19
Metafísica y arte: El problema de la intuición en Schopenhauer Este mundo se le da al hombre como un enig- ma a resolver. Toda mi vida —sus momentos ex- traños, desordenados, no menos que mis pesa- das meditaciones— se me ha pasado en resolver ese enigma. M. BATAILLE Cuando en 1818 vio por primera vez h luz El mundo como voluntad y representación, Schopenhauer tenía conciencia de haber planteado correc- tamente un problema —d único problema, el de la cosa en sí— y de ha- ber dado definitivamente con su solución. Tenía la certeza de que su fi- losofía era un conjunto sistemático y armónico, y mucho más, de que el sistema que ofrecía aventajaba a otros, no ya por su coherencia, sino por la novedad de un planteamiento no vislumbrado por nadie antes de él’. Hay, sin duda, en esta convicción una audacia propia quizás de los años de la primera juventud, pero lo cierto es que, a pesar del tiempo, Scho- penhauer continuó siendo fiel, en la esencia y en el detalle, a su obra ca- pital, y que el resto de sus escritos posteriores no constituyen sino suce- sivas reediciones, matizaciones y comentarios a aquélla. Uno de los puntos neurálgicos de su sistema estriba en la identidad entre el conocimiento y la intuición. Conocer es intuir, y la intuición debe ser considerada con arreglo a dos tipos básicos: el primero se inscribe en el ámbito del conocimiento práctico, de la ciencia, de la vida cotidiana; el segundo tiene que ver con la esfera de la contemplación pura, del arte, del desinterés. Un tipo y otro se oponen entre como el sometimiento y la liberación, como la necesidad y la abundancia; pero ambos tienen un mismo origen y una misma condición: la distinción entre un sujeto y un objeto, la escisión aparente del mundo en cognoscente y conocido. Dicho ¡ En una carta dirigida a su editor, Friedrich Arnoid Brockhaus, escribe Schopenhauer lo siguiente: «Mi obra es un nuevo sistema filosófico, pero nuevo en el sentido fuerte de la palabra; no una interpretación de lo ya manifestado por otros, sino una unen de pensamien- to coherente en el más alto grado, no concebida hasta el momento por ninguna cabeza hu- mana>’ (Apud Albendroth, XV., Schopenhauer. Rowohlt, flamburg, 1982). Anales del Seminario de Metalisica XIX. Ed. Universidad Complutense. Madrid

Metafísica y arte: El problema de la intuición en Schopenhauer

Embed Size (px)

Citation preview

Metafísicay arte:El problemade la intuición en

Schopenhauer

Este mundo se le da al hombre como un enig-ma a resolver. Toda mi vida —sus momentos ex-traños, desordenados, no menos que mis pesa-das meditaciones— se me ha pasado en resolverese enigma.

M. BATAILLE

Cuandoen 1818 vio por primera vezh luz El mundocomovoluntadyrepresentación, Schopenhauerteníaconcienciadehaberplanteadocorrec-tamenteun problema—d único problema,el de la cosaen sí— y de ha-ber dado definitivamente con su solución. Tenía la certezade que su fi-losofía era un conjuntosistemáticoy armónico,y mucho más,de que elsistemaqueofrecíaaventajabaa otros,no ya por sucoherencia,sino porla novedadde un planteamientono vislumbrado por nadieantesde él’.Hay, sin duda,en estaconvicciónunaaudaciapropiaquizásde los añosde la primera juventud, pero lo cierto es que,a pesardel tiempo, Scho-penhauercontinuósiendofiel, en la esenciay en el detalle,a su obraca-pital, y queel resto de susescritosposterioresno constituyensino suce-sivas reediciones,matizacionesy comentariosa aquélla.

Uno de los puntos neurálgicosde su sistemaestribaen la identidadentreel conocimientoy la intuición. Conoceres intuir, y la intuición debeserconsideradacon arregloados tipos básicos:el primero se inscribeenel ámbito del conocimientopráctico, de la ciencia,de la vida cotidiana;el segundotienequever con la esferade la contemplaciónpura, del arte,del desinterés.Un tipo y otro seoponen entresí como el sometimientoyla liberación, como la necesidady la abundancia;pero ambostienen unmismo origeny unamisma condición: la distinciónentreun sujetoy unobjeto, la escisiónaparentedel mundoen cognoscentey conocido.Dicho

¡ En una carta dirigida a su editor, Friedrich Arnoid Brockhaus, escribe Schopenhauerlo siguiente: «Mi obra es un nuevo sistema filosófico, pero nuevo en el sentido fuerte de lapalabra; no una interpretación de lo ya manifestado por otros, sino una unen depensamien-to coherente en el más alto grado, no concebida hasta el momento por ninguna cabeza hu-mana>’ (ApudAlbendroth, XV., Schopenhauer.Rowohlt, flamburg, 1982).

Analesdel Seminariode MetalisicaXIX. Ed. UniversidadComplutense.Madrid

150 1?. Avila Crespo

brevemente,la intuición tienea subasela consideracióndel mundocomoapariencia,como fenómeno,como representación.

Esta consideraciónno basta,sin embargo,porqueno agotalo queelmundoes.Tampocoel sujeto,capazde representary de intuir, puedeserdefinidoúnicamentecon arregloa esacapacidad.El sujetoqueconocepo-see,además,un cuerpo,esun cuerpo.En estesentidoafirmaráSchopen-hauerqueno somossolamentesujetosde conocimientosino tambiénob-jetos, es decir, cosasen sí. El cuerpoes,para el sujetoque lo posee,unobjeto entreotros,sometidotambién a las leyesbásicasde la representa-ción. Pero es,ademásde eso,un cuernovivido. El sujetoposeeunaviven-cia directa e inmediatade su propio cuerpo,una vivenciaque sobrepasael marcode la representacióny le abre la posibilidad dc una considera-ción por completo distinta del mundo.

El cuerpo es vivido, experimentadocomo voluntad. Y esavivencia,que no es ya intuición, constituye,sin embargo,el puntode arranquedeaquélla.El cuerpoes eí lugar dondeconfluyen la representacióny la vo-luntad, la intuición y la vivencia, Y a travésde él, como a travésde unhito conductor,puedeser desentrañadala esenciadel mundo.Esta con-sideración,quesobrepasala esferade la cienciay la del arte, se inscribecon derechoen un ámbito especia],el de la metafísica,y en una forma,especial también,de metafísica:la filosofía.

1. Me/aftsica, religión y ftloso/}a

Entre todos los seressólo el hombreexperimentacomo algo proble-mático supropiaexistencia.Unicamenteen él la inteligenciay la volun-tad aparecenlo suficientementeseparadascomo para que «al verse ~un-tas se extrañenmutuamente»2.Un mayordesarrollode la inteligencia yuna actitud reflexiva ante la presenciadel dolor y el hechoirreversiblede la muerteson las dos condicionessobre las cualesse levantauna ne-cesidad,específicamentehumana,de trascenderla simpleapariencia,deir más allá de los Fenómenos:la necesidadmetafísica.

Schopenhauerdefine la metafísicacomo «aquel conocimientoque vamás allá de las posibilidadesde la experiencia»-3,medianteél se intentadesvelarel enigmadel mundoy ofrecerunarespuestaa la pregunta,¿quées La existencia?Y hay dos caminosposiblespara respondera esapre-gunta,y, por tanto, dosformasde metafísica:la religión y la filosofía.

