Jo en Ale6ania 9ada6erK se consagren a la anticipación potica de $elan, o ?ue +errida recurra a 9enet $asi todos nuestros CfilósofosD

    andan en busca de una escritura des>iada, de soportes indirectos, de referentes oblicuos. 4retenden así ocupar, 6ediante una transición e>asi>a, el lugarsupuesta6ente inhabitable de la filosofía. H en el centro de este des>ío Lel sueo angustiado de ?uien no es poeta, ni cre=ente, ni CGudíoD...L nosencontra6os con ?ue se a>i>a la inti6ación brutal concerniente al co6pro6iso nacional*socialista de 5eidegger: ante el Guicio al ?ue esta poca nos intentaso6eter, tras la lectura del epediente de este Guicio, cu=os argu6entos principales son ol=6a = AuschNit@, nuestros filósofos, ech%ndose el siglo sobre lasespaldas, = final6ente todos los siglos desde 4latón, han decidido declararse culpables. /i los científicos, tan raras >eces sentados en el ban?uillo, ni los6ilitares, ni tan si?uiera los políticos han considerado ?ue las 6asacres de este siglo afectaran seria6ente a su gre6io. os sociólogos, los historiadores, lospsicólogos, todos 6edran en la inocencia. Tan sólo los filósofos han interiori@ado ?ue el pensa6iento, su pensa6iento, trope@aba con los crí6enes históricos= políticos de este siglo, = de todos los siglos de los ?ue ste procede, a la >e@ co6o obst%culo a toda continuación = co6o tribunal de una feloníaintelectual colecti>a e histórica./atural6ente podría6os pensar ?ue ha= de6asiado orgullo en esta singulari@ación filosófica de la intelectualidad del cri6en. $uando =otard otorga aacoue*abarthe Cla pri6era deter6inación filosófica del na@is6oD, da por supuesto ?ue dicha deter6inación pueda ser co6petencia de la filosofía. ine6bargo, esto puede ser todo lo ?ue se ?uiera 6enos e>idente. abe6os, por eGe6plo, ?ue la Cdeter6inaciónD de las le=es del 6o>i6iento no es enabsoluto co6petencia de la filosofía. ;!!< ostengo por 6i parte ?ue incluso el antiguo proble6a del ser*en*tanto*?ue*ser no es co6petencia eclusi>a6entesu=a: es un proble6a del ca6po 6ate6%tico. Es pues i6aginable ?ue la deter6inación del na@is6o, por eGe6plo del na@is6o co6o política, est sustraídapor principio a la for6a específica de pensa6iento ?ue, desde 4latón, 6erece el no6bre de filosofía. /uestros 6odestos partidarios del i6passe de lafilosofía podrían 6antener, detentar, la prosecución de la idea seg7n la cual CtodoD es co6petencia de la filosofía. Ahora bien, r ha= ?ue reconocer ?ue elco6pro6iso nacional*socialista de 5eidegger fue uno de los resultados de este totalitaris6o especulati>o. 8Ou hi@o en efecto 5eidegger sino presu6ir ?uela Cdecisión resueltaD del pueblo ale6%n, encarnada por los na@is, era transiti>a a su pensa6iento de profesor her6eneuta 4lantear ?ue la filosofía es L=ella solaL responsable de los a>atares, subli6es o repugnantes, de la política en este siglo, es algo así co6o la astucia de la ra@ón hegeliana en lo 6%sínti6o del dispositi>o de nuestros antidialcticos. Es sostener la eistencia de un espíritu del tie6po, una deter6inación esencial cu=o principio de captura =concentración es la filosofía. $o6ence6os 6%s bien por i6aginar ?ue, por eGe6plo, el na@is6o no es en sí un obGeto posible de la filosofía, ?ue no se

    encuentra entre las condiciones ?ue el pensa6iento filosófico es capa@ de configurar en su orden propio. Oue no es un aconteci6iento para estepensa6iento. o ?ue no significa en absoluto ?ue sea i6pensable.4or?ue donde el orgullo se torna en peligrosa carencia, es cuando, del aio6a ?ue asigna a la filosofía la responsabilidad de los crí6enes del siglo, nuestrosfilósofos conclu=en si6ult%nea6ente el i6passe de la filosofía = el car%cter i6pensable del cri6en. El i6passe es en efecto flagrante para ?uien supone ?uedebe6os ponderar filosófica6ente la eter6inación de los Gudíos de ;!(< Europa desde el interior del pensa6iento de 5eidegger. ólo se e>itar% eponiendo?ue ha= en ello algo i6pensable, ineplicable, un esco6bro para cual?uier concepto. e estar% dispuesto a sacrificar incluso la filosofía para sal>ar elorgullo: puesto ?ue la filosofía debe pensar el na@is6o = sin e6bargo se 6uestra incapa@ de ello, lo ?ue ocurre es ?ue lo ?ue debe pensar es i6pensableP lafilosofía se encuentra así atra>esando un i6passe. 4ropongo sacrificar el i6perati>o = decir: si la filosofía es incapa@ de pensar la eter6inación de losGudíos de Europa, es por?ue no est% ni en su deber, ni en su poder, pensarlo. 4or?ue hacer este pensa6iento efecti>o recae en otro orden del pensa6iento.4or eGe6plo, en el pensa6iento de la historicidad, es decir de la 5istoria ea6inada desde la política./unca resulta real6ente 6odesto enunciar un CfinalD, un tr6ino, un i6passe social. El anuncio del Cfinal de los grandes relatosD es tan in6odesto co6o elgran relato 6is6o, la certe@a del Cfinal de la 6etafísicaD se 6ue>e en el ele6ento 6etafísico de la certe@a, la desconstrucción del concepto de suGeto eigeuna categoría central Lel ser, por eGe6ploL cu=a prescripción historial es a7n 6%s deter6inante, etc. Transida por lo tr%gico de su obGeto supuesto Llaeter6inación, los ca6pos de concentraciónL la filosofía transfigura su propia i6posibilidad en postura proftica. e adorna con los so6bríos colores deltie6po, sin percatarse de ?ue esta esteti@ación ta6bin es un perGuicio infligido a las >icti6as. a prosopope=a contrita de la ab=ección es tanto unapostura, una i6postura, co6o la caballería tro6petera de la parusía del Espíritu. El final del Final de la 5istoria est% cortado del 6is6o pao ?ue este Final.Ina >e@ deli6itado lo ?ue est% en Guego en la filosofía, el pathos de su CfinalD deGa lugar a otra cuestión, la de sus condiciones. /o sostengo ?ue la filosofíasea posible ;!1< en todo 6o6ento. 4ropongo ea6inar en general en ?u condiciones lo es, confor6e a su destino. A lo ?ue no ha= ?ue dar crdito sin pre>ioea6en es a ?ue las >iolencias de la historia puedan interru6pirla. ería conceder una etraa >ictoria a 5itler = a sus esbirros, declararlos directa6entecapaces de haber introducido lo i6pensable en el pensa6iento, = haber así re6atado la cesación de su eGercicio estructurado. 85a= ?ue conceder estare>ancha, tras su aplasta6iento 6ilitar, al anti*intelectualis6o fan%tico de los na@is 8El pensa6iento, político o filosófico, es real6ente incapa@ de

    ponderar a?uello ?ue se proponía ani?uilarlo o digo tal co6o lo pienso: sería 6atar por segunda >e@ a los Gudíos, si su 6uerte fuera la causa del final dea?uello a lo ?ue han contribuido decisi>a6ente, política re>olucionaria de un lado, filosofía racional del otro. a piedad 6%s esencial en consideración a las>ícti6as no puede residir en el estupor del espíritu, en la >acilación autoacusadora frente al cri6en. Qeside, sie6pre, en la continuación de a?uello ?ue losha designado co6o representantes de la 5u6anidad a los oGos de los >erdugos./o sólo 6antengo ?ue la filosofía es ho= posible, sino ade6%s ?ue esta posibilidad no tiene la for6a de la tra>esía de un final. e trata, al contrario, de

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    saber lo ?ue ?uiere decir: dar un paso 6%s. In sólo paso. In paso en la configuración 6oderna, ?ue >incula, desde +escartes, a las condiciones de lafilosofía los tres conceptos nodales ?ue son el ser, la >erdad = el suGeto.

    ;!-<(. $ondiciones.

    a filosofía tu>o un co6ien@o, no ha eistido en todas las configuraciones históricas, su 6odo de ser es la discontinuidad, tanto en el tie6po co6o en elespacio. +ebe6os suponer por lo tanto ?ue eige condiciones particulares. i considera6os las di>ergencias ?ue eisten entre las ciudades griegas, las6onar?uías absolutas del ccidente cl%sico, = las sociedades burguesas = parla6entarias, es ob>io ?ue toda esperan@a de deter6inar las condiciones de lafilosofía a partir del 7nico @ócalo obGeti>o de las Cfor6aciones socialesD, o incluso a partir de los grandes discursos ideológicos, religiosos, 6íticos, est%abocada al fracaso. as condiciones de la filosofía son trans>ersales, se trata de procedi6ientos unifor6es, reconocibles a distancia, = cu=a relación con elpensa6iento es relati>a6ente in>ariable. El no6bre de esta in>ariación es e>idente: se traía del no6bre C>erdadD. os procedi6ientos ?ue condicionan a lafilosofía son los procedi6ientos de >erdad, reconocibles co6o tales en su repetición. Ha no pode6os creernos los relatos por los ?ue un grupo hu6anoconfiere encanto a su origen o su destino. abe6os ?ue el li6po es sólo una col6a, = ?ue el $ielo no est% lleno 6%s ?ue de hidrógeno o de helio. ine6bargo, de6ostra6os ho= en día ?ue la sucesión de los n76eros pri6os es ili6itada eacta6ente ;!2< co6o en los Ele6entos de Euclides, no nos cabeduda ?ue Fidias sea un gran escultor, la de6ocracia ateniense es un in>ento político cu=o te6a nos ocupa a7n, = co6prende6os ?ue el a6or designa lacircunstancia de un +os donde el suGeto est% transido le=endo a afo o a 4latón igual ?ue le=endo a $orncille o a BecRett./o obstante, todo esto no ha eistido sie6pre. 5a= sociedades sin 6ate6%ticas, otras cu=o CarteD, en alian@a con funciones sagradas obsoletas, nos resultaopaco, otras donde el a6or est% ausente o es indecible, otras por 7lti6o donde el despotis6o nunca cedió a la in>ención política, = ni si?uiera toleró ?ue talin>ención fuera pensable. Toda>ía 6enos puede suponerse ?ue estos procedi6ientos ha=an eistido sie6pre conGunta6ente. i 9recia >io nacer la filosofía,no es en >erdad por?ue detentara lo agrado en el recurso 6ítico del poe6a, o por?ue lo >elado de la 4resencia le fuera fa6iliar en la guisa de unadeclaración esotrica sobre el er. /u6erosas son las ci>ili@aciones antiguas ?ue han procedido al depósito sagrado del ser en el proferi6iento potico. asingularidad de 9recia es 6%s bien la de haber interru6pido el relato de los orígenes por la declaración laici@ada = abstracta, la de haber 6er6ado elprestigio del poe6a por el del 6ate6a, la de haber concebido la $iudad co6o un poder abierto, disputado, >acante, = la de haber lle>ado a la escenap7blica las tor6entas de la pasión.a pri6era configuración filosófica ?ue se propone disponer estos procedi6ientos, el conGunto de estos procedi6ientos, en un espacio conceptual 7nico,testi6oniando así en el pensa6iento ?ue son co6posibles;!a el no6bre de 4latón. C/o entre a?uí ?uien no sea geó6etraD, prescribe el6ate6a co6o condición de la filosofía. El despido doloroso de los poetas, desterrados de la ciudad a causa de sus cualidades i6itati>as Lentenda6os: decaptura de6asiado sensible de la deaL, indica a la >e@ ?ue el poe6a est% en tela de Guicio, = ?ue ha= ?ue confrontarlo a la ineluctable interrupción delrelato. El Ban?uete o el Fedón articulan a6or = >erdad en tetos insuperables. 4or 7lti6o, la in>ención política est% argu6entada co6o tetura 6is6a del

