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Medidas de Intensidad

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Cuadernillo IVCuadernillo IV

Medidas de intensidadMedidas de intensidad

(Tasas)(Tasas)

Mario Enrique BorgnaMario Enrique Borgna

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NOTAS DE ESTADÍSTICA IV - MEDIDAS DE INTENSIDAD

____________________ Mario Enrique Borgna

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MEDIDAS DE INTENSIDAD

04 de Junio de 2005 NO CEDE EL DESEMPLEO DEL CONURBANO Cordones sin reacción

La cantidad de desocupados en los 28 centros urbanos encuestados por el Indec resultó de 1.369.000 personas durante el primer trimestre, de los cuales 677 mil estaban localizados en los partidos del Gran Buenos Aires. Los datos surgen de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec publicados ayer, dos semanas después de conocerse la tasa de desocupación para el período, del 13 por ciento. Los subocupados demandantes, es decir aquellos que no llegan a completar la jornada laboral y están buscando otro trabajo, suman otras 948 mil personas con problemas de empleo. Las zonas urbanas del país más afectadas por el problema global de desocupación y subocupación demandante resultaron, en el primer trimestre, el conurbano bonaerense y el núcleo Gran Tucumán (ciudad capital y sus alrededores)-Tafí Viejo. El primero sumaba 15,5 por ciento de desocupados más 10,4 por ciento de subocupados demandantes; el segundo, 14,2, más 16,5 por ciento. La desocupación, en los partidos del Gran Buenos Aires fue superior a la del cuarto trimestre de 2004 en siete décimas e idéntica a la registrada en el primer trimestre de ese mismo año. Es decir que la región muestra un estancamiento en la recuperación del empleo. En tanto, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo el dato más preocupante es el aumento de la subocupación demandante, del 15,5 por ciento en el primer trimestre, con un salto de 1,4 punto en la última medición con respecto a la inmediata anterior y 2,3 puntos cuando se la compara con la de un año antes. Los otros grandes distritos urbanos (con más de 500 mil habitantes) que registraron tasas de desocupación por encima del promedio del país fueron el Gran Rosario, 14 por ciento, y el Gran La Plata, con el 13,5 por ciento. Entre los grandes aglomerados, la tasa más baja de desocupación corresponde al Gran Mendoza, con el 8 por ciento, y entre las regiones a la Patagonia, con el 7,6 por ciento. Además, en esta última región, la tasa de subocupación demandante reflejada por el Indec es prácticamente insignificante, del 3,4 por ciento, en tanto en el Noroeste se eleva al 11,2 por ciento. © 2000-2002 Pagina12/WEB República Argentina - Todos los Derechos Reservados

TASAS Todo lo que comúnmente entendemos por tasa (de ganancia, de mortalidad, de interés, de crecimiento, de desocupación, etc.) puede ser calculado por medio de alguna de las tres medidas que veremos a continuación. Primero extraigamos algunas cifras del artículo de marras referidas al 2005, por ejemplo:

Las medidas estadísticas de intensidad son las que en la jerga cotidiana llamamos TASAS.

Antes de desarrollar el tema, hay que leer el artículo de Economía: “NO CEDE EL DESEMPLEO DEL CONURBANO - Cordones sin reacción” extraído del diario Página 12 del Sábado 4 de Junio de 2005 y que se incorpora a continuación.

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- la tasa de desocupación para el Gran Rosario1 es del 14%; - hay 1,44 desocupados por cada subocupado demandante2; - la desocupación en los partidos del Gran Buenos Aires creció un 0,7% entre el 4° trimestre del 2004 y el 1er.trimestre de 2005.

Y luego recreemos las lecturas anteriores de la siguiente manera: - la proporción de desocupados en el Gran Rosario es del 14% ; - la relación entre desocupación y subocupación es a razón de 1,44 desocupados por cada subocupado demandante; - tomando como base de referencia (100%) el 4° trimestre de 2004, el índice de desocupación

para el 1er. trimestre del 2005 es del 100,7%

Antes de volver sobre el artículo periodístico, rescatemos la tabla de frecuencias de alguna variable tratada en las clases anteriores, por ejemplo: Cantidad de ambientes por vivienda (cuadernillo II). Para esa variable podemos decir que: - El 34,38% de las viviendas relevadas son de 4 ambientes. Proporción. - Por cada 1 vivienda de cinco ambientes hay 2 viviendas de tres ambientes. Razón. - Si el mismo barrio fuera relevado supongamos 5 años después, y se contaran ahora 16 viviendas

de 4 ambientes, podríamos decir que (16/11x100 = 145,45%): las viviendas de 4 ambientes se incrementaron un 45,45% en cinco años. Indice.

