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122 ][ Investigaciones Geográficas, Boletín 78, 2012 Mapas de la mitad del mundo. La cartografía y la construcción territorial de los espacios americanos. Siglos XVI al XIX, es el libro más reciente que coor- dinan Francisco Roque de Oliveira, del mundo luso-parlante y Héctor Mendoza Vargas. Esto no es un detalle menor, ya que los organizadores de la obra hicieron un esfuerzo evidente por incluir trabajos sobre Iberoamérica, con vistas a ofrecer al lector un compendio geográfico diverso, respe- tando además las lenguas en las que los artículos fueron originalmente escritos. Pese a la ventaja que luso e hispano-parlantes compartimos (pues se pueden leer ambos idiomas sin mayor proble- ma), se ha usado muy escasamente esta ventaja en nuestro beneficio. Son raras las obras bilingües y por motivos que rebasan –y mucho– los límites de esta reseña, conocemos muy poco de nuestras realidades. Afortunadamente este libro supera estas limitaciones con creces. Dividido en cuatro partes, presenta aportes novedosos relativos a la cartografía iberoameri- cana entre los siglos XVI y XIX. La primera parte, que lleva por título “Las fuentes y la reflexión filosófica e histórica”, examina las condiciones teórico-metodológicas del proceso de elaboración de mapas. Raquel Urroz y Héctor Mendoza Var- gas identifican y analizan las diferentes tendencias analíticas que guiaron a la cartografía mexicana, desde los tiempos coloniales hasta el siglo XIX. En el mismo sentido, omas Hillerkuss y Elizabeth del Carmen Flores Olague en un capítulo sobre Nueva Galicia, y Beatriz Piccolotto Siqueira Bueno en otro sobre Brasil, resaltan la importancia de estudiar los mapas como fuentes históricas considerando su dimensión estética y textual. En el último capítulo de esta parte, Francisco Roque de Oliveira describe la trayectoria de Jaime Cortesão en Brasil entre 1944 y 1950, periodo en el cual, el “mais geográfico dos historiadores portugueses” impartió una serie de cursos sobre la formación territorial brasileña en el Ministério de Relações Exteriores do Brasil (Itamaraty). Estos cursos y las publicaciones que les sucedieron fundaron las bases de la cartografía histórica brasileña. Los dos primeros capítulos de la segunda parte del libro, identificada como “Los desafíos de la mirada”, describen con lujo de detalle la sobrepo- sición de patrones mesoamericanos y europeos en la confección de mapas de la Nueva España en el siglo XVI. Las das últimas contribuciones analizan un tema recurrente de los estudios histórico- geográficos brasileños: la forma como las áreas de frontera, denominadas sertões, fueron descritas e incorporadas al territorio colonial en el siglo XVIII, contexto en el cual la expansión de la economía minera obligó a la corona portuguesa a intentar establecer un mayor control sobre estos espacios y sus habitantes. La tercera parte del libro, intitulada “Entre las tensiones territoriales y las noticias de Iberoaméri- ca”, reúne estudios que abordan diferentes áreas de Iberoamérica a lo largo de un contexto cronológico amplio. A partir del análisis de la obra Geografía y Descripción Universal de las Indias de Juan López de Velasco, Alejandra Vega Palma analiza “la escri- tura cartográfica” del autor centrando atención en el caso del Perú. En otro ensayo, Omar Moncada trata los territorios españoles al norte del continen- te, más precisamente a la expedición que Miguel Constanzó realizó a California en 1767. La preocupación por conocer territorios fron- terizos es especialmente importante en zonas de escaso control territorial, tal como recuerda Mário Clemente Ferreira en su estudio acerca de las re- presentaciones geográficas de los territorios portu- gueses y españoles al sur del continente americano Oliveira, F. R. de y H. Mendoza Vargas (coords.; 2010), Mapas de Metade do Mundo, a cartografia e a construção territorial dos espaços americanos, sécalos XVI a XIX/Mapas de la Mitad del Mundo, la cartografía y la construcción territorial e los espacios americanos, siglos XVI al XIX, Centro de Estudos Geográficos, Universidade de Lisboa e Instituto de Geografía, UNAM, Lisboa, 463 p., ISBN 978-972-636-200-5

Mapas de la mitad del mundo. La cartografía y la construcción

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122 ][ Investigaciones Geográficas, Boletín 78, 2012

Mapas de la mitad del mundo. La cartografía y la construcción territorial de los espacios americanos. Siglos XVI al XIX, es el libro más reciente que coor-dinan Francisco Roque de Oliveira, del mundo luso-parlante y Héctor Mendoza Vargas. Esto no es un detalle menor, ya que los organizadores de la obra hicieron un esfuerzo evidente por incluir trabajos sobre Iberoamérica, con vistas a ofrecer al lector un compendio geográfico diverso, respe-tando además las lenguas en las que los artículos fueron originalmente escritos. Pese a la ventaja que luso e hispano-parlantes compartimos (pues se pueden leer ambos idiomas sin mayor proble-ma), se ha usado muy escasamente esta ventaja en nuestro beneficio. Son raras las obras bilingües y por motivos que rebasan –y mucho– los límites de esta reseña, conocemos muy poco de nuestras realidades. Afortunadamente este libro supera estas limitaciones con creces.

Dividido en cuatro partes, presenta aportes novedosos relativos a la cartografía iberoameri-cana entre los siglos XVI y XIX. La primera parte, que lleva por título “Las fuentes y la reflexión filosófica e histórica”, examina las condiciones teórico-metodológicas del proceso de elaboración de mapas. Raquel Urroz y Héctor Mendoza Var-gas identifican y analizan las diferentes tendencias analíticas que guiaron a la cartografía mexicana, desde los tiempos coloniales hasta el siglo XIX. En el mismo sentido, Thomas Hillerkuss y Elizabeth del Carmen Flores Olague en un capítulo sobre Nueva Galicia, y Beatriz Piccolotto Siqueira Bueno en otro sobre Brasil, resaltan la importancia de estudiar los mapas como fuentes históricas considerando su dimensión estética y textual. En el último capítulo de esta parte, Francisco Roque de Oliveira describe la trayectoria de Jaime Cortesão en Brasil entre 1944 y 1950, periodo en el cual, el “mais geográfico

dos historiadores portugueses” impartió una serie de cursos sobre la formación territorial brasileña en el Ministério de Relações Exteriores do Brasil (Itamaraty). Estos cursos y las publicaciones que les sucedieron fundaron las bases de la cartografía histórica brasileña.

Los dos primeros capítulos de la segunda parte del libro, identificada como “Los desafíos de la mirada”, describen con lujo de detalle la sobrepo-sición de patrones mesoamericanos y europeos en la confección de mapas de la Nueva España en el siglo XVI. Las das últimas contribuciones analizan un tema recurrente de los estudios histórico-geográficos brasileños: la forma como las áreas de frontera, denominadas sertões, fueron descritas e incorporadas al territorio colonial en el siglo XVIII, contexto en el cual la expansión de la economía minera obligó a la corona portuguesa a intentar establecer un mayor control sobre estos espacios y sus habitantes.

La tercera parte del libro, intitulada “Entre las tensiones territoriales y las noticias de Iberoaméri-ca”, reúne estudios que abordan diferentes áreas de Iberoamérica a lo largo de un contexto cronológico amplio. A partir del análisis de la obra Geografía y Descripción Universal de las Indias de Juan López de Velasco, Alejandra Vega Palma analiza “la escri-tura cartográfica” del autor centrando atención en el caso del Perú. En otro ensayo, Omar Moncada trata los territorios españoles al norte del continen-te, más precisamente a la expedición que Miguel Constanzó realizó a California en 1767.

La preocupación por conocer territorios fron-terizos es especialmente importante en zonas de escaso control territorial, tal como recuerda Mário Clemente Ferreira en su estudio acerca de las re-presentaciones geográficas de los territorios portu-gueses y españoles al sur del continente americano

Oliveira, F. R. de y H. Mendoza Vargas (coords.; 2010),Mapas de Metade do Mundo, a cartografia e a construção territorial dos espaços americanos, sécalos XVI a XIX/Mapas de la Mitad del Mundo, la cartografía y la construcción territorial e los espacios americanos, siglos XVI al XIX,Centro de Estudos Geográficos, Universidade de Lisboa e Instituto de Geografía, UNAM, Lisboa,463 p., ISBN 978-972-636-200-5

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Mapas de Metade do Mundo, a cartografia e a construção territorial dos espaços americanos...

durante el periodo colonial. Ya en el siglo XIX, en el proceso de construcción de los Estado-nación americanos, la producción de notas, compendios y estadísticas nacionales fueron instrumentos fundamentales que los jóvenes Estados utilizaron para demarcar el control sobre sus territorios. A partir del estudio de las Noticias Estadísticas de la Huasteca potosina, Ricardo Fagoaga Hernández describe este proceso en el México decimonónico. Tan importante como demostrar conocimiento acerca de los atributos físicos de una región es el proceso de “nombramiento” de una determinada área y el uso geopolítico de topónimos. Los dos últimos capítulos de esta sección discurren acerca del papel de los topónimos en la construcción del “imaginario geográfico” en Brasil y en la Patagonia argentina en el siglo XIX.

En el ámbito de la formación de las identida-des nacionales, los atlas escolares también fueron instrumentos que los gobiernos utilizaron para avanzar una determinada agenda geopolítica. Así lo presenta Valéria Trevizani Burla de Aguiar, a partir de su estudio del Atlas do Império do Brazil de Candido Mendes de Almeida publicado en 1868. Según la autora, esta obra enfatiza temas relativos a las fronteras internacionales brasileñas al igual que nociones acerca de la unidad nacional con acento en la geografía política de las provincias.

La última parte del libro, “El horizonte amplio”, se centra en la cartografía náutica y la relación entre ésta y las intenciones geopolíticas de nacio-nes que pretenden asegurarse un territorio o bien establecer hegemonía sobre una determinada área. En “Exploraciones náuticas en la costa del Pacífico mexicano. Cartas y derroteros de la segunda mitad

del siglo XIX”, Karina Busto relata que a partir de la fundación de la United States Hydrographic Office en 1830, paulatinamente Estados Unidos fue rempla-zando a Europa en la producción de conocimiento sobre la costa del Pacífico mexicano. Asimismo, por medio de los trabajos llevados a cabo por dicha repartición, Estados Unidos buscaba establecer co-nocimientos básicos que le permitiera incrementar la defensa militar al igual que fomentar el comercio en una región relativamente poco explorada.

Este libro demuestra la alianza estratégica entre dos universidades para unir sus cualidades acadé-micas y técnicas, y entregar una obra que debe ser de interés de geógrafos e historiadores, ya que a lo largo de él los autores hacen hincapié en la relación interdisciplinaria entre ambos campos de cono-cimiento, en especial cuando se trata de estudiar producciones cartográficas del pasado. Además, varios capítulos cuestionan algunos paradigmas y proponen otros, por ejemplo, cuando insisten en la necesidad de conocer los territorios, no como entidades fijas sino como procesos en construcción. Dicho acercamiento metodológico supone que los mapas, así como cualquier vestigio del pasado, deben estar sujetos a un riguroso escrutinio analí-tico en el cual, por ejemplo, lo que nuestra mirada considera un “error” técnico habla –y mucho– de un determinado contexto epistemológico. En este caso, el potencial de los mapas como fuente histó-rica no está determinado por su nivel de precisión técnica, sino por su capacidad de ser otra ventana hacia el pasado que combina texto e imagen.

Maria-Aparecida LopesCalifornia State University, Fresno

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Doherty, G. (ed.; 2010),New Geographies 3. Urbanism of color,Harvard University Press, Hong Kong, 184 p., ISBN 978-1-934510-26-2

El tercer número de la ambiciosa publicación New Geographies –anuario producido por la Harvard Graduate School of Desing (GSD)–1 se centra en el estudio del color en la ciudad. El objetivo del volu-men es llevar el color al centro de las deliberaciones sobre el entorno urbano para repensar la manera en que se entienden las ciudades.2

Los veintinueve textos que conforman este número contienen planteamientos sobre la espa-cialidad, identidad, relatividad e instrumentalidad del color en relación con la ciudad. La espacialidad, según explica el editor, se refiere a la manera en que el color crea espacios; la identidad, a las identida-des que genera; la relatividad –haciendo eco de la teoría del color de Josef Albers– a la interacción e interrelación de los objetos y colores en el espacio urbano; y la instrumentalidad, por último, a la puesta en práctica de programas y proyectos que reflexionan sobre el color desde y para el diseño y la planeación del espacio.

Para lograr abarcar todas estas perspectivas se utiliza un interesante acercamiento multidiscipli-nario: entre sus autores encontramos arquitectos, ingenieros, activistas sociales, poetas, literatos, diseñadores, filósofos, urbanistas, antropólogos, biólogos, documentalistas, teóricos de la comu-nicación e historiadores. Asimismo, los textos reflejan una amplia variedad de acercamientos

1 Omar Olivares, en este mismo volumen de Investigaciones Geográficas, examina el número 4 de New geogrpahies. Nos ha parecido importante mostrar la continuidad de esta serie como programa de investigación. 2 Los estudios más complejos y elaborados sobre el tema del color en la cultura son los que ha realizado, desde varios años, Gage (1999). En la arquitectura, el polémico estudio de Porter y Mikellides (1976) representó un parteaguas dentro de la disciplina. En el urbanismo, en cambio, hay un vacío mayor sobre estudios dedicados al color.

y preocupaciones. Son estudios de caso donde se ha implementado el color como parte del mejoramiento de áreas urbanas; también, discu-siones teóricas sobre el cine, la luz y el color en la arquitectura; proyectos de diseño del paisaje, intervenciones artísticas y estudios de corte histó-ricos, entre otros.

Dentro de esta sorprendente multiplicidad de temas, encontramos algunas preocupaciones que se repiten de un texto a otro. La más frecuente aborda el problema de cómo se puede mejorar la expe-riencia urbana a partir del color. A este respecto, resultan particularmente valiosas las aportaciones de los arquitectos y diseñadores, quienes en sus textos utilizan sus propios proyectos para ejempli-ficar los puntos a los que quieren llegar. Tal es el caso de Petra Blaisse, del grupo Inside Out, quien se interesa por la interacción entre la arquitectura y el ambiente en espacios determinados. El uso del color plantea diferentes problemas cuando se trata de diseñar conjuntos habitacionales, reclusorios, museos o embajadas. También Alex Krieger, quien se define como un arquitecto que “defiende el uso de los colores”, llama la atención sobre su utilidad práctica en tipos particulares de construcción, como los bancos o los hospitales.

En “Color and the city”, Ricky Burdett y Adam Kaasa hacen un breve recuento de la resistencia que tuvo la arquitectura moderna hacia el color y del fuerte influjo que ésta ha tenido hasta nuestros días. El arquitecto Bruno Taut, en 1927, rompió con el orden y la sobriedad arquitectónica de la exhibi-ción Weissenhofsiedlung, celebrada en Stuttgart, al edificar casas con un estilo colorido y vibrante que rompían con la uniformidad y ligereza del estilo internacional.

Más de medio siglo después, Edi Rama, el artista, que devino alcalde de la ciudad de Tirana

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New Geographies 3. Urbanism of color

lanzó un programa para pintar los edificios de la ciudad con diversos motivos cromáticos para pro-ducir nuevos espacios que permitieran regenerar las relaciones sociales, afectadas durante las últimas décadas del gobierno comunista. En su proyecto, el color no significaba (como había sido para Le Corbusier) un elemento arquitectónico más; por el contrario, era una herramienta para reestablecer y reordenar el espacio de las relaciones sociales. En el mismo artículo, estos autores exponen varios ejem-plos de ciudades latinoamericanas, particularmente el caso chileno, donde el color ha sido utilizado como una forma de apropiación y regeneración de la vivienda y el espacio urbano. La conclusión es contundente: el color sí importa, es lo que está posibilitando el reestablecimiento de espacios ciu-dadanos en poblaciones marginadas.

Si bien el urbanismo no ha entrado de lleno al estudio de color, los artistas, desde tiempo atrás, se han sentido mucho más cómodos con su uso, esa es la razón por la que sus contribuciones al volumen son particularmente interesantes. El colombiano Carlos Cruz-Diez presenta sus propias intervenciones urbano-cromáticas como una manera de romper con la automatización del ciudadano actual: utiliza el color para resquebrar lo cotidiano y hacer reflexionar al habitante so-bre su entorno. El artista Olafur Eliasson, por su parte, presenta algunos de los experimentos que ha realizado para observar cómo afecta el color a la percepción urbana. Estos ejercicios guardan una fuerte relación con otras prácticas artísticas contemporáneas que, en el caso mexicano, han explorado profusamente Francis Alÿs (2006) y Melanie Smith (2006).

