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MEMORIA DE ACTIVIDADES 2013
* En el 2013 hemos sido 112 socios, 23 más que la temporada anterior (de los cuales, 35
nuevos que no habían sido socios antes). De éstos se han federado 78 personas [(39 más que
el año pasado) Federados modalidad A: 1 / Federados modalidad B: 29 / Federados
modalidad B1: 41 / Federados modalidad C: 3 / Federados modalidad OT1: 4)]
* Han participado en las actividades programadas de SALIDAS un total de 165 personas (57
socios y 108 no socios), 66 más que el año pasado. En esta apreciación no se incluyen los
participantes en la Semana de Montaña, cursos, colaboraciones con entidades, etc.
SOCIOS HAN PARTICIPADO UNA VEZ................... 12
SOCIOS HAN PARTICIPADO DOS VECES............... 8
SOCIOS HAN PARTICIPADO TRES VECES............. 4
SOCIOS HAN PARTICIPADO CUATRO VECES....... 4
SOCIOS HAN PARTICIPADO CINCO VECES........... 7
SOCIOS HAN PARTICIPADO SEIS VECES............... 1
SOCIOS HAN PARTICIPADO SIETE VECES............ 5
SOCIOS HAN PARTICIPADO OCHO VECES............ 2
SOCIOS HAN PARTICIPADO NUEVE VECES......... 2
SOCIOS HAN PARTICIPADO DIEZ VECES.............. 1
SOCIOS HAN PARTICIPADO ONCE VECES............ 3
SOCIOS HAN PARTICIPADO TRECE VECES.......... 1
SOCIOS HAN PARTICIPADO CATORCE VECES.... 3
SOCIOS HAN PARTICIPADO DIECISÉIS VECES.... 3
SOCIOS HAN PARTICIPADO DIECISIETE VECES. 1
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO UNA VEZ................... 83
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO DOS VECES............... 13
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO TRES VECES............. 4
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO CUATRO VECES....... 2
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO CINCO VECES........... 3
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO SEIS VECES............... 2
NO SOCIOS HAN PARTICIPADO DIEZ VECES.............. 1
(Texto: José Antonio Bardasco)
DESGLOSE ECONÓMICO POR ACTIVIDAD:
INGRESOS GASTOS TOTAL ACTIVIDAD
Vegarada 44,00 € 47,00 € -3,00 €
Pico Tesorero 231,00 € 196,00 € 35,00 €
Coriscao 191,00 € 172,00 € 19,00 €
Castillo Aguilar 352,00 € 383,00 € -31,00 €
Curavacas 175,00 € 138,00 € 37,00 €
BTT. 000,00 € 52,00 € -52,00 €
La Rasa 328,00 € 309,00 € 19,00 €
Peña Redonda 217,00 € 306,00 € -89,00 €
Peña Orbillo 217,00 € 308,00 € -91,00 €
Arintero 189,00 € 306,00 € -117,00 €
Puente Agudín 144,00 € 144,00 € 0,00 €
Ruta Costera 566,00 € 418,80 € 147,20 €
Nansa 504,00 € 318,00 € 186,00 €
Sierra Hijar 141,00 € 308,00 € -167,00 €
Cardaño-Vidrieros 226,00 € 318,00 € -92,00 €
Cañon Ebro 171,00 € 305,00 € -134,00 €
Liordes 349,00 € 314,00 € 35,00 €
Pico Pozúa 308,00 € 348,00 € -40,00 €
Albergue Tremaya 607,00 € 607,00 € 0,00 €
Rutas
4.960,00 €
5.297,80 €
-337,80 €
XIII S. Montaña
0,00 €
428,25 €
-428,25 €
Vegarada - Sierra del Ajo - San Isidro 20.01.2013.- ☞
Participaron 6 socios. Guías: José María Monge y Javier Rodríguez
+ 44 € ingresados - 47 € gastos = - 3 € déficit en la actividad.
Era la primera salida del club del
2013. Habíamos tenido dos días desapacibles
de lluvia y viento; la tarde anterior nevó
bastante y por si fuera poco se había
anunciado una ciclogénesis explosiva. Así es
que aparte de animarse poca gente, surgían
dudas de si se iba a hacer la salida y a qué
lugar. Los cinco valientes que salieron de
Guardo decidieron ir al previsto puerto de
Vegarada y se unirían en La Vecilla con el
Peina que había llegado desde León en su
flamante “Bala Blanca”.
La carretera del Curueño se ponía mal
y al final se encontraron con el inevitable
embolado llamado “quitanieves” que se
obcecaba en embestir una y otra vez a un
parvero que no conseguía abrir, hasta
quedarse atascado, tal vez porque era una
guerra perdida o por los nervios que pilló el palista por las broncas y voces del prepotente oficial de la
Diputación que allí se presentó. Al final tuvo que acudir otra máquina a sacarle... Total que pasaron un largo
rato viendo las maniobras, todo un espectáculo, y quizás por eso fue de lo que más se acordaban al regreso de
la jornada.
No esperaron a que se abriera el tráfico y decidieron subir antes del collado de Vegarada hacia las
sierras de las Fuentes de Invierno y la Sierra del Ajo. Hacía bastante bueno aunque luego se metió la niebla.
Tras una dura subida con caída incluida del Paste al río que vadeaba, llegaron al Jeje (2064 m) (Jerejé
como lo llamaba Tuqines). Cuchareto, a la media hora de raquetas ya iba cansado, no habitual en él, y es que
se había estado dando mucha caña toda la semana, sin descansar bien. (¡Que el cuerpo avisa...!): Veía negra
la nieve, se le subieron las bolas al bajar, no quería descender por donde el Peina... En fin, que lo pasó muy
mal y aunque primero manifestó no haber sufrido tanto por el buen compañerismo que había, luego se
desdijo:
- “Bueno tampoco por compañerismo, porque les decía que parasen a ver el paisaje, y ellos para arriba...
¿Tú sabes que frustración verles cómo tiraban y yo no podía?” -Explicaba-
Así y todo no perdió el buen humor del que hace gala, incluso se bebió la botella de vino y las dos de
orujo que llevaba -eso sí, compartiéndolo con sus colegas de viaje.-
Tuquines después le „puteaba‟.... y decía que por su culpa se tuvieron que dar la vuelta antes de
tiempo. Y es que por lo demás, Cucha, donde las dan, las toman. Acuérdate de la reventada que pegaste a
algunos en la subida al Murcia del 22 de julio pasado. Ahora se estarán „partiendo de risa‟.
El Peina había llevado sus esquís nuevos para el descenso, pero se mareó en la bajada. Creíamos que
era del esfuerzo que había hecho al subir... llegaba rojo como un tomate. Rafa dice que todos se marean al
bajar con la niebla, pero ya nos hemos enterado que no es la primera vez que le pasa esto con los esquís...
Habrá que mirarse ese tema.
Y a Rafa le falló que esta vez no llevaba los esquís que tanto le gusta en este tipo de rutas.
Después de la raquetada de cuatro horas comieron a cubierto en el ruinoso Mesón de Vegarada. A la
vuelta visitaron la cascada de Nocedo, en este bonito rincón cerca de Nocedo de Curueño, donde como bajaba
muchísimo agua, disfrutaron de una ducha natural.
Mientras contaban estas batallitas, ya de regreso en el Equus, a las 18:00 h, parecía que podríamos
clasificar la jornada como la “ruta de los llorones”. Sin embargo no fue así por lo que le contaban a Raúl que
en esos momentos nos llamaba desde el Balcón de Judas ya que había aprovechado que en Guardo quedó un
día nevado perfecto para andar, con una temperatura que no bajó de cero grados...
Canal de San Carlos - Sagrado Corazón 03.02.2013.- ☞
Participaron 20 socios. Guías: José María Monge y Javier Rodríguez
Socios 11 € y no socios 13 €
231 € ingresados - 196 de gastos = + 35 € superávit en la actividad.
Según el calendario anual del club
se tenía previsto la invernal al Tesorero
pero una semana antes, dando una vuelta
por las Redes Sociales, nos enteramos que
el teleférico se había cerrado hasta
mediados de febrero, así es que tuvimos
que cambiar el plan y elegimos la Canal de
San Carlos-Sagrado Corazón, que ya
habíamos hecho en mayo de 2005.
Se habían apuntado muchos para lo
que suele ser habitual en este tipo de rutas
(invernal de crampones, etc.). Como dijo
el presi Paste cuando llegó a la salida y vio
el percal “Teóricamente no se tenía que
haber apuntado tanta gente”. Mejor: eso
es buena señal.
Salimos a las 8:20 en cinco coches
con una temperatura de ocho grados bajo
cero. La carretera a partir de Vañes estaba cubierta de nieve, pero yendo despacio pudimos pasar
Piedrasluengas, abriéndose ante nosotros un incomparable espectáculo de la estampa nevada de Picos y poco
a poco se aclaraba el día con un sol que no nos abandonaría en toda la jornada. A las 10:30 llegamos ya con el
cielo despejado a Potes.
Como íbamos con retraso, en vez de subir por Argüébanes decidimos hacerlo por Rases, el barrio
norte de Potes. Pasando el Deva a la altura del aparcamiento principal del pueblo, cogimos una estrecha
carretera que nos sube muy pindio a Rases, y después continuamos por pista hasta el Collado de Miña donde
pudimos dejar el coche (98 km. desde Guardo) a las 11:05 h., es decir casi tres horas de viaje. La subida por la
carretera era impresionante, pero aún más por la vertiginosa pista y si no que se lo digan a Pedro, que se
quedó atascado a media cuesta... Luis y José Antonio, entusiastas ciclistas donde los haya, se quedaron con la
copla de la subida para hacerla con sus amigotes bicicleteros en verano cuando su mamá les traiga de
campamento.
Por fin llegamos a la Collada de Miña, donde aparcamos. Al bajar del coche nuestros rostros tenían la
onomatopéyica expresión de “¡Uf!” y nuestros burdos comentarios eran más o menos parecidos: “Se me han
puesto los cataplines...”, “los llevo colgando”..., “la madre que lo...”.
Carmelo Pistolas nada más bajar del coche, ya quería salir... pero los demás nos lo tomábamos con
más tranquilidad, con nuestro particular ritual antes de comenzar cada marcha.
Desde aquí se veía bien remarcada en la nieve la pista que seguiríamos por la ladera y que nos
acercaba a la Canal de San Carlos. Comenzamos a andar a las 11:20. Como nunca se sabe cómo se va a
progresar por la nieve y ya era casi media mañana, veíamos difícil llegar a la cumbre, así es que la idea era
por lo menos poder embocar la canal y hacer lo que pudiéramos. No nos importaba tampoco demasiado,
porque el éxito de la invernal estaba asegurado por la cantidad de nieve a y el paisaje que nos acompañaba en
este despejado día.
No tardaríamos en ponernos las raquetas y Santi, que era la primera vez que las ponía, decía: “No me
he visto en otra como ésta”.
Subíamos y subíamos sin remisión, pero sin demasiado esfuerzo. A la altura de la cascada nos
encontramos con un tractor encallado una vez pasado el río Cocildún. Poco más arriba encaramos la canal en
el circo donde algunos ya nos quedamos: puertos de Trulledes.
La verdad es que ya que se había embocado la canal, tenía una pinta fabulosa para subirla así es que la
mayoría continuaron a probar suerte, pero al final sólo subieron al collado de San Carlos ocho: José Antonio,
Luis Ángel, Mario, Mariena, Álvaro, Cucha,.Tuquines y David.
Tuquines decía: “Allá arriba estaba la nieve muy en polvo y no había manera: según dabas un paso
para adelante te ibas para atrás... Un desastre: Ibas para adelante y zas-resbalabas, zas-resbalabas... En el
collado todo muy guapo, la verdad un paisaje.... aunque „un viento del copón‟. Pocas fotos tenemos ya que
como van éstos es imposible sacar una foto... Van a toda pastilla y si paras te pierden... Íbamos relevándonos
para conseguir subir. ¡Cómo se notaba cuando tiraban Mario o Luis! Y luego para abajo en busca de los
guías, que no quisieron subir y que ¡se están tumbando a la Bartola de una manera...!”
Algunos se quedaron a 50 metros del collado. Y es que no daba tiempo a coronar Sagrado Corazón ya
que Javi y Paste les habían dado las instrucciones precisas para ajustar el tiempo a emplear para que no se
hiciera de noche. Fueron obedientes: no querían andar por ahí con el “sentimiento de la hora”, ése que se
tiene cuando a los quince años llegas justito a casa.
Comieron en la bajada, a media canal, en una roca donde dieron buena cuenta de las botas de vino que
echamos de menos los demás y que nos dimos a eso del yantar en un roquedo después los hierros que cierran
la pista. Más tarde nos juntamos casi todos en el refugio en los puertos de Ullances, antes de la collada donde
habíamos dejado los coches.
Por su parte, María, portuguesa ella, es la primera vez que viene con nosotros. Auque se quedó un
poco más rezagada con Pedro, tiene buenas maneras y seguro que pronto nos va a dejar atrás a todos. Decía
con ese acento tan elegante y musical: “Un día fantástico... un grupo bastante colaborador... un día diferente
realmente... Vale la pena estar todos juntos... Gracias por la bienvenida”
El burgalés Álvaro, que parece ya un experto, también es la primera vez con nosotros. Traído por
Mariena, dice intentar repetir todas las veces que pueda ya que “ha sido un día fabuloso del que no se
pensaba que iba a salir tan bueno” Los dos manifestaron que “Soplaba de cojones, costaba un cojón y
medio subir y había unas vistas cojonudas arriba”. Ya dice José Antonio eso de “Yendo Mariena tiene que
haber tacos por cojones...”
Llegamos a Potes a las 17:40 y sin parar, nos pusimos en la carretera de regreso, encontrándonos en
Cabezón de Liébana un gran argayo en la carretera que pudimos salvar... Luis inmediatamente llamó al 112
para informar, ya que estaba anocheciendo y había bastante tráfico.
Llegamos a Guardo sin parar, a las 20:00 h. donde, como si nos estuviera esperando, siempre nos
pregunta el personal por el día.... Y como es habitual en él, Raúl se las „clava‟: “en mangas de camisa”... una
nevada de tres metros...” Y es que viendo las fotos, uno se lo podría hasta creer, y si no preguntad a
Cachavillas Villadangos, que en escribió su „post‟ en nuestro muro Facebook: “Hala... Ya me habéis puesto
los dientes largos... ¡No te jode con esos del tiempo que daban malísimo para el fin de semana...!”
Rafa esta vez si llevó los esquís y disfrutó muchísimo en la canal, tanto que escribía este otro „post‟:
“DESESPERADO.
Mi problema es el siguiente: Desde que el pasado domingo fui con el Club de Montaña Peña Torquilla a la
Canal de San Carlos, se me ha quedado una cara de alegría que no se me quita con nada y ya han pasado
dos días. Por favor: Ayuda, consejos o si alguien está en mi misma situación me lo comunique para unirnos y
exigir responsabilidades a la Peña por cambiarnos el estado de ánimo. De todas formas.....MUCHAS
GRACIAS!!!”
Y le contestamos: "No es el Club quien consigue estos estados de ánimo... Sois vosotros: los rafas, los
cucharetos, los aberronchos, los peinas, etc. que siempre lleváis a las rutas una alegría contagiosa. ¡Gracias
montañeros!"
XIII SEMANA DE MONTAÑA (Del 25 de febrero al 3 de marzo de 2013)
0 € ingresados - 428,25 de gastos = - 428,25 coste de la actividad.
El sábado, como siempre nos tocó colocar la PANCARTA.
El RÉCORD de la colocación está en 13'30", en 2009. Este año
hemos tardado 45'. Morti era el oficial, haciendo equilibrios.... en la
cuerda floja, con un fabuloso ambiente. Pero aunque...
a -4 grados, al final, lo logramos.
Después pusimos el escaparate conmemorativo de todos
los años, con cosas nuevas, donde Chema se esmera para
conseguir un óptimo y estético resultado.
EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA de JAVIER RODRÍGUEZ (Guía del Club), a lo largo de toda la semana (de lunes a sábado
de 18:30 a 19:30; domingo: de 12 a 14 horas)
Gracias a Raúl y Víctor que ayudaron a colocar la exposición de
fotos. Incluso Merche, la hermana de Javi, que hizo el stand
para las revistas.
Espiüete desde el Monte
Coriscao -Camporredondo-
Pancarta
Colocación pancarta
Escaparate
LUNES 25 DE FEBRERO (54 asistentes)
* “MONTAÑAS 2, MONTAÑEROS 0” Por Tente Lagunilla
(Palencia)
- Del Palentino: “...bajo el título Montañas 2, Montañeros 0
hizo un recorrido a través de dos proyecciones audiovisuales de
su ascenso a los picos de Annapurna y Manaslu, dos ochomiles
en los que no consiguió llegar a la cima.”
“Lástima por la falta de sillas” -escribía en un post Amparo-. Y
es que nos quedamos sin sillas, ya que Tente Lagunilla llenó el
local, hablando de un recorrido a través de dos audiovisuales de
su ascenso a los picos de Annapurna y Manaslu, dos ochomiles
en los que no consiguió llegar a la cima. Un éxito. Una pena que
horas antes habló en la radio y tenía palabras para todos los clubes de Palencia menos para Peña
Torquilla. Ya sabemos que somos montañeros de tercera división... Pero orgullosos, ¡oye!