Con lo que leímos hasta aquí, vamos a bosquejar algunas definiciones:

En símbolos:

Es decir que se cubren todos los frentes contra los cuales puede compararse un valor: contra el total, contra otro valor y contra sí mismo. Además, esas tasas son tasas simples porque involucran un solo valor.

Las tres medidas pueden expresarse como coeficientes y/o como porcentajes.

1 Comprende la Ciudad de Rosario y su conurbano. Igualmente la denominación Gran Buenos Aires implica la Ciudad de Buenos Aires y su conurbano y Gran Tucumán es la Ciudad de Tucumán y su conurbano. Esto es así, a pesar de la tergiversación semántica, sobre todo del periodismo, que iguala Gran Buenos Aires con Conurbano de la Ciudad de Buenos Aires. A tal punto se consolidó tal deformación, que el INDEC se ve obligado a aclarar explícitamente en sus publicaciones que la región Gran Buenos Aires comprende la Ciudad de Buenos Aires y su conurbano. 2 Esa cuenta se hizo dividiendo: 1.369.000 desocupados / 948.000 subocupados demandantes = 1,444.

la proporción numéricamente es la frecuencia relativa o la porcentual, pero aquí le damos el carácter de medida: mide cuánto incide un valor de la variable en el total;

la razón compara un valor con otro;

el número índice compara un valor consigo mismo, pero en dos situaciones distintas en el tiempo o en el espacio.

p(a) = f(a) n

r(a/b) = f(a) f(b)

I i (a) = fi(a) o fo(a)

Donde o e i representan las situaciones distintas (en el tiempo o en el espacio) para las que se observa el valor a. La situación o es la base del índice.

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En el caso de la proporción la calculamos como un coeficiente (entre 0 y 1) y la interpretamos –es conveniente– como porcentaje.

A la razón conviene calcularla e interpretarla como lo hicimos en los ejemplos anteriores, es decir bajo la forma de un coeficiente mayor que 1.

Y en el caso del número índice lo usual es expresarlo en porcentajes y para algunos cálculos usarlo como coeficiente.

Como se ve: En consecuencia, estas medidas pueden aplicarse a cualquier tipo de variables, cuantitativa o cualitativa

Volviendo al artículo periodístico:

- el 49,45% de los desocupados en los 28 centros urbanos encuestados por el Indec están localizados en el conurbano de la Ciudad de Buenos Aires. Es una proporción y se calculó así:

677.000 / 1.369.000 x 100 = 49,45%.

- Se transcribe el resto del artículo subrayando lo que implica proporción y en bastardilla lo que implica directa o indirectamente un número índice:

“...Las zonas urbanas del país más afectadas por el problema global de desocupación y subocupación demandante resultaron, en el primer trimestre, el conurbano bonaerense y el núcleo Gran Tucumán (ciudad capital y sus alrededores)-Tafí Viejo. El primero sumaba 15,5 por ciento de desocupados más 10,4 por ciento de subocupados demandantes; el segundo, 14,2, más 16,5 por ciento. La desocupación, en los partidos del Gran Buenos Aires fue superior a la del cuarto trimestre de 2004 en siete décimas e idéntica a la registrada en el primer trimestre de ese mismo año. Es decir que la región muestra un estancamiento en la recuperación del empleo. En tanto, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo el dato más preocupante es el aumento de la subocupación demandante, del 15,5 por ciento en el primer trimestre, con un salto de 1,4 punto en la última medición con respecto a la inmediata anterior y 2,3 puntos cuando se la compara con la de un año antes. Los otros grandes distritos urbanos (con más de 500 mil habitantes) que registraron tasas de desocu- pación por encima del promedio del país fueron el Gran Rosario, 14 por ciento, y el Gran La Plata, con el 13,5 por ciento. Entre los grandes aglomerados, la tasa más baja de desocupación correspon- de al Gran Mendoza, con el 8 por ciento, y entre las regiones a la Patagonia, con el 7,6 por ciento. Además, en esta última región, la tasa de subocupación demandante reflejada por el Indec es prácticamente insignificante, del 3,4 por ciento, en tanto en el Noroeste se eleva al 11,2 por ciento...” Otra variable: Coeficiente Intelectual de 60 estudiantes (ver cuadernillo III): - Los que tienen un C.I. entre 100 y 104 representan el 23,33% de los estudiantes (proporción); - por cada 1 estudiante con C.I. entre 118 y 120, hay 2,75 estudiantes con C.I. entre 105 y 110

(razón). - Supongamos que se cuente además con los datos de otro grupo de estudiantes, y que en él haya

22 con C.I. entre 105 y 110: El segundo grupo tiene un 100% más de estudiantes con C.I. entre 105 y 110 respecto del primer grupo (número índice: 22/11x100=200%).

