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7/21/2019 Manuel F. Lorenzo, "Superacin del Idealismo en Schelling y Ortega", De animales y hombres, A. Herrera Guevara (Ed.), Universidad de Oviedo & Biblioteca Nueva, Madrid, 20
1/12
Superacin
del
Idealismo
en Schelling
y
Ortega
Mnmp.
FenNANusz
Lonexzo
(Universidad
de
Ovieda)
Una de las
tareas ms
importantes
que
se
propuso
Ortega a
lo largo
de su
intervencin filosfica fue la
que
consideraba
in-
completa
o defectuosamente
rcalizada todava
en su tiempo,
la
tarea de la
superacin
del trdealismo. Superacin
que
era
para
l
tanto como decir superacin de
la
modemidad
norteuropea.
El
ldealismo
alemn
haba
sido
la
culminacin
de
la
filosofa
moderna'que se inicia en
Descartes
y
coronan de forma inequ-
voca
Fichte
y
Hegel.
Pero,
a la muerte de
Hegel
se
produce
una
reaccin
contra
su
filosofa
que
conforma
lo
que
se llamar
el
inicio
de
la filosofa
contempornea,
en
la
que
los
principales
movimientos
tienen en
comn el rechazo del idealismo,
difi-
riendo no obstante en la solucin de
recambio. El
positismo,
identificando
el
idealismo corno
filosofa negativa, en el sentido
de especulativa
o
puramente
racional,
propondr
sustituirlo
por
la filosofa
positiva,
cuyo
modelo de conocimiento era
el cono-
cimiento cientfico
experimental.
El
mamisfllo
propondr
el
re-
greso
al materialismo, aunque ahora renovado con
la
aportaoin
metodolgica ms brillante del idealismo alemn, la
dialctica,
con
lo
que
se
configura
el
materialismo dialctico.
Y
el
ta-
lismo
de
Schopenhauer
pretender
subordinar
la raz6n
de los
idealistas a la
vida irracional.
De
entre estas
corrientes, la
po-
sicin
que
toma Ortega tiene
que
ver
principalmente,
a travs
de Nietzsche o
Bergson, con
la
ltirna,
con el
vitalismo. Pues el
marxismo, en lo
que
tiene
de
propuesta
estrictamente
filosfica,
le
parece
a
Ortega
una
vuelta a
una
forma
de
dogmatismo,
y
por
tanto a una
posicin precrtica
en el sentido
kantiano,
por
muy dialctica
que
se
presente.
Por
lo
que
respecta al
positi-
vismo le
parece
una
posicin
que
conduce
a
la confusin de la
filosofa con
la ciencia. Son conocidas las tesis
orteguianas,
rei-
27
rl
7/21/2019 Manuel F. Lorenzo, "Superacin del Idealismo en Schelling y Ortega", De animales y hombres, A. Herrera Guevara (Ed.), Universidad de Oviedo & Biblioteca Nueva, Madrid, 20
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nocido Sisterna
de
la
trdentidad,
en el
que
intent
introducir
un
nuevo
esquema
para
entender
la realidad
y
escapar a
la tradi-
cional contraposicin
entre
realismo dogmtico,
simbolizado
en-
tonces
en Almania
por
la
recin
redescubierta
filosofa de
Es-
pinosa,
y
el
idealismo.
ctico
que
encarnaba
brillantemente
el
Idealismo de
Fichte.
El
planteamiento para
escapar
a
ella lo
ha-
ba
expuesto
muy tempranamente
en
su'Cartas
sobre el
dogma-
tismo
y
eI uticismo
(1996).
All contrapona
el dogmatismo
de
Espinosa
al criticismo
idealista de
Fichte. Pero en ambas
posi-
ciones vea
un
defecto:
el
de
la
aniquilacin
de
lo
subjetivo
en
el seno
de
la omniabarcante Sustancia
espinosista
y
el de la eli-
minacin de la
kantiana Cosa en
s
por
el
Yo de Fichte.
La
nueva
solucin
la
encuentra
el
joven
Schelling
en la doctrina
del
pa-
ralelismo de
los
dos
atributos
espinosistas,
entendida
como una
prefiguracin
del fundamento
o Absoluto
como
ldentidad,
que
ser u
aportacin
al
idealismo
post-kantiano.