    pensa6iento: al final del libro " de la Qep7blica, 4latón indica epresa6ente ?ue su $iudad ideal no es ni un progra6a, ni una realidad, =a ?ue la cuestiónde saber si eiste o puede eistir es indiferente =, por lo tanto, no se trata a?uí de política, sino de política co6o condición del pensa6iento, de lafor6ulación intrafilosófica de las ra@ones por las cuales no ha= filosofía sin ?ue la política tenga el estatuto real de una in>ención posible.4lanteare6os pues ?ue ha= cuatro condiciones de la filosofía, = ?ue la falta de una sola arrastraría su disipación, así co6o la e6ergencia de su conGuntocondicionó su aparición. Estas condiciones son: el 6ate6a, el poe6a, la in>ención política = el a6or. la6are6os a estas condiciones procedi6ientosgenricos, por ra@ones sobre las cuales >ol>er 6%s adelante = ?ue son centrales en El er = el Aconteci6iento;(erdades Jsólo ha= >erdadcientífica, artística, política o a6orosaK. 4ode6os decir por lo tanto ?ue la filosofía tiene co6o condición el ?ue eistan >erdades en cada uno de losórdenes donde stas son atestiguables.;!#< Encontra6os en tal caso dos proble6as. En pri6er lugar, si los procedi6ientos de >erdad son las condiciones de la filosofía, ello significa ?ue por ella6is6a no produce >erdades. +e hecho, esta situación es bien conocida: 8?uin puede citar un sólo enunciado filosófico del ?ue tenga sentido decir ?ue esC>erdaderoD 4ero entonces 8?u es eacta6ente lo ?ue est% en Guego en la filosofía En segundo lugar, asu6i6os ?ue la filosofía es CunaD, por el hecho de?ue es lícito hablar de ClaD filosofía, de reconocer un teto co6o filosófico. 8Ou relación 6antiene esta presunta unidad con la pluralidad de lascondiciones 8$u%l es este nudo del cuatro Jlos procedi6ientos genricos, 6ate6a, poe6a, in>ención política = a6orK = del uno Jla filosofíaK Vo= a 6ostrar?ue estos dos proble6as tienen una 6is6a respuesta, contenida en la definición ?ue considera la filosofía co6o >eracidad inefecti>a baGo condición de laefecti>idad de lo >erdadero.os procedi6ientos de >erdad, o procedi6ientos genricos, se distinguen de la acu6ulación de saberes por su origen de aconteci6iento;1erdad. o paradóGico de una >erdad estriba en ?ue es al 6is6o tie6po una no>edad, por lo tanto algo raro, ecepcional, = ?ue ade6%s, por tocar alser 6is6o de lo ?ue ella es >erdad, es ta6bin lo 6%s estable, 6%s prói6o, ontológica6ente ;!"< hablando, al estado de cosas inicial. El trata6iento deesta paradoGa eige largos = profundos desarrollos, pero lo ?ue est% claro es ?ue el origen de una >erdad pertenece al orden del aconteci6iento.

    la6are6os CsituaciónD, para abre>iar, a un estado de cosas, una 6ultipicidad cual?uiera. 4ara ?ue se despliegue un procedi6iento de >erdad relati>o a lasituación, hace falta ?ue un aconteci6iento puro suple6ente esta situación. Este suple6ento no es ni no6brable, ni representable por los recursos de lasituación Jsu estructura, la lengua establecida ?ue no6bra los tr6inos, etc...K. Est% inscrito por una no6inación singular, la puesta en Guego de unsignificante de 6%s. H son los efectos en la situación de esta puesta en Guego de un no6bre*de*6%s los ?ue >an a tra6ar un procedi6iento genrico =disponer la suspensión de una >erdad de la situación. 4ues de entrada, si ning7n aconteci6iento la suple6enta, no ha= ninguna >erdad en la situación. óloha= lo ?ue lla6o su car%cter >erídico;0erídicos, es posible ?ue ad>enga una >erdad, desde el 6o6ento en?ue un aconteci6iento ha encontrado su no6bre supernu6erario.a tarea específica de la filosofía es proponer un espacio conceptual unificado, donde encuentren su lugar las no6inaciones de aconteci6ientos ?ue sir>ende punto de partida a los procedi6ientos de >erdad. a filosofía busca reunir todos los no6bres*de*6%s. Trata, en el pensa6iento, el car%cter co6posible delos procedi6ientos ?ue la condicionan. /o establece ninguna >erdad, pero dispone un lugar de las >erdades. $onfigura los procedi6ientos genricos por6edio de una acogida, un abrigo edificado con respecto a su si6ultaneidad dispar. a filosofía se propone pensar su tie6po por la puesta*en*lugar*co67n;(&< del estado de los procedi6ientos ?ue la condicionan. us operadores, cuales?uiera ?ue sean, tienden sie6pre a pensar CconGunta6enteD, a configuraren un eGercicio de pensa6iento 7nico la disposición histórica del 6ate6a, del poe6a, de la in>ención política = del a6or Jo estatuto de aconteci6iento del+osK. En este sentido, es cierto ?ue la 7nica cuestión de la filosofía es la de la >erdad, no por?ue produ@ca ninguna, sino por?ue propone un 6odo de accesoa la unidad de un 6o6ento de las >erdades, un e6pla@a6iento conceptual en donde se refleionan co6o co6posibles los procedi6ientos genricos.4or supuesto, los operadores filosóficos no deben ser entendidos co6o su6as, totali@aciones. El car%cter heterogneo = de aconteci6iento de los cuatrotipos de procedi6ientos de >erdad eclu=e total6ente su alinea6iento enciclopdico. a enciclopedia es una di6ensión del saber, no de la >erdad, la cualaguGerea el saber. ncluso no sie6pre es necesario ?ue la filosofía 6encione los enunciados, o estados locales, de los procedi6ientos genricos. osconceptos filosóficos tra6an un espacio general en el cual el pensa6iento accede al tie6po, a su tie6po, a condición de ?ue los procedi6ientos de >erdadde este tie6po encuentren en l el abrigo de su co6posibilidad. a 6et%fora adecuada no es pues del registro de la adición, ta6poco de la refleiónsiste6atica. Es 6%s bien la de una libertad de circulación, un 6o>er*se del pensa6iento en el ele6ento articulado de un estado de sus condiciones. En el

    6edio conceptual de la filosofía, figuras locales tan intrínseca6ente heterogneas co6o pueden serlo las del poe6a, el 6ate6a, la in>ención política = ela6or son re6itidas, o re6itibles, a la singularidad del tie6po. a filosofía pronuncia, no la >erdad, sino la co=untura Les decir la conGunción pensableL delas >erdades.+ado ?ue la filosofía es un eGercicio de pensa6iento ;(!< en la brecha del tie6po, una torsión reflei>a sobre lo ?ue la condiciona, se sostienefrecuente6ente en condiciones precarias, nacientes. e institu=e en las in6ediaciones de la no6inación inter>iniente por lo cual un aconteci6ientoengancha un procedi6iento genrico. o ?ue condiciona una gran filosofía, por oposición a los saberes instituidos = consolidados, son las crisis, aperturas =paradoGas de la 6ate6%tica, las sacudidas en la lengua potica, las re>oluciones = pro>ocaciones de la política in>entada, las >acilaciones de la relaciónentre los dos seos. Anticipando en parte el espacio de acogida = abrigo en el pensa6iento por estos procedi6ientos fr%giles, disponiendo co6o co6posiblestra=ectorias cu=a si6ple posibilidad no est% a7n fir6e6ente establecida, la filosofía agra>a los proble6as. 5eidegger tiene ra@ón al escribir ?ue Ces en>erdad la tarea autntica de la filosofía agra>ar = sobrecargar el ser*ahí JhistorialKD por?ue Cla agra>ación es una de las condiciones funda6entales decisi>aspara el naci6iento de todo lo ?ue es grandeD. +eGando a un lado los e?uí>ocos de la Cgrande@aD, con>endre6os en ?ue la filosofía sobrecarga lo posible delas >erdades por su concepto de co6posible. a filosofía tiene por función Cagra>anteD disponer los procedi6ientos genricos en la di6ensión, no de supensa6iento propio, sino de su historicidad conGunta.Qespecto al siste6a de sus condiciones, cu=o de>enir dispar configura la filosofía 6ediante la construcción de un espacio de los pensa6ientos del tie6po, lafilosofía sir>e de pasaGe entre la efecti>idad de procedi6iento de las >erdades = la libre cuestión de su ser te6poral.

    ;(1<1. Modernidad.

    os operadores conceptuales 6ediante los ?ue la filosofía configura sus condiciones sit7an, en general, el pensa6iento de su tie6po baGo el paradig6a deuna o >arias de sus condiciones. In procedi6iento genrico, prói6o al e6pla@a6iento de su aconteci6iento de origen, o confrontado a los i6passes de supersistencia, sir>e de referente principal para el despliegue de la co6posibilidad de las condiciones. Así, en el conteto de la crisis política de las ciudadesgriegas = del replantea6iento Cgeo6tricoD Ltras EudooL de la teoría de las 6agnitudes, 4latón e6prende la tarea de hacer de las 6ate6%ticas = de lapolítica, de la teoría de las proporciones = de la $iudad co6o i6perati>o, los referentes aiales de un espacio de pensa6iento cu=a función de eGercicio

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    interrupción platónica del relato potico = 6etafórico por la paradig6%tica ideal del 6ate6a, 5eidegger la interpreta corno la orientación inaugural deldestino del ser hacia el ol>ido de su eclosión, el desposei6iento de su apropiación inicial en la lengua potica de los griegos. +el 6is6o 6odo se puede decir?ue la ascensión hacia el origen, tal co6o recibe ho= su condición del decir de los poetas, retorna al decir de los poetas griegos, de los pensadores*poetaspreplatónicos ?ue 6antenían a7n la tensión de la apertura = la eclosión >elada del ser.2. El triple 6o>i6iento del pensa6iento es pues: to6a de condición en el decir de los poetas, ascensión interpretati>a hacia el >iraGe platónico ?ue ordenala poca 6etafísica del ser, = egesis del origen presocr%tico ;11< del pensa6iento. Este triple 6o>i6iento per6ite enunciar la hipótesis de un retorno delos +ioses, de un aconteci6iento donde el peligro 6ortal al ?ue la >oluntad ani?uiladora epone al ho6bre Lese funcionario de la tcnicaL sería superado oconGurado por un resguardo del ser, una re*eposición al pensa6iento de su destino co6o apertura = eclosión, = no co6o fondo sin fondo de la disponibilidaddel ente. Esta suposición de un retorno de los +ioses puede ser enunciada por el pensa6iento ?ue instru=en los poetas, pero no puede e>idente6ente seranunciada. +ecir Ctan sólo un +ios puede sal>arnosD significa: el pensa6iento instruido por los poetas, educado por el conoci6iento del >iraGe platónico,reno>ado por la interpretación de los presocr%ticos griegos, puede sostener, en el cora@ón del nihilis6o, la posibilidad sin >ía ni 6edios decibles de unaresacrali@ación de la Tierra. Cal>arD no se entiende a?uí en su acepción dbil de un suple6ento de al6a. Cal>arD ?uiere decir: apartar al ho6bre = a laTierra del ani?uila6iento, ani?uila6iento ?ue en la figura ter6inal tcnica de su destino el ser tiene por ser de ?uerer. El +ios del ?ue se trata es el ?ueaparta de un destino. /o se trata de sal>ar el al6a, sino de sal>ar el ser, = de sal>arlo de lo 7nico ?ue puede ponerlo en peligro, l 6is6o, en la i6placableprescripción ter6inal de su historicidad. Esta sal>ación en el ser de si para sí i6pone ?ue se >a=a al etre6o del desa6paro, al etre6o pues de la tcnicapara arriesgar el aparta6iento, pues no es sino en lo 6as etre6o del peligro donde crece ta6bin lo ?ue sal>a.