Estas últimas tasas calculadas son compuestas porque involucran grupos de valores.

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el espacio de definición de las medidas de intensidad es el espacio de las frecuencias

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Apliquemos ahora los conceptos vistos a otra de las variables tratadas en los cuadernillos anteriores, por ejemplo: estado de mantenimiento. - el 47% de las viviendas observadas tienen un mantenimiento Bueno (proporción simple ). - el 41% de ellas tiene un mantenimiento hasta Regular (proporción compuesta). El cálculo fue:

(4+9)/32x100. - por cada vivienda con mantenimiento Malo hay una con mantenimiento Excelente (razón

simple). - por cada vivienda con mantenimiento hasta Regular, hay 1,46 viviendas que como mínimo

tienen un mantenimiento Bueno (razón compuesta)

Para el caso de la variable cantidad de ambientes, las siguientes frases involucran proporciones y razones compuestas: - el 59,38% de las viviendas encuestadas tienen entre 3 y 4 ambientes; es una proporción y se

calculó así: 25,00%+34,38% (ver tabla de frecuencias); - por cada vivienda que tiene hasta 2 ambientes, hay 3 que tienen más de 2 ambientes; es una

razón y se calculó así: (8+11+4+1)/(3+5)=3.

Del artículo periodístico también pueden extraerse proporciones compuestas, haciendo previamente algunos pequeños cálculos: - para el conurbano bonaerense los desocupados y subocupados demandantes representan en

conjunto un 25,9% (suma de las proporciones simples 15,5% y 10,4%); - para el núcleo Gran Tucumán-Tafí Viejo, los desocupados y subocupados demandantes

representan en conjunto un 30,7% (suma de las proporciones simples 14,2% y 16,5%)

En símbolos:

___________________________________ De la información sobre edad y profesión/ocupación de los 30.0000 desaparecidos (ver cuadernillo II), extraeremos a continuación algunas tasas: - el 58,52% de los desaparecidos tenían al momento de su desaparición entre 20 y 30 años; - por cada docente desaparecido hay 3,68 estudiantes desaparecidos; - el 30,2% de los desaparecidos son obreros. ___________________________________ En las DISTRIBUCIONES BIVARIADAS (tablas de doble entrada) son tasas compuestas las calculadas a partir de las frecuencias conjuntas. Ejemplos:

En la distribución conjunta entre tipos de aceite cuyos precios están regulados o no por las multinacionales y sus respectivos aumentos (ver pág.8 del cuadernillo II) vemos que: – el 67,5% de los aceites de la muestra tienen precios regulados por las transnacionales y

aumentaron mucho (proporción compuesta calculada así: 27 / 40 = 0,675); o

p(a) = f(a)+ f(b) n r(a,b,c / d,e) = f(a) + f(b) + f(c) f(d) + f (e) I i (a,b,c) = f i (a)+ f i (b)+ f i (c)

o fo(a)+ fo (b)+ fo (c)

Donde o y i representan las situaciones distintas (en el tiempo o en el espacio) para las que se observan los valores a, b y c. La situación o es la base del índice.

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– por cada tipo de aceite no regulado por las multinacionales y que aumentó poco, hay 3,375 tipos de aceite que están regulados por las multinacionales y aumentaron mucho (razón compuesta calculada así: 27 / 8 = 3,375).

En la distribución conjunta entre tipo de posesión y mantenimiento (ver pág.10 del cuadernillo II) hecha para las 32 viviendas del barrio, puede leerse que vemos: – el 21,88% de las viviendas de la muestra tienen inquilinos y buen mantenimiento (proporción

compuesta calculada así: 7 / 32 = 0,21875); o – en la muestra, por cada vivienda habitada por sus dueños y con mal mantenimiento, hay 2,333

viviendas con inquilinos y buen mantenimiento (razón compuesta calculada así: 7 / 3 = 2,333).

INDICES DE PRECIOS Dedicaremos ahora dos secciones a ver con más detalles los índices de precios, sobre todo los compuestos. La primera sección versará sobre cómo se construyen y la segunda sobre cómo usarlos. Construcción de índices de precios.-

Para facilitar las cuentas, achicándolas, supongamos que todos los productos de la canasta familiar se puedan reducir a, digamos, tres (productos A, B y C)3 y que en dos años distintos se relevaron los precios (p) y las cantidades (q) consumidas de cada uno de ellos: Producto Precio 2003 Cantidad 2003 Precio 2004 Cantidad 2004 A 13$ 500 15$ 550 B 25$ 280 21$ 250 C 5$ 990 6$ 1200 Si deseamos ver simplemente cómo evolucionó el precio de cada uno de los productos, hacemos tres índices simples de precios, uno para cada producto:

I 2004 (A) = 15 / 13 x 100 = 115,38% : el precio del producto A subió un 15,38% entre el 2003 y el 2003 2004.