MARTES 26 DE FEBRERO (30 asistentes)
* Presentación de la revista de montaña del club de
Montaña Peña Torquilla por José María Villadangos
Herrero. Ha sido la innovación de la Semana, basada
fundamentalmente en la memoria de actividades del
2012, nuestra Revista de Montaña nº 0, una auténtica
joya diseñada por Mari Villadangos.
* Presentación de la Semana de Montaña y Calendario
Actividades 2013, a cargo de José Antonio Bardasco ,
Vicepresidente del Club.
- Alfonso escribió el 27.02.13: “Hola, compré la
revista y ya le he leido. Tengo que decir que me
gustó mucho el Editorial. Felicitaciones. Un
saludo”
- No funcionó INTERNET para presentar las salidas 2013 on line. Pero el Ayto.
de Guardo está fuera de onda, a 2013 años de la tecnología... a pesar que se dan a
sí mismo premios por la RED. No había internet...”
* Proyección sobre las actividades del Club durante 2012, a cargo de José María
Monge (Presidente del Club)
MIÉRCOLES 27 DE FEBRERO (65 asistentes)
* “POR LAS MONTAÑAS DE ÁFRICA” por Isidoro Rodríguez
Cubillas (León)
El leonés Isidoro habló de las montañas de Africa (Atlas, montes de
Kenia, Kilimanjaro, etc.) de sus recientes visitas y de cuando todavía
tenía el pelo negro, hace 30 años... Nos cuenta que la primera vez que
fue al Kilimanjaro había unos glaciares de la „leche‟ y ahora sólo
existen unas pintas de nieve.
JUEVES 28 DE FEBRERO (45 asistentes)
* “NUTRICIÓN E HIDRATACIÓN EN LA
MONTAÑA” por Luis Domínguez Rodríguez
(Palencia)
Correo puesto el día anterior: No puede asistir el
doctor Luis a la ponencia prevista de este jueves 28 de
febrero sobre nutrición en la montaña, así es que le
esperamos para el próximo año. En su lugar, tuvimos
las ANDANZAS A ESGALLA DE VIDAL,
protagonizado por Vidal Rioja Berltrand, que siempre
nos saca de algún apuro.
Con urgencia la noche anterior, Vidal preparó
el audiovisual donde nos habló de 20 AÑOS DE HISTORIA DEL ESPIGÜETE, con su personal y ameno
punto de vista a través de sus experiencias, de todas las formas habidas y por haber de ascensión, así
como las curiosidades y secretos que encierra el mastodonte pálido, como las cuevas, hayedos, etc.
¡Gracias, Esgalla!
VIERNES 1 DE MARZO (60 asistentes)
*“CUATRO ESTACIONES DE LA MONTAÑA
PALENTINA/LEONESA” (Proyección de
fotografías) Por Víctor Manuel Fernández Díez
(Velilla del Río Carrión)
Sesión fotográfica a cargo de Víctor
Manuel Fernández de las cuatro estaciones de la
montaña palentina y leonesa. El autor hace una
recopilación de este tema cada año. Éste tocaba
del 2012, una pasada de contrastes, donde como
el Mote Viejo visto en invierno, primavera,
verano y otoño.
SÁBADO 2 DE MARZO (46 asistentes)
* “LA MONTAÑA, MI SUEÑO” Por José
Andrés Blanco Sánchez (Asturias)
Traído a la Semana de Montaña por el guardense
Paco San Martín, Plata en el Campeonato de
Europa (Paraduatlhon), el también medallista
paralímpico de ciclismo en Sidney 2000, José
Andrés Blanco, nos ha propuesto una
interesantísima ponencia de montañero (Naranço
de Bulnes y Everest) desde el punto de vista de la
discapacidad.
------------------------------------------------------------------------
- Venta de la Revista del Club
- Ponencias y proyecciones a las 19:30 horas
------------------------------------------------------------------------
Otras observaciones: Ana (Quique‟s wife) se quejó: “Habéis programado la Semana las 19:30
para que no podamos asistir los autónomos, sólo los funcionarios. (No es verdad, Ana. Tienes mala
suerte que tus amigos políticos se empeñen en que el pueblo eche la culpa de todo a los funcionarios)
Pozo Butrero (Llánaves de la Reina) 10.03.2013.- ☞
Participaron 18 personas (16 socios). Guías: José María Monge, Javier Rodríguez y José Antonio
Bardasco.
Socios 6 € y no socios 8 €
191 € ingresados - 172 de gastos = + 19 € superávit en la actividad.
A pesar del mal tiempo se
apuntaron 18 entusiastas. La ruta
prevista era San Glorio-Coriscao-
Pandetrave. En el puerto de San Glorio
pero había mucha niebla y viento, así
que decidimos bajar a Llánaves a
emprender la alternativa de “El pozo
Butrero” (ruta del pato, por la forma
que coge el trazado en el mapa).
Alguno se quedó con las ganas de
Coriscao, pero no merece la pena
jugarse el tipo y además no ver nada.
Preparados para la marcha unos
se calzaron los esquís de travesía y
otros nos pusimos las raquetas, menos
el de Gozón que no llevó (Nos
acordamos de la invernal al Curavacas
que hizo con nosotros en abril del 2009
cuando, sin crampones, consiguió
llegar al Cdo. Hospital). Hoy como entonces, sufrió mucho y por allá arriba, de rodillas, decía: “Aquí las
espicho, como me ves”
Comenzamos a andar el Valle Culebrejas a las 9:35. No se veía más allá de 100 m. La niebla, la
lluvia, la nieve y el frío nos acompañarían toda la jornada.
Rafa, Eva y el Peina fueron disfrutando con sus tablas como en ellos es habitual, reuniéndose de
vez en cuando con nosotros para coordinarnos y también para darnos un poco de envidia. A Maite que ha
sido profe de Mariena y de Eva, le resultaba irreconocible de cómo Eva se relacionaba con la gente y se
desenvolvía por la montaña, con lo tímida que había sido de pequeña.
Tuvimos dificultades para progresar por la ladera del Alto de la Cardosa, ya que teníamos que
pisar con las raquetas inclinadas y se hacía difícil. Llegamos al Pozo Butrero a las 12:20. Mariena (la
inagotable como le llama Álvaro) decía que “No se veía nada, pero hemos llegado donde creíamos que
teníamos que llegar.” La verdad es que no se lo creían y tuvimos que desengañarlos mostrando la
ubicación en el GPS. Estábamos encima de él, helado y cubierto de nieve.... parecía tan pequeño que era
difícil creer que bajo nosotros estuviera el pozo.
La bajada resultó en principio un poco más complicada. Álvaro y Bardas bajaron por la vaguada
contigua al emisario del lago. Los demás fueron con Javi hacia un descenso más seguro. Pero a Raúl, a la
poca visibilidad se le añadió el ingrediente de empañársele las gafas, por lo que „catapún‟: a un parvero,
quedándose clavado de cabeza en la nieve “pataleando con las piernas como un „cabrón‟, nadie le
ayudaba, todos se quedaban partiéndose de risa.” -Decía Tuquines- Tendría que ser el Pastelero el que
fuera a su ayuda, aunque también se cayó.
Y todavía con el paso del tiempo, a casi todos, como son tan majos ellos, lo que más les ha
gustado y recuerdan fue esta incidencia. Mariena envió un post: "La de Raúl es brutal!! jajaj". Hasta el
Pastelero se recreó en la galería de fotos de la web añadiéndole una secuencia de salto mortal...
Javi también tuvo su experiencia y se cayó en esa zona. Decía Nacho: “Yo creí que Javi había
saltado, porque desapareció de repente, y era que se había caído por el barranco.” (¡Bueno, tanto como
barranco!)
Llegamos a los coches a las 14:20, es decir una ruta de 4 h, frente al chozo de horma, refugio
tradicional de pastores. Como hacía mucho frío y estábamos empapados quisimos comer en el bar de
Portilla y preguntamos al regente del mismo si nos lo permitía, diciéndole que éramos dieciocho y que le
cogíamos bebida si nos dejaba comer el bocata dentro. No entramos, fuimos a comer a la plaza del
templete del pueblo porque no nos puso buena cara... Sería porque parecemos cualquier cosa menos
montañeros.... ¡Claro, si hubiéramos vestido del Corte Inglés o hubiéramos sido de Valladolid......!
Por fin pudimos compartir alegría y „mesa‟ con Cuchareto y degustar de su buena bota, ya que
otras veces se va con los de „primera división‟ (Como dice Carmelo, el de la Rotonda *1
) y no lo
catamos... A la vuelta Eva tuvo que llevar el coche de los Cucharetos, por los orujazos que se habían
metido. Paramos a tomar un café en Boca de Huérgano y después en el Montañés a las 16:30, para eso del
intercambio de fotos. Tuquines se empeñaba en recrearse jocosamente de que se habían caído Paste, Javi
y Raúl...
*1
Dicho de Carmelo cuando „la parienta‟ te lía en una conversación o discusión y al final acaba en el
lugar de la misma que ella quiere.
Ruta de las Minas y Castillo de Aguilar (Sabero-Cistierna) 24.03.2013.- ☞
Participaron 32 personas (21 socios). Guías: Javier Rodríguez y José Antonio Bardasco.
Socios 11 € y no socios 13 € (Precio cada museo 1 € por persona, pagado por el Club.)
352 € ingresados - 383 € de gastos = - 31 € déficit en la actividad.
Aunque la predicción era de
chaparrones y tormentas se apuntó
mucha gente. Será por lo que dice
Carmelo Hompa en su Facebook:
“Bonita ruta pero con mal tiempo.
Es lo que toca. En casa no se
puede estar, acaba uno tonto.”
Además de los 17 km. de
marcha pretendíamos hacer hoy
una ruta cultural, tratando de
comprender mejor la vida de las
zonas mineras, su historia y su
cultura, para lo que subvencionó el
club las visitas de los dos museos
(1 € por persona en cada uno de
ellos).
A las 9:00 h. empezamos a
andar en Aleje tras ir a dar la vuelta
con el autobús hasta Valdoré. Así
aprendimos que este pueblo es muy
conocido por sus cerezas, según nos dijo Roberto, el conductor, que es de Riaño. Mero decía: “Nos
hemos pasado dos pueblos”, por eso de haber atravesado también Verdiago, donde tampoco había forma
de cambiar de sentido.
Nada más comenzar vino la sorpresa: cruzar el Puente Colgante, que nadie conocía, única unión
de Aleje con Alejico, experimentando la sensación de balanceo sobre él y donde Fidel le mecía aún más,
metiendo el miedo en el cuerpo a la gente.
Empezaban malos augurios porque el abanderado Raúl y compañía se marchaban en dirección
contraria, como en ellos es usual, sin saber a dónde iban. Pusimos un poco de orden y después ya no
habría en todo el día más problemas: Estuvieron pendientes de los guías, como debe ser.
Llegamos al primer panel informativo, la Mina Imponderable, que María, la niña de Ángel Ángel
y Mamen nos leyó. Comenzó la lluvia y decidimos que cada uno fuera a su ritmo, para no quedarse fríos.
Habíamos quedado con el Museo de Sabero a las 12:00. Como íbamos bien de tiempo y el
personal no se iba a detener demasiado viendo las mesas interpretativas, subimos a ver el Roblón de la
Plata, unos por la ruta señalizada y otros, campo a través en la curva de la Mina de la Plata, lo que nos dio
oportunidad de ver otros mustios y ancianos roblones.
Después de las oportunas fotos con el catalogado árbol bajamos otra vez a Valle (valle Sabero), a
la caza de la familia peñiega, que se había adelantado al pueblo en busca de pan.
Pasamos por el pintoresco paraje de la Fuente de la Muela para reunirnos en la ermita de San Blas,
donde continuamos hacia las instalaciones de la Mina Sucesiva y de ahí, un poco destemplados, al Museo
de la Siderurgia y Minería de Sabero, para comenzar la visita guiada a las 11:45.
Nos pusieron unos auriculares que la azafata llamaba “audioguías” (Creíamos que las audioguías
eran otra cosa) y nos comenzaron a hablar de usos y costumbres de la zona, con breves retazos de la
historia vadiniense. Después seguimos la estructura del museo, que se divide en dos partes: La
SIDERURGIA por un lado y la MINERÍA, por otro. La guía estuvo muy amable y se explicó bien. El
relator de esta experiencia no las tenía todas consigo, dudando de si los contertulios se iban a saber
comportar, ya que alguno de estos montañeros son un poco brutotes, como Agonías Morti, que siempre
está protestando por todo. Sin embargo se portaron fenomenal y la guía pudo hablar sin problema
alguno.
Algunos, después de haber asistido varias veces al museo, nos enteramos hoy que la maquinaria
allí existente no es original, sino de cartón piedra. La verdad es que está muy logrado. Acabamos viendo
la botica. Lo que más gustó fue la maqueta y audiovisual de la “Realidad histórico-social”.
Para el Pastor de Ucieza, entre otros, se quedó un poco corta la visita, pues la verdad es que hay
mucho que ver y entender.... Era la una del mediodía y seguía lloviendo fuera, pero no quedaba más
remedio que seguir la marcha.
Pasamos por el mirador de la Mina Juanita y comenzamos la otra ruta, la del Castillo de Aguilar.
Este tramo fue cuando más llovió, agua-nieve, fuerte y sin parar. Algunos no se quisieron perder el
interesante paraje de las RUEDONAS. Como hacía tan malo, decidimos no subir al Mirador del Castro,
porque no íbamos a ver nada, pero les animamos a volver otro día porque merece la pena ya que las vistas
son espectaculares, con su correspondiente mesa interpretativa de panorámicas.
Comenzamos la subida al castillo roquero. La pendiente era grande, así que algunos no aguantaron
el ascenso y se quedaron esperando en la collada. Llegamos a las dos de la tarde arriba y los que lograron
subir se quedaron impresionados de las ruinas que allí habían (Parece increíble encontrarnos de repente
ahí los restos de esta fortaleza medieval.).
Bajamos por el arroyo Valtorno y sus escombreras a las ruinas de la factoría minera de
Vegamediana para comer a cubierto, pero entonces dejó de llover. No era de los sitios más idílicos donde
hemos comido, pero daban ya las tres de la tarde y a alguno le „cantaba el canario‟..., había buen apetito y
buena compañía.
Media hora después comenzamos a andar de nuevo hacia Cistierna por la “vía verde”, „marrón‟
como diría Javi. Nos detuvimos un buen rato frente a la Cueva del Elefante, donde buscamos la mejor
foto para distinguir sus ojos y su trompa. Algunos se lo perdieron ya que no conocían el paraje y no se
percataron de esta peculiar efigie, pues les habíamos dicho que si querían, tirasen más rápido hasta
Cistierna con la vista puesta en la antigua chimenea, símbolo de una fábrica de ovoides (combustibles)
que allí existió y que nos servía de referencia para llegar al lado del próximo museo a visitar.
Eran las 16:15 cuando llegamos a Cistierna y como habíamos quedado para la visita a las 17:00 h.
fuimos a tomar un apetitoso café.
Ya en el Museo FEVE, edificio ubicado en el antiguo Economato de los Ferroviarios, nos atendió
Manolo, concejal del Ayto y promotor-fundador del museo y de La Asociación de Amigos del Ferrocarril
de Cistierna. La explicación guiada corrió a cargo de Ana, voluntaria de esta asociación. Ahora el sol
empezaba a entrar por la ventana. Había quedado una tarde magnífica.
Empezamos con el audiovisual del hullero “Un tren, muchas vidas”. Salían protagonistas de
Guardo y algunos, con la lágrima en los ojos, nos emocionamos, recordando aquellos nostálgicos años
cuando íbamos a Bilbao en un viaje de 8 horas con asientos tablas de madera, que hacían que terminara
nuestro trasero a rayas, y cuando en Mataporquera las máquinas paraban a repostar o a cambiarse la de
ida con la de vuelta y nos venían a vender las riquísmas pantortillas de Reinosa.
Este corto nos hablaba también de que el Hullero ha sido un reclamo cultural. Está presente en la
literatura y en el cine, como en Sor Citroën (1967), donde el padre de la protagonista es Jefe de Estación
en La robla y en una de sus escenas da la salida del tren.
Después pasamos a la otra sala, donde Ana nos iba explicando detalladamente la utilidad de los
aparatos expuestos, como las OLLAS FERROVIARIAS, plato creado por los empleados en de este
ferrocarril cuando paraban en Mataporquera, momento de. Después, los maquinistas, fogoneros y
guardafrenos idearon sistemas para cocinar sobre la marcha, naciendo así la olla ferroviaria, recipiente
para la preparación de la suculenta receta de carne con patatas.
A veces surgía alguna pregunta, como cuando preguntó Fidelín y la guía dijo: “a ese señor no le
veo”... Algo le quiso llamar.
Todo iba bien... Sin embargo, la visita, que estaba prevista de una hora, duró hora y media,
haciéndose pesada y larga, porque “El Cuñao” (“El señor”, como decía la guía Ana) no hacía más que
cortarle la exposición y explicaciones, contando una y otra vez sus propias “batallitas”, rayando en lo
esperpéntico y haciéndonos sentir a los demás violentos con esta ridícula situación... ¿Qué hubiera sido si
los mineros que nos acompañaban hoy en la ruta hubieran chafado las explicaciones de la guía del Museo
de Sabero? Conocimientos para dar sus propios puntos de vista tenían, desde luego, pero no quisieron ser
unos “enterados” e irrespetuosos. Esperemos que a esta chica le haya servido de algo más que pensar que
los de Guardo somos unos maleducados.