    ;1-<-. 8/ihilis6o

    /o ad6itire6os ?ue la palabra CtcnicaD, ni si?uiera haciendo resonar el griego UWX, sea apta para designar la esencia de nuestro tie6po, ni ?ue ha=aninguna relación 7til para el pensa6iento entre Cre6o planetario de la tcnicaD = Cnihilis6oD. as 6editaciones, suputaciones = diatribas sobre la tcnica,por etendidas ?ue estn, no son 6enos unifor6e6ente ridiculas. H ha= ?ue decir en >o@ alta lo ?ue 6uchos heideggerianos refinados piensan en >o@ baGa:los tetos de 5eidegger sobre este te6a no escapan en absoluto a este nfasis. a Csenda del bos?ueD, el oGo claro del ca6pesino, la de>astación de latierra, el enrai@a6iento en el e6pla@a6iento natural, la eclosión de la rosa, todo ese pathos, desde Vign= JCen este toro de hierro ?ue hu6ea = bra6a, elho6bre ha 6ontado de6asiado prontoDK hasta nuestros publicistas pasando por 9eorges +uha6el = 9iono, no esta entreteGido 6%s ?ue con nostalgiareaccionaria. El car%cter estereotipado de estas ru6ias, ?ue entran dentro de lo ?ue Mar lla6aba Csocialis6o feudalD es, por otra parte, la 6eGor pruebade su escaso sentido pensable.i tu>iera ?ue decir algo sobre la tcnica, cu=a relación con las eigencias conte6por%neas de la filosofía es bastante pobre, sería 6%s bien la6entar ?uesea a7n ;12< tan 6ediocre, tan tí6ida. YTantos instru6entos 7tiles faltan o eisten sólo en >ersiones torpes e incó6odasZ Tantas a>enturas i6portantes se

    estancan, o >ienen del Cla >ida es de6asiado lentaD, por eGe6plo la eploración de los planetas, la energía por fusión ter6onuclear, el ingenio >olador paratodos, las i6%genes en relie>e en el espacio... í, ha= ?ue decir: CYeores tcnicos, toda>ía otro esfuer@o si real6ente ?uieren el reino planetario de latcnicaZD. Ina escase@ tcnica, una tcnica a7n 6u= @afia, tal es la >erdadera situación: el reinado del capital frena = si6plifica la tcnica, cu=as>irtualidades son infinitas.Es ade6%s total6ente inadecuado presentar la ciencia en el 6is6o registro, en cuanto al pensa6iento se refiere, ?ue la tcnica. Es cierto ?ue entre ciencia= tcnica eiste una relación de necesidad, pero esta relación no i6plica ninguna co6unidad de esencia. os enunciados ?ue pregona la Cciencia 6odernaDco6o el efecto, incluso el efecto principal, del reino de la tcnica son indefendibles. i se considera, por eGe6plo, un gran teore6a de la 6ate6%tica6oderna, suponga6os, puesto ?ue es de 6i especial inters, el ?ue de6uestra la independencia de la hipótesis del continuo J$ohen, !"21K, encontra6osuna concentración de pensa6iento, una belle@a in>enti>a, una sorpresa del concepto, una ruptura arriesgada, en resu6en una esttica intelectual de tal6agnitud, ?ue podría6os co6pararlo a los 6a=ores poe6as de este siglo, o a las audacias político*6ilitares de un estratega re>olucionario, o a lase6ociones 6%s intensas del encuentro a6oroso, pero no cierta6ente a un 6olinillo de caf elctrico o a una tele>isión en color, por 7tiles o ingeniosos ?uesean estos obGetos. a ciencia, en tanto ?ue ciencia, es decir considerada en su procedi6iento de >erdad, es por lo de6%s profunda6ente in7til, sal>o paraafir6ar, de 6anera incondicionada, el pensa6iento co6o tal. /o ha= ?ue >ol>erse a ;1)< plantear el enunciado de los griegos Jla inutilidad de la ciencia,sal>o co6o eGercicio puro = condición genrica del pensa6ientoK, ni si?uiera baGo el fala@ preteto de ?ue la sociedad griega era escla>ista. El dog6a de lautilidad >iene sie6pre a ecusar ?ue no se ?uiera real6ente, lo ?ue se lla6a ?uerer, la inutilidad para todos.4or lo ?ue respecta al Cnihilis6oD, ad6itire6os ?ue nuestra poca testi6onia de ello, en la eacta 6edida en ?ue entende6os por nihilis6o la ruptura de lafigura tradicional del >ínculo, la des>inculación co6o for6a de ser de todo lo ?ue tiene apariencia de >inculo. Es indudable ?ue nuestro tie6po se sustentaen una especie de ato6ística generali@ada, =a ?ue ninguna sanción si6bólica del >ínculo es capa@ de resistir al poder abstracto del capital. i todo lo ?ueest% >inculado re>ela ?ue en tanto ?ue ser est% des>inculado, si el reino de lo 67ltiple es el fondo sin fondo de lo ?ue se presenta sin ecepción, si lo Inono es 6as ?ue el resultado de operaciones transitorias, es a causa del efecto ineluctable de la ordenación uni>ersal de los tr6inos de nuestra situación, enel 6o>i6iento circulante del e?ui>alente general 6onetario. $o6o lo ?ue se presenta tiene sie6pre una substancia te6poral, = co6o el tie6po est% para

    nosotros Lliteral6enteL contado, nada eiste ?ue se halle intrínseca6ente >inculado a otra cosa, puesto ?ue uno = otro tr6ino de esta supuesta>inculación esencial est%n pro=ectados indiferente6ente sobre la superficie neutra de la cuenta. /o ha= absoluta6ente nada ?ue ca6biar a la descripciónhecha por Mar de este estado de cosas hace ciento cuarenta aos:C+onde?uiera ?ue ha con?uistado el poder, la burguesía ha destruido la relaciones feudales, patriarcales, idílicas. 5a desgarrado sin piedad las abigarradasligaduras feudales ?ue ataban al ho6bre a sus superiores naturales las ha desgarrado sin piedad para no deGar subsistir otro >inculo entre los ho6bres ?ue elfrío inters, ;1#< el cruel Cpago al contadoD. 5a ahogado el sagrado tasis del fer>or religioso, el entusias6o caballeresco = el senti6entalis6o pe?ueo*burgus en las aguas heladas del calculo egoísta.Do ?ue Mar pone en e>idencia es, concreta6ente, el final de las figuras sagradas del >ínculo, la caducidad de la garantía si6bólica acordada al >ínculo porel estanca6iento producti>o = 6onetario. El capital es el disol>ente general de las representaciones sacrali@antes ?ue postulan la eistencia de relacionesintrínsecas = esenciales Jentre el ho6bre = la naturale@a, entre los ho6bres, entre los grupos = la ciudad, entre la >ida 6ortal = la >ida eterna, etc.K. Esre>elador ?ue la denuncia del Cnihilis6o tcnicoD >enga sie6pre relacionada con la nostalgia de dichas relaciones. a desaparición de lo sa*grado es te6ausual en 5eidegger 6is6o, = la predicación de su retorno se identifica con el te6a, to6ando de 5Slderlin, del Cretorno de los +iosesD. i entende6os porCnihilis6oD la desacrali@ación, el capital, cu=o reino planetario est% fuera de duda Lpero CtcnicaD = CcapitalD sólo est%n apareados en una secuenciahistórica, = no en el conceptoL, es en >erdad el 7nico poder nihilista del ?ue los ho6bres han conseguido ser los in>entores = la presa./o obstante, tanto para Mar co6o para nosotros, la desacrali@ación no es en absoluto nihilista, en tanto ?ue Cnihilis6oD debe designar a?uello ?uepronuncia ?ue el acceso al ser = a la >erdad es i6posible. Al contrario, la desacrali@ación es una condición necesaria para ?ue dicho acceso se abra alpensa6iento. Es e>idente6ente lo 7nico ?ue se puede = ?ue se debe saludar en el capital: pone al descubierto lo 67ltiple puro co6o fondo de lapresentación, denuncia todo efecto de Ino co6o si6ple configuración precaria, destitu=e las representaciones si6bólicas donde el >ínculo encontraba unaapariencia de ser. El hecho de ?ue esta destitución opere en la 6%s ;1"< absoluta barbarie no debe disi6ular su >irtud propia6ente ontológica. 8A ?udebe6os la e6ancipación del 6ito de la 4resencia, de la garantía ?ue sta acuerda a la substancialidad de los >ínculos = a la perennidad de las relacionesesenciales, sino a la auto6aticidad errante del capital 4ara pensar 6as all% del capital = de su prescripción 6ediocre Jla cuenta general del tie6poK ha=

    ?ue partir de lo ?ue ha re>elado: el ser es esencial6ente 67ltiple, la 4resencia sagrada es pura apariencia, = la >erdad, co6o todas las cosas, si eiste, noes una re>elación, = 6ucho 6enos la proi6idad de lo ?ue se retira. Es un procedi6iento regulado, cu=o resultado es un 67ltiple suple6entario./uestra poca no es ni tcnica Jpues lo es 6ediocre6enteK, ni nihilista Jpues es la pri6era poca en ?ue la destitución de los >ínculos sagrados abre a lagenericidad de lo >erdaderoK. u enig6a propio, contraria6ente a las especulaciones nost%lgicas del socialis6o feudal, cu=o e6ble6a 6%s consu6ado fue5itler, reside en pri6er lugar en el 6anteni6iento local de lo sagrado, intentado, pero ta6bin negado, por los grandes poetas desde 5Slderlin. H ensegundo lugar en las reacciones antitcnicas, arcai@antes, ?ue anudan ante nuestros oGos restos de religión Jdel suple6ento de al6a al isla6is6oK, políticas6esi%nicas J6aris6o incluidoK, ciencias ocultas Jastrología, plantas blandas, 6asaGes telep%ticos, terapia de grupo por cos?uilleo = borborig6os...K, = todaclase de pseudo>ínculos de los ?ue el a6or acara6elado de las canciones, el a6or sin a6or, sin >erdad ni encuentro, constitu=e la blanda 6atri@ uni>ersal.a Filosofía no est% en absoluto acabada. 4ero la tenacidad de estos residuos del i6perio del Ino, ?ue sí ?ue constitu=en el nihilis6o anti*CnihilistaD Lpuesse atra>iesan a los procedi6ientos de >erdad = designan el obst%culo repetido = opuesto a la ontología sustracti>a cu=o 6edio histórico es el capitalL nosincita a pensar ?ue ;0&< la filosofía ha estado durante 6ucho tie6po suspendida. A>an@o la paradoGa siguienteP hasta hace poco la filosofía apenas si hasabido pensar a la altura del capital, =a ?ue ha deGado >ía libre, hasta lo 6%s ínti6o de ella 6is6a, a las >anas nostalgias de lo sagrado, a la obsesión de la4resencia, a la do6inación oscura del poe6a, a la duda sobre su propia legiti6idad. /o ha sabido ca6biar en pensa6iento el hecho de ?ue el ho6bre seha=a hecho, irre>ersible6ente, Cdueo = seor de la naturale@aD, = de ?ue ello no se trate ni de una prdida, ni de un ol>ido, sino de su 6%s alto destino Lno obstante figurado, toda>ía, en la estupide@ opaca del tie6po contado. a filosofía ha deGado inacabada la C6editación cartesianaD, perdindose en laesteti@ación de la >oluntad = el pathos de la ter6inación, del destino del ol>ido, del rastro perdido. /o ha ?uerido reconocer sin a6bages el car%cterabsoluto de lo 67ltiple = el no*ser del >ínculo. e ha aferrado a la lengua, a la literatura, a la escritura, co6o si fueran los 7lti6os representantes posiblesde una deter6inación a priori de la eperiencia, o co6o el lugar ?ue preser>ara un claro del er. 5a declarado desde /iet@sche ?ue lo ?ue había co6en@adocon 4latón entraba en su crep7sculo, pero esta arrogante declaración encubría la i6potencia para continuar este co6ien@o. a filosofía denuncia o incensadCnihilis6o 6odernoD sólo en la 6edida de su propia dificultad para captar por dónde transita la positi>idad actual, = ello por no concebir ?ue he6os entradociega6ente en una nue>a etapa de la doctrina de la >erdad, ?ue es la del 6ultiple*sin*Ino, o de las totalidades frag6entarias, infinitas e indiscernibles.C/ihilis6oD es un significante tapa*aguGeros. a >erdadera cuestión sigue siendo: 8?u le sucedió a la filosofía para ?ue rehusara cobarde6ente la libertad =el poder ?ue una poca desacrali@ante le propuso

    ;0!