La diferenciaentreellasestribaen la distinta relación queuna y otra

2 Dic Welt alt Wille ¡md Vorswllnng, libro 1, cap. 17 (A. Schopenhauer,Werkcji’ zehíí Pdn-

den, Band III. DiógenesVerlagAG, Zúrich, 1977, p. 186« Un¿erMcíaphvsk ivrswhc ich cJeangchlichcErkcnnlniss,we]chc‘ter dic Móglieh-

keim der Erfahrung,alsouberdic Natur, oder clic gegebeneErschcinungdey finge, hinaus-gehí,um AuísehLusszu ertheilen(ter Das,wodurch ene, in einernoderdern andernSinne,bcdingt wáre: oder, populár zu reden, tíber Das, was hinter der Natur stecktund sic md-glich rnacht», (o. o., p. 191).

Metafrica y arte: El problemade la intuición en Schopenhauer 151

tienencon la verdad:sólo en sentidoalegóricopuedeunareligión conte-ner la verdad,la filosofía en cambio tiene el deber de ser verdaderaensentidoestricto.A ello hay queañadirque,mientrasque la religión echamano de la fe y del respetoa la autoridad, la filosofía sólo puedehacerusode la reflexión y del razonamiento.Es inútil el empeñodefundar unareligión obre la razón, y lo mejor para ambasseríaque permanecieranmutuamenteextrañas.

Sin embargo,y a pesarde sucaráctermetafórico,la religión esabso-lutamentenecesariapara el pueblo.Las distintas religiones,puestoqueestánacomodadasal grado de comprensiónde la mayoría,no podránsu-ministrar la verdadmásquede una manerafiguraday mediata,perosuvalor dependerásiempredel grado de claridad y de verdad que tenganlas metáforasque utilice. Así, las religiones pesimistas,queno se enga-ñan sobrela existenciadel mal y del dolor, resultanmanifiestamentesu-perioresal optimismo, cínicoo ciego,de aquéllasquedescribenestemun-do como el mejorde los mundosposibles.

La filosofía, como la religión, nacetambién del asombroanteel mun-do y la propia existencia.Y esteasombroes incompatible tanto con laidea de un mundoabsolutamentenecesario,como con el optimismo na-turalista,según el cual la física puedesituarsea sí mismapara explicarci mundo. La físicachocaunay otra vezconun obstáculometafísico,anteel que repetidamentese revela insuficiente: siemprele resultará incom-prensibleel comienzode la cadenade la causalidad4.La insuficienciadelnaturalismoes mostradapor Schopenhauerdesdediversasargumenta-ciones, pero, en general,todas ellas podríandeducirsea la siguiente:elnaturalismoconfundela materiacon la cosaen sí, e ignora queel objetonuncaes algo dadoabsolutamente,sino queestácondicionadopor el su-jeto que lo conocey es,por lo tanto, fenómeno.

Estasconsideracionesllevan sin duda la huella de Kant, y Schopen-hauer reconocecomo la basede su filosofía la distinción kantianaentrefenómenoy cosaen sí, pero al mismo tiempo, se apresuraa consignaraquellospuntosen quesufilosofia seseparade la reflexión kantiana.Porun lado, la filosofía nadatiene quever con conceptospuros; su fuenteysu fundamentono sontales conceptos.Y no lo son,porqueno los hay. Launíca y legítima fuentede la filosofía es la experiencia.El conjuntode laexperienciaque llamamosmundoes un mensajecifrado. La filosofía essuclave, y la pruebade su verdadno esotra queeí acuerdocon eí mun-do5. Por otro lado,Schopenhauerconsideraque,de acuerdocon la refle-xión kantiana,no es posibleavanzarmásallá del fenómeno.De acuerdocon ella, «noseriaposible la metafísica,sino sólo un conocimientode los

Cír. o. c., PP.206-208.«Das Canze der Eríahi-ung glcieht cinerCcheinísclsnift,und dic Philosopbieder Ení-

ziffcrung derselben,derenRicht.igkcit sicb dnreh den Oberal! hervortrewnden Zusarumen-hang bewáhrs», (o, e., p. 213),

1 52 U. Avila Crespo

fenómenos(por tanto, una física) y, junto a ello, una crítica de la razónque aspiraa la metafísica»6.El filósofo de Danzig no comprenderáestalimitación y no la asume,La filosofía, en cuantometafísica,debehacersecargode todoaquelloqueresultaabsolutamenteinexplicableparaeí res-to de las disciplinas,es decir, irreductible al principio de razón.

Frentea las ciencias,que admiten siemprealgo dado,la filosofía nopuedeadmitir ningúnsupuesto,ningúnpostulado,ningunahipótesis.Esun sabergeneral cuyasproposicionesno se derivande otras, y le es ex-trañoel problemadedóndeprocedeel mundo,comola cuestiónhacia dón-de sedirige, puesuno y otros tendríanqueseraclaradoshaciendousodelprincipio de razón,que,a su vez, explicasólo las conexionesentrefenó-menos,pero nuncalos fenómenosmismos.La filosofía, en definitiva, noinvestiga la causadel mundoni su finalidad, sino sólo quéesci mundo.Y respondea esta preguntasirviéndosede juicios generalísimosy abs-tractos,cuyo conjuntoconstituyealgo así como un espejodel mundo7.

2. Cl mundo como representación y el conocimiento intuitivo

A pesarde susdiferenciascon Kant, Schopenhauerproponesudistin-ción entrefilosofía y religión como unacontinuacióndela crítica kantia-na al dogmatismo.En efecto,en el Prólogoa la primera ediciónde la Crí-tica de la razón pura, Kant había dejadoconstanciade su intento de lle-vara cabounacrítica de la razónen general,respectode todos loscono-cimientosa los que éstapuedeaspirar independientementede la expe-riencia. Ahora bien, por «independientesde la experiencia»puedenen-tenderseaquellosconocimientosqueposeenlas característicasdeuniver-salidady necesidad,estoes,aquellosconocimientosquecon justicia pue-den llarnarsea priori, frente a los llamados a posteriori, por derivarsedeJa experiencia.En segundolugar, «independientesde la experiencia»sontambién aquellosobjetosque la metafísicatradicionalhabíaincluido ensu campopropio de estudio,a saber:Dios, mundo y alma.

La novedaddel planteamientokantiano, respectoa la metafísicatra-dicional radica,por un lado,en trasladaral ámbitodel sujetola «respon-sabilidad’> de la existenciade los juicios propios del conocimientocien-tífico (juicios sintéticosa priori), y, en segundolugar, en advertir que,mientrasque la razón no tome concienciade suspropios límites, ignora-rá que aquellosobjetos, Dios mundo y alma, son ideas, pensamientos,peroen modoalgunoconocimientos.En estepuntola posturade Kant esinflexible respectoa la metafísicatradicional.Kant no nieganaturalnien-te el derechode la razóna contarcon talesobjetivos,perosóloíe estáper-

O. o., p, 202.Dic Y/oIt,.. 1, parg. 15. Wcrke lp. 124.

Metafísicay arte: El problema de la intuición en Schopenhauer 153

mitido contar con ellos como con hipótesisque totalizan la experiencia,como ideasreguladorasque responden,en suma,a la necesidadhumanade lo incondicionado,pero es del todo imposible la constituciónde unacienciadela suprasensible,deesemodose realizaríauna hiperfísica,perono una metafísica.El planteamientode Schopenhauerpuedeser enten-dido desdeestosdospuntosbásicos,aunquesólo el primeropermanezcafiel.

Schopenhauer,como se ha señaladomásarriba, sigue incondicional-mentea Kant en la crítica a la filosofía dogmática,y consideraquesu ma-yor mérito resideen la distinción entre fenómenoy noúmeno,basadaenqueentrenosotrosy las cosasestásiempreel intelectocomo órganome-diador.

La filosofía se ocupa,sin duda,del mundo. Peroel mundoes un fenó-menocerebralsometidoa las leyesde la subjetividad.Habertomadocon-ciencia de estaposición, habercomprendidola esenciade la proposición~‘eímundoes mi representación»,tal es la aportacióngenial de la filoso-fía de la modernidad,cuyosjalonesfundamentalesson—segúnSchopen-hauer—Descartes,Berkeleyy Kant. Estafilosofía, fiel a sussupuestosfun-damentales,es una filosofía idealista.Suponeque la existenciaobjetivade lascosasestácondicionadapor un sujetoque las percibey queel mun-do objetivo no existe másque en cuanto representación.

Consideradocomo representación,el mundoestáconstituidoinvaria-blementepor doselementos:un sujeto,querepresenta,y un objeto repre-sentado.Entre ambosse advierte una comunidad de limites —espacio,tiempo y causalidad—,caracterizadospor serformas a priori del sujeto(Schopenhauerlas llama exactamentenocionespuras)queseaplicanconnecesidadal objeto (todo objeto apareceen un espacio,en un tiempo yenunadeterminadarelacióncon otros,relaciónqueesnecesaria,causal).Al conjunto de estasformas lo llama Schopenhauerprincipio de razon.

El principio derazónes la forma bajo la cual el intelectocaptael mun-do. Nadapuedeapareceranteel entendimientosin una razónsuficiente,lo cual significa que nadaindependiente>ningunacosaaisladaen abso-luto del resto de las cosaspuedeconvertirseen objeto para el entendi-miento,puesesteúltimo captasólo relaciones.La ley de la causalidadserefiere, pues,exclusivamenteacambios,estoes,a la aparicióny desapa-rición deestadosen el tiempo,y un cambiotiene lugar cuandole ha pre-cedidootro, segúnuna reglay graciasal cual seproducenecesariamente.Esta necesidadse llama nexo causal.

Precisamenteporqueel usodel principio de razón esexclusivodel en-tendimiento,sólo resultaaplicableal mundoconsideradocomorepresen-tación, es decir, como fenómeno,pero nuncaal mundoen su totalidad,al mundocomo cosaen sí. La existenciaobjetiva tiene como condiciónun ser que conoce,es siempreexistenciapara otro. Ahora bien, todo loquede estemodoexiste podrá tener, por otra parte, una existenciaen sípara lo cual no necesitaya sujetoalguno.Pero estaexistenciano podrá

54 R. Avila Crespo

ser llamadabajo ningún conceptoobjetiva. La cosaen sí ha de sercon-sideradacomo algo completamentedistinto de la representacióny de to-dassuscaracterísticas(espacio,tiempoy causalidad),y, por tanto,de laobjetividad. De ahí también que lo que lo que es válido para las cosasque existenen el mundo y que existen para un sujetoquerepresentaelmundo,no lo seapara la totalidad de? inundo. Y así como puededecirseque todocambio tienesu origenen otro cambioque le precedesegúnunnexo causal,no puededecirseque «eí mundoy todas las cosasque hayen él existanen virtud de otra cosa’>8.

El mundocomovoluntad y representaciónyen La cuádrupleraízdel prin-cipio de razón suficiente, Schopenhauerdistinguirá cuatro tipos funda-mentalesde objetosquese correspondencon otras tantas facultadesdelsujeto. Peroestacomplicadadivisión se verá notablementesimplificadadesdeeí punto de vistaoperativo.Como adviertePhilonenko9,Schopen-hauerelige finalmenteun caminomásoblicuo y másamplio, y establecedosclasesfundamentalesde representaciones:intuitivas y abstractas.Laintuición, referida a las cosasmismas,resultadel esfuerzocombinadodela sensibilidady el entendimiento.La abstracción,emparentadadirecta-mentecon la razón, tiene como objeto la formación de nocionesgenera-les,cuyasustanciaenteraestá tornadadel conocimientointuitivo.

Las representacionesintuitivas se refieren directamenteal mundovi-sible y a suscondicionesde posibilidadh>.La intuición constituye la ma-nifestaciónmás simple del intelecto, Schopenhauerla defineexactamen-te como «eí pasodel efecto a la causaque lleva a caboal rntendimien-to»’ 1; todaintuición es,por tanto, intelectual.Y la inteligenciaen cuantotal es siemprela mismacosaparatodos íus seresque la poseen:es el me-dio de los motivos, su función consisteen el pasoinmediatodel efecto ala causa,estoes,en el conocimientode la causalidad.

El concepto,en cambio,recogeel resuitadode la intuición y lo repro-ducedespuésde largo tiempo. Perolo queel conceptorecogeno es la in-tuición concretani la sensaciónconcomitante,sino su sustanciaesencial,cuya conservacióny transmisiónestánligadas a la palabra.El conceptoes el resultadode la reflexión, y ésta,como ya indica su nombre, es unreflejo, unaderivación quetiene como baseel conocimientointuitivo.

Oher dic i’icr/áchc Wurzel des Sorzes ion, zureichende,, Grunde, parag. 52, Wcrkc V,p- 175.

UY. Philoncnko, A., SchopenhauerUne philosophie de la tragédie. J. v,½,Paris, 1980,p. 47.

Dic Wc/U. 1, parag. 3. Werke 1, p. 33.«Was das Augedas Obc, dic Hand crnpfindct, ist nicht dic Anschauung: es sind blosse

Dala. Erst indem deyVerstand von der W¡rkung auf dic Ursache Obergehí, síehí die Wcltda, als Anscbanung im Raume ausgcbreimcí, dey Gestail nach wcchselnd, deyMaterie naehdurch alle Zeit beharrend: denner vereinigt Raum und lcd in der Vorstellung Malerie,d.i. Wirksaunkcit, (Dic Web... 1, parag. 4. Werke 1, p .39).

Mcta¡Nico y arte: E/problemade la intuición en Schopenhauer 155

Entre el conocimientointuitivo y el abstractono hay dudaen la elee-cion: la intuición no sólo es la fuente de todo conocimiento,sino el ver-daderoconocimientoqueun hombrepuedellamarsuyocon derecho.Des-graciadamente,éstano puedeconservarseni transmítirse,transmisibleessolo el peorde los conocimientos,el abstracto,queessólo una sombradel verdadero:«si las intuicionespudieran transmitirsea los demás,se-ría éste un trabajo realmenteremunerador—advierte Schopenhauer—,pero como las intuicionesson ir. cosas,cadauno de nosotrostiene quepermanecerencerradoen su piel y circunscrito en su cerebro,y en estesentidonadie puedehacernadapor su prójimo’>’2. Sólo las artespuedenpresentara los demáslas condicionesobjetivas,purificadasy puestasenla forma másinteligible dela intuición, peroéstas,como severá másade-lante, no constituyen un camino accesiblea todos los individuos, y enellas, además,eí concepto no tieneningunautilidad.

Todo pensamientooriginal, todo verdaderoconocimientoestáforma-do de imágenes,y nadapodría crearseni en el campode las ciencia,nien el del arte, ni en eí de la filosofía sin el auxilio de la intuición. La eru-dición no podrá nuncasuplir a la experiencia:

«Un solo casotomado de la propiaexperienciaenseñaal ignorantemás que alsabioun millar de casosque conoce,perono comprende;pueslo pocoqueaquélsabeescosaviva ~‘ se apoyaen unanoción exactay bien comprendidaque ¡e per-mite abarcarmil cosassemejantes.En cambio,toda la cienciade un sabiovulgares cienciamuerta, puessi no consisteen meraspalabras,comosucedealgunasve-ces,es un conjuntode conocimientosabstractosque no tienenvalor másqueporlos intuitivos a que se refierany por los que se comprueban.La cabezade un sa-bio pobreen con<>cimientosintuitivos se pareceráa un Bancocuyopapelemitidoascendieraa diez vecese’ valor de la reservaen metálico, lo cual, tardeo tem-prano,conducea la quiebra»”.

Conoceres fundamentalmenteintuir. Es ordenarel mundocon el aus-ho de las nocionespuras de espacio,tiempo y causalidad,pero es tam-bién estaren contactodirectocon el mundo.Conoceres,enfin, tomarpar-te activa en la representación,en esedoble sentidoque le da Schopen-haueral término:como aparienciay como teatro,como fenómenoy comoespectáculo.

3. La intuición y la vivenciadel cuerpo

Sobrela distinción kantianaentrefenómenoy noúmenolevantaSeho-penhabuersu propia consideracióndel mundo como representacióny

~ Dic Y/ch... 1, cap. 7. Werke III, p. 89.

(Y c., p. 94.

¡56 R. Avila Crespo

como voluntad. Consideradocomo representación,el mundo no esotracosaqueel conjuntode todoslos fenómenossometidosal principio de ra-zon; pero,consideradoen suesenciamásíntima, el mundoes exclusiva-mente voluntad. La finalidad y la regularidadatañenexclusivamentealos fenómenosy se aplican a la esferade la representación,pero no afec-tan paranadaa la cosaen sí, que,como tal, es indiferenteal espacio,eltiempo y la causalidad.Schopenhahuertoma así partido frente a aquellafilosofía que afirmabala existenciade verdadeseternas—aeternaeventa-tes—cuyavalidezera inmediatamenteevidentea la razóny que,además,se aplicabana todaslas cosassin restricción.

Ahora bien, si Kant afirma que es imposible una ciencia del noúme-nos,¿cómopuedeSchopenhauerestablecer,si fuesefiel al planteamientokantiano, que la esenciadel fenómenoconsisteen la voluntad?¿Cómopuededecirsealgo del noúmenosin caeren unacontradicción?En reali-dad,el establecimientode la esenciadel mundocomo voluntadestápo-sibilitado por la distinción kantianaentremundosensibley mundointe-ligible, y la caracterizacióndel hombrecomo pertenecientea ambosmun-dos. Schopenhauerno hacesino extraerlas últimasconsecuenciasde unplanteamientoqueél interpretaa sumanera,y dondeel papel concedidopor Kant al «obrar moral» es atribuido por Schopenhaueral «obrar engeneral»y al cuerpoen particular.

El uso legítimodel principio de razónestálimitado exclusivamentealmundoconsideradocomo representación.Más allá de las fronterasde esemundosu aplicación es del todo incorrecta. Sería inútil, por eso,la in-vestigaciónencaminadaa averiguarlo quees el mundofuerade la repre-sentación,haciendousoexclusivodel entendimiento.Esteúltimo no nosllevamáslejosde lasrelacionescausalesentreobjetos;a lo sumo,nospro-porcionaJa explicación de los cambiosque tienen lugar entreellos.Peroel mundo no se agotaahí. Y el sujeto tampoco.

Si el sujetoestuvieseconstituido sólo por el intelecto,si el serdel su-jeto se agotaraen el actode representar,si, enfin, decir «sujeto»fuera lomismo que decir «sujetopuro», acasoel mundoseriamenosproblemáti-co y, sobre todo, seríamás transparente.Pci-o el sujetoposeetambiéncuerpo,y susrepresentacionesestánmediatizadaspor el hechode poseerestecuerpoconcretoy no aquelotro. Schopenhahuerafirma, además,quela intuición no seriaposiblesin la posesióndeun cuerpo,puessóloél sir-ve de medio a la intuición de todos los demásobjetos: el conocimientointuitivo tiene como condiciónde posibilidad el conocimientoinmediatode los cambiosque seproducenen el propio cuerpo14.

Al sujeto le es dado su cuerpode dos formascompletamentediferen-tes. En primer lugar, como representaciónen la intuición del entendi-miento, y en ella aparececomo un objeto entreotros, sometidotambién

“ Dic Web... parag. 6. Wcrkc 1, p. 48.

Metafísica y arte: El problema de la intuición en Schopenhauer 157

alas leyesaqueestánsometidosel restode los objetos,definido por unascoordenadasespacio-temporalesy por unasrelacionescausalescon otroscuernos.En segundolugar, como algo inmediatamenteconocido, es de-cir, «conocido»inclusoantesdehacerusodel principio de razón(portan-to, sólo impropiamentepuedeusarseaquí el término «conocimiento»),como sucuerpoy, en esesentido,comoalgo completamentediferentedelrestode los objetos.A estenivel, y hablandoestrictamente,el cuernonisiquieraes objeto, sino vivencia. El cuernono es,pues,conocido, sino,másexactamente,vivido.

Lo que distinguela representacióndel propio cuernode todaslas de-másrepresentacionesesque el cuernose me da como algo experimenta-do inmediatamente:yo vivo mi cuerpo,tengounaexperienciainmediatadel propio cuerno.Y sólo así el cuerpoaparececomo voluntad,perocomofragmentoy partede unavoluntad única.

El cuerpoesvivido como tensión,como esfuerzoqueculminaenel éxi-to o en el fracaso.O, para decirlo exactamente,el cuernoesvivido comovoluntad y bajo las dosafeccionesde la voluntad: el placer(conformeaella) y el dolor (su contrario).De estemodo,y a travésdel propio cuerpo,podemosllegar, si no a desvelarel secretode lo queel mundoes,por lomenosa saberalgode aquellacosaen sí inaccesibleparael entendimien-to. El secretono comienzamásallá de los límites de nuestropropio cuer-po, sino que se instala en nuestropropio interior: «puestoque no somosúnicamentesujetosdel conocer,sino tambiénobjetos,estoes,cosasen sí,para penetraren la esenciade las cosascontamoscon unavía quearran-

15cade nuestropropio interior» -

Y no hay ningunarazón parapensarqueen el mundoexterior las co-sassucedende mododiferentea comoocurrenen el mundointerior: si elcuerno,cuandodejade serobjetorepresentado,apareceante la concien-cia como voluntad,el mundo,quetampocose agotaen la representación,es esencialmentevoluntad.

EJ cuerpoes,pues,el hilo conductorque lleva hastael final del labe-rinto de la representación,es la vía segurahacia la cosaen sí. Sobreelmodelo del cuerpoy de la experienciainterior es posiblereconstruireseotro mundo, que no se agotaen el fenómeno.Y cuantomás profundo yprecisoseanuestrosaberacercadel cuerno,tanto máslo seránuestrosa-ber acercadel mundo.

Nuestroquerer,como seacabade señalar,senos revelabajodosuní-casafecciones,el placer y el dolor. Pero seriaerrado pensarque una yotra son irreductibleso que poseenel mismo estatutoontológico.Sólo eldolor es de naturalezapositiva, esdecir, en cierto modo,sólo el dolor es.La vivenciay la definición mismadel placeres algo derivadoy secunda-rio, y necesitade la existenciaprevia del dolor. Y esohastael punto de

‘> Dic Welt... II, cap. ¡8. Werke 111. p. 228,

158 R. Avila Crespo

que un hipotético estadode placer continuadolo imaginamosirremisi-blementecomo otra forma de dolor, que no esnecesidad—la forma purade esteúltimo— peroeshastio,cansancio,aburrimiento. Sólo el dolor esde naturalezapositiva, inmediatamentesólo nosesdadala necesidad,lafalta, la carencia.El placer,por el contrario,es puranegatividad,ausen-cia de dolor, triunfo provisional sobrela necesidad.Triunfo que necesitasiemprede una nuevarecaíday de otra victoria para ser vuelto a vivir;triunfo que,paraseguirsiéndolo,necesitasiempreservuelto aconseguir:reconquistado.

Peroocurre, además,que la experienciaindividual muestrapalpable-mente,primero, que el placernuncase sobreponedel todo ni definitiva-mentea sucontrario, quecadahombreacabasusdíasen el regazode lamuerte y contemplandoel gestocontrariado—cl verdaderogesto—de lavida. Y, luego,ocurre tambiénque la victoria del placersobreeí dolor nodependeni de la buenavoluntad,ni muchomenosdel usoadecuadoy pru-dentede la razón.La felicidad no dependeparanadadel buen usode lasfacultadesintelectuales:suapariciónes improbable,peroes tambiénim-previsible,casual.De estemodo,cadahombre,cuandono estácegadoporla ignoranciao por la mentira,contemplaalgunavez a lo largo desu vidaque el triunfo del dolor va acompañadosiempredel reinadodel azar. Sicadauno fuesecapazde relatar su vida como de verdad fue, y no comohubiesequerido que fuera, reconoceríaesto mismo. Si el restode los se-res pudiesentenerconcienciade su propiavida y pudiesentransmitirla,ninguno de ellos se atreveríaa negar la verdad incuestionablede que eímundoes primera y esencialmentedolor. Estemundo,definido anterior-mentecomovoluntad, es,másprecisamentevoluntad tensa,desgarrada,insatisfecha.Schopenhauerexpresaráesto mismo cuandoseñaleque laesenciadel mundoes voluntad y, másexactamente,voluntadde vivir’6

Este flujo interminable, este devenir sin término, estacontinua ten-sión, podrían llevar a la ilusión de que la voluntad tiende efectivamentehacia algo y de que hay un término y un fin para su esfuerzo.Cierto esque toda voluntadesvoluntad ‘<de algo» y un poseeun objeto y un fin desu querer.Peroesto es verdaderoúnicamentede aquellavoluntadconsi-deradabajo el puntode vistade susmanifestacionesen cuerpos,esdecir,fenoménicamente.Porel contrario,Javoluntad como cosaen sí estámásallá de los fines y de los motivos,y preguntarpor el objeto de su tenden-cia eshacerun usoinadecuadodel principio de razón.Consideradaen suesencia,la voluntad es una aspiración sin término,sin fines ni motivos.

~ ,.DerWille -zum Lebendorchghngigansich selberzebrt trnd in versehiedenen

ten seine cigeneNahi-ung st, bis zulet-zt dasMcnschengcschlecbt.~vcdes alle andernOber-walsigt, dic Natur for cm Eabrikat su seinein Gebrauch ansichí, das selbeGesc},lecht je-doch aoci,, wie wir ini vierten Buche tinden werden, in sicb sclbst jenen Karnpl, ene Selbs-tentzwciong desWillens zur furchbarsten Deotlichkc¡t olfenbart und hon¡<> homi,,i lupus»(Dic Web... 11, parag. 27. Werke 1, p. 198).

Mctafísica y arte: 121 problema de la intuición en Schopenhauer 159

Sólo cuandoel enten« ,nientola asiste,cosaquetiene lugaren el ámbitoexclusivo de la representación,sabelo que quiereen un momentoy unlugar determinados.[)e ahí que la múltiple escisiónde la voluntad encuerposse manifiestejustamentecomo tensióna medidaque la voluntadtoma másprofunda concienciade sí misma.

En efecto,el puro querersin motivo y sin término,esoes la voluntad.Peroa una voluntadávida sólo puedecorresponderle,en el mundode larepresentación,un recorridoinacabable,a travésde los objetos,quese leproponencomo la posibilidad de su absolutacalmade la quietud defini-tiva, peroque,unavezconseguidos,sonotra vez el inicio de un nuevode-seoy la necesidadde superarotro obstáculo.Entre el deseoy la satisfac-ción existe,pues,una relación particular: ningúnobjeto significa verda-deramentela reconciliaciónde la voluntad consigomisma,perotodos sepresentananteella como si lo fueran realmente.La privación, sentidacomodolor y comonecesidad,impulsahacia la consecucióndel objeto de-terminadoque sentimoscomo satisfacciónmomentánea,pero que real-mentemarcael inicio de unanuevatensióny de un nuevo deseo.

Tal es la esenciade la voluntadde vivir, queSchopenhahuerconside-ra una noción a la que se llega invariablementea travésde la experien-cia. La voluntadde vivir es,en resumen,impulso ciego, una inclinacióngestadaen el azar, puesno poseeningún fin determinadoy no estásos-tenida por ningún fundamento.La razon carecede influenciay relevan-cia en esteproceso.Si ella pudierahacerseoír, si de verdadtuvieraalgúnascendientesobre la voluntad individual, haceya mucho tiempo que lehabríahechodesistirde su participaciónen esteespectáculo’7.

Pero el entendimientoy la razón—como, por otra parte, el placer yla felicidad— son tambiénalgo derivadoy accesoriorespectoa la volun-tad. Su relación con ella hay que entenderlasobreel modelo «siervo-se-nor».Precisamenteen eseservilismo,en el sometimientohumillantea lavoluntad radica el mal, la infelicidad, la desdicha.La voluntad es unafuerza infinitamente mayor que la inteligencia, contra la cual no puedenadaestaúltima. Al primado de la voluntad sobreel entendimientohayqueunir el hechode que la voluntad permanecesiemprela misma,mien-tras que el entendimientocambiay admite gradosde perfeccionamien-to’8. Schopenhaueraludea estacuestióncuandoadviertaqueno hay for-ma algunade modificar el carácter,que vienedado por la voluntad,aun-que sí seaposiblemodificar el entendimientomedianteel aprendizajey

la ilustración.Ahora bien,aunquees imposiblequeel intelecto resultevictorioso en

una lucha planteadacontra la voluntad, Schopenhaueradmite, sin em-bargo,la posibilidad de queel entendimientoseemancipe,al menostem-

‘~ Cfi. Dic Web... II, cap.28. Werke III, p. 419.‘> Cír. Dic Web... 11, cap. 19. Werke III, Pp. 234 ‘y ss.

160 R. Avila Crespo

poralmente,de aquellaservidumbre,y, libre de los imperativosde la ne-cesidad,puedasubsistircomo espejoclaro y limpio del mundo.Tal es elcasode la intuicón estética.

4. La intuición estética

Del mismo modo queel saberqueposeemosacercade nuestropropioquerer escapaal principio de razón, también la voluntad, consideradacomo cosaen sí, escapaa la aplicación de las nocionespurasde espacio,tiempoy casualidad.De ahí que permanezcaextraña a la multiplicidadpropiadel mundoespacio-temporal:la voluntad es una, no como indivi-duo ni como concepto,sino comoaquelloa lo que le es ajenala condiciónquehaceposiblela multiplicidad, el principium individuationis’9,

El individuo, por suparte, es un fragmentode la voluntad,o, parade-cirlo más exactamente,un débil reflejo de ella, una sombra.Ni siquierase relacionacon la voluntad como la partecon eí todo, sino más biencomo la copiacon el modelo. Y estarelación no es directatampoco,sinomediadapor algo que,a su vez, refleja la voluntad más fielmenteque elindividuo: la Especie.En estepuntointroduceSchopenhauerun elemen-to de fuerte impronta platónica: antesde objetivarseen individuos con-cretos,sometidosal principio de razón, la voluntad seobjetiva en Espe-cieso Ideasque son «cadauno de los gradosdeterminadosy fijos deob-jetivación de la voluntad en cuantoéstaescosaen sí y, por tanto,ajenasa la multiplicidad. Estosgradosson,respectoa las cosasindividuales,suseternasformaso modelos»~.

Los gradosinferiores de objetivización de la voluntadestánrepresen-tados por las fuerzasnaturalesque operan especialmenteen el mundoinorgánico. A medidaque subimosen la gradaciónde los seresexisten-tes,topamostambiéncon los gradossuperiores,representadospor los or-ganismosmáscomplejos,eí máselevadode los cualeses el hombre,don-de la individualidad apareceya como personalidad,reflejadainclusoensu fisonomía2>.

A medio camino entre la voluntad y los individuos, las Ideas tienenun estatutoontológicoespecial.La unidad de la voluntad no es del todoaplicable a suesencia,a causade la variedadde objetivacionesespecífi-cas,perotampocola multiplicidad, propiade los individuos,es aplicableaellasen la medidaen que la Especiese sitúa másallá del tiempoy delespacio.Porotra parteentre el individuo y la Especiehay una conside-rable diferenciajerárquica:la especiees lo que importa, el individuo essolo un medio para aquélla, cuya función consisteen perpetuarla.Pero

‘» Dic Web...II, parag.25. Werke 1, p. 175.20 o, e., p. [77.

Dic Web... II, parag. 26. Wcrke 1, p. 179.

Metafísicay arte: El problemade la intuición enSchopenhauer 161

en estafunción y en cuantotal individuo concreto,no esnuncaimpres-cindible. Si él no estuviera,otro podríadesempeñarigualmentesu fun-ción.

A estaprimacíaontológicade la Ideasobreel individuo seañadetam-bién una prioridad especiala nivel gnoseológico.La Idea es,para el in-dividuo que la representa,un objeto más digno que el restode los obje-tos, pero tambiénun objeto especialquenecesita,pararevelarse,condi-cionesespeciales.Mientrasque los individuos en los quesemanifiestalaIdea estánsometidosa un procesocontinuo de nacimiento, cambio ymuerte, la Idea permaneceinmutable,eterna,siempre la misma. Preci-samenteestapeculiaridadque tienecomo baseel hechode quela Espe-cie cae fuerade la aplicacióndel principio de razón,plantealos dospro-blemasde cuyasoluciónseocupa el libro tercerode El mundocomovo-luntad y representación.Porun lado, si el sujetode la intuición se limitaexclusivamentea cantarlos cambiosquese producenen el objeto intui-do, ¿cómopodráhacersecargode un objeto que,por definición, es inmu-table?Porotra parte,si la intuición requiereel concursodel entendimien-to que,a su vez, operaaplicandolas nocionespurasde espacio,tiempoy causalidad,¿cómopuedeintuirse algo que estámás allá del principiode razóny quees,por tanto,extrañoa la causalidad?

Cuando,en la esferadel arte, hablaSchopenhauerde intuición, éstetérmino ha sufrido ya un importantecambiosemánticoy setomaahoraen unaacepciónpor completodistinta acomoseha señaladomásarriba.Aunquea nivel del artesecontinúeenel campode la representación,aun-que seconserveel término intuición para designarla relaciónde dosele-mentos,sujetoy objeto, a pesarde eso,los términos de la relación hancambiado,y la relación esotra también.

El objeto concreto,individual, sometidoal principio de razón,ha sidosustituidopor un objetopuro, independientey libre de tal sometimiento.Tal objetoes la Ideao Especie.Precisamenteestasingularidaddel objetodeterminauna consecuenciaimportante en lo que atañe al sujeto. LasIdeascaenfuerade la esferadel conocimientode los individuos, paraqueel hombreen concretopuedallegar a conocerlastieneque habersupera-do supropia individualidad. Cuandoel individuo se olvida de susintere-sesparticulares,cuandoescapazde prescindirde la urgenciade la nece-sidad,puedeentoncesentregarsea la intuición contemplativay estética,entoncesdeja de serindividuo y seconvierteen purosujetodel conocer,más allá de la voluntad,de la pasióny del tiempo22.El sujetoexperimen-ta así una importante metamorfosis:ahoraes un sujetopuro, desintere-sado,libre temporalmentedesucuernoy de las necesidadesimpuestasporel mismo, libre de la voluntad.Pero,cabepreguntarentonces,¿cómoesposibleestametamorfosis?

22 Dic Web...III, parag.34. Werke 1,232.

¡62 1?. Avila Crespo

Schopenhauerseñalaenocasionesqueel entendimiento,a pesardees-tar sometidoa la voluntad,no es algo poseídoen el mismo gradopor to-doslos individuos. La naturalezano ha seguidoen el repartoningunare-gla distinta de su capricho,y existenalgunos individuos que poseenunexcedentedel mismo,de tal modoqueunapartedel entendimiento,y des-puésde habersido cubiertaslas necesidadesde la voluntad, quedalibrede esaesclavitud,convirtiéndoseen un espejopuro del mundo.Estees elcasodel artista,del genio: «la genialidadno es otra cosaque la objetivi-dad máxima,es decir, la dirección objetiva del espíritu en oposicióna ladirección subjetiva,encaminadahacia la propia persona,o seahacia lavoluntad.Segúnesto,la genialidades la facultaddeconducirsemeramen-te como contemplador,de perderseen la intuición y deemanciparel co-nocimiento, que originariamenteestáal serviciode la voluntad, de estaservidumbre,perdiendode vistasusfinesegoístas,asícomola propiaper-sona,para convertirseen sujetopuro del conocimiento,en visión trans-parentedel mundo»23.

La reflexión acercade un tipo de individuos distinto por completodelresto no es,desdeluego,algo original de Schopenhauer.Hegel,por ejem-pío, habíadistinguido también entredos clasesmuy distintas de hom-bres. El individuo concreto no tiene otra función que la de acomodarseal espíritu de su pueblo, y suvalor moral estribaúnicamenteen eí cum-plimiento de los deberesque le vienen dadospor la claseconcretaa laquepertenece.Los «individuoshistóricos»,en cambio,también llamados«héroes’>,cumplenuna misión másalta: ellosven másallá de su momen-to histórico, «sonlos másclarividentes»e iluminan al restoacercade ladirecciónde su voluntad24.

La distinción establecidapor Schopenhauerentreel individuo comúny el genio guardacon estaúltima sorprendentesanalogías.Uno y otrocompartenuna mismacapacidadintuitiva, peroel genio, además,cuentacon la posibilidad de desligarse,al menosprovisionalmente,de la volun-tad.Su capacidadsuperiorle permitesumergirseen la contemplacióndela Idea,en la objetividad puraque tienecomocondiciónel distanciamien-to de suspropios intereses,el extrañamientode sí. Como el héroehege-liano, tambiénel genio es indiferentea supropia felicidad y extrañoa sutiempo. Peroel genio, y acasocoritrastantocon el héroeque Hegel des-cribe, no es nuncaun hombrede acción,y muchomenosun hombreapa-sionado.La objetividad que le es propia le mantieneal abrigode las tur-bulenciasde la pasióny de las fluctuacionesde la voluntad.

De ahí la peculiaridadde la intuición estética,queno esya el pasodelefectoa la causallevado acabopor el entendimiento,sino la pérdida de

23 Dic Web... 111, parag. 36. Werke 1,240.>~ Cfr. Hegel, G. W. F., Lecciones sobre la Filosofía de la Historia universaLTrad, deJose

Gaos. Alianza Editorial, Madrid, ¡980,pp. 88-94.

Metafísicay arte: El problemade la intuición en Schopenhauer 163

la individualidad y la distanciarespectode los interesesparticulares: lainmersión en la contemplaciónpura de la Idea. Frentea la ciencia, de-terminadapor la necesidady por los interesesprácticos,el arteessiem-pre de naturalezacontemplativa25.Y la intuición estéticano es másquela concepcióndel mundo y de las cosas«libres de susrelacionescon elquerer,por consiguiente,de un modo desinteresado,sin subjetividad,deuna manerapuramenteobjetiva, entregándosea ellas plenamente,encuantoson purasrepresentacionesy no merosmotivos; entoncesla tran-quilidad, buscadaantespor el caminodel querery siemprehuidiza,apa-recepor primera vez y noscoImade dicha’>26.

Comoadvierte Thomas Mann27,seráprecisamenteel intelecto, el in-telectoemancipadode la voluntad y convertidoen conocimientopuro einocente,el quenossitúeantela puertade semejantevisión intuitiva.Ele-vado por la fuerzade esa visión, el hombreno se limíta ya a buscar lasrelacionesentre las cosasy, en última instancia,las relacionesde las co-sascon su voluntad, sino que,mediante la intuición estética,el hombreseconvierteen un testigomudo del mundo,en un visionario de esencias,cuya función seráahora transmitir a otros lo que «vio» en un momentoen que su voluntad no empañabalos contornosni el contenidode la vi-sión, en un instanteen que lo visto era el mundo,y no su voluntadpro-yectadaen el mundo. Precisamenteentoncesel hombre«no investigayadónde,cuándo,por quéy para qué existen las cosas,sino únicamenteloquelascosasson”28. Pero,¿noeraéstetambiénel problemafundamentalde la metafísica?pues la metafísicano investiga tampocola causadelmundo ni su finalidad, sino sólo lo que el mundoes. Y, en esecaso, ¿esel arteunaforma más de la metafísica?¿Oes la metafísicade naturalezaestética?

5. Metafísicay arte

Las dos formas de metafísica—religión y filosofía— y el arte tienenen común el hechode que cadauna de ellas intenta respondera la pre-gunta¿quées el mundo?El contenidoalegóricode lasdiversasreligionescontrastacon el deberexigido a la filosofía de serverdaderaen sentidoestricto.Y estepodríaconstituirun puntode partidaimportantea lahorade teneren cuentalas diferenciasentreartey filosofía. En efecto,el arte,de acuerdoconsunaturalezaintuitiva, siempreresponderáaaquellapre-

25 Cfr. Dic Web... III, parag.36. Werke 1, pp. 239-240.26 Dic WeIt... I]I, parag.38. WerkeIp. 253.27 Cfr. Mann, Th., Schopenhaucr,Nietzsche.Freud. Trad. Andrés SánchezPascual.Bru-

guera Barcelona,1984, pp. 47 y ss.Web... III, parag.34. Wcrke 1, PP. 231-232.

164 R. Avila Crespo

gunta medianteuna imagenpasajera,a diferenciadel conceptoabstrac-to, de la noción permanentede la que echamanola filosofía29.

Ahorabien, y en estoradicaríala diferenciafundamentalentreel artey la metafísica,el arte en generalse ocupasólo de Ideasque,a pesardesu significación especial,no son más queobjetivacionesde la verdaderaesenciadel mundo, de lo único quepuedeserllamadocon derechocosaen sí: la voluntad.Pero,entrelas artes,existeunaquemereceunaconsi-deraciónespecialy que constituye,además,un aparteen el conjunto. Setrata de la música.

Si el efectode la actividad artística no es otro que la contemplaciónde la Idea,y las diversasartessonlas diversasformasbajo las cualeselartista expresasuconocimientode las Ideas,Sehopenhahuerafirma que«el objeto de la músicaes infinitamentemáspenetrante»,pueslo queellareproduceno esya unaobjetivaciónde la voluntad,sino la voluntad mis-ma3~’. La músicasobrevuelatodo lo físico y se remontahastalo metafí-sico, sólo ella,como ningunaotra delas artes,se refiere y sedirige al sen-timiento. Parala músicano existenmásque la pasióny la emoción:«unasinfonía expresaal mismo tiempotodas las pasionesy todas las emocio-nesdel corazónhumano: la alegría,la melancolía,el amor,el odio, el es-

31panto, la esperanza,etc., con susinnumerablesmatices»

Perola músicaexpresatodoesto«enabstractoy sin especificación’>32.Justamenteaquíradica la grandezade la músicay su papelprivilegiadorespectoa todas las demásartes.De ahí también que la diferenciaesta-blecidaentre la imageny el concepto,a la queapunta Schopenhauer33para ilustrar la diferenciaentreel arte y la filosofía, no resultedel todosatisfactoria,porquesiemprese tropezarácon la naturalezaespecialdellenguajede la música,más cercanoal de la filosofía que al del resto delas artes.La música,pues,y en la medidaen quesehalla referida direc-tamentea la voluntad casi constituyepor si sola una metafísica.Peroaún así,hay doscaracteresesencialesa ella que la separanprofundamen-te de la metafísica.

En primer lugar, la música,como todocaminoemprendidopor la es-tética, nos redime momentáneamentede la tiranía de la voluntad. Perosuefecto espasajero:finalizadoel momentomágico de la intuición esté-tica, siempresevuelvea estarocupadocon los problemasqueplantealo

29 Dic Web...111, cap.34. Werke IV, p. 479.~o «Weil dic Musik nicht, gleich -allen andernKúnstcn,dic Ideen.oder Stufender Ob-

jekíivation desWillens, sondernunmiltelbardenWillen selbsl darstellt; so ist hierausaucherklárlich, dasssic auf denWiIlen, d. i. dic Gefúhle,Leidensehaltenund Affekie desI-lúrers,unmittelbareinwirkt, so dass sicdieselbenschnellerhóht,oderaucbunístimmt’, (Dic Web...III, cap. 39. Werkc IV, p. 527).

>‘ O. e., p. 529.22 Ihide,n.»‘ Cía Dic Web... 111, cap. 34. Werke IV. PP. 479 y ss

Metafísicay arte: El problemadela intuición en Schopenhauer 165

cotidiano. Porotra parte,y estoesacasolo fundamental,la músicaacabaconquistándonospara la vida, acabaestimulandola voluntad de vivir:«la música,queaveceselevatan altonuestroespíritu,queparecehablar-nosde otrosmundosmejoresqueel nuestro,no hacemás,segúnla teoríametafísicaqueacabamosde exponer,quehalagarnuestravoluntadde vi-vír, puestoque despuesde haberpintado su naturalezale ofrecela pers-pectiva del buenéxito y expresacomo conclusiónsucontentamiento’>34.Esto es precisamentelo que,de acuerdocon sucompromisocon la ver-dad,no podráhacernuncala metafísica.

La filosofía, por mencionarla másalta expresiónde ¡a metafísica,noconstituyepor sísola unaLiberación,peroellaaportael fundamentoparatoda liberación posible. El filósofo, que conocelo que es el mundo y queha identificado la esenciadel mundocon la voluntad, tieneque ordenarsuvida prácticay armonizaríacon esteconocimiento.Estética,éticay as-céticason las tres posibilidades,las tresvías de liberaciónque se abrenante él, pero a ellas no tienen accesotodos los individuos por igual. Encuantoa la estética,ya seha consideradoqueesecaminosólo estáabier-to parael hombreespecialmentedotado,parael genio,el artista.

En cuantoa la ética, Schopenhauerbuscasufundamentoen un terre-no por completo distinto del individual y, paraello, señalaque,si la vo-luntad es unae idéntica,no nosequivocamosen absolutocuandosupri-mimos toda barreraentreel yo y el no-yo. Este sentimientoque brotacomo compasiónes,además,el único fundamentode la virtud y de todaacción buena.La moral propuestapor Schopenhaueres unamoral de lacompasiónquecuentacon la unidadde la voluntad, como consufunda-mento metafísico.La justicia y la caridad se levantansobre aquélla.Laprimera encuentrasuexactaexpresiónen ei imperativoNeminemlaede;la caridad,complementoy avancepositivo de la justicia, lo halla en Orn-nesquantumpotestiuvat. Y el hombrebuenoserádefinido como «aquélquehace menosque los demásuna diferenciaentreél y los otros<c35.

Ahorabien,si la áticaestáligadaa la voluntad,y si estaúltima vienedadapor el carácter,que,segúnafirma Schopenhauer,es innato e inva-riable; si sedeclaraimposibleque un individuo dadoobreen un momen-to de una maneray en otro de distinta forma, permaneciendoidénticoslos motivos36,entoncestal individuo no es libre de serbueno,y tampocopuedela moral constituir el estadiosupremo,la vía abiertaa todosparaliberarseen lo posiblede la esclavituda quenos sometela voluntad.

Sólo existeunavía encaminadaal desasimientoy a la progresivaanu-lación de la voluntad,y sólo ella espropuestacomo un caminoaccesiblea todos: la ascética.Ella es el mar dondedesembocany dondese diluyen

~ Dic Web... III, cap. 39. Werke IV, Pp. 537-538.‘~ Liber dic Grundiage der Moral, parag. 22. Werke VI, p. 306.36 Cfr. Ober dic Freiheit des Menschlichen Willens, cap.5. Werke,VI, p. 134.

166 R. Avila Crespo

todas las diferencias,porquesólo ella se funda en la común,en aquelloquenadie,acondiciónde serveraz,puedenegar:el sufrimiento.Sóloellacuenta también con el fundamentometafísicode la unidad de la volun-tad, y ahondandoen esefundamento,reconoceque esaunidad es,para-dójicamente,desgarramiento,padecimiento,dolor.

La metafísicade Schopenhauertocafondo precisamenteaquí,porqueesen estepuntodondesin dudaradicael supuestobásicoquecondicionay orientatodo supensamiento.Schopenhauerenseñaquees el infortunioy la desgracialo quefinalmentenosobliga a mirar las cosasy la vida des-nudas,y nos ponede pronto la verdadfrente a frente, sin velos, sin ma-tices,sin mediaciones.La alegríano es másque unaforma del arte,aca-so la más alta,pero esuna especiede Circe, dispuestaa mostrarla vidabajo un disfraz. La dicha, comoel arte, no es másque un estadoevanes-cente,pasajero,ilusorio. Al final, la vida y la verdadtienenun mismoros-tro y una mismaexpresión:el gestocontrariadode un equilibrio impro-bable, de unadichaimposible.

Justamenteaquí suplanteamientoentraen conflicto con el de aquélqueun díasellamó orgullosamentesudiscipulo. El pensamientode Scho-penhauerseenfrentaal de Nietzschecomoseoponendostipos diferentesde hombres,dos sensibilidadesprofundamentediferentes.

Sin duda, Nietzscheacogió con entusiasmolas consideracionesdeSchopenhaueracercadel arte. Segúnellas,la consideraciónestéticadelmundo se sitúapor encimade la óptica facilitada por la ciencia,someti-da como estáesta última al principio de razón y a las limitaciones im-puestaspor la individuación.En el sistemapropuestopor SchopenhauerencontrabaNietzschela basefilosófica adecuadapara lo queen su pri-meraobraconsiderabasuobjetivo fundamental«verla cienciacon la óp-tica del artista, y el arte, con la de la vida»37.Pero,mientrasque paraSchopenhauerla estéticaessólo un medio utilizado parasuavizarel do-br producidopor unavoluntad escindidaen individuos,y sobrela cualse levantanla éticay la ascético-metafísica;en Nietzschela estéticaapa-rececon un valor absoluto.El artistaen cuantotal estáredimido de suvoluntad individual, desdeel momentoen que a su travésse expresaelúnico sujetoverdaderamentereal: Diónisos,la voluntad.La objetivaciónde la voluntaden imágenesesella mismajustificacióny redención,pues«sólocomo fenómenoestéticoestánexternamentejustificadosla existen-

38cia y eí mundo”Porotra parte,la voluntad de vivir sostenidapor Schopenhauerque,

cuandotoma concienciade sí misma,dirige toda su fuerzacontraella y

~‘ Dic Gcburt da Tragódie. NietzscheWerke. Kritische Gesamtausgabe.Herausgegebenvon Giorgiocolli und Mazzino Montinari, Walterde Gruyter und Co. Berlín, ¡967-1982. III,1, p. 8.

38 KGW111,1, p..43.

Metafísicay arte: El problema de la intuición en Schopenhauer 167

seempeñaen autoaníquilarse,setransformaen Nietzscheen voluntaddeafirmar. Y así,mientrasqueSchopenhauerno conocemásque un valor:no vivir, Nietzscheconcibeúnicamenteel contrario:vivir. La voluntadesla expresiónde esetorrenteinagotableen susformas y en constantesu-peraciónquees la vida. La voluntad no conoceotro deberqueel de afir-mar. Y en estaafirmación,esenciade los trágico, sitúa Nietzscheel pun-to de partidadesdeel cual es posibleestablecerel valor de cualquier fi-losofía,e iniciar un caminoparael pensamiento,quedebeser, al mismotiempo, crítico e instauradorde nuevosvalores.

Cuandoal final de sutrayectoriafilosófica, Níetzscheestablezcadefi-nitivamente el valor de la antítesisentreel «optimismo» socráticoy el«pesimismo»de Schopenhauer,consideraráqueSócratesy Schopenhauerson,en el fondo,dosversionesdeunamismaactitudantela vida, quetie-nenen comúnel rechazoy la devaluaciónde la existencia.Optimismo ypesimismoconstituyenallí una antítesissólo aparente,pues ambossonespeciesdela decadencia.Nietzscheseñalacomoauténticaantítesisla es-tablecidaentreel instintivo degenerativo(decadencia)y a la afirmaciónsuprema(presupuestode una vida que asciende).Estaúltima se dirigeno sólo a los aspectosmás gratosde la existencia,sino tambiéna aque-líos que la amenazan:al sufrimiento,a la culpamisma,a todo lo proble-

39mático y extrañode la existencia’>

Nietzscheno corrige a Schopenhauer,cambiael puntode mira. Conla cautela propiadel quealgunavez cedió a susseducciones,como sóloél supohacerlo,invierte el planteamiento:el dolor y el gozono seoponencomo la verdady la no-verdad.Ambosconstituyeneserostrobifronte dela vida. Y, en todo caso,el último —el placer,el gozo, la alegría—pro-porcionauna visión más profunda,un máshondoconocimientodel ros-tro dela vida, queno coincidesiempreni exactamenteconel de la verdad.

R. AVILA-CRESPO

Ecee Horno. 1(0WVI, 3, ¡y 309.