Mensaje a Laodicea

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    General Conference Daily Bulletin, 1893 El mensaje del tercer ngel (n 9)

    A.T. Jones

    [Se me ha dado instruccin para que emplee esos discursos suyos impresos en los Boletines de la As o-ciacin General de 1893 y 1897, que contienen poderosos argume ntos e n relacin con la validez de losTestimonios, y que sustentan el don de la profeca entre nosotros. Se me mostr que esos artculos se r-an de ayuda para muchos, y especialmente para aquellos recin llegados a la fe que no han estado f a-miliarizados con nuestra historia como pueblo. Ser para usted una bendicin el leer de nuevo esos ar-gumentos a los que dio forma el Espritu Santo (E. White, Carta 230, 1908)]

    Algunos han dicho que no pueden comprendercmo puede uno reconocerse a s mismo desgraciado,miserable, pobre, ciego, desnudo; no saberlo, y almismo tiempo estar gozndose en el Seor. Respondo:me gustara saber de qu otra forma podra hacerlo!Me gustara saber de qu forma podra gozarse en elSeor alguien que piensa que todo est bien en l. Melo puede explicar alguien? Soy incapaz de imaginar-lo... Pero cuando alguien reconoce ser lo que el Seorle dice que es, y entonces comprueba que el Seor estan bondadoso que lo toma tal cual es, y lo hace id-neo para permanecer en la presencia de Dios por todala eternidad, entonces ciertamente tiene algo de lo quegozarse!

    Hermanos, el Seor no nos salva porque seamos tanbondadosos, sino porquel lo es. Nunca lo olvidis.No nos salva, ni nos bendice en absoluto en la obra deDios por lo buenos que somos, sino porquel es bue-no, y nosotros malos. Y la bendicin de ello consisteprecisamente en que nos bendiga tanto, siendo tantanuestra impiedad. Y el gozo en todo ello, consiste enque nos salva y nos hace reflejar su propia imagen,imp os como somos. Esees el motivo del gozo.

    Bien; en cuanto a comprender cmo sucede... No lopuedo entender, pero s que es as, y eso es todo cuan-to me interesa. Requerir toda la eternidad el com-prenderlo, pero mientras sepa que es as, no voy a an-gustiarme en cuanto a cmo lo va a hacer el Seor, oen cuanto a si puedo entenderlo. Lo haris vosotros?[Congregacin: No]

    Hay aqu otro punto que debemos tener presente:aquellos que no pueden ver que eso sea as. Hermanos,decid al Seor una y otra vez que es as, y entonces loveris. No es que entonces vayis a comprenderlo,pero lo veris. No podis vercmo sucede, pero pod-

    is saber que es un hecho: y slo as podis saberlo.Podr verlo, si me mantengo al margen de ello? No.Es algo que pertenece al corazn, y no puedes verlocon tus ojos; has de verlo con tu corazn, y es slo el

    Espritu de Dios el que proporciona el colirio a fin dque puedas verlo. He aqu algo que quiz pueda, nexplicar , pero s ayudar a comprender un poco mejoresa idea. En elTestimonio n 31, pgina 44, leo estaspalabras:

    Estis en Cristo? No, si no os reconocis erran-tes, desvalidos, condenados pecad ores.Eso es lo que algunos hermanos dicen no poder ver

    Este es su razonamiento: No puedo ver cmo, si estoyen Cristo, haya de reconocerme desvalido y condenadpecador. Acaso si estoy en Cristo, no habra de dagracias a Dios por ser bueno, impecable, enteramentperfecto, santificado y todo eso? Por qu no?Cristo lo es. Cuando ests en Cristo,l es perfecto,l es jus-

    to, es santo y nunca comete error, yse te imputa susantidad , se te da. Sonmas su fidelidad y perfeccin,pero yo no soy eso.

    Quiz puedas comprender un poco ms claramentese pensamiento a la luz de esta escritura que nos etan familiar: 1 Cor. 1:30: Cristo Jess, el cual nos hsido hecho por Dios sabidura, justificacin, santifica-cin y redencin. Dnde queda mi justicia? enCristo. Dnde mi sabidura? en Cristo. Y mi reden-cin?en l.

    Oh s! Cuando acudo a l en busca de sabidura se la pido, me la concede. No puedo entonces acas jactarme y decir: soy sabio? Pues no. En el precismomento en que diga eso, vengo a ser un necio muchmayor que antes. Es cuando me someto al Seorcuando l puede estar a mi lado y darmesu sabidura,para que me lleve y conduzca por caminos de sabidur-a, de forma que pueda andar por el sendero rectoDespus que l ha hecho as, podr estar orgulloso dm mismo y decir: Ahora soy sabio? No os dice epropio sentido comn que esa sera la mayor necedaden la que pudiera caer?l lo hizo,l me auxili, medio su sabidura;l fue mi sabidura. Siendo que yo noera sabio, me dio su sabidura. Su sabidura me guitom posesin de mi mente y corazn, y me guard e

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    las sendas de sabidura. Por lo tanto,l es mi sabidur-a, y yocarezco en absoluto de ella; la suya es mi ni-ca sabidura. Lo veis? Aceptadlo de esa manera, ypodris saber que es un hecho.

    Te har entender y te ensear el camino en quedebes andar; sobre ti fijar mis ojos (Sal. 32:8).Cuando me dice que es l quien me guiar, fijando susojos en m, respondo: Son sus ojos, y no los nuestros,los que te guan a ti y a m. Entonces, de lo que se trataes de que nos pongamos plenamente en sus manos,que le permitamos ser enteramente suyos, que l puedaserlo todo, y en todos nosotros.

    Por consiguiente,l es nuestra sabidura, santifica-cin, redencin y justicia. Cuando soy desgraciado, les mi satisfaccin. Cuando soy miserable, l es miconsuelo. Cuando soy ciego, l es mi vista. Cuandosoy pobre, l es mi riqueza. Y cuando no s, l es misabidura.