  • 8/19/2019 Manifiesto Por La Filosofía

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    2. uturas.

    i la filosofía es, co6o =o 6antengo, la configuración en el pensar de a?uello ?ue sus cuatro condiciones genricas Jpoe6a, 6ate6a, política, a6orK sonco6posibles en la for6a de aconteci6iento ?ue prescribe las >erdades del tie6po, una suspensión de la filosofía puede resultar de ?ue el libre Guegore?uerido para ?ue defina un rgi6en de tr%nsito, o de circulación intelectual entre los procedi6ientos de >erdad ?ue la condicionan, se encuentrerestringido, o blo?ueado. a causa 6%s frecuente de dicho blo?ueo es ?ue, en lugar de edificar un espacio de co6posibilidad a tra>s del cual se eGer@a unpensa6iento del tie6po, la filosofía delegue sus funciones a una u otra*de sus condiciones, entregue el todo del pensa6iento a un procedi6iento genrico.En tal caso la filosofía se efect7a, en pro>echo de este aconteci6iento, en el ele6ento de su propia supresión.la6ar sutura a este tipo de situación. a filosofía ?ueda suspendida cada >e@ ?ue se presenta suturada a una de sus condiciones, = se prohíbe por elloedificar libre6ente un espacio sui generis donde las no6inaciones de los aconteci6ientos ?ue indican la no>edad de las cuatro condiciones >engan ainscribirse = afir6ar, en un eGercicio de pensa6iento ?ue no se confunda con ninguna de ellas, su si6ultaneidad =, por lo tanto, ;0(< cierto estadoconfigurable de las >erdades de la poca.4ode6os eplicarnos así el eclipse ?ue la filosofía parece sufrir en el siglo [[, entre 5egel = /iet@sche. 4or el a6plio do6inio de las suturas. a principal deestas suturas fue la sutura positi>ista o cientifista, ?ue esperó ?ue la ciencia configurara por ella 6is6a el siste6a acabado de las >erdades del tie6po. Estasutura do6ina a7n la filosofía acad6ica anglosaGona, aun?ue su prestigio est 6er6ado. us efectos 6%s >isibles recaen natural6ente sobre el estatuto delas otras condiciones. Trat%ndose de la condición política, se le pri>a de todo estatuto de aconteci6iento, = se le reduce a la defensa prag6%tica delrgi6en liberal*parla6entario. El enunciado, a la >e@ latente = central, es de hecho ?ue la política no es co6petencia en 6odo alguno del pensa6iento. acondición potica est% prescrita, registrada co6o suple6ento cultural o propuesta co6o obGeto a los an%lisis ling\ísticos. a condición a6orosa es ignorada:debo a 'ean*uc /anc= la profunda refleión de ?ue la esencia de los EE.II. es la de ser un país donde la senti6entalidad = el seo coeisten a epensas dela6or. a sutura de la filosofía a su condición científica la reduce progresi>a6ente a no ser 6%s ?ue un raciocinio analítico, donde el lenguaGe, en todos lossentidos del tr6ino, cubre los gastos. e deGa así el ca6po libre a una religiosidad difusa, ?ue sir>e de algodón hidrófilo para las heridas = chichones de labrutalidad capitalista.En su for6a canónica do6inante, el 6aris6o 6is6o propuso una sutura, la de la filosofía a su condición política. Es todo el e?uí>oco de la fa6osa tesissobre Feuerbach, ?ue pretende substituir a la CinterpretaciónD del 6undo su transfor6ación re>olucionaria. a política es a?uí designada filosófica6enteco6o la 7nica apta para configurar de for6a pr%ctica el siste6a general del sentido, = la filosofía ?ueda abocada a su supresión reali@ante. ;01< i lapolítica, por otra parte a6plia6ente identificada por Mar al 6o>i6iento real de la 5istoria, es la for6a 7lti6a de la totali@ación de la eperiencia,destitu=e entonces, si6ult%nea6ente, a las otras condiciones = a la filosofía ?ue pretendía inscribir la co6posibilidad con la política. $onocidos son losdesengaos de Mar = de los 6aristas en todo lo ?ue concierne la acti>idad artística, cu=a singularidad no alcan@aron a pensar, ni a respetar su rigorin>enti>o. En cuanto a los efectos de >erdad de la diferencia de los seos, eperi6entaron a fin de cuentas la doble ocultación del puritanis6o CsocialistaD =del desprecio con el ?ue se consideraba al psicoan%lisis Jel cual es, a 6i entender, la 7nica tentati>a 6oderna real para hacer del a6or un conceptoK.En lo ?ue respecta a la condición científica, el asunto es 6%s co6pleGo. Mar = sus sucesores, en ello tributarios de la sutura positi>ista do6inante,

    6antu>ieron constante6ente la pretensión de pro6o>er la política re>olucionaria al rango de ciencia. Ali6entaron el e?uí>oco entre Cciencia de la 5istoriaDLel 6aterialis6o históricoL = 6o>i6iento controlado de la 5istoria por el sesgo de la política. +esde el principio opusieron su socialis6o CcientíficoD a losdi>ersos socialis6os CutópicosD. 4ode6os sostener ?ue el 6aris6o ha cru@ado dos suturas, a la política = a la ciencia. 4or otra parte, es a la red co6pleGade esta doble sutura a la ?ue, en concreto, talin lla6a filosofía Lo 6aterialis6o dialctico. El resultado es ?ue dicha CfilosofíaD se presenta baGo la etraafor6a de Cle=esD, las Cle=es de la dialcticaD, e?uí>oca6ente aplicables a la /aturale@a = a la 5istoria.4ero en 7lti6a instancia, dado ?ue en la >isión C6aterialistaD la ciencia es reen>iada a sus condiciones tcnico*históricas, la doble sutura se articula baGo lado6inación de la política, la cual puede totali@ar ta6bin a la ;00< ciencia. Así ocurrió cuando talin se in6iscu=ó en legislar, en no6bre del proletariado =de su 4artido, sobre gentica, ling\ística o física relati>ista. Esta situación creó una par%lisis filosófica tan enredada ?ue cuando ouis Althusser se propusoreacti>ar el pensa6iento 6arista en los aos sesenta, no >io otra salida ?ue in>ertir la articulación de las dos suturas a fa>or de la ciencia, = hacer del6aris6o filosófico algo así co6o la episte6ología del 6aterialis6o histórico. En ning7n otro lado la pregnancia de las suturas en la filosofía de esta pocaes tan >isible co6o en el heroico esfuer@o de Althusser para in>ertir el 6aris6o del lado de la sutura de la filosofía a la ciencia, siendo, co6o era,Gusta6ente consciente de ?ue la do6inación de su sutura a la condición política era a7n 6%s perGudicial. El precio de esta operación de transferencia fue6antener la delegación de la política a un órgano tan sospechoso = deteriorado co6o el 4$F, lo ?ue de nue>o i6pedía ?ue el pensa6iento pudieraapoderarse de ella. a apertura filosófica, tras algunos itos iniciales, encalló en el aconteci6iento de 6a=o del 2#, cu=a no6inación en el pensa6ientoecedía por todos lados los recursos de la condición científica, = ehibía cruel6ente la caducidad histórica del 4$F.a tesis ?ue epongo es, en definiti>a, la siguiente: si la filosofía est% enredada en su suspensión, ?ui@%s desde 5egel, es por?ue est% cauti>a en una red desuturas a sus condiciones, especial6ente a sus condiciones científicas = políticas, ?ue le prohíben configurar su co6posibilidad general. Es pues eacto ?uealgo del tie6po, de nuestro tie6po, se le ha escapado, = ?ue ella ha dado de sí una i6agen desordenada = restringida.In signo infalible por el ?ue se reconoce ?ue la filosofía est% baGo el efecto diri6ente de alguna sutura a una de sus condiciones genricas es la 6onótonarepetición del enunciado seg7n el cual la Cfor6a siste6%ticaD de la ;0-< filosofía es, en adelante, i6posible. Este aio6a antisiste6%tico es ho= díasiste6%tico. 5e recordado al co6ien@o del libro la for6a ?ue le presta =otard, pero a ecepción sin duda de ardreau = 'a6bet, es co67n a todos los

    filósofos franceses conte6por%neos, = especial6ente a todos a?uellos ?ue se ilu6inan en esta singlar constelación típica donde encontra6os a los sofistasgriegos, /iet@sche, 5eidegger = ]ittgenstein.i entende6os por Csiste6aD una figura enciclopdica dotada de una piedra angular, u ordenada a un significante supre6o, esto= de acuerdo en ?ue ladesacrali@ación 6oderna prohíba su despliegue. 84ero alguna >e@ la filosofía, eceptuando ?ui@%s a Aristóteles = 5egel, ha 6antenido tal a6bición ientende6os por Csiste6aticidadD, co6o se debe hacer, el re?uisito de una configuración co6pleta de las cuatro condiciones genricas de la filosofía Jlo?ue, repito, no eige en absoluto ?ue los resultados de estas condiciones sean ehibidos o incluso 6encionadosK, seg7n una eposición ?ue epone ta6binsu regla de eposición, entonces pertenece a la esencia de la filosofía el ser siste6%tica, = ning7n filósofo lo ha dudado Ga6%s de 4latón a 5egel. 4or esto,ade6%s, el recha@o de la Csiste6aticidadD >a ho= día a la par ?ue el senti6iento 6oroso, del ?ue ha hablado al principio de este teto, de unaCi6posibilidadD de la filosofía 6is6a. e trata de la confesión de ?ue la filosofía no es ?ue sea i6posible, sino ?ue est% trabada en la red histórica de lassuturas./o puedo conceder a =otard su definición de la filosofía: un discurso en busca de sus propias reglas. 5a= al 6enos dos reglas uni>ersales sin las cuales noha= ra@ón para seguir hablando de filosofía. a pri6era es ?ue debe disponer las no6inaciones de aconteci6ientos de sus condiciones, = hacer posible por lotanto el pensa6iento si6ult%neo, conceptual6ente unificado, del 6ate6a, del poe6a, de la in>ención política = del +os ;02< de a6or. a segunda es ?ue elparadig6a de recorrido, o de rigor, ?ue establece este espacio de pensa6iento donde los procedi6ientos encuentran abrigo = acogida, debe ser ehibido enel interior de este abrigo = de esta acogida. Es otra 6anera de decir ?ue la filosofía sólo est% de*suturada cuando es, por su cuenta, siste6%tica. i acontrario la filosofía declara la i6posibilidad del siste6a, es por?ue est% suturada, por?ue entrega el pensa6iento a una sola de sus condiciones.i a partir del siglo [[ la filosofía ha soportado la doble sutura a su condición política = a su condición científica, se co6prende perfecta6ente ?ue, enespecial desde /iet@sche, se ha=a eGercido sobre ella la tentación de liberarse por la sutura a otra condición. El arte estaba para ello perfecta6entedesignado. o ?ue cul6ina con 5eidegger es el esfuer@o, antipositi>ista = anti6arista, por entregar la filosofía al poe6a. $uando 5eidegger designa co6oefectos cruciales de la tcnica, por una parte la ciencia 6oderna, por otra el Estado totalitario, indica en realidad las dos suturas do6inantes de las ?ue elpensa6iento no estar% a sal>o 6%s ?ue tras deshacerse de ellas. a >ía ?ue propone no es la de la filosofía, seg7n l reali@ada en la tcnica, sino a?ulla,