En fin, que el día por lo general resultó provechoso a pesar de que el Cuñao se “pasó tres
pueblos” y a pesar de la lluvia. [ Se dice que este mes es de los tres marzos más lluviosos dsde 1958,
llevando camino de batir todos los records. Y como dice el refrán: “Marzo marceador, un día malo, otro
peor”].
He aquí algún comentario de los protagonistas de esta hazaña:
- Para Carmelo H: “Una ruta muy amena, mucho agua. Lo más duro, la subida al castillo, que no nos
esperábamos ese repecho.”
- Para María: “Muy bonita la ruta.... me he mojado mucho.... Para la próxima, que no llueva.”
- Par Ángel Sancha Jr: “Me ha gustado el diseño y la coordinación de la ruta: andar, los dos museos,
etc.”. Gracias, Ángel, la verdad es que coordinar el timing (ritmo - pausas - movimiento) es lo que más
nos preocupó a la hora de diseñar la actividad.
- Cuchareto se trajo hoy a su hermana y a una amiga, que decían “Nos estamos pensando eso de volver a
venir otra vez.... ha sido durísimo... sobre todo la primera subida... si hubiese sido la primera cuesta
más... es que empezar subiendo...”
-Alguna otra observación es que “La próxima que sea todo para abajo” (decían Maite y Ana).
A poco más de las 19:00 h ya estábamos en Guardo, esperando que llegue otro domingo para
volver a convertirnos en actores de otra jornada montañera.
Curavacas y Corcal-Alto Prieto-Valdenievas 07.04..2013.- ☞
Participaron 15 personas (... socios). Guías: Javier Rodríguez, José María Monge y José Antonio
Bardasco
Socios 6 € y no socios 8 € (desplazamiento en coches particulares)
175 € ingresados - 138 € de gastos = + 37 € superávit en la actividad.
El tiempo era tan malo que aunque
el personal tenía ganas de salir se
desanimó, como Mario, que días después
nos decía qué él hubiera ido también pero
que “Ya estoy harto de sufrir” porque
llevamos fin de semana tras otro que no
nos libramos del desapacible clima. Al
final éramos 15 e hicimos dos rutas:
A) - Ruta del Corcal-Alto Prieto-
Valdenievas.
Comenzamos a andar seis
domingueros a las 9:10. El desnivel era
grande pero llevábamos un ritmo muy
tranquilo, por lo que se hizo muy
llevadero. Además íbamos practicando la
interpretación de mapa y brújula, con lo que se hacía más ameno. La temperatura era perfecta para la
práctica deportiva, espectacular como decía Cachavillas y con unas vistas extraordinarias, “una pasada”
de Curavacas, del Valle Pineda, Espigüete y cordal del Murcia... Un privilegio en este mirador natural de
Fuentes Carrionas desde este enclave.
No „bajamos‟ al Alto los Calvillos porque Mari decía que para calvillo ya era bastante él.
Teníamos raquetas pero no las utilizamos, salvo Mero, que se empeñó en llevarlas de la mano
(Parecía Fernandito el Librero) y al final optó por calzárselas un rato y otro por tirarlas cuesta para abajo.
Del que aquí escribe decían “Mira el funcionario, todo el tiempo con las manos en el bolso”. Es
que andábamos con tanta calma que era como ir a dar una vuelta por el mercado de los viernes
guardenses. En cuanto a lo de “funcionario”, sí señor, se admite el puteo con sentido del humor... Total,
ya estamos acostumbrados a que nos den por todos los lados... y no es cuestión de manifestar nuestro
malestar aquí.
Al llegar al collado Ramacedo se metió la niebla, así que decidimos no seguir a Canchas de Ojeda.
Lo dejaremos para el año que viene, cuando nuestros compañeros de primera división vuelvan a intentar
hacer la invernal del Curavacas. Habíamos perdido la comunicación con ellos así es que esperábamos que
les fuera bien, aunque suponíamos que abandonarían pues estábamos viendo cubrirse totalmente el pico
por la nube.
La bajada fue casi lo mejor. Comenzó a nevar, pero de esa nieve que no molesta.
Comimos en el refugio de Postil de Soña a las 14:30 y continuamos pista por Camino de
Valdenievas para encontrarnos con el guarda que dijo que nos llevaba controlando toda la mañana por el
cordal. Como se había abierto hoy la veda de pesca, nos estaría vigilando a ver si trapiñábamos algo por
allá arriba. „Pa‟ mí, que andaba un tanto despistado.
Llegamos a las 15:55 a Vidrieros donde ya estaban los otros jalando su bocata en el bar. Al final
todos daban por bien empleado el día y contentos con lo que habían disfrutado.
Maite decía: “Siempre que he salido con vosotros/as ha sido fantástico. Me da lo mismo si sois
guías benévolos, profesionales......... GRACIAS”
Villadangos: “No la falta razón...”
Gracias Maricuetín, gracias Maite. Tus cálidas palabras son exactamente la medicina que nos
anima a seguir haciendo rutas para vosotros.
B) Ruta del Curavacas. Se preveía que la nieve no iba a estar en buenas condiciones para ascender (“El
hielo no es problema, pero si es hielo malo va a ser imposible” -sabía de sobra Mariena-). El tiempo
tampoco parecía iba a acompañar mucho, pero así y todo se atrevieron a intentarlo nueve aventureros, los
de primera división como les llama Carmelo N. Partieron por el arroyo Cabriles e intentaron subir por la
Sur, con una mascota que se les acopló, un pequeño chucho que se enredaba entre las piernas según
subían y que al parecer era la primera vez que se escapaba. Era un frío y bonito domingo pero como
dirían después “No llegamos a hollar la cumbre con un clima tan estupendo…” “Es que ha sido una
lástima de cima... se está resistiendo, otro año
que no consiguieron
cumbrear.”
Los últimos quince metros eran de
mucha dificultad, hozando como los jabalíes, a
cuatro patas. Se metían hasta la rodilla y no
podían avanzar, con un hielo en el que no
agarraban los crampones y los que iban más
arriba provocaban pequeños aludes en forma de
pequeñas bolas.
Por si fuera poco Tuquines se puso malo,
“Se le salieron las vielas” -decía Javi-. Se quedó
frío y le tuvieron que socorrer.
No pudieron pasar del collado de la
subida a la Meseta Inclinada porque a parte del
hielo, las peligrosas viseras impedían progresar.
Pica, que se estrenó con sus crampones
y piolets para alpinismo técnico y escalada en hielo, disfrutó mucho. Seguro que va a sacarle buen
partido a su nuevo material.
Mariena esta vez vino con dos amigos de Zamora, Alberto y Pablo, y tampoco les pudo obsequiar
con los 2534 m. del techo. De todos modos las fotos publicadas han causado sensación, y de una de ellas
„posteó‟: “Esta foto para el calendario del 2014, seguro que duplicamos el número de socios, menudo
reclamo! jaj!”
Al final lo resumió el bloguero de Rafa con su habitual buen rollo: "Este año se están resistiendo
todos: Toneo, Tesorero, Coriscao y Curavacas. Vaya cachondeo. Encima, la única cima conseguida ha
sido el Pico Jeje (-Allá por la Sierra del Ajo-). Lo que decía antes: un cachondeo."
Guardo - Saldaña - la Vega Ruta de bicicleta de montaña VERANO AZUL 21.04.2013.- ☞
Participaron 22 personas (12 socios). Guías: Fidel y Vega
Precio: 0 € // 0 € ingresados - 33 € visita museo Radio - 3 € copias ruta - 16 € coche (gasolina y
limpieza) = - 52 € déficit en la actividad.
Salimos a las 9:14 h, con un tiempo de
un grado bajo cero. Éramos 18 ciclistas más Javi
y Juli que fueron con el vehículo de apoyo.
Después se juntaron Luis y Antonio en el cruce
de Villosilla.
En esta ocasión teníamos guías nuevos,
de los que esperamos se animen para próximas
ocasiones. Al principio querían que fueran todos
juntos como si de una excursión escolar se
tratara, por lo que sufrieron un montón hasta que
se dieron cuenta que había que tener mano
izquierda... Vega no quiso el walkie y a veces no
tenía buena comunicación con el grupo, pero
salió airoso. Y Fidel, que siempre que ha venido
con nosotros ha hecho malísimo, hoy demostró
que no es gafe como dijo Villadangos en su
Facebook: "Buen día pillasteis... mira que fue Fidel y no „lluvió‟ vaya suerte que tuvisteis...".
La subida por Mantinos al viaducto se hizo dura y alguno tuvo que echar pie al suelo. A las 10:00
de la mañana ya nos juntamos todos en el puente sobre el canal en el cruce del Camino cimero de
Calaveras (que viene de Villalba).
A las 10:50 h nos volvimos a reunir en la laguna y ermita de San Roque. El paseo ahora había
sido muy agradable, aunque todavía con frío (El personal iba bien abrigado, con guantes y todo, como
Pedro que iba de „ganso‟, con su chubasquero rosa, en plan friki tipo Corte Inglés).
Alguno se sorprendió que en este lugar, además de la laguna había merendero y la ermita de San
Roque. Aquí ya nos esperaba por primera vez el “coche escoba” que no nos dejaría en toda la jornada,
aguantando a los que llegábamos siempre “fuera de control” por la tranquilidad que llevábamos.
En este paraje las panorámicas de los cordales de Fuentes Carrionas y de las sierras de La Peña-
Brezo-Peña Redonda eran fabulosos. Las vistas a nuestra derecha de Peña Corada nos acompañaban
también y planificamos su ascensión para el domingo venidero.
A las 11:25 cogimos en el cruce a Villosilla a Antonio Gozón y a Luis Butragueño. Diez minutos
después vendrían los únicos accidentes del día: Pastelero, al ir a utilizar el walkie, ¡Zas, al suelo! Y
María, al parar a ver qué le había pasado, por eso de la solidaridad, también se cayó. Menos mal que al
final sólo fue eso: una salida de cadena y un poco más sucia la ropa.
En seguida llegamos a Villota del Páramo donde hicimos una nueva „reunión‟. Seguimos la pista
hasta la torre vigía y Base de aviones La Cerra para desviarnos a Villapún. Se nos unió hasta Saldaña Luis
Pablo, amigo de Carmelo Negro. Continuamos por carretera a Santervás de la Vega y de ahí a Saldaña
donde llegamos a la una del mediodía. Con buen tiempo ya, paramos en la plaza y nos sorprendió ver al
popular guardense Taquio. Una visita a la Plaza Vieja con foto de familia incluida, testigos de las
construcciones de los linajes más ilustres de la villa. Atravesamos este enclave de mercado de los martes
saliendo por su parte septentrional para ver una zarpa de oso clavada en el alero de la fachada principal de
otra casa blasonada, que pasa casi inadvertida a los ojos de los paseantes.
Una vez vista la señal del plantígrado nos dirigimos por la Casa Torcida otra vez a la Plaza del
Ayuntamiento para continuar nuestra marcha. Desperdigados, cada uno por un sitio, conseguimos llegar
a tiempo a Villaluenga de la Vega, a las 13:30 h., lugar y hora en que habíamos quedado para ver el
Museo de la Historia de la Radio y las Telecomunicaciones.
Es uno de los tres museos de estas características que hay en España además del de Murcia y el
de Ponferrada. Está regentado por Jesús González, su fundador, quien nos lo enseñó y explicó. Alguien
dijo hoy que La Radio era el precursor del Facebook, lo que dio lugar a diversas reflexiones ya que el
medio de comunicación que visitábamos nunca compartió ni conocimientos ni sentimientos ni ideas como
sucede en el mundo actual de las tecnologías de la Información y La Comunicación... Sirvió y así sucede
todavía hoy en día, como medio de desinformación, ya que como decía Jesús “Para eso se inventó, para
desinformar... Tuvo su éxito por el hecho de poder estar haciendo algo a la vez que oías algo que te
podía entretener”, o sea: distraer. Siempre ha sido un instrumento del poder establecido y por lo tanto,
medio de represión y de comunicación dudosa. Según se nos dijo también, “España es el país donde más
se ha escuchado la radio”, más sospechoso todavía. Y así, haciendo un recorrido y concurso auditivo
por los tiempos de la Elena Francis, pasando por legendarios locutores de fútbol y de toros, con alguna
cuña de La Pasionaria, Carrillo o del mismo Franco, pudimos evocar y vivenciar tiempos atrás, no tan
lejanos para algunos de nosotros, testigos del daño que la radio ha hecho a la libertad y a cultura en
nuestro país como instrumento de manipulación moral e ideológica.
Podían entonces surgir debates históricos cuya inoportuna seriedad empezaba a molestar e
inquietar a más de uno. Por lo tanto y porque además otros se acordaban del hambre que tenían, hubo que
acortar la sesión, que duró casi una hora. Una vez pagados los 33 € de la visita, continuamos por la
carretera pasando por Santa Olaja hasta Barrios de la Vega, donde llegamos a las 2:50 h. Paramos a
comer en la terraza de verano de La Cantina de Sofía, a pie de la carretera, buen sitio por su jardín, el
vermouth y el café final.
En principio la idea de los guías era haber ido a Celadilla, pero como ya era un poco tarde,
decidieron que nos quedáramos, lo que nos pareció bien ya que los dueños del bar nos dejaron comer en
las mesas de fuera. Disfrutamos del buen momento del día: el bocata y la buena compañía, a lo que
dedicamos algo más de una hora.
Seguimos a Poza de la Vega, donde nada más pasar el pueblo cogimos un desvío a la derecha por
pista, aunque algunos continuaron por carretera, un poco despistados, pero sin riesgo de perderse. Julián
el Butanero, que acabó hecho polvo, seguía al Pastelero, como fiel escudero, creyendo que era el guía
porque iba hablando con un radioteléfono... Pero Paste, como en el monte, conocía bien la zona y en
algún sitio iba a su bola, por lo que quien le seguía se sentía algo perdido.
El admirable Sixto, con sus 78-79 años, que vino con nosotros a la ruta del año pasado,
Castrojeriz-Carrión, no quería arriesgarse más por caminos porque sufrían sus muñecas al no tener su bici
suspensión delantera y siguió por carretera a Guardo. Pedro y María también se fueron poco a poco hasta
Villalba, donde volvimos a comunicar con ellos y ya se despidieron para regresar a casa.
A la altura de Villosilla giramos a Celadilla, pasando por el nuevo merendero antes del puente y
con una fuerte subida para atravesar el pueblo y coger una pista asfaltada a la izquierda que nos llevó
cómodamente hasta Pino del Río, donde, esperando 15 minutos, paramos y posamos en la plaza del
Teleclub con los niños de Luis y de Antonio, que nos acompañaron hasta Fresno. Ahora sí que parecía la
serie de Verano Azul, con un tiempo agradable, buen humor y toda la chavalería...
Ya había gente con prisa así es que no era plan de „marear la perdiz‟ más y continuamos a Villalba
por el camino al lado del Carrión y de ahí por el Campamento de Mantinos.
Llegamos a Guardo a las 18:55 h y después de llevar a Michel a la Térmica, que había pinchado a
la altura de Mantinos, nos dimos a eso de la sesión de recopilaciones fotográfica y anecdotario de este día
de “Ruta de las Barrigas”, como se le ocurrió al simpático de turno... ¡Es que teníamos unas pintas
algunos...! En fin, un día fabuloso con gente fabulosa en que estuvimos 7 h 50' montados en la bici, dando
pedales, algunos con más ritmo y otros con menos. ¡Cómo sería que a alguno le salieron 93 km. y en el
GPS oficial de la ruta salieron 82,785 Km., que ya son bastantes, digo yo!
Por lo demás, no estamos acostumbrados a andar en bicicleta ya que lo nuestro es la montaña...
pero ha quedado demostrado que este trazado lo puede hacer cualquiera. Es más.... lo recomendamos a
todo el mundo y quisiéramos convertirla en una ruta tradicional, con sus múltiples variantes.
Acebal de Valverde - La Rasa y Espigüete por Valverde de la Sierra 12.05.2013.- ☞
Participaron 31 personas (21 socios). Guías: Javier Rodríguez, José María Monge y José Antonio
Bardasco
Precio: 11 € socios y 13 € no socios
328 € ingresados 309 € de gastos = + 19 € superávit en la actividad.
Éramos 31 personas, otro éxito de participación en lo que va de año, bien por la climatología
(“Por fin ha hecho bueno”
-decía Pica-) o porque el
Espigüete es un reclamo
montañero. Como dice
Tomás Soto: “Espigüete es
siempre un icono”.
Comenzamos a
andar en Valverde de la
Sierra a las 9:40 h., con dos posibilidades, la del mencionado coloso blanco o la da de la Rasa.
Los dieciocho senderistas de la Rasa empezamos con ritmo tranquilo para llegar al acebal y
hacernos fotos por su extraordinario laberinto. Después emprendimos hacia el cordal de Aguasalio y
Martín Vaquero (Altos de Valverde) la fuerte y larga subida por un reguero entre un aguado escobal, que
hizo que tuviéramos más de un resbalón.
Ana se iba quejando de lo duro que le resultaba, y que venía engañada por Angelines que le había
dicho que era una actividad „fácil‟. Pero nunca perdió su buen humor y además no paraba de hablar y de
hablar... Para colmo, hacía competición de palique con Angelines que iba con el grupo Espigüete y se
había apoderado de un walkie de los guías.