El cruce interdisciplinario de la revista aparece también en el artículo de Jesse Shapins, “Urban imaginaries, Stadtblind, and the colors of Berlin: intervening in the realm of perception, initiating urban transformation”. El proyecto de Shapins combina el arte experimental, diseño urbano e investigación etnográfica. Su finalidad es generar dispositivos para “desfamiliarizar” la ciudad, con el objetivo de repensarla y reimaginarla. Basados en el método de “desfamiliarización” del formalista ruso Viktor Shklovasky, los integrantes del grupo aprovechan el arte no como vehículo de expresión,

sino como táctica para producir nuevas formas de entendimiento a través de las propiedades únicas que ofrece la estética. Partieron de la premisa de que Berlín se veía continuamente de manera ciega, por lo que buscaron volver a hacer visible lo que la cotidianidad vuelve invisible. Así, a través de exhibiciones donde se utilizan mapas, imágenes, textos y bloques de color, elaborados con base en las concentraciones cromáticas de fotografías que fueron tomadas de diversos puntos de la ciudad, se intenta presentar una nueva percepción de la metrópoli.

El color, en este sentido, se presenta como un elemento para pensar críticamente la ciudad. Más aún, el color tiene implicaciones políticas, y utiliza-do correctamente, posee un potencial democrático.

El color tiene una presencia sobre y más allá de los edificios, la gente, los espacios y los artefactos que hacen una ciudad. Este volumen es sin duda un valioso incentivo para considerarlo mucho más seriamente tanto en los estudios como en la pla-neación y el diseño urbanos. Además, se advierte que la geografía es capaz de pensar en conjunto los aspectos de organización económica y política con las dimensiones estéticas de la ciudad. Combinado con exploraciones antropológicas y artísticas, el color es un elemento que sirve para crear lazos entre comunidades diversas dentro de una ciudad y ex-plorar planes que consideren, como quería Jane Ja-cobs (2011) a los habitantes de la ciudad desde una perspectiva que pone énfasis en el análisis a nivel de la calle y toma en cuenta la vivencia cotidiana.

Al final del volumen, queda claro que analizar el color en la ciudad nos lleva a pensar modos alterna-tivos de ver y de ser. Por ello, una tarea imposter-gable que se pone sobre la mesa es la de comenzar a construir un vocabulario sobre el color que sea útil para el ámbito del urbanismo y la geografía.

REFERENCIAS

Alÿs, F. (2006), A story of deception, Fundación Eduardo F. Constantini, Buenos Aires.

Gage, J. (1999), Color and Culture. Practice and meaning from antiquity to abstraction, California, The Univer-sity of California Press.

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Esteban King Álvarez

Jacobs, J. (2011), Muerte y vida de las grandes ciudades, Capitán Swing Libros, Madrid.

Porter, T. and B. Mikellides (1976), Color for architecture, Van Nostrand Reinhold, New York.

Smith, M. (2006), Ciudad espiral y otros placeres artifi-ciales, A & R Press, México.

Esteban King Álvarez Facultad de Filosofía y Letras

Universidad Nacional Autónoma de México

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Capel, H. (2011),Los ferro-carriles en la ciudad. Redes técnicas y configuración del espacio urbano,Colecc. de Historia Ferroviaria, Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Barcelona,223 p., ISBN 978-84-89649-67-5

El libro Los ferro-carriles en la ciudad. Redes técnicas y configuración del espacio urbano, es la última pu-blicación de Horacio Capel, geógrafo español de la Universidad de Barcelona.1 En él hace un recuento

1 Catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Barcelona, no precisa presentación entre sus colegas del ámbito iberoamericano. Es, sin duda, uno de los geógrafos más importantes de los últimos tiempos. Ha sido nombra-do Doctor Honoris Causa por tres universidades, recibió la distinción a la Actividad Investigadora, de la Generalitat de Catalunya en el 2003, el Preston James Eminent Latin Americanist Career Award, por la Conference of Latin Ame-rican Geographers, Association of American Geographers en 2006, y el Prix International de Géographie Vautrin Lud 2008, también conocido como el “Nobel de Géographie”. Si bien sus trabajos siempre están referidos a lo que ocurre en el mundo, la impronta de su obra ha sido definitiva para el ámbito iberoamericano. Una de sus principales aportaciones es la divulgación del conocimiento en lenguas comunes a esta región a través de la plataforma electrónica Geocrítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana asentada en la Universidad de Barcelona, publicada originalmente en una versión impresa desde 1976. Las diferentes publicaciones de la plataforma Geocrítica permiten a los autores publicar en su lengua materna, lo que la convierte en vehículo de difusión científica para la amplia comunidad Iberoamericana, y al mismo tiempo, en una alternativa frente al hegemonía de la lengua inglesa en la ciencia. Como investigador escribió sus primeros trabajos en 1961, con el paso de los años, sus publi-caciones se volvieron numerosas y de gran reconocimiento, más allá de la comunidad geográfica. Actualmente su lista de publicaciones supera los doscientos trabajos entre artí-culos, colaboraciones y libros. Algunas obras se han vuelto referencia entre geógrafos y otros especialistas del territorio. Los principales temas que trabaja son: la morfología de las ciudades, los sistemas urbanos, el patrimonio industrial, la innovación técnica y la historia del pensamiento geográ-fico. Algunas de sus obras más conocidas son: Las nuevas geografías, 1982; Geografía Humana y Ciencias Sociales. Una perspectiva histórica, 1987; Los espacios acotados. Geografía y dominación social, 1990; Las Tres Chimeneas. Implantación industrial, cambio tecnológico y transformación de un espacio urbano barcelonés, 1994; Dibujar el mundo. Borges la ciudad

del papel trascendental de las redes de transporte ferroviario en la configuración del espacio urbano, desde su aparición, hace 150 años, hasta nuestros días. Los ferrocarriles transformaron la comunica-ción en las ciudades, las volvieron más eficaces y les permitió interactuar con áreas lejanas, integrando territorios. En este libro, Capel ofrece una síntesis de su pensamiento y de las dos cuestiones que vie-nen ocupando su trabajo en las últimas décadas: la conformación y transformación de las ciudades y las redes implicadas, bajo la perspectiva transversal de la historia, lo que nos permite comprender los procesos territoriales actuales.2

y la geografía del siglo XXI, 2001; La cosmópolis y la ciudad, 2003; El modelo Barcelona: un examen crítico, 2005 y La morfología de las ciudades, vol. I (2002) y II (2005).2 Este libro de Capel fue presentado en la Universidad de Barcelona el 3 de noviembre del 2011 en el Aula Magnade la Facultad de Geografía e Historia. Participaron en la mesa Xavier Flores del departamento de Territori i susten-tabilitat de la Generalitat de Catalunya, quien mencionó la importancia de la red de transporte público en el mapa men-tal de los ciudadanos. En su intervención, Miguel Muñoz del Museo del Ferrocarril de Madrid, aseguró que el autor se ha vuelto referencia obligada para los historiadores. Carles Sudrià, del departamento de Economía de la Universidad de Barcelona, resaltó la paleta de ejemplos que ilustran el tema y que demuestran el erudismo del autor. Puso énfasis en uno de los principales argumentos del libro: el binomio desarro-llo urbano-ferrocarril en sus distintas dimensiones. Por su parte, al tomar la palabra, Horacio Capel hizo hincapié en las principales aportaciones y planteamientos de su obra: la interrelación entre ferrocarril y mercado inmobiliario como condicionantes del desarrollo urbano. Las redes de electri-ficación son decisivas para el movimiento de mercancías y personas. Este medio permitió que grandes masas de pobla-ción pudieran vivir sin producir sus alimentos, mediante el intercambio campo-ciudad. Hoy estamos frente a la ciudad red, la ciudad dispersa. El autor considera que el automóvil privado es insostenible, el transporte público es fundamen-tal. El marketing urbano-auto-periferia en apuesta por lo

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Azucena Arango Miranda

Este libro consta de tres partes principales todas ellas equilibradas y complementarias. Luego de una amplia introducción, el primer capítulo analiza el papel de los primeros ferrocarriles y su impacto territorial en los medios urbanos. La segunda parte está dedicada a la evolución de los ferrocarriles urbanos, los tranvías y el metro y su popularización como transporte de la clase obrera, su impronta en la expansión metropolitana y en el auge inmobiliario. La tercera parte se centra en lospersonajes creadores de rutas, analiza su papel como agentes urbanos que controlan el resto de las infraestructuras necesarias en la ciudad moderna. Finalmente, la obra analiza las transformaciones de la movilidad urbana con la llegada del automóvil. Esta tecnología se ha vuelto un agente por exce-lencia del territorio, sin embargo, el ferrocarril no deja de existir en los espacios urbanos y su papel es fundamental. El autor pone énfasis en la crisis de este modelo individualista de movilidad.

El libro está basado en una amplia bibliografía compilada en 38 páginas, lo que convierte el tra-bajo en una obra de consulta. Los especialistas de diversos países son revisados a conciencia por parte del autor. La obra se basa en un análisis histórico y empírico con múltiples ejemplos de ciudades, principalmente europeas; lleva un hilo conductor claro y va entretejiendo el discurso con la infinidad de ejemplos que ilustran el tema a falta de imáge-nes, cifras o cartografía, con esto, ofrece a la vez la profundidad necesaria y la ligereza para avanzar en su lectura.

A continuación se detalla cada parte de la obra para citar las principales aportaciones. Tanto en la introducción, como en el primer capítulo, se hace especial mención del ingeniero catalán Ildefonso Cerdà, considerado por el autor como el creador del urbanismo de redes. Su trabajo teórico y práctico fue notable en la Barcelona creciente de fines del siglo XIX. Cerdà diseñó la ampliación (Ensanche) de Barcelona y Madrid siendo consciente del nuevo papel de las vías férreas y el transporte en la ciudad,

verde debería significar una recaudación fiscal más dura por lo que ocasiona a la ciudad entera. Finalmente concluyó: no se puede imaginar la Pantópolis, la ciudad universal, sin un buen sistema de transporte público colectivo.

comprendió la importancia de la movilidad para diseñar una ciudad que la facilite y reconoció la transcendencia de las vías como articuladoras de la ciudad moderna.

Las redes son infraestructuras que promueven y permiten el trazado de la urbanización: redes de gas, eléctricas, de servicios de agua y desagüe, sistemas de comunicación como el telégrafo y el teléfono y las redes de transporte público, es decir, tranvía, metro y autobuses, y de transporte privado o automóvil. Actualmente el protagonismo de las redes es indiscutible, la ciudad dispersa sólo puede funcionar a través de un complejo sistema de redes. La evolución de las ciudades implica que las redes se adapten para permitir que una ciudad funcione. La construcción de redes implica innovaciones tecnológicas y fuertes inversiones de capital, por lo que condicionan la interrelación gobierno-capital privado, fuente de conflictos y especulaciones. El surgimiento de innovaciones tecnológicas durante la revolución industrial fue el impulso decisivo al transporte ferroviario.

En el primer capítulo titulado “El ferrocarril en la ciudad: el impacto de una red técnica-territorial”, se expone que la llegada del ferrocarril dio paso a una nueva forma de ciudad expandida, una ciudad móvil y motorizada, cuyas actividades se relocali-zaron. Surgieron conflictos por el efecto barrera de las ferrolíneas e infraestructuras implicadas. El tren a la vez promovía el acceso y limitaba la ciudad, daba otro significado a los territorios por donde circulaba; su trayectoria y las estaciones impactaron al uso del suelo. El costo de traslado de mercancías se redujo fuertemente por lo que se diversificó el consumo, esto fortaleció a los medios urbanos y les dio primacía. Las estaciones fueron cada vez más importantes y monumentales, se volvieron la puerta de entrada a la ciudad moderna y generaron nuevos usos del suelo a su alrededor. La conexión del ferrocarril con los puertos y la industria fue fun-damental para la economía urbana y dio el impulso definitivo a las grandes ciudades. Por primera vez surgió la posibilidad de acceder al trabajo desde sitios más lejanos.

Los servicios urbanos de transporte, electricidad y agua en el siglo XIX y principios del XX se pueden ver como una segunda revolución industrial que

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Los ferro-carriles en la ciudad. Redes técnicas y configuración del espacio urbano

impulsó el crecimiento de las ciudades. El ferro-carril fue a la vez impulsor y freno del desarrollo urbano, se volvió la barrera de la segregación social. La red ferroviaria imprimió jerarquía a los lugares y condicionó el mercado inmobiliario. La accesibilidad incidió directamente en el precio del uso del suelo, esta tendencia se ha mantenido hasta nuestros días.

El segundo capítulo: “Los tranvías, el metro y el nuevo papel del ferrocarril en la ciudad”, se concentra en los tranvías como la nueva forma de transporte que permitió la expansión y densifica-ción de la ciudad, fue el complemento ideal al fe-rrocarril por ser más flexible en los centros urbanos. El capítulo también documenta la organización de las líneas de tranvías urbanos y suburbanos en numerosas ciudades y las consecuencias para las áreas metropolitanas, la llegada del metro (tren subterráneo), la competencia con el automóvil y el renacimiento del ferrocarril en las regiones urbanas actuales.

El tranvía tuvo la ventaja de ser más ligero y transportar a un gran número de personas. Al comienzo se trataba de tranvías de sangre o hipo-móviles, luego evolucionó a los de vapor y muy pronto a los eléctricos. Los tranvías permitieron el intercambio de mercancías y personas. Este medio de transporte fue crucial para la expansión de las ciudades a fines del siglo XIX fuera de sus cascos antiguos; la urbanización saltó las distancias y los nuevos barrios se servían de líneas de tranvías cada vez más largas, hacia la periferia.

Los tranvías de vapor, bajo constante riesgo de incendios, eran fuerte contaminación, pronto se sustituyeron por los eléctricos. En 1888 comenzó a funcionar el primer tranvía eléctrico en Rich-mond, Virginia. Esto significó una mejora en el servicio por su frecuencia, puntualidad, rapidez y comodidad para los pasajeros. A fines del siglo XIX también se construyeron funiculares en varias ciudades europeas y americanas usados para el transporte y el turismo, apoyando también la pro-moción inmobiliaria. Los altos costes implicaron la inversión de capitales extranjeros. Posteriormente surgió el tren subterráneo o metro, que tuvo un gran éxito como transporte urbano eficiente y masivo. Fue construido sobre la red existente en

la ciudad interior como alternativa al ferrocarril elevado, atendió a mayor demanda y permitió la densificación de actividades y de población. El metro incrementó la movilidad metropolitana y se volvió el transporte público por excelencia. En esta etapa, adquirir grandes reservas de suelo para dirigir hacia ellos la urbanización fue, nuevamente, una estrategia de los promotores.

Pronto surgió la competencia del automóvil, consolidada después de la segunda guerra mundial. El auto no requiere infraestructura ferroviaria, es más barato y flexible. La viabilidad del auto es cuestionable por la congestión de las calles, la contaminación, el encarecimiento y escasez del combustible; no obstante se ha impulsado impu-nemente. La modernización de los ferrocarriles metropolitanos los vuelven competentes frente al automóvil; en Europa, hay una adaptación del tren a la movilidad urbana moderna. Las estaciones responden a las necesidades actuales y compiten con el transporte aéreo, especialmente los trenes de alta velocidad intereuropeos. El futuro de la ciudad deberá estar sustentado por las redes técni-cas, el ferrocarril sería el medio más apropiado. El renacimiento del transporte público con nuevas tecnologías sería la mejor opción para apoyar el policentrismo de la ciudad dispersa.

El tercer y último capítulo se destina a “Los creadores de rutas como agentes urbanos”. En él se examinan tres temas principales, la especulación inmobiliaria, la prevalencia del automóvil en las ciudades y la modernizacion de los ferrocarriles. Los constructores de redes son los agentes que dirigen la expansión de la ciudad, asignan valores al suelo e in-troducen factores de diferenciación y desigualdad. El trazado de una ferrovía o carretera afecta el valor de la tierra, sólo cuando estuvieron construidas las carreteras, las constructoras edificaron viviendas. El conocimiento anticipado del trazado de una línea es información esencial para aprovechar las plusvalías a futuro, es fuente de especulación. Los empresarios y funcionarios han estado implicados en este proceso. La influencia de la burguesía sobre los planes urbanos también ha estado presente, en la época del automóvil es evidente.

La construcción de carreteras fomentó la ex-pansión de las ciudades, el automóvil dio lugar

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Azucena Arango Miranda

a la urbanización extensa y transformó la ciudad tradicional, centralizada y compacta. Se definieron barrios suburbanos de clase media, centros comer-ciales adyacentes y espacios aislados urbanizados; el automóvil es la base de la ciudad dispersa.