    presentida por /iet@sche, incluso por Bergson, prolongada en Ale6ania por el culto filosófico a los poetas, en Francia por el fetichis6o de la literaturaJBlanchot, +errida, +eleu@e incluido...K, ?ue delega lo esencial del pensa6iento a la condición artística. ir>ienta de la ciencia al este, de la política alEste, la filosofía ha intentado en Europa occidental ser>ir al 6enos al otro A6o, el poe6a. a situación actual de la filosofía es la de Arle?uín criado de tresa6os. 4ode6os incluso aadir ?ue un e>inas, en la guisa de una proposición dual sobre el tro = su rostro, sobre la MuGer, apunta ?ue la filosofía puedellegar ta6bin a ser laca=o de su cuarta condición, el a6or.;0)< Epongo ?ue es ho= día posible, por lo tanto necesario, ro6per con todos estos contratos. El gesto ?ue propongo es pura = si6ple6ente el de lafilosofía, el de la de*suturación. /os encontra6os con ?ue la apuesta principal, la dificultad supre6a, es de*suturar la filosofía de su condición potica.4ositi>is6o = 6aris6o dog6%tico no constitu=en 6%s ?ue posiciones osificadas. on suturas pura6ente institucionales o acad6icas. Al contrario lo ?ue hadado poder a la sutura poeti@ante, por lo tanto a 5eidegger, est% leGos de hallarse agotado, puesto ?ue ni si?uiera ha sido ea6inado.8Ou fueron = ?u pensaron los poetas, en el tie6po en ?ue la filosofía perdía su espacio propio, suturada co6o estaba al 6ate6a o a la políticare>olucionaria.

    ;0"<). a edad de los poetas.

    En el periodo ?ue se abre, en líneas generales, Gusto despus de 5egel, periodo en el ?ue la filosofía suele estar suturada o bien a la condición científica, obien a la condición política, la poesía ha cargado con ciertas funciones de la filosofía. A tal punto es así ?ue todos se ponen de acuerdo en decir ?ue se tratade un periodo ecepcional para este arte. /o obstante, la poesía = los poetas de los ?ue habla6os no son ni toda la poesía, ni todos los poetas. e trata dea?uellos cu=a obra es in6ediata6ente reconocible co6o una obra de pensa6iento, = para la ?ue el poe6a es, en el lugar 6is6o en ?ue la filosofía fla?uea,el lugar de la lengua donde se eGerce una proposición sobre el ser = sobre el tie6po. Estos poetas no decidieron substituir a los filósofos, no escribieron en laconciencia clarificada de dicha substitución. 5abría 6%s bien ?ue i6aginar ?ue se eGerció sobre ellos una especie de presión intelectual inducida por laausencia de un libre Guego en la filosofía, por la necesidad de constituir, desde el interior de su arte, ese espacio general de acogida para el pensa6iento =para los procedi6ientos genricos ?ue la filosofía, suturada, no alcan@aba =a a establecer. i la poesía fue singular6ente designada para esta función es, porun lado, por?ue no figuraba, al 6enos hasta /iet@sche = 5eidegger, en las condiciones ;-&< en las ?ue, de 6anera pri>ilegiada, la filosofía se suturabaP por

  • 8/19/2019 Manifiesto Por La Filosofía

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    otro por?ue es una >ocación leGana de la poesía, arte del >ínculo entre la palabra = la eperiencia, tener por hori@onte ?ui6rico el ideal de la 4resencia tal= co6o una palabra puede fundarla. a ri>alidad entre el poeta = el filósofo es una >ieGa historia, co6o se >e en el ea6en especial6ente se>ero al ?ue4latón so6ete poesía = poetas. a re>ancha sobre 4latón, de la ?ue /iet@sche fue profeta, no pudo 6enos ?ue aferrarse a la Gurisdicción del poe6a.+escartes, eibni@, ant o 5egel podían ser perfecta6ente 6ate6%ticos, historiadores, físicos, pero si ha= algo ?ue no fueron, es poetas. 4ero desde/iet@sche todos lo pretenden, todos en>idian a los poetas, todos son poetas frustrados, o aproi6ados, o notorios, co6o se >e con 5eidegger, pero ta6bincon +errida, o acoue*abartheP incluso 'a6bet o ardreau saludan la ineluctable pendiente potica deGas rele>aciones 6etafísicas de riente.4or?ue hubo real6ente, en el tie6po de la desherencia suturada de los filósofos, una edad de los poetas. 5ubo un tie6po, entre 5Slderlin = 4aul $elan, enel ?ue el sentido te6bloroso de lo ?ue era el tie6po 6is6o, el 6odo de acceso 6%s abierto a la cuestión del ser, el espació de co6posibilidad 6enosocupado por brutales suturas, la for6ulación 6%s perspica@ de la eperiencia del ho6bre 6oderno, fueron descubiertos = detentados por el poe6a. Tie6poen el ?ue el enig6a del tie6po se ?uedó prendido en el enig6a de la 6et%fora potica, en el ?ue la des>inculación se >inculó en el Cco6oD de la i6agen.Toda*una poca se ha representado en filosofías si6ples co6o una poca consistente, = sobre todo orientada. 5abía el progreso, el sentido de la 5istoria, lafundación 6ilenaria, el ad>eni6iento de otro 6undo = de otros ho6bres. 4ero lo real de esta poca fue 6%s bien la inconsistencia = la desorientación. apoesía, al 6enos la poesía C6etafísicaD, la poesía 6%s concentrada, ;-!< la 6%s tensa intelectual6ente, la 6%s oscura ta6bin, designó = articuló, sola,esta esencial desorientación. a poesía tra@ó en las representaciones orientadas de la historia una diagonal desorientadora. a resplandeciente se?uedad deestos poe6as cesuró Lpor reto6ar un concepto ?ue acoue*abarthc etrae de 5SlderlinL el pathos histórico.os representantes canónicos de la edad de los poetas, a partir del 6o6ento en ?ue la filosofía intenta suturarse a la condición potica, son obGeto de unaelección filosófica. Michel +egu= llega a decir Lcierto ?ue es poetaL: Ca filosofía, para preparar a la poesíaD. En todo caso para preparar la lista de poetasde cu=as funciones ordinarias la filosofía reconoce haberse apoderado a6plia6ente. En lo ?ue 6e concierne Jpero =o 6antengo ?ue la edad de los poetasconclu=ó, = desde esta clausura es desde donde enuncio 6i propia lista, lista por consiguiente cerradaK, recono@co siete poetas cruciales, no por?ue seanfor@osa6ente los C6eGores poetasD, distribución de pre6ios i6practicable, sino por?ue han periodi@ado, escandido, la edad de los poetas. e t rata de5Slderlin, el profeta, el >igía anticipador, = tras l Ltodos ellos posteriores a la $o6una de 4arís, ?ue 6arcó apertura de la desorientación representadaco6o sentido orientadoL Mallar6, Qi6baud, TraRl, 4essoa, Mandelsta6 = $elan./o es cuestión de estudiar a?uí el en6araa6iento histórico, los giros, los poe6as fundadores, las operaciones singulares Jco6o el ibro de Mallar6, eldesarreglo de Qi6baud, los heteróni6os de 4essoa...K ?ue son otras tantas operaciones conceptuales, cu=o total inalienable co6pone la edad de los poetasco6o edad del pensa6iento. /o obstante, algunas anotaciones.!K a línea funda6ental seguida por nuestros poetas, = ?ue les per6ite sustraerse a los efectos de las suturas ;-(< filosóficas, es la destitución de lacategoría de obGeto. $oncreta6ente: la destitución de la categoría de obGeto, = de la obGeti>idad, co6o for6as necesarias de la presentación. o ?ueintentan los poetas de la edad de los poetas es abrir un acceso al ser, ahí donde el ser no puede a6pararse en la categoría presentati>a del obGeto. a poesíaes, a partir de ese 6o6ento, esencial6ente desobGeti>ante. Esto no significa en absoluto ?ue el sentido sea entregado al suGeto, o a lo subGeti>o. Alcontrario, =a ?ue de lo ?ue la poesía tiene una consciencia aguda es del >ínculo ?ue las suturas organi@an entre CobGetoD, CobGeti>idadD = CsuGetoD. Este>ínculo es constituti>o del saber, o del conoci6iento. 4ero precisa6ente el acceso al ser ?ue intenta la poesía no es del orden del conoci6iento. Es diagonala la oposición suGeto^obGeto. $uando Qi6baud col6a de sarcas6os a la Cpoesía subGeti>aD, o cuando Mallar6 establece ?ue el poe6a sólo se da cuando su

    autor co6o suGeto se ha ausentado, a6bos entienden ?ue la >edad del poe6a ad>iene en tanto ?ue lo ?ue enuncia no testi6onia ni de la obGeti>idad, ni de la subGeti>idad. 4ara todos los poetas de la edad de los poetas,si la consistencia de la eperiencia est% >inculada a la obGeti>idad, co6o las filosofías suturadas lo pretenden, sustent%ndose en ant, entonces ha= ?uesostener auda@6ente ?ue el ser inconsiste, lo ?ue $elan resu6ira ad6irable6ente: CEn las inconsistencias apo=arse.Da poesía ?ue busca la huella, o el u6bral de la 4resencia, deniega poderse 6antener en tal u6bral conser>ando el te6a de la obGeti>idad =, enconsecuencia, ta6poco es un suGeto Lcorrelato obligado del obGetoL el soporte de dicha eperiencia. i la poesía ha captado en lo oscuro la oscuridad deltie6po, es por?ue ha destituido, sea cual sea la di>ersidad Le incluso la di6ensión inconciliable de sus procedi6ientosL el cuadro CobGeti>anteDsuGeto^obGeto donde, en el ele6ento de las suturas, se afir6aba filosófica6ente ?ue dicho tie6po estaba ;-1< orientado. Frente a la le= de una >erdad ?ueaguGerea e inutili@a todo conoci6iento, la desorientación potica supone, ante todo, la eistencia de una eperiencia sustraída si6ult%nea6ente a laobGeti>idad = a la subGeti>idad.(K o ?ue ha conferido poder al pensa6iento de 5eidegger ha sido haber cru@ado la crítica propia6ente filosofica de la obGeti>idad con su destituciónpotica. a genialidad Lteniendo en cuenta ?ue no es sino un 6odo de sutura, esta >e@ a la condición poticaL ha sido:L $aptar, especial6ente a tra>s del ea6en de ant, ?ue lo ?ue separaba Cla oncotogía funda6entalD de la doctrina del conoci6iento era el6anteni6iento en la segunda de la categoría de obGeto, hilo conductor = lí6ite absoluto de la crítica Rantiana.L /o haber caído sin e6bargo en el subGeti>is6o, o en una filosofía radical de la conciencia J>ía seguida en definiti>a por 5usserlK, sino al contrariopronunciar la descontrucción del te6a del suGeto, considerado co6o a>atar 7lti6o de la 6etafísica, = correlato obligado de la obGeti>idad.L Mantenerse fir6e6ente en la distinción capital entre saber = >erdad, o entre conoci6iento = pensa6iento, distinción ?ue es el funda6ento latente de lae6presa potica. L legar así al punto donde resulta posible entregar la filosofía a la poesía. Esta sutura aparece co6o una garantía de la fuer@a, pues escierto ?ue ha habido una edad de los poetas. a eistencia de los poetas le ha dado al pensa6iento de 5eidegger, sin ella aporrito = desesperado, el suelode historicidad, de efecti>idad, apto para conferirle Ldesde el 6o6ento en ?ue el espeGis6o de una historicidad política se concretó = disol>ió en el horrorna@iL lo ?ue debía ser su 7nica ocurrencia real.