Por fin llegamos a lo que llamamos collado de la Rasa, encontrándonos de repente con unas vistas
espectaculares de Picos de Europa. Debajo de nosotros teníamos la majada del arroyo y valle Maganaves,
reclamo de los historiadores. Desde aquí, con nivosos tramos, comenzamos a atacar el pico mientras
Maika y Ana se quedaron esperando.
Hicimos cima a las 12:45 y casi todos continuaron a la precumbre que hay más al oeste para tener
todavía mejores y más claras vistas del pantano de Riaño... Nos encontramos a la panadera de Boca y una
amiga de Barniedo que habían subido desde este pueblo y se habían complicado con las escobas.
Conseguimos comunicar con Javi, que estaban ya en el Collado Espigüete a cuya cúspide llegarían
a las 13:00 horas, momento en que volvimos a contactar y donde todos estaban tan contentos que querían
compartir con nosotros su aventura a través de los radioteléfonos, con un poco de envidia del Pastor de
Ucieza que se vino con nosotros porque el día anterior había estado plantando alubias.
A las 13:10 comenzamos la bajada de la Rasa, algo técnica por la nieve y la roca. Recogimos a las
hermanas e iniciamos una pesada bajada sorteando el bajo escobal, mientras Salva, muy en forma él,
continuó otro rato por la cuerda, reuniéndose con nosotros después, poco antes del refugio del Puerto
Venero, que como estaba hecho una auténtica guarrería, nos hizo retornar a la zona del pilón, donde
comimos a las 14:25 h. Como el día era fabuloso y no había prisa, llamamos al autobús para que viniera a
buscarnos una hora más tarde.
A las 15:09 comenzamos la subida a la Peña del Anís, quedándose Diego y Ana esperándonos en
los alrededores del refugio. (Diego, de diez años, y a buen seguro futuro montañero, que además le gusta
mucho el deporte de la Orientación, vino con su padre Nacho y disfrutó aunque andaba algo
pachuchín.). Con marcha a todo gas, hicimos esta cota a las 15:40. Nos pusimos en contacto otra vez con
los del Espigüete que ya estaban en el Collado de Arra.
Bajamos de nuevo al refugio y ahí por la pista a las cuevas de Entrecalares para llegar a lo que
siempre creímos que era una torreta de vigilancia de incendios. Sin embargo César nos explicó que era
una torreta de vigilancia de caza. (¡Lo que aprende uno!)
Llegamos a las cinco de la tarde a Valverde, justo a la hora que habíamos quedado con el
conductor y ya nos estaba esperando la expedición del Espigüete, que reposaba placenteramente. No era
para menos su merecido descanso, ya que estos trece aventureros habían comenzado con fuerte ritmo para
alcanzar el Collado de la Cruz Armada. Subieron por la suroeste encontrándose nieve blanda-primavera y
bajaron por el Corredor Norte, con la nieve dura en el sector del Embudo. Después nieve más blanda
hasta el collado de Arra por donde iniciaron el descenso a Valverde.
En la subida, ahora con desenfado, todos se echaban culpas unos a otros de que se habían tirado
muchas piedras... Pastelero, que iba el último llevando a Jorde, tuvo que desviarse algo para que no les
alcanzara los cantos que desprendían los de arriba.
Se calzaron los crampones en la pala a 200 m. de la cresta, donde no había huellas de que hubiera
habido más tráfico de montañeros por ahí.
Arriba ya decidieron bajar por la Norte, y cómo sería que hasta Cuchareto del que dicen que fue
uno de los que pasó algo de miedo, no se atrevió a sacar la petaca de orujo en la cumbre después de
comer, por la concentración que requería bajar por donde se proponía.
En la bajada algunos mostraron su falta de experiencia y entrenamiento para clavar el piolet en
caso de resbalón y terminaron rodando. Esperamos que la próxima vez tengan la prudencia que se les
supone y vengan un poco más entrenados para estas situaciones. De todos modos no hubo mayores
problemas y a cada uno le había supuesto un esfuerzo especial en diferentes momentos, como por ejemplo
la aproximación al Collado de Arra, que fue lo que más les costó a otros.
Teníamos con nosotros una representación del desaparecido Club de Montaña Tralloma, como
Jorde, veterano del mismo, con sus 66 años y Soto, más joven y de la última generación del mismo.
Jorde, que ya vino con nosotros al Valdecebollas por Peña de los Redondos y Valle Viarce en abril del
2001, decía: “... En la última subida se acababa el fuelle, pero me han esperado y muy bien... -Encima
tengo las botas muy gastadas y se me salían los crampones, pero es que me gusta mucho el Espigüete.”
Rafa publicó en Facebook: "Diréis
que soy un pesado, pero otra vez tengo que
agradecer a los guías: Javi Rodriguez se
dejó convencer por mí para bajar por la
Norte (otra vez me mandas donde ya sabes)
y Jose M. Monge me ayudó a quitarme los
esquís en la nieve dura y pindia del
Embudo.". A esto, Fonso contestó: “No te
preocupes Rafa, que yo también insistí para
que no bajáramos por el mismo camino de
subida”.
Mero, por su parte, era la primera
vez que se ponía los crampones y utilizaba
un piolet. Así, al pobre, no le daba tiempo ni
a disfrutar el paisaje. Bastante tenía con
subir y bajar utilizando estos hierros.
Comentaba: “Hemos hecho lo que hemos
podido... Ha habido ratos que sí he pasado
miedo... sobre todo bajando la norte, que
hemos tenido que bajar de espaldas... La cumbre también estaba peliaguda, había un estrecho nevero
por el que tenías que progresar... Impone respeto.”
Por otro lado, Alfonso (“... ¡Pa habernos matao!... Ha faltado el canto un duro...”) hizo un bonito
montaje audiovisual en Youtube Espigüete 12-05-2013 con este mensaje: “Con el maravilloso Club de
Montaña Peña Torquilla. Sois cojonudos. Salida desde Valverde de la Sierra, subida al Espigüete por la
Canal Suroeste y bajada por la Canal Norte, subir por el Collado de Arra y volver a Valverde de la
Sierra.”
Como esta salida estaba cerca, pronto regresamos a Guardo donde tuvimos la correspondiente
sesión de fotos y de participantes que se quedaron a compartir y comentar. Éramos tantos en el bar que
parecía una excursión de las de verdad.
Alto de la Varga - Peña Redonda - Traspeña 02.06.2013.- ☞
Participaron 21 personas (17 socios). Guías: Raúl Macho y José Luis Alonso Cuchareto
Precio: 11 € socios y 13 € no socios
217 € ingresados 306 € de gastos = - 89 € déficit en la actividad.
Día pleno: autobús completo (sólo faltó Carmen a última hora por un contratiempo muscular), sol
radiante durante todo el recorrido, temperatura fresca ideal para caminar y algunas caras nuevas que
respondieron perfectamente quedando encantados del recorrido y la armonía que se respira en todo el
grupo.
A las diez en punto iniciamos la marcha en el Alto de la Varga (1430 m). El personal salió
disparado sin esperar a los guías, que tuvieron que pisar un poco el acelerador para poder enlazar. A las
11 parada en una encantadora majada con corrales en ruina para tomar un pequeño refrigerio y disfrutar
de bunas y
preciosas vistas de toda la montaña palentina.
Continuamos la marcha hacia el sur para
ascender al cordal por el que seguimos en
dirección Este en un continuo sube y baja,
esquivando la mayoría el famoso Gigante (al que
algunos atrevidos sí consiguieron coronar) para
tomar a continuación una última y fuerte subida
que nos conducía directamente a la cima de Peña
Redonda (1933 m).
Tuvimos que descender unos metros por la
cara sur para protegernos del fuerte viento
reinante en la cumbre y dar cuenta de los bocatas.
Esta vez hicieron acto de presencia tres botas de
vino y respectivas petacas de orujo que calentaron
los ánimos. Como la cima tiene 1933m., a Raúl se
le ocurrió la idea de que para sobrepasar los 2000 m. habría que subir a la cruz, así que los más zumbados
del grupo: a trepar por la estructura de hierro.
El descenso hasta las camperas del collado Burrián se hizo por la senda clásica que mira a
Castrejón. Raúl y su cuñado Santi tomaron la alternativa de la cara norte, siguiendo la ruta marcada
anteriormente en el GPS.
Una vez en el collado bordeamos el Pico Burrián (Al que en este caso nadie intentó subir) para
seguir descendiendo por el Barranco de Santa Eulalia, que gustó mucho a todo el mundo, y alcanzar
finalmente la pista que nos condujo sin más contratiempos al pueblo de Traspeña. Cuchareto, que siempre
tiene suerte, encontró una cuerna de siete puntas y un bastón nuevo.
Ya en el pueblo de Traspeña pudimos contemplar la Cruz de Término y la preciosa iglesia gótica
que en esta ocasión encontramos abierta, ya que la estaba limpiando un personaje emblemático de toda la
montaña palentina, la Señora Felisa, que a sus noventa años mantiene una vitalidad digna de toda envidia
y marcó un record, el de subir a Peña Redonda por última vez cuando contaba con 86 años.
Como estaba previsto, a continuación tomamos el autobús que nos condujo nuevamente a Guardo.
(Raúl Macho)
Monte Arbillos (Besande - Cardaño de Abajo) 30.06.2013.- ☞
Participaron 23 personas (19 socios). Guías: José Luis Alonso Cuchareto, Javier Rodríguez y José María
Monge.
Precio: 11 € socios y 13 € no socios
217 € ingresados 308 € de gastos = - 91 € déficit en la actividad.
El monte de Arbillos es poco frecuentado por los montañeros por parecer una peña menor a
pesar de su altitud (cercano a un 2000 y más alto que las cotas de Peña Mayor). En uno de esos días de
suerte como el de hoy, claro y despejado, desde su cresta se ve todo o casi todo... Nada o casi nada tapa a
nada: Picos de Europa, Montes de Riaño y Montes de Cistierna; Espigüete con la crestería hacia la Rasa y
acompañado de
las cumbres cercanas (Pico Murcia, Tres
Provincias y Curavacas); sierras de Canales, del
Brezo y de la Peña; Sierra de Peña Labra;
pantanos de Riaño, Camporredondo y
Compuerto, así como y la inmensa llanura
castellana...
Por ello tuvimos otro pleno de
participación y a pesar de las “buenas cuestas y
buenas bajadas” como decía el de Gozón, resultó
ser una ruta “rechupada” para algunos como para
el Pastor de Ucieza que a estas alturas de la
temporada ya están más que entrenados.
En esta ocasión teníamos a Tuquines de
„co-guía‟ que había estado preparando con
Cuchereto la ruta. Empezó a andar, como él dice
“vaca-camino-pilón”, con la cabeza para abajo,
tirando „pa lante‟ sin fijarse en más... Lo peor del caso es que le siguieron cuatro entusiastas, subiéndose
por todas las piedras que encontraban... Una vez más tuvo que ir el Pastelero al „rescate‟...
Algunos del collado de fueron al Peñón de Arbillos y luego volvieron por toda la cresta hasta el
Orvillo.
La única dificultad estaba en la bajada de esta cumbre hasta el pinar que da al cortafuegos que le
une con la Cruz Armada ya que la vegetación era bastante espesa. No se previó y los que venían „de
corto‟ acabaron con las piernas magulladas por los brezos, pero sin mayores problemas.
Se comió sobre la pista que baja por Juan de las Yeguas al Valle Río Chico. Y después de haber
“trincado tres botas de vino y dos petacas de orujo” llegamos a las 16:15 a Cardaño de Abajo.
Algunas reflexiones de los participantes:
* Ángeles Rasero, que sí que anima, pues no calla: “Día muy animado... Hemos ido detrás de Tuqines,
que nos ha confundido y hemos hecho un buen rodeo...”
* Raúl: “Esta ruta para mí era inédita pues yo había subido a Arbillos sólo desde Otero. Día
espectacular de temperatura... Pensábamos que nos íbamos a freír de calor, pero ha sido un día ideal
para andar... Ruta bonita, bonita. La gente ha aguantado perfectamente.”
Al final acabaron metiendo unos cuantos las piernas en el pilón, hasta que el Pastelero se despojó
de sus vestimentas y se lanzó como si a una piscina se tratara, haciéndose dos „largos‟ completos.
Vuelta a casa y con tiempo veraniego unas cervezas en las terrazas de la zona del bulevar
guardense mientras se compartían las fotos de la exquisita jornada.
Brezo - Cueto Palomo - Brezo 13.07.2013.- ☞
Colaboración con el Ayuntamiento de Santibáñez
para las rutas de verano. Asistieron del Club José
María Monge, Morti y Josea Bardasco en
condición de guías para una docena de
participantes.
* Santibáñez: El Brezo-Cristo Sierra-Cueto
Palomo - El Brezo: 13 de julio y 10 de agosto a
las 9:00 h.
* Villanueva de Arriba-Fuente Los Mures-
Refugio Santibáñez-Santibáñez: 27 de julio y 24
de agosto
Valsurbio desde el Pico Doña María
Travesía Arintero-Peña Forcada-Valdehuesa: CORDAL DE LA DAMA DE ARINTEROS
14.07.2013.- ☞
Participaron 20 personas (19 socios). Guías: Javier Rodríguez y José María Monge.
Precio: 11 € socios y 13 € no socios
189 € ingresados 306 € de gastos = - 117 € déficit en la actividad.
LA RELATIVIDAD
DE LO FÁCIL Este domingo
realizábamos una de las rutas
más interesantes de la Montaña
Central Leonesa, travesía
anhelada últimamente por los
montañeros ya que ofrece unas
excepcionales vistas del
pantano del Porma y de la
periferia roquera que rodea a
este paraje. Sin lugar a dudas,
un tesoro que no se quisieron
perder los montañeros de Peña
Torquilla. El escarpado y
abrupto trazado, sus aéreos pasos, las „trepas‟ y „destrepes‟ para progresar son también sus ingredientes,
así como que al final el esfuerzo se recompensa con el atractivo de impresionantes panorámicas.
Como nos ocurre otras veces (Ej. en la de La Uña-Oseja en noviembre de 2012), surge la eterna
discusión de la escala de dificultad en las actividades. La clasificación es muy “relativa” y por eso no soy
partidario de publicitarla, y aunque ni siquiera en el ámbito federativo de senderismo me dan la razón,
me inclino por preguntar a los guías, leer los mapas, informarse en internet o utilizar el sistema de
valoración de senderos MIDE. Para quitar hierro como en la ocasión del año pasado, diremos que
“Creemos que la ruta no ha sido fácil ni difícil... sino que más bien, un tanto entretenida y laboriosa”.
Lo que pasa es que hay que tener sentido del equilibrio, agilidad entrenada y sobre todo, el suficiente
punto de osado atrevimiento, que no imprudencia... En los pasos un poco más comprometidos la roca
agarra bien, así es que no había mayores problemas aunque Carmelo Pistolas decía que había sitios de
agarrarse con las uñas.
Tal vez nos estamos acostumbrando mucho a la comodidad senderista. Sin embargo hoy ha sido
una ruta real de montaña-montaña. Ejemplo lo tenemos en Carmelo Negro que según él, se le habían
puesto hoy las manos finas de tanto agarrarse a la roca ya que su trabajo habitual no es precisamente de
tenerlas de pianista, pero que había disfrutado mucho porque le gusta eso de andar como las cabras, “a
saltitos” por las rocas (“A saltos te cansas mucho menos” -asegura-). Hasta a Tuqui le pareció el día
fuerte, que además le dio un bajón pero luego se recuperó (Dicen que es que se alimenta mal ¿Será
verdad?).
Sin embargo, este lento caminar aburría a más de uno que se dedicó a hacer fotos a las
innumerables flores. Incluso, los que quisieron evitar ese enredo de los esforzados pasos, tuvieron la
oportunidad de ir con Javi, que rodeó la Forcada con un grupo. Luego les quería bajar por ahí al pantano,
evitando sobresaltos, pero como las hermanas querían seguir, pues adelante... Y alguna se quedó incluso
con las ganas de subir a Peña Forcada... Sería que también querían participar en eso de desprender piedras
para los que iban más abajo... Y ahí tenemos al Pastor de Ucieza, que anda como un rayo, pero sabiendo
de sus limitaciones se adapta a los grupos de menos progresión ya que tiene vértigo y por eso no ascendió
a La Forcada (Agradecido él dice que desde que viene con nosotros está venciendo esa molesta
sensación.).
Total que hoy era el día de las quejas donde, eso sí, con buen humor, decían sentirse engañados.
“¡Cómo sería que Bardasco, en vez de venir con nosotros, subió por lo fácil!” decía Santi de quien aquí
escribe.
Sí, empecé el recorrido por el final, de Valdehuesa a Peñabueno y el Collado de Arintero. No fue
ése el motivo de empezar al revés, Cuñao, sino por cuidar la lesión rodillera. Yo había estado medio
comunicado con ellos por los walkies y sabía que se habían hecho dos grupos. A eso de las 15:30 me
encontré con todos en el collado antes del Pico Gudín, que bajaban de la cuerda de la Forcada... Traían
una cara derrengada de fatiga y controlada rebeldía.