    Y ahora, en cuanto al pensamiento de anoche algunos piensan que lo llev demasiado lejos. Pudierandecir: Est bien que cuando me dice, eres un desgra-ciado, yo diga: lo soy. Cuando dice, eres pobre,digo: lo soy. Cuando dice, eres ciego, digo: lo soy.Y cuando dice: y no sabes..., dir: s que lo s? No,no. Cuando dice, y no sabes, tambin he de recono-cer que es as. No vayis colocando obstculos en sucamino. Cuando digo que soy desgraciado, miserable,pobre, ciego y desnudo, y sobre todo ello l afirma queyo no s que es as, confieso: Seor, no lo s. Y estonos lleva al texto con el que empezamos: Si alguno seimagina que sabe algo, an no sabe nada como deberasaberlo (1 Cor. 8:2). Todava no lo s, por ms tiem-po que haya estado reconociendo eso, todava no scuan desgraciado, miserable, pobre, ciego y desnudosoy, de la forma en que lo sabra si l me mostrara am mismo tal como soy. Tan ciertamente como reci-bamos este mensaje a Laodicea de la forma en la quel lo presenta, recibiremos todo lo que comporta.Hermanos, esa es la finalidad del mensaje. Que puedahacer su obra, asu propia manera. Prestad atencin aesto. Observemos este testimonio en Vol. 1, pginas186 y 187. F ue dado en 1859:

    Se me mostr que el testimonio a los Laodicen-ses se aplica al pueblo de Dios en el tiempo actual, yla razn por la que no ha cumplido una obra mayores por la dureza de los corazones de ellos . PeroDios ha dado el mensaje apropiado para hacer suobra. El corazn debe ser purificado de pecados quepor tanto tiempo han mantenido fuera a Jess.Este impresi onante mensaje har su obra . Cuando se lopresent por primera vez, llev a un minucioso exa-men del corazn.

    Eso es lo que va a hacer en este tiempo. Permit-mosle, pues, que haga su obra. Pero ha habido un lap-

    so de tiempo, desde que fue presentado por primervez. Sigo leyendo:

    Se confesaron pecados, y el pueblo de Dios fueavivado por doquiera. Casi todos crean que estemensaje terminara en el fuerte clamor del tercerngel. Pero al no ver cumplida la poderosa obraen un tiempo breve , muchos perdieron los efectos delmensaje. Lo abandonaron, tal como afirma este testimonio

    que an no ha sido publicado: Los pecados de Israel deben ir de antemano al

    juicio. Se debe confesar cada pecado en el santua-rio, entonces avanzar la obra , debe ser hecho ah o- ra . La lluvia tarda est viniendo sobre aquellos queson puros todos, pues, la recibirn como la tempra-na. El que no hace todo lo que puede, no recibe lalluvia tarda. Cristo nos ayudar. Todos pueden servencedores por la gracia de Dios, mediante la san-gre de Jess. Todo el cielo est interesado en laobra. Los ngeles estn int eresados.

    Dios los puede hacer una hueste contra sus ene-migos. Os rends demasiado pronto . Os soltis de-masiado pronto de ese brazo! El brazo de Dios espoderoso. Satans obra de diferentes maneras pararobar la mente, apartndola de Dios. Victoria, victo-ria! La debemos obtener sobre todo lo indebido. Unsolemne sume rgirse en Dios. Preparaos. Poned enorden vuestra casa. Pero cuando se lo present por primera vez, debid

    a que no hizo su obra en un tiempo breve, dijeronel tiempo an no ha llegado, lo abandonaron y lperdieron. Vuelvo a leer delTestimonio , Vol . 1, pgina186:

    Vi que este mensaje no cumplira su obra enunos pocos meses. Tiene por objeto despertar alpueblo de Dios, descubrirles sus retrocesos, y llevaral celoso arrepentimiento , a fin de que sean favore-cidos con la presencia de Jess , y sean hechos id - neos para el fuerte clamor del tercer ngel. Cuandoeste mensaje afect al corazn, llev a una profundahumildad ante Dios. Fueron enviados ngeles en to-da direccin para preparar a los corazones incrdu-los para la verdad. Aqu es donde estamos. Mientras ese mensaje no

    est preparando para el fuerte clamor, Dios est en-viando ngeles por doquiera para preparar a las perso-nas para la verdad. Y cuando salgamos de esta Asam-blea con este mensaje tal como es ahora, la gente loir.

    La causa de Dios comenz a levantarse, y supueblo comenz a conocer su posicin. Si el consejodel Testigo Fiel hubiese sidoodo en su totalidad ,Dios habra obrado por su pueblo con gran poder.Sin embargo los esfuerzos realizados desde que sedio el mensaje, han sido bendecidos por Dios, y mu-chas almas han sido tradas del error y las tinieblas agozarse en la verdad. Dios responder a su pueblo. El punto concreto al que quera llegar es este: que v

    a prepararnos para que sean favorecidos con la pre-sencia de Jess, y sean hechos idneos para el fuert

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    clamor del tercer ngel. Por lo tanto, qu es lo quenos prepara para el fuerte clamor del tercer ngel? Elmensaje a Laodicea.

    Ahora, hermanos, ese lugar en donde lea la pasadanoche nos proporciona la razn por la que es tan im-portante que tengamos ungidos los ojos con colirio,precisamente ahora. Anoche me limit a leer el pasaje.Hoy volver a leerlo para un uso ampliado del mismo:

    Si aquellos que tuvieron gran luz, no tienen fe yobediencia correspondientes, resultan pronto leuda-dos con la apostasa prevaleciente; los controla otroespritu. Mientras que han sido exaltados hasta elcielo en lo concerniente a oportunidades y privile-gios, estn en una peor condicin que los ms celo-sos defensores del error. Muchos hay que se han e s-tado preparando de esa forma a s mismos para laineficiencia moral en la gran crisis. Has estado preparndote para la ineficiencia mo-

    ral en este tiempo? Lo he hecho yo? Estn dubitativos e indecisos. Otros que no han

    tenido una luz tan grande, que no se han identificadonunca con la verdad, bajo la influencia del Espriturespondern a la luz cuando brille sobre ellos. Lave rdad que ha perdido su poder en aquellos que porlargo tiempo han tomado a la ligera su preciosa en-seanza, aparece bella y atractiva para los quees tn dispuestos a andar en la luz. Lo que queremos ahora considerar es el hecho de

    que muchos se han estado preparando de esa forma as mismos para la ineficiencia moral en la gran crisis.Quisiramos saber en qu consiste esa ineficiencia

    moral, cul es el peligro y cmo llegamos hasta ah.No os parece importante? La dificultad est en llevara las personas al punto en el que vean lo que necesitan.El Seor lo har con nosotros cada vez. l nos muestrael camino. Pero lo primero que queremos es compren-der el peligro, y luego cmo llegamos a ese punto.Estudimoslo. Y hagmoslo en el mismo espritu en elque estudiamos la leccin de la semana pasada, ya quees en realidad la misma leccin.

