Material de TP1 Taller No Violencia 2012 (1)

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Taller de Educacin para la No Violencia - Club de Educacin Humanista - Bernardita Zalisak Ao 2012 -

Direccin Departamental de Escuelas Concordia

CICLO:

"SENDEROS PARA DOCENTES"Educacin para la No Violencia

Docente: Dra. Bernardita Zalisak

Organiza: Club de Educacin Humanista a travs del Centro Humanista

Responsable: Direccin Departamental de Escuelas Prof. Sal Dri

Lugar: Sub-sede Concordia UADER

Material de Trabajo Contiene temas vistos en el primer encuentro y es material bsico para la realizacin del Trabajo Prctico N1

La Violencia

La violencia fsica, grosera y manifiesta, no necesita de ningn estudio especial para ser reconocida.

Sin embargo, a la violencia invisible que se acumula, no le llamamos violencia.

Por ejemplo, en el trabajo o en nuestra familia, se frustran necesidades de afecto, participacin y sentido.

Estas necesidades no estn consideradas como significativas por nuestra cultura.

No es un tema explicito de conversacin en las instituciones ni en los medios, que tenemos la necesidad de ser tratados y tratar con afecto, participar en las decisiones que nos involucran o que lo que hacemos tenga sentido para nosotros.

Y si no ocurre as, no parece que esto tuviera que importarnos. Sin embargo, este modo de convivencia normal, nos produce violencia aunque su causa no sea fcil de reconocer.

Pareciera que con solo satisfacer las necesidades fisiolgicas primarias, uno debiera ser feliz, es decir, no tendra de que quejarse.

Sobre estos temas va a girar nuestra tarea de desnaturalizacin y superacin de la violencia.

Se tratar de esa violencia naturalizada que recibimos y que ejercemos sobre otros.

No nos ocuparemos de la violencia fsica ya consumada, donde solo quedara reparar el dao sufrido por la vctima y el control y recuperacin del victimario.

Para eso estn las instituciones sociales especializadas en esas funciones, que corresponden al campo de la medicina, la psicologa, la justicia, la seguridad.

Existen adems, un nmero importante de organizaciones civiles de voluntarios que protegen, defienden y promueven, en cuidado de sectores focalizados de la poblacin como son, la violencia de gnero, el maltrato a los nios, etc.

No es que no nos interese la atencin del emergente.

El hecho consumado de violencia fsica nos perturba como a todos, pero el foco de nuestra propuesta intenta arrojar alguna luz sobre las causas ocultas de esa predisposicin colectiva a la violencia que va en aumento y sobre la posibilidad de prevenirla. La propuesta es actuar sobre cada una de esas formas de violencia a las que el hbito y la repeticin cotidiana, convierte en naturales, normales y por lo tanto invisibles.

Estas formas de violencia naturalizadas, se acumulan en las personas, es decir, en el cuerpo como tensiones o estrs y en la memoria como recuerdos dolorosos, lo que lleva a las personas a imaginar un futuro negativo en el que muy probablemente tendr que vivir.

Esa acumulacin de tensiones, de imgenes y pensamientos negativos en el interior de las personas, es un factor que predispone, creando la condicin para el estallido.

Este puede ocurrir o no, pero vemos a diario que muchas veces se desborda en la agresin verbal o fsica, cuando algn estmulo supera la tolerancia posible.

Muchas otras veces asistimos a situaciones de violencia contenida, que no llega a expresarse en la conducta observable, pero que exige una alta dosis de autocontrol por parte del sujeto violentado, para frenar sus propios impulsos agresivos.

Con esta Propuesta de Capacitacin, nos dirigimos especialmente a todos los que no se resignan a vivir en medio de esta condicin externa e interna violenta y quieren hacer algo en sus instituciones, su comunidad y su vida personal, para superarla.

Las Causas

Como decamos, nos ocupamos especficamente de tratar de eliminar las causas que son, segn nuestra hiptesis de trabajo, las que generan estos emergentes de violencia fsica.

Por ejemplo, tratar de que se satisfagan esas necesidades que mencionamos, de afecto, participacin y sentido, en todas las organizaciones y en particular, en las instituciones educativas.

Consideramos, adems de esa violencia institucional, a aquella otra violencia que se genera en nuestra propia mente, por algn resentimiento que permanece en la memoria y no podemos resolver, o por ciertos temores hacia el futuro que nos alteran y enojan, que provienen de nuestra imaginacin.