Desde 1940 el automóvil marcó una nueva fase de expansión urbana con la aparición de las autopistas, donde la circulación se volvió cada vez más rápida y continua. Las autopistas se volvieron barreras transversales consumidoras de grandes cantidades de terreno, pronto afectaron el funcionamiento de la ciudad. Se generó así una polarización de las metrópolis con periferias semi-vacías conectadas por autovías y centros saturados por el tráfico. Las autoridades quisieron adaptar la estructura urbana forzando la construcción de puentes, túneles, autopistas y vías rápidas urbanas para privilegiar la circulación de los automóviles y afectando gravemente a la ciudad. Los automóviles se han apropiado del espacio urbano, al mismo tiempo los gobiernos han dejado de invertir en transporte público, lo que convierte a la movilidad en un factor más de segregación social. La admi-nistración pública ha sido muy permisiva con el negocio inmobiliario y la venta de automóviles, conectados estratégicamente. Debería haber mayor recaudación fiscal y restringir su circulación, pero el cambio es difícil, el modelo actual de urbanización está basado en la generalización del auto privado.

Tras el recorrido histórico de las innovaciones en el transporte ferroviario urbano, los agentes implicados y las transformaciones en las ciudades, el autor concluye su obra con la actual crisis de movilidad y la urgencia de reforzar el transporte público como opción más viable para la ciudad

moderna. Se reconocen cambios y continuidades en el urbanismo moderno relacionados con las redes.

Esta última obra de Capel resume temas trascendentales de su trayectoria académica: la morfología urbana y la construcción de redes bajo una perspectiva histórica, binomio que permite comprender las ciudades actuales. La infinidad de ejemplos sobre la evolución de la movilidad urbana nos lleva a comprender la insostenibilidad del automóvil. Los argumentos de Capel sobre el impacto de la movilidad individualizada en los medios urbanos son muy claros, esta situación es un tema relevante para nuestras ciudades latinoa-mericanas, que carecen de infraestructuras y redes urbanas para sustentar su buen funcionamiento; en ellas también se ha privilegiado el uso del au-tomóvil, al que pocos pueden acceder, todo esto fortalece la desigualdad y afecta la calidad de vida de la mayor parte de su población. Siguiendo los planteamientos del autor, es indudable la necesidad de un cambio de perspectiva, fortalecer las redes detransporte público por el buen funcionamiento de las metrópolis es una idea optimista que podría cambiar y mejorar los medios urbanos.

REFERENCIAS

Capel. H. (2012), Curriculum Vitae, en: Red Geocrítica Internacional, Universidad de Barcelona, [http://www.ub.edu/geocrit/capel.htm : 23 de febrero 2012]

Azucena Arango MirandaRed Geocrítica Internacional

Universidad de Barcelona

Investigaciones Geográficas, Boletín 78, 2012 ][ 131

Altvater, E. (2011), Los límites del capitalismo. Acumulación, crecimiento y huella ecológica, Mardulce, Buenos Aires, 150 págs, ISBN 978-987-26965-5-9

Este libro presenta cuatro ensayos enlazados por el análisis de la acumulación y el crecimiento, así como las consecuencias de la relación sociedad-naturaleza estructurada bajo el capitalismo. El autor examina estos aspectos de una forma nítida, esclareciendo los orígenes de las contradicciones inherentes al sistema y las crisis que actualmente le aquejan. Elmar Altvater nació en Alemania en 1938, fue profesor de ciencias políticas en la Uni-versidad Libre de Berlín y ha sido profesor visitante en varias universidades incluyendo la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Na-cional Autónoma de México (Massuh, 2011). Sus publicaciones son numerosas aunque pocas han sido traducidas al español (Altvater, 2002 y 2008), por lo que esta colección de ensayos permite un mayor acercamiento a la obra de este autor.

En el primer ensayo de este libro, el autor pre-senta un análisis de la acumulación capitalista a partir de la teoría presentada por Rosa Luxemburgo en su libro La acumulación del capital, la cual ha sido utilizada como base para diversos análisis pos-teriores. Si bien, como indica el autor, el proceso que analiza Luxemburgo en su libro pertenece a la historia, no por ello debe considerarse como algo únicamente del pasado. Lo anterior ha sido resaltado por autores como David Harvey o Mike Davis, que han partido de la reflexión sobre la acu-mulación y han hecho patente la vigencia de este proceso y de su análisis actual. Para Luxemburgo, el capitalismo requería de la expansión a espacios y estratos no capitalistas para su reproducción, para lo cual siempre ha utilizado la fuerza y la violencia. Su continua expansión y su característica de pri-mer sistema económico de desarrollo mundial se realizan aniquilando otras conformaciones sociales ya que no tolera la coexistencia con otras formas.

Pero es también la primera que no puede existir sola, sin otras formas económicas de qué alimentar-se, y que al mismo tiempo que tiene la tendencia a convertirse en forma única, fracasa por la incapaci-dad interna de su desarrollo. Es una contradicción histórica viva en sí misma (Luxemburgo, citada en Altvater, 2011:29).

El segundo ensayo pone énfasis en la necesidad de una nueva organización de la economía y la relación humano-medio, donde la producción y el consumo estén definidos por “los sistemas de transformación naturales del sol que hacen posible la vida sobre el planeta” (Altvater, 2011:65). En este sentido, el capitalismo ha tenido como una de sus ventajas la utilización de las energías fósiles para independizar la producción y la fuerza de trabajo del lugar en que se obtienen estos recursos, debido a la relativa facilidad para su transporte y utiliza-ción en otros espacios. Sin una transformación en los paradigmas que definen la economía actual la sustentabilidad es sólo una falacia integrada nue-vamente al sistema capitalista, ejemplo claro son las energías renovables ya que “si los hábitos y las estructuras de producción y consumo mantienen sus niveles actuales, [éstas] jamás podrán lograr una congruencia entre energía y producción” (Ibid.:66). Es por lo anterior que la solidaridad, según el autor, se ha convertido en una condición para la supervi-vencia humana a largo plazo y también una condi-ción que debe definir los nuevos proyectos sociales, una “sociedad solar” que se defina en relación con los ciclos naturales en donde no se dilapiden los recursos naturales. ¿Es entonces el crecimiento y la acumulación motivo de la devastación ambiental y social? Para Altvater, el cambio hacia el uso de nuevas energías para el desarrollo de la economía necesariamente implica considerar formas de

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Gerónimo Barrera de la Torre

producción precapitalistas: la descentralidad, la desaceleración o la lentitud son compatibles con los logros del capitalismo y la modernidad en busca de un proyecto social a largo plazo.

El tercer ensayo nos acerca al nuevo mecanismo de modernización capitalista que se pinta de verde para continuar con su expansión, bajo la misma lógica y con las mismas instituciones que buscan la acumulación de capital y el crecimiento. Debido a que el crecimiento solo tiene lugar con la utilización de recursos renovables o no para la producción de productos “que sostienen la acumulación de capital y son los portadores materiales del valor y del plusvalor” (Ibid.:74), existe una contradicción entre las leyes de acumulación de capital y las leyes de uso sostenible de la naturaleza a largo plazo. Un desarrollo sin crecimiento no es inviable, ya que la preservación ecológica y la sustentabilidad son dos aspectos correlativos. Lo anterior se contrapone a la cosmovisión del siglo XX en donde “no existen límites inmanentes al crecimiento económico; cuando se dan en la realidad, siempre pueden “ampliarse los límites” a través de la creatividad implícita en la destrucción” (Ibid.:86). Los límites son evidentes, “una nueva escasez” se hace patente por las limitaciones de la capacidad del medio para absorber y neutralizar las transformaciones hechas por las actividades humanas (Worster, 2011). De esta forma, el nuevo pacto verde perpetúa la acu-mulación de capital a costa de la naturaleza y las relaciones sociales, por lo que solo con un cambio hacia una distribución igualitaria de la riqueza po-dría atacar las consecuencias de una acumulación y crecimientos desenfrenados.

El último ensayo analiza de manera extensa la crisis económica iniciada en 2007 en los Estados Unidos y que ha tenido repercusiones en todo el mundo, incluyendo Europa, donde países como Irlanda o Grecia, en particular, han pagado un alto precio. A través del texto el autor examina el origen de esta crisis, las razones de su permanencia y expansión, así como las instituciones que se be-nefician con el endeudamiento de los países. En el capitalismo globalizado en el que vivimos,

impulsado por las finanzas más que por la produc-ción, la crisis nace como una crisis de las finanzas

y escala rápidamente a una crisis de la “economía real”. Esto se debe a que la acumulación de capital abarca formatos reales y financieros: dinero, com-modities, capital industrial y capital financiero (Ibid.:108).

De esta manera todo se convierte en objeto de especulación dentro de un mercado financiero que pretende incrementar sus ganancias permanente-mente. Los estragos en Grecia, objeto principal del ensayo, reflejan los mecanismos de endeudamiento y rescate de instituciones financieras privadas con recursos del sector público. Austeridad, es lo que ha definido las medidas de rescate de países en-deudados. De manera que los bancos privados son los privilegiados, el rescate de estas instituciones se convierte en un canje de soberanía política por propiedad privada, una forma más de expansión capitalista, usando la desposesión con el único fin de impulsar el proceso de acumulación. Otros actores importantes son las agencias de calificación de deudas que

funcionan como instituciones políticas comprome-tidas con el poder, sin legitimación democrática y más aún, sin métodos convincentes de consultoría y sin conocimientos exhaustivos de los fundamen-tos de la economía (Ibid.:130),

pero que juzgan la solvencia y el valor de la mo-neda de los estados y la capacidad de sus gobiernos.

Aunque los cuatro ensayos tienen temas di-ferentes, mantienen una coherencia que permite relacionar la variedad de temas, resaltando las problemáticas ambientales como señales de alerta de que el sistema es inviable, y donde es claro que los desequilibrios en el medio son resultado de los desequilibrios producidos en el mundo social (Bookchin, 1989).

REFERENCIAS

Altvater, E. (2002), Las limitaciones de la globalización económica, ecológica y política de la globalización, Siglo XXI editores, México.

Investigaciones Geográficas, Boletín 78, 2012 ][ 133

Los límites del capitalismo. Acumulación, crecimiento y huella ecológica

Altvater, E. (2008), La globalización de la inseguridad: trabajo en negro, dinero sucio y política informal, Pai-dós, Buenos Aires.

Bookchin, M. (1989), “Ecología y pensamiento re-volucionario”, en Breitbart, M. M., Anarquismo y geografía, Oikos-tau, Barcelona, pp. 91-122.

Massuh, G. (2001), “Noticia preliminar”, en Altvater, E. (2011), Los límites del capitalismo. Acumulación, crecimiento y huella ecológica, Mardulce, Buenos Aires, pp. 9-21.

Worster, D. (2011), “Facing limits: from the age of abundance to the age of scarcity”, conferencia dic-tada durante el 1er Simposio de Historia Ambiental, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 17 de noviembre de 2011.

Gerónimo Barrera de la TorreFacultad de Filosofía y Letras,

Universidad Nacional Autónoma de México

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Carrera, M. M. (2011),Traveling from New Spain to Mexico: Mapping Practices of Nineteenth-Century Mexico,Duke University Press, Durham & London,325 p., ISBN 978-0-8223-4976-1

En su libro Traveling from New Spain to Mexico: Mapping Practices of Nineteenth-Century Mexico, Magali Carrera nos invita a acompañarla en un viaje de la Nueva España al México independiente, cuyo objetivo es analizar cómo se configuró la nación mexicana. La autora lo hace a través de una óptica novedosa y original, pues centra su atención en el estudio de prácticas cartográficas, de representa-ción espacial y de la formación de una imagen del territorio, considerando no sólo la integración de mapas, sino también otras formas de expresión ar-tística como la pintura, la litografía o la fotografía.1

En su introducción, que constituye un mar-co teórico sólido, la autora define los elementos conceptuales que le permitirán desarrollar su investigación: se trata de preceptos provenientes de la historia del arte, la historia de la cartografía y la cultura visual. Como temas eje del trabajo, se consideran en su conjunto para analizar cómo vi-sualmente se formó una entidad coherente llamada primero Nueva España y después México.

Para Magali Carrera, la conexión entre estas temáticas ocurre porque los mapas, al igual que otras artes visuales, comparten el mismo contexto cultural. En este sentido, la autora sigue las pro-puestas de Brian Harley, para quien los mapas no reflejan un realidad meramente geográfica, sino que son perspectivas del mundo al momento de su elaboración y medición (Harley, 2005). Es decir, los mapas responden a una realidad sociopolítica e histórica específica (p. 6).

1 No existe un término en castellano que abarque el concepto de “Mapping practices” utilizado por la autora. En este libro, dicho concepto incluye a la cartografía, pero también otros elementos visuales que permiten trazar y representar lo que hoy es México. Por ello en esta reseña se utilizan diversos términos que se acercan a la noción de “Mapping practices”.

Por su parte, la cultura visual del siglo XIX ex-perimentó innovaciones tecnológicas importantes, con la aparición de la litografía y la fotografía, que propiciaron otras formas de manifestación visual como los álbumes, las exhibiciones, publicaciones periódicas, los museos y las ferias internacionales.2 Así, el planteamiento central de Magali Carrera es que México se desarrolló como una nación no sólo a través de la Independencia o de la modernización de sus estructuras políticas y económicas, sino también mediante imágenes que permitieron a los espectadores –extranjeros y nacionales– reconocer su identidad (p. 17).

A raíz del descubrimiento del continente americano, era imperante la necesidad de ubicarse físicamente en el espacio; pero el contenido natural y cultural de los lugares debía ser fabricado. Para explicar cómo ocurrió dicha fabricación por parte de los europeos, la autora analiza las prácticas car-tográficas y de representación espacial de la Nueva España por parte de franceses, daneses e ingleses del siglo XVI al XVIII (capítulo 1), y de los españoles en el mismo periodo (capítulo 2).

Al analizar la cartografía europea no española, Carrera se interesa por mostrar aspectos de la imagen que se proyectaba en los mapas respecto al Nuevo Mundo. Ejemplo de ello es el uso de figuras alegóricas femeninas para representar el continente americano y la Nueva España, o la idea de una naturaleza abundante, habitantes salvajes y culturas primitivas. Es decir, había un contenido

2 Otros estudios como el de Amada Carolina Pérez Benavides enfatizan la importancia de las publicaciones periódicas decimonónicas para la construcción de la nación (Pérez, 2007). El libro de Mauricio Tenorio Trillo sobre México en las exposiciones universales se desarrolla en este mismo sentido (Tenorio, 1998).

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Traveling from New Spain to Mexico: Mapping Practices of Nineteenth-Century Mexico

y significado imaginados. Por ello, más que exami-nar la cartografía en sí misma, la autora se enfoca en las imágenes discursivas asociadas a los mapas que aparecen en las portadas o en los márgenes, mismas que se volverían a encontrar en las representaciones visuales de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX.3

Por otro lado, los intereses cartográficos de España respondían más bien a razones políticas y administrativas, por lo que sus mapas se centraban en la búsqueda de exactitud en las cartas náuticas y en la recopilación de información para conocer sus territorios americanos. Hacia fines del siglo XVIII, el Theatro Americano, de José Antonio de Villaseñor y Sánchez, la aparición de los cuadros de casta, donde se apreciaba la estratificación social de la Nueva España, y el descubrimiento de monolitos como la piedra del sol y la “Coatlicue”, fueron algunos de los principales componentes en la formación de una identidad de la Nueva España.

A principios del siglo XIX surgió otro tipo de práctica de representación del territorio: los relatos de viajeros extranjeros en México (capítulo 3). Como testigos oculares de los sitios que visitaron, sus escritos tuvieron un impacto en la proyección de México en el exterior. Magali Carrera nos indica que los textos e ilustraciones de las publicaciones de los diversos viajeros que visitaron la Nueva España/México tuvieron como resultado una intensifica-ción visual (p.107).

En este capítulo la autora dedica una mayor atención al viaje de Alexander von Humboldt, quien permaneció doce meses colectando datos geográficos, demográficos, de recursos naturales, y además elaboró mapas exactos de la Nueva España. La influencia de su obra en las siguientes décadas fue excepcional, y sus mapas e imágenes fueron adoptados en otras publicaciones más adelante. Lo mismo ocurrió con otros textos de viajeros, entre ellos, William Prescott, que si bien no visitó

3 Los principales mapas que la autora menciona y analiza son el de Abraham Ortelius (Theatrum Orbis Terrarum, 1570), Gerard Mercator, (Atlas sive cosmographicae, 1595), Cor-nelius y Joan Blaeu (America Nuvo Tabula, 1638), Jan van der Straet (America, 1638), y Nicolas Sanson, (L’Amerique Septentrionale divisée en ses principales parties, 1674).

México, su obra Historia de la Conquista de Mé-xico, fue ampliamente difundida y conocida en múltiples países.4

Para Magali Carrera, la diferencia fundamental entre la cartografía de los siglos previos y los escri-tos de las primeras décadas del siglo XIX es que los viajeros mostraban con ilustraciones a la gente, sus costumbres, sus ruinas, arquitectura y paisajes, y sus obras tuvieron una mayor circulación. Con esto proyectaban una imagen del territorio no-vohispano, en la cual cada vez era más tangible la existencia de una identidad cultural que reflejaba un incipiente nacionalismo.