    En Special Testimonies , Peligro de adoptar unapoltica mundana en la obra de Dios, pgina 1, leo:

    Ya desde el ao 1882 se presentaron a nuestropueblo testimonios del ms profundo inters sobrepuntos de importancia vital, en relacin con la obra yel espritu que debiera caracterizar a los obreros.Debido a que se han ignorado esas advertencias,muchos han acariciado los mismos males que ah sesealaban, estorbando el progreso de la obra y po-niendo en peligro a muchas almas. Los que albergansuficiencia propia, que no sienten la necesidad develar y orar constantemente, sern entrampados .Mediante una fe viviente y ferviente oracin los cen-tinelas de Dios deben ser hechos participantes de lanaturaleza divina, o bien suceder que profesenobrar por Dios, mientras que en realidad estn pres-tando su servicio al prncipe de las tinieblas.

    Terrible situacin, la del que cree estar obrando poDios, cuando todo su servicio es en favor del enemigo!Quin se encontrar en esa situacin? Los que nejercen una fe viviente; los que no lo han sometidtodo y no tienen a Cristo. En otras palabras, los que nhan dado odo al mensaje a Laodicea.

    Sigo leyendo: Debido a que sus ojos no estn ungidos con coli-

    rio celestial, su comprensin resultar cegada ysern ignorantes en cuanto a las muy engaosas es-tratagemas del enemigo. Hermanos, estamos en el tiempo, y lo estaremos

    partir de ahora y hasta el fin del mundo, en el que ecualquier momento o da podemos ser llevados a ulugar en el que, si nos detenemos a razonar, estaremoperdidos. Tomaremos la postura equivocada. Tan cier-tamente como nos detengamos a razonar, tomaremola postura equivocada. Slo podemos discernir me-diante ese colirio celestial por el cual conoceris lverdad, y tan pronto como se suscite la cuestinpodris ver el camino ante vosotros. Seremos puestoen lugares en los que el honor y la causa de Dios pen-dern de lo que vosotros o yo digamos. Y las ventajaque el enemigo pueda tomar sobre nosotros depen-dern de lo que digamos. Y en esos tiempos que enrealidad es en todo tiempo, si t y yo no vemos ni te-nemos el Espritu celestial que nos de la palabra ade-cuada que pronunciar, diremos la equivocada, con lque cada uno de nuestros hermanos se pondr a la de-fensiva y cada una de nuestras almas quedar en des-ventaja, ya que el enemigo est llegando a ese punten el que somete a escrutinio cada una de las posturaque tomamos.

    El enemigo est vigilando cada una de las posturaque tomamos, con el nico propsito de pervertirla colocarnos en una situacin desfavorable. Vosotros yyo necesitamos algo mejor que la sabidura humana, que nuestra propia razn, a fin de saber cmo tomar lposicin correcta. Nos veremos en lugares en los quel honor de la causa depender de nosotros. Se os

    harn preguntas que nunca antes en toda vuestra vidhabais odo. Ante comits, cuerpos legislativos, otras instancias similares en algn lugar al que Dionos haya llamado y dado oportunidad para esparcir lluz y la verdad se os puede hacer el tipo de pregunten el que jams habais pensado con anterioridad. De-beris saber en aquel precisoinstante qu respuestadar. No tendris tiempo para pensar o razonar sobrella. Se harn preguntas que, si tomis tiempo y oparis a razonar, lo probable es que ese razonamientsea directamente opuesto a lo que el Espritu de Diosdira al propsito, debido a que sus caminos no sonuestros caminos.

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    Y hermanos, no estoy haciendo suposiciones. Algu-nas de estas cosas han sucedido ya, y hoy vosotros yyo estamos en terreno desventajoso, y hay cargas quese han puesto sobre m y vosotros que habremos dellevar, debido a esa ceguera de algunos adventistas delsptimo da. Es ah donde estamos. Y cuando nuestrosenemigos tomen ventaja de esas cosas, y desafortuna-damente lo harn, y las empleen en vuestra contra y la

    ma con el fin de comprometer nuestra posicin cuan-do nos tenemos por la verdad tal cual es en Jess, notendremos otro remedio que no sea repudiar ese asun-to, y declarar que esa no es la verdad, a pesar de queprovino de un adventista del sptimo da. Es una situa-cin terrible como pocas. No deseo que os encontrisen ella, ni deseo encontrarme; creo que nadie la dese-ar para ningn otro. Bien; la cuestin es que vosotrosy yo necesitamos el ungimiento celestial a fin de quesepamo s qu decir y qu hacer en el preciso momento.Unge tus ojos con colirio, para que veas.

    En la pgina 7 leemos:Los que creen la verdad han de ser como fieles

    centinelas en el puesto de vigilancia, o de lo contra-rio Satans les sugerir razonamientos engaosos, ydarn expresin a opiniones que traicionarn los le-gados sagrados. Pero cules son nuestros legados sagrados? Acaso

    no lo es la causa de Dios, la obra del mensaje del ter-cer ngel? Por lo tanto, cuando vosotros y yo traicio-namos los legados sagrados, qu estamos realmentetraicionando? El mensaje del tercer ngel. Y estamostraicionando a todos y cada uno de nuestros hermanos,ponindolos en terreno desventajoso, vendindolos enmanos del enemigo. Quisiera que me dijerais la raznpor la que no necesitamos precipitarnos por ese cami-no.

    [Una voz] No hay un pasaje que dice que el Esp-ritu de Dios nos dir lo que hemos de hablar?