I 2004 (B) = 21 / 25 x 100 = 84,00% : el precio del producto B bajó un 16,00% entre el 2003 y el 2003 2004.

I 2004 (C) = 6 / 5 x 100 = 120,00% : el precio del producto A subió un 20,00% entre el 2003 y el 2003 2004.

Veamos para ese mismo grupo de productos, algunos índices compuestos de precios:

– Media de relativos simples (o media de índices simples): es la media aritmética de todos los índices simples que calculamos anteriormente. Para el ejemplo que estamos viendo, el cálculo es así:

I 2004 (A,B,C) = [ I 2004 (A) + I 2004 (B) + I 2004 (C) ] / 3 = (115,38 + 84 + 120)/3 = 106,46% 2003 2003 2003 2003

3 La división más general que hace el Indec de estos productos es: Alimentos y bebidas, Indumentaria, Vivienda, Equipamiento y mantenimiento del hogar, Atención médica y gastos para la salud, Transporte y comunicaciones, Esparcimiento, Educación, Bienes y servicios varios. Luego subdivide cada uno de estos capítulos con mayores detalles.

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Los precios de los productos A,B,C subieron en conjunto un 6,46% entre los años 2003 y 2004. – Relativo de agregados no ponderados (o índice de agregados no ponderados): se construye como cociente entre la sumatoria (agregación) de los precios para el año 2004 y la sumatoria (agregación) de los precios para el año base 2003. I 2004 (A,B,C) = 15 + 21 + 6 = 97, 67% 2003 13 + 25 + 5

Los precios de los productos A,B,C bajaron en conjunto un 2,33% entre los años 2003 y 2004.

– Relativo de agregados ponderados (o índice de agregados ponderados): se construyen no solamente con los precios sino con algún otro elemento de ponderación que permita darle un “peso” distinto a cada producto. Ese elemento de ponderación generalmente es la cantidad consumida de cada producto.

La cuestión que aparece a continuación es decidir con qué cantidades ponderar: las del año tomado como base (año base) o las de otro año cualquiera, por ejemplo el año para el que queremos hacer el estudio(que llamamos año dado).

El criterio de Laspeyres4 toma para ponderar las cantidades consumidas en el año base, y es el que utiliza el Indec para la construcción de todos los índices generales de precios: Indice de Precios al consumidor (IPC), Sistema de Indices de precios mayoristas (SIPM) e Indice de costos de la construcción (ICC).

Para el ejemplo que estamos desarrollando, el cálculo del índice de precios según el criterio de Laspeyres para el conjunto de los productos A, B, C es:

L 2004 (A,B,C) = ( 15x500 + 21x280 + 6x990 ) / ( 13x500 + 25x280 + 5x990 ) x 100 = 104,72% 2003

Los precios de los productos A,B,C subieron en conjunto un 4,72% entre los años 2003 y 2004.

Es decir que en 2004 esos productos fueron en conjunto un 4,72 % más caros respecto del año 2003.

Si esos tres productos fueran todos los de la canasta familiar, como estamos simulando, las cantidades consumidas podrían entrar en la fórmula de Laspeyres como porcentajes del total:

L 2004 (A,B,C)=(15x28,25+21x15,82+6x55,93)/(13x28,25+25x15,82+5x55,93)x100 = 104,72% 2003

Esta estructura de ponderación5 es la que usa el Indec para los Indices generales de precios. ___________________________________

Para los mismos productos y el mismo período, un índice de precios elaborado con criterio de Paasche6, que usa para ponderar las cantidades del año dado:

P 2004 (A,B,C) = ( 15x550 + 21x250 + 6x1200 ) / ( 13x550 + 25x250 + 5x1200 ) x 100 = 106,70% 2003

4 Publicado en 1870 por el economista y estadís tico alemán Ernst Louis Etienne Laspeyres. 5 Alimentos y bebidas: 31,29%, Indumentaria: 5,18%, Vivienda: 12,68%, Equipamiento y mantenimiento del hogar: 6,55%, Atención médica y gastos para la salud: 10,04%, Transporte y comunicaciones: 16,96%, Esparcimiento: 8,67%, Educación: 4,20%, Bienes y servicios varios: 4,43%. 6 1873

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Como se dijo, en este caso hay que contar con la información de las cantidades consumidas en el año dado y para la elaboración de índices generales eso implica un serio problema operativo. Este criterio puede usarse en trabajos locales, donde se tengan planificados y asegurados los recursos y se pueda encarar la modalidad operativa que requiere ese índice.