Después de los viajeros, Magali Carrera analiza el surgimiento de una imaginería nacionalista de México entre 1810 y 1860 (capítulo 4). La autora distingue los principales elementos visuales sur-gidos a raíz del proceso independentista y cómo éstos ayudaron a forjar una imagen del territorio nacional. La virgen de Guadalupe, por ejemplo, se convirtió en un temprano discurso nacionalista en la formación de México. Más adelante se crearon el Museo Nacional, la Sociedad Mexicana de Geogra-fía y Estadística, y ocurrió una proliferación de la cultura impresa –con la publicación de periódicos y revistas–, alentada por el uso de la litografía, el daguerrotipo y la fotografía.

Además de lo anterior, la historia y la geografía fueron indispensables en este proceso de construc-ción nacional; era imprescindible la formación de un nuevo discurso que planteara un pasado desli-gado de España. Por ello, en las siguientes páginas, Magali Carrera estudia el desarrollo de la cultura visual decimonónica, con un fuerte énfasis en la obra cartográfica de Antonio García Cubas, la cual divide en dos periodos: 1850-1880 (capítulo 5) y 1880-1911 (capítulo 6). En primer lugar, la autora examina detalladamente el Atlas geográfico, estadís-tico e histórico, de 1858, en el que García Cubas retoma elementos de otras tradiciones cartográficas, pero también incorpora imágenes y enfatiza las estrategias de representación visual (p. 148).

4 La autora analiza además las obras de Claudio Linati, Kart Nebel, Jean-Frédéric Waldeck, Pedro Gualdi, John Lloyd Stephens y Frederich Catherwood, Corydon Donnavan y John Disturnell, y Karl Sartorius.

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Karina Busto Ibarra

Compuesto por 32 mapas, el Atlas de 1858 presenta un cuadro geográfico y estadístico de la República Mexicana, la Carta general de la República Mexicana, 29 mapas individuales de estados y territorios, el cuadro histórico geográfico de la peregrinación de tribus aztecas y, al final, la noticia cronológica de reyes antes de la conquista y gobernantes. Los mapas contienen información de límites, topografía, ríos, montañas, ciudades, pueblos, y aparecen rodeados de datos estadísticos como demografía, recursos naturales y comercio.

Durante el régimen porfirista, la producción y el consumo de la cultura visual se expandió, pero también la narrativa histórica nacionalista; ejemplo de ello son los trabajos de Manuel Rivera Cambas, Mexico pintoresco, artístico y monumental, publicado en 1880-1883, y de Vicente Riva Palacio, México a través de los siglos, 1883-1890. El primero representa el progreso de la nación a través de sus monumen-tos, gente y eventos; el segundo conforma una his-toria nacional, con representación de historia social, económica, política, intelectual y moral de México.

A estas dos obras de gran envergadura se suma la publicación de García Cubas del Atlas pintoresco e histórico de los Estados Unidos Mexicanos, en1885, la cual viene a formar parte sustancial de la cons-trucción de la nación. Este Atlas, compuesto de 13páginas, cada una con un mapa temático de Mé-xico, contiene información estadística en cuadros y gráficas, con imágenes pequeñas alrededor, reto-mando ilustraciones del siglo XVIII y de viajeros del siglo XIX. La autora describe cada una de las cartas que comprenden el Atlas, con énfasis en los elementos visuales, cuyas reproducciones de gente, lugares y objetos constituyen una representación holística de la nación.

Si bien Magali Carrera centra su atención en los Atlas de García Cubas de 1858 y de 1885, también analiza con menor detalle otras de sus obras.5 A

5 Otros autores como Raymond B. Craib han reivindicado la obra de García Cubas en el contexto de la formación de la nación, en particular el Atlas de 1858, que constituyó un aporte significativo al mostrar la imagen de un territorio unificado (Busto, 2005). En este sentido, los trabajos de Craib y de Carrera son complementarios porque, desde óp-ticas distintas, estudian la cartografía mexicana del siglo XIX para explicar el complejo proceso de construcción nacional.

pesar de que no lo hace desde la óptica cartográfica, sino desde la perspectiva de la narrativa visual, la autora logra demostrar la relevancia que sus pro-yectos tuvieron en la construcción de la nación.6

El último capítulo del libro se presenta a modo de conclusión. En él, Carrera examina brevemente los festejos del centenario de la independencia de México organizados por el gobierno de Porfirio Díaz, tales como los desfiles, las exhibiciones en museos, las publicaciones alusivas a la conmemo-ración. Para la autora se trata de la culminación de un proceso de formación de la nación mexicana, en donde los actores sociales de todos los estratos actúan como observadores y observados, con un sentido de pertenencia a una nación, con una his-toria común. Aquí el México auténtico –y ya no el imaginado– finalmente se materializó.

En este viaje de Nueva España a México, Carrera logra persuadirnos de la importancia de la cultura visual en la construcción de la Nueva España y México. Lo hace a través de sus diversos y profundos análisis cuidadosamente articulados, pero también mediante la incorporación de imá-genes de mapas, atlas, dibujos, portadas de libros, litografías y fotografías, recopilados en diversos acervos de México, España y Estados Unidos.

Tras una atenta lectura de Traveling from New Spain to Mexico, el lector notará que se encuentra frente a un texto complejo, con multitud de refe-rencias y análisis que conectan la evidencia empírica con la discusión teórica. También se percatará de que el libro es un viaje en sí mismo, un ir y venir entre imágenes creadas en distintos momentos his-tóricos que se fueron complementando para otor-gar un contenido concreto a la nación mexicana.

Es indudable que este texto será de gran valor en los círculos académicos de México y Estados Unidos. Magali Carrera, desde su formación como historiadora del arte, ha construido un puente entre geógrafos e historiadores (del arte, de historia cultural, social o política), que puede ser

6 Un libro reciente para el caso colombiano sugiere una línea de investigación similar a la de Magali Carrera, donde la cartografía se estudia desde la perspectiva de la imagen, y se vincula a los estudios visuales, de cultura material y la historia social (Olivares, 2012).

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Traveling from New Spain to Mexico: Mapping Practices of Nineteenth-Century Mexico

aprovechado para el intercambio de opiniones, y al mismo tiempo para fomentar el debate en torno a los resultados que ofrece la aplicación de metodo-logías de distintas disciplinas en un solo estudio.

REFERENCIAS

Busto Ibarra, K. (2005), Craib, R. (2004), Cartographic Mexico. A history of State fixations and fugitive lands-capes, Duke University Press, Durham, en Investi-gaciones Geográficas, Boletín, núm. 56, Instituto de Geografía, UNAM, México, pp.169-171.

Harley, J. B. (2005), La Nueva Naturaleza de los Mapas, Ensayos sobre la historia de la cartografía, Fondo de Cultura Económica, México.

Olivares Sandoval, O. (2012), Rivadeneira Velásquez, R. (2010), Macrocosmum carto-graphica. El arte de la cartografía (Notas de clase, diez), Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, Bogotá, en Investigaciones Geográficas, Boletín, núm. 77, Instituto de Geografía, UNAM, México, pp. 136-137.

Pérez Benavides, A. C. (2007), “Actores, escenarios y relaciones sociales en tres publicaciones periódicas mexicanas de mediados del siglo XIX”, en Historia Mexicana, Vol. 56, No. 4, México, pp. 1163-1199.

Tenorio Trillo, M. (1998), Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales, 1880-1930, Fondo de Cultura Económica, México.

Karina Busto IbarraEl Colegio de México

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Martínez Limón, E. (ed.: 2011)Gran Guía Turística. UNAM: Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico, El País-Aguilar/UNAM, 223 pp., ISBN 978-607-11-0710-7

Antes de salir de viaje, muchas personas suelen comprar una guía del lugar que visitarán; es im-prescindible para quienes planean cuidadosamente sus vacaciones o para aquéllos que les gusta recorrer los sitios conociendo más sobre cada lugar. Ahora la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM) cuenta con una guía turística para quien quiera recorrerla, se trata de la Gran Guía Turística. UNAM: Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico, una obra que, como se tratará de mostrar en esta reseña, es de mayor utilidad para quienes somos universitarios que para los turistas, a quienes está dirigida.

La Gran Guía Turística de la UNAM es el re-sultado de un trabajo conjunto entre Santillana Ediciones y la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, en el marco de los festejos del cen-tenario de la Máxima Casa de Estudios. Dividida en cinco capítulos, sigue los lineamientos de la colección “Guías Visuales” de la casa editorial mencionada, por ello cuenta con una introducción histórica, usa imágenes profusamente y, además, es una edición a color.1 Se trata de una obra que cuenta con múltiples planos, dibujos, fotografías y recuadros, por lo que necesariamente involucró a un numeroso equipo de trabajo; sin embargo, sola-mente son tres sus autores: José Luis Trueba Lara,2

1 La Gran Guía Turística. UNAM: Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico ganó en 2011 el premio “Al arte editorial” en la categoría de guías otorgado por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.2 Es un periodista (trabajó en periódicos como Unomásuno y La Jornada), ensayista (101 preguntas sobre el amor y el erotismo, Mondadori, 2009) y escritor (La derrota de Dios, Suma, 2010), que tiene ya otras colaboraciones con el Grupo Editorial Santillana. Trueba se ha dedicado a temas históricos pero este es su primer trabajo sobre la Universidad. Es el autor de cuatro capítulos de la guía: “Historia y cronología”,

Bertha Ruiz de la Concha y Teresa Martínez Arana.3

Todo el libro está cargado de información, in-cluyendo las solapas y las guardas. En las solapas se encuentran los colores que distinguen cada capítulo y los símbolos que se emplean para describir la función y los servicios de cada inmueble.4 En las guardas se encuentra un plano de Ciudad Univer-sitaria, en las del principio la parte norte y en las del final la parte sur, se trata de un “plano calleje-ro”, donde se aprecian los circuitos y las rutas del Pumabús y que, además, cuenta con los nombres de algunas dependencias. Desafortunadamente no muestran ni la ubicación de las estaciones del metro (Copilco y Universidad), ni las de las estaciones del

“La UNAM a grandes rasgos”, “Centro Histórico” y “Otros centros culturales”.3 A pesar de que José Luis Trueba escribió cuatro capítulos, el único escrito por Bertha Ruiz de la Concha y Teresa Martínez Arana representa la mitad de la obra: “Paseos por CU”. Ruiz de la Concha es traductora y editora, egresada de Letras Modernas de la UNAM. Teresa Martínez es reportera y traductora, egresada de la carrera de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, coautora del libro Adopción: los hijos del anhelo (Norma, 2004) y reconocida por su tesis y sus trabajos sobre la historieta mexicana que ha realizado en coautoría con Adriana Malvido (Martínez y Malvido, 1984 y 1992). Ruiz de la Concha y Martínez Arana ya habían trabajado juntas, por ejemplo en la traducción del libro de Jeffrey Davidow, El Oso y el Puercoespín. Testimonios de un embajador de Estados Unidos en México (Grijalbo, 2003) o al preparar la edición del libro de Lourdes Arizpe, Culturas en movimiento. Interactividad cultural y procesos globales (Porrúa/UNAM/Cámara de Diputados, 2006). Cabe señalar que, de los tres autores, la única con experiencia en la realización de guías turísticas era Teresa Martínez, quien en 2003 tuvo a su cargo la edición de Zacatecas: Camino Real de la Plata, publicada por Grupo Imperial.4 Sólo hay un símbolo, que se utiliza en la p. 135, al hablar del Jardín Botánico Exterior, que no se define.

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Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico

metrobús (Dr. Gálvez y Ciudad Universitaria), lo que ayudaría a los lectores a tener más clara la ac-cesibilidad del transporte público a las instalaciones universitarias.

La guía abre con un índice por capítulos y subte-mas al que se le llama “Contenido” para distinguirlo del “Índice general” que se encuentra al final del libro, donde además de los capítulos y subtemas se incluyen las dependencias universitarias, de manera tal que si el lector busca la información de un edifi-cio en particular debe consultar este último índice. Después del “Contenido” se encuentra la sección “Cómo utilizar esta guía”, que más que explicarle al lector cómo utilizarla, hace una descripción de cómo está formada y cuáles son sus características. Después de los cinco capítulos, cierra la obra el índice general y un directorio de las dependencias universitarias dispuesto en orden alfabético.

Los dos primeros capítulos de la guía sirven para que el lector conozca mejor la institución. En el primero, titulado “Historia y cronología”, se hace un recuento del pasado de la Universidad desde la fundación de la Real Universidad de México en 1551 hasta el 2010. En la introducción del capítulo José Luis Trueba justifica el pasado colonial de la institución, enfatizando que a pesar de que en 1910 Justo Sierra señaló que no existía una continuidad entre la Real y Pontificia Universidad de México y la Universidad Nacional, esta última aglutinó a las instituciones científicas y culturales surgidas en la Colonia y en el siglo XIX. El capítulo es una buena introducción a la historia de la Universidad; en los recuadros de este capítulo se pueden leer fragmen-tos de fuentes primarias, de manera que uno lee sobre la universidad en la época de Sor Juana, de Benito Juárez o de Julio Jiménez Rueda. Un gran acierto de este capítulo es la cronología que lo acompaña, la cual señala algunos acontecimientos y personajes que no aparecen en el texto, lo cual contribuye a tener una mejor idea del devenir de la Universidad. Es importante destacar que este capí-tulo fue revisado por Lourdes Chehaibar, directora del Instituto de Investigaciones de Estudios sobre la Universidad y la Educación [IISUE], y la cronología por Enrique González González y Leticia Pérez Puente, investigadores del IISUE que tienen varios trabajos sobre la historia de la Universidad.

En “La UNAM a grandes rasgos”, segundo capítulo de la guía, se hace el recuento de los cien años de la Universidad Nacional, de la labor que ha tenido en los rubros de docencia, investigación y difusión cultural (funciones que la caracterizan y que se encuentran señaladas en su Ley Orgánica), haciendo énfasis en los espacios que ha ocupado y que ocupa actualmente. Se trata de destacar el “esfuerzo centenario” que ha tenido la Universidad para consolidarse. Los recuadros de este capítulo brindan más datos sobre la Universidad, por ejemplo sobre su escudo, su lema o algunas de sus publicaciones. Hay otros recuadros que aportan datos estadísticos de la Universidad, sin embargo, en ocasiones les hace falta título (lo cual ayudaría a una mejor comprensión de la información). Ade-más, hay uno de ellos (el que aparece en la p. 38)que hubiera sido mejor poner los años de creación de las dependencias en lugar del año en que se convirtieron en facultades, pues quien no sabe nada sobre la Universidad pensará que es apenas desde 1981 que se enseña arquitectura, cuando en realidad se imparte desde la instauración de la Universidad Nacional, en 1910, o que la FES Acatlán comenzó sus labores en 2004, cuando fue fundada en 1975.

En los tres capítulos siguientes, “Paseos por CU”, “Centro Histórico” y “Otros Centros cultu-rales”, se describen los espacios de la UNAM que los autores han seleccionado para recorrer. La Gran Guía Turística no marca los recorridos ni guía los pasos del lector, sino plantea que “cada visitante decidirá cómo recorrer este vasto escenario” (p. 60). La información de cada inmueble varía mucho; en algunos se describe su arquitectura y se menciona a los arquitectos, en otros solo se opta por describir las funciones de la dependencia y su estructura.Los recuadros de estos capítulos aportan datos sobre algunos recintos, sobre alumnos destacados o so-bre algunas obras de arte.5

En “Paseos por CU” se abordan los inmuebles que se encuentran en el Campus Central, el Estadio

5 De estos recuadros, el que se encuentra en la página 68 intitulado “Las colecciones del MUCA-CU” presenta informa-ción que no es correcta. El Museo Universitario de Ciencias y Artes no exhibe las colecciones que ahí se detallan.

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Valeria Sánchez Michel

Olímpico, algunas dependencias del Circuito Exte-rior y del Circuito de la Investigación Científica, el Centro Cultural Universitario y el Jardín Botánico. Algunas veces parecería que lo que movió a las autoras en la selección de los inmuebles fue sobre todo dar a conocer a la UNAM y no tanto el hecho de visitarla y recorrerla, pues se incluyen lugares que no se pueden visitar, como es el caso de la Im-prenta Universitaria (p. 90) o la Supercomputadora de la UNAM (p. 100). Además, los planos que se encuentran en este capítulo solo ayudan a tener una idea del espacio que se está describiendo, pero no ubica a quien está usando la guía para pasear. En estos planos se muestran dependencias de las que no se habla y no se resalta o se distinguen aquéllas que sí se describen.