    5asta ho=, el pensa6iento de. 5eidegger etrae su poder de persuasión del hecho de haber sido el 7nico en captar lo ?ue estaba en Guego en el poe6a,especial6ente la destitución del fetichis6o del obGeto, la oposición ;-0< de la >erdad al saber =, final6ente, la desorientación esencial de nuestra poca.4or eso la 7nica crítica funda6ental a 5eidegger sería la siguiente: la edad de los poetas conclu=ó, es necesario de*suturar la filosofía de su condiciónpotica. o ?ue ?uiere decir: la desobGeti>ación, la desorientación no tienen por ?u 6antenerse ho= enunciadas en la 6et%fora potica. a desorientaciónes [email protected] 5a= no obstante, en el balance heideggeriano de la edad de los poetas, una falsedad. 5eidegger hace co6o si el decir potico identificara la destituciónde la obGeti>idad = la destitución de la ciencia. Arriesgando lo Abierto desde el seno 6is6o del desa6paro tcnico, el poe6a haría co6padecer, epondríala_Cciencia 6odernaD 6ediante la categoría de la obGeti>acGon del 6undo = del suGeto co6o >oluntad ani?uiladora. 5eidegger C6ontaD la antino6ia del6ate6a = del poe6a de 6anera ?ue coincida con la oposición del saber = la >erdad, o de la pareGa suGeto^obGeto = del er. 4ero este 6ontaGe no es legibleen la poesía de edad de los poetas. a autntica relación de los poetas con las 6ate6%ticas es de otro orden. Aparece co6o una relación de ri>alidad entorsión, de co6unidad heterognea en el 6is6o punto. a >oluntad CalgebraicaD de la poesía 6allar6eana es flagrante, = cuando escribe C>ous6ath6aticiens epir%tesD, no es sino para sealar ?ue en el lugar preciso en donde se Guega la conspiración del a@ar = del infinito, la poesía rele>a al6ate6a. $uando Qi6baud anota Lsentencia particular6ente profunda sobre la esencia literal de la cienciaL: CYi los dbiles se pusieran a pensar en lapri6era letra del alfabeto, podrían precipitarse 6u= pronto en la locuraZD, inscribe al 6is6o tie6po la pasión del 6ate6a del lado de los desarreglossal>adores, pues 8?u es en el fondo la 6ate6%tica sino la decisión de pensar sobre las letras autra6ont, digno heredero de 4latón, de Espinosa = deant, considera ?ue las 6ate6%ticas le ;--< han sal>ado, = le han sal>ado en el lugar concreto de la destitución de la pareGa suGeto^obGeto, u 5o6bre^6undo: C;h 6ate6%ticas se>erasZ, no os he ol>idado desde ?ue >uestras sabias lecciones, 6%s dulces ?ue la 6iel, se filtraron en 6i cora@ón, co6o una olarefrescante. in >osotras, en 6i lucha con el ho6bre, ?ui@% hubiera sido >encidoD.H cuando 4essoa escribe: C bino6io de /eNton tao belo co6o a Venus de Milo ^ ?ue h% pouca gente para dar por issoD, nos da a pensar ?ue 6%s ?ueoponer la >erdad del poe6a al nihilis6o latente del 6ate6a, el i6perati>o sería procurar ?ue de esta identidad de belle@a, no =a Cpoca genteD, sino todo el6undo, se d cuenta al fin.

    a poesía, 6%s profunda en ello ?ue su sir>iente filósofo, ha sido entera6ente consciente de co6partir el pensa6iento con las 6ate6%ticas. 5a percibidociega6ente ?ue el 6ate6a, en su pura donación literal, en su sutura >acía a toda presentación*67ltiple, ta6bin cuestionaba = destituía el predo6inio dela obGeti>idad. os poetas han sabido, en >erdad 6eGor ?ue los 6ate6%ticos 6is6os, ?ue no eistía obGeto 6ate6%tico.Toda sutura es una eageración por?ue, co6o he repetido con 5eidegger, la filosofía agra>a los proble6as. uturada a una de sus condiciones, le confiere>irtudes ?ue desde el interior del eGercicio de esta condición no sabría6os percibir. Aislando el poe6a co6o figura 7nica del pensa6iento = del riesgo, co6oinstancia destinal del desa6paro = de la sal>aciónP llegando incluso a considerar, siguiendo a Qen $har, Cun poder de los poetas = los pensadoresD haecedido la Gurisdicción potica ?ue, sal>o cuando Cad?uiere la poseD, lo ?ue es desgraciada6ente el caso de $har 6%s a 6enudo ?ue el su=o, no legislasobre tal unicidad, = trata en particular el 6ate6aLpero ta6bin la política = el a6orL desde otro %ngulo. /o ha obrado 6eGor con respecto al ;-2< poe6a?ue los ?ue L=o fui uno de ellosL absoluti@aron filosófica6ente la política desde el interior de la sutura 6arista, bastante 6as all% de lo ?ue la políticareal era capa@ de enunciar sobre ella 6is6a. 4ero ta6poco 6eGor ?ue las pro6esas 6iríficas`?ue los filósofos positi>istas etirparon de una ciencia ?ue nopodía dar 6%s de sí, = a la cual la pro6esa, cual?uiera ?ue fuese le era total6ente aGena.0K a operación central a partir de la cual puede ser ad6itido = pensado un poeta de la edad de los poetas es su C6todoD de desobGeti>ación: elprocedi6iento, frecuente6ente co6pleGo, ?ue pone en pr%ctica para producir >erdades, en lugar de saber, = para enunciar la desorientación en el6o>i6iento 6etafórico de una destitución de la pareGa suGeto^obGeto. on procedi6ientos ?ue diferencian a los poetas = periodi@an la edad de los poetas.on principal6ente de dos tipos: la operación de la carencia o la del eceso. El obGeto est%, o bien sustraído, retirado de la 4resencia por su propiaautodisolución Jel 6todo de Mallar6K, o bien etirpado de su do6inio de aparición, desarticulado por su ecepción solitaria, = >uelto, a partir de ese6o6ento, substituible a cual?uier otro Jel 6todo de Qi6baudK. El poe6a regula la carencia, o desarregla la presentación. i6ult%nea6ente el suGeto esin>alidado, =a sea por ausenta6iento JMallar6K, o por plurali@ación efecti>a J4essoa, Qi6baud: CAnte >anos ho6bres, habl, en >o@ alta con un 6o6entode una de sus otras >idas, LAsí a6 a un puercoDK. /ada 6eGor ?ue el in>entario de estos procedi6ientos indica hasta ?u punto estos poe6as est%nconectados, substituidos de hecho pro>isional6ente, a lo CconstruidoD del espacio de pensa6iento ?ue define la filosofía.-K a obra de 4aul $elan enuncia, en su borde ter6inal, = del interior de la poesía, el final de la edad de los poetas. $elan conclu=e a 5Slderlin.

    ;-)<#. Aconteci6ientos

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    i es ho= día posible, por tanto necesario, de*suturar la filosofía = procla6ar su renaci6ientoP si tras la larga suspensión ?ue ocasionaron los sucesi>os =ruinosos pri>ilegios de la condición científica Jpositi>is6osK, de la condición política J6aris6osK = de la condición potica Jdesde /iet@sche hasta ho=K, eli6perati>o es de nue>o configurar las cuatro condiciones a partir de una doctrina entera6ente re6odelada de la >erdadP si en ruptura con los repetidosanuncios del Cfinal de la filosofíaD, del Cfinal de la 6etafísicaD, de la Ccrisis de la ra@ónD, de la Cdesconstrucción del suGetoD, la tarea es reto6ar el hilo dela ra@ón 6oderna, dar un paso 6%s en la filiación de la C6editación cartesianaD: todo esto sería tan sólo >oluntaris6o arbitrario, si lo ?ue funda su sentidono tu>iera el estatuto de aconteci6ientos cruciales acaecidos en el registro de cada una de las cuatro condiciones. H ello a pesar de ?ue los aconteci6ientosposeen toda>ía no6inaciones suspendidas o precarias. on estos aconteci6ientos del 6ate6a, del poe6a, del pensa6iento del a6or = de la políticain>entada los ?ue prescriben el retorno de la filosofía, en la aptitud de disponer un lugar intelectual de abrigo = acogida para lo ?ue actual6ente esno6brable de estos aconteci6ientos.;-#< En el orden del 6ate6a, este aconteci6iento lo constitu=e el tra=ecto ?ue >a de $antor a 4aul $ohen. Funda la paradoGa central de la teoría de lo67ltiple = lo articula, por pri6era >e@ de 6anera íntegra6ente de6ostrati>a, en un concepto discernible de lo ?ue es una 6ultiplicidad indiscernible.Qesuel>e, en un sentido opuesto al ?ue proponía eibni@, la cuestión de saber si un pensa6iento racional del ser*en*tanto*?ue*ser se pliega o no a lasoberanía de la lengua. 5o= sabe6os ?ue no es así = ?ue, al contrario, sólo es teniendo en cuenta la eistencia de 6ultiplicidades cuales?uiera,inno6brables, CgenricasD, 6ultiplicidades ?ue no deli6ita ninguna propiedad de la lengua, co6o resulta posible acercarse a la >erdad del ser de un67ltiple dado. i la >erdad hace aguGero en el saber, si no ha= pues saber de la >erdad sino sola6ente producción de >erdades, es por?ue, pensada6ate6%tica6ente en su ser Lco6o 6ultiplicidad puraL, una >erdad es genrica, est% sustraída a toda designación eacta, es ecedente con respecto a lo?ue sta per6ite discernir. El precio de esta certe@a es ?ue la cantidad de un 67ltiple soporta una indeter6inación, una especie de falla dis=unti>a, ?ueconstitu=e todo lo real del ser 6is6o: resulta en >erdad i6posible pensar la relación cuantitati>a entre el Cn76eroD de ele6entos de un 67ltiple infinito =el n76ero de partes. Esta relación tiene sola6ente la for6a de un eceso errante: se sabe ?ue las partes son 6%s nu6erosas ?ue los ele6entos Jteore6a de$antorK, pero ninguna 6edida de este C6%sD se deGa establecer. 4or lo de6%s, es en este proble6a real Lel eceso errante en el cuantitati>o infinitoLdonde se establecen las grandes orientaciones en el pensa6iento. El pensa6iento no6inalista recha@a este resultado = sólo ad6ite en la eistencia las6ultiplicidades no6brables. Es anterior al aconteci6iento del 6ate6a del ?ue hablo, es pues un pensa6iento conser>ador. El pensa6iento trascendentecree ?ue la deter6inación ;-"< nación de un punto*67ltiple situado 6%s all% de las 6edidas ordinarias regular%, fiGar% Cpor enci6aD, el errar del eceso. Esun pensa6iento ?ue, aun?ue tolera lo indiscernible, lo considera co6o el efecto transitorio de la ignorancia de un 67ltiple Csupre6oD. /o ratifica por lotanto el eceso = el errar co6o le=es del ser, est% a la espera de una lengua co6pleta, pero al 6is6o tie6po ad6ite ?ue toda>ía no la posee6os. Es unpensa6iento profetice. 4or 7lti6o, el pensa6iento genrico asu6e lo indiscernible co6o 6odo de ser de toda >erdad, = considera el errar del eceso co6olo real del ser, co6o el ser del ser. 4uesto ?ue el resultado es ?ue toda >erdad es una producción infinita suspendida a un aconteci6iento, irreductible a lossaberes establecidos, = deter6inada sola6ente por la acti>idad de los fieles a este aconteci6iento, se puede decir ?ue el pensa6iento genrico es, en el6%s a6plio sentido, un pensa6iento 6ilitante. i nos arriesga6os a dar un no6bre al aconteci6iento del ?ue so6os filósofos conte6por%neos, acordare6os?ue este aconteci6iento es el de la 6ultiplicidad indiscernible, o genrica, co6o ser*en*>erdad del 67ltiple puro Jpor lo tanto co6o >erdad del ser*en*tanto*?ue*serK.