Un tercer criterio, el de Fisher combina las virtudes de los dos anteriores mediante la media geométrica7 entre L y P, pero también carga con las mismas limitaciones operativas de P.

Para los tres productos de ejemplo:

F = 105,70%

Uso de los números índices.-

Llamemos i, j a dos años dados cualesquiera y o al año base.

En las publicaciones de los índices generales aparecen todos referidos al año base (=100) :

I i/o I j/o

Si para algún uso específico necesitamos un índice que describa la evolución del precio de un grupo de productos entre los años i y j haremos uso de las llamadas cadenas o enlaces relativos :

I i/o x I j/i = I j/o de donde: I j/i = I j/o / I i/o

Suponiendo que el índice compuesto de precios de varios productos fue de 120 en 2000 y de 129 en 2001, calculados ambos con base 1999, ¿cuánto aumentó el nivel de precios entre 2000 y 2001?

La respuesta se calcula así: 129 / 120 x 100 =107,50 %. El nivel de precios aumentó un 7,50 %

Consideremos ahora el siguiente problema:

7 La media geométrica es menos sensible que la media aritmética para un cambio de valores en algún extremo de la distribución. Como se señaló en notas anteriores esa robustez o estabilidad, comparada con la media, también es una característica de la mediana.

Los años base para los índices generales de precios se establecen nominalmente cada 10 años.

El trabajo operativo en cada año base implica el relevamiento de todas las cantidades consumidas ese año, es decir que hay que relevar toda la población de productos que se consumieron en todo el territorio (en realidad se relevan los conglomerados urbanos más numerosos y se extrapola hacia el resto del país).

Los años base de los Indices generales de Precios fueron:

IPC: 1933, 1943, 1960, 1974, 1988, 1999, 2003. SIPM: 1913 (Banco Nación), 1939 (Banco Central), 1953 (Banco Central), 1956 (Dirección Nacional de Estadística y Censos), 1981 (Indec), 1993 (Indec). ICC: 1943, 1956, 1980, 1993, 2003.

LP

70,106 x 104,72

F =

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El índice de precios al consumidor y el promedio de salarios por hora en ciertas industrias seleccionadas son:

Salarios por hora (en $) Año IPC Servicios Comercio al

menudeo Manufactura

1988 1989 1990 1991

100,0 109,6 113,6 117,1

7,17 8,18 8,81 9,49

5,50 5,95 6,06 6,60

8,48 9,37 9,37 10,01

¿Qué le sucedió al salario real de un empleado representativo en cada una de las tres industrias seleccionadas, entre el año 1988 y el año 1991?

Multiplicando el salario por hora del sector Servicios del año 1988 (7,17$) por el índice IPC del año 1991 (como coeficiente es 1,171) resulta: 8,40 $. Este es el valor del salario del año 1988 corregido por el costo de la vida en el lapso 1988-1991. Si lo comparamos con el que recibe (9,49$) en 1991, vemos que su salario real aumentó un 12,98 % (=9,49/8,40x100). La función que cumplió en el problema el IPC, fue la de mover en el tiempo un salario y poder compararlo con el mismo pero en otro momento. Así usado, se lo llama índice deflactor.

Un índice de precios usado como Indice deflactor sirve para corregir el valor monetario de una magnitud económica, en este caso los salarios, lo que permite efectuar comparaciones a lo largo del tiempo.

___________________________________________________ Estadística y sociedad.

- La tercera fase de la implantación de políticas neoliberales en Latinoamérica, y no sólo en ella, consiste en una serie de gobiernos constitucionales (concepto que incluye al poder legislativo, al ejecutivo y al judicial, en ese orden) que, sobre todo en lo económico, mantienen sin mayores alteraciones los mecanismos instalados en las fases anteriores, con consecuencias que pueden medirse fácilmente mediante indicadores estadísticos como los analizados a partir del artículo que está al inicio de este cuadernillo (página 1 y siguientes).