Visualmente es una guía muy atractiva que ofrece múltiples fotos panorámicas que dejan ver la belleza de los espacios universitarios y que per-miten apreciar desde otras perspectivas lugares que uno “camina”. Un buen ejemplo es la foto de la página 64 con el pie de foto “El estadio, al fondo, da cuenta de la anchura de la Plaza de Rectoría”. Se trata de fotografías tomadas recientemente por Michael Calderwood, en las que el lector podrá ver la Ciudad Universitaria y la urbanización de sus alrededores, como la de la página 71 que dice al pie “Flanquea la explanada [central] por el norte la Plataforma de Humanidades, con las facultades de Filosofía y Letras, Derecho y Economía” donde se puede apreciar no sólo esa parte de la Ciudad Universitaria, sino también los edificios y multi-familiares cercanos a ella, o la imagen de la página 78 que muestra la “Plataforma de Ciencias vista desde el noroeste”, en la que uno puede ver como la mancha urbana se detiene en los límites de la Ciudad Universitaria.

Una de las características de Ciudad Universi-taria, y de la Universidad en su conjunto, es el arte que posee. Las fotografías también le permiten al lector conocer algunas obras de arte que se encuen-tran al interior de facultades o dependencias uni-versitarias como los murales de Benito Messenguer del auditorio de la Facultad de Economía (p. 74) o el de Lucille Wong en el auditorio de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (p. 108).

En el cuarto capítulo se describen siete de los diez inmuebles que la UNAM tiene actualmente en el Centro Histórico. Titulado “Barrio Univer-sitario”, aludiendo a los primeros años de la Uni-versidad, cuando sus dependencias se encontraban dispersas en aquel lugar. En la introducción, se enfatiza que la UNAM cuenta con dos edificios del siglo XVI, cuatro del XVII, dos del XVIII, uno del XIXy uno del XX. Sin embargo, esto no es así: de los recintos que actualmente tiene la Universidad Nacional en el Centro Histórico, ninguno corres-ponde al siglo XVI, tiene dos del siglo XVII, tres del XVIII, tres del XIX y dos del XX.

En este capítulo, Trueba Lara escribe que “de 1524, es el de la primera sede de la Real Universi-dad de México”, pero el edificio que actualmente es sede del Programa de Estudios sobre la Ciudad (localizado en la esquina de las calles de Moneda y Seminario) no es el inmueble donde comenzó su actividad en 1553 la Real y Pontificia Universidad de México, si bien si se ha reconocido que es el “solar” [predio] donde se encontraba.6 Luis Ortiz Macedo explica como “el inmueble que hasta la fecha se conserva seguramente data de ese año [1743], puesto que sus cualidades arquitectónicas corresponden al siglo XVIII” (Ortiz, 2003).

El otro edificio que Trueba Lara señala como del XVI es “de 1534, el Hospital Real del Amor de Dios, luego Real Academia de San Carlos”. Si bien la Real Academia utilizó la sección noreste del Hospital, el edificio fue adaptado desde un primer momento y en 1864 el arquitecto italiano Javier Cavallari lo reconstruyó “para darle al edificio la imagen que conserva en nuestros días, sobre todo en su exterior” (Boils, 2010).

Como edificios del siglo XVII, Trueba Lara menciona al ex Convento de Santa Catalina de Siena, hoy sede de los ex alumnos de la Facultad de Derecho, pero este inmueble data del siglo XX, cuando el ingeniero militar Salvador Echegaray lo transformó, dando a la construcción “una

6 Mucho se ha discutido sobre cuál fue la primera sede de la Real y Pontificia Universidad de México, la cual ha sido olvidada desde el siglo XVII. Un trabajo que reúne y estudia las distintas posturas al respecto desde el siglo XVII hasta el XX es de Cristina Elena Ratto Cerrichio (2006).

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Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico

clara expresividad propia de la arquitectura de inspiración clasicista, sobre todo en su exterior” (Ibid.:85). Porfirio Díaz inauguró este edificio en marzo de 1908. El otro edificio que Trueba Lara menciona como del siglo XVII es el ex convento de Santa Teresa, hoy Palacio de la Autonomía. Es cierto que en el predio donde se encuentra ahora el Palacio estaba el convento, pero después de que fue seccionado por la Reforma Liberal, tuvo varios usos y fue deteriorándose hasta quedar destruido. El edificio que hoy conocemos fue construido por el arquitecto Manuel Francisco Álvarez entre 1889 y 1890 para albergar a la Escuela Normal para Profesores; posteriormente el mismo arquitecto remodeló el edificio para que lo ocupara la rectoría de la Universidad Nacional de México y la Escuela de Altos Estudios en 1910 (Ibid.:79-80).

Este cuarto capítulo cuenta con un “plano ca-llejero” donde se localizan todas las instalaciones de la Universidad en el Centro Histórico, lo que permite al lector ubicarse al realizar su recorrido, aun cuando no indica ninguna estación del metro, lo le impide al lector conocer la accesibilidad a los recintos universitarios por medio del transporte pú-blico. Además, en este capítulo se utilizan dibujos axonométricos de algunos recintos que dejan ver la planta y distribución de los edificios, con imágenes que dan cuenta de detalles de los inmuebles o de lo que albergan, lo que ayuda a darle atractivo y a explicar mejor lo descrito en el texto. La descrip-ción de cada edificio incluye la historia del edificio y, si se trata de un museo, de las colecciones que tiene.7 Sin embargo, llama la atención que no se diga nada sobre las funciones actuales del Templo de San Agustín y que no se incluya una descripción del edificio del antiguo templo de San Pedro y San Pablo. Se entiende que al momento en que escribió el texto Trueba Lara el recinto estaba cerrado, para funcionar como el Museo de las Constituciones que actualmente es; sin embargo, su historia y

7 Al momento de describir las piezas escultóricas y el arte que alberga la Academia de San Carlos, se debió haber hecho más énfasis en que las piezas son réplicas de las originales. En la p. 152, la redacción de la guía induce a pensar que se trata de originales en el caso de la tumba de Lorenzo de Médici y la cabeza de David (obras de Miguel Ángel Buonarroti).

su arquitectura lo ameritaban (ahí se reunió el Congreso Constituyente que redactó la primera constitución del México independiente; además, alberga murales como “El árbol de la ciencia” de Roberto Montenegro y vitrales como el del “Escudo de la Universidad” de Montenegro y Jorge Enciso), (Gutiérrez, 2012).

El último capítulo de la guía está dedicado a “Otros centros culturales” de la UNAM; aquí se describen el CCU Tlatelolco, el Museo del Instituto de Geología, la Casa de los Mascarones, el Museo Universitario del Chopo, el Museo Experimental El Eco, la Casa Universitaria del Libro, MUCA Roma y la Casa del Lago. Al igual que en el capítulo ante-rior, las descripciones de cada lugar incluyen la his-toria del edificio y las colecciones o actividades que ahí se realizan. Por la distancia geográfica que existe entre las dependencias universitarias que com-prenden este capítulo, se optó por el uso de peque-ños planos que ubican las calles aledañas de cada recinto y sólo se utilizan los planos axonométricos para el Museo de Geología y el Museo del Chopo.

Sin lugar a dudas la Gran Guía Turística de la Universidad es una guía que por su formato es sumamente atractiva y que, además, contiene muchísima información. Si bien está pensada para quienes quieran conocer mejor a la Universidad y visitar algunos de sus espacios, será más útil para que los universitarios conozcan mejor las diversas dependencias que integran su alma mater que para los turistas, pues, pese a su extensión (más de 200 páginas), no ofrece una manera práctica de recorrer la Universidad. A este respecto, la guía de Juan B. Artigas, UNAM México, guía de sitios y espacios, publicada en 2006 (con una segunda edición en 2009), aunque es de naturaleza distin-ta, mantiene su vigencia en diversos aspectos y, a pesar de su formato (demasiado grande para ser una guía turística), resulta mucho más funcional que la aquí reseñada. La guía de Artigas también incluye los edificios antiguos y también centra su atención en la Ciudad Universitaria, sin embargo, a diferencia de la Gran Guía Turística, contempla varios recorridos para quien quiera conocer mejor la Ciudad Universitaria.

Antes de concluir, cabe la pregunta del por qué hacer una reseña de esta guía e incluirla en una

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Valeria Sánchez Michel

publicación académica. No sólo es que se trate de recintos universitarios sino del uso que podemos darle los académicos a una publicación como esta. Si bien la Gran Guía Turística se limita a describir, hay preguntas que suscita, como por ejemplo, qué podemos decir de la inserción en la trama urbana de la Ciudad Universitaria y de los distintos recintos universitarios dispersos en ella; qué nos sugiere el hecho de que sean las dependencias dedicadas a la difusión cultural las que en su gran mayoría se encuentran dispersas; cómo evaluar la localiza-ción geográfica de la universidad en la ciudad en términos de sus funciones y sus actividades; qué nos dice la ubicación de la Ciudad Universitaria sobre su función como universidad pública quees la UNAM; cómo se articula con la ciudad;qué implicaciones ha tenido para la Universidad la evidente concentración de actividades en un campus compacto y bien definido como lo es la Ciudad Universitaria. Preguntas sobre el espacio que ocupa la Universidad y sobre las decisiones que se han tomado a lo largo de su historia que aguardan su análisis e interpretación.

REFERENCIAS

Artigas, J. B. (2009), UNAM México, guía de sitios y espa-cios, UNAM, México.

Boils, G. (2010), “Los edificios de la Universidad Na-cional en el momento de su apertura en 1910”, en Martínez Assad, C. y A. Ziccardi (coords.), 1910: la Universidad Nacional y el Barrio Universitario, UNAM, México, p. 90.

Gutiérrez Hernández, A. (2012), Recinto parlamentario del Congreso Constituyente de 1824. Sede del Museo de las Constituciones, UNAM, México.

Martínez Arana, T. y A. Malvido Arriaga (1984), “La historieta en México: un mundo ancho y ajeno”, en Casa del Tiempo, núm. 42, México, pp. 19-21.

Martínez Arana, T. y A. Malvido Arriaga (1992), La historieta en México: ciclo de producción, distribución y consumo en los ochenta (reportaje), tesis, Licenciatura en Comunicación, Universidad Iberoamericana, México.

Ortiz Macedo, L. (2003), “La fundación de la Real Uni-versidad de México: su contexto urbano y primeros edificios”, en Un destino compartido: 450 años de presencia de la Universidad en la Ciudad de México, UNAM, México, p. 43.

Ratto Cerrichio, C. E. (2006), “Las casas ‘reales’ de la Universidad de México”, en Pérez Puente, L. y E. González González (coords.), Permanencia y cambio II. Universidades hispánicas 1551-2001, UNAM, México, pp. 35-68.

Valeria Sánchez MichelEl Colegio de México

Investigaciones Geográficas, Boletín 78, 2012 ][ 143

Jazairy, E. H. (ed.; 2011), New Geographies 4. Scales of the Earth, Harvard University Press, Hong Kong, 184 p., ISBN 978-1-934510-27-8

Esta publicación es parte del anuario New Geo-graphies1 que, en general, tiene el propósito de examinar la emergencia de lo geográfico como nuevo paradigma del diseño. Esto dio pie a la con-ferencia del 26 de febrero de 2009 en la Harvard Graduate School of Design (GSD): “Networks and Spheres: Two Ways to Reinterpret Globalization” en la que participaron el sociólogo Bruno Latour y el filósofo Peter Sloterdijk. La investigación de ambos abre paso a la reconsideración del espacio y la geografía en el panorama de la investigación social contemporánea.

El propósito de New Geographies 4 es redefinir el concepto de escala y propiciar un debate que se deslice en los intersticios teóricos de la geografía, el diseño, la arquitectura y el urbanismo. El editor Hadi Jazairy (arquitecto y diseñador, que actual-mente realiza una estancia posdoctoral en la GSD) afirma que hay dos maneras de concebir y trabajar la escala. La primera asume que hay una identidad ontológica entre las escalas y la realidad espacial, el mundo se ve a través de escalas porque el mismo espacio se configura mediante éstas. La escala, desde esta perspectiva, es un hecho. La segunda orienta-ción concibe que la escala es una metodología, por consiguiente, una herramienta de observación para manejar la información del espacio, que fragmenta la realidad y representa sólo un aspecto del mundo que, como un ente que está por fuera de la repre-sentación, guarda celosamente su continuidad.

El horizonte teórico de los artículos que apa-recen en este volumen desaparece el antagonismo de estas dos orientaciones. El editor considera

1 Esteban King, en este mismo número de Investigaciones Geográficas, revisa el número 3 de New Geogrpahies. Nos ha parecido importante mostrar la continuidad de esta serie como programa de investigación.

que, frente a estas dos posturas, es indispensable introducir la noción de “una escala plástica” (p. 1), dado que el espacio no es ni un hecho ni un marco metodológico, tampoco las cosas se relacionan mediante un zoom que va, en ambos sentidos, de lo más grande a lo más pequeño. Pensar la escala, como plástica (en efecto, recurre al vocabulario del arte) quiere centrar la atención en las dimensiones de la representación geográfica que no están fijas sino en las que ocurren todo tipo de deformacio-nes. La escala no es un espacio plano en el que ocurren los procesos geográficos, son las dinámicas del conocimiento, de los sujetos y los objetos, las que generan múltiples escalas, que además no se expresan mediante una pirámide de visualidades en la que, dependiendo la distancia en que se ubique el observador, se vea mucho y borrosamente o sea vea poco y nítidamente. Como se observa a través de las páginas de este anuario, las múltiples esca-las pueden hallarse distorsionadas, yuxtapuestas, contrapuestas, engarzadas, deformadas, expandi-das, contraídas, y otras. Así el editor propone que hablar de “escalas de La Tierra” significa apartarse de una idea homogénea de la globalización y en cambio pensar las complejas dinámicas por las que se producen, y con las que se relacionan, las imá-genes del mundo. De este modo, los ensayos pre-sentan diversas temáticas pero concuerdan en un horizonte teórico que problematiza la escala como ente y como representación.

Así, Nicholas de Monchaux (arquitecto de la Universidad de California Berkeley) en su ensayo: “Cities and Cybernetics” muestra que la investiga-ción aeroespacial redefinió las posturas urbanísticas modernas, al concebir una imagen cibernética de la ciudad, una visión física de la ciudad que com-petía con una visión biológica, la ciudad como organismo vivo.

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Omar Olivares Sandoval

Marc Angelil (arquitecto de la Universidad de Eth, en Zurich) y Cary Siress (arquitecta de la Universidad de Edimurgo) en “Discounting Territory. Logistics as capital principle of spatial practices”, observan cómo la lógica espacial de la empresa, conocida como logística, venía de la práctica militar del territorio. Analizan el modelo logístico de Wal-Mart, donde la “caja” organiza una red de información que modifica continuamente las estrategias territoriales de la empresa. La logís-tica de ésta se entiende como la de una black-box, un sistema que se define por lo que ingresa y lo que sale, mientras el dispositivo de mediación queda oculto. A decir de los autores, al describir las logísticas empresariales, no es que la ciudad sea víctima del capital, la ciudad toma parte de la organización de aquél.

Nathalie Roseau (jefa del departamento de planeación urbana de la École de Ponts en París) en “Rescaling urban Matter. The city viewed from the air”, hace una revisión de las imágenes aéreas que infundieron su perspectiva a la planeación urbana moderna, funcionalista, y después aborda la arquitectura del aeropuerto, como lugar idó-neo para representar la ciudad utópica, aunque condicionado, al mismo tiempo a no estar dentro de la ciudad. Como lugar ambiguo, el aeropuerto no es un “no-lugar” sino un “lugar híbrido” en el que ocurre simultáneamente lo global-local, la intensidad-diseminación, lo utópico-distópico.

Frédéric Pousin en “Aerial views and the future of Metropolitan Paris”, reseña los trabajos de la reunión de 2008, que el presidente de la Répu-blica francesa comisionó para la elaboración de propuestas sobre el futuro metropolitano de París. Las más de 7 000 páginas de los reportes de estos especialistas, convergen en que: a) la intervención de la ciudad no puede seguir siendo pensada por la escala de la región y el territorio, b) el uso de las imágenes aéreas y satelitales en la investigación urbana debe pensarse desde una reflexión teórica e histórica de la imagen.

Nina Edwards Anker (Harvard GSD) y Peder Anker (Universidad de Nueva York), en “Viewing the Earth from without or from within” observan dos modelos de solución del cambio climático, una perspectiva desde afuera y una desde adentro,

desde afuera se consideran las energías, el territo-rio, la economía; desde adentro se consideran las prácticas sociales, la ética, el consumo. Para salir de la aporía se necesita una arquitectura y diseño controlado por el ambiente y no para controlarlo.

Kashim Sarkis (Profesor Aga Khan de la GSD) escribe “The World according architecture” beyond Cosmopolis”, que es el ensayo que desarrolla el motivo de las New Geographies. La ciudad-mundo moderna aspiraba a borrar las disparidades en un esquema de sincronía del tiempo, pero sin pensar el espacio. La crítica posmoderna borró el uni-versalismo y con ello la idea de un mundo único y compartido. Sin embargo, pensar de nuevo la escala del mundo es una necesidad contemporánea cuando toma realidad la posibilidad de un colapso ecológico global. Recuperar la idea de la ciudad-mundo, que se construye por los individuos, y a través de la arquitectura y el diseño, y no en contra de ellos, es indispensable. Por ello, se trata de re-cuperar una actitud y dimensión geográfica de la arquitectura y el diseño. A través del pensamiento geográfico existe la posibilidad de construir un mundo compartido.