    Exactamente. Ese es el punto principal. Esta exhor-tacin tiene por objeto que dependamos del Espritu deDios, y que estemos seguros de que lo tenemos; que

    no menospreciemos las enseanzas ni los caminos delEspritu de Dios. En la pgina 13 se hace referencia aElas:

    Se debilit Elas ante el rey? Se dobleg oacobard, recurriendo a la adulacin a fin de ablan-dar los sentimientos del airado soberano? Israel hab-a pervertido su camino, y olvidado la senda de fide-lidad a Dios. Traicionara ahora el profeta los lega-dos sagrados, a fin de preservar su vida? Profetizcosas agradables para complacer al rey y obtener sufavor? Evadi el asunto? Ocultara al rey la ver-dadera razn por la que los juicios de Dios estaban

    cayendo s obre la tierra de Israel? Qu significa eso para nosotros? No estamos aca-so en el tiempo de Elas? No hemos de ser expulsa-dos, como lo fue Elas? Acaso no descender fuego

    del cielocontra la verdad, de igual modo en que des-cendi entonces en favor de ella? No vamos a seechados fuera, y protegidos por ngeles, tal como lfue l? No estamos, pues, en necesidad de la mism fe que l tuvo? Al propsito hay un pasaje muy signi-ficativo en el Testimonio n 32, pgina 139:

    Ha de triunfar Satans siempre de esa forma?Oh, no! La luz que se refleja de la cruz del Calvario

    indica que se ha de realizar una obra mayor de laque nue stros ojos han visto hasta ahora. El tercer ngel, volando por en medio del cielo, y

    enarbolando los mandamientos de Dios y el testimo-nio de Jess, representa nuestra obra. El mensajeno pierde nada de su fuerza en el vuelo en el queavanza el ngel, ya que Juan lo contempla aumen-tando en poder y fuerza hasta que toda la tierra re-sulta alumbrada por su gloria. La marcha del pueblode Dios guardador de los mandamientos es haciadelante, siempre adelante. El mensaje de verdadque llevamos ha de alcanzar a naciones, lenguasypueblos. Pronto avanzar con potente voz, y la tierraser iluminada con su gloria. Ahora nos llega la palabra, no de que haya de suce-

    der pronto, sino que ha comenzado y avanza covoz poderosa.

    Nos estamos preparando para ese gran derra-mamiento del Espritu de Dios? Las agencias huma-nas se han de emplear en esta obra. Hay que inten-sificar el celo y la energa. Talentos oxidados por eldesuso han de ser puestos al servicio. La voz que di-ra, Alto; no permitas que se te impongan cargas, esla voz de los espas cobardes. Necesitamos ahoraCalebs que se pongan al frente, jefes en Israel quecon palabras de nimo presenten un informe positivoen favor de la accin inmediata . Quin entr a la tierra de Canan? [Audiencia: Ca-

    leb y Josu]. Los hombres que afirmaron que podaentrar. Y debido a que Dios estaba con ellos, entraroen la tierra, mientras que todo el resto cay en el de-sierto. Fueron acompaando a sus hermanos que pe-recan, en ese rodeo de treinta y ocho aos causado posu incredulidad. Pero Dios haba prometido: La pose-eris. Quin entrar ahora en la tierra? Acaso etestimonio ledo no afirma que estamos en la situacien la que estaba Israel, en las fronteras de CananQuin entrar? Los que presenten un informe positi-vo en favor de la accin inmediata. Entrarn all. Ldice Dios. Podr ser que los dubitativos y temerososqueden rezagados, y que hagan demorarse la causa dDios; pero no temis, Dios ha prometido que entrare-mos. Los Calebs entrarn. Es algo seguro.

    Cuando los egostas, los amantes de la vida fcil,los afectados por el pnico, que temen a los gigantesy las murallas inaccesibles, claman en favor de unaretirada, que se oiga la voz de los Calebs, an si loscobardes estn con piedras en sus manos, dispues-tos a a batirlos por su testimonio. Para qu estamos aqu? Hemos aprendido en nues-

    tras lecciones hasta aqu que no debemos temer todo

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    los poderes en este mundo y los poderes de los enemi-gos que se levantarn contra nosotros y contra la causade Dios. Hemos visto ya eso. Esto nos lleva al puntoen el que debemos ser fieles al mensaje de Dios, y notemer ni siquiera a los adventistas del sptimo da co-bardes. As es como Dios quiere que nos tengamos. lquiere que sepamos cul es el mensaje hoy. Quiere quedemos el mensaje tal cual es hoy, y si existen aquellos

    que os batiran con palos y piedras en sus manos, y osdenigran, o tienen actitudes parecidas, dad gracias aDios porque ahora es precisamente el momento parala accin inmediata.

    An un par ms de pensamientos de esteSpecialTestimonies, pgina 6:

    Se me mostr que las locuras de Israel en losdas de Samuel, se repetirn en el pueblo de Dios dehoy, a menos que haya una mayor humildad, menosconfianza en el yo, y ms en el Seor Dios de Israel,el dirigente del pueblo.

    Leo en el mismo captulo:Han de ser cincelados por los profetas con repro-che, advertencia, admonicin, y consejo, y deben sermodelados segn el Patrn divino. Leo en la pgina 4:

    El mundo no ha de ser nuestro criterio. Sea elSeor quien obre. Sea su voz la que se oiga. Losque estn empleados en cualquier departamento dela obra, mediante la cual el mundo puede ser trans-formado, no deben entrar en alianza con los que noconocen la verdad. El mundo no conoce al Padre nial Hijo, y carece de discernimiento espiritual encuanto a nuestra obra, en cuanto a lo que debemoso no hacer. Hemos de obedecer las rdenes que nosvienen de lo alto. No hemos de or el consejo, ni se-guir los planes sugeridos por los incrdulos. Las su-gerencias hechas por aquellos que no conocen laobra que Dios est haciendo en este tiempo tendrnpor efecto el debilitar el poder de los medios de Dios.Aceptando tales sugerencias resulta anulado el con-sejo de Cristo. Cul es el objeto de esa advertencia? Estamos en

    peligro de seguir los caminos del mundo? Si no fueraas, Dios no nos habra advertido en esos trminos.Existe peligro de que hagamos alianzas con, o siga-mos el modelo de organizaciones mundanas? Una per-sona construye una organizacin mundana y se coloca l mismo, o ella mis ma , a la cabeza. Entonces, dado aque tiene un cierto xito en razn de la temperancia,de la moralidad o de alguna cosa relacionada, cree-mos que hemos de copiarlo y seguir planes similares alos suyos.