- La información estadística debiera ser, para cualquier persona, parte imprescindible de la base informativa a partir de la cual analizar el contexto, formar una opinión y eventualmente tomar una postura militante o no. Por ejemplo, para entender8 el contexto del reciente lockout sojero es imprescindible contar con información estadística sobre: la situación laboral de los trabajadores rurales (concepto que incluye al campesino que vive de su conocimiento y la fuerza de trabajo propia y de su familia y a los asalariados rurales), sobre la renta de los pequeños y medianos empresarios rurales que suman alguna fuerza productiva a la de sus trabajadores asalariados (en blanco o en negro) y sobre los grandes empresarios y grupos exportadores que en general no aportan significativamente a las fuerzas productivas, es decir no participan en la creación de riqueza, pero que tienen altas tasas de ganancia.

8 Con el siguiente marco teórico: las fuerzas productivas que intervienen en una determinada actividad y/o que producen la riqueza son: los trabajadores (conocimiento + fuerza de trabajo) y los medios de producción (materias primas + herramientas/instrumentos).

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A continuación se organiza la lectura estadística del artículo “Más soja y mucho menos alimentos” que se pegó en las últimas páginas de este cuadernillo y el de “Peones rurales” adjuntado al cuadernillo III, con información estadística en la que pueden leerse, y aún calcularse mediante cuentas simples, algunos indicadores.

El artículo “Peones rurales” aporta las siguientes tasas: - El 75% de los trabajadores rurales están en negro es decir que por cada uno en blanco hay 3 que están en negro. Como se puede apreciar, la misma información se leyó desde dos indicadores, uno es proporción y el otro razón. - En el núcleo sojero de la provincia de Buenos Aires las dos terceras partes, es decir el 67%, de las 8000 propiedades agropecuarias detectadas mediante imágenes satelitarias no declaran actividad alguna. Aquí el indicador es una proporción.

El artículo “Más soja y mucho menos alimentos” (al final de este cuadernillo) contiene información estadística sobre el peligroso avance de la soja sobre la diversidad agropecuaria y alimenticia del país: - para 2008, se estima que el 55% (proporción: 16,6/30,2x100) de la superficie sembrada en el

país será destinada a soja - en 1998 el área sembrada de soja representaba el 19% de toda el área sembrada en el país.

También puede reelaborarse esa información mediante la confección de nuevos números índices, por ejemplo:

- entre los años 1997 y 2007, la producción de soja aumentó un 327% (índice: 47,4/11,1x100=427%) - la producción de girasol disminuyó en ese periodo un 51% (3,5/7,1x100=49%)

Comentarios.

Las medidas de intensidad son aplicables a cualquier tipo de variable, cuantitativa o cua litativas (igual que la moda y que el gráfico de torta visto en la clase 3), dado que su espacio de definición es el espacio de las frecuencias. Por ello su amplia difusión utilización en la construcción de indicadores sociales y económicos (vbgr. los indices generales publicados por el Indec).

Las tres medidas vistas permiten explicar todo lo que “en la calle” se entiende por tasa. Pueden expresarse indistintamente como coeficientes o como porcentajes, de acuerdo a la forma más usual o más conveniente para cada una de ellas.

El trabajo operativo de relevar todas las cantidades consumidas en el año elegido para ponderar es el motivo por el que los institutos nacionales de estadística de todos los países no usan otros criterios distintos que el de Laspeyres.

Glosario Proporción: mide cuánto incide un valor o grupo de valores de la variable en el total.

Razón: compara un valor o grupo de valores, contra otro valor o grupo de valores.

Indice: compara un valor o grupo de valores consigo mismo, pero en dos situaciones distintas en el tiempo o en el espacio.

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LA COMPETENCIA DEL MONOCULTIVO A LA PRODUCCION DE ALIMENTOS BASICOS DEL PAIS

Más soja y muchos menos alimentos Hace diez años, la soja ocupaba cinco millones de hectáreas de tierra. Hoy toma dieciséis. Esta ampliación alocada está liquidando los cinturones de producción de hortalizas, verdura y fruta en las ciudades, y subiendo los precios.