Ola Söderström (Universidad de Neuchâtel, Suiza) en “How images assemble the urban World”, radicaliza la pregunta sobre si el pensamiento por escalas es aún útil, dada la crítica a la suposición de que la escala es una realidad ontológica. Como condición epistemológica de la geografía, sostiene Söderström, es preciso observar que la escala, a pesar de no ser un hecho, orienta nuestra acción. Aquello significa que la escala como imagen revela una condición icónica del espacio.

Es importante señalar que la relectura teórica de la noción de escala proviene de la parte de las disciplinas del diseño, el urbanismo y la arquitec-tura, que han necesitado redefinir un programa geográfico para reorientar sus variadas prácticas. Es una invitación y una inyección teórica necesaria a la geografía para reactivar sus potencialidades en el presente.

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New Geographies 4. Scales of the Earth

REFERENCIAS

Doherty, G., R. Gho Sn, E. H. Jazairy, A. Petrov, S. J. Ramos and N. Turan (eds.; 2008-2012), New Geographies, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts. [http://internal.gsd.harvard.edu/academic/upd/agakhan/newgeographies/About.htm: 8 de mayo 2012].

Ireland, C. (2009), “Philosophers expand the meaning of ‘space’”, in Harvard Gazette, Cambridge, Mas-sachusetts, February 26 [http://news.harvard.edu/gazette/story/2009/02/philosophers-expand-meaning-of-%E2%80%98space%E2%80%99/: 8 de mayo 2012].

Omar Olivares Sandoval Facultad de Filosofía y Letras

Universidad Nacional Autónoma de México

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Seminario Internacional “Ciudades, Globalización y Desarrollo”, El Colegio Mexiquense, 21 y 22 de septiembre de 2011

El Seminario Internacional “Ciudades, Globaliza-ción y Desarrollo” se realizó durante los días 21 y 22 de septiembre de 2011 en las instalaciones de la “Casa Toluca” de El Colegio Mexiquense.1 El desa-

1 El Colegio Mexiquense, con sede en el municipio de Zinacantepec, Estado de México es reconocido como una institución que fomenta el desarrollo de la investigación en el área de las Ciencias Sociales y Humanidades y la docencia, por medio de la formación de recursos humanos de alta calidad a nivel posgrado. Para la conmemoración de su 25 Aniversario se organizó una serie de seminarios académicos, a lo largo del 2011. Los eventos académicos conmemorativos estarían coordinados por los cinco seminarios de investiga-ción que desde el 2004 agrupan a los investigadores de El Colegio por temáticas de investigación afines: 1. Historia Contemporánea, 2. Historia Mexicana e Historia del Estado de México, 3. Población, Cultura y Sociedad, 4. Estudios Estratégicos del Estado de México y 5. Instituciones, Socie-dad Civil y Políticas Públicas. Es en el seno del Seminario de Estudios Estratégicos del Estado de México, donde surgió la iniciativa de organizar este evento académico. Integran este seminario siete investigadores, Alfonso Iracheta Cene-corta, Omar Martínez Legorreta, Susana Medina Ciriaco, Eduardo Morales Pérez, Emma Liliana Navarrete López, Carolina Pedroti, coordinados por Carlos Garrocho Rangel. Es importante destacar que los investigadores conforman un grupo de trabajo multidisiciplinario y de alto nivel, dado su perfil y experiencia en el quehacer académico, centrando el desarrollo de sus actividades de investigación en cuatro grandes temas, que a su vez derivan en líneas de investiga-ción, a saber: 1. Estudios internacionales, vinculados con: La economía y cooperación internacional, integración económica de Europa, integración económica en Asia y México, finanzas internacionales y asuntos monetarios,2. Estudios urbanos con énfasis en: La población y su rela-ción con la urbanización, desarrollo metropolitano interna-cional y nacional (desde el análisis físico espacial hasta los estudios de gobernabilidad), suelo urbano, políticas de suelo urbano y vivienda, impuestos inmobiliarios, vivienda para población de menores ingresos, sistemas de producción ha-bitacional y desarrollo urbano y ambiente, 3. Geografía Eco-nómica, Geografía y Planeación Urbana - Regional, referidos a: Geografía urbana y regional: la zona metropolitana de

rrollo del seminario se llevó a cabo en dos sesiones matutinas y dos vespertinas.2 En la primera sesión

Toluca, planeación espacial de servicios públicos y privados (análisis locacional), modelos cuantitativos para la planea-ción urbana y regional, planeación estratégica y evaluación de políticas públicas y 4.Jóvenes y empleo, bajo la línea de investigación población, juventud, escolaridad y empleo.2 Considerando el apoyo institucional para la organización de eventos académicos internacionales con motivo del 25 Aniversario de El Colegio Mexiquense, se estableció como sede del Seminario Internacional “Ciudades, Globalización y Desarrollo”, a la “Casa Toluca” que funciona como el área de difusión de dicha institución, ubicada en la ciudad de Toluca. Asimismo, se consideró pertinente que el Semi-nario Internacional se llevara a cabo durante los meses de septiembre u octubre de 2011, organizado en torno a tres ejes temáticos, de acuerdo con las líneas de investigación que trabajan los profesores-investigadores adscritos al Se-minario, que son: Eje temático 1. Desarrollo sustentable y disfuncionalidad del sistema global, donde se planteó como propósito central presentar una semblanza contextual de las políticas internacionales vigentes en dos sentidos: Las políticas derivadas del proceso de globalización, diseñadas a partir de la reestructuración productiva y las transforma-ciones territoriales mundiales. Las políticas emanadas del desarrollo sustentable que constituyen el marco de referencia de los nuevos enfoques y aplicaciones de la política y acciones en materia de gestión ambiental, tratando de visualizar a la realidad con un enfoque integral. En suma, ambos tipos de políticas son complementarias y condicionan necesaria-mente la estructura y papel económico de las ciudades en el mundo, así como de los procesos de desarrollo. Eje temático 2. Política urbana, metropolización, suelo y vivienda, aquí se definió como objetivo discutir acerca de las políticas urbanas que inciden en la transformación y gobernabilidad de las zonas metropolitanas; además de identificar las orientaciones de la política en materia de vivienda y de la regulación del mercado del suelo urbano, debido a que ambos inciden en gran medida en el diseño de las políticas urbanas para la gobernabilidad metropolitana. Eje temático 3. Geografía Comercial, Geografía Económica y empleo para jóvenes urba-nos, centrado en la generación de un espacio de reflexión que permitiera intercambiar puntos de vista acerca de los

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Seminario Internacional “Ciudades, Globalización y Desarrollo”

matutina del día 21 de septiembre, se presentaron los trabajos referidos al eje temático 1. Desarrollo sustentable y disfuncionalidad del sistema global que contó con la participación de tres conferen-cistas: Lorena Ruano (CIDE) y dos investigadores de El Colegio, Eduardo Morales Pérez y Omar Martínez Legorreta.

Por una parte, Ruano hizo referencia a la multilateralización de las relaciones económicas internacionales, originada por la proliferación de actores y vínculos económicos entre las naciones que van acompañadas por los cambios en las rela-ciones gubernamentales y la irrupción de actores no estatales en la relación gubernamental. Para el caso de México, el Estado fue desplazado de manera muy importante, permitiendo la conformación de una economía más abierta y democrática, donde las relaciones institucionales se tornan más complejas tanto al interior del país, como en su relación con otros países.

Por otro lado, Morales y Martínez se refirieron a la disfuncionalidad del sistema económico y político global, respectivamente. Con respecto al tema económico, Morales hizo énfasis en el constante desequilibrio del sistema económico mundial, debido principalmente a la ausencia de una autoridad financiera a nivel mundial que facilite el establecimiento de acuerdos de política económica internacional.

Así, Martínez afirmó que también existe dis-funcionalidad en el sistema político global, porque al interior de cada nación se generan mecanismos de regulación política que no necesariamente van a ser comunes o complementarios con las de otros países, entonces se habla de una disfuncionalidad del sistema político global, porque aunque existen políticas que cuentan con un marco de referencia internacional, como es el caso de las políticas del desarrollo sustentable, no se aplican de manera arti-culada entre los países, sino más bien diferenciada.

argumentos teóricos y empíricos vigentes de la Geografía Económica, con énfasis en la Geografía Comercial, enfoca-dos en explicar la dinámica y distribución de las actividades sobre el territorio, así como la relación entre el empleo y la estructura urbana en las ciudades actuales. De manera complementaria se puntualiza sobre el papel de los jóvenes en las grandes ciudades latinoamericanas y mexicanas.

Durante la sesión vespertina del día 21 de septiembre, se desarrolló el eje temático 2. Política urbana, metropolización, suelo urbano y vivienda. A partir de cinco exposiciones, la primera fue la conferencia de apertura titulada: 25 años de in-vestigación en política urbana en México, dictada por el arquitecto Roberto Eibenschutz Harman y las cuatro restantes se realizaron por parte de los investigadores de El Colegio Mexiquense (Alfonso Iracheta Cenecorta, Carolina Pedroti, Susana Me-dina Ciriaco y Rafael Valdivia). Primero, Eibens-chutz mostró una semblanza histórica de 25 años de investigación de la política urbana en México, iniciada a partir de las ideas básicas de la ciudad, establecidas en Europa a finales del siglo XIX, entre las que mencionó, los planteamientos de Garden city, ensanches y New Towns. El expositor también hizo referencia a las estrategias clásicas de política urbana como el zoning y la Escuela de Chicago, constituidos como los referentes teóricos de los ur-banistas estadounidenses de principios del siglo XX.

También refirió que para el caso de México, a partir de dos acontecimientos históricos se definió en gran medida el rumbo de la política urbana nacional. En primer lugar, menciona a la Revolución Mexicana como un acontecimiento histórico coyuntural que en años posteriores incidió de manera determinante, tanto en la ocupación del territorio nacional, como en la división de la tenencia de la tierra y el surgimiento del concepto de suelo urbano.

En segundo lugar, hace referencia a la confor-mación de un Estado Benefactor que favoreció la construcción de grandes hitos dedicados a la investigación y a la docencia en el nivel superior, entre los que destacan: UNAM, UAM, COLMEX, IPN, entre otros; así como el surgimiento de institucio-nes encargadas de dirigir el proceso de planeación urbana tanto a nivel federal como estatal.

La conferencia de apertura estableció un marco de referencia histórico, útil para dar continuidad a la discusión del eje temático 2. En la segunda participación, afirma que la ciudad está en cons-tante mutación, cambiando su forma y relaciones en función de las transformaciones tanto de su estructura económica, como de su dinámica pobla-cional. Las ciudades han pasado de ser estructuras

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Lilia Angélica Madrigal García y Carlos Garrocho Rangel

urbanas piramidales a ciudades polinucleares y de redes urbanas, cada vez más complejas y que por ende requieren de una coordinación metropolitana, tanto en los aspectos económicos, urbanos pero sobre todo en lo que se refiere a la gobernanza metropolitana.

De manera complementaria, Carolina Pedroti se refirió al hecho de que la política habitacional se modifica en función del proceso de urbanización, que en las últimas décadas se expresa por la gran concentración de la población en puntos estraté-gicos del territorio. De manera particular, el papel que ha tenido el Estado de México como polo de atracción poblacional y económico en el contexto nacional, ha resultado en la conformación y con-solidación de dos grandes áreas metropolitanas: la del Valle de México y la del Valle de Toluca.

Ante esta complejidad, las políticas habita-cionales tienen que ser cada vez más concretas y sustentadas en un marco jurídico más específico que las fortalece por medio de la implementación de instrumentos normativos de micro gestión.

Finalmente, Susana Medina Ciriaco y Rafael Valdivia coinciden en que es necesario generar prácticas de transformación del mercado de suelo y de vivienda de informal a formal, por medio de la utilización de modelos analíticos más acordes con la realidad, además de la participación más activa de todos los actores involucrados.

Para el día 22 de septiembre segundo día de actividades, se contó con la participación de nueve conferencistas, seis de los cuales son investigadores con presencia internacional en el campo de la Geo-grafía Económica y la Geografía Comercial, Brian Berry (Universidad de Texas en Dallas), Neil Wrin-gley (Universidad de Southampton, Reino Unido), Jim Simmons (Universidad Ryerson, Canadá), Luc Anselin (Universidad Estatal de Arizona), Richard Shearmur (Universidad de Quebec) y Ernesto Rodríguez (ONU).

Es importante mencionar que es la primera vez que tres grandes figuras de la Geografía Comer-cial (Brian Berry, Neil Wringley y Jim Simmons) participan de manera simultánea en un evento académico. Asimismo, destaca la participación de tres investigadores de El Colegio Mexiquense (Emma Liliana Navarrete, Carlos Garrocho Rangel,

José Antonio Álvarez Lobato, además de Zochilt Flores López).

Para el desarrollo del eje temático 3. Geografía Comercial, Geografía Económica y Empleo para Jóvenes urbanos, en la sesión matutina, se dictó la Conferencia de apertura denominada: 25 años de Geografía Económica y Comercial: retrospectiva y perspectivas, por Brian Berry, seguida de dos par-ticipaciones de Neil Wrigley y Jim Simmons, y la de Carlos Garrocho.

En la conferencia de apertura Brian Berry, realizó una interesante semblanza retrospectiva de la Geografía Comercial y la Geografía Económica, dividiendo su análisis en tres momentos: La geogra-fía en el pasado, el presente y el futuro. Cada uno de estos momentos a su vez se clasifica en cortes generacionales que caracterizan a la humanidad y que por ende van a generar una interpretación propia de la realidad y del desarrollo de las cien-cias, específicamente de la Geografía. Por tanto, se caracteriza a la Geografía, de acuerdo con la etapa histórica y generación que abarque:

1. Geografía del pasado, incluye a las generaciones: Progresiva (1843-1859), Misionaria (1860-1882), Generación Pérdida (1883-1900), G.I. (1901-1924), Generación del Silencio (1925-1942) y la Generación del boom de los niños (1943-1960). La evolución de las cien-cias geográficas del pasado se ha definido por la presencia y aportaciones de seis diferentes generaciones. Donde existieron planteamiento teóricos diversos, destacando el determinismo geográfico,3 las teorías clásicas de la economía espacial, entre los que destacan: Chirstaller, Lösch, Isard, desarrollados durante la primera mitad del siglo XX, quienes establecieron las bases de la Geografía Económica y de las teorías del desarrollo regional.

2. Geografía del presente, caracterizada por la presencia de la Generación X que son personas nacidas durante el periodo 1961-1981 y que actualmente son los adultos maduros que con-forman los grupos de científicos y de decisión en el mundo. Es en esta etapa cuando se habla

3 Corriente de pensamiento vigente a finales del siglo XIX.

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Seminario Internacional “Ciudades, Globalización y Desarrollo”

de la Nueva Geografía Económica, Paul Krug-man fue uno de los primeros geógrafos en hacer referencia a los modelos de interacción entre las economías de escala, costos de transporte y tamaño de mercados, resultando en una causa circular que se manifiesta por las diferencias espaciales en la relación centro-periferia o en función de la presencia de aglomeraciones eco-nómicas detonadas por la actividad industrial.

3. Geografía del futuro, etapa que será encabezada por la generación del milenio (1982-2001) y la generación de la tierra, aquéllos nacidos a partir del 2002. Serán vigentes las ideas de los jóvenes adultos de la generación del milenio sustentadas, ideas dialécticas con un sentido humanista-científico dirigido hacia la Ciencia Geoespacial que va a estar más enfocada en una Geografía más cualitativa, quizá proveniente del marco de referencia de la sustentabilidad ambiental.

En segundo lugar intervino Neil Wringley, con su conferencia “Hacia una política comprometida de Geografía Comercial: garantizando el futuro de la disciplina”. Durante su exposición hizo referencia a su formación académica personal en relación con los postulados teóricos vigentes desde la década de los setenta hasta la fecha y los enlista:

a) Primero, durante las décadas de los setenta y ochenta, los estudios de la Geografía Comercial se centraban en la selección y ubicación de la tienda y el análisis de mercado.

b) Para la década de los noventa se establece una “nueva geografía comercial” basada en el posi-cionamiento de la transformación del capital comercial y sus espacios de producción y con-sumo, definidas por la aparición del comercio minorista, impulsado por los compradores locales y por las redes mundiales de empresas minoristas que habían comenzado a destacar a los científicos sociales de otras disciplinas a partir de la mitad de la década de los noventa.

c) A finales del siglo XX y la primera década del presente siglo, los geógrafos se enfocaron en temas como: la competencia, la exclusión social comercio / abastecimiento, y la política

de ordenación del territorio, así como en las consecuencias visibles del poder de venta.