Era un buen lugar de reunión, como si hubiera sido lo programado. Así es que comimos aquí, en
esta pradera bucólica. Poco a poco fueron encajando sus rostros los más sufridos montañeros y también se
dio buena cuenta de las botas de vino, que cada día proliferan más. Por si fuera poco Elena nos llevó
Cuturrús, el licor ancestral de Las Médulas, aguardiente de orujo que Carmelo N, al que se le solapan los
topónimos, lo rebautizó como “Cuturrulludo” en honor a monte Corcollorudo de Besande, y por ser
bebida dulce que según él le „pega‟ más. Era como si les hubiera entrado un “mal de altura” y parecía un
concurso a ver quién la decía ´más gorda‟. Y puestos de sobremesa, alguno de los que hacen montaña en
sandalias aprovechó para pintase las uñas de los pies...
Como había gente que venía muy „tocada‟, los guías Paste y Javi decidieron con buen criterio no
seguir al collado de Arintero y a Peñabueno como estaba previsto. Así que me tocó encarar la bajada por
la canal derecha de la ladera Sur del Pico Gudín. ¡Cómo estarían algunos de desesperados para ponerse en
mis manos!
El descenso fue rápido, sorteando la maleza landera en busca de la pista que veíamos a lo lejos al
otro lado del valle de Valdehuesa, pueblo al que llegamos a las 17:15 h. Unos fueron a buscar el autobús
al museo y otros nos quedamos a eso de tomar un refrigerio en el “Corzo” o como se llame... De esos
bares regentados por ese perfil de camareros que le pides una cosa y te dan otra, teniendo que aguantarte
porque a los demás les hace gracia... Pero no a todos nos gusta este tipo de rollo de los que se permiten el
lujo de hacerse los tontos, además de parecerlo, por estar en un pueblo... aunque son muy espabilados a
hora de cobrar... Por esto proclamo con absoluta mala leche y el poder de la palabra que ¡Un refresco de
naranja con hielo jamás será un refresco de limón sin hielo! En fin... que la indignación va por barrios,
aunque esto no sea demasiado relevante...
A lo que vamos, que salimos a la calle y empezó la entrevista, por lo que pido que sepan lectores
que por aquí naveguen que estos chicos no son unos salidos ni borrachos. Nada de eso, que se cuidan
mucho. Lo que ocurre es que son unos exagerados y a poco que caten el alcohol ya les parece una
barbaridad:
Por esto que Ángeles decía que hiciera constar que “Son unos pervertidos.. ¡Con el orujo y el vino
no saben lo que dicen!”. Y por eso de que alguno decía que con el montón de botas de vino y petacas ya
no sabía si bebía vino u orujo, por lo que una de las hermanas (Isabel o Carmen, Carmen o Isabel) decía:
“Yo, gracias al vino y orujo que llevaban he podido salvar la situación... si no, muero en el intento”. El
de Gozón estaba exuberante, resultándole “heavy day”... No paraba de cantar y animar al personal... en
una mezcla de locura y alegría, contagiando a los demás, no sabemos si por ese „Mal de Altura‟, por los
efluvios alcohólicos o porque tenía que dedicarse a segar y esquilar la semana entrante. “Don‟t worry. Be
happy!” -cantaba- “Ha sido un rompepiernas pero lo hemos aguantado... Somos duros...” “Lo mismo
robamos gallinas que sacos de arena que sacos de arroz... Vamos por la carretera, se nos pincha una
rueda, se nos jode el motor... Damos un paso adelante, .... se jode el volante y se nos rompe el
carburador” -seguía cantando con los demás haciendo de corifeo-
Un de las hermanas Luis: “De „fácil‟ nada. Yo llevo todo el año sin hacer nada y de repente me
apunto a ésta porque pone ´fácil´. ¿Fácil?. ¡Una leche! Sube, baja,.. baja, sube...”. Y la otra: “Yo arriba
no podía ni comer... Llegaba muerta.”
Lo mismo le pasó a Asun, que se apunta a un bombardeo, y que también se sintió liada por eso de
la dificultad. No pierde el humor y dice que cuando paró no podía ni comer.
Elena, que ahora anda de „emigrante‟: “Yo estoy muy cansada, pero como este año sólo puedo ir
a las de verano, me da igual la „medio-dura‟ que la „medio-blanda‟... Me las voy a hacer todas. La ruta
ha sido dura pero se podía hacer. Además Javi nos ha evitado los pasos más peligrosos.”
Raúl, ese chico de sesenta y tantos, que ya es difícil que le acojone una salida, y que se encarga de
rellenar y colocar los carteles por el pueblo, trabajo poco recompensado sobre todo en estas ocasiones,
asumía su papel riéndose, sobre todo porque la actividad había acabado exitosamente: “Cuando hice los
carteles, como la ruta era de 12 km. y un pico de 1700 m. digo ¡Bah, una mariconada! Pero ¡Joer con la
mariconada... Menuda ruta! La próxima vez voy a poner „muy difícil‟ y „peligrosa‟, que era lo que tocaba
hoy, y sobre todo „peligrosa‟... La bajada de La Forcada, ¡Hay que „forcarse‟, como dice Mari!... Por lo
demás, la ruta espectacular, impresionante... una pasada de vistas.”
Santi me decía: “Me la has „clavao‟... Me tienes hasta los... Os voy a pedir daños y
„manifiestos‟...Siempre decís que son fáciles y resulta que ahora estoy que no sé ni dónde „hostias‟
aparcar (sentarse)...”
- “Claro, pero es Raúl, tu „cuñao‟, que te engaña. ¿A mí que me cuentas?” -el narrador-.
- “Pues este „cabrón‟...” -replica-
- “A mí me dicen „fácil‟, pues ´fácil‟... Yo soy el escribiente” -Dice Raúl-
Mientras, una voz femenina desde el otro lado de la cera, mete baza gritando: “¿Fácil?...
¿Fácil?”
- Salimos de Valdehuesa a las 17:45, hora y cuarto más tarde de lo previsto... así es que ni unos
pudieron ver el museo, como esperaban, ni otros bañarse en el pantano, como anhelaban. Para más „inri‟
el autobús tenía avería y tardó en llegar a Guardo... No se podía poner el aire acondicionado porque le
quitaría potencia para subir las cuestas. Decía Paco, el conductor: “¡Como para subir Piedrasluengas!”.
Así es que vaya viaje que dieron algunos con su “mal de altura”.
Llegamos al Equus a las 19:15 h. para compartir las fotos unos cuantos. Continuaba el cachondeo,
merendándonos las „sobras‟ del Pastelero, mientras nos volvía a la memoria la repetida cantinela con que
el de Gozón había protagonizado su buen talente, apoyado por su coro: "Racatapun-chispún y se sacudeee
.... el gallo subeee... ".
Camporredondo - Cerro Coriscao - Puente Agudín 21.07.2013.- ☞
Participaron 16 personas (10 socios). Guías: Vicky Alonso y Josea B
Precio: 3 € socios no socios (coches particulares)
144 € ingresados - 144 € de gastos = 0 € déficit en la actividad.
Tal día como hoy hace un año nos había pedido Jonathan, regente del bar del Puente Agudín, que
organizáramos una ruta coincidiendo con la fiesta que este paraje celebra. Así lo hicimos, incluyéndolo en
nuestro calendario anual de actividades. Tras varias consultas con la organización de los eventos
habíamos acordado hacer la convocatoria similar en tiempo y forma, de tal manera que saldríamos a las
9:30 de Guardo para recoger a quien quisiera en Velilla, empezar la actividad a las 10:00 h. en el parque
infantil de Camporredondo y llegar a tiempo de probar el guiso del pastor.
Dada la época estival, lo muy conocido por nuestros montañeros de la zona por donde íbamos a
transitar, lo poco „agresivo‟ de la actividad,
además de los compromisos familiares, etc.,
no esperábamos
demasiada participación.
Se apuntaron 16 personas, de las
que tres se borraron a última hora, pero se
unieron a nosotros las mascotas de Vicky y
Mero, dígase Homer y Tara (o como dice
Vega “Tara Ven” y “Homer Toma”). Cuál
sería nuestra sorpresa que al llegar a
Camporredondo nos esperaban tres
burgaleses para ir con nosotros (Mar, Juan
Carlos y Roberto, del Club Deportivo
Montañeros Burgaleses y del Club
Bridgestone de Burgos. Roberto tiene el
único Museo del Bonsai de Castilla y
León, concretamente en Villagonzalo
Pedernales, Burgos).
Empezamos a andar con mucho sol,
por lo que aprovechábamos las pocas sombras que se nos ofrecían al paso. El ritmo, sin embargo, era
bastante fluido y llegamos pronto al cerro Coriscao, una selva para subir hasta el vértice geodésico y su
caseta de antenas.
La madrileña Mercedes, más bien la de Carbonera, esto... esa chica que tiene una casa en
Saldaña... la médica... ¡A ver si me aclaro!... La moza que andaba por aquí y que lo mismo que en octubre
del año pasado se enteró por internet de la ruta del Monte de Salcedillo -donde ya tuvo la experiencia de
quedarse atascada en unos zarzales hasta que Cuchareto le rescató-, en esta ocasión se nos despistó a la
bajada del Monte Coriscao. Y cuidado que es difícil, porque íbamos todos juntos y habíamos parado hacía
10 minutos en ese lugar para explicar por dónde descendíamos. Despiste justificable porque estaba
disfrutando tanto del paisaje, atareada con sus fotos, que no se dio cuenta en el cruce. Menos mal que
todo se arregló en seguida. Y aunque tuvo ese momento que decía “Ahora, de perdidos, a Burgos”, por
eso de que arrastró tras suyo a los dos chicos burgaleses, para ella todo esto le resulta “emocionante... la
herencia del paisaje”. Y además tuvo la fortuna de encontrarse abajo con una tía-segunda suya que hacía
años que no veía.
A media mañana vimos en los pilones a Nacho que andaba desde las 6:30 por ahí haciendo fotos a
los bichos. Nos acompañó un tramo hasta que desapareció por el valle La Cueva, momento en el que el
Pastelero nos dice por su „celular‟ que anda en la campa festiva con la familia. Cuenta que por allá ahora
están con la misa de campaña... cuando alguien comenta por aquí “¿Pero no era ésta una fiesta laica?” a
lo que enseguida otro reprendió con autoritaria brusquedad: “¡Sin la Iglesia esto no hubiera sido
posible!”. Comentario anacrónico, de ultratumba, propio de resentidos personajes que se nos han colado
en el club como „topos‟ con el fin de adoctrinarnos si nos salimos de madre, ya que tenemos fama de
agnósticos y contestatarios. A partir de este momento iban con la „escopeta cargada‟, al loro por si se nos
ocurría meternos con sus idolatrados gobernantes a los que defienden cual arpías...
Somos más de cien socios y en esta rica diversidad tenemos cabida todo tipo de gente con sus
individuales ideologías... Lo que no es de recibo que se metan „espías‟ aquí sólo a ver qué se cuece, cual
Vieja‟l Visillo, hace tiempo ya desenmascarados a sí mismos por su comportamiento agresivo y solitario,
incapaces siquiera de sentarse a comer con el resto de los excursionistas.
Y es una pena que además de organizarles una salida por la montaña, con el trabajo que esto
supone, tengamos que aguantar que nos enseñen los dientes cada vez que hagamos un comentario que no
les gusta... Pues como de buen hijo es ser agradecido, con la humildad que merece la ocasión, y con el
homenaje que hacemos a la inteligencia, a vosotros, empeñados en arruinarnos también nuestras rutas,
bien alto os agradecemos como a todos los grupos políticos, que hoy día nuestros hijos y vecinos estén sin
trabajo y tampoco tengan medios económicos para ir a la universidad.
Simplemente lo que queremos decir con lo de la „misa‟ no es que nos hayan chafado o usurpado la
fiesta, sino que no parece lógico que algo que nació del corazón sin tener que ver nada con alguna de las
miles de religiones existentes, lo tengan que convertir ahora en algo ´piadoso` y que posiblemente
terminará llamándose “Día del Santo Ángel del Amparo y de las quinientas llagas del Cristo de la
Montaña Palentina” o algo parecido -¡Al tiempo...! Y podéis decir que no nos incumbe porque es la
fiesta de estos pueblos. Pero si hablan del “Día de la exaltación de la Montaña Palentina”, del “Día de la
Montaña Palentina”, “Día de Fuentes Carrionas y La Montaña Palentina”, entonces es la fiesta de
todos, incluso nuestra.
Intentando retomar el relato de la experiencia de hoy, recuerdo que pronto Asun comentaba que
todavía no le habían crecido las uñas de la ruta Arintero del domingo pasado... y decía: “Esto es lo
nuestro, no andar trepando por ahí...”
Llegamos al cruce del GR1 para Cadaño-Valvederde-Camino de la Binesa por la Cruz Armada.
Vicky y Carmen marcharon por esta última variante hacia el Alto de la Casilla. Llegaron a las 14:40 h. a
Cardaño, antes que nosotros, a pesar de hacer casi tres km. más, porque se lo tomaron corriendo, como
buenas deportistas. Carmen, la actriz Palinura de la comedia “Gorgojo” de Plauto, había tenido además un
pequeño contratiempo y resbaló, así es que venía magullada. Según ella, decía de cachondeo que le había
empujado Vicky. Y es que a ésta, que hoy iba de „co-guía‟ (giro-palabro que se inventó Dori en su día)
no la sentó muy bien este término que sonaba a “segundona” o “adjunta”, por lo que cabreada, tras un
codazo, lanzó en plancha bruces-suelo a Carmen cuando estaban solas por la Binesa. No sabemos si la
tiró por eso o porque le iba ganando la carrera. También puede ser porque no la dejamos tomar un café a
la llegada a Camporredondo... “¡Cuando Vicky dice que se toma un café, se toma un café!” -decía-, pero
se tuvo que conformar con un caramelo del mismo sabor. ¡Pobre! Es lo que tiene ir de responsable en una
ruta, además de que tuvo que poner su flamante “furgo” que no sabíamos que existía, y que a buen seguro
nos la tendrá que prestar más de una vez... O se la compramos.
Tardamos otros diez minutos en llegar al gentío de Puente Agudín. Nuestra sorpresa fue que ya no
quedaba caldereta a pesar de haber ajustado el tiempo para llegar a la hora como habíamos hablado con
Jonathan... Habían empezado antes a distribuir el ágape... Aquí abajo también había “marejada indignada”
y gente que andaba participando en la celebración nos decían: “Lo que tenéis que hacer es quitárselo a
los tragadores que hay ahí adentro”, refiriéndose a los mandatarios que estaban comiendo en el interior
del refugio para no mezclase con la plebe después de haber repartido el guiso, en ese protagonista afán
que tienen de repartir caridad con lo que no es suyo, disfrutando mientras son conscientes de que el
pueblo llano les desprecia pues viven al margen de la credibilidad ciudadana.
Ahora los reaccionarios topos políticos de nuestra ruta de hoy “se mordían la lengua” al oír estos
violentos comentarios, esperando el momento oportuno para manifestar sus amoríos políticos, cosa que
no tardó en suceder... y como tenían el día sembrado, sin venir a cuento de nada “Hay que dar tiempo a
Rajoy, que sólo lleva dos años” -proclamarían más tarde-.
Menos mal que Victorino, uno de los cocineros, de Otero, nos dio algo de lo que habían dejado
para ellos: “Os lo habéis ganado”, decía. Y pudimos probarla aunque Pistolas se apalancó la cazuela y
casi nos deja sin catarla... Tenía hambre el hombre ya que además nos comió el pan más los pinchos a
modo de tortilla y torreznos con los que nos había obsequiado Pastelero, el presi.
Hablando del presi, le agradecemos también que nos llevara el melón que distribuimos entre
todos. Después, por fin un buen café al que nos invitó Jonathan. Jose Pastelero, como si de un anfitrión se
tratara, nos llevó a visitar la Cueva del Agua, la „cueva doble‟ como decimos nosotros, una sorpresa que
no estaba prevista y de la cual se disfrutó cantidad.
Llegamos a las 17:30 a Camporredondo y luego en Guardo: reparto digital de fotos en el Bulevar.
El Facebook de Puente Agudín Montaña Palentina comentó después: “Muchas gracias a Peña
Torquilla por ayudarnos en la Fiesta”.
Pues de nada, majos, aunque a veces uno piensa que es mejor quedarse en casa que salir a divertir
a ciertos lumbreras adoctrinados que no nos pueden dejar de acosar ni en la más „sagrada‟ de nuestras
aficiones: LA MONTAÑA. Así y todo, pues ¡VIVA LA MONTAÑA, VIVA!
Villanueva-Fuente Los Mures- Santibáñez
27.07.2013.- ☞
Colaboración con el Ayuntamiento de Santibáñez
para las rutas de verano. Asistieron del Club José
María Monge y Josea Bardasco en condición de
guías para una cuatro participantes ya que llovía y a
pesar de que iban a ir bastantes personas, se volvieron
para atrás.
Ruta costera Somo-Langre-Galizano 11.08.2013.- ☞
Participaron 52 personas (21 socios). Guías: Rita Roldán, Jose María Monge y Josea B
Precio: 11 € socios y 13 no socios (incluido desplazamiento en barco de Santander a Somo)
566 € ingresados - 418,80 € de gastos = 147,20 € superávit en la actividad.
No teníamos muy claro que esta salida fuera a prosperar ya que en el programa de fiestas de San
Antonio de Guardo nos habían puesto la ruta “De Somo a Langreo”, y claro, hacer doscientos y pico
kilómetros andando en un día, como que no. Se ve que como también nos habían colocado el „pasacalles‟
de
San Cristóbal se notaba que todo era
una errática broma de la mediocridad.