    Dios tiene algo mejor que eso. Quiere que demosodo a planes que vienen de arriba. Nos ha dicho hacetiempo que aunque algunas de esas organizacionespudieran tener cosas que fuesen buenas en s mismasha mencionado la temperancia como una de ellas, enla medida en que estn aliadas con la marca de la bes-

    tia, instituciones dominicales, obrando para eso, y efavor de leyes para obligar a la gente y forzar la con-ciencia, no podemos juntarnos a ellas. Ese testimonilleva ya entre nosotros ocho aos por lo que s; ahorya casi nueve. Lo que quiere el Seor es anosotros , yla cuestin es ahora: Nos tendr? Nos tendr, a fide poder emplearnos? Seremos totalmente sumisos su voluntad? Daremos odo a las rdenes de lo alto,

    las obedeceremos?A ese respecto hay un escrito en el Vol. 1 deTesti-monios, pgina 183. Se refiere a la causa, al dar co-mienzo el fuerte clamor:

    Todos parecan tener un profundo sentido de suindignidad, y manifestaban total sumisin a la volun-tad de Dios. En la pgina 2 delTestimonio titulado Peligro de

    adoptar una poltica mundana en la obra de Dios, leestas palabras:

    Tengo algo contra ti, porque has abandonado tuprimer amor. Recuerda por tanto de dnde has ca-do, y arrepintete, y haz las primeras obras; de locontrario vendr presto a ti y quitar de su lugar elcandelero, si no te arrepintieres. Aquel que llor so-bre el impenitente Israel, en vista de su ignoranciade Dios, y de Cristo su Redentor, ha mirado el co-razn de la obra en Battle Creek. [Pero hermanos,ahora estamos en Battle Creek, y eso significa noso-tros. Ese mismo Redentor est ahora mirndonos anosotros]. Ha habido gran peligro, pero algunos no lohan sabido. La incredulidad e impenitencia cegaronsus ojos, y se apoyaron en la sabidura humana parala conduccin de los intereses ms importantes de lacausa de Dios. Y delTestimonio que lleva por ttulo A los herma-

    nos en posiciones de responsabilidad, pgina 10, leestas palabras:

    La apostasa original comenz con la increduli-dad y negacin de la verdad. Debemos afianzar elojo de la fe en Jess. Cuando lleguen los das, comosuceder ciertamente, en que la ley de Dios seaanulada, el celo de los fieles y verdaderos debe le-vantarse ante la emergencia, y ha de tener el carc-ter ms clido y decidido, y su testimonio debe ser elms resuelto y pos itivo. Y en la pgina 12 leemos:

    Los hay que se han jactado de su gran cautela enrecibir nueva luz, como ellos la llaman; pero estncegados por el enemigo, y no pueden discernir lasobras y caminos de Dios. Luz, preciosa luz; vienedelcielo, y ellos se disponen contra ella. Qu siguedespus? Esos mismos aceptarn mensajes queDios no ha enviado, yvendrn as a ser incluso pel i- grosos para la causa de Dios , debido a las falsasnormas que establ ecen.

    Dice ms: Necesitan el ungimiento celestial a fin de quecomprendan lo que es luz y verdad.

    Eso significa vosotros y yo. Yo especialmente.

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    Os digo, una buena cosa por hacer, si no la habishecho ya, es leer la primera pgina de la Reviewdel 7de febrero. Habla de pleno sobre el tema en cuestin.Leer unas pocas frases:

    Colocarnos en una posicin en la que tenemos laapariencia de sumisin, es una posicin nueva paraeste pueblo. Es una experiencia nueva, un apartarsede los principios a los que nos hemos adherido, quehan hecho de nos otros lo que hoy somos, un puebloal que Dios ha prosperado, un pueblo que tiene alSeor de los ejrcitos con l. ...Vosotros que estisrelacionados con las cosas sagradas, Dios os mandaque seis cuidadosos dnde ponis vuestros pies. los tiene por responsables de la luz de la verdad, deque brille en ntidos y claros rayos al mundo. Elmundo nunca os ayudar con sus dispositivos ahacer brillar vuestra luz... Todos los que abrazan laverdad deben hacerlo en justicia, y apreciar su valory carcter sagrado... Necesitamos sabidura divina ydestreza a fin de aprovechar toda oportunidad quedisponga la providencia de Dios para la presentacinde la verdad. Aprovechad la oportunidad, no la traicionis, no

    fallis al presentarse la oportunidad, debido a que noestis preparados. Para qu estamos aqu, si no esta-mos dispuestos? Qu sois vosotros y yo, como pasto-res adventistas del sptimo da, ministros para llevar elmensaje del tercer ngel? Qu hacemos aqu, si noestamos dispuestos, cuando Dios nos llama y da unaoportunidad?

    No se permita que el temor a los hombres y eldeseo de promocin oscurezcan un solo rayo de laluz celestial. Si ahora fallaran los centinelas de laverdad en hacer sonar la advertencia, seran indig-nos de su posicin como portaluces del mundo. Aho-ra bien, si el estandarte cayera de sus manos, el Se-or suscitara a otros que seran fieles y leales.

    Requerir coraje moral hacer la obra de Dios re-sueltamente. Los que obren as no pueden ceder alamor por ellos mismos, a las consideraciones egos-tas, a las ambiciones, al apego a una vida fcil, o aldeseo de evadir la cruz...

    Algunos pueden aparentar no implicarse enningn bando en el conflicto. Pueden aparentar notomar partido contra la verdad, pero no saldrn va-lientemente por Cristo, por miedo a perder la propie-dad o a sufrir reproche.Todos ellos son contados con los enemigos de Cristo . Ha llegado el tiempo en el que los amigos de Cristo

    han de darse a conocer. Y si es un adventista delsptimo da el que es llamado por su posicin en favorde Cristo y el mensaje, que vuestra amistad con Cristose conozca en que os tenis por l.

    Ahora dediquemos unos minutos a hablar acerca decmo llegamos a esta posicin, cmo fue que vinieronestos peligros.