    En el orden del a6or, del pensa6iento del a6or co6o portador efecti>o de >erdades, el aconteci6iento lo constitu=e la obra de 'ac?ues acan. /o tene6ospor ?u entrar a?uí en la cuestión suple6entaria del estatuto del psicoan%lisis, pregunta antao for6ulada, en referencia a la sutura positi>ista, baGo lafor6a C8es el psicoan%lisis una cienciaD, = ?ue =o enunciaría 6%s bien: C8Es el psicoan%lisis un procedi6iento genrico 8For6a parte de las condiciones dela filosofíaD. eale6os 7nica6ente ?ue, dado ?ue de 4latón a Freud = acan la filosofía no ha conocido 6%s ?ue cuatro procedi6ientos genricos,supondría un hecho considerable, = Gustificaría en parte la frecuente arrogancia de los sectarios ;2&< del psicoan%lisis, ?ue ste i6pusiera al filósofo laobligación de ocuparse de un ?uinto procedi6iento. ería en >erdad una re>olución en el pensa6iento, una poca entera6ente nue>a de las acti>idadesconfigurantes de la filosofía. 4ero si considera6os el psicoan%lisis co6o un dispositi>o de opinión adosado a pr%cticas institucionales, el resultado sería7nica6ente ?ue Freud = acan son en realidad filósofos, grandes pensadores ?ue, con respecto a este dispositi>o de opinión, han contribuido a laconceptuali@ación del espacio general en donde los procedi6ientos genricos del tie6po encuentran el abrigo = la acogida de su co6posibilidad. 5abr%ntenido todo lo 6%s el in6enso 6rito de 6antener = refundir la categoría de suGeto, en los tie6pos en ?ue la filosofía, di>ersa6ente suturada, abdicaba deeste proble6a. 5abr%n proseguido a su 6anera la C6editación cartesianaD, = no sería fruto del a@ar el ?ue acan, desde el co6ien@o de su obra esencial,ha=a lan@ado la consigna de una C>uelta a +escartesD. Es posible ?ue no ha=an podido hacerlo 6%s ?ue recusando el estatuto de filósofo o apelando, co6oacan, a la antifilosofía. a situación de pensa6iento de Freud = acan ha sido sin duda aco6paar, co6o su re>erso, la operación desubGeti>ante de la edadde los poetas.4uede parecer etrao hacer de acan un teórico del a6or, = no del suGeto, o del deseo. o ?ue ocurre es ?ue ea6ino a?uí su pensa6iento desde elestricto punto de >ista de las condiciones de la filosofía. Es probable Jaun?ue el n76ero = la co6pleGidad de los tetos ?ue le consagra resulta de todas6aneras sinto6%ticoK ?ue el a6or no sea un concepto central de la obra eplícita de acan. in e6bargo, a tra>s de la inno>aciones de pensa6iento ?uetratan del a6or, su e6presa constitu=e aconteci6iento = condición para el renaci6iento de la filosofía. 4or lo de6%s, no cono@co desde 4latón una teoríadel a6or tan profunda co6o la su=a, el 4latón del ;2!< Ban?uete con ?uien acan dialoga constante6ente. $uando acan escribe: CEl a6or es ?uien abordaen el encuentro al ser co6o talD, 6uestra bien la función propia6ente ontológica ?ue asigna al a6or = ?u tipo de inciso tiene consciencia de operar en lasconfiguraciones de la filosofía.

    4or?ue es a partir del a6or co6o se piensa el +os en tanto ?ue di>isión del do6inio del Ino, del ?ue sin e6bargo, soporta la i6agen. Es sabido ?ue acanprocede a una especie de deducción lógica del +os de los seos, de la CparteD 6uGer = de la CparteD ho6bre de un suGeto, participación ?ue co6bina lanegación = los cuantificadores Luni>ersal = eistencialL para definir una 6uGer co6o Cno*todaD, = el polo 6asculino co6o >ector del Todo así 6ellado. Ela6or es la efecti>idad de este +os paradóGico, ?ue por l 6is6o est% en el ele6ento de la no*relación, de lo des*ligado. Es el CaccesoD del +os co6o tal.riginado en el aconteci6iento de un encuentro Jese Cde repenteD sobre el ?ue 4latón insisteK, el a6or tra6a la eperiencia infinita, o inacabable, de lo?ue de este +os constitu=e =a un eceso irre6ediable sobre la le= del Ino. +ir en 6i lenguaGe ?ue el a6or hace ad>enir co6o 6ultiplicidad sin no6bre, ogenrica, una >erdad sobre la diferencia de los seos, >erdad e>idente6ente sustraída al saber, especial6ente al saber de los ?ue se a6an. El a6or es laproducción, fiel al aconteci6iento*encuentro, de una >erdad sobre el +os.acan constitu=e un aconteci6iento para la filosofía por?ue dispone toda clase de sutilidades sobre el +os, sobre la i6agen del Ino en lo des*ligado del +os,= ordena las paradoGas genricas del a6or. Ade6%s, apo=%ndose en su eperiencia, sabe igual6ente enunciar, por eGe6plo en una referencia al a6or corts= una co6paración con l, el estado conte6por%neo de la cuestión del a6or. 4ropone no sola6ente un concepto, articulado ;2(< seg7n los enredos de ladiferencia = de su procedi6iento >i>o, sino ade6%s un an%lisis de la co=untura. 4or eso el antifilósofo acan es una condición del renaci6iento de lafilosofía. Ina filosofía es ho= posible, por tener ?ue ser co6posible con acan.En el orden de la política, el aconteci6iento est% concentrado en la secuencia histórica ?ue >a 6%s o 6enos de !"2- a !"#&, = ?ue ha >isto encadenarse lo?ue =l>ain a@arus lla6a los Caconteci6ientos oscurosD;-ista de la política. e trata de: 6a=o del 2# = sussecuelas, la re>olución cultural china, la re>olución iraní, el 6o>i6iento obrero = nacional en 4olonia JColidaridadDK. /o es ste el 6o6ento de decir sitales aconteci6ientos, en tanto ?ue puros hechos, fueron fastos o nefastos, >ictorias o derrotas. o ?ue es seguro, es ?ue esta6os suspendidos a suno6inación política. A ecepción sin duda del 6o>i6iento polaco, la opacidad de estas ocurrencias político*históricas >iene del hecho de ?ue ellas serepresentaban, en la conciencia de sus actores, en 6arcos de pensa6iento cu=o car%cter caduco pronunciaban al 6is6o tie6po. Así, 6a=o del 2# o lare>olución cultural se referían co67n6ente al 6aris6o*leninis6o, cu=a ruina Lco6o siste6a de representación políticaL estaba precisa6ente inscrita enla naturale@a 6is6a de los aconteci6ientos, co6o pronto se >erificó. o ?ue estaba pasando, aun?ue pensando en este siste6a, no era en l pensable. +e la

    6is6a 6anera, la re>olución iraní se ha inscrito en una predicación isl%6ica a 6enudo arcai@ante, 6ientras ?ue el n7cleo de la con>icción popular = susi6boli@ación ecedía por todas partes esta predicación. /ada ha atestado 6eGor ?ue un aconteci6iento es supernu6erario, no sola6ente con respecto a sue6pla@a6iento, sino ta6bin respecto a la lengua disponible, ;21< ?ue esta discordancia entre la opacidad de la inter>ención = la >ana transparencia de lasrepresentaciones. +e esta discordancia resulta ?ue los aconteci6ientos en cuestión no est%n a7n no6brados, o 6%s bien ?ue el trabaGo de su no6inación Jlo?ue lla6o la inter>ención en el aconteci6ientoK no est%, ni 6ucho 6enos, concluido. Ina política es ho=, entre otras cosas, la capacidad para estabili@arfiel6ente = a largo pla@o esta no6inación. a filosofía est% baGo condición de la política en la eacta 6edida en ?ue lo ?ue ella dispone co6o espacioconceptual se confir6a ho6ogneo a esta estabili@ación, cu=o proceso propio es estricta6ente político. Ve6os co6o 6a=o del 2#, 4olonia, etc... participande la de*suturación de la filosofía: lo ?ue est% ahí en Guego en cuanto a la política no es cierta6ente transiti>o a la filosofía, co6o el C6aterialis6odialcticoD pretendía serlo a la política estalinista. on al contrario la di6ensión ecesi>a del aconteci6iento = la tarea ?ue este eceso prescribe a lapolítica las ?ue condicionan a la filosofía, por?ue sta tiene el deber de establecer ?ue las no6inaciones política6ente in>entadas del aconteci6iento seanco6posibles con lo ?ue si6ult%nea6ente Jes decir: para nuestra pocaK constitu=e la ruptura en el orden del 6ate6a, del poe6a = del a6or. a filosofía esde nue>o posible Gusta6ente por?ue no tiene ?ue legislar sobre la 5istoria o sobre la política, sino sola6ente pensar la reapertura conte6por%nea de laposibilidad de la política a partir de los aconteci6ientos oscuros.En el orden del poe6a, el aconteci6iento lo constitu=e la obra de 4aul $elan, a la >e@ por sí 6is6a = por lo ?ue detenta, en el borde 7lti6o, de la totalidadde la edad de los poetas. Es sinto6%tico ?ue sea en la referencia a los poe6as de $elan donde e6presas de pensa6iento tan di>ersas co6o la de +errida,9ada6er o acoue*abarthe pronuncien la ineluctable sutura de la filosofía a su condición potica. El sentido ?ue concedo a ;20< estos poe6as Jperota6bin, en cierto 6odo, a los de 4essoa = Maldelsta6K es eacta6ente in>erso. eo en ellos, potica6ente enunciada, la confesión de una poesía ?ue sinbastarse =a a ella 6is6a, pide ser liberada de la carga de la suturaP una poesía en espera de una filosofía liberada de la autoridad aplastante del poe6a.acoue*abarthe, al descifrar en $elan una Cinterrupción del arteD, ha intuido Len sentido e?ui>ocadoL esta de6anda. a interrupción, a 6i parecer no esla de la poesía sino de la poesía a la ?ue la filsofía se ha entregado. El dra6a de $elan consistió en tener ?ue afrontar el sentido en sin*sentido de la poca,su desorientación, con el 7nico recurso solitario del poe6a. $uando en Anabasis e>oca la CascensiónD hacia Cla palabra ?ue cobiGa: GuntosD;2o ?ue nos lega esta poesía, el aconteci6iento cu=ono6bre nos prescribe encontrar en otro lugar, es la lla6ada potica a la reconstitución de una concentración co6partida de la disposición conceptual denuestro tie6po, es la for6ulación en el poe6a del final de la edad de los poetas, de la ?ue se ol>ida de6asiado a 6enudo ?ue constitu=ó la gloria, perota6bin el tor6ento = la soledad de sus poetas, soledad agra>ada, = no reducida, por las filosofías ?ue se suturaron a la poesía.Todo depende, es >erdad, del sentido ?ue acorde6os al encuentro entre $elan = 5eidegger, episodio cuasi*6ítico de nuestra poca. a tesis de acoue*

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  • 8/19/2019 Manifiesto Por La Filosofía