Por Roberto Navarro

El avance de la soja se refleja en la mesa familiar de todos los días y está poniendo en peligro la seguridad alimentaria del país. Página/12 tuvo acceso a un informe reservado del Ministerio de Economía, basado en datos de la Secretaría de Agricultura y del Mercado Central, que revela el espectacular avance de la soja sobre el resto de los cultivos, base de la dieta doméstica. Hace diez años esa oleaginosa sólo ocupaba menos de cinco millones de hectáreas, en la actualidad sobrepasa los dieciséis . Así les fue restando áreas de explotación a otros cultivos. Entre ellos, a las hortalizas y frutas, que cedieron 200 mil hectáreas. Esa es una de las principales razones de que un kilo de pomelos haya aumentado un 299 por ciento en el Mercado Central desde 2001; uno de naranjas, un 295, y uno de limones un 290. El área destinada a la siembra de frutas cayó casi 100 mil hectáreas. Lo mismo ocurrió con las hortalizas: desapareció el cinturón verde de Rosario y está ocurriendo lo mismo con el que bordea Santa Fe. Se redujeron en un 80 por ciento las plantaciones de hortalizas en zonas emblemáticas, como La Plata y Florencio Varela . Así, por ejemplo, las hortalizas de hoja perdieron la mitad de la superficie que ocupaban. El resultado es que la lechuga en el Mercado Central aumentó un 282 por ciento desde la salida de la convertibilidad y el tomate, un 277 por ciento. La soja también avanzó sobre los granos tradicionales de la pampa húmeda: por ejemplo, la última cosecha de trigo fue de 14,5 millones de toneladas. En 1998 el total del área sembrada era de 26,2 millones de hectáreas, de las que sólo 5,0 se destinaban a la soja. En la actualidad se extendió la frontera agropecuaria al norte del país con lo que la superficie de siembra estimada para 2008 es de 30,2 millones de hectáreas. De ellas, 16,6 millones serán sembradas de soja. Es decir, que el área sembrada total creció cuatro millones de hectáreas y la de soja 11. Las siete de diferencia es por lo que perdieron el resto de los cultivos y la ampliación de la frontera agropecuaria. La razón de este impresionante avance es la rentabilidad de ese poroto, que se da por varios motivos: su altísimo precio internacional, la posibilidad de obtener dos cosechas (soja de primera y soja de segunda o primero trigo y luego soja) y la fortaleza que le otorga su semilla genéticamente modificada. Según el informe de Economía, a raíz de la espiralización del precio de los alimentos en el ámbito internacional, en todo el mundo se debate el tema de la seguridad alimentaria. En el país la soja ya cubre el 54 por ciento del área sembrada, pero sólo el 2 por ciento de ese poroto se utiliza para consumo humano. El 95 por ciento se exporta y el resto se utiliza para alimento animal. El trigo sí está en la dieta de los argentinos. Sin abundar demasiado, basta citar la harina, el pan y los fideos. Pero ese grano, símbolo de la pampa húmeda, está perdiendo espacio y peso en la producción nacional. Hace una década, ocupaba 7,3 millones de hectáreas; hoy, sólo 5,6 millones. Por ese entonces se producían 15,9 millones de toneladas de trigo al año, en 2007, a pesar del enorme aumento de la productividad, la producción cayó a 14,5 millones. Las milanesas, las papas fritas y las ensaladas son un clásico en la mesa argentina. Para preparar todas esas comidas se utiliza aceite. En la mayoría de los hogares, aceite mezcla, que contiene un 90 por ciento de girasol. Hace diez años esa oleaginosa ocupaba 4,2 millones de hectáreas , en la actualidad apenas 2,3 millones. El resto lo cedió a la soja. Así la producción cayó de 7,1 a 3,5 millones de toneladas. Junto a la suba del precio internacional, esta merma en la producción derivó en un aumento en el precio interno de la botella de un litro y medio de aceite mezcla del 458 por ciento. Los argentinos consumen por cápita casi 70 kilos de carne vacuna por año. Cada vez más productores alimentan el ganado con maíz. Según un informe del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA, en el país se come pollo al menos una vez a la semana. Estas aves se alimentan en un 90 por ciento de maíz. También los cerdos engordan con este grano. Y con maíz también se fabrica aceite. En la última década su área sembrada se redujo de 4,1 a 3,5 millones de hectáreas. Pero el aumento de su productividad logró que aun así incrementara su producción de 19,3 a 21,7 millones de toneladas . De todas maneras, este crecimiento no es suficiente para acompañar el desarrollo avícola , el nuevo modelo de alimentación vacuna, el incremento del consumo interno y el internacional. Así, una botella de un litro de aceite de maíz aumentó desde 1999 un 580 por ciento. Argentina es uno de los países que tienen el privilegio de tener soberanía alimentaria: su territorio le permite sembrar los cultivos suficientes para producir todos los nutrientes necesarios para una alimentación integral. Pero en poco más de una década, ante la falta de políticas de Estado, el avance de la soja puso en peligro esa soberanía. El 11 de marzo por primera vez el Estado tuvo un atisbo de política agropecuaria al diferenciar las retenciones de la soja con respecto al maíz y el trigo con 20 puntos porcentuales de diferencia. Así espera desalentar el avance de la oleaginosa, en detrimento del resto de los cultivos. La fertilidad de sus tierras y la variedad de sus climas le dieron históricamente al país la posibilidad de obtener de su suelo una enorme variedad de alimentos. El arroz se puede encontrar en el guiso de un obrero o acompañando una trucha de cien pesos en un restaurante cinco estrellas. Este grano llegó a ocupar 290 mil hectáreas hace una década en