    Recordaris cuando la otra tarde lea el capitulo 2 deJoel, que uno de los hermanos, al llegar al versculo 23el hermano Corliss llam la atencin a la nota al

    margen en la Biblia. Lo recordis? Entonces dije quvolveramos a aquella nota al margen posteriormenteBuscadla y leedla ahora en vuestras Biblias. Dice eversculo 23: Vosotros tambin, hijos de Sin, ale-graos y gozaos en Jehov, vuestro Dios; porque os hdado la primera lluvia a su tiempo Qu dice en lnota marginal? Un instructor de justicia. Os ha dadun instructor de justicia. Cmo? De acuerdo con l

    justicia. Y har descender sobre vosotros lluvia. en qu consistir? Cuando vino la primera lluvia, equ consisti? En un instructor de justicia. Y cuandol da la lluvia tarda, en qu consistir? En un ins-tructor de justicia. Cmo? De acuerdo con la justi-cia. No es precisamente eso lo que nos ha dicho etestimonio en ese artculo que se os ha ledo variaveces? El fuerte clamor del tercer ngel, la lluvitarda, ha comenzado ya en el mensaje de la justicide Cristo. No es eso mismo lo que nos dijo Joel esu da? No fue nuestra vista desviada, a fin de que npudiramos ver? Acaso no estamos en necesidad dungimiento? Hermanos, qu necesitamos en el mun-do tanto como eso? Cun gozosos debiramos estaporque Dios haya enviado a su propio Espritu en loprofetas para hacrnoslo ver, siendo que no lo ve a-mos! Cun infinitamente agradecidos debiramoestar por ello!

    As pues, la lluvia tarda el fuerte clamor, deacuerdo con el testimonio, y de acuerdo con la Escritura, es el instructor de justicia, de acuerdo con la jus-

    ticia. Ahora, hermanos, cundo fue que este mensajde la justicia de Cristo comenz con nosotros compueblo? [Uno o dos en la audiencia: Hace tres o cua-tro aos]. Son tres, o son cuatro? [CongregacinCuatro]. S, cuatro. Dnde fue? [Congregacin:Minneapolis]. Qu rechazaron entonces los herma-nos en Minneapolis? [Algunos en la congregacin: Efuerte clamor]. Cul es ese mensaje de justicia? ETestimon io nos ha dicho qu es: el fuerte clamor lalluvia tarda. Siendo as, qu rechazaron los hermanosen esa terrible posicin en la que estuvieron, en Min-

    neapolis? Rechazaron la lluvia tarda, el fuerte clamodel mensaje del tercer ngel. Hermanos, no es bien triste? Por supuesto, lo

    hermanos no saban que estaban rechazando eso, perel Espritu del Seor estaba all para decirles que lestaban haciendo no es as? Pero al rechazar el fuerclamor, el instructor de justicia, el Espritu del Se-or, mediante su profeta, estuvo all y nos dijo lo questaban haciendo. Qu sucedi entonces? Oh, enton-ces simplemente pusieron de lado al profeta, junto coel resto. Eso fue lo que sucedi. Hermanos, es tiempde que recapacitemos en estas cosas. Es tiempodemeditar seriamente, de pensar con deten imiento.

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    En la pgina 8 de Peligro en adoptar una polticamundana en la obra de Dios leo esto:

    Como Intercesor y Abogado del hombre, Jessguiar a todos los que estn dispuestos a dejarseguiar, dicindoles: Seguidme arriba, paso a paso,donde brilla la clara luz del Sol de justicia . Pero notodos estn siguiendo la luz. Algunos estn saliendodel camino seguro, que a cada paso es un caminode humildad. Dios ha encomendado a sus siervos un

    mensaje para este tiempo; pero ese mensaje no co-incide en todo particular con las ideas de todos losdirigentes, y algunos critican el mensaje y los men-sa jeros. Se atreven incluso a rechazar las palabras de reproche enviadas a ellos por Dios mediante su Espritu Santo . Sabis de quin se trat. No espero que ninguno de

    vosotros mire hacia algn otro. T sabes si t mismoestuviste en ello, o no. Y hermanos, ha llegado el mo-mento de que aceptemos hoy lo que entonces recha-zamos. Ni una sola alma entre nosotros ha sido capazde imaginar la maravillosa bendicin que Dios tenapara nosotros en Minneapolis, y que habramos estadodisfrutando estos cuatro aos, si los corazones hubie-sen estado dispuestos a recibir el mensaje que Diosenvi. Estaramos cuatro aos por delante, habr amosestado en medio de las maravillas del fuerte clamor,esta noche. No nos dijo el Espritu de profeca all, enaquel tiempo, que la bendicin estaba rondando sobrenuestras cabezas? Bien, hermanos, lo sabis. Cada unopor s mismo no vamos a comenzar a examinar uno aotro, examnese a s mismo. Cada uno sabe por s

    mismo la parte que tuvo en los hechos; y ha llegado elmome nto de erradicar todo el asunto. Leer otro pasajerelativo a lo mismo:

    Qu poder tiene el Seor en reserva para al-canzar a aquellos que han desechado sus adverten-cias y reproches, y hanreputado los testimonios del Espritu de Dios como de un origen no superior a la sabidura huma na ? En el juicio, los que as habishecho qu ofreceris al Seor como excusa porhaber dado la espalda a la evidencia que l os hadado de que Dios estaba en la obra? Por sus frutoslos conoceris. No voy a repetir ahora ante vosotroslas evidencias dadas en los dos aos pasados ace r-ca del trato de Dios con sus siervos escogidos. Ese testimonio fue dado el 3 de noviembre de 1890.

    Dos aos antes nos lleva al otoo de 1888, al mes denoviembre, y eso significa Minneapolis; el tiempopreciso en que eso tena lugar. Hay en esta casa mediadocena de hermanos; s, quiz una docena de ellos,quienes, en otra ocasin con posterioridad a Minnea-polis, en un instituto, oyeron al Espritu de Dios repro-bar y reprender en palabras llanas ese espritu de Min-neapolis que haba en ese Instituto en el que estba-

    mos, y afirmaron sin rodeos que era el espritu deSatans. Eso ocurra la primavera siguiente a Min-neapolis.