Consideramos tambin la violencia acumulada en nuestro cuerpo a la que llamamos tensiones innecesarias, fsicas, emocionales y mentales. (Es sabido que muchas enfermedades derivan de esta acumulacin de tensiones y se las conoce como somatizaciones por stress)

Los factores sociales de violenciaPor supuesto que no descartamos los factores sociales que tienen que ver con la desigualdad de oportunidades y con la utilizacin de la violencia fsica, econmica y sicolgica, como estrategia de los centros de poder nacionales y mundiales para disciplinar a las poblaciones.

Reconocemos como violencia a la discriminacin, cuando se persigue o se limitan las oportunidades a una persona por diferencias de raza, de religin, por estar formado en una cultura diferente, por pertenecer a otro gnero sexual o por sus preferencias sexuales, por ser nio o ser anciano, por enfermo o discapacitado, o por ser extranjero.

La violencia econmica la vemos en la explotacin, el robo, el trabajo infantil, el trabajo en negro, en una poltica impositiva que penaliza el consumo de los que tienen menos, en la concentracin desmedida de la riqueza de unos pocos a costa de la carencia de la mayora, en los intereses usurarios sobre las deudas que deben soportar poblaciones ms pobres.

Tambin est la violencia psicolgica de los medios de difusin masiva, cuando disimulan estas formas de violencia con eufemismos, utilizan lo catastrfico como estrategia de venta, entregan su opinin al mejor postor confundiendo a las poblaciones con trivialidades para distraernos de los temas importantes.

La violencia sicolgica es en el plano institucional, la humillacin del otro, el no escuchar, el desinters frente a la desgracia, la degradacin, la indiferencia, el contagio del resentimiento, de la amargura, la falta de afecto, la falta de participacin, la falta de sentido en las acciones y por sobre todo esto, el promover el individualismo posesivo en las nuevas generaciones como direccin de vida.

Sntesis de las formas de violencia social.Consideramos a esta desigualdad de oportunidades como la principal violencia social, generadora de esas otras formas de violencia que bajan en cascada hasta cada uno de nosotros, a travs de los medios masivos y de las instituciones.

La violenta desigualdad de oportunidades es mantenida en la mayora de los pases, por una democracia formal manejada desde ciertos centros de poder locales y mundiales.

La capacitacin. Es imprescindible repensar y analizar los instrumentos utilizados para poder realizar una evaluacin diagnstica coherente que nos permita conocer, interpretar y valorizar en funcin del contexto en el cual estamos inmersos, la historia, necesidades y posibilidades.

Contamos con una estrategia general de cambio que denominamos Metodologa de la No Violencia Activa y tcticas especficas para cada forma particular de violencia.

Para detectar con ms claridad los factores tan diversos que producen violencia, dividimos la realidad en tres partes o planos.

Al igual que lo hace cualquier disciplina de estudio para comprender mejor los fenmenos que le interesa investigar, planteamos la separacin de los tres campos:

- Individual o Personal Interno.

- Institucional u Organizacional.

- Social o Comunitario.

Como si fueran crculos concntricos que van desde el interior del individuo, pasando por lo institucional hasta el campo de lo socio comunitario.

Nuestra mirada se puede dirigir a uno u otro de estos tres campos de estudio, buscando reconocer las formas invisibles u ocultas de la violencia.

Al hacerlo, descubrimos que hay factores especficos y bien diferenciados que nos generan violencia que provienen de cada uno de esos planos de anlisis.

Vemos que estos factores se potencian unos a otros en un espiral creciente de violencia.

Tambin podemos imaginar en cada uno de ellos las caractersticas positivas que quisiramos que tuvieran.

Por eso ponemos en el otro extremo de esta descripcin del mundo actual que rechazamos, al conjunto de aspiraciones que tenemos de una sociedad ms justa y sin violencia, de instituciones participativas y eficaces, y de individuos coherentes con ese tipo de sociedad y de instituciones.

Este mundo anhelado es a su vez, un espiral creciente que favorece la vida y la felicidad de los seres humanos.

Entre la imagen del mundo actual y la del mundo que queremos se encuentra el camino para llegar de un lugar al otro.

La propuesta que estamos tratando de comunicar, es la imagen de ese camino o proyecto de cambio.

Se trata de una hiptesis sobre cmo se podra concretar la superacin progresiva de la violencia en cada uno de los planos y que este cambio fuera simultneo y permanente.

El primer paso de esta superacin es la desnaturalizacin de la violencia al revelar las causas ocultas por la costumbre y a veces por la mala intencin.

El segundo paso, es el contacto con las aspiraciones profundas de un mundo solidario, de organizaciones que sirvan a la gente y de uno mismo, coherente con ese mundo.

Y el tercero y ltimo, es el proceso de construccin de ese mundo solidario y no violento al que aspiramos, de esas instituciones y de ese uno mismo, coherentes con esa direccin.