Pues tanto
la
Sus-
tancia de
Espinosa como el
Yo
absoluto de
Fichte tienen
en co-
mn el ser
la mezcla indiferenciada o
ldentidad de
Pensamiento
y
Extensin,
de
Yo
y
No-Yo.
Se
tratara
entonces de
comple-
mentar a Fichte con
lo
nuevo
que
haba
introducido
Espinosa
en el
sentido
de
que
habra entendido correctamente
la Natura-
leza
(natura
naturans)
como una Identidad
de
Extensin
y
Pen-
samiento,
a
diferencia
de
Fichte para el
que
la Naturaleza
se en-
tiende unilateral
y
pobremente
como
No-Yo. Y
viceversa, com-
plementar
a
Espinosa
con
Fichte,
pos
el
primero
habra
incurrido en una
reduccin
del
mundo
del
Espritu a
la
Natu-
raleza,
siendo
incapaz de
verlo
como una
,
tal
como se concebir
el Espritu
entendido ahora como
algo
objetivo,
como Cultura en
el
ldealismo alemn. En tal sentido,
Espinosa,
por
su condicin
juda,
no estaa
en
la correcta
dis-
posicin para
captar el significado del Reino de
la
Gracia.
La
comprensin del Espritu
humano como una segunda naturaleza,
como algo sobrenatural
que
se abre camino a
travs, no
ya
de
Kant,
sino de
Herder,
permiti
a Schelling
interpretar la duali-
dad atributiva
de la
Sustancia espinosista,
como
un
fractal
que
se
daba
tanto
en
el
Reino de
la
Naturaleza
como en
el
nuevo
Reino descubierto
del Espritu. Con
ello se introduce
un funda-
mento
dual
que
Schelling
identifica con el
concepto
tradicional
de Dios,
interpretndolo
ahora
como
la Identidad
de Naturaleza
y
Espritu. De ah surge
el llamado Sistema
de
la ldentidad.
Di-
cho
Sistema ser
adoptado
por
Hegel frente al
de Fichte.
No
obstante,
Hegel
trat de
mejorarlo al
percatarse
de
que
lo
Ab-
soluto slo
haba sido
desarrollado en
l
como
Naturaleza
y
Es-
pritu,
pero
no
como Idea.
Y
si la
Idea
era Dios,
en
la tradicin
ristotlica deba
entenderse
como
,
K.Frantz, Schellings
positive
Philosophie,
Neudruck
der
Ausgabe
Kthn 1879-80, Scientia
Verlag Aalen
1968,
I,
pg.37.
[274]
12751
7/21/2019 Manuel F. Lorenzo, "Superacin del Idealismo en Schelling y Ortega", De animales y hombres, A. Herrera Guevara (Ed.), Universidad de Oviedo & Biblioteca Nueva, Madrid, 20
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ambos
no
como
una
Sustancia dada
previamente
y
concebida
como
algo esttico
al
modo
pantesta
antiguo,
sir-to
com_o una
Tercera
Potencia,
una
relacin causal,
dada en la forma
de
una
unidad
de las otras
dos,
pero
no
como unidad
sustancial,
una
especie
de
Causa
su, sino como
unidad esencial
y
mvil,
rec-
prbca
y
no esttica.
En
tal
sentido
equipara
a Dios,
entendido
omo
l
Ser
general
o
existente necesario,
como dotado
de
es-
tas tres
Potencias,
con un especie de
Vida originaria.
Una
Vida
atravesada
en su
interior
por
una dualidad
asimismo
originaria,
un Dios
que lleva
asociad
una
sin
la
cual
no se
le
puede concebir,
lo
que
nos
recuerda
la definiciones
que
Heidegger
y
los.
existencialistas
dan de la existencia
humana,
no
como una
conclencla
cerrada en
s
misma sino como
un
Ser-en-
el-mundo,
o
las
que
Ortega
da
de la Vida
como
la unidad
irre-
ductible
de un
organismo
y
un medio, o
de la vida
humana
como
la
unidad
inescincible
de un
yo
y
unas circunstancias.