Así es que el Ayuntamiento no
consiguió espantarnos al personal y
fuimos con un autobús repleto... Cómo
sería que al ver luego tanta gente en las
fotos, alguno como Rafa comentaba
“¡Jodó, que mogollón! Esto es un
record, no?” Pues no, majo, casi lo
conseguimos, pero allá por el 2001
participaron 55 montañeros en cada
una de las rutas de Beges-Tresviso-
Urdón y en la de El Cares ¡Esperamos
batir el record este año!
Al final éramos cincuenta y dos
personas, algunos nuevos en estas lides
y a los que sólo vemos de año en año,
en este tipo de rutas, asiduos de la
playera -algunos, guardenses que sólo
vienen ya por aquí de vacaciones-, motivo por el cual estamos doblemente contentos.
Íbamos como en un autobús de línea: recogimos en Santibáñez a Mari Carmen, José Luis,
Faustino y María José y en Aguilar a Maite y Ana Belén. Aunque la entrada al Ferri está en obras por el
macro-proyecto del Centro Botín, a las 10:10 estábamos ya por la Grúa de Piedra, gestionando los billetes
en las taquillas de la lancha. Veinte minutos después ya estábamos a bordo, y aunque éramos muchos, no
hubo problema alguno en embarcar ni en el desembarque y todo marchó a las mil maravillas. Y es que,
aunque parezca mentira, es más fácil controlar en la montaña que aquí, porque uno que se marcha al
chiringuito, otro que se pierde detrás de una gachí... En la montaña, si somos muchos, todos en fila y
punto.
En Somo Juli, Javi, Rita e Isaac nos estaban esperando para hacer la travesía con nosotros.
Esperamos un poco a los cafeteros y a las 11:05, tal y como estaba previsto, empezamos a andar.
Ver a 52 mochileros por el puerto era todo un espectáculo y más aún cuando cruzamos la playa de
Somo mientras la gente tomaba el sol.
En la playa de Loredo, cuando cogimos la pista para salvar las rocas que lleva de nuevo al arenal,
algunos se liaron y continuaron hacia el pueblo, perdiéndose la coqueta cala de Los Tranquilos, pero al
final dieron bien con la línea de costa de nuevo. Los que íbamos detrás de ellos, cuando nos dimos cuenta,
retrocedimos y seguimos por el camino, y para darle un poco más emoción bajamos trepando un poco por
otra senda a esa playa.
Rosi lo pasó aquí un poco mal. Ya antes de venir estaba con la „cosa‟ de que no iba a llegar, ya
que tenía problemas en las piernas. Pero fue muy valiente y además de su familia, siempre fuimos con
ella, incluso Morti, que se portó como un caballero. Ya les dijimos que no sufrieran por cómo iban los
demás de deprisa, que no se les iba a atrasar porque haríamos grupos, que para eso había cuatro guías,
además del co-guía Isaac.
Por eso en la foto de grupo no salieron: iban muy atrás y los de adelante tenían mucha prisa por
llegar a zambullirse en el agua. Conseguir reunir a los demás ha sido una de las grandes hazañas del día,
pues alguno no estaba por la labor a pesar de decírselo. Seguramente, o posiblemente no, que después les
ha gustado verlo en El Palentino como noticia destacada.
Pero no todos venían por un día playero, simplemente no se quisieron perder la jornada, como es
el caso de José Ramón, que anduvo haciendo un reportaje fotográfico de los acantilados. Cuchareto
tampoco es de playa, así es que se dedicó a dar vueltas por ahí. Y Mero, a disfrutar del ambiente.
A las dos de la tarde ya estábamos todos en la playa de Galizano. Había bandera roja y los
socorristas tenían que emplearse a fondo con sus constantes y molestos „pitidos‟ para que nadie se fuera
por la zona peligrosa. De todos modos nos pudimos bañar, aunque no fuera más que sortear las olas. El
agua estaba estupenda para ser el del Cantábrico.
Eduardo se lesionó (¡A quién se le ocurre!): Una patada sin querer contra una roca dentro del agua
fue la causante. Seguramente porque el día anterior le habían eliminado de la Maratón de la Valdavia en
Fútbol-Sala. Menos mal que estaría pendiente de él Elena Ares, que hoy se había traído a amigos y
familia, incluso a su padre... Esto parecía la Caravana de Los Ares.
Pusimos las 18:30 como hora de partida, pero lo hicimos treinta minutos más tarde, ya que estaban
aparcados los coches a ambos lados de la carretera en el tramo que va de la playa hasta el pueblo y no
había forma de sacar el vehículo ni siquiera del aparcamiento y eso que Roberto, el conductor, le tenía
bien encarado desde por la mañana (Lo que no previó, ni tampoco nosotros, es que más tarde se aparcara
como se hizo). Éste llamó a los municipales y cuando acudieron, ante la indecisión de todos, tomó la
iniciativa de maniobrar para intentar salir. Se sumaban las apuestas si lo conseguiría o no, y vaya que lo
logró, con gran pericia, ante el asombro del personal y seguido de aplausos. Carmelo Pistolas después iba
cerrando espejos de los autocares que no nos dejaban pasar, apartando los tendales... En todo este tramo
de sensaciones nadie dio muestras de nerviosismo por tener que esperar. Está claro que el mar relaja y
tanto que en el viaje de vuelta algunos venían dormidos. Parecía una excursión de mansos viejecitos por
la paz reinante durante todo el trayecto, menos como siempre, atrás, que era un jolgorio continuo, ya que
Mercedes y las Reporteras no callaban.
Había tanta calma que daba un poco „corte‟ hacer una entrevista para esta memoria. Al final
pudimos preguntar a Carmen Luis, una de las “Hermanas Reporteras”. Que conste que en el anonimato,
porque no quiere que ponga su nombre aquí... ¡Vaya, ya se me coló!
Bueno, dice que “Una playa preciosísima... y un conductor estupendo, también. La única pega es
que nos hizo la llave Pastelero, que no nos avisó que traía sandía con ron para el postre de la comida...
Así es que va a tener la cantinela de la sandía para todo el año.”
Y es que cuando llegamos a la playa cada uno fue por un lado a bañarse y comer el bocata, por
libre, tal y como habíamos acordado, que para eso no es ésta una excursión del colegio... Las pobres ya no
se acuerdan que es tradición que el Pastelero traiga este tipo de regalos para los postres.
Como es habitual vinieron niños con nosotros y Sandra “tiene que llevar la piel arrugada para
casa” -decía Carmen- de todo lo que ha disfrutado en el agua, así cono Candela y Marina. Pero no fueron
las únicas que sacaron todo el provecho posible de la playa, ya que Elena Fdez. le exprimió todo el jugo
disponible “hasta no poder más” y además disfrutó también porque le gusta ver a tanta gente participando
con nosotros.
Paco Ares comentó en Facebook: “Nos lo hemos pasado genial”. A Raquel, por su parte, le gustó
que habían muchas conchas en la playa, y alguna se traía consigo. Les hubiera gustado bajar a las bañeras
de Llaranza, pues había gente, jóvenes más bien, allá abajo. Pero Rita, como buena guía responsable, ya
lo tenía claro antes de salir y no se quiso arriesgar a que alguien le pasara algo, además que esto
significaba disgregar mucho el grupo y sería difícil luego juntarse para los pasos donde podía haber
cruces críticos.
Esta no fue la única queja ya que a algún otro le hubiera gustado que bajáramos a la playa de
Langre, en su zona nudista.... Pero nada... Los guías no relucían hoy por su flexibilidad. Carmelo Pistolas
se quejaba de que se le habían mojado los pies y eso que sus sandalias eran de gore-tex. Menos mal que
luego “Es la primera ruta que hago con el club en doce años en chanclas. Una ruta muy amena, todavía
mejor que la del año pasado” -decía-.
Antes de llegar a Torrelavega como siempre: ATASCO. Pero esta vez no era tan exagerado, así es
que recuperamos algo del tiempo perdido en la salida de Galizano. Y a las 21:30 llegábamos a Guardo
después del éxito y de “Un día perfecto", como nos escribió Elena Fdez.
Senda Fluvial del Río Nansa y Val de San Vicente: Muñorrodero-Serdio-Luey 25.08.2013.- ☞
Participaron 54 personas (18 socios). Guías: Vicky, Valle, Morti y Josea B
Precio: 9 € socios y 11 no socios
504 € ingresados - 318 € de gastos = + 186 € superávit en la actividad.
El día de los ‘Cacahuetes’
Cincuenta y cuatro participantes nos desplazamos este domingo 25 de agosto a los dominios de
Val de San Vicente para hacer la bonita Ruta Fluvial del Río Nansa donde, además, nos pudimos bañar y
disfrutar del parque de Muñorrodero.
Lo que denominamos
“Iniciación Infantil al Senderismo” se
convirtió en una convivencia familiar
de quince a veinte niños y niñas con
sus familiares y amigos donde todos
coincidieron en que mereció la pena
el viaje por el buen ambiente que
reinó durante toda la excursión y lo
bonito de la vecina tierra cántabra.
Además, los más osados
hicieron otra ruta de 12 km.
Muñorrodero-Serio-Luey-
Muñorrodero, diseñada por el Club a
partir de otras existentes en este
municipio.
Rafa ha escrito: "¡Uyyy...por
los pelos no hubo record!". Sí, nos
hemos quedado a uno del record,
aunque la verdad es que hubo gente que no pudo participar ya que el autobús es de 55 plazas y había
interesado algún grupo más en asistir. No se podía tampoco ir con coches particulares pues era una
travesía: ruta lineal que parte de un sitio y llega a otro.
Habíamos salido de Guardo a las 8:10 y después de un largo viaje, comenzamos a andar a las
10:45 una vez que se nos uniera en Muño, Jesús, el buceador.
Bajamos todos juntos hasta la central, donde nos hicimos la foto de grupo. Los que sólo venían a
dar el paseo del río y los niños con sus padres, se quedaron con Valle y Vicky de responsables para ir
poco a poco disfrutando de los árboles a los que trepaban, de los puentes que cruzaban y de las pasarelas,
que colgaban.
Mientras, otros dieciocho partimos a „a toda caña‟, tirando de nosotros Carmen y Paco. La ruta
fluvial parecía el Cares, con mucha gente, familias enteras a veces. Llegamos al parque de Muño a las
12:55 y se quedó Maika. Los demás seguimos la segunda ruta, ahora con bastante calor, pero pudimos
degustar moras que había en la subida al lado de la cantera.
A las 14:00 h. nos presentamos en Serdio. Estaban en fiestas, así es que nos unimos un poco a ella
tomando un refresco en el bar y aprovechando para hablar con la gente (“Serdio es un pueblo precioso,
aunque rodeado por desgracia de eucaliptos” -Nos decía un vecino-.)
Subimos a comer a un merendero en el paraje del mirador natural del pueblo. Como estábamos tan
a gusto, empleamos en esta localidad una hora, mientras hablábamos con el grupo del río que decían
estarlo pasando fenomenal entre el baño y la tirolina. Paco despistado, decía “Y ahora, ¿qué vamos a
hacer hasta las cinco?” No se acordaba que todavía nos quedaba un trayecto de otros siete km.
Reanudamos la marcha a las tres de la tarde. El día se había puesto plomizo, y a veces amenazaba
lluvia, pero luego se arregló. Nos acercamos a ver la torre medieval de la Estrada, pero casi nadie dio
cuenta de ello y no les gustó mucho el tema de llegar hasta allí para ver un montón de piedras con un
viejo andamio a punto de desplomarse, lo que parecía uno de esos fiascos...: En el cartel explicativo
hablaba de las características del monumento defensivo y rezaba además, que se había acabado su
restauración en el 2005 (¡Fiasco seguro, oiga!).
José Antonio reñía al personal por hacer tan poco caso del monumento, diciendo que aunque la
ruta de hoy era en sí misma todo un acierto, había que exceptuar lo de la visita a la Torre, ya que la gente
no lo apreció, parecía que sólo querían andar y andar... “¡Hay que hacer montaña con cabeza...!” -decía-
Así, continuamos hacia el mirador natural del Cornejo, donde las vistas son inmejorables, con
panorámicas de la costa, de Peña Sagra, Picos de Europa, Sierra del Cuera, Pico Gamonal... Íbamos un
poco disgregados, dependiendo de lo que cada uno quería ver, como ubicar los pueblos, qué ría veíamos
(si la de Tina Mayor o la de Tina Menor, con su Deva o Nansa, respectivamente)... En fin, que ahora sí
teníamos una excursión „con cabeza‟, “low”, disfrutando y aprendiendo de lo que se nos ofrecía
alrededor.
Llegamos a Luey y ya definitivamente nos separamos. Unos bajaron para el río y otros al bar:
nuevo refrigerio.
A las 17:00 horas llegamos a Muño. La gente estaba aprovechando un día tranquilo en el agua y
los juegos de la zona de recreo. Lo de la tirolina del parque había sido una imprevista y grata sorpresa,
aunque el chaval Guillermo se quejaba de que se colaban unos de otros.
Fuimos a darnos un baño y pusimos la salida a las 17:45. Puntuales, iniciamos el reparto digital de
fotos y a la vez la sesión periodística, esta vez casi todo con los niños („Cacahuetes‟), con la pregunta de
“Y hoy, ¿qué has hecho?” haciéndoles el „chantaje‟ de darle un bombón al que respondía, aunque a
algunos, tímidos, les „había comido la lengua el gato‟, otros ya se habían dormido y los que como
Gustavo, de lo que más se acordaban era que se habían levantado a las siete de la mañana.
Confundiéndome con los nombres de Silvia, Jimena y Lucía, al final pude salir del apuro y éstas
fueron sus contestaciones:
- Lucía: “Primero he andado, después he comido y después he ido a bañarme al río.”
- Silvia: “Hemos andado, fuimos al parque a jugar un rato, fuimos a comer y luego al río a meternos, y
otra vez al parque.”
- Jana: “Muy bien porque nos hemos divertido mucho y me lo estoy pasando muy bien. Me he echado
amigas nuevas como la prima de Karen y su amiga. Tengo amigas aquí que me ayudan y puedo jugar con
ellas.”
- Jimena a modo de protesta hacía una buena observación gritando: “Me aburro en el autobús porque es
un camino muy largo y lo hemos pasado „chachi‟!”
- “Vale, el próximo día vamos a ir en barco” -reportero-.
- “¡Toma!” -Silvia-
- “No, ¿qué tal si vamos en jirafas?” -decía Jimena-
- “No, ¡caballos! ¡caballos!” -replicaba Jana-
- “Vale, en los tuyos.” -reportero-
- “Que somos cincuenta y cuatro ¿Tú crees que cabemos todos en los caballos?” -Jana-
- “¡Sííííí........!” -decían las demás-.
- Lucía: “Pues... caminar por el río Nansa.... Me he cansado”
- “El próximo día lo vamos a hacer en jirafas” -reportero-
- “¡Bieeen!!!” -Lucía-
- Sara, que decía no haberse cansado a la pregunta de qué había hecho: “Andar ....” -contestaba como si
nada. -
- “¿Y para eso vienes aquí?. Pues vaya bobada... Y ¿has hecho amigos y amigas?” -el narrador
bromeando-
- “Los que tenía” -Sara-
- Karen, que hizo buenas migas con Tuquines, se entretenía intentando „mangar‟ el bolso de mano de
„Bardas‟, desordenándome los papeles..., jugando a ser „trasta‟... Se lo pasó „bomba‟: “He ido andando...
y me he hecho amiga de Víctor”.
- Diana: “Me lo he pasado muy bien...”
- “Y ¿con quién has venido?” -reportero-
- “Con Ángela” - Diana-
- “Y Ángela quién es?” -reportero-
- “ Una amiga” - Diana-
- “Y Ángela, ¿con quién ha venido?” -reportero-
- “Pues con su madre” - Diana-
- “Y su madre ¿quién es?” -reportero-
- “Mari Ángeles” - Diana-
- “¿Y por qué Ángela no quiere hablar?” -reportero-
- “Porque es una sosa” - Diana-
- “¡A ver Sosa, di algo!” -reportero-
-“No, Ja, ja, ja......” -Ángela-
Además nos comentó Pilar, de 70 años: “Me ha gustado mucho sobre todo por la armonía de la
gente.... aquí no hay nadie que levante la voz por encima de otros, mucha unión entre todos... Y la ruta
muy bonita.”
Y en el polo opuesto de edad iba Mari Carmen, una niña de tres años que no se quejó en momento
alguno y se hizo tan campante toda la ruta. La gente que no le conoce se ha quedado asombrada.
De los más habituales, como Carmelo se explayaba: “Lo mejor, acabar bañándonos en el río. A
partir de ahora que sean todas las rutas así, vamos a dejar de subir a las peñas y vamos a andar por los
valles, que merece más la pena”
Con un viaje sosegado y más ameno que a la ida, llegamos a Guardo a las 20:00 h. sin incidencia
alguna excepto que Rafa se olvidó las llaves de su coche en el autobús, pero nos avisó rápidamente
Roberto y pudo recuperarlas.
Sierra de Híjar. Peña Rubia por el Camino de la Guerra 01.09.2013.- ☞
Participaron 16 personas (13 socios). Guías: Josea B
Precio: 9 € socios y 11 no socios
141 € ingresados - 308 € de gastos = - 167 € déficit en la actividad.