Esta construccin triple, tiene a su vez en cada plano una etapa de inicio, una de consolidacin y otra de expansin.

Tambin la transformacin del mundo interno de los participantes implica una transformacin de la realidad subjetiva e intangible, pero no por eso menos real para cada sujeto y para la convivencia.

VIOLENCIA

(del lat. violentiam: uso excesivo de la fuerza). Es el ms simple, frecuente y eficaz modo para mantenerse el poder y la supremaca, para imponer la propia voluntad a otros, para usurpar el poder, la propiedad y aun las vidas ajenas. Segn Marx, la v. es partera de la historia, es decir: toda la historia de la humanidad, inclusive el progreso, resultan de la v., de las guerras, apropiaciones de las tierras, complots, homicidios, revoluciones, etc. Este autor afirma que todos los problemas importantes en la historia solan resolverse por la fuerza. La inteligencia, razones o reformas jugaban un papel subordinado. En este sentido Marx tiene razn; sin embargo, no la tiene en cuanto a absolutizar el papel de la v., negando las ventajas de la evolucin sin v. Tampoco tiene razn justificando la v. con una finalidad noble (a pesar de que l mismo, muchas veces hizo reservas de que ninguna buena razn puede excusar los medios malvados para alcanzarla). Los violentistas de todo signo justifican la v. como medio para lograr resultados buenos o tiles. Ese enfoque es peligroso y equvoco, ya que lleva a la apologa de la v. y al rechazo de los medios no violentos.

Se suele diferenciar la v. directa, individualizada (autoridad del padre sobre su hijo), y la indirecta (permutadora), codificada usualmente para las instituciones sociales y la poltica oficial (guerras, dominio del dictador, poder monopartidista, monopolio confesional); hay tambin violencias fsicas, psicolgicas, francas y enmascaradas. En la sociedad se ven otras gradaciones ms precisas de la v.: a nivel de la familia, de la nacin, de la poltica mundial, as como de la relacin del ser humano con la naturaleza, con otras especies animales, etc. Observamos por todas partes unos o otros elementos, manifestaciones o estados de la v. que acta para resolver problemas o alcanzar resultados deseados a costa de perjudicar y hacer sufrir a otro individuo. La v. no se orienta hacia un enemigo determinado (aunque tambin tiene lugar), sino a obtener ciertos resultados concretos y por eso se considera necesaria y til. A menudo el que violenta cree que acta de una manera justa. De aqu surge el concepto segn el cual la v. se divide en blanca (justificada) y en negra (injustificada).

La v. es multifactica. En la mayora de los casos se la estima como categora tica, como un mal o un mal menor. La v. ha penetrado en todos los aspectos de la vida: se manifiesta constante y cotidianamente en la economa (explotacin del hombre por el hombre, coaccin del Estado, dependencia material, discriminacin del trabajo de la mujer, trabajo infantil, imposiciones injustas, etc.); en la poltica (el dominio de uno o varios partidos, el poder del jefe, el totalitarismo, la exclusin de los ciudadanos en la toma de decisiones, la guerra, la revolucin, la lucha armada por el poder, etc.); en la ideologa (implantacin de criterios oficiales, prohibicin del libre pensamiento, subordinacin de los medios de comunicacin, manipulacin de la opinin pblica, propaganda de conceptos de trasfondo violento y discriminador que resultan cmodos a la lite gobernante, etc.); en la religin (sometimiento de los intereses del individuo a los requerimientos clericales, control severo del pensamiento, prohibicin de otras creencias y persecucin de herejes); en la familia (explotacin de la mujer, dictado sobre los hijos, etc.); en la enseanza (autoritarismos de maestros, castigos corporales, prohibicin de programas libres de enseanza, etc.); en el ejrcito (voluntarismo de jefes, obediencia irreflexiva de soldados, castigos, etc.); en la cultura (censuras, exclusin de corrientes innovadoras, prohibicin de editar obras, dictados de la burocracia, etc.).

Si analizamos la esfera de vida de la sociedad contempornea, siempre chocamos con la v. que restringe nuestra libertad; por eso resulta prcticamente imposible determinar qu clase de prohibiciones y aplastamiento de nuestra voluntad son realmente racionales y tiles, y cules tienen un carcter afectado y antihumano. Una tarea especial de las fuerzas autnticamente humanistas consiste en superar los rasgos agresivos de la vida social: propiciar la armona, la no-violencia, la tolerancia y el solidarismo.