Asimismo
el
descubrimiento
del
segundo
Schelling
de
que
la
vida
es
algo
para
la cual es esencial
la duracin,
el
tiempo,
lo
lleva
a rchaiar
la dialctica
puramente
lgica
y conceptual
de
Fichte
y
Hegel
y
a
sustituirla
por
un mtodo temporal,
hist-
rico,
por
una racionalidad
que
se debe encontrar
en el
propio
desariollo
temporal
e histrico-positivo
y
que
no
puede
ser
es-
tablecida,
por
ello a
priori.
Dicho
nuevo
mtodo
temporal-po-
sitivo
de indagacin
filosfica,
que
deba sustituir
al mtodo
pu-
ramente
racional-conceptual,
empieza a ser
sto con
claridad
por
Schelling
en su consideracin
de
la existencia
del
mundo
desde
el
puto
de vista
de
su duracin
real
y
positiva
en el
tiempo,
en
las llamadas
Edades del mundo
(Die
Wltalter).
Pre-
cisamente
el inicio
de
la llamada
segunda
filosofa de
Schelling
se
remonta
a
este inacabado
proyecto
de Las
Edades del
Mundo
que
se
haba
iniciado
en 1813
y
haba
permanecido
indito.
El
ltimo
escrito
que
Schelling
public
desde entonces,
a excep-
cin
de un
Prlogo
a
una
obra
de Victor
Cousin,
fue una
con-
ferencia dada
el
L2 de Octubre
de
1815, con
motivo del
cum-
pleaos
del
Rey
de Baera,
Maximiliano
I,
en
la Academia
de
Ias
Ciencias
y
las
Artes
de
Munich, de
la
que
entonces
era
Se-
cretario el
propio
Schelling,
y
facobi
su
Presidente.
Dicha
con;
ferencia
llevaba
el
ttulo de
5,
y
en
ella encuentra
Schelling el emblema
que
pr_esidir
su
sistematizacin
de
la filosofa de
las
Weltalter
en la figura
mi-
tolgica
de
los dioses
Cabiros,
ms
conocidos
como
los
Dioscu-
5
Hay traduccin
espaola
de I.
Ginet
Comn
y
F.
Perez-Borbujo
publicada
en
Er.
Revista de
fiIosofa,
nm.
31.
ros, di consentes o dii
potii.
Precisamente
por
la acuacin de
dicha
metfora
como
emblema
de
la estructura bsica del
que
llama Sistema de las Edades del Mundo,
el
segundo
Sistema
filosfico de Schelling,
el Schelling tardo
inicia
en
la historia
de la filosofa una critica a Hegel diferente a la
que
hacen,
una
dcada
ms
tarde,
la izquierda
hegeliana
y
luego Marx.
Lo
que
ambas crticas tienen en comn es la necesidad
de
invertir el
Sistema
hegeliano
que
pretendia
empezar a
andar con
la
cabeza
(la
ldea),
para ponerlo
sobre los
pies
(la
Naturaleza). Pues
la
Naturaleza
debe ser
ahora el verdadero
punto
de
partida al
que
debe seguir
el Espritu, el cual
produce
en
ltimo lugar, en
el
hombre,
el mundo del Pensamiento,
la
[dea. Pero difieren
prin-
cipalmente en
dos cosas:
en la concepcin de
la Naturaleza
y
en el mtodo requerido
para
superar
el
ldealismo, aparte,
natu-
ralmente,
de
la
cuestin
del atesmo. Por lo
que
respecta a lo
primero,
Maix
y
Engels se declararon admiradores
de
la Natur-
philosophie
del
joven
Schelling
frente
a
la Filosofa de la Natu-
raleza
de Hegel,
la cual les
pareca
una
plida
copia
de la del
primero6.
Pero en el mancismo, al menos
en la formulacin
que
Engels
dio a
la Dialctica de la
Naturaleza,
se opta
por
supo-
ner, claramente,
un
solo
principio
de todo,
la
Materia,
volviendo
al materialismo ilustrado
francs,
aunque
renovndolo
con
la
sustitucin de
su
mtodo mecanicista
por
mtodo dialctico
he-
geliano.
De
ah
que
el
marxismo,
desde este
punto
de
vista,
no
plantea
nada nuevo, sino la asuncin de unos
supuestos filos-
ficos
de
fondo, los
propios
del
materialismo, cuyo
origen se re-
monta a los milesios,
Demcrito
y
Epicuro, aunque reexpuestos
mediante el mtodo dialctico.