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NOTAS DE ESTADÍSTICA IV - MEDIDAS DE INTENSIDAD

____________________ Mario Enrique Borgna

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provincias en las que jamás habían visto un poroto de soja; entre ellas, Ente Ríos, epicentro del conflicto del campo. En 2007 sólo se sembraron 168 mil hectáreas. El resultado fue que de 1,7 millón de toneladas de producción se cayó a 1,0 millón. Así su precio ya subió un 270 por ciento desde la salida de la convertibilidad. “Es más bueno que el Quaker”, todavía se dice cuando se quiere alabar la generosidad de una persona. No es casual que se use a la avena como emblema de lo bueno. Es el cereal que por décadas se les dio a los niños de pocos meses como primer alimento sólido, por su importante componente nutritivo. Hoy la soja lo tiene arrinconado y en vías de desaparición del campo argentino. Hace diez años ocupaba 177 mil hectáreas; en 2007, sólo 66 mil. Su producción cayó en ese lapso de 555 a 242 mil toneladas. Otro cereal que conforma la enorme variedad nacional es el centeno, recomendado por los nutricionistas. Generalmente se lo consume en pan común o en rebanadas. En sólo diez años su producción cayó de 120 mil a 54 mil toneladas y para 2008 se esperan menos de 40 mil. La producción de tomate cayó 15 por ciento en diez años. La lechuga perdió la mitad de su superficie de siembra. Los cítricos sólo retrocedieron un 2 por ciento en su producción en diez años. Pero en ese lapso el consumo creció un 50 por ciento. De esa forma la soja ha avanzando sobre el resto de los cultivos, poniendo en peligro la seguridad alimentaria de los argentinos. La reducción de la producción tiene como primer efecto el aumento de precios, entonces los primeros en sufrir el impacto del avance sojero son los que menos tienen.

Entre Ríos y el Chaco El núcleo del conflicto con el campo fueron las retenciones a la soja. De las 47,4 millones de toneladas que se esperan terminar de cosechar en las próximas semanas, el 80 por ciento saldrá de la Pampa Húmeda, área que abarca Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Pero el conflicto más grande se dio en Gualeguaychú, Entre Ríos. En esta provincia sólo se espera cosechar 3,9 millones de toneladas. Los productores de la Pampa Húmeda conocen la palabra retenciones desde hace muchos años. Entre Ríos no. Hasta hace diez años el 85 por ciento del campo entrerriano se destinaba al cultivo de arroz y el 10 por ciento a cítricos. Pero apareció la soja y en diez años la producción arrocera cayó de 970 mil a 408 mil toneladas en 2007. Para 2008 se estima una siembra que resultará en una producción menor a 390 mil toneladas. De las 700 mil toneladas de arroz que perdió el país, 500 mil fueron de Entre Ríos. Pero la protesta tiene cierta lógica: vivieron la riqueza de la Pampa Húmeda unos años y no quieren perderla. Cuando el Estado llegó a corregir el error ya se habían acostumbrado. Ahora va a ser difícil convencerlos de volver al arroz. Un caso similar ocurre en el Chaco, la provincia del algodón. En una década pasó de producir 156 mil a 1,3 millón de toneladas de soja. Pero este poroto desplazó al tradicional algodón, que aunque aumentó su precio un 60 por ciento sólo en 2007, rinde mucho menos que la soja. Así, vio caer su producción de 1,4 millón a 545 mil toneladas en diez años. La soja también avanzó sobre zonas que nadie hubiese imaginado, como La Matanza, La Plata, Pilar y San Pedro. Este último pueblo se caracterizaba como uno de los pilares de los cítricos en el país y fue también uno de los cortes de ruta más aguerridos. Aquí la oleaginosa tuvo un aliado para ganar espacio: el cambio climático. Las heladas del año pasado terminaron de convencer a los fruticultores de pasarse a un cultivo más resistente. Algunos se convirtieron en productores de soja, otros se asociaron con pooles. Por eso la reacción cuando las retenciones móviles se anunciaron: era la primera vez que iban a ver tanta plata. Otro caso extremo es el del centeno en La Pampa. Esa provincia tiene las características específicas para producir ese cereal. En 1998 el 75 por ciento de la producción nacional salía de La Pampa. En total, 90 mil toneladas. En 2007 sólo produjo 19 mil.

Millones de toneladas