Corría el domingo 14 de septiembre de 2012 cuando me desplacé al Collado de Somahoz a hacer
una foto del monte Salcedillo para animar y ofertar vía internet la ruta que teníamos la semana siguiente.
No estaba el día para cámaras ya
nevaba, granizaba más todas las
inclemencias que uno se pueda
imaginar. Así es que tocaba esperar y
mientras tanto tomé una pista que salía a
la izquierda por la ladera en la zona
cántabra sin la menor idea de a dónde
llevaba. Estuve andando horas y horas
hasta poder pillar una buena instantánea
y mientras andaba me salió esta ruta de
“Sierra de Híjar - Peña Rubia por el
camino de la guerra”, resultando una de
las más interesantes de esta temporada
por su valor cultural y paisajístico, y que
es la que hemos realizado hoy:
Después del asueto veraniego la
temporada sigue avanzando y hemos renovado el grado de dificultad de nuestras salidas. Ésta es todavía
cómoda pero acercándose ya más a lo que parece que tiene que ser una actividad de un club de montaña.
La habíamos publicitado de “Trekking, fácil y apta para todo el mundo acostumbrado a andar, de 25
km. con posibilidad de acortarla para aquéllos que lo prefieran”, aunque en el calendario estaba
catalogada de dificultad “media” ya que el descenso iba a ser por el escobal Este de la sierra. Sin embargo
cambiamos la graduación porque la misma semana de la marcha encontré la senda que hacen los romeros
de la comarca de la Hermandad de Campo de Suso a la Virgen del Labra.
La Sierra de Híjar es la que continúa de Peña Labra y La Cebollera (Valdecebollas), al norte de la
línea que forman el Golobar, Salcedillo y Collado de Somahoz. Prácticamente desde el aparcamiento de
la Tejada de Tosande hasta Aguilar no la dejamos de ver.
Los restos del frente de la Guerra Civil y la ubicación en la cresta de la ermita de la Virgen del
Labra han sido otros de los argumentos culturales que hacían que nadie se quisiera perder este fabuloso
recorrido. El económico precio también facilitaba la asistencia, pero como dijo Carmelo P, estamos
haciendo las salidas muy seguidas, por lo que no tuvimos la asistencia esperada, aunque así y todo
participamos dieciséis.
Comenzamos a andar a la 10:20, después de haber recogido a Maite en Matamorisca. Mucho
viento y frío y los altos cubiertos de nubes. Más adelante el día fue mejorando y tuvimos un tiempo
fenomenal (Un poco de aire en la cresta a veces, nada más.).
Pasamos por dos refugios y por tres invernales de forma semicilíndrica y tejado corrugado y
verde („docker‟, dice José Antonio que se llaman, aunque no sabemos si se refería a estas naves ya que
andaba algo despistado, enfrascado en el manejo de su GPS y los nuevos mapas que le había
introducido.).
José Miguel por su parte, seguía haciendo equilibrios para ir mejorando el vértigo que padece
desde pequeño y que dice ir mejorando desde que sale con nosotros: Se subía a todos los riscos que
encontraba, incluso a algún tejado. Le perdonaremos porque luego nos invitó en Salcedillo. ¡Pero que no
lo vuelva a hacer! (Nos referimos, claro está, a que no vuelva a hacer lo de invitar, que somos muchos y
es una „pasta‟, aunque él diga que “total en mi pueblo no hay bar ni nada”.)
Hicimos reunión en las dos cuencas. A la de Búcer llegamos a las 12:15 h. Había cacería y
además oíamos cohetes festivos de Naveda. Así se ambientaba más la ruta que estábamos haciendo del
“Camino de la Guerra”.
En esta cómoda subida íbamos cogiendo arándanos. Juan nos explicó la diferencia entre los
arándanos y los frutos de los enebros, a veces llamados „bayas”, que se parecen pero que son totalmente
diferentes. Los de los enebros son amargos y se utilizan para la aromatización de la ginebra.
Llegados arriba, nos asomamos a ver las ruinas del fiasco-refugio alpino del Golobar,
(“Paravacas”, como le llaman algunos amigos). Aprovechamos para detenernos y disfrutar de las
espectaculares panorámicas a ambos lados de la crestería, que como dice Mariena, “Ésta es una excursión
de unas vistas muy chulas, buena ruta para orientarse porque yendo por la cuerda ves para un lado, ves
para otro y vas ubicando los sitios.”.
Mirando hacia el norte están las tierras de Alto Campoo, cuyas vistas a sus diseminados pueblos
son fabulosas, así como de la Sierra el Cordel e incluso los riscos de los Puertos de Sejos. Hacia el sur
tenemos desde el Bernorio a La Cebollera pasando por el macizo burgalés de Peña Amaya, allá al fondo,
en las postrimerías de Herrera del Pisuerga. Avistamos las Tuerces, pantano de Aguilar, Peña Don Julián -
roquedo del mirador de la senda Ursi, etc.-
A fin de volver a reagruparnos, cominos antes de llegar a Peña Rubia, en la vertiente sur de la
sierra, a la altura de La Collada, evitando el viento. La comida fue muy amena con conversaciones
distendidas y jugando a identificar los sitios que desde aquí veíamos o creíamos ver.
A las tres de la tarde comenzamos a andar de nuevo. Todos iban a gusto y parecía que su único
objetivo era pasear y disfrutar de las vistas que se nos ofrecían, que ya era bastante. Pero después de Peña
Rubia, donde nos hicimos la foto de grupo, nos quedaban las sorpresas: las trincheras y más abajo la
ermita del Labra, donde experimentábamos con ser peregrinos.
Bajamos por el camino romero y antes de llegar a una bucólica rochica vimos una asombrosa
efigie roquera de lo que parece un jabalí o un bicho que se ha escapado de la torada de Guisando (como
apuntó Pastelero -que hoy quedó castigado sin venir por tener que preparar rutas que nos quedan-).
Ángeles no dudó en trepar para subirse a su lomo y es que para ella ha sido muy cómoda esta batalla
senderista según a lo que está acostumbrada.
Llegamos a las 6:05 al collado de Somahoz, media hora más tarde de la que habíamos quedado
con Paco, el conductor del bus y después de haber andado un total de 7 horas para 24,5 km.
Fuimos a Salcedillo a tomar un refresco y a darle al regente del local unas fotos de la Virgen del
Labra que habíamos imprimido días antes, ya que no lo conocía. Salimos a las 6:45 de este pueblo para
llegar a Guardo a las 19:50 h.
Angelines G, socia pero que hasta ahora ha venido muy pocas veces, decía que la actividad había
resultado “Un poco dura para mi forma física...”. Tuvo un pequeño bajón de esos que tiene cualquiera y
quería abandonar, quedándose sentada allí donde le surgió la pájara. Pero luego aguantó como una
campeona y estaba muy satisfecha, aunque con miedo de que el día siguiente iba a tener agujetas y esas
cosas. Sin embargo nos comentaría después que estuvo fenomenal, sin problema alguno.
Al saldañés Adolfo, nuevo en estas lides, que dice querer hacer más salidas con nosotros, le
pareció interesante. A ver si se anima.
Juan, guardense él que reside en Burgos y que hacía un año que no venía, ha demostrado ser gran
conocedor de geografía palentina, así como de su flora, y nos iba dando alguna explicación. En fechas
próximas tenía intención de ir al Moncayo: “Estáis haciendo una labor muy buena por el deporte y la
montaña. Seguid así y me tendréis más veces con vosotros”
Morti tenía el día un poco „rutón‟ por la kilometrada y tener que pararse tanto a esperar al
personal, pero de eso se trataba, de hacer una ruta amena, low: de esas que te invitan a aprender, a
contemplar y admirar, ver y recrearse: Divertirse en fin.
¡Hasta la próxima, majos!
Cardaño-Vidrieros por Curavacas o Hoya Continua 15.09.2013.- ☞
Participaron 23 personas (20 socios). Guías: Jose Mª Monge, Javier Rodríguez y José Luis Alonso
Cuchareto
Precio: 11 € socios y 13 no socios
226 € ingresados - 318 € de gastos = - 092 € déficit en la actividad.
Se llenó el autobús de 22 plazas. A las 9:15 empezaron a andar. Estaban todos los altos cubiertos y
era espectacularmente agradable ver la evolución de cómo se iba abriendo el día. A las 10:25 ya estaba
todo prácticamente despejado, con unas vistas inolvidables. Teníamos dos rutas de Cardaño a Vidrieros:
una por el Curavacas y otra por Hoya Continua y Canchas de Ojeda, habiendo de pasar todos por el
Collado del Ves, donde se separaban los grupos.
Los galgos: (o “los de primera división”, términos que usa Carmelo N para nombrar a los intrépidos que
se aventuran a las
rutas más duras)
iban al Curavacas
por el Ves y senda
del Notario llevados
por Cuchareto y
Pastelero. Éste se
quejaba de que
subiendo al Collado
del Ves cada uno iba
“por donde le dio la
gana” en vez de
subir por la ruta
prevista, ya que su
co-guía “Iba por
libre, sin esperar al
personal ni para
subir ni para bajar.
Era tal su descontrol que en un tramo de la subida al Ves, en vez de seguir lo marcado se fue detrás de
José Ramón porque pensaba que „será por aquí porque éste sabe mucho‟. Pero el velillense tampoco
sabía por dónde andaba y se extraviaron los dos más todos los que les seguían”.
Y es que Pastelero se había adelantado a esperarles en el collado dándoles diez minutos de
diferencia a fin de hacer una prueba selectiva, criba para ver quién estaba preparado para una ruta o para
la otra de las dos de hoy. Sin embargo esta estrategia no funcionó, porque como decía, su compañero guía
le “dejó tirado, no les supo llevar ni siquiera al collado y los diez minutos se convirtieron en 40, teniendo
que bajar corriendo a buscarles a los lagos antes que se despistaran demasiado”. Ésta fue, en fin, la
única contrariedad esta fabulosa jornada: “Que el guía principal no ha hecho ni caso”. En fin, tengamos
un poco paciencia, que seguramente llegará a ser buen sherpa.
Se consiguió enderezar la travesía y después enfocaron la senda del Notario sin dificultad alguna.
A todos les pareció “facilón” ya que como habíamos puesto “dificultad alta” en la publicidad, alguno iba
mentalizado/a que iba a ser mucho más complicado, por lo que al final acabaron muy satisfechos.
Después, el Pastelero y Carmen subieron por una inédita brecha (y como, que se sepa, nadie ha subido por
allí) la han nombrado “La Palinura”.
Todos estaban asombrados con Juanjo, el de los cupones: “Una pasada de tío, aunque le costó
algo la bajada” -decían-.
Jorde, a sus 66 años, muy sobrado él, dice que ha subido muy bien aunque por ese sitio nunca
había subido.
Mientras tanto en su ascensión Tuquines y Miguel Ángel no sabemos qué se traían entre manos y
con secreto de cómplices decían riéndose que habían hecho dos cumbres.... ellos sabrán por qué...
Ahora reinaba la armonía, y los que iban un poco más tranquilos estaban agradecidos porque
“Tomábamos aire y nos recuperábamos, y en todo momento los de primera división nos han esperado al
resto” -decía Carmelo N.-.
Mientras tanto los compinchados de las „dos cumbres‟ no soltaban prenda... Creemos que es el
“mal de altura” que les ha hecho imaginar o tener visiones inconfesables...
Llegaron a la cima y parecía una romería por la cantidad de montañeros que ahí posaban. En
principio se iban a hacer las tres cotas del Curavacas después de comer, pero tras las tres botas de vino y
las petacas, desistieron, bajando por el Callejo Grande. Comentaba Angelines que “Éstos ya no se
conforman con una bota, sino una, dos, tres... orujo, pacharán...”. Por eso a Juan Carlos, que había que
tratarle especialmente bien ya que escribe en el periódico y nos ha hecho buenísimas crónicas, lo único
que le había asustado era cómo corrían estos recipientes de boca en boca. Esperamos que esto no lo ponga
en el periódico, aunque lo pongamos aquí, casi a modo privado y para darle un poco color a la narración
ya que ¡no es para tanto!
Definitivamente esta actividad ha sido impresionante por la niebla primero y después por las
hermosas vistas que quedaron (“ruta guapa-guapa, de alta visibilidad” -dice Carmelo N-) Y aunque un
poco larga, para tener buena forma física, de mucho sube y baja y pasos aéreos un poco complicados,
algunas trepadas..., Mari Villadangos escribió: "Una de las mejores de este año.... de momento claro!!!!"
Los de Hoya Continua A algunos de los doce que se
enfrascaron en esta salida les hubiera
gustado ir con los galgos, pero les
acojona un poco el ritmo que imponen.
Sin embargo ésta también tuvo su
premio y como manifestaba Raúl,
disfrutaron de una ruta inédita, por
sitios salvajes, no como por el otro
grupo que ya transitaba por parajes
bien conocidos por él y que además
parecía el mercado de los viernes en
Guardo (“Aquí no nos hemos
encontrado a nadie...” -aseveraba-,
mientas discutía con los del Curavacas
diciendo que su grupo había hecho más
desnivel pues habían subido y bajado varias cotas.
Las hermanas Luis estaban muy contentas por haber hecho cumbres que nunca se habían
imaginado.
El que escribe aquí, como iba el Bus lleno, fue con ellos en coche hasta Cardaño y luego desde
Vidrieros subió a pillarlos por Valdenievas al Pico del Vallejo. A las 11:50, a pesar de la distancia, les oía
hablar (y es que no callaban ni un instante), viendo que estaban llegando al pico de Hoya Continúa, para
juntarse luego con ellos a las 13:00 horas en el Pico del Vallejo.
Después de la bajada técnica de Hoya Continua algunos decidimos ir al Ramacedo (Chema,
Josemi, Salva, José Ramón y Bardas) para completar la ruta que tenemos por el Corcal. Los demás
bajaron ya al valle Valdenievas
Javi me llamaba pero no contestaba porque me di cuenta que había perdido el walkie,
posiblemente por el escobal de la bajada (No importa tanto su extravío, que ya tenía sus años, lo único
que habrá que ir a buscarle por eso de la contaminación).
Salvador decía “Lo mires por donde lo mires es precioso” y Josemi le ratificaba: “Has dicho la
frase apropiada.”
Por su parte, a Carmelo Hompa, que ha tenido un día especialmente „rutón‟, le ha parecido una de
las rutas más divertidas. Claro, no ha callado y tuvo en el día de hoy para meterse con todos... Creo que
nadie se ha salvado de la quema.
Luego nos juntamos los dos grupos para comer en el aprisco abajo del valle a las 14:45 h., donde
pudimos aprender algunos un nuevo término: que las vacas estaban „toras‟.
A las 15:25 comenzamos a andar de nuevo. Los del Curavacas, que habían comido en la cumbre,
bajaban por el Callejo Grande.
Eran las 5 de la tarde y ya estábamos en el pueblo con Jose P, que se había desmarcado en la
bajada, cuando entraba Carmelo N con Jorde. Más adelante, a cuenta gotas, irían llegando los demás.
Salimos a las 5:30 de Vidrieros después de haber tomado unos refrigerios y con la sensación de
haber pasado un gratificante día, con una dosis especialmente alpina.
Los Cañones del Ebro 29.09.2013.- ☞
Participaron 17 personas (13 socios). Guías: Aurelio González y Carmelo Negro.
Precio: 11 € socios y 13 no socios
171 € ingresados - 305 € de gastos = - 134 € déficit en la actividad.
El viaje de ida se hizo por
Valderredible y el incomparable paraje de
Orbaneja del Castillo. La vuelta fue por los
pozos petrolíferos de La Lora, tal y como
había diseñado Aurelio.
Diecisiete excursionistas salieron
preparados para una lluvia que hizo acto de
presencia nada más que un poco al principio,
quedando un día extraordinario por estos
bonitos y cuidados pueblos. Pasaron por la
central y en Pesquera vieron la “casa de
citas”.... Comieron en Cortiguera, casi
abandonado, donde hubo que esperar algo por
José Antonio que se lió con los únicos niños
del pueblo.... Pasaron al lado de la ermita de
Santa Centola, sin subir a ella porque se hacía
tarde. Bajaron a Valdelateja en un paseo muy ameno. Vieron el cangrejo del pilón... y de regreso a la
Lora, por los pozos petrolíferos que según informó Carmelo, que como buen guía se lo había currado:
llevan desde 1963 (50 años sacando petróleo... Ahora sacan 170 barriles diarios -159 litros cada barril-,
pero el petróleo que sacan no vale para automoción porque tiene mucho azufre. Lo venden en crudo para
las vidrieras.)
Fue alguna persona nueva como Rosa y Sonia que disfrutaron mucho. Llamó la atención que el río
Ebro estuviera muy sucio. Sin embargo, las vistas del cañón, haciendo honor a su fama, les resultaron
preciosas, sobre todo de Valdelateja a Cortiguera.
Torre de Salinas, Cdo Jermoso y Vega Asotín 06.10.2013.- ☞
Participaron 35 personas (31 socios). Guías: Javier Rodríguez, José María Monge y José María
Rodríguez.
Precio: 11 € socios y 13 no socios
349 € ingresados - 314 € de gastos = + 35 € en la actividad.
Otra masiva salida del club. Fuimos 20 a Torre Salinas y 15 al Collado Jermoso.