El expositor señala que una política compro-metida con la Geografía comercial tiene muchos problemas intrínsecos, de los cuales es posible mencionar la relación entre las preferencias del consumidor vs. la publicidad de los medios de comunicación (dirigida a incrementar las ventas de ciertos productos y/o servicios). Lo que se tradu-cirá en un reflejo del poder de venta desde el punto de vista de la aceptación social y de la distribución y comportamiento de los productos ofertados y/o servicio sobre el territorio. Aun así, concluye Wringley, el tema sigue ofreciendo retos desafiantes y gratificantes de estudio desde la Geografía.

En tercer lugar, Jim Simmons quien dictó la conferencia “La evolución de la estructura comercial en las ciudades de Norte América”, identifica tres etapas de la estructura comercial que se han desarrollado en América del Norte durante los últimos sesenta años, señalando que en cada una de ellas se identifican proce-sos de cambio actuales y futuros. Las tres eta-pas son: a) el comercio minorista tradicional,b) los centros comerciales planificados, c) el comer-cio minorista de alimentación. Simmons recalca que las etapas son muy diferentes entre sí, lo que permite plantear algunas preguntas interesantes acerca de sus diversas relaciones con el mercado. Cada etapa se ha convertido en un punto diferente en el tiempo y en un lugar distinto dentro de la ciudad, y cada uno ha desarrollado características propias, proporcionando diversos tipos de bienes y servicios dirigidos a una demanda diferenciada.

Finalmente, Carlos Garrocho Rangel, al hablar de la “localización de firmas terciarias en el espacio intraurbano”, coincide con los expositores que lo antecedieron, en lo referente a la evolución de los aspectos teóricos tanto de la Geografía Económica, como de la Comercial. La presentación inició con un análisis de la concentración espacial y sectorial del empleo en México, en este punto Garrocho afirma que la población, el empleo y la producción se concentra en las ciudades. Por tanto, el futuro de México se está jugando en las ciudades, y por ello, es necesario que las áreas urbanas se consoliden como

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Lilia Angélica Madrigal García y Carlos Garrocho Rangel

motores que impulsen el desarrollo regional y na-cional, siempre y cuando funcionen adecuadamen-te como lugares para producir y lugares para vivir. Asimismo, afirmó que las ciudades con economías eficientes, no excluyentes (cohesionadas) y susten-tables pueden convertirse en motores eficaces del desarrollo nacional y regional. Define el concepto de ciudades,4 así como la relación entre las firmas, aglomeración y eficiencia5 para el caso de México.

Por último, interpreta la realidad urbana de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca a partir de algunos planteamientos teóricos. Inicia con el argumento de que la ZMVT presenta una estructura urbana policéntrica, con respecto a la visión agre-gada del espacio intrametropolitano en función del empleo, seguida de una reflexión de la organización del Centro Tradicional de Negocios (CTN) y los subcentros emergentes de la ZMVT, con base en los planteamientos de Berry y Simmons.

La sesión vespertina, continuó con los trabajos del eje temático 3, Luc Anselin, en su conferencia titulada “Geo Da y más allá hacia una ciber-infraes-tructura para el análisis espacial de datos”, aseveró que la incorporación de datos espaciales y métodos analíticos en un software durante las últimas dos décadas, constituye el punto de partida para la generación de estudios que vinculen el análisis cuantitativo con el espacial y viceversa. Destaca la revisión llevada a cabo por el autor por medio de la utilización de los paquetes SpaceStat, GeoDa, PySAL y los recientes servicios espaciales web analíticos que se han desarrollado en el Centro de Análisis Geoespacial y Computación de la Escuela de Ciencias Geográficas y de Planeación Urbana

4 Las ciudades constituyen un arreglo espacial aglomerado de población y actividades que genera ventajas netas superiores a la dispersión territorial. Este comportamiento espacial no es fortuito, sino que se debe a diversas ventajas que obtie-nen las firmas, los servicios sociales, la población cuando se aglomeran en el territorio y que de manera genérica se les ha llamado economías de aglomeración.5 Garrocho considera que aunque hay un debate acerca del tema, es ampliamente aceptado que las aglomeraciones de firmas en el espacio intraurbano, son vitales para impulsar la economía local y estimular el crecimiento económico de las ciudades, debido a la eficiencia de esa forma de organi-zación espacial.

de la Universidad Estatal de Arizona. Asimismo, señaló la importancia de generar y actualizar un banco de trabajo de econometría espacial, lo que permite incorporar la funcionalidad espacial de los análisis en un cyberGIS.

Asimismo, Richard Shearmur, en su presen-tación denominada “Los núcleos metropolitanos de empleo y la estructura urbana a principios del siglo XX”, argumenta que una estructura urbana se define como un conjunto de procesos y relaciones que rigen la evolución de las ciudades a través del tiempo. Si la organización espacial de la actividad económica es de interés, entonces las estructuras urbanas se revelan mediante la observación de la geografía de las actividades económicas, además de la identificación de los procesos clave que rigen su evolución.

Los previsibles cambios futuros pueden afectar en gran medida la configuración espacial de las ciu-dades, identificándose tres principales. El primero es el costo creciente de la movilidad. Considerando que un acceso a la configuración de motor (y por lo tanto los patrones urbanos) en los últimos 50 años ha ido aumentando la facilidad de movilidad, esto puede ser revertido en los próximos años a medida que aumentan los precios del combustible, entre otros factores propios de cada ciudad (como el tráfi-co vehicular y la accesibilidad). El segundo cambio se relaciona con las telecomunicaciones, cuyo costo es prácticamente nulo. Las video-conferencias, correos electrónicos, redes sociales, entre otros, son virtualmente gratuitas. Combinado con el aumento de los costos de desplazamiento físico, esto puede influir en la geografía de las zonas urbanas. El tercer cambio –especialmente en ciudades de los Estados Unidos– (es la re-evaluación de los beneficios de vivir en las ciudades centrales). Los procesos de gen-trificación del centro –que juegan de manera di-ferente según el contexto– debido a que cambia o se revierte la disminución de algunas ciudades centrales. Sin embargo, los nuevos centros de la ciudad tienden hacia el consumo y están orientados en torno al desarrollo del comercio diversificado y de los servicios cada vez más especializados que tienden a proyectar el estatus social tanto de los habitantes como de la ciudad que habitan en lugar de poder económico.

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Seminario Internacional “Ciudades, Globalización y Desarrollo”

Complementando las ideas de movilidad y es-tructura de las ciudades, el trabajo “Aglomeración y dispersión de negocios en un centro tradicional de negocios: el caso de la zona metropolitana de Toluca”, presentado por José Antonio Álvarez y Zo-chilt Flores López, representa un ejemplo palpable de la evidencia empírica de los postulados teóricos de la Geografía Económica y Comercial aplicados a un espacio concreto de estudio.

Los autores desarrollaron una metodología que permitió develar los límites espaciales de centros tradicionales de comercio y servicios al menudeo o los también denominados Centros Tradicionales de Negocios (CTN) en ciudades mexicanas; y ponerla a prueba para el caso de la Zona Metropolitana de Toluca (ZMT), delimitando su centro tradicional de comercio y servicios al menudeo.

Lo que posteriormente facilitó la medición de la aglomeración y la dispersión de la actividad eco-nómica en la ZMT. La metodología aplicada para definir los límites del centro se basó en el conteo de flujos de peatones (flujoscopia peatonal) en el área del centro tradicional de la ciudad. Partiendo del supuesto a mayor flujo de peatones (consumidores potenciales) mayor probabilidad/oportunidad de negocio.6

6 En otro orden de ideas, con respecto al tema de los “Jóvenes en la Ciudad” se contó con la participación de Ernesto Ro-dríguez (ONU) y Emma Liliana Navarrete López (El Colegio Mexiquense). En primer lugar, Rodríguez se refirió al tema “Jóvenes y ciudades en un mundo globalizado”. Afirma que existen por un lado factores a considerar en torno a la condición de los jóvenes como individuos: a) la condición juvenil en América Latina, b) los momentos de transición de los jóvenes (de la escuela al trabajo, de la vivienda paterna a la propia), c) la adquisición de la condición de ciudadano. Por el otro, las condiciones cambiantes del entorno urbano, relacionados con el proceso de industrialización, de urbani-zación acelerada, emigración, auge neoliberal, segregación urbana, la presencia de gobiernos progresistas y el retorno del Estado, la suma de estas condiciones cambiantes en la ciudad generan espacios de exclusión para los jóvenes. Debido a la presencia de la exclusión, la juventud trata de apropiarse de los espacios urbanos por medio de manifestaciones sociales y culturales que han permitido una mayor participación juvenil dirigida a la apertura de espacios públicos en la ciudad, favoreciendo la inclusión social y el fortalecimiento de la condición de ciudadanos en los jóvenes. De manera específica, Emma Liliana Navarrete señala que la participa-ción juvenil en las ciudades mexicanas se puede caracterizar

Del Seminario Internacional “Ciudades, De-sarrollo y Globalización”, se puede concluir que la globalización es un proceso que condiciona en gran medida la integración de los países a la red econó-mica mundial y que se expresa por el incremento de procesos socioeconómicos que necesariamente impactan en menor o mayor medida a las ciudades, desde el punto de vista: económico, social, cultural, territorial y ambiental.

Lo que se ha traducido en la coexistencia de los espacios globales y urbanos (locales), manifestados por una nueva configuración de la estructura pro-ductiva que modifica sus relaciones de producción y comercialización, denominado como: proceso de reestructuración mundial que necesariamente se expresa en el territorio, a través de las relaciones y transformaciones diferenciadas entre las ciudades y al interior tanto de las áreas metropolitanas como del espacio intraurbano.

Por un lado, algunas ciudades han alcanzado ni-veles de desarrollo que les permiten jugar un nuevo rol en el contexto de la globalización definido por la flexibilidad y la transformación productiva, que se manifiesta por la integración de redes globales de desarrollo –desde el punto de vista productivo, social y cultural– sustentadas en la innovación, la tecnología de la información y la comunicación, y que condicionan el surgimiento y consolidación de ciudades que están en condiciones de incorporarse a la red de ciudades y/o regiones globales. Por otro lado, hay otras ciudades que reflejan pobreza y mar-ginación, donde predominan procesos territoriales como: la fragmentación y segregación espacial, por lo que aún están lejos de incorporarse a la red de ciudades globales.

Por tanto, la presencia de procesos de desarrollo diferenciados de alguna manera ha incidido en la consolidación de algunas ciudades como escenarios del proceso de desarrollo económico, que resultan en un mosaico de realidades heterogéneas que es importante analizar bajo una visión integral y diná-

a partir de la diferenciación de las actividades económicas y no económicas, condiciones laborales específicas de los jóvenes, así como la distinción entre edad, sexo. y escolaridad que, en suma, permitirán caracterizar la participación de los jóvenes en las ciudades mexicanas.

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mica con capacidad de adaptación a la cambiante realidad de cada ciudad o espacio intraurbano.

Finalmente, cabe señalar que el desarrollo económico y urbano de las ciudades tiene alter-nativas de análisis diversas, entre las que destacan las políticas urbanas, políticas de vivienda y suelo urbano, gobernabilidad metropolitana, dinámica y distribución de las actividades económicas sobre el territorio; las cuales pueden ser estudiadas bajo

la óptica de la planeación urbana, estudios de po-líticas públicas urbanas y gobernanza, Geografía Económica, Geografía Comercial y la Sociología urbana, entre otras

Lilia Angélica Madrigal GarcíaCarlos Garrocho RangelEl Colegio Mexiquense

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Séptima Reunión de la Red Nacional de Instituciones Geográfico Universitarias (RENIG),Guadalajara, Jalisco, 15-17 de marzo de 2012

Los integrantes de la RENIG1 se reunieron para re-flexionar sobre: “La pertinencia de la investigación geográfica en México: presente, pasado y futuro”, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. El primer día, jueves 15, la reunión fue en el Auditorio Carlos Ramírez Ladewig de la Universidad de Guadalajara. Ahí participaron investigadores y autoridades de la RENIG para analizar la “situación diagnóstica de la investigación geográfica en México ¿Qué se está investigando actualmente y sus antecedentes?”. En la mesa se dieron algunos elementos, entre temas históricos y de actualidad, sobre las experiencias geográficas llevadas a cabo en algunas instituciones geográficas, como la Universidad Nacional Autó-noma de México, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad de Guadalajara, como sede anfitriona.

En la sesión vespertina se contó con la asis-tencia de alumnos y profesores de diferentes uni-versidades. Las interrogantes que ocuparon gran parte de la sesión fueron ¿hacer investigación para qué?, ¿para quién?, ¿qué se investiga? y ¿cómo se investiga? Para responder tales planteamientos se indicó que los estudios de licenciatura en Geogra-

1 Las autoridades que integran a la Red Nacional de Insti-tuciones Geográfico Universitarias (RENIG) son: la Univer-sidad de Guadalajara, la Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de Michoacán, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma de Quintana Roo, la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad Autónoma de Guerrero. Esta Red es una organización académica que cuenta con una agenda de trabajo propia y se suma a los objetivos y las actividades de otros foros profesionales como el Congreso Nacional de Geografía, el Coloquio de Investigación en Geografía y el Simposio de Enseñanza de la Geografía, entre otros.

fía integran un conjunto de técnicas, tecnologías y habilidades académicas para buscar la inserción de los egresados en el campo laboral mexicano. Por su parte, los estudios de posgrado quedaron identificados para la formación de investigadores de alto nivel académico para participar y colaborar con otros especialistas que realizan investigaciones básica y aplicada a problemas específicos. Entre las discusiones de la sesión, se comentaron las áreas profesionales que mayor demanda representan dentro del conocimiento geográfico, como son: el espacio urbano, el análisis económico y político, los estudios ambientales y de riesgo, sobresale el ordenamiento territorial, a los que se han sumado otras áreas de trabajo como el manejo integrado del paisaje, la geomática y la geohistoria.

Para terminar, entre los elementos con mayor consenso entre los participantes se indicaron los siguientes: las investigaciones académicas deben mantener y aspirar a planteamientos que integren, cada vez más, el rigor teórico y las opciones meto-dológicas con que se llevan a cabo los trabajos. A partir de la consideración de las condiciones parti-culares del trabajo en los ambientes académicos (ya que no se presentan con igualdad de condiciones económicas en las universidades estatales que en la capital mexicana), se propuso que cada institución identifique y valore sus respectivas fortalezas y debilidades, y en esa medida proceda al diseño de planes y programas de investigación que incidan en las escalas locales y en la regional para el análisis de los territorios, ciudades y paisajes.

Como parte de las actividades de la RENIG se ofreció un homenaje póstumo a Ángel Bassols Batalla, considerado como promotor de la Geogra-fía regional de México por sus propuestas para el estudio geoeconómico que inicia, por ejemplo, con las excursiones a la Baja California (1958-1959), a

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Naú Silverio Niño Gutiérrez

las que siguieron un sinnúmero de trabajos, clases y viajes por Europa, África y Asia. Destaca, por supuesto, la formación de la Bibliografía geográfica de México, un libro donde Bassols ofrecía las bases para el análisis geoeconómico del país (y que, en buena medida, ha sido olvidado). En los siguientes años, la fecunda labor de Bassols incidió en una ampliación y consolidación de la organización e instituciones de la comunidad geográfica. En esta sesión participaron, por su recuerdo familiar, los profesores: Mario Bassols Ricardez, Agustín Olmos Cruz y Ángel Bassols Ricardez.

El viernes 16 de marzo, la sesión matutina tuvo como sede el Auditorio Silvano Barba de la sede anfitriona. Sobre la pertinencia de la investigación geográfica de México, el tema central de la mesa fue planteado de la siguiente manera: ¿Qué inves-tigaciones estratégicas deberíamos impulsar? Para responder la pregunta, se tuvo la participación de algunos investigadores y autoridades, miembros de la RENIG, que emitieron un conjunto de opi-niones, de acuerdo con sus propias experiencias, individuales e institucionales, que se centraron en la vigencia y organización de programas de supera-ción de profesores, por ejemplo, los que coordina la Secretaría de Educación Pública (SEP). También se destacaron las oportunidades que existen para realizar estancias académicas en el país y en el ex-tranjero; el apoyo financiero a través de becas para la movilidad estudiantil y docente. Como punto final, se comentó la conveniencia de organizar un encuentro nacional de profesores y la conformación del Colegio Nacional de Geógrafos.

Este encuentro abrió los espacios para dos re-conocimientos a figuras destacadas, actualmente activas en el mundo de la geografía tapatía. El primero a Andrezej Mieczyslaw Zeromski adscri-to al Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, quien ha insistido en el concepto de “inteligencia espacial” y su vinculación con el modelo: geosistema-territorio-paisaje. El segundo, para Manuel Martínez González, uno de los pilares en los servicios de apoyo a lo largo de cuarenta años del mismo departamento académico. Ambas figuras han incidido en el origen, crecimiento y

consolidación del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial de la sede anfitriona.