    Contino:

    Pero se os revela la evidencia de su obra en elpresente, y estis ahora bajo la obligacin de creer .No podis ser negligentes en or el mensaje de ad-vertencia de Dios, no podis rechazarlos o tratarlos ala ligera sin peligro de una prdida infinita. Slo esposible ceder a las objeciones capciosas, el ridiculi-zar y los falsos informes, a expensas del envileci-miento de vuestra propia alma. El uso de armas talesno gana en vuestro favor ninguna preciosa victoria,sino que rebaja la mente, y separa el alma de Dios.Las cosas sagradas son llevadas al nivel de locomn y se crea una condicin de cosas que com-place al prncipe de las tinieblas, y que contrista alEspritu de Dios. Las objeciones capciosas y la crti-ca dejan el alma privada del roco de la gracia, deigual forma en que las colinas de Gilboa estabandestituidas de la lluvia. No se puede depositar laconfianza en el juicio de aquellos que son indulgen-tes en ridiculizar y presentar falsamente a otros. Nose puede conceder ningn peso a sus consejos odecisiones. Debis ll evar las credenciales divinas an-tes de efectuar movimientos decididos, o dar forma ala obra de la causa de Dios.

    Acusar y criticar a aquellos a quienes Dios estusando es acusar y criticar al Seor que los ha en-viado. Todos necesitan cultivar sus facultades reli-giosas a fin de que puedan tener un correcto discer-nimiento de los asuntos religiosos. Algunos han fa-llado en distinguir entre el oro puro y el vulgar metal,entre la su stancia y la sombra. Antes de continuar con el prrafo siguiente quier

    leer dos prrafos de este testimonio que an no ha sidpublicado:

    Las falsas ideas que fueron ampliamente des-

    arrolladas en Minneapolis no han sido enteramentedese nraizadas de algunas mentes. Los que no hanhecho una obra concienzuda de arrepentimiento, ba- jo la luz que Dios ha tenido a bien dar a su pueblodesde ese momento, no vern claramente las cosas,y estarn dispuestos a calificar los mensajes queDios enva como un e ngao. Hermanos, qu mayor peligro podra haber ant

    nosotros, que ese al que hemos sido llevados por ecurso seguido, y contra el que se nos advierte: el peli-gro de traicionar los legados sagrados, el peligro dtraicionar a nuestros hermanos, y llevarlos a lugares posiciones en los que tengan que soportar horriblecargas que el enemigo ponga sobre nosotros, y con laque nos persiga?

    Insistiendo en el mismo tema, leer algo ms: Debiramos ser el ltimo pueblo en la tierra en

    ser indulgente en el ms mnimo grado con el espri-tu de persecucin contra aquellos que estn llevandoel mensaje de Dios al mundo. Ese es el rasgo anti-cristiano ms terrible que se ha manifestado entrenosotros desde el encuentro de Minneapolis. Algnda se lo ver en su verdadero significado, con todoel horror que ha resultado del mismo. Hermanos, Dios est fervientemente interesado e

    eso. Es tiempo de que vosotros y yo busquemos aSeor, mientras dura la misericordia, a fin de que sea-

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    mos capaces de ver todo el horror en su enormidad,mientras que dura la gracia para librarnos de ello. Diosnos llama a s mismo.

    Ahora, este prrafo adicional enSpecial Testim o-nies:

    Los prejuicios y opiniones que prevalecieron enMinneapolis no estn de ninguna forma muertos. Lassemillas que fueron all sembradas en algunos cora-

    zones estn listas a brotar a la vida y a rendir unacosecha similar. Se han cortado las puntas, pero lasraces nunca han sido arrancadas, y siguen llevandosu fruto impo para envenenar el juicio, pervertir laspercepciones y cegar el entendimiento de aquelloscon quienes tratis, en relacin con el mensaje y losmensajeros. Cuando, mediante concienzuda confe-sin, destr uyis la raz de amargura,veris luz en laluz de Dios.Sin esa obra concienzuda nunca li m- pi a ris vuestras almas . Hermanos, limpiaris as vuestras almas y abriris

    el camino del Seor para que enve su Espritu en el

    derramamiento de la lluvia tarda?Necesitis estudiar la palabra de Dios con unpropsito, no para confirmar vuestras propias ideas,sino para corregirlas, para que sean condenadas oaprob adas, si es que estn o no en armona con lapalabra de Dios. La Biblia ha de ser vuestra compa-a constante. Debis estudiar los Testimonios, no pa-ra entresacar ciertas frases que podis emplear co-mo os plazca, para fortalecer vuestras aserciones,mientras que despreciis las claras declaracionesdadas para corregir vue stro curso de accin.

    Ha habido un alejamiento de Dios entre nosotros,y est an pendiente de realizar la celosa obra delarrepentim iento y volver a nuestro primer amor, tanesencial para la restauracin a Dios y la regenera-cin del corazn. La infidelidad ha irrumpido ennuestras filas, ya que es la moda alejarse de Cristo ydar lugar al escepticismo. El clamor delcorazn demuchos ha sido: No queremos que este hombre re-ine sobre nosotros. Baal, Baal, es la eleccin. La re-ligin de muchos entre nosotros serla religin del apstata Israel , puesto que aman su propio camino,y olvidan el camino del Seor. Laverdadera religin ,la n ica religin de la Biblia , que ensea el perdnsolamente mediante los mritos de un Salvador cru-cificado y resucitado, quedefiende la justicia por la fe del Hijo de Dios , ha sido tomada a la ligera, se hahablado contra ella, se la ha ridiculizado y se la harechazado. Se la ha denunciado como conduciendoal entusiasmo y fanatismo.Pero es la vida de Jes u- cristo en el alma, es el principio activo del amor i m- partido por el Espritu Santo , el nico que lograrque el alma sea fructfera en buenas obras. El amorde Cristo es la fuerza y el poder de todo mensaje deDios que jams haya salido de labios humanos.Cul es el futuro que nos espera, si fallamos en ve-nir a la unidad de la fe? Esa fue la cuestin planteada anoche: la unidad de la

    fe. Cuando los primeros discpulos se juntaron y ora-ron unnimemente, y estuvieron mano con mano, en-tonces el Espritu Santo vino sobre ellos, y eso es loque se pone ahora ante nosotros.

    Hermanos, no estoy diciendo estas cosas con nimde encontrar faltas, o de condenar. Las digo en el te-mor de Dios, para que cada uno de nosotros puedsaber dnde estamos. Y si hay todava alguna de esaraces de Minneapolis persistiendo estos cuatro aos, algn resto de ellas que hayan dado cosecha durantestos cuatro aos, asegurmonos que aqu y ahora laserradicamos totalmente y nos postramos a los pies d

    Cristo con esta confesin: Soy desgraciado, misera-ble, pobre, ciego y desnudo, y no conozco mi condi-cin. Ah es donde estamos.