Cuando se habla de v., generalmente se hace alusin a la v. fsica, por ser sta la expresin ms evidente de la agresin corporal. Otras formas como la v. econmica, racial, religiosa, sexual, etc., en ocasiones pueden actuar ocultando su carcter y desembocando, en definitiva, en el avasallamiento de la intencin y la libertad humanas. Cuando stas se ponen de manifiesto, se ejercen tambin por coaccin fsica. El correlato de toda forma de v. es la discriminacin.Gua de Prcticas de Relajacin:

Relax fsico externo.Qu puntos tiene usted ahora en tensin?

Observe su cuerpo y descubra esos puntos tensos. Tal vez el cuello? Tal vez los hombros? Algunos msculos del pecho, o del vientre?

Para aflojar esos puntos de permanente tensin debe, antes que nada, comenzar a observarlos.

Observe ahora su pecho, observe su vientre, observe su nuca, observe tambin sus hombros, y all donde encuentre tensin muscular, no intente aflojarla, sino, aumntela. Es decir, tense an ms los msculos que estn tensos.

Ponga ms fuerza en el cuello, ms fuerza en los hombros, ms fuerza en los msculos del pecho, del vientre. All donde encuentre tensin, comience por aumentarla fuertemente, y pasados unos pocos segundos, afloje sbitamente la tensin que excedi. Pruebe una, dos, tres veces. Tense fuertemente los puntos de tensin y al cabo de un breve tiempo, afljelos sbitamente.

Ha aprendido con esto, la forma de relajar los msculos ms tensos, y lo ha logrado haciendo algo contrario a lo que supona, es decir, tensando an mandbula. Luego va sintiendo los dos ojos al mismo tiempo, las dos partes de su nariz. Luego atiende a la comisura de los labios, a sus dos mejillas, y baja, mentalmente, por ambos lados de su cuello y al mismo tiempo. Se va fijando en sus dos hombros; despus, poco a poco, va descendiendo por sus brazos, los antebrazos y las manos, hasta que todas estas partes vayan quedando completamente flojas, bien relajadas.

Vuelva a su cabeza y realice el mismo ejercicio. Pero ahora va a bajar por delante de su cuerpo, por sus dos msculos pectorales. Luego hacia el abdomen, va bajando simtricamente por delante como siguiendo dos lneas imaginarias. Llega al bajo vientre y ah donde termina el tronco de su cuerpo, ah debe dejar todo completamente bien relajado.

Ahora retrocede de nuevo. Sube a su cabeza mentalmente, pero esta vez comienza a bajar por la nuca. Ahora va bajando por dos lneas de la nuca, simtricamente. Al mismo tiempo, desciende por dos lneas de su espalda, por su omplato hacia abajo, cubriendo toda su espalda, llegando a las partes ltimas de su cuerpo. Sigue por sus dos piernas, a lo largo de ellas, llegando hasta la punta de los pies.

Relax fsico interno.

Nuevamente toma usted su cabeza por referencia. Ahora siente sus ojos, siente fuertemente los globos oculares, los msculos que rodean ambos ojos. Ahora est sintiendo sus dos ojos por dentro al mismo tiempo. Va experimentando la sensacin interna y simtrica de ambos ojos, yendo hacia el interior de ellos, relajndolos, relajndolos totalmente.

Ahora "cae" hacia dentro de su cabeza... se deja deslizar al interior y va relajando completamente. Sigue como cayendo por un tubo hacia los pulmones, va sintiendo simtricamente los pulmones por dentro y los va relajando. Luego sigue bajando internamente por su abdomen, relajando todas sus tensiones; sigue bajando internamente, aflojando por dentro, por su bajo vientre en profundidad, hasta la terminacin de su tronco, dejando todo en perfecto relax.

Como puede comprobar, en este segundo tipo de relax no hemos tenido en cuente los brazos y piernas. Se va desde los ojos hacia adentro, y luego como cayendo definitivamente hacia la terminacin del tronco.

Practique varias veces este ejercicio, comprobando al finalizarlo si an ha quedado algn msculo externo en tensin. Estos msculos externos tendrn que haber quedado en perfecto relax y, por supuesto, se debe haber alcanzado un buen relax interno. Relax mental.

Sienta nuevamente su cabeza. Ah est el cuero cabelludo, ms abajo el crneo. Comience por "sentir" su cerebro por dentro.

Sienta su cerebro como si estuviera "tenso". Vaya aflojando esa tensin hacia adentro de su cerebro y hacia abajo, como si fuera descendiendo la relajacin.

Concntrese. Vaya bajando la tensin, como si la parte superior de su cerebro se fuera haciendo cada vez ms suave, agradable. Siempre bajando, bajando hacia el centro de su cerebro, ms abajo del centro, mucho ms abajo, cada vez algo ms algodonosa, ms suave, ms tibia.

Repita este ejercicio varias veces hasta comprender que progresivamente lo va dominando.

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