La sesión vespertina, efectuada también en el au-ditorio Silvano Barba, fue dedicada al tema de: “La investigación geográfica en prospectiva; propuestas para investigaciones conjuntas y complementarias, ¿qué estrategias seguir para desarrollar proyectos de investigación conjuntos?”. Al igual que la sesión previa, un grupo de investigadores y autoridades de la RENIG plantearon, primero, sobre el escaso financiamiento para desarrollar investigación académica en las universidades públicas. Después, identificaron y opinaron sobre la conveniencia de concursar por apoyos económicos, tanto de México como en el extranjero, a partir de la planeación particular de cada una de las instituciones donde laboran los geógrafos; llamaron la atención sobre los acuerdos para agilizar la movilidad estudiantil y docente en el nivel de posgrado; comentaron sobre el fomento de las co-autorías en las publicaciones; sugirieron la realización de exámenes de grado con la participación de académicos de varias uni-versidades, al igual que una mayor difusión de las experiencias exitosas de la investigación geográfica; en el mediano plazo, indicaron, sería pertinente la elaboración de investigaciones conjuntas que sean factibles de financiamiento interno y externo a las universidades y al país; en el largo plazo, señala-ron, sería deseable el desarrollo de programas de posgrado compartido entre los integrantes de las instituciones de la RENIG.

Para terminar esta presentación de la RENIG, por tierras del paisaje agavero, fue sugerida la ela-boración de un directorio de investigadores y otro de cuerpos académicos y su grado de consolidación. Ambas iniciativas, se propuso, deberán quedar listas previamente a la realización de la Octava RENIG en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para septiembre del presente año.

Naú Silverio Niño GutiérrezCentro de Investigación y Posgrado

en Estudios Socioterritoriales, Universidad Autónoma de Guerrero

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Taller Internacional Clima, sequía y agua subterránea,Ciudad de México, 2 y 3 de mayo 2012

El taller se llevó a cabo durante los días 2 y 3 de mayo en la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, donde se buscó propiciar el intercambio y la discusión de planteamientos. El evento recibió el apoyo y la nutrida participación de instituciones1 así como de público diverso. La iniciativa se tomó considerando preocupaciones coincidentes expues-tas en investigaciones de diversas especialidades y fue impulsada por miembros de instituciones in-ternacionales donde el tema se comienza a abordar a propósito de la toma de decisiones y orientación de política pública en el contexto del Cambio Climático, particularmente del panel Interguber-namental para el estudio del Cambio Climático y la Asociación Internacional de Hidrogeólogos.2

Así, los motivos para realizar el evento fueron dos: uno, la necesidad de hacer manifiesto que

1 Asociación Geohidrológica Mexicana, Capítulo México de la International Association of Hydrogeologists (Co-misiones: Groundwater Outreach to Decision Makers y Regional Groundwater Flow), el Centro Interamericano de los Recursos del Agua del Estado de México, por la UNAM: el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental, la Facultad de Economía (Área de Economía de los Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable), el Instituto de Geo-grafía y el posgrado de Geografía, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, el Instituto Nacional de Ecología, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad Autó-noma de San Luis Potosí (Área de Ciencias de la Tierra), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Iztapalapa, así como otros grupos académicos. Y contó con el auspicio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), de la Asociación Nacional de Empresa de Agua y Saneamiento (ANEAS), la empresa Perfoparts, S. A. de C. V., y varios grupos académicos multidisciplinarios. 2 A las cuales pertenecen los organizadores: Gabriela Ángeles Serrano, Joel Carrillo, Víctor Magaña (miembro del Panel Intergubernamental para el estudio del Cambio Climático), Dora Romero Olivera y Jacobo Villa.

la relación entre dos componentes ambientales como son el clima y el agua subterránea ha sido pocas veces explorada en México y, sin embargo, es fundamental; el segundo, que es preciso entender en qué sentido el vínculo manejo de suelo (urbano y rural)/agua constituye un factor crítico para el diseño de políticas públicas con visión de mediano y largo plazo. Esto es pertinente si se considera la vulnerabilidad cada vez más evidente en que se encuentran países como México3 ante la intensifi-cación de la variabilidad climática natural (ondas de calor, lluvias intensas, sequías prolongadas) y pro-ducida (cambio climático). La condición de sequía severa en el norte de México, el crecimiento urbano formal/irregular de tendencia ilimitada/acelerada y la obligada búsqueda de medidas de adaptación y de gestión diferentes en el sector agua, vuelven imperioso que el sector académico, en conjunto con diversos actores clave, aborden las problemáticas y retos que involucran. Con este taller se intenta la búsqueda por integrar e impulsar un nuevo eje de investigación de carácter transdisciplinario (clima, sequía, agua subterránea, suelo) donde se genere formación e información, así como apertura de espacios que propicien el diálogo y la coordinación de acciones entre sociedad, academia y gobierno.

El taller contó con 40 participaciones orales y 10 pósters, además de dos videos. El carácter internacional del evento convocó a la exposición de resultados de investigación multidisciplinaria y

3 De acuerdo con la delimitación climática de México, el 60% de la superficie del territorio está conformado por regiones áridas y semiáridas (con lluvias anuales promedio menores a los 200 y 500 mm, respectivamente). Una can-tidad considerable de habitantes (cerca del 76% del total) habita en poblaciones ubicadas entre los 500 y 2 500 m de altitud sobre el nivel medio del mar, regiones donde se localiza la mayoría de las zonas áridas y semiáridas del país.

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Dora Romero Olivera

de frontera de diversas ramas a nivel nacional en su mayor parte, aunque se contó con la participación de análisis de España, Colombia, Estados Unidos y Marruecos. Se expusieron reflexiones generales, aspectos conceptuales y metodológicos, manejo de herramientas tecnológicas, estudios de caso y propuestas de manejo.

Las preocupaciones que captaron la atención a propósito de la relación clima, sequía y agua sub-terránea fueron: identificación y determinación de la infiltración y zonas de recarga de acuíferos; mo-nitoreo y modelación meteorológica, hidrológica e hidrogeológica; exposición de panoramas histórico-conceptuales; descripción de sistemas hídricos o hidrológicos; modelos conceptuales, problemas, impactos y propuestas de manejo y políticas ante el crecimiento urbano; impactos al agua subterrá-nea; medición de la dependencia y vulnerabilidad hidrometeorológica e hidrogeológica; propuestas de indicadores y modelos; caracterización física y social de problemáticas para la determinación de la disponibilidad y cuantificación de la demanda, y su diferenciación respecto a la determinación del agua asequible; alternativas de solución al problema del abasto; sistemas de creencias sociales, y modelos conceptuales de agua subterránea e impacto solar.

A la vez, las discusiones del taller se centraron en los siguientes puntos: i) en cambio climático no hay aún modelación en sentido estricto, sólo planteamiento de escenarios a través de diversas opciones hipotéticas establecidas por el Panel Intergubernamental para el estudio del Cambio Climático; ii) el balance hidrológico tal como se aplica para conocer la cantidad de agua existente en el país, ha producido los resultados negativos observados desde la década de los setenta, en el ámbito internacional su aplicación aislada ha que-dado fuera de modelos recomendables y asequibles;iii) se enmarcó la necesidad de establecer un mode-lo de manejo del agua con base en el conocimiento de su funcionamiento como sistema; iv) la falta de entendimiento en el uso de palabras con definicio-nes diversas y arbitrarias, y v) la actualización, por parte de los tomadores de decisión, de los temas mencionados en los puntos anteriores.

El desarrollo de programa incluyó: a) la expo-sición de referentes científicos; b) el abordaje de

la relación entre el clima y el agua subterránea; c) la difusión de nuevas conceptualizaciones, metodologías, instrumentos para la modelación y la elaboración de indicadores; d) La discusión en torno a la disponibilidad de información y el uso de marcos conceptuales parciales y sus efectos, y e) la exposición de propuestas de políticas públicas y el consenso de planteamientos.

Como punto de partida fue necesario caracteri-zar y diferenciar los tipos de sequía (meteorológica, hidrológica, agrícola o social) y más importante aún, explicar la sequía meteorológica a partir de mecanismos que controlan el clima. Al respecto se indicó: a) los océanos Pacífico y Atlántico modulan periodos de sequía o lluvias intensas;b) la variabilidad de muy baja frecuencia (décadas) de la temperatura de superficie resulta en anomalías en los flujos de humedad que llegan a México pro-duciendo contrates en las precipitaciones norte sur en esas escalas de tiempo. Así, periodos de sequía en el norte de México son correspondientes con lluvias en el sur por encima de la media. Condiciones de lluvias por encima de la media en el norte, tienden a coincidir con lluvias deficitarias en el sur de México y Centro América.

Se concluyó que el conocimiento de los me-canismos que controlan la sequía meteorológica prolongada abre la posibilidad de pronosticar periodos de sequía y con ello planear muchas de las actividades económicas con requerimientos hídricos importantes. Considerar la información de manera correcta y oportuna evitaría la pérdida de millones y la afectación a importantes sectores socioeconómicos (Magaña y Caetano, 2007).

En el mismo sentido se expusieron varias re-laciones entre climatología e hidrogeografía para explicar la precipitación y su distribución, la in-fluencia de la temperatura marina en la formación de ciclones tropicales y su aportación para las lluvias en el territorio nacional, en particular para zonas donde resulta muy benéfica la presencia de ciclones tropicales. Concluyéndose que esta información es clave no sólo para la prevención, sino para la planeación.

Un elemento que genera gran incertidumbre en materia de cambio y variabilidad climática en relación con el agua, es qué tipo de impacto

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Taller Internacional Clima, sequía y agua subterránea

generará este proceso en las condiciones del agua subterránea en general, considerando no sólo que es la única o principal, la más simple e importante fuente de abastecimiento en países como México, en su mayor parte con condición árida/semiárida, sino la reserva estratégica para luchar contra los impactos del cambio climático, los problemas de sequía y contaminación del agua superficial.

Al respecto, fue importante conocer las implica-ciones en la evolución de la ciencia hidrogeológica. Se planteó que en sus inicios el interés se centró en la unidad acuífera considerándola como el medio físico que almacena y permite la transferencia de agua de la zona de recarga hacia una de descarga. Recientemente el concepto acuífero ha sido com-plementado por la teoría de sistemas de flujo (Tóth, 1999) de agua subterránea, la cual permite identi-ficar sistemas de flujo locales, intermedios y regio-nales. Esto implica que el agua subterránea puede viajar de una unidad acuífera a otra unidad acuífera o más, localizada arriba o abajo de la formación. Lo anterior tiene trascendencia en: a) la interpretación del marco geológico para la conceptualización de acuíferos en zonas áridas y semiáridas estableciendo congruencia entre los estudios hidrológicos, hidro-geoquímicos, etc. (Carrillo, 2000); b) la interpre-tación y evaluación de problemas, en particular la diada abatimiento/”sobreexplotación”, el funcio-namiento y relación entre la cuenca superficial y la profunda; la escala para determinar la recarga, la estimación del almacenamiento, y la información e interpretación correcta de los registros de pozos; c) la importancia de identificar zonas de descarga; d) el empleo de indicadores superficiales (suelo, vegetación, elevación topográfica, etc.) útiles para la determinación de zonas de recarga y descarga, y e) el control de calidad del agua obtenida por pozos y la preservación de ecosistemas. De manera que en un escenario de reducción en la precipitación, los retos en el mediano y largo plazos deben diferen-ciarse. Así será más crítica la situación para ciudades y ecosistemas que se abastecen directamente de la precipitación, o de agua subterránea proveniente de precipitación recientemente infiltrada. En el largo plazo, las condiciones serán más críticas para ciudades que se abastecen con agua infiltrada en cuencas lejanas.

Si bien la componente menos comprendida dentro del ciclo hidrológico es el agua subterrá-nea, resulta extremadamente crítico si ante las presiones macroestructurales (comercio interna-cional, cambio climático y crecimiento urbano), realmente no sabemos cuánta agua subterránea es asequible, cuánta se consume, cuánta fluye en el subsuelo y qué riesgo de contaminación existe. Al respecto se expuso de manera general y mediante documentación de casos que el manejo de suelo se ha vuelto pieza estratégica dentro del abanico de las políticas públicas territoriales. En particular, hubo coincidencia en señalar que grandes proyectos urbanos y específicamente el crecimiento desor-ganizado de vivienda son causa de vulnerabilidad hídrica –presión en el abasto de agua, manejo no planeado del agua subterránea e intensificación de la extracción– (Jackeman et al., 2005) y de diversos impactos hidrogeológicos (grietas, hundimientos, alteración del sistema hidrológico agua superficial-agua subterránea) que han significado empobreci-miento y extraordinarios costos. Las políticas de ordenamiento territorial y urbanización no sólo regulan esta situación, sino que la alientan. Al mismo tiempo, la factibilidad hidráulica favorece el crecimiento disperso, lo cual significa que el modelo de extracción y distribución como sistema de abasto ha priorizado el bombeo frenético y el traslado de impactos ambientales a cuencas distan-tes. Se expusieron varias propuestas conceptuales y metodológicas para plantear el problema y ofrecer soluciones; asimismo, se documentaron algunas iniciativas para la captación y conservación del agua subterránea.

Entre los temas que generaron mayor polémica y discusión se encuentran: los problemas en las estadísticas y monitoreos oficiales, la asequibilidad y el manejo inadecuado de la información (infor-mación meteorológica, estadísticas del agua), la estimación de la recarga y la necesidad de realizar trabajos multidisciplinarios considerando los retos que plantea el lenguaje técnico y su cruce con el político/administrativo (en particular los conceptos de disponibilidad, sobre-explotación, estimación de demandas, manejo de cuenca, etc.), así como los riesgos en asumir como verdades supuestos y tér-minos de uso común. En particular hubo consenso

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Dora Romero Olivera

respecto a la cuestión de la evapotranspiración potencial diaria y mensual estimadas mediante ecuaciones simples recalibradas, las cuales aunque son de gran utilidad en agronomía, no lo son para la elaboración de estudios de balance hídrico.

La diversidad de trabajos enriqueció la visión del problema e hizo patente la necesidad de un diálogo entre especialistas, donde se incorpore una visión multidisciplinaria considerando críticamente las metodologías, evitando caer en el paradigma na-turalista de los desastres y eventos meteorológicos extremos, así como en el síndrome hidroezquizo-frénico producto de modelos de desarrollo del agua insostenibles.

Aún falta mucho camino por recorrer para traducir este conocimiento a políticas públicas. El ejercicio llevado a cabo en este taller permite plantear otros elementos que han quedado fuera de la discusión en foros donde cada problema es abordado de manera separada. Se puede conside-rar que los análisis son representativos de diversos aspectos, sin embargo, aún existe una asimetría en la integración de conocimientos. Es preciso profundizar y discutir diversos planteamientos. Y en el aspecto del manejo de la sequía es necesario integrar soluciones agua superficial-agua subterrá-nea, y contar con documentación y soluciones a nivel local congruentes con una visión regional.

El uso adecuado de información climática sería de suma utilidad para la planeación evitando gran-des pérdidas económicas, sólo si se saben interpretar datos y pronósticos climáticos considerando la esca-la de variabilidad y los mecanismos que controlan la sequía, sin embargo, es obligado para un país árido-semiárido como México reconocer los impac-tos al agua subterránea. Y eso sólo es posible si se incorporan los avances de la ciencia hidrogeológica, la cual va más allá de la interpretación hidráulica de la respuesta en pozo al considerar sistemas de flujo asociados a ecosistemas. La sequía social en realidad alude a una condición estructural, pues prácticas irregulares de cambio de usos de suelo, presiones de ordenamientos territoriales y modelos

insostenibles de abastecimiento de agua generan inviabilidad del desarrollo.

La sequía meteorológica actual debe conside-rarse como una alerta para llevar a cabo cambios que de todas maneras deberán tomarse, aunque a mayores costos. Este taller propone más difusión y capacitación no sólo a los tomadores de decisiones como una medida urgente, sino a técnicos, cientí-ficos y actores clave involucrados en el manejo del agua. En ese sentido se prevé por parte de este grupo de trabajo organizar más talleres y foros en torno a las ideas, problemáticas y soluciones convocadas por este taller.

REFERENCIAS

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Magaña V. y E. Caetano (2007), Pronóstico drainage basinsm, climático estacional regionalizado para la República Mexicana como elemento para la reduc-ción de riesgo, para la identificación de opciones de adaptación al cambio climático y para la alimentación del sistema: cambio climático por estado y por sector, Technical report, Instituto Nacional de Ecología, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, México [http://www.ine.gob.mx/descargas/cclimati-co/e2007o.pdf ].

Tóth, J. (1999), “Groundwater as a geologic agent: an overview of the causes, processes, and manifesta-tions”, in Hydrogeology Journal, no. 7, pp. 1-14.

Dora Romero OliveraÁrea Economía de los Recursos Naturales y

Desarrollo SustentablePosgrado de la Facultad de Economía

Universidad Nacional Autónoma de México