    S que all algunos lo aceptaron. Otros lo rechaza-ron totalmente. Vosotros tambin lo sabis. An otroprocuraron mantenerse a medio camino, y as es comolo obtuvieron. Pero esa no es la forma de poseerlohermanos. No es as como se lo recibe. Creyeron qupodan tomar una posicin moderada, y aunque nosepuede decir exactamente que lo recibieran, o que scomprometieran con l, sin embargo estaran dispues-tos a ir all donde el viento soplara finalmente. Alldonde fuese el cuerpo, iran ellos.

    Desde ese tiempo otros han visto que Dios est mo-viendo el cuerpo de la causa hacia delante en esa mis-ma lnea, y se han propuesto avanzar con el cuerpo, averlo moverse en esa direccin. Hermanos, necesittener esa justicia de Jesucristo mucho ms cerca dvuestro corazn que todo eso. Cada uno necesita tenerla justicia de Dios ms cerca de l que simplementsopesar las cosas y quedarse a medio camino, en cas

    contrario no conocer nunca en absoluto la justicia dDios. Otros han sido aparentemente favorables, y estara

    dispuestos a hablar en su defensa cuando todas lacosas vayan en esa direccin. Pero en la ferocidad dese espritu ese espritu descrito como perseguidorcuando ese espritu se desencadena en su violencia hace la guerra contra el mensaje de la justicia por la feen lugar de tenersenobl emente, en el temor de Dios, ydeclarar frente al ataque, es la verdad de Dios, y lcreo con toda mi alma, comenzarn a ceder dis-culpndose, ofreciendo excusas a los que lo estn pre-dicando, como si fuese un mero asunto de personahumanas, del que se puede obtener ventaja a causa dla admiracin que despierta.

    Hermanos, la verdad de Dios no necesita disculpasEl hombre que predica la verdad de Dios no necesitdisculpa. La verdad de Dios quiere vuestra fe; eso es loque quiere. Todo cuanto necesita la verdad de Dios eque t y yo la creamos, la recibamos en nuestros cora-zones y nos tengamos por ella frente a los ataques qu

    pueda sufrir; y que se sepa que estis con los mensaje-ros que Dios enva a predicar, no porque sean ciertapersonas, sino porque Dios los ha enviado con unmensaje.

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    Eso, no obstante, no es ms que una muestra. Estnpor suceder cosas que sern ms sorprendentes que lasacaecidas en Minneapolis, ms sorprendentes quecualquiera de las cosas que hayamos podido ver hastaaqu. Y hermanos, se requerir que recibamos y predi-quemos esa verdad. Pero a menos que vosotros y yotengamos cada fibra de ese espritu enraizado en nues-tros corazones, trataremos al mensaje y al mensajero

    mediante el cual es enviado de la precisa forma en queDios dice que hemos tratado este otro mensaje.Leer la conclusin de este testimonio en Vol. 1 de

    Testimonios, pginas 186 y 187, y terminar por estanoche:

    Dios probar a su pueblo. Jess los soporta pa-cientemente, y no los arroja de su boca en un mo-ment o. Dijo el ngel: Dios est pesando a su pue-blo. Si el mensaje hubiese sido de una duracin tancorta como muchos de nosotros esperbamos, nohabra habido tiempo para que desarrollaran elcarcter. Muchos actuaron por sentimientos, no porprincipio y fe, y ese solemne y temible mensaje losreaviv. Sobrecogi sus sentimientos, y despert sustem ores, pero no cumpli la obra que Dios designque deba hacer. Dios lee el corazn. A fin de que supueblo no resulte engaado en cuanto a s mismos,Dios les da tiempo para que la excitacin se pase, yentonces los prueba para saber si obedecern elconsejo del Testigo fiel y verdadero. As, no nos cansemos de buscar a Dios en esta

    Asamblea, y si la bendicin no llega en un da, unasemana o un mes, continuemos en el camino, puesDios ha dicho que llegar.

    Leo en la pgina 187: Dios conduce a su pueblo paso a paso. l los lle-

    va a diferentes puntos calculados para manifestar loque hay en el corazn. Algunos resisten en un punto,pero fracasan en el siguiente. A cada punto de avan-ce el corazn es examinado y puesto a prueba unpoco ms de cerca. Si el profeso pueblo de Dios re-

    sulta tener sus corazones en oposicin a esta obra,debe convencerlos de que tienen una obra que hacer para vencer , si es que no han de ser arrojadosde la boca del Seor. Dijo el ngel, Dios llevar su obra cada vez ms cerca a fin de probar acada uno de su pueblo. Algunos estn dispuestos a recibir unpunto; pero cuando el Seor los lleva a otro puntoprobatorio, se retiran y retroceden , debido a que venque eso golpea directamente algn dolo acariciado.

    Todo eso lo he visto yo mismo en casos individua-les, y una y otra vez desde la Asamblea de Minneapo-lis.

    Aqu tienen oportunidad de ver lo que hay en suscorazones que echa fuera a Jess. Valoran algunacosa por encima de la verdad, y sus corazones noestn dispuestos a recibir a Jess. Durante un ciertotiempo los individuos son probados para ver si sacri-ficarn sus dolos y oirn el consejo del Testigo fiel.Si alguien no es purificado por la obediencia a laverdad, venciendo su egosmo, su orgullo y sus pa-siones, los ngeles del Seor tienen el encargo : Sehan juntado a sus dolos, dejadlos estar, y conti-nuarn con su obra, dejando a aquellos con sus ras-gos pecaminosos sin someter, bajo el control de losngeles malos. Los que alcanzancada punto , y r e- si sten toda prueba , venciendo, a cualquier precio ,han odo el consejo del Testigo fiel, yrecibirn la ll u- via tarda , siendo as hechos idneos para la trasl a- cin . Hermanos, es ah donde nos encontramos. Actue-

    mos en consecuencia. Demos gracias al Seor porqunos trate todava como lo hace, para salvarnos de nuestros errores y de nuestros peligros, para protegernos d

    cursos de accin equivocados, y para derramar sobrnosotros la lluvia tarda, a fin de que podamos ser tras-ladados. Eso es lo que significa el mensaje traslacin para vosotros y para m. Hermanos, re-cibmoslo con todo el corazn, y demos gracias a Diopor l.

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