    8/10

    abarthe es ?ue el poeta Gudío super>i>iente no pudo, 8?u 8Tolerar 8oportar En todo caso hacer abstracción del hecho de ?ue el filósofo de los poetasguardara en su presencia, ;2-< = en toda presencia, el 6%s absoluto silencio sobre la eter6inación. /o dudo ni un instante ?ue sea >erdad. 4ero ocurreta6bin, = necesaria6ente, ?ue ir a >er al filósofo era eperi6entar lo ?ue la CascensiónD al sentido de la poca podía esperar de l, en el ele6ento delultrapoe6a. 4ero a lo ?ue este filosofo reen>iaba era, precisa6ente, al poe6a, de 6anera ?ue el poeta se encontró frente a l 6%s solo ?ue nunca. 5a= ?uetener en cuenta ?ue la cuestión de 5eidegger C8por ?u poetasD puede transfor6arse para el poeta en C8por ?u filósofosD, = ?ue si la respuesta a estapregunta es Cpara ?ue ha=a poetasD, se redobla la soledad del poeta. oledad ?ue en la obra de $elan constitu=e aconteci6iento desde el 6o6ento en ?ue,potica6ente, re?uirió su rele>o. Estos dos significados del encuentro no son por otra parte contradictorios. 8$ó6o podría 5eidegger ro6per el espeGo delpoe6a Llo ?ue hace a su 6anera la poesía de $elanL, si no creía poder elucidar en el orden de las condiciones políticas, su propio co6pro6iso nacional*socialista Este silencio, aparte de ofender gra>e6ente al poeta Gudío, era ta6bin una irre6ediable carencia filosófica, por?ue lle>aba al etre6o, = hastalo intolerable, los efectos reductores = anuladores de la sutura. $elan ha podido eperi6entar en esa ocasión lo ?ue, en su ocaso, resultaba del fetichis6ofilosófico del poe6a. El sentido profundo de su obra potica es el de liberarnos de este fetichis6o, el de liberar al poe6a de sus par%sitos especulati>os, elde restituirlo a la fraternidad de su tie6po, donde tendr% en adelante ?ue ser >ecino en el pensa6iento del 6ate6a, el a6or, la in>ención política. Elaconteci6iento es ?ue, en la desesperación = la angustia, el poeta $elan descubre en poesía la contrasea de esta restitución.Tales son los aconteci6ientos ?ue, en cada uno de los procedi6ientos genricos, condicionan ho= a la filosofía. /uestro deber es producir la configuraciónconceptual ;22< susceptible de acogerlos, por poco no6brados, o identificados, ?ue a7n estn. 8$ó6o son si6ult%nea6ente posibles para el pensa6iento logenrico de 4aul $ohen, la teoría del a6or de acan, la política fiel a 6a=o del 2# = a 4olonia, la lla6ada potica de $elan al ultra*poe6a /o se trata enabsoluto de totali@arlos, estos aconteci6ientos son heterogneos, inalineables. e trata de producir los conceptos = las reglas de pensa6iento, ?ui@% en eletre6o opuesto a toda 6ención eplícita de estos no6bres = de estos actos, o ?ui@% Gunto a ellos, depende, pero de for6a ?ue a tra>s de estos conceptos= de estas reglas, nuestro tie6po pueda ser representable co6o el tie6po en el ?ue algo del pensa6iento ha tenido lugar, ?ue antes nunca había tenidolugar, = ?ue en adelante est% en co67n para todos, incluso si lo ignoran, por?ue una filosofía ha constituido para todos el abrigo co67n de este Chaber*tenido*lugarD.

    ;2)<". 4oe6as.

    El contenido del gesto de reco6posición de la filosofía ?ue propongo est% a6plia6ente dictado por la singularidad de los aconteci6ientos ?ue han afectadoa los cuatro procedi6ientos genricos J$antor*9Sdel*$ohen para el 6ate6a, acan para el concepto del a6or, 4essoa*Mandelsta6*$elan para el poe6a, lasecuencia de los aconteci6ientos oscuros, entre !"2- = !"#&, para la in>ención políticaK. Ina >e@ efectuada la identificación de los aconteci6ientos, sedesprenden con claridad las grandes cuestiones conceptuales inducidas por el suspenso de estas ocurrencias del pensa6iento, cuestiones ?ue se trata depro=ectar filosófica6ente en un espacio 7nico donde ser%n pensados los pensa6ientos de nuestro tie6po. 4or lo de6%s, a7n cuando deniegan a la filosofía

    el derecho de eistir = pole6i@an contra la siste6aticidad, todos nuestros filósofos, heldeggerianos, sofistas 6odernos, lacanianos 6etafísicos, doctrinariosdel poe6a, sectarios de 6ultiplicidades proliferantes, todos trabaGan sobre estas cuestiones: no se puede escapar f%cil6ente al i6perati>o de lascondiciones, incluso desconocindolo, =a ?ue lo ?ue lo funda ha tenido lugar.Ina de las cuestiones principales L6%s all% de su for6ulación co6ente, es decir dialcticaL es la del ;2#< +os. Ha he 6ostrado ?ue ella sostenía toda laanalítica del a6or. 4ero est% claro ?ue ocupa el centro de la no>ación política, indicando el lugar ?ue el conflicto debe ocupar en lo sucesi>o. El 6aris6ocl%sico ha sido un dualis6o radical, proletariado contra burguesía. 5a hecho del antagonis6o la cla>e de toda representación de la política. Cucha declasesD = Cre>oluciónD, 6%s tarde Len la >isión estatalL Cdictadura del proletariadoD han constituido el ar6a@ón del ca6po de refleión de las pr%cticas. apolítica sólo era pensable en la 6edida .en ?ue el 6o>i6iento de la 5istoria estaba estructurado por un +os esencial fundado en lo real de la econo6ía = dela eplotación. a política Cconcentraba la econo6íaD, lo ?ue ?uería decir ?ue organi@aba la estrategia del +os en torno al poder de Estado. Tenía co6o fin7lti6o la destrucción de la 6a?uinaria política del ad>ersario, substituía los afronta6ientos dispersos = 6%s o 6enos pacíficos ?ue oponen, en el terrenosocial, a eplotadores = eplotados, por un afronta6iento global, estando cada clase pro=ectada en un órgano político ?ue la representaba, un partidopolítico de clase. ólo la >iolencia Jinsurrección o guerra popular prolongadaK podía @anGar conflicto. 4ero, precisa6ente, lo ?ue los aconteci6ientos oscurosde los aos 2&*)& han puesto a la orden del día es el ocaso, la inoportunidad histórica de esta poderosa concepción. o ?ue se busca ho= es un pensa6ientode la política ?ue, aun?ue tratando el conflicto, teniendo el +os estructural en su ca6po de inter>ención, no tenga a ese +os por esencia obGeti>a. , 6%sbien, a la doctrina obGeti>ista del +os Jlas clases son transiti>as al proceso de producciónK la no>ación política en curso intenta oponer una >isión del +os CenhistoricidadD, lo ?ue ?uiere decir ?ue el +os real es una producción del aconteci6iento, una producción política, = no un presupuesto obGeti>o, oCcientíficoD. +ebe6os ho= proceder a una in>ersión de la cuestión del +os: de ;2"< ser 6odelo del concepto en obGeti>idad Jla lucha de clases, o la dualidadde seos, o el Bien = el Mal...K, >a a de>enir a?uello a lo ?ue se prende la producción a@arosa ?ue se >incula a un aconteci6iento. El +os, = no el Ino co6osucedía anterior6ente es lo ?ue ad>iene el +os en post*aconteci6iento. El Ino Jla unidad de clases, la fusión a6orosa, la al>ación...K era i6partido alho6bre co6o su dificultad = su tarea. Al contrario, pensare6os ?ue nada es 6%s difícil ?ue el +os, nada 6%s su6iso si6ult%nea6ente al a@ar = a la laborfiel. El supre6o deber del ho6bre es el de producir, conGunta6ente, el +os = el pensa6iento del +os, el eGercicio del +os.

    a segunda cuestión es la del obGeto = la obGeti>idad. 5e 6ostrado ?ue la función decisi>a de los poetas de la edad de los poetas ha sido establecer ?ue elacceso al ser = a la >erdad suponía la destitución de la categoría de obGeto co6o for6a org%nica de la presentación. El obGeto puede ser una categoría delsaber, pero obstaculi@a la producción post*aconteci6iento de >erdades. a desobGeti>ación potica, condición de una apertura a nuestra poca co6o pocadesorientada, autori@a el enunciado filosófico ?ue, en su desnude@ radical es: toda >erdad carece de obGeto.El proble6a funda6ental sería entonces: 8la destitución de la categoría de obGeto arrastra consigo la destitución de la categoría de suGeto. Este es, sin dudaalguna, el efecto >isible de la 6a=or parte de los poe6as de la edad de los poetas. 5e sealado la plurali@ación, la dise6inación del suGeto en Qi6baud, suausenta6iento en Mallar6. El suGeto de la poesía de TraRl no ocupa sino el lugar del Muerto. A 5eidegger le resulta f%cil Lsuturado co6o lo est% a lospoetasL decir ?ue es i6posible pensar el e6pla@a6iento conte6por%neo del 5o6bre a partir de las categorías de suGeto = obGeto. A contrario, acan ha sidoel guardi%n del suGeto en la 6edida en ?ue ;)&< ta6bin ha reto6ado, reelaborado, la categoría de obGeto. En tanto ?ue causa del deseo, el obGetolacaniano J6u= prói6o a decir >erdad del CobGeto trascendental [D de ant, por su car%cter insi6boli@able = puntualK es deter6inación del suGeto en suser, lo ?ue acan eplícita así: CEste suGeto ?ue cree poder acceder a l 6is6o al designarse en el enunciado no es otro ?ue un tal obGetoD.4ode6os resu6ir la situación a partir de la lógica de las suturas, tal co6o ha presidido hasta ho= al des*ser de la filosofía conte6por%nea. as filosofíassuturadas a su condición científica conceden una gran i6portancia a la categoría de obGeto, = la obGeti>idad es su nor6a reconocida. as filosofías suturadasa la condición política, es decir las >anantes del C>ieGo 6aris6oD, o bien plantean ?ue un suGeto Ce6ergeD de la obGeti>idad Jpaso de la Cclase*en*síD a laCclase*para*síD, general6ente en >irtud del 4artidoK, o bien, 6%s consecuentes, destitu=en el suGeto a fa>or de la obGeti>idad Jpara Althusser, la 6ateria dela >erdad es co6petencia del proceso sin suGetoK, = se acercan paradóGica6ente a 5eidegger haciendo del suGeto un si6ple operador de la ideologíaburguesa Jpara 5eidegger, CsuGetoD es una elaboración secundaria del reino de la tcnica, pero pode6os interpretarlo = decir ?ue este reino es de hecho elreino de la burguesíaK. 4ara las filosofía suturadas al poe6a o, en general, a la literatura, al arte 6is6o, el pensa6iento se dispensa tanto del obGeto co6ode suGeto. 4or 7lti6o, para los lacanianos ha= conceptos ad6isibles de uno = otro. Todos est%n de acuerdo en un 7nico punto, aio6a tan general de la6odernidad filosófica ?ue no puedo sino suscribir: en todo caso, est% fuera de lugar definir la >erdad co6o Cadecuación del suGeto = del obGetoD. Todosdi>ergen cuando se trata de disponer efecti>a6ente la crítica de la adecuación, no estando de acuerdo sobre el estatuto de los tr6inos JsuGeto = obGetoK

    entre los cuales opera.;)!< e obser>ar% ?ue esta tipología deGa un lugar >acío: l de un pensa6iento ?ue 6antendría l la categoría de suGeto, pero concedería a los poetas ladestitución del obGeto. a tarea de un pensa6iento se6eGante sería producir un concepto de suGeto tal ?ue no se apo=e en ninguna 6ención del obGeto, unsuGeto, podría6os decir, sin frente afrente. Este lugar tiene 6ala reputación, pues e>oca el idealis6o absoluto del obispo BerRele=. in e6bargo, se habr%entendido ?ue es a ocuparlo a lo ?ue 6e dedico. $onsidero central para un renaci6iento posible de la filosofía el proble6a del suGeto sin obGeto, de la6is6a 6anera ?ue la desobGeti>ación, desligando la >erdad del saber, ha fundado la edad de los poetas, es decir la crítica decisi>a de las suturas positi>istas= ?ue tienden al 6aris6o. Mantengo ade6%s ?ue un sólo concepto, el de procedi6iento genrico, re7ne la desobGeti>ación de la >erdad = del suGeto,haciendo aparecer el suGeto co6o si6ple frag6ento acabado de una >erdad post*aconteci6iento sin obGeto. ólo en la >ía del