La
posicin
de
Schelling es aqu
diferente
y
a
la vez
novedosa.
Pues
la
Idea
que
tiene
de
la Na-
tutaleza no
es
la de algo, en el origen,
nicamente material o
puramente
fsico, de donde,
por
evolucin dialctica, surgira la
vida
y
el espritu como-propiedades evolutivas
de la materia
ori-
ginaria,
sino
que,
en la
Naturaleza,
Schelling
observa
ya
una
dualidad
originaria
e
irreductible, un
dialelo
que
la atraviesa de
modo constitutivo. Dicha
dualidad alcanza
asimismo
al
Espritu
humano,
e
incluso a Dios mismo,
manifestndose siempre como
oposicin dialctica de dos
potencias que,
en
cada
nivel de
anlisis, adquieren
un
aspecto
positivo
diferente,
como si de una
repeticin
fractal
se tratase:
en la materia fsica son
la fuerza
centrpeta
y
la centrifu9a,
ya
sealada
por
Kant, en la materia
imantada los
dos
polos
Norte-Sur,
en
los organismos
vos el
6
Las cartas
de
Man,
pues
constituyen
y
conforman
las estructuras
ms
bsicas
u originarias
de la conducta
humana,
y por
ellas
se
pue-
den
7/21/2019 Manuel F. Lorenzo, "Superacin del Idealismo en Schelling y Ortega", De animales y hombres, A. Herrera Guevara (Ed.), Universidad de Oviedo & Biblioteca Nueva, Madrid, 20
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fiIosofla?),
que qued
intemrmpida
por
el
advenimiento
de
la
repblica espaola
y
las
subsecuentes
guerras
cil
y
mundial.
Por
ello
estos
escritos
no
tuvieron
una
acogida
equivalente a la
de
sus ms famosos
ensayos,
e
incluso
no se recogieron
en sus
obras completas
hasta hace
bien
poco.
Ortega,
no obstante,
desde 1914,
pensaba
que
bastabapaa
construir
una
nueva
sis-
tematizacin filosfica
con apoyarse en la vida humana
como
una base
o
conjunto de
edencias
positivas,
como
un fenmeno
que
sea
l
por
si sistema,
que
tenga virtualidad
sistemtica:
en
Qu
es conocimienfo?, Revista de Occidente en Alianza Editorial, Madrid,
1984,
pg.
53.
[2eo]
f2etl
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es
,
lo
que quiere
decir fuga de ste
y
atencin al
otro. Frente a estas dos
preferencias
antagnicas e igualmente
exclusivas cabe
que
el atender
se fije en una
lnea
intermedia,
precisamente
la
que
dibuja la frontera
entre
uno
y
otro mundo.
Esa
lnea
en
que
termina, le
pertenece, y
es,
por
tanto,
de
carcter
.
Mas a lavez, en
esa
lnea comienza
el
ultramundo,
y
es,
en
consecuencia,
trascendente. Todas las
ciencias
particulares, por
necesidad de su interna economa, se
ven hoy
apretadas contra esa
lnea
de sus
propios problemas
l-
timos,
que son,
al mismo
tiempo, los primeros de
la
gran
cien-
cia de
Dios>20.
Eugenio Tras
aborda,
con
la
misma
caracterstica
de
Ortega, el despliegue
sistemtico de una
filo-
sofa dual,
trgSca,
esto
es,
el anlisis
filosfico
de
la
unidad
fronteriza
entre
el
yo y
las circunstancias, entre
el sujeto
feno-
mnico
y
el objeto noumnico
que
lo rodea
y
amenaza,lo
que
supone
una
novedad,
en el
sentido
de
su
tematizacin
y
aten-
cin
preferente,
en la
tradicin de esta nueva filosofa
espaola
iniciada
en el
siglo xx. Una
nueva
filosofa
que
debe ser inno-
vadora
en
sus
planteamientos
bsicos
y
no meramente epigonal
o escolstica, limitada
a desarrollar
o
complicar
propuestas
cl-
sicas
previas,
somo
la
que
representaron
analticos
y
dialcticos
en
Espaa
al
final
del
franquismo,
los
cuales se
olvidaron
de
Ortega
cayendo
en el dogmatismo
man