A las 9:20 comenzamos a andar a toda pastilla, no sabemos si por eso del fresco mañanero o
porque los guías de la ruta dura querían hacer su famosa “criba”. Fuera como fuera, algunos, que iban en
plan más tranquilo (bien por su condición física o bien por disfrutar del paisaje) salieron perjudicados en
este tramo inicial, como el cuñado, que se quedó atrás y le tuvimos que esperar, con la incertidumbre de
saber qué pasaba con los que iban adelante pues los walkies no estaban operativos en este tramo. Se iba
metiendo la niebla poco a poco y en el Sedo de
Pedabejo ya nos pilló a los últimos totalmente.
Sobre las 11:00 llegamos al alto de la
canal de Pedabejo, continuaba la niebla y los de
Torre Salinas habían cogido la cresta a la
izquierda para hacer su proeza: las Cifuentes,
que en palabras de Javi “Son las que están cerca
de la Vega de Liordes y se hacen poco porque
parecen inaccesibles y porque al no ser las
torres más altas de Picos tampoco llama mucho
la atención a los montañeros, pero nosotros lo
vamos a intentar.” Y vaya si lo lograron, tanto
que Villadangos envió un post: “Hoy hemos
realizado la ruta más impresionante desde que
hago montaña...”
Los demás bajamos al Collado de la
Padierna, sin llegar a la Vega de Liordes, y poco
más allá nos reunimos y decidimos continuar todos al Collado Jermoso, ya que era pronto (13:15 h) y
teníamos una oportunidad única: A buen seguro las vistas iban a ser fabulosas pues se estaban yendo la
niebla y nubes.
A la vez contactamos con el otro grupo, que parecía que ya estaban en la cumbre de Torre Salinas.
Carmelo y Bardas encontramos una maza y pala en una cueva para el mantenimiento del sedo y no
dudamos en hacernos las fotos oportunas trabajando con estas nobles herramientas. Lo subimos a
Facebook y tuvimos divertidas y variadas interpretaciones.
Por su parte Chema y Morti aprovecharon para acercarse al Hoyo Cimero.
Poco antes del refugio del collado Jermoso nos encontramos corriendo a Jesús Calleja, montañero
y aventurero, presentador y protagonista de un programa televisivo “Desafío extremo”. Sacamos alguna
foto con él y puestas éstas en la red, tuvimos el cachondeo lógico con variopintos comentarios, siempre de
buen rollo.
A las 14:00 horas llegamos al refugio del Collado Jermoso y pudimos ver a los demás por la cima
de la Torre de Liordes. Nos tomamos 20 minutos de descanso y comenzamos un descenso que sin ser
demasiado técnico es bastante pesado y hay que tomar
las precauciones necesarias hasta el Collado Solano.
Habíamos quedado por el walkie de comer abajo,
en la Vega de Asotín, pero la gente iba con hambre y
decidieron darle al bocata en el collado a las 15:30 h. La
verdad es que el sitio no podía ser mejor. Veíamos como
bajaban la canal de Asotín y ya intuíamos la bronca que
nos iban a pegar por no bajar a comer con ellos. Luego
se lo intentamos explicar:
Chema -el guía-: “Me han dado mucho la chapa
las chavalas... ¡Vaya guerra que me han dado para
coger un sitio para comer!”
- “¿Las hermanas?” -narrador-
- “Todas en general” -Chema-
- “Claro, y encima la bronca para mí” -narrador-
- “Yo que quería llegar a la Vega de Asotín y no
ha habido manera. ¡Calla que llegamos al Collado
Solano...! Que si me duelen las tripas, que si me canta el canario..., me decían. Hasta me protestaban de
que se le retorcían los tobillos de hambre” -Chema-
Nada, que estas explicaciones no les convencieron y nos dicen que ya nunca mais volverán a
quedar con nosotros.
Las hermanas Luis estaban agradecidas por haberlas animado a subir al Collado Jermoso y más
contentas todavía porque habían metido mucha caña al “nuevo” guía (Chema, que no es nuevo en estas
tareas, aunque sí para ellas). “¡Claro, no iba a ir de rositas!” -decían-.
A las 16:00 h. comenzamos la bajada ya más cómoda para llegar a las 16:30 a la Vega de Asotín
donde estaban los demás y nos hicimos la foto de grupo.
La bajada después por la Rienda y la senda tallada en roca fue muy bonita y nadie se quejó como
otras veces de que fuera aérea. Llegamos a Cordiñanes a las 17:45 y hubo que esperar a los últimos, el
cuñado y Diego, que venían fundidos. Después Diego fue más rápido pues lo que le costaba eran las
bajadas por una lesión de la que se estaba recuperando.
Todos fuimos por carretera en vez de por el Tombo ya que habíamos hecho bastante marcha hoy y
habíamos quedado con el bus a las 18:00 horas. Gustavo era el conductor esta vez y se trajo la bici en el
maletero aprovechando para darse una vuelta hasta Panderruedas y bajar por la pista a Posada de
Valdeón.
Llegamos los últimos a las 18:20 horas y camino para Guardo, ahora por Panderruedas - Riaño, en
una hora y media.
Casi todos los de „primera división‟ coincidieron en que fue una ruta peligrosa. Alguno decía que
cuando vieran las fotos a buen seguro que se les iba a quitar el duradero susto que llevaban. Quizás asistió
gente que no está hecha a este tipo de rutas y por eso se hizo más complicado, ya que desprendían
continuamente piedras. He aquí, pues, comentarios célebres del día de hoy hechos por los esforzados
aventureros de Torre Salinas:
- Carmelo H: “Es la ruta de más tensión que hemos tenido hasta ahora, tanto subiendo como bajando.
Todo el tiempo en vilo porque podían caer cantos y de hecho caían.”
- Rafa: “Una ruta por una montaña rota. Podían venir los albañiles a pegarla para que no se caigan las
piedras. Se caían por todos los lados y hasta me ha pasado un gran pedrusco al lado...”
- José Antonio “La estupenda ascensión a la Torre de Liordes ha sido muy bonita, la bajada muy
comprometida, pero también muy bonita... Mucho canchal, mucho destrepe, mucha piedra cayendo
(estaban sueltas) por lo que hemos tirado muchas. Peligrosa en fin. Nos echaban un poco de fuego las
rodillas pero aquí estamos. Arriba las vistas preciosas levantando la niebla.”
- Villadangos: “La niebla nos ha regalado fotos espectaculares... un día incomparable junto a toda esta
gente.”
- Para Gonzalo y Chatín, los galgos, la ruta fue “entretenida”, sin más. (¡Toma ya!)
Como colofón, sirva esta frase de Raúl: “Se ha patentado una nueva vía, la „Vía Peña Torquilla‟
de la ascensión a la Torre de Liordes”.... o ésta, de Javi: “Vistas OHH”.
Ruta nocturna 19.10.2013.- ☞
Participaron 16 personas (9 socios). Guías: Raúl
y Tuquines
Precio: 0 € 0 € ingresados - 0 € de gastos = 0 €
en la actividad.
A pesar de los malos pronósticos
meteorológicos, que no llegaron a cumplirse del
todo, hubo una buena afluencia de participantes,
como ha venido ocurriendo a lo largo de todo el
año. Se presentaron en el lugar habitual de salida
catorce aficionados, más otros dos que se
incorporaron en los Campos de la Peña, ya que
llegaban con un poco de retraso. Entre ellos había
varias caras nuevas, que siempre son bien recibidos.
A través del Valle Valdecastro se puso un buen ritmo de salida, que más tarde algunos lo fueron
pagando. La primera „reunión‟ (parada), la hicimos en la Fuente La Salud. A continuación Chozo de
Cantecín, Campos de la Peña y roblones del Espinadar, donde la gente aprovechó para hacer una buena
sesión de fotos, disfrutando de los enormes y centenarios robles.
Coronado el collado que da vista a la térmica y Velilla, y caminando ya por encima de la cantera,
nos rebasó corriendo, como otros años, Gonzalo Hompanera, al que no tardamos demasiado en verle
coronar Peña Mayor.
La siguiente reunión se hizo en el Balcón de Judas, con nueva sesión de fotos y disfrute de la
espectacular panorámica de luces y pueblos que se divisan al sur, Tierra de Campos y provincia de León.
A partir de aquí las dificultades aumentan por el desnivel, así que cada uno se fue adaptando a su
propio ritmo, sin forzar demasiado, pues algunos integrantes nuevos como Nieves y su hijo acusaban
bastante le cansancio. Raúl y Víctor, como buenos guías, adaptaron su marcha, dándoles continuos
ánimos.
En el collado del Pradil de Diego nos cubrió una espesa niebla y un aire frío que dificultó más el
ascenso hasta la cumbre, donde al final llegamos sin mayor contratiempo hacia las 22:30 h.
Al Pastelero se le hizo flojo el ritmo, así es que se acercó a Peña Mayor de Velilla, llegando a
tiempo a la de Guardo para dar cuenta de los bocatas, las botas de vino y de las petacas, a resguardo del
frío y del aire en la hoyada de la cara norte, como siempre en un ambiente animado y divertido.
Después de los retratos de rigor, iniciamos el descenso con una niebla ya muy intensa en los
primeros trescientos metros. Par variar un poco, este año lo realizamos por Peñica Blanca y la canal del
mismo nombre para llegar a las camperas de Muñeca a ver una pequeña sima que conoce Raúl, observar
la antigua mina que se encuentra ya en el valle de Valdetorca, seguir por la valleja que accede al collado
del Hoyal y bajar al mismo valle, donde se encuentra la mesa interpretativa de las Doncellas del Hoyal y
de la elaboración del carbón vegetal que hacían nuestros antepasados.
Como los dos que se unieron en la Peña con nosotros tenían en los Campos el coche regresaron en
él a Guardo, con Nieves y el hijo, que venían ya tocados. Los demás, a través del monte, llegamos a la
Casona a las 2:30 h. de la madrugada, donde hicimos las pertinentes fotos y cada uno a su casa.
(Memoria de Raúl Macho)
HORARIOS TIEMPOS NOCTURNA PEÑA MAYOR
REFERENCIA 2009 2010 2011 2012 2013
Salida 20:10 20:10 20:10 20:10* 1
19:10* 2
Campera Cantecín 20:50 20:50 20:50 20:50 19:50
Cdo. Pedro Fernández 21:25 21:20 21:20 21:22 20:35
Balcón de Judas 22:05 22:10 22:10 21:57 21:15
Cdo Peña Mayor 22:40 22:55 22:40 22:30 22:10
Peña Mayor 22:55 23:05 22:55 22:45 22:30
Llegada a la Casona 01:35 01:45 02:10 01:30 02:30
(A tener en cuenta que entre * 1
y * 2
hay una hora de diferencia)
Pico Pozúa-Canto la Tabla-Oseja 03.11.2013.- ☞
Participaron 29 personas (17 socios). Guías: Javi R, Jose P y Bardasco
Precio: 11 € socios y 13 € no socios
308 € ingresados - 348 € de gastos = - 40 € en la actividad.
Llevaba muchos días haciendo malo, y desde hacía tiempo también se pronosticaba que este
domingo iba a hacer bueno para volver a empeorar otra vez el lunes. Nos parecía demasiada suerte y
casualidad, pero las páginas meteorológicas lo „clavaron‟ y efectivamente hizo un día estupendo.
Fuimos veintinueve. Debido al puente festivo no pudimos hacer una buena gestión a la hora de
apuntarse la gente, así es que al final tuvimos que ir siete en el coche de Bardasco.
Comenzamos a andar las 9:15 y como guía de cabeza les empecé subiendo a toda pastilla por el
pindio bosque hasta la primera rochica del cordal, a pesar de alguna tímida queja, pero no quería que
nadie se perdiera adelantándose
ya que no hay sendas ni
referencia alguna entre el
arbolado.
A las 11:05 ya estábamos
en el Pozúa después de las
pertinentes paradas en las
rochicas para disfrutar de las
panorámicas. El día era
extraordinario después de ir
desapareciendo las nieblas y
aquí aprovechamos para hacer la
gran foto de familia.
Por mi parte, una vez
más no puede ir con el grupo y
bajé a Retuerto desde el Portillo
de Becenes donde me separé,
descubriendo así una nueva ruta
Pico Pozúa-Retuerto, fácil y bonita, para ampliar el repositorio de rutas del Club en la red, a la vez que
pude intuir mejor la subida a la Cordillera del Pármede para el calendario del próximo año. Se siente un
poco no poder ir con el resto de gente, pero a la postre vino bien que llevara el coche, ya no sólo para
poder ir todos los apuntados, sino para hacer de apoyo ya que tuve que ir a buscar a Belén cerca de Pío
porque se había resentido en la rodilla a la bajada.
El día resultó una de las mejores salidas del año por el tiempo y por las vistas, y si no, sirva este
compendio de las entrevistas realizadas o de los mensajes recibidos:
- Eduardo: “La ruta ha tenido dos cosas muy importantes: Lo primero el tiempo, cojonudo. Hay que
felicitar al que contrató el tiempo. Y vamos a felicitar a los guías que nos subieron al Pozúa por unos
montes sin camino, llevándonos luego con un ritmo cómodo a buen puerto por unos sitios maravillosos
también sin sendas por orillas del río Cuélebre, aunque algunos „apátridas‟ se marginaron ellos solos y
acabaron en Pío bebiendo orujo... La ruta ha sido sencilla, poco dura, con paisaje espectacular... El
hayedo estaba espléndido y el barro en su justa medida, ni mucho ni poco. Espectacular la subida al
Canto de la Tabla: la vista del hayedo a la solana y a la umbría, una verde y otra amarilla, preciosas con
los acebos brillando.”
- Morti: “Otra cosa...: En los cruces tiene que haber alguien para indicar, que creo que nos hemos
saltado algún tramo”
- Eduardo: “Pero luego tiene que haber gente que haga caso al que indica”
- Javi: “Hemos ido relajados y algunos „ansiosos‟ se fueron hacia Pío en vez de hacia Vierdes por eso de
las prisas y porque no saben esperar. Es verdad que atrás iban muy despacio, pero hay que esperar o
enterarse bien.” (Refiriéndose, cómo no, a Raúl y compañía, a los que parece no haya forma de
cambiarles. -Vaca-camino-pilón”, -como dice Tuqines-. Pero fuera del buen humor que merece la
ocasión y aunque aquí no había peligro alguno, se hace cada vez más necesario que recapaciten sobre esta
costumbre, ya que suelen complicar mucho la responsabilidad de los guías por su afán de adelantarse al
grupo y un día podemos tener algún disgusto.).
- Ana Espadas en su facebook: "No está mal para un primer trekking. Lo mejor, la gente, sin ninguna
duda; lo segundo mejor, el paisaje y el tiempo, que fue espectacularmente perfecto, algo poco habitual en
esta zona. La conclusión lógica... repetiré"
- Maite Blasco y sus posts: “¡¡¡vaya domingo¡¡¡¡ lleno de colores , de buena gente.....”
Albergue de Tremaya 16 y 17 de noviembre 2013.- ☞
Participaron 29 personas (12 socios). Responsables: Vicky, Jose P y Bardasco
Precio: 25 € lo soque van el sábado y domingo + 8 € los que van además el viernes y 6 € los que van sólo
el domingo.
607 € ingresados - 607 € de gastos = 0 € en la actividad.
La primera nevada de verdad del año,
y anunciada, eso sí. Vicky con las niñas,
Jesús, Pedro y María ya ocuparon el
albergue el viernes, aunque les costó llegar
por el mal tiempo y una vacas en la carretera
que no les dejaban pasar por su territorio. El
albergue estaba muy frío y les costó que
caldeara bastante tiempo. Los demás fuimos
apareciendo el sábado. Tardamos en llegar
dos horas desde Guardo y era imposible
hacer la ruta de Peña Carazo y Horca de
Lores, así es que encontramos fácil solución
en subir a Peña Tremaya. Así y todo el paseo
era más bien para el uso de raquetas, pero
como no las llevamos, lo hicimos sin
mayores problemas, aunque a cañón pues la
cara norte, por donde va el camino, estaba helada. Después bajamos al refugio y tras comer, como se nos
había quedado corta la actividad, llevamos a los „venían de más‟ a ver el Mirador del Campo.
La tarde siguió placentera en un albergue que esta vez no estaba en el estado que habíamos
conocido en el 2008. Ahora era como una nave sucia y destartalada. Después llegaron Raquel, César y las
niñas y más tarde Chema y Natalia con las suyas y se acoplaron con el grupo.
La cena la hicimos con las típicas albóndigas de Vicky, que „lo borda‟ y la tertulia duró hasta casi
las 12 de la noche mientras las niñas jugaban en el piso de arriba y algunos degustaban la queimada.
Nos levantamos a las 8 de la mañana y tras el suculento desayuno que preparó el Pastelero
esperamos a que vinieran otros seis que se habían apuntado para hacer la ruta del domingo y comer con
nosotros. Llegaron a las 10 de la mañana y le encargamos a Carmelo Hompanera que les llevara a Peña
Tremaya pues estaba lloviendo. Mientras, Bardas llevó a los demás al Roblón de Estalaya y el Pastelero
se quedó preparando las alubias para la comida.
Ambas rutas, pasadas por agua, nos abrieron más el apetito y cominos a las dos de la tarde.
Después, zafarrancho de limpieza y a eso de las 17 horas ya estábamos en Guardo, dando así por
concluidas las salidas organizadas de la temporada 2013 que ha resultado la mejor de los trece años del
club a nivel de participación y actividades. Así es que,
¡Nos vemos en la montaña allá en el 